Tartarus #15

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Quienes somos Verónica Cervilla

Sara Esturillo

Dirección, edición, corrección de textos y diseño

Reseñas, corrección de textos y divulgación

Emilio Prieto

Taller del Escribidor Entrevistas

Javier Cervilla

Maquetación y diseño

Camino Fuertes Escuela de Calíope

Únete a la comunidad Tártarus, entra en

PATREON https://www.patreon.com/revistatartarus RevistaTártarus @revistatartarus WEB: https://revistatartarus.wordpress.com ISSN-2444-9652 LUGAR DE EDICIÓN: Linares, Jaén (España) CONTACTO: revistatartarus@gmail.com


VIVIENDO LA FANTASíA. Relatos Pánico por Chiclayo, Gonzalo del Rosario Manteca de cacahuete, Nieves Guijarro

FESTIVAL TÁRTARUS. Bonus La mágica razón de nuestro festival

Conoce al autor. Entrevista Mariano Villarreal Rafael Díaz-Gaztelu

La escuela de Calíope. Divulgación LGTB+ y literatura. La importancia de una lectura queer

taller del escribidor. Ortografía Gerundiando no es gerundio

mirando más allá Ilustración Camila Vercellotti Edwin Perilla

nAVEGANDO ENTRE LIBROS. Reseñas Atrasis. Cuentos de nueva fantasía, antología América Fantástica, antología Voces en la ribera del mundo, Diana P. Morales

tras los muros. Concurso Relato ganador del concurso anterior El festival de las linternas, Mariela Pappas

páginas amigas. Colaboración Los artículos y anuncios publicitarios, así como las opiniones de los entrevistados y columnistas, no reflejan necesariamente la opinión del editor. Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido de esta revista sin previa autorización por escrito del editor. Todas las imágenes e ilustraciones así como los textos son publicados con permiso de su autor. La información es correcta en el momento de la publicación.


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Viviendo la fantasía

PÁNICO POR CHICLAYO

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ransparente entre las aguas que discurren por las cañerías de tu casa se esparce en la piel al abrir la ducha, y lo sientes viscoso, como si fuera el shampoo sobre tus cabellos o el bálsamo con el que lavas tu cuerpo. Quienes se dieron cuenta (a tiempo) lo hicieron tras sentirse despellejarse y ver la rapidez con que la rejilla de sus bañeras era taponeada por los restos de su carne viva confundiéndose entre la sangre y el jabón. Solo ahí reparaban en el ardor que les corroía la piel como un aceite ácido que el agua no conseguía liberar, sino que más bien acrecentaba su dolor entre gritos de alerta a los familiares. La mayoría de las víctimas, encerradas con el seguro de la puerta de baño, a duras penas consiguieron escuchar los golpes exigiéndoles que abran, preguntando qué sucedía, por qué tantos gritos, y no respondían al quedar paralizados con esta quemazón que, o los mató del golpe al resbalarse en su desesperación, o cuando intentaban secarse con la toalla al desgarrarse más la piel hasta dejarla en carne viva, como una serpiente que muestra el verdadero color rojo sabor a muerte de sus músculos infectados. Los casos reportados las últimas dos semanas, exactamente, sobrepasan los trescientos con proyección a aumentar. De ellos, solo alrededor de treinta se han «salvado» (esto debe ir entrecomillado) ya que han perdido toda la piel y sus cabellos, además de la ceguera producto del ardor que invadía sus ojos y que debido a la frotación exagerada solo consiguieron empeorar. Tras lo ocurrido el presidente de la república ha declarado cuarentena en Chiclayo y en toda la provincia de Lambayeque. Sin embargo, ciudades cercanas, como Trujillo, Piura y Cajamarca, también han sido consideradas en estado de alerta y sus pobladores están huyendo en masa hacia la capital. Obviamente, a estas alturas son pocas las personas en todo el país, pero en especial en la costa norte, quienes se han vuelto a bañar, y mucho menos a abrir grifo alguno. Tampoco se sientan en los wáteres para sus deposiciones, ya que se reportaron casos mucho más extremos de estas «medusas o amebas de desagüe» introduciéndose vía rectal o vaginal mientras las víctimas se ocupaban. «Sentí como que un gusano pegajoso, largo, se metía muy rápido en mi vagina y cuando me levanté, empezó a arderme fuerte, pero yo no veía nada más que humedad alrededor de mi vulva, introduje mis dedos para intentar sacarlo en mi desesperación, porque lo sentía penetrar, cada vez más profundo, y no había nada, solo sentía el ardor, mucho ardor, como si me encendieran fósforos por dentro, o me cortaran con navajas, y no paré de gritar, allí ingresó mi padre al baño y me vio con la regadera de la ducha con la que intentaba aliviarme. Le grité llorando que por favor llamara a una ambulancia, que no podía más con la quemazón, me estaba muriendo por dentro, ayúdame papá, le gritaba, entonces me desmayé y no recuerdo nada más», informó una de las pocas víctimas que accedió a contarnos su caso, la adolescente de iniciales Y.I.S.P.P., quien esta mañana falleció de la manera más dolorosa, tras habérsele propagado por la sangre «la ameba maldita», como han comenzado a llamar vulgarmente a esta ácida viscosidad de las cañerías. Pero quizá la evidencia más triste y difundida, la misma que ha despertado indignación


Relatos

y solidaridad a nivel mundial, sea el video viral (ahora vetado) donde aparece una docena de niños de entre ocho y diez años convulsionando, tosiendo sangre y asfixiándose en una losa deportiva del distrito de José Leonardo Ortiz, asustados y clamando por sus padres tras diez minutos de haber ingerido agua de una manguera que regaba la grama en aquel parque. Hasta el momento se desconoce el nombre de la extraña bacteria que está atacando el agua de nuestra ciudad. Científicos norteamericanos, cubanos y de la OMS están arribando esta noche para estudiar el fenómeno. Por lo pronto, solo nos queda aconsejarle: no bañarse, ni sentarse en inodoros (al limpiarlo con ácido muriático poco se puede hacer como ya comprobaron nuevas víctimas), mucho menos abrir los caños para no contaminarse. La ayuda en botellas de agua envasada y medicinas está llegando desde el extranjero debido a la desconfianza hasta en nuestros propios productos, no obstante, recomendamos que revise a contraluz cualquier tipo agua antes de ingerirla, si observa un exceso de brillo deberá «tomar» sus precauciones. Nunca más paradójico como ahora el verbo empleado. Gonzalo del Rosario

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MANTECA DE CACAHUETE

Hace mucho, mucho tiempo, en la China imperial vivía un emperador bueno, muy querido por su pueblo. El hombre era feliz, pero le quitaba el sueño que su hija no mostrase interés alguno en contraer matrimonio. Desesperado, le pidió a la princesa que pusiese una única condición para escoger un marido. La joven adoraba a su padre, por lo que accedió a su petición. La condición que puso era pretendidamente imposible: se casaría con aquel caballero que le regalase una rosa azul... —Jo, mamá, nunca he visto una rosa azul... —Yo tampoco. —¿Existe alguna en el mundo? —No puedo saberlo. —¿Algún príncipe encontró una rosa azul? —¿Quieres que te siga contando el cuento o no? —Vale vale. Perdona. Los caballeros del reino se rindieron ante esta petición imposible. Sólo tres de sus pretendientes se propusieron encontrar la codiciada flor. El primero de ellos era un guerrero que marchó a tierras lejanas. Ordenó a un orfebre que tallara un zafiro azul con la forma de una rosa. La princesa se mostró agradecida, pero rechazó el presente al no tratarse de una flor. El segundo de los pretendientes era un jurista que mandó fabricar un vaso de cerámica con una preciosa rosa azul dibujada en el centro. Evidentemente, también fue rechazado. Llegó el turno del tercero, un mercader que había acudido a la mejor floristería del reino para conseguir la preciada flor al precio que fuese. Al no conseguirlo, decidió teñir una rosa blanca y consiguió engañar a la princesa. Pero una mariposa se posó sobre la flor y murió envenenada. —Jo... Entonces nunca se casó. —Ay, hija, déjame terminar el cuento.


Relatos —Vale vale. Un día conoció a un apuesto trovador que cantó bajo su ventana. El joven le sonrió y alabó su belleza. Emocionado, le tendió una flor blanca y la princesa dijo que esa era la única y verdadera flor que había estado buscando toda su vida. Se marchó con su amor a las montañas y jamás se supo de ambos. Se dice que ambos son inmortales, ya que su amor prevalece convertido en una rosa azul, la única que existe en el mundo y que los hombres jamás podrán encontrar. —Entonces, ¿la princesa se convirtió en una rosa azul? —Ajá. —¿Y las rosas azules pueden convertirse en princesas? —Bueno, primero hay que encontrar una para saberlo... —¿Y se riegan igual que las demás flores? —Pues...digo yo. —¿Y seguro, de verdad de la buena, que hay sólo una en el mundo? —Eso parece. —Pues no me lo creo. —Bueno, hija, que ya es tarde. —Yo quiero una rosa azul. —Ya hablaremos, ahora acuéstate. —¿Tendré mi rosa azul, la tendré, la tendré? —Si no te acuestas no. —Vale, vale, vale, ya me duermo. Soñó con princesas que se convierten en flores y con flores que se convierten en princesas. Pronto se acercaba su cumpleaños y tenía claro lo que quería: una rosa azul, así se lo había hecho saber a su mamá y así se lo haría saber a su papá. Cuidaría la rosa azul día y noche, para que se convirtiese en la princesa más hermosa del mundo entero. Así fue como al final tuvo su preciado regalo el día que cumplió los siete añitos. Papá y mamá habían encontrado la única rosa azul del mundo para ella, y se la entregaron en una maceta rosa que venía envuelta en una pequeña cúpula de cristal. Al principio no entendió por qué, pero su mamá le dijo que era una flor mágica y que estaba prohibido regarla. Evidentemente, la flor era sintética y no deseaban que la niña se llevase una desilusión. Puso la flor en su cuarto y esperó, pero los días pasaban y no daba señales de convertirse en princesa. Comprendió que faltaba algo. Quizá unas palabras mágicas, o puede que algún tipo de ingrediente secreto. Hasta que una noche, mientras mamá le contaba uno de esos preciosos cuentos que tanto le encantaban cayó en la cuenta: sin un príncipe no hay princesa. ¿Cómo no había comprendido eso? Si un príncipe besaba a la princesa esta se despertaría de su letargo. Necesitaba un príncipe guapo, porque a las princesas sólo les gustaban los príncipes guapos. Pero no conocía ningún príncipe, así que pensó que tal vez un chico guapo podría despertar a su princesa. E inevitablemente pensó en Javi, un niño de su clase con los ojos verdes. —Te invito a merendar a mi casa. —Pues no. —¿Por qué no? —Porque eres tonta. —Pues tú te lo pierdes, porque te iba a enseñar una cosa que no ha visto nadie. —¿El qué? —Pues no, ya no quiero. —Quiero verla. —Pues no, porque no quieres merendar conmigo. —Venga vale, voy. Sus papás no estaban esa tarde y la abuela llegaría un poco más tarde, así que dejó que Javi la acompañara. Sonriente, abrió la puerta y llevó al niño a su cuarto.

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—Mira, es mi regalo de cumpleaños. —Es sólo una flor. —Pues no, listo, es una princesa. —Mentirosa, es sólo una flor. —Si le das un beso verás cómo se convierte en princesa. —No pienso besar una flor. —No besarás una flor, besarás a una princesa. —Eres tonta. Me voy. —Mi mamá ha traído crema de cacao, y te he dicho que te invito a merendar. —Bueno, pero después me voy. Bajó a la cocina y preparó una par de emparedados. Subió al cuarto y le dio uno a Javi, que se había sentado sobre el colchón. El niño mordió el pan con despreocupación, pero al segundo bocado comenzó a sentir algo extraño. —Sabe a cacahuete, puag… Aparecieron varias ronchas por todo su cuerpo, le faltaba el aliento y la glotis se le había inflamado. Cayó al suelo con los ojos en blanco. Ella sonrió, sabía perfectamente que Javi era alérgico al cacahuete. Ya no tenía ni princesa ni príncipe, solo un par de sándwiches de crema de cacao… con manteca de cacahuete. Nieves Guijarro

Voces en la ribera del mundo, de Diana P. Morales Siéntate, que vienen curvas. Sabemos que estamos dejando este planeta hecho unos zorros, que algún día lo lamentaremos, pero mientras llega ese día... Diana P. Morales se nos ha adelantado y nos cuenta en esta novela, divida a modo de antología, cuál podría ser el panorama si seguimos maltratando la Tierra. En un futuro no muy lejano se ha llevado a cabo un proyecto llamado Paradise en el que varios pilotos de la NASA intentarán buscar un planeta B al que poder emigrar. Mientras tanto descubrimos qué pasa con los que se han quedado en tierra y qué encuentran aquellos que participan en el proyecto. Partiendo de esta premisa, que me recordó mucho a la de la película Interstellar de Nolan, ya se asegura un punto a su favor para enganchar a los que, como yo, estamos concienciados con el cambio climático, pero seguro que también podría convertir a los escépticos. Las historias que, aunque independientes, tienen nexos en común que conforma un todo magistralmente hilado, enganchan

desde el principio. No solo lo hacen por su temática, que va más allá de la ecología y el fin del mundo—solidaridad, familia, clasismo, destino—, sino por las voces que la autora ha sabido otorgar a cada uno de los personajes que las narran. Ni siquiera los pasajes algo más técnicos resultan tediosos ni te sacan de la historia, algo que por otro lado se agradece. La edición proporciona un listado de personajes con algunos datos básicos para poder ubicarlos y además cuenta con ilustraciones a modo de introducción para cada relato. Suelo juzgar si un libro me ha gustado por cuántas veces al día deseo tener tiempo para sentarme y seguir avanzando en sus páginas, por la intriga que me crea la trama —¿qué pasará con...?— y por cuánto me interesa qué le ocurren a sus personajes. Voces en la ribera del mundo ha cumplido con creces con los tres criterios. Te lo advierto: busca un lugar tranquilo, si es en la naturaleza, mejor, y abre la primera página. A partir de ahí, ya no habrá vuelta atrás.

Verónica Cervilla @VCervilla



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Viviendo la fantasía

Camila Vercellotti Ilustradora Síguela en: Instagram: @tedevalerianas

(Buenos Aires, Argentina) Tiene 23 años de edad. Es docente de artes visuales, graduada de la escuela de artes visuales Antonio Berni y estudiante de Gestión cultural en la Universidad de Tres de febrero (UNTREF). Actualmente se encuentra en un proyecto de ilustración para un libro de cuentos fantásticos que saldrá a fines del 2019 además de ejercer como profesora. Se puede destacar su participación como expositora en el Centro Cultural Borges luego de haber sido seleccionada en el concurso de manchas del Museo Sivori en el 2017.


Ilustración Por qué dibujas Dibujar me traslada a ese momento pleno de la infancia donde el correr de los días no tenía significación alguna todavía, usar lápices por horas o por unos minutos para mí era lo mismo. Dibujo porque en ese hacer encuentro un espacio fuera del tiempo. Cada vez que deseo pensar el ahora, ya no es más el ahora. El tiempo siempre se me escapa y dibujando lo suspendo por un rato.

QUÉ TE INSPIRA Me inspira la melancolía, la incertidumbre, la búsqueda constante de un ideal. Me inspiran los colores, la naturaleza y los relatos. La música, las películas y todo aquello que plantee una duda o cuestionamiento. Por lo tanto disfruto y me estimulo con las personas que con su arte crean preguntas.

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Mirando más allá

Consejo para principiantes Mi consejo es que confíen en su trabajo, no importa cuántas veces haya sido rechazado, la perseverancia prevalece sobre el eximio talento. Hay quienes son los mejores en lo suyo y por eso mismo no se toman el tiempo de ahondar en ello. El interés por mejorar y profundizar en una idea eventualmente da frutos y de los más dulces.

Técnica preferida Dibujo con lápices de colores.


Ilustraciรณn

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Café Literario

MARIANO VILLARREAL Escritor


Entrevistas (1967, Barakaldo) Es licenciado en Informática y responsable informático del departamento de Hacienda y Economía del Gobierno Vasco. Desde 2003 es administrador de Literatura Fantástica, un portal web especializado en información y crítica de novedades de género fantástico y de ciencia ficción en España. Ha sido seleccionador de diversas antologías y ganador de varios premios Ignotus. ¿Qué tiene “América fantástica” de diferente a otras antologías sobre este género? Este libro ofrece una panorámica de escritores latinoamericanos contemporáneos de género fantástico y ciencia ficción. Como comento en el prólogo, se trata de una muestra representativa de la ficción de los/as mejores narradores/as actuales junto con una introducción histórica de cada país, y con este propósito se han sumado más de sesenta muy conocidos autores de catorce nacionalidades diferentes cuya obra principal se desarrolla en el presente siglo XXI. Por supuesto, cada antólogo deja su impronta en el trabajo que realiza, pero en este caso he intentado rodearme de expertos locales que me han asesorado para lograr el mayor consenso crítico posible; en su mayoría catedráticos pero también escritores ampliamente conocedores de la narrativa de su país. Gracias a sus sugerencias, y tras leer buena parte de la obra de decenas y decenas de escritores durante año y medio de intenso trabajo, he podido llevar a cabo esta selección.

se reforzaba la idea de llevar a cabo una mini-selección por país, me di cuenta de que necesitaba más espacio. Al final, el volumen consta de mil páginas divididas en dos volúmenes, el segundo de los cuales espero sea publicado pronto. ¿Le sorprendió gratamente la participación de algún autor que no esperaba? Todos los autores incluidos lo son por invitación expresa de mi parte; en ese sentido, no ha habido sorpresas y a todos ellos (a sus agentes y editores en España) les agradezco su buena predisposición para formar parte de este recopilatorio. Lo único que lamento es la ausencia de un par de escritoras importantes, por diferentes motivos.

«Que un escritor

latinoamericano o de cualquier otra parte del mundo escriba (o no) conforme a sus raíces es una mera cuestión de estilo, una decisión personal»

Por último, es cierto que existen diversas antologías canónicas especializadas en literatura fantástica latinoamericana, pero su visión suele ser académica e incluir exclusivamente autores clásicos. Este libro contempla no solo escritores modernos, buena parte de ellos jóvenes talentos como los tres incluidos en el prestigioso Festival Bogotá 39 –Martín Felipe Castagnet, Liliana Colanzi y Cristian Romero– sino, además, temáticas otrora consideradas infraliterarias como la ciencia ficción o la fantasía. Por otra parte, he intentado conciliar las diferentes concepciones o sensibilidades del fantástico, encontrar el imprescindible equilibrio entre países y temáticas, y, finalmente, incluir un capítulo de homenajes para tres escritores recientemente fallecidos: el gran estilista argentino Carlos Gardini, el venezolano Jorge de Abreu y el gran cuentista peruano José B. Adolph. Este libro cuenta con la pluma de más de medio centenar de autores de diferentes nacionalidades. ¿Pensó que sería este el resultado cuando ideó llevar a cabo este proyecto? Mi objetivo era realizar una selección global e integradora del rico acervo fantástico latinoamericano, y para ello era consciente de que debía incorporar numerosas voces. Al principio pensé que podía conseguirlo con una treintena de autores pero, según avanzaba el proyecto y

De las 27 historias de este libro, ¿cuál es su favorita y por qué?

Lamento ofrecer una respuesta tan tópica pero me siento plenamente satisfecho de todos los autores e historias incluidos en este primer volumen; sino, no estarían. Sí puedo añadir que, aunque había leído a muchos de los escritores incluidos, descubrir nuevas voces y grandes relatos ha supuesto para mí ensanchar grandemente mis horizontes. Confío en que al lector le ocurra lo mismo. ¿Considera que la fantasía o la ciencia ficción son temáticas infraliterarias? ¿Por qué? No lo considero así sino todo lo contrario y sobre ello me pronuncio precisamente en el prólogo. Hoy día, crítica y lectores contemplan estas temáticas como herramientas tan válidas e interesantes para explorar la realidad como cualquier otra, si bien no hace mucho existía un claro sesgo negativo en su contra en ciertos ambientes académicos. Afortunadamente, la normalización ha venido para quedarse. ¿Que puentes o barreras existen entre la forma de entender la fantasía y la ciencia ficción entre España y Latinoamérica? Vivimos en un mundo altamente globalizado y, por tanto, la narrativa que se practica a uno u otro lado del Atlántico no difiere tanto entre sí. Por supuesto, existen diferencias culturales, matices del lenguaje y unas raíces históricas y mitológicas propias que proporcionan diversidad y sabor local, pero el modo de entender la realidad y las herramientas que empleamos para ello tienden a la uniformidad.

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Café Literario

Medio siglo después de la publicación de Cien años de soledad del colombiano Gabriel García Márquez, ya casi nadie escribe realismo mágico y, de hecho, en la actualidad no se aprecian vanguardias claras entre los autores latinoamericanos. Que un escritor latinoamericano o de cualquier otra parte del mundo escriba (o no) conforme a sus raíces es una mera cuestión de estilo, una decisión personal. ¿Qué intereses o preocupaciones muestran actualmente los autores de estos géneros? Creo que en los últimos tiempos ha tenido lugar una gran hibridación, no sólo entre temáticas fantásticas como la fantasía, la ciencia ficción y el terror, sino sobre todo con otros géneros como el policíaco, la novela histórica, el costumbrismo, el surrealismo, etc. El escritor de hoy en día tampoco puede obviar la sociedad en la que vive y sus influencias de todo tipo: culturales, políticas, lingüísticas, económicas… debe asimilar todo ello y ofrecer un producto nuevo y elaborado: su visión personal del mundo. ¿Cree que la producción audiovisual y su evolución tecnológica puede competir e incluso superar a la literatura fantástica y de ciencia ficción? Muchos opinan que es más cómodo sentarse a ver que a leer... Ambas opciones son perfectamente válidas y compatibles; de hecho, cada vez lo son más en nuestra sociedad occidental en la que, además, deben competir con otras opciones de ocio. Por otra parte, en no pocos casos unas y otras se retroalimentan, surgen productos nuevos y relacionados, etc. En mi caso, mi opción mayoritaria de ocio es la lectura (es decir, “montarme mi propia película” cuando y donde quiero) frente al placer generalmente pasivo de contemplar una buena película o serie, pero insisto en que todas las opciones tienen su espacio y momento. ¿Habrá una segunda antología que siga las líneas marcadas en esta primera? Como he comentado antes, no existe una segunda antología sino un segundo volumen de la misma antología, dividida en dos tomos por razones puramente comerciales: ¡Era casi imposible publicar un libro de mil páginas! En función de cómo funcione en el mercado este primer libro podría adelantarse o no el segundo tomo, la edición digital y, quién sabe, otros futuros proyectos. ¿Cuál es su novela favorita de ciencia ficción? ¿Y de fantasía? Confieso que soy más de ciencia ficción que de fantasía. Me siento particularmente atraído por su capacidad especulativa, su sentido de la maravilla y, en general, sus posibilidades para cambiar el mundo –no de una manera directa sino indirecta, a través de su potencial para abrir nuestra mente a nuevas realidades–. Entre las obras que destacaría, las novelas Los desposeídos y La mano izquierda de la oscuridad de Ursula K. Le Guin, Flores para Algernon de Daniel Keyes, Cántico por San Leibowitz de Walter M. Miller, Hyperion de Dan Simmons, Soy leyenda de Richard Matheson, Mundos en el abismo

de Juan Miguel Aguilera y Javier Redal, Lágrimas de luz de Rafael Marín... Podría seguir y seguir, obras maestras y clásicos emblemáticos no faltan en este género. En cuanto a fantasía, soy un gran aficionado a El señor de los anillos, de J.R.R. Tolkien. Me parece una auténtica obra maestra de enorme riqueza lingüística, mítica y literaria, aunque hoy día no resista una lectura inclusiva. ¿En qué proyecto literario está trabajando actualmente? Estoy escribiendo la biografía literaria de Domingo Santos, el padre de la ciencia ficción española. Como lector, siento que se lo debo porque forjó gran parte de mis gustos. Es un proyecto que me está absorbiendo desde hace ya algunos meses y para el que afortunadamente cuento con la colaboración de su familia y amigos. Confío en no defraudar las expectativas. También preparo un proyecto relacionado con las publicaciones periódicas y aperiódicas de ciencia ficción en España. Y me gustaría volver a las selecciones de ciencia ficción y fantasía mundial, de las cuales hemos publicado siete volúmenes.

Una entrevista de Emilio Prieto @emilio15_9


Sugerencias

Quién teme a la muerte, de Nnedi Okorafor, publicado por Crononauta. PVP: 19,90€ 388 páginas 15x21, rústica con solapas África postapocalíptica. El mundo ha cambiado drásticamente y, aun así, en una región de este continente dos pueblos siguen regando la tierra con sangre. Tras años esclavizando a la tribu okeke, los nurus han decido seguir las indicaciones del Gran Libro y exterminarlos a todos. Una mujer okeke, superviviente de una terrible violación por parte de un general nuru, deambula por el desierto esperando a la muerte. En lugar de morir, da a luz a una niña con la piel y el pelo del color de la arena. Con la certeza de que su hija es especial, le da el nombre de Onyesonwu, que significa: «¿Quién teme a la muerte?».

El fantasma de tu nombre, de Francisco García Jiménez, publicado por Dorna. PVP: 21,60€ 240 páginas 14x21, rústica con solapas Traducción de Alexander Páez Lo que sucedió aquel verano de 1967 no fue un espejismo, aunque a las dos les ha perseguido el recuerdo de aquellos días como un fantasma. Las vacaciones para Maïa no han empezado nada bien: tiene que dejar París e irse a la casa de un lejano tío de su madre, a un pueblo de pescadores perdido entre montañas, con la única compañía de su vecina Luna a quien apenas conoce. Cuando llegan, nada es como esperaban. Las reciben una vieja mansión y el peligro de una bestia que acecha desde el bosque. Después de descubrir el secreto ancestral que esconden las sombras de Bahía de Plata, Maïa y Luna se verán envueltas en una trama de terror y suspense que las llevará a enfrentarse a la más emocionante y peligrosa aventura de sus vidas.

Joyride, de Jack Ketchum, publicado por La Biblioteca de Carfax. PVP: 16€ 252 páginas 14x21, rústica con solapas Traducción de María Pérez de San Román Una mujer y su amante consiguen llevar a cabo con éxito su plan de asesinar al abusivo y maltratador marido de ella, tan solo para encontrarse a la merced de un obsesivo y retorcido extraño testigo del crimen y quien les lleva consigo para compartir su indiscriminada ola de asesinatos.

Asuntos de muertos, de Nieves Mories, publicada por Cerbero. PVP: 15,00€ 288 páginas 15x21, rústica con solapas La frecuencia de resonancia es un arma tan poderosa que hunde puentes y trata enfermedades neurodegenerativas, rompe cristales y agrieta cimientos. Cuando esta baja a la cifra exacta de diecinueve hercios, produce visión borrosa, apariciones espectrales, alucinaciones sonoras. Incluso se ha ganado su nombre por derecho propio: la «frecuencia del miedo», que te puede llevar a lugares insólitos, que hace que algunos perciban ecos susurrantes o pasos en las escaleras. Otros atestiguan que sus espejismos fueron tangibles, que en ese trance tan parecido a la realidad encontraron justo lo que esperaban hallar. A aquellos a los que perdió. A los que perdisteis. A los que perdí.

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Mirando más allá

Edwin Perilla Ilustrador

Síguelo en: Instagram @Edwin_perilla https://www.behance.net/eadestudio


Ilustración (Bogota, Colombia) Vive actualmente en Valladolid, España. Desde pequeño siempre tuvo un interés por el dibujo. Estudió diseño gráfico, y se ha especializado en la creación de proyectos de branding en China y Colombia. Además ha participado en eventos de ilustracion como IMAGENPALABRA 2016.

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Mirando más allá

Por qué dibujas Cuando dibujo creo un espacio donde mi mente descansa, donde logro tener una sensación de paz y tranquilidad, donde no existe ni el tiempo, solo te dejas guiar por colores, formas, trazos, texturas, etc.

QUÉ TE INSPIRA La inspiración esta en todo lo que observo y suele aparecer cuando estoy relajado donde es el momento idóneo de tener un lápiz y una libreta a la mano


Técnica preferida

Ilustración

He experimentado con varias técnicas y materiales, pero me centre en la ilustración digital ya que consigo resultados mas interesantes.

Consejo para principiantes Bueno, ¿qué puedo decir? Creo que la mejor manera de crecer como ilustrador es la constancia y la pasión con la que le dediques a tu trabajo.

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Café Literario

Rafael Díaz-Gaztelu Escritor

Físico y escritor de ciencia ficción. Sus dos novelas publicadas, Exomundos y Exotiempo pertenecen al género de ciencia ficción hard. Exomundos explora la colonización de mundos fuera del Sistema Solar, pero sobre todo trata sobre la eterna lucha del ser humano contra los elementos, y sobre su adaptación a la naturaleza. Exotiempo trata sobre nuestro lugar en el universo, y cómo ello cambiará la mente humana y las relaciones con nuestros iguales. También explora la naturaleza del lenguaje y de las dificultades de la comunicación. Aparte de la escritura, forma parte (junto con la autora María Fornieles) de la iniciativa #AutoraZ, que se encarga de visibilizar autoras hispanohablantes de ciencia ficción, fantasía y terror. ¿Qué es AutoraZ y como surge esta iniciativa? AutoraZ es una iniciativa creada por mi compañera María Fornieles, también escritora, fotógrafa e ilustradora. Su idea era poner cara a las autoras hispanohablantes de fantasía, ciencia ficción y terror con el ánimo de terminar con la invisibilización que sufren las autoras en nuestro país. ¿Existe actualmente una brecha de género en el ámbito de la fantasía literaria? Existe claramente una brecha de género abismal. ¡La sistematización heteropatriarcal que nos enseña que las mujeres solo escriben romántica o erótica es una lacra que seguimos viendo a día de hoy en pleno siglo XXI! Todavía se rechaza que las mujeres puedan leer y escribir buena ciencia ficción solo por el hecho de serlo.

¿A qué cree que se debe? Vivimos, como es de todos sabido, en una sociedad patriarcal heredada de siglos y siglos de sistemática opresión de las mujeres. Muchos niños (y niñas) son educados en esta particular intolerancia sin ser conscientes de ello. ¿Afecta de igual manera a escritoras noveles que a veteranas? No del todo. A las escritoras veteranas se las ningunea y se las persigue (sobre todo en redes sociales e internet en general). Hace no mucho asistimos al cierre del artículo de Wikipedia de Cristina Jurado, una de las autoras de ciencia ficción más importantes del panorama nacional e internacional (por suerte, se consiguió apelar a los administradores y la página fue restaurada). También se cocieron polémicas a tenor de las antologías de relatos solo de mujeres, que fueron criticadas por medios importantes de fantasía y ciencia ficción en español. En cuanto a las escritoras noveles, la brecha de género puede afectar a su motivación, a su integridad como escritoras y a su voluntad de dar un paso adelante y mandar un manuscrito a una editorial. Un apunte importante y revelador: Si buscas escritores en twitter, en su bio verás claramente expuesto “Soy escritor”, mientras que si buscas escritoras, seguramente encuentres bios con “junto letras”, “intento escribir”, “proyecto de escritora”. Así están las cosas. ¿Hay más lectoras que lectores?


Entrevistas Lo ignoro por completo. Imagino que es un baremo igualado, al 50%. Sí es un desequilibrio que hay más lectores y lectoras de autores que de autoras. Hay quien dirá que “no mira el nombre del autor a la hora de comprar”, pero la realidad es que si vas a tu librería y apilas a un lado los autores y a otro las autoras, seguramente el montón más alto sea el de autores. Esto es una constante que sucede en hogares, bibliotecas y librerías. ¿Esta brecha es igual en España que en otros países?

que la igualdad de género, dentro y fuera las tapas de un libro, sea real en un futuro próximo? Creo que leer autoras es una excelente manera de comenzar. Leer también a autores y temas LGTBQ para darles una visiblidad y un prestigio que por desgracia, en la sociedad actual, no pueden adquirir solo con la calidad de su trabajo. Investigar e informarse sobre autores y autoras feministas que quieran usar sus escritos no solo para entretener sino para dar un mensaje y una reivindicación a generaciones actuales y futuras: para construir un mundo mejor.

«La brecha de género puede afectar a su motivación, a su integridad como escritoras y a su voluntad de dar un paso adelante y mandar un manuscrito a una editorial»

Existe un movimiento hacia adelante tanto en España como en otros países, pero yo diría que el fenómeno es el mismo. La brecha sigue existiendo. Por suerte en nuestro país tenemos iniciativas magníficas como la Nave Invisible, el Premio Ripley, Alucinadas,Terroríficas o Infiltradas, así como editoriales como Crononauta, que solo editan a personas fuera del espectro de la definición normativa de lo masculino. Siendo físico, a la hora de tener un libro entre sus manos, ¿da mayor credibilidad a la Ciencia Ficción que a la Fantasía?

No necesariamente. Si el mundo está bien construido y tiene unas reglas sólidas (por fantasiosas que sean), una novela de fantasía puede ser más creíble. Ha habido novelas de fantasía que me han parecido más verosímiles e inmersivas que algunas novelas de ciencia ficción de las clásicas. Por ejemplo: el Ciclo de la Puerta de la Muerte de Margaret Weis frente a Fundación e Imperio, de Asimov. ¿Cree que en estos géneros hay igualdad de género desde el punto de vista de la visualización de sus personajes? Creo que hay auténticos desastres (por parte de autores, normalmente) en cuanto al tratamiento de las personajes de sus novelas, y no tengo que irme a autores desconocidos para ello. Sí es verdad que últimamente hay un movimiento hacia el progreso a ese respecto, al menos en lo que he leído hasta el momento. Muchas veces se cae en la fantasía medieval “igual que nuestro medievo”, pero es cierto que ese tropo está manido y se incluyen personajes femeninos de manera igualitaria en las narraciones. ¿Qué pueden hacer los lectores para potenciar

Entre la editorial y la autopublicación, ¿en qué sector hay más mujeres?

Ignoro por completo la estadística, sin embargo me aventuro a estimar que la cosa está empatada. Es verdad que algunas editoriales grandes tienen prejuicios contra una autora si no escribe un género que se ajuste a su preconcepción, pero por suerte hay multitud de editoriales con un marcadísimo corte feminista y una conciencia del problema que llevan incluso a su manera de publicar, por ejemplo: la editorial Cerbero convocó una antología de relatos de ciencia ficción, fantasía y terror humorístico solo para mujeres. Si eso no es conciencia social, no sé qué lo es. ¿Cuáles son los próximos proyectos de Autoraz? Por lo pronto, María Fornieles sigue ilustrando a autoras tanto veteranas como noveles. Yo, por mi parte, me dedico a asesorarla sobre el estilo y los matices que pueda tener la ilustración de cada una de las autoras, así como también ponerme en contacto con dichas autoras para pedirles permiso y en ocasiones entrevistarlas. También tenemos una iniciativa de financiación: a través de nuestro patreon ofrecemos esas ilustraciones a un módico precio. Ese dinero va directamente a la compra de obras de autoras y antologías con mayoría de autoras que posteriormente sorteamos en redes sociales con el fin de difunfirlas y darles visiblidad.

Una entrevista de Emilio Prieto @emilio15_9

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La escuela de Calíope

LGTB+ Y LITERATURA LA IMPORTANCIA DE UNA LECTURA QUEER La literatura, al igual que las otras expresiones socioculturales como el cine, el baile, la música o la pintura, es una manifestación de los procesos de interacción que se producen en una sociedad. ¿Puede, por tanto, ser un vehículo ideológico? La respuesta a esta pregunta es sí: cuando hablamos de literatura hablamos de un constructo que no solo expresa una realidad social formando parte de ella, también muestra un discurso construido desde una posición determinada que implica la existencia de prenociones por parte del autor y que este plasma en la producción del texto. Por tanto, como construcción cultural, es susceptible de reproducir y mostrar los diferentes roles de poder que existen en la sociedad y que determinan los comportamientos y las formas de relacionarse. Es por eso por lo que históricamente se conoce más un tipo de «literatura heterosexual» (que todavía reproduce los roles de género y relaciones de poder que el patriarcado ha implantado históricamente como norma en la sociedad) que aquella enfocada en cuestiones LGTB+ o queer1 y que se rebela contra esa norma. «Actualmente la sexualidad está siendo definida y redefinida continuamente en las sociedades occidentales de tradición judeocristiana ya que los movimientos feministas, LGTB+ y queer, entre otros, están ganando cada vez mayor peso en el panorama social y cultural» (Viñerta Tomás, Marina Monlora. Del modelo heteronormativo a las diversidades. 2017): efectivamente, con el paso del tiempo esta visión de cuál es la norma a presentar ha ido cambiando poco a poco, resaltando las experiencias y subjetividades de las sexualidades no normativas y las identidades de género.

1 La teoría queer se define por un conjunto de ideas sobre sexualidad que sostienen que sus distintos elementos (género, orientación sexual, etc.) son el resultado de una construcción social ficticia y arquetípica y que no están inscritos como tal en la naturaleza humana.

Las primeras obras que comenzaron a reflejar los cambios que se habían producido en la sociedad fueron de ciencia ficción feminista y fantasía (dentro de la nueva ola de este género), en los años 60, gracias a los movimientos contraculturales y de derechos civiles: en estas obras las representaciones positivas de las formas de sexualidad alternativas se hicieron más habituales, presentándose historias en las que se normalizaban una gran variedad de modelos de género y sexualidades. A raíz de esta reivindicación numerosos autores se declararon miembros del colectivo LGTB+, como Joanna Russ (The Female Man o When It Changed) o Samuel R. Delany, y un gran número de autores de renombre introdujeron temas queer en sus obras, como Robert A. Heinlein (Time Enough for Love) o Úrsula K. Le Guin [quien escribió historias que exploran la transexualidad (Left Hand of Darkness), bisexualidad o múltiples posibilidades de homosexualidad no convencional (Nine Lives), además de editar otras muchas obras dentro de este género]. ​ esde entonces han aparecido más obras en las D que se explora específicamente el tema LGBT+ en lugar de presentarlo de forma secundaria, como venía haciéndose anteriormente. Esto no quiere decir que antes no se encontraran textos de esta temática; por ejemplo, Relatos verídicos, de Luciano de Samosata (125 d. C.-181 d. C.) ha sido considerada como el primer ejemplo conocido de ciencia ficción gay (después de todo, es históricamente en las artes creativas en las que las personas incomprendidas se han refugiado, tratando de crear en ellas un espacio seguro para explorar sus identidades y sus posiciones en la sociales, lamentar sus pérdidas y celebrar sus alegrías), sino que no eran tan habituales ni tan conocidos, probablemente al enfrentarse a una invisibilización normativa. De ahí que este resurgimiento haya ido también de la mano de la aparición de varios premios para dar reconocimiento a las obras que incluyen personajes o temas queer de forma significativa y positiva en sus tramas, como el Queer Horror (para obras de horror y fantasía


25 negra), el Gaylactic Spectrum (para ciencia ficción, fantasía y horror) o el James Tiptree Jr. (para ciencia ficción y fantasía que explore el entendimiento personal de lo que supone el género). La importancia de estas lecturas recae en que resaltan las experiencias y subjetividades de las sexualidades no normativas y las diferentes identidades de género con la esperanza de hacer de la sociedad algo más inclusivo, ya que cuanto más tiempo exista una subrepresentación ya no solo en la literatura, sino también en el resto de áreas socioculturales, más se promueve la idea de que la intolerancia está bien. En numerosos estudios (como, por ejemplo, en Is there a queer pedagogy? Or, stop reading straight, de Britzman) se ha resaltado que la literatura (al igual que otras expresiones sociales) juega un papel importante al hacer que el lector, desde muy pequeño, absorba mensajes heteronormativos sobre qué tipo de personas son dignas de amor, respeto y protección y cuáles no. Las lecturas queer sirven, por tanto, como una forma de nombrar identidades y prácticas que no se ajustan a la formulación normativa, hacerlas cercanas y comprensibles y romper la barrera que la norma heterosexual forma contra ellas, un problema importante ya que muchos jóvenes de la comunidad LGBT+ temen ser expulsados, rechazados o aislados y, a menudo, mantienen sus preguntas, sentimientos y temores acallados para tratar de encajar. Para la gente del colectivo, los libros que reflejan sus luchas y desafíos son de suma importancia ya que no solo les ayuda a ver que hay otros que entienden lo que están experimentando, además crean una ventana para que otros puedan alcanzar un entendimiento y lograr la aceptación. «Examinar textos en busca de las diferentes conceptualizaciones acerca de la identidad sexual y de género podría invitar a los estudiantes y profesores a preguntarse acerca de esas nociones de las identidades asumidas como esenciales o de importancia para el desarrollo [de la persona]» (Examining Queer Elements and Ideologies in LGBT-Themed Literature: What Queer Literature Can Offer Young Adult Readers. Blackburn, Clark and Nemeth). El enfoque queer, además de centrarse en la construcción de la identidad, como ya se ha comentado, reconoce los distintos géneros y sexualidades como categorías construidas socialmente, validándolas y dándoles voz, algo importante si tenemos en cuenta que aún hoy en día son comunes las amenazas cotidianas a las

Divulgación que se enfrentan las personas de este colectivo y que contribuyen a la exclusión social, el estigma y las dinámicas discriminatorias: ser un miembro de la comunidad LGBT+ está muy lejos de ser una posición segura. En palabras del autor y activista Michael Cunningham, «Mientras que podemos aceptar a la comunidad LGTB+, podemos no entender del todo a aquellos que se identifican en ella, y la literatura puede ser la solución a esto». Así, con estas lecturas, se intenta generar un conocimiento y una comprensión más profunda con la que poder trabajar luego en las relaciones sociales y extender la comprensión al abordar cuestiones relacionadas con la heteronormatividad, la diversidad sexual, el cisgenderismo, la inclusividad transgénero o la asexualidad proporcionando información envuelta dentro de una historia con la que poder establecer lazos emocionales y que puede llegar a ayudar a los lectores, ya sean niños o adultos, a identificarse a ellos mismos y a considerar cómo participar en estas conversaciones sobre identidad sexual y expresión de género. La necesidad de una mayor inclusividad y representación es de una importancia mayúscula, y, como dicen Caitlin L. Ryan y Jill M. Hermann-Wilmarth (Already on the Shelf: Queer Readings of Award-Winning Children’s Literature), la lectura queer proporciona una lente y un enfoque para comprender e interpretar la forma en que el material cultural ya está sexado, y, además, comienza a interpretar las formas en que está explícitamente heterosexado al centrar nuestra atención en las subjetividades que damos por sentadas. Hay que romper con la norma para buscar un nuevo equilibrio.

Camino Fuertes @Camino_F


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EL HAKUNA MATATA MULTICOLOR En el mundo de la imaginación, donde la mente navega por universos desconocidos para derramar sobre un folio en blanco letras que construyan los pilares de nuestra historia, no existen los estereotipos. Elfos, gnomos, gigantes, sirenas, arpías, brujas o cualquier tipo de criatura sobrenatural muestra en su cuerpo y forma de ser sus diferencias. Y lo hacen con orgullo. Sin complejos. De hecho, es precisamente eso de no ser todos iguales lo que da riqueza a esa tierra fértil del ingenio en la que nos adentramos para presumir luego de ser escritores. Justo esta reflexión me ha hecho pensar en que, por ejemplo, si vampiros y hombres lobo se llevan mal es por una historia que concierne a sus antepasados o por un odio albergado durante siglos por algún enfrentamiento anterior, nunca por cuestiones de género o identidad sexual. ¿Os imagináis a Drácula solo asesinando a gays? ¿Y a los hombres lobo solo mordiendo a lesbianas? Quizás suene frívolo decirlo así, pero es que esto en la vida real ocurre, y sin necesidad de evitar el ajo, llevar capa, alargar nuestros colmillos o esperar a que salga la luna llena. Y me pregunto yo, ¿qué más dará con quien se acueste y se levante uno? Llevamos siglos leyendo historias donde eso no importaba lo más mínimo. Abrimos libros con relatos de autores de una sociedad en la que imperaba la homofobia y el heteropatriarcado, pero cuyos personajes escapaban de esos juicios para ser libres en un tierra lejana de la crítica machista, xenófoba o imperialista. Y ahora, en pleno siglo XXI, nos ponemos muchas veces barreras a nosotros mismos. Ahora que no hay quien las ponga vamos y nos sentimos cohibidos por tratar este tema en la literatura. Obviamente, no generalizo, pero sí conozco casos de autores que se sienten intimidados porque les dan miedo herir, sin querer, alguna sensibilidad ante lo que catalogan como un “tema delicado”. Frente al teclado, debemos aprender de nuestros personajes. Si ellos no tiene perjuicios, ¿por qué nosotros sí? Si contamos una trama donde uno de sus protagonistas o secundarios pertenece al colectivo LGTBI, ¿hasta qué punto es necesario explicarlo o que ese detalle sea determinante en nuestro argumento? Vayamos por partes. En primer lugar, creo que no hay que forzar nunca este tipo de situaciones narrativas. Como en la vida real. Si eres gay, ¿tienes que pregonarlo? Se puede hacer, pero no es necesario. Cada uno es como es y se lo

contará a quien quiera, pero no es una obligación. De la misma manera, ¿es esta orientación fundamental para, por ejemplo, buscar trabajo? En absoluto. En el “camino del héroe” que puede realizar en la ficción cualquier personaje, ¿importará por qué género se sienta atraído? La respuesta es la misma. Ahora bien, si tratamos de amor, obviamente tenemos que contar esa historia. Pero eso no hará que el personaje gane ni pierda valor, importancia o intensidad. Recuerdo que cuando empecé a escribir “Frizie” me aconsejaron que lo hiciera gay para captar a un público más concreto. Esa sugerencia me indignó mucho. ¿Significa eso que yo por ser gay tendré un sector de personas concreto a mí alrededor? No. Pues mi personaje tampoco. El lector lo querrá por quién es, no porque le gusta Sauda o Ditto. Eso no tiene sentido. Por eso mismo, no le demos tanta importancia a la vida sexual de nuestros protagonistas. A no ser que escribamos novela erótica, claro. Ahí debemos mojarnos más (nunca mejor dicho). Pero, de lo contrario, seamos naturales y no tengamos perjuicios. Tampoco vayamos con pies de plomo y con temor a herir ninguna sensibilidad. Si en la portada de tu libro pones un Gaysper no creo que lo lean los votantes de Vox, pero tampoco creo que tenga que ser especialmente mejor recibido por el colectivo LGTBI solo por tener una trama homosexual, bisexual o transexual. Le gustará a quien lo lea y le emocione, indiferentemente de su condición sexual. La vida, dentro y fuera de los libros, no debe ser tan complicada. Es cuestión de vivir y dejar de vivir y obedecer, en este caso, al Hakuna Matata multicolor. Emilio Prieto


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Taller del Escribidor

“Gerundiando” no es gerundio Antes de empezar este artículo, dediqué unos minutos a pensar en la figura del gerundio en nuestras apasionantes vidas literarias. ¿Es un verdugo de nuestros textos o es una víctima del mal uso que le damos? Reflexionando sobre el tema –y aquí lo empleo a propósito– recordé a una profesora que era muy estricta con esto. Cuando le comenté que quería escribir una novela de fantasía bajo el título de Liberando 7 Mundos, me miró con desagradó y me increpó: “No titules nunca con un gerundio”. Casi lloro, porque quería que en la portada de mi libro apareciera ese y no otro nombre. Y sí, me comió la cabeza con el fin de hacerme ver que esta forma verbal casi sobraba de nuestras vidas. Me negué. Cuando una persona me insiste gratuitamente en hacerme entender algo, con demasiado ahínco, y sin más intención que la de “yo llevo razón porque sí y tú deberías creer en mí”, algo en mi interior se activa. Me revelé. Fue así como me volví un “gerundiador” y amé al gerundio sobre todas las cosas. A mí me parecía una forma verbal perfecta que mantenía la acción en el presente y el pasado. Magia pura. En mis lozanos años universitarios, me encontré a más gente en contra que a favor, pero me dio igual. En esa época, yo me sentía un gerundio de la vida: incomprendido, rechazado por ser diferente e intentando enlazar dos tiempos que, en ocasiones, no se llevaban bien. De esa manera, le tomé manía a infinitivo y lo personalicé como si fuera el típico amigo con afán de protagonismo que siempre tiene que estar presente y ser el centro de atención de todo. De hecho, si te das cuenta, solo en esta frase, lo he usado más que al pobre gerundio en todo el artículo. Con el participio no pude competir. Lo vi necesario porque era auxiliar en determinadas composiciones verbales ¡y hasta se hacía adjetivo! Para mí, hacía una labor altruista y lo admiré como si fuera el enfermo guapo que atiende a tu amigo enfermo. Eso sí, nunca lo

quise más que a mi incomprendido gerundio. Sin embargo, en esta relación literaria no todo fueron alegrías. Tuvimos nuestros momentos tensos. Supongo que me dejé llevar en muchas ocasiones por la presión social y el pobre gerundio pagó las consecuencias. ¡Cuántas veces me lo tacharon de mis textos! Aún puedo ver esas señales, echas con bolígrafo rojo, sobre el papel… Era como encarcelarlo solo por servir a la sociedad. Y eso no podía ser. Comencé a leer sobre el tema y me percaté de que había otras personas que pensaban como yo… ¡no estaba solo! ¡El gerundio tenía sus seguidores! Eran fans de su uso que velaban por mantenerlo con vida. Me sentía como si formara parte de un grupo de insurgentes en una pequeña rebelión contra la RAE. Abanderando la bandera verbal, y al grito de “¡Viva mi gerundio!”, lideré una batalla que, para mi sorpresa, no tenía fin. Y lo peor de todo: mis compañeros en la lucha se había adueñado tanto del gerundio que lo usaban en frases que hasta a mí me chirriaban. Así, me pregunté: ¿Me juzgarían los demás tanto como los juzgo yo a ellos?. Entonces, apareció el fantasma del infinitivo y buscando venganza, como si hubiera salido de Hamlet, me susurró: “Te lo dije”. Prefería oír eso a un “te lo venía diciendo”. Tras un retiro del mundo de las letras –que en ocasiones viene muy bien para desconectar y volver con más fuerza y perspectiva–, me di cuenta que había cometido el error de rechazar a esas otras formas verbales por priorizar al gerundio. Aprendí que los extremos no son buenos. Que cuando nos anclamos en una figura literaria, la usamos demasiadas veces sin darnos cuenta y cometemos el error de convertirlas en fórmulas reiteradas en nuestras escritura. Sigo pensando que el gerundio tiene más gente en contra que a favor, pero ¿sabéis que? Publiqué Liberando 7 Mundos y no me tembló la mano en “gerundiar” en la portada de mi libro. Me sentí como en el capítulo de Los Simpson cuando sus protagonistas cantan al-


Estilo y Ortotipografía rededor de una hoguera eso de: “¿Quién ríe ahora?”. ¿Mi consejo sobre el gerundio? Usadlo siempre que la frase tenga sentido y no rompa el sentido temporal que este verbo ofrece ni suene forzoso. Y no os dejéis llevar por su rechazo social. Sentiros libres para poner en práctica la función que realmente tiene, pero sin explotarlo en demasía. Así pues, y orgulloso de este periplo, continué mi andadura literaria tras haber superado este idilio. Respirando tranquilo y creyéndome más fuerte que antes, no sabía lo que se me iba a venir encima. Y es que no pasó mucho tiempo hasta que, en mi vida, apareció el adverbio, con el cual tuve otra estrecha e apasionante relación, sobre todo, con los que acababan en –mente. Me percaté de que me iban los malotes. Volví a encabezar otra guerra por él y su uso. Aun así, esa será otra historia que contar próximamente y, por suerte, todavía Emilio Prieto tenemos Tártarus para rato.

@emilio15_9

¡Nos leemos en el siguiente número!

Atrasis Vol.2. Cuentos de nueva fantasía, varios autores Que soy una amante de las antologías dejó de ser un secreto hace mucho tiempo, si además es el resultado de los talleres de Teo Palacios, Librería Casa Tomada y Portal del Escritor y está editado por Triskel, la curiosidad me puede aún más. En esta ocasión, nos presentan nueve relatos entre la fantasía, el terror y la ciencia ficción que tocan casi todos los palos del género. Atrasis contiene relatos con elementos de sobra conocidos por los fanáticos de estos tres géneros y juega con la incorporación de novedades originales e interesantes que te invitan a seguir leyendo cada página. Pasamos por un delicioso relato circular sobre

realidades paralelas, zombies vengativos, extrañas apariciones de bolardos por la ciudad, migraciones extrañas y hasta relatos con un acertado toque de humor. A mí me cuesta elegir un favorito. Quizás podría ordenarlos de mayor a menor, teniendo en cuenta que la calidad es, en general, excelente. Por si fuera poco, esta edición es en beneficio de FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras). ¿Tengo que darte más razones para que leas este libro?

Verónica Cervilla @VCervilla

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III Edición Festival Tártarus

La mágica razón de nuestro festival Cada Festival Literario de Tártarus supone el gran triunfo de la palabra escrita. Debatir sobre ella para enfrentar la Ciencia Ficción contra la Fantasía es un lujo en una ciudad como Linares, la misma que acoge a grandes escritores y lectores de ambos géneros. La cuestión es: ¿tenemos que elegir entre uno de ellos? ¿Pueden convivir en una misma persona la pasión por ambos tipos de historias? Las respuestas a estas preguntas parecerán obvias pero, en el fondo, lo más enriquecedor de ellas son la reflexiones que nos llevan a entender sus razonamientos. Por tal motivo, la librería Entre Libros tuvo el placer de acoger a grandes escritores como el toledano David Luna y el físico Rafael Díaz-Gaztelu, además de las editoras Elia Vela, Blanca G. García y Clara Jiménez, de Ediciones Dorna. Moderar tal mesa fue para mí un verdadero honor. Ese día cogí un tren desde Madrid a primera hora para llegar a tiempo y sin retraso a este esperado evento que, cada año, despierta las delicias de más amantes de los libros. La primera reflexión que planteé era casi de obligado razonamiento: magos VS científicos, los personajes clave que mueven cada género. Está claro que la fantasía da más margen de actuación. La magia no precisa de tanta explicación, pero corre el riesgo de que el lector se canse antes de lo que considere “situaciones sacadas de la manga”. Los ponentes lo tenían claro: la buena literatura tiene que estar, narrativamente, bien construida. Igual ocurre con la Ciencia Ficción, esa que leemos como “adelantada a su tiempo” en episodios de Star Trek o novelas de Julio Verne. La ciencia, como tal, tampoco se explica en profundidad. Solo se da a entender para que quien consuma cada historia la formule a su manera. Evidentemente, sin una base firme, ninguna trama será sostenible. Las reglas de cualquier escrito deben ser claras y respetadas desde el principio. El debate llegó a punto de interés con el dilema de los superhéroes. ¿A qué genero pertenece? Sintetizando mucho esta parte, que ocupó gran parte

de nuestro tiempo, me quedo con un razonamiento que decía que tales personajes merecían ser un género aparte. No opinaron igual los libreros, que se vieron ya reorganizando sus estanterías, pues las etiquetas sirven precisamente para ello, aunque los invitados al festival no creyeron lo mismo. ¿Por qué la Fantasía o la Ciencia Ficción deberían estar catalogadas como tal? Esta cuestión se extrapoló a los personajes LGTBI. ¿Deberían ellos afirmar su condición sexual como “etiqueta” en una novela? ¿Era suficiente solo dejarlo entrever? ¿Se ayudaba de esta manera a los lectores que pudieran estar pasando por lo mismo para darles más visibilidad? ¿Era coherente la creación de un sello de aprobación literaria para este colectivo? Las conclusiones a las que se llegaron fueron muy sorprendentes, pero lanzo estos interrogantes, precisamente, para que vosotros, a través de nuestra redes sociales, deis vuestra opinión y así podamos seguir el debate fuera de la línea temporal que marcó este encuentro. Entre risas, confesiones y la intervención del público, la razón y la magia volvieron a enfrentarse, esta vez en Linares, mi tierra, donde crecí y aprendí a conocer ambos géneros que, desde mi punto de vista, son necesarios y complementarios. Grandes títulos salieron a la palestra y, con ellos, buenos autores. Algunos consejos para futuros escritores también fueron puestos en escena, sobre todo, el de velar por la continuidad de sus personajes y trama sin caer en el hastío del derroche de licencias. Al final, nos reunieron allí las letras, las mismas que escriben este humilde artículo y por las que, muy pronto, se celebrará otro festival literario. Emilio Prieto


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Tras los muros

RELATO GANADOR concurso anterior

El festival de las linternas C

amino al monasterio había un campo de lavandas cuyos pétalos parecían vibrar cuando los rayos del sol los acariciaban. Le hacía doler los ojos, pero aún así suspiraba ante su belleza. Era lo único que Wu Dong-Jin extrañaba del mundo exterior. Estaba emprendiendo su regreso hacia los gruesos muros de piedra cuando un muchacho harapiento brincó de entre las flores y trató de arrebatarle la bolsa con las donaciones. Las monedas rodaron por la tierra, levantando polvo y recogiendo luz. El joven monje fue rápido para patear al ladrón, cuyo rostro parecía bronce bajo el sol del mediodía. —¿No te da vergüenza? ¿Robarle a un monje? —le espetó. Ante la falta de reacción, se limitó a recoger las monedas y guardarlas en su pequeño bolso. —¡Tú no eres monje! —respondió mientras se ponía de pie y se limpiaba la tierra de sus holgadas ropas raídas—. ¿Dónde aprendiste a pelear? Estudió el rostro del otro. Los ojos eran redondos, pero parecían desaparecer cuando el muchacho sonreía, formando una línea que asemejaba el ala de un cisne negro. Unos gruesos labios esbozaban una expresión divertida, una joya de un rosado furioso, enterrada bajo capas de pobreza gris. Wu Dong-Jin le entregó unas monedas y regresó al monasterio sin decir una palabra, y sin mirar atrás. Pero el cuchillo permaneció clavado en su pecho durante el resto de la jornada. Una cicatriz abierta le impedía concentrarse en sus tareas y oraciones. Cuando llegó la noche y se recluyó en sus aposentos para dormir, se sobresaltó al encontrar una pequeña flor de lavanda sobre su cama. Se apuró a esconderla en su túnica, temeroso de que sus compañeros la vieran, pero la mayoría ya se había dormido. Escondido debajo de un tablón roto del suelo, el ladrón lo llamó. —¡¿Cómo entraste?! —susurró el monje, asustado. —Soy especialista en escabullirme —explicó orgulloso—. Me llamo Yi-Seon ¡Conozco sus reglas! ¡Cuando los envían a la ciudad a buscar donaciones es porque están en penitencia! ¿Qué has


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hecho para meterte en problemas?

Concurso

Tragó saliva y no respondió. —Bueno, si no quieres decírmelo aquí, te espero mañana en el campo de lavandas para que me expliques en detalle —dijo Yi-Seon, y besó los labios del monje antes de desaparecer entre las sombras. Aquel besó inflamó todavía más la herida en su pecho, y todos los demás que se entregaron a la mañana siguiente abrieron una llaga sangrante que lo llenaba de felicidad. Casi a diario, Wu Dong-Jin encontraba una florecilla de lavanda en su cama, en su sitio en el comedor, o en el rincón donde meditaba. Cada vez que la veía, sabía que Yi-Seon lo esperaba en el campo de lavandas. Le costaba trabajo huir de la vista de sus hermanos superiores, pero siempre encontraba la manera de reunirse con el muchacho de la amplia sonrisa y el cabello sucio. Las horas transcurrían como minutos, escondidos entre los perfumados pétalos. Cuando el joven monje se encontraba acostado boca arriba, con Yi-Seon descansando su frente contra la suya, sentía que ambos estaban en el fondo de un mar púrpura, cuyas olas eran las lavandas mecidas por el suave vaivén del viento. Y si cerraba sus ojos, los dedos del ladrón entrelazados con el suyo eran la única ancla que lo unía al mundo terrenal. Con mayo se acercaba el festival de los faroles de loto, y Yi-Seon no dejaba de hablar sobre lo ansioso que estaba por asistir. Tanto que una tarde se reunió con Dong-Jin cargando dos enormes linternas de papel, de brillantes colores rojo y amarillo. —Las has robado ¿no es cierto? —sonrió el monje—. Antes de hacerlas volar, debemos escribir nuestros deseos en ellas. —Pero… Yo no sé escribir —se encogió de hombros Yi-Seon. —Dime tu deseo y yo lo escribiré por ti. —¡Si lo digo en voz alta, no se cumplirá! —protestó el ladrón. El monje estaba intentando resolver el problema cuando el chico lo jaló de la túnica y suspiró contra su boca—. ¡Te lo demostraré! Lo besó con tanta fuerza que sus labios dolieron. Lo despojó del hábito y se hundió en su carne con rabia. El monje se sintió mareado, pues el perfume de las lavandas se mezclaba con el sudor de Yi-Seon, y el calor del sol se fundía con el de su piel. —Ahora ya sabes que escribir —dijo antes de abandonarlo en el campo de lavandas. Dong-Jin regresó al monasterio con el aliento entrecortado y la piel cubierta de sudor. Supo a la perfección que caracter escribir dentro de la linterna amarilla de Yi-Seon, y cuando llegó el turno de escribir su deseo, rompió en llanto. La noche del festival, miles de linternas reemplazaban a las estrellas, salpicando la negrura del cielo con luminosos colores. Wu Dong-Jin logró apartarse de los monjes que encabezaban la procesión y encontrarse con Yi-Seon en el lugar pactado. El muchacho había robado ropa para que ambos pudieran cambiarse y pasar desapercibidos entre la multitud. Vestido con un brillante traje tradicional violeta y dorado, Yi-Seon parecía un príncipe. O por lo menos, eso pensó Dong-Jin. Incluso se había lavado el cabello en el rio, y brillaba con reflejos azulados bajo la luz de los faroles de papel. A Wu Dong-Jin le causó tristeza no poder besarlo ni sujetar su mano en público. Él cubrió su cabeza afeitada con un sombrero que se anudaba bajo su mentón con una cinta, y se unieron a la procesión con sus respectivas linternas.

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Tras los muros

En el camino se deleitaron probando dulces y viendo a los bailarines, contagiándose de la alegría que teñía el aire nocturno. Pero Dong-Jin percibió una sombra acechando dentro de aquella felicidad. Cuando llegó el momento de hacer volar las linternas, ambos cerraron los ojos. Dong-Jin sintió que la herida en su pecho se desangraba a medida que sus deseos tocaban los cielos. Se asustó cuando sus pies se despegaron de la tierra. Una vez más, los dedos de Yi-Seon fueron su ancla, aunque flotaba a su lado. Mariela Pappas

América fantástica, varios autores

tión, firmados por grandes autores como Daína Chaviano.

Tenía muchísimas ganas de que cayera en mis manos un libro como este. Hace tiempo que quería ampliar mis horizontes—y los de Tártarus—con respecto a los autores latinoamericanos que escriben fantasía y al final ha sido posible gracias a Huso Editorial. La antología que os presento, delicadamente escogida por Mariano Villarreal, es un paseo por la riqueza narrativa de varios países que van desde Cuba hasta Argentina, Brasil, Colombia, Bolivia...

La edición está cuidada, como todo lo que he leído hasta la fecha de Huso. Prepárate para un viaje lleno de matices, folklore y mitos andinos, y mucha ciencia ficción venida del otro lado del charco. Avisado estás. Ahora déjate llevar...

Hay un arcoíris de estilos y temáticas tan variado que cualquiera podría encontrar aquí la historia que llevaba tiempo buscando. Yo encontré la mía y, sin menospreciar las demás, solo te daré una pista: estaba en Argentina. Lo mejor que te puede pasar cuando lees una antología es que, al finalizar, busques desesperadamente más obras de los autores para saciar esa hambre de historias que tenemos los lectores cuando nos topamos con algo bueno. Con América fantástica además tienes una gran ayuda en esta tarea. La recopilación se divide por países y cada sección es introducida por un artículo a modo de ensayo sobre la historia de la narrativa fantástica y de ciencia ficción en el país en cues-

Verónica Cervilla @VCervilla


Colaboración Entrelibros http://www.entre-libros.com/ Literautas http://www.literautas.com/ Zona excéntrica http://zonaexentrica.blogspot.com.es/ Dragones de papel y hueso http://estermoseley.blogspot.com.es/2013/05/gracias-todos-por-visitar-mi-otro-blog.html Libros Prohibidos http://libros-prohibidos.com/ La nave invisible https://lanaveinvisible.wordpress.com/ Lidia Ribera www.lidiaribera.com Misterios de escritora http://misteriosdeescritora.blogspot.com.es La orilla de las letras www.laorilladelasletras.blogspot.com Cristina entre letras http://cristinaentreletras.blogspot.com.es/ El club de las escritoras http://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es



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