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La única salida es por adentro - NICOLÁS PAULS

La única salida es por adentro

“La única salida es por adentro”.

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Eso escuché hace un tiempo y adhiero absolutamente a dicho ejercicio. Desde hace bastante camino por allí dándome respuestas a mí, buscándome, entendiendo que la única salida es el respeto y en el respeto está la respuesta más amorosa y digna. ¿De qué hablamos al hablar de veganismo? Creo yo, hablamos de respeto. Todo inexorablemente en la vida produce dolor en algún lado y cuanto menos dolor podamos causar más livianos iremos por esta etapa.

por Nicolás Pauls

No puedo concebir la idea de satisfacción cuando a su lado hay sufrimiento. Entonces hay que ser conscientes de cada acto en nuestra vida. Cada pequeño movimiento que hacemos tiene efecto en algún otro lado. Y ante eso yo me pregunto: ¿es necesario vestirse con ropas de cuero a sabiendas del dolor que eso provocó? ¿Es necesario matar animales para alimentarse? No, no lo es. Creo que en la vida todo es alimento y todo nos forma. Lo que leemos, lo que vemos, lo que ingerimos, lo que escuchamos hace a una persona y nutre el espíritu. En algún lugar todo eso va dejando huella y marca un camino. En mi caso por ejemplo, los discos que escuché influyen en mi manera de tocar música, los libros que leí en la forma de escribir o en el léxico al hablar, entonces ¿por qué no lo harían los alimentos que ingerimos en nuestra forma de manifestarnos?

Nicolás Pauls en VeganFest Argentina 2018

La comida en el comportamiento humano ocupa un lugar trascendental. Salirse de un círculo del cual nos quieren dejar presos es un ejercicio diariamente necesario. La connivencia total entre empresas, gobiernos y medios de comunicación hoy día es pavorosa. El alimento envenenado está producido por la misma empresa que luego te ofrecerá un supuesto remedio para curar lo que ellos inocularon. En las listas de los “precios cuidados” que gobierno tras gobierno se ofrece como la panacea para el ahorro están esos mismos alimentos enfermos que luego los medios de comunicación promocionaran en sus tandas publicitarias o en los formadores de opinión que conducen los programas que millones de personas verán. Claro, confían en que allí está la verdad, confían en la palabra del conduct@r de dicho magazine y hacía allí van, hacia la toxicidad total del espíritu. Repito, gobiernos, empresas y medios en connivencia ofreciendo veneno.

Desde chico observo con atención a los alimentos y a la educación como pilares fundamentales para construir con solidez el futuro. En los períodos formativos de la vida, primeros años de la misma, es necesario el buen alimento para desarrollar un intelecto sólido. Si el alimento es precario en su esencia se construirán generaciones dóciles para el sistema y con esto me refiero a todo lo que se ingiere: comida, lectura, televisión, medios de comunicación, etc.

Eso quieren y han querido siempre, que el rebaño sea fácil de dirigir. En todo este tiempo no he leído a ningún político del mundo (estos simplemente solo son voceros de las decisiones de otros, de aquellos que están por encima de los gobiernos y que son los que verdaderamente manejan al mundo) hablar sobre la importancia de mantener alto el sistema inmunológico para enfrentar cualquier cosa que se presente en la vida, sea un disgusto, un golpe, una tristeza, un virus, una pandemia o lo que sea. Es lógico que no comunicarán la importancia de fortalecerse y sí silenciarán a aquel que comunique eso por el simple hecho de que el sistema y el mal gobierno mundial quieren a la gente presa de su mensaje falaz. En su lugar sí hablan siempre del peligro generando inexorablemente miedo en muchos y de ese modo el sistema inmunológico quedará relegado a un lugar casi sin importancia y el ser humano a merced de que hagan con él lo que quieran. Es el tiempo del corazón y es por eso que lo considero un tiempo fundamental (y lo vengo expresando desde hace muchos años) para rehacer todo pero mejor. Escuchar al corazón, ese es el camino, el que provenga de allí siempre será claro y luminoso, el del amor, el de la verdad.

Pareciera ser que a lo largo de la historia prevaleció todo lo que imponía como guía al pensamiento, a la cabeza, dejándole espacios pequeños al camino del corazón y está demostrado explícitamente que ese camino condujo a que como civilización se llevaran las cosas al punto en donde están hoy, creo yo un punto nocivo, avaro, mezquino. Lógicamente estamos en un camino de aprendizaje y de eso se trata, de mejorarnos, de aprender y aprehender. Somos universos individuales, cada uno con su profundidad y plenitud. Vastos. Es natural que nos hagamos preguntas sistemáticamente. Creo que toda respuesta está allí adentro y es posible que no necesitemos una respuesta en palabras si hemos transitado la inquietud. El tránsito ya es una respuesta. La manifestación en palabras ya es un hecho, un acto en sí, después está el cuerpo que expresa otra forma de la acción. Acciones paralelas, la palabra y la acción, que al unirse forman una plenitud.

“Es natural que nos hagamos preguntas sistemáticamente. Creo que toda respuesta está allí adentro y es posible que no necesitemos una respuesta en palabras si hemos transitado la inquietud”

Nos toca limpiar el terreno. Limpiarlo de todo lo que nos han mostrado como verdades a seguir. De todo lo que nos han introducido como guía o mandamiento. Hay, en este tiempo, que rever todo lo visto y limpiar, limpiar mucho. Mucho trabajo hay por delante pero no deberíamos hacerlo del modo en que vimos como lo hicieron, silenciando lo anterior, tapando las voces ancestrales. Las ¨Colonizaciones¨ en gran medida hicieron eso, aniquilaron los conocimientos para sobre ellos crear una nueva voz. A lo largo de la historia eso fue lo que se hizo, callar, tapar. Redescubramos la esencia, busquemos el poder visceral de las semillas como generadoras de vida (o sea busquémonos, somos una semilla poderosa). Hay muchas maneras de vivir desde el corazón. Las plantas ancestrales medicinales, por ejemplo, proponen vivir desde ese lugar, proponen a la música, al canto, al baile como herramientas para iluminar el camino que se toma. Echan luz a cualquier camino oscuro y le dan alegría, amor. También la meditación, el saber observar, el detenerse a contemplar, el respetar, el sentir el aroma de las flores. El camino del corazón no puede no ser amoroso. Es en esencia protector, compañero, generoso. Cuando uno toma ese camino nada puede funcionar mal o por lo menos, creo, es hora de darle una oportunidad y sentir que el cambio es posible y está en y ante nosotros para que lo tomemos, lo transitemos, lo disfrutemos y florezcamos.“La única salida es por adentro”.

Nicolás Pauls

Músico. Actor. Conductor. Vegano por convicción. Activista y promotor del respeto hacia la naturaleza, hacia los animales y hacia las personas.

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