El Grito del Silencio

Page 5

Cerca de 1.3 millones de personas pueden ser consideradas como esclavas en América Latina y el Caribe. Por ejemplo, en Haití cerca de uno de diez niños vive bajo condiciones de esclavitud, y en Bolivia, un estudio de la OIT encontró que cerca de 21 mil personas de la zona oriental baja de Santa Cruz se encontraban bajo condiciones de trabajo forzado. 1. Algunas campañas internacionales y organizaciones de derechos humanos se encuentran tratando de poner este tema en agenda, pero lamentablemente son escasas las políticas públicas que buscan enfrentar el problema. Las personas sujetas a condiciones de esclavitud pertenecen en muchos casos a minorías o

grupos vulnerables o marginalizados, siendo además las mujeres, los niños y las poblaciones indígenas las principales víctimas. La situación de esclavitud tiene diferentes manifestaciones: trabajos forzados, matrimonios forzados a temprana edad, empleo forzado, esclavitud por descendencia, tráfico de personas, así como las formas más viles de trabajo infantil, entre otras. 2. En el mismo sentido, los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay han diseñado leyes severas contra las formas modernas de esclavitud. Sin embargo, las leyes no son siempre suficientes. Por ejemplo, en Brasil se ha encontrado que alrededor del “40 por ciento de las personas que fueron liberadas de trabajos forzados en los últimos ocho años han sido liberadas más de una vez” 3. Esto implica que las causas estructurales que mantienen a las poblaciones en

riesgo de esclavitud, como la situación de pobreza, la exclusión y la falta de seguridad, deben ser tomadas en cuenta. 4. Segundo, negar que existe este problema o tratar de aislarlo de la agenda social y política, solo contribuye a exacerbarlo más, lo cual se interpreta como “indiferencia oficial u otorgamiento de una licencia implícita para la violación de los derechos humanos” 5. Tercero, la legislación y la voluntad política para avanzar en estos temas pueden ser inútiles si no se asignan adecuados niveles de recursos financieros para combatir el problema. Cuarto, se debe garantizar protección y apoyo a aquellos que pudieron escapar de la esclavitud. Por último, cuando los gobiernos no son capaces de asumir estos retos o no los consideran en su agenda prioritaria, la cooperación internacional tanto de fuentes públicas como privadas, así como las iniciativas de la sociedad civil, son cruciales para combatir las formas modernas de esclavitud.

5


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.