Hermes 9: Nafarroa: lehiaguneak eta erronkak

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hermes pentsamendu eta historia aldizkaria pentsamendu eta historia aldizkaria. revista de pensamiento e historia revista trimestral

junio 2003 ekaina. nº: 9 zbk

© Fundación Sabino Arana Kultur Elkargoa

Aurkibidea / Indice

Nafarroa: lehiaguneak eta erronkak Juan Cruz Alli José Luis Mendoza Fernando Mikelarena Patxi Tuñón Milagros Rubio

Elkarrizketa Iñaki Perurena Patxi Zabaletak egiña

Bagdad: La muerte vino del cielo... Joserra Plaza Xabier Lapitz


hermes pentsamendu eta historia aldizkaria revista de pensamiento e historia

noviembre 2002 azaroa. nº: 7 zbk

© Fundación Sabino Arana Kultur Elkargoa

revista trimestral

Nafarroa:

lehiaguneak eta erronkak

editorial

Juan Cruz Alli José Luis Mendoza Fernando Mikelarena Patxi Tuñon Milagros Rubio

Elkarrizketa Iñaki Perurena Patxi Zabaleta eginda

Bagdad: La muerte vino del cielo...

índice

Joserra Plaza Xabier Lapitz

L

as urnas son el filtro básico imprescindible para que en un sistema democrático determine el rumbo político de la sociedad. El pasado 25 de mayo , los ciudadanos y ciudadanas vascas volvieron a dibujar, a través de su voluntad expresa, el camino por el que desean que se gestione su futuro. La lección que debemos observar de estos comicios es doble. Por un lado, el rechazo absoluto a la alternativa de la violencia como instrumento de acción política. Y por, otro, la derrota de la estrategia de la tensión y del recorte de libertades. Todas las elecciones son diferentes y en estas, en las que inicialmente se determinaban la configuración de gobiernos municipales y forales, el debate municipal o territorial se ha visto anulado prácticamente por la polarización política general, repitiéndose el esquema de “gran conflicto” que atenaza y coarta el devenir de la sociedad vasca. Las medidas judiciales represivas, el recorte de libertades civiles, so pretexto de una lucha antiterrorista que ha invadido el plano político, modificó de facto el espacio electoral con el objetivo último de frenar al nacionalismo gobernante en la Comunidad Autónoma Vasca. Sin embargo, esta estrategia de “reconquista” ha vuelto a resultar fallida tanto en el espacio rural, donde el “constitucionalismo español” resulta inexistente, como en las metrópolis urbanas donde el nacionalismo vasco afianza sus posiciones. Por otro lado, ETA con su control férreo sobre la Izquierda Abertzale y su apuesta extra institucional ha provocado un nuevo retroceso de su base social, pero pese a su paulatino decliFundación Sabino Arana. ve aún mantiene un significativo porcentaje de apoyos de retaIbáñez de Bilbao 16. 48001 guardia. Bilbao. Tfno. 94 423 05 28. Fax 94 423 42 80. La lectura de resultados que puede hacerse es que entre aldizkari@sabinoarana.org. Depósito Legal: BI-986-01 las trincheras de la violencia y de la regresión democrática sigue ISSN: 1578-0058 existiendo un amplio espacio que consolida su respaldo popular. Pero más allá de los guarismos, de los porcentajes o de los ganadores y perdedores, el mapa sociopolítico de este país sigue evidenciando un bloqueo de nudo gordiano que necesita ser superado con urgencia. El desgaste de posiciones inamovibles terminará por pasar factura a todos porque la política de “choque de trenes” solo lleva implícita la catástrofe, y los vascos y vascas han vuelto a reclamar con su voto su derecho al diálogo, a los derechos humanos y a decidir libremente su futuro. Elecciones 25/V/2003 (Cuadro comparativo de los votos a candidaturas de las elecciones forales del 99 y 2003 y las autonómicas de 2001 en la CAV. Los porcentajes de 2003 se obtienen incluyendo la estimación de boto nulo/AuB en el conjunto de votos a candidaturas). Edita: Fundación Sabino Arana Directores: Txema Montero, Koldo Mediavilla. Coordinadora de Edición: Olga Sáez Ocáriz. Consejo de Redacción: Irune Zuluaga, Iñaki Aldekoa, Josune Ariztondo, Javier Balza, Iñigo Camino, Filgi Claverie, Garbiñe Egibar, Sebastián García Trujillo, Eli Garmendia, Mª Karmen Garmendia, Iñaki Goikoetxeta, Iñaki Goirizelaia, José Ignacio Lacasta- Zabalza, Manu Legarreta, Emilio Majuelo, José Luis Mendoza, Teresa Martínez de Arano, Iñaki Martínez de Luna, Andoni Ortuzar, José Antonio Rodríguez Ranz y Aitor Bikandi. Colaboran en este número: Juan Cruz Alli, José Luis Mendoza, Fernando Mikelarena, Patxi Tuñon, Milagros Rubio, Isabel Larrañaga, Begoña Arregi, Patxi Zabaleta, Xabier Gª Argüello, Iñaki Aguirre Zabala, Joserra Plaza, Xabier Lapitz, Joseba Intxausti, Ramón Saizarbitoria. Diseño: Logoritmo. Portada: Alvaro Barrientos. Obra plástica y contraportada: Javier Balda Berastegui Fotocomposición y Fotomecánica: Flash Composition. Imprime: Flash Impresión.

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gure gaiak

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Juan Cruz Alli, José Luis Mendoza, Fernando Mikelarena, Patxi Tuñón

debate

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Milagros Rubio

informe

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Isabel Larrañaga, Begoña Arregi

elkarrizketa

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Iñaki Perurena

historia

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Iñaki Aguirre Zabala

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Joserra Plaza, Xabier Lapitz

kultura

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Joseba Intxausti

liburuak

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Ramón Saizarbitoria

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401.965 35,20 604.222 42,40 511.462 41,46 220.859 19,40 326.933 22,90 221.754 17,97 212.167 18,60 253.195 17,80 243.192 19,71 53.525 4,70 78.862 5,50 91.389 7,40 36.172 2,93 228.528 20,00 143.139 10,00 120.853* 9,79 13.960 1,20 8.000 0,50 8.746 0,70 18.081 1,00 11.508 0,60 15.712 10.917 0,60 6.219 0,30 10.917** ABS. 35,20% ABS: 21,00% ABS. 28,80%

* Resultado de la resta de los votos nulos del 99 (elecciones forales de la CAV), al conjunto de los nulos de las forales de 2003 (131.770). Se ha optado por las elecciones forales para evitar la casuística local de las municipales. ** Al no disponer de la cifra exacta de votos nulos "técnicos" (los que no corresponden a AuB), se adoptan como referencia los votos nulos de las elecciones forales de 1999.

gure gauzak

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apunte director

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Aurkibidea/Índice

Navarra Siglo XXI. Ideologías e instituciones

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uando se habla de Navarra se puede hacer de dos modos: considerándola una abstracción, un ente místico o mítico totalizador y antropomórfico; o bien como una comunidad sociocultural, integrada por las personas concretas que la forman, sin las cuales no existiría la comunidad político-institucional. Son las personas quienes, democráticamente, se dotan de valores, disposiciones sociales, normas e instituciones para satisfacer sus necesidades; son quienes encomiendan el ejercicio del poder social a personas e instituciones que lo ejercitan legitimados por los procedimientos democráticos. Durante los últimos treinta años del siglo XX se consolidó el proceso de transformación en una sociedad urbana e industrial, semejante a la de los países industrializados de Europa, en sus estructuras sociales, demográficas y culturales. La comunidad rural, cerrada y autosuficiente anterior dio paso a una sociedad abierta y condicionada en lo económico, cultural y social por el exterior, con nuevos modelos, valores y normas de comportamiento, representaciones, costumbres y creenJUAN CRUZ ALLI cias. ARANGUREN Doctor en Derecho y TécLa industrialización y la nico urbanista. Profesor Tiurbanización hicieron que la tular de Derecho Administrativo en la Universidad sociedad navarra superara el Pública de Navarra. Ex-preinmovilismo, la endogamia y el sidente del Gobierno de Navarra. Presidente de localismo de la sociedad rural Convergencia de Demótradicional, así como el predocratas de Navarra.

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minio de las figuras del orden establecido basado en la edad, la fuerza, el poder económico o el conocimiento. La modernización cambió las formas de organización social, la familia, las conductas y los valores sociales, con una clara secularización de la sociedad.

I. EL ORDEN IDEOLÓGICO-POLÍTICO A pesar de las profundas transformaciones de orden socio-económico experimentadas, en la sociedad navarra se generan periódicamente debates sobre su identidad colectiva, sobre su identificación con la propia historia y cultura y sobre la validez de los diversos proyectos políticos que existen en ella, en una permanente introspección y conflicto consigo misma. Es exponente de que los cambios sociales y económicos no han producido, todavía, la repercusión necesaria en las pautas culturales e ideológicas, quizá por la excesiva rapidez de aquellos y porque el bienestar ha consolidado las tradicionales actitudes conservadoras. El marco socio-económico es el propio de la modernidad, pero los actores no la han alcanzado ni, mucho menos, asimilado. Se trata de una actitud propia de las colectividades humanas que se miran continuamente en el pasado y tienen miedo a adivinar y contemplarse en un horizonte distinto al que conocen y controlan, porque, como expuso HALBWACHS “la sociedad antigua no puede distraerse de la contemplación de la imagen que le refle-


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Aurkibidea/Índice ja el espejo del pasado, salvo que en el rro, que aquella reconoce, se actualizan mismo aparezcan poco a poco otras imáen las instituciones legitimadas por la vogenes, con un contorno menos claro y faluntad popular, que se plasma, hoy, en el miliar, que le descubran más amplias Amejoramiento. perspectivas”1. El pasado no se supera por el cambio socio-económico, la seculariza1. El foralcatolicismo ción y las nuevas pautas de conducta proLa ideología conservadora del intepias de la modernidad. Las actitudes congrismo religioso-político, tanto en los carservadoras han venido utilizando esta listas como en los liberales moderados, ideología, para equilibrar el cambio y la fue el sustrato mayoritario de la sociedad tradición, de modo que aquel quede renavarra desde el siglo XIX hasta el adveducido sólo al orden económico, sin connimiento de la democracia. En Navarra el taminar el social e ideológico. liberalismo progresista no fue influyente y El foralcatolicismo es la versión nalas instituciones fueron controladas por varra del nacionalcatolicismo y del debate tradicionalistas más o menos integristas, entre las dos esencias transhistóricas de por liberales moderados de ideología conEspaña. Las dos Españas han sido las dos servadora, y, posteriormente, por franNavarras, la de los tradicionalistas y conquistas, muchos de ellos producto de la servadores, –vencedores, dominantes, aucapacidad de adaptación de ténticos navarros– y la de los vencidosquienes controlaron los ámbitos dominados de la antiEspaña y antiNavade poder local y foral desde el rra, heterodoxa, roja, siglo XIX. marxista y separatista, El naLa industrialización y la urque había que hacer decionalcatolibanización hicieron que la saparecer por la muerte, cismo y su hisociedad navarra superara el la persecución, la discrijuela foral inmovilismo, la endogamia y minación o la marginaconstituyen el localismo de la sociedad ción. ideologías de rural tradicional A partir del foral“resistencia al catolicismo se construcambio históyó el navarrismo, cifrarico”, que se do en la defensa de la identidad diferenmanifestan en una actitud de ciada y española de la comunidad política frustración frente a la imposibique es Navarra, frente a las pretensiones lidad de detenerlo y de fijar el pasado. Esdel nacionalismo vasco a partir del Estatute movimiento se ha caracterizado por to de Estella. Con el fin de la dictadura, considerar consustancial la identidad eseste iniciará nuevamente su proyecto de pañola y la católica, de modo que cuanto construcción nacional integrando a Navase separe de la ortodoxia y rompa la unirra, lo que dará lugar a una nueva reacdad católica es contrario a España y lo esción navarrista que, si en el momento inipañol. Por ello no se admiten otras opciocial estuvo en manos de la derecha autones religiosas o políticas, como el proritaria, fue asumida también por la testantismo, el liberalismo, el democrática, por el centrismo y por la izlibrepensamiento, el positivismo, el anarquierda socialista. De este modo se ha quismo, el socialismo y cualquiera distinconstruido un navarrismo democrático y ta a la del dogma religioso y nacional, que constitucional, que defiende la identidad se configura como un pensamiento único de la comunidad política navarra en el defendido desde el poder. Organiza la demarco de la Constitución y sus valores, fensa de lo católico-español como una asume que es el principio democrático el cruzada contra los enemigos de España y referente de la identidad colectiva y que de sus valores eternos, sea en el orden los derechos históricos del pueblo navadialéctico, político, histórico o militar,

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Aurkibidea/Índice cuando no se logra imponer el dogma cason coincidentes con los del navarrismo tólico-nacional por otros medios. originario e influyen en el periodo demoEl nacionalcatolicismo ha inspirado crático posterior: las actitudes reaccionarias y conservadoras de la sociedad A partir del foralcatolicismo se construyó el navarrisespañola y, por ende, de la namo, cifrado en la defensa de la identidad diferenciada varra, que se adhirió al golpe y española de la comunidad política que es Navarra, militar contra la II República y frente a las pretensiones del nacionalismo vasco a parapoyó al franquismo. Este retir del Estatuto de Estella fundió diversas corrientes doctrinales con el ingrediente del nacionalcatolicismo común a varias de “El nacionalcatolicismo que constiellas. Sus paradigmas fueron: tuye el núcleo duro del pensamiento polía) La identidad esencial de la naciotico franquista no proporciona sin embarnalidad española con el catolicismo. go una explicación de la realidad; no es b) La unidad ideológica frente al en rigor una ideología, sino un sentimienpluralismo ideológico de los partidos poto y no ofrece en consecuencia ningún eslíticos y del nacionalismo-separatista. quema para la organización de la vida c) Los valores de la España tradiciopolítica, aunque sí excluye ciertas fórmunal (autoridad, jerarquía, verticalismo, las [...] parte de la existencia de una vercaudillaje, militarismo, dad absoluta, que no es disciplina, orden, etc.) tanto un dogma religiofrente a los contravaso como una especie de lores de la anti-España esencia metafísica en la El foralcatolicismo es la ver(derechos humanos, que lo nacional y lo relisión navarra del nacionalcalibertad-libertinaje, degioso se confunden tolicismo y del debate entre mocracia, igualdad, inextricablemente. [...] las dos esencias transhistóideologías, partidos poese sentimiento alienta ricas de España líticos, etc.). un decidido rechazo del d) Los derechos liberalismo por lo que humanos individuales, tiene de relativismo, de liberales y abstractos de los partidos políticos cola persona se subordinan a los valores sumo proyección del enfrentamiento de verperiores de la patria y de su misión histódades relativas –y por eso parciales– y, sorica interpretada por el caudillo y las jerarbre todo, de las aspiraciones autonomistas quías del sistema. de ciertas regiones españolas (Cataluña y d) En el orden social la exaltación el País Vasco, especialmente), cuyos rasgos del modelo católico de familia, el clericadiferenciales son entendidos como una lismo, la propiedad privada y el corporaafrenta a la esencia de la España una, y tivismo. por eso negados”2. La versión navarra de la ideología e) La unidad e integridad territorial, franquista utilizó el foralismo-navarrismo, que garantizaba el centralismo, sólo admien cuanto sentimiento de pertenencia e tió algunas pequeñas concesiones al foraidentidad colectivo, como elemento de lulismo-regionalista, en cuanto que había sicha contra el nacionalismo vasco y sus do uno de los medios de lucha contra la proyectos expansionistas sobre Navarra. revolución liberal, rechazando de plano El significado de esta actitud fue descrito cualquier idea de autonomía territorial. en relación con la ideología de uno de sus Los fundamentos ideológico-emoticonstructores, el director del Diario de vos del franquismo, de origen tradicionaNavarra, RAIMUNDO GARCÍA (GARCILAlista-integrista-conservador, con algunas SO) (1912-1962), quien dosis de demagogia fascista-falangista,

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Aurkibidea/Índice La versión navarra de la lores tradicionales que son la “defendió siempre lo ideología franquista utiliesencia de Navarra (relique él creyó mejor: la unizó el foralismo-navarrisgión, propiedad, familia, audad de España, la foralidad mo, en cuanto sentimientoridad). [...] Por lo que en y la españolidad de Navarra, to de pertenencia e idenNavarra, las ideas que no coy un tipo de sociedad occitidad colectivo, como rresponden a esa esencia sedental y cristiana en la que elemento de lucha conrán consideradas antiforatiene su sitio la familia y la tra el nacionalismo vasco les, enfrentando a nuestras propiedad, alejada del mary sus proyectos expanesencias todo aquello que suxismo y no cercana al capisionistas sobre Navarra ponga transformaciones en talismo [...] la mismas cosas lo social, político, religioso, en que hoy siguen creyendo etc. El navarrismo más que un gran número de navauna ideología positiva en cuanto afirmarros. Los lectores de Garcilaso, como los dora de una realidad se plantea como lectores de Diario de Navarra, no pudieuna ideología anti o contra aquellas ideas ron entonces ni pueden hoy equivocarse”.3 que no interesa que entren en Navarra” 5. Se trata de una ideología que, en su formulación histórica (PRADERA, GARCIEstas actitudes han demostrado su LASO, DOUSSINAGUE, ESPARZA, DEL capacidad de adaptación a los cambios BURGO TORRES) no aceptó la democraeconómicos y al logro de sus beneficios. cia y al pluralismo que le es inherente, de Cuando los principios de la ideología conmodo que veía como “enemigo” todo lo servadora han sido incompatibles con las que no coincidiera con sus conceptos o transformaciones económicas, se ha intendogmas. Su esencialismo historicista se tado conciliarlos con el desarrollo capitaformuló contra el orden constitucional lilista, pero tratando de evitar las conseberal y democrático, porque las esencias y cuencias de transformación social y cultulos dogmas no pueden estar a merced de ral que aquel llevaba implícito. Para ello la decisión popular, sino que la Historia y se ha seguido una política arcaizante en lo la Tradición muestran el camino. Rechazaideológico, cultural y social, tratando de ba la diversidad ideológica, cultural, linignorar los cambios cuando se producen güística, religiosa, étnica, y los cambios, en desacuerdo con los valores del sistema que veían como riesgos para su orden y establecido, filtrando la modernidad para posiciones de ventaja y control social. depurarla de sus vicios. Constituye una ideología negativa y victiManifestación de ese comportamista, que actúa a la defensiva contra las miento fue el diseño de sociedad navarra ideas que puedan alterar el statu quo y que realizó la Diputación Foral por acuernuestras esencias, y se manifiesta en actido de 3 de octubre de 1974: tudes que van desde el moderantismo “5. El desarrollo socioeconómico no hasta el reaccionarismo antiha de significar ruptura con democrático4: la tradición navarra, entenCuando los principios de “El navarrismo defendida como respeto a los valola ideología conservadoderá la unidad de España res que la han caracterizado ra han sido incompatifrente al nacionalismo que a lo largo de la historia (relibles con las transformala debilita y la hace vulneragiosidad, foralismo, consideciones económicas, se ha ble a la penetración de las ración de la familia como intentado conciliarlos ideas revolucionarias. Por institución básica, autonocon el desarrollo capitaello va más allá de ser una mía local, espíritu social y lista, pero tratando de ideología defensora del tracooperativo, defensa de evitar las consecuencias dicionalismo frente a las nuestro patrimonio cultural, de transformación social ideas progresistas. Se alza etc.)” 6. y cultural que aquel llevafrente a ellas como un todo La idea era contradicba implícito ideológico defensor de los vatoria en sí misma por cuanto

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Aurkibidea/Índice pretendía el mantenimiento de los valores de la sociedad rural en la sociedad industrial, de tal modo que el cambio socioeconómico llevaba, necesariamente, al cambio de los valores religiosos, morales, familiares, etcétera. Esos valores se transformaron, porque la filosofía social que se pretendía mantener era, sencillamente, imposible. Sin embargo constituía un claro exponente de la actitud conservadora del cambio social, que “prefiere más el cambio gradual que el abrupto, con la preservación de la jerarquía de valores sociales que a menudo sufre en la marcha apresurada hacia el futuro”7. Reflejó el empeño de hacer compatible la ideología antimoderna del conservadurismo nacional-católico-foral con el desarrollo capitalista, sin los peligros de cambio, secularización y modernización que implicaba. Se pretendió filtrar y separar los factores de modernidad en lo económico de sus secuelas socioculturales. Esta era la actitud propia del “tecnocratismo” que gobernaba en España, que pretendió establecer la síntesis entre la modernización capitalista y los valores del sistema franquista, tratando de compaginar el liberalismo económico con el nacionalcatolicismo, el antiliberalismo político y los valores de la sociedad tradicional. Lo que fue concebido como un cambio del modelo económico para hacer de Navarra una sociedad capitalista se convirtió en una transformación social, aun cuando la evolución ideológica sigue arrastrando rémoras del foral-catolicismo. La secularización implícita en el proceso de industrialización ha sido más rápida e intensa en Navarra que en otras sociedades, porque el factor religioso era muy importante por efecto de la guerra civil, del predominio de las ideologías tradicionalista, conservadora y del nacional-catolicismo. La supresión de la confesionalidad del Estado por la Constitución de 1978 y los cambios sociales han hecho avanzar el laicismo y la libertad de conciencia, superando el nacionalcatolicismo. El proceso de secularización contribuyó decisivamente a la crisis de una visión de

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la historia de España, de un modelo de sociedad y de una concepción del Estado basados en la consubstancialidad de lo español con la ortodoxia religiosa católica que eran propias del nacional y del foralcatolicismo. Por ello, la modernización del país tenía que superar, necesariamente, el modelo social y político premoderno y antimoderno que aquella ideología implicaba. Por otra parte, la propuesta territorial del nacionalismo vasco, incluyendo a Navarra, alimenta las actitudes esencialistas, tanto de quienes lo apoyan como de quienes lo rechazan. Navarra es objeto de la lucha política entre el nacionalismo vasco y el nacionalismo español. La presión terrorista y la coacción social de la intimidación y la violencia callejeras –actitudes que recuerdan la violencia fascista de otros tiempos– legitiman y hacen posible el mantenimiento de un discurso obsoleto por alejado de los principios liberal-democráticos de la Constitución. Algo evidente si tenemos en cuenta que el nacionalismo español se legitima en la defensa de la sociedad democrática frente al terrorismo totalitario, lo que le permite realizar el discurso de la confusión entre las ideologías y los comportamientos y así mantener su lucha contra los nacionalismos periféricos a los que, de modo directo o subliminal, identifica con la violencia. De tal modo que se trata de impedir el progreso de cualquier opción desintegradora de la “indisoluble unidad”, desde una progresiva pérdida de la identidad navarra para asimilarla plenamente a la identidad española. Difícilmente abandonarán unos y otros un debate que les produce importantes réditos electorales. 2. El navarrismo constitucional El debate esencialista es anacrónico a partir del momento en que la idea de España como nación y su propio nacionalismo entraron en crisis con el fin del fran-


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Aurkibidea/Índice quismo y la transformación de la sociedad española, con la mayor apertura al exterior y la elevación del nivel cultural y político. Sin embargo, se ha potenciado por el Gobierno del Partido Popular y su reacción antinacionalista cuando no ha precisado de sus votos. La Constitución española de 1978 superó la idea esencialista de España basada en el uniformismo centralista del liberalismo, en la “unidad de destino en lo universal” del nacional-sindicalismo, en la unidad católica del nacionalcatolicismo, en la “unidad entre los hombres y las tierras de España” y en la uniformidad cultural de la “lengua del Imperio” del franquismo. La nueva identidad española que aporta la Constitución se fundamenta en los valores universales y abstractos que proclama, integrando a personas y comunidades diferenciadas, no a una nación homogénea, y haciendo posible identidades duales. Todo ello con los principios que eran la antítesis del sistema político anterior. Se trata de un nuevo factor de integración y de una forma de autocomprensión nacional fundamentada en la aceptación de un orden político y cultural plural, que se autolegitima en la democracia, en las formas de participación constitucionalmente delimitadas, en los derechos individuales, en las identidades plurales y en los procedimientos que garanticen la inclusión social. Este pluralismo constitucional se contrapone al fundamento étnico o cultural homogéneo y sustancial del hecho nacional, así como al exclusivismo de las constituciones políticas, porque asume el pluralismo social. Supone una importante elevación del nivel de abstracción simbólica desde los hechos a los principios y valores constitucionales, a los derechos y libertades, al sistema de garantías, al orden institucional, a la forma de Estado, etc. Todo ello está superpuesto a los hechos diferenciales y a las identidades nacionales existentes en el espacio que gobierna la Constitución. En el nuevo marco constitucional, mayoritariamente aceptado por el pueblo navarro, se ha construido el nuevo nava-

rrismo constitucional, sin el contenido ideológico del foralcatolicismo conservador y a pesar suya, porque asume plenamente los principios y valores de la Constitución española de 1978. La única coincidencia con aquel se halla en la defensa de una identidad propia y diferenciada de Navarra como comunidad política, aunque con distintos fundamentos. Si en el primer caso la identidad se basaba en el esencialismo historicista, en el segundo lo hace en la voluntad democrática del pueblo navarro, único dueño de sus destinos, como, por otra parte, reconoce expresamente la Constitución en su Disposición Transitoria Cuarta. Podemos afirmar que esta es la actitud hoy mayoritaria en el pueblo navarro y en las fuerzas democráticas, con algunos matices que se exponen. La propuesta tePara la rritorial del naciomayoría de la nalismo vasco, insociedad navacluyendo a Navarra, que acepta rra, alimenta las la Constitución y actitudes esenciael Amejoramienlistas, tanto de to del Fuero, esquienes lo apoyan tos configuraron como de quienes la Comunidad lo rechazan Foral como un espacio público (HABERMAS) entre el Estado y la sociedad civil para el ejercicio del autogobierno de la comunidad socio-política-cultural navarra conforme al principio democrático. También es el lugar de conflicto entre las diversas concepciones del pasado, del presente y del futuro propias de una sociedad plural. En este espacio de experiencia se integran las percepciones del pasado, que se hacen presente y se abren al futuro como horizonte de expectativa8. Una de las características de la sociedad democrática es la del progresivo alejamiento de las expectativas de futuro de las experiencias del pasado, dando lugar a un tiempo histórico que se caracteriza por la toma de decisiones por la sociedad y sus instituciones democráticas al margen de los condi-

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Aurkibidea/Índice la potencian, sino que tratan de diluirla en cionamientos historicistas, de modo que otro proyecto nacional. Se trata de un la voluntad democrática es el ser. miedo exacerbado a ser inficionados de Frente al espacio público constituvasquismo, al que consideran contrario a cional se han exteriorizado actitudes de su percepción del ser y de la identidad de rechazo basadas en el esencialismo histoNavarra, que se pone en peligro incluso ricista del navarrismo conservador, que tupor las relaciones institucionales con la vo una actitud claramente anticonstitucioComunidad Autónoma Vasca. Bien es nal de la que quedan resabios. Un expocierto que, en muchas ocasiones, algunos nente es la actitud respecto a la líderes del nacionalismo vasco les han lleDisposición Transitoria Cuarta de la Consnado de argumentos, como ha ocurrido titución y su rechazo a que el pueblo nacada vez que para satisfacer su discurso varro pueda decidir libremente y en referéndum sobre su destino. Curiosamente coinciden en negar la La Constitución española de 1978 superó la idea voluntad popular con quienes, esencialista de España basada en el uniformismo desde el esencialismo vasquista, centralista del liberalismo, en la “unidad de destino también rechazan que los dogmas en lo universal” del nacional-sindicalismo, en la uniesenciales puedan estar sometidos dad católica del nacionalcatolicismo, en la “unidad a la decisión ciudadana. A pesar entre los hombres y las tierras de España” y en la de ello han asumido el marco uniformidad cultural de la “lengua del Imperio” del constitucional en cuanto que, a franquismo. través del Amejoramiento, ha permitido un espacio de identidad institucional y amplio autogobierhan hecho referencia a la integración y a no. Sin embargo, no parecen muy preoculos procesos para conseguirlo, aunque en pados por los procesos de involución aulos últimos tiempos se alude a la exclusitonómica, ni por el desarrollo del propio va voluntad del pueblo navarro, como, autogobierno, ni por la potenciación de por otra parte, reconoce expresamente el los hechos diferenciales propios de Navabloque de la constitucionalidad. rra, ni por el progreso de la identidad proRecientemente uno de los autores pia. de la adaptación del viejo navarrismo, La identificación tradicional del foque, en su caso, apoyó la Constitución y ralcatolicismo con el nacionalcatolicismo, el Amejoramiento, el señor URANGA el autoritarismo y el nacionalismo espa(OLLARRA), negó la existencia del navañol, se han trasladado a la parte de navarrismo como ideología. Esa negación imrrismo constitucional inspirado por aqueplica el reconocimiento de su visión totallos, particularmente en cuanto a su caráclizadora, porque el “ser navarro”, como él ter de movimiento de resistencia al lo entiende, es la única forma, verdadera nacionalismo vasco. De ahí su actitud de y fiel a la esencia. Rechazó que “su” ser rechazo a cualquier elemento o aproximanavarro pueda ser un ismo, como lo es el ción a lo vasco en general –lengua, cultude los contrapuestos a su ideología, porra, folklore, etc.–, incluso respecto a los que otras actitudes distintas son atentados elementos que forman parte de la propia al único modo posible del ser y, por tanidentidad de Navarra, como comunidad to, a la esencia histórica de Navarra10. pluricultural. Esta actitud de rechazo de la denoEs paradójico que la actitud de mieminación puede ser debida a que, en los do se pretenda justificar como una reacúltimos tiempos, se ha vuelto a producir ción defensiva de la identidad Navarra anla identificación del término con el signite el riesgo de “la rápida desaparición de 9 ficado de sus orígenes preconstitucionanuestra memoria nacional” , que resulta contradictoria en quienes ni la cultivan ni les. Se ha de observar que las actitudes

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Aurkibidea/Índice netamente constitucionales, de izquierda y centro progresista, ni se autodenominan ni son calificadas de navarristas, aunque apoyen la identidad de Navarra como comunidad política diferenciada. Sus actitudes más democráticas, abiertas, plurales, respetuosas con los derechos y libertades les han ido alejando de una denominación que no precisan como marca de calidad, en cuanto han acreditado suficientemente su compromiso con la Constitución, el Amejoramiento y lo que ambos representan. Quizá por ello no necesiten del ismo, que utilizaron y en el que insistieron en un primer momento, cuando desde la derecha se pretendía tener la exclusiva de la defensa de un proyecto diferenciado de Navarra frente al nacionalismo vasco. Hoy este proyecto institucional, plasmado en la LORAFNA, es social y políticamente mayoritario y acredita el fracaso de la violencia para imponerse a

URANGA rechaza el término, el señor DEL BURGO lo reivindique11.

3. Los retos de la comunidad política navarra Las personas que integran la sociedad navarra tienen el reto permanente de crear un espacio de convivencia que haga posible el ejercicio de los derechos personales y sociales y permita profundizar en la democracia, desde el compromiso personal y colectivo con los valores de la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad y el pluralismo político. Sólo en una sociedad pacífica y pacificada las personas pueden desarrollar sus capacidades y proyectos personales y colectivos, así como garantizar su identidad. El marco para articular la convivencia es una decisión colectiva democráticamente tomada desde la libertad y el pluralismo. Para conseguirlo es preciso superar democráticamente los debates esencialistas para centrar la energía personal y social en los retos En el nuevo marco constitucional, mayoritariamente y proyectos de transformación y aceptado por el pueblo navarro, se ha construido el mejora sociales, por medio de: nuevo navarrismo constitucional, sin el contenido a) La aceptación del pluraideológico del foralcatolicismo conservador lismo cultural, lingüístico e ideológico como valores personales y colectivos, que enriquecen al conjunto y reflejan la libertad. todo un pueblo que quiere ser libre y vib) Una actitud de respeto y toleranvir en la paz y libertad democráticas. cia de todas las opciones que se produzLa sociedad y el resto de las fuerzas can en cualquier orden de la vida persopolíticas reservan la denominación y la nal y social, sean o no mayoritarias, con condición de navarrista exclusivamente abandono de cualquier maximalismo. para las actitudes del campo de la derec) La superación de las actitudes cha, que abarca comportamientos consticonservadoras e inmovilistas, que sacralitucionales, moderados y tolerantes, y zan el statu quo, para configurar una sootros que no son tanto y se mueven en el ciedad en constante cambio, único medio ámbito de la derecha tradicional y del fode adecuarse a los procesos de creciente ralcatolicismo, aunque utilicen las institutransformación global. ciones democráticas. Estas actitudes se d) Una actitud abierta y desmitificahan incrementado a partir de la progresidora para afrontar el futuro sin miedos, va implicación de la derecha navarra con desde el esfuerzo común y la superación la nacional que representa el Partido Pode los mitos colectivos que coartan la lipular, que ha acreditado sus actitudes y bertad personal y social. comportamientos autoritarios a partir del e) La presencia activa de la socielogro de la mayoría absoluta. Por eso no dad en los retos institucionales, políticos, debe sorprendernos que mientras el señor sociales y culturales que contribuyan a

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Aurkibidea/Índice configurarla como una realidad plural y mestiza. f) Rechazar la violencia en todas sus manifestaciones, así como las justificaciones de la misma y su utilización como medio en el debate político, social, cultural, religioso, etc. g) Incorporar los valores de la ética democrática, del servicio y prevalencia del interés general y de la responsabilidad en todos los comportamientos públicos.

encima o al margen de la voluntad democrática del pueblo navarro, que es su titular y el único con derecho de disposición sobre los mismos. Así lo ha reconocido la Disposición Transitoria 4ª de la Constitución al poner en manos del órgano representativo del pueblo navarro –su Parlamento (Disposición Adicional 2ª LORAFNA)– y de los propios ciudadanos en referéndum, la decisión sobre el modelo de su incorporación al nuevo sistema de organización político y territorial del Estado. De este modo, el derecho de autodeII. EL ORDEN INSTITUCIONAL terminación del pueblo navarro es el que Ha sido uno de los ámbitos de camle permite optar entre permanecer como bio como consecuencia directa de la comunidad política diferenciada o intetransformación del modelo político y de la grarse como un territorio histórico en la forma del Estado tras la Constitución de Comunidad Autónoma Vasca (arts. 2.2 y 1978. Hoy Navarra constituye “una Comu47.2 EAPV). nidad Foral con régimen, autonomía e insEs la superestructura jurídico-institutituciones propias, cional la que ha suindivisible, integraperado el modelo da en la nación esdel régimen foral Frente al espacio público constituciopañola y solidaria de origen liberal nal se han exteriorizado actitudes de con todos sus puepara convertirlo en rechazo basadas en el esencialismo blos” (Art. 1 LOun sistema de autohistoricista del navarrismo conservaRAFNA). gobierno basado dor, que tuvo una actitud claramente La Comunien el reconocianticonstitucional de la que quedan dad Foral es la formiento de los dereresabios ma histórica actual chos históricos, de la comunidad conforme a la dissocio-cultural y humana que forma el posición adicional primera de la Constitupueblo navarro, basada en reglas y princión. Los sistemas se engarzan por el cipios democráticos. Aunque dentro de mantenimiento para Navarra de la Ley de una parte de la sociedad navarra puedan 25 de octubre de 1839, que establece en existir, todavía, concepciones transpersola “unidad constitucional” el límite del nalistas y abstractas de Navarra, la concontenido del autogobierno: “Lo dispuescepción democrática atribuye un valor to en el apartado anterior no afectará a las superior a la voluntad popular, en cuaninstituciones, facultades y competencias to es el pueblo navarro como comunidad del Estado inherentes a la unidad constipolítica quien dispone sobre sí mismo. Es tucional” (Art. 2.2.). La LORAFNA ha la comunidad socio-cultural de los ciudaadaptado el régimen foral liberal al nuevo danos y las ciudadanas la titular de los modelo de organización descentralizada derechos históricos concreción de su dedel Estado español, con un reconocimienrecho al autogobierno y a su autodeterto de los originarios derechos históricos y minación, quien dispone sobre su adapuna cláusula de reserva de los mismos. El tación al marco institucional en que se significado de los citados derechos es el encuadra. reconocimiento de la identidad colectiva Ni la esencia histórica, ni la identide Navarra como comunidad política y dad de la comunidad política, ni su autonacionalidad histórica con derecho a su gobierno, ni su forma histórica están por autogobierno.

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Aurkibidea/Índice En dicha Ley Orgánica se recoge organización y funcionamiento, sin servir una concepción hipostática o transpersoa otros intereses que no sean los de la conal de Navarra impropia de un sistema munidad que las instituye y constituye. La democrático. No reconoce en su artículo 1 sociedad navarra tiene retos que afrontar que es el pueblo navarro el que se consen relación con las instituciones en orden tituye en comunidad política foral, o que a: es el titular de los derechos históricos. A) Las instituciones de la propia CoAdemás, tiene otros déficits democráticos munidad: al haber dado más importancia al procedia) Modificar la LORAFNA a fin de miento de pacto como referente de foralisuperar los actuales déficits democráticos dad que al principio democrático que deen los siguientes puntos: be inspirar el modelo organizativo. Aun - Reconocimiento del pueblo navacuando fue elaborado y aprobado por insrro como sujeto directo de la constitución tituciones democráticas, no se acudió a la de la Comunidad Foral, titular de los dedemocracia directa para su aprobación, tal rechos históricos y de poder de disposiy como había ocurrido con los Estatutos ción sobre sus instituciones, estableciendo de la Comunidades históricas (Art. 152.2 la plenitud del principio democrático en CE). También se aparta del modelo constodo el modelo institucional, así como en titucional en el contenido de la democrasu reforma (art. 1). cia parlamentaria - Plena adeen cuanto a su recuación del régiLa sociedad y el resto de las fuerzas forma. men y funcionapolíticas reservan la denominación y En todo caso, miento institucional la condición de navarrista exclusivael viejo sistema de al modelo constitumente para las actitudes del campo de autogobierno foral cional de democrala derecha, que abarca comportamiende la comunidad cia parlamentaria tos constitucionales, moderados y topolítica navarra reen cuanto a su relerantes, y otros que no son tanto y se cibió el respaldo forma (art. 71). mueven en el ámbito de la derecha constitucional del - Pleno recotradicional y del foralcatolicismo, aunreconocimiento de nocimiento instituque utilicen las instituciones demolos derechos histócional del Parlacráticas ricos, que le hizo mento como instiformar parte del tución máxima de “bloque de la constitucionalidad”. Hoy la la Comunidad, en cuanto que representa Comunidad Foral de Navarra tiene un sisal pueblo navarro y su soberanía (art. tema de competencias –plasmación y re11). conocimiento actual de los derechos his- Establecimiento y garantía de la tóricos–, que es susceptible de ampliación plena y exclusiva competencia del Parladentro del espacio de la “unidad constitumento de Navarra en los procesos intercional”. Se sitúa dentro de las Comunidanos de institucionalización, por medio de des con mayor capacidad de autogobierLey Foral, como sobre el régimen de elecno en un claro progreso sobre situaciones ción del Presidente por medio de Ley Fohistóricas precedentes. ral (art. 29). Las instituciones de autogobierno - Limitar la permanencia en el cargo no son fines sino medios para que la sode Presidente de la Comunidad a dos ciedad democrática establezca su organimandatos consecutivos. zación, gobierno, atención a sus necesidab) Establecer convenios de gestión des y participación en la gestión de los iny acuerdos de cooperación con las Comutereses comunes. Para cumplir su propia nidades Autónomas vecinas, en los términaturaleza y el mandato constitucional, nos previstos por el ordenamiento constideben ser plenamente democráticas en su tucional vigente, a fin de mejorar la pres-

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Aurkibidea/Índice tación de servicios y desarrollar acciones ten a las competencias de la C. F. de Nade interés común. varra en materia financiera y tributaria. B) En relación con la presencia en las instituciones de la Unión Europea: a) Participar en todos lo foros de III. A MODO DE CONCLUSIÓN: encuentro de las regiones europeas, sea a EL HORIZONTE DE EXPECTATIVA nivel institucional como el Comité de las La cuestión sobre las esencias no es Regiones, o en la configuración de espapropia de una sociedad evolucionada y cios de cooperación interregional. En parregida por el principio democrático, en la ticular potenciando la cooperación Aquique los debates de tal naturaleza se sustitania-Euskadi-Navarra, así como los contuyen por la voluntad democráticamente venios y protocolos en que participen las expresada de los ciudadanos y ciudadaregiones próximas de los Estados español nas, únicos titulares y definidores de la y francés. identidad colectiva, al margen de los viob) Demandar y cooperar en la instilentos y los inquisidores. Es una actitud tucionalización de la presencia de las Coreaccionaria, propia de las colectividades munidades Autónomas en la representahumanas que se miran continuamente en ción permanente del Estado ante la Unión el pasado y tienen miedo a adivinar y Europea. contemplarse en C) En relación un horizonte de con el Estado: distintas perspectiNi la esencia histórica, ni la identidad a) Asumir vas y riesgos para de la comunidad política, ni su autoprotagonismo en el aquello que conogobierno, ni su forma histórica están proceso de configucen y controlan, por encima o al margen de la volunración de la forma porque, como extad democrática del pueblo navarro, del Estado como fepuso HALBWACHS que es su titular y el único con derederal asimétrico y “la sociedad anticho de disposición sobre los mismos en la ampliación del gua no puede disautogobierno en traerse de la condesarrollo de los derechos históricos, templación de la imagen que le refleja el manteniendo como mínimo el nivel de espejo del pasado, salvo que en el mismo las comunidades históricas. aparezcan poco a poco otras imágenes, b) Exigencia del desarrollo del aucon un contorno menos claro y familiar, togobierno, de los derechos históricos y que le descubran más amplias perspectide los hechos diferenciales, de acuerdo a vas”12. Por otra parte, la configuración de la cláusula residual de la Disposición Adiun nuevo espacio de pertenencia y de cional 1ª LORAFNA, con la plenitud de identidad como es la Unión Europea planlas competencias reconocidas en aquella, tea nuevos retos institucionales, políticos, así como por las necesarias delegaciones culturales y sociales que, sin renuncia a la y transferencias de competencia exclusiidentidad originaria, van a transformar las vas del estado conforme al artículo 150 realidades nacionales y estatales en una CE. nueva entidad institucional, cultural y soc) Sustituir en las relaciones con el cial. Europa será un continente de pluraliEstado la dinámica de los recursos ante el dades, en el que los Estados, transformaTribunal Constitucional por la de acuerdos e irreconocibles en los elementos hasdos conforme a lo previsto en la LORAFta ahora considerados esenciales, NA y el Convenio. aglutinarán identidades nacionales cada d) Participación en los órganos de día más mestizas y diversas. la Unión Europea en los que se traten las La cuestión del futuro no está en los cuestiones relativas a la armonización fisinterrogantes sobre el ser de España o de cal, códigos de conductas, etc. que afec-

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Aurkibidea/Índice Navarra, ni en si Navarra es sólo española o vasca, o si se formarán nuevas entidades políticas como Cataluña o el País Vasco. Se halla en el lugar que a las personas y a los pueblos les va a corresponder en la Europa del siglo XXI, formando parte de una sociedad muy distinta a la actual en la que los referentes estatales se habrán eliminado o reducido quedando más como identidades culturales que como realidades políticas. Tal y como previó ORTEGA, si España era el problema, la Europa democrática e industrial es la solución13. En las sociedades existe un espacio de experiencia en el que se integran las percepciones del pasado, que se hacen presente y se abren al futuro como horizonte de expectativa. La expectativa “está ligada a personas, siendo a su vez impersonal [...] se efectúa en el hoy, es futuro hecho presente, apunta al todavía-no, a lo no experimentado, a lo que sólo se puede descubrir”14. La expectativa es el futuro no experimentado y por descubrir, la esperanza y el temor, que se busca desde la razón y el sentimiento, desde la voluntad y la inquietud de lo desconocido, porque “el pasado y el futuro no llegan a coincidir nunca, como tampoco se puede deducir totalmente una expectativa a partir de la experiencia. Una vez reunida, una experiencia es tan completa como pasados son sus motivos, mientras que la experiencia futura, la que se va a hacer, anticipada como expectativa se descompone en una infinidad de trayectos temporales diferentes”15. Una de las características de la sociedad democrática es la del progresivo alejamiento de las expectativas de futuro de las experiencias del pasado, dando lugar a un tiempo histórico que se caracteriza por la toma de decisiones al margen de los condicionamientos historicistas. La aceleración del cambio y los efectos de la globalización determinan, además, que todo o parte de lo previsto suceda de un modo distinto a como se previó, por lo que no se puede deducir la expectativa futura de la experiencia pasada, sino que aquella está cada vez más alejada de esta.

Hoy, más que nunca, es válida la afirmación de KANT sobre la modernidad, en el sentido de que “por la experiencia no se puede solucionar inmediatamente la tarea del progreso”.

NOTAS 1 HALBWACHS M., Les cadres sociaux de la mémoire, París, 1994, p. 272. 2 RUBIO LLORENTE, F., La forma del poder, Madrid, p. 6. 3 URANGA, J. J., “Prólogo” a J. J. SÁNCHEZ ARANDA Y R. ZAMARBIDE, Garcilaso, periodista (60 años de historia de Navarra), Pamplona, 1993. 4 Esta concepción del navarrismo esencialista tiene claros componentes antidemocráticos, porque el ser y el espíritu de un pueblo no puede estar en manos de un plebiscito, como expuso NAGORE YÁRNOZ, J. J. Defensa de la navarridad, Madrid, 1987, p. 34: “...una nación no nace de un plebiscito. [...] Navarra no tuvo ni tiene como fundamento y base única la sola voluntad de una generación de navarros. Navarra, en su unidad dentro de España, en sus principios de legitimidad jurídica e histórica, en su continuidad y tradición, Navarra es, antes que tierra y gentes, espíritu”. 5 FERNÁNDEZ VIGUERA, S., “Ideología de Raimundo García Garcilaso en torno al tema foral. Su evolución: 1903-1931”, I Congreso de Historia de Navarra. Siglos XVIII, XIX y XX, Príncipe de Viana, Pamplona, 1986. 6 NAVARRA 2000, coordinado por I. ARDAIZ y S. MARTÍNEZ, Gabinete de Estudios y Planificación de la Diputación Foral de Navarra, Pamplona, 1974. El acuerdo pudo ser redactado por el entonces Director de Coordinación, señor Del Burgo Tajadura. 7 MERKL, P. H., Political Continuity and Change, Nueva York, 1967, p. 128. 8 KOSELLECK, R., Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos, Barcelona, 1979, p. 338. 9 NORA, P. “Présentation”, en Les lieux de mémoire, I, Gallimard, Paris, 1984, p. VII. 10 URANGA (OLLARRA), J. J. “Navarrismo y navarristas”, Diario de Navarra, 13 de octubre de 2002. 11 Diario de Navarra, 31 de enero de 2003. 12 HALBWACHS, M., Les cadres sociaux de la mémoire, París, 1994, p. 272. 13 ORTEGA Y GASSET, J., “La pedagogía social como programa político”, Obras completas, I, Madrid, 1987, p. 521. 14 KOSELLECK, R., Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos, Barcelona, 1979, p. 338. 15 KOSELLECK, R. Futuro..., cit., p. 339.

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Política lingüística en Navarra (1999-2002): historia de un desencuentro.

INTRODUCCIÓN.

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l presente trabajo pretender analizar la política lingüística de UPN, no sólo sus actuaciones sino también los supuestos ideológicos que la sustentan. Queda pendiente el análisis del resto de las fuerzas políticas, sobre todo las nacionalistas vascas, que excede los límites de espacio de este artículo.

1. - LA LEGISLATURA 1999-2003 En las Elecciones de mayo de 1999, al conseguir 22 de los 50 escaños del Parlamento Foral y en virtud de los automatismos que establecía1 la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento Foral (LORAFNA), UPN continuó en el gobierno de Navarra. En materia de política lingüística todo parecía indicar un programa continuista. Pero no fue así: la primera sorpresa fue que la Dirección General de Política Lingüística pasó del Departamento de Presidencia e Interior a estar adscrita al Departamento de Educación y JOSÉ LUIS MENDOZA Cultura. El cambio era significativo: el Departamento de Licenciado en Filología Hispánica (1995). Profesor Presidencia dirige las políticas de Lengua y Literatura Vasca en el Instituto generales y transversales de un "Askatasuna" de Burlada gobierno, imprescindible para (Navarra). Presidente de la Fundación "Euskara Kultur la planificación de cualquier Elkargoa". proceso de normalización lingüística. Situarlo en el Departamento de Educación dejaba en

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evidencia la voluntad política de reducir el tema a un asunto educativo. Se mantuvo al mismo equipo en Política Lingüística, que antes de un año presentó su dimisión debido a los ataques que desde el propio gobierno se hacían contra el euskera2. Se hizo cargo de ella, añadiéndola a la Dirección del Servicio de Universidades que ya ostentaba, Pedro Pegenaute, histórico adversario del euskera como ya lo demostró durante la elaboración de la Ley del Vascuence. 1.1. - La reestructuración de Política Lingüística Entre junio y setiembre de 2000 el Gobierno de Navarra aprovechó la dimisión del equipo de Política Lingüística para desmantelar una dirección general incómoda. El Negociado de Formación pasó a depender del Instituto Navarro de Administración Pública, la Sección de Traducción al Servicio de Boletín Oficial de Navarra (ambos pertenecientes al Departamento de Presidencia, Justicia e Interior), mientras que los Servicios de Programación e Investigación y el de Normalización y Promoción se unificaban en el Servicio de Programación, Investigación y Desarrollo Lingüístico pasando a depender de la Dirección General de Universidades y Política Lingüística (DGUPL). La propia reestructuración da idea clara de los fines del Gobierno: desaparecen las ideas de normalización y de promoción (que implican compromiso activo) y se pasa a una concepción de la po-


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Aurkibidea/Índice lítica lingüística respecto al euskera ligada casi exclusivamente a determinados aspectos culturales. 1.2. - Los planes del Gobierno de Navarra3 El Gobierno de Navarra aprobó, en diciembre de 2000, un Decreto Foral que regulaba el uso del vascuence en las Administraciones Públicas y, posteriormente, tres Acuerdos de Gobierno referidos a planes de actuación sobre el uso del vascuence en las zonas vascófona y mixta y a la regulación del conocimiento de idiomas en los baremos de méritos de la oferta pública de empleo. El objetivo era frenar la expansión del euskara despojando de sus derechos lingüísticos a los ciudadanos de las zonas mixta y no-vascófona y limitando la cooficialidad de la zona vascófona. Al mismo tiempo desaparecía el euskera como requisito para cualquier puesto de trabajo oficial y en los concursos de méritos, globalmente, podía tener menos valor que el inglés, el francés o el alemán.4 1.3. - La reacción social Hasta este momento las respuestas sociales ante los ataques gubernamentales al euskera solían ser explosivos y de corta duración: manifestaciones, pintadas, comunicados, etc. Por vez primera se adoptó, además, la vía judicial: se pusieron once recursos al Decreto Foral 372/2000 y, a partir de enero de 2001, se recurrieron ante los tribunales más de cincuenta disposiciones en materia de derechos lingüísticos, tanto del Gobierno de Navarra como del Ayuntamiento de Pamplona. La mayoría de los recursos fueron aceptados tanto por el Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) como por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN)5. 1.4. - Una nueva concepción de la política lingüística Tras dotarse de unos mecanismos legales totalmente restrictivos en materia de euskera, el Gobierno de Navarra em-

prendió una serie de actuaciones tendentes a su desaparición de la vida pública: imagen corporativa, rotulaciones de vías y edificios, ofertas públicas de empleo, publicaciones, etc. La DGUPL, dado que asumió los presupuestos de las dos direcciones que englobaba, aprovechó esta circunstancia para llevar a cabo proyectos de la primera (Universidades) con cargo a líneas presupuestarias de la segunda (Política Lingüística). Así, 12 millones de pesetas del presupuesto destinado a "Encuestas sociolingüísticas" referidas al euskera se destinaron para la realización de una "Encuesta sociolingüística sobre las lenguas de uso mayoritario en la Unión Europea (Inglés, Francés y Alemán) en la Comunidad Foral de Navarra"; o 7 millones de pesetas dirigidos a "ayudas a la investigación" (al euskera hasta esa fecha) pasasen a ser destinados genéricamente a "la investigación lingüística universitaria6. Éstos eran dos ejemplos del nuevo rumbo que se pretendía dar en Navarra a la "política lingüística". El Servicio de Programación, Investigación y Desarrollo Lingüístico, que recogía las competencias que quedaban de la anterior DGPL, debido a la interpretación sui generis de su responsable, del director general y del consejero de Educación y Cultura, pasaba a diferenciar una doble función: la dirigida a determinadas actuaciones referidas al vascuence y otras referidas a la política lingüística en general. Según un informe de 6 de julio de 2001 del director del servicio (que tiene el visto bueno del director general) nos encontramos, pues, ante una política lingüística que considera al plurilingüismo como un elemento clave del desarrollo personal y profesional para el pleno uso de los derechos que entraña la ciudadanía europea a la que pertenecemos, una política lingüística que considere la diversidad como fuente de riqueza y valor cultural y social y que respeta la rea-

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Aurkibidea/Índice lidad sociolingüística de navarra (sic) y de sus habitantes7. El consejero de Educación y Cultura sancionó esta interpretación mediante la Orden Foral 291/2001 que estableció que las funciones sobre política lingüística, cuando no se refieran expresa y exclusivamente al vascuence, se entenderán referidas tanto al vascuence como a las lenguas oficiales de la Unión Europea. Una visión más elaborada (y delirante) de los nuevos planteamientos la ofreció el propio director general con ocasión de la VIII Conferencia Internacional de Lenguas Minoritarias, celebrada en noviembre de 2001 en Santiago de Compostela8. En ella, tras afirmar que el propio Gobierno de Navarra, que busca lo mejor para sus ciudadanos, junto a todos estos apoyos a favor del vascuence, viene haciéndolo también y cada día más decididamente en pro del aprendizaje, uso y desarrollo por los navarros de las lenguas oficiales de la Unión Europea, y afirmar que el objetivo final (de la educación en Navarra) consiste en dotar a nuestro alumnado de las competencias lingüísticas necesarias que les permitan el uso de lenguas, las que fueran, pero siempre de uso oficial en la UE, tras ofrecer datos comparativos respecto al uso y conocimiento del vascuence, inglés, francés y alemán en Navarra, pasa a definir el concepto de Política Lingüística: la atención sistemática, rigurosa, racional y organizada que debe prestar el propio gobierno de Navarra, como representante democráticamente elegido de la sociedad navarra, al conjunto de las situaciones y los problemas de los idiomas en esa sociedad, mediante decisiones relativas a su enseñanza, desarrollo, uso y valoración. Y, como prueba de ello, presenta el Decreto Foral 372/2000 como corrector de una situación de desigualdad que

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daña a los monolingües castellanos, y la introducción temprana del aprendizaje de una lengua extranjera en el sistema educativo. 1.5. - Las actuaciones en materia de política lingüística A las actuaciones contra el euskera en materia de administraciones públicas ya señaladas, las más destacadas en otros ámbitos clásicos de la normalización lingüística son las siguientes: ENSEÑANZA: Resultaron esperanzadoras las primeras declaraciones del nuevo consejero de Educación y Cultura Jesús Laguna: las ikastolas para mí no son un problema, son una opción. Lamentablemente, su actuación no ha sido fiel a sus palabras: - El proceso de legalización de las ikastolas "alegales" se ha estancado. Las subvenciones son otorgadas directamente por el Parlamento. - Se ha continuado con la separación de los centros bilingües contra la opinión de claustros y consejos escolares. - Se ha suspendido la euskaldunización voluntaria del profesorado. - Se crean agravios comparativos: mientras que se mantienen aulas de castellano con 2 ó 3 alumnos, se mantiene la exigencia legal (20) para abrir o desdoblar las aulas de euskera. - La DGUPL suspendió las campañas de prematriculación a favor del euskera que el Gobierno de Navarra venía haciendo desde 1990 (incluso el primer gobierno de UPN las hizo) - Ha disminuido el gasto dedicado al euskera y, como hemos visto anteriormente, se han usado esos fondos para otros fines. MEDIOS DE COMUNCIACIÓN: - Se ha denegado licencia de emisión a Euskalerria Irratia, la única emisora de radio que emite en euskera para Pamplona y su Cuenca. - No se han tomado medidas para que las concesionarias respeten las cuotas de emisión en euskera.


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Aurkibidea/Índice - Las ayudas a medios de comunicación en euskera han disminuido progresivamente. En 2002 se han quedado sin subvención, además de Euskalerria Irratia, Euskaldunon Egunkaria (único periódico en euskera) y Nabarra (única revista en euskera que se distribuye en toda Navarra) - Han aumentado las ayudas a medios en castellano cuya utilización del euskera es simbólica. Quien mayor aumento ha experimentado ha sido Diario de Navarra. - Todo ello muestra un empleo político de las subvenciones, que se conceden sin ningún criterio de normalización. 1.6. - Algunos "fantasmas" en torno al euskera No podemos perder de vista que UPN surgió para hacer frente al nacionalismo vasco. Algunos de sus fantasmas fundacionales han reaparecido con mayor fuerza en los últimos años. EUSKAL HERRIA. Cuando parecía que iba asentándose como una definición territorial de tipo cultural, UPN nos descubre que es un "término-trampa": El Gobierno de Navarra tampoco va a admitir que… se pretenda el logro de ningún objetivo político, tampoco el de Euskalherria, que, si en otro tiempo fue para muchos un concepto cultural y lingüístico, desde 1979, con la aprobación del Estatuto Vasco o de Guernica, estatutaria y por tanto jurídicamente pasó a ser, simple y llanamente, la denominación política de la Comunidad Autónoma Vasca que no es la de Navarra, obviamente. El vascuence, en fin, nada debiera tener que ver con causas políticas. Pero tiene. Por eso el Gobierno de la Comunidad Foral de Navarra rechaza, en nombre de la inmensa mayoría de navarros, la utilización que algunos partidos políticos hacen del vascuence y bajo ficticios argumentos lingüísticos como vehículo para nuestra integración en Euskalerria9. Víctima de esta visión fue Eusko Ikaskuntza. En enero de 2001 el Gobierno de Navarra retuvo una subvención de 12

millones de pesetas y amenazó con romper el convenio. El motivo: la enciclopedia Auñamendi, en cuyo proceso de acceso vía Internet Eusko Ikaskuntza había colaborado, mostraba determinadas entradas referidas a Navarra que no eran del agrado de UPN. Ya Jaime Ignacio del Burgo, que siendo presidente de la Diputación Foral de Navarra la había sacado del patronato en 1980, había dicho, hablando de la citada enciclopedia que bajo capa de cierto pluralismo ideológico y algunos criterios de cientificidad, todo lo referente a la cultura vasca está secuestrado por el nacionalismo . De nada sirvió que el resto de partidos y sindicatos apoyasen a Eusko Ikaskuntza: su presidente debió presentar excusas y se suprimió la consulta on-line de la enciclopedia. Recientemente le ha tocado el turno a Euskaltzaindia. En marzo de 2000 el Gobierno de Navarra, el Gobierno Vasco y las tres diputaciones habían renovado un acuerdo de financiación para cinco años. Fue una de las últimas acciones de la DGPL que había dimitido en junio de ese año. El nuevo equipo empezó a romper relaciones con la Comunidad Autónoma Vasca, a hacer desaparecer cualquier mención a Euskal Herria, se suspendió la presencia conjunta en las Ferias Internacionales de Lenguas, se rechazó la colaboración en las Encuestas Sociolingüísticas y cualquier tipo de relación con la Viceconsejería de Política Lingüística del Gobierno Vasco. El Gobierno de Navarra habló de la exigencia de libros de texto que respetasen la identidad y realidad política y cultural de Navarra. En 2001 se suprimió la subvención a la Universidad Vasca de Verano. Quedaba Euskaltzaindia, el único organismo de carácter oficial que actúa en toda Euskal Herria.

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Aurkibidea/Índice El director general lo dejó claro : El Gobierno de Navarra desea continuar colaborando con Euskaltzaindia, pero queremos establecer nuevas fórmulas, sin cortapisas administrativas intermedias que responden a situaciones del pasado. Queremos un convenio específico y bilateral, en el que Euskaltzaindia ratificará su compromiso de respetar en todas sus actuaciones la realidad política, institucional y administrativa de la Comunidad foral. El Gobierno de Navarra financiará los proyectos que le encomiende. Así se establecerá, de hecho, unas relaciones en favor del vascuence en Navarra sin politizaciones y sin equívocas interpretaciones… Aprovechándose de una circunstancia histórica la Real Academia, constituida por las tres diputaciones vascas y la navarra, dio un salto hacia adelante incluyendo al Gobierno vasco para liderar sus actuaciones y situar al Gobierno foral de monaguillo, de financiador. Pues se acabó. Es un órgano consultivo… El acuerdo marco de 1918 no se puede mantener. No habrá subvención fija. El Gobierno foral pagará las actividades que encargue. Y si no hay encargos, no habrá dinero. Queremos saber dónde se invierten nuestras aportaciones… En junio de 2002 el Gobierno de Navarra dio por roto el Acuerdo (Euskaltzaindia perdió la subvención del año anterior) y manifestó su intención de elaborar un nuevo convenio de carácter bilateral, que se firmó en noviembre. En él se reconoce el control del Gobierno sobre trabajos y proyectos. El director general comunicó que no se aceptaría ninguno que se presentase con el nombre de "Euskal Herria". 10

EUSKARA BATUA: Si Euskal Herria es el "nombre-trampa" para designar el territorio del proyecto nacionalista, el euskara batua es uno de los instrumentos básicos para su construcción. Ésta sería una lengua "artificial" cuya "imposición"

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sobre los dialectos sería el paso previo a la formación del "artificial" estado vasco: El batua es el eje fundamental de la construcción de la nación euskalherríaca12. La historia demuestra que las lenguas minoritarias se han encontrado siempre a la defensiva, a veces no tanto por la influencia de las lenguas mayoritarias sino por el abandono de sus propios habitantes. Y este problema se profundiza cuando la lengua minoritaria se politiza y se emplea como ariete para destruir una nación existente desde hace siglos, con objeto de crear una nueva basada en la lengua, si es que no se puede fundar en raza (…) Error crucial ha habido en la unificación de la lengua vasca, que ha creado una lengua artificial que no la hablaron nuestros antepasados13. IKASTOLAS: La Ikastola (raramente se menciona el modelo D de la enseñanza pública) es el lugar ideal de siembra y transmisión de la ideología nacionalista vasca y de adoctrinamiento político: El actual adoctrinamiento del nacionalismo vasco reviste caracteres distintos. No hay ninguna asignatura de formación del espíritu nacional, pero los postulados nacionalistas –somos una nación, el euskera es la base de nuestra identidad nacional, nuestro pueblo está dividido entre dos Estados opresores, la autodeterminación es un derecho, nunca nada bueno nos vino de España, el castellano es una lengua impuesta, hemos vivido siempre en lucha contra enemigos poderosos– impregnan todas las disciplinas14. En esta labor son colaboradores necesarios muchos de los profesores… reclutados en Guipúzcoa o en Vizcaya… Buen número de ellos milita en las filas del abertzalismo radical y son la avanzadilla en el sector educativo del sedicente Movimiento Vasco de Liberación Nacional. No


hermes nº:6 de 10. Política lingüística en Navarra (1999-2002): historia de un desencuentro. J. L. Mendoza

Aurkibidea/Índice es de extrañar que en muchos centros sean los profesores los que incitan a los alumnos a participar en la resistencia: huelgas políticas, concentraciones a favor de los "presos políticos", marchas, acampadas… Cualquier objetivo –con tal de que tenga un lema traducido al euskera– es bueno. El paso siguiente será la "kale borroka", aunque sólo unos pocos… acabarán por ingresar en ETA, donde milita la vanguardia de los luchadores por la libertad de Euskal Herria. Eso es lo que se siembra, se quiera o no, en muchas ikastolas15. LIBROS DE TEXTO: Para llevar a cabo la labor política e ideológica, el nacionalismo vasco cuenta con una herramienta de capital importancia: los libros de texto: Como yo vengo diciendo… hace muchos años que en algunas ikastolas se enseñaba a odiar a España. (…) El mero hecho de establecer como punto de estudio básico la geografía e historia de Euskal Herria implica el estar orientando la educación en una determinada dirección política16. El Gobierno de Navarra tomó cartas en el asunto y en junio de 2001 estableció ayudas por más de 70 mil euros para la traducción al euskera de libros de texto en castellano, al tiempo que establecía para el curso siguiente un control legal para los libros de texto. LA IKURRIÑA: Símbolo del nacionalismo vasco a erradicar en Navarra, a lo largo de los últimos años la ikurriña ha sido objeto de los más diversos ataques. En agosto de 2002 el presidente del Gobierno de Navarra anunció una nueva ley de símbolos que penalizaría económicamente a aquellas entidades locales que hiciesen ondear la ikurriña. Dada la oposición del resto de grupos parlamentarios no parece que la iniciativa vaya a tener éxito17.

1.7. - La Sentencia del TSJN sobre el Decreto Foral 372/2000 Con celeridad inusual (18 meses) el Tribunal Superior de Justicia de Navarra con fecha 26 de junio de 2002 dictó una sentencia que declaró la nulidad radical del Decreto Foral (327/2000) impugnado18. Sin entrar a analizar su contenido, la sentencia le achacaba dos errores de forma: la falta de los informes de la Dirección de la Función Pública y del Consejo Navarro del Euskera (CNE). Por otra parte, además de ofrecer una interesante doctrina sobre interés directo e interés legítimo, el TSJN echaba por tierra la argumentación del Gobierno respecto a la discriminación que planteaba la valoración del euskera como requisito o mérito para optar a puestos de trabajo en las administraciones públicas. Como reconoce la sentencia en su fundamento octavo, esta cuestión fue zanjada por el Tribunal Constitucional (TC) español, que estableció "que no debe entenderse la exigencia (del idioma) como un requisito "ad extra" independiente del mérito y capacidad acreditados sino, al igual que cualquier otro conocimiento y condición exigida para el acceso a la función pública, una exigencia con cuya acreditación ya da satisfacción a dichos principios constitucionales en la medida que se trata de una capacidad y un mérito que… ha de acreditarse y valorarse en relación con la función a desempeñar" (Sentencia del Tribunal Supremo 27/1991). Incluso la propia sentencia establece, en el mismo fundamento octavo, que "hay una relación directa entre el conocimiento del idioma y función pública cuando el primero constituye requisito para el ingreso o provisión de puestos en ese ámbito, más aún si esa regulación afecta a los principios constitucionales de mérito y capacidad recogidos en el artículo 1033 de la Constitución. Así lo ha dicho el Tri-

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Aurkibidea/Índice bunal Constitucional: el conocimiento del idioma se sitúa dentro de esos principios: de suerte que el propio principio de mérito y capacidad supone la carga para quien quiera acceder a una determinada función pública de acreditar las capacidades, conocimientos e idoneidad exigibles para la función a la que aspira, por lo que la exigencia del idioma que es oficial en el territorio donde actúa la Administración a la que se aspira a servir es perfectamente incluible dentro de los méritos y capacidades requeridas (Sentencia 46/1991)19. 1.8. - La reacción del Gobierno de Navarra Rápidamente el Gobierno presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo20 y reorganizó el Consejo Navarro del Euskera (CNE) para obtener un informe favorable al nuevo Decreto, cuyo contenido era igual al anterior21. El CNE consta de veinte miembros: cuatro altos cargos del Gobierno, el presidente de la Academia Vasca, ocho vocales institucionales y siete "nombrados entre personas de reconocido prestigio en el ámbito del euskera y la cultura vasca" (artículo 2,1.g). En su afán de controlarlo, el Gobierno nombró a tres funcionarios de confianza (uno de ellos confesó que no sabía por qué lo habían designado), un escritor que ha publicado un violento folleto contra el euskera y tres profesores universitarios de los que sólo uno conoce el euskera. Además, en su primera reunión el nuevo CNE aprobó un reglamento que concede al presidente la potestad de bloquear cualquier debate y permite un quorum de tan solo tres miembros. Cualquier Consejo consultivo tiene como función básica contrastar opiniones y pactar propuestas que posteriormente se elevan al gobierno. El CNE tiene, por ley, las

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siguientes funciones: A) Informar de los planes generales y los proyectos normativos relativos a la política lingüística, antes de su aprobación. B) Emitir su parecer acerca de las cuestiones que le sean sometidas por el Gobierno sobre planificación y normalización lingüística. C) Realizar propuestas al Gobierno en relación con el uso y fomento del euskera. D) Cualquier otra función que le atribuyan específicamente las disposiciones vigentes (artículo 4). Parece evidente que la intención del Gobierno de Navarra era absolutamente instrumental: conseguir el informe favorable a su Decreto para reponerse del duro revés sufrido al quedar invalidado el fundamento legal de su Política Lingüística22. Con los nuevos nombramientos, el Gobierno controlaba directamente once nombramientos. En una sola sesión y sin apenas debate, el CNE dio su visto bueno, aunque el "nuevo" Decreto fue rechazado tanto por la Mesa de los Sindicatos de la Administración, como por decenas de ayuntamientos y entidades culturales23.

2. - EL COMPORTAMIENTO DE LAS ÉLITES NAVARRAS24 A la hora de analizar cualquier actuación social y/o política tiene gran interés estudiar el comportamiento de aquellas personas que por sus capacidades personales o por su importancia social se convierten en creadores de opinión pública. Su discurso, amplificado por los medios de comunicación, influye decisivamente tanto en el modo en que la ciudadanía percibe y crea la realidad en que vive como en los procesos de transformación social. El amor retórico que los dirigentes de UPN mostraban hacia el euskera, además de contrastar escandalosamente con su práctica,


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Aurkibidea/Índice implicaba una cierta prevención ante un ataque frontal a la lengua y la cultura vasca que dejase en evidencia sus verdaderos sentimientos y convicciones. Además de la política gubernamental, resulta llamativa la confluencia de tres polos de opinión en la labor de dar cobertura ideológica a la política antivasca: 1º. Diario de Navarra-Jaime Ignacio del Burgo25. Repiten el discurso histórico de la derecha tradicional navarra. Este discurso, de gran valor ideológico para hacer frente las doctrinas izquierdistas y/o noconfesionales durante el primer tercio del siglo XX, pierde posteriormente este valor funcional quedando reducido a mero elemento retórico. 2º. Más llamativo resulta que el propio Gobierno de Navarra salga a los medios de comunicación para defender/justificar su actuación en materia de política lingüística (hasta entonces le bastaba con incumplir la ley sin necesidad de ningún tipo de justificación). Como ya hemos visto, el propio gobierno, a través del Sr. Pulido y del Director General de Universidades y Política Lingüística, tomó la iniciativa de justificar su política en materia de euskera26. 3º. El último polo y el más novedoso supone la incorporación al discurso antivasco de un grupo de personas ligadas a la universidad y a lo que podríamos denominar la facción más derechista de la UGT y del Partido Socialista de Navarra (PSNPSOE). En el contexto de un PSN destrozado por los casos de corrupción (Urralburu, Roldán, Otano,...), dirigido inicialmente por una gestora derechizante27, sin un proyecto de partido definido y sin un liderazgo claro, algunos militantes y simpatizantes socialistas van a salir a la opinión pública con un discurso que mezcla los rancios argumentos de la derecha navarra con otros más modernos teñidos de una ideología liberal e incluso progresista28.

La figura más relevante es Aurelio Arteta, catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad del País Vasco, quien desde 1997 salta a la opinión pública con un discurso novedoso cuyos puntos básicos, en sus últimas formulaciones29 son: - El concepto y la tarea de la normalización lingüística deben dirigirse a los navarros de lengua materna vasca, quedando al margen el resto de ciudadanos incluyendo los euskaldunberris, dado que los deseos no se convierten per se en derechos. - Tan sólo a los hablantes reales les compete el derecho a su propia lengua. La política lingüística es justa cuando regula sus normas sobre la lengua real de sus ciudadanos y no sobre otra imaginada o añorada. - El derecho a la lengua no es un derecho natural ni un derecho de un hablante potencial y abstracto sino de los hablantes actuales y concretos. - Como criterio secundario y debido a su valor imaginario o sentimental cabría admitir un principio de protección con vistas a conservar el legado del euskera y a no contrariar tales sentimientos. - La cooficialidad del euskera en Navarra además de un sinsentido sería una profunda injusticia, una pura ficción y una ilegalidad. Además degradaría nuestra ciudadanía por conceder un privilegio como si fuera un derecho y por aceptar la impostura como si fuera verdad. - Los nuevos derechos generarían nuevos gastos que se detraerían de los fondos públicos que deberían estar destinados a ejercer verdaderos derechos y a cubrir necesidades colectivas más indiscutibles (trabajo, vivienda, etc.) - Se generaría gran tensión social: el fracaso de tal política no se achacaría a su encontronazo con la dura realidad, sino a la mala voluntad del gobierno de turno. - Se favorecería la causa nacionalista (vasca) y su plan de secesión.

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Aurkibidea/Índice - Hasta el presente, la política lingüística ha unificado, protegido y subvencionado el euskera, ha promovido una política educativa que lo impulsa y una política laboral que le da puestos de trabajo y ventajas.

3. - A MODO DE CONCLUSIÓN Técnicamente no habría ningún problema para declarar la cooficialidad del euskera en Navarra30. La Sentencia 82/1986 del Tribunal Constitucional estableció que es oficial una lengua, independientemente de su realidad y peso como fenómeno social, cuando es reconocida por los poderes públicos como medio normal de comunicación en y entre ellos y en su relación con los sujetos privados, con plena validez y efectos jurídicos…31. Comparativamente hablando, encontramos un posible referente en la Comunidad Autónoma del País Valenciano, en donde hoy los dos espacios territoriales están lingüísticamente muy definidos32. A pesar de ello, la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano establece que el valenciano es la lengua propia y oficial de las administraciones públicas. En cualquier caso, no parece que ninguno de los partidos mayoritarios navarros esté por la cooficialidad del euskera en Navarra. En las actuales circunstancias incluso hasta podría ser perjudicial, dada la tensión política y social (real y/o inducida) que podría generar. Los discursos contra la normalización del euskera en Navarra han tenido indiscutible éxito político y social al tiempo que aumentaban el riesgo de una fractura social. Hoy en día las tesis favorables al euskera apenas tienen eco más allá de sus propios ámbitos. Es necesario romper este cerco de silencio. Pero también resulta urgente la reflexión sobre el discurso favorable a la normalización del euskera. De las grandes esperanzas (y no sólo culturales) que muchos ciudadanos navarros habíamos depositado en el Gobierno Tripartito (1995-1996) hemos pasado al desencanto y al desencuentro social con

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alto grado de crispación y riesgo de fractura social en un escenario distorsionado y condicionado por ETA. En esta situación el tema del euskera y la cultura vasca, no resuelto durante la Transición, va a condicionar en los próximos años el modelo de futuro que pretendamos establecer para Navarra.

NOTAS 1 La LORAFNA ha sido reformada en este punto durante la actual Legislatura: ya no gobernará el partido más votado sino el que más apoyos parlamentarios obtenga.

Los dimisionarios indicaron que era imposible continuar con su labor en un ambiente de agrias descalificaciones (en referencia a las opiniones e informes de UPN y PSN sobre su labor) y maniobras políticas. Además consideraban que la finalidad de la dirección general de promover el vascuence no tenía sentido dentro de la política que desarrollaba el Gobierno, quien no tenía en cuenta sus opiniones. Ver DIARIO DE NOTICIAS 14-1-2001. 2

3 Para una valoración del Decreto ver mis artículos El euskera en Navarra, HERMES 2 (julio 2001) y UPN ataca de nuevo, EL PAÍS (País Vasco) 14-12-2000 4 En distintas convocatorias de oferta pública de empleo para el 2001 aparecen en los correspondientes baremos 2 puntos para el inglés, el francés o el alemán y 2,2 puntos para el euskera, pero en este caso sólo para puestos de trabajo de la Zona Vascófona.

Para conocer un buen compedio de las razones contra el Decreto Foral 372/2000 ver IÑAKI AGIRREAZKUENAGA ZIGORRAGA Nafarroako Administrazio Publikoetan Euskararen Erabilera Arautzen duen abenduaren 11ko 372/2000 Foru Dekretuaren legaltasunari buruzko Irizpidena, en ELERIA 8, 65-91. 5

6 Para una detallada crónica de este expediente ver mi artículo La política lingüística de Pejenaute: una chapuza y algo más (GARA 11-112001).


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Aurkibidea/Índice Esta interpretación había sido previamente rechazada por el letrado de la propia DGUPL quien, en un informe de 8 de marzo, concluía que todas las funciones correspondientes al Servicio …deben ser interpretadas y vinculadas a la aplicación de la Ley Foral del Vascuence y de los objetivos definidos por la misma en relación a esta lengua, sin que pueda interpretarse que la "política lingüística" a abordar desde el referido Servicio pueda referirse al campo de las lenguas, en general, o al de algunas de ellas (lenguas europeas,…) en particular. 7

8 Ver PEDRO PEGENAUTE GARDE Política lingüística y educativa en Navarra in Actas da VIII Conferencia Internacional de Linguas Minoritarias, pp 277-283, Xunta de Galicia 2002. 9

PEDRO PEGENAUTE GARDE, loc. cit.

10

DIARIO DE NOTICIAS 14-1-2001

11

Entrevista en DIARIO DE NAVARRA (5-5-

p.283

2002) 12 JAIME IGNACIO DEL BURGO, El ocaso de los falsarios, 2000, pág. 84. 13 FCO. JAVIER OCTAVIO DE TOLEDO, La lengua compañera del imeorio y Euzkadi, DDN 93-99. 14

DEL BURGO, op. cit., pág 109.

15

DEL BURGO, op. cit, pág 92.

16

DEL BURGO, DDN 30-6-00.

Para un análisis de los discursos sobre la normalización del euskera en Navarra: X. ERIZE, El discurso contrario a la "normalización" de la lengua vasca en Navarra (1997-2002), in RIEV, 15 AÑOS DE LA LEY FORAL DEL VACUENCE EN NAVARRA, MARZO 2003. 24

25 Anteriormente ya he expuesto algunas de sus oponiones que aparecen sistematizadas en su libro EL OCASO DE LOS FALSARIOS.

El 15-10-02 el Gobierno de Navarra emitió una nota de prensa en la que reprochaba a la fundación Euskara Kultur Elkargoa entorpecer su política lingüística mediante la contínua interposición de recursos ante los tribunales. 26

27 Algunos de cuyos dirigentes (como Víctor Manuel Arbeloa o Lola Eguren) ya han abandonado el PSN. 28 Uno de los análisis más exhaustivos lo ofrece JOAN MARI TORREALDAI, Hizkuntz politikaren auzia, in JAKIN 123/124, martxoa-ekaina 2001, pp. 11-164. 29 Elaborados a partir de sus artículos publicados en DDN POR UN HERMOSO DEBATE (1111-02), A CADA CUAL, SEGÚN SU LENGUA, (2311-02), SIN MORDERSE LA LENGUA (26-11-02) y LA GRAN EVASIÓN (15-12-02), en el marco de una polémica con el autor de este artículo.

De hecho una declaración oficial del Parlamento de Navarra estableció que, Primero: El castellano y el euskera serán las lenguas oficiales de Navarra. Segundo. Dicho principio se incorporará a las Bases de Reintegración Foral y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, así como la competencia plena del Parlamento Foral para su regulación por medio de una Ley (Boletín Parlamento de Navarra nº 34, 18-10-1980). Como es sabido, la LORAFNA recogió sólo la oficialidad del euskera para la Zona Vascófona. 30

Ver mi artículo Señas (sueños) de identidad GARA 5-9-2002 17

18 Posteriores sentencias del propio TSJN declararon nulos también el resto de Decretos Forales que desarrollaban el DF 372/2000 por los mismos defectos de forma. 19 Tal es así que una sentencia reciente (noviembre 2002) obliga al gobierno español a rehacer una convocatoria de puesto de trabajo en Santesteban por no valorar el conocimiento del euskera. 20

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Fundamento Jurídico 2.

32 La franja litoral norte y centro, más el norte interior son catalanoparlantes; la franja litoral sur y el centro y el sur interior, castellanoparlantes.

Recurso que aún no ha sido resuelto.

21 El Consejo Asesor del Euskera vigente no podía conseguir el quorum necesario desde que en enero de 1999, 12 de sus 20 miembros habían presentado su dimisión al entender que el citado Consejo había perdido sus funciones ya que el Gobierno foral no sólo no tiene en cuenta sus propuestas y solicitudes sino que las elude y, además, actúa en sentido contrario (Ver DIARIO DE NOTICIAS 14-1-2001).

Pueba de ello es que hasta la fecha (172-03) no se ha vuelto a reunir. 22

23 A pesar de todo, el Gobierno de Navarra aprobó el nuevo Decreto Foral el 10 de febrero de 2003.

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Aurkibidea/Índice

Identidad e ideología en Navarra. Los navarrismos en el siglo XX.

0. EL NAVARRISMO, UN OBJETO COMPLEJO DE ESTUDIO

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racias a algunas aportaciones publicadas en los últimos años ha mejorado nuestro conocimiento en relación con el navarrismo, sobre todo en relación con su historia con anterioridad a 1936 y con su evolución política en las últimas décadas1. Con todo, creo que no es desmesurado afirmar que el grado de éxito del navarrismo como práctica política, en especial el de su versión upenista actual, la que corremos el riesgo de percibir como el único navarrismo existente, convive con una excesiva poca atención mostrada por historiadores y sociólogos de cara a desentrañar las claves de aquél. Sobre todo, si tenemos en cuenta que, a poco que ahondemos, el navarrismo es un fenómeno polifacético y complejo. En los apartados que siguen haremos un repaso de las características del navaFERNANDO MIKELARErrismo como proyecto político NA (Bera, 1962), profesor e ideología identitaria, así cotitular de la Universidad de Zaragoza y doctor en Hismo de los diversos navarristoria, es autor de numeromos que pueden constatarse a sas publicaciones sobre temas relacionados con la lo largo del siglo XX. Considehistoria de la población, la historia agraria, la historia ramos necesario retroceder social y la antropología hishasta el primer tercio del siglo tórica de la Navarra de los siglos XVIII, XIX y XX. Es XX a causa de poderse así vacoautor del libro Historia lorar mejor las continuidades y del navarrismo (18411936). Sus relaciones con el rupturas acaecidas en el tema vasquismo (Pamplona, que nos ocupa. 2002).

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1. EL NAVARRISMO: PROYECTO POLÍTICO E IDEOLOGÍA IDENTITARIA Como es sabido, las ideologías identitarias suelen referirse a comunidades imaginadas, a menudo consideradas inherentemente soberanas y por lo general definidas territorialmente, integradas por un colectivo de individuos que se sienten vinculados entre sí en función de factores muy variables (voluntad, territorialidad, historia común, etnicidad, etc. que definen una conciencia social y prepolítica de la diferencia) con la finalidad de ser el basamento de propuestas de dimensiones políticas referidas a aquéllas, interpretadas como sujeto de derechos políticos colectivos. La propuesta de dimensión política del navarrismo es la de interpretar Navarra como un proyecto político diferenciado de otras regiones limítrofes, firmemente engarzado en España y fundamentado en la foralidad, entendida ésta entre 1900 y 1983 según el marco de la Ley de Modificación de Fueros de 1841 y entre 1983 y la actualidad según el marco del Amejoramiento del Fuero. En su esencia, el navarrismo sería un regionalismo reactivo por cuanto participa del proyecto del Estado español y por cuanto el núcleo de sus proyectos se asienta en el rechazo a la unión vasconavarra, es decir, a la articulación de un espacio político-institucional junto con los demás territorios históricos considerados vascos por el nacionalismo vasco.


hermes nº:2 de 12. Identidad e ideología en Navarra. Los navarrismos en el siglo XX. Fernando Mikelarena

Aurkibidea/Índice Además de propugnar un proyecto político, el navarrismo también se articula como ideología identitaria en la medida en que conlleva un mensaje de identidad colectiva y de diferencialidad de los navarros. El navarrismo basa la identidad colectiva y la diferencialidad de los navarros principalmente en dos elementos: en la historia, pero, sobre todo, en la medida en que constituye el eje de su propuesta política, en la foralidad. El pasado de Navarra es recreado míticamente, al igual que sucede con las demás ideologías identitarias, tratando de transmitir un continuum de territorialidad a lo largo del tiempo y reinterpretando la conquista de Navarra a la monarquía hispánica en 1512 y la posterior relación con ella hasta 1841 en términos de pacto entre iguales. Por lo que respecta a la foralidad surgida tras 1841 hasta 1983, actuante como sostén del navarrismo en su propuesta de relación con el Estado, podría decirse que el navarrismo anima a los navarros a sentirse diferentes en relación con otras comunidades autónomas del Estado español, e incluso en cierta medida respecto del propio Estado, en virtud de la pervivencia en Navarra de las instituciones forales. La foralidad conforma a tal ideología identitaria con un carácter “sui generis” en virtud de la naturaleza ciertamente abstracta de aquélla, naturaleza fácilmente comprobable en el hecho empírico de que la mayoría de los navarros, reconociendo que son los fueros nuestro elemento distintivo y de configuración comunitaria, tengan grandes dificultades para definirlos con una precisión mínima. Hay que llamar la atención sobre la circunstancia de que el discurso identitario navarrista sería un caso excepcional dentro del conjunto de los discursos identitarios referidos a comunidades no estatales porque no abundan los ejemplos en que un elemento abstracto como la foralidad sea el núcleo del mensaje. Por lo común, tales elementos nucleares suelen ser de naturaleza lingüística o cultural o religiosa. La fundamentación de la diferencialidad navarra en la foralidad es, a nuestro

juicio, el elemento clave de cara a entender el éxito teórico y práctico del navarrismo por varias razones: a) la foralidad es un elemento diferencial muy cómodo de asumir y de llevar por parte de los ciudadanos navarros por cuanto llega de forma automática y no compromete en ningún sentido ni a ningún esfuerzo; b) hay que remarcar su transversalidad geográfica: la foralidad es válida para toda Navarra, configurando a Navarra como una realidad única que trasciende las diversidades internas; c) es preciso remarcar la capacidad del navarrismo para explotar la indeterminación competencial de la ley de 1841 que favoreció a Navarra a la hora de asumir competencias ya desde el siglo XIX2 y que dio lugar a una administración cercana al ciudadano y competente en muchas cuestiones; d) la utilización del “argumento carlista” en el siglo XIX (es decir, la explotación de que exigencias fiscales e intromisiones en el ámbito competencial por parte del Gobierno central podían conducir a levantamientos carlistas que enarbolaran la bandera de los fueros) y el trato de favor que Navarra ha recibido desde Madrid en el siglo XX para seguir manteniéndose como dique frente al nacionalismo vasco han servido al navarrismo para conseguir un mayor bienestar de la ciudadanía; e) la ratificación del éxito téorico del navarrismo vino de la mano de la incorporación de la foralidad a la Constitución de 1978. En la práctica, el éxito del navarrismo, fundamentado en tales argumentos identitarios, es incontestable. El nacionalismo vasco en Navarra en la Segunda República no sobrepasó el 9 por ciento. En las elecciones posteriores a 1982, las opciones navarristas3 han obtenido el apoyo de más de tres de cada cuatro votantes en la mayoría de las convocatorias, llegando a conseguir en algunas de ellas más del 80 por ciento de los votos. El porcentaje

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Aurkibidea/Índice de votos de las formaciones navarristas en las elecciones ha ido progresivamente en aumento a lo largo del periodo, beneficiándose en especial el navarrismo de derechas. Por otra parte, la marginación de los elementos idiomáticos y culturales del mensaje identitario navarro tiene varias lecturas. Por un lado, parte de la refutación de las tesis del nacionalismo vasco más ortodoxo, es decir, del mensaje identitario rival, de que Navarra sea, desde el punto de vista cultural, exclusivamente vasca, de manera que, para los navarristas, lo vasco es uno de los componentes de lo navarro en cuanto que sólo unas zonas del territorio navarro serían o habrían sido vascas. Con todo, no hay que olvidar que el navarrismo, al subrayar la pluralidad cultural del territorio navarro, lo hace más en sentido negativo que positivo, en cuanto que no ha impulsado un reconocimiento activo y dinámico de los componentes vascos de partes de Navarra. Una segunda lectura apunta a que, precisamente, la marginación de los elementos culturales vascos tiene que ver con la desconfianza del navarrismo acerca del “fomento del euskera y de las ikastolas como factores de extensión de las ideas nacionalistas, y se siente obligado a defender el castellano como lengua nacional española”, lo que “ha llevado a algunos de los navarristas más intransigentes a predicar el rechazo del euskera batua, la lengua unificada por Euskaltzaindia, y a propugnar el cultivo de los «dialectos vascos propios de Navarra»”4. En tercer lugar, la no consideración de la diferencialidad navarra sobre elementos idiomáticos o culturales es otro elemento de salvaguarda de la extensibilidad del navarrismo entre la ciudadanía

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navarra. Apostar por el euskara como elemento de base de la diferencialidad navarra supondría para el navarrismo una pérdida de apoyos en aquellas zonas que contemplan a la lengua vasca como algo ajeno5, toda vez que, además, durante el siglo XX el número de vascohablantes ha sido pequeño6, estando concentrado en áreas rurales hasta 19707. Además, hasta las últimas décadas del siglo XX los vascoparlantes navarros no constituían una comunidad lingüística articulada en el sentido pleno, en el sentido de exigir la satisfacción de sus derechos lingüísticos y de autorreconocerse como comunidad política al identificarse con unas formaciones políticas determinadas de signo nacionalista. Asimismo, no hay que olvidar que, para ser reivindicado de forma plena como elemento identitario, el euskara se enfrentaba con el inconveniente de su no estandarización y de su fragmentación dialectal hasta fechas bien tardías. En este sentido, el navarrismo ha hecho y hace gala de pragmatismo al indicar que el euskara en Navarra es una seña de identidad de segundo orden, siendo lengua propia en exclusiva de las zonas vascófonas de la Montaña, prescindiendo de que en el pasado era lengua mayoritaria en otras zonas de Navarra y de que incluso en la actualidad los datos de matrículas escolares y las encuestas dicen que muchos ciudadanos de las zonas mixta y no vascófona están a favor de su fomento. De cualquier forma, como veremos en el apartado siguiente la problemática derivada de la introducción de los elementos idiomáticos y culturales en los mensajes navarristas, la principal cuestión irresuelta del navarrismo, da pie a hablar de diferentes tendencias dentro de él en su evolución histórica, tanto durante el periodo 1900-1936 como con posterioridad a 1977. Por otra parte, no hay que olvidar que la asunción de esos elementos


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Aurkibidea/Índice ha tenido a lo largo del tiempo una significación completamente diferente. Hasta hace cuarenta años la reivindicación del euskara solía ser puramente retórica de labios de personas, por lo general no vascoparlantes, y convivía con el hecho de que la lengua vasca, al no estar estandarizada y no tener una comunidad lingüística detrás que exigiera sus derechos idiomáticos, no planteaba ninguna fricción en el campo político porque no se planteaba su empleo en la enseñanza o en la administración. Es a partir de que se produzca esa estandarización y de que crecientemente los vascoparlantes y los no vascoparlantes adviertan de su posible uso normalizado en todas las instancias, conformándose los primeros en comunidad que, además, participa en grado elevado de los postulados nacionalistas, que el euskara pierde su categoría de objeto relativamente consensuado y se convierte en elemento de discusión, habiendo quienes desde sectores del navarrismo traten de obstaculizar su desarrollo. De hecho, personalidades, por lo general no euskaldunes, caracterizadas por su navarrismo y su rechazo a la unión vasconavarra se han caracterizado, en especial con anterioridad a la guerra civil, por una profunda vascofilia, si bien, por lo general, de índole retórica. Con posterioridad a 1977, los políticos navarristas, en especial los de derecha, han sido ajenos, salvo contadas excepciones, a aquel vasquismo cultural. Por su parte, también el mundo de la cultura vasca ha permanecido fuera de las tesis navarristas. Llegados a este punto, quizás sería oportuno en este punto reflexionar a modo de interrogante si el creciente abandono del vasquismo cultural por parte de los navarristas no ha surgido sólo de su pragmatismo político o de su visión de que puede ser un instrumento de manipulación por parte de los nacionalistas. Tal y como ha comentado algún político navarrista8, otro elemento actuante ha sido la patrimonialización del vasquismo por parte del nacionalismo, en especial del radical, que es, recordémoslo, el mayoritario en Navarra.

2. LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL NAVARRISMO A pesar de que hoy en día existe una tendencia, entre la opinión pública e incluso entre los expertos9, a identificar el navarrismo con la teoría y la práctica política de UPN, consideramos que ese enfoque no es acertado. Históricamente y en la actualidad, el navarrismo, entendido como la ideología que propugna a Navarra como un proyecto político diferenciado de otras regiones limítrofes, firmemente engarzado en España según el marco de la foralidad y que, por tanto, rechaza la conformación de Esuskal Herria como sujeto político soberano, ha convivido con ideologías conservadoras e ideologías progresistas en lo social. Tal y como quedó apuntado en el apartado anterior, la aceptación en cierta medida de los componentes culturales vascos ha originado diversas tendencias o diversos tipos de navarrismos. Como veremos, en la República esos matices se daban en el interior de la mayoría de los partidos de casi todo el espectro político no nacionalista. En las últimas décadas, se constatan en el PSN, en Izquierda Unida y en el CDN, pero son prácticamente inexistentes en UPN. Hemos considerado también navarristas al PSN, IU (a partir de 1990) y CDN, por creer que sus programas políticos coinciden a grandes rasgos con aquella definición del concepto de navarrismo. 2.1. El navarrismo entre 1900 y 1936

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Entre 1900 y 1923 coexistieron diversas formulaciones de navarrismo. El navarrismo fue, en principio, patrimonio ideológico exclusivo de los liberales de “El Navarro” y de “El Liberal Navarro” de

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Aurkibidea/Índice los años ochenta y noventa del siglo XIX. Ese navarrismo entroncó con las posturas de “El Demócrata Navarro”, órgano de los liberales demócratas entre 1904 y 1913, si bien en este caso añadiéndose un feroz antinacionalismo. Otros liberales, en cambio, como los de “El Pueblo Navarro” se caracterizaron durante la segunda década del siglo XX por un navarrismo no excluyente en la medida en que asumían el vasquismo cultural y en que estaban abiertos a la colaboración con el incipiente nacionalismo vasco. Asimismo, los republicanos y los socialistas se significaron, por lo general, por unos enfoques opuestos a los del nacionalismo vasco. Por su parte, el navarrismo de derechas surge en la coyuntura autonomista de 1917-1918. Hasta entonces, tradicionalistas e integristas habían hecho gala del vasquismo cultural y del fuerismo reintegracionista como argumentos en contra del liberalismo, acompañados en ocasiones de mensajes de simpatía por el nacionalismo vasco. Los conservadores del Diario de Navarra también participaron de aquellas posturas culturalmente provasquistas. Desde principios de los años diez, coincidiendo con la primera expansión del PNV por tierras navarras, de dimensiones ciertamente modestas, todo hay que decirlo, entre la prensa carlista coexistieron los virulentos ataques al nacionalismo vasco, la profesión expresa de españolismo y foralismo y la reivindicación del vasquismo cultural. El proceso autonomista del 19171918 desembocará en la asunción explícita y rotunda de las posiciones cuarentaiunistas por parte de las derechas navarras, en especial de los conservadores y del sector praderista del tradicionalismo, así como en un progresivo alejamiento de esos sectores de las manifes-

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taciones vasquistas. La intervención de Pradera en la Asamblea de Pamplona de 1918 y los comentarios de Raimundo García “Garcilaso”, director del Diario de Navarra, a lo largo de los años 1917 a 1923 en contra del nacionalismo vasco y el socialismo y en defensa del orden social y de la españolidad de Navarra y en los que las alabanzas a Euskal Herria y al euskara se hacen cada vez más excepcionales y tibias, son los ejes de la conformación final de ese navarrismo conservador. La pervivencia entre 1918 y 1931 del poso vasquista en las filas carlistas tomará cuerpo en la línea política mayoritaria del jaimismo, de los “jaimistas nacionalizantes” en expresión de Pradera, que se mantuvo en posturas reintegracionistas y favorables a una interpretación radical de la doctrina social de la iglesia y que en 1921 pactará con los nacionalistas la Alianza Foral. Una de las características más llamativas de las formaciones políticas navarras de la Segunda República es la de que en la mayoría de los partidos no nacionalistas existían diferentes sensibilidades en relación con la cuestión de la configuración de un espacio institucional común con las Provincias Vascongadas. A pesar de que algunas actitudes podían estar motivadas por razones estratégicas, este aspecto hay que remarcarlo en la medida en que tras 1980 en los principales partidos no nacionalistas, PP, UPN y PSN, no se detectarán disensiones de alcance en relación con la consideración de Navarra como proyecto político diferenciado. Entre los tradicionalistas, por ejemplo, durante la coyuntura autonomista de 1931-1932 existían importantes diferencias de pareceres entre sus líderes. Marcelino Oreja y Joaquín Beúnza estaban a favor del Estatuto. Otros, con apoyos entre los integristas y, en general, los


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Aurkibidea/Índice más próximos a Víctor Pradera, en contra. Por su parte, el conde de Rodezno y José Luis Oriol, mostraron sus reticencias, pero no llegaron a manifestar abiertamente su oposición. Así se explica que la Junta Vasco-Navarra de ese partido llegara a conceder, tras una reunión celebrada en Vitoria en mayo de 1932, libertad de voto a sus afiliados con cargos en ayuntamientos. El sector de la derecha no nacionalista que aglutinaba a los católicos independientes no carlistas (que daría lugar en 1933 a Unión Navarra) también mantuvo posturas ambivalentes. Sus dos figuras más destacadas, Rafael Aizpún Santafé, coautor del proyecto de las gestoras, y Miguel Gortari Errea, se manifestaron favorables al Estatuto Vasco, aún cuando remarcaron sus reservas. Con todo, posteriormente, tanto Rafael Aizpún como Unión Navarra, el partido que lideró, se situaron enteramente en la línea del navarrismo político, expresado en la defensa del marco instaurado por la Ley de 1841. Por otra parte, en cuanto a la prensa de la derecha, El Pensamiento Navarro evolucionó de forma similar a como lo hicieron los carlistas, haciéndose eco de la sintonía estatutaria o antiestaturia del partido, según el momento o el influjo de sus dirigentes. Diario de Navarra, por el contrario, siempre se significó por situarse en contra del Estatuto común ya desde la primavera de 1931. Los artículos de opinión del canónigo Hilario Yaben y los editoriales de Raimundo García (“Garcilaso”) y de Eladio Esparza entroncaron con la veta navarrista foral del segundo de ellos (y de Víctor Pradera) surgida en la coyuntura autonomista de 1917-1918. Sus argumentos iban dirigidos una y otra vez en contra de la conformación de un marco institucional común entre Navarra y las Vascongadas y posteriormente a poner obstáculos a la posibilidad de concreción de un Estatuto Navarro uniprovincial.

Con todo, también hay que tener presente que, en términos generales, el vasquismo de algunos sectores de la derecha no nacionalista de los años 1931 y 1932 disminuyó en los años siguientes, a la vez que fue creciendo el discurso foralista españolista tanto en elaboración (ahí están los ejemplos de las obras de Eladio Esparza y Solana12) como en simbología13, capacidad de asimilación y socialización14 y audiencia en la práctica. Las formaciones políticas republicanas también se caracterizaron por la diversidad de puntos de vista acerca de la materia autonómica. Entre las filas del Partido Republicano Radical Socialista convivían sectores contrarios al estatuto vasco, como los representados por Luis Soriano en Tudela, por Azarola, alcalde de Santesteban, o por la mayoría de la Agrupación de Pamplona del partido, con otros proautonomistas como los encabezados por diversos concejales pamploneses que terminaron por abandonar la militancia a causa de discrepar de la línea mayoritaria. En cambio, Acción Republicana fue una formación política republicana en la que sus líderes (Mariano Ansó, David Jaime) hicieron múltiples gestiones a favor del estatuto común. Entre los republicanos estatutistas sobresalió Rufino García Larrache por sus desvelos por vencer las reticencias de las izquierdas de la Ribera, materializadas en el articulado del Estatuto de 1932 que recogía las peculiaridades de todo tipo de esa zona, así como reivindicaciones agraristas de signo progresista. También algunos sectores y líderes del PSOE navarro se mostraron favorables al estatuto común, discrepando de la opinión mayoritaria, entre ellos Constantino Salinas o Salvador Goñi. De hecho, es sintomático que el 12 de mayo de 1932, la agrupación de Pamplona rechazara el Estatuto con sólo dos votos en contra. Con todo, hay que señalar asimismo que, al igual que sucedió en la derecha, en la izquierda también hubo

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Aurkibidea/Índice una evolución en lo que se refiere al estatuto común ya que en 1936, tras perder republicanos y socialistas el poder provincial, impulsaron la incorporación de Navarra al estatuto vasconavarro con el fin, según su argumentación, de debilitar el dominio de la derecha. Precisamente, el hecho de que no progresara la opción del estatuto uniprovincial sirve como indicador de la medida auténtica del navarrismo de derechas durante la Segunda República. En relación con esto, hay que hablar de las características del Estatuto Navarro diseñado por las Gestoras Provinciales. El Estatuto Navarro era idéntico al vasconavarro, pero obviamente limitado a Navarra, residiendo consecuentemente el poder legislativo en las Cortes navarras y el ejecutivo en la Diputación. Respecto al euskara, tenía el mismo tratamiento que en el vasconavarro. Y lo mismo sucedía con el cupo de 1927. Por último, se reconocía la posibilidad de unión de Navarra al Estado Vasco-Navarro. Con tales características, el navarrismo de derechas tenía la oportunidad que, por diversas razones no aprovechó, de configurar un nuevo marco de autogobierno en positivo para Navarra, que iba más allá del marco competencial dispuesto por la Ley Paccionada de 1841 y que, además, le permitiría controlar los resortes del poder provincial, dado que contaba con el apoyo del 70 por ciento del electorado. 2.2. El navarrismo entre 1977 y 2003 Las notas características del navarrismo durante los últimos años setenta y primeros años ochenta son muy diferentes a las de la Segunda República debido a que el contexto es muy distinto y distintas también las actuaciones a resolver. En primer lugar, en virtud del giro navarrista del PSN en 1979, que huye del vasquismo político de los años anteriores en el que se había sumergido por varias

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razones durante el franquismo, los socialistas y la derecha navarrista acometen el desarrollo de una comunidad autónoma diferenciada en el marco de la adecuación de la foralidad a la organización autonómica surgida de la Constitución de 1978, no debatiéndose por lo tanto Estatuto común alguno con las Provincias Vascongadas. Como es obvio, el desarrollo de una comunidad autónoma ha obligado a esas fuerzas navarristas a enfrentarse con la pluralidad sociocultural navarra y a impulsar políticas acorde con la misma. En segundo lugar, ni en el PSN ni en la derecha navarrista han habido desde 1979 sectores partidarios significativos de un estatuto común o de una integración de Navarra en una Comunidad única junto con los territorios que actualmente componen la Comunidad Autónoma Vasca, posibilidad ésta legalmente abierta por la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución. Esto hace que el debate sobre la asunción de los elementos culturales e idiomáticos vascos en el seno de esas fuerzas políticas, así como entre ellas y con los nacionalistas, deba realizarse en la práctica política cotidiana relativa a aspectos educativos y de política lingüística de la propia comunidad foral navarra y no, en cambio, desde enfoques ligados a la construcción o no de entidades políticas vasconavarras. Ese debate relacionado con la aceptación por parte de la administración de aspectos ligados al desarrollo de la lengua vasca ha dado lugar a posiciones navarristas más o menos excluyentes o más o menos integradoras, según el momento, como líneas políticas matrices de la derecha navarrista y del PSN. En tercer lugar, la actividad política del navarrismo se ha desarrollado en un contexto marcado por la actividad terrorista de ETA y el hecho de que el sector mayoritario del nacionalismo en Navarra sea el radical, lo que, a su vez, a nuestro


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Aurkibidea/Índice juicio han creado condicionantes de peso para la expansión del nacionalismo y para su confrontación con aquél. Por otra parte, la ideología navarrista registró una actualización a finales de los años setenta en consonancia con la configuración autonómica del Estado. 2.3.1. El navarrismo de derechas de UPN-PP. En el navarrismo de derechas, concretado en la acción de diversos partidos, de los que los más destacados han sido la UCD hasta 1982 y UPN y PP, fusionados en la práctica éstos últimos desde 1991, las aportaciones principales fueron las de Jaime Ignacio Del Burgo quien desde los años sesenta confeccionará “un programa de reforma del régimen foral dentro de las coordenadas del fuerismo cuarentaiunista” que “en lo sustancial recoge las ideas de Pradera y Esparza, aunque las aligera de integrismo religioso y de tradicionalismo corporativo” que ya no son adecuadas para una sociedad que está transitando a gran velocidad hacia la modernidad15. Del Burgo será quien diseñará el engarce del navarrismo foral con la organización del Estado autonómico mediante la vía del “Amejoramiento del Fuero”. El programa de este nuevo navarrismo de derechas se explicitó en 1980, refiriéndose al proyecto político diferenciado navarro, basado en la foralidad pactada durante la Edad Moderna y Contemporánea con el Estado y en la readecuación de la misma al marco autonómico conformado en la Constitución de 197816. En la esfera de lo cultural el navarrismo reivindica la existencia “de una unidad histórica y espiritual de España que se sobrepone a cualquier intento de separación”17. Otros autores importantes en la readecuación del navarrismo de derechas a los nuevos tiempos, en el plano teórico y práctico, en la arena política y en el de-

bate en los medios, son Jesús Aizpun, fundador de UPN al mostrarse en desacuerdo con UCD por la Disposición Transitoria Cuarta, y José Javier Uranga, director del Diario de Navarra desde 1962, el periódico, con diferencia, de mayor tirada y lectura. Quizás la nota más distintiva del navarrismo de derechas posterior a 1977 ha sido su profundo antinacionalismo vasco que ha llevado consigo en el plano político la imposibilidad de alianzas entre las formaciones políticas situadas en esas coordenadas y el nacionalismo moderado. De hecho, el único intento de comunicación política entre esas fuerzas fue el apoyo pactado entre la dirección del PNV y AP al candidato de este partido al Gobierno de Navarra en 1984 y se saldó con la práctica desaparición del primer partido en suelo navarro. Eso supone una total ruptura con la política de alianzas mantenida entre el nacionalismo vasco y el bloque de derechas en el primer bienio republicano y, a la vez, incita a que nos interroguemos sobre las razones de fondo por las que la derecha españolista vasconavarra nunca ha desarrollado la posibilidad de contemplar un escenario que reuniera las cuatro provincias y en el que, tanto en la República como en los decenios finales del siglo XX, tendría un protagonismo acentuado. Por su parte, el antinacionalismo político del navarrismo de derechas ha dado lugar durante las décadas finales del siglo XX a un desapego con respecto al euskara que rompe con los moldes de la preguerra, de forma que han desaparecido los navarristas que, como Eladio Esparza, Víctor Pradera o el Conde de Rodezno, antes de la guerra civil, incluso en los años siguientes, proclamaban la pertenencia de Navarra a una comunidad cultural vasca18.

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Aurkibidea/Índice Si en los primeros años noventa, con la presencia de Juan Cruz Alli, el gobierno de UPN aceptó el proceso de normalización de la lengua vasca según los parámetros de la Ley del Euskara de 1986, ley que no fue apoyada por el navarrismo de derechas en su momento, en la segunda mitad de la década y en los años iniciales del siglo XXI, el gobierno de Miguel Sanz se ha caracterizado por una ofensiva desmedida contra los elementos idiomáticos y culturales vascos. Esa es una respuesta reactiva al reto nacionalista que plantea el Pacto de Lizarra-Garazi y al terrorismo de ETA, respuesta espoleada por el fracaso durante la segunda mitad de los noventa de la alternativa de CDN, partido que cosechó un importante éxito en su primera aparición en 1995 para después desinflarse progresivamente.19 Las actuaciones en contra de la lengua y de la cultura vasca de los gobiernos de UPN, progresivamente más radicales, constituyen el último episodio de la evolución ideológica de la derecha navarrista, evolución hecha a base de impulsos reactivos frente al nacionalismo. No hay que más que recordar el nacimiento de ese navarrismo de derechas en la coyuntura autonomista de 1917-1918, su desarrollo durante la Segunda República en paralelo al debate sobre el estatuto vasconavarro y su reformulación en la Transición con la campaña en contra de la integración en Euskadi. Ahora bien, creo que puede pensarse que la radicalidad de esas actuaciones está incentivada por la victoria de UPN frente a las tesis de Alli. Esa victoria ha demostrado la escasa operatividad de los intentos de formulación de un navarrismo no excluyente que apueste inequívocamente por la posibilidad de identidades duales. De cualquier forma, la derrota del Allismo no se ha escenificado tan sólo en el transcurso de los años 1995-2003. Des-

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de nuestro punto de vista, estaba en germen ya desde el mismo año 1995, podía advertirse ya en los resultados de las elecciones autonómicas de aquel año analizados desde un enfoque comarcal. La recepción del navarrismo no excluyente de Alli sólo se dio en la Montaña, en Pamplona y en las dos Cuencas Prepirenaicas.20 Pueden juzgarse las limitaciones del CDN como las limitaciones de un mensaje complejo que pretenda abarcar y reivindicar la pluralidad interna navarra. 2.3.2. El navarrismo de izquierdas La configuración del navarrismo de izquierda21 encarnado por el PSN a partir de 1979, tras un coqueteo con el vasquismo político en los años setenta, fruto de la confluencia con los nacionalistas vascos en la lucha antifranquista, fue resultado de la labor teórica de Víctor Manuel Arbeloa y de un enfoque pragmático fundamentado en la realidad del electorado.22 De cualquier forma, creo que es equivocado interpretar al navarrismo de izquierda del PSN durante los años 80 como un navarrismo excluyente. A pesar de sus posibles limitaciones para algunos sectores, la promulgación de la Ley del Euskera en 1986, impulsada por el gobierno socialista de entonces, constituyó un hito histórico en lo relativo a la incorporación institucionalizada de la lengua vasca en la enseñanza, en la administración y en el ámbito de lo simbólico. También como resultado de aquella ley se pusieron las bases de una política lingüística que, guste más o menos, ha vehiculizado las relaciones entre administración y lengua en los diferentes gobiernos habidos desde entonces, algunos aceptándolo con relativamente mayor intensidad que otros. Por otra parte, a la hora de valorar las actuaciones del PSN en lo tocante al euskara o a las relaciones con la CAV


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Aurkibidea/Índice siempre hay que tener en cuenta la actitud en todo momento vigilante del navarrismo de derechas, tanto en la arena política como en la prensa. Las posturas integradoras del PSN referidas a aquellas cuestiones en los ochenta o en la breve experiencia del gobierno tripartito en 1995-1996 siempre han sido atacadas desde la derecha y desde el Diario de Navarra, teniendo esos ataques, al menos en los años noventa, una considerable capacidad de crear turbulencias y confrontaciones en las filas socialistas. Un ejemplo de ello fue la voladura controlada del gobierno tripartito y de la dirección socialista en 1996 con motivo del “Órgano Permanente de Encuentro”, un organismo éste que, según recuerda Izu23, era planteado en el PSN desde principios de los años ochenta, pero que nunca había sido llevado a la práctica. En los años noventa el gobierno tripartito conformado por PSN, CDN y EA pudo haber normalizado la incorporación de los elementos culturales vascos y haber dado lugar a un navarrismo no excluyente que integrara, además, en la acción de gobierno al nacionalismo moderado. El fracaso traumático de aquella opción dio lugar a unas estrategias erráticas en el socialismo navarro. Hasta hace un año el PSN ha esgrimido unas posturas navarristas excluyentes de apoyo total al gobierno de UPN e incluso de impulso de las medidas antieuskéricas de éste. Esa estrategia ha sido seguida por diversas direcciones del PSN, incluso por la actual, y se radicalizó por el ambiente de confrontación entre el PP y el nacionalismo vasco surgido tras el Pacto de Estella y por la violencia ejercida por ETA y la lucha callejera contra po-

líticos no nacionalistas, especialmente socialistas. Desde hace un año, como resultado de la valoración de un hipotético trasvase de votos del electorado de Herri Batasuna hacia partidos nacionalistas que condenan la violencia de ETA que le permitirían encabezar un gobierno de coalición, el PSN parece regresar a posturas de una mayor conciliación, aunque no en exceso, en relación con la lengua vasca. Sea como sea, no hay que olvidar que desde los años de LizarraGarazi han sido teóricos procedentes de las filas socialistas (como Arbeloa, Arteta o Zabala Urra) los que han mostrado mayor beligerancia contra el euskara y el nacionalismo en las páginas del Diario de Navarra, proporcionando argumentos a las actuaciones del gobierno de UPN o legitimándolas.

NOTAS Ángel García-Sanz Marcotegui, Iñaki Iriarte López y Fernando Mikelarena Peña, Historia del Navarrismo (1841-1936). Sus relaciones con el vasquismo. Pamplona, Universidad Pública de Navarra, 2002; Miguel Izu Belloso, Navarra como problema. Nación y nacionalismo en Navarra, Madrid, Biblioteca Nueva, 2001. 2 María Sagrario Martínez Beloqui, Navarra, el Estado y la Ley de Modificación de Fueros de 1841, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1999, pp. 68-71 y 351-353; José Antonio Razquin Lizarraga, Fundamentos jurídicos del Amejoramiento del Fuero. Derechos Históricos y Régimen Foral de Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1989, pp. 168-172. 3 De acuerdo con nuestra definición de navarrismo, hemos considerado como opciones navarristas a aquellas formaciones políticas de derecha e izquierda en cuyos programas electorales se propugna a Navarra como un proyecto político diferenciado de otras regiones limítrofes, firmemente engarzado en España según el marco del Amejoramiento del Fuero de 1983 y que, por tanto, 1

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Aurkibidea/Índice discrepan de la conformación de un sujeto político soberano que aglutine a los territorios considerados vascos por el nacionalismo vasco. Así pues, además de a los partidos de derecha navarrista, considerados tradicionalmente como el navarrismo por excelencia, incluyo también como navarristas a formaciones de izquierda como el PSN. Con arreglo a los comentarios de Izu (op. cit., 332-333) sobre las posturas políticamente vasquistas del PCE en los años ochenta y las resoluciones tomadas en la II y III Asambleas de IU de 1990 y 1992, he considerado como navarrista de izquierdas también a IU a partir de 1990. Sobre el CDN, a nuestro juicio, el programa “nacionalista navarro, pero no soberanista” del partido de Alli también sería, al igual que los del PSN e IU, otra modalidad de navarrismo, diferente en diversos aspectos del de UPN, pero similar en su esencia en lo que se refiere a la articulación de Navarra con el Estado y con el proyecto nacionalista vasco. En otro apartado del texto volveremos sobre esta cuestión. 4 Miguel Izu, op. cit., p. 302. 5 El voto nacionalista se sitúa en porcentajes de 50-60 por ciento en la Navarra vascoparlante, en proporciones de entre el 18 y el 25 por ciento en la Navarra que durante la Edad Moderna fue vascoparlante (Cuencas Prepirenaicas y Zona Media) y en porcentajes inferiores al 10 por ciento en la Ribera donde el euskara nunca ha sido lengua de uso social extendido. 6 El número de vascoparlantes en Navarra era de unos 90.000 en 1863 (el 30 por ciento de la población total) y de unos 61.000 en 1936 (el 17 por ciento de la población total). En 1991 los vascohablantes eran unos 51.000 (el 10 por ciento de la población total). Cfr. Xavier Erize Etxegarai, Vascohablantes y castellanohablantes en la historia del euskera en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1999, p. 88. 7 Durante la primera mitad del siglo XX la mayoría de los vascoparlantes se concentraban en los valles del noroeste. Hoy en día la situación es distinta. En 1991 mientras el 47 por ciento de los vascoparlantes navarros habitaba en la Zona Vascófona, en especial en aquellos valles, otro 47 por ciento reside en la Zona Mixta, sobre todo en Pamplona y su Cuenca. El 7 por ciento restante reside en la Zona No Vascófona. La población vascoparlante constituye el 73 por ciento de total de la población en la Zona Vascófona, el 14,6 en la Zona Mixta y el 2,8 en la Zona No Vascófona. Cfr. F. Zabaleta Zabaleta, Mapa Sociolingüístico de Navarra 1991. Dinámica y evolución de la ponlación vascófona, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1997, p. 291 8 Por ejemplo, Juan Cruz Alli en las conversaciones mantenidas con Iñaki Petxarromán en Iñaki Petxarromán, Nafarroa: iragana eta geroa, Tafalla, Txalaparta, 2000, pp. 154-155 9 Por ejemplo, en el libro de Miguel Izu se circunscribe el navarrismo al navarrismo de derechas, reservándose al PSN y a IU un espacio pro-

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pio entre las posiciones críticas frente al nacionalismo vasco y al nacionalismo español concretado en el navarrismo de derechas. Igualmente, se otorga al CDN otro capítulo separado titulado “El nacionalismo navarro”. 10 Todo este apartado se fundamenta en Ángel García-Sanz Marcotegui, Iñaki Iriarte López y Fernando Mikelarena, op. cit., pp. 141-167 y 181309. 11 Eladio Esparza, Discurso sobre el Fuero de Navarra, Pamplona, Ediciones Príncipe de Viana, 1935; Eladio Esparza, Pequeña historia del Reino de Navarra, Madrid, Ediciones Españolas, 1940. 12 Marcial Solana, Tradicionalismo igual a Navarrismo, Pamplona, 1934, 13 Los componentes españolistas y el carácter reaccionario del navarrismo foral de derechas fueron acompañados de un mensaje que mezclaba elementos del viejo tradicionalismo español de Donoso Cortés y Menéndez y Pelayo con otros del autoritarismo fascista o parafascista europeo de los años veinte y treinta por el que Navarra y su hombre agrario aparecían como “la nueva Covadonga que devolverían a España a su destino original” de país católico (Javier Ugarte Tellería, La nueva Covadonga insurgente, Madrid, Biblioteca Nueva, 1998, p. 231. 14 Todos esos mensajes fueron socializados entre la población navarra durante la coyuntura republicana gracias al caldo de cultivo que suministraba el carlismo, como fuerza intensamente movilizadora y con una densa capacidad de penetración en el territorio 15 Miguel Izu, op. cit., pp. 275-276. 16 Jaime Ignacio Del Burgo, La alternativa foral, Pamplona, 1980. 17 Miguel Izu, op. cit., p. 287. 18 Miguel Izu, op. cit., 274-275. 19 De conseguir el apoyo de unos 55.000 votantes, el 18,5 por ciento del electorado en las elecciones autonómicas de 1995, el CDN pasó a algo menos de 21.000 en las de 1999, el 6,9 por ciento del total. En las elecciones generales de 1996 consiguió 17.000 votos, un 5,3 por ciento del total y en las del 2000 su cuota no llegó al 3 por ciento. 20 Esa misma debilidad de penetración de los mensajes que reivindiquen la pluralidad y la complejidad internas de Navarra se da en el caso de los medios de comunicación. Diario de Noticias, por ejemplo, vende mucho menos en términos relativos en la Ribera que en las demás zonas. 21 Precisamente, éste es el concepto que Juan José Lizarbe pretende difundir como uno de los ejes centrales de su propuesta electoral en su libro Mi compromiso con Navarra, Madrid, Fundación Ramón Rubial, 2003. 22 Miguel Izu, op. cit., 324-325. 23 Miguel Izu, op. cit., pp. 324-325.


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JAVIER BALDA BERASTEGUI Pamplona-Iruña, 1958 Exposiciones individuales: 1998 ARCO. Stand Galería Altxerri. Madrid. Galería Altxerri. San Sebastián. Galería Salvador Díaz. Madrid.Area dos. Sala Rekalde. Bilbao. 2001 Galeria Altxerri. San Sebastián. Suite siete toros. Galería Moisés Pérez de Albéniz. Pamplona. Pinturas. Galería Moisés Pérez de Albéniz. Pamplona. Exposiciones colectivas: 2000 Four Artists from the Basque Region of Spain. California State University, Chico. FOUR PAINTERS, FOUR VISIONS. Sheppard Gallery, University of Nevada, Reno. Basque Art Exhibit in the U.S. Visual Arts Center, Boise State University. FOUR PAINTERS, FOUR VISIONS. Prichard Art Gallery, University of Idaho, Moscow. 2002 ARCO. Stand Galería Moisés Pérez de Albéniz. Madrid. ABSTRACCIONES. Sala de Armas, Ciudadela de Pamplona. Pamplona. ABSTRACCIONES. Le Carré, Musée Bonnat. Bayonne. III Trienal de Arte Gráfico. La estampa contemporánea. Centro cultural CAJASTUR, Palacio Revillagigedo. Gijón. La Realidad y el Deseo. Homenaje a Luis Cernuda. Galería Opera. Sitges. BASQUE ABSTRACTION. Instituto Cervantes. Chicago. 2003 ARCO. Stand Galería Moisés Pérez de Albéniz. Madrid. 20 AÑOS Galería Altxerri. San Sebastián. LA CIUDAD RECREADA - HIRI BIRSORTUA. Sala conde de rodezno. Pamplona. LA CIUDAD COLLAGE. Ciudadela.Ayuntamiento de Pamplona EN CONSTRUCCIÓN. Exponer / Exponerse. Depósito de Aguas,Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.


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Economía navarra. Presente y futuro.

DATOS BÁSICOS.INTRODUCCIÓN Navarra Territorio

Comunidad Autónoma del País Vasco 2

2

10.520 km

7.100 km

Población 556.000 habs. Densidad

2

53,5 hab/km

2.100.000 habs. 2

300 hab/km

Navarra dispone de un amplio territorio, un 50% superior al de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV), muy poco poblado, con algo más de la cuarta parte de población que la CAPV, y una densidad casi seis veces menor que ésta. Estos parámetros indican que el territorio foral es un espacio eminentemente rural, repartido en 272 municipios y unos 800 núcleos de población. Sin embargo, Navarra en lo que se refiere a su actividad económica se cataloga como una región industrial, muy vinculada a la industria de la automoción. El primer rasgo definitorio de la Comunidad Foral será un territorio poco poblado, rural, que tiene un alto compoPATXI TUÑÓN SAN nente de economía industrial. MARTÍN, Licenciado en Ciencias Económicas y DeEl origen de esta indusrecho por la Universidad trialización se remonta a los de Deusto. Ha desarrollado su actividad profesional en años sesenta con la aprobación el campo de la asesoría y del Programa de Promoción Inconsultoría empresarial, así como en el sector público, dustrial (PPI), que aprovechó el Presidente de la Cámara de régimen foral tributario de NaComptos años 1992-1997. Actualmente es socio-divarra para atraer todo tipo de rector de la empresa Tuñón industrias. Como nombres ilusAsociados S.L. tres promotores del cambio fi-

guran Huarte y Urmeneta. El éxito del Plan posibilitó una industria inducida, no autóctona. La sociedad en pocos años pasó de una sociedad rural a una sociedad industrial, sin el tránsito necesario de una burguesía que produjera esta transformación tan acelerada. Hoy Navarra presume de una clase ejecutiva preparada, de primer orden donde confluyen culturas de dirección empresarial de varios continentes por la internacionalización de las empresas ubicadas en la Comunidad. En conjunto el cambio de modelo producido en los años sesenta desde la óptica actual, en los inicios del siglo XXI, casi cincuenta años después, puede evaluarse como positivo. Las referencias e indicadores económicos y de bienestar nos sitúan siempre por encima de la media del Estado Español, en parámetros europeos, con una población que manifiesta un alto grado de autosatisfacción y autocomplacencia. Desde esta visión se plantea nuestro futuro. CARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA NAVARRA La estructura productiva de Navarra nos indica: NAVARRA

ESPAÑA

VAB

Empleo

VAB

Empleo

Agricultura

3,9

4,7

4,1

7,5

Industria

33,0

32,9

20,5

19,2

Construcción

8,1

10,1

9,5

10,6

Servicios

55,1

52,3

65,8

62,7

TOTAL

100

100

100

100

Fuente: INE, FUNCAS. 36


hermes nº:2 de 6. Economía navarra.Presente y futuro. Patxi Tuñon

Aurkibidea/Índice • Un mayor peso del sector industrial, 12,5 puntos por encima de la media estatal. • Un menor peso del sector servicios, 10,7 puntos por debajo de la media estatal. Sector primario. El sector primario ha sido el sector básico y tradicional de la economía navarra. Un sector que actualmente sólo aporta el 4% del VAB de la Comunidad, pero que sigue teniendo un carácter estratégico para el futuro de Navarra. Son varias razones las que avalan este juicio. - La agricultura, la ganadería y el sector forestal siguen siendo una importante fuente de riqueza en determinadas zonas de Navarra, principalmente en el Pirineo navarro y en la Ribera Alta. - La calidad de los productos de la huerta, que ha dado paso a una importante industria agroalimentaria. - La calidad de la ganadería, que ha potenciado determinadas denominaciones de origen. - Los agricultores y ganaderos mantienen el rico y variado paisaje, uno de los elementos más atractivos de la marca "Navarra". - La apuesta por el Canal de Navarra, una incógnita por despejar, que debe propiciar el regadío de casi 58.000 hectáreas del campo navarro. Ganadería de calidad en el Pirineo, cultivos cerealistas y forrajeros, girasol, colza y vid en la zona media, vid y huerta en la Ribera; productos de calidad con varias denominaciones de origen de reconocido prestigio: Idiazábal, Roncal, Espárragos de Navarra, Pimientos del Piquillo, Vino de Navarra, Ternera de Navarra, pacharán; más de 300.000 hectáreas cultivadas, con 40.000 explotaciones de cereales, viñedos, frutas y hortalizas, una industria agroalimentaria relevante; y la apuesta por poner en regadío 58.000 hectáreas en el conjunto de Navarra. En cualquier caso el sector primario depende de las políticas europeas. En el año 2000, el 22% de las rentas agrarias navarras provinieron de las subvenciones europeas, el doble que diez años antes.

El futuro pasa por despejar las incertidumbres de las políticas europeas. Industria. La Comunidad Foral es la región más industrializada del Estado. La actividad industrial se concentra en pocas ramas: Automóvil, alimentación, metalurgia y material de transporte (construcción de maquinaria y equipos mecánicos). Estos cuatro sectores representan el 60% del total de la industria navarra. Predominan las Pymes, pero la introducción de la inversión extranjera es muy significativa en las empresas de tamaño medio y grande. En el año 2002 había 130 empresas con capital multinacional. Estas empresas han contribuido a la dinamización y modernización de la industria, así como a la capacidad exportadora de la Comunidad. De las más de 2.700 empresas industriales censadas por la Cámara Navarra de Comercio e Industria, más del 50% tienen menos de 5 trabajadores. Solamente 8 empresas tienen más de 500 trabajadores. Las empresas con capital extranjero se concentran en los sectores de automoción y alimentación y corresponden mayoritariamente a capital de Alemania y Francia. La mitad de los empleos de la industria navarra depende de las multinacionales. Año 2001. 2.739 empresas industriales Empresas (%)

Trabajadores

1-5

54,0%

5,4

6-50

37,8%

28,6

51-100

3,9%

12,0

101-500

4,0%

35,3

+ de 500

0,3%

18,7

Fuente: Elaboración propia a partir del Censo Industrial de la Cámara de Comercio e Industria de Navarra.

Por sectores en Navarra tiene una planta Aceralia grupo Acelor, primer productor mundial de acero. El sector agroalimentario supone más del 15% del empleo industrial, un 5%

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hermes nº:3 de 6. Economía navarra.Presente y futuro. Patxi Tuñon

Aurkibidea/Índice del empleo navarro, y ocupa a casi 10.000 personas, con una media de 16 trabajadores. La automoción es el sector industrial más importante, con una tercera parte del total de la producción industrial. Espacialmente la industria se concentra en los ejes Pamplona-Alsasua; Pamplona-Tudela; Ribera del Ebro; y Cinco Villas y Leizarán. Responde a unas características de industria tradicional, con capacidad de innovación y modernización, pero Navarra adolece, tiene un bajo índice de empresas de alta tecnología, relacionadas con las telecomunicaciones e Investigación y Desarrollo. Construcción Este sector se sitúa ligeramente por debajo de participación en el VAB de Navarra que la media del Estado. En cualquier caso es un sector con fuerte dinamismo y desarrollo. La vivienda alcanza uno de los precios más altos del Estado Español, con un elevado precio del suelo. Se configura como un factor especulativo, que necesita la intervención de las políticas públicas. Algunos proyectos de inversiones públicas pueden contribuir al mantenimiento de las obras públicas: Autovía Logroño, Jaca, Medinaceli; el Canal de Navarra; la construcción del T.A.V.; y el Palacio de Congresos que se inaugurará en el año 2003. Servicios Este sector se caracteriza por su estabilidad y crecimiento sostenido. El crecimiento de los servicios es propio de las economías desarrolladas, propiciado por el peso del sector público, una mayor externalización de actividades de las empresas industriales y una creciente demanda de servicios de los ciudadanos. En el año 2001, el 40% del empleo sectorial depende de los servicios públicos y sociales. Navarra no ha dado el paso definitivo a una economía de servicios. A pesar de la alta dotación de equipamientos y

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servicios que ha promocionado a Navarra como una Comunidad con un alto grado de bienestar y calidad de vida, la existencia de dos Universidades con más de 22.000 alumnos, el sector servicios sigue siendo un tema pendiente. El poco desarrollo del sector turístico y de ocio explica en parte esta realidad, aunque no del todo. Desde la poca consideración de este sector por la Administración y la falta de un planteamiento estratégico, como corresponde a las sociedades post-industriales, en Navarra se está dando un crecimiento de este sector: servicios a empresas, servicios públicos, comercio y hostelería, Internet/nuevas tecnologías, empresas de informática y telecomunicaciones. Se señalan algunos parámetros referenciales de la economía navarra. - Valor añadido bruto por habitante: 25,7% por encima de la media estatal. - PIB por habitante: 26% por encima de la media estatal. - Cuarta comunidad del Estado español en PIB per cápita. - Tercera comunidad del Estado español en renta familiar. - Renta per cápita superior a la media de las regiones de la Unión Europea. - La economía navarra es un 15% más productiva que la estatal. - Productividad global más alta que el Estado. - Los costes laborales son un 13% más altos que la media estatal, la tercera comunidad en costes salariales más altos del Estado español. - Navarra se sitúa a la cabeza en el mejor índice de bienestar del Estado español, junto con Madrid y Cataluña. POBLACIÓN Y DESEQUILIBRIO TERRITORIAL El modelo de desarrollo ha originado fuertes desequilibrios territoriales concentrándose la población en Pamplona y su comarca y, en menor medida, en la Ribera y el eje del Ebro. Pamplona y comarca concentran casi el 53% de la población de la Comunidad y junto a la Ribera absorben el 72% de la población. Mientras tanto, el Pirineo se es-


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Aurkibidea/Índice tá despoblado de forma preocupante. El 63% de la población reside en municipios con más de 5.000 habitantes. La evolución de la población, según el último Censo de Población de 2001, refuerza esta tendencia. Se ha producido un aumento de la población en los últimos cinco años, concentrada en las ciudades, comarca de Pamplona el 11,1% y en la Ribera el 3,1%. En contraposición se da un retroceso en el Pirineo y Noroeste, con un descenso del 3,6%, mientras se mantiene estable en Tierra Estella y Navarra Media Oriental. La inmigración ha surgido con fuerza. Son ya 36.000 personas censadas nacidas fuera de las fronteras españolas, lo que ha revitalizado los datos poblacionales de la Comunidad Foral. Sólo en 34 municipios no vive ningún extranjero. El caso más llamativo es Tudela, en donde de los 3.000 nuevos habitantes de la ciudad respecto a 1996, más de 2.700 son extranjeros. Corregir estos desequilibrios territoriales e integrar a la población inmigrante son dos retos importantes en el futuro de Navarra. EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA NAVARRA Los índices de crecimiento del PIB y el empleo demuestran cierta fortaleza de la economía navarra, si bien se dan signos de desaceleración en los años 2001 y 2002. Lógicamente la evolución de la economía internacional y española afecta directamente a nuestra economía, dependiente y con reducida dimensión. Tasa variación anual. 1997

1998

1999

2000

2001

PIB

3,8

5,6

3,4

4,4

2,8

Empleo

5,9

1,2

0,9

5,6

2,2

En el año 2002 el Valor Añadido Bruto de la Comunidad se incrementó un 2,8%, ocho décimas por encima del incremento estatal. El balance más positivo de la economía navarra en 2002 se ha producido en la actividad industrial.

Igualmente han crecido los otros sectores, pero se ha producido cierta desaceleración en la rama de la construcción y una ralentización en el sector servicios. La tasa de paro, en el cuarto trimestre del 2002, según la Encuesta de Población Activa, era del 5,2%, una de las más bajas del Estado español y menos de la mitad que la media española. Las exportaciones navarras han crecido el 1% en el año 2002 respecto al 2001, gracias al buen comportamiento de éstas en el último trimestre del año. ALGUNOS DATOS SOBRE EL SECTOR PÚBLICO El sector público de la Administración Foral ocupa a más de 25.000 personas, unas 18.000 pertenecientes a la Administración de la Comunidad Foral y 7.000 a los Entes locales. Es la segunda comunidad del Estado español con mayor peso del sector público y del empleo en su economía. La Administración de la Comunidad Foral la conforman la Administración General en 10 departamentos y la Administración Institucional, con 9 órganos autónomos, 28 sociedades públicas, 6 fundaciones públicas y 3 entres públicos. A partir del año 1990, con la firma del Convenio Económico, Navarra tuvo que endeudarse de forma importante para cubrir los déficits presupuestarios. Esta situación se estabilizó en la segunda mitad de esa década y ha retrocedido en los últimos años. Actualmente supone algo más del 5% del PIB. El Convenio Económico, a semejanza del Concierto Económico de la Comunidad Autónoma del País Vasco, es la norma que regula las relaciones tributarias y financieras entre Navarra y el Estado, determinando la capacidad de ingresos y gastos de la Comunidad Foral. Mediante el procedimiento paccionado, el convenio establece las normas para la fijación de Navarra a las cargas generales del Estado. El primer quinquenio de vigencia del Convenio correspondió a los años 1990-1994 y se actualiza cada cinco años.

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Aurkibidea/Índice Finalmente, a modo de sumario, se presentan las incertidumbres y los principales retos y propuestas del futuro de Navarra. INCERTIDUMBRES - Alta dependencia del sector de la automoción. - Indice elevado del IPC, con una serie de mecanismos inflacionistas sin controlar. - Disponibilidad de recursos de la Hacienda Foral para el mantenimiento futuro del Estado de Bienestar. - Falta de empresas innovadoras y de alta tecnología. - Dificultades presupuestarias para acometer obras de inversión en infraestructuras. Necesidad de acudir a su financiación mediante técnicas extrapresupuestarias. - Acomodarse a los cambios producidos por la llegada de inmigrantes. - Poca transparencia y falta de democratización de la Caja de Ahorros de Navarra. RETOS Y PROPUESTAS Reequilibrio territorial - Plan de infraestructuras básicas: accesos, abastecimiento y saneamiento, residuos sólidos urbanos, telecomunicaciones. - Plan de equipamientos y servicios: educación, sanidad, comercio. - Planes generadores de empleo: sector agroalimentario y servicios. Sector primario. - Apoyo a las economías complementarias de la actividad agropecuaria. - Apoyo a las Denominaciones de Origen. - Mantenimiento del paisaje. - Apuesta decidida a la producción ecológica. - Mantener los mecanismos para la puesta en marcha de 58.000 hectáreas de regadío por el Canal de Navarra. Faltan agricultores y financiación. Industria - Apoyo tejido Pymes. - Apostar por la innovación y las industrias de alta tecnología. 40

- Mantener el posicionamiento destacado en la producción de energías renovables. - Reforzar el espíritu emprendedor de los navarros. - Integrar los Centros tecnológicos y las Universidades. Servicios - Apostar por la sociedad y gestión del conocimiento. - Impulsar las empresas de servicios relacionadas con las nuevas tecnologías. - Planes integrales de mantenimiento y recuperación del patrimonio natural y arquitectónico. - Apuesta decidida por el sector del ocio y el turismo. Infraestructuras y transportes - Reforzar la posición estratégica de Navarra. Paso entre la Península Ibérica y Europa a través del eje transpirenaico Madrid-París. - Dificultades en acometer ciertas obras de infraestructuras y necesidad de recurrir a técnicas extrapresupuestarias. Cohesión social - Asegurar la renta básica y disminuir las desigualdades sociales. - Integración de las minorías. Redefinir el papel del sector público - Apoyo a sectores productivos. Favorecer la diversificación de la actividad económica. - Inversiones e infraestructuras en retroceso. - Equipamientos y mantenimiento del Estado de Bienestar. - Audenasa. Privatización o control público. - Democratización de la Caja de Ahorros de Navarra. - Suelo público para vivienda. Imagen de marca - Calidad de alimentos, productos y servicios. - Calidad de vida. - Energías renovables.


Aurkibidea/Ă?ndice


Aurkibidea/Índice

Elementos para un vasquismo navarro. Acogedor, crítico y autocrítico

Q

uizás una parte sustancial de los problemas de Navarra se puedan concentrar en el llamado conflicto vasco, en la calidad democrática y en las cuestiones sociales más lacerantes. Como en este artículo me voy a centrar en el primero, enunciaré brevemente los otros dos. En primer lugar, creemos necesario un avance en cuanto a la calidad de la democracia, un ensanchamiento de las reglas democráticas en definitiva, que debería desarrollarse en varias direcciones: 1.- En sus cimientos ha de estar el reconocimiento de la viabilidad legal de cualquier proyecto para el futuro del País Vasco-navarro si es respaldado democráticamente por la mayoría. MILAGROS RUBIO 2.- Poder disponer de Nacida en Tudela el 11-06una ley de consultas, que dé 52. Participa en movimientos vecinales, juveniles y potestad a Navarra para estasindicales durante el franblecer las relaciones que desee quismo, incorporándose al EMK a principios de los secon la CAV y en otro plano tenta. Forma parte del primer movimiento feminista con el País Vasco-francés. y antimilitarista también en 3.- El reconocimiento de la década de los setenta. En las primeras elecciones los derechos políticos plenos municipales (1979) es elegipara los inmigrantes con resida concejala en el Ayuntamiento de Tudela, corporadencia estable. ción de la que viene siendo edil ininterrumpidamente 4.- Habilitar mecanismos desde entonces hasta la acdemocráticos directos para la tualidad. Cofundadora de Batzarre y de la Asamblea toma de decisiones por la ciuAntipolígono de las Bardedadanía, por cierto algo habinas, ha sido parlamentaria de las Cortes de Navarra tual en otros países, cuya nedurante la legislatura que cesidad ha puesto de relieve acaba de finalizar (19992003), primero como el conflicto de la Plaza del miembro de EH (por la unidad de HB y Batzarre duCastillo. rante la tregua) y, tras la 5.- Superar las rigideces ruptura de la tregua, se desvincula de EH pasando a del sistema actual que provoformar parte del grupo can discriminaciones antidemixto como parlamentaria de Batzarre. mocráticas como los topes del 42

5% y del 3% en las elecciones municipales y forales, la falta de libertad para elegir a las personas que cada ciudadano desee (listas cerradas) y una reglamentación de los grupos municipales o parlamentarios que prima absolutamente los derechos del grupo sobre los derechos de la persona elegida imponiendo un monolitismo que no refleja la pluralidad existente. En cuanto a las situaciones sociales más lacerantes, a nadie se le oculta que a estas alturas resultan escandalosas las desigualdades persistentes en una comunidad tan próspera como la nuestra. Me refiero, claro está, a la situación de las personas incluidas en la exclusión social. Me refiero también a los inmigrantes, que son discriminados en el trabajo y en la vivienda, aparte de estar insuficientemente integrados en la comunidad. Incluyo asimismo, a una parte de las personas mayores (la tercera edad), que malvive en condiciones infrahumanas el ocaso de su vida. Y me refiero, por supuesto, al creciente deterioro de los derechos adquiridos en décadas anteriores para una parte de la población trabajadora: jóvenes (con discriminación salarial por el mismo trabajo realizado, con una gama de contratos en precariedad sin justificación, bajo los cárteles sindicales de empleo repartiéndolo a su capricho y fomentando una nueva afiliación obligatoria), mujeres (en una posición de subalternidad y de discriminación salarial); y, en términos más generales, me refiero a una organización del trabajo cada vez más autoritaria y productivista (ritmos, anulación de tiempo para unas relaciones humanas satisfactorias durante el trabajo), a un incremento de gente fuera de convenio para fraccionar el colectivo


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Aurkibidea/Índice trabajador y a las dificultades añadidas para quienes se “caen” del trabajo estable o no llegan a los requisitos exigidos para la jubilación. Dicho esto, me referiré a la llamada cuestión “vasca” en Navarra, que hoy por hoy condiciona y solapa, por múltiples razones, estos y otros asuntos

PRINCIPALES RASGOS DE LA SITUACIÓN ACTUAL Para empezar a hablar del tema, apuntemos de modo resumido los principales rasgos de la Navarra actual en su vertiente identitaria: 1.- La insatisfacción de la comunidad vasquista con el actual status y que, en claves culturales, abarca a más de un 30% de la población navarra. 2.- La Navarra actual en su rostro nacional viene determinada por: a) la existencia de una personalidad propia muy acusada y muy extendida entre la población; b) esta identidad se bifurca en una doble dirección: por un lado quienes se sienten navarros y españoles y por otro quienes nos sentimos navarros y vascos. 3.- Una derecha absolutamente intransigente y partidaria de excluir cuanto puede a la comunidad vasquista de Navarra, plenamente respaldada por el Estado. 4.- ETA, cuyo proyecto consiste en tratar de imponer una Euskadi uniforme y para más inri en base a un código etnicista muy minoritario en Navarra y presionando mediante la muerte del otro y del adversario político. 5.- La existencia de diversas fuerzas políticas y sociales en el campo navarrista y vasquista, que teórica y potencialmente podrían establecer un acuerdo de convivencia y unas reglas reguladoras de la diferencia profunda existente en el área identitaria en nuestra tierra.

DIAGNÓSTICO DEL LLAMADO PROBLEMA VASCO EN NAVARRA Ante esta realidad, lo cierto es que llevamos veinte años en un enfrentamien-

to sin salida, sin aportar nada de positivo a la sociedad en valores de calidad democrática, de satisfacción para la convivencia de sus diferentes identidades o para las generaciones futuras, sin aportar nada al arreglo del conflicto o a la constitución de un marco negociador para dirimir las aspiraciones legítimas, a veces contrapuestas, de ambas sensibilidades. El enfrentamiento viene alimentado principalmente por los gobiernos de UPN-PP y por ETA. ¿Seguir así? ¿Para qué? Aparte de por lo doloroso y costoso, no tiene sentido seguir así. No es nada racional ni inteligente. Las premisas sobre las que nos asentamos para afrontar una salida a esta situación, son las siguientes. Rechazamos de plano la acción de ETA por su contribución a un enfrentamiento absurdo, por sus fines anti-pluralistas y exclusivistas, por su pretensión de conducirnos a una Euskadi uniforme. Y también lo hacemos por su método: la ejecución sumaria “del otro” por ser adversario político, por pensar diferente o por haber sido elegido tan democráticamente como cualquier cargo público vasquista o abertzale. ¿Qué aportan de positivo este proyecto y estos métodos en valores de justicia, libertad, respeto mutuo y calidad democrática? ¿Qué autoridad moral se puede tener ante la sociedad con semejantes actuaciones? La insumisión y la disidencia civil practicadas con tanta coherencia ético-política y con tanto éxito social por el movimiento de insumisos trazan otro camino incomparablemente mejor y, además, más adecuado a sociedades como la nuestra. La pregunta que debemos formularnos a este respecto las diferentes corrientes de izquierdas, es si es que cabe construir una disidencia sólida y de futuro sin partir de la crítica radical hacia ETA. Y esto conviene plantearlo al margen de su eficacia o de que la violencia política consiga muchos o pocos

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Aurkibidea/Índice votos. El problema es previo. Puede haber políticas que sean “eficaces” o rindan electoralmente, pero que sean absolutamente inaceptables para una fuerza que se presenta ante la sociedad con una vocación de emancipación y liberación. Y este es el caso de ETA, que contradice profundamente los valores humanitarios más elementales y que carece de justificación moral o política en la realidad política concreta en que vivimos. Rechazamos la política del gobierno central y del navarro porque favorece asimismo el enfrentamiento y porque aboga por una línea sin diálogo, sin distensión. La rechazamos porque no reconocen la legitimidad legal y democrática de todos los proyectos, incluido el independentista. La rechazamos porque no se comprometen a superar la precariedad de la singularidad lingüístico-cultural del euskara, tarea esta que nos corresponde a todos los habitantes de Euskal Herria. Al contrario las instituciones navarras adoptan una línea provocadora; si tomamos como ejemplo las declaraciones de la Sra. Alcaldesa de Iruña al quitar la rotulación bilingüe “lo hago para que la gente no se confunda con los letreros en las dos lenguas, cuando acude al Ayuntamiento”. En el mismo sentido la ilegalización de Batasuna y el encarcelamiento –más que probable– de varios miembros de la dirección de Batasuna ni guarda coherencia con los criterios incluyentes y no restrictivos del tipo de democracia que defendemos desde Batzarre ni convence ni resta apoyos a quienes optan por vías militaristas. Aparte de entrar como un elefante en una tienda de porcelana y de mezclarlo todo y de no separar el grano de la paja y de vulnerar derechos fundamentales de muchas personas, no tiene en cuenta la desconfianza existente entre am-

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plios sectores de la población respecto del centralismo español y el poso existente a raíz de las humillaciones y barbaridades sufridas en el 36, durante la dictadura y en la transición. Los sucesos de Montejurra en 1976, la muerte del sindicalista José Luis Cano en 1977, la provocación fascista-policial de sanfermines de 1978 con la muerte de Germán, el asesinato de Gladys en Tudela en 1979, las continuas prohibiciones arbitrarias a las izquierdas de actos políticos o sociales hasta 1982, el posterior GAL han hecho por ETA en Navarra más que todos los propagandistas juntos. Otro tanto cabe decir del cierre de Egunkaria. Se trata de un ataque directo a la libertad de expresión y un golpe frontal al tiempo que una provocación al mundo euskalzale. A este capítulo hay que añadir la cerrazón absoluta del gobierno de UPN ante las legítimas reivindicaciones de la comunidad vasquista en Navarra. Por el contrario pretende anular o reducir al máximo la identidad de quienes nos sentimos vascos y navarros. Y tenemos así, por paradójico que parezca, los dos polos opuestos –ETA y UPN– que se alimentan mutuamente, que buscan el enfrentamiento entre ambas identidades y la derrota completa o la exclusión de la otra parte en lugar de propiciar una convivencia satisfactoria.

NECESIDAD DE UN NUEVO PACTO “PREPOLÍTICO” PARA NAVARRA Tras veinticinco años de democracia confluyen varias necesidades para plantearse un cambio de envergadura: salir del enfrentamiento liderado por ETA y mal afrontado por el Estado y la derecha navarris-


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Aurkibidea/Índice ta; superar las adherencias franquistas de la Constitución y de algunas actitudes del poder; adecuar la autonomía actual a la UE; mejorar la calidad democrática y acoger a los nuevos residentes, a los inmigrantes; impulsar reformas sociales de hondura; avanzar en la convivencia de identidades. Desde Batzarre hablamos de la necesidad de un pacto “prepolítico”. Esto es, un pacto para una perspectiva larga: de una o dos generaciones, alejado de los intereses político-partidistas, implicando a la sociedad y haciéndola co-responsable de sí misma. Y, quizás lo más importante, liderado por las fuerzas dialogantes y tolerantes del navarrismo y del vasquismo sin renunciar a sus idearios y a sus diferencias. Su resultado no puede excluir a los dos polos antes mencionados, esto es, a UPN-PP o a ETA, que son la referencia de una buena parte de nuestra sociedad. Siempre es mala vía la exclusión y no sobra nadie. Pero, es evidente que no habrá pacto si esas dos corrientes no se ven obligadas a cambiar. Un pacto así debería sustentarse sobre unos valores que impliquen el reconocimiento de la pluralidad de identidades, la legitimidad de las mismas, el respeto mutuo, la aceptación de la regla de la mayoría y simultáneamente los derechos de la minoría, un marco comúnmente concertado para dirimir las diferencias. Igualmente debería auspiciar un reequilibrio más justo para la comunidad vasquista en lo que hace a la regulación conforme a la voluntad ciudadana de los símbolos vascos, de la doble pertenencia para quienes nos sentimos vascos y navarros, de un posible asociacionismo común vasco-navarro entre entidades de ambos territorios, a la constitución de un espacio

político común con la CAV (y en otro plano lógicamente inferior con el País Vascofrancés), a la cooficialidad del euskara y a su regulación de acuerdo a la realidad existente y a la voluntad popular, etcétera. Una reforma constitucional que elimine las adherencias franquistas (injerencia del ejército, garantías plenas para el autogobierno y mayores competencias), o que simplemente permita unas relaciones libres entre Navarra y la CAV entre otros temas. Una declaración del parlamento navarro exigiendo la participación de las instituciones navarras en la elaboración de la política española en la UE y su presencia en la misma en todo lo que afecte a sus intereses específicos. Sirvan estas anotaciones como ejemplo de la orientación deseada.

UN MODELO DE INTEGRACIÓN COMPLEJA PARA NAVARRA Los diversos análisis sociológicos inciden una y otra vez en remarcar la diversidad de sentimientos identitarios que forjan la realidad navarra: Solamente vascos, vascos y navarros, sólo navarros, navarros y españoles y sólo españoles. Buena parte de estas autoafirmaciones se consolidan en clara confrontación con las demás y en no pocas ocasiones las autoafirmaciones más extremas, se cimentan en un sentimiento de antagonismo que espoleado por unos y otros persigue la negación del contrario y de sus derechos más elementales. Cierto que no es algo desconocido en la historia. Cabe recordar los modelos empleados ante realidades plurales en identidad o cultura. En las sociedades antiguas se ha combinado la eliminación física del otro con su exclusión; posteriormente se han planteado la asimilación en

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Aurkibidea/Índice sus dos variantes –forzada o voluntaria– cuestionada en los últimos tiempos por quienes impulsan con mirada positiva valores de la diferencia y del multiculturalismo. Las gentes de Batzarre en los últimos años venimos planteando nuestras propuestas en base a lo que podría denominarse un modelo de integración compleja: esto es, acordar unas bases identitarias comunes entre las diversas identidades, construir una identidad compleja plural y mestiza, y situarse en la perspectiva de regular el conflicto en una permanente negociación de las bases integradoras más que en (el imposible) el arreglo definitivo. Las realidades o criterios de los que deberíamos partir a la altura del año 2003, tras veinticinco años de ejercicio democrático a pesar de importantes lagunas existentes, tras veinticuatro consultas electores (legislativas, europeas, forales, municipales), teniendo en cuenta las mayorías y minorías actualmente constituidas o las legítimas aspiraciones de unos y otros, serían a nuestro juicio las siguientes: partir de la comunidad política navarra existente; aceptar el ámbito navarro de decisión; defender y desarrollar una identidad común, que integre a las demás identidades particulares; aceptar la regla de la mayoría y simultáneamente reconocer los derechos de las minorías. Por otra parte hay que partir de que la actual correlación de fuerzas no es eterna y que puede variar en el futuro. Tenemos que reconocer el hecho del pluralismo identitario así como el valor de su plena legitimidad y el respeto mutuo; y quizás lo más importante en el plano más práctico establecer un re-equilibrio más justo para la comunidad vasquista permitiéndole un buen acomodo en su propia casa y aceptando aquellas aspiraciones inherentes a cualquier identidad en si-

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tuación de minoría y que no implican ningún perjuicio –antes al contrario redundaría en una mejora notable de calidad en la convivencia– a la mayoría y consistente en: reconocimiento de la identidad vasquista y de sus símbolos; regulación de las relaciones de Navarra con los otros países vascos desde el respeto integro a la soberanía de Navarra, de conformidad con la voluntad de todas las partes afectadas y teniendo en cuenta la diferente afinidad existente con cada una de ellas (CAV y País Vasco-francés) y bajo el criterio de obtener beneficios mutuos de la colaboración en las áreas que se practique; oficialidad del euskara, junto con el castellano, como lenguas de Navarra, regulándola en función de su implantación en cada zona y teniendo en cuenta la voluntad de la población; posible establecimiento de un asociacionismo común vasco-navarro; estudio de la posibilidad de una doble pertenencia para quienes nos sentimos vascos y navarros.

Desarrollar criterios o estilos opuestos a los actualmente hegemónicos Una propuesta así requiere un giro copernicano de los criterios y estilos imperantes en los dos campos durante el pasado más reciente y en la actualidad. Es preciso favorecer un clima basado en la expansión de derechos, en la protección de las minorías, y en aumentar la igualdad de estas. Se trata de repartir los inconvenientes e incomodidades derivados de la diferencia de identidades. Habría que reforzar los vínculos comunes de la comunidad política y los valores compartidos, ganarse la confianza mutua y considerar a Navarra como un espacio de decisiones reconocido con naturalidad. Habría que pactar la necesidad de mayorías muy cualificadas para legitimar los cambios que alteren el acuerdo establecido entre ambas identidades; acuerdo que, en su plano más general, debe contemplar todas las posibili-


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Aurkibidea/Índice dades: el marco actual u otro diferente que pudiera darse en el futuro si así lo desea democráticamente la ciudadanía navarra; a estos efectos sería conveniente superar formalmente la situación actual del Amejorameinto carente de un refrendo popular expreso.

UNA RECTIFICACIÓN A FONDO DE LAS FUERZAS ACTUANTES Sin una rectificación a fondo de las fuerzas políticas (o de una parte sustantiva de las mismas incluidas en ambos bandos) y seguramente sin un cambio de la sociedad –que constituye el suelo de las fuerzas políticas y sociales– en pos de una cultura pública pluralista será difícil, por no decir imposible, cambiar el rumbo en esta cuestión. Haría falta otro rumbo del navarrismo bajo valores más integradores, más respetuoso con la identidad vasquista, más tolerante con la otra sensibilidad mostrando una actitud más favorable hacia el euskara y una actitud más abierta hacia la formación de unas instituciones comunes con los (otros) países vascos y un respeto más activo hacia quienes poseemos una identidad vasco-navarra. El navarrismo, o mejor el navarrismo centrista o de izquierdas y dialogante encarnado en fuerzas como PSN, CDN o desde una posición diferente IU, deberían reflexionar, a nuestro juicio, acerca de la conveniencia de impulsar un plan de estas características para lograr un buen pacto de convivencia. Deberían encabezar una línea expresamente diferente de la que representan los sectores más retrógrados y actualmente hegemónicos en UPN. Es necesario igualmente otro rumbo, del vasquismo navarro en claves integradoras, respetuoso con la identidad navarra sin falsos atajos nominalistas que difícilmente cambiarán las cosas. Rompiendo con la intolerancia hacia quienes desean mantener un lazo común

estatal y una identidad navarro-española o vasco-navarra-española. Con un centro de operaciones eminentemente navarro, pues ha de actuar en dicho espacio ampliamente legitimado por la mayoría de la población; en un esfuerzo continuo por hacer compatible lo navarro y lo vasco. Con un talante más realista y más humilde, ya que hemos de defender la opción vasquista desde nuestra actual situación de minoría. También a las personas vasquistas nos interesa poner nuestro grano de arena al servicio de una buena convivencia de identidades: por convencimiento (¿qué coherencia guardaría con nuestros valores, el doblegar a la fuerza a la otra parte?) y por calidad de vida, que queda seriamente quebrantada cuando se opta por vías de enfrentamiento entre sensibilidades diferentes. De igual forma conviene extraer enseñanzas de la experiencia del vasquismo respecto a Navarra en la última centuria: comprobado el fracaso del vasquismo hegemonizado por ETA, y antes, del vasquismo del PNV, está por ver lo que puede dar de sí un vasquismo político de los rasgos aquí planteados. A este respecto conviene rescatar los momentos más prósperos del vasquismo en la década de los setenta y reflexionar sobre sus características más integradoras y tolerantes. Alguien tan poco sospechoso de vascófilo como J.J. Uranga ratificaba este éxito hace unas pocas semanas al manifestar: “Es verdad que hemos pasado tiempos difíciles, como los años de transición política, en los que peligró nuestra autonomía” ... “no fueron solamente los partidos nacionalistas vascos los que pretendían la incorporación de Navarra a Euzcadi (sic), sino todos los partidos de

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hermes nº:7 de 8. Elementos para un vasquismo navarro. Acogedor, crítico y autocrítico. Milagros Rubio

Aurkibidea/Índice izquierda, entonces sopa de siglas, e incluso el PSOE que en las primeras elecciones democráticas se alió con el PNV para el Congreso (sic)”. Nada peor que “el ambiente políticamente hostil de aquellos años. Diario de Navarra, como ante el Estatuto vasco del 34 (sic), mantuvo una firme postura de rechazo a toda injerencia en nuestra autonomía”. En el caso de ETA a la razón práctica de la eficacia hay que añadirle la pérdida de la razón moral tanto por sus fines exclusivistas y anti-pluralistas en una sociedad eminentemente plural como por los medios empleados con la muerte del otro y del adversario político. Es difícil hacerse una idea exacta de los costos politico-morales que a va a tener a corto y largo plazo la acción de ETA para el vasquismo en general y para el navarro en particular. Las gentes que políticamente le apoyan, aunque esgriman con razón la vulneración de derechos que implica la tortura, el ensañamiento con los presos, la ilegalización y la intransigencia provocadora de UPN, deberían sopesar que el camino de ETA carece de sentido en la actualidad para unos valores de izquierda y humanistas. Empeñarnos en cambiar de rumbo es decisivo para la convivencia de identidades, para que emerja una Navarra más de izquierdas, progresista, de avance social, de calidad y ensanchamiento democrático. El enfrentamiento ETA-Estado actúa como una camisa de fuerza sobre la sociedad propiciando una Navarra institucional más a la derecha de lo que es y favoreciendo claramente a la UPN antivasca y conservadora. Si no afrontamos un cambio profundo, seguiremos instalados en este empantanamiento estéril: sea bajo la gestión de UPN o sea bajo la gestión de un gobierno diferente. Lo aquí expuesto sería una parte del horizonte de las próximas décadas. Debería completarse con la articulación de las diferentes organizacio-

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nes de la izquierda navarra, que tendríamos que combinar un cierto denominador común con los importantes y creativos acentos especificas, que posee cada una de ellas. Finalmente, tengo que confesar que soy consciente de las enormes dificultades de los caminos aquí postulados. Demasiados cambios, demasiadas simultaneidades requeridas, demasiada templanza necesaria para no responder desde uno y otro bando a las provocaciones continuamente practicadas por sectores de los dos bandos. Pero al menos quienes llevamos en estas lides impulsando el vasquismo desde finales de los años sesenta tenemos el deber de interrogarnos si la senda seguida en las dos últimas décadas es positiva o negativa en claves de valores de justicia libertad e igualdad y de avance del vasquismo político. Mi respuesta de modo claro es que debemos tomar otro rumbo en los dos aspectos: valores de convivencia y probar otro camino para que avance el vasquismo navarro. A ello habría que añadir la necesaria adecuación a los grandes cambios operados en los últimos veinte años tanto en Navarra como en la CAV: el gran motor del nacionalismo vasco y del vasquismo en la segunda parte del siglo pasado –el antifranquismo– forma parte de la historia y requiere una profunda revisión. Ermua dixit. No creo que la solución sustitutoria sea Lizarra. Pero entrar en este apartado requeriría abrir un nuevo capítulo y lo dejo para otra ocasión.


Aurkibidea/Ă?ndice


Aurkibidea/Índice

El modelo de “muy baja fecundidad” en la comunidad autónoma de Euskadi

INTRODUCCIÓN

L

a actual realidad demográfica de los países industrializados, fundamentalmente de los países de la Unión Europea, se caracteriza por niveles de fecundidad que no garantizan el reemplazo generacional, a la vez que una creciente capacidad de supervivencia de sus poblaciones. Ante este comportamiento regresivo, gobiernos de diversos países han mostrado su preocupación. Según la encuesta sobre políticas de población llevada a cabo periódicamente por la ONU, en 1999 un total de 28 países consideraron que su nivel de fecundidad era demasiado bajo. En los últimos años, siete países europeos (Austria, Chequia, Armenia, Italia, Lituania, Polonia y España) han modificado su percepción acerca del comportamiento reproductivo, y si en 1996 consideraban satis-

LARRAÑAGA PADILLA, Isabel (Bilbao, 1954) es licenciada en Sociología en la especialidad de Población y Ecología Humana, por la Universidad Complutense (Madrid). Ha realizado estudios de postgrado en la Universidad de Northumbria en Newcastle (Master of PhilosophyMPhil) y de Epidemiología y Salud Pública (IDS-Habana). Actualmente compatibiliza la docencia en el área demográfica en el Departamento de Sociología 2 (UPV-EHU) y el trabajo en el ámbito de la epidemiología (Subdirección de Salud Pública de Gipuzkoa

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ARREGI GOROSPE, Begoña (Bilbao, 1948) es licenciada en Ciencias Sociales por la Univ. de Birmingham (B.Soc.Sc.1974) y en Sociología (Urbana y Población, 1980) por la Universidad Complutense de Madrid. Se especializa en Población y Demografía en la London School of Economics (M.Sc. 1986) y en la Universidad de Southampton (Ph,D. 1989) donde lee su tesis doctoral sobre la evolución de la fecundidad en el País Vasco. Es profesora titular de universidad en el Departamento de Sociología 2 de la UPV-EHU donde imparte docencia sobre Teorías de la Población, Análisis Demográfico y Sociología de la Familia.

factorio su nivel de fecundidad, tan solo tres años después lo definen como muy bajo (McDonald, 2002). También desde la vertiente económica, social y demográfica se han intensificado las manifestaciones de preocupación y pesimismo en relación al actual comportamiento reproductivo. La drástica caída de la fecundidad y su estancamiento a niveles inferiores al reemplazo, junto al envejecimiento demográfico, han sido los dos fenómenos demográficos que han generado mayor ofensiva mediática, enfatizando los efectos catastróficos que tales cambios pueden acarrear en el futuro de la población. Los datos más recientes del comportamiento demográfico en algunas regiones europeas no parecen ayudar a disuadir la preocupación. Según las proyecciones de población de las Naciones Unidas (1997) la población de la mayoría de los países de Europa del año 2050 tenderá a disminuir como resultante de un largo proceso previo de muy baja fecundidad, aun asumiendo un aumento moderado de la fecundidad (1,7 hijos por mujer como media Las estimaciones al año 2050 (Tabla 1), indican los casos extremos de disminución de la población (Alemania, disminuyendo su población en 16 millones de personas) y de envejecimiento (España e Italia, donde las personas mayores representarán más del 40% de sus poblaciones).


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Aurkibidea/Índice Tabla 1. Estimación de la población europea al año 2050, por grandes grupos de edad. Población (x mil)

1995 Estructura de edad 0-19 20-59 60 + 80 +

143377

24,4

55,4

20,9

3,1

España

39627

24,5

55,0

20,5

3,2

Italia

57204

21,4

56,7

21,8

3,6

180998

23,5

56,4

20,1

3,8

81594

21,6

57,8

20,6

3,9

Europa-Sur

Europa Occid. Alemania

Población (x mil) Europa-Sur España Italia Europa Occid. Alemania

2050 Estructura de edad 0-19 20-59 60 + 80 +

119887

19,5

43,3

37,2

10,6

31755

17,6

41,7

40,7

11,9

16,7

41,3

42,0

13,9

167550

21,0

44,7

34,2

10,1

69542

19,0

44,5

36,5

10,5

42092

Fuente: UNFPA (1998)

Primero, el modelo restrictivo de reproducción no parece ser un fenómeno circunscrito exclusivamente a los países desarrollados, sino que alcanza también a los menos desarrollados y, previsiblemente, en los próximos diez años la mayoría de la población del planeta residirá en países que no garantizarán el reemplazo generacional (Bongaarts y Bulato, 2000; Wilson, 2001). El acelerado descenso de la fecundidad que están experimentando los países con tradición de alta fecundidad pone de manifiesto que la convergencia en los indicadores de fecundidad está siendo más rápida e intensa que la observada en los indicadores sociales y económicos a nivel mundial. Segundo, la asunción postulada por la Teoría de la Transición Demográfica1 de que la fecundidad se estabilizaría en niveles cercanos al reemplazo se ha disipado. A finales de la década de los 90, catorce países situados en el sur, centro y este de Europa presentaban una fecundidad que ha sido clasifi-

cada como “muy baja”2, muy por debajo y cada vez más alejado del mencionado nivel de reemplazo (Tabla 2). Tercero, las tendencias demográficas recientes de Europa y Norteamérica indican diferencias en el comportamiento reproductivo entre países, que varía desde Indices Sintéticos de Fecundidad (ISF)3 cercanos a 2,1 hijos por mujer en USA, al 1,7 que muestran Francia y Dinamarca, hasta los niveles de muy baja fecundidad que presentan países como Italia y España u otros que, como Austria y Alemania, tienen una gran probabilidad de incorporarse a este último grupo.

Tabla 2. Índice Sintético de Fecundidad en países con muy baja fecundidad. La emergencia del modelo de muy baja fecundidad en Europa es un fenómeno nuevo que solo en periodos de

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Aurkibidea/Índice corta duración estuvo presente en Francia (I Guerra Mundial), o en la República Federal Alemana (1984-85) y en la Alemania unificada (1993-1995). Tanto el factor novedad, como las causas y las consecuencias derivadas de este modelo reproductivo (envejecimiento acelerado, reducción sustancial en el tamaño de las sucesivas generaciones), de su difusión y de su evolución, constituyen en la actualidad objeto de estudio para numerosos analistas. Indice Sintético de Fecundidad (ISF)

1985 1990 1999

Año con ISF

≤2

≤ 1.3

Grecia

1.67

1.39

1.28

1983 1998

Italia

1.42

1.33

1.23

1977 1993

España

1.64

1.36

1.20

1982 1993

Bulgaria

1.98

1.82

1.23

1987 1995

Chequia

1.96

1.90

1.13

1983 1995

Estonia

2.12

2.04

1.24

1991 1996

Hungría Letonia

1.85 2.09

1.87 2.01

1.29 1.18

1980 1999 1991 1995

Rumanía

2.32

1.84

1.30

1990 1999

Eslovenia 1.71

1.46

1.21

1981 1995

Armenia

2.56

2.63

1.20

1993 1999

Bielorusia 2.08

1.90

1.29

1990 1997

Rusia

2.05

1.90

1.17

1990 1996

Ucrania

2.02

1.89

1.19

1989 1997

y en el presente, los factores que favorecen el origen del modelo, así como algunas razones que explica su mantenimiento.

FACTORES PRECURSORES DEL MODELO DE MUY BAJA FECUNDIDAD EN LA POBLACIÓN VASCA Según el Censo de Población y Vivienda de 2001, la población de la C.A.E ha sobrepasado ligeramente los dos millones de habitantes y mantiene la dinámica de reducción de efectivos de los años precedentes. A lo largo del siglo XX la población vasca ha triplicado sus efectivos, en un proceso que no ha sido ni estable ni homogéneo, sino que ha estado sujeto a los sobresaltos sociales, políticos y económicos que repercutieron en la dinámica poblacional generando fases de expansión y recesión demográfica. Los datos aportados por la tabla 3 son un buen reflejo de los puntos de inflexión y crisis demográficas a lo largo del siglo. La evolución del crecimiento de la población vasca desde 1900 indica la importancia específica del crecimiento vegetativo (saldo entre nacimientos y muertes) y del saldo migratorio (entre emigrantes e inmigrantes) en cada momento histórico.

Fuente: Kohler et al, 2002

La dinámica demográfica actual de la Comunidad Autónoma de E u s k a d i (CAE) se inserta en los patrones del modelo de muy baja fecundidad, registrando niveles reproductivos mínimos, incluso inferiores al umbral establecido por el modelo. Este artículo analiza las características del modelo reproductivo vasco en el pasado

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Durante la primera mitad de siglo, la población vasca crece a un ritmo moderado, crecimiento que fue motivado fundamentalmente por saldos favorables de la natalidad respecto de la mortalidad. Esta tendencia se modifica a partir de los años 1950 y en las tres décadas siguientes el ritmo de crecimiento se acelera, siendo particularmente intenso en los 60 y los 70. En este periodo, las circunstancias de bonanza económica acompañaron y empujaron el dinamismo demográfico, dando lugar al fenómeno de baby boom, que provocó incrementos de población superiores al 3% anual. Al au-


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Aurkibidea/Índice mento poblacional de dichos años contribuyeron tanto las altas tasas de fecundidad como los intensos flujos inmigratorios, que incorporaron a la población vasca más de un cuarto de millón de personas en los años 60 (Tabla 3).

Tabla 3. Evolución de la población de la CAE. 1900-2001

numerosas justificaban la defensa de políticas profamilista y pronatalista vigentes durante dichos años. Los resultados provocados por el aumento de población joven en una coyuntura de bonanza económica, fueron manifiestos: aumento del número de nacimientos (los nacimientos registrados en 1976 duplicaron los de 1950), duplicidad

Año

Población

Crecimiento intercensal

Crecimiento Vegetativo

Nacidos

Muertos

Saldo Migratorio

1900

603.596

87.830

71.536

213.966

142.430

16.294

1910

691.426

75.349

73.134

213.764

140.630

2.215

1920

766.775

124.935

99.037

229.790

130.753

25.897

1930

891.710

64.054

52.784

183.027

130.243

11.270

1940

955.764

105.476

79.718

191.088

111.370

25.758

1950

1.061.240

105.476

158.188

262.783

104.595

152.226

1960

1.371.654

310.414

250.884

375.819

124.935

256.098

1970

1.878.636

506.982

232.918

377.400

144.482

23.413

1981

2.134.967

256.331

58.689

210.219

151.530

-89.715

1991

2.104.041

-30.926

-11.549

163.203

174.752

-9.905

2001

2.082.587

-21.454 Fuentes: Arregi y Larrañaga, 2000.

El crecimiento demográfico generado por la alta natalidad y la intensidad del movimiento inmigratorio entre 1950-1970, fue el elemento singular que marcó el comportamiento demográfico en el pasado y, también, el que va a dominar la evolución demográfica presente y futura de la CAE. La inmigración de adultos jóvenes de ambos sexos tuvo su efecto inmediato, aumentando de forma espectacular el tamaño de las generaciones en edad de procrear4. Así, las mujeres nacidas en 1936-40 eran un 80 por ciento más numerosas en 1975 (pasando de 35 mil mujeres a 63 mil); y los hombres nacidos en 194650, duplicaron sus efectivos en veinticinco años, pasando de 40,5 mil en 1950 a ser 81,3 en 1975 (Arregi y Larrañaga, 2000). Tampoco resulta desdeñable la contribución del factor ideológico al dinamismo demográfico de la época. La grandeza y valor patriótico concedido a las familias

de los matrimonios, a la vez que descensos en la edad media a las primeras nupcias y al primer hijo y reducción del intervalo intergenésico, aspectos todos ellos que caracterizaron al baby boom vasco. En 1975 finaliza el proceso alcista que había caracterizado la demografía vasca de la segunda mitad del siglo XX. Desde el comienzo de los 80, la dinámica demográfica adopta un nuevo rumbo, caracterizada por tasas de crecimiento cercanas al crecimiento nulo o negativo, que se traduce en una pérdida de efectivos, y una estabilización del contingente poblacional en torno a los dos millones de personas. Entre 1981 y 2001 el número de nacimientos disminuye casi un 40 por ciento, a pesar de que el grupo de mujeres en edad de procrear (de 15 a 49 años) se mantiene prácticamente invariable (de 534 mil mujeres en 1981 a 539 mil en 2001).

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Aurkibidea/Índice CAMBIOS EN EL CALENDARIO E INTENSIDAD DE LA FECUNDIDAD El final de la década de los 70 marca el inicio de la transición de la fecundidad vasca. La tendencia descendente que comienza en 1976, continúa con una rápida disminución en los años sucesivos, y cruza en 1980 el umbral del reemplazo (fecundidad inferior a 2,1 hijos por mujer), permaneciendo por debajo de dicho nivel hasta el presente. En 1994 la población vasca presenta el Indice Sintético de Fecundidad (ISF) más bajo de los registrados hasta la fecha (0,9 hijos/mujer), con valores muy inferiores a los establecidos como criterio de definición de muy baja fecundidad para los países europeos (1,3 hijos/mujer). Solo recientemente (1999) parece haberse iniciado un tímido repunte reproductivo, y en 2001 la fecundidad alcanza el nivel más alto de la década, atribuida en buena parte a la fecundidad de la población inmigrante. Sin embargo, a pesar del incremento observado, la fecundidad vasca continúa siendo una de las más bajas de Europa, e inferiores a la media española. Los datos expuestos en la tabla 4 evidencian claramente cambios, no solo en la intensidad de la fecundidad –una reducción del 62% en el número de hijos por mujer en el periodo 1975-2001– sino también transformaciones en la estructura y calendario reproductivo. La edad media a la maternidad ha experimentado un retraso de 3,4 años en el último cuarto del siglo XX, retraso que se ha acentuado a partir de los 90, al tiempo que la fecundidad experimentaba mínimos históricos en la población vasca. Está bien documentado que los cambios intensos en el calendario reproductivo provocan una infraestimación de la fecundidad cuando ésta es medida a través del índice coyuntural (ISF) como es habitual, y no mediante índices que miden la descendencia final de una generación (Bongaarts, 1998; 2002; Kohler y Ortega, 2002b)5. Pero en la fecundidad vasca no cabe albergar esperanzas de que la

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escasez reproductiva sea atribuible únicamente a la distorsión de los indicadores utilizados. Es obvio que el retraso en la edad a la maternidad no impide a una generación la recuperación de su fecundidad en edades más tardías. Sin embargo, dicha recuperación tropieza con los límites biológicos cuando la edad al primer nacimiento se retrasa por encima de los 30 años, como en el caso de las mujeres vascas. Los datos empíricos disponibles de los países del sur europeo confirman la negativa asociación entre las dos variables, así, a medida que se eleva la edad al primer nacimiento en una generación, disminuye la descendencia final alcanzada por dicha generación. En consecuencia, en tanto la edad media al primer hijo siga retrasándose en la población vasca, aumentarán las dificultades para superar el bajo nivel reproductivo que le caracteriza.

Tabla 4.- Evolución de los indicadores de fecundidad y nupcialidad. CAE Además de los cambios en el calendario y la intensidad, también la composición de la fecundidad ha experimentado importantes modificaciones. El descenso en el número de nacimientos registra diferente intensidad dependiendo de su orden o rango. En el periodo 1975-1996 el ISF de primer rango (primer nacimiento) descendió un 50%, el de segundo un 60%, pero el de tercero o superior prácticamente desaparece del patrón reproductivo, experimentando una reducción superior al 90% (Tabla 5). Estos datos ponen de manifiesto que el descenso de los nacimientos de segundo y tercer orden está contribuyendo de forma muy directa a la emergencia del modelo de muy baja fecundidad en la población vasca, de modo que muchas mujeres o parejas deciden tener un hijo/a pero muy pocos incrementan la familia con segundos o terceros hijos/as, lo que se traduce en una reducción del tamaño familiar medio.


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Aurkibidea/Índice Años

ISF % nacidos Edad Media fuera Maternidad matrim.

Tasa de* Nupcialidad

1975

2.77

1.5

28.8

8.71

24.2

26.7

1980

1.86

3.1

28.6

5.78

23.7

26.1

1985

1.29

6.0

29.0

4.39

24.6

26.9

1990

0.99

8.0

29.7

4.75

25.5

27.7

1995

0.91

10.0

31.6

4.62

27.1

29.2

1996

0.95

10.5

31.5

4.53

27.4

29.5

1997

0.98

12.3

31.7

4.61

27.6

29.7

1998

0.96

12.9

31.9

4.87

27.8

29.9

1999

1.01

13.8

32.1

4.75

28.0

30.0

2000

1.03

15.2

32.2

5.10

28.1

30.1

2001

1.06

Edad Media al 1º Matrimonio

Mujeres Hombres

4.81

Fuente: Eustat (Vitoria-Gasteiz), INE (Madrid) * tasa por mil habitantes

tración del tiempo dedicado a la crianza en un reducido intervalo de edad (Kohler y Ortega, 2002b).

Tabla 5.- ISF y edad media a la maternidad según rango de nacimiento. 1975-1996 1975/1976

1980/1981

1985/1986

ISF

Edad media

ISF

Edad media

ISF

Edad media

1990/1991 ISF

Edad media

1995/1996 ISF Edad media

Euskadi

2,67

28,6

1,81

28,6

1,24

29,1

0,97

30,0

0,92

31,3

Rango 1º

1,05

25,4

0,82

25,9

0,60

26,9

0,51

28,4

0,52

30,1

Rango 2º

0,84

28,6

0,61

29,2

0,46

30,0

0,38

31,2

0,33

32,5

Rango 3º

0,78

33,0

0,39

33,3

0,19

34,1

0,08

34,2

0,06

34,6

C.A

Fuente: Eustat (Vitoria-Gasteiz)

Los cambios experimentados en el calendario de la fecundidad, también, difieren dependiendo del orden de nacimiento. En el periodo señalado (19751996) la edad media de las mujeres que tuvieron un tercer hijo/a se retrasó 1,6 años, mientras que el retraso fue de 2,7 años en la edad media al primer nacimiento. Los datos de la tabla 5 sugieren que las mujeres vascas han reducido el periodo dedicado a la procreación, a la vez que el periodo intergenésico, provocando una “rectangularización” de la fecundidad, caracterizado por una concen-

Tabla 6.- Indice Sintético de Fecundidad y Nacimientos en países de la Unión Europea La idea de unidad familiar basada en la ‘pareja’ de hijos y la pérdida de peso específico de los terceros nacimientos constituye uno de los rasgos característicos del fin de la Transición Demográfica Clásica. En los países del sur europeo, que actualmente presentan el modelo de muy baja fecundidad, la importancia de los nacimientos de tercer orden o superiores, es todavía considerablemente menor a la que del resto de Europa. En el caso de la CAE, esta representación es ínfima y no alcanza ni la media de España o Italia (Tabla 6).

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Aurkibidea/Índice ISF*

Nacidos fuera del

Orden de Nacimiento (%)

ciones más simétricas e igualitarias en la pareja: edades similares implican exmatrim.(%) 1º 2º 3º y+ periencias y conocimientos similares, y Alemania 1.3 23.0 44.8 37.7 17.6 pautas de socialización comunes. ParaAustria 1.3 31.3 45.4 35.7 18.9 Bélgica 1.6 20.1 47.3 32.8 19.9 dójicamente, este acercamiento a la Dinamarca 1.7 44.9 45.4 35.9 18.7 vez que posibilita un mayor grado de España 1.2 14.1 51.2 36.5 12.8 comprensión y entendimiento entre la Finlandia 1.7 39.2 40.3 33.1 26.7 pareja, incrementa el riesgo de conflicFrancia 1.9 40.7 44.0 34.9 21.2 to. Las parejas basadas en relaciones Grecia 1.3 4.0 47.0 37.7 15.2 más igualitarias son también más frágirlanda 1.9 31.8 40.4 30.0 29.3 les, al equipararse la situación de amItalia 1.3 9.2 51.1 36.0 12.9 bos cónyuges ante los derechos y resLuxemburgo 1.7 21.9 41.2 38.1 19.8 Países Bajos 1.7 25.1 46.8 35.6 17.6 ponsabilidades individuales y comunes Portugal 1.5 22.2 53.5 32.7 13.8 a la vida familiar y de pareja, hecho Reino Unido 1.7 39.5 40.1 36.8 23.1 que se traduce en un incremento de las Suecia 1.5 55.3 42.0 36.3 21.5 tasas de separación y divorcio. Según Euskadi 1.1 15.2 57.4 36.8 5.7 datos del Eustat, las separaciones maFuente: *Population Reference Bureau. trimoniales y divorcios aumentaron Population Data Sheet, 2002. Eurostat, 2001 más de un 200% entre 1986 y 1996, pasando de 11.700 desuniones a 39.000 en dicha década. Al analizar estas estadísticas hay que teESTRUCTURA DEner en cuenta, además de MOGRÁFICOS DEL MOlos cambios en el significaDELO DE MUY BAJA FEdo del matrimonio, las transCUNDIDAD formaciones en las relacioEl descenso de los innes de género y la incidendicadores de fecundidad ha cia de la aprobación de la ido acompañado de camLey del divorcio en 1981, bios o inversión en la tencuyo efecto se materializa dencia de otros indicadores en los años posteriores. demográficos que tradicionalmente se La sucesión de estos nuevos fenóhan asociado a la reproducción. La reducmenos da lugar a situaciones personales ción de la fecundidad ha ido en paralelo que configuran un nuevo marco de refeal descenso de la nupcialidad, cuya tasa rencia, con nuevos valores y aptitudes ha disminuido un 45% en los últimos 25 respecto a la formación familiar y a la reaños en la población vasca. Los cambios constitución de núcleos familiares. La coen la nupcialidad afectan tanto el calenhabitación, como unión consensuada, dario como la organización de las uniofuera de toda norma civil o religiosa, no nes, que se manifiestan en retrasos en la alcanza en la CAE la relevancia social y edad media al casarse, y una progresión demográfica que pueda tener en los paíal alza de la soltería. Así, tanto hombres ses nórdicos, pero es un fenómeno que como mujeres se casan menos y más tarincrementa año tras año (en el periodo de. En 1975, mujeres y hombres se casa1986-1996 aumenta de 9.600 a 38.000 perban como media cuatro y tres años antes sonas). La reconstitución de uniones es que en el presente (Arregi y Larrañaga, más frecuente en la cohabitación. Según 2000). La edad es uno de los factores más los datos del Eustat, en 1996 un tercio de importantes en la definición de las expelas rupturas de uniones de cohabitación riencias y acceso a similares recursos rehicieron su núcleo familiar con otra educacionales y sociales. El acercamiento unión no matrimonial, mientras que en en la edad de los cónyuges genera relalas rupturas matrimoniales esta propor-

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Aurkibidea/Índice ción sólo alcanzó al 1% (Eustat, 1996; 1997). La proporción de nacidos fuera del matrimonio, también, crece de forma moderada pero mantenida, y ha pasado de ser un fenómeno absolutamente marginal en 1975 a representar el 15% del total de los nacimientos en 2000 (Tabla 4). A pesar del moderado impacto de la natalidad fuera del matrimonio, se advierten cambios significativos en su estructura. En el pasado fue un fenómeno centrado en mujeres muy jóvenes y frecuentemente resultado no deseado de relaciones sexuales sin control (en 1981 el 56% de los nacimientos se daban en mujeres menores de 25 años), mientras que en la actualidad su presencia se da en edades más tardías (en 1995 el 52% de los nacidos procedían de madres mayores de 30 años). La madurez de las madres es un claro indicador de fecundidad deseada y el efecto sorpresa asociado en el pasado a la extramaritalidad ha dado paso a nuevos modelos que cuestionan la tradicional ligazón entre matrimonio y descendencia.

FACTORES ASOCIADOS A LA EMERGENCIA DEL MODELO DE MUY BAJA FECUNDIDAD Los cambios en el comportamiento demográfico están relacionados con características de índole social y económico, así como, determinantes individuales, que favorecen diferentes respuestas en ámbitos de decisiones tan privadas y personales como la cantidad y el momento de la descendencia deseada. Tanto el calendario como la intensidad de la fecundidad están directamente relacionadas a las circunstancias socioeconómicas en las que se reproduce dicha población. La sociedad vasca al tiempo que ha experimentado importantes cambios en el mo-

delo reproductivo ha experimentado cambios en las expectativas y sistema de valores, a la vez que ha transformado la estructura productiva y de empleo, fenómenos todos ellos que han interactuado, modificándose mutuamente. Uno de los aspectos más llamativos de la evolución de la sociedad vasca en último cuarto de siglo ha sido la incorporación de la mujer a la población activa. Tal como refleja la tabla 6, es apreciable el incremento de la participación femenina en el trabajo remunerado, con un aumento en las tasas de ocupación en las mujeres de 25-54 años cercano al 150%. Pero, los valores de estas variables no alcanzan en la población vasca la intensidad observada en otros países europeos, ni tampoco su dinamismo reproductivo. Tradicionalmente se ha considerado que el empleo femenino actuaba como elemento disuasorio de la reproducción. Recientes estudios comparativos entre diversos países europeos han puesto en entredicho la asociación negativa entre estas dos variables. Engelhardt, Kögel y Prskawetz (2001) indican que en los países de la OCDE la correlación entre empleo y fecundidad fue negativa con anterioridad a 1980, pero pasó a ser positiva con posterioridad a dicha fecha. De modo que en la actualidad los países que presentan elevadas tasas de ocupación femenina, registran a su vez pautas reproductivas más dinámicas. Los países nórdicos proporcionan un ejemplo de asociación al respecto, con tasas de empleo femenino que superan el 70% (Dinamarca: 71,4%; Suecia: 73,5%; Noruega: 73,8%) y una fecundidad en torno a 1,7 hijos por mujer. Como factor explicativo de este cambio entre fecundidad y empleo se señalan las respuestas sociales e institucionales dirigidas a reducir la incompatibilidad entre empleo femenino y materni-

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Aurkibidea/Índice dad. Particular importancia se les concede a las políticas que fomentan la oferta de empleo a tiempo parcial como estrategia favorecedora de la conciliación de la vida familiar y laboral. La presencia en la CAE de esta modalidad de empleo es inferior que la observada en los países del norte y centro de Europa y ligeramente superior a los países del sur (Tabla 7).

cial se ha convertido, por el uso que le han dado las empresas, en el instrumento de ajuste de sus plantillas a la demanda de los consumidores. En torno al 21% de las mujeres activas ocupadas lo están a tiempo parcial en la CAE en el año 2000, frente al 2,3% de los hombres, y la cantidad de mujeres empleadas a tiempo parcial explica en gran medida la sobrerrepresentación de las mujeres en las categorías de salarios más bajos.

Tabla 7.- Empleo a tiempo parcial en mujeres y servicios infantiles públicos en países de la U.E.

Fuente: Artazcoz et al. (2002) Informe SESPAS; INE, 2000 * Cobertura de los servicios públicos de atención infantil < 6 años

El trabajo a tiempo parcial se considera una de las soluciones más efectivas a corto plazo para compatibilizar familia y empleo, sin embargo, en la medica que continúa siendo una alternativa casi exclusiva para las mujeres, a medio y largo plazo tiene otros efectos no deseados, como la limitación de la carrera profesional, y limitada presencia de la mujer en la vida pública y en los ámbitos de decisión política y económica. Además, el tiempo par-

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Tabla 8.- Evolución de los indicadores de actividad laboral y formación universitaria (%) Recientes estudios (Billari et al, 2002; Billari y Kohler, 2002) plantean que el nivel de desempleo juvenil emerge como uno de los factores explicativos del modelo de muy baja fecundidad en todo el sur europeo y su capacidad de determinar el rumbo en la fecundidad es mayor que el del nivel de empleo femenino. En el caso de la CA de Euskadi, el desempleo en edades jóvenes presenta un carácter crónico, y aunque su evolución ha sido descendente en los últimos años, en el 2002 aún alcanza tasas de 21,7% (Tabla 8). La estabilidad de elevadas tasas de desempleo juvenil, se complementa con


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Aurkibidea/Índice

Fuente: Eustat (Vitoria-Gasteiz) & INE (Madrid)

una oferta de empleo precario y mal retribuido, panorama que conduce a los jóvenes al alargamiento de los estudios. Las escasas posibilidades de empleo, junto con una escasa solvencia económica, provocan un alargamiento en la dependencia del hogar paterno hasta edades tardías y un aumento en la inversión del capital humano mediante el alargamiento de los ciclos formativos, especialmente por parte de las mujeres, con la expectativa de mejorar las capacidades para enfrentarse a las dificultades del mercado de empleo. La incertidumbre económica que provocan las altas tasas de desempleo juvenil se deriva hacia un aumento en la participación de los ciclos superiores de estudios, o en la participación en empleos precarios y mal pagados. En cualquier caso el resultado será el retraso del momento de la maternidad-paternidad y reducción de la descendencia, entre los primeros por el incremento del coste oportunidad de los hijos, entre los segundos, por la precariedad económica para afrontar los costes de la crianza. Al igual que el desempleo y el alargamiento de los ciclos de estudios, la di-

ficultad de acceso de los jóvenes a la vivienda es otro elemento que interfiere en las pautas y calendario reproductivo de la población vasca. El elevado precio, el predominio de un mercado en que prevalece la adquisición en propiedad, junto con una limitada oferta de viviendas en alquiler, induce a la gente joven a permanecer en el hogar paterno hasta que sus recursos financieros le permiten la compra de este bien, situación que sucede con posterioridad a su incorporación al empleo. Además de la incertidumbre económica y la rigidez del mercado laboral, existe un consenso sobre el papel de las instituciones públicas en la emergencia y mantenimiento del modelo de muy baja fecundidad. La escasez de servicios institucionales dirigidos al cuidado de los niños y al apoyo a la crianza es un rasgo característico que comparten las poblaciones que actualmente conforman la geografía del modelo de muy baja fecundidad. Tampoco las políticas de protección a la familia han sido desarrolladas con la misma intensidad ni alcance que en los países europeos que hoy presentan pautas reproductivas más dinámicas. En nuestro contexto estas ca-

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Aurkibidea/Índice rencias son subsanadas y compensadas por la red familiar, pero el apoyo procedente de la familia es insuficiente para atender las exigencias crecientes de la sociedad contemporánea. La lenta adaptación de la institución familiar a los nuevos roles que la mujer desempeña en la vida pública es otro rasgo que predomina en las poblaciones de muy baja fecundidad. La asimétrica distribución del trabajo doméstico, que se acentúa tras el nacimiento del primer hijo, aún perdura en los hogares de las parejas vascas, como un lastre que impide a las mujeres participar en plano de igualdad con los hombres en las esferas privada y pública. La desigual distribución del trabajo doméstico actúa como elemento disuasorio de la formación familiar y de la natalidad, por los costes añadidos en tiempo y esfuerzo que supone a las mujeres la convivencia en pareja y la crianza de los hijos. Según la Cuenta Satélite de la Producción Doméstica (Eustat, 2000), en la CAE el 74% del trabajo familiar está realizada por mujeres y sólo el 26% por hombres, e incluso cuando las mujeres tienen un trabajo remunerado dedican 1,40 horas más diariamente a las tareas del hogar que los varones ocupados. El 64% del trabajo y la dedicación al cuidado de los hijos recae en las mujeres y sólo el 36% lo asumen los varones. El resultado es que las mujeres trabajan más que los hombres y como contrapartida, el tiempo que disponen para dedicarlo a actividades de ocio es menor que el de los hombres (2:45 y 3:03 horas respectivamente), y los hombres tienen 1 hora y 50 minutos diarios más para dedicar al trabajo y a su formación que las mujeres. McDonald (2002) sugiere que el modelo de muy baja fecundidad tiene mayor presencia en socieda-

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des, como la vasca, que han ganado terreno en la igualdad de género en las instituciones de orientación individual (mercado laboral, educación, etc.) pero conviven con importantes niveles de desigualdad en las instituciones de orientación familiar (familia u otros modelos de convivencia), desequilibrio que potencia una posición abstencionista de las mujeres en la formación familiar y la natalidad.

CONCLUSIONES La sociedad vasca comparte con las poblaciones en las que actualmente se asienta el modelo de extrema restricción reproductiva, no solo las bajas t sas de fecundidad, sino otro conjunto de características sociales, económicas, culturales y demográficas, que dejan fuera de dudas la inclusión de la población vasca dentro de la geografía de la muy baja fecundidad que hoy se extiende por el sur europeo. Ninguno de los factores señalados hasta aquí, sean del ámbito público o privado, tengan carácter funcional, estructural o ideológico, explican cada uno por si mismo la dinámica restrictiva y de mínimos que venimos observando desde hace años en la población vasca. El compor-


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Aurkibidea/Índice tamiento demográfico se caracteriza por actuar de forma homeostática con su entorno. De modo que, la incertidumbre económica, los vaivenes del mercado laboral, las insuficiencias institucionales en la implementación de servicios y de políticas, las desigualdades de género en el ámbito doméstico, generarán cambios en el calendario y en la intensidad de los fenómenos demográficos. A la vez que los cambios en el comportamiento demográfico modifican aspectos de la vida privada y pública de una sociedad. En consecuencia, solo cabe anticipar que la fecundidad vasca permanecerá dentro del modelo de muy baja fecundidad en tanto el conjunto de factores analizados hasta aquí permanezca sin variaciones sustanciales. Para que la fecundidad adquiera un nuevo dinamismo parece obvio que se ha de intervenir sobre los factores que de manera más o menos directa la limitan: potenciando la ruptura de la dimensión jerárquica de las relaciones de género y fomentando políticas que estimulen una mayor equidad social e individual entre ambos sexos; desprivatizando ciertas responsabilidades familiares, para que el coste económico y afectivo de tener hijos y criarlos no sea más elevado que el que se asume en sociedades más igualitarias; cuidando que este tipo de políticas no refuerce los vínculos tradicionales de las mujeres al espacio doméstico sino que potencien una nueva dimensión de participación, interés y responsabilidad igualitaria entre sexos en la esfera familiar; ofertando servicios desde la esfera pública que ayuden a las parejas a la crianza de sus hijos; fomentando la flexibilidad del trabajo asalariado, los permisos de maternidad y paternidad y de cuidado de la infancia cuando lo precise, impi-

diendo que el proceso de maternidad-paternidad dificulte la evolución profesional de las personas interesadas o su reciclaje laboral. Los cambios en estos factores constituyen condición necesaria pero no suficiente para que la fecundidad adquiera un mayor dinamismo, ya que en las decisiones de la formación familiar siempre prevalecerán la voluntad individual y de la pareja. En cualquier caso, la exigencia de los cambios está legitimada y amparada porque antes que políticas de fomento de la fecundidad, constituyen derechos ciudadanos que persiguen la equidad social.

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Aurkibidea/Ă?ndice


Aurkibidea/Índice

Iñaki Perurena “Erreflexio serio bat egiten badugu, denok konturatzen gara disparate handi batean bizi garela” Patxi Zabaleta, Xabier Gª Argüelloren laguntzarekin

G

izon handia dugu Iñaki Perurena, gorpuzkeraz nahiz pentsaeraz. Harrijasotzen lortu dituen marka guztiei esker, Guinness Libururaino eraman du euskal herriko kirola. Baina Leitzako harakin ospetsuaren bizitzan badira beste alderdi batzuk, kirolzale askok ezagutzen ez dituztenak. Luzaz plazaz plaza ibili izanak eta azken urteotako Goenkale telesaileko aktore lanak ez dute behin ere apartatu mundu honetako kezka eta arazoetatik. Aitzitik ere, Iñaki Perurena inguruko gora-beherez arduratuta bizi den gizona dugu, saldukerien arerio eta egiaren zale amorratua.

Bizitza guztia daramazu herri kiroletan. Nola eta zergatik sartu zinen mundu honetan? Iñaki Perurena. Hamasei urterekin hasi nintzen herri kirola egiten, hasieran aizkolari bezala. Etxean ez zuten nahi nik harriak jasotze-

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rik. Txikitan aitak istorio hau kontatzen zidan: Behin ba omen zen gizon indartsu bat harri handi bat bizkarrean hartu zuena, eta egindako indarkadagaz odola galdu eta hil egin zen. Joakin Caballerok, nire aitaren aitona zenak –hargina zela uste dut– harria Urbitako zubiaren azpian sartu zuen esanez “harri honek ez dezala beste inor elbarri”. Horixe kontatzen zidan aitak. Orduan, harriak jasotzeko ilusioa izanagatik, aizkolari bezala hasi nintzen, eta dagoeneko 30 urte daramatzat herri kirolean. Egia esan, ez daukat bat ere penarik egindako ibilbideaz, ibilbide honek gauza asko eman dizkidalako, gure herriaren historia ezagutzeko aukera, esate baterako. Orain dela urte batzuk, muga pasatzea abentura bat zen. Nik 16 urterekin pasatu nuen lehendabiziko aldiz, eta Donibane Garazira heldu ginenean, Navarre irakurri nuen taberna batean. Emozioa sentitu nuen esanez “hona nafarren bat etorri izanen da eta, hemen, Frantziaraino navarre”. Noski, orduko historia liburuetan, Nafarroako historia piska bat leienda moduan saldu izan digute. Batzuentzat, beti komeni izan da benetako historia tapatuta edukitzea, eta horrexen ondorioak pairatzen ari gara gaur egun.


hermes nº:2 de 10. elkarrizketa Iñaki Perurena. Patxi Zabaleta

Aurkibidea/Índice

Inork ez digu ondo azaldu, esate baterako, nola gertatu zen Nafarroaren konkista...

dela ere bai. Eta ez dela terrorismoa Euskal Herri aske bat izan nahi dugula esatea.

Batzuek justifikatu egiten dute konkista hori, baina nafarrek ez zuten onartu, ez konkista izan zen garaian, eta ez geroago ere. Beraz, nik ezin diot barkatu Del Burgori, ondo baitaki nola izan zen historia hori, jendeari beste mezu bat saltzea. “El pirineo Navarro” izeneko bere liburuan, Nafarroaren konkistaz mintzatzen denean, guerras fratricidas esaten du, ezta aipamen bat ere Errege Katolikoei buruz. Eta banderen gerraz hitzegitean, Leitzako argazki bat agertzen da, nik 12 urte nituenekoa. Balkoian bandera bakarra agertzen da. Orduan ez zegoen banderen gerrarik, baina bandera hark besteari lekua kendu zion. Gainera, bandera bakarra nahi badute, nafarra izan dadila, Nafarroaren bandera. Puntu honetan, nik faltan sentitzen dut konklusio serio bat ateratzea, denok elkarrekin, zer izan ginen, zer garen eta zer izan behar dugun. Euskaldunok gutxienez hori esatea izango dugu azkenean, ezta? Eta gure herria Euskal Herria

Eta zer sentitzen duzu oraingo egoera politikoak marrazten digun etorkizunaren aurrean? Bi gauza: kezka, ez dudalako seguru ikusten, eta beldurra, egurra ematen ari direlako. Baina gure jarrerak ere kezka eta beldurra sortarazten dizkit. Nik galdetzen dut: Zer gertatuko litzateke, Batasuna eta AuBren ondoren, beste euskal partidu abertzale guztiak ere ilegalizatuko balira? Eta benetan ba al dakigu zer gertatu zen Lizarra-Garazi hausteko? Esan nahi dut, hemen gaudela denak bi izkinetan, bi mutur daudela herri honetan. Geure aldetik, ez al dugu ezer egin behar elkarrekin kontrako postura bat hartzeko? Orduan, gure arazoak ez dira ETA eta Madrilgo Gobernuaren jarrera. Beste arazo bat ere badugu, eta igual hirugarren

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hermes nº:3 de 10. elkarrizketa Iñaki Perurena. Patxi Zabaleta

Aurkibidea/Índice sortu zen, “Egunkaria” itxi eta “Egunero” atera zen... Badaukagu zerbait, kimu berriak sortzeko ahalmena, alegia, baina bestea tapatuta. Hortik ez dago aurrera egiterik.

Esan beharrik ere ez dago, zu zeu, lehenik eta behin, nafarra sentitzen zarela, ezta? Bai, eta gainera uste dut nire nafar sentimendua orain ari dela benetako neurri batera etortzen. Miguel Sanzek esaten du “contra esto de conseguir la independencia, más España, más Fueros”. Baina garbi dago zein den benetako mezua, Errege Katolikoek hasitako lanari segida ematea. Tomas Urtxegik deitzen dio gaurko Nafarroari “la Navarra reducida”. Oso liburu interesgarria da, historiari begiratzera gonbidatzen gaituena. Baina, zoritxarrez, historiari begiratzean komeni zaiguna besterik ez dugu ikusiko, historiaren irakurketa nork bere erara egiten baitu.

arazo hau da handiena, elkarrekin adostasun batetara ezin ailegatzea. “Egunkaria” itxi eta, handik bi egunera, sekulako burrunda herri osoan, baina berotasun hori guztia epeldu eta hoztu “Nafarroako historia egin da sekulan baino azkaleienda moduan salrrago. Bai, “Egunero” hortxe du digute. Batzuendago, aurrera ezin tiratuz. tzat, beti komeni izan “Egunero” kalean izatea oso da historia tapatuta inportantea da, baina ez al da edukitzea, eta horren inportanteagoa “Egunkaria” ondorioak pairatzen irekita egotea? ari gara” “Egin” itxi eta “Gara”

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Nafarra ez ezik, euskalduna ere sentitzen zara. Jakina, baina gauza bat esplikatu nahi dut. Nire ustez, lehendabizi dago Jainkoa, gure ulermenak gehiegi entenditzen ez duen eta gauza guztien gainetik dagoena. Ondo-


hermes nº:4 de 10. elkarrizketa Iñaki Perurena. Patxi Zabaleta

Aurkibidea/Índice

Amak beti esaten zuen –eta ez bakarrik nire amak– “ondo ikasi erdaraz, ez dakizula gerta niri gertatu zaidana”. Norbait ate joka etortzen zenean, lotsa ematen zien atera joateak erdaraz ez zekitelako. Euskaldunei euskarak ez duela balio saldu izan zaie, eta antzeko zerbait gertatu da herri kirolean ere. Ni harrijasotzailea izan naiz, eta naiz, eta markak egin ditut. Baina, zoritxarrez, Euskal Herria Euskal Herri izateari uzten hasi zaio, eta horrek ekarri du herri kirola ere gauza sinple bihurtzea, euskara garai hartan gauza sinple bihurtu zen bezala.

Zer dira zuretzat kirola eta euskal kirolak? Gaurko gizartean, kirola montaje bat besterik ez da, espektakulu entretenigarri bat, jende eta diru asko mugitzen dituen fenomeno bat. Horixe da gaur egun kirolaz ulertzen duguna. Euskal kirolak ere badu horretatik zerbait, baina oso murriztu eta mugatua,

na

ure

Per

Eta gaur egun, herri kiroletik ba al dago bizimodua ateratzerik?

ki

Euskararen aldeko jarrera horretan ere, korronte nagusiaren kontra jokatu duzula esan genezake...

eta murrizketa horrek ekartzen dio euskal kirolari afizioz ere murritza izatea. Dena den, niretzat, euskal kirola beste zerbait da, gure aurrekoen omenezko zerbait. Aizkolari bat, harrijasotzaile bat edo idi-proba bat ikusten dugun bakoitzean zera ikusten ari gara, jendeak bere bizimodua aurrera ateratzeko egiten zuen lanaren adierazgarri bat.

Iña

ren dago pertsona. Pertsonek daukate hitza, hitzak ekartzen du hizkuntza, hizkuntzak ekartzen du euskara, eta euskarak ekartzen du euskalduna. Beraz, euskalduna hitzaren ondorea da, eta hitz horren hizkuntzak markatzen du euskalduna. Euskal Herria euskaldunok osatzen dugun herria da, eta euskaldunon herri honek Nafarroa zuen estruktura bezala. Gaur egun, estruktura hori reduzitu edo murriztu delako, Euskal Herri osoa estruktura bihurtu nahi dugu. Seguru aski, Nafarroari benetako tokia kendu zitzaiolako, orain dela ehun urte Euskadi izen berria ere sartu zen jokoan.

Behin hartu nuen errenta aitorpena egiteko eskuliburua eta hauxe irakurri nuen: kirolariek Olinpiadan Espainia errepresentatzen badute, ADO planari esker, bost milioi arte ez dutela deus ere deklaratu behar. Horiek horrela dabiltza eta gu, berriz, ezin biziz, prentsan ignoratuta. Nire semeak, esate baterako, lehengo hilean marka bat egin zuen, eta nik jakin nahiko nuke Nafarroan zenbat jende enteratu den horretaz. Ni neu, ogibidez harrijasotzaile sentitzen naiz, baina horretatik bizimodua ateratzerik ez dagoenez, beste gauza batzuk ere egin behar ditut harakindegian. Herri honek berezko nortasuna balu, nik harriak jasotzetik bizitzeko eskubidea izan nezake, ziur nago.

“Gure arazoak ez dira soilik ETA eta Madrilgo Gobernuaren jarrera. Beste arazo bat ere badugu, elkarrekin adostasun batetara ezin ailegatzea”

Lehen, historia aipatu dugunez, zer da zuretzat historia? Ba al du zer ikusirik egunerokoarekin? Historiarik gabe herririk egon daitekeela uste al duzu? Ez dago historiarik gabeko herririk. Motzagoa

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hermes nº:5 de 10. elkarrizketa Iñaki Perurena. Patxi Zabaleta

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edo luzeagoa izan daiteke, baina denok dugu historia. Basarrik esaten zuen, atzo jaiotako haurra ere gaur zaharragoa dela. Mundua sortu zenetik, toki guztiek dute beren historia, ezkutukoa bada ere. Ipar Ameriketan, adibidez, badirudi historia orain dela 200 urte hasi zela, aurretik zegon guztia ezkutuan geratu delako edo tapatu egin delako. Abioi batek istripua duenean, teknikoak kaxa beltzaren bila abiatzen dira zer gertatu den jakiteko. Historiarekin ez da berdin gertatzen. Historiara jotzen dugu beti komeni zaigunaren bila.

Michel Labegueriek “Nafarra, oi Nafarra, Euskadin lehena, ederra zen ametsa zure erregeena” kantatu zuen, eta Letek “Nafarroa arragoa”. Gero, Benito Lertxundik Erribera eta Baldorbako

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harri landuei kantatu die historiaren aztarnen bila. Zer ekartzen dizute burura hiru ideia horiek?

Behin, bilera bat izan nuen Miguel Sanzekin, eta esan zidan konbentzituta dagoela Nafarroa Espainiak konkistatu izan ez balu Frantziak konkistatuko zukeela. Orduan esan nion: “zer esan nahi duzu, sortu zenetik Nafarroa ez existitzera kondenatuta zegoela?”. Hemen gizaki batzuk bizi ziren, eta momentu batean, kanpoko jendea toki horren bila ere hasiko ziren –godoak, arabiarrak, erromatarrak...–. Horren aurrean konturatuko ziren in“Euskal Herria Euskal darrak bildu behar zituzteHerri izateari uzten la, eta horrelaxe sortu ziren hasi zaio, eta horrek lehendabiziko erreinuak. dakar herri kirola Gorabehera horietan guzgauza sinple bihurtietan, estruktura hori hautzea, euskara garai tsi egin zen. Hori legitimatu batean gauza sinple ala ez legitimatu, hortxe dabihurtu zen bezala” go gakoa. Eta hortxe daude bi koloreak. Gaur, zoritxa-


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Aurkibidea/Índice

Bada hitz bat Leitzan, norberak rrez, bi kolore horietako batean haustura bere haragitan sufritu duen gauza bat handia ikusten da. Gero eta sigla gehiago ikasteko esperientzia adierazten dueikusten dira. Aurkari handi baten kontra na: gaizpentsua. Munduak gaizpentsu bildu beharrean, sekula baino sigla gehiahorretatik ikasi duela uste al duzu, ala go daude, eta denak salbatzaile datoz. historia behin eta berriro errepikaNik badakit beste koloreak, espainolismoak, nola jokatuko duen. Gaur, ETA tzen da? da espainolismoaren jarrera justifikatzen Beharbada, historia ez entenditzeak duena, baina ETA desagertuko balitz ere, edo ez jakiteak errepikatzen du behin eta badakit espainolistek gutxi gora-behera berriz ere errorea. Inguruari begiratuz gegauza berdin-berdinak egingo lituzketela, ro, ikusten da historia behin eta berriz ETAren aurretik gauza berdinak egin zierrepikatzen dela, eta badirudi ez diogula tuztelako. kasurik egiten. Gazte bati kontuz ibiltzeko Gure artean, aldiz, bakoitzak bere esaten zaio, baina azkebidea hartzen du. Beste henean utzi egin behar zaio rri batzuetan, liderra agerbere kabuz ikas dezan. Batzen denean, denak bere “Gizarteak badu dedirudi historiak ere zahartu atzetik, baina euskaldunak segindakoa konponegin behar duela akats beresango du “bai, zuk segi tzeko kapazitatea, dinetan ez erortzeko. hortik, ni hemendik joango baina bere kapazitate naiz”. Izaera kontua izanen Bestela ere, mundua hori desarroilatzeko aurrera doala ematen du, da, baina puntu batzuetara aurrena desegin egin baina norantz? Gaur saltzen ailegatzen ez saiatzea besbehar du” da bizitza honetako triunfo teei indarra ematea dela iruditzen zait. bezala posizio batzuetan

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Aurkibidea/Índice luzean, desoreka ekologikoarekin. Zer eragin ekarriko du horrek gizaki eta gizartearen kontzientzian? Horrek ekarriko du askotan ekarri duena. Adibidez, Irakeko gerra horretan bota den hori ez bada botatzen, Amerikak Amerika izateari utzi egingo dio. Horrez gainera, Amerika horrek eta gaurko gizarteak horrela segitzeko, ezinbestekoa da egun batean ez dakit zenbat pertsona gosez hiltzea. Nik ez dakit gizartean zein bidetan goazen, baina erreflexio serio bat egiten hasten bagara, denok konturatzen gara disparate handi batean bizi garela.

Gizakiak berdinak garela esaten da, gutxienez duintasunari dagokionean. Zer iritizi duzu honetaz?

aurrena egitea, postu bat lortzea, pisurik garestiena izatea, kotxerik onena izatea, exekutiborik altuena izatea. Horixe da triunfatzea bizitza honetan, baina zer triunfo klase da hori? Triunfo materiala besterik ez. Itxuraz, gizartea aurrera doa. Hobeto esanda, gizarteak badu desegindakoa konpontzeko kapazitatea, baina bere kapazitate hori desarroilatzeko aurrena desegin egin behar du, gero berreskuratzeko kapazitatea daukala esateko.

Edozein kasutan, gauza batean behintzat, oraingo mundua diferentea da. Orain arte, gizakiek ezin zuten mundua desegin, eta orain desegin dezakete bat-batean, suntsiketa atomikoaren bitartez, edo epe

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Ideia guztiak errespetagarriak direla esaten dugunean, hor badago berdintasun bat ideietan. Baina ideia horien aurretik gertakari batzuk daude. Adibide bat jarriko dizut. Etxe batean lapurreta bat egiten da, eta gero, epaiketa bat antolatzen da, abokatu eta guzti. Bati entzuten diozu, eta bai, sinetsi eta arrazoia ematen diozu, baina gero besteari entzun eta berdin gertatzen zaizu. Beraz, ideien pluraltasunari dagokionez, gauza bat da esaten diren gauzak, eta beste bat gertatutakoak eta gertatutako horien inguruan sortzen diren ideiak.

“Abioi batek istripua duenean, teknikoek kaxa beltza bilatzen dute zer gertatu den jakiteko. Historiarekin ez da berdin gertatzen. Historiara jotzen dugu beti komeni zaigunaren bila”

Askatasuna omen da gizakiok animalietatik bereizten gaituena. Zer da zuretzat askatasuna? Bizitzen dudan egoera honetan zer naizen izateko aukera. Hau da, nik uste dot hau naizela, eta horixe izan nahi dut, hori izateko aukera.


hermes nÂş:8 de 10. elkarrizketa IĂąaki Perurena. Patxi Zabaleta

Aurkibidea/Ă?ndice Eta egia al da denborak gauzak aldatzen dituela? Bai, ikuspegiak aldatzen ditu, zalantzarik gabe. Nik, nire aitona Inaziorekin, aizkora beti aldean eramaten nuen, eta egur bat ikusten nuen bakoitzean, aizkora pasatzen nion. Baina adinarekin aldatu egiten gara. Aitonarekin bizitzeak markatu egin ninduen, baserri giro horrekin lotu, alegia. Bizitza Tourra bezalakoa da. Aurrena egiten duzu etapa txiki bat berotzeko, gero kilometroen kontra zeinek dituen indar handienak, gero mendiko etapa handi batzuk, gero trantsizioko etapa batzuk eta atzeneko etapa izaten da omenaldi bat irabazi duenarentzat. Bizitza piska bat horretan gelditzen da.

Kultura kontuetara itzuliz, urteetan euskararen gordeleku izan ziren baserri eta arrantza giro horien azkentzearen aurrean, zer egin behar dugu garai berri hauetan ere euskarak bizirik jarrai dezan? Gaur, Orioko portuan izan gara Goenkale grabatzen, eta barkuetan beltzak eta magrebiak ikusten ziren lanean. Lehenago, euskaldunak ziren beste toki batzuetara emigratzen zirenak, baina orain emigrazioa honantz dator. Egoera honen aurrean, nortasun baten jabe izatea behar-beharrezkoa dela uste dut, jende berri horiei gure kulturarekiko interesa sortu nahi badiegu.

Euskara omen da Europako hizkuntzik zaharrena, eta hala ere, ez du onarpen ofizial osorik. Eskakizunen bat egin beharko litzateke Europaren aurrean ofizialtasun oso hori bermatzeko?

Bai, zientifikoki badirudi demostratzen ari direla euskara Europako hizkuntza zaharrena dela. Baina, zoritxarrez, Euskal Herrian argi piska bat ikusten den bakoitzean, berehala itzali egiten da. Behin baino gehiagotan gertatu zaigu historian zehar. Badirudi gure betiko kondena dela. Europaren aurreko eskakizun horri buruz, nik uste dut, Espainiak Irakeko gerran parte hartzeak pisua izan dezakeela eskakizun horri ateak ixteko.

Paralelismo bat eginez, IX. mendeaz geroztik Nafarroa estatu baten jabe izan zenez gero, egia historiko hau instrumentu bat izan liteke Europan Euskal Herriaren nortasuna erreibindikatzeko? Benetako pisua horrek izan behar luke. Savaterrek eta esaten dute abertzaletasuna pisurik gabeko mugimendu etni-

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koa besterik ez dela. Baina mugimendu etniko bat ez dela esateko, hor dago erreinu bat, bere monetarekin, bere legeekin, bere inprentekin, bere estruktura guztiarekin. Horrek pisua ez badu, gainerako beste guztiak gutxiago.

Bukatzeko, zer da zuretzat Europa? Nik, orain arte, merkatu batu hau sortu aurretik, Europa ikusten nuen Nafarroako Erreinu zaharra bezala. Baina badirudi gaur Europa zahar horrek beste zentzu bat hartu duela, eta nahi ez badugu ere, eragin zuzen-zuzena duela gure eguneroko bizitzan. Abeltzaintzan ikusten dut, esate baterako, Europako arauek zer pisua duten, lau orri diferente bete behar direla, askotan zentzurik gabekoak. Alde horretatik, esan daiteke Europa urrutiko joku

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handi bat dela, dena argitzen duena, edo urrutiko harresi handi bat, dena ixten duena. Nolanahi ere, Europak guregan izan dezakeen eragin horren gainetik, beharbada, Espainiak beti eragin handiagoa izango du. Kontua da lasterka horretan zeinek hartzen duen aurrena. Ez gara gehiegi konturatzen lasterketa horrek garrantzi handia izan dezakeela.


Aurkibidea/Ă?ndice


Aurkibidea/Índice

José Antonio de Aguirre y la Construcción de Europa

“Los mejores hombres de Europa”.

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uchas son las formas de participar en la construcción de Europa. Han sido muchas las personas que han tomado parte a lo largo de medio siglo en la construcción de Europa. Gracias a estas personas Europa es hoy el proyecto común de los europeos. Pero, en sus inicios, la construcción de Europa fue obra de unas pocas personas con visión de futuro, convencidas por su propia experiencia y por la generosidad intelectual y política que las inspiraba que Europa tenía Iñaki Aguirre Zabala Catedrático de Relaciones que unirse más allá de su Internacionales de la Euskal Herriko Unibertsitatea/ heterogeneidad –en razón Universidad del País Vasco. inversa de su historia fratriLicenciado en Filosofía por la Facultad Libre de Filosocida– si quería paz y liberfía de Chantilly (Francia). tad, progreso y justicia. Los Diplomado del Institut d'Études Politiques de París. artífices de la construcción Doctor en Ciencias Polítide las primeras Comunidacas por la Universidad Complutense de Madrid. des Europeas fueron testiHa impartido docencia durante veinticinco años en la gos directos y al fin, víctiEuskal Herriko Unibertsitamas de la destrucción sistetea/Universidad del País Vasco, impartiendo las asigmática, física y moral de naturas de Historia del Europa propiciada por el Pensamiento Político, Relaciones Internacionales,Teodelirio totalitario que se ría de las Relaciones Interapoderó del continente en nacionales e Integración Europea, en euskara y caslos años treinta y cuarenta. tellano. En la actualidad, es codirector de los Cursos A estos hombres que no se de Derecho Internacional y dejaron convencer por la Relaciones Internacionales de Vitoria-Gasteiz. Entre propaganda ni doblegar por otros temas, ha publicado la fuerza, a muchos de los diversos trabajos sobre la doctrina nacionalista vasca cuales él conoció personaly sobre la ética de las relamente, José Antonio Aguirre ciones internacionales.

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los llamaba “los mejores hombres de Europa”. Hoy nos inclinamos a pensar en la construcción europea como si se tratara de un edificio casi acabado. La impresionante arquitectura institucional de la actual Unión Europea está ahí para hacérnoslo creer. Aguirre no conoció lo que hoy conocemos por Unión Europea porque murió en 1960. Como otros de los pioneros de la construcción de la Europa actual, conoció los comienzos de la empresa y las ideas fundamentales que la inspiraron. Y vivió, en parte protagonizó, algunas de las circunstancias que están en los cimientos de la construcción europea. Por ello, quisiera llevar a cabo un ejercicio de rememoración y de interpretación política. No voy a tratar de todo en detalle porque el tema desborda el espacio de este ensayo. No voy a extenderme en la participación de Aguirre, junto con otros vascos de diversas filiaciones políticas, en las iniciativas que desembocarían en la fundación de los movimientos europeístas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Este periodo ha sido estudiado en distintos trabajos1. Voy a recordar, en cambio, circunstancias y tomas de postura, algunas conocidas, otras menos, remontando atrás en el tiempo, sin excluir del examen peripecias personales de José Antonio Aguirre que no se suelen relacionar habitualmente con la construcción de Europa. Por tanto voy a seleccionar algunos momentos de la historia de este siglo que se despide de nosotros en los que la acción, en momentos incluso la simple circunstancia vital de José Antonio Agui-


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Aurkibidea/Índice rre, coinciden de manera a veces paradójica con la idea y el proyecto de la construcción de Europa. Con el anhelo de una Europa futura en paz, en justicia y en libertad. Con una Europa en la que el pueblo vasco podría lograr su reconocimiento pleno como pueblo europeo con voz política propia. En consecuencia, quisiera recordar, como si de sucesivas instantáneas fotográficas se tratara, algunos hitos de la trayectoria, primero europea, después americana y, por último, propiamente “europeísta”, de José Antonio Aguirre. Estas instantáneas ilustran distintas coyunturas de la historia europea y mundial a partir de las cuales es posible interpretar el significado del compromiso del nacionalismo vasco con la construcción de Europa. Un compromiso colectivo personificado en este ensayo por José Antonio Aguirre en tanto que fue él, también, uno de “los mejores hombres de Europa”. Uno más de aquellos que vivieron la noche más oscura de Europa y tuvieron el coraje de vislumbrar el alba de un futuro mejor para sus hijos. La secuencia completa de las instantáneas que vamos a recordar, puestas en movimiento como los fotogramas de una película revela, sobre el telón de fondo de la Europa desgarrada de mediados del siglo XX, no sólo el drama de la lucha de un hombre, Aguirre, y de una familia política perseguida entonces dentro y fuera de su casa, el nacionalismo vasco, sino también la trama compleja de una conspiración más amplia que la vasca en la que esta se integra decididamente desde el inicio aunque sin cosechar siempre el reconocimiento debido. Me refiero a la lucha antifascista común, insensible al desaliento en el momento más siniestro de la historia europea, a la conspiración diseminada de los demócratas de todo el continente por la libertad, la justicia y la unión de Europa de la que fue parte constitutiva la historia que sigue. Estas son las cinco instantáneas históricas enfocadas en José Antonio Aguirre que quisiera rememorar para entender

mejor cual fue la razón de su compromiso con y a favor de Europa. Primera instantánea: El nacionalismo vasco, la generación de 1930 y la idea de Europa (1930-1936). Segunda instantánea: La constitución del primer Gobierno Vasco y el nacimiento del “caso vasco” (1936-1939). Tercera instantánea: De Guernica a Nueva York pasando por Berlín (19401941). Cuarta instantánea: Imaginando Europa en paz y libertad desde el Nuevo Mundo (1942-1945). Quinta instantánea: Construyendo Europa desde el exilio y en la Guerra Fría (1946-1960).

Primera instantánea: La generación de 1930 y la idea de Europa (1930-1936) Cuando José Antonio Aguirre entra en política el año 1930 –tenía entonces 26 años– el nacionalismo vasco estaba escindido entre las dos ramas de Aberri y Comunión. Aguirre participará en el proceso de reunificación del que surgiría, en vísperas de la República, el nuevo Partido Nacionalista Vasco que reafirmaría los principios doctrinales de su fundador Sabino Arana Goiri pero que heredaría, también, el aporte intelectual de Comunión en el que estaba presente, además del interés por el tema de las nacionalidades en Europa, el interés por el europeísmo2. En efecto, es preciso recordar el europeísmo manifestado desde la década de los años 10 por escritores nacionalistas como Luis de Eleizalde (Axe) quien contrapondrá en clave de esperanza para las nacionalidades europeas la “Europa futura” a la “Europa presente” y, posteriormente, por Engrazio de Aranzadi (Kizkitza) y Aniceto de Rezola (Erreka), quienes, en la década de los 20, acogerían con entusiasmo las ideas paneuropeístas del conde Coudenhove-Kalergi, uno de los promotores de la “idea de Europa”, es decir del pro-

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Aurkibidea/Índice yecto de los Estados Unidos de Europa. Con el Memorandum Briand (1930) que abre la perspectiva de una Unión Europea de corte confederal3 y es favorablemente comentado por Kizkitza y Erreka en las páginas del diario Euzkadi, entramos ya en la época política que iba a vivir Aguirre. Estos precursores, vasquistas y europeístas a la vez, habían formulado y argumentado claramente una posición favorable del nacionalismo vasco ante el europeísmo democrático y federalizante de algunos pensadores y políticos europeos de la época de entreguerras. Posición doctrinal que sería asumida intelectualmente y promovida políticamente por la “generación de 1930”4, la generación de José Antonio Aguirre. En la coyuntura internacional de aquellas primeras décadas del siglo XX la “cuestión de las nacionalidades” era considerada como uno de los problemas fundamentales de Europa. Lo sería así antes, durante y después de la Primera Guerra Mundial. Esa “Gran Guerra”, principalmente europea, nacía, según la interpretación del Presidente estadounidense Woodrow Wilson, de los problemas nacionales no resueltos de Europa tal como lo dejaría expresado en su famoso “programa de los 14 puntos” de 19185, entrados ya en la guerra los Estados Unidos. Wilson proponía –no fue el único– un principio revolucionario heredado del siglo XIX, que se convertiría en el siglo XX en un método para la resolución de conflictos heredados de la colonización europea pero que fue pensado en origen para Europa: la “libre determinación de los pueblos”, es decir la autodeterminación. De hecho, al término de la “Gran Guerra” y a raíz de los Tratados de Paz de 1919, van a surgir nuevos Estados en Europa. Este hecho no pasaría desapercibido dentro de las filas del nacionalismo vasco de la época. No nos olvidemos tampoco que para las generaciones que nacían a la vida

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intelectual y política en las primeras décadas del siglo –esos serían los años de formación de José Antonio Aguirre– Europa era el continente entero. Europa era la “gran Europa” (o sea, la Europa Occidental pero también la Europa Central y Oriental “hasta los Urales”). Precisamente, esa Europa completa a la que ahora estamos volviendo a acostumbrarnos. En efecto, la “gran Europa” de entonces se parecía más a la Europa de hoy –es decir a la “nueva” Europa que ha vuelto surgir después de la caída del muro de Berlín y de la desaparición de la Unión Soviética (y que es, de nuevo, una “Europa de las nacionalidades”)– que a la Europa esquizofrénica de los grises años de la “Guerra Fría”. Como consecuencia de esta trágica partición política e ideológica del continente –producto del desenlace ambiguo de la Segunda Guerra Mundial– la construcción europea daría sus primeros pasos, durante la década de los 50, solamente en algunos países de la parte más occidental del continente. Sería por tanto la “pequeña Europa” –como la llamará Aguirre– la que pondría en común, mediante los instrumentos jurídicos internacionales que serían los Tratados fundacionales de las primeras Comunidades Europeas, algunos de sus recursos económicos y más fundamentalmente, si cabe, su voluntad política de unión cada día más estrecha entre los pueblos europeos. Es importante comprender este punto para situarnos en el contexto internacional y europeo en el que Aguirre inicia su carrera política. Además, en esos años que van de 1931 a 1936, la acción de Aguirre estaría volcada principalmente en el logro de un objetivo político prioritario e inmediato para los nacionalistas vascos: la consecución para Euskadi del Estatuto de Autonomía dentro del marco constitucional de la Segunda República Española recién estrenada. En la mente de José Antonio Aguirre, pero sobre todo en su ac-


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Aurkibidea/Índice ción, los temas internacionales y más particularmente los temas europeos no ocupaban todavía el lugar que ocuparían unos años más tarde. Sin embargo, en la Europa de los años treinta era imposible abstraerse totalmente de la gigantesca lucha ideológica que se estaba librando en el continente preludio de la Segunda Guerra Mundial con su antesala, la guerra civil española. Era la época del auge de los fascismos. Como síntoma de la pujanza popular de estos movimientos, Hitler llegaría al poder en Alemania, en 1933, por la vía de las urnas. Ese mismo año, el Partido Nacionalista Vasco organizaba en San Sebastián un Aberri Eguna que quedaría en los anales por su lema premonitorio: “Euzkadi-Europa”, señal viva del europeísmo heredado de la anterior generación europeísta y vasquista presente en la mente y en la acción de la “generación de 1930”. Pero la política internacional y más particularmente, dentro de ese vasto campo de acción todavía en gran parte inédito para el nacionalismo vasco, los asuntos de Europa, tenían –entonces como hoy– sus propias reglas, su propio código no siempre comprensible para los novatos. Lo tendría que aprender Aguirre en los años más duros de la historia europea. José Antonio Aguirre, que era diputado en las Cortes de la República desde las constituyentes de 1931, viviría, en ese terreno, la frustrante experiencia de la delegación de dirigentes y diputados nacionalistas vascos enviada al Vaticano en 1936, para explicar sin éxito su postura en vísperas de la tragedia española. Sin embargo previamente a esta dura experiencia, y esto nos puede interesar aun más hoy si cabe, Aguirre tendría la ocasión de estrenarse no sólo como delegado político sino como analista en ese mundo internacional y europeo con ocasión del Congreso de las Nacionalidades y Minorías de 1935 en Ginebra al que sería enviado por su Partido en compañía de

Irazusta . De esa participación quedaría un extenso informe al Euzkadi Buru Batzar del Partido Nacionalista Vasco, obra de los dos delegados vascos Aguirre e Irazusta. Aguirre guardaría un recuerdo imborrable –ciertamente no satisfactorio– de este Congreso y de la visita que realizarían a continuación a la sede de la Sociedad de Naciones, puesto que años más tarde en el exilio de Nueva York, a la hora de proyectar en plena guerra mundial la organización futura de la Europa de la postguerra7 haría una ácida mención a la atmósfera de estas reuniones internacionales marcadas por la pusilanimidad de las delegaciones nacionales, el formalismo hipócrita de las cancillerías y los compromisos secretos de la Realpolitik. Esta será por tanto la primera de nuestras instantáneas. En efecto, lo que Aguirre e Irazusta descubren en el Congreso de las Nacionalidades y Minorías de Ginebra es la larga sombra del nazismo en Europa y más concretamente en Europa Central. En consecuencia, la conclusión no puede ser muy alentadora para el nacionalismo vasco. El nazismo, interesado en el problema de las minorías (especialmente germánicas) en Europa influye poderosamente en una institución cuyo origen se debe, sin embargo, a los servicios secretos y a la diplomacia francesa de la primera postguerra mundial. De forma llamativa, pero lógica si entendemos lo anterior, las recomendaciones del Informe de Aguirre e Irazusta se dirigirán a potenciar en el futuro las relaciones con las nacionalidades de Europa Occidental (bretones, corsos, flamencos, irlandeses, etc.) más que con las nacionalidades de Europa Central. De forma llamativa, porque será precisamente de este extremo occidental de Europa que nacerán después de la Segunda Guerra Mundial las primeras Comunidades Europeas o lo que Aguirre llamará en sus escritos políticos contemporáneos la “pequeña 6

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Aurkibidea/Índice Europa” (no sólo porque no podrá incluir, evidentemente, al conjunto de la península ibérica –España y Portugal– entonces hipotecada por sus dictaduras, sino porque estarán también ausentes de ella los países de Europa Central y Oriental secuestrados detrás del “telón de hierro”). La visita a la sede de la Sociedad de Naciones no va a ser más alentadora para Aguirre e Irazusta. Y es que los delegados vascos llevan a estas dos reuniones una preocupación de moralidad y de legalidad internacional característica de la manera en que la generación nacionalista vasca de 1930 encaraba los asuntos internacionales. Es el problema de Abisinia. Un claro caso de agresión por parte de una potencia europea –en este caso la Italia fascista de Mussolini– a un pueblo africano independiente y, además, inmemorial: el Imperio cristiano de Etiopía que era, a su vez, miembro de la Sociedad de Naciones. La violación de los principios del derecho internacional por el fascismo y el quebranto en razón de la pasividad de las Potencias del sistema de seguridad colectiva promovido en su origen por la Sociedad de Naciones son en este caso patentes. De forma premonitoria, el asunto de Abisinia significará también para el filósofo católico francés Jacques Maritain, como para el escritor François Mauriac, uno de esos escándalos éticos que dan que pensar sobre la naturaleza de las relaciones internacionales y que exigen una denuncia política clara y un compromiso activo a favor del pueblo agredido y de la justicia internacional. Aguirre e Irazusta plantean este caso en el Congreso de las Nacionalidades y Minorías sugiriendo la oportunidad de una moción de condena de la agresión italiana. Los delegados vascos constatan pronto con sorpresa y disgusto que la mayoría de las delegaciones no tiene ningún interés en tomar posición ante el proble-

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ma de Abisinia por no disgustar a Mussolini, detrás del cual se perfila la larga sombra de Hitler. A continuación, en su visita a la sede de la Sociedad de Naciones, Aguirre e Irazusta constatan que la organización ginebrina, más allá de la retórica de los discursos, no tiene un interés real en defender a uno de sus miembros ante una agresión de un Estado tercero (una potencia europea) violadora de sus derechos más elementales a la existencia como Estado independiente. El mundo -Europa sobre todo-ha empezado a bascular de nuevo del lado de la política de fuerza. Aguirre, como hemos dicho, no olvidaría nunca esta primera lección de hipocresía y de cinismo internacional.

Segunda instantánea: La constitución del primer Gobierno Vasco y el nacimiento del “caso vasco” (19361939) La constitución del primer Gobierno Vasco, el 7 de octubre de 1936, es el momento histórico decisivo para la generación de Aguirre porque es el primer gran logro político del nacionalismo vasco. Convierte institucionalmente a Euskadi por primera vez en la historia –en circunstancias ciertamente excepcionales y en un territorio menguado por la sublevación militar pero, aun así, a través de unas instituciones democráticamente constituidas– en sujeto político autónomo y, dadas las circunstancias, en dueño de hecho de su propio destino político. La constitución de un Gobierno Autónomo Vasco, dentro del marco constitucional de la Segunda República española, supondría así un salto cualitativo en muchos ordenes pero muy particularmente en cuanto a la proyección política internacional efectiva de la realidad vasca porque confería a ésta el instrumento democráticamente legitimado de una representación gubernamental


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Aurkibidea/Índice reconocida internamente en el marco de la legalidad republicana y, en consecuencia, internacionalmente por los gobiernos antifascistas. Este hecho institucional decisivo ayudará a que sean percibidas muy pronto por la opinión internacional –y en particular por algunos intelectuales católicos europeos– las circunstancias excepcionales, tanto ideológicas como humanitarias, de la primera guerra internacional en la que se verá, en razón de las circunstancias, envuelto el primer Gobierno Vasco. En efecto, la guerra civil española, fue en realidad una guerra internacional, la antesala de la Segunda Guerra Mundial como a menudo se ha dicho. El campo de batalla en el que se representó sangrientamente la gran pugna ideológica del siglo: totalitarismo contra democracia. El laboratorio en el que se estrenaron las nuevas técnicas de la guerra. Es la razón por la que la guerra civil española fue vivida como propia en Europa y fuera de Europa y la razón por la que el bombardeo de Gernika por la Legión Condor alemana en abril de 1937 se convirtió rápidamente para los antifascistas en un símbolo del asesinato de la democracia, es decir en la matanza de un pueblo inerme pero políticamente institucionalizado. El hecho fundacional de la constitución democrática del primer Gobierno Vasco –gobierno de coalición de fuerzas democráticas (nacionalistas, republicanos, socialistas y comunistas), vertebrado en torno a un partido católico (el Partido Nacionalista Vasco)– unido al escándalo y a la polémica que provocó el bombardeo de Gernika, ataque a una población civil indefensa, van a propulsar en el escenario internacional y en la conciencia europea, en particular en la conciencia de algunos de los intelectuales católicos más relevantes de la época, lo que empezará a llamarse el “caso vasco”. El filósofo

francés Jacques Maritain, junto a otros como el futuro Premio Nobel de Literatura François Mauriac, tomará partido a favor del pueblo vasco como ejemplo de democracia injustamente perseguida. A las tomas de posición personales y a los manifiestos sucedería en Francia la fundación de la Ligue Internationale des Amis des Basques (L.I.A.B.)8. La mayoría de los políticos, intelectuales, escritores o periodistas que formarán, junto a alguna autoridad eclesiástica, la sección francesa de la L.I.A.B. son católicos, aunque no todos. Maritain redactará, por su cuenta un denso estudio sobre la guerra civil española y “el caso vasco”9. Texto cuya tesis consiste en rebatir sistemáticamente el carácter de “cruzada” que algunos católicos europeos (y la parte más influyente de la jerarquía eclesiástica española) pretendieron dar a la sublevación de los militares. Pero si el “caso vasco” se convierte, en vísperas de la hecatombe mundial, en un paradigma de la injusticia para algunos intelectuales católicos, ¿no será porque el llamado “caso vasco” no es sino una particular escenificación trágica del “caso europeo”? El escándalo de una Europa que se encamina a su destrucción sistemática, material y moral. Destrucción de Europa afanosamente propiciada, en los distintos países, por fuerzas políticas conservadoras y jerarquías eclesiásticas abrazadas sin escrúpulos al fascismo. Como hemos visto, sin embargo, algunos católicos, en Europa y en el mundo, se acordarán de Gernika 1937 de la misma manera que los delegados vascos al Congreso de las Nacionalidades y de las Minorías de Ginebra se acordaron –ante la indiferencia casi general– de Abisinia 1935. Abisinia, precisamente, uno de los lugares del mundo en donde se inauguró el mismo método de bombardeo terrorista contra la población civil que fue aplicado en Gernika. Todo esto tendría que ver –una vez pasado el vendaval de la Segunda Guerra

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Aurkibidea/Índice Mundial– con la construcción futura de Europa. Influiría en la gestación de la democracia cristiana de posguerra, es decir, de un movimiento de ideas convertido después de la guerra en fuerza política pujante en algunos países europeos que participaría de forma decisiva en la construcción de la “pequeña Europa” democrática de la postguerra. En efecto, ¿que era, en los años treinta, la democracia cristiana en Europa? Unos partidos pioneros pero testimoniales como el Partido Popular fundado por Luigi Sturzo en Italia, unos círculos prestigiosos e influyentes pero con escasa presencia electoral como el fundado por Marc Sangnier en Francia, unos importantes Partidos Católicos que acceden al gobierno pero no han adquirido todavía todos sus rasgos demócrata cristianos de postguerra, como en la Bélgica que gobernará Paul Van Zeeland10. En este archipiélago democristiano europeo en gestación de los años treinta, el caso de los católicos demócratas vascos llamaría poderosamente la atención. En efecto, el Partido Nacionalista Vasco era ya por entonces (contrariamente a algunos de los grupos demócrata cristianos contemporáneos en formación como sucedía, por ejemplo, en Cataluña), un partido de masas con vocación de gobierno que había concurrido en varias ocasiones a las elecciones con éxito. Era, desde varias décadas, un partido nacionalista, confesional y democrático. Por último, aunque no fuera el primer partido de la difusa familia de inspiración demócrata cristiana europea de la época que accedería en esos años al poder, lo haría –circunstancia histórica singular– vertebrando un Gobierno de amplia coalición democrática antifascista en el que participarían no sólo partidos laicos o socialistas sino incluso los comunistas. Esta última circunstancia significó una primicia de considerable impacto doctrinal y político en el campo de

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la democracia cristiana europea de preguerra. Pero la ruptura más profunda que representaría el “caso vasco” para esta familia política demócrata cristiana europea en gestación sería la autonomía que demostrarían los dirigentes del Partido Nacionalista Vasco en materia de decisión política frente a las presiones que sobre ellos se ejercerían por parte de las jerarquías eclesiásticas. Esta autonomía de conciencia se ejercería, además, en una situación de excepción particularmente cruel: la guerra, en la que la decisión es de vida o muerte. A favor o en contra del régimen republicano legalmente constituido, a favor o en contra de la sublevación militar, a favor o en contra de la democracia y de la libertad vasca. Ello es, sin duda, lo que, al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, querrá expresar concisamente François Mauriac cuando en un banquete de celebración de la reconstitución de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos, dirigiéndose directamente al Presidente Aguirre, le diría: “Vous avez marqué le tournant de la démocratie chrétienne en Europe” (“Ustedes han protagonizado el giro de la democracia cristiana en Europa”)11. Este reconocimiento sería de importancia política considerable para los nacionalistas vascos. Da idea, en palabras de un prestigioso escritor e intelectual católico de la época, de la autoridad moral con la que tanto Aguirre como el Partido Nacionalista Vasco participarán en los círculos democráticos cristianos de postguerra. Esos círculos a partir de los cuales se reorganizaría la nueva democracia cristiana europea, círculos con los cuales (y no sin los cuales) se gestaría la construcción europea de postguerra. Los dos fenómenos –refundación de la democracia cristiana europea y construc-


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Aurkibidea/Índice ción europea– serán, por entonces, históricamente concomitantes. Pero volvamos a la secuencia de nuestras instantáneas de antes del alba de Europa. Tercera instantánea: De Guernica a Nueva York pasando por Berlín (1940-1941) Ahora, en razón del estallido de la guerra europea bruscamente desencadenada por los alemanes en junio de 1940 después de una tensa espera, la acción política se convertirá de la noche a la mañana, para el Presidente vasco en el exilio, salido momentáneamente de París, atrapado con su familia en la ratonera de Dunkerque camino a Lovaina donde está el resto de la familia, en una aventura clandestina12. El verdadero José Antonio Aguirre para sobrevivir en la Europa nazificada tiene que desaparecer. Aguirre se convierte, por tanto, en otro. Merced a la audacia de un cónsul centroamericano13, será posible la aparición, por las calles de Amberes, en la Bélgica ocupada por los alemanes, de un ciudadano panameño, hombre de leyes y de negocios con bigote y gafas que, sorprendido por la guerra en tierra extraña, tiene necesidad urgente de salir de Europa para retornar a América y a sus asuntos. Es el Doctor José Andrés Alvarez Lastra, es decir José Antonio Aguirre Lekube. Jamás vivirá Aguirre más íntimamente la cruda tragedia de Europa. Es la experiencia de lo que más tarde, ya libre en América, llamaría de forma desgarrada, el “exilio dentro del exilio”. En los largos años de la Segunda Guerra Mundial, les tocará a muchos europeos, a muchos de “los mejores hombres de Europa” (entre ellos a algunos de los fundadores de las futuras Comunidades Europeas que habían desempeñados cargos representativos antes del ocaso de la democracia como, por citar sólo un caso, Konrad Adenauer, alcalde electo de Colonia durante la República de Weimar, destituido y perseguido por los nazis) vivir de una mane-

ra u otra la misma experiencia de pérdida de la identidad personal y ciudadana en la destitución, en la persecución, en la cárcel, en los campos de concentración y de exterminio, en la resistencia, en la clandestinad. Como Aguirre. De entre los que sobrevivirán a algunas de estas experiencias extremas surgirían los futuros constructores de Europa. En la tragedia vivida y sobre todo en el empeño por superarla para siempre encontrarían sus mejores credenciales democráticas y su más potente impulso europeísta. Como Aguirre. Aguirre, primero en solitario, y después de unos largos meses de espera con su mujer y sus dos hijos mayores, vivirá una odisea. Odisea que, comenzada institucionalmente en medio de los cañonazos de la guerra civil que se escuchaban desde Gernika, seguiría de una forma difícilmente imaginable unos años antes por el exiliado Presidente vasco, ahora despojado de su identidad personal, en el mismísimo epicentro de la Europa en guerra, en Berlín, la gran ciudad cosmopolita convertida por Hitler en capital del Tercer Reich (es decir, para muchos europeos de entonces, en el corazón de la Bestia nazi) para proseguir, cruzando desde Suecia, país neutral, el Océano Atlántico de significado tan hondo para un pueblo marinero y emigrante como el vasco, arribar por fin a América (Brasil primero, Uruguay después y la Argentina…) y, por último, fondear en Nueva York, la pujante metrópoli del Nuevo Mundo en la que nacería el último de sus hijos. De toda esta odisea la etapa más asombrosa para mí es, sin duda, la de Berlín. Porque, a través del deambular del Doctor Alvarez Lastra por las calles de la gran ciudad alemana, el conocimiento de la Europa real y de la vida cotidiana de sus gentes en guerra se hace de repente más inmediata, más intima, para Aguirre. Penetra esta vivencia europea, por así decirlo, por la suela rota de sus zapatos (y lo

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Aurkibidea/Índice que digo no es metáfora). Y el Doctor Alvarez observa. Las falsas gafas del falso Doctor Alvarez deben de ser muy especiales porque lo que ve es muy distinto de lo que la propaganda nazi pregona. Aguirre, habituado a la guerra y a su dimensión psicológica, no ve por las calles del Berlín del crudo invierno de 1941, el inconfundible pose arrogante de los vencedores sino, más bien, la preocupación, la duda, la desconfianza, el cansancio, el escepticismo y el desánimo, característicos de los perdedores. Lo repetirá después en múltiples ocasiones: esta impresión, esta intuición sorprendente le convencerá definitivamente, en plena catástrofe europea y personal, de la ineluctable victoria final de las democracias y por tanto, también, la victoria de la “Europa futura” con la que soñaba ya Axpe a comienzos de siglo. Después de una desesperante espera de casi cinco meses en busca de los indispensables visados y de las innumerables gestiones realizadas por sus protectores los diplomáticos latinoamericanos, el falso Doctor Alvarez junto a su verdadera pequeña familia, por fin reunida, saldría de Alemania y lograría embarcar desde Suecia rumbo a América. Seguirían largas semanas de navegación por el Atlántico. Un buen día, en medio del Atlántico, una noticia captada por radio sacude a los pasajeros del Vasaholm, el buque sueco en el que navegan, junto a refugiados europeos escapados de la Europa nazi, el Doctor Alvarez y la Señora viuda de Guerra (Mari Zabala, su mujer): se trata de la firma de la Carta del Atlántico por Churchill y Roosevelt, en agosto de 1941. Escuchemos el relato que hará Aguirre de este episodio histórico en De Guernica a Nueva York pasando por Berlín: Al anochecer del 14 de agosto me encontraba en la cabina de mis hijos, a quienes narraba un cuento vasco como acostumbraba hacerlo todas las noches,

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después de haber rezado con ellos unas sencillas oraciones. La narración fue interrumpida por uno de nuestros compañeros que llamaba a la puerta del camarote. -Doctor Alvarez, venga pronto a la radio. Anuncian una importante noticia: Roosevelt y Churchill se han reunido en el Atlántico. Para mi tenia una particular emoción escuchar un acuerdo y unas conclusiones elaboradas en bien del mundo en nuestro mismo mar, y subí a la radio. Además, para los perseguidos, para quienes veníamos de dejar tierras queridas sujetas a la opresión, significaban aquellas palabras algo así como un saludo que se nos dirigía en pleno océano para que siguiéramos tranquilos nuestra marcha porque nuestra esperanza no era vana. Con nuestros oídos pegados a la rejilla del altavoz fuimos oyendo en silencio los ocho puntos de la Carta del Atlántico. Mis compañeros israelitas y yo éramos nacionales de países agredidos, de pueblos con sus gobiernos en el exilio, con las familias expoliadas y en la ruina, testigos de páginas horrorosas de represión y de crueldad. El lenguaje de los ocho puntos sonaba a reparación, a justicia, a paz. -Ya era hora de que se hiciera una declaración así -exclamó el polaco con entusiasmo. -Magnífica declaración -le contesté. Tiene un sentido universal que difícilmente puede darse si no es entre hombres de la talla moral de un Roosevelt o de un Churchill que se dan perfecta cuenta de que son mandatarios, no sólo de sus países respectivos, sino del mundo entero. No olvidaremos fácilmente esta declaración oída en el mar, desde el mismo mar en que ha sido proclamada.14 Y es así como a partir de estas primeras reacciones a la noticia histórica de la Conferencia del Atlántico se entablaría entre el verdadero judío polaco y el falso hombre de negocios panameño un diálo-


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Aurkibidea/Índice go de altos vuelos. Pareciera como si estos dos hombres, tan distintos pero igualmente perseguidos, quisieran improvisar, en medio del océano, una réplica modesta pero no sin grandeza humana de la Conferencia del Atlántico: “El problema principal, como sucede siempre [comienza el Doctor Alvarez], es su aplicación práctica. Los programas suelen ser generalmente muy atractivos. La dificultad comienza cuando es preciso ponerlos en marcha. Vamos a discurrir un poco basándonos en hechos reales. Por ejemplo sobre su país, Polonia…”. El extenso dialogo relatado por Aguirre versa sobre el futuro del mundo y los principios sobre los que debería construirse la paz en Europa. El tema de la libertad y de la dignidad humana, de la democracia y de los derechos de los pueblos esta en el centro de la conversación. Pero para Aguirre y su pequeña familia la travesía del Atlántico tocaba a su fin. “Llevábamos 24 días de navegación cuando divisamos las costas del Brasil inmenso. Ya veíamos América. Llegábamos a la tierra de promisión” escribe Aguirre en De Guernica a Nueva York pasando por Berlín15. No son, por supuesto, los únicos europeos que han llegado a América escapando del nazismo. Por citar solo un ejemplo, la misma travesía del Atlántico pero en avión esta vez y de Lisboa a Nueva York, la había realizado ya, en agosto de 1940, el conde Richard Coudenhove-Kalergi, el fundador del movimiento paneuropeo con quien José Antonio Aguirre se encontraría como veremos en nuestra siguiente instantánea, en Nueva York16. Cuarta instantánea: Imaginando Europa en paz y libertad desde el Nuevo Mundo (1942-1945) José Antonio Aguirre va a acometer a partir de diciembre de 1941, fecha de su llegada a Nueva York en la que retoma el mando de la lucha de los vascos contra el fascismo y al lado de los Aliados, la tarea

intelectual y política de proyectar el futuro de Europa en paz y en libertad junto con otros demócratas europeos, también exiliados en los Estados Unidos. La concentración de personalidades democráticas europeas en los Estados Unidos es, en esos años de guerra, impresionante. Muchos de los personajes que han ido apareciendo a lo largo de nuestras instantáneas históricas se encuentran allí: CoudenhoveKalergi, Maritain, Luigi Sturzo, Van Zeeland, y muchos más17. Nueva York se convierte en un laboratorio de ideas. En efecto, sobre todo a partir de la entrada de los Estados Unidos en la guerra –ahora si auténticamente mundial– precipitada por el ataque japonés a Pearl Harbour en diciembre de 1941, las iniciativas orientadas a preparar en medio del esfuerzo de guerra aliado la reconstrucción futura de la Europa devastada por el nazismo se van a multiplicar rápidamente en suelo americano. Aguirre participará, como veremos, en algunas de las más importantes. Al poco tiempo de su llegada a Nueva York Aguirre es nombrado profesor de la ya entonces prestigiosa Universidad de Columbia. El tema que le será encargado para su docencia es la Historia de la Europa contemporánea. Entretanto, en febrero de 1942 se inauguraría bajo la dirección de Coudenhove-Kalergi y en el marco, esta vez, de la Universidad de Nueva York (“la universidad más grande de Occidente”, según se decía entonces) un Instituto de Investigaciones para una Federación Europea de postguerra, cuyos trabajos darían lugar en 1943, a una publicación colectiva intitulada Post War European Federation. Aguirre participará en las actividades del Instituto de Coudenhove-Kalergi aportando, como contribución intelectual y política propia a la publicación de Post War European Federation, un extenso estudio doctrinal y programático de singular importancia en cuanto a la organización continental de la Europa de postguerra y

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Aurkibidea/Índice al método aplicable para el reconocimiento político gradual en su seno de las nacionalidades sin Estado “atrapadas” en las redes estatales existentes. Este texto se intitulará: “Coordinación de nacionalidades europeas”18. En noviembre de 1942, se publicaba en los Estados Unidos un manifiesto intitulado “Frente a la crisis mundial” que firmarían 42 personalidades católicas europeas, eclesiásticas, intelectuales y políticas. Entre los religiosos firmantes destacaba Luigi Sturzo. Entre los intelectuales, Jacques Maritain y su esposa Raissa. Entre los literatos, la Premio Nobel de Literatura noruega Sigrid Undset. Los políticos que firmarían el manifiesto serían Paul Van Zeeland (antiguo Primer Ministro Belga), Franz Van Cauwalaert, George Theunis y José Antonio Aguirre. El documento “Frente a la crisis mundial” estaba dividido en dos partes: “La amenaza del totalitarismo contra la civilización” y “Los principios orientadores de las instituciones futuras”. Se trataba pues, además, de una toma de postura intelectual y moral de demócratas europeos de confesión cristiana sobre la coyuntura mundial y la amenaza del totalitarismo, de una reflexión política sobre el futuro de Europa y de sus instituciones19. En marzo de 1943 se constituiría en Nueva York la Oficina de Ayudas y Restauración de Europa después de la Guerra. Al frente de este organismo se encontraba el ex gobernador del Estado de Nueva York, Lehmans, hombre de confianza del presidente Franklin Delano Roosevelt. Su finalidad era la de preparar técnicos para la reconstrucción europea. Las universidades principales fueron encargadas de esa misión, y con ese objetivo se consultó a todos aquellos técnicos o personalidades que podían orientar sobre los pro-

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blemas europeos. Uno de estos gabinetes técnicos funcionaba en la Universidad de Columbia, bajo la denominación de “International Administration”. El 11 de marzo de 1943, Aguirre sería invitado a pronunciar una conferencia ante este gabinete técnico sobre el tema: “Los problemas benéficos y religiosos en Europa con relación a las ideas totalitarias y los diferentes problemas nacionales en el Viejo Continente” (hoy hablaríamos de problemas humanitarios o de derechos humanos y de derechos individuales y colectivos, incluidos los de las nacionalidades). Lógicamente, la intervención de Aguirre causaría impacto en un auditorio altamente especializado y cualificado pero poco acostumbrado a oír hablar de tales temas con un conocimiento de causa tan directo y preciso20. A iniciativa de Coudenhove-Kalergi, con motivo del aniversario del fallecimiento del ministro de asuntos exteriores francés y gran europeísta, Aristide Briand, que fue Presidente de Honor de Paneuropa, se organizaría en la Universidad de Nueva York, el 25 de marzo de 1943, el quinto Congreso Paneuropeo, esta vez en el exilio, que dará lugar a la constitución de un “Consejo de Europa en América” integrado por estadistas y personalidades europeas. Esto es lo que escribe en sus memorias su promotor, el conde Richard Coudenhove-Kalergi, el precursor de la idea de los Estados Unidos de Europa, el fundador del Movimiento Paneuropa, creado por él en 1923: En el momento mismo en que el discurso de Churchill concentraba la atención general de la política mundial [se trata del discurso radiofónico encendidamente europeísta que Churchill pronunció el 21 de marzo de 1943 en respuesta a la invitación de Coudenhove-Kalergi y en el


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Aurkibidea/Índice que propugnaba la constitución de un “Consejo de Europa”], el quinto congreso paneuropeo se abría bajo los auspicios de la Universidad de Nueva York. Eminentes europeos de mi elección formaron el Comité bajo la presidencia de Fernando de los Rios, antiguo ministro de Asuntos Exteriores de la República española, de Louis Marlio y de yo mismo. De este “Consejo de Europa en América” formaban parte, entre otros, los dos antiguos primeros ministros Paul Van Zeeland y Milan Hodza; los ministros Rudolf Holsti (Finlandia) y Radu Irimescu (Rumanía); el jefe de Sección austriaco, Richard Schüller; el secretario general del gobierno luxemburgués, Léon Schaus; Sófocles Venizelos, que pronto sería primer ministro griego y que mantuvo la tradición paneuropea de su inolvidable padre; el profesor Oscar Halecki, director del Instituto polaco de Nueva York; el sabio suizo Raymond de Saussure y el antiguo primer ministro de la República vasca, [José] Antonio de Aguirre. La guerra ya había cruzado su meridiano. La balanza a partir del año 1943 se inclinaría del lado de las “Naciones Unidas” (como se denominarían a partir de entonces las potencias aliadas contra Eje). El 10 de diciembre de 1944, en la recta final de la Segunda Guerra Mundial, se reunía en el Hotel Waldorf Astoria, “The American Nobel Comitee”, es decir, la representación en los Estados Unidos de la institución sueca del Premio Nobel imposibilitada en su normal funcionamiento en razón de la guerra, para celebrar solemnemente su cuarto aniversario. En esta ocasión, José Antonio Aguirre intervendrá en el acto, ante 1.500 comensales, compartiendo la mesa de oradores con siete premios Nobel así como varios políticos, editores y cineastas nor-

teamericanos. El tema de las intervenciones, obligatorio para todos los oradores, es sumamente interesante incluso desde nuestra perspectiva de hoy, más de medio siglo después, como lo era evidentemente entonces puesto que se trataba de la “Educación para la paz en el mundo de la postguerra”22. Asignatura aun pendiente a finales del siglo que ahora acaba.

Quinta instantánea: Construyendo Europa desde el exilio y en la Guerra Fría (1946-1960) Es la hora del retorno para José Antonio Aguirre. Es la hora tanto tiempo soñada y tanto tiempo preparada. El objetivo del Gobierno Vasco es claro: el retorno a Euskadi, el retorno a una Euskadi liberada del franquismo como lo es Europa del nazismo y del fascismo. El retorno significaría para Aguirre el restablecimiento de las instituciones legítimas que se dio democráticamente el pueblo vasco en 1936. Significaría, también, el encaje institucional definitivo de Euskadi, como nación capaz de autogobernarse, en el gran marco supraestatal continental de la Federación o Confederación Europea que tantos decían querer construir. Pero las cosas no serán así. Llegaría muy pronto, en unos pocos años, la hora más amarga de todas para Aguirre cuando los hechos de la postguerra revelarían en toda su crudeza el abandono y la traición de aquellos junto a los que se había luchado con lealtad y generosidad en la guerra por una Europa en paz, en justicia y en libertad. Primero, el paulatino reconocimiento del régimen de Franco por las restauradas democracias europeas que lo habían condenado en el momento de la liberación de Europa. Después, la pesada losa que supondría la Gue-

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Aurkibidea/Índice rra Fría para tantas aspiraciones de libertad en el mundo a causa del miedo a la utilización del arsenal nuclear del que dispondrían pronto las dos nuevas “superpotencias” –los Estados Unidos y la Unión Soviética– y por la desconfianza mutua que engendraría esta amenaza. Como consecuencia de ello, el acercamiento diplomático y militar de los Estados Unidos a Franco y el apoyo a su régimen por razones oficialmente estratégicas y oficiosamente políticas. A continuación, la paulatina entrada de la España franquista en las organizaciones internacionales. Y, por último, la revancha de los Estados europeos –reafirmados incluso en sus posesiones coloniales de preguerra– frente a las colonias fuera y a las demandas de autogobierno de las nacionalidades sin Estado dentro. Nacionalidades que existían también en el seno de la “pequeña Europa” que empieza a construirse en los años cincuenta, a partir de la histórica declaración de Robert Schuman, entonces Ministro de Asuntos Extranjeros de Francia, el 9 de mayo de 1950 y que dará nacimiento un año después a la primera de las Comunidades europeas: la Comunidad del Carbón y del Acero (C.E.C.A). No será porque no existían condiciones para la esperanza en el momento en que regresa Aguirre a Europa en enero de 1945 primero y, definitivamente, en 1946. No será tampoco porque los vascos no participarían en todas las iniciativas políticas que pusieron en marcha el proyecto de la Unión Europea. Como escribe Jean-Claude Larronde: “Después de la caída del Tercer Reich, los vascos van a estar en todos los combates por la construcción política de una Europa democrática”23. Como han estado, también, junto a los Aliados, los combatientes vascos de la libertad en todos los grandes teatros de operaciones de la Segunda Guerra Mundial desde el Atlántico al Pacífico, desde Europa entera hasta Africa y América.

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El combate por una nueva Europa democrática y unida sería también, durante los años de la postguerra, el de esos europeístas en acción, políticos o sindicalistas nacionalistas vascos –algunos veteranos otros noveles– que, en colaboración directa con Aguirre, fueron Irujo, Leizaola, Lasarte, Nardiz, Basterra y algunos jóvenes del exilio (como, entre otros, Durañona, Renteria, Agesta y los propios hermanos de José Antonio Aguirre, Iñaki y Teodoro) y, de forma muy excepcional, Javier Landaburu, al que Larronde califica de “principal ideólogo en la materia”24. Sería la historia de la constitución en 1947 de las Nouvelles Equipes Internationales (N.E.I.), núcleo europeo de la futura organización internacional de la democracia cristiana, de las que son cofundadores los nacionalistas vascos y que se constituiría en motor de la democracia cristiana europea de postguerra y, también, en motor de la construcción europea. Sería la historia del Movimiento Europeo y del Movimiento Federalista Europeo. Del Congreso de Europa de La Haya en 1948. De los Congresos de las Comunidades y de las Regiones Europeas en 1949. Iniciativas todas en las que están los vascos y a su cabeza, en la mayor parte de ellas, ostentando cargos de honor en razón de su rango y en razón de la historia, José Antonio Aguirre. El sentido político de esta acción estaba claro en vista a todo lo que había precedido históricamente: también se luchaba por una Euskadi unida, reconstruida en justicia, en paz y en libertad luchando por una Europa unida, reconstruida en justicia, en paz y en libertad. Esa sería la idea nuclear de Aguirre, ya formulada en Nueva York en 1943: construir Europa es construir Euskadi, los dos procesos son concomitantes e indisociables y –como lo dejaría plasmado en muchos de sus escritos contemporáneos– el método político propuesto para ello es el mismo tanto


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Aurkibidea/Índice dentro de los Estados europeos existentes como a escala continental: la Federación o la Confederación25. Pero, como he dicho al comienzo de este ensayo, no voy a desarrollar aquí esta parte de la historia, la última de la serie de instantáneas históricas que he traído a la memoria, no sólo porque es quizás la más conocida, sino sobre todo porque no se puede entender sin tener presentes las anteriores que la iluminan explicándola por la historia europea del siglo XX y por la experiencia política vasca de la generación de 1930. Quisiera únicamente, a modo de resumen y conclusión, hacer presente en este ensayo, ya no sólo el rastro histórico sino la voz política propia de José Antonio Aguirre citando largamente un extracto del mensaje de Gabon de 1958 difundido desde París –el anteúltimo del Lehendakari Aguirre– porque en él se condensan los hechos y las ideas que he intentado exponer por medio de sucesivas instantáneas. En este texto, a la vez retrospectivo (“nacimos a la vida libre en una época turbada”) y programático (“hoy nos interesa el presente y el futuro”), estrictamente contemporáneo de los comienzos de la integración europea, se expresa el pensamiento auténtico de José Antonio Aguirre. Primero, sobre la trayectoria democrática del Gobierno Vasco constituido en 1936 y sobre el derecho inderogable que asiste a los vascos a regirse por sí mismos en libertad (“porque somos hombres y somos pueblo”); después sobre los procesos de integración continental entonces en marcha y –en tanto que primer mandatario del pueblo vasco– sobre su firme posición doctrinal y política en favor de la unión de Europa (“nuestra posición ha sido en todo momento decididamente favorable a la integración europea”); y por último, sobre su confianza en el reconocimiento de las nacionalidades europeas, como la vasca, dentro del proyecto común, tal y como

está expresado en los Tratados originarios de las Comunidades Europeas, de una “unión cada vez más estrecha entre [los] pueblos” europeos (“una Europa en la que se garantice la libertad general y sirva de amplia base para la reorganización de todas las libertades, desde la del hombre hasta la del Estado, pasando por las colectividades naturales y las nacionalidades”). Nacimos a la vida libre en una época turbada envolviéndonos primero la guerra fratricida desencadenada en España por el militarismo y la antilibertad e, inmediatamente, arrojados ya de la Patria, la contienda mundial provocada por el totalitarismo hitleriano. En ambos conflictos nos situamos en el campo de la libertad sin que alterara nuestra decisión la brutalidad repelente de la guerra civil con su sangrienta estela de venganzas y de odios, ni la hipocresía del mundo internacional, rápido en el prometer como en el olvidar. No nos arrepentimos de nuestra opción, ni perdemos memoria de aquello, hechos aun cuando sean episodios que pertenecen ya al pasado. Hoy nos interesa el presente y el futuro. Y ante ellos nos presentamos enarbolando la misma bandera, la de la libertad, exigencia ideológica permanente porque somos hombres y somos pueblo. Dicen algunos que la era de los pueblos y sus reclamaciones de libertad, sobre todo si se trata de pueblos pequeños, pertenecen a una época pasada. Sin embargo nunca se han proclamado más independencias que en los tiempos que vivimos… Por eso podemos proclamar sin reparos que nuestra reivindicación de libertad, la nuestra, la de nuestro pueblo vasco constituye un problema vivo, que lejos de perder actualidad corresponde a las exigencias de nuestro tiempo. Conforme a ellas, el viejo problema de la conjugación de la libertad y la autoridad ha cobrado un volumen excepcional porque ha pasado del área nacional al campo internacio-

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Aurkibidea/Índice nal. Superado el concepto estatal por inadecuado a las circunstancias modernas, se ha impuesto la necesidad de organizar espacios geográficos más amplios, dotándolos de formas políticas superiores y comunes aplicables a diversos pueblos y Estados. Estas integraciones político-económicas de envergadura casi continental obedecen a exigencias muy variadas de la vida moderna que reclama un orden en la paz que ninguno de los pueblos integrantes puede por si mismo garantizar. Estas organizaciones de carácter más universal son tanto más necesarias cuanto más desarrollados sean los pueblos que las componen. Este es el caso de Europa. Pero si es necesaria una autoridad superior que defienda el orden y el interés de todos, no menos necesario es el respeto a la libertad nacional de cada uno de los miembros que componen la organización supranacional. Sobre estas bases que quieren armonizar la autoridad con la libertad se han edificado formaciones políticas de alcance intercontinental… …Tan fuerte es la exigencia de la hora presente que, a pesar de cuantos obstáculos colocan en su camino viejos prejuicios patrióticos o intereses anquilosados, ha llegado el momento de poner en marcha a Europa… pueblos adelantados y progresivos que no ven otra solución para su salud y seguridad futuras que la de su unión en una organización común y supranacional. Supone esta marcha hacia la unidad una obligada cesión de determinadas facultades correspondientes a la soberanía de cada Estado. Esta cesión encuentra violenta oposición en aquellos sectores que viven del recuerdo de las glorias pasadas como si la historia se hubiera detenido en aquellas edades. Superando estas dificultades surgió a la vida una pequeña Europa, así llamada a pesar de contar ciento setenta millones de habitantes, núcleo

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inicial y perfectible que creó la Comunidad del Carbón y el Acero, la Comunidad de la Energía Atómica, el Euratom y la Comunidad Económica o Mercado Común. La Comunidad del Carbón y del Acero lleva varios años de progresiva existencia y el Mercado Común comenzará su vida el próximo 1 de enero. El control de sus actividades está a cargo de la Asamblea parlamentaria europea, hoy con jurisdicción sobre la Comunidad del Carbón y del Acero y, a partir del 1 de enero, sobre el resto de las Comunidades aprobadas. Todas estas creaciones del ingenio humano, aunque tengan por el momento un carácter predominantemente económico, tienen por finalidad suprema la salvaguardia de una sociedad trabajadora y progresiva regida por hombres libres. Por eso la temen los Estados dictatoriales de todo color, que han suprimido la opinión libre y la competencia espiritual sin las cuales no se concibe la Europa futura. Nuestra posición ha sido en todo momento decididamente favorable a la integración europea y, dentro de nuestra modestia, hemos colaborado desde el principio en los organismos creados para favorecerla. Esta postura está de acuerdo con nuestras convicciones democráticas y con la visión de una Europa en la que se garantice la libertad general y sirva de amplia base para la reorganización de todas las libertades, desde la del hombre hasta la del Estado, pasando por las colectividades naturales y las nacionalidades.26


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Aurkibidea/Índice NOTAS AL TEXTO 1 Existen hoy distintos trabajos historiográficos sobre la acción exterior del nacionalismo vasco. Destacaría por su carácter sistemático relacionado con el tema de este ensayo, el último trabajo de Alexander Ugalde Zubiri, “La participación vasca en el movimiento europeísta y federalista”, en la obra colectiva Los vascos y Europa, Vitoria-Gasteiz, Fundación Sancho el Sabio, 2000. 2 Sobre los precursores del europeísmo ver Alexander Ugalde Zubiri, La acción exterior del nacionalismo vasco (1890-1939): historia, pensamiento y relaciones internacionales, Presentación de Francisco Aldecoa Luzarraga, Instituto Vasco de Administración Pública, Oñati, 1996. 3 Sobre este documento histórico como otros documentos iniciadores de la “idea de Europa”, como los manifiestos y escritos del conde Coudenhove-Kalergi, conviene referirse a la rica compilación realizada por Antonio Truyol y Serra, La integración europea. Análisis histórico-institucional con textos y documentos, I. Génesis y desarrollo de la Comunidad Europea (1951-1979, Madrid, Tecnos, 1999, pp. 153ss. 4 Me inclino por la expresión “generación de 1930” –que era la expresión que utilizaba con precisión Jesús María de Leizaola– de preferencia a la de “generación de 1936”, habitualmente utilizada por algunos historiadores del nacionalismo vasco en referencia a la constitución del primer gobierno vasco y a la guerra civil, porque la primera fecha (que coincide con la reunificación del Partido Nacionalista Vasco y la fundación de Acción Nacionalista Vasca en vísperas de la proclamación de la Segunda República española) es la que marca realmente la entrada en la acción política de una nueva generación de políticos nacionalistas vascos, con sus consecuencias posteriores.

Este programa fue formulado por el Presidente estadounidense el 8 de enero de 1918, en una solemne intervención ante el Congreso de los Estados Unidos por la que declaraba la entrada en la guerra de los Estados Unidos contra de las Potencias de la Alianza liderada por el Imperio Alemán. 5

6 Alexander Ugalde analiza en detalle esta gestión de los delegados vascos a Ginebra en La acción exterior del nacionalismo vasco (18901939), pp. 501-509.

Entre otro lugares, en su estudio de 1943 intitulado “Coordinación de nacionalidades europeas”, reproducido en José Antonio de Aguirre y Lecube, Obras Completas, tomo II, Compilación a cargo de Martín Ugalde, Sendoa, Donostia, 1981, pp. 477-478. Trabajo al que nos referiremos más adelante.

(L.I.A.B.) disponemos ahora del estudio historiográfico extenso y bien documentado de Jean-Claude Larronde, Exilio y Solidaridad. La Liga Internacional de Amigos de los Vascos, Prefacio de José Antonio Ardanza, Lehendakari de Euskadi, Traducción de Rafael Aparicio Martín, Bidasoa, Instituto de Historia Contemporánea, Bilbao, 1998. Sobre los antecedentes y la génesis de la L.I.A.B, es imprescindible remontarse a la figura generosa de Manuel de Ynchausti cuya trayectoria vital demuestra que no es imprescindible ostentar mandato político alguno ni figurar en puestos honoríficos de las organizaciones creadas de su propia mano para influenciar poderosa y decisivamente en la historia. Sin él, la peripecia europea de José Antonio de Aguirre hubiera acabado probablemente en Berlín. Sobre Manuel de Ynchausti ver el trabajo historiográfico de JeanClaude Larronde, Manuel de Ynchausti (19001961). Un mecenas inspirado, Bidasoa, Instituto de Historia Contemporánea, 1998. 9 Prefacio a la obra de M. A. Mendizabal, Aux origines d’une tragédie, Desclée de Brouwer, París, 1938. Por la importancia de su autor en la historia del pensamiento político católico y por su influencia en la doctrina de la democracia cristiana merece recordar este texto que hoy podrá sorprender a más de uno pero que refleja bien el espíritu de la época y la forma de razonar de los católicos demócratas: “Atacados… en tanto que nacionalistas, con la misma violencia que el Frente Popular (al que nunca han adherido) en tanto que “marxista”, y que el gobierno legal en tanto que surgido del Frente Popular, bruscamente colocados de ese modo ante los problemas de consciencia más angustiosos, lo que se han propuesto y lo que ha motivado su conducta, ha sido defender su propia existencia nacional y cultural, y mantenerse fieles a una comunidad temporal (el Estado republicano), del que sin duda los comunistas formaban parte…, pero en el que precisamente, habían combatido siempre al comunismo, y que les había reconocido el acceso a la autonomía reivindicada por ellos. Han considerado estar en la situación en la que un Estado que está sometido a una agresión que lo amenaza en su existencia, las faltas, aunque fuesen las más graves, cometidas por él, no autorizan a uno de sus miembros a abandonarlo ante el enemigo. Y en el orden espiritual, esperaban depositar así para el porvenir de España entera, un germen de reconciliación de la masa irreligiosa a su fe.” (pp. 26-29).

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Sobre la Ligue Internatiodes Amis des Basques 8

nale

Alexander Ugalde, en “La participación vasca en el movimiento europeísta y federalista”, menciona como antecedente remoto de las Nouvelles Equipes Internationales, la creación, en 1928, de un Secretariado Internacional de Partidos Demócratas Cristianos. 10

Citado por Jean-Claude Larronde en “François Mauriac y 11

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Aurkibidea/Índice los Vascos”, en Homenaje. José Antonio de Aguirre. Omenaldia, Bidasoa, Instituto de Historia Contemporánea, Bilbao, 1999, p. 86. Por su parte, José Antonio de Aguirre, recordando la frase pronunciada por Mauriac en 1945, la glosaría de la siguiente manera en 1953: “Es decir que el ejemplo vasco de 1936 constituye el viraje, el punto de partida de una posición nueva y decisiva que los movimientos democráticos europeos de inspiración cristiana habrían de adoptar en lo sucesivo cuando la libertad individual y la nacional fueran atacadas por quien fuera. Si hasta entonces había habido coaliciones civiles en tiempos de paz con fuerzas de ideología diferente, ahora se trataba de la defensa de la libertad con las armas en la mano. Y esto, aun cuando enfrente se pusieran las clases conservadoras, aunque objetaran los filósofos de ocasión, más o menos al servicio de un cristianismo acomodaticio, aunque se invocara el orden social como pretexto, aunque los aires de cruzada ganaran la adhesión de las autoridades eclesiásticas. Esta conducta marcó una independencia de criterio en materia civil opuesta a la supremacía y al capricho del César, así como a la confusión entre las cosas del César y las cosas de Dios. Más tarde, en el conflicto mundial vimos por los campos de Europa a hombres de la misma significación, mezclados en todos los movimientos populares y resistentes, que combatían la agresión del totalitarismo nazi y fascista. Y como esta posición fluye de firmes principios les veremos en el futuro enfrente de todo totalitarismo y de toda dictadura negadora de la libertad, sea de la derecha o de la izquierda. Este rompimiento trascendental con las fuerzas reaccionarias, amigas por lo general de todos los cesarismos, fue estudiada con interés por los más eminentes pensadores católicos de nuestro siglo. Así Jacques Maritain llamaba “el caso vasco” a la posición adoptada por los vascos no sólo porque defendían su libertad nacional, sino todos los principios de la libertad humana, y François Mauriac trasladaba esta apreciación doctrinal al campo de la política europea calificando a los vascos como precursores de la nueva y definitiva etapa y posición de la democracia cristiana continental.” (Prólogo a Pedro de Basaldua, El Libertador vasco. Sabino de Arana Goiri, Biografía histórica, Ekin, Buenos Aires, 1953, pp. 5-6). 12 Como es sabido, los detalles de esta aventura fuera de lo común son relatados en la parte autobiográfica del libro de José Antonio de Aguirre, De Guernica a Nueva York pasando por Berlín, Ekin, Buenos Aires, 1944 (1ª edición). 13

El Cónsul de Panamá en Amberes, Guar-

dia Jaén. De Guernica a Nueva York pasando por Berlín, Ekin, Buenos Aires, pp. 321-322. José Antonio de Aguirre y Lecube, Obras Completas, tomo II, p. 387. 14

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José Antonio de Aguirre y Lecube, Obras Completas, tomo II, p. 389. 15

16 En un escrito autobiográfico intitulado J’ai choisi l’Europe (“Yo he elegido a Europa”) Richard Coudenhove-Kalergi describiría de la siguiente manera –con su peculiar estilo lírico que nos restituye de paso el espíritu de una época– su vuelo hacia América: “El 3 de agosto [de 1940], muy de mañana, subimos a bordo del Yankee Clipper. El día era claro y bello. Veíamos desaparecer la ciudad [de Lisboa], después la costa coronada de colinas de Cintra, nuestro último asilo europeo, que se desvanecía ante nuestros ojos como un paraíso perdido… Ahora volábamos hacia el sol poniente. La travesía por encima del Atlántico fue de una belleza indescriptible… Salidos de la Europa hitleriana y dirigiéndonos hacia el nuevo mundo, lancé una mirada hacia atrás sobre nuestra vida, sobre los dieciocho años de nuestra lucha por la paz. La mayor guerra de la historia interrumpía de forma provisional nuestra tarea. Un inmenso pájaro fabuloso había venido a rescatarnos, de la punta más extrema de Europa donde nos había impelido el avance hitleriano, expulsándonos por dos veces de nuestro hogar, para llevarnos a un país libre y pacífico. Detrás nuestro yacía vencida, reducida a servidumbre, la Europa rota. Y sin embargo, yo guardaba la convicción de que volveríamos a verla un día, emergiendo de la guerra y de la esclavitud para una era de libertad y de unidad. Con un sentimiento más fuerte que toda lógica, yo creía en la victoria de Churchill sobre Hitler… Me desperté tras una noche tranquila, mientras el sol se levantaba por encima del mar. Delante nuestro se extendía el vasto imperio de Occidente de quien dependía, en fin de cuentas, el desenlace de la guerra. El nuevo mundo decidiría en una gran medida la suerte del viejo mundo, su unificación o su despedazamiento. Por tanto se trataba de ganar para la causa de Paneuropa América entera: su gobierno, el congreso y la opinión pública. Todo mi pensamiento se tensaba en adelante hacia esa meta. Nuestra travesía del océano no debía ser un fin, sino un comienzo. De repente la tierra apareció: era América!… En unos minutos más aterrizábamos en La Guardia, veintiséis horas después de nuestra salida de Lisboa. El océano atlántico que habíamos cruzado en un día y una noche, me pareció un ancho río que unía las dos orillas de nuestra común civilización; vasto mar mediterráneo de los nuevos tiempos, este océano es la cuna de una unión entre Panamérica y Paneuropa, que un día verá nacer una era mejor.” (Richard CoudenhoveKalergi, J'ai choisi l'Europe, Prólogo de Winston S. Churchill, Plon, Paris, 1952, pp. 261-263 passim) 17 Entre tanto, el discreto Jean Monnet, futuro inspirador de las primeras Comunidades Europeas y personaje ausente de esta historia particular, era enviado oficiosamente por Churchill acerca de la administración Roosevelt pa-


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Aurkibidea/Índice ra convertirse, entre agosto 1940 y febrero 1943, en el cerebro en la sombra del Victory Program, la planificación del esfuerzo de guerra industrial de los aliados en los Estados-Unidos (Jean Monnet, Mémoires, Fayard, Paris, 1976, pp. 215-257)

reinterpretación demócrata-cristiana, federalista y europeísta del nacionalismo vasco: La causa del pueblo vasco, texto escrito en el exilio de Paris, en estrecha comunión de ideas con José Antonio de Aguirre, que será publicado en 1956 y del que existen numerosas reediciones.

18 “La coordinación de nacionalidades europeas”, estudio publicado primero en Post War European Federation, Nueva York, diciembre 1943 y, posteriormente, en la revista Euzkadi de Caracas en 1944. Una versión reducida de este escrito será publicada en París, en la revista Corps diplomatique. Revue internationale, ju1io 1948, pp. 19-20, bajo el título: ”Le problème des nationalités devant la Fédération Européenne”. Tanto la versión original en castellano como la versión francesa están reproducidas en la compilación de Martín Ugalde, José Antonio de Aguirre y Lecube, Obras completas, tomo II, pp. 473-479 y 791-793, respectivamente. Puede leerse un análisis de este texto revelador (contemporáneo, por lo demás, de algunos de los primeros manifiestos europeístas clandestinos de la resistencia democrática europea), en mi trabajo “Nacionalismo vasco y relaciones transnacionales en el contexto de la frontera hispano-francesa: cuatro modelos históricos”, en Celestino del Arenal (Coordinador), Las relaciones de vecindad, IX Jornadas de la Asociación Española de Profesores de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, San Sebastián, junio de 1985, Universidad del País Vaco/Euskal Herriko Unibertsitatea, Bilbao, 1987, pp. 93-101.

25 Por ejemplo, en un texto poco conocido, contemporáneo de la constitución en 1949 del Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, al que José Antonio de Aguirre se refiere como “Congreso o Asamblea de Strasburgo”, principal logro político del “Congreso de Europa” celebrado en la Haya un año antes en el que él mismo participó como lo hizo ese mismo año –enlazando con la historia de preguerra que hemos recordado– en el Congreso de las Nacionalidades y Regiones Europeas de París: “Lo que hace medio siglo aparecía como una utopía, hoy va camino de ser realidad: el caso de Europa lo demuestra. No hay sino fijar la atención en el Congreso de Strasburgo. Ha bastado que se hayan reunido un centenar de representantes de los diferentes pueblos libres de Europa, para que haya dado un avance notable, en extensión y en profundidad, la idea de la Federación de Europa. Lógicamente los pasos son lentos, pero ha surgido desde las primeras sesiones el acuerdo creador y revolucionario que establece la necesidad de una autoridad política sobre Europa. En consecuencia, la Comisión Política de la Asamblea de Strasburgo, ha recibido la instrucción de estudiar las Bases de la futura Constitución de Europa aplicando los principios federativos. Sólo este hecho constituye un gran triunfo democrático porque tan importantes acuerdos han abierto una nueva era de relación entre los pueblos. Paralelamente a este movimiento, ha surgido otro que no tiene la espectacularidad del representado en la Asamblea de Strasburgo. Me refiero al Congreso de las Nacionalidades y Regiones Europeas, que se reunió en París en la Primavera pasada y ha vuelto a reunirse en Versalles los 16 y 17 de este mismo mes de noviembre. Suscitado el problema federativo en Europa, no puede detenerse en las construcciones estatales actuales y referirse sólo a ellas. La Federación podría encubrir en esta forma métodos de tiranía y opresión en cada uno de los estados federados. La conciencia europea, al compás del pensamiento americano, se alza contra todas las opresiones y por lo tanto abre las vías de la libertad en profundidad, es decir, que no se conciben miembros federados que a su vez no respeten, no ya sólo al hombre sino a las entidades naturales que albergan en su seno. De aquí que el Congreso de Nacionalidades y Regiones Europeas viene a recordar que la Federación de Europa no será viable mientras el principio federador no penetre en las bases sociales de cada uno de los Estados: Lo contrario sería un contrasentido lamentable. Así hemos visto en este Congreso todo lo que la Europa

Euzko Deya, nº 129, Buenos Aires, 30 de noviembre de 1942. Citado en Koldo San Sebastián, El exilio vasco en América. 1936-1946. La acción del Gobierno: política, organización, propaganda, economía, cultura, diplomacia. Txertoa, San Sebastián, 1988, p. 41. 19

Conversaciones sobre José Antonio Aguirre, Presentación de Iñaki Anasagasti, Idatz Ekintza, Bilbao, 1983, pp. 238-239. Koldo San Sebastián, El exilio vasco en América. 1936-1946, pp. 4142. 20

21 Richard Coudenhove-Kalergi, J'ai choisi l'Europe, p. 27. 22 Conversaciones sobre José Antonio Aguirre, Idatz Ekintza, Bilbao, 1983, pp. 240-243 y 245248. 23 Jean-Claude Larronde, Exílio y solidaridad. La Liga Internacional de Amigos de los Vascos, p. 289.

No le falta razón a Jean-Claude Larronde si al incansable activismo europeísta de F. Javier de Landaburu, desempeñando innumerables funciones representativas y ejecutivas en los movimientos federalistas y europeístas, unimos su aportación intelectual y política más conocida –aportación doctrinal más que ideológica– a la 24

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Aurkibidea/Índice actual encierra de histórico, de diferenciado y de autóctono. Al lado de las pequeñas organizaciones de carácter autónomo, como el Valle de Aosta en Italia y algunos cantones suizos de la Confederación Helvética, estaban presentes los Frisones y los Bretones, los Flamencos y los Wallones, Escoceses y Galeses, Bávaros y Sarrenses, además de representaciones de los pueblos que en el este de Europa, han sido privados de su libertad. No podían faltar y también participaron en el Congreso los Vascos y los Catalanes. Estos Congreso, cuya importancia ha sido admitida en Europa, significan la advertencia de los elementos naturales del Continente, de los pueblos con historia, tradición y personalidad nacional, que no han perdido su conciencia y creen que la Europa que hoy se crea debe articularse armoniosamente, haciendo compatible la unidad con la variedad, es decir, de todas las variedades. El perfeccionamiento del proceso democrático que significa la Asamblea de Strasburgo no será completo sino a través del propio perfeccionamiento de cada una o de los miembros competentes hasta que llegue incluso el momento en que se sientan europeos e integren su organización todos los pueblos que sintiéndose tales, lo obtengan por un proceso de su voluntad desarrollada en la paz y en la libertad y respetado por la comunidad europea. Tiene tal importancia el ensayo federativo de Europa, que sólo él será capaz de impedir para siempre que surjan en el ámbito de Europa, nuevos ensayos dictatoriales. La opresión que se produzca en uno de sus miembros, debe en expresión de Goethe conmovernos e importarnos como si se tratara de nuestro propio país, acabando con la hipócrita “no intervención” que ha consentido tantos críme-

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nes, dolores y sangre. Lógico es que se opongan a las ideas federales, aquellos que tienen un concepto absoluto del poder o simples aficiones dictatoriales. Pero la Humanidad, que desea la paz y la mayoría de los hombres que creen en la Libertad, estiman que sólo en el progresivo perfeccionamiento de la convivencia democrática residen los fundamentos de una pacífica solución de problemas tan profundamente humanos. A fuerza de tiempo, de paciencia, de luchas y de sangre, Europa va rectificando sus errores pasados, errores basados en un imperialismo sin entrañas, en una concepción absoluta del Poder, en un sentido reaccionario y opresor de la vida.” (Prólogo a Juan José Guaresti (hijo), País Vasco y Estado Español. La solución argentina, Ekin, Buenos Aires, 1951, pp. 17-19). Hoy, en el umbral del nuevo siglo, ha vuelto a revivir de forma inesperada (como ha sucedido de forma recurrente en la larga historia de la construcción europea) el viejo debate doctrinal entre federalismo y intergubernamentalidad –métodos aplicados conjunta, sucesiva y, a veces, antagónicamente– en la integración europea. Se olvida con frecuencia la estrecha relación que este debate guarda con el reconocimiento institucional de los pueblos –de todos los pueblos– de Europa, incluidas las naciones sin Estado. Sobre el tema del federalismo europeo, de sus orígenes y desarrollos actuales, considerado desde esta óptica europea de conjunto, ver José Luis de Castro Ruano, La emergente participación política de las regiones en el proceso de construcción europea, Presentación de Francisco Aldecoa Luzarraga, Instituto Vasco de Administración Pública, Oñati, 1994. 26 José Antonio de Aguirre y Lecube, Obras Completas, tomo II, pp. 1002-1004.


Aurkibidea/Ă?ndice


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Bagdad: La muerte vino del cielo... Fotografías: Joserra Plaza. Texto: Xabier Lapitz

1. ANTES DEL BOMBARDEO La fotografía está sacada en marcha, desde el autobús que el Ministerio de Información iraquí ponía a disposición de la prensa extranjera para captar imágenes de la normalidad con la que la ciudadanía se preparaba para la guerra. Faltaban ochenta horas para que el cielo se llenara de bombas, de armas de destrucción masiva que nunca han sido sometidas a la inspección de la ONU porque están en manos del poderoso. Los mercados aún se veían bien abastecidos y convivían con las casamatas de sacos terreros levantadas en las amplias avenidas. Defensas que, llegada la hora de la bata-

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lla, fueron abandonadas precipitadamente. El instinto de supervivencia primó sobre la lealtad jurada al cruel y omnipresente dictador.

Estábamos en los días en los que Bagdad, tres veces bombardeada en una docena de años, repetía casi como una sola voz un viejo proverbio árabe: “hombre mojado no teme la lluvia”. Era la consigna del régimen para evitar lo inevitable: el pánico ante la superioridad militar de los invasores.


hermes nº: 2 de 6. Bagdad: La muerte vino del cielo... Fotografías: Joserra Plaza.Texto: Xabier Lapitz

Aurkibidea/Índice Pero mientras el miedo y la muerte se acercaban aún había tiempo para las bravuconadas, para los fusiles AK 47 en manos infantiles, para las demostraciones de fuerza y para las compras en los puestos callejeros. Bagdad es una gran huerta de tierra fértil bañada por el Eufrates que surge imponente en medio del desierto. Y sus productos se venden en los cientos de mercados que inundan sus calles y abastecen a los cinco millones de habitantes que la pueblan. El bazar de Bagdad es uno de los mayores del mundo y aún en pleno embargo, con el programa

“Petróleo por alimentos” paralizado, rebosaba actividad comercial. Sortear sus puestos, oler las más sugerentes especias, contagiarse de los gritos de los buhoneros, admirar viejos oficios ya perdidos en otras latitudes, degustar el té con cardamomo y canela era viajar en el tiempo y sentirse parte de un escenario propio de los cuentos de las mil y una noches. Esa explosión de vida perenne y la inminente muerte que se acerca se dan la mano en esta foto robada desde un autobús.

2. LAS VICTIMAS ¿Qué es lo más importante que alberga una ciudad que está siendo bombardeada? ¿Sus edificios? ¿Sus centrales eléctricas? ¿Por qué entonces ese empeño en mostrar cemento destrozado y ocultar que bajo la lluvia de misiles y demás artilugios mortíferos hay personas? Se llaman Sahara y Ali y la cámara de Joserra Plaza captó sus miradas de an-

gustia en el Hospital Al Kindi, uno de los cuarenta centros sanitarios de la capital iraquí. “Su director, el doctor Osama, de natural afable y bonachón, estaba indignado aquella mañana por lo ocurrido con la familia Smain”, rememora Plaza. Alí Smain se ha convertido en un símbolo porque ocupó la portada de periódicos de todo el mundo (excepto en

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hermes nº: 3 de 6. Bagdad: La muerte vino del cielo... Fotografías: Joserra Plaza.Texto: Xabier Lapitz

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EE.UU.) y porque su historia es conmovedora. Terror en estado puro. El treinta de marzo, a las doce del mediodía, una lluvia de misiles norteamericanos cayó sobre el populoso suburbio de Safarina, al sur de la ciudad. Alí perdió a su padre, un taxista sin licencia, a su madre, a tres de sus seis hermanas y a uno de sus tres hermanos. La lista de familiares muertos se completa con una tía y tres primos fallecidos en el mismo bombardeo. Alí perdió, además, brazos y piernas. Y la sonrisa. Hoy se recupera en un hospital kuwaití, a donde fue evacuado por los mismos que le bombardearon. Alí ha perdido casi todo, pero no el sentido común. Cuentan las crónicas que cuando le propusieron ser evacuado lanzó a sus benefactores una frase de lógica aplastante: “Era mejor que no nos hubieran bombardeado. Así no tendría que ir a curarme fuera de Bagdad”. De Sahara sólo sabemos su nombre y la edad que figuraba en la etiqueta adosada a la cama: nueve años. También tenemos la certeza de que llegó ese fatídico treinta de marzo al hospital y que los atacantes y sus cómplices le han puesta otra etiqueta: “daño colateral”. Un eufemismo

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que suena a insulto. A Joserra Plaza le llamó la atención “su débil llanto, estaba llamando entre sollozos a su padre... me impresionó mucho”. A nosotros, en la distancia, también. Es imposible saber cuántos niños y niñas se encuentran en la situación de Alí o Sahara tras los bombardeos. Ni siquiera ha habido un recuento de víctimas. Sólo sus deudos conocen quiénes han sido los tocados por la muerte que llegó del cielo. Pero por si sirve de algo la experiencia de anteriores guerras, ahí van unos cuantos datos facilitados por Unicef. Por favor, antes de seguir, acuérdense de que detrás de cada guarismo hay un Alí o una Sahara: un millón de menores de cinco años sufren desnutrición crónica; la mortalidad infantil, 107 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, se ha duplicado con respecto 1991, año de la anterior Guerra del Golfo; Las enfermedades que se pueden evitar, como la diarrea y las infecciones de las vías respiratorias, provocan un 70% de las muertes infantiles; los casos de leucemia infantil desde 1991 se han cuadriplicado a causa del empleo de uranio empobrecido en las bombas.


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3. LOS INVASORES Se preveía una guerra “rápida”. Y así fue, aunque no tan rápida como esperaban los estrategas del Pentágono. Con 3.000 toneladas de bombas lanzadas sobre Irak en menos de cien horas, de la madrugada del 20 marzo al amanecer del 24, parecía que la llegada de las tropas norteamericanas a Bagdad iba a ser un paseo. Pero la entrada en la capital, que ha sido más capital que nunca, no se produjo hasta el nueve de abril. Esta demora y los mapas de televisiones y periódicos nos han permitido conocer al dedillo las principales ciudades del sur de Irak: Basora, Nasiriya, Kerbala, Nayaf y Bagdad. Además de situar sobre el mapa los archinombrados ríos Tigris y Eúfrates. Por sus valles penetró el grueso de las tropas anglonorteamericanas. Para los 30.000 soldados británicos, la gloria de conquistar Basora. Para los 270.000 norteamericanos, el bocado de Bagdad. Cuentan los periodistas “encamados” con las tropas de EE.UU. que en los días previos al desmoronamiento de las defensas iraquíes, la Primera Fuerza

de los Marines, la Tercera División de Infantería y el Séptimo de Caballería rivalizaban por ser los primeros en entrar en la capital. Parece evidente que una columna de blindados del 64 Regimiento de la Tercera División llegó antes que los marines, abrió fuego contra el Hotel Palestine, asesinó a un par de periodistas y se fueron por donde habían llegado. Pero la gloria, los minutos de TV en el “prime time” norteamericano, se la llevaron los marines. Al más puro estilo Hollywood entraron en la plaza Al Ferdaous ante la mirada incrédula de los corresponsales que aún secaban las lágrimas por el asesinato de sus colegas. Colocaron una bandera con las barras y las estrellas en el rostro de la enorme estatua de Sadam, recibieron una pitada, la sustituyeron por la bandera iraquí, engancharon la estructura a un blindado y cayó la estatua. Y con ella, el régimen. Llegaba el momento de relajarse, leer el periódico, fumarse un cigarro y beber cerveza. “¿Ha terminado la guerra?”, preguntaron los soldados al fotógrafo.

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Aurkibidea/Índice dactados al efecto, el más conocido de ellos, la Convención de Ginebra. Pero los que se reunieron en las Islas Azores el domingo 16 de marzo, cuatro días antes del inicio de los bombardeos, ya mostraron allí su poca disposición a cumplir lo que estipula el Derecho Internacional y, de paso, evitaron una declaración de guerra.

4. LOS COMPLICES La embajada de España en Bagdad está en el elegante barrio de Al Mansur. Hasta allí llegaron brigadistas de todo el Estado español. También esta asturiana de 68 años, maestra y abuela, que llevó la voz cantante y las manos embadurnadas en esta acción de protesta. Era la denuncia por la complicidad del Gobierno español en el ataque contra Irak. ¿Ha estado España en guerra? Técnicamente hay pocas dudas: no. Políticamente aún hay menos dudas: sí. Declarar la guerra hubiera obligado a los atacantes a cumplir los tratados internacionales re98

Desde el punto de vista estrictamente político, la sucesión de declaraciones de José María Aznar apoyando la intervención militar en Irak ha convertido a España en un “aliado” de EE.UU en la invasión iaquí. Un “socio” para lo mejor, el derrocamiento de Sadam Husein; y para lo peor, la masacre de civiles. Un socio que, a pesar de la foto de las Azores, es menor. Por detrás de Polonia y Australia, que tienen en la postguerra su propia área de administración exclusiva por haber participado activamente en misiones de guerra. El barco hospital puntúa menos que las tropas de infantería en el macabro juego de la guerra y España tendrá que conformarse con la pedrea que le adjudiquen los británicos. Ignacio Ramonet, director de “Le Monde Diplomatique”, diría que Aznar ha sido un “vasallo” y no un “aliado” porque los imperios sólo admiten relación de vasallaje y no de alianza.


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5. CAE EL TIRANO Si hubiera un sistema para medir el grado de infantilismo de las dictaduras, allí debería incluirse una fórmula que recogiera el número de retratos del dictador de turno por metro cuadrado del territorio gobernado por él. Les aseguro que Sadam Husein ocuparía un lugar destacado en esa peculiar clasificación. Caminar por Bagdad era, hasta el nueve de abril, pasear bajo la atenta mirada de este megalómano cruel. Porque el infantilismo de ese Sadam al que le gusta verse en todas las poses, saludando a niños, cazando, dejándose besar a la altura de los sobacos o hablando por teléfono (en la foto, un

centro de comunicaciones bombardeado), no evita que estemos hablando de un personaje cruel. Y misterioso. Los periodistas franceses Georges Malbrunot y Christian Chesnot, correponsales de Radio Francia Internacional (RFI) en Jerusalén y Jordania respectivamente, han publicado la que se considera biografía más completa del depuesto presidente: “L´Irak de Saddam Husein. Portrait Total” (Editions 1, enero 2003, París). Allí se descubre a un Sadam Hussein que le gusta el whisky escocés (prueba de su laicismo que le alejaría de Osama Ben Laden), que se ha recuperado de un cáncer linfático (es un hombre fuerte que, aunque herido, puede haber sobrevivido a los bombardeos), que se cree un segundo Saladino (mesiánico) y que hasta su caída sólo confiaba a tres personas su lugar de descanso nocturno (sus hijos Qusay y Uday y su secretario Abed Hmud). Un tipo extraño al que todos temían, que llegó al poder apoyado en el movimiento panárabe y socialista Baaz, que con 22 años trató de asesinar al entonces presidente Kasser, que se tuvo que exiliar en Siria y Egipto, que supo esperar cuando se convirtió en vicepresidente bajo la sombra del general Ahmed Hassan al-Bakr para, finalmente, en 1979, convertirse en presidente. A partir de ahí, Husein inicia un progresivo alejamiento de lo que un día fue su ideología, acepta el juego que le propone Estados Unidos para frenar a Irán, guerra incluida, hasta que rompe la baraja... hoy ocupa el as de picas. Quizás le guste saber que sigue estando en un retrato que llevan en el bolsillo todos los soldados que le buscan. La vanidad es otro de sus rasgos.

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6. LOS TESTIGOS La prensa estaba a un lado y otro de la trinchera. Por un lado, los “embedded”, la mayoría profesionales norteamericanos, alistados tras previo entrenamiento, que avanzaban con las tropas ocupantes desde Kuwait hasta Bagdad. Román Gubern, catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona, los llamó “encamados”, tomando la literalidad de la traducción del inglés al castellano. Otros, más comedidos, prefirieron hablar de “incrustados” o “empotrados”. Su libertad de expresión estaba limitada por su libertad de movimientos, ciertamente escasa. Con alguna excepción, contaron lo que querían los oficiales de las unidades a los que fueron asignados. A las excepciones, las expulsaron. Castigados sin rancho informativo. Y mientras unos viajaban con los invasores, otros veían llover bombas. Veinte días con sus veinte noches aguantaron el mortífero chaparrón junto a los millones de ciudadanos bagdadíes en los que iban apareciendo las ojeras. Tampoco gozaban de libertad de movimientos y, con alguna excepción, contaron lo que deseaba el régimen iraquí. A las excepciones, también las expulsaron. La “tribu” es, desde esta guerra, un poco menos numerosa. Nueve periodistas fallecieron en veinte días de tiros. Las modalidades de encontrarse con la muerte fueron bien distintas, Fallecieron “dos encamados”, entre ellos Julio Anguita Parrado. Y la “tribu” lo asumió con resigna-

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ción porque quien con soldados viaja... a los misiles se expone. Más difícil fue encajar otras muertes que huelen a “premeditadas”. El ocho de abril fue un día trágico. La aviación norteamericana lanzaba un misil contra la delegación de la cadena Al Jazzera en Bagdad y asesinaba a Tarek Ayoub, jefe de la corresponsalía. Cuatro horas más tarde, un blindado de la Tercera División de Infantería abría fuego contra el Hotel Palestine y asesinaba al cámara de Tele 5, José Couso, y al cámara de la agencia Reuters Taras Protsyuk. La explicación de estos ataques puede estar en las palabras que ha pronunciado otra “víctima” de esta guerra, el premio Pulitzer de Periodismo, el veterano Peter Arnett, expulsado de la NBC por conceder una entrevista a la TV pública iraquí: “El Gobierno de EE.UU. es altamente sensible a los informes periodísticos provenientes desde Bagdad porque le plantean enormes problemas”. En la imagen, Joserra Plaza, autor del resto de las fotografías, trabaja en una calle de Bagdad. PD: Los autores de este reportaje destinan los honorarios que les corresponden por su elaboración a la ONG “Médicos del Mundo” que mantiene diversos proyectos de ayuda a las víctimas de la guerra en Irak. Desde el 21 de abril, un equipo quirúrgico de Médicos del Mundo realiza intervenciones de emergencia en el Hospital "Al Khark" de Bagdad, donde la situación que se vive es lamentable y muy precaria desde el punto de vista sanitario e higiénico. Los dos cirujanos, un traumatólogo y una anestesista de Médicos del Mundo están operando lesiones graves –fracturas, traumatismos, heridas de bala– que son consecuencia de los bombardeos y combates, muchas de ellas en niños y adolescentes.


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J. M. Jimeno Jurio eta J. M. Satrustegi: Euskal Herriko bi nafar ahalegin bat berean

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JOSEBA INTXAUSTI 1957az geroztik euskal kultur munduan jardun du lanean, aldizkarien zuzendari gisara, hainbat argitalpenetan parte hartuz, eta ikerlan historikoak argitara emanez. Bartzelonako Unibertsitatean egin zituen bere Historia ikasketak (1964-1969, eta denbora batez bertan jardun zuen irakasle eginkizunetan). Historia Moderno eta Garaikidean berezitu zen. Historian bi eremu landu ditu berezikiago: EHko historia erlijiosoa eta Hizkuntzen Historia Soziala (HHS). UZEI terminologi ikertegiaren sortzaile eta zuzendari izan zen (1977-1982). Taldelaneko argitalpen zabalei eman die leku: Euskal Herria (Euskadiko Kutxarekin, 1984-1985), Arantzazu (Santutegiarekin, 2001), etab. Kongresu eta Ikastaroak zuzendu ditu (EHU, Arantzazu). Euskararen Liburu Zuria-n (1976) historia politikoari buruzko sarrera-lana idatzi zuen (79-142. or.). Euskararen bizitza eta historiaz argitara emanak aipa daitezke hemen berezikiago: Euskara, euskaldunon hizkuntza (Jaurlaritza, 1990; gaztelania eta frantsesera itzulia), eta zuzendari gisara gidatuak beste hauek: Hizkuntzen aldeko mugimendu sozialak (EHU. 1993) eta Euskararen aldeko motibazioak (EHU, 1994).

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ilabete gutxitan (2002-azaroa/2003-martxoa) obra zabaleko bi ikertzaile galdu ditu Nafarroak: Jose Mari Jimeno Jurio eta Jose Mari Satrustegi Zubeldia. Hura gaixorik zegoen aspalditxotik, Satrustegi kasik bat-batean joan zaigu. Bizitzak ez ezik heriotzak ere elkartuta eraman ditu biak; baieztapen honek frogarik behar balu, horra Euskaltzaindiaren martxoko bilera-deialdiak bere egitarauan zer zioen: “Jose Maria Jimeno Jurio. Euskaltzain ohorezkoa. (Artaxoa, 1927-2002). Omenezko txostena, Jose Maria Satrustegi euskaltzainak egina”. Adiskideari prestaturiko txostena ezin izan zuen irakurri adiskideak, bilera-arratsaldean Satrustegi jaunaren hiletak ospatu behar izan baikenituen Arruazun. Horrela galdu ditugu Nafarroako euskara, kultura eta herritasunaren lekuko leinargi bi, hainbat langai bildu eta aztertu digutenak, langile asperrezinak. Lerro hauen bidez haien lana eta emana gogorarazi nahi dizkiogu irakurleari1.

Bizitzako zertzeladak Biak nafarrak genituen, sortzez: Jimeno Jurio Artaxoan jaio zitzaigun, Nafarroako Erdialdean; Satrustegi, ostera, Arruazun, Mendialdeko Sakanan. Urtez ez zuten alde handirik, lehena 1927an jaioa; bestea, 1930ekoa. Gerra Zibila lehertzerako ume koskorturik ziren biak ere, baina artean apenas bizitzari ohartuki begiratzen hasteko lain. Gerraoste hertsian egin ziren gizon Jimeno eta Satrustegi (1940-1960), eta garai berean beren bizitzetako obra burutzeko prestatu, jakitatez ez ezik borondatez eta adorez. Ondoko hamabost urteetan edo (1960-1975) ikaslanekin batera inguruko gizarteko aldakuntzek ere gidatu zituzten, gero bizitzako azken hogeita bost urteetan (1975-2002/3) utzi diguten kultur lana burutzeko. JOSE MARI JIMENO JURIO mutikoari Artaxoa sorterriak berak erakutsi zizkion Nafarroako gizartearen aurpegi ezberdinak: nekazal herri tradizionala, aldakuntza sozialen beharrean ageri zena; gaztetxo zela, lehertu zen Gerra Zibila, eta Artaxoatik arreta biziz entzun eta sufritu zituen mutikoak fronteko albisteak. Hamabi urte zituela, Mallorkako Lluc-en jarraitu zituen jaioterrian hasitako ikasketak. Handik itzultzean, Iruñean hasi zituen Magisteritzakoak, eta bertan Maisu titulua lortu (1947). Bizitza zibilerako prestatuta zegoen, bada, gure gizona: Noain (1947) eta Lergan (1947-1949) eman zioten lehenengoz maisu-lana. Oposaketetarako paperak egiten ari zela, beste bide bat hartzea erabaki zuen, azkenik: 1950eko udazkenean Iruñeko Seminariora joan zen, apaizetarako presta-


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Aurkibidea/Índice tzeko asmoz. 1956an egin zen apaiz, hogeita hamar urte betetzera zihoala. Gotzainak Zangozara bidali zuen lehenik (19561958), eta Altsasuko Lanbide Institutura gero (1958-1960). Hilabete batzuk Uxuen emanda (1960), Bearin-a bidali zuten (1960-1963). Herri honetatik Lizarrako mundu kulturala ezagutzeko aukera izan zuen: Santiago-Bideko historiak eta istorioek eztenkatuta hasi zen bere lehen idazlanak argitaratzen (Ruta Jacobea eta Príncipe de Viana aldizkarietan). 1963az geroztik Asiain eta Artetan aurkituko dugu apaiz-lanetan. 1960etako hamarkada izan zen Jimeno Jurio ikerkuntza mundura iritsi zena, batez ere Artaxoari buruzko lehen idazlanekin. Geroxeago, Irantzuko Libro Rubro delakoa eman zuen argitara (1970), eta Navarra. TCP argitalpen-sailean lankidetza zabala eskaini. Bien bitartean, apaiz gaztea inguru sozial, kultural eta politikoarekin ere harreman hertsian zegoen, eta barnetik bide berriren baten bila. Horrela, ibilbide pertsonal isil baten ondoren, 1970ean sekulartu zen Jimeno Jurio. 1972an ezkondu zen Elena Arangurenekin, eta Iruñean bizitzen jarri; 1973an jaio zen senar-emazteon seme bakarra. Harez gero, kultur jardunean emango zuen osorik bere bizitza, Nafarroari begira, Euskal Herriari so, kultur tradizioa arakatuz (herrietako etnografia), gaurkotasun-eskeei ihardetsiz (Amaiur sinbolikoa, 1982) eta jakitearen alde kritikoa bizkortuz (Iruñeko historia, 1974). Batetik bestera, Nafarroa osoa zeharkatuko du orduan eta gero: “Jimeno Jurío es increíble. Nadie sabe cómo puede llegar a tanto rincón, a tanto papel antiguo, a tanta persona guardadora de consejas” (M. J. Urmeneta). Frankismoaren azken urteetako egoera urduriak ere barrutik hunkitu zuen Jimeno Jurio, eta herritarren jakin-mina asetzen saiatuko da San Pedro auzoko Liburutegitik ez ezik (1970-1983), herrietan emango dituen hitzaldien bidez ere: Aro Garaikidea, Errepublika, Gerratea… Kazeta, aldizkari eta mintzalditako lanak ez du ateririk ezagutuko (1976…), betiere ikerlan zainduagoa ahantzi gabe.

1980-1990.etako bi hamarkadetan Nafarroako euskararen ahots galdua berreskuratzen ahalegindu zen, herrietako artxibategietan bezala (Agoitz, Zaraitzu, Galipentzu, etab.) Erreinu Zaharreko lurlurrean (leku-izendegia). Lan erraldoia izango da hau, bere gisara egina eta/edo taldeetan landua, azkenik bere fruitu umotua emateraino (1997). Urte bertsuetan, Erakunde eta Elkarteetan ere lanean aurkituko dugu Jimeno Jurio: Eusko Ikaskuntza berrituan, Euskaltzaindian, Medikuntza Historiako Euskal Lagunartean (1984), Instituto Gerónimo de Uztáriz-en (1985), Ateneo Navarro-n (1985). Bereziki, Nafarroako Gobernuarentzat (1990, 1992…) eta Euskaltzaindiarentzat (19861994) lan erraldoiak egin eta zuzendu ditu toponimia arloan. Hauek dira, zalantzarik gabe, lan ugarien eta emankorrenak utzi dituzten urteak. Euskal gizarteak ezagutu du Jimeno Jurioren lanaren balioa, eta garaiz eskertu dio egindakoa: Euskal Dantzarien Biltzarrak Ohorezko Lehendakari izendatu zuen, eta Euskaltzaindiak Ohorezko Euskaltzain (1991), Nafarroako Kultur Erakunde eta Elkarteek omenaldi herritarra egin zioten (1995), Sabin Arana Fundazioak “Bizitza osoko Lanari” Saria eman zion (1998), eta Eusko Ikaskuntzak, berriz, “Manuel Lekuona Saria” (1998). Hilabetetako osasun maskal-aldi baten ondoren, 2002ko urriaren 3an, utzi gaitu Jose Mari Jimeno Juriok, beste Jose Mari adiskideari aurrea hartuta. JOSE MARI SATRUSTEGI ZUBELDIA, esan bezala, Arruazun jaio zen, eta artaxoarra baino hiru urte gazteagoa zen, 1930eko azaroaren 15ean sortua. Herriko lehen ikasketen ondoren, apaizetarako bidea hartu zuen Satrustegi gazteak eta Iruñeko Seminariora joan zen (1943); hemengo ikasketak burutzean, 1955ean apaiztu zen. Iruñeko Elizbarrutian ez dira anitz izan Satrustegiren bizitoki eta eliz zereginak, baina izendatutakoetan luzaro

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Aurkibidea/Índice jardun du: Madotzeko Erretore (1955), Luzaideko Bikario (1955-1964) eta Urdiaingo Erretore (1964-1995). Azken herri honetan bete du, bada, bizialdirik luzeena (31 urte), eta bertan eta bertatik ikusi dugu, aldi berean apaizaren eliz zerbitzua eta ikertzailearen euskal lana betetzen, herrian bertan eta Euskal Herri osoan. Satrustegi idazlea garaiz hasi zen bere luma-zeregina zaintzen, euskaraz eta erdaraz (1956); Euskaltzaindiak 1957an izendatu zuen urgazle, eta sei urteren buruan Euskaltzain oso, 32 urte zituela (Luzaiden egin zuen sarrera-hitzaldia, 1963). Laster aitortu zitzaion, bada, bere kultur lekua euskal munduan; hamarkada berean, antzeko zerbait gertatu zen Nafarroan, bereziki 1969aren inguruan Foru Aldundiko kultur sailean. Ordurako, Satrustegi sarri agertzen da hainbat kazeta herritar nahiz kultur aldizkaritan. Nafarroako hainbat herritan euskarazko irakaskuntzari leku ematen ahaleginik franko egin zuen hasierako hamarkada hartan. Azpimarratzekoa da, aipatu urte horretan, Nafarroako bi kultur aldizkari sortzean izan zuen eskua: Fontes Linguae Vasconum eta Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra (lehenengoaren zuzendari izan da hil den arte). Literaturako ele ederra ere maite zuen: horrela, Iruñeko Udal Kutxaren Saria irabazi zuen 1972an Ekaitza eleberriarekin (Jakin, 1975). Aldizkari horiekiko harremanaz gain, Euskaltzaindikoak izango dira hartuko dituen erakunde-ardurarik ezagunenak. Akademiako Idazkari (1978-1992), Nafarroako Ordezkaritza-Buru (19791997); Euskaltzaindiko Batzordeetan ere eskurik izan zuen, Onomastikakoan batez ere, eta pertsona-izenen lehen argitalpen bide-urratzaile haren bidez balio sozial handiko eta luzaroko zeregina bete zuen (1972-2001: Euskal izendegia). Oinarri horren gain egin da, azkenik, Euskal izendegia. Ponte-izendegia deritzan argitalpena, Satrustegiren “Pertsona izenen

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historia” izenburua duen lanarekin datorrena (Gorrotxategi/Salaberri eta Batzorde akademikoa, 2001). Herri-Erakundeetan hizkuntzarekiko politika birbideratu zenean, Eusko Gobernuko Euskararen Aholku Batzordeko kidea izan zen (1988-1993), Nafarroan, berriz, Kultura Aholku Batzordean jardun zuen (1990a arte) eta baita Euskararen Legearen garapenerakoan ere. Hainbat Unibertsitatek eman zion hitza, ikastaro, mintegi eta hitzaldietan (EHU, Deustua, Iruñeko CSET, Waseda-Japonia, Sta. Fe-Argentina, Erevan-Armenia), eta Nafarroako euskal mende-laurdena aurkeztera deitu zuten UEUtik (2001). Azken urteetan jaso ditu bere aitorpen sozial eta akademikoak: Bizkaiko Ikastolen Elkartearena (2001: toponimia eta onomastikako lanengatik), “Larreko Saria” eman zion Euskalerria Irratiak, “Manuel Irujo Saria” Lizarran (2002), eta EIZE itzultzaile elkarteak ohorezko bazkide izendatu zuen urte berean. Horra, bada, antzeko bi ibilera intelektual eta kulturtzale, elkarrekin alderatuta gero beren obretan zehar zehazkiago marraztu nahi ditugunak.

Antzeko soslaia ezberdinak Jimeno Jurio eta Satrustegi Zubeldia jaunek antzeko soslaia izan dute, aurreko lerroetan ikusi ahal izan dugunez, eta jakite-alor berak ere ukitu dituzte (etnografia eta euskara bereziki). Nafarroako testuinguru sozial edo harrobi kultural ezberdinetan eta aski kontrajarrietatik sortu zitzaizkigun bi nafarrok, bata Erdialdean eta bestea Mendialdean. Arruazuko herria baserri-landa guztiz irekia izan da gaur arte; Artaxoa, aitzitik, betidanik hiri-moldeko herri-artea, bere hiritasunean (murru-barnean bilduta), biztanlerian eta herri- eta eliz erakunde ongi gorpuztuetan mamitua (kalonjeen priorgoa, eliz kabildoa). Artaxoa elebidunak XVIII.ean edo galdu zuen era-


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Aurkibidea/Índice bat euskara eta geroztik ez du honek bertan burua altxa; alderantziz, Arruazuk eutsi egin ahal izan dio gaur arte bere euskaltasun betikoari. Ondorioz, Satrustegi euskaldun “jaio” zen bitartean, eta laster elebidun bilakatu, Jimeno sendiz eta herriz erdaldun elebakarra zen. Hori horrela, Artaxoako (1969…) eta Nafarroako euskal leku-izenekin egin zuen topo, lurralde horretako kultur erro zaharrak non zeuzkan ohartzeko moduan. Jimeno Juriok ez zuen lortu euskara mintzatuaz guztiz jabetzea, baina amestutako euskara sasi-trabatua hurrengo belaunean segurtatu ahal izan du bere sendian. Nahiz eta idatzi ere ez duen euskaraz idatzi, Nafarroako lurrarekin batera bertan txertatutako hizkuntza isildua ere maitatzen ikasi zuenetik, Nafarroako hizkuntz oroimen toponomastikoa egun-argitan jartzen ahalegindu da, maisu-lan erraldoia burutuz berak eta bere inguruan gidatu dituen taldeek. Horregatik izendatu zuen Euskaltzaindiak Ohorezko Euskaltzain Jimeno Jurio. Hizkuntzarenaren ondoan, deskribapen etnografikoa segurtatu dute Jimeno Juriok zein Satrustegi Zubeldiak, hiltzear ageri zen gizarte zaharreko lekukoak bilduz. Neurri batean elkar osatu dutela esan daiteke: Satrustegik Mendialdeari arreta gehiago jarriz (Luzaide, Urdiain), eta Jimenok berezikiago Erdialde eta Erriberako langai etnografikoak jasoz (Kortes, Tutera, Tafalla, Lizarra). Bien jarduera intelektuala ogibidezko iker-erakunderen babesik gabea izan da, Unibertsitate edo Ikertegi jakin batean profesiozko lan-posturik gabea esan nahi dut. Hala ere, biak gotorki atxiki zaizkio iker-lanari, beren barneko grinari jarraiki. Jimeno Juriok hamabosten bat urte egin zituen apaizgoa eta kultur lana elkartuz; Satrustegik, berriz, bizitza osoa, eta horren ondorioz Elizak eman zion babes ekonomiko segurtatua, nahiz eta bestalde, bistan da, eginbehar kulturala neke pertsonalik gabea ez zen izan. Jimeno Jurio-k, Elizatik sekulartzean, liburuzain ardura hartu ahal izan zuen ogibide bezala (1970-1983), eta hori uztean larriago zela-

rik, ordura arte egin eta irabazitako lanaren sona onak eta proiektu berriek lagundu zioten egoerari gaina hartzen. Dena ere, dedikazio pertsonal handiz egindako obra da biena. Eta horretan ez ziren batere aberastu, jakitez, harremanez eta zerbitzutan ez bada. Baina ez zaie falta izan jakintza-lagunarterik, beren hautapenetan. Alor honetan bi erakunde handi ditugu geure herri-erakundeetatik jaioak, eta sortzetik bertatik eta berariaz Euskal Herri osoko ezagumendua zaindu eta ikertzeko eratuak: Euskaltzaindia eta Eusko Ikaskuntza. Bietan izan dira Jimeno Jurio eta Satrustegi partaide nabarmenak. Satrustegik Euskaltzaindian jardun du berrogei eta gehiago urtetan (1957, 1963-2003), eta Jimeno Jurio-k berorren inguruan toponimi eskola sortu duela esango luke batek (1983-2002); Eusko Ikaskuntza izan da Jimenoren beste lantegi maitea, Nafarroan eta Nafarroatik: lehendakari-orde izan zen hemen, eta Erakundearen kaierretan saiatu zen parte hartzen (1985…). Zalantzarik gabe, pasaera politikoaren garaietan inork baino hobeki lagundu zuen Eusko Ikaskuntzari ekarpen nafar berritu bat ematen. Izan ere, Nafarroak, kalitatez eta kopuruz, toki nagusiena izan du bi idazle hauen lanetan. Nafarrak ziren, eta Nafarroatik eta Nafarroaz hitz egin digute batik bat. Euskal nafartasun hau behar genuen, eta etorkizunerako funtsezko obra utzi digute, iragana eta oraina elkarrekin lotuz. Frankismoaren garaian, Foru Aldundiak abian jarritako baliozko ekimenetan –aldizkariak, bestelako argitalpenak– esku zuzena izan zuten, batez ere Satrustegik, eta kasik hogeita hamar urteko leialtasuna izan da arruazuarraren hori, idatz-lankidetzan ez ezik Aldundiko Kontseiluetan ere presente egonez. Jimenok 1968an Arataxoari buruzko agiritegia Aldundiarekin argitara zuenetik, 45 liburuxka idatzi zituen haren Navarra. Temas de Cultura Popular sailerako, hamar-hamaika urtetan: benetako altxorra (19691979). Baina batez ere Foru Aldundiaren

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Aurkibidea/Índice eskez landu eta elkarlanean gidatutako aipatu obra paregabea da erakunde-lankidetza honen erakuskaririk onena, Toponimia y Cartografía de Navarra-Nafarroako Toponimia eta Mapagintza, bere 59 alerekin (1992-1999). Bakoitzak bere gisara, Jimenok eta Satrustegik Nafarroako kulturaren eta euskarazko ondarearen lekukotasuna arrunt goiti eraman dute, gerra-aurreko belaun handiari jarraitasuna emanez (“Los Eúskaros” haiengandik gerraraino iritsi zirenei, alegia: Iturralde eta Suit, Campión, Altadill…). Hori, Nafarroako etxetik bertatik egin izana eskertzekoa da zinez. Euskararen munduan nabaria izan da Satrustegiren belaun-zeregina, eta Jimeno azken urteetan benetako sinbolo bilakatu zen, euskal nafartasun honen aldetik, gizartean oro har eta lagunarte akademikoagoetan. Horiek horrela, biek, Jimenok eta Satrustegik, betekizun herritarragorik ere izan dute: herrietan, herriz herri, herri xumearen artean ehunka mintzaldi eman dituzte, tokian tokiko albiste, historia eta istorioak azalduz sarritan, eta Nafarroa eta Euskal Herri osoko berriak ereinez. Isil arazitako iraganari eta orainaldi ezkutatuari jakitunaren ahots duina eman zieten, inondik ere. Batez ere Nafarroan egindako lanaren ondorioz, Euskal Herri osoan irabazi zuten izen ona ongi aitortua izan da azken hamarkadan, bereziki Jimenoren kasuan (aipatu ditugun omenaldiak), eta beste gisa batean Satrustegirenean (hitzalditarako zenbat dei jaso duen beste Herrialdeetatik ere!). Azken orduan ere, “Nafarroa eta euskara” deritzan Jakin-en zenbakian, adibidez, eman berri digu honek “Euskara Nafarroan atzo eta gaur” idazlana. Nafarroako kultur ondarea guztiontzat daukagunok esker onez begiratu izan dugu bi gizon hauen ekarpena. Burututakoa bertatik bertara behatuz bakarrik ohartu ahal izango gara bion obraren tamaina eta esanahiaz.

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Jimeno Jurio-ren obra Ia berrogei urteko ibilera izan du Jimeno Jurio-ren idazketa-lan argitaratu eta katalogatuak (1963-2002), baina, espero daitekeenez, erritmo ezberdinak izan ditu guzti horren ekoizpenak, eta ukitu dituen alorrak gehienetan ez dira denak batera garatu. Bestalde, bi argitalpen-molde bereizi behar dira, liburuen bidezkoa eta aldizkarietan eman eta sakabanatua; biak izan dira garrantzizkoak. Azkenik, idazlanek ere ez dute beti balio eta maila bera gorde, hedapen-lan xume ugariren ondoan eskakizun handiko ikerlanak ere egin ditu; jeneralean, azken molde honetakoak izan dira liburuak. Jimeno Jurio 28 libururen egilea da; horietako sei, beste lankideren batekin elkartuta burutu zituen. Toponimia eta mapagintza-rena kontutan hartzeke, kalkulatu ahal izan dugunez, autore bakar bezala ageri den liburuetan 6.000 orrialdetik gora argitara zuen, elkarlaneko beste bostetakoa gehitu gabe. Hortaz, materialki ere lan gaitza izan da Jimeno Juriorena. Berak zuzendaritza eraman gabeko talde-lanetan edo inoren liburuetan sarritan hartu zuen parte Jimenok: 47 horrelako zenbatu ahal izan dizkiogu. Jeneralean, idazlan laburrak, eta inoiz edo bestetan liburu-hitzaurreak. Liburuetara iritsi gabe (“liburu” kontzeptua, gutxienez 50 orrialde dituzten argitalpenei egotzi ohi zaie), Navarra. Temas de Cultura Popular sailean agertutako Jimeno-ren 45 liburuxka daude. Hogeita hamar orrialdeko testu trinkoa jaso ohi zen bakoitzean: hortaz, egin kontu hauek bakarrik orotara 1.350 orrialdeko testu-masa direla. Batez ere 1969tik 1974a arteko lana izan zen hau, urtero liburuxka-multzo ederra emanez (1971n, adibidez, 9 ale). Zailagoa da aldizkarietakoa osorik bildu eta kalkuluak zehazki egitea, baina aipa dezagun bederen presente egon zen aldizkarien zerrenda, lankidetzako urte nagusienak ere gogoraraziz eta bakoi-


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Aurkibidea/Índice tzean utzitako lan-kopurua zenbatuz: Ruta Jacobea (1963-1965: 6 idazlan), El Miliario (1966: 2), Príncipe de Viana (19651997: 23), Fontes Linguae Vasconum (1969-1998: 26), Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra (1970-1997: 16), Punto y Hora (1977-1978: emanaldi ugari, 17 gai ezberdinekin), Jakin (1978: 1), Dantzariak (1979-1994: 7), Herria 2000 Eliza (1982: 1), Langaiak (1982-1984: 2), RIEV (1983-1997: 3), Euskera (1985-1988: 4), Cuadernos de Sección (EI: Hizkuntza, Zuzenbidea, Historia, Folklorea. 19851998: 5), Concejo (1986: 1), Anuario de Eusko Folklore (1986-1987: 1), Narria (1987: 1), Noticias del Agua (1987: 1), Ohitura (1987: 1), Instituto Gerónimo de Uztáriz (1988: 1), Cuadernos de Cultura Tafallesa (1991: 1), La Ondarra (1995: 1). Ikus daitekeenez, 21 dira aldizkari hauek, baina lankidetza oso ezberdinekin ageri dira. Nafarroako aldizkari zientifiko ofizialak dira nabariki nagusi: Fontes dator lehenengo, 26 idazlanekin, Príncipe de Viana hurrena 23rekin, eta Cuadernos de Etnografía 16rekin. Hauetako lana 1965etik 1998a arte luzatu zuen Jimenok. Ohartzekoa da bi urte giltzarritan (19771978) Punto y Hora de Euskal Herria asterokoan egin zuen hedapen-eginahala, 80tik gora lan labur argitara emanez (gero, partez behinik behin, liburutan ere jasoa). Berezilarientzako ikerlanen ondoan, bada, herritar xumeari ere eskaini nahi izan zion bere ekarria, Autonomiaren aldeko ahaleginak (1917-1919), Nafarroako lurretako borroka soziala, II. Errepublika eta gerrateko gertaerak gogoraraziz. Izan ere, alor ezberdinak aztertzea izan baita Jimeno Jurio-ren grina: historia eta etnografia, tokian tokiko ohiturak, pertsonaia handiak bezala herri apala, eliza, ermita eta ospitaleak, bideak eta herriak, hiriak eta landa-herriak, gaztelania eta euskara, geografia eta artea, etab. Historian iturriak bilatzea maite izan du, batzuetan testuen edizioak eginez: Artaxoa (1968), Irantzu (1970), Tafalla (2000), etab. Historiako Aro ezberdinak ukitu ditu: Antzinatea bere erromatarren bide

(1966) eta ara-ekin (1975), eta Erdi Aroa zer esanik ez, Nafarroako Erreinuaren sorrera-urteak arakatuz (Orreaga: 1969, 1973, 1974), Santiago-Bideak begiratuz (1963-1965, 1969, 1971, 1973), Bide horretako zerbitzuak ikertuz (ospitale, ermita, ostatu, etab.: 1965, 1971, 1993, 1995, 1997), garaiko gizarte nafarra aurkeztuz (Zangoza, Iruñeko Nafarreria, Erriberri, Artaxoa, Tafalla, edo herri hustuak eta merkatuak: 1966, 1970, 1971, 1976, 1986), Koroaren presentzia erakutsiz (Karlos III.a, Jauregiak: 1971), nafar erlijiotasunaren adierazpen instituzionalak ikertuz (parrokiak: Asiain, Izkue; monasterioak: La Oliva, Aralar: 1969, 1970, 1975, 1982, 1986). Gaiok batzuetan Aro Modernora ere luzatzen dira; maite du berritasun kulturalak erakustea: inprimategiaren Nafarroako iragana (1974), edo medikuntzako albisteak (1985). Frankismoa bukatzean, Aro Garaikidera etorriko da: Nafarroako histori sintesi berrietan parte hartuko du (1980-1982), eta Nafarroa Euskal Herri osoarekin lotzen duten une eta arazo larrien historia idatziko (1977…). Historiaren funtsarekin zerikusia duten bi alorretan saiatu zen luzaz Jimeno Jurio: egunerokotasunaren historia ere erakuts dezakeen etnografian eta hizkuntz iraganaren lekuko iraunkor berdingabea den toponimian. Landa-lana oso maite zuen Jimenok, jendearekin harreman beroan, arrunt gogoko zuen lana eta aisia, sendia eta herria, mundu hau eta bestea, dena elkar-trabatzen duten pentsamolde eta ohiturak biltzea. Lan etnografikoak ugari ageri dira lanen zerrendan: Bideko legendak (1969), Artaxoa, Altsasu, Zentroniko, Tafalla eta Elo etnografikoak (1970, 1974, 1975, 1989, 1996), Eguberri, Aste Santu, udaberri eta lau urtaroetako folklorea (1971, 1973, 1976), neguko jai-ospakizunez liburu oso bat (1988), goiz-kantak (1973), inauterien historia (1979, 1980), Lizarraldeko Gorpuzti Jaia (1987), Erriberako dantzak (1974, 1982, 1987, 1990, 1993), sineskizunak (1976), pertsonaia herritarrak ahaztu gabe (1975). Ikusten da, bada, 1970.etan jarri zuela arreta berezia lan etnografiko haue-

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Aurkibidea/Índice tan. Horren ostean, ondoko urteetan etorri zen, bere uholde handian behintzat, toponimia. Zalantzarik gabe, 1969ko “El euskera en la toponimia de Artajona” hura aurkikuntza suspergarri gertatu zitzaion ikertzaileari, zenbait urte geroago bereziki arakatu zuen aztergairako (1987an berriro azpimarratu zuen Artaxoaren euskaltasun historikoa, bertsolariak eta aipatuz). Non, eta bere erdal sorterrian, nola zegoen lurretan hainbeste euskara? Toponimiaren honek bere bakarrean eta taldean egindako lan gotorrak ekarri zituen: Iruñerria (1984, 1985, 1994), Zendea ezberdinak (Zizur, 1986; Galar, 1987; Oltza, 1989, Antsoain, 1992), Elortzibarra (1990), Burlata (1991), Lizarra (1998), etab. Lekuari lotutako izendegi xehearekin batera, Nafarroako herrien izen nagusiak eta euskal izendegiak jasandako aldakuntza gutxi-asko bortxatuek ere arduratu zuten Jimeno Jurio: santu-izenak leku-izen bilakatu zirenekoa eta, alderantziz, ermiten euskal izenena (1985), euskarazko eta erromantzezko herriizen nafarrak (1986), edo -ain atzizkidunak (1986), zenbait herri-izen jakini buruzko txostenak (Lizarra eta Atarrabia, 1988; Arqueta/Los Arcos, 1990, 1994). Interesgarriak izan dira, eta gida-eginkizuna izan dute, gainera, leku-izendegi inkestarako oharrek (1988) edo alor honetan abian ziren edo burututako lanen berriemateek (1991). Horrekin guztiarekin batera, euskararen presentzia toponimikotik harago joan nahi izan du Jimenoren ikerkuntzak: hizkuntzaren erabilpen historiko mintzatuak ere atzeman nahi izan ditu, herri, eskualde eta Nafarroa osoan. Ahalegin horren emaitza eta sintesiak izan ziren, alde batetik, Iruñeri buruzko obra, Historia de Pamplona y de sus lenguas (1995), eta, bestetik, Navarra. Historia del Euskera (1997). Biak ere aurreko urteetakoen fruitu zirenak, izan ere hainbat eskualde eta herri azterturik bai-

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tzeuzkan lehendik: Artaxoa (1969, 1987), Urraul Goiti (1991), Galipentzu, Aibar eta Agoitz (1992), Zaraitzu (1993), Allin Ibarra (1994), Eguesibarra (1996) eta berezikiago behin eta berriz Iruñea bera (1994, 1995, 1996). Euskararekin loturiko zenbait pertsonaia ere gogoan izan du: Juan de Amendux, c. 1540-1580 (1996), Juan de Beriain, 1566-1633 (1988), Aita Jose Moret (1993). Ez da, noski, agortzen hor Jimeno Jurio-ren obra, baina iradokitzen dute esandakoek haren interes nagusienak nondik nora joan ziren. Obra osoak ez du balio bera, eta ez dira parekatu behar hedapen-gogoz egindako zenbait artikulu eta aldizkari edo liburu jasoagoetarako idatzitakoa. Zein berritasun ekarri digu autoreak bere obran, ikertutakoa erabat berria duelako nahiz ikuspuntu berriren batetik begiratu delako? Lehen mailan jarri beharko genuke Nafarroako toponimian egindako ikerkuntza, eta horren paretsuan, oro har, Herrialde horretako euskararen historia sozio-geografikoari eskaini diona. Ondoren datoz, Erreinu Zaharreko historia orokorrari eta gai monografiko batzuei eskainitakoak (Orreaga, Amaiur, etab.). Nafarroa bere gizon-emakumeekin maite izan du Jimenok, eta bere ibilera etnografikoetan jaso zizkigun hainbat izengabeko jenderen bizitza eta berauen herriak, bananbanan (tokiko historia eta izaera); agian, batez ere lekukotasunaren balioak ditu sail etnografikoan bildutakoak, eta bilduma hain zabala izaki, inork gutxik erakuts lezake Nafarroan halako aberastasunik. Euskaraz ez du idatzi, baina, zer esanik ez, hizkuntza honen alde egindakoak miresmena eta esker ona merezi ditu, eta hau esatean hizkuntza baldintza pertsonal bertsuetan jardundako beste nafar bat gogoratuko nuke: Arturo Campión. Azken buruan, Nafarroako hizkuntzekiko oroimen berri batez jantzi gaitu Jimeno Juriok.


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Aurkibidea/Índice Satrustegi-ren obra Eskura ditudan albisteen arabera, Jose Mari Satrustegi eta Jimeno Jurio data oso hurbiletan hasi ziren idazten: Satrustegi (1956: Boletín RSBAP), Jimeno (1963: Ruta Jacobea). Testuinguru kultural berean, hortaz. Lau hamarkada ongi pasatuak bete ditu Satrustegik bere kultur lanean (19552003); gehienbat euskaraz eta hainbatetan erdaraz ere. Ikusi dugu gazterik heldu zela kultur Erakundeetan lekua irabaztera; bestalde, berehala aitortu zitzaion euskal munduan Nafarroaren ordezkaritza morala ere (1957, 1963, 1969…). Geroztik, testuinguru horretan beraietan zegozkion eginbeharrak betetzen saiatu zen, eta bere baitako zaletasunek eskatzen zizkioten ekimen eta ikerlanak garatzen (euskalaritza, etnografia, literatura). Etenik gabe idatzi zuen, urte guztietan eman zuen argitara zerbait (1976tik aitzina bi hilabetetik behin ikerlanen bat?). Oro har, nabaria da nola erakundeantolamenduetako erantzukizunen ardura eman ohi zitzaion, hautatuta (Euskaltzaindia) edo izendaturik (Foru Aldundia). Bestalde, saiatu zen harreman sozio-kulturalak zaintzen eta komunitate zientifikoan ezaupideak egiten eta adiskidetasunak zaintzen. Liburu-liburuxkatan 22 obra zenbatu dizkiogu Satrustegiri: horietako bost gaztelaniaz daude (kasu batean bere jatorrizko euskarazkotik itzulita); gainerakoak, euskaraz. Liburuok ez dira beti ikerlanak izan, eta badaude literatur idazkiak direnak ere (Ekaitza eleberria, esaterako: 1975), edo haurrentzako pentsatuak (esateko, Ipui miresgarriak, 1980; Axelko eta Otsoko, 1983). Oro har, liburuak ez dira argitalpen mardulak izan, eta badira batzuk dibulgazio-asmoa izan dutenak. Argitalpen hauetan Satrustegiren beste interes bat ere ageri da, baliozko agiri edo idazki zahar argitaragabeak berreskuratzearena alegia. Horrela egin zuen Bordel bertsolariaren liburua paratu zuenean (1965), eta kezka bera ageri da ondoko urteetako lan solte askotan: Tapia Perurena (1985), Olasagarre (1989), edo

testu zaharragoekin: 1619ko bertsoak (1960), nexka gerlariaren erromantzea (1972), Juan de Amendux-en erosta (1975), Burundako Ordenantzak (1982), Goizuetako Udalarenak (1996), Olaibarko bertso paperak (2000). Zaletasun honek jota, Euskal testu zaharrak deritzan proiektua aipatu behar da batik bat hemen: lehen liburuki aberatsa atera zion Euskaltzaindiak, hain zuzen izenburu horrekintxe (1987: 364 or.). Aldizkarietako Satrustegirena ere, Jimenoren kasuan bezala, bi mailatakoa izan da: hedapen-lanari zegokiona (Zeruko Argia, Diario de Navarra: hiru urtez asteroko lan bat; edo Príncipe de Vianaren euskal orrian, adibidez) eta ikerkuntzako aldizkariena. Azken hauetara gatozela, zerrenda zabala osatzen dute Satrustegiren lanen bat jaso zutenek; hamabosten bat aldizkari, behintzat, kontatu ditugu, eta dagoeneko zenbatu dizkiogun lanak 148 dira (ez, noski, denak, baina bai aldizkari berezituetako gehienak bederen): Euskera da lehena, 45 lanekin gutxienez (1961-2000), Fontes Linguae Vasconum 31 (1969-1998), Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra 21 (1969-1992), Egan 18 (1983-2000), Boletín RSBAP 10 (1956-1992), ASJU 8 (19771993), Príncipe de Viana 5 (1960-1993), Jakin 5 (1972-2003), RIEV 2 (1984-1986), Senez 2 (1994-1996), Oihenart 1 (1985), eta begiratu ezin izan ditugunak: Luzaide, Gaceta Médica de Bilbao, etab. Aldizkari berezituetako artikulugintza honen albisterik zabalenak Sancho el Sabio Fundazioko eta KMren katalogoetan topa daitezke: lehenengoan, adibidez, 199 idazlan ezberdin ageri dira Satrustegirenak, eta segurua da zenbait jaso gabe dagoela oraindik. Aldizkari bakoitzaren nortasunak eta berariazko gai-alorrak iradokitzen digute zertaz ari zen Satrustegi haien orrialdeetan, eta gehienetan baita egin behar zuen hizkuntza hautapena zein izan zitekeen. Euskera edo Jakin-en euskaraz idatzi zuen, noski, eta Cuadernos de Etnología-n (1996), e.b., gaztelaniaz, nahiz eta ezagutzen dugun azken honetan euskaraz idatzitako lan bat ere (1996).

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Aurkibidea/Índice Euskera aldizkariaren orrialdeetan testu anitz bada Satrustegik Akademiako Idazkari gisara emandakoa. Ageri denez, horrelakoak gogoan hartu gabe, 45 lan zenbatu ahal izan dizkiogu aldizkari ofizial horretan, lehenengoa 1961ean eman zuenetik heriotza arte. Bistan da, denak ere euskararen inguruko gaiez oratuak eta, berezikiago, kide zen Euskaltzaindiko Batzordeetako azterkizunak landuz: bertsolariak, hiztegi herritarra, ziza eta ahaide eta pertsona-izenak, dialektologia (zenbait herritako euskara: Luzaide, Arakil), kultur pertsonaiak. ASJU aldizkarian ere euskara izan zuen aztergaitzat, noski, testu zahar argitaragabeak kaleratuz (1977-1993), edo herriren bateko euskara aurkeztuz (Zugarramurdi, Luzaide). Gai etnografikoak, ia osorik, Iruñeko aldizkari handietan eman zituen, Príncipe de Viana-n eta ugariago, aipatutako Cuadernos-en. Erabilitako gaiak hauek izan ziren: bertsoak (1619), mugaldeko historia erlijiosoa (Luzaide), Urdiaingo deskribapen etnografikoa, Von Schack Kondearen bidaia (1858), Manezaundiren biografia kristau-aurreko tradizioak, estelak, betidaniko teknologiak, medikuntza herritarra, erritoak, etab. Donostiako bi aldizkaritan utzi du Satrustegik bere lan-multzo bat, Boletín de la RSBAP-en eta Egan-en. Lehen urratsak ematen ari zelarik aurkitu zuen aterpea lehenengo horretan (1956-1967), eta buletinean emandako hamar lanen artean daude Bordelen biografia, 1564eko erosta, Luzaideri buruzko oharrak, etab. Egan-era literaturari buruzkoak bidali zituen: azken urteetakoak gogoratuz aipagarriak dira ipuinei dagozkienak (1985, 1995) eta Miranderen gutunak (1984). Satrustegiren idazle-bidean gogoraraztekoa da, iragan urrunagokoen azterketa biografikoen ondoan (Pedro Atondo exorzista, 1984; Juan de Amendux, 1975; Esteban Adoain, 1980; Pedro Agramont, 1996; J. Frantzisko Aizkibel, 1979, 1998),

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nolako arreta jarri zuen hilberrien albisteak ematen; jeneralean, lan laburrak dira baina sarritan ia bakarrak ere bai beroriei buruz. Honelakoen artean eman behar ditugu ondokoen berriemateok: Juan Goikoetxea Zabalo (1973), Pedro Diez de Ultzurrun apaiza (1977), Aingeru Irigarai (1983, 1999), Norbert Tauer (1983), Aita Damaso Intzakoa (1986), Bonaventura Oieregikoa (1986), Jose Estornes Lasa (1987), Jose Agerre (1989), Migel J. Urmeneta (1988, 1989), Martzelino Garde (1990), Pedro Diez de Ultzurrun sendagilea (1994), Jose Maria Azpiroz (1998), Bernardo Estornes Lasa (1999), Alexander Tapia (2000). Ikusten denez, ia denak ere idazle nafarrak eta gehienak Euskaltzaindiarekin zerikusirik zutenak. Jakitun ezagun batzuen berriemaile ere izan zen Satrustegi gure Akademian, hala nola: Nils M. Holmer (1994), Julio Caro Baroja (1995). Bestalde, K. Mitxelenaren paperetatik Fontesen jasotakoak baliozkoak izanen dira euskalaritzaren historia osatzeko. Bizien arteko harremanetan aipa ditzagun bi euskaltzain berriren sarrera-hitzaldiei egindako harrera-agurra eta erantzuna: Henrike Knörr-ena (1978) eta Frantzisko Ondarrarena (1981). Aipatutako datuetatik ondoriorik ere atera daiteke: Satrustegi batez ere euskararen corpus-az arduratu zen, historikoaz eta oraingoaz, ia beti testuen eta bildutakoen barne-analisi filologikoak egiten ibili gabe, gehiago aztergaiak salbatu eta ikertzaileen eskueran jartzen. Inoiz lekuko zaharren artean pitxi preziaturik ere aurkeztu zigun. Ugariak izan dira etnoantropologiatik egin digun ekarria, eta ematen du horixe izan zela bereagotzat zeukan alorra. Inoiz testu literariorik ere ekoizten saiatu zen, baina badirudi ez dela hori izango utzi digun herentziarik estimatuena. Euskalgintzako aldizkari eta Erakundeetan betetako zerbitzuek hainbat ordu lapurtu zioten, betiere ikertzailekomunitatearen mesedetan, eta gure esker ona ongi irabazita du Satrustegik.


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Aurkibidea/Índice Azken begiratua Aztertu ditugun bi kasu intelektual hauetan, nabaria da ekoitzitakoaren konplexutasuna, eta bi obra osoekiko juzku kritikoa ez dago nornahiren esku; kritikariek alor ezberdinetako adituak izan beharko lukete. Bestalde, idazleon lan burutu berria premiazko perspektiba historikoan behatu ahal izateko denbora beharko da oraindik, azken buruan bizi izan duten garaiko historia kulturalaren barruan begiratu beharko baitira bien lanak (1960-2000), testuinguruko baldintza eta eskueran izandako baliabideak gogoan ditugula, ukitutako alorretan lehendik genekarrena eta ondoren jaiotzen ari dena, biak, aintzakotzat hartuta. Bego, bada, bere sasoirako analisi kritiko hori. Nafarroako XX. mendeko bigarren erdi-aldiko kulturaren ezagumendua nahitaez ageri zaigu lotuta bi ikertzaile hauen historia pertsonalari, eta Jimenoren kasuan ezagutza-berritasun zabalago batekin, esango nuke. Satrustegik, berriz, garai zail eta hobeagoetan Nafarroako euskararen bandera bere gaurkotasunean goraki erakutsi du (frankismoan zirrikituak zabalduz, lehen frankismo-ondoko aldakuntzan parte hartuz, geroago premiazko protesta-hitza esanez). Bete duten jarduera, luzaro aterpe instituzional eskasekoa izan da, eta sakrifizio pertsonal handikoa. Lehenago batean, Unibertsitaterik gabe, euskal komunitate zientifikoak bizi izandako egoera bertsuan aritu dira, kasik erretiroa hartzeko ordua iritsi zitzaien arte. Eta horra paradoxa: azken heldutasun horretantxe zela gidatu ahal izan du Jimenok bere obramultzorik emankorrena, eta, uste dudanez, iraunkorrena ere. Zalantzarik gabe, politika arin et urduriaren aldarteen ondoan, kulturaren iraupen-indarra erakutsi digute bi ikertzaile nafar hauek, eta gerorako itxaropen-harrobi berria sortu eta erakutsi dute Nafarroan. Ez da gutxi. Lana, parte on batez, oso barreiatuta geratu zaie biei. Aldizkarietan sakabanatutako hori ez da izango dena balio be-

rekoa, baina idazlanen antologia egoki baten edizioa ongi etorriko litzaieke gaurko Nafarroa eta Euskal Herri osoari. Justiziazkoa izango litzateke halako bizi-oparia egin diguten Jose Mari Jimeno Jurio eta Jose Mari Satrustegi-rekin dugun zorra nolabait kitatzen hasteko.

NOTAS Iturriak. Lan honetarako erabilitako iturriak bizpahiru gisatakoak izan dira: a) Lehendik argitara emanak, b) Interneten bidez lor zitezkeenak, eta c) Familiartekoen lekukotasunak. Lehenengoen artean dago Jimeno Jurio-ri buruzkoa: JIMENO ARANGUREN, R. (1998): José María Jimeno Jurío. Manuel Lekuona Saria. Donostia: Eusko Ikaskuntza. Jimeno-ren kasuan, oinarrizko argibide guztiak hor daude, bio-bibliografia oso batekin, eta falta zirenak Jimeno Aranguren berak (hilberriaren semeak) osatu dizkit. Eskerrak, bada, erraztasun horregatik. Satrustegi Zubeldiaz, ordea, ez dago horrelakorik argitara emanda, eta kasu honetan Internet-era eta Euskal Herriko liburuzainengana jo behar izan dut, batez ere Euskaltzaindiko Azkue Bibliotekara (Josune Olabarria andrea) eta Sancho el Sabio Fundazioko Liburutegira (Carmen Gómez andrea), ahal zena saretik jasoz eta bestelakoa harremanen bidez osatuz. Xehetasun pertsonal batzuetarako Euskaltzaindiko Amaia Okariz eta Gema Insausti ere tartean izan ditut, laguntzen. Azkenik, Satrustegi-ren familiartean ere jaso dut albisterik (Pilar Satrustegi arreba eta Marivi Betelu iloba). Denei nire esker beroa, hori guztia gabe ezingo bainuen burutu albiste biografiko hau. Internet-en begira bitez: Azkue Bibliotekako katalogoa (www.euskaltzaindia.net), Sancho el Sabio Fundaziokoa (www.fsancho-sabio.es) eta UEU-ren zerbitzua gogoan hartzekoa da, euskal lan zientifiko guztiak bildu nahi dituelako (www.inguma.org). Beste bibliografiarik ere egon da tartean, baina oraingoz bego horretan adierazi beharreko hau. 1

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Aurkibidea/Índice

Ramon Saizarbitoria

La verdad es que me alegro de que Ander Gurutxaga dejara Lakua porque, como dice Zweig –este interesante escritor que el mismo capricho editorial que le silenció durante años ha vuelto a poner de moda–, lo mejor que le puede suceder a un hombre de espíritu es que se le excluya de la vida pública. En cualquier caso, una feliz consecuencia de aquella decisión es este libro que presentamos hoy. Siempre se ha dicho, y quizá últimamente más, que el nacionalismo ha producido poco pensamiento; que se ha explicado poco, que ha desarrollado muy

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poca literatura política y sí mucha de la otra. Literatura barata, se suele decir. También se suele decir que el nacionalismo se cura viajando o leyendo, que es lo mismo que decía el nacionalismo del carlismo cuando yo era niño. Sin embargo, el nacionalismo hoy en día, o los nacionalistas, bastantes nacionalistas, en cualquier caso, tratan de explicarse, y de explicar su mundo con rigor intelectual, yo creo. Muchos se cuestionan a sí mismos y, como dice Gurrutxaga, “tratan de abrir ventanas y de mirar al horizonte que se presenta ante los ojos para captar las sutilezas del cambio que todo lo invade y al que el nacionalismo vasco no es inmune”. Lo que ocurre es que la producción de esa gente, la de mucha gente adscrita al mundo nacionalista, no se considera muy nacionalista, al menos no muy ortodoxamente nacionalista, posiblemente porque dicen cosas que no se esperan de un buen nacionalista. Porque vamos a ver, concluida la lectura de “La mirada difusa”, cabe preguntarse si este hombre, a quien un partido nacionalista ofreció un puesto de responsabilidad que él aceptó, que se autoafirma en su vasquidad con un Gurrutxaga escrito con tx, y tantas cosas más, cabe preguntarse, digo, si es verdaderamente un nacionalista. Yo me permito hacer estas preguntas desde la posición de novelista que me he decidido a asumir tardíamente, más que nada porque ese estatus me permite contar historias y decir lo que se me pasa por la cabeza, puesto que nadie espera de uno que, como novelista, vaya a decir al-


Aurkibidea/Índice go serio. Bueno, pues digo que Gurrutxaga es nacionalista dependiendo de lo que se entienda por tal. Hace unos años La Revista de Occidente tuvo la idea de solicitar a dos personas situadas en órbitas nacionalistas digamos que opuestas, la vasca y la española, que criticaran “El bucle melancólico” para que luego Jon Juaristi les diera cumplida respuesta en las mismas páginas. Yo acepté el reto por simpatía hacia el autor consciente de que, pluma en mano, no le daba ni para medio asalto, y sin sentirme muy legitimado, la verdad, para defender ninguna posición nacionalista, aunque fuera la vasca. En fin, escribí lo que pude, que no me quiero ni acordar, y me vino a responder que mi nacionalismo es, por encima de todo, un sentimiento, y que él renunciaba a discutir sobre sentimientos, máxime cuando son legítimos. Y añadía algo muy bonito que cito textualmente: “Si por sentimiento nacionalista entiende Saizarbitoria el cariño a nuestra tierra común, al eusquera y a sus clásicos, a las canciones y a las tradiciones del país y un respeto afectuoso por nuestros padres nacionalistas, debo tranquilizarle: salvo la muy perversa y guipuzcoana afición a las sidrerías, comparto todo lo demás”. No he tenido ocasión de decirle a Jon, porque nuestra desgraciada circunstancia, y algo más también, supongo, nos tiene más y más alejados, que aunque tengo apellido de sidrería guipuzcoana tampoco me gusta la sidra y que a nadie exijo mucho más de lo que él cita en materia de lealtades nacionales. Y no es mucho más, creo, lo que nos define como nacionalistas a los ojos de muchos conciudadanos que se dicen no nacionalistas, para quienes es un ramalazo llevar boina. Porque ¿qué es ser nacionalista? Tengo un amigo que sabe mucho más que yo, que es sensato, que se conoce a los clásicos, que ha estudiado al menos en cuatro países europeos de distinta lengua, que lo lee todo, incluso a Habermas, y que escribe sesudos artículos sobre nuestra situación política y sobre el

papel del nacionalismo, y cuando comemos juntos y, llegados los cafés, le pregunto qué es ser nacionalista vasco, me responde que no lo sabe muy bien. “Qué quieres que te diga”, me dice. Si nacionalismo es creer que uno es más fiel a lo que siente que es su nación, que a los principios internacionales o a los intereses individuales, ni mi amigo, ni yo, ni otros muchos nacionalistas vascos, somos nacionalistas. Mitxelena, que era muy nacionalista, al menos en algunas situaciones, decía que antes que nacionalista era demócrata. Desde luego que no estamos por lo de “wrong or right, my country”. Ni tan siquiera en tiempo de guerra, porque, a parte de que, probablemente, desertaríamos, ni en una situación límite aceptaríamos eso tan terrible de que “toda concesión a la humanidad es un robo a la patria”. Eso me dijo mi amigo un día: “Ramon igual resulta que ni somos nacionalistas”. En cualquier caso, lo que es seguro es que si hubiésemos nacido en otro sitio, en Madrid por ejemplo, –ya sé que es difícil de imaginar– no seríamos nacionalistas en absoluto. Pero aquí es otra cosa. Es algo muy duro para mí decir aquí que igual no soy nacionalista, porque en las últimas elecciones autonómicas, mi madre, –algo me notó o algo se chivó alguien– me dijo que si me veía en la órbita de los “otros”, ella se iría a Zaragoza. No sé por qué a Zaragoza precisamente, debe ser algo atávico, pero, en cualquier caso, no es plan, porque la mujer tiene casi noventa años. Hablamos de esto, de ser o no ser nacionalista, en la intimidad, casi como si estuviéramos en la clandestinidad; me siento como deben sentirse quienes tienen dudas sobre su identidad sexual y vacilan y miran a su alrededor con envidia a quienes se muestran firmes en lo suyo, bien machos o totalmente salidos del armario, condenados a mostrar su incertidumbre sólo en algunos ámbitos muy ín-

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Aurkibidea/Índice timos. A veces pienso que es el problema de muchos, y eso me consuela. Gurrutxaga dice que este es un país plural desde siempre. Hoy se habla mucho de nuestra pluralidad pero parece querer decirse que la mitad somos rojos, bueno, digamos que verdes, y la otra mitad blancos, y no es así. Muchos de nosotros llevamos conjuntamente cuando menos algo de verde y algo de blanco, algo que proviene de esos colores. Aquí hay gente que solo se siente vasca y que no soporta que la consideren española, sí, y al revés, y hay socios del Athletic que sólo aceptan a vascos en el equipo, incluyendo a navarros y labortanos, y se sienten muy españoles, y otros muchos que se consideran sobre todo vascos y que lo de ser español tampoco les repugna pero lo consideran como algo que les da acceso a unos derechos de ciudadanía, porque el mundo funciona así, pero no le dan más importancia que a ser de Mapfre o de Seguros Bilbao para la cuestión de riesgos y accidentes. Además, algunos tenemos problemas psicológicos, y Dios me libre de caer en psicologismos precisamente en presencia de Ander Gurrutxaga, pero me sentí muy identificado con el artículo que publicó Havel el presidente de la república checa en El País, el otro día, donde decía “cada vez tengo más dudas, incluso de mí mismo. Y cuantos más enemigos tengo, más me pongo de su lado mentalmente, con lo que me convierto en mi peor enemigo”. A eso hay que añadirle que, en mayor o menor medida, muchos nacionalistas sufrimos el síndrome del sobreviviente, del que creo que hablaba Freud, en el sentido de que cuando vemos a personas, entre ellas muchas que aman el euskera, lo cultivan, que están orgullosas de pertenecer a un colectivo que reconocen como el pueblo vasco –que aunque no lo reconocieran sería igual, pero lo reconocen–, digo que, cuando se ve a esas personas amenazadas de muerte por quienes se dicen nacionalistas vascos, nos preguntamos qué de malo hemos hecho para no

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estar amenazados; nos preguntamos cuál es nuestra culpa. Unamuno, a quien muy acertadamente Juaristi, en su estupendo análisis de Oroit gutaz, tilda de nacionalista –a ver si se enteran quienes la tienen tramada con su busto–, en una memorable charla a estudiantes, les decía “yo, estudiantes, os ofrezco todo, menos un partido. Partido no. Entero. Algo más que un partido significa esto, porque creo que más que un hombre, soy un pueblo, dentro del cual luchan varios partidos entre sí. Mi niñez ha transcurrido entre contiendas civiles, las de los carlistas y liberales, que se me metieron dentro, y he llevado siempre en el pecho un carlista y un liberal. Siempre he vivido un duelo íntimo, alimentando contradictorias posiciones y sintiendo la necesidad de disentir de cualquiera que defendiese una de ellas”. A mi amigo, él, que es un serio intelectual, le pasa eso, y supongo que algo de eso le pasa también a Ander Gurrutxaga, que según la noticia con la que le despierta la radio, el artículo de opinión con el que se ha desayunado, la tertulia que le ha tocado en el coche camino de la Facultad, nota que se le sube a tope o que se le baja a cero la tasa de nacionalismo en sangre. A veces, pienso que soy más nacionalista que nadie. Me siento, salvando las distancias, como la madre verdadera ante Salomón, dispuesto a renunciar a la criatura para que no la partan. El único que siente que no hace nada quedándose con la mitad de la criatura, porque, queriéndola de verdad, la quiere entera. “La construcción de la idea de nación que tiene el nacionalismo vasco”, dice Gurrutxaga, “es un motivo de cohesión para la comunidad nacionalista, pero su dificultad estriba en que no consigue atravesar sus límites referenciales para transformarse en el referente unívoco, incontestado de toda la sociedad”. Nuestro nacionalismo, un nacionalismo cultural más que político, siempre ha aspirado a ofrecer referentes que resultaran atractivos al conjunto de la sociedad,


Aurkibidea/Índice que sirvieran para darle más cohesión, más riqueza. Es mucho lo que el nacionalismo ha hecho por este país, ha fortalecido sus rasgos de identidad, le ha dado unos símbolos, una historia de la que sentirse, en líneas generales, orgulloso. Es mucho todo lo que le ha dado el nacionalismo a la sociedad vasca. Si no fuera por el nacionalismo, seríamos como los bearneses, que tienen que vender postales con ikurriña y pimientos de Espelette a los turistas. Pero también es cierto que la parte de sociedad no nacionalista ha sido generosa, al aceptar esos elementos, esos rasgos de identidad, que han pasado a convertirse en elementos comunes. La estrategia no ha sido de imposición. Estoy convencido que el éxito del modelo D de enseñanza se debe en gran medida, a la entrega de varias generaciones de enseñantes que trabajaron duro y en condiciones difíciles, para que las ikastolas pudieran impartir una enseñanza de calidad y se constituyeran en una alternativa de progreso a la escuela española. Cualquier otro tipo de estrategia sería simplemente suicida. Eso es lo que estamos diciendo algunas personas que venimos del nacionalismo y que no sabemos si seguimos en él, no porque hayamos cambiado, que tampoco hemos cambiado tanto, aunque mi madre crea que sí, sino porque, a veces, el nacionalismo político nos mira raro. El nacionalismo cultural se ha sentido protegido por el nacionalismo político, pero yo creo que empieza a ver que, con el camino que están tomando las cosas, esa asociación puede resultarle perjudicial. No hay que darle vueltas al “no hablaré la lengua de los asesinos” que si no dijo un conocido profesor en el Kursaal, –no estuve para oírlo– pudo decirlo, pero sirve para ilustrar lo que puede ocurrir si se sigue asociando cultura vasca y nacionalismo, euskera y nacionalismo, y creo que ese mundo de la cultura vasca, concretamente, está haciendo un esfuerzo para transcender el espacio político nacionalista. No sé, a veces me parece estar en el juego de las cuatro esquinas; ustedes se

acuerdan: quieres irte de la que estás y no sabes si la mano que te invita a pasar a la suya no va a engañarte y te quedarás finalmente con el culo al aire. Por eso, por una desconfianza, que también tiene bastante justificación pienso, a muchos agentes culturales del mundo nacionalista, a todos no, como es bien evidente, les inquieta que su discurso sea aplaudido por los no nacionalistas –por los no nacionalistas vascos–, porque intuyen que muchos lo hacen simplemente porque molesta a su enemigo. Lo dijo muy bien el bueno de Unamuno cuando tras haber soltado su terrible discurso sobre el euskera –contra si quieren–, en los Juegos Florales de Bilbao, señaló: “…en los elogios que por aquél acto se me han prodigado hay un fondo repugnante, hediondamente repugnante. No me alaban lo que se llama patriotismo, no el decir serena y tranquilamente la verdad, no; les regocijó el ver que se sintió herido en vitales sentimientos un pueblo, mi pueblo vasco al que aborrecen. Fui sin quererlo, un instrumento de sus mezquinas pasiones”. De ese mundo hemos recelado siempre y algunos estamos vacunados, hasta ahí podíamos llegar –nos basta ver lo que le ayuda Sanz al euskera en Navarra– pero también existen motivos para recelar del nacionalismo político vasco. En lo que hace referencia a la cuestión lingüística, concretamente, es obvio que el euskera ha necesitado del nacionalismo. Pero también es cierto que el nacionalismo ha utilizado el euskera como un elemento principal de legitimación de sus reivindicaciones políticas. El nacionalismo político hace una utilización inconveniente de la lengua, creo, cuando trata de establecer, implícita o explícitamente, que su supervivencia está ligada a la independencia política de Euskadi. Este tipo de aseveraciones, por otra parte, ni tan siquiera favorecen al propio nacionalismo, en la medida en que determinados sectores de la población podrían interpretar que la pretensión de dicha opción política consiste, precisamente, en lograr la in-

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Aurkibidea/Índice dependencia para imponer el euskera por narices. Pero, al margen de esa cuestión, vincular la solución de los problemas del euskera al logro de los objetivos políticos del nacionalismo, al menos del más radical, resulta en sí mismo discutible. En efecto, no digo que tenga que ser necesariamente así, pero cabe plantearse la hipótesis de que, el nacionalismo, una vez logrado su objetivo y colmadas por tanto las necesidades identitarias a base de elementos más poderosos –como una selección de fútbol de verdad y una embajada en el Paseo del Prado, por ejemplo– perdiese su interés por sostener un rasgo que, a fin de cuentas, igual que para el nacionalismo español hoy día, podría representar simplemente un engorro. Puedo estar confundido, desde luego, pero me parece que es algo así lo que ha venido ocurriendo con el gaélico en Irlanda; que el nacionalismo lo reivindicó, y mucho, mientras iba de camino, pero no quiso, o no pudo continuar cargando con él cuando logró la independencia. Por todo eso, pensamos algunos, ingenuamente quizá, que, como mal menor, deberíamos tolerarnos en un espacio intermedio sin dejarnos llevar a los extremos a los que algunos pretenden conducirnos, pensando quizá, pobres benditos, que tirar cada uno la cuerda de su lado es la forma de que el pañuelo quede en medio sin caer en la cuenta de que, al margen de otros posibles avatares, la soga podría romperse. Hay que “encontrar formas, métodos, espacios, complicidades y lugares comunes para el discurso político del pluralismo” nos dice Gurrutxaga advirtiéndonos que no es tarea ni fácil ni sencilla, sino todo lo contrario porque, añade en otro lugar, “el problema del pluralismo se mueve en la esfera política, especialmente en las tácticas y en las estrategias de las fuerzas políticas” y, por gracia o por desgracia “el juego político casi nunca acepta matices y sí pronunciamientos fuertes, poco adecuados para llevar el ritmo del pluralismo social al espacio político”.

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Podemos ser ingenuos, pero no estúpidos. Cada convocatoria electoral nos muestra lo difícil que resulta para los políticos sostener discursos matizados sin arriesgarse a perder sus nichos electorales, porque el gesto de tender la mano no parece mover a ningún adversario de su posición en un contexto que, unos más que otros, todos hemos propiciado. Lo que se puede entender en los políticos, por tanto, aunque no sé hasta qué punto se puede admitir, no es comprensible en el caso de los llamados intelectuales, de los universitarios que, cada vez que comparecen ante la sociedad, es para echar leña al fuego, cuando lo razonable sería que contribuyesen a ese “frente de tibieza” que preconiza Gurrutxaga, “que haga posible el consenso político sobre cuestiones claves del país” sin permitir que nos confronten defendiendo proyectos incompatibles. No deberíamos aceptar ese reto de nuestros políticos; deberíamos recordarles que es a ellos a quienes corresponde pactar las bases que sigan haciendo posible la convivencia; una convivencia que la mayoría de la sociedad vasca nunca ha puesto en cuestión. Eso es lo que plantea sensatamente Ander Gurrutxaga con sumo rigor sociológico en las páginas de este libro cuya publicación celebramos. Espero que lo lean y seguro que les aprovechará.


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Hitzaldi sorta Gasteizen azken ehun urteetako Euskal historiari buruz

Iaz abiarazitako ekimenari jarraiki, joan den otsailean Sabino Arana Kultur Elkargoak Xabier Landaburu Lurralde Iraskundearen bitartez hitzaldi-sorta bat antolatu zuen Gasteizen; hitzaldion helburu nagusia, euskal herriaren iraganaz, zehazki azken ehun urteetakoaz, gogoeta egitera dei egitea eta entzuleei euren herrialdearen oraina ulertzeko oinarri, argudio eta ideiak eskaintzea izan zen. Zikloaren egitura hiru hitzaldik osatu zuten, bakoitza aldi kronologiko baten gainekoa. Topaketa hauek Eusko Ikas-

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kuntzaren Gasteizko egoitzan, (Pando Etxea, San Antonio/k, 41) izan ziren, otsailaren 11, 18 eta 25ean, hurrenez hurren. Lehenengo hitzaldia, “Ereintza eta uzta: XX. mende berria Euskal Herrian” izenburukoa, Josu Chueca Euskal Herriko Unibertsitateko Gaur egungo Historiako irakasleak eman zuen, eta XX. mendearen lehenengo herenari (1901-1939) buruz mintzatu zen. Hurrengo hitzaldia, “Garai ilunak


Aurkibidea/Índice (eta orduko argiak). Diktadura frankista, 1939-1975”, Pedro Ibarra EHUko Politika eta Administrazio Zientzietako katedradunak eman zuen. Hirugarren eta azken hitzaldiak XX. mendearen azken aldia, oraingo Estatuburuaren, Juan Carlos I.aren, erregealdiaren lehenengo hogeita bost urteei dagokiena, izango du mintzagai, eta Francisco Letamendia, EHUko Politika eta Administrazio Zientzietako irakasle titularrak eman zuen.

Exposición de Bay Sala en Artea hasta el 3 de agosto

El Museo del Nacionalismo Vasco de la Fundación Sabino Arana presentó el 20 de febrero, en la Sala Manu Egileor "Ikasle" Aretoa de Artea-Arratia, la exposición "Bay Sala. Arte pintzelkadak. Pinceladas de arte" del pintor impresionista vasco Juan Bayon Salado "Bay Sala". Este artista, nacido en Logroño en 1913, pero de

adopción bilbaína desde los cinco años, está considerado como uno de los máximos representantes del paisajismo estatal y Pisarro renovado. Críticos de arte han afirmado que si Bay Sala hubiera nacido un siglo antes, hoy estaría por derecho propio poblando los Museos de todo el mundo, engrosando la reducida nómina de los auténticos maestros del impresionismo. La muestra, que puede contemplarse hasta el 3 de agosto, está compuesta por 24 óleos, 14 de ellos donados por la familia de Bay Sala al Museo del Nacionalismo Vasco y 10 más cedidos para la ocasión, algunos de ellos inéditos; documentos y objetos personales del artista (certificados del Gobierno vasco sobre acciones benéficas que realizaba, pinceles, paleta, caballete, su último cuadro inacabado, fotografías, etc.); y varios paneles con sus datos biográficos. Pero además, esta exposición conlleva un proyecto pedagógico, con diferentes centros de enseñanza, destinado a introducir a niños y niñas de entre 3 y 12 años en el mundo de la pintura, al estilo de los concursos que Bay Sala organizaba en los años 70 en Orozko. "La Avenida de la Ópera de París", "Casas del Rastro de Madrid", "Campos de Orduña", "Los Horreos" o "Rochefort Sur Terre Bretaña" son los títulos de algunas de estas piezas artísticas en las que el pintor descubre el encanto de ciudades, calles, plazas pueblos, etc.

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Aurkibidea/Índice Junto a los cuadros, varias vitrinas con documentos y objetos personales del autor y sus útiles de trabajo. Todo ello contextualizado con varios paneles explicativos sobre su vida y su obra. Un recorrido que abarca los años de su estancia en París, su trayectoria en Euskadi y su faceta social.

Buru Batzarreko lehendakari. Iñigo Urkullu izan baitzen. Sabino Arana Kultur Elkargoak argitaratutako lan hau orain dela urte batzuk Bizkaiko batzokien historiari buruz hasitako ikerketa-lan bat osatzera dator. Haren emaitza oraintsu arte beste liburu biren argitalpena izan zen; zehazki, bata Bilboko batzokien gainekoa eta Ezkerraldea-Enkarterrikoei buruzkoa, bestea. Oraingoan Alberto Gorospe izan da euskal abertzaletasunaren iragana, Txori Herriari eta Uribe Kostari dagokien zatia, zorroztasunez berreskuratu duena. Lan honen orrialdeetan barrena, irakurleak ikusiko ditu, bai euskal abertzaleek mende batean zehar euren Herriaren eskubideak aldezteko borrokan bizi izan zituzten denetariko gorabeherak, bai ahanzturatik ateratako irudi asko eta asko. Euren Aberriaren defentsan hainbeste ahalegin eta sakrifizio egin zituzten emakume eta gizonak, asko ezezagunak. Ezta ez dira falta biztanleen eta batzoki haiek egin zituzten langileen eta bultzatu zituzten sustatzaileen lekukotasunak ere, liburuari halako ikuspegi gizatiarragoa ematen dizkiotena, ezbairik gabe.

"Batzokis de Bizkaia. Txori Herri-Uribe Kosta" liburuaren aurkezpena Joan den martxoaren 18an Alberto Gorospe kazetari eta ikertzaileak bere azken liburua, “Batzokis de Bizkaia. Txori Herri - Uribe Kosta” aurkeztu zuen Bizkaiko Batzar Nagusien egoitzan (Hurtado de Amezaga, 6. Bilbo) egindako ekitaldi batean, zeinen buru EAJ-PNVren Bizkai

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Hain zuzen ere, liburu honen helburuetako bat, isilean eta ospe barik lan egin zuten gizon eta emakume haiei gorazarre egitea da, eskuzabaltasun eskerga erakutsiz euren bizitza eskaini baitzioten abertzaletasunaren ideologiari.

Antón Reixa presenta en Bilbao su primer largometraje En el marco de actividades conjuntas que la Fundación Sabino Arana y la


Aurkibidea/Índice Manquiña, Nancho Novo, María Pujalte, Carlos Sobera y Ane Igartiburu, entre otros.

Interés por el Autogobierno Vasco

plataforma ciudadana "Sekula ez berriro" –delegación vasca de Nunca Máis– están realizando en solidaridad con el pueblo gallego tras el hundimiento del Prestige, presentaron en un pase especial, en los cines Mikeldi de Bilbao, el pasado 28 de abril, el primer largometraje de Antón Reixa, "El lápiz del carpintero", una adaptación de la excepcional novela de Manuel Rivas sobre la represión en Galicia tras el golpe de Estado de Franco. Reixa y el actor Tristán Ulloa asistieron a este pase especial, cuya recaudación se destinó a para sufragar los gastos de las actividades que la plataforma ciudadana Nunca Máis promueve en defensa de los derechos de los damnificados por la catástrofe. La obra de Reixa cuenta un emotivo relato de amor en tiempos de la Guerra Civil, en la Galicia de 1936. Protagonizada por Tristán Ulloa, María Adanez y Luis Tosar, relata la historia de un extraño triángulo que se forma entre el guardia civil (Herbal) y una pareja de enamorados, el doctor Daniel Da Barca (Ulloa) y Marisa Zallo (Adánez). Cuando Da Barca es detenido y llevado a la cárcel comienza la lucha de su prometida por lograr que salga de prisión. Les acompañan en los papeles secundarios Manuel

A finales del pasado mes de febrero, un grupo de dieciséis personas de la escuela italiana de Sassari (Cerdeña) visitaron el Museo del Nacionalismo Vasco, en ArteaArratia, donde asistieron a un encuentro con el director de Juventud y Acción Comunitaria del Gobierno vasco, Javier Madrazo, para profundizar en el conocimiento del Estatuto vasco. El interés de este grupo por la organización de la Comunidad Autónoma del País Vasco se fundamentó en que los sardos se rigen también por un estatuto de autonomía.

Bandera republicana para la Fundación Sabino Arana

Con motivo de la celebración del Día de la República, el 14 de abril, el grupo parlamentario Vasco en el Congreso de los Diputados donó al Museo del Nacionalismo Vasco de la Fundación Sabino Arana una bandera republicana que con el recuerdo del recién fallecido consejero del Gobierno de Euzkadi en el exilio, Jesús Ausín, recibió pocos días antes de manos de la Asociación Republicana Española.

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Homenaje a los gudaris del batallón "GERNIKA" Durante el viaje que la Fundación Sabino Arana organizó la Semana de Pascua a la Bretaña francesa se realizó una escala en Point de Grave para rendir un homenaje a todos los gudaris del batallón Gernika que en abril de 1945 prestaron su ayuda a la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial y colaboraron en la liberación de los territorios que ocupaban las tropas alemanas junto al puerto de Burdeos. Por este motivo, el batallón vasco y la ikurriña que portaban fueron condecorados en las calles de París. El viaje, de siete días de duración, recorrió las cuatro regiones en que está dividida administrativamente la Bretaña francesa: Morbihan, Finisterre, Côtes de Nord y Ille et Vilaine. Para los amantes de la historia de las civilizaciones el viaje tuvo gran interés por las visitas a los castillos, y a menhires y dólmenes levantados por el hombre en esta región situada al noroeste de Francia y cuna de asentamientos desde los orígenes de la humanidad.

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Los presidentes de las fundaciones Sabino Arana y Ramón Trias Fargas fijan en Bilbao sus actividades conjuntas anuales El ex-conseller de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Catalunya y recientemente nombrado presidente de la Fundación Ramón Trias Fargas, el doctor Eduard Rius, se entrevistó el 11 de abril en Bilbao con el presidente de la Fundación Sabino Arana, Andoni Olabarri, para establecer y coordinar las actividades conjuntas que anualmente realizan las dos fundaciones. Estas actividades entre la Fundación Sabino Arana y Fundació Ramon Trias Fargas, fortalecidas tras la devolución a la Generalitat de los documentos originales que sobre la actividad del Gobierno catalán entre 1937 y 1940 se custodiaban en el Archivo Histórico del Nacionalismo Vasco, irán encaminadas a difundir la relación histórica que existió entre los gobiernos de Euskadi y Catalunya durante los años de la Guerra Civil y el exilio.


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Navarra: Crisol y crisis

Nafarroa arragoa; Navarra crisol, cantábamos hace treinta años con Xabier Lete y al tiempo que así mostrábamos nuestros sentimientos de comunión con la matriz de lo vasco que el Viejo Reyno idealizadamente representaba, reconocíamos que en el crisol navarro, se habían fundido hasta solidificarse lo vasco, lo franco y arromanzado, consistiendo el producto final en algo singularísimo del que no cabía separar la parte del todo sin riesgo de dejarlo irreconocible. Pasado este tiempo, la Fundación Sabino Arana organiza un seminario en Iruña del que damos cuenta en el presente número y que se concreta en una reflexión sustentada en datos, testimonios, análisis y propuestas de nivel inhabitual por lo certero, si bien tamizadas por un halo de melancolía hija de la desesperanza fruto de la desunión. Resulta que en Navarra, ese “Japón con boina roja” en memorable definición de La Actualidad Económica, comienzan a detectarse problemas de financiación pública derivados de la dificultad de mantener un “estado de bienestar” en el que la escasa población para tamaña superficie produce desequilibrios territoriales notables. El territorio otra vez, y la infraestructura de comunicaciones necesaria para afrontar los retos de futuro, obligan al gobierno navarro a la adopción de técnicas extra-presupuestarias cada vez más dependientes del gobierno central. La reducida clase empresarial navarra parece más dirigida al negocio inmobiliario que a la economía propiamente productiva la cual queda en manos de la inversión extranjera y de capital migratorio. El cuadro final resulta un tanto inquietante y anuncia el inicio de la crisis de un modelo cuyos primeros síntomas son el incremento del paro, en cifras hasta ahora insignificantes, y el endeudamiento familiar y publico. El “Japón navarro” parece destinado a coincidir con el “Japón-Japón” en la hora del desfallecimiento. Resulta que en Navarra la clase funcionarial es importante en número y en influencia y en las centrales sindicales con representación podemos encontrar alguno de los porqué de las posiciones políticamente encontradas. De entrada, el antisistémico sindicato LAB es, sin embargo, uno de los más votados y hace del euskara bandera de su identidad. Posición contraria mantiene UGT cuya simbiosis con el Partido Socialista alTxema Montero 124

canza en Navarra el grado de confusión, hasta el punto de que no se sabe bien si es el sindicato quien orienta al partido, y cuya reactiva posición frente al euskara tiene mucho que ver con una afiliación de servidores públicos poco predispuesta al esfuerzo por conocer esta lengua. ELA se singulariza de esta polarización con pretensiones de alcanzar la mayoría, si bien sometida a constante tensión entre un obligado sindicalismo de reivindicación en el que se sitúa cómoda y una intervención metapolítica hasta el momento aceptada sin rechazo por su creciente afiliación. Resulta que Navarra es después de Galicia la Comunidad Autónoma con población abrumadoramente autóctona lo que convierte” la cuestión navarra” en asunto entre navarros; político antes que identitario, puesto que las diferentes identidades que conforman la navarridad coexistieron hasta que la extensión del conocimiento y uso del euskara y la demanda de pertenencia a instituciones comunes con los vascos pusieron en cuestión la situación precedente, sin otra reacción por parte del gobierno, ya en democracia, que la de tratar de imponer la homogeneización. Resulta que en Navarra lo tradicional y lo moderno conviven en el desajuste y la respuesta institucional a unos estados de opinión progresistas en el ámbito de la moral privada y relaciones personales no pude ser más reaccionaria. Resulta que el todopoderoso Diario de Navarra, a la manera de intelectual orgánico, determina las posiciones políticas del PSN y sobre todo de UPN, hasta el punto de resultar su línea editorial obligada hoja de ruta en el deambular de los partidos constitucionalistas, lo cual genera una intimidad entre medio de comunicación y poder que es políticamente insalubre. De ahí que hablemos de crisis, entendiendo como tal la situación de un modelo de dudosa continuidad. De ahí los síntomas de cambio político, previsiblemente lentos pero inexorables que acreditarán las próximas elecciones; siempre y cuando la segura intervención del Gobierno español al privar a gran numero de ciudadanos de su opción electoral y la siempre esperable acción criminal de ETA no distorsionen, una vez más, la realidad, convirtiendo Navarra en Campo de Marte en detrimento de su historia y vocación de crisol de culturas y gentes. Koldo Mediavilla


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Javier Balda


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