Honduras | hist-005 - historia de radioemisoras y locutores

Page 1

de la radio en Honduras La radio ha sido cautivadora para mí, y de gratos recuerdos. De mi papá, cuando escuchaba la TGW y su marimba, en el viejo radio Philips de tubos que todavía conservo, y que acionó a la onda corta. De cuando fui locutor en la Intercontinental y la Monumental, y director de Corporación Telemar, radio y tv en Tela. De mis lecturas en libros como “Los Pioneros”, y en uno de mis favoritos en la Biblioteca Nacional (608.7 S766: Grandes Inventos y Grandes Inventores, de L. Sprage de Camp), en el que me deleitaba cuando “mataba tiempo” esperando la primera función al Cine Variedades. Y ahora, recolectando escritos.

Z

Según la historia de la radiodifusión en Honduras, la primera planta transmisora que se instala en el país fue la emisora que se identicaba con las siglas HRP-1, (El Eco de Honduras), que operó en San Pedro Sula desde 1929, y que dos años más tarde cubría el territorio nacional con sus transmisiones. Según investigaciones, HRP-1 no surgió en 1934, tal como se asegura en el libro “Los Pioneros”, sino a nales de 1929, tal como se desprende de un artículo del profesor G. Hugo Escoto, publicado en el libro de Idioma Nacional del Tercer Curso del Ciclo Común de Cultura General del profesor Rubén Antúnez C. segunda edición hecha en San Pedro Sula, en el año de 1964, página 25, que titula "Precursores de la Radiodifusión de Honduras" y que se reere al fundador de HRP-1, doctor Manuel Escoto, como la persona que inaugura la época de la radiodifusión en el país. He aquí lo que arma entre otras cosas, el autor del mencionado artículo al referirse a Don Manuel Escoto, "como un gran soñador y un el enamorado del arte, fue el propulsor de la cultura artística y fue así como en el año de 1929, compró al señor José Garaycochea de nacionalidad cubana, una estación de radio local que Garaycochea había hecho con rudimentos anticuados para la propaganda comercial. A esta estación de radio la denominó Escoto, "El Eco de Honduras" y la mejoró e impulsó grandemente al grado que el 12 de julio de 1931, pudo cubrir el perímetro patrio con sus transmisiones, y aun más allá, pues por reportes de un amigo embarcado como marinero en los barcos de la United Fruir Company, en las costas de Estados Unidos de América". Hasta aquí parte de lo expresado por el autor del artículo, referente al doctor Manuel Escoto, a quién lo calica como el pionero hondureño de la radiodifusión en el país. Otro dato muy signicativo en el artículo del mismo autor, para no dejar lugar a dudas sobre cual fue la primera emisora que se instaló en Honduras, es el siguiente: "Al pedir al gobierno el permiso de ponerla al servicio del público, le asignaron las letras de registro HRP y Manuel Escoto, le agregó a estas letras el registro número UNO (HRP-1), por ser esta la primera

radioemisora fundada en Honduras". Ciertamente, de no ser la primera estación que se instala o se funda en el país, ¿por qué habría Manuel Escoto de agregarle a las siglas el número 1, si no es para que la distingan y la denan en su categoría como la primera radioemisora de un hondureño?. Algo más, en entrevista sostenida con la periodista Ilsa Díaz Zelaya, hija del General Filiberto Díaz Zelaya, persona ésta última que después de la muerte del doctor Escoto en 1938, se hizo cargo de la HRP-1 en calidad de propietario, la periodista conrma que en efecto, después de HRV, La Voz del Trópico, la siguiente emisora que surge en Honduras fue El Eco de Honduras, HRP-1 emisora que había adquirido su padre. Lo mismo armó el conocido locutor sampedrano ya fallecido, donde Víctor Manuel Rodrigues, quien fue uno de los primeros animadores de programas radiales transmitidos por HRP-1. "Cabe el honor al bardo hondureño, el amapalino Manuel Escoto, el alto honor de haber sido el precursor de la radiodifusión en el país", dijo. Aunque el nacimiento de la radiodifusión en nuestro país se inicia ocialmente en 1921, cuando el gobierno concedió a la Tropical Radio, apéndice de la United Fruit y hermana de la Tela Railroad Company, la franquicia de las ondas herzianas en una absurda concesión por 99 años, sirvió de enlace entre los barcos que transportaban banano y tierra rme. Don Víctor argumentó que en 1929, en San Pedro Sula un personaje de origen cubano, llamado José Garaycochea, había logrado armar, un aparato transmisor en forma rudimentaria, con piezas anticuadas, lograba transmitir con un aparato rudimentario, primitivo, propaganda comercial para el comercio local. Era más que todo un sistema de alto parlantes que emitía sonidos que eran captados por una frecuencia a pocas cuadras, pero que luego se fue perfeccionando. En ese mismo año, el poeta Manuel Escoto, compra al señor Garaycochea todo el equipo y lo mejora, hasta convertirlo en una nueva radioemisora. Recuerda don Víctor Manuel Rodrigues, que al mejorar los equipos, la emisora "El Eco de Honduras", se escuchaba por toda la región, con beneplácito de todo el pueblo sampedrano. Sus conciertos de música clásica fueron notorios. El poeta Escoto seguía mejorando su emisora al extremo que el 12 de julio de 1931 pudo escucharse por primera vez a nivel nacional. Antes de 1933, el gobierno no intervenía en asuntos de frecuencias ni de radioemisoras, pues no existía una institución que se dedicara a la tarea de lleva un control de las frecuencias y tener un dominio sobre los propietarios de las radioemisoras. Se conoce que a principios de 1933, se mejoró y se aumentó la potencia al transmisor de El Eco de Honduras a mil wats, marca Lafallete, para ello colaboraron los ingenieros Jesús Campos Escoto, Kennet See y Jonnhy Grifn y con la ayuda económica

del empresario don Juan R. López. Manuel Escoto, en agradecimiento, bautizó a su nueva emisora así: J.R.L. “El Eco de Honduras”, aún y cuando no existía disposición ocial para usar tales siglas. Los hermanos Bográn, Antonio, Román, Concepción y Betulia, hijos del expresidente Luis Bográn, brindaron al progresista propulsor de la radio una amplia colaboración, al extremo que por mucho tiempo la emisora funcionó en una de sus casas, dentro del histórico tapial de los Bográn, en la cuadra que hoy forman la primera y segunda calles sur-oeste y sexta y séptima avenida en San Pedro Sula. Después de Manuel, vivieron otros locutores jóvenes y entusiastas, como Hugo Escoto, Cirilo Montes Zúniga y otros que fueron los primeros en este arte. A nales del año de 1932, llegó a San Pedro Sula, el general Filiberto Díaz Zelaya, y desde entonces trabajó con el poeta Escoto quién falleciera el 4 de mayo de 1938. A partir de esa fecha y luego de transacciones económicas, Díaz Zelaya se hizo cargo de la empresa radiodifusora. El Eco de Honduras, empezó a transmitir ya en 1930 conciertos con la marimba Usula, animada por los locutores Arturo Nuila y Carlos Rivera, quienes también incursionaron en programas deportivos. Posteriormente se incorporaron el salvadoreño Joaquín Aparicio, Arturo Gómez Mujíca y Francisco Moreno Litleton, ambos mexicanos, ya fallecidos. Según nuestras pesquizas, que se resumen en documentos que tuvimos a la vista en 1992 tales como artículos de revistas, facturas, cartas y testimonios de profesionales de la locución, así como de personas particulares nacidos entre los años 20, 30 y 40 no puede haber duda que "El Eco de Honduras" fue la emisora pionera de la radiodifusión nacional. La segunda emisora, propiedad de hondureños fue HRN, fundada el 1 de noviembre de 1933. Su propietario en aquel entonces la bautizó con el nombre de "La Voz del Comercio", pero más tarde toma el nombre de la "La Voz de Honduras", como actualmente se le conoce en el mundo de la radiodifusión. Su propietario fue Don Rafael Ferrari. Al fallecer éste, asume la responsabilidad de continuar desarrollando el proyecto su viuda doña Rosario V. de Ferrari. La industria de la radiodifusión en Honduras nace en 1929, y ya en 1955 había 18 estaciones de servicio, lo que demuestra la aceptación de este medio de comunicación. Así por ejemplo, en 1935 el doctor Miguel R. Moncada, asociado con otra persona, instalan en la ciudad puerto de La Ceiba otra radioemisora a la que se le asigna las siglas HRD-2 conocida como La Voz de Atlántida. Las tres radioemisoras, HRP-1, El Eco de Honduras en San Pedro Sula, HRN, La Voz del Comercio en Tegucigalpa y HRD-2 La Voz de Atlántida, en La Ceiba, no tuvieron competencia hasta el año de 1948 en que se establece HRQ en San Pedro Sula y HRLP Radio América en Tegucigalpa en 1949. Posteriormente y en vista de las facilidades que daba Comunicaciones Eléctricas para operar, surgen otras emisoras en los diversos departamentos del país tales

1.

© 20150804 | ricardopintorivera@gmail.com Encontrado en internet, editado y mejorado. Se agradecen correcciones y mejoras.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Honduras | hist-005 - historia de radioemisoras y locutores by José Ricardo Pinto Rivera - Issuu