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ElDe la escuelaMÉTODO HFG
En rigor, las horas semanales de clase ascendían a 36, aunque lo cierto es que generalmente éstas se dilataban entre análisis y discusiones de estudiantes y profesores. Estos últimos, nunca pudieron ser contratados oficialmente y la escuela, un organismo por demás irritante para el gobierno, nunca logró ser categorizada.
El libre pensamiento era, aún después de la Segunda Guerra, una amenaza. Finalmente, el agotamiento ante las críticas y cuestionamientos, las reiteradas intervenciones y los sacrificios físicos y económicos resultaron en el definitivo cierre de la escuela de diseño HfG Ulm .
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Quien egresaba de la Escuela de HfG Ulm recibía, a modo de diploma, una hoja blanca tamaño A4, doblada a la mitad y escrita con tipografía Akidenz Grotesk tamaño 10, en tinta negra. Cuentan -las buenas o malas lenguas- que las primeras promociones no aceptaban el certificado. Las excusas eran que éste era un residuo pequeño burgués y hacendado o, mejor aún, que no servía para nada. ¿Reunión de graduación?.

Pero para qué mentir, nada de lo que sucedía en esta institución se acercaba remotamente a lo que uno hoy podría concebir como “lo habitual”. Durante sus quince años de vida (de 1953 a 1968) HfG Ulm recibió a 640 estudiantes, de estos se graduaron solamente 215.
