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Felicia Poblete

Selección de poemas inéditos

Cajita con postal viñamarina

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No tiene tapa ¿cómo que no?

Ahí, la azulita con florcitas:

Castillos y pelícanos borde costero y retroexcavadora donde el Marga-marga se mete al mar por un banco de arena donde un piño liquida pisco puro cuando amanece el sábado y hay quienes tratan de trotar.

Nocturno de veinte veinte imaginas que recuerdas el pH el color en la fruta el quebrado vaso de una memoria o un recuerdo sin vivir más fuera del juego, espesa costra al piso –casi errata–por siete años más edad rango centímetros ramas trepan noche que mama luna crecimiento burdeo e insectos con nombres precisos e intercambiables letras –casi estrella–demasiado sol en la luna creciente.

Fémur nada de rodeos ni medias lunas ni medias naranjas las puras papas de calcetines de escobas que besan las huellas y se rompe la pala meto la cuchara en el alma es parte de mi cuerpo me adentro a su sonido de recado es un yunque me susurra vocales enseña a soñar despierta que le rece al parque que inventé

Reinterpretación por escrito

cauce saca a relucir su errancia hasta suena en ir, como si cantara mientras vemos sus párpados:

“tierra abajo según la altura piedras junto a los tobillos y descalzos pies dentro del agua: risas mediante, mariposas veo libélulas bajo la luna menguante el terror de los escarabajos el sistema de las ratas la oferta y la demanda, veo gente ante una salida de escape crisálidas amarillas habitadas por poblaciones [de murciélagos nefastos perros podridos que ladran todavía toneladas de hongos pesando igual que un día que una semana llena de sangre y minutos almejas servidas a la mesa dispuesta y armada hasta los dientes cubiertos, servilletas manchadas invernaderos abandonados cementerios visitados por abejas islas de botellas plásticas helicópteros desmantelados bajo la lluvia el desierto florido en los ojos de una niña una estampida de elefantes de vidrio buganvilias secas llenando una piscina plástica

Estrenos poéticos

veo grifos abiertos, la velocidad de los reptiles cámaras de seguridad girando uranio repartido en sacos de harina una blanca piedra a punto de sonar cascadas de monedas, veo avisos la puerta trasera del infierno carreras de galgos, trayectorias de aviones sobre [el Índico el Krakatoa en erupción de nuevo delicadas gacelas ardiendo llaves abriendo su inconciencia metálica multitudes practicando yoga pantallas en rojo y azul como lápices carpintero cines llenos de gente dormida diques desocupándose, despidos en masa albergues blancos en los polos boreales mantos en las cordilleras afligidas posas en las cumbres de Tiwanaku los ríos del mundo partiendo por el Ganges...”