EL TEMPLE

AÑO I. Número 0. Abril de 2017. Burguillos del Cerro

Asociación Cultural Taurina

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el emple Burgui os del Cerro

el emple

LUIS REINA MAESTRO DE MAESTROS 1

ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE”

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Delegación Badajoz

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Miguel Hernández, 10 06370 Burguillos del Cerro (Badajoz) Tlf.: 924 551 462

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE”

INDICE Presentación..............................................................................................4 Burguillos y los toros................................................................................5 Ganaderías de toros bravos. Conde de la Corte.................................8 Suerte de capa..........................................................................................9 Vamos a los toros...................................................................................10 Los toros en la prensa pacense siglos XIX y XX.................................12 Los orígenes del toro de lidia.............................................................. 13 La opinión de Fernando Naranjo .......................................................14 Luis Reina, maestro de maestros .......................................................15 Sobre el antitaurinismo.........................................................................20 Arqueología y Tauromaquia. Los vasos del vafió..............................22 El Toro de ayer........................................................................................ 24 Sabias qué...?......................................................................................... 26 Algunos toreros nacidos en Extremadura..........................................27 Las “históricas enemistades” de los toreros......................................30 El toro y la fecundidad..........................................................................31 El escalafón en 2016............................................................................. 34 Toros buenos, toros malos; Toreros buenos, toreros malos...........35 Plazas de toros de la provincia de Badajoz....................................... 37 COLABORADORES (por orden alfabé co) José Ángel Calero Carretero: Almendralejo. Aficionado, historiador Juan Diego Carmona: Alange. Experto en virtualización del Patrimonio Antonio Carretero Melo: aficionado. Cronista Oficial de la Villa Apolonio Conde Olmedo: aficionado. Director de la Universidad Popular de Burguillos del Cerro Jacinto Guerra Pizarro. Almendralejo. Ingeniero Superior Agrónomo Fernando Naranjo Durán: Almendralejo. Aficionado, pintor, poeta Fernando Rubén Romero Angulo. Aficionado. Médico de Familia José María Sierra Sierra: Almendralejo. Aficionado, crí co taurino, exdirector del programa "El Burladero", de COPE Almendralejo El Temple agradece a todos su colaboración desinteresada.

La Revista no se iden fica necesariamente con las opiniones de los colaboradores.

La Revista procurará que los ar culos tengan un mínimo de calidad y sean respetuosos; se reserva el derecho a publicar lo que crea conveniente o a hacer sugerencias al autor ----------EL TEMPLE---------Revista de la Asociación Taurina El Temple, de Burguillos del Cerro. Badajoz. España AÑO I, Nº 0. Abril de 2017 EDICION SEMESTRAL Edita: Asociación Cultural El Temple de Burguillos del Cerro Dirección: Apolonio Conde Olmedo Redacción: Antonio Carretero Melo Diseño y maquetación: F. Rubén Romero Angulo Fotogra a: José Felipe Sánchez Sánchez Dibujo de portada: Fernando Naranjo Durán Depósito Legal: BA-000088-2017 ISSN 2530-6413

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE”

A unos les gusta más la cerveza y a otros el vino, a unos las lentejas y a otros el arroz, a unos el fútbol y a otros el baloncesto...

Ya lo dice el refrán: sobre gustos no hay nada escrito; o este otro: para gustos los colores. Cada uno es libre de desear o de opinar lo que quiera; mi libertad termina donde empieza la libertad de los demás, como tantas veces dijo el filósofo francés Jean Paul Sartre.

U lizando el preciado bien de la libertad, tres personas hemos creado una asociación cultural el úl mo día del tórrido agosto. Los fines son los habituales de este po de asociaciones; pero, como nos une nuestra afición a los toros, centramos los obje vos en promover, apoyar, favorecer, colaborar...; en defini va, extender la afición y el conocimiento de este noble arte. El nombre: Asociación Cultural Taurina El Temple.

Una de las ac vidades que van a ayudarnos a conseguir nuestros obje vos es la confección de una revista taurina: El Temple. Todo el mundo puede pertenecer a la Asociación, sea o no de Burguillos; no hay condiciones salvo la aportación, por razones obvias, de una pequeñísima can dad al año. También la revista está abierta a colaboraciones. ¿Pretendemos con nuestra publicación "comer el coco", hacer que a uno le guste lo que no le gusta? Por supuesto que no. Pero sí queremos "iluminar" al que no sabe y que el que sabe amplíe sus conocimientos. Hay quien cree que la afición de los toros es cosas de los abuelos y de los bisabuelos: si le explicamos y demostramos que en Burguillos había corridas en el siglo XVI y en el XVII y el XVIII y en el XIX, mirará la fiesta de otra manera, como algo tradicional, inserto en nuestra cultura.

Cuando ya conozca, él decidirá si su deseo es que la Fiesta desaparezca; decidirá si su deseo es no asis r a las corridas, pero no impedirá que otros, con otros gustos, asistan. En fin, la libertad de la que hablábamos más arriba.

Así pues, querido lector, con la idea de difundir, explicar, de disfrutar... enes en tus manos esta noble revista, que pretende ser de las mejores en su género. Saboréala y grita con nosotros: ¡¡¡¡VIVA LA LIBERTAD!!!!

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Burguillos y los Toros

A lo largo de la historia, la localidad bajoextremeña de Burguillos del Cerro ha tenido una estrecha vinculación con la fiesta taurina. Ya del siglo XVI tenemos referencias escritas de la “celebración de toros”. Cuando en la población se proclamaban fiestas con la intención de darles el mayor realce, “se capeaban toros”. En octubre de 1595, con mo vo de una visita del Duque de Béjar, Señor de la villa, el Concejo dispone que se procuren dos toros y se maten y garrochen trayendo para lidiar algunos capeones 1.

También tenemos datos que nos permiten afirmar que, en aquella época, pastaba ganado bravo en las dehesas burguillanas, pues en 1597, con mo vo de otra celebración, el Concejo mandó a Alonso Vázquez, fiel executor, que procure en esta villa o fuera della dos toros bravos para garrochallos, y los compre y dé orden que se traigan y haga que se traigan para lidiar algunos capeones para el día que acordare 2.

Juan Francisco Cumplido Tanco nos dice en su libro Burguillos de Extremadura que en las postrimerías del siglo XVI se construyó una “Placita” de Toros en el si o de la Corredera (…) donde todavía existen bien claros los ves gios de su existencia 3.

Celebraciones fes vas y juegos con toros han estado muy ligados históricamente en esta hermosa villa extremeña, declarada Bien de Interés Cultural.

No obstante lo anteriormente dicho, el hecho que pone a Burguillos del Cerro en el mapa de la tauromaquia mundial, es la fundación en este término municipal de uno de los encastes más pres giosos del campo bravo español, el encaste Contreras.

Entre finales de 1906 y principios de 1907, Juan Contreras y Murillo adquirió e hizo traer a Burguillos del Cerro, una parte de la ganadería de Tomasa Escribano, viuda de Murube; pura casta Vistahermosa y, sin duda alguna, la casa ganadera de mayor repercusión en la cabaña brava.

Contreras era un rico hacendado que poseía la mayor parte de las grandes fincas existentes en el término de Burguillos del Cerro —El Encinar, La Giralda, Los Toconales, La Granja, Barrero...—. Fue alcalde entre 1918 y 1922; en ese año, en 1922, el rey Alfonso XIII le otorgó el tulo de Vizconde de Burguillos.

Contrariamente a lo dicho y escrito en ocasiones, la adquisición de Contreras no fue, ni mucho menos, un desecho de la ganadería murubeña; fueron cien vacas que

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se seleccionaron por el sistema de la bolla, es decir, haciéndose un círculo de caballistas alrededor de la manada o introduciendo ésta en un cercado, seleccionándose aquellas que primero van saliendo hasta completar el número es pulado. También adquirió cuatro novillos para sementales. La selección de los sementales, según la leyenda, no estuvo exenta de peripecias. Los “acontecimientos” llevaron a que los machos que habían obtenido mejor nota en el tentadero de año anterior viajaran a Burguillos. Según nos cuenta André Viard en su libro La diáspora de Contreras, en su colección Tierras Taurinas, el precio de cada vaca fue de 1550 pesetas y los machos se pagaron a 5000 pesetas por cabeza4.

Hacemos un paréntesis para recomendar la extraordinaria obra del escritor, pintor, fotógrafo y torero francés André Viard; Tierras Taurinas es una autén ca enciclopedia del campo bravo, donde de forma amena y minuciosa el autor nos ofrece un recorrido por todos los encastes y ganaderías.

Parece ser que fueron tres los sementales que u lizó el ganadero: Ratón, Manchonero y Aceituno; machos que fueron retentados por el padre de los Bienvenida, Manuel Bienvenida, conocido como El Papa Negro. En aquellas fechas pasaron por La Giralda, finca donde Contreras construyó una placita de entas, lo más granado de la tauromaquia del momento. José Gómez Ortega, Joselito el Gallo para la historia, era un asiduo del cor jo de las palmeras, convir éndose en tutor de la ganadería en los ruedos.

Juan Contreras eligió tres colores para la divisa: blanco, amarillo y azul celeste. El hierro era el dibujo de una espuela. El debut en la plaza más pres giosa del mundo, Madrid, tuvo lugar el día 25 de julio de 1912, día de San ago:fue una novillada que estoquearon Alfonso Cela “Celita”, Eusebio Fuentes y Ma as Lara “Larita”. También en 1914, en el primer “desa o” que Joselito y Belmonte tuvieron en Madrid, estoquearon toros de la divisa burguillana, repi éndose esta circunstancia en otras ocasiones.

Según escuchábamos hace unos años, de boca de los más viejos del lugar, fueron mo vo de gran fiesta y regocijo los tentaderos de La Giralda, donde, con el asesoramiento de las mentes más lúcidas y expertas del momento, Juan Contreras supo conseguir una ganadería que durante casi

Ma as R. Mar nez. Historia de Burguillos del Cerro. Dip Badajoz. 1995. Colección Raíces. Pág 133 Ibidem. Pág 137.

Grafisur. 1985. Pág. 258.

Viard, André. “Tierras Taurinas. Opus 13". Pág. 17.

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” un siglo ha sido madre de otras muchas, cons tuyéndose en un encaste de caracterís cas propias.

Los toros de Contreras pastaron en Burguillos del Cerro, cuna del encaste, hasta 1920; en ese momento, cuando las inversiones inmobiliarias del ganadero en la capital de España no habían producido los frutos esperados, cuando Joselito el Gallo había sufrido una cornada mortal en Talavera de la Reina y cuando la presión familiar lo sacudía, Juan Contreras decidió vender su ganadería. Acudió a Juan Sánchez Sánchez, Juan Terrones, ganadero de Salamanca a quien ya había vendido ganado con anterioridad. La transacción se produjo, incluyendo el hierro de la espuela.

No obstante, Juan Contreras dejó, discretamente, las veinte vacas de mejor nota en la finca El Encinar; cuando su familia tuvo conocimiento de su existencia se vio obligado a venderlas, eligiendo ahora como compradores a los hermanos Sánchez Rico, sobrinos de Juan Terrones.

Hoy día, por la exigencias del mercado, que demanda mayoritariamente un po de toro determinado, en morfología y comportamiento, el encaste Contreras, como otros encastes históricos, se ve relegado y ha salido del circuito de las grandes plazas. Podemos encontrar toros del encaste, entre otras, en ganaderías como la de Baltasar Ibán o Peralta.

Curiosamente, en 1992, regresó a Burguillos una punta de vacas descendientes de las primi vas “contreras”. Eran las vacas del hierro Cor joliva, rama contreras, que los vecinos de Burguillos Luis Alviz y Francisco Moreno, adquirieron al ganadero de Talavera de la Reina Joaquín Rodríguez Mayoral; tras pastar dos años en las fincas La Hoya y Sierra de los Jacintos, vacas, sementales y erales marcharon rumbo a Huelva.

Otra manifestación de la afición burguillana a los toros es la masiva asistencia que se producía cuando, en las décadas de los cuarenta y los cincuenta del siglo pasado, se celebraban los tentaderos de machos en Los Bolsicos, finca mí ca del bravo, ubicada en el término de Jerez de los Caballeros, muy próxima al término de Burguillos y sede de la ganadería que en 1920 adquirió a la marquesa viuda de Tamarón Agus n Montero de Espinosa, Conde de la Corte; una ganadería que es base de la mayoría de las que hoy existen.

En la ribera del río Ardila, en las proximidades del actual núcleo urbano de Valuengo, a favor de querencia, los más diestros caballistas y garrochistas extremeños, andaluces y salman nos, corrían y derribaban a los erales para comprobar su bravura. Este hecho no pasaba en absoluto desapercibido en Burguillos, desde donde par an, u lizando caballerías o andando, innumerables grupos de personas, jóvenes y no tan jóvenes, para presenciar las operaciones de enta, acomodándose, una vez allí, en las tapias de piedra del recinto o en cualquier lugar que les permi era no perderse detalle de lo que acontecía. Eran

días de romería alrededor de las faenas camperas relacionadas con el toro bravo.

También hubo otra ganadería pastando en Burguillos durante los años sesenta, setenta y ochenta del siglo XX, la ganadería de origen salman no de los Herederos de Cándido García Sánchez, de la cual fue mayoral el burguillano Germán Mahugo, auxiliado por Frasco Gamero.

De encaste Santa Coloma, estuvo primeramente asentada en la finca San Coronado, donde convivió con la de Ignacio Sánchez y Sánchez, primo del ganadero, que poseía el histórico hierro de Trespalacios. Posteriormente, en 1973, tras adquirir un lote de vacas y un semental, de origen Atanasio Fernández, al ganadero portugués Ernesto Louro Fernández de Castro, la ganadería ocupó también la finca La Dehesilla, que acogió las vacas venidas de Portugal. En la actualidad esta ganadería con núa su trayectoria en los campos salman nos de Mar n de Yeltes y Ledesma, donde los propietarios poseen dos hierros de la Unión de Criadores de Toros de Lidia: Herederos de Cándido García Sánchez, con el encaste Atanasio, y Los Puentes de Cas llejo con el encaste Santa Coloma. Todavía, en las paredes de los corrales de San Coronado, podemos ver el hierro de esta ganadería junto al de Trespalacios.

También, durante el siglo XX en Burguillos, pese a lo no existencia de plaza de toros, tenemos constancia de la realización de varios festejos taurinos u lizándose plazas portá les.

En sep embre de 1959, Isidoro Alcón, de Badajoz, apodado Litri II y Antonio Montero, de Gelves (Sevilla), la patria chica de Joselito el Gallo, se midieron a novillos de

Todo para la construcción

Escaleras,encimeras, chimeneas, arte funerario 622528351 C/ Ardila nº 25

ZAFRA 6

ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” Lisardo Sánchez. Alcón, en 1958, ya par cipaba en novilladas picadas.

En agosto de 1972, con novillos de la viuda de Cándido García Sánchez, actuaron, junto al rejoneador Gregorio Moreno Pidal, los novilleros Ángel Quintana y Eloy García. Ángel Quintana es el padre del ganadero y matador de toros extremeño Mar n Quintana. Eloy García tomó con posterioridad el apodo de El Naranjito. Moreno Pidal es el único rejoneador que siempre “toreó toros en punta”.

En agosto de 1973, Luis Ramón de la Serna, sobrino del matador de toros Victoriano de la Serna, y Fernando Mar n, “El Sacromonte”, lidiaron ganado de Hermanos Torres de la Calle. “El Sacromonte” tomó la alterna va en Granada el día 8 de junio de 1980, de la mano de Sebas án Palomo Linares, actuando como tes go Francisco Ruiz Miguel, el toro de la alterna va era de Luis Albarrán.

En agosto de 1984, Rafael Camino, sobrino del matador Paco Camino, con Pepe Elbal, junto al rejoneador zafrense Ricardo Murillo “Tarrete”, lidiaron novillos de Cayetano Muñoz. Rafael Camino tomó la alterna va en Toledo el día 29 de mayo de 1986; el padrino José Ortega Cano, tes go Juan Antonio Ruiz “Espartaco”; posteriormente pasó a integrar el escalafón de banderilleros, actuando en la cuadrilla de su primo Rafi Camino. Pepe Elbal, hijo del subalterno Javier Elbal, muy ligado a la plaza de toros de Badajoz, ha actuado con frecuencia ayudando en la brega a rejoneadores.

En agosto de 1996, también midiéndose a ganado de Cayetano Muñoz, actuaron Manuel Ibáñez, de Camas,

Germán Mahúgo. Mayoral de la ganadería de los Herederos de Cándido García Sánchez. Burguillos del Cerro

Álvaro Guisasola, de Triana, Gabriel Ruiz “Canito” de Sevilla, Víctor Janeiro, de Ubrique y Carmen Torres, de Sevilla. Álvaro Guisasola actúo posteriormente en la Maestranza sevillana frente a novillos de Villamarta. “Canito”, tras haber sido durante varias temporadas novillero del gusto del público sevillano y no habiendo conseguido su sueño de tomar la alterna va, se alistó en el escalafón de banderilleros. Víctor Janeiro, hermano de Jesulín de Ubrique, tomó la alterna va en Jerez de la Frontera el 15 de mayo de 1999: Espartaco fue el padrino y Francisco Rivera Ordoñez actuó como tes go. Carmen Torres ganó el Primer Ciclo de Becerradas organizado por la Junta de Andalucía.

Apolonio Conde Olmedo

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GANADERÍAS/ENCASTES DE TOROS BRAVOS

HEREDEROS EXCMO. DEL

SR.CCONDE DE LA CORTE on esta sección de El Temple pretendemos ir acercándonos a los diferentes encastes y ganaderías de la cabaña brava española que geográficamente está muy próxima a Burguillos del Cerro y que es madre de la mayoría de las ganaderías de bravo que existen en la actualidad, tanto en la Península Ibérica como en Francia e Hispanoamérica; nos estamos refiriendo a la ganadería de los Herederos del Conde de la Corte, una ganadería que se ha mantenido en su estado original, no habiendo introducido ni refrescado sangre. Debido a las modas y exigencias del mercado, unido también a la ausencia de suerte, en la actualidad, la ganadería no pasa por sus mejores momentos, sufriendo una significa va reducción del número de cabezas. Desde El Temple deseamos que pueda reflotar y ocupar el puesto que merece, pues estamos convencidos de que la gené ca está ahí y tarde o temprano aflorará.

La ganadería del Conde de la Corte procede de la casta fundacional que siempre se ha considerado más adecuada para la lidia, la casta Vistahermosa; una rama de ésta, tras pasar por varias propiedades (Juan Domínguez Or z —conocido como el Barbero de Utrera, aunque no hay nada que lo relacione con esta profesión—, José Arias Saavedra —yerno del anterior—, Dolores Monje —viuda de Murube— y Eduardo Ibarra) llega al ganadero sevillano Fernando Parladé en 1904. Parladé vendió la ganadería en 1914 a Luis Gamero Cívico, pero antes, en 1911, había vendido un lote a la familia Mora Figueroa —Tamarón—. En 1919 la marquesa viuda de Tamarón traspasa su ganadería en dos lotes: uno adquirió el portugués José Mar nho Alves do Río, es del que hoy desciende la ganadería de Manuel Assunçao Coimbra: y el otro lote lo adquirió Agus n Montero de Espinosa, VI Conde de la Corte, esta par da: tras permanecer dos años más en los campos de Vejer de la Frontera, llegó a Los Bolsicos, la finca de Jerez de los Caballeros donde con núa pastando.

Desde Vejer, desde la finca Las Lomas, llegaron a Jerez alrededor de doscientas cincuenta vacas —muchas paridas—, sementales, erales, novillos, toros de saca y personal experto en el manejo de esta ganadería; alguna familia de aquellas que llegaron procedentes de Vejer, ha permanecido durante varias generaciones, junto a los propietarios, cuidando con mimo la ganadería de la casa.

Con los mimbres venidos de la provincia de Cádiz, con las “ligas” extraordinarias de los sementales Valeroso y Cazador, con el asesoramiento del hijo de la marquesa viuda de Tamarón, Ramón Mora Figueroa, al que algunos no dudan en calificar como el ganadero más importante, entendido y decisivo del siglo XX, y que durante varios años se mantuvo como principal consejero del Conde en el tratamiento de la ganadería, unido a su gran afición y constancia, hicieron que Agus n Mendoza mejorara y lanzara una ganadería que era del gusto de todas las figuras y los públicos; una ganadería que reunía las caracterís cas que el toreo moderno, esbozado por Joselito y Belmonte, pedía; toros que a pesar de su imponente trapío y bravura han inferido muy pocas cornadas a los toreros.

Agus n Mendoza, VI Conde de la Corte, falleció el

día 19 de junio de 1964, hereda la ganadería su sobrino Luis López Ovando quien la dirigió hasta 1988, año en que la cedió a sus hijos. Desde 1964 la denominación de la ganadería será Herederos del Excelen simo Señor Conde de la Corte. Fue en la década de los sesenta del siglo pasado cuando mayores éxitos cosechó este hierro ganadero y posiblemente fuera el año 1968 el más importante, con triunfos en Madrid, en San Sebas án, en Pamplona, en Granada y en Albacete, entre otros; nueve toros fueron premiados con vuelta al ruedo y, además, obtuvo un indulto: fue en la plaza de Albacete, donde todavía se considera esta corrida como, posiblemente, la mejor lidiada en aquella plaza; actuaban Miguelín, Diego Puerta y Carnicerito de Úbeda, se cortaron todas las orejas de los toros. La lidia del toro indultado correspondió a Miguelín.

En 1966 la familia adquirió el hierro de Luis Ramos Paúl, esposo de Ángela Dávila Garvey; ella lo había heredado tras el fallecimiento de su madre, la marquesa viuda de Villamarta. En 1967 modificaron este hierro y lo nutrieron con un lote de hembras y un semental de la ganadería, figurando como tular de este hierro María Olea Villanueva, esposa de Luis López Ovando.

Son muchos los ganaderos que han viajado a Jerez de los Caballeros en busca de sangre brava, sangre que se ha dispersado por toda la geogra a taurina mundial. En la actualidad, la gran mayoría de las ganaderías existentes son hijas, nietas, biznietas o tataranietas de la ganadería del Conde de la Corte. Aquí se han cimentado ganaderías como la de Atanasio Fernández o Dolores Aguirre, pero sobre todo, la de Juan Pedro Domecq, cuñado de Ramón Mora Figueroa. Incluso hay no cias de un semental que hacia 1928 viajó a la ganadería de Miura.

A esta ganadería, fuente inagotable de sangre brava y nobleza, le deseamos que, además de ser valorada —algo que no dudamos—, vuelva a ser tenida en cuenta en los ruedos.

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Apolonio Conde Olmedo

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Suerte de capa

Lancear el toro con la capa consiste en mover con el engaño al toro alrededor del torero, manteniendo el diestro una postura a pie firme. El toro debe pasar a una distancia adecuada del torero y, al rematar, quedará el toro a una distancia suficiente para el lance siguiente.

La calidad ar s ca de los lances, será función del temple o velocidad de pase de la capa, la postura del torero, la posición de los brazos y la quietud e inmovilidad de los pies del torero.

La suerte ene tres empos o partes: 1) El capotazo comienza con citando al toro. El objeto es fijar la vista del toro obligándole a tomar el engaño. La atención la logra el torero mediante la propia voz o con el movimiento del engaño, provocando la embes da.

2) Una vez iniciado el arranque, el diestro carga la suerte, re rando el cuerpo de la trayectoria del toro para evitar el embroque y facilitando la salida. Cargar la suerte consiste en adelantar el engaño hacia el toro, y mediante un ligero juego de cintura y echando la pierna hacia adelante, facilitando que el toro siga el camino señalado por el engaño, permi endo su salida del lance sin atropellar al diestro.

3) El torero termina el lance con el remate. Re ra el engaño y prepara al toro para el lance siguiente. La etapa de remate es crí ca para lograr el lucimiento; el diestro debe realizarla con seguridad y dominio de la situación; pero sin olvidarse de realizar el adorno y el desplante con elegancia y gallardía. El remate con desplante será valorado y se ejecuta cerca del toro en terreno de riesgo.

Muy importante a la hora de valorar el arte del capotazo, es el temple. Se denomina temple al ajuste de la velocidad del engaño —capote o muleta— a la del toro durante la acome da del lance. El torero aplica la velocidad adecuada al engaño y, poco a poco, intentará ir reduciendo la velocidad de la embes da hasta lograr torear despacio, como si fuera a cámara lenta. La reducción de velocidad será consecuencia del acierto del diestro o del cansancio y “voluntad” del toro.

Cuando la acción del torero no ene como objeto el intercambio de terrenos, no se habla de lances, sino de ardid o ardides .

“Muy importante a la hora de valorar el arte del capotazo, es el Temple “

Rubén Romero Angulo

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Vamos a los T O R O S Es día de fiesta, tenemos entrada, ¡vamos a los toros! Día de corrida, seis toros, tres espadas, la plaza de segunda categoría. Vamos con empo, pues las puertas de la plaza estarán abiertas, deben estarlo por lo menos una hora antes de corrida.

Llegamos a la plaza y nos acomodamos. Ya está todo preparado. Las reses en los chiqueros, han debido llegar a las dependencias de la plaza, al menos, hace vein cuatro horas y, desde entonces, han pasado ya dos reconocimientos veterinarios, uno a su llegada y el otro hoy por la mañana, cuando han sido pesadas y alojadas en sus chiqueros correspondientes. Están regando la arena, para evitar que pudiera desprender polvo que moleste a actuantes y espectadores.

En el palco, el presidente de la corrida; en el callejón le asis rá el delegado guberna vo, que velará por el cumplimiento de las normas y transmi rá y exigirá el cumplimiento de las órdenes del presidente. En las plazas de primera y segunda, el delegado guberna vo es un miembro del Cuerpo Nacional de Policía, que podrá auxiliarse de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para hacer cumplir las normas establecidas. En plazas de tercera, el delegado guberna vo podría ser un miembro de la Guardia Civil o incluso de la Policía Local.

El presidente en el palco está acompañado por dos personas: un asesor veterinario y un asesor técnico en materia ar s co-taurina. El veterinario encargado del asesoramiento al presidente es el de mayor an güedad entre los que han intervenido en el reconocimiento de las reses. El asesor técnico es un profesional taurino re rado o algún aficionado de probada y reconocida capacidad.

El presidente va a ordenar la evolución del espectáculo mediante el uso de pañuelos de diferentes coloraciones; dispone de cinco pañuelos de otros tantos colores. El pañuelo blanco lo u lizará para anunciar el comienzo del espectáculo, la salida de los toros, los cambios de tercio, los avisos y la concesión de trofeos. Sacará el pañuelo verde para indicar la devolución del toro a los corrales. Con el rojo ordena que se le pongan al toro banderillas negras. El azul será para mandar que se le dé al toro la vuelta al ruedo. Con el naranja dispondrá el indulto del toro.

Cerca del presidente —también podrían estar en lugar desde el que pueden visualizar las órdenes que da éste mediante el uso de los pañuelos— están colocados los músicos de clarines y mbales que, por indicación de presidente, irán anunciando con sus toques la cadencia de la lidia.

Ocupando un espacio amplio del tendido, la banda de música para amenizar prolegómenos, intermedios o fases de la lidia.

Salen los alguacilillos a la plaza. Los toreros y sus cuadrillas ya están en el recinto, deben llegar con una antelación mínima de quince minutos. Los alguacilillos van en pareja, a caballo, ataviados con traje de principios el siglo XVIII: enen la misión de, simbólicamente, despejar plaza y tomar la llave de la puerta de chiqueros, también entregarán los premios y marcharán por delante de los toreros en el paseíllo. Tras algunas vueltas de los alguaciles por el anillo, saludar al presidente y “recibir” de éste la llave de toriles, se colocan por delante de la puerta de cuadrillas. El paseíllo va a comenzar.

Los toreros, cubiertos con el capote de paseo. El espada con mayor an güedad —el que hace más empo que tomó la alterna va— se coloca en la izquierda; además, éste ejercerá de director de lidia. El de menor an güedad se coloca en el centro y el de an güedad intermedia marchará por la derecha.

Por detrás, en filas, se colocan los subalternos, tres por torero: en la primera fila irán los pertenecientes a la cuadrilla del matador con más años de alterna va y así sucesivamente por orden de an güedad; les siguen los picadores, dos por matador, uno por cada toro, que guardan el mismo orden de los subalternos. Con núa el cortejo por este orden, con monosabios, mulilleros y areneros. El torero que desfila por la derecha va desmonterado, con la montera en la mano: eso significa que es la primera vez que actúa como matador de toros en esta plaza. Desde la puerta de cuadrillas se inicia el paseíllo, que concluye frente al palco presidencial; todos los miembros del cortejo saludan al presidente dispersándose la comi va; matadores y subalternos se

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” dirigen al burladero de cuadrillas; allí los diestros se desprenden del capote de paseo y el mozo de espadas y ayuda les enen preparados capotes y demás trastos necesarios para la lidia.

El presidente saca el pañuelo blanco. Suenan clarines y mbales. El primer toro va a salir a la arena. Los espectadores estaremos sentados durante la lidia en nuestras correspondientes localidades, no podremos acceder a ellas ni abandonarlas durante la lidia de cada res.

El torilero se asegura de que el ruedo está despejado.

Abre el portón de toriles, sale el toro, se dirige hacia su derecha, es la salida natural; si hubiera corrido hacia la izquierda, sería salida contraria. Los subalternos se ocupan de que corra al hilo de las tablas, para pararlo con el capote con mayor facilidad. Lo para el matador, aunque también podría haberlo hecho algún subalterno. Primeros pases ar s cos que ofrecen datos de las caracterís cas del toro y permite a público y presidencia comprobar su ap tud para la lidia. El presidente vuelve a sacar su pañuelo blanco, vuelven a sonar clarines y mbales, salen los picadores, dos; el encargado de picar se situará frente a la puerta de chiqueros, contraquerencia del toro. Próximo a la puerta de chiqueros se sitúa el otro picador, llamado de puerta, preparado por si el toro manseara y buscara aquellos terrenos, está acompañado por el subalterno tercero de la cuadrilla. El matador se dirige al astado para ponerlo en suerte; los otros dos diestros se colocan a la izquierda del picador, más próximo aquel a quien corresponderá el siguiente toro y a con nuación el otro. El picador recibe al toro situado tras las dos líneas concéntricas, no podrá sobrepasar la más próxima al centro del ruedo. Una vez el toro puesto en suerte, el matador se sitúa a la izquierda del picador, ocupando el lugar más cercano a éste. Tras el primer puyazo y sacar al toro hacia los medios, el matador se quita la montera dirigiéndose al presidente para solicitar el cambio de tercio, que éste concede. De no haber sido así y se hubieran dado más puyazos, correspondería al siguiente matador poner al toro en suerte para el segundo puyazo, posiblemente haciendo un quite ar s co, y al siguiente diestro correspondería hacer las faenas previas al tercer puyazo. El úl mo picador que actúe, es decir, el que pique el sexto toro se destocará, se quitará el castoreño, ante la presidencia; despidiéndose en nombre propio y en el de sus compañeros. El sombrero del picador se llama castoreño porque, an guamente, la borla que lo adorna era de piel de castor.

El pañuelo blanco vuelve a aparecer en el balcón del palco, suenan clarines y mbales, cambio de tercio, banderillas. El matador al que corresponde el toro se coloca junto a las tablas —también podría haber realizado la lidia o incluso banderillear— analizando el comportamiento del toro. Un banderillero coloca dos pares, (primero y tercero) y otro banderillero, el tercero de la cuadrilla, coloca uno. El número mínimo de banderillas es de cuatro y el máximo de seis. Si banderillea el matador, el presidente puede permi rle poner cuatro pares.

El lidiador mueve al toro, tratando de situarlo en la contraquerencia, para que sus compañeros coloquen las banderillas. Los banderilleros están en los medios, frente al toro; junto a ellos está colocado el matador al que corresponde el siguiente toro; su misión es recoger al toro si se arrancara cuando el banderillero todavía no estuviera preparado. Junto al peón que está lidiando, detrás del toro, a izquierda y derecha de éste, están colocados el otro matador y el subalterno tercero de la cuadrilla del torero que está junto a los banderilleros; su come do es hacer el quite al banderillero cuando sale de la suerte, tratando de evitar que lo persiga.

A indicación de pañuelo suenan clarines y mbales. El torero cambia el capote por la muleta; desmonterado se dirige al presidente, le solicita autorización para brindar el

toro. Se va a los medios. Brinda al público. Podría haberlo brindado a cualquier persona o grupo, presente o no en la plaza. Se inicia la faena de muleta. El matador solo en el ruedo; sus subalternos ocupan los tres burladeros más próximos a donde se instrumenta la faena. Los otros dos matadores, en el callejón. El director de lidia se coloca junto a los banderilleros. Dos series de naturales —pases de capa con la mano izquierda, tomando el engaño por el estaquillador, sin auxiliarse con el estoque— y varias series con la mano derecha —auxiliado con el estoque y mostrando mayor superficie de tela al toro—; estatutarios, pases de pecho, cambiados por la espalda, redondos, molinetes, manole nas, bernardinas y … llega la hora suprema.

Fernando Romero en la plaza de toros de Las Ventas. Madrid.

Si el toro no hubiera rodado transcurridos diez minutos desde el inicio de la faena de muleta, sonará el primer aviso;, el segundo sonaría cuando se cumplieran otros tres minutos; y el tercero transcurridos dos minutos desde el anterior. Con el tercer aviso, el presidente ordena la devolución del toro a los corrales. No ha llegado el caso. El torero enfila el toro en la suerte natural, es decir, dando salida a la res hacia los medios, saliendo el diestro hacia las tablas; si hubiera sido al revés, dando salida al toro hacia las tablas, hubiera sido en la suerte contraria.

El toro cae, el pun llero hace su labor. El público pide los trofeos. La primera oreja la concede el presidente valorando si la pe ción de los espectadores es mayoritaria; la segunda y el rabo son potestad de la presidencia. Se conceden dos orejas al torero que pasea por el anillo. Termina la vuelva al ruedo. Saluda en los medios. Se re ra al callejón. El pañuelo blanco de nuevo en el palco; suenas clarines y mbales. Sale el segundo toro…

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Apolonio Conde Olmedo

ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE”

Alrededor del mundo de los toros se mueven muchos intereses. La prensa, que vive de la publicidad, se ha beneficiado siempre de los actos taurinos: los apoderados de los toreros eran muy generosos con los medios de comunicación. Vamos a comentar una página de Correo Extremeño del 20 de agosto de 1930 en la que se refleja claramente lo que decimos.

Los toros en la prensa pacense a finales del XIX y principios del XX Manolo Bienvenida en Badajoz Agosto de 1930 El tular: Figuras de la corrida de la Asociación de la Prensa de Badajoz. Manolo Bienvenida se llamaba Manuel Mejías Jiménez; nació en 1912 en Dos Hermanas y murió muy joven, en 1938. Era hijo del famoso "Papa Negro" (Manuel Mejías Rapela) y hermano del célebre Antonio Bienvenida.

Llegó a Badajoz habiendo tomado la alterna va el año anterior de Antonio Márquez con "Lagar jo" de tes go. El año siguiente, 1931, fue uno de los toreros que inauguró Las Ventas.

El periodista comienza el ar culo destacando que el caso de este torero, de este chiquillo excepcional, no tenía precedentes ya que pasó de becerrista a matador de toros sin hacer escala. ¿Por qué toreaba corridas tan di ciles, tan grandes y exageradas, dada su juventud? La respuesta la da el padre: por responsabilidad, por su compromiso adquirido en su inves dura: el matador de toros debe lidiar solamente Toros, con mayúscula, toros hechos, grandes, de presentación y de defensas abundantes.

Manolito Bienvenida, a pesar de sus diecisiete años, su cara infan l, necesita el toro de respeto, di cil o no, triunfa y avanza y se eleva, sacudiendo la melena de bravura. El periodista saca su vena poé ca, va lanzado: derriba ídolos e impone su nombre; y es que está predes nado, está impelido por una fuerza misteriosa que lo lleva a lo imponderable. ¿Quién se atreve a no comprar las entradas para la corrida después de tal presentación? Pero, ¿qué historia ene ese chico tan joven? El periodista sabe que el lector se lo está preguntando y ene rápida respuesta. En Madrid, a pesar de que el público aún no lo conocía, desbordadora (sic) donación de su aplauso, por una de las faenas de más dominio de las vistas en el ruedo cortesano. Otro ejemplo que retrata al torero: en la feria valenciana le tocó un lote dificultoso; Manolito sólo pudo echarle valor y procurar salir indemne del trance, porque la res, en su ins n va defensa, se defendía y atacaba con inusitada rapidez ¿Qué hizo Manolito cuando llegó al hotel? Llamó por teléfono a su padre: quiero para mí solo una corrida completa de la misma ganadería. Se hicieron las ges ones, se escogieron los seis toros de más trapío y de mayores defensas. La valen a del matador estaba fuera de toda duda. Pero, ¡ay!, el sen mentalismo materno, lágrimas humildes y resignadas de la pobre madre angus ada, deshizo los planes de Manolito: corridas de peso, aún no.

El periodista termina el ar culo esperando que algún día, desoyendo a la familia, realice su obsesión premeditada y pueda hablarse de un triunfo apoteósico, inenarrable, que pregone su innegable superioridad y exalte su personalidad ar s ca. En efecto, el triunfo llegó: cuatro Puertas Grandes en Las Ventas, 73 corridas el año siguiente (segundo en el escalafón), 64 (primero en el escalafón) en 1935, año en que murió este nieto de extremeño: su abuelo, el iniciador de la dinas a, nació en Bienvenida (también su bisabuelo, gran banderillero).

En el dibujo, Manolito poniendo banderillas en julio de 1930 en Madrid (en el periódico La Libertad del 4 de julio)

Antonio Carretero Melo 12

LOS ORÍGENES DEL TORO DE LIDIA Por Jacinto Guerra Pizarro Siempre es una buena no cia la aparición de una nueva publicación, y en este caso es doblemente buena al tratarse de una revista dedicada a la Fiesta Nacional, tan denostada en los úl mos empos por algunos sectores de nuestra sociedad. Por eso vaya por delante nuestra felicitación a los promotores de esta magnífica idea, a la que deseamos una larga vida.

Cuando recibimos el ofrecimiento para colaborar en este primer número, pensamos que sería una buena forma de comenzar hacer una pequeña reseña de los orígenes del principal protagonista de la Fiesta: EL TORO. El ganado vacuno que todos conocemos, y del que el toro de lidia es su representante más especial, pertenece a la especie zoológica Bos taurus primigenius, de la familia de los bóvidos.

Todas las especies de bóvidos actuales descienden del uro, un rumiante salvaje al que los celtas llamaban “auroch” (de aur, salvaje; y och, toro) y en la n se conoció como “urus”, nombre con el que Julio César tradujo la palabra que oyó a los habitantes de Hercinia, en la an gua Germania. Por tanto parece que su origen no ene relación con el bisonte, tan presente en las pinturas rupestres, como algunos naturalistas pensaron en su momento.

Gracias a la descripción que hacen de él Julio César, Plinio y San Isidoro, entre otros, sabemos que el uro era un toro de gran tamaño, comparable al bisonte europeo. Se sabe que los uros del norte de Europa eran algo más grandes que los del sur, entre 155 cm. y 200 cm. de altura en la cruz para los machos y algo menos para las hembras.

El peso del uro también mostraba bastante variabilidad, podía variar desde los 700 kilos hasta un máximo de 1.500 kilos en casos excepcionales. La cornamenta del uro era un arma temible, cada cuerno podía llegar a medir 80 cm. o más de largo y entre 10 y 20 cm. de diámetro en la base, mucho menores en las hembras y estaban doblados hacia arriba. Eran de color oscuro y sin manchas, pero con una banda sobre el lomo de color más claro que iba de la nuca a la cola, y en la frente tenía una especie de flequillo leonado.

Unos 5.000 años a.C., cuando el hombre prehistórico se convierte en agricultor y ganadero, comienza el proceso de domes cación del uro, al menos en una parte de él, que daría origen a las numerosas razas de ganado vacuno que hoy conocemos. Otros ejemplares con nuaron viviendo en estado salvaje o semisalvaje, relegados a una pequeña zona al este de la actual Alemania.

Esta especie ancestral de las actuales razas bovinas europeas se ex nguió por completo en 1627 en los bosques de Polonia, donde matar un uro era privilegio del

Rey. En ese mismo país, se encuentra, en el bosque de Jaktorów, el monumento al “Ul mo Uro sobre la erra”.

El uro que trajeron los celtas a España se enriqueció con las aportaciones del ganado que emigró a la Península Ibérica procedente del norte de África y, aunque el toro era un símbolo mitológico y venerado en algunas culturas muy an guas, principalmente en la celta y en el mundo mediterráneo, es en la Península Ibérica donde se dieron las circunstancias propicias para que al uro original se le cruzara y dominase, que no domes case, hasta llegar al toro apto para la lidia. Los an guos pastores ibéricos se dieron pronto cuenta de lo indómito del animal y el toro comenzó a ser reclamado para fiestas populares, en recuerdo a las épocas en las que se cazaba y reunía al animal para obtener su carne. En estos primi vos encierros, estuvo el origen de la Fiesta y se ene constancia de ellos ya en los siglos XII y XIII. De esta forma, con nuó viviendo en estado semisalvaje hasta finales del el siglo XVII en que aparecen en dis ntas regiones españolas las ganaderías organizadas para la producción del toro de lidia, cuyos ganaderos realizan un trabajo de selección mediante la prueba de la enta a fin de elegir para su reproducción ejemplares en los que concurran determinadas caracterís cas, aquellas que permi eran el ejercicio de la lidia.

Por tanto, podemos concluir que el toro de lidia procede gené camente del uro salvaje, pero se parece poco a sus antepasados. La evolución natural de la especie y la selección realizada por el hombre, en la persona de los ganaderos, durante los úl mos 300 años, han ido cambiando y adaptando al animal para ser lidiado en la plaza, pero no en única dirección puesto que ese proceso ha dado lugar a numerosas familias, líneas o encastes claramente diferentes.

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El uro representado en un cuadro encontrado en Augsburgo a principios del S. XIX

ASOCIACION CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE”

el Temple por..

Fernando Naranjo Durán

R

ealmente no soy un taurino al uso, de estos que hoy se van par endo la camisa en los tendidos o asambleas; barras de locales con el emblema de tal o cual figura del momento. Tan solo soy un espectador que se sube a los tendidos desde que el siglo XX estrenara su medio día. Algo vagamente recuerda la nebulosa del niño que un día fui, entonces naturalmente en compañía de mi Sr padre. Un aficionado ya en épocas de Joselito y Belmonte.

Para mí es toda una ilusión poder escribir sobre ese colorido tan especial, que siempre supo envolverme en su llamarada, y llevarme a las taquillas de las plazas de toros; no he pertenecido jamás a ese 'mundillo' que pulula insolente sobre el tapiz del 'taurineo', ansioso de poder viajar 'sin aranceles' en cualquier asiento de la nave que circunde el planeta de los toros. !No! Siempre fui respetuoso en mis acciones (en la medida que se pudo) queriendo ver con cierta obje vidad lo que les hacían los toreros a los toros, sin la presión par dista de que “autorizados locutores” amenicen la corrida al es lo del maestro Ma as Prats.

En pos de la hones dad seamos pronta denuncia La que con valor se anuncia donde el truco y su fealdad se pretenden acolchar sin apenas sacrificio.

El 'taurineo' de oficio tan parecido a los an s?

Le observamos in-fragan pactar feos armis cios; con el que burla razones.

Insensatos e insensibles dan corridas inservibles a empresas de 'corleones' con tajadas de leones...

Lo afeamos con desprecio; pues por las nubes los precios prohíben al jubilado su capricho más sagrado; saqueado por viles necios.

Velemos por la pureza de las suertes en la lidia ya verán con cuanta envidia cri caran la majeza, del arte y con qué destreza a un encastado se humilla.

Con puyas y banderillas recreándose en la suerte, haciendo burla a la muerte tan elegantes cuadrillas...

Figuras y ganaderos por donde la fiesta vaya den por supuesto la talla y hagan derramar nteros! ¿Pero de los más sinceros?

De los que no piden 'sobre' y escriben de lo salobre; como el de menta y canela; del percal y la franela y del toro fiero y noble...

Por Fernando Naranjo

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“Tibetano”, de la ganaderia del Conde de la Corte, lidiado por Luis Reina en Zafra en 1989

PROTAGONISTA El torero que, a á por los años setenta del pasado siglo, puso Extremadura en el mapa de la tauromaquia, nos abría las puertas de su finca San Juan de la Calera, un cortijo repleto de recuerdos, de rincones con historia, muros que albergan y sacuden emociones. Luis Reina, un hombre que transmite la serenidad de quienes han sabido doblegar y ganar la posición a la dificultad. El que fuera niño torero, es hoy el director de una de las escuelas taurinas más reputadas del mundo.

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Maestro maestros

de

El tular aparece solo, en este caso no es una frase hecha, Luis Reina, maestro de maestros. El torero de Almendralejo hizo frontera en su época como matador de toros en ac vo, junto a Juan Mora, marcó un antes y un después en la tauromaquia extremeña. Ahora dirige con extraordinario acierto una de las escuelas taurinas más importantes de España, si no es la más importante, la Escuela Taurina del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz.

A Luis Reina la afición le llegó de familia, hijo del banderillero Curro Echevarría, desde la más erna infancia empezó a hacer sus “pinitos”. Con cinco años ya ofreció una exhibición de toreo de salón. Tras su época de becerrista, en la que Luisito Reina produjo una gran expectación, debuta con caballos en su ciudad natal el día 2 de febrero de 1976, le acompañaban en el cartel López Heredia y Manili, cortó las dos orejas de cada uno de los novillos.

Se presenta en Madrid el 2 de junio de 1979, plaza en la que repi ó el día siguiente. En Almendralejo se crea la Peña Taurina “Luis Reina”, sus paisanos lo valoran y quieren, acompañan al diestro por las plazas donde torea.

Tras haber par cipado en 108 novilladas, tomó la alterna va en Badajoz el 24 de junio de 1980; padrino Ángel Teruel, tes go Curro Vázquez, el toro se llamaba Majadero, de Piriz, le cortó las dos orejas. Confirma en Madrid, con un toro de Ma as Bernardos, el 19 de mayo de 1981; Paquirri el padrino, tes go el Niño de la Capea.

Luis Reina tuvo más de veinte actuaciones en la catedral del toreo, Madrid. Un excelente torero, un torero que no ponía remilgos a torear victorinos, sal llos, santacolomas, pablorromeros o miuras y al que los toros no respetaron, sufriendo repe das cogidas y graves lesiones, incluso algún accidente de tráfico, que dificultaron la trayectoria de un diestro que, tras actuar en más de 450 festejos, se vis ó de luces por úl ma vez, en Almendralejo, el 12 de agosto de 2000 para torear junto a Curro Romero y Espartaco.

Desde 1999 es director ar s co de la Escuela Taurina del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz, donde comparte labores con Luis Reinoso “El Cartujano”. En la fuente de Luis Reina han bebido los toreros que hoy día lucen en las plazas más importantes y son imprescindibles en las grandes ferias: Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante, José Garrido, Ginés Marín, Andrés Roca Rey… Innumerables nos resultan los premios y galardones, nacionales e internacionales, obtenidos por la Escuela Taurina del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz con Luis Reina al frente. Adelante maestro.

LUIS REINA Buenas tardes maestro.

Con cinco años, y el nombre de Luis Echevarría, cogió el capote para hacer toreo de salón anunciado en el cartel de una becerrada. ¿Qué ha cambiado para el toreo entre aquel día de 1963 y nuestros días?

Recuerdo una exhibición de salón en La Maestranza; fue sin duda el primer paso de un sueño; el aprendizaje no era tan ordenado como ahora, cada uno se las buscaba como podía. Ahora, afortunadamente, los chavales, con aproximadamente diez años, entran en la Escuela y los métodos que se les facilitan nada enen que ver con los de antes. Yo “del salón” pasé a la plaza de toros, no toreé ni una becerra en el campo. Ha habido un progreso extraordinario. ¿Cómo es el funcionamiento de la Escuela Taurina del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz?

El funcionamiento se ha ido estructurando acorde a la evolución que vamos teniendo. Lo que empezó como un sueño se ha visto superado por la realidad. Existe una estructura muy buena, muy bien consolidada.

Además, el Patronato de Tauromaquia no es solo la Escuela; en la Escuela se dan clases y estamos los alumnos, los docentes y los gestores, pero el Patronato también hace una muy importante labor divulga va y de exposición, llegando a los rincones más diversos y promocionando la fiesta en todos ámbitos.

ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” ¿Qué requisitos deben reunir los alumnos?

Lo primero es la edad, los alumnos son admi dos desde los diez años, hasta los dieciocho. Los dieciocho porque es una edad en la que todavía se puede moldear al aspirante, después es ya más di cil. Los alumnos permanecen en la Escuela hasta los vein uno o vein dós años… o hasta que debutan con picadores. ¿Primero estudiar y después toros? ¿Toros y estudio?

Eso es muy importante y se supervisa a rajatabla.

Hacemos un seguimiento exhaus vo para que no se produzca absen smo escolar o para que la ac vidad en la Escuela Taurina no afecte nega vamente en la marcha académica de los alumnos. Cada tres meses, deben presentarnos sus bole nes de calificación de sus centros educa vos. Además, se da la circunstancia que el Diputado de Tauromaquia es director de un colegio y está especialmente sensibilizado con el tema. Primero los estudios y luego los toros. Somos conscientes de que esto, en principio, es un sueño y de que no todos van a llegar a triunfar en este mundo cada día más di cil, por lo que lo primero que pretendemos es que fragüen su futuro formándose académicamente y que, en su relación con nosotros, su pertenencia y permanencia en la Escuela les sirva también de es mulo en sus estudios.

¿Qué le dice a un alumno que llega nuevo?

En primer lugar, que tenga paciencia, que esto no es cues ón de prisas y que hay que aprender a hacer las cosas y a hacerlas bien. Hay que tener en cuenta que aquí nos llegan chavales de dispares caracterís cas, algunos que ya han hecho sus pinitos, otros que son familiares de toreros y ya han tomado contacto con el ganado y los trastos… Y nos llegan muchachos de diferentes ciudades de España y de diferentes países; en la Escuela, además de extremeños, tenemos alumnos procedentes de Castellón, de El Puerto de Santa María, de Venezuela, de México, de Italia… Como esta escuela ene el nivel que ene y un reconocido pres gio, vienen alumnos de todos si os. Pero tampoco somos magos, no tenemos una chistera de la que sacar toreros; no por entrar por la puerta de la plaza de toros de Badajoz, necesariamente se va a salir torero. El alumno debe tener unas cualidades que hemos de descubrir y fortalecer. Lo que sí les pedimos es ilusión y fuerza de voluntad para aprender. También que sepan que ésta es una de las profesiones más di ciles del mundo. Ahora lo que pasa es que estamos teniendo una racha en que salen toreros buenos y eso nos sirve de escaparate y de reclamo para atraer a más gente.

¡Hombre! Algo tendrán que ver ustedes en “esa racha” como la llama Bueno… la perseverancia, la fuerza de voluntad… la ilusión esta que nos corre por las venas… Nosotros les acercamos nuestros conocimientos y experiencia y tratamos de contribuir a que saquen lo que llevan dentro. Repito lo que dije anteriormente, les pedimos ilusión y paciencia, así como que nos permitan trazar cuándo van estando preparados para ascender cada escalón; esa es principalmente nuestra función.

¿Cómo es un día de clase en la Escuela?

Tenemos clases lunes, miércoles, viernes y sábado; pero también somos conscientes de la lejanía desde la que deben desplazarse algunos alumnos; de que proceden de los lugares más dispares de la provincia y la región, y, además, de que la gran mayoría no ene carné de conducir y dependen de la disponibilidad de sus padres para desplazarse. Entonces, con aquellos alumnos que vienen de lejos, tenemos una mayor flexibilidad y, si faltan a alguna clase, lo compensamos con la intensidad que aplicamos a su aprendizaje los días que sí acuden a la plaza. Con respecto al ejercicio sico, se lo marcamos y les pedimos que lo realicen en sus lugares de origen; aquí hacemos teoría del toreo y, tras un pequeño calentamiento, mucho toreo de salón, que es la base para luego poder vérselas con un animal. ¿Cuál es el empo medio de formación en la Escuela de un aspirante a novillero?

Yo les digo que cuanto menos empo estén en la Escuela mucho mejor. Toreros con dos y medio o tres años en la Escuela han alcanzado y están alcanzando sonadísimos triunfos en las plazas más relevantes. No necesariamente por permanecer mucho empo en la Escuela se llega más lejos.

Alumnos de la Escuela Taurina de Badajoz en la plaza de entas de Manuel Prudencio Lozano, en Burguillos del Cerro

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” ¿El toreo va en los genes?

Eso es indudable, el torero ene que estar dentro de la persona, nuestra misión es descubrírselo. Y luego, ayudarles a desarrollar su personalidad, a ser dis ntos… y tener valor… yo, el valor lo antepongo ante todo; si eres buen estudiante y además enes valor… Hay que tener en cuenta que aquí hay mucha competencia y no todos pueden llegar a ser matadores de toros; pero ahí tenemos también un grupo numerosísimo de toreros de plata que también han salido de la Escuela y que han canalizado su afición y cualidades en el desarrollo de otras labores dentro del toreo, dando así salida a esas virtudes que poseen.

Perdone que insistamos, pero resulta, que es muy llama vo y algo debe ocurrir. Primero Perera, Solís, Murillo, Lancho, Talavante, Parejo, Ambel… Luego Cerro, Angulo, Campos, Tulio, Terrón, Garrido, Posada, Ginés, Flores, Silva, Bolsico, Carballo. Úl mamente Juanito o Medina y, además, como usted bien ha dicho, un ramillete de excelentes subalternos que vemos por todas las plazas ¿Dónde está el secreto?

Y muchos más, toreros con alterna va vein uno y novilleros con picadores otros tantos o más. No quiero dar nombres por temor a, en este momento, dejarme alguno atrás y, ciertamente, me sabría muy mal. Realizamos un trabajo intenso con los alumnos, como decía antes, buscando sacarles lo mejor que enen y a par r de ahí, potenciárselo.

Fundamental es tener detrás la ins tución que tenemos, el Patronato de Turismo y Tauromaquia de la Diputación de Badajoz; sin esta ins tución, esto, no sería posible. Una carrera de un chaval, y esto no deja de ser una carrera, ene unos importantes costes en todos los sen dos, y si no que me lo pregunten a mí. El Patronato de Turismo y Tauromaquia de la Diputación de Badajoz, igual que se promociona a los chavales en otras facetas de la cultura, el deporte o la inves gación, promociona y ayuda a estos muchachos para que salgan adelante y el resultado es el que es y deseamos y esperamos que en el futuro salgan muchos más.

También, debido al pres gio que tenemos, cada día se nos exige más, las expecta vas que suscitamos, fruto de los buenos resultados, nos mo van y obligan a estar con nuamente haciendo nuestro trabajo con la mayor intensidad, aún cuando encontramos algunos hándicaps: por ejemplo, cada día nos resulta más di cil encontrar ganado para que los chavales prac quen; las razones: que cada día hay más toreros, que debido a la crisis económica los ganaderos han recortado sus camadas…

Hoy podrían hacerse varios carteles con seis novilleros extremeños sin repe r nombres ¿Detrás sigue habiendo cantera?

Sí… Afortunadamente sí. Mira, ahora que estamos con los Bolsines; este fin de semana vamos al de Ciudad Rodrigo. Y cuando estamos en estos festejos, ya estoy pensando en qué torero podremos presentar el año siguiente y… curiosa y afortunadamente, siempre aparecen dos o tres nombres de

chiquillos, de trece o catorce años, que ya podrán estar dispuestos en la temporada siguiente para tener el nivel adecuado que requieren esos certámenes. Sí, tenemos cantera. Lo que yo les digo a los alumnos es que enen que tener la cabeza asentada, que estos momentos son momentos dulces, que lo realmente duro es lo que viene después. Tratando de ser gráfico les digo que “esto es la Disneylandia del toreo”, donde lo ponemos todo a su servicio, los llevamos, los traemos, se lo facilitamos todo; cuando debutan con picadores, ya “entran en la Jungla” y cuando toman la alterna va, eso ya no es la jungla, “eso es Jurassic Park”. Les digo también que deben aprovechar su estancia aquí, que este sea un primer escaparate, para que se fijen en ellos y posteriormente les lance en su carrera.

En la puerta de la plaza de entas de Luis Reina

¿Hacen un seguimiento de los alumnos cuando abandonan la Escuela? ¿Con núan manteniendo el contacto?

Sí, claro. Con nuamos manteniendo contacto con ellos. Yo personalmente me comunico con ellos, les hago un seguimiento profesional y la relación personal se sigue manteniendo. ¿Se puede ser torero sin padrino?

Los buenos futbolistas enen a los buenos managers, pero también es cierto que los buenos managers enen a los mejores. Es evidente que los toreros emergentes están ahí, apoderados por quienes más presencia enen en las Ferias.

Pero también es cierto que los buenos toreros, que en sus inicios no dispusieron de esos “managers”, a la larga, ob enen buenos resultados, y a las pruebas me remito: toreros con muchos años de alterna va como Ureña, Curro Díaz… que en las úl mas temporadas están mostrando al gran público lo mejor de sí mismos. El que ene la moneda la cambia. Lo que hay que hacer es no desesperar, que la oportunidad llega.

Dicen que las Escuelas Taurinas marcan patrones y cercenan la expresividad y crea vidad del ar sta Eso es un sambenito con el que nos ha tocado cargar. El otro día lo exponía en un coloquio en Sevilla, y te voy a decir cinco ¿En qué se parecen Talavante, Posada de Maravillas, Perera, Garrido y Ginés? En nada, son completamente dis ntos. Estás mucho empo con los alumnos, pero ya está.

Cada uno saca su personalidad. Ayer mismo, en el pueblo portugués de Mourâo, yo le hice una indicación al alumno y él hizo otra cosa, me sorprendió haciendo una arrucina en los medios; expresó lo que sen a en esos momentos. Los

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El zafrense Miguel Cortegana citando en los medios

Manuel Perera de Villanueva del Fresno y el venezolano Reinaldo Gil “El Tariba” por colleras en la plaza de entas de Manuel Prudencio Lozano, en Burguillos del Cerro

maestros exigimos a los alumnos según las posibilidades y caracterís cas que vemos en ellos, y, aunque les mostremos las técnicas, al final son ellos los que ponen su esencia y su expresión. Cada torero es diferente.

An guamente las figuras mataban toros de Miura, Pablo Romero, Santa Coloma… ¿Cree que volveremos a ver a los primeros del escalafón enfrentándose a estos toros?

Es innegable que todos los toros bravos enen peligro. El torero, desde siempre, a lo largo de la historia y ahora también, ha pretendido el toro que embiste, porque es el que facilita el lucimiento y orienta hacia el éxito. También desde siempre han exis do ganaderías y encastes que han estado en mejores momentos que otras ganaderías y otros encastes.

Todos los toreros prefieren las divisas que pasan por el mejor momento. Además, hoy existen ganaderías con camadas mucho más grandes que antes, con lo que lidian más toros.

Antaño, los ganaderos que más corridas lidiaban, raramente llevaban a las plazas ocho o diez corridas de toros; hoy esto es habitual o incluso algunas más. Pero, repito, todos los toros enen peligro. Se dan modas en esto del toro; antes tuvo mucho predicamento Atanasio, luego ya no… Curro Romero tomó la alterna va con un toro del Conde de la Corte… Ya te digo, son momentos y modas.

Si estuviera en una clase de niños de 15 años de ciudad, ¿qué argumentos usaría para jus ficar la Fiesta?

Primero los invitaría a conocer el campo, el manejo del ganado, la vida de las reses bravas y la de la gente que convive con ellas. Para poder opinar sobre algo, hay que conocer ese algo, igual que para apreciarlo o no apreciarlo.

Hoy día, los niños se mueven en un mundo muy media zado y cerrado. Luego, les propondría ir tomando contacto con la fiesta, pero par endo de aspectos sencillos. Aquí debe entrar la labor de mucha gente, no solo de los toreros. La afición hay que renovarla con nuamente. Tradicionalmente, el mundo del toro ha sido un mundo muy hermé co; yo pienso que hay que abrir las puertas y en ello deben par cipar toreros, ganaderos, empresarios y todas las personas y estamentos de la fiesta. Hay que dar facilidades. Antes, un torero era un mito; hoy, hay más competencia: el deporte la música… Hay que ir a los si os donde están las personas y mostrarles. Esto lo ene que hacer toda la gente del toro.

Por úl mo, Luis, le pido unas palabras para la gente de la Asociación Cultural Taurina El Temple de Burguillos del Cerro Pues eso, os deseo que tengáis mucho nombre, es decir, que tengáis mucho temple, ánimo. Estas inicia vas tenemos que apoyarlas todos de una manera u otra. A mí ya sabéis donde me tenéis, en la parte que a mí me compete, en lo personal y en lo profesional, contad con mi ayuda y ojalá que la andadura se prolongue durante muchos años.

Muchas gracias maestro por su hospitalidad, por su atención y por haber compar do con nosotros su saber.

Con nuaremos viéndonos en el camino. Gracias.

Apolonio Conde Olmedo

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LA OPINIóN Soplan malos vientos para la Tauromaquia, vientos que pueden derivar en tempestad fatal si no se toman las medidas oportunas cuando aún hay tiempo de reaccionar positivamente. La autocomplacencia es mala consejera en estos casos, constituyendo un deber moral para todos aque os que conocemos y elogiamos los valores que la Tauromaquia".

antitaurinismo Sobre el

José Alerón. Ensayo sobre el antitaurinismo en España.

D

esde los albores de nuestra ya más que veterana historia como nación, la tauromaquia, toreo o fiestas de toros, forman parte de nuestra idiosincrasia, cons tuyendo un valioso patrimonio de nuestro acervo popular, social e, incluso, cultural, formando parte de nuestra forma de ser y sen r, tanto que desde empo inmemorial se la denomina y conoce como Fiesta Nacional. Pero como todo aquello que emana de los sen mientos, y por su condición de humanos, no todo el mundo los comparte.

Cierto que soplan malos vientos, como hace constar José Alerón en su ensayo, pero cierto es, también, que por desgracia para la Fiesta no son nuevos. Vientos censores y prohibicionistas los ha padecido la Tauromaquia, prác camente, desde su aparición.

Y los ha habido de todo po, condición e interés.

Desde las censuras eclesiás cas (la más significa va la Bula del papa Pío V, año 1567), hasta las polí cas (la más reciente, la promulgada por la an española “casta polí ca catalana” de nuestros días), pasando por aquella impulsada por el “ilustrado” Jovellanos, de finales del siglo XVIII, amparándose en, para mi opinión, equivocados mo vos económicos. En virtud a mi condición de aficionado, repudio tales censuras y prohibiciones, y en aras de la libertad individual, reclamo mi derecho de elección.

Ahora bien, a pesar de estar en contra de todas —no podía ser de otra manera, dado mi afición a la Fiesta— no me queda más remedio que reconocerles, a algunas de ellas, su espíritu e intención, aunque en mi opinión sean equivocadas.

Y me explico. Las censuras eclesiás cas, por ejemplo, que la Fiesta las ha padecido desde los más lejanos empos, se han basado en preservar la integridad y la vida humana, como don recibido de Dios que es. Su origen lo encontramos en aquellos espectáculos de la an güedad, en los que el hombre se ejercitaba en sus juegos con fieras, y que los prebostes de la Iglesia denominaban (sic.) “espectaculum daemonum”, o lo que traducido a nuestro actual lenguaje quiere decir, más o menos, espectáculo demoníaco. Más adelante, ya en los siglos XIV, XV y XVI, algunos prelados, que a la sazón gozaban de fuste e influencia en la Corte, de sus

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respec vas épocas, se proclamaron, por igual mo vo, en contra de la Fiesta. Incluso, y esto no me atrevo a calificarlo como anécdota, pero si —y dicho sea con todo respeto- como “nota de menor cuan a”, el Concilio de Toledo, en el año 1565, prohibió la celebración de corridas en días fes vos, por no guardarse, las que así se llevaban a cabo, el precepto de descanso dominical.

Como indicaba anteriormente, de todas las censuras eclesiás cas, y por razones obvias, la de mayor rango fue la del Papa Pío V, que mediante su bula De Salute gregis Dominici, promulgada en 1567, prohibía y amenazaba con la excomunión y anatema a todos los gobernantes que permi eran las corridas de toros en sus jurisdicciones. Bula que fue redactada en unos términos determinantes, y que no dejaban lugar a dudas de su intención: “… prohibimos terminantemente por esta n u est ra co n s t u ció n , q u e esta rá vigente perpetuamente… Dejamos sin efecto y anulamos y decretamos y declaramos que se consideren perpetuamente revocadas, nulas e irritas todas las obligaciones, juramentos y votos que hasta ahora se hayan hecho o vayan a hacerse en adelante…” (sic) Prohibición que con el paso del empo se fue dulcificando, merced a la insistente presión del rey Felipe II y la postura condescendiente de los sucesores de Pío V en el Trono Papal. Sin embargo, la ac tud de la Iglesia hacia las corridas de toros no era del todo favorable. La prueba la tenemos en un no muy lejano 1920, cuando el secretario de Estado del Va cano, cardenal Gasparri, decía refiriéndose a las corridas de toros: “…la Iglesia con núa condenando en voz alta, como lo hizo Su San dad Pío V, estos sangrientos espectáculos…”, y recomendaba a los obispos, especialmente de España y Francia, pusieran Su San dad Pío V (17-01-1566/01-051572) todo de su parte para disuadir a sus feligreses de su asistencia.

Otro po de censura y prohibición an taurina, que toma auge en los úl mos empos, es el que está sustentado en el “derecho de los animales” que preconizan ciertos sectores de la sociedad. Sectores que tomando como base determinados estudios, más o menos aceptables, y acaparando para si —de forma, en mi opinión, un tanto ventajista y tor cera—

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declaraciones y manifiestos de determinados organismos (Declaración Universal de los Derechos del Animal, aprobada por la ONU el 15 de octubre de 1978.

Proposición No de Ley sobre el Proyecto Gran Simio, presentada en el Congreso de los Diputados en mayo de 2006 por el PSOE), intentan equiparar con los mismos derechos a personas y animales (animalismo lo denominan ellos, yo lo llamo animalada) si bien, y contradictoriamente, en un elevado porcentaje de ellos, alientan y defienden el aborto en los seres humanos.

Y en medio de ambas posturas, eclesiás ca y

animalista, está —no podía faltar— la polí ca, otra vez la polí ca. Aunque cierto es que, en esta ocasión, por razones dis ntas a las ya comentadas de Jovellanos.

Ahora bien, y ya que de polí ca hablamos, diré que respecto a las posturas de los par dos e ideologías llamados cons tucionalistas, tengo mi personal y par cular opinión. Pero como, por otro lado, sería prolijo de exponer y razonar, no siendo ésta, por su contenido, intención y espíritu, la tribuna apropiada para ello, lo dejaremos para mejor ocasión que, a buen seguro llegará.

Pero ciñámonos a la actualidad. Me alarma, y entristece sobremanera, las formas en que, a diferencia con el pasado, se expresa, en mul tud de ocasiones, el an taurinismo a día de hoy. No solo es no gustar o estar en contra de la fiesta de los toros, postura que aunque no comparto respeto, lo de ahora es una manifestación insana y desvergonzada, que saca a la luz, en muchos casos, los peores sen mientos del ser humano. El alegrarse de la muerte de un torero en el ruedo, caso de Víctor Barrio, que Dios tenga en su Gloria; o desearle la muerte a un niño que pelea contra el cáncer, por confesar que le gustan los toros y aspira a ser torero, tan sólo, en mi opinión, ene un califica vo: ruin y canallesco.

Para terminar, permi dme que me remita al señalado, que al principio inserto, sobre el ensayo de José Alerón.

Libertad, y que Dios reparta suerte.

Pepe Sierra

Felix Auto

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ARQUEOLOGÍA Y TAUROMAQUIA

Con este ar culo sin pretensiones, más allá del afán divulga vo, iniciamos una serie de breves aproximaciones al mundo de la arqueología que nos ha regalado un variopinto conjunto de restos de gran calidad ar s ca que están relacionados directa o indirectamente con la tauromaquia por ser el toro el protagonista principal acompañado, o no, de seres humanos con los que se relaciona de diferentes maneras. En estos empos en los que el mundo del toro está en entredicho se hace necesario, y hasta urgente, explicar todas las dimensiones que la Fiesta Nacional ene por cuanto no es posible prescindir de los aspectos históricos, literarios, culturales, religiosos y ar s cos de unos ritos que cons tuyen la esencia de nuestro mundo mediterráneo que, en ningún caso, es solo sangre y muerte. La fiesta de los toros es arte, poesía, valor, esfuerzo, sacrificio, lucha y drama.

Es bien sabido que el toro representa en el mundo an guo la fuerza genésica creadora y, por ello, se hace acreedor en todas las culturas a personificaciones divinas, religiosas o mistéricas en las que se funden cultos taumatúrgicos asociados, también, al sol y que protagonizan determinados sacrificios con los que los augures predecían el futuro. Pero independientemente de su significación religiosa que es determinante, los ritos conceden al toro un papel muy significa vo en la vida diaria de las comunidades del arco mediterráneo y su hábitat que es, en defini va, el marco geográfico de nuestra cultura.

De entre el importante volumen de piezas arqueológicas de la an güedad que están relacionadas, de una u otra manera con el mundo taurino, nos vamos a fijar hoy en los vasos de Vafió. Los llamados vasos de

LOS VASOS DEL VAFIÓ

Vafió son, en realidad, dos tazas de oro de tamaño mediano con asa al borde que, mediante un repujado con mar llo, buril y cincel, fueron decoradas con escenas de caza de toros. Las tazas, que se fechan hacia el 1500 a.C., se hallaron en una tumba de falsa cúpula por aproximación de hiladas cerca de la vieja Esparta en la región griega de la Laconia, cons tuyen un hermoso ejemplo de la orfebrería micénica.

El tema de la caza está relacionado con el fundo de la muerte a través de los banquetes funerarios, los simposia, por cuanto la carne consumida, procedía de ac vidades cinegé cas. Así pues, no es extraño encontrar escenas de cacería decorando las paredes de las tumbas relacionándolas con el mundo del más allá y el culto a la muerte que ene menos sen do dramá co que en la actualidad.

Las piezas, de una excelente calidad ar s ca, enen un es lo sencillo, pero no por ello, exento de un cuidado naturalismo figura vo y realista, como si el orfebre estuviera tomando un modelo real, vivido, que ha tenido la oportunidad de contemplar con el drama smo que conlleva asis r a una escena de muerte en directo. La composición resulta abigarrada, detallista y minuciosa rindiendo culto a lo concreto pero sin caer en el manierista horror vacui tan de la época.

Verdaderamente, las tazas de Vafió hacen gala de una esté ca de gran fuerza expresiva, muy superior a cualquier otra pieza anterior que la desproporción orgánica entre los cuartos traseros y delanteros de los animales, refuerza con medio relieves en escorzo que no podemos ver ni en la escultura egipcia, ni en las producciones mesopotámicas de la misma época. Además, el ar sta huye

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de la más mínima esquema zación de las escenas con el obje vo de buscar el mayor naturalismo posible al servicio de mostrar un movimiento dinámico y lleno de potencia y vigor que se desprende de la propia escena representada que es capaz de explicar el poder de unas reses que se sienten acosadas y se defienden con bravura haciendo jus cia a su casta y, en este sen do, la decoración de las tazas ene un evidente sen do narra vo que nos permite reconstruir ac vidades habituales de la cultura micénica.

En la decoración de las tazas de Vafió encontramos dos historias de caza diferentes. La de la primera se denomina taurobolios que, por traducir su significado de forma sencilla, podemos decir que se trata de una caza de reses salvajes o semisalvajes con red quizá con des no a las celebraciones relacionadas con el Minotauro. Vemos a unos toros que pastan tranquilamente en un paraje que relacionamos con el bosque mediterráneo, la dehesa, para a con nuación, contemplar en la escena siguiente como uno de ellos parece enganchado por la pata trasera en una red de la que no se puede escapar por muchos esfuerzos que hace y mugiendo se deja llevar por un vaquero desnudo, acción que sirve de aviso a otro morlaco que, curioso, se acerca olfateando y salta ágilmente por encima de la red que está atada entre dos árboles. La capacidad expresiva y la claridad de los detalles de la escena nos permite, incluso, iden ficar los diferentes pos de redes que se u lizaban en la cacería de toros: la enodía de 12 hilos y entre 4 y 9 metros de anchura y la dictua de 16 hilos y en torno a 20 o 25 de anchura que se podía sujetar fuertemente con estacas al suelo.

La segunda taza nos cuenta

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una historia muy diferente. Se trata de una taurocatapsia, que vamos a traducir como mancornar o embarbar, es decir, inmovilizar a la res derribándola en el suelo. En la escena, viva, intensa y vigorosa, dos jóvenes tratan de sujetar a la res por uno o los dos cuernos y por el hocico para doblarle el cuello y provocar su caída por las manos para, una vez en el suelo, inmovilizarla. La suerte puede resultar peligrosa y, en este caso los es, porque uno de los protagonistas ha sido derribado por el suelo y corneado de formas aviesa por el furioso toro mientras el otro vaquero, ensartado por el cuello por el cuerno derecho del animal, se balancea violentamente como un pelele cabeza abajo. La peligrosa suerte, que en la taza de Vafió resulta una terrible tragedia, no

se repite en escenas semejantes que se conservan en otros hallazgos arqueológicos como las pinturas murales del palacio de Tirinto, en la que los hombres logran agarrar al animal y sujetarlo por su poderoso cuello pese a los brutales movimientos que hace el toro.

Estas escenas nos recuerdan, salvando las distancias, las actuaciones de los forçados portugueses con la diferencia de que, en este caso, se trata de varios hombres pero que, en defini va, en el inicio de la suerte ene sensibles semejanzas. En todo caso, de nuevo el toro como protagonista, ahora para medir el valor del hombre.

De hecho, estas pruebas, que en la an gua Grecia debían superar los jóvenes que aspiraban a ser reconocidos como guerreros, tenían

como finalidad preparar y formar a elites de individuos veloces, resistentes, endurecidos por el sufrimiento y aptos para enfrentarse al enemigo, miembros de una clase de guerreros que fue capaz, más tarde, de grandes gestas como la derrota en la desigual batalla del desfiladero de las Termópilas donde el rey Leónidas demostró su fe en el futuro de Grecia sabiendo que de ellos, de su sacrifico dependía la victoria final. Este sacrifico es el que hace a los hombres del toro sobreponerse a una cogida, ser conscientes de que la muerte acecha en cada tarde, que el animal es una fiera que se defiende y que se juega la vida en cada lance porque es un rito de vida y de muerte que se conjuga en un segundo.

Ciertamente, en el mundo actual no se trata de formar guerreros, pero sí de mostrar cómo los rituales del mundo taurino, que hunden sus orígenes en la noche de los empos, están —salvando las distancias— aun vigentes en las sociedades que hacen del toro un animal cercano, al que se respeta y se teme por su bravura, al empo que se le hace protagonista de fiestas que cons tuyen el eje vertebrador de ese concepto di cil de definir, pero que sen mos con claridad, que llamamos mediterraneidad.

Jose Angel Calero Carretero Juan Diego Carmona Barrero

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LAS GANADERÍAS MÁS ANTIGUAS

EL TORO DE AYER La existencia de las ganaderías de reses de lidia no es el fruto de una la generación espontánea. Es el resultado de siglos de afición, trabajo, esmero, cuidado e ilusión.

Inicialmente, los toros para lidia eran generalmente suministrados por los carniceros, que elegían los más bravos y fieros de entre el ganado que adquirían para sur r sus establecimientos. Ya en el siglo XIV existen algunos ganaderos que venden sus productos para la lidia y, en empos de los Reyes Católicos, comienza a anunciarse la procedencia del ganado. Sin embargo, la aparición de ganaderías especializadas es paralela al inicio de la organización de corridas de toros. Poco a poco surgen las que hoy conocemos como Castas Fundacionales del Toro Bravo.

Casta Morucha Castellana. Surge en el siglo XVI al sureste de Valladolid, en la zona conocida como El Raso de Por llo. Se ex ngue en pureza en siglo XIX, aunque no se puede asegurar que esta sangre no esté presente en algunas ganaderías actuales. Los toros de El Raso de Por llo gozaron de la dis nción de abrir las corridas reales por entenderse que eran los más an guos.

Casta Jijona y Toros de la Tierra. La primera ganadería de casta Jijona fue creada en 1598 por Juan Sánchez-Jijón Salcedo, en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real). Toma el nombre de su fundador. Los jijones, toros de color rojo encendido, muy duros y di ciles, desaparecen tras la Guerra Civil. De la Casta Jijona existe sangre en algunas ganaderías actuales y es uno de los orígenes de la ganadería de Par do de Resina, antes Pablo Romero. La Casta de Toros de la Tierra es fundada hacia 1650 por José Rodríguez García en Colmenar Viejo con ganado de la erra, de las dehesas del río Jarama, de los Montes de Toledo y de Salamanca a mediados del siglo XIX, las mayores ganaderías cruzaron o sus tuyeron con ganado Jijón. Queda algo de sangre en las ganaderías de Infante da Cámara y de Sanz Giménez.

Casta Navarra. La primera ganadería de esta casta la crea hacia 1632 Agus n Ximénez Enriquez, en Castejón (Navarra).

También formaron ganaderías algunos vecinos de Tudela y con toros de casta Navarra se crearon ganaderías en Aragón.

Los toros navarros par ciparon en la creación de la casta Gallardo.

Casta Cabrera. En la fundación de esta casta enen especial relevancia los frailes cartujos de Jerez de la Frontera, que cobraban en especie los diezmos a los ganaderos y agricultores de su potestad y en ocasiones los cedían a los

La fecha de an güedad es adquirida por una ganadería cuando lidia por primera vez una corrida de toros completa o una novillada con picadores, también completa, en la plaza Monumental de Madrid, o en alguna de sus antecesoras de la capital de España. El ganadero debe haber enchiquerado un encierro completo del que todas las reses deben salir al ruedo. La an güedad se pierde por cambio del hierro o la divisa. Las seis ganaderías más an guas de España son las siguientes: José Vázquez, 1788, ganadería fundada por Manuel García Aleas con reses jijonas. Hoy ene ganado procedente de Domecq.

Juan Pedro Domecq, 1790. Procedente de la f o r m a d a p o r J o s é V i c e n t e Vá z q u e z , q u e posteriormente perteneció a Fernando VII y luego al Duque de Veragua. En 1939 la adquirió Juan Pedro Domecq Núñez de Villavicencio, quien adquirió ganado del Conde de la Corte y paula namente fue eliminando todo lo originario de Veragua.

Zalduendo, 1817, formada esta ganadería por Joaquín Zalduendo con reses navarras. Tras pasar por varias generaciones y otros propietarios, en 1987 la adquiere Fernando Domecq Solís que elimina todo el ganado y la forma con la parte que le correspondió de la ganadería de “Jandilla”, así, actualmente el ganado es procedente de Juan Pedro Domecq. En 2014 la ganadería fue adquirida por el empresario y ganadero mexicano Alberto Bailleres.

José García Guillén, 1822, fundada por Julián de Fuentes con reses jijonas. En 1852, fue vendida a Vicente Mar nez. Posteriormente pasó a Antonio Arribas Sancho, que adquirió parte de la ganadería Los Guateles, procedente de Juan Pedro Domecq, y eliminó lo anterior. En 2011 el ganado y el mí co hierro de la “M”, de Mar nez, fueron adquiridos por José García Guillén.

Mariano Sanz Giménez, 1831, fue fundada por Elías Gómez con reses jijonas, posteriormente, sus descendientes añadieron sementales de Gamero Cívico y Conde de la Corte. En 1962 la adquirió Mariano Sanz Giménez. Actualmente la procedencia del ganado es Parladé y algo de casta Jijona.

Guadalest, 1843, la formó el clérigo sevillano Diego Hidalgo Barquero con el cruce de ganado de Vistahermosa y José Vicente Vázquez. Tras pasar por varias propiedades, incluido el marqués de Guadalest, que le da nombre y añadió al hierro la corona, en 1986 la adquirieron Luis y Antonio Domecq que la formaron con 100 vacas de Torrestrella. En 2003 la adquirió la sociedad Sety20, S.L. Procedencia actual, Torrestrella –Álvaro Domecq—.

ACO

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” conventos de la Cartuja, de Santo Domingo y de San Jacinto de Jerez y Sevilla. Luis Antonio Cabrera compró en 1740 reses a los frailes cartujos o dominicos. Posteriormente el ganado pasó a su yerno y sobrino José Rafael Cabrera Angulo. De aquí adquirieron ganado tanto Gregorio Vázquez como Juan Miura Rodríguez; también algunas descendencias llegaron a Benítez Cubero y “Jodar y Ruchena” Casta Gallardo. En 1758, un sacerdote de Rota, Marcelino Bernaldo de Quiroz Gallé, originario de Navarra, creó una ganadería con reses de su erra que había hecho llevar a erras gaditanas. En 1762 compró ganado a los monjes del convento de San Jacinto de Sevilla y lo cruzó con sus vacas navarras. Se deshizo del ganado navarro, que vendió a otro sacerdote, Francisco Trapero, y en 1790 vendió toda la ganadería que le quedaba a los hermanos Gallardo, de El Puerto de Santa María. De este apellido toma nombre la casta. Posteriormente llegaría ganado procedente de Gallardo a Miura en 1842 y 1849; a Felipe de Pablo Romero en 1885 y a Diego Garrido en 1952.

Casta Vazqueña. Hacia 1750, Gregorio Vázquez compró la ganadería de la Compañía de Jesús de Sevilla, ganado del mismo origen que el de Luis Antonio Cabrera y al que, en 1761, agregó más reses procedentes de éste. Su hijo, Vicente José Vázquez, heredó la ganadería en 1788, añadiendo más animales de Cabrera, de Bécquer y del segundo Conde de Vistahermosa. Con estos mimbres se crea esta casta. Al fallecimiento de Vicente José Vázquez, en 1830, la testamentería vendió el ganado a una treintena de ganaderos. El ganado más seleccionado fue comprado por el rey Fernando VII en 1831. También, en 1832, compraron Francisco Traviel de Andrade —de donde procede Concha y Sierra— y José María Benjumea.

La vacada de Fernando VII, tras su muerte, fue adquirida en sociedad, en 1835, por los duques de Osuna y de Veragua, quedando este úl mo como único propietario en 1849. En 1930 es adquirida por Juan Pedro Domecq Núñez de Villavicencio. Sus hijos fueron poco a poco eliminando la procedencia Veragua. En 1945 adquirió 250 vacas Tomás Prieto de la Cal. Actualmente existen pocas ganaderías de procedencia Vazqueña pura; las mencionadas de Prieto de la Cal y Concha y Sierra —hoy en Francia—, Aurelio Hernando…

Casta Vistahermosa. Fundada por lo hermanos Rivas, de Dos Hermanas, la procedencia de las reses es desconocida. La ganadería fue comprada en 1774 por el primer Conde de Vistahermosa, alcanzando su mayor apogeo con Benito de Ulloa y Halcón de Cala, segundo Conde de Vistahermosa.

Hacia 1823, la testamentería del tercer Conde de

Vistahermosa vendió la ganadería en lotes a Salvador Varea, Francisco Giráldez, Antonio Melgarejo, Fernando Freire Rull —rama hoy ex nguida— y a Juan Domínguez Or z —Barbero de Utrera—. La parte del Barbero de Utrera llegaría a Félix Urcola y la de Salvador Varea al VI Marqués de Sal llo; estas dos ramas confluyeron en la famosísima y determinante ganadería de doña Dolores Monje Roldán, viuda de Murube, de ésta procede la gran mayoría de las ganaderías actuales, Conde de la Corte, Núñez, Guardiola, Buendía, Victorino, las derivaciones de Contreras… Y por añadidura, el encaste Atanasio/Lisardo, Juan Pedro Domecq, Jandilla, Zalduendo, Fuente Ymbro, Núñez del Cubillo, Garcigrande, Victoriano del Río…

Siglos de trabajo, selección y mimo que han hecho posible la conservación de una raza bovina única, una raza bovina que de no haber sido por las corridas de toros se hubiera ex nguido hace eso… siglos. Nadie criaría animales cuya producción cárnica es cincuenta por ciento menor que el de otras razas, que hay que alimentarlo durante tres, cuatro o cinco años, cuando otras razas a los diez meses están listas para ir al mercado, y que, además, su manejo en el campo ofrece unas dificultades fuera de lo común. El toro bravo existe, sencillamente, porque existen las corridas de toros.

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Apolonio Conde Olmedo

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Sabías que...?

Los matadores de toros se clasifican en tres grupos, denominados A, B y C. Grupo A: se incluyen los matadores que en la temporada anterior, contando plazas españolas, portuguesas y francesas, tuvieran un mínimo de treinta y siete actuaciones. Pasan a este grupo los que durante el transcurso de la temporada alcanzan las treinta y siete actuaciones. La actuación treinta y siete ya queda incluida en el grupo A. Grupo B: en este grupo están los matadores que en la temporada anterior tuvieran un mínimo de trece y un máximo de treinta y seis actuaciones. También pasan automá camente a este grupo los que durante el transcurso de la temporada alcancen las trece actuaciones. La actuación trece queda incluida en el grupo B. Grupo C: Están incluidos en este grupo a todos los matadores de toros restantes.

La pertenencia a uno u otro grupo determina honorarios y obligaciones. Los toreros del “grupo A” enen que contratar como fijos durante la temporada a dos picadores, tres banderilleros, un mozo de espadas y un ayudante de mozo de espadas; los del “grupo B”, deberán contratar como fijos a dos banderilleros y un picador, el otro banderillero, picador, mozo de espadas y ayuda, son de libre contratación para cada actuación; y los del “grupo C” podrán contratar libremente a los componentes de su cuadrilla para cada actuación.

Para poder alcanzar la categoría de matador de toros y poder tomar la alterna va, un novillero debe haber toreado al menos 25 novilladas con picadores.

Con el apodo de “El Gallego”, tras haber intervenido en varias novilladas en la provincia de Ávila, ves do de luces, hizo el paseíllo en la localidad de Cebreros, un joven barbilampiño al que devolvieron la res a los corrales; su nombre era Camilo José Cela Trulock. La tauromaquia perdió un torero, la literatura ganó un Premio Nobel.

Para que un diestro tenga el privilegio y honor de salir a hombros por la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, es necesario que durante su actuación haya cortado al menos tres orejas.

El primer novillero sin picadores de la historia, que salió a hombros por la Puerta del Príncipe, fue el extremeño Luis Manuel Reinoso “El Cartujano”, actual profesor de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz.

El 19 de mayo de 1895, Rafael Guerra Bejarano, “Guerrita”, toreó tres corridas el mismo día. En San Fernando, en Jerez de la Frontera y en Sevilla.

La costumbre de premiar a los espadas con los apéndices de los toros ene su origen en el siglo XVIII, cuando las Maestranzas de Sevilla y Ronda regalaban, a los espadas triunfadores, el toro completo; para que con su carne invitaran a cuadrilla y amigos. La actual concesión de orejas y rabo, simboliza aquella prác ca.

En la plaza de toros de Las Ventas, de Madrid, se han cortado doce rabos: Juan Belmonte, el 21 de octubre de 1934 y el 22 de sep embre de 1935; Marcial Lalanda, el 28 de octubre de 1934; Manolo Bienvenida, el 2 de junio de 1935 y el 4 de junio de 1936; Alfredo Corrochano, el 22 de sep embre de 1935; Curro Caro, el 29 de sep embre de 1935; Lorenzo Garza, el 29 de sep embre de 1935; Vicente Barrera, el 24 de mayo de 1939; Domingo Ortega, el 24 de mayo de 1939; Pepe Bienvenida, el 24 de mayo de 1939 y el úl mo, hasta la fecha, cortado por Sebas án Palomo Linares el 22 de mayo de 1972 al toro “Cigarrón”, de Atanasio Fernández.

Para que una res pueda par cipar en espectáculos taurinos, debe pertenecer a alguna ganadería inscrita en algún colec vo asociado de ganaderías de toros bravos y estar inscrita en el libro genealógico correspondiente. En España existen cuatro colec vos de ganaderías bravas: la Unión de Criadores de Toros de Lidia, la Asociación de En la Real Maestranza de Caballería de Sevilla se han Ganaderías de Lidia, la Agrupación Española de Ganaderos de Reses Bravas y Ganaderos de Lidia Unidos. producido a lo largo de la historia tres indultos: el primero fue el 12 de octubre de 1965, Rafael Astola Cuando se indulta una res, para devolverla al campo, el indultó un novillo del Marqués de Albaserrada; el ganadero deberá reintegrar al empresario su valor segundo indulto se produjo el 30 de abril de 2011, José económico o el porcentaje que previamente hubieran María Manzanares, hijo, indultó al toro “Arrojado” de Núñez del Cuvillo. El tercer indulto se ha producido el convenido. año pasado, 2016, el 13 de abril, Manuel Escribano, con Los espectadores enen derecho a la devolución del pe ción unánime indultó al toro “Cobradiezmos”, de importe del billete en los casos de suspensión o Victorino Mar n. aplazamiento del espectáculo o de modificación del En Las Ventas, hasta ahora, solo se ha indultado un cartel anunciado. A estos efectos, se entenderá modificado el cartel cuando se produzca la sus tución de toro: Belador, de Victorino Mar n, el 19 de julio de 1982, alguno o algunos de los espadas anunciados o se lidiado por José Ortega Cano. sus tuya la ganadería o la mitad de las reses anunciadas.

Apolonio Conde Olmedo 26

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De oro, plata y a caba o..

Algunos toreros nacidos

Extremadura

en

S. XIX y S. XX

Las corridas de toros, tal como las entendemos hoy, se iniciaron en el siglo XVIII, cuando la nobleza va dejando de torear y lancear a caballo y es “gente de a pie”, personas pertenecientes a clases populares, quienes lidian en los espectáculos.

Aún queda la reminiscencia del lanceado de toros por los nobles en la figura del picador, que junto al matador, ene el privilegio de poder lucir la chaque lla bordada en oro. Se atribuye a Pedro Romero (Ronda, Málaga, 19 de noviembre de 1754 10 de febrero de 1839) la organización del toreo moderno y la invención de la muleta. El toreo fue tradicionalmente una formula mediante la cual una persona podía ascender económica y socialmente. Se formaban cuadrillas de niños toreros. Para llegar a espada, había que pasar primero, como banderillero, por la cuadrilla de algún matador consagrado. Los “male llas”, llamados así por el ha llo que portaban, recorrían caminos, fincas y pueblos en busca de oportunidades que les permi eran darse a conocer. Generalmente, esta era la forma de llegar a ser matador. Sudor, angus a, sufrimiento, sacrificio y hambre fueron siempre compañeros de viaje de los aspirantes. En los años sesenta del siglo XX surgieron las “Corridas de la Oportunidad”; famosísimas fueron las de la plaza de Carabanchel, donde concurrían cientos de male llas de toda España.

Todo cambió cuando en la década de los ochenta se extendieron las escuelas taurinas.

En Extremadura, aunque sea en estos momentos cuando está viviendo su Época Dorada, siempre hubo toreros muy buenos, que alcanzaron el éxito tanto dentro como fuera de nuestros confines.

En este y sucesivos números de El Temple iremos trayendo algunas notas sobre matadores de toros, rejoneadores, novilleros, banderilleros y picadores extremeños de los siglos XIX y XX. Luis Alviz Cerro, matador de toros, primo hermano de nuestro buen amigo Luis Alviz Donaire, nace en Cáceres el día 12 de junio de 1934. Le llega la afición por medio de un hermano mayor que quiso ser torero. Hace su presentación en Cáceres, en novillada sin picar, el 18 de julio de 1952, le acompañan Máximo González y José Gu érrez “Mirabeleño”, padre de Juan Mora. En Cáceres se presenta con caballos el 1 de abril de 1956. Tras una etapa novilleril en la que se suceden los éxitos en plazas españolas y americanas, toma la alterna va en Gerona el 15 de agosto de 1965. El 31 de julio de 1966 confirmaba en Las Ventas. Se re ró en 1970. Un busto de Luis Alviz da la bienvenida a quienes acuden a la plaza de toros de Cáceres.

Anselmo Biosca Delicado, nació en Valverde de Leganés el 5 de Abril de 1915, se inició como aprendiz de mecánico, ac vidad que abandonó para coger el ha llo, par cipar en capeas e iniciarse como novillero en plazas de poca relevancia; no encontrando los resultados apetecidos se hizo banderillero, faceta en la que alcanzó gran admiración. Estuvo en las cuadrillas de Antonio Ordóñez, Manolo Vázquez, César Girón, Curro Romero y finalmente en la de Antonio Chenel “Antoñete”. Toreando a las órdenes de “Antoñete”, el 8 de abril de 1973 en Olivenza, sufrió una cogida que lo llevó a tener que abandonar el toreo ac vo. Posteriormente se dedicó al apoderamiento de toreros. Falleció en Madrid en julio de 1984.

Floren no Cáceres, “Florito Cáceres”, rejoneador que nació en Don Benito en 1913. Actuó desde 1953.

Manuel Conejo León, “Oliverito”, picador de novillos nacido en Oliva de la Frontera el l4 de enero de 1908.

Pedro Delgado Ricafort, rejoneador nacido en Oliva de la Frontera, entonces Oliva de Jerez, en la segunda mitad del siglo XIX. Obtuvo importantes éxitos, como el alcanzado en Lisboa en 1903. Ángel Fernández Pedraza “Angelete”, matador de toros nacido en Baños de Montemayor el 28 de enero de 1892.

Alcanzó notables éxitos de novillero, muchos de ellos en Madrid. Toma la alterna va en Salamanca el 12 de Sep embre de 1917, con toros de Coquilla. José Gómez Ortega “Joselito” es el padrino. La confirmó el siguiente día 28 en Madrid, siendo padrino “Cocherito de Bilbao” y tes go el gallego “Celita”. Hizo sus dos úl mos paseíllos en Cáceres en 1926, falleció en su pueblo en julio de 1931.

Eugenio Fernández Sánchez, “Angelete”, matador de toros nacido en Baños de Montemayor, el 3 de marzo de 1923.

Sobrino de Ángel Fernández Pedraza, primer Angelete, de quien toma el apodo. Tuvo un hermano que se anunció también con el mismo nombre. Se presenta en público el 11 de junio de 1939 en Salamanca. La temporada de 1943 ob ene importan simos éxitos. Toma la alterna va en Barcelona el 12 de octubre de 1943, Manolete el padrino, tes go Manolo Escudero. Confirma en Madrid el 14 de mayo de 1944, padrino Pepe Bienvenida, Morenito de Talavera tes go. Se re ró del toreo ac vo en 1950.

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” Eloy García Gómez, “Naranjito”, matador de novillos nacido en la barriada de San Roque de Badajoz. Durante las temporadas de 1972 y 1973 actuó en plazas de la provincia; entre las novilladas en que par cipó, intervino en la celebrada en Burguillos del Cerro el día 11 de agosto de 1972, enfrentándose a novillos de la ganadería de Cándido García Sánchez, junto a Ángel Quintana y el rejoneador Gregorio Moreno Pidal. Viendo que las oportunidades escaseaban, marchó a Madrid. Hizo el paseíllo en Las Ventas el día 2 de noviembre de 1980, lucía un terno rosa y oro, que en 2006 regaló a la Hermandad de la Virgen de la Palma para que con la seda y el oro de los adornos, confeccionaran un traje para la patrona del barrio pacense de San Roque.

José Gu érrez Izquierdo, “Mirabeleño”, nace en Mirabel (Cáceres) el 6 de diciembre de 1930. Hijo de un modesto torero, desde muy temprana edad se inició en el ambiente taurino. Tras haber par cipado en más de cincuenta novilladas picadas se presentó en Madrid el 18 de julio de 1951. En 1952 y 1953 se convierte en asiduo de la plaza carabanchelera de Vistalegre. Con el apodo cambiado por el de “Terremoto” vuelve a torear en Las Ventas el 14 de marzo de 1954; posteriormente, sus actuaciones van decreciendo. Es padre del matador de toros Juan Mora.

Antonio Jiménez López, “Antoñete”, matador de novillos de Badajoz. Actuó durante la década de los años setenta del siglo XX en cosos de la provincia de Badajoz y en la propia capital de la provincia. Con una enorme ilusión e interés por promocionar la fiesta de los toros, comenzó a impar r clases en la escuela taurina que fundó el Club Taurino Extremeño de Badajoz en los años ochenta, Escuela que más tarde pasó a formar parte del Patronato de Tauromaquia de la Diputación Provincial de Badajoz; en esta ins tución han pasado por la instrucción de Antoñete toreros de la talla de Antonio Ferrera, Miguel Ángel Perera o Alejandro Talavante. Es padre del torero de plata Ismael Jiménez y abuelo del alumno de la escuela del mismo nombre. Ángel Mar n Tena, “Ángel Quintana”, matador de novillos nacido en Quintana de la Serena, padre del matador de toros Mar n Quintana. En los primeros años setenta del siglo XX obtuvo repe dos éxitos en la plaza barcelonesa de Las Arenas. A par r de 1972 torea novilladas picadas. El 15 de julio de 1973 se presenta en la plaza madrileña de Vistalegre, enfrentándose a reses santacolomeñas de Cándido García Sánchez, mismo hierro que tenía el ganado que había lidiado, junto a Eloy García “El Naranjito” y el rejoneador Gregorio Moreno Pidal, el 11 de agosto del año anterior en Burguillos del Cerro. En 1978 actuó en Las Ventas como sobresaliente de espada de los rejoneadores Rafael Peralta y Joao Moura.

Antonio Mar nez Cobos, “Cobijano”, novillero nacido en Higuera la Real el 3 de febrero de 1930. Con 16 años cogió el ha llo y se fue por los pueblos en busca de capeas. Con 20 años torea una novillada en Linares y alcanza un gran éxito; a par r de ahí los triunfos se suceden en plazas de importancia. Torea mucho en Valencia, donde se instala; en aquella plaza sufre una gravísima cogida el 17 de octubre de 1959: le amputan la pierna derecha. Fueron numerosos los fes vales que se organizaron en su beneficio por toda la geogra a española. En el fes val organizado en Valencia torearon Domingo Ortega, Luis Miguel Dominguín, Julio Aparicio, Antonio Ordoñez, Gregorio Sánchez, Pepe Cáceres y Jaime Ostos. El Ayuntamiento de Valencia le autorizó un quiosco de periódicos en la mismísima calle Já va, junto enfrente de la plaza de toros. El quiosco de “El Cobijano” era un autén co referente en Valencia y para los valencianos.

Falleció el día 6 de febrero de 2009.

Manuel Mejías Lujan, primer “Bienvenida”, nombre de la localidad extremeña donde nació en 1854. Fue de banderillero con el matador sevillano José Machío Mar nez y con el cordobés Manuel Fuentes Rodríguez “Bocanegra”.

Padre de Manuel Mejías Rapela, El Papa Negro, y abuelo de Antonio Bienvenida.

Manuel Mejías Rapela, "Bienvenida", también conocido como El Papa Negro, hijo de banderillero y padre de toreros, nació el 12 de febrero de 1884 en Bienvenida, población que da nombre a la saga. Tuvo cinco hijos toreros, siendo el más famoso Antonio Bienvenida.

Eloy Moreno Fernández, banderillero que nació en Zafra el 12 de febrero de 1860. Estaba afincado en Sevilla. En la plaza de Alburquerque, el 9 de Sep embre de 1886, cuando se disponía a banderillear al toro Ligero, de Filiberto Mira, recibió una cornada y como consecuencia de ésta falleció aquella misma tarde.

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” Ángel Navas Casparón, “Gallito de Zafra”, hijo de herrero, nace en Zafra el 9 de junio de 1893. Su afición empieza a edad temprana, par cipando en cuantas capeas y tentaderos se lo permiten. Alcanza gran resonancia en su etapa de novillero, actuando por todos los ruedos extremeños y diecisiete veces en el coso de la ciudad que lo vio nacer. Con toros de la viuda de Soler, recibe la alterna va en Mérida el día 15 de Agosto de 1925, el padrino Antonio Márquez, tes go Francisco Peralta, “Facultades”. Ese año, en un mano a mano con Marcial Lalanda, estoquea en Zafra una corrida del Conde de la Corte. En 1929 embarca para América, donde permaneció allí hasta 1931. Vuelve ya re rado. Fallece en Sevilla en 1975. No guarda parentesco alguno con Francisco Regajo Rico, torero que u lizó el mismo apodo.

Cecilio Peña Macías, novillero nacido en Jerez de los Caballeros. En los primeros años de la década de los 80 del siglo XX actuó en diferentes cosos de la provincia de Badajoz. Junto a José Antonio Es rado, “Tolo” y el rejoneador Luis Correa, intervino el 15 de agosto de 1984, en la inauguración de la plaza de toros de la localidad de La Albuera.

Francisco Regajo Rico, “Gallito de Zafra”, nace en Jerez de los Caballeros el 27 de mayo de 1950. Se presentó en la plaza de Carabanchel el 21 de marzo de 1973. En 1974 torea con caballos. Se presenta en las Ventas el 22 de abril de 1979, cortando una oreja.

Esa temporada toreó treinta y tres novilladas, obteniendo sonados éxitos y cortando setenta orejas. Tomó la alterna va en Badajoz el 29 de junio de 1980, Sebas án Palomo Linares es el padrino y Luis Reina el tes go. Confirma en Madrid el 23 de agosto de 1981, padrino José Ruiz “Calatraveño” y tes go Raúl Sánchez, esa tarde el jerezano dio una vuelta al ruedo. Actuará como matador de alterna va hasta 1987 tras haber pasado varias temporadas en que, con actuaciones muy interesantes, veía como decrecían los contratos. Su úl ma corrida como matador de toros fue el 7 de junio de 1987 en la plaza francesa de Vic-Fèzensac junto a Tomás Campuzano y Richard Milian. Pasó al escalafón de toreros de plata y estuvo a las órdenes de espadas como Javier Vázquez, Dámaso González o El Cid. Se re ró en 2005. No ene relación familiar alguna con Ángel Navas Casparón, torero que u lizó el mismo apodo.

Pablo Suárez Pozo “Aldeano”, picador nacido en Badajoz el 31 de agosto de 1889. Comienza a tomar contacto con la puya en los tentaderos de la ganadería de Manuel Albarrán, de la que su padre era mayoral. Marchó a Madrid, enrolándose en la cuadrilla del malagueño “Larita”, pasó posteriormente por las cuadrillas de Sánchez Bejarano, Sánchez Mejías, Juan Belmonte, Armillita Chico y Luis Miguel Dominguín. La importancia de los matadores con los que actuó acredita su valía. Fue un picador muy es mado por los públicos.

Manuel Suárez Pozo “Aldeano Chico”, picador hermano de Pablo “Aldeano”, nació en Badajoz el 4 de mayo de 1897.

Era cabestrero en la ganadería de Albarrán y allí quería con nuar; sin embargo, su hermano Pablo lo convenció para que se fuera a Madrid, donde comenzó a trabajar cuidando los caballos en la plaza de Vistalegre. En aquella plaza picó su primera res en 1922. Estuvo siempre en cuadrillas de toreros de renombre como Luis Fuentes Bejarano, Lorenzo Garza, Victoriano de la Serna, Domingo Ortega, José Mar n Vázquez y Luis Miguel Dominguín. Se re ró el 13 de octubre en Córdoba picando toros de Isaías y Tulio Vázquez.

Apolonio Conde Olmedo

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” Desde siempre se entendió la tauromaquia como un enfrentamiento entre el ser humano y la fiera, el arte de dominarla y someterla, pero también ha sido la crónica de la rivalidad entre los lidiadores; el desa o, parte real y parte legendario entre espadas que pugnaban por obtener el reconocimiento supremo de la afición. En la calle, los par darios de unos u otros toreros, han porfiado siempre de la misma manera que hoy compiten los simpa zantes de este o aquel club depor vo.

Las históricas “enemistades” de los toreros Del siglo XVIII tenemos no cias de la rivalidad entre el maestro rondeño Pedro Romero y el sevillano Joaquín Rodríguez “Cos llares”. A lo largo de los siglos XIX y XX, la prensa se ha hecho eco y frecuentemente ha avivado la compe ción e incluso enemistad de diestros coetáneos: Lagar jo y Frascuelo, Guerrita y Espartero, Joselito y Belmonte, Manolete y Dominguín, El Cordobés y Paco Camino, Paco Camino y Palomo Linares, Manzanares y El Soro…

En muchos casos las rencillas han sido y son ciertas, manteniendo los diestros, tanto en los ruedos como en su vida privada una autén ca animadversión,;en otros casos, la por a obedecía fundamentalmente a cues ones de marke ng, una manera de provocar a la afición, invitándola Rafael Molina “Lagar jo” Salvador Sanchez “Frascuelo” a posicionarse a favor de uno u otro diestro y aumentar el interés por seguir y ver a su torero favorito.

De esas ofuscadas con endas una de las más aireadas en las crónicas de su época fue la mencionada entre el cordobés Rafael Molina Sánchez "Lagar jo" y el granadino Salvador Sánchez Povedano “Frascuelo”. Era tal la rivalidad entre los dos toreros, que en la corrida celebrada en Granada el 11 de junio de 1868, el presidente hubo de llamarles la atención y amonestarles por lo que arriesgaban sus vidas cuando se desafiaban delante del toro.

Sin embargo, en una ocasión, en el transcurso de una tertulia en que par cipaba Lagar jo, los contertulios, bien por convencimiento o bien por agasajar al torero presente, coincidían en alabar las virtudes de Rafael y cri car a Frascuelo. En un momento dado, uno de par cipantes en el encuentro, el escritor Mariano Zacarías Cazurro dijo: “no hay que quitar nada a Salvador” y brevemente realizó una exposición ensalzando los méritos de Frascuelo. Oído esto, se levantó Lagar jo y dirigiéndose a Zacarías Cazurro y tendiéndole la mano le Joselito y Belmonte dijo, “¡Choque usted!, ya veo que aquí no hay más frascuelistas que usted y yo”1. Asimismo Frascuelo, en algún momento de su vida comentó: “el de Córdoba es el mejor torero que ha parido madre”.

También fue muy famosa la por a entre los padres del toreo moderno, José Gómez Ortega, “Joselito el Gallo” y Juan Belmonte, en la llamada Edad de Oro del Toreo. En la plaza ni se dirigían la mirada y sus correspondientes seguidores sostenían tremendas riñas. Pues bien, en una ocasión, los dos espadas y sus cuadrillas coincidieron en la estación de Madrid, cuando iban camino de Valencia para torear en la Feria de San Jaime; ambos recibieron a numerosos grupos de par darios que despedían desde la ventanilla del tren; colocados a bastante distancia cada uno de los toreros y sus respec vos admiradores. Cuando el tren emprendió su camino, Joselito el Gallo y Juan Belmonte se adentraron en el compar mento de este úl mo, donde compar eron viaje y se lamentaron de no poder verse nada más que en las tardes de corrida, explayándose sobre mutua admiración personal y profesional que se tenían.

El propio Juan Belmonte diría2: “De mi toreo pueden tener una idea aproximada los jóvenes, porque en la línea mía, mejor o peor, han toreado y torean muchos toreros. Pero no es posible imaginarse como toreaba Joselito, como no es posible imaginar hoy los toros a los que Joselito dominó”.

Las crónicas coinciden en afirmar que la faena más importe que hizo Juan Belmonte fue la realizada en Madrid el 21 de junio de 1917 al toro “Barbero”, de Concha y Sierra. Belmonte compar a cartel aquella tarde con Rodolfo Gaona y Joselito.

Cuando Joselito escuchó acerca de la suerte que había tenido Juan por haberle salido aquel toro, el de Gelves contestó rápidamente: “La suerte la ha tenido el toro, que lo está toreando el mejor que ha nacido”.

La rivalidad e incluso enemistad real entre toreros siempre ha estado presente, con enfrentamientos, desaires e incluso vetos, pero igual que han exis do y existen relaciones cordiales percep bles, también se han vivido casos de aparente rivalidad que encerraron sen mientos de profundo respeto y admiración.

Apolonio Conde Olmedo

1 Cossío. Los Toros. Espasa Calpe 2007. Tomo 1. Pág. 409.

2 Bollain Rozalen, Luis. Los genios de cerca. Belmonte visto por un belmon sta. Madrid, 1957.

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El Toro y la Fecundidad

siglo XIII

Desde siempre, el toro ha tenido un lugar muy importante en la vida de los humanos; se le ha relacionado con la virilidad y, consecuentemente, con la procreación. Nos lo encontramos en pinturas del paleolí co, en las rupestres de Altamira y Lascaux; del neolí co, hay muchas estatuillas de toros, esculturas de cabezas de toro con cuernos. Su culto no es propio de un solo lugar o de una sola cultura, sino general: Anatolia desde el 6500 a.C.; erras de Mesopotamia; los hi tas y su dios toro; la India; la cultura minoica; China; los persas y su dios Verethragna, representado como toro. Apis, el toro sagrado, fue venerado en Menfis como dios relacionado con el Sol, los rebaños, el dios del Nilo; el culto pasó a Alejandría; a diferencia de otras deidades de Egipto, la veneración al toro Apis fue adoptada por los griegos primero y por los romanos después; así hasta el siglo IV. El toro y el rayo fueron desde 2400 a.C. los símbolos de las divinidades atmosféricas. El mugido del toro era en algunas culturas arcaicas el huracán y el trueno; ambos eran una manifestación de la fuerza fecundante; por eso los encontramos constantemente en la iconogra a, los mitos, los ritos de todas las deidades atmosféricas del área afroeuroasiá ca (Mircea Eliade: Tratado de historia de las religiones).

Siguiendo esta tradición, percibimos al toro muy ligado al acto de la boda. Fijémonos en una de las can gas que escribió en el siglo XIII el rey Alfonso El Sabio (1221-1284). En las Can gas de Santa María, el rey nos narra costumbres y detalles de la dura vida de los pobladores de entonces, que, en muchas ocasiones, encuentran el alivio o la solución de sus problemas por la intervención directa de la Virgen. En una de ellas, se hace referencia a Burguillos, la 199, El pellejero de Terena: un pellejero que vivía en el cas llo de Burguillos no guardó el descanso en la fiesta de marzo de Santa María; cuando labraba sus pieles, una aguja se le clavó en la garganta; cuando creía que iba a morir, pidió que lo llevaran al santuario de Terena (Portugal); se quedó dormido ante el altar llorando y gimiendo; al despertar, la aguja salió de su garganta al toser.

Hay otras relacionadas con Extremadura; una de ella es la que pasamos a comentar: la 144: El toro de Plasencia. Se celebran las bodas de un caballero rico por lo que se corren toros bravos en la plaza de Plasencia; un hombre muy piadoso y devoto de la Virgen, que vivía en la plaza, sale de su casa y atraviesa, imprudente, la plaza para visitar a Mateo, un clérigo amigo, siendo sorprendido por el toro. El clérigo, que vio el peligro, reza a la Virgen; el toro resbala y cae pudiendo el hombre salvarse de la muerte. Al levantarse el toro, se ha conver do en manso y nunca volvió a hacerle daño a nadie.

COMO SANTA MARIA GUARDOU DE MORTE UN OME BÓO EN PRAZENÇA D´UN TOURO QUE VÉERA POLO MATAR

COMO SANTA MARIA GURADO DE LA MUERTE A UN HOMBRE BUENO EN PLASENCIA DE UN TORO QUE HABIA VENIDO A MATARLO

Con razón é d ´averen gran pavor as bes as da madre d´aquel Sennor que sobre todas cousas á poder.

Con razón es que enen gran pavor las bes as de la madre de aquel Señor que sobre todas las cosas ene poder

E d´est´un gran miragre foi mostrar Santa Maria, a Virgen sen par, en Prazença, per com´oi contar o omees bóos et de creer, Con razon é d´averen gran pavor...

Y de esto, un gran milagro fue a mostrar Santa María, la Virgen sin par, en Plasencia, según oí contar a hombres buenos y piadosos.

Con razón é d´averen gran pavor

E reträen este miragr´asi: que un ome bóo morava y que esta Sennor, com´eu aprendi, sabia mui mais dál ren ben querer, Con razón é d´averen gran pavor...

E quen quer que lle véese pedir algo por ela, logo sen falir

Y relatan este milagro así: que un hombre bueno vivía allí que esta Señora, como yo aprendí, sabia querer muchísimo.

Con razón é d´averen gran pavor...

Y quienquiera que fuera a pedirle algo por ella, luego sin faltar

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” ll´o dava sen delongar nen mentir: ca non querría per ren falecer.

Con razón é d´averen gran pavor...

Se lo daba sin demorar ni men r: porque no querria por nada no cumplir.

Con razón é d´averen gran pavor....

E iaiûava sas vigias ben et de sas oras non leixava ren que non oise; ca todo seu sen era como lle fezese prazer.

Con razón é d´averen gran pavor

Y ayunaba los días de vigilia y de sus horas no dejaba afuera nada que se oyese: porque toda su voluntad era como hacerle placer.

Con razón é d´averen gran pavor

Ond´un cavaleiro ben d´i casou da vila, et touros trager mandou prea sas vodas, et un´ apartou d´eles chus bravo que mandou correr Con razón é d´averen gran pavor...

Un gran caballero de la ciudad se casó, y mandó traer toros para sus bodas, y apartó uno de ellos, mas bravo, mandó a correr.

Con razón é d´averen gran pavor

En húa praza grande que y a ant´a casa do que vos dixe iá ome bóo: mas ele d´ir alá non se pagava nen de o veer Con razón é d´averen gran pavor

En una plaza grande que hay allí delante de la casa del ue ya os dije (que era) un hombre bueno; mas él de ir allá ni de verlo gustaba.

Con razón é d´averen gran pavor

Mas aquest´ ome un conpadre seu créig´ avia, per nome Matheu, queenviou por él, com´ aprix´ eu, pour cousas que lle queria dizer.

Con razón é d´averen gran pavor...

Mas este hombre tenia un compadre suyo que era clérigo, por nombre Mateo, que envió por él, según yo supe, por cosas que le quería decir.

Con razón é d´averen gran pavor

E él sayú por yr alá´ enton, et o touto leixou-s´ yr de randon a ele polo ferir miu león, por ll´os cornos pelas costas meter.

Con razón é d´averen gran pavor...

Y él salió para ir allá entonces, y el toro se dejó ir arrebatadamente, a él para herirlo muy perfidamente, me endole los cuernos por los costados, Con razón é d´averen gran pavor

E o crérigo, quand´ aquesto viú d´ ûa féestra, meecée pediú a Santa Maria, et non falyú por él: ca logo lle véo valer.

Can razón d´ d´averen gran pavor

Y el clérigo, cuando vio esto desde una ventana, merced pidió a Santa María, y no le faltó: porque luego vino a socorrerle, Con razón é d´averen gran pavor

E en atal guisa o acorreu, que o touro log´ en terra caeu, et todolos quatro pées tendeu asi como se quisese morrer.

Con razón é d´averen gran pavor...

Y de tal manera le ayudó, que el toro luego cayó en la tierra, y tendió todos los cuatro pies asi como si quisiese morir, Con razón é d´averen gran pavor...

E iouv´asi d´ aquesta guisa tal ata que o home foi no portal de cas seu compadr´, a que non foi mal con e´et foi-o no casa coller.

Con razon é d´ averen gran pavor...

Y estuvo así de esta manera hasta que el hombre fue al portal de la casa de su compadre, y no fue mal con él y ( el amigo) lo dejo entrar en la casa Con razón é d´averen gran pavor...

E o touro s´ergeu, et d´esa vez nunca depóis a null´ ome mal fez pola vertude da Sennor de prez que aos seus no leixa mal aprender.

Con razón é d´averen gran pavor as bes as da Madre d´aquel Sennor que sobre todas cousas á poder.

Y el toro se irguió y de allí en adelante nunca más le hizo mal a ningún hombre por la virtud de la Señora de gran valor, que a los suyos no los deja mal coger-.

Con razón es que tienen gran pavor las bestias de la Madre de aquel Señor que sobre todas las cosas tiene poder.

La traducción es de Bárbara Mújica. Antología de la Literatura Española: Edad Media.

El obje vo del novio era que la novia tocara el toro, el animal genésico, para que este le transmi era su alto grado de fecundidad. Por ello, se escogía un toro muy bravo, con "muchos tes culos". No era una lucha con el toro, en opinión de Ildefonso Montero (Las "Can gas de Santa María", primer tes monio literario-pictórico de las corridas de toros) puesto que el toro estaba atado y las armas eran arrojadizas; en realidad, se intentaba enfurecerle, hacerle derramar sangre y que esta manchara la ropa de los presentes para recibir su benéfico influjo.

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Las imágenes que hacen referencia a la can ga nos sugieren lo siguiente (nos interesan especialmente las dos de en medio).

—El toro es muy bravo, tanto que los jóvenes se refugian en una especie de muro. Los mozos u lizan sus capas de ves r, el tradicional capote español, muy parecido al que se emplea en las corridas de ahora. Obsérvese al mozo que, protegido por la valla, ende el capote: ¿no es lo que hace el peón actual en el burladero?

—Uno de los jóvenes ene una cuerda gruesa con la que ata al toro. Por tanto, el toro nupcial del siglo XIII andaba atado durante la fiesta. ¿No sucede lo mismo hoy en muchos lugares de España?

—Otros jóvenes lanzan al toro armas arrojadizas: unas se clavan y otras están en el suelo. Son de dos pos: unas son como largos palos pun agudos; otras son pequeños arpones con adornos para facilitar la trayectoria. Son instrumentos de mano para estar cerca del toro, disfrutando del peligro y del lucimiento ante los demás. Podrían ser el origen de las banderillas.

Desde la Edad Media, la fiesta del toro nupcial se conservó hasta finales del siglo XIX, pasando de ser un ritual a una fiesta.

Por influencia de las clases populares, en el siglo XIII, se originó el toreo a pie, origen de la corrida moderna. La diversidad de fiestas en las que interviene el toro se consideran una prolongación del toro nupcial: toro de cuerda o ensogado (Beas de Segura), toro de San Marcos, etc.

Esta can ga ambientada en Plasencia es el primer tes monio más completo del origen de las corridas de toros, en opinión de Montero. Además de la costumbre del toro nupcial, aparecieron, como prolongación deformada de esta, las fiestas taurinas de carácter caballeresco, origen de las suertes de vara, muleta y posterior muerte.

Antonio Carretero Melo

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El Escalafón 2016

El escalafón es la clasificación de toreros, novilleros y rejoneadores según el número de festejos en que han par cipado y los trofeos obtenidos, en plazas de toros de España, Francia y Portugal —no se enen en cuenta fes vales ni novilladas sin picar—. De un total de ciento sesenta y tres matadores de toros que han actuado durante 2016, publicamos los quince primeros del escalafón; así como los diez primeros, de ciento cuarenta y dos novilleros, y los diez primeros rejoneadores de ciento siete. También incluimos otros seis espadas extremeños —además de Talavante, Perera y Garrido— que también han actuado esta temporada.

Fuente: Mundotoro 34

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E

l 24 de junio de 1896 hubo una corrida en Badajoz con el ganado de la ganadería de Palha. A propósito de ella, un aficionado, periodista, que se declara imparcial, escribe sobre los toros de Palha en el diario republicano La Región Extremeña, de la capital (número de 30 de junio). Nos ha llamado la atención que, a finales del XIX, hubiera la misma polémica que hoy: ¿los toreros eligen las ganaderías?, ¿los toreros de más renombre eligen ganaderías "facilonas"?, ¿los toreros desacreditan a conciencia las ganaderías que no les convienen? Pongamos un ejemplo u lizando al torero más mediá co, José Tomás: diez ganaderías preferidas por él suponen el 67,3% del total de sus actuaciones; de éstas, el 96,78% son del encaste Domecq y el 3,22 del de Murube (la información la tomamos de h p://banderillasnegras.blogspot.com.es/2013/02/las-10ganaderias-de-jose-tomas.html).

La ganadería de Palha se formó en 1848 con reses de origen portugués y de Concha y Sierra, Miura, Trespalacios y Veragua; lidió por primera vez en Lisboa en 1854 y en Madrid en 1862 (h p://ganaderias.toroslidia.com/ugv/). El periodista de La Región Extremeña se pregunta por qué la campaña de descrédito contra estos toros. Man ene que inició mucho empo atrás a par r de malos toreros: "de esos maletas que se gastan lo que ganan en pagar bombos periodís cos que revisteros asalariados publican a troche y moche".

Según él, es costumbre en los toreros llamar bueyes a todos los toros que no les permiten lucirse; y es mala costumbre en el público soler inclinarse en favor de los toreros, aunque el torero "no sepa lo que se dice, aun tratándose de toros". Los aficionados que van a los toros a chillar (les califica como "los aficionados de Villamelón"), a llamar ladrones a los picadores (el público siempre está en contra de éstos, escribe), a decir "bonito" y "viva tu madre" a cualquier matador, no ven más allá de sus narices, afirma.

El periodista no quiere alabar la ganadería de Palha.

Reconoce que en ella predominan los toros malos, como en casi todas; pero sos ene que entre los malos hay muchos buenos, y, entre éstos, algunos superiores. Por ello, el ganadero no merece el descrédito que los toreros le achacan.

Es verdad que ha dado algunas corridas de bueyes, pero

también es verdad que otros también: cita al Duque de Aranjuez, Concha y Sierra, Navarro y el Marqués de los Castrillones en la corrida de Beneficencia de Madrid; y a Ibarra, Miura, Sal llo, en Badajoz. ¿Por qué se cargan las ntas sobre los toros de Palha y no sobre otros de más renombre?, se pregunta. Porque "los coletas de alubión" que padecemos no enen recursos ni facultades con las reses buenas de Palha y " enen que disculpar de algún modo su ignorancia y su debilidad en el arte". Pone el ejemplo de El Algabeño: debido a su desconocimiento y al miedo, prac caba la suerte de modo dis nto al que requería el estado del toro.

Afortunadamente, va terminando el entendido gace llero, entre los aficionados de Villamelón, hay muchos que son de su erra y no se dejan engañar "por los dorados relumbrones del traje de los ¡¡maestros!!". En la corrida de Badajoz, hubo dos toros dignos de más honores que los que se le hicieron. Opina que es preferible ver una corrida de cinco toros malos con tal de que salga uno superior, a ver otra con seis toros "de pasta flora", que no dejan recuerdo entre los aficionados. Por ello, se felicitaba por que en la plaza de Badajoz se hubieran visto dos toros "superiores", de esos que los toreros rechazan. ¿Por qué?

De 1896 a 2016 han pasado 120 años. ¿Son válidas hoy las opiniones del aficionado decimonónico? Algunas comparaciones que suelen hacerse entre los seguidores de hoy y los de ayer es que los de hoy, cuando miran el cartel, se fijan en los toreros; los de ayer, en los toros. Hoy se valora, tal vez en exceso, el cortar orejas, salir a hombros... Que está muy bien, pero ¿qué po de animales había enfrente?

Muchos, hoy, estoy seguro de que comprenden las crí cas del periodista porque piensan que el verdadero torero es aquel que se enfrenta a toros "de verdad", a "toros toros".

Yo, que no soy un entendido, por opiniones de amigos que sí lo son, intento empezar a dis nguir, como el periodista del XIX, entre los toreros que se atreven con ganaderías "di ciles" y aquellos que lo hacen con toros "colaboradores". ¿Por dónde van los tiempos? ¿Toros o toreros?

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Antonio Carretero Melo

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PLAZA

DE TOROS BURGUILLOS DEL CERRO

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PLAZAS DE TOROS

DE LA PROVINCIA DE BADAJOZ Son numerosos los pueblos y ciudades de la provincia de Badajoz que cuentan con plazas de toros, a con nuación mencionaremos algunas de ellas, ofreciendo datos sobre categoría que ostentan, número de espectadores que pueden acoger y fecha de inauguración. En esta edición, y en sucesivos números de El Temple, trataremos de ir ampliando información de cada una de las plazas de toros de la provincia de Badajoz.

LOCALIDAD

CATEGORIA CATEGORI

AFORO

FECHA INAGURACION

ALBURQUERQUE

TERCERA

4.500

Finales del siglo XX

ALMENDRALEJO

TERCERA

3.800

29 sep embre 1843

BADAJOZ

SEGUNDA

13.000

24 de junio de 1967

CALZADILLA DE LOS BARROS 1

TERCERA

1.300

29 de marzo de 2015

BARCARROTA

TERCERA

4.800

Año 1859

BIENVENIDA

TERCERA

1.500

Año 1992

BODONAL DE LA SIERRA

TERCERA

3.000

Finales del S. XVIII

CABEZA LA VACA

TERCERA

3.500

Año 1855

FREGENAL DE LA SIERRA

TERCERA

4.000

Año 1845

FUENTE DEL MAESTRE

TERCERA

2.500

Año 1828

FUENTES DE LEON

TERCERA

2.000

Octubre de 1885

HERRERA DEL DUQUE

TERCERA

3.700

Año 1950

HIGUERA LA REAL

TERCERA

2.500

14 de sept. de 1904

JEREZ DE LOS CABALLEROS

TERCERA

4.500

Año 1862

LA PARRA

TERCERA

1.000

S. XVI

LLERENA2

SEGUNDA

2.600

27 de sep embre de

MERIDA

SEGUNDA

8.000

5 de julio de 1914

OLIVENZA

TERCERA

5.400

Año 1868

PUEBLA SANCHO PEREZ

TERCERA

2.500

S. XVI3

USAGRE

TERCERA

800

15 de sep embre de

VALENCIA DEL VENTOSO

TERCERA

1.500

S.XVII

VILLAFRANCA DE LOS BARROS

TERCERA

4.000

18 de julio de 1992

VILLANUEVA DEL FRESNO4

TERCERA

3.600

Construida en 19105

ZAFRA

TERCERA

4.800

18 de agosto de 1844

Fuentes :Diputación de Badajoz 6 y Unión de Criadores de Toro de Lidia7 1 Información facilitada por el Ayuntamiento de la localidad 2 Id. 3 Según algunas fuentes, la plaza de toros más an gua de España. Honor que se disputa con la plaza salman na de Béjar.

4 Información facilitada por el Ayuntamiento de la localidad.

5 Reinaugurada el 22 de agosto de 2010.

6 Edición de tarjetas postales El patrimonio taurino en tus manos y folleto Los toros en Extremadura..

7 Catálogo de la Unión de Criadores de Toros de Lidia del año 2010.

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ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA “EL TEMPLE” las mencionadas anteriormente, también ostentan la dis nción de plazas de segunda categoría las de Colmenar Viejo y Olivenza.

El Reglamento asigna también el peso mínimo de los toros. El peso mínimo en plazas de primera categoría es de 460 kilos, en las de segunda de 435 y 410 en las de tercera categoría, en las úl mas también permite que el pesaje pueda hacerse con posterioridad, debiendo dar la res al menos 258 kilos en canal. El número de toros sobreros, cuando las reses a lidiar fueran hasta seis, será al menos de uno en plazas de segunda y tercera categoría y al menos de dos en plazas de primera. Caballos de picar deberá haber seis en las plazas de primera y cuatro en el resto.

El peso, la ganadería y mes y año de nacimiento de las reses de corridas de toros o de novillos con picadores en las plazas de primera y segunda categoría será expuesto al público en el orden en que han de ser lidiadas, así como igualmente en el ruedo previamente a la salida de cada una de ellas.

En España enen la categoría administra va de plazas de toros de primera las de Barcelona, Bilbao, Córdoba, Madrid, Málaga, Pamplona, San Sebas án, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

La categoría de las plazas de toros está regulada por el Reglamento de Espectáculos Taurinos, en el Real Decreto 145/1996, de 2 de febrero; que en su ar culo nº 23, entre otras cosas, dice que las plazas de toros permanentes se clasifican, por su tradición o por razón del número y clase de espectáculos taurinos que se celebren en las mismas, en tres categorías; clasificándose en la primera categoría las plazas de las capitales de provincia y de las ciudades en que se vengan celebrando anualmente más de 15 espectáculos taurinos, de los que 10, al menos, habrán de ser corridas de toros. Las plazas de toros de las capitales de provincia no incluidas en lo dicho anteriormente, así como las de las ciudades que se determinen por el órgano competente, se considerarán de segunda categoría. Las restantes plazas están incluidas en las de tercera categoría, quedando en todo caso las no permanentes y las portá les some das a normas específicas.

La plaza de toros de Mérida, pese a no ser la ciudad capital de provincia, ya venía considerándose plaza de segunda con anterioridad al Reglamento de 1996; también ocurría con las plazas de Algeciras, Aranjuez, Cartagena, Gijón, Jerez de la Frontera, Linares, Puerto de Santa María y la madrileña de Vistalegre (Carabanchel). La plaza de toros de Mérida conserva la calificación de segunda categoría por tradición y por ser la ciudad capital de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Además de

Apolonio Conde Olmedo

DO AO Antonio M. Aguilar Zarallo Panaderia y Bolleria Especialidad en pan de leña y pan de bra

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El pan, mucho mas que un alimento

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c/ Antonio Hurtado 11. Cáceres

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