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Briceño Contreras, bautizada así en honor del afamado compositor de Ay mi llanura, himno local. Allí mismo se encuentra el monumento del Centauro Llanero que rinde homenaje a las faenas llaneras y a la relación de los hombres de esa región con el caballo. También en el centro de la ciudad está la Casa Cultural Jorge Eliécer Gaitán. Después del asesinato de ese líder político, fue en el llano donde comenzaron los movimientos liberales armados del país que proclamaban su derecho al territorio. Dicho centro cultural resulta conmemorativo para esta región y un homenaje a un líder muy apreciado por los campesinos de su tiempo. La casa cuenta con un salón que lleva el nombre de otro llanero, el maestro Eduardo Carranza, el poeta de Apiay, autor de versos como: Aquí está el llano, extendido hasta el cielo, el llano sin principio ni fin, como mi alma; el llano que se prolonga de palmera en palmera, como el mar de ola en ola. Aquí está mi llanura, y en la palma de su mano, está la línea de la suerte de mi patria. Para cerrar el paseo por el centro nada mejor que dirigirse al Parque Infantil o Parque de los Periodistas, un pequeño pero agradable lugar que ostenta una majestuosa ceiba que con su sombra refresca las tardes en locales como el Café Santa Clara, donde se puede tomar un jugo natural o una comida ligera.
Explorando las cercanías Lleno de posibilidades para caminar y pasear, Villavicencio ofrece expediciones por diferentes rutas turísticas como La ruta de piedemonte (Restrepo, Cumaral, Villa
Nueva y Monterrey); La ruta del embrujo llanero (Acacías, Guamal, Castilla La Nueva, Granada, Fuente de Oro, San Martín del Meta, Puerto Lleras y San José del Guaviare); o La ruta del amanecer llanero (Puerto López y Puerto Gaitán). Un paseo corto y cercano se puede hacer tomando por la antigua vía a Bogotá y dirigiéndose al mirador La piedra del amor desde donde, dicen los locales, pueden verse los mejores amaneceres y se tiene la mejor vista sobre la ciudad. Si se va acompañado por un baquiano (o guía local), se puede adentrar por el sendero ecológico que desde allí comienza y observar las aves y la flora local de las sombreadas trochas del piedemonte. Otras caminatas para hacer, acompañado de algún guía local, son la de la vereda El Carmen, donde en horas de la tarde se ven muchos micos maiceros, o la que lleva al Parque Ecológico El Jardín Botánico, el río La Nevera y la Cueva de los Murciélagos. Dos rutas a lo largo de las cuales se aprecia la fertilidad del monte y la diversidad de especies. Sin duda, uno de los paseos indispensables en Villavicencio es el Bioparque Los Ocarros, ideal para visitar con niños y donde habitan animales que son parte del alma de esta región. En este agradable zoológico hay especies locales como el mismo ocarro o armadillo gigante, la anaconda o güio y el cachire o cocodrilo del Orinoco. Así mismo, un serpentario y un acuario de peces de río permiten conocer especies que rara vez se ven nadando, como el bagre, el nicuro, la cachama, el lechero, el picalón y la araguana. Especialmente conmovedor resulta observar las nutrias, los primates, erizos, la variedad de aves y de tortugas.
una iniciativa turística que, al igual que la finca Marsella y muchas otras por el estilo, ofrece la experiencia llanera pura a muy pocos kilómetros de Villavicencio. Sobre el lomo de un noble caballo, animal que inspira la cultura de esta región, se atraviesan diferentes paisajes como El rincón de los micos, la manigua y El camellón de las palmas; se cruzan ríos y caños y se termina con un refrescante baño en la cascada el salto del Ángel, después del cual se puede apreciar una demostración del trabajo en una hacienda llanera. Durante el trayecto seguramente se contarán algunas de las historias de la tradición oral de la región, sobre famosos espantos llaneros como el silbón, la bola de fuego y los diversos pactos con el diablo de los que se tienen noticia. También, cuentos como los de la palma de Choapo que, enamorada,
Vivir el Llano A muy pocos kilómetros del Bioparque Los Ocarros se encuentra la hacienda Gramalote, Vida nocturna
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