Nuevas energías emergen como resultado de nuevas conciencias

Page 1

Boletín de Septiembre Nuevas energías emergen como resultado de nuevas conciencias No es momento de hacer análisis de coyuntura superficiales, desde el hígado, la frustración o la radicalidad. Este país viene cambiando desde hace mucho, pero no solo porque hubo concentraciones masivas, caminatas y encuentros maravillosos, ganas de gritar, sacar la rabia acumulada y catarsis colectivas necesarias y saludables. Sino porque se juntaron las energías acumuladas por décadas con el momento exacto para canalizar la inconformidad, el clic exacto para el salto generacional adecuado y los lugares públicos oportunos para que se congregaran los intereses de muchas y muchos, incluso de quienes no sabían que podían expresarse. Como Q’anil no participamos de las expectativas maximalistas hacia un Estado que milagrosamente respira –para mandatar las reglas y los mecanismos de un sistema púber-, que apenas se auto-gestiona. Pero tampoco creemos que llamar al voto nulo, blanco o al no voto sea coherente con las escasas posibilidades de un país que precisamente empezó de nuevo hace 19 años a construir ciudadanía, cuando antes solo conoció conflicto armado y gobiernos militares. Nosotras creemos en los cambios culturales gestionados por la propia gente, en los cambios de conciencia, en los saltos cualitativos que acumulan posibilidades para seguir transformando desde la sociedad, desde los colectivos y los movimientos sociales. Es cierto que este sistema se reproduce asimismo y reproduce -por tanto-, los viejos y carcomidos patrones de poder de los que proviene, pero también es cierto que lo que se ha podido cambiar desde la cultura y aún desde el Estado, es resultado de las luchas sociales que han logrado abrir pequeñas grietas y construir pequeños recovecos para construir políticas que permitan avanzar hacia pequeñas transformaciones. No es el mejor sistema el que tenemos, no es ni siquiera suficiente, es incompleto y además es obsoleto. Pero si desecháramos todo lo que se tiene, no hubiéramos ganado la sentencia de genocidio, no hubiéramos ganado la permanencia de la CICIG o aún más no se hubiera luchado durante todo este tiempo para que el país se apropiara de una cultura de defensa de sus derechos. En todo caso, el Estado tiene sentido en la medida en que no tengamos otra propuesta de organización social para sustituirlo.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.