Una inmensa pena nubló nuestras almas, y me refiero a las de los que conformamos esta pequeña empresa, cuando el año pasado, la pandemia que nos asola, sesgó el corazón de Don Julio Romero, anterior presidente de la Hermandad de San Isidro Labrador de Alcázar de San Juan. Ante todo, se murió un amigo, que esperamos que Dios, y este Santo a quien tanto veneraba, lo tengan muy cerca de ellos y pueda ver desde ahí cómo después de estos meses de tristeza, siguiendo sus pasos, intentamos levantarnos y lamernos las heridas, para poder dedicar a San Isidro, los cultos, intenciones y muestras de devoción que se merece.