
4 minute read
SHINOVA Gabrielde
Estuvimos en esa primera Riviera, cuéntanos tus sensaciones desde arriba. Para nosotros fue una locura, de hecho desde el minuto uno cuando empezamos nos dimos cuenta de que no escuchábamos ni siquiera los envíos, porque lo que nos entraba era la gente cantando. Nunca nos había pasado algo así, y la verdad es que es uno de esos momentos que creemos que vamos a recordar para toda la vida. Creemos que esta noche va a andar la cosa por ahí también. Además, tenemos muchísimas ganas ya de subirnos otra vez al escenario.
Por cierto, acabamos de ver pasar a Antonio de Arde Bogotá. Un cartagenero hasta la médula. Estamos muy hermanados tanto con los Arde como con muchos otros compañeros. Anoche como sabéis estuvieron María Rozalén y María de Mäbu, y la verdad es que para nosotros es súper bonito compartir estos momentos con las personas que queremos.
Advertisement
Es cierto que tenéis muchísimos amigos que terminan colaborando con vosotros. Porque pagamos bien (risas). Nos llevamos muy bien con mucha gente, no siempre sucede, pero sí que es verdad que desde que empezamos nosotros a tocar escenarios hemos ido conociendo gente que después ha pasado a ser emocionalmente muy cercana. Y ya muchas veces quedas con ellos y ni siquiera hablas necesariamente de música, de las cosas más rutinarias y esenciales. No sé si se puede utilizar las palabras amiga o amigo para la cantidad de gente con la que colaboramos, pero en Shinova no sabemos hacerlo de otra forma.
Encima las sinergias siempre encajan de puta madre.
Lo hemos contado alguna vez, cuando uno hace una colaboración o se pone a trabajar artísticamente con alguien que es afín en muchos sentidos, artísticos, emocionales, esa afinidad… las cosas fluyen de otra manera.
Qué esperas después de dos Rivieras así. Es potente esto. Siendo honestos, estamos haciendo todo esto con mucha antelación, la Apolo 1 de Barcelona también… pero es que hemos llenado Vitoria, y en Córdoba tampoco quedan entradas. Eso para nosotros es un logro impresionante, porque al final Madrid es una maravilla, todo está muy centralizado, a nivel de medios todo va a tener una magnitud mayor que en cualquier otro lugar, pero lo que nos ha costado siempre es llenar - como a todos los artistas en realidad - ciudades más pequeñas, y de repente ves que en Murcia hay dos fechas y dices: coño, esto vale oro. P Nosotros lo vemos así, y agradecemos de por vida a toda la gente que llena esas salas.
Muchas bandas de hecho miran mucho de reojo las entradas que llevan vendidas.
Hay que jugársela a veces. Nosotros nos la hemos jugado muchas veces y hemos palmado muchísimo. Siempre contamos que desde 2014 a finales de 2016 hicimos las dos giras más deficitarias de la historia, porque hemos palmado pasta… se da el caso de que mucha de esa gente va a estar hoy aquí con nosotros, igual que en Almería y en Córdoba. Hay muchas maneras de hacerlo, que tu single suene en todas las radios de repente, que caigas en gracia de tal modo que en seis meses te saquen en El Hormiguero, y después está esta opción, que es el tipo de carrera que hemos construido, que es carretera y escenarios. Es nuestra fórmula.
La Buena Suerte no salió además en un momento fácil, y os ha dado mucho desde entonces.
Pues fíjate, al principio fue una manera de escapar de esa época tan oscura que todos vivimos. No mirábamos las noticias - nada de televisión porque quitamos los cables -, y la forma de encontrar algo luminoso, al menos para nosotros, fue centrarnos en este disco, en las canciones, y hablar solamente de música en esos días. Luego ya ves, llegó ese número 2 detrás de El Madrileño en discos vendidos (en vinilos fuimos nº 1), que de repente fue algo muy bonito que no imaginábamos que podía suceder. Estábamos arriba en ventas, las entradas empezaron a volar, algo que a día de hoy sigue yendo muy bien… Por tanto, este disco, o la gente más bien nos han dado muchísimo, porque han dado la oportunidad a estas canciones de que llegasen a sus casas, y eso es la hostia.
Recordamos siempre que la primera vez que os vimos en directo fue en el escenario Coca-cola del Festival Gigante, en 2016, no parece haber pasado tanto tiempo y mirad ahora qué presente.
Estábamos muy poquitos, pasito a pasito y empezando a formar un gran equipo, ahora con Marina, Gloria… toda esta gente que está por aquí al final somos una familia que está toda a lo mismo. Desde luego, nosotros cinco sin ellas no estaríamos aquí, lo realmente valioso de todo este tiempo ha sido encontrar un gran equipo para llevar a cabo noches como la de hoy. De aquel concierto me acuerdo de Sean Frutos y de Marian, que me hizo mucha ilusión verles ahí de entre los poquitos que estabais. Además Sean fue de las primeras personas que escuchó la maqueta de Volver, nos estuvo apoyando desde el principio y le mando desde aquí un abrazo enorme, le queremos con locura.
Y la familia Sonorama también ha estado ahí siempre, en cada disco.
Gracias al Sonorama nuestra música se abrió a un público mucho mayor que el que teníamos por entonces. Les debemos muchísimo, y a la gente de Planeta Sonoro y la de Art de Troya, que les queremos con locura.
Es de esa gente que comentábamos que puedes llamar amigos, y encima son de una tierra arandina, de la que nos sentimos parte. ¿Qué vieron? Pues canciones. Lo bonito de esta relación es que son muy apasionados y lo primero antes de cualquier cosa para ellos es la música. Cuando hacemos canciones como Te debo una canción o Si no es contigo junto a Rafa Val, cuando pensamos en hacer cantos de agradecimiento, por supuesto toda esa gente está siempre incluida.
Por último, imaginamos que ya estáis componiendo cositas nuevas.
Encararemos los conciertos de verano, pero estamos ya con la producción de las canciones nuevas. Ahora es un momento bonito pero de mucho debate, haciendo criba para el material que entrará en el siguiente trabajo, que es mucho además, y estamos en conversaciones con Manuel, quitando y poniendo temas… nuestro plan, nuestra manera de ver el arte es dar siempre una vuelta de tuerca y no repetir lo que ya hemos hecho. ¿Qué más podemos aportar? Es el siguiente paso y ahí es donde estamos.
Parafraseando al Standby de Extremoduro, nos da vértigo vivir en los atascos, el olor a gasoil y toda esa parafernalia típica de las grandes ciudades, y precisamente eso casi nos impide poder charlar un ratito con un gran artista como Pablo Sánchez. La sombra de La Raíz quizás sea alargada, pero el cantante de Orihuela se ha ido destapando y buscando un hueco bien merecido en la música independiente de nuestro país con su proyecto Ciudad Jara, que estas semanas está de dulce presentando su nuevo trabajo, La Velada del Lobo