V I V E
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E U C A R I S T Í A
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A Ñ O
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PRIMER DOMINGO DE CUARESMA
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Pan y Vino en un tiempo de ayuno ¿De qué trata la Cuaresma? ¿Abstenerse de chocolate o cerveza? ¿No comer carne los viernes? ¿Ponerse ceniza en la frente? ¿Qué tal esto?: la Cuaresma es una renovación espiritual. Se trata de un camino que somos invitados a recorrer. En la lejanía está la gloria de la Pascua. En la cercanía, las cenizas, la mortalidad y las tentaciones en el desierto. Es el tiempo entre estos dos horizontes que es un tipo diferente de espacio, un pasaje, un andar. Es un tiempo de conversión, de cambio, de crecimiento y también de incertidumbre y de “no saber”. Cuaresma es la caminata anual de la Iglesia, cuando confiados nos dejamos guiar por el Espíritu al desierto de la purificación.
¿Qué tiene que ver la Eucaristía con la Cuaresma? ¿Cómo participamos en un festín con el “pan del cielo” durante una temporada de ayuno? Es bueno hacer esas preguntas básicas durante un tiempo de renovación. Debido a que participamos en la Eucaristía durante todo el año, ¿simplemente lo tomamos todo como algo ordinario? ¿Hemos puesto nuestra experiencia de la Eucaristía en piloto automático? Tal vez la Cuaresma sea el tiempo para frenar y replantearse lo que realmente ocurre en la Eucaristía. Tal vez sea un tiempo para redescubrir la forma en que nuestra vida puede cambiar. La misa nos da una visión de lo que somos y de lo que estamos llamados a ser. Renueva nuestra confianza en Dios y profundiza nuestro amor al prójimo. El culto auténtico nos ayuda a ser mejores testigos del Reino de Dios en nuestro mundo.
PARA HACER UNA ALIANZA Este año, el hilo de oro que corre a través del tiempo de Cuaresma se encuentra en las primeras lecturas del Leccionario dominical. Su tema: la alianza y la renovación de la alianza. Cada domingo se escuchará una lectura del Antiguo Testamento, relativa a un pacto que Dios hizo.
Esta serie de lecturas nos lleva a la promesa de Dios de una nueva alianza, que se anuncia en el Quinto Domingo de Cuaresma: una promesa cumplida en Jesús. ¿Qué es una alianza? Es más que un pacto o un acuerdo. Una alianza es un compromiso de amor que da vida. Cuando Dios hace una alianza, como se describe en la Biblia, no es como un contrato entre dos partes iguales. Por el contrario, la iniciativa y la generosidad son todas de parte de Dios. Las alianzas que Dios hace son para siempre, son siempre fructíferas y requieren una respuesta fiel. Esta semana, el Primer Domingo de Cuaresma, la atención está puesta en el pacto con Noé. La historia bíblica de Noé, de la cual se saca la lectura de hoy, comienza con la narración de un desastre terrible provocado por el pecado humano. Sin embargo, una promesa de consuelo sigue a la devastación de las inundaciones, como proclama la lectura de hoy. Dios hace una alianza con Noé y su familia y, por extensión, con toda la Creación. Este momento es un nuevo comienzo de la Creación, bendecida por Dios.
PAN Y VINO Así que tal vez la conexión entre la Eucaristía y la Cuaresma de este año comienza aquí, con los elementos del pan y del vino, frutos de la Creación, regalo del sol y el suelo y de la vida, que fielmente brotan de la tierra, año tras año. El pan y el vino son signos naturales del amor y de la fidelidad de Dios en la Creación. Sin embargo, también requieren de la habilidad y el trabajo humanos para que ser lo que son. La obra divina y la humana, en conjunto, producen el pan y el vino. La siembra,