TECNOLOGÍA ZOOM
GENTE CON ALTURA
EXPERIENCIAS MJS
PLANETA VIVO
Director
Kevin Daniel Quintero Zapata
Samuel Quintero Vásquez
Equipo de Redacción:
P. Hernán Darío Carmona, Samuel Quintero
Secciones:
Editorial: P. Hernán Darío Carmona
Gente con altura: David León y Juan Felipe Gil Zoom: Santiago Rodas
Actualidad: Ana María Giraldo
Experiencias MJS:
María José Osorio y Jacobo Osorio
Tecnología: Samuel Quintero
Planeta vivo: Juan Camilo Moreno
Zona libre: Simón Andrés Peláez
Diseño y Diagramación: Mariluz Montoya Muñoz
Edición:
Ana Mileidy Vargas.
Inspectoría San Luis Beltrán de Medellín Carrera 87 A N° 32A - 101
Enlaces: www.salesianos.edu.co @mjscom
Medellín – Colombia 2025
Queridos jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano COM,
Nos encontramos nuevamente con un número más de nuestra revista Huellas, un espacio que quiere ser voz y rostro de quienes, desde el carisma de Don Bosco, seguimos dejando huellas de esperanza en medio de nuestra realidad juvenil.
En esta edición hemos querido abrir caminos para reflexionar, compartir y divertirnos juntos. Por eso, cada sección ha sido pensada como una ventana que nos invita a mirar el mundo con ojos de esperanza desde el carisma salesiano:
• En Zoom, nos acercamos a la voz profética de la Iglesia y, en especial, a la postura que el Papa León XIV, levantó frente a los conflictos armados que tanto han marcado la historia de los pueblos. Una invitación a la paz y a la reconciliación.
• En Gente con altura, conoceremos más de cerca la vida y obra de un personaje de nuestro entorno que, a través del arte, nos inspira a vivir con autenticidad y altura moral.
• Experiencias MJS, será un espacio amplio para revivir lo que fueron las pasadas ESLISA: un encuentro que nos llenó de energía, fraternidad y compromiso salesiano a través del liderazgo. Allí palpita el corazón de nuestro movimiento.
• En la sección de Tecnología, nos detenemos a pensar cómo los avances digitales impactan nuestra vida cotidiana y de qué manera podemos aprovecharlos para crecer como jóvenes conscientes, críticos y creativos.
• Planeta vivo, nos recuerda que nuestra Casa Común necesita de nosotros. Encontraremos aquí problemáticas ambientales actuales, pero también consejos prácticos para cuidarla con gestos sencillos y campañas que nos inspiran.
• En ¿Sabías qué?, nos acercaremos al significado profundo del Jubileo, un tiempo especial para la Iglesia que nos invita a renovar la fe, a reconciliarnos y a celebrar la vida con esperanza.
• Y, como no podía faltar, nuestra Zona libre, viene cargada de dinamismo juvenil, con juegos y actividades que nos harán sonreír y compartir un rato de alegría, como lo soñaba Don Bosco en sus patios.
Cada página de esta revista quiere ser un espejo de nuestra identidad: jóvenes que sueñan, que se forman, que se comprometen y que, sobre todo, viven con la alegría el Evangelio al estilo de Don Bosco y Madre Mazzarello.
Que esta nueva edición nos siga animando a caminar juntos, dejando huellas de fe, amistad y servicio en nuestra Iglesia y en el mundo.
Con afecto salesiano,
P. Hernán Darío Carmona López. SDB Delegado de la Pastoral Juvenil Dimensión Asociativa COM
Roma vibró con más de un millón de jóvenes
Por: Ana María Giraldo
El Jubileo Juvenil, celebrado en Roma del 28 de julio al 13 de agosto de 2025, se convirtió en uno de los grandes acontecimientos del año para nuestra juventud salesiana y para la juventud del mundo entero. Durante más de dos semanas, miles de jóvenes peregrinaron desde los cinco continentes con un mismo objetivo y un mismo sentir: encontrarse con Cristo vivo, celebrar la fe y dar testimonio de que la juventud es hoy una llama encendida en el corazón de la Iglesia Católica.
Las calles de Roma se vistieron de colores, cantos y banderas que recordaban la diversidad cultural de quienes asistieron. Sin embargo, esa diversidad nunca fue motivo de distancia, sino signo de unidad. Jóvenes de distintas lenguas, tradiciones y contextos sociales compartieron momentos de oración, talleres de reflexión, celebraciones litúrgicas y espacios de fraternidad que dejaron huella en sus corazones.
Uno de los aspectos más destacados del Jubileo fue la voz misma de los jóvenes. Muchos de ellos expresaron con firmeza que es hora de dejar atrás los estigmas y prejuicios que suelen atribuirse a las nuevas generaciones. Con sus testimonios de vida y con historias marcadas por la esperanza, mostraron que la juventud no es
sinónimo de indiferencia ni de falta de compromiso, sino de creatividad, autenticidad y valentía. Ellos mismos insistieron en que, con cercanía y coraje, pueden ser testigos vivos de una Iglesia que acompaña, que escucha y que camina junto a su pueblo.
No obstante, el Jubileo también estuvo marcado por el dolor. En medio de la alegría y la celebración, una joven egipcia de 18 años falleció mientras regresaba a su alojamiento en Roma. Su partida inesperada estremeció a todos los participantes. Ante esta dolorosa noticia, el Santo Padre León XIV se manifestó con profundo afecto y cercanía hacia sus familiares y amigos. Convocó a un momento de oración en el Vaticano, gesto que se convirtió en símbolo de un dolor compartido y de una fraternidad que trasciende la vida y la muerte. Ese instante recordó a todos que la fe se vive también en la esperanza de la resurrección y en la certeza de que el amor de Dios nunca abandona.
El Jubileo Juvenil de 2025 quedará en la memoria como un tiempo de gracia en el que la juventud del mundo alzó su voz, caminó en unidad y renovó su compromiso con el Evangelio. Fue un evento que dejó claro que los jóvenes no son solo el futuro de la Iglesia, sino también su presente: protagonistas de un mundo que necesita de su energía, de su creatividad y de su fe para seguir construyendo caminos de paz y esperanza.
Cuando escuchamos la palabra libertad, solemos pensar en la posibilidad de hacer lo que queremos sin límites: consumir lo que deseamos, viajar sin medida, acumular cosas sin detenernos a pensar en su origen ni en sus consecuencias. Sin embargo, la verdadera libertad no está en explotar sin freno los recursos de la Tierra, sino en la capacidad de cuidar, proteger y elegir lo que construye vida. La libertad auténtica implica responsabilidad.
El Papa Francisco, en su Encíclica Laudato Si’, nos recordaba que “todo está conectado”. Esta afirmación sencilla pero profunda, nos invita a reconocer que el aire que respiramos, el agua que bebemos, los bosques que nos rodean y hasta la vida de las futuras generaciones dependen de las decisiones que tomamos hoy. Nada de lo que hacemos queda aislado:
Por: Juan Camilo Moreno
nuestras elecciones diarias tienen un impacto directo en los demás y en el planeta. Vivir la libertad desde esta perspectiva es asumir la responsabilidad de cuidar la casa común: nuestra Tierra.
El medio ambiente no es un escenario lejano ni un simple paisaje que podemos admirar de vez en cuando. Es el lugar donde ocurre nuestra vida, el espacio que sostiene nuestras relaciones, culturas y sueños. Cada árbol talado indiscriminadamente, cada río contaminado y cada especie extinguida nos roba un pedazo de libertad. Porque un planeta enfermo limita las posibilidades de todos, especialmente de los más vulnerables, que son los primeros en sufrir las consecuencias del cambio climático y la degradación ambiental.
Por eso, el llamado es a transformar nuestras rutinas en gestos de libertad responsable. Reducir el consumo de plásticos, optar por energías limpias, apoyar la agricultura sostenible, usar el transporte público o la bicicleta, sembrar un árbol, separar los residuos y alzar la voz frente a proyectos que destruyen ecosistemas: todo esto puede parecer pequeño, pero son actos que multiplicados en millones de personas se convierten en semillas de esperanza. Como dice Laudato Si’, el cambio comienza por una “conversión ecológica” que transforma el corazón y la mirada.

Además, es importante reconocer que el cuidado del planeta está profundamente ligado al cuidado de la vida humana. La contaminación, la pérdida de biodiversidad y la explotación desmedida de recursos terminan afectando a las personas. Un aire contaminado, un agua envenenada o un suelo degradado limitan el derecho de las comunidades a vivir con bienestar. Defender el medio ambiente es, en última instancia, defender la libertad de cada persona a vivir dignamente.
En Laudato Si’, el Papa también nos invita a recuperar la capacidad de admirar lo sencillo: el canto de un ave, la sombra de un árbol, la frescura del viento, la fuerza del mar o el silencio de una montaña. Reconocer que la Tierra es un regalo y no una propiedad privada nos hace más libres, porque nos ayuda a salir de la lógica de consumo y posesión para entrar en la lógica de la gratitud y el cuidado.
La verdadera libertad consiste en elegir cuidar lo que nos da vida. La libertad más grande que tenemos es poder decidir dejar un mundo mejor del que recibimos. Cuidar del planeta no es una moda ni un discurso pasajero: es una misión urgente que nos compromete a todos. Hoy, más que nunca, la Tierra nos pide ser guardianes y no dueños, sembradores de esperanza y no depredadores de recursos.
Si aprendemos a vivir en armonía con la naturaleza, estaremos asegurando un futuro en el que la libertad no sea privilegio de unos pocos, sino herencia compartida por todos. La casa común es un tesoro frágil que hemos recibido y que estamos llamados a entregar, sano y fértil, a las generaciones que vendrán.
Por: Maria José Osorio y Jacobo Osorio
Escuelas de Liderazgo Salesiano: Un encuentro transformador para los Jóvenes
Las Escuelas de Liderazgo Salesiano (ESLISA) fueron un espacio único donde la pasión, la innovación y la espiritualidad se fusionaron para formar líderes comprometidos con su comunidad. Este encuentro, tan esperado por muchos, fue un paso fundamental en el camino de empoderar a los jóvenes para que se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades. Desde el principio, se priorizó una preparación adecuada para garantizar que el contenido fuera claro, enriquecedor y, sobre todo, apropiado para la formación de futuros líderes juveniles salesianos.
Talleres preparatorios: El primer paso hacia el liderazgo
Los talleres preparatorios fueron claves para crear un ambiente de confianza y apertura entre los jóvenes participantes. Estos talleres no solo les permitieron familiarizarse con los temas que se tratarían durante el encuentro, sino también reflexionar profundamente sobre su rol como líderes en sus
comunidades. Cada sesión fue diseñada para alentar la participación activa y el intercambio de ideas, fomentando un clima de respeto y aprendizaje.
El liderazgo creativo, personal y espiritual
Durante el encuentro quedó claro que el liderazgo no se limita a una sola dimensión. Los jóvenes descubrieron que existen muchas formas de liderazgo: creativo, personal y espiritual. Cada uno de estos aspectos jugó un papel fundamental en el desarrollo de las actividades, permitiendo a los jóvenes potenciar sus habilidades y talentos para encontrar soluciones innovadoras ante los desafíos que enfrentan en sus
comunidades. Este enfoque les permitió conectar con su propósito y fortalecer su sentido de responsabilidad social, un componente esencial para cualquier líder auténtico.
Uno de los momentos más significativos fue la oportunidad de darle voz a los jóvenes, invitándolos a tomar un rol activo en sus comunidades. A menudo, se sienten limitados por la falta de confianza o la incertidumbre sobre su rol en la sociedad. Sin embargo, en este encuentro, se les recordó una poderosa enseñanza del Papa Francisco: «Ustedes, queridos jóvenes, son el presente. No son el futuro, ustedes son el ahora de Dios». Este mensaje no solo los motivó, sino que también les
permitió reconocer que son ellos quienes tienen el poder y la responsabilidad de liderar el cambio, generando un impacto positivo en la sociedad.
Una experiencia transformadora
La experiencia vivida fue transformadora, no solo para los jóvenes participantes, sino también para los animadores y asesores adultos. Este encuentro recordó que el liderazgo juvenil salesiano no consiste únicamente en formar líderes, sino en empoderar a los jóvenes para que se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades, siempre bajo los principios de ser buenos cristianos y honestos ciudadanos.
Un
sueño hecho realidad:
Desde CampoBosco 2024 a las ESLISA 2025
Las ESLISA no solo fueron el momento para consolidar los sueños que nacieron en CampoBosco 2024, sino también el espacio donde los jóvenes encontraron las herramientas necesarias para hacerlos realidad. En este encuentro tuvieron la oportunidad de liderar procesos, tomar decisiones y participar activamente en la asunción de roles dentro de sus comunidades. Fue un verdadero despertar, donde no solo se les permitió ser libres en sus decisiones, sino también repensar y expresar su opinión sobre los problemas juveniles que persisten hoy en día.
Como base para este significativo encuentro se utilizó el documento final del Sínodo de los Jóvenes, lo que permitió a los participantes acercarse a respuestas más claras y pertinentes sobre lo que buscan los jóvenes del mundo, tanto en la Iglesia como en la sociedad actual.
Este documento se convirtió en una brújula que orientó el encuentro y ofreció un marco de referencia para abordar los desafíos y oportunidades que enfrenta la juventud hoy.
De la reflexión a la acción
Lo más importante de las ESLISA fue el impulso para llevar esas reflexiones a la realidad del país y de cada zona de trabajo. Los jóvenes recibieron la luz de esperanza que necesitaban y, más allá de eso, se les confió la misión de ser portadores de esa luz para otros. Fueron ellos quienes, armados con las herramientas
adquiridas durante el encuentro, comenzaron a asumir un rol proactivo en sus comunidades, llevando consigo un mensaje de cambio, esperanza y compromiso social.
Las ESLISA no fueron simplemente un encuentro juvenil más: marcaron un antes y un después en el liderazgo dentro del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS COM). Representaron el inicio de una nueva etapa en la que los jóvenes son protagonistas del cambio, guiados por los valores cristianos y el deseo de construir una sociedad más justa, solidaria y llena de esperanza.
Este encuentro no fue solo una capacitación; fue un espacio en el que los jóvenes tomaron conciencia de su poder y se prepararon para hacer la diferencia. De esta manera, el liderazgo salesiano se reafirma como un compromiso con el presente, un llamado a la acción que sigue resonando en cada rincón de la comunidad juvenil salesiana.
Por: David León y Juan Felipe Gil
¿Quién
es Julián García y cuál es su historia?
Soy Julián García, conocido artísticamente como Julián García Art. Fui seminarista, experiencia que me marcó por el trabajo con los más pobres, pero después decidí estudiar diseño gráfico, enfocándome en la ilustración, que ha sido mi pasión desde niño. He trabajado con la Alcaldía de Medellín, @alcaldiademed y la Secretaría de Cultura Ciudadana, además de participar en tres cortometrajes de animación. Actualmente me dedico a mi proyecto personal Dibujos de Corazón (@dibujosdecorazon.juliangarcia en Instagram), que se ha convertido en mi empresa, mi vocación y mi mayor alegría.
¿Cómo
describirías las fases de Julián García
y lo que estas te han aportado en tu
historia de vida?
Mis facetas artísticas comenzaron en el Seminario, que, aunque no era un espacio artístico, me dio sensibilidad y bases que fueron una fase introductoria. Luego, en la universidad, estudié diseño gráfico; esa etapa me aclaró que mi camino era el arte, con el que obtuve mis primeros trabajos, cortometrajes y experiencia en la Alcaldía de Medellín.
Después llegó Bellas Artes, una fase de fortalecimiento donde me consolidé como ilustrador, pintor y escultor, con gran sed de aprendizaje más allá de lo académico. Finalmente, vivo una fase vocacional en la que comprendo cómo todo lo anterior, incluso las dificultades, me trajo hasta aquí. Yo me describo como un Julián que colorea otras vidas, no con mis colores, sino con los del Evangelio, que primero colorean la mía.
¿Cómo
ha sido tu proceso personal para traducir
esa sensibilidad hacia
el Evangelio y hacia Dios en tu arte? ¿En qué momento descubriste que esa era tu misión?
En mi proceso creativo primero dejo que el Evangelio me conmueva a mí, porque solo así puedo transmitir algo auténtico. Siento que mi arte no es solo mío, sino un encargo del cielo. Lo vivo como una labor creadora inspirada en dos imágenes: la de Dios en el Génesis, que crea del barro, y la de la Encarnación, que hace visible y cercano lo divino. Así, mi misión es dejar que el Evangelio se encarne en mis obras para colorear la vida de otros desde esa belleza que transforma el corazón.
¿Cómo crees que el arte puede ser un puente para que los jóvenes se conecten con el Evangelio en una sociedad hiperconectada, donde resulta cada vez más difícil acercarlos desde las pastorales y parroquias, y qué oportunidades ves allí para lograrlo?
El arte ofrece a los jóvenes tres posibilidades muy importantes. Primero, en medio de una sociedad que vive de la inmediatez, el arte enseña a detenerse y valorar los procesos, recordando que todo tiene su tiempo. Segundo, más allá de la expresión, el arte implica una responsabilidad con el mensaje: lo que comunicamos influye en la sociedad y en las generaciones futuras. Y tercero, el arte es un verdadero puente, capaz de llevarnos a lo más profundo de nosotros mismos y ayudarnos a descubrir nuestra identidad, hasta reconocernos como seres creados y amados por Dios.
¿Cómo podemos transformar la vida de los jóvenes a través del arte?
¿Cuál es el llamado para que el arte impacte verdaderamente en sus vidas?
Desde mi experiencia como joven en la red de escuelas y bandas de música de Medellín, el arte fue un espacio que me salvó de los vicios y de realidades difíciles de los barrios, porque me mantenía ocupado y enfocado. El simple hecho de dedicarse a un arte ya es transformador: se aprende por imitación, pero también por evitación, alejándose de lo que destruye.
Además, el arte tiene un poder especial en los jóvenes porque les recuerda que no están hechos solo para producir, sino para crear. Desarrollar habilidades y tener un proyecto artístico da sentido, renueva la vida y ofrece razones para seguir adelante, incluso en medio de la ansiedad o el sinsentido que muchos experimentan hoy. Por eso el arte transforma: porque salva, ocupa y da vida.
Julián, quiero retomar tus palabras para cerrar esta entrevista con una metáfora que me encanta: la del instrumento. Además de que me apasiona la música, creo que bíblicamente el instrumento es muy poderoso, porque por sí solo no funciona; una guitarra o una trompeta no se tocan solas, tampoco una orquesta sinfónica. Para que suenen, se necesitan habilidades, pero también sacrificios. Y en esa dimensión, siento que ser instrumento refleja lo que hacemos en los distintos
entornos donde nos desarrollamos.
Cuando somos niños, solemos expresar el amor regalando dibujos. No importa si uno va a ser artista o no, todos pasamos por esa etapa en la que, sin tener nada material que dar, ofrecíamos lo más valioso: nuestros dibujos. Es bonito porque en la niñez vivimos con mayor libertad, antes de encadenarnos a cargas morales o sociales que a veces incluso se confunden con el evangelio. Por eso Jesús insiste en que seamos como niños: porque allí hay una libertad genuina.
¿Julián, cuál sería esa nota que quiere dejar? ¿Cuál sería esa melodía que deseas proyectar en tus mensajes, en tus ilustraciones, en tu escultura? ¿Cuál es ese mensaje que sientes que es el propósito que sostiene todo tu ejercicio?
Mi labor artística busca que el otro se sienta amado, libre y comprendido. A través del arte, intento que las personas reconozcan que también son creación, expresiones de un Creador, y que en sí mismas son arte. Me identifico con la figura del instrumento y del parabolero: así como los instrumentos necesitan ser tocados para sonar, y Jesús usaba parábolas para mostrar el Reino de los Cielos, mi arte crea nuevas parábolas visuales que permitan a las personas, en su contexto y cultura, acercarse a Dios y a los valores del Evangelio. Busco generar imágenes y expresiones que sean comprensibles y significativas, para que cada persona pueda sentirse cercana a Dios y reconocer su valor y amor en su vida cotidiana. Jesús, que es para todos, entonces, esa expresión de un Jesús, que es para, todos, todos, todos, como lo dice el Papa Francisco, como podemos expresar eso gráficamente, para que se nos quede, y haga eco, en el corazón. Esa es mi labor, ser un parabolero, pero un parabolero no desde la palabra, o desde una palabra, que se encarna en un color.


La voz de la Iglesia: paz, amor y compasión como respuesta a la violencia
Nuestra historia está atravesada por conflictos que han desgarrado pueblos enteros y sumergido a millones de personas en un sufrimiento que parece no tener fin. Desde Ucrania hasta Gaza, pasando por Sudán y Oriente Medio, sin dejar a un lado nuestro propio país, Colombia, marcado por décadas de conflicto armado, la violencia se ha convertido en un lenguaje aprendido, repetido y cada vez más normalizado, que perpetúa la injusticia y la muerte.
Frente a esta realidad que duele y deshumaniza, la Iglesia no ha guardado silencio. En voz de Papas como Francisco y, ahora, León XIV, ha recordado con valentía que la guerra nunca es la respuesta. El Papa León XIV, en continuidad con el magisterio de sus predecesores, no ha dudado en denunciar la brutalidad de los conflictos armados, a los que describió como "una derrota para la humanidad" y "un abismo de barbarie" (Vatican News, 2025).
No se trata de discursos aislados. El Papa Francisco, en múltiples ocasiones, ha reiterado que "la guerra siempre es una derrota" y que "la paz es posible si la construimos entre todos" (Francisco, Fratelli Tutti, 2020).
De hecho, esta enseñanza viene de mucho antes cuando Pío XII, en plena posguerra, pronunció una frase que sigue teniendo la misma vigencia setenta años
después: "Nada se pierde con la paz, todo se pierde con la guerra" (Mensaje de Navidad, 1939).
Los llamados de los Papas se han centrado en la urgencia de renunciar al odio y al armamento como mecanismo de ofensiva. Ambos han pedido que la comunidad internacional responda con razón y responsabilidad, que no se deje arrastrar por la furia ciega y que garantice que la ayuda humanitaria llegue a la población civil quienes son las primeras víctimas de estas guerras.
La Iglesia no se ha quedado solo en pronunciamientos. Como Iglesia de Dios, actúa en favor de la vida y del fin de los conflictos, la visita del cardenal Pierbattista Pizzaballa a Gaza, tras los ataques que afectaron la parroquia de la Sagrada Familia, es un signo concreto de esta misión. Su presencia pastoral, junto con
toneladas de alimentos y medicinas, mostró que la Iglesia no abandona a sus hijos e hijas en medio de la hambruna y la guerra. Allí, en la única iglesia católica de Gaza, se refugian cientos de familias que viven entre el miedo, la muerte y el dolor. Con la presencia del Cardenal Pizzaballa se reafirmó que la Iglesia Católica está para todos y todas, sin distinción de religión, recordando que hospitales, escuelas y parroquias deben ser oasis de humanidad en medio de la desolación.
Debemos volver también al Evangelio mismo, que nos llama a una actitud radical: no podemos permanecer indiferentes. Jesús, en su vida y misión, nos enseñó la compasión como una forma de conmovernos profundamente con el sufrimiento del otro. La palabra bíblica splagchnizomai, significa “con-moverse con las entrañas”, es símbolo de ese impulso interior que lleva a la acción. No es un sentimiento que pasa sin movilizar el alma, sino un movimiento que nace en lo más íntimo del ser humano y que nos empuja a actuar en favor
Hoy, el mandamiento del amor adquiere un carácter urgente y político: amar es actuar frente al dolor de nuestros hermanos y hermanas. No basta con indignarse ni con mirar de lejos. No podemos, como Pilatos, lavarnos las manos mientras la barbarie arrasa con pueblos enteros, ni permitir que nuestro corazón se enfríe ante el sufrimiento de los
inocentes. “Tendré misericordia del que tenga misericordia, y tendré compasión del que tenga compasión” (Rom 9,15).
Por eso es importante atender los llamados del Papa León XIV y, en su momento del Papa Francisco, quienes se dirigen no solo a los líderes políticos o los organismos internacionales, sino también a cada cristiano y cristiana. La construcción de Paz no es una tarea únicamente de las mesas de negociación o de los espacios de poder, sino un acto cotidiano: conmovernos, abrir espacios de acogida, resistir la lógica del odio con gestos de solidaridad y fraternidad. Somos defensores de la vida porque en ella reconocemos la grandeza y la divinidad de Dios.
En tiempos en que la humanidad parece caminar hacia la oscuridad de la guerra, la Iglesia nos invita a ser luz. El clamor del Papa León XIV es un eco del corazón mismo de Dios: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9).
Cierro este espacio con las palabras del Papa León XIV, pronunciadas el mismo día de la canonización del ahora San Carlos Acutis: "Dios no quiere la guerra. ¡Dios quiere la paz! Y Dios apoya a quienes se comprometen a romper la espiral de odio y caminar por la vía del diálogo" (Vatican News, 2025).
Este ha sido un espacio tejido de enseñanzas y de voces: las palabras de Jesús, los llamados de la Iglesia y las exhortaciones de los Papas nos deben recordar que, al final, todo se resume en un mandato esencial: el amor. Lo dicho aquí no son invenciones nuevas o extrañas, es un ejercicio de memoria en lo que como cristianos y cristianas creemos y defendemos.
Crucigrama Salesiano
2. Madre de Don Bosco
6. Advocación de la virgen María a la cuál se consagró san Juan Bosco
8. Pilar del sistema preventivo que busca que los jóvenes comprendan su entorno y aprendan a tomar decisiones
9. Principal enfoque de la labor de los Salesianos
10. Espacio de encuentro y actividades para jóvenes
Por: Kevin Quintero.
Vertical
1. Lugar donde Don Bosco fundó su primera casa
3. Miembro de la congregación religiosa fundada por Don Bosco
4. Fundador de la congregación Salesiana
5. Actividad de los Salesianos en los países más necesitados
7. sociedad de la ….. grupo que fundó Don Bosco para el estudio
test rápido
¿qué lector eres?
Responde a cada pregunta eligiendo la opción que más te represente. Anota la letra de tu respuesta. Al final, revisa los resultados.
1. ¿Cuándo prefieres leer?
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c) Cuando necesito aprender algo.
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2. ¿Qué formato disfrutas más?
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b) Digital o audiolibros, siempre a la mano.
c) Artículos, blogs o manuales prácticos.
d) Revistas, cómics o lecturas ligeras.
3. ¿Qué haces si un libro no te engancha?
a) Lo termino igual, me gusta cerrar ciclos.
b) Lo dejo y busco otro, la vida es corta.
c) Solo sigo si me es útil o interesante.
d) Lo abandono sin culpa, ya aparecerá el momento.
4. ¿Cuál sería tu plan perfecto con un libro?
a) Una tarde de lluvia y café.
b) Llevarlo a todas partes y leer en el bus.
c) Usarlo para inspirar un proyecto o idea.
d) Leer en la playa con un coctel al lado.