La Ingeniería de Mantenimiento se manifiesta como un proceso de mejora continua, apuntando al rediseño permanente de los equipos e instalaciones, para maximizar la eficiencia de los equipos e incrementar la disponibilidad total de los mismos, a través del proceso permanente, de cuestionarse si el diseño actual del equipo es el más adecuado o si se debe cambiar parcial o totalmente.