Javier Búrdalo
porque el pensamiento se va reuniendo en habitáculos apartados de acceso restringido, de direcciones confusas donde el quince es nueve, el veinte treinta, y hasta allí llegará la voz, la voz siempre, la voz siempre, porque después de la gran explosión queda un conato de alarma, y al que ama, ese mundo ruidoso de misterio le atenaza y amenaza y empalaga y luego, le suelta y engatusa y distorsiona como en broma, pero en serio, como si el stand by de todo esto por fin hiciera plof... y concluyera, lentamente, pero definitiva mente la que escribe. De La dolorosa continuidad del perfil (2007)
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