TROZOS, RESTOS, DESPOJOS. Es Cultura Selvática

TROZOS,

FERNÁNDEZ

RESTOS, DESPOJOS · ES CULTURA SELVÁTICA

RAMIRO

RAMIRO FERNÁNDEZ TROZOS ,

RESTOS ,

DESPOJOS

·

ES CULTURA SELVÁTICA

ESTÍMULOS A LA CREACIÓN Y AL DESARROLLO ARTÍSTICO 2009 QUINTANA ROO CREADORES Y EJECUTANTES CON TRAYECTORIA · ARTES VISUALES

Bernard Faucon

Al ﾃ］ima de La Selva

Mi agradecimiento sincero para mi maestra, Alicia Ferreira; Rocﾃｭo Ochoa; Michelle Moreno; Cﾃｩsar Mﾃ｡rquez; Mariello Fedele; CONACULTA; la SCQR y todos aquellos que me brindaron su ayuda desinteresada para realizar este proyecto.

PREFACIO Si nos internamos en las selvas del estado de Quintana Roo, podremos encontrarnos con una enorme cantidad de trozos de madera esparcidos en sus terrenos, producto, en el mejor de los casos, del rayo que derribó un árbol durante una tormenta o del viento furioso de cierto huracán pasajero, pero en la mayoría de ellos, restos de la tala inmoderada, de la explotación inhumana que busca la extracción de madera recta para la construcción de palapas y muelles, en auge desde hace más de treinta años a todo lo largo de la Riviera Maya. Estos residuos abandonados en la selva, comienzan a pudrirse, llegando a ser con el tiempo, inservibles despojos de lo que antes fueron árboles llenos de esplendor y de vida.

Al transitar por estos hermosos parajes, y ver estos restos de madera esparcidos en el suelo rocoso, no puede dejar de llamarnos la atención la belleza de sus siluetas retorcidas y bifurcadas, sus tersas y rugosas texturas que, de inmediato, tal y como se encuentran allí tirados, nos sugieren formas escultóricas llenas de dinamismo, sensualidad y grandeza. ¿Qué hacer con tanta belleza expuesta a los ojos de nadie? Tirada en la jungla y sujeta a su descomposición a causa de los elementos, sin realmente contribuir sensiblemente al ciclo biológico que en el entorno la naturaleza realiza.

Desde pequeño fui dado, como muchos niños siempre lo han hecho, a la recolección de objetos abandonados a mi paso. En

banquetas y parques, paseos campestres o ruinas arqueológicas, siempre recogí restos de algo, latas oxidadas, piedras, alambres retorcidos, y todo lo que se me insinuara desde el suelo. Con ellos construía juguetes y piezas de imaginería, modificando apenas sus componentes y apariencia; piezas que satisfacían mi creatividad y que terminaban expuestas en mi habitación, sólo para mi beneplácito.

Sin abandonar la costumbre –y la experiencia-, pasé a la edad adolescente y luego a mi juventud. En ella, como parte de mi formación artística autodidacta, descubrí a Marcel Duchamp y el concepto del readymade: el objeto encontrado y dignificado por voluntad del artista, concepto que como tal, no le pertenece, ya que además de él, el niño, y hasta el chamán, recogen las plumas, las piedras, o los objetos que a su paso les llaman y que entablan con ellos una relación personal. Éste acto lleva a místicos y artistas, a través de la relación con el objeto, al poder, al rito, y al gozo y al placer personal, que luego podrán compartir con sus semejantes mediante un conjuro o una obra de arte.

Además del inminente desperdicio de material artístico y estético arriba descrito, y en estos tiempos en que los recursos naturales se agotan, es también pertinente pensar, con mayor sensatez, en el reciclaje. Y siendo la madera un material de expresión artística por excelencia, sin importar época o corriente alguna, creo que es justo recuperar y dignificar estos despojos mediante su utilización, en éste caso, en el quehacer escultórico. La calidad de estos trozos, además del tamaño y cantidad en que se los encuentra, es apta para traba-jos serios de escultura, ya sea en su modalidad de talla o en la de montaje, pudiéndoseles combinar con otros materiales, también reciclados, como el metal, el plástico o los deshechos tecnológicos e industriales.

Este proyecto podrá influir en las comunidades rurales del estado, volviéndolas senacerca de los usos que le pueden dar a este

pueden dar a éste recurso -además de la extracción de madera para fines comerciales-, a su disposición de manera abundante. Así mismo, volverlas más conscientes de la urgencia de reforestar las áreas selváticas afectadas. También podrá ser una fuente de inspiración conceptual y estética para artistas, creadores y público en general, además de contribuir a fomentar una cultura de reciclaje y sustentabilidad en las comunidades rural y urbana.

Para las realización de este proyecto, instalé un centro de acopio de pedacería de madera proveniente de los alrededores inmediatos, en el área selvática de la Ruta de los Cenotes, en el municipio de Puerto Morelos, con un taller para la elaboración de piezas escultóricas in situ, es decir, producidas y ejecutadas en el mismo entorno de donde proviene el material usado en su elaboración, la pedacería de madera, para su posterior traslado a la ciudad.

El resultado es esta serie de esculturas de mediano y pequeño formato. A los trozos de madera recolectados, no se les trató como una simple dotación de materia prima para su ejecución, sino como piezas abocetadas por la naturaleza, que esperaban ser descubiertas –y a las cuales hice apenas ligeros ajustes y modificaciones-, para poder, al fin, llegar a ser obras escultóricas terminadas y, de esta manera, integrarse a la comunidad.

La parte final de la propuesta, es la de llevar a cabo la exposición, de manera iti-nerante, de las piezas producidas en dicha experiencia, por casas de la cultura, plazas y espacios públicos adecuados para ello alre-dedor del estado, dando debida cuenta del concepto que las originó, y su proceso de ejecución.

Ramiro Fernández Cancún, México Antonio Cristerna

DESNUDA. Detalle y foto de portada ZAPOTE 170 x 54 x 33 cm

ARCO ZAPOTE 118 x 35 x 30 cm

TRÍO ZAPOTE 124 x 38 x 36 cm

TORSO CHAKTÉ 34 x 39 x 25 cm

TORSO CHAKTÉ 39 x 39 x 18 cm

TANGO ZAPOTE 116 x 62 x 30 cm Pag. ant. FUEGO ZAPOTE 151 x 49 x 40 cm

HITO TZALAM 182 x 32 x 32 cm

VIOLA DA GAMBA CEDRO BLCO. 169 x 47 x 40 cm

SOLA TZALAM 104 x 64 x 32 cm

PADRE E HIJO ZAPOTE 104 x 70 x 50 cm

DUAL ZAPOTE 66 x 22 x 24 cm

AMANTES ZAPOTE 60 x 29 x 23 cm

NINFA ZAPOTE 230 x 190 x 230 38 x 190 x 38 cm

TOTEM I PALMA 70 x 25 x 22 cm

TOTEM II PALMA 76 x 28 x 23 cm

TORSO TZALAM 34 x 22 x 12 cm

ESTUDIO PALMA 29 x 27 x 21 cm

BESTIA ZAPOTE 150 x 85 x 42 cm Pag. sgte. INVOCACIÓN ZAPOTE 152 x 80 x 53

FOTOGRAFร AS de Ramiro Fernรกndez, excepto: Pรกg. 7. Bernard Faucon , tomada de Cuentos de Lluvia y Luna, de Ueda Akinari.

Pรกg. 11. Antonio Cristerna, El artista trabajando en la selva.