Con tantos años trabajando, ¿qué testimonios podría compartir con nosotros sobre los programas?
¿Qué legado le gustaría dejarle a las nuevas generaciones?
En una ocasión, en un batey en Barahona, nos topamos con una niña que le faltaba un brazo. Como no excluimos a nadie le dimos acogida en el programa, pero teníamos dudas de que pudiera tocar por la limitación física que tenía. Sin embargo, con empeño, dedicación y voluntad, aprendió a tocar y lo hizo de manera brillante en un concierto. Esto nos impactó mucho. También es digno de destacar niños que llegan súper agresivos, a los que el programa transforma por el ambiente de paz que encuentran. A nivel de talentos se consiguieron 4 becas para el Conservatorio de Salamanca. De éstos, uno regresó y está tocando la tuba en la Sinfónica. Otro continuó sus estudios en el Conservatorio de Almendralejos, en Extremadura, España. Otro está de gira por Europa. Son jóvenes humildes a los que el programa les ha abierto las puertas a nuevos horizontes.
Me gustaría aportar a que mi país se desarrolle a través de la música y la cultura. Nuestro pueblo tiene mucho talento, si se apuesta por la educación artística y musical podremos construir una nación en la que las futuras generaciones tengan elementos de tolerancia y de inclusión. La historia nos ha enseñado que toda cultura que se ha desarrollado lo ha hecho a través del arte y de la música.
¿Cuáles son los planes futuros de la Fundación? En principio, fortalecer los lazos con Fe y Alegría, incorporando 5 escuelas más. Nos proponemos ampliar los núcleos con otras instituciones. Seguiremos apoyando a grupos profesionales como la Camerata Mirabal, para difundir los valores de una sociedad de paz. Finalmente, continuaremos fortaleciendo los lazos culturales entre Haití y República Dominicana a través de la Filarmónica Juvenil Binacional.
Clara en sus convicciones y segura al transmitirlas, Luisa Jorge nos renovó la esperanza de una sociedad mejor, esculpida con el cincel de la música sobre el mármol de nuestro talento nacional. José René Frías