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siguen siendo machismo

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Por: Norma Montiel

Frases tan simples como el “sírvele de comer a tu hermano” o “vieja el último” son una clara muestra de las desigualdades que se dan entre hombres y mujeres.

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El término micromachismo fue acuñado por el psicólogo Luis Bonino Méndez en el año de 1991 para dar nombre a esos pequeños actos de violencia “son pequeños, casi imperceptibles controles y abusos de poder cuasinormalizados que los varones ejecutan permanentemente. Son hábiles artes de dominio, maniobras y estrategias que, sin ser muy notables, restringen y violentan insidiosa y reiteradamente el poder personal, la autonomía y el equilibrio psíquico de las mujeres, atentando además contra la democratización de las relaciones. Dada su invisibilidad se ejercen generalmente con total impunidad” (Bonino, 2004, p. 3).1

Aunque se consideren micromachismos no dejan de ser actitudes machistas y sexistas que siguen el discurso de toda sociedad patriarcal, que promulga una supuesta superioridad masculina ante la mujer. Son comportamientos que desafortunadamente aprendemos desde la infancia y que sin darnos cuenta transmitimos, hombres y mujeres, de generación en generación.

Estas “pequeñas violencias de baja densidad”, suelen ser peligrosas a lo largo del tiempo ya que son muy difíciles de detectar porque las asimilamos como hábitos o costumbres, o las confundimos con una simple falta de educación y las dejamos pasar, independientemente de los efectos nefastos que tienen en nuestra vida a corto, mediano y largo plazo.

Un micromachismo no es un ojo morado o un cuerpo encontrado en el baldío, no mata, no viola, pero sí forma parte de un sistema que permite la existencia de violencias mayores.

Aquí te dejamos algunos tips para que en nuestro quehacer cotidiano erradiquemos los micromachismos:

Reflexiona tu comportamiento cuando estas con chicas o tu novia. Para saber qué lenguaje estas utilizando y si este es ofensivo para ellas.

No repetir frases como: “Las mujeres no saben manejar”, “corres como niña”, “pareces vieja”.

Como hombre debes asumir que tienes sentimientos y emociones los cuales tienes que dejar expresar y permitirte llorar, si así lo necesitas.

Dentro de tu familia trata de ser incluyente en todas las actividades de la casa. Hombres y Mujeres por igual pueden realizar las mismas tareas.

Te compartimos este libro para que te enteres más sobre este tema.

“No son Micromachismos Cotidianos” de Claudia De la Garza y Eréndira Derbez https://bit.ly/libroMachismosCotidianos

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