Dominical 1 Abril 2012

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decían unos a otros en son de burla: S. A otros salvó, pero Él mismo no puede salvarse. ¿No era el Mesías, el rey de Israel? Que se baje ahora de la cruz, para que veamos y creamos. C. También los que estaban crucificados con Él lo injuriaban. Al mediodía, se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde; y a esa hora, Jesús exclamó con voz potente: + Elohí, Elohí, lemá sabactani. C. Lo que quiere decir: + Dios mío, Dios mío, ¿por qué me abandonaste? C. Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: S. Este está llamando a Elías. C. Uno corrió a empapar una esponja en vino ácido, y poniéndola en la punta de una caña, quería darle de beber diciendo: S. Esperemos a ver si viene Elías a bajarlo. C. Pero Jesús, dando un gran grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Y al verlo expirar así, el centurión, que estaba frente a Él, exclamó: S. ¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios! (15,1-39)

Celebrante: Palabra del Señor. Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús. Credo de los Apóstoles: Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.

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ORACIÓN DE LOS FIELES

Presidente: Hermanos, dispuestos a morir y a resucitar con Cristo oremos, diciendo: Todos: Dios de Amor, escucha y ten piedad 1. Por la Iglesia católica para que viva estos días de gracia en oración, celebración y santificación y de testimonio del amor de Dios en el mundo.

2. Por los gobernantes de las naciones y de los pueblos, para que ofrezcan a los ciudadanos días de paz y de prosperidad y obren con honestidad. 3. Por los niños, por los jóvenes y por las familias, para que vivan esta Semana Santa unidos a los sentimientos de Jesucristo y junto a Él se renueven. 4. Por todos nosotros para que identificados con Jesucristo, demos testimonio de su entrega y anonadamiento y lo sirvamos con humildad.

Semanario Litúrgico

D OMINICAL ABRIL 1 DE 2012 AÑO 16 No.807 Somos Iglesia Católica DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR- CICLO B

Publicación Pastoral de la Arquidiócesis de Cali. Textos Bíblicos tomados del Leccionario / Dominical del Episcopado Colombiano Editor: Centro Pastoral de Catequesis Teléfono: 667 3906 E-mail: catequesiscali@gmail.com Logística: Relitex Asesores en Comunicaciones, Calle 28 Nte. No. 4N - 88 Teléfono: 667 0936 - 315 584 5834 E-mail: relitex3@yahoo.com

(Intenciones particulares de la Comunidad)

Presidente: Dios nuestro, escúchanos y llénanos de los sentimientos de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

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ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por la pasión gloriosa de tu Unigénito llegue pronto, Señor, a nosotros tu perdón; y, aunque nuestras obras no lo merezcan, que la mediación de este sacrificio único nos haga recibir tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.

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ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con este santo sacrificio, te pedimos suplicantes, Señor, que, así como por la muerte de tu Hijo fortaleciste en nosotros la esperanza de obtener cuanto la fe nos promete, nos concedas, por su resurrección, la plena posesión de la gloria que anhelamos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Canto de Comunión: 1. Tú Reinarás, este es el grito, que ardiente exhala nuestra fe, tú reinarás oh Rey bendito pues tú dijiste: reinaré. Reine Jesús por siempre, reine su corazón, en nuestra patria y nuestro suelo, te proclamamos Rey de Amor (bis). 2. Tú reinarás dichosa era, dichoso pueblo con tal Rey, será tu Cruz nuestra bandera, tu amor será ya nuestra ley.(Coro). 3. Tú reinarás en este suelo te prometemos nuestro amor. Oh Buen Jesús, danos consuelo en este valle de dolor. (Coro). 4. Tú reinarás, reina ya ahora en esta casa y población, ten compasión del que te implora y acude a ti en aflicción. (Coro).

MENSAJERÍA ESPECIALIZADA Y CARGA Bogotá: (1) 565 7070 - Cali: (2) 4101379

Arquidiócesis de Cali

Vicaría para la Evangelización

LA PASIÓN DEL SEÑOR

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onición: Queridos hermanos: después de haber preparado nuestros corazones desde el principio de la Cuaresma, con obras de penitencia y de caridad, nos reunimos hoy para iniciar con toda la Iglesia la celebración del misterio pascual de nuestro Señor Jesucristo, es decir, su pasión y su resurrección. Para consumar este misterio Él mismo hizo su entrada a Jerusalén, su ciudad. Por eso, conmemorando con fe y devoción esta entrada salvífica, sigamos al Señor para que, participando por la gracia de los frutos de su cruz, tengamos también parte en su resurrección y en su vida. Oración: Dios todopoderoso y eterno, santifica con tu bendición estos ramos, para que nosotros, que seguimos exultantes a Cristo Rey, podamos llegar, por Él, a la eterna Jerusalén. P. J. N. S.

+ Del Santo Evangelio según san Marcos Cuando ya se acercaban a Betfagé, y a Betania, en el Monte de los Olivos, camino de Jerusalén, mandó Jesús a dos de sus discípulos y les dijo: “Vayan al pueblo que está al frente. Al entrar, encontrarán un burrito amarrado, en el que nadie ha montado todavía. Suéltenlo y tráiganlo. Y si alguien les pregunta por qué lo hacen, díganle: el Señor lo necesita, pero enseguida lo va a devolver.” Ellos se fueron y encontraron afuera, en la calle, un burrito amarrado a la puerta de una casa, y lo soltaron. Entonces algunos que estaban ahí parados les dijeron: “¿Qué hacen soltando ese burrito?” Ellos respondieron lo que Jesús les había dicho, y los otros los dejaron. Le llevaron a Jesús el burrito, le pusieron encima las capas, y Jesús, se montó. Muchos

alfombraron el camino con sus capas, y otros con ramas cortadas en el campo. Y los que iban delante y detrás gritaban: “¡Hosanna! ¡Bienvenido en el nombre del Señor! ¡Bienvenido el reinado de nuestro padre David! ¡Hosanna en el cielo!” (11,1-10) Celebrante: Palabra del Señor. Todos: Gloria a ti Señor, Jesús. Procesión: Amadísimos hermanos, imitemos a las muchedumbres que aclamaban a Jesús, en su entrada a Jerusalén y, vayamos cantando y glorificando a Dios para celebrar sus maravillas. Avancemos en paz en el nombre de Cristo. Amén. Antífona: Los niños hebreos llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor, aclamando: ¡”Hosanna en el cielo!”


Celebremos La Eucarístia DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

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AMBIENTACIÓN DE ENTRADA

Comentador: Con el Domingo de Ramos damos comienzo a la Semana Santa. Hagamos de este acontecimiento Pascual el mejor momento para acercarnos a Dios, para contemplar a su Hijo redentor y salvador, para reorientar nuestras vidas hacia el encuentro con el Señor. Reconciliémonos con nuestros hermanos y oremos por quienes permanecen indiferentes a la celebración de estos días santos.

Acto Penitencial: Celebrante: Al comenzar esta celebración eucarística, pidamos a Dios que nos conceda la conversión de nuestros corazones, así obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra comunión con Dios y con nuestros hermanos. Celebrante: Señor ten misericordia de nosotros. Asamblea: Porque hemos pecado contra ti. Celebrante: Muéstranos, Señor, tu misericordia. Asamblea: Y danos tu salvación.

Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a

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ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, por cuya voluntad nuestro Salvador se hizo hombre y murió en la Cruz para dar al género humano ejemplo de humildad, concédenos, en tu bondad, que aprendamos las enseñanzas de su pasión y merezcamos participar de su resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA Comentador: La liturgia de la Palabra de este Domingo de Ramos, nos muestra la humillación del Hijo de Dios, hasta entregar su vida por amor a

la humanidad. Dios lo exaltó y como nos dice San Pablo: “Le concedió el nombre que sobrepasa todo nombre”. Con especial atención escuchemos la Pasión del Señor, identifiquémonos con su dolor y en actitud de silencio y de escucha, contemplémoslo y adorémoslo.

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LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS

El Señor me ha dado labios persuasivos para saber decir una palabra de aliento a los cansados. Cada mañana pone alerta mi oído para que escuche dócilmente. El Señor me abrió el oído, y yo no he opuesto resistencia ni me he vuelto atrás. He dejado que me azoten las espaldas y me arranquen la barba. No he escondido el rostro a los que me insultaban y escupían. El Señor es quien me ayuda, por eso no me rindo a los insultos. Por eso me mantengo firme como roca, y estoy seguro de que Él nunca me defraudará. (50,4-7) Lector: Palabra de Dios Asamblea: Te alabamos Señor

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SALMO RESPONSORIAL

Lector: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Todos: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Salmo: 22(21) — Todos al verme se burlan de mí, hacen visajes,

menean la cabeza: “Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre si tanto lo quiere.” — Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos. —Se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica. Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. —Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. Fieles del Señor, alábenlo; linaje de Jacob, glorifícalo; témelo, linaje de Israel.

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LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS FILIPENSES

Cristo Jesús, siendo de condición divina, no se aferró a su igualdad con Dios; al contrario, se anonadó a sí mismo y tomó la condición de esclavo. Hombre igual a todos y con las apariencias de un hombre cualquiera, se humilló haciéndose obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo encumbró sobre todos y le concedió el nombre que sobrepasa todo nombre; de modo que al oír ese nombre, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en el infierno, y toda boca reconozca, para gloria de Dios Padre, que Jesucristo es el Señor. (2,6-11) Lector: Palabra de Dios Asamblea: Te alabamos Señor

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ANTES DEL EVANGELIO

Lector: Cristo se hizo por nosotros obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo encumbró y le concedió el nombre que sobrepasa todo nombre. PASIÓN DE N.S.J. SEGÚN SAN MARCOS

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(Forma breve) C. Y enseguida, al amanecer, los sumos sacerdotes, reunidos con los ancianos y los escribas, o sea todo el sanedrín, tomaron su decisión, ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó: S. ¿Eres tú el rey de los judíos? C. Él le respondió: + Tú mismo lo dices. C. Los sumos sacerdotes presentaron muchas acusaciones contra Él. Pilato volvió a preguntarle: S. ¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te acusan. C. Pero Jesús tampoco respondió nada entonces, de modo que Pilato estaba extrañado. En cada Pascua Pilato les dejaba libre un preso, el que la gente pidiera. Había un hombre llamado Barrabás, que estaba preso junto con unos agitadores que en una revuelta habían cometido un asesinato. El pueblo entonces subió y empezó a pedirle a Pilato

que les hiciera la concesión de costumbre. Pilato les preguntó: S. ¿Quieren que les deje libre al rey de los judíos? C. Él se había dado cuenta de que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes azuzaron al pueblo a pedir que más bien les dejara libre a Barrabás. Pilato volvió a preguntarles: S. ¿Y qué hago con el que llaman “rey de los judíos”? C. Pero la gente gritó de nuevo: S. ¡Crucifícalo! C. Pilato les preguntó: S. ¿Y qué crimen ha cometido? C. Pero ellos gritaban con más fuerza: S. ¡Crucifícalo! C. Pilato, accediendo al deseo del pueblo, les dejó libre a Barrabás, y mandó que después de azotar a Jesús se lo llevaran a crucificarlo. C. Los soldados lo introdujeron en el palacio, es decir, en el Pretorio, y reunieron a toda la tropa. Lo vistieron con un manto rojo, trenzaron una corona de espinas y se la pusieron. Luego comenzaron a saludarlo diciéndole: S. ¡Viva el rey de los judíos! C. Y le pegaban en la cabeza con una caña, lo escupían, se arrodillaban delante de Él y le hacían reverencia. Terminada la burla, le quitaron el manto rojo, le pusieron su ropa y se lo llevaron para crucificarlo. En el camino obligaron a un tal Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que llegaba del campo, a cargar la cruz de Jesús. Llevaron a Jesús al Gólgota, que quiere decir Lugar de la Calavera. Allí querían darle vino mezclado con mirra, pero Él no lo recibió. Entonces lo crucificaron. Y se repartieron su ropa echándola a suerte, para ver qué le tocaba a cada uno. Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron. Había un letrero para indicar la causa de su condena, que decía: “El rey de los judíos”. Con Él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Los que pasaban lo injuriaban; sacudían la cabeza y decían: S. ¡Ajá! ¿No ibas a destruir el santuario y a reconstruirlo en tres días? ¡Sálvate a ti mismo, bajándote de la cruz! C. También los sumos sacerdotes y los escribas se


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