Qué de especial hay en ver una obra de teatro, o un pasacalle al ritmo de bachata y cumbia, es llamativo saber que sorpresas encuentra uno en un burdel o porqué leeríamos la carta de una sexagenaria, también nos hicimos esas preguntas cuando preparábamos este número, y encontramos las respuestas al momento de revisar los artículos, es interesante ver un carnaval más movido que un hiperactivo niño y más pícaro que cualquier casanova, pero lo que lo hace más singular es ver que quienes desfilan en él, son personas no menores de los 50 años, y que se puede esperar de un historia en la que se habla del teatro con personas que podrían ser nuestros apapachado res abuelos ni que decir del manifiesto de una señora mas lucida e inteligente que cualquier joven, a sus 64 años… simplemente aprender