REVISTA PERIPLO: UTOPÍAS

Page 1

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 1 •


About Us PERIPLO somos un grupo de jóvenes, que por diversas circunstancias de vida, nos hemos visto envueltos en un periplo. Un periplo es un viaje, una circunnavegación y así, una exploración. Una revista es una propuesta literaria que sostiene un diálogo, a la manera antigua, que profundiza poco a poco en un océano virgen. Es la propuesta de un itinerario digital y bimestral en el que las letras naveguen con los vaivenes de nuestro tiempo. PERIPLO será, efectivamente, una tentativa de reconocer los mares que surcamos, uno a uno. Es nuestro objetivo abordar distintas temáticas que serán la columna vertebral de cada número, desde las más diversas disciplinas humanistas, con el desafío de ser transversales en el tiempo y en el espacio y con una óptica integradora. Somos cosmopolitas por surgir y habitar ciudades de todo el mundo: nuestros orígenes son diversos pero nuestra lengua es una y nuestra palabra plural. PERIPLO es además hijo de la posmodernidad por estar comprometido a dar testimonio al siglo que vive; considerando la trayectoria histórica de la humanidad, buscará reflejar el pensamiento de un tiempo y sus dudas, sus posibilidades, sus inspiraciones y bloqueos. En una época de cierta incertidumbre cultural, PERIPLO pondrá de relieve las inquietudes de unos cuantos; curiosidades de muchos que, como nosotros, buscan ver el otro lado de las cosas. En la medida en la que no huimos, nuestra pequeña embarcación literaria será un viaje que irá dejando rastro y huella por si, en algún punto, queremos regresar a una costa conocida. Viajar también es perderse; he aquí una brújula por escrito para aquellos que no teman desprenderse de sus raíces y busquen profundizar en nuevos mares. Las expediciones de los antiguos dejaban evidencias instructivas documentadas en sus περίπλους (periplous), porque cuando la humanidad quiere dejar asentado algo que considera importante, lo escribe. Nosotros aprendimos el gesto, y sin conocer el destino final de nuestro periplo, decidimos dejar testimonio de nuestro recorrido.

2 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • M AGDALENA PARDO PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 3 •


Cul de sac El quinto puerto de atraco de PERIPLO se sitúa ahora en las utopías. El abordaje sobre la temática de héroes y antihéroes llevó nuestro barco a reflexionar sobre las utopías. Ahí, en la utopía, se clarifican las aspiraciones de una sociedad, sus creencias en la posibilidad de otra realidad mejor, y se esclarecen las misiones de sus héroes. Así, esta nueva escala en nuestro pensamiento pasará por una revisión de las distintas formas de utopías y sus registros expresivos más diversos, desde el arte, la política o la literatura hasta el cine o la música. Será una forma de indagar en las quimeras del pasado y pensar en cómo se materializan en el presente y hacia dónde van en el futuro. Les proponemos un itinerario de viaje especial. Espiaremos por la cerradura de los sueños los avatares del mundo. La épica de lo imposible, la frustración de lo onírico. Será un viaje largo y placentero. No se preocupen si, después del naufragio, les quedan más interrogantes que respuestas, más dudas que certezas. De eso se trata la utopía, de viajar mientras nos hacemos preguntas, de mirar el cielo y pensar que es un techo pintado por Dalí. Eduardo Galeano, el soñador incansable, lo dijo más claro, e inmortalizó la frase para siempre. “Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar”. Bienvenido al barco de las letras que navegan. ¡Y sueñan!

Ilustr ación de portada: Mar ample i García

4 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 5 •


PERIPLO • M AR AMPLE I GARCÍA

Solucítr a ed ecidnÍ

ÁGORA Quimera americana Carlos Martínez-Rivera Cine en rama 65 veces Hiroshima, mon amour Fernando Massa Ecos en el tiempo Joaquín Bilbao ACTUALIZARTE El encanto de Lesbos Ángel Saiz MUSICANTROPÍAS La decepción de las musas Luis Baeza Andreu Cerrada, legislable y etnocéntrica: las utopías de la música Xavier Mas i Sempere 6 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

[32]

[52] [54]

[72]

[27] [28]


ET CETERA Maletas abordo Víctor Bermúdez La utopía de la Revolución Francesa Felipe Blaquier GAVIA Palabra y horizonte: pinceladas de esperanza y utopía Laura Santervás Mantra de Rodrigo Fresán, o la ingenuidad lectora como utopía posmoderna Víctor Dacosta La mirada posmoderna de Utopía Lilliana Alemán Román LEGADOS El sueño incorruptible Daniel Ruíz LENGUAS VIVAS North to Boston de Robert Frost Andrés Catalán MANO A MANO Entrevista a Fernando Aínsa: el principio esperanza Entrevista a Francisco Fernández Buey: utopías sin inocencia NOSTOS La repulsa de Platón Pablo Doratti PLUMAS LIBRES Distopías Carolina Arrieta Utopía Dante’s puppet Ausencia y Rose au vent Ferdydurke y Nuria Curiel Autóctono Julieta Desmarás

[10] [74]

[23] [39] [66]

[58]

[68]

[16] [43] [78]

[21] [37] [50-51] [63] PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 7 •


PERIPLO • M AR AMPLE I GARCÍA

Andrés Catalán. Salamanca. Licenciado en Filología Hispánica y profesor de Español y Literatura para alumnos extranjeros, ha publicado poesía y crítica literaria en revistas como Clarín o Nadadora y traducido a Wallace Stevens. Ahora trabaja su tesis sobre poesía y pintura en la Universidad de Salamanca. Es autor de Composiciones de lugar (2010), VI premio de poesía joven Félix Grande. Ángel Saiz. Historiador y crítico de arte vallisoletano. Nómada y desarraigado. Conversador pausado y enemigo de la perfección. Es un buscador de musas, ya que su amor por el arte nunca fue correspondido.

angelsaiz@revistaperiplo.com

Carlos Martínez-Rivera. San Juan. Periodista puertorriqueño residente en España. Analista minucioso del presente, corrector, diseñador hispanista, politólogo y cómico a tiempo parcial, es un hombre orquesta. Cafetero empedernido que es sin duda el rigor de nuestro barco.

carlosmartinez@revistaperiplo.com

Carolina Arrieta. Zaragoza. Ella atraviesa fronteras, las de aduana y las de locura, con inusitada insistencia. Le obsesiona la fugacidad que nos envuelve, el fútbol, la cocina y le inquietan como a nadie los rizadores de pestañas. Aprendió a mezclar vinagre e incertidumbre y ahora aliña de interrogaciones las superficies blancas. La realidad se la come viva mientras duerme, y también miente. 8 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


Daniel Ruiz. Mexicali. Comunicólogo y defensor de las causas perdidas. Pianista esporádico y lector de la línea sofisticada que frecuenta el coñac. Añora y reinventa el siglo XVIII y su iPod parece estar atrapado en los noventas. Escritor lento pero apasionado, atento siempre a los pequeños detalles que a menudo se olvidan.

danielruiz@revistaperiplo.com

Felipe Blaquier. Buenos Aires. Felipe es un amante de las letras, especialmente las griegas, latinas y germanas. Cree firmemente en lo clásico, aunque presiente que aún queda mucho por decir. Busca su voz escribiendo en gráfica y haciendo radio en Buenos Aires, donde trabajo de periodista.

Fernando Massa. Asfixiado por la ley, encontró comprensión en Kafka, el rumbo en Hesse y el Norte en Cheever. Cronista melancólico y cinéfilo, hace pie en Buenos Aires, pero encontró su lei motiv en un stencil de Montevideo: consumir cosas bellas.

Joaquín Bilbao. Especialista en generalidades, vive fascinado por el baile de los planetas. Porteño cosmopolita, pasó por Bogotá, Bahía Blanca y Berkeley. Siempre que puede exclama que Paul es su Beattle favorito.

joaquinbilbao@revistaperiplo.com

Julieta Desmarás. Buenos Aires. Poeta y redactora creativa. Ecléctica y mutante. De sus poesías puede brotar tanto un pochoclo como una flor. Amante de la buena música quiere bailar con David Gilmour su canción, quiere a Lennon con su piano blanco en su living y meditar con George. Luis Baeza. Zaragoza. Músico y periodista, escribe sin relecturas excesivas que corrompan el estilo. Apasionado de Truman Capote, Bukowsky, Cortázar. Observador atento de lo esporádico, los llantos, las lluvias, las desaventuras, la psicosis y variaciones humanas de la misma categoría. El Mediterráneo es su centro de operaciones.

luisbaeza@revistaperiplo.com

Laura Santervás. Barcelona. Humanista (al menos, licenciada en ello). Disfruta la literatura, especialmente de la poesía. Librera, especializada en el sector infantil y juvenil por varias casualidades, cree tener vocación de docente. Mientras imagina poder explicar apasionadamente los versos de Jaime Gil de Biedma o Ángel González, disfruta leyéndolos, aplicándolos a su cotidianidad. PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 9 •


Liliana Alemán Román. Puerto Rico. Escritora, pintora y soñadora de clóset. Nació en los campos frescos de Trujillo Alto. Es fanática sin remedio del arte clásico. Lilliana es estudiosa de la cultura visual, ergo, es presa de la semiótica, que invade todo aquello donde se posa nuestra mirada. Nuria Yáñez. Salamanca. Joven poeta que combina la sutileza y la rotundidad dejando la piel en las palabras. Filóloga, bailarina y aficionada a la confitería, a mirar el techo y al té; Nuria se muestra con una pluma poética de la época en que su ingenuidad se convierte en apariencia. Vital, cristalina, sutil.

Pablo Doratti. Cauteloso observador de la antigüedad clásica y sus continuidades. Deambula a menudo por las ciudades y pueblos de la República Argentina, y es el tipo serio que ves en los cafés escribiendo en una montañita de hojas amarillas.

pablodoratti@revistaperiplo.com

Ricard Olivé Roca. Barcelona. Humanista sin ánimo de ejercer, lleva la “L” de ser humano en prácticas. Barcelonés estudioso del mundo épico del futbol y lo freaky, pretende especializarse en risas sin más, y con mucho menos.

ricardolive@revistaperiplo.com

Víctor Peña Dacosta. Licenciado en Filología Hispánica, sobrevive viéndose obligado a aguantar hordas adolescentes. También da clase en institutos. En la actualidad cursa un doctorado extinguido sobre narrativas hispánicas de ruptura, rellena quinielas e intenta escribir.

Víctor Bermúdez. Humanista breve, teórico del té, la convicción humana y otras vicisitudes similares. Ha crecido en Mexicali y se ilustra en Salamanca, donde el autor aprende sobre los vicios, la avaricia y el fervor vacacional.

victorbermudez@revistaperiplo.com

Xavier Mas i Sempere. Santa Pola. Comunicador audiovisual y músico evolucionado a musicólogo. Acompañado durante años por el violín y la percusión, busca ahora las respuesta en la sociología. Amante del arte contemporáneo y persistente aficionado a justificarlo y divulgarlo.

10 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • JULIO RÍOS

¿Remas con PERIPLO?

info@revistaperiplo.com PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 11 •


Plinio, Historia Naturalis, IV, 35

Pone eos montes ultraque

Aquilonem gens felix, si credimus, quos Hyperboreos appellavere, annoso degit aevo, fabulosis celebrata miraculis. […] regio aprica, felici temperie, omni adflatu noxio carens. Domus iis nemora lucique, et deorum cultus viritim gregatimque, discordia ignota et aegritudo omnis, mors non nisi satietate vitae epulatis delibutoque senio luxu e quadam rupe in mare salientibus; hoc genus sepulturae beatissimum.

Detrás

de estas montañas y más allá de la región del viento del norte, una raza feliz, si damos crédito, a quienes llamaron Hiperbóreos, vive una larga vida frecuentada por maravillas dignas de relatarse. Región soleada, es de clima propicio y exenta de vientos perniciosos. Los bosques y arboledas son morada para ellos y el culto de los dioses es tanto individual como colectivo. Son desconocidas la discordia y toda enfermedad. La muerte no llega si no es por saciedad de vida cuando, luego de una vejez excedida por banquetes y el lujo, se arrojan desde una roca hacia el mar. Esta clase de sepultura, consideran, es la más agradable. 12 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 13 •


ET CETERA

MALETAS ABORDO POR VÍCTOR BERMÚDEZ

Y el “abrazo imposible de la Venus de Milo”. -Rubén Darío “Como el ímpetu inútil de la roca de Sísifo”. -Juana Castro

L

a heroicidad llega a sus límites como expresión de las utopías de una sociedad. presente se contempla el pasado para construir La utopía es un motor que mueve al nuevos tiempos. Así, presente, pasado y futuro mundo y su combustible inagotable también confluyen tras el telón de la utopía. nace de la esencia humana: la esperanza. Armónica dialéctica entre equipaje y catalejos. Sea ansia de transformación o serenidad El destino de cada humano es su utopía. Y la insatisfacción es parte de esa utopía en la pasiva, cada utopía es una evidencia de nuestro medida en la que niega la realidad y aspira a estar en el mundo. El grado de conciliación transformarla. Pero en la utopía descansa no sólo con que vivimos hic et nunc y todo aquello que la esperanza sino también el desiderium, cualidad añoramos del porvenir. El siguiente puerto de humana de ambición, de ansia. Cambio, sueño atraco está siempre en nuestras conjeturas al e ideal confluyen todos tras el telón de la utopía. momento de zarpar. Embarcaciones perpetuas Desde la Utopía de Tomás Moro se pone que dibujan nuestras trayectorias en aspiraciones de relieve en la intelectualidad europea de la concéntricas que no terminan nunca; es el ímpetu Modernidad algo que ya venía anunciándose inútil de una humanidad que desea un mundo desde la Antigüedad: perseguimos un mundo mejor. Humanos, entonces, subimos todos al ideal. Los modelos de realidad paradigmática barco “utopía” y remamos contracorriente. Y por último, la utopía del amor, a la que han variado desde la República de Platón, la Utopía de Moro o el socialismo científico no debemos tener miedo a referirnos. Radica en lo de Karl Marx, pero el impulso que subyace más profundamente humano la imposibilidad de es el mismo: otra realidad mejor es posible. la plenitud amorosa, de la que han sido metáfora La utopía se proyecta simultáneamente numerosos episodios de la mitología clásica. Algo hacia el pasado y hacia el futuro, desde la utópico subyace en el sentimiento amoroso, y tanto nostalgia idílica de la Edad de Oro mitológica el arte como la literatura occidental ha resuelto que Hesíodo introdujera, hasta la Revolución dejar testimonio de ello, desde la Venus y Adonis que Francesa y su romántica sobrecarga de ideales ilustrara Tiziano y recitara Shakespeare, hasta el futuristas. Utópico es entonces el momento castigo de Sísifo subiendo su roca a la montaña de subir al barco las maletas del pasado y ad eternum, o la musa Castalia, fugitiva perpetua vislumbrar nuevos rumbos. Saber que a partir del y el abrazo imposible de la Venus de Milo. 14 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • Helena pérez García

ET CETERA

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 15 •


MANO A MANO

ENTREVISTA A FERNANDO AÍNSA: El principio esperanza

POR VÍCTOR BERMÚDEZ

Fernando Aínsa es un escritor uruguayo afincado en España que se ha dedicado a la reflexión profunda de diversas materias entre las que destaca la utopía. Es autor de obras como Del “topos” al “logos”,(2006) La reconstrucción de la utopía (1998), Los buscadores de la utopía (1977) o Necesidad de la utopía (1990). El pasado julio, en Salamanca, el escritor concedió a PERIPLO la oportunidad de una entrevista cercana y vital en la que el autor esboza reflexiones sobre la utopía que navegan entre lo literario, lo histórico, lo político y lo filosófico. Las respuestas que nos da el autor denotan una madurez intelectual que lo colocan sin duda entre los pensadores más destacados de nuestro tiempo en habla hispana.

Fernando Ainsa - “Es una pregunta realmente problemática. Lo fundamental es señalar que las utopías que se proyectan hacia el pasado se alternan, en general, con las visiones hacia el futuro. Tradicionalmente, la utopía ha buscado en el pasado una Edad de Oro perdida, las características de un mundo feliz donde todo era armónico para proyectarlo a una sociedad futura. Incluso en algunas utopías concretas de textos utópicos hay viajes a lugares lejanos donde se ha preservado esa vida, de ahí viene el símbolo emblemático de la isla con el que está asociada la utopía en general. Isla porque significa posibilidad de aislamiento, y, por lo tanto, no contaminación con el mundo que circunda. Creo que en este particular momento inicial del siglo XXI los jóvenes están muy lejos de la utopía. El discurso utópico que mi generación vivió con intensidad en los años sesenta, con el auge de la Revolución Cubana, con las grandes revoluciones, la transformación tanto de las costumbres cotidianas, 16 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

FOTOGR AFÍA PERTENECIENTE A EL HER ALDO DE AR AGÓN

PERIPLO – En Reconstrucción de la utopía has explicado la dimensión temporal de la utopía en dos niveles: el anclaje hacia el pasado y la proyección hacia el futuro. En este sentido, ¿cuál es el papel de la juventud frente a las utopías en este siglo XXI?

como incluso de la vida sexual, y toda esa efervescencia de los años sesenta, que fue el último gran apogeo de la utopía. Mayo del ’68 en Francia es justamente un momento donde la juventud tuvo un papel protagónico, invasor digamos, contra las estructuras establecidas, sobre todo a nivel universitario, de la educación. Y provocó grandes cambios esa revolución de las mentalidades, las conciencias, que había empezado en el año 1964 en Berkeley, también a nivel estudiantil. Hoy en día parece pues que cuando hay movimientos juveniles son por cosas muy concretas,


por Bolonia1, por si van a ser tres años o dos años, por si se elimina tal cosa o no. Pero, la parte ideal que conlleva la utopía parece lejana. Pero, tengo la teoría -que he sostenido en mis trabajos en general- de que hay momentos en la historia en que aparentemente la utopía retrocede, pero que después reaparece con otro ropaje. A través de la historia ha habido muchos momentos en que la humanidad se ha proyectado hacia utopías, hacia movimientos revolucionarios, hacia estallidos -como fue el caso de la Revolución Francesa- y después hay un momento de repliegue, pero después nuevamente vuelve a aparecer porque el hombre, aparte de ser homo sapiens u homo faber es homo utopicus. Creo que hay esa dimensión porque ninguna otra especie que no sea la humana tiene esa especie de necesidad de proyectar algo diferente a lo que es y llegar a pensar en algo alternativo. Eso es un privilegio de ser humano, que siempre ha proyectado eso. Por lo tanto, creo que si en este momento la juventud parece que no tiene papel, en cualquier momento -y a lo mejor lo veré en el término de mi vida, y si no lo verás tú- aparecerá algo y a partir de ahí un fermento. Hace unos años, en el momento de la globalización económica, hubo muchos movimientos antiglobalización, y parecía que ahí, en ese momento, iba a surgir nuevamente a través de ese lema: ‘Otro mundo es posible’. Curiosamente, a mí me ha llamado la atención ahora cuando ha ocurrido esta gran crisis económica de hace un par de años, debería de haberse plasmado ese movimiento en algo concreto, y justamente ha habido un silencio muy grande de todos los que manifestaban en Seattle, en Porto Alegre, alrededor de esa idea en el momento del apogeo del neoliberalismo económico y de esta especie de derechización económica -que iniciaron Ronald Reagan, en los Estados Unidos, y Margaret Thatcher, en Inglaterra-. Curiosamente ahora cuando debería haber aparecido, no lo hizo, y tampoco los jóvenes han irrumpido en este momento”.

1

Se refiere a la Declaración de Bolonia, polémico acuerdo educativo que estipula que dentro del Espacio Europeo de Educación Superior la educación en Europa ha de consistir en tres años de grado y dos más de máster antes del acceso al doctorado.

MANO A MANO

P. – En estos tiempos de incertidumbre cultural que se ha dado a llamar “posmodernidad”, ¿es realmente posible no tener utopías? F. A. – “No. Justamente esta es otra paradoja de la situación actual: cuándo más necesaria sería ahora la aparición de utopías menos utopías hay. O sea que en el momento de la gran derrota, sobre todo las del Socialismo Real, la caída del comunismo y de todas las utopías que se habían transformado en pesadillas, en muchos países con regímenes totalitarios… En esta especie de vacío actual parecería más necesaria que nunca la utopía, y, sin embargo, no hay propuestas. Parecía que hemos terminado con la búsqueda de otro mundo posible que se iba a dar. La posmodernidad creo que ya está pasando -tal vez aparecen valores por ahí, hay utopías concretas, pequeñas utopías- lo que hay es un rechazo al planteo total, a la utopía total que va a transformar todo. Hay mucha desconfianza, además, porque muchas de esas revoluciones han desembocado en pesadillas utópicas”. P. – En cuanto al espacio fronterizo, ¿cuánto de real y cuánto de ideal contienen las utopías? F. A. – “A través de la historia de la humanidad y, sobre todo, en el siglo XIX, concretamente con el socialismo utópico -que después condenó Marx porque considerarlo fantasista- hubo muchos intentos prácticos de realizar la utopía. Y en América ha habido algunos cuantos, en México, por ejemplo. Hubo socialistas utópicos ingleses y franceses que fueron y buscaron hacer utopías concretas; incluso hay utopías anarquistas en el Sur de Brasil, en Argentina, núcleos que se instalan ahí y tratan de hacer una sociedad autónoma, independiente, ideal. La relación con la práctica, con la posibilidad concreta de llevar a cabo la utopía es bastante grande. Hoy en día, frente a la desconfianza a esas grandes utopías, hay muchos esfuerzos por las micro-utopías, esas pequeñas utopías que se pueden concretar en una esfera, prescindiendo un poco del resto del mundo. Tuve ocasión en los años setenta de conocer las comunas en los Estados PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 17 •


MANO A MANO

Unidos, incluso viví algunos días en alguna de ellas, pero eran unos esfuerzos que en general terminaban bastante mal. La realización práctica de la utopía. Lo que pasa es que la utopía es más un principio de esperanza, una especie de horizonte que siempre se va desplazando con la realidad, porque cuando se trata de construirla en la práctica terminan mal como terminaron los socialismo reales en el mundo comunista, como han terminado muchas utopías, algunas delirantes como las de Paul Pott en Candovia.

gigantescos. Eso era la idea de progreso puro y duro. Hoy día todo eso ha entrado en crisis, primero por la conciencia que hay de la fragilidad de los recurso del Planeta, de lo que ahora se llama desarrollo sostenible, pero la idea del progreso a la cual estuvo asociada la utopía era un progreso sin freno: líneas férreas, carreteras, edificios. Era una idea de progreso económico en la cual se inscribe gran parte del desarrollo de Estados Unidos, ese espíritu de la frontera, de ir siempre más lejos. Justamente esa frontera que se va desplazando hacia el Oeste y en

P. – La premisa de “buscar vivir mejor” parece estar en la base del pensamiento utópico; pero, ¿en qué momento la aspiración utopista se convierte en negación de la realidad, en desconexión nociva del presente inmediato? F. A. – “Hay un libro muy interesante llamado Revolución y contrarrevolución, de (Harold) Laski, que es muy interesante porque plantea cómo siempre la utopía cuando llega el momento de realizarse genera en su propio seno, contrautopías, o sea nuevas utopías, necesidad de que no se cristalicen, de que no se institucionalicen, que no cuajen totalmente, sino que se mantengan siempre con esa especie de inquietud por algo diferente, por ese horizonte que se desplaza. P. – Detrás de la utopía subyace una visión de progreso. ¿Cuándo o cómo confluye esta visión con la tentación totalitaria que esconde cada utopista dogmático?

F. A. – “La utopía tradicionalmente buscaba una sociedad ideal con elementos del pasado. En el mundo la idea del progreso aparece en el siglo XVIII con la Ilustración, y ahí hay esa idea de que el progreso lo va a PERIPLO • M AR A solucionar todo; esa idea de que los adelantos científicos, sobre todo los sociales, van en una buena dirección. cada lugar se va edificando. Y todo eso ha entrado Creo que la idea del progreso ha entrado en crisis desde principios del siglo XX. Recuerdo de pequeño recibir una revista de propaganda de la Unión Soviética, que se distribuía gratuitamente, y siempre aparecían grandes represas, instalaciones hidroeléctricas, edificios 18 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

en crisis en el propio Estados Unidos en donde ha aparecido el problema de la pobreza, que no existía, aparentemente, porque eran todos pioneros que iban enriqueciéndose a medida que avanzaban hacia el Oeste. Y hoy día asistimos a eso, incluso en países que


están empeñados en tener su propio progreso, como Brasil. La propia bandera de Brasil con el lema de Auguste Comte: ‘Orden y progreso’. Esa idea de cierto orden, pero el progreso por sí. Entonces deforestan la Amazonía, hacen carreteras, etcétera. Hoy en día todo eso está frenado por una consciencia planetaria de ciertos límites, y de que además no todo lo que es progreso es automáticamente sinónimo de felicidad ni de vida buena como preconizan algunos filósofos. Ahora ya lo importante es la vida buena, no la del confort sino la vida buena en el sentido completo de la humanidad”.

MANO A MANO

F. A. – “Fue una utopía planteada por Bolívar, la idea de una unidad latinoamericana que no cuajó ni siquiera en los términos de su vida porque él al final de su vida, así como había planteado eso como un proyecto unitario, incluso había lanzado desde Panamá esa idea de unión del Norte y el Sur a través de ese lugar emblemático que es Panamá, uniendo América del Norte con América del Sur, pero al final de su propia vida, son ya terribles las cartas que manda Bolívar derrotado en esos ideales, viendo cómo se fragmenta toda América. Y de vez en cuando ese ideal de la unidad latinoamericana reaparece; en los años sesenta justamente –volviendo a ese momento que fue el último de las utopías realmente a todos los niveles- se planteó de nuevo el ideal de uniones culturales, desde Cuba se hablaba de muchos proyectos culturales de unidad latinoamericana. Y después ha venido a través de esfuerzos estrictamente económicos de integración; pero América está lejos de eso y además genera la desconfianza de pequeños países, ya que cada proyecto de estos de integración tiende a aplastarlos. El Mercosur, entre países como Argentina o Brasil, países como Paraguay o Uruguay están un poco desconfiados de esa presencia en nombre de una cierta unidad; o sea que también la unidad genera su resistencia”.

P. – ¿Cuándo ejerce la utopía una función paralizante, y cuándo una función activadora? O si se quiere, ¿cuándo abre posibilidades, y cuándo neutraliza aspiraciones? F. A. – “Yo creo que neutraliza aspiraciones cuando teóricamente o en algún momento histórico se instaura una utopía porque entonces automáticamente se vuelve reflexiva, con todo lo que pueda ser disidente. Me que me he dedicado un poco a esta reflexión sobre la utopía y me he dado cuenta que plantear la idea AMPLE I GARCÍA de democratizar la utopía y utopizar la democracia P. – Parece que desde Tomás Moro o es al mismo tiempo una reflexión sobre lo que es la incluso desde la República de Platón la democracia en la actualidad, la crisis del concepto utopía implicaba también un proyecto de democracia. Sobre esto hay un trabajo publicado político. En esta línea, ¿la reflexión sobre en (la revista) Cuadernos Americanos. Esa idea de que la unificación política latinoamericana la utopía recupere cierto contenido democrático. Es es estrictamente un proyecto utópico? interesante ver que hay dos líneas claras en las utopías PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 19 •


F. A. – “Hay un libro que para mí fue fundamental en mi trabajo teórico sobre la utopía del filósofo Ernst Bloch que se llama El principio esperanza. Él habla de ese principio de esperanza, del anhelo, de la búsqueda; y lo aplica a todo. Es muy interesante ese libro porque incluso aplica la utopía a la arquitectura, los edificios que tratan de encarnar un ideal que rebasa lo funcional. Aplica la utopía a todo, y ahí está la esperanza que gobierna al mundo, según él. Y habla de lo que se llama tensión utópica, esa tensión permanente entre lo que es y lo que debería

PERIPLO • M AR AMPLE I GARCÍA

escritas: hay una tradición libertaria, anarquista, cuyo libro emblemático es de William Morris; y, por otro lado, hay una tradición totalitaria de regulación extrema, de que la gente vaya vestida igual, incluso regulación de la vida sexual de las parejas, la familia, etc. Y por esto han surgido varias antiutopías empezando por la de George Orwell en 1984, y, por otro lado, está Un mundo feliz de Aldous Huxley toda una corriente de antiutopías o contrautopías justamente contra ese aspecto totalitario de la utopía”.

P. – En el mito de Pandora lo único que al final queda guardado en la vasija es

ser, que tenemos nosotros en nuestra propia vida, porque si no tuviéramos ese mínimo de deseo de algo la esperanza. ¿Puede relacionarse esta diferente a lo que es, seríamos conformistas, aburridos esperanza con la utopía? Ambiguo mal con sin ideales. Incluso la persona aparentemente más el que el hombre vive y evoluciona; y que lo indiferente tiene siempre algo de ideal, alguna ancla simultáneamente al pasado y al futuro. búsqueda, y él llama a eso el principio esperanza.

20 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • COR AL PORR AS

Distopía

Plumas Libres

El día en que dejemos de soñar puede que el alba despunte de un rojizo escamado quizá como anunciando que esos sueños traspapelados u olvidados, dejan huérfano el mundo de horizontes perdidos. Nos tornaremos estáticos, cuanto menos, vacilantes sin ese espejismo que hace avanzar los pasos del viandante en medio del desierto (o de esos horizontes sin el soñador que los sueñe: sedentarios). Del mito haremos alegoría y de la alegría un mito de la palabra paz un arcaísmo, así el amor se antojará ocurrencia, dirán “cosa de poetas”. El día en que no soñemos más acaso, alcanzaremos la meta sin haber dado un solo paso. Puede que acuda entonces la realidad presurosa, tras atender y entender que le gustamos y con esa crisis de impaciencia, ...nos devore vivos. Nosotros, que vinimos a este mundo con el carné de soñadores, antes de que el día llegue, por las dudas, ya nos venimos entrenando, y aunque lo vivido sea lo bueno y nada bueno pudo haber sido, nos quedará siempre el balanceo inquieto, la rabieta convulsa del niño cada vez que quiere y no puede y frunce el ceño y se pregunta quién puñetas se lo impide.

-Carolina Arrieta PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 21 •


PERIPLO • Helena pérez García

gavia

22 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


gavia

Palabr a y horizonte: pinceladas de esper anza y utopía

POR Laura santervás “Cuando me confiscaron la palabra y me quitaron hasta el horizonte”. -Mario Benedetti

L

a palabra y el horizonte. Gabriel Celaya y Blas de Otero apelaron al poder de la palabra como el instrumento y el arma del poeta, aquello que le permite avanzar hacia ese punto que se divisa en la lejanía. Eduardo Galeano, en unos de sus versos más conocidos, sitúa a la utopía en el horizonte, como algo que se aleja, que resulta inalcanzable, pero que incita a recorrer un camino que puede no tener fin, pero que se debe seguir, animado, quizá, por la esperanza. Porque sin esperanza, no hay utopía. Y la palabra es una buena arma para conocer y cambiar el mundo, para seguir hasta el horizonte. Francisco Fernández Buey, en su ensayo Utopías e ilusiones naturales, habla sobre la vigencia de la utopía y afirma que “ese tiempo (de la utopía) no pasó para los que aún tienen un mundo que ganar y una esperanza” (Fernández Buey, 2007: 15). Y el poeta uruguayo Mario Benedetti ilustra perfectamente esta tesis. En cada rincón de su poesía aparecen unas pinceladas de optimismo, que llevan a vislumbrar ese otro mundo (mejor), al que aspira el autor. A pesar del contexto político que le toca vivir, de las circunstancias que determinan el rumbo de su vida, de su exilio, no son pocos los versos que apelan a la esperanza, y a esa visión de una utopía positiva. Benedetti recoge y expone claramente esta idea en su poema Utopías: Cómo voy a creer / dijo el fulano que el mundo se quedó sin utopías

cómo voy a creer que la esperanza es un olvido o que el placer una tristeza cómo voy a creer / dijo el fulano que el universo es una ruina aunque lo sea o que la muerte es el silencio aunque lo sea cómo voy a creer que el horizonte es la frontera que el mar es nadie que la noche es nada […] cómo voy a creer / mengana austral que sos tan sólo lo que miro acaricio o penetro cómo voy a creer / dijo el fulano que la utopía ya no existe si vos / mengana dulce osada / eterna si vos / sos mi utopía (Benedetti, 2004: 275)

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 23 •


gavia

una visión personal de un hecho que, a través de sus palabras (que son sus únicos instrumentos, sus armas), convertirá en universal para llegar a sus destinatarios. Otro poema de Benedetti que ilustra este hilo que lleva de la utopía a la esperanza y a la composición poética podría ser Gallos sueños. En estos versos, vuelve a moverse en el campo semántico que se deriva de esta utopía positiva, y que vuelve a caracterizar su poesía: paciencia, esperanza, alegría, sueños... El autor explica que “(tenemos) una paciencia a prueba de balas y promesas […] tenemos una esperanza a prueba de terremotos y congojas […] (tenemos) una alegría convicta maniatada y rabiosa” (Benedetti, 2004: 126). A diferencia del anterior poema, aquí Benedetti hace una reflexión menos concreta (no lo sitúa en un determinado contexto, con unos determinados personajes), pero que se mueve en los mismos parámetros, y quizá de una forma más clara. Sea lo que sea lo que persiga el autor detrás de estas palabras, de aquí se deriva la lucha incansable y constante por un sueño (los gallísimos sueños), por un mundo mejor. Y paseando por los versos de Benedetti aparecen Me sirve y no me sirve, Vamos juntos (“con tu puedo y con mi quiero / vamos juntos compañero”), No te salves o Piedritas en la ventana, que permitirían continuar con esta línea trazada que lleva hasta la esperanza, el

PERIPLO • Helena pérez García

Benedetti, con estos versos, introduce la utopía en un contexto común, un ámbito privado, a través de una escritura coloquial: la épica de lo cotidiano. El autor juega con la contraposición de conceptos que se mueven en el campo semántico de la utopía: detrás de la esperanza siempre acecha el olvido, el placer puede quedar oculto por la tristeza, y el horizonte puede esconder una barrera, una frontera, que ponga fin al camino. Pero no, la utopía existe, y la esperanza, el placer o el horizonte no quedarán subyugados bajo su acepción negativa. Aquí pueden verse estas pincelas de optimismo, que no de candidez, que antes se nombraban. Puede que la utopía que presenta Benedetti no sea una gran cruzada, no dé paso a una gran aspiración colectiva, pero sí es un gran logro individual: el “fulano” protagonista del poema encuentra su quimera, su otro mundo posible y mejor, en la “mengana”. Y es a este nivel cotidiano, alejado de los grandes contextos políticos a los que se asocia la utopía, al que el autor acerca este concepto. Y es quizá a través de esta reflexión personal, de esta visión particular de la utopía, personalizada en un ser amado por el narrador del poema, cuando logra acercarse a una colectividad mayor, a lectores que se sientan identificados con ese episodio, que encuentren sus palabras en las del autor. Porque el poeta parte de

24 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


optimismo (que no la candidez, una puntualización que ya ha aparecido antes), la constancia, que permiten luchar, con las palabras, por un mundo diferente. En Benedetti, la cuestión política y el tema del exilio planean sobre todos estos versos. Y, como ya se ha señalado anteriormente, es a través de la palabra, su arma, como intenta combatir y denunciar, o al menos expresar lo que a él le provocan, estas situaciones que le tocan vivir. Si volvemos al inicio de este artículo, Gabriel Celaya y Blas de Otero también tienen muy presente esta idea: son muy conscientes del poder de la palabra. En uno de sus versos más conocidos, Celaya afirma que “la poesía es un arma cargada de futuro”, es un medio para intentar cambiar la realidad presente, y caminar hacia un futuro mejor. Si Benedetti sufre el golpe de estado de 1973 en Uruguay y la dictadura, y se ve obligado a partir al exilio, estos dos poetas españoles acaban de sufrir una guerra civil, y sobreviven en una dura y desesperante posguerra. El poeta se encuentra extraviado, desarraigado, arrojado del mundo, ha perdido el referente (Dámaso Alonso reflexiona extensamente en su poesía sobre Dios, y su ausencia), y descubre que sólo queda el hombre, por sí mismo. En los primeros libros de Blas de Otero, las ideas del desarraigo y el desgarro aparecen constantemente, aunque ya va perfilando esa idea de que sus palabras son para el hombre y que su poesía tendrá una función social y política. Pero no será hasta Pido la paz y la palabra en que estos temas tendrán protagonismo. Porque es aquí donde empieza a tomar conciencia de que sólo a través de la palabra podrá tener opción de cambiar el mundo, de luchar contra la dictadura en la que se ve obligado a vivir, sin perder por un segundo la esperanza y la fe en ese otro mundo posible, al que él intenta llegar a través de sus medios: “yo doy todos mis versos por un hombre en paz” (De Otero, 2005: 112). Porque aquí, pide la paz en tiempos de guerra y represión,

Gavia

palabra, tiene la misión de despertar las conciencias, de devolver a los seres humanos la esperanza en los hombres, como Prometeo les devolvió el fuego: Cuando digo esperanza digo es cierto. Cuando hablo del alba hablo del día. Cuando pronuncio sombra, velaría las letras de mi patria, como a un muerto. […] Cuando digo a la inmensa mayoría digo luego, mañana nos veremos. Hoy me enseñan a andar y ver y oír. Y ellos ven, oyen la palabra mía andar sobre sus pasos. Llegaremos. Esto es cuanto tengo que decir. (De Otero, 2004: 167)

El poeta descubre, escribe, avanza hacia un horizonte, en el que le espera un mundo mejor, que esta opresión y esclavitud en la que ahora vive. Porque reclama la palabra en tiempo de silencio, porque no pierde la esperanza, porque: “Vuestro odio me ayuda a revelarme. / A ver más claro y a pisar más firme. / Podrán herirme pero no dañarme. / Podrán matarme pero no morirme. / Mientras viva la inmensa mayoría.” (De Otero, 2004: 166). Y de estos versos beberán otros poetas, esos otros que viven la guerra en su infancia, y que lo recuerdan como una época incluso feliz, como muestra Jaime Gil de Biedma en su poema Infancia y confesiones, o como un tiempo marcado por el cambio y la soledad, pide la palabra en tiempos de silencio y censura. En como explica José Agustín Goytisolo, que perdió a su sus poemas aparecerán constantes referencias al odio, madre durante la guerra (éste será uno de los temas al miedo, a la dictadura, al exilio, pero él sabe que su principales de su poesía). Y serán ellos quienes, años función es la de denunciar esta situación, y hablar en después, tendrán el poder de la palabra, publicarán nombre y para la inmensa mayoría. El poeta, con su PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 25 •


GAVIA

sus versos, enmarcados algunos de ellos dentro de la corriente de la poesía social. Y aquí quizá ya no se hablará tanto de patria, odio y miseria, pero vuelven a retomar la palabra como su única arma de esperanza y denuncia (recurren constantemente al juego con las estructuras de la lengua, a la ironía, con tal de vencer la censura, y superar este tiempo de silencio). Así, Goytisolo vuelve a Antonio Machado y recupera su idea de que la poesía debe cambiar el mundo, titulando su tercer libro Claridad. Aquí, el poeta vuelve a recordar episodios de su niñez, de la guerra, y habla de la muerte, de la ruina, del crimen, del llanto. A pesar de estos episodios oscuros, apela al cambio, a la libertad, a la esperanza de un mundo mejor: “Yo beberé algún día / el rojo vino; el aire / de tu recuperada / libertad y saldré / por tus calles cantando / cantando hasta quedarme / sin voz –porque serás / de nuevo y para siempre– [...]” (Goytisolo, 1999: 147). Porque, entroncándose en la tradición de la poesía social, no podía permitir la desesperanza, el abandono. Por eso, en su célebre poema Palabras para Julia habla de una vida que empuja, de un futuro que está en la propia vida (no sólo la de Julia, su hija, a quien va destinado el poema, sino que su canto se extiende a la colectividad, porque como puntualiza el mismo poeta, él escribe para todos), de una dignidad compartida, de un camino que hay que seguir, del que no hay que apearse. En un poema de un libro anterior, La libertad es más que una palabra, apela a la defensa de ésta, de la libertad, de la misma manera que Eduardo Galeano llama a la utopía, como aquello que hace caminar, aunque se aleje a cada paso en ese tiempo hostil: [...] la libertad si quieres será tuya pero sólo por un momento porque cuando la tengas se escapará riendo entre tus manos y tendrás que buscarla y perseguirla por las calles ciudades praderas y desiertos de todo el vasto mundo 26 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

porque se deja amar únicamente por amor por ganas porque ella es más hermosa que una pluma al viento. (Goytisolo, 1999: 207) Y en este punto, después de haber tejido todo este hilo, que lleva de un poeta a otro, que se mueve en contextos e intenciones diferentes, vuelven a resonar todos estos versos. El poder de la palabra que recupera Blas de Otero, como el arma del poeta, que puede lograr cambiar el mundo, que conduce hacia un futuro esperanzador, hacia un horizonte en el que se vislumbra una luz de cambio. Porque la poesía es un arma cargada de futuro, y la palabra se convierte en una herramienta imprescindible, para denunciar y superar la censura, para aspirar a cambiar el “Mundo” (como gran proyecto universal y compartido) o el “mundo” (como algo individual, personal). El poeta recoge este sueño que caracteriza a la utopía y al ser humano: posee el poder de denunciar el engaño, la opresión, y tiene en sus manos el juego con la lengua para lograr la ironía, la sátira, y conseguir burlar la censura en los tiempos hostiles y propicios al odio, que nombra Ángel González. Y no sólo en esos tiempos. Porque todo les hace avanzar, caminar hacia ese horizonte que vislumbran Galeano y Benedetti, que llega a afirmar que si se ve privado de la palabra, no habrá futuro, ni esperanza.

_____ Bibliografía: BENEDETTI, Mario. Antología poética. Madrid: Alianza Editorial, 2004. DE OTERO, Blas. Antología poética. Expresión y reunión. Madrid: Alianza Editorial, 2005. FERNÁNDEZ BUEY, Francisco. Utopías e ilusiones naturales. Barcelona: El Viejo Topo, 2007, GOYTISOLO, José Agustín. Poesía. Madrid: Cátedra, 1999.


MUSICANTROPÍAS

LA DECEPCIÓN DE LAS MUSAS Por Luis Baeza Andreu

“L

a música… es lo no articulado, lo equívoco, lo irresponsable, lo indiferente. Tal vez quieran objetar que puede ser clara. Pero la naturaleza también, al igual que un simple arroyuelo puede ser claro, ¿y de qué nos sirve eso? No es la claridad verdadera, es una claridad ilusoria que no nos dice nada y no compromete a nada, una claridad sin consecuencias y, por tanto, peligrosa, puesto que nos seduce y nos amansa…”. Este enunciado que, de entrada, paraliza un poco la sangre muestra de una forma muy clara algo que es aterrador a la vez que decepcionante. Lo dice el doctor Settembrini en La montaña mágica, la novela por antonomasia de Thomas Mann. Y lo enuncia a la pregunta de uno de los protagonistas: “¿No le gusta la música?” La respuesta, ya ven, es contundente y espeluznante. Pero no hemos de sorprendernos demasiado aunque hayamos perdido algo de ilusión, de sentimentalismo quizás. Thomas Mann, de todas formas, ha sido demasiado duro. Pero, por un instante, cuestionemos. ¿La música es el verdadero lenguaje universal? ¿No existen, de hecho, varias “músicas”? O, ¿acaso hay sólo una válida, verdadera y, por tanto, irrefutable? En consecuencia, ¿hemos de aceptar -al menos, parcialmente- como dice el personaje de esta novela que “la música por sí sola es peligrosa”? A continuación, y en contestación a lo defendido por el Doctor, el protagonista plantea: “… la música estructura el tiempo y llena ese tiempo en concreto, confiriéndole un sentido propio frente al resto de horas, días y semanas que pasan con una

monotonía escalofriante. Mire, cada una de esas piezas musicales sin pretensiones durará unos siete minutos, ¿no es verdad? Pues bien, esos minutos tienen entidad propia, tienen un principio y un final, se destacan, en cierto modo, quedan a salvo de la rutina de lo que arrastra todo sin darnos cuenta”. Bien. Por lo menos ya hemos salvado (parcialmente) a nuestra diosa, la Música, de las ferocidades dialécticas de la razón. ¡No es poco! Ahora sólo es necesario plantearse si ese tiempo “estructurado” (siempre en un espacio muy concreto: un concierto de la Banda de Música de una hora en la plaza del pueblo, un baile-ritual de la tribu Yanomami que dura tres horas, un llanto jazzístico de Paquito D’Rivera de algunos minutos traviesos…) del que habla Mann es el mismo para todos. Si, en definitiva, la música no es tan universal como parece. Si fuera, quizás, algún tipo de ilusión, una mera convención. Ahora ya pueden seguir, Musas, con su tarea. Pueden no rendirle vasallaje a la absurda condición de la razón. Muévanse, como siempre, como lo hayan hecho. Los dioses, por su parte, que bailen. Como siempre han hecho después de jugar una partida a los dados. Habiendo conferido la máxima realidad posible a un mundo que se convierte, muy a su pesar, por la caprichosa voluntad de sus habitantes.

____ Bibliografía: MANN, Thomas. La montaña mágica. Barcelona: Pocket Edhasa, 2010. PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 27 •


MUSICANTROPÍAS

CERRADA, LEGISLABLE Y ETNOCÉNTRICA: LAS UTOPÍAS DE LA MÚSICA Por Xavier Mas I Sempere

L

Significado y significante. Ahí terminaba la lingüística de Ferdinand de Saussure. E puor si muove... Con la música, y por aquel entonces, pasaba algo así. Sin embargo, la cosa funcionaba de manera un tanto más compleja –gracias a que se trata de un fenómeno temporal, inmaterial y, para algunos, místico-. La utopía de muchos, de tantos músicos y musicólogos, es considerarla como un elemento cerrado que está sujeto a leyes universales y que alcanza sus mayores cotas de perfección cuanto más cercana a las normas de la armonía clásica y cuanto más se inscribe en el seno de sociedades avanzadas –léase, Occidente-. ¡Mentira! ¡Cúanta vanidad habita en nuestros ombligocéntricos y paternalistas corazones! Afortunadamente, ahí está la división de Guido Adler y las aportaciones de notables personajes que pensaron la música para recordarnos que la música no funciona así. El recurrente (u)tópico que advierte que “la música es el lenguaje universal” es tan presuntuoso como inexacto. Si bien no podemos negar la capacidad comunicativa de la música –igual que la tiene (¡por supuestísimo!) la moda o la gastronomía– hay que tener presente que, como lenguaje artificial, no cuenta con un metalenguaje. Por lo tanto, igual dará que se trate de un joven aprendiendo solfeo como de un director exponiéndoles a sus músicos su idea de una obra, necesitará de un lenguaje natural: llámenle catalán, castellano, alemán o malayálam. Muy literario resulta, también, pensar la música como cuerpo etéreo, elemento autosuficiente e independiente a todos y a todo y que alcanza a todos y en todo momento. Et in saecula saeculorum... Pero, en este caso, los sociólogos nos bajan de las esferas y ya, 28 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

de patitas en la Tierra, nos recuerdan que todo –y cuando digo todo me estoy refiriendo al Todo– ocurre dentro de sociedades y elaborado por y para los sujetos que las integran. La música, pareja a la lengua o a la manifestación corporal de los sentimientos, se ve influenciada por su contexto y por la cosmovisión de la cultura en la que se incluye. Así, ¿podríamos entender el nacimiento de la música electrónica en sociedades sin electricidad? O, pongamos el caso, ¿melodías sacras en grupos que no aceptasen la existencia de un entrañable viejecito como hacedor del mundo y miembro de un trío ave-humano gobernante? Como vemos, música y sociedad son inseparables. Y, cuando se trata de humanos, resulta imposible llegar a una sola norma –ley– que rija cada momento y cada consideración. PERIPLO • SAR AY La música cumple funciones diferentes en cada momento histórico. Y para comprobarlo no hay más que hacer un repaso por la historia de la música. Para Augustinus la música es “ciencia bien modulada”. Para Rosseau, “el arte de combinar los sonidos de una forma agradable para el oído”. Para Wagner, se trataba de “una mujer”. Y así podríamos seguir páginas y páginas. La conclusión primera debiera ser que cada sociedad y en cada momento otorga una función a sus elementos. La música, como todas las artes, cumple un papel atendiendo a unos criterios que se alteran y evolucionan.


MUSICANTROPÍAS PERIPLO • Jenny castellanos

Guido Adler presentaba, en 1885, el gran esquema divisor de los trabajos musicológicos. Por un lado, la Musicología Histórica había de apreciar los cambios en el tiempo y tenía que limitarse a apuntar los hechos significativos que se descubriesen. En su seno tenían cabida la Historia de la Música, la Paleografía Musical, la Historia de la Teoría Musical y la Historia de los Instrumentos. Por otro lado, la Musicología Sistemática se encargaba de establecer unas leyes sonoras que serían vigentes en todo momento. En este apartado, se agrupaban las Leyes Armónicas, Rítmicas y Mélicas, la Estética, la Pedagogía, la Didáctica y la Musicología Comparada. Sin duda, este trabajo tuvo una gran importancia en su momento y fue crucial para el establecimiento de la Musicología como actividad científica. Pero, imbuida por la mentalidad de su época, incurría en una serie de errores que más tarde se han ido corrigiendo. Intentar dotar a la música de unas leyes estéticas objetivas y universales es imposible. El propio Adler, para poder construir su edificio epistemológico, tuvo que prescindir de la música folklórica y considerar a las manifestaciones exóticas como músicas de segunda y por desarrollar. Este esquema de estudio sólo servía, por tanto, para un momento de la historia –para GONZÁLEZ aquel momento de la historia. El siglo XX trajo consigo revisiones del sistema y, por ejemplo, aquella Musicología Comparada evolucionó, primero, hacia la Etnomusicología y, finalmente - tal y como promueven autores contemporáneos- hacia la Sociomusicología. Una evolución que sólo ha sido posible cambiando nuestra mentalidad y viendo que nosotros somos igual de exóticos que el resto y que merecemos ser tratados con el mismo escepticismo y rigor científico. Por cierto, la Lingüística dio los mismos pasos y cada vez son más frecuentes los estudios de Sociolingüística y de otras

ramas que no dudan de la influencia de la sociedad en los usos y funciones de la lengua. ¿Cuál es, con todo, el camino a seguir? Hay que abandonar, por fin, esos arcaicos –equivocados– modelos que consideraban la música como un ente cerrado, legislable y aséptico. Hay que apostar por la multidisciplinariedad. Entablar relaciones con otras ramas del saber. Y llegar a esa utopía enciclopédica de la persona ilustrada que trata a todas las sociedades por igual: por el paradigma científico. _____ Bibliografía: RODRÍGUEZ SUSO, Carmen. Prontuario de musicología: música, sonido, sociedad. Barcelona: Clivis, 2003. SCHMITT, Thomas. “¿Qué es música?”. Módulo 1 de la asignatura Lectura de textos. Historia y Ciencias de la Música: Universidad de La Rioja, curso 20092010.

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 29 •


30 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • NICOLÁS VANDEVEN PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 31 •


ÁGORA

QUIMERA AMERICANA POR CARLOS MARTÍNEZ-RIVERA

“La unión de nuestros pueblos es un sueño irrealizable por ahora”. -Eugenio María de Hostos

A

l otro lado del Océano Atlántico las Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la naciones latinoamericanas celebraron o más grande nación del mundo, menos por su extensión

celebrarán el bicentenario de la conquista de su añorada independencia. Ya algunos han pasado 200 años desde que se liberaron de la antigua despótica Madre Patria, pero aún les queda un proyecto inconcluso: la Unión Latinoamericana. Esta idea, que busca crear una sola nación, se ha traspasado de una mente a otra por más de dos siglos y se conserva como una eterna utopía. Simón Bolívar fue uno de sus grandes impulsores junto a otros como el venezolano Francisco de Miranda, el puertorriqueño Eugenio María de Hostos, el cubano José Martí, el mexicano José Vasconcelos y el uruguayo José Enrique Rodó. Todos pregonaban en su época una integración política, cultural y/o económica. Ya bien sea esta unidad Americana, Latinoamericana, Iberoamericana o Panamericana, sigue un mismo propósito que en ciertos periodos de la historia ha tenido mayor apogeo. En específico, tuvo su boom inicial durante la época de las Guerras de Independencia Hispanoamericanas. En aquel tiempo Bolívar escribió su célebre Carta de Jamaica del 1815 en la cual, influenciado por la Ilustración, introdujo la idea de acoplar varias naciones para crear lo que se llamaría la Gran Colombia1. En dicha epístola dijo: “…

y riquezas que por su libertad y gloria” (Bolívar, 1815). Al final, logró a medias su sueño cumpliendo así el primer paso para hacer realidad la idea del general Miranda de tener una unificación total entre los países libres de la región. Desgraciadamente, el proyecto político, creado en 1819, se esfumó en 1831. Durante la misma época de la Gran Colombia surgió en América Central un proyecto similar que se llamó la República Federal de Centroamérica (1824) con Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Costa Rica como miembros. No obstante, fracasó en 1839. Ya luego en esta zona se harían otros intentos de integración siendo el último creado en 1993 con el nombre de Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)2. El propósito de esta organización, que sigue vigente, es mantener la paz en la región, fomentar el desarrollo económico y fortalecer la democracia. Al igual que el SICA, la mayoría de los demás intentos de integración tendrán entre sus principales cláusulas la democracia, régimen político que históricamente ha sido difícil de consolidar en América Latina. De hecho, los expertos en el tema de la integración sostienen que la democracia es clave para que ésta se dé y se fortalezca. Según el 2 SICA está compuesto por Costa Rica, El Sal1 Sería lo que hoy día comprende Colombia, vador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela, Ecuador y Panamá. Además, parte de Belice. Igualmente, la República Dominicana particiCosta Rica, Perú, Brasil, Guyana y Nicaragua. pa como Estado Asociado. 32 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


politólogo francés Olivier Dabène, la democracia puede ser consolidada gracias a la integración, pero al mismo tiempo funciona mejor en regímenes democráticos. Es por esto que en varios casos de integración se incluye la democracia como pieza clave en sus estatutos. Así lo reafirma la Comunidad Andina –compuesta por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú- en su Manifiesto de Cartagena de Indias del 1989: “El sistema democrático constituye la norma inquebrantable, la forma de vida y el instrumento idóneo para preservar la paz, alcanzar el desarrollo y la justicia social, garantizar el pleno respeto a los derechos humanos e impulsar la cooperación e integración de nuestros pueblos. Este proceso de integración no ha logrado aprovechar plenamente los elementos unificadores potenciales que existen entre nuestros pueblos, pues ha prevalecido una visión eminentemente comercial del proceso de integración…”. En el caso andino no se cumplió con plenitud esta exigencia debido a la existencia en el Perú del régimen de Alberto Fujimori (1990-2000). A un nivel macro, el requisito de democracia es fundamental en la Organización de los Estados Americanos (OEA) a tal punto que “un miembro de la Organización cuyo gobierno democráticamente constituido sea derrocado por la fuerza podrá ser suspendido del ejercicio del derecho de participación…” (Carta de la OEA, Artículo 9). Este fue el caso de Honduras que terminó expulsado cuando en 2009 destituyeron mediante un “golpe de Estado” al ex presidente José Manuel Zelaya. Aunque es ideal mantener la democracia, esta exigencia ha tambaleado en la actual década con los derrocamientos de Jorge Jamil Mahuad (Ecuador, 2000), Fernando de la Rúa (Argentina, 2001), Gonzalo Sánchez de Lozada (Bolivia, 2003), Jean-Bertrand Aristide (Haití, 2004), Lucio Gutiérrez

ÁGORA

(Ecuador, 2005) y Zelaya (Honduras, 2009). Estos sucesos demuestran lo frágil que aún puede estar este régimen político en ciertos países latinoamericanos. Debido a esto, ¿cómo se podría mantener un verdadero proceso de integración cuando continúa en el ambiente la posibilidad de inestabilidad política? Es pertinente recordar las palabras del escritor mexicano Jorge Volpi: “la democracia no es aquí una simiente que ha florecido poco a poco, un modo de vida o una costumbre, […] sino un dios esquivo y voluble, un salvador a quien siempre se puede volver a crucificar” (2009: 91).

PERIPLO • PABLO LÓPEZ

Desarrollo de una utopía Aunque hoy día existen intentos de integración vigentes como el SICA y el polémico Mercado Común del Sur (Mercosur), éstos no hubieran existido sin sus precedentes, y, en especial, sin el desarrollo del pensamiento de una Unión Latinoamericana. Debido a esto, es prudente detenerse en uno de los precursores de este imaginario como el pedagogo puertorriqueño Eugenio María de Hostos, quien en su vasta obra aportó al desarrollo de este proyecto político. Curiosamente, el ensayista uruguayo Fernando Ainsa cataloga la visión latinoamericana de Hostos como altamente utópica: “si ninguna de las obras de Hostos puede considerarse como PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 33 •


PERIPLO • LAUR A M ARISCAL

ÁGORA

34 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


ÁGORA

perteneciente al género utópico y aunque la República Dominicana en espera de ser trasladados a palabra utopía no se menciona en ningún texto, Puerto Rico cuando se despoje de su ropaje colonial, la intención utópica es evidente” (1999: 205). claramente aportó al imaginario fomentado por Hostos, quien era conocido como el Bolívar porque creía que los habitantes de las colonias “Ciudadano de América”, realizó un largo periplo españolas “eran los mismo huesos de la misma por casi todos los países de América Latina en los carne, las mismas partes del mismo todo, las mismas cuales forjó su pensamiento y aportó a la causa de una potencias del mismo espíritu” (Hostos, 1982: 328). gran unión continental que aspiraba que se llamara Se podría pensar que la época de Hostos Colombia3 (como la Gran Colombia de Bolívar). era el tiempo ideal para llevar a cabo la Unión Igualmente, entre sus propuestas utópicas Latinoamericana porque las naciones eran jóvenes figuraba la creación de y torpes en busca de una Quizás el ingrediente identidad. Sin embargo, la Confederación de las Antillas, que se formaría actualmente las patrias clave que faltó por mucho luego que las islas latinoamericanas han caribeñas obtuviesen su tiempo y que todavía no ha dejado su torpeza atrás independencia. Pese a que afianzando su identidad tomado en la mezcla su total su patria se le escapó de las cultural y política, quizás manos al ser conquistada consistencia es la democracia. dificultando su integración por los Estados por miedo a perder su Unidos de América en soberanía. Esta excusa es 1898, mantuvo intacta su esperanza en el plan: un poco débil porque basta ver a la Unión Europea “…el lógico propósito de nuestra donde 27 países muy diferentes viven integrados. vida es, como debe ser, constituir Elementos que nos unen una confederación de pueblos Si bien los sueños de Hostos y Bolívar no insulares que ayuden a los pueblos se cumplieron, sí hay esparcidos varios elementos continentales de nuestro hemisferio comunes que unen a la región. Componentes occidental a completar, extender y que permiten a algunos mantener la esperanza sanear la civilización; a completarla, de que algún día se pueda disolver la utopía de dando a la rama latina de América ambos. El más claro de éstos es el idioma español la fuerza jurídica que tiene la rama (aunque entre los países hay variaciones en el anglosajona; a extenderla, llevándola lenguaje coloquial que en ocasiones dificulta la a oriente, a sanearla, infundiéndole comprensión y lo convierten en “otro” español). el aliento infantil de pueblos Al vernáculo se añade también el contexto nuevos” (Hostos, 1899: 229-230). Hostos, cuyos huesos yacen desde 1903 en la histórico de las antiguas colonias españolas, la 3 En su ensayo Ayacucho (Lima, 1870) menciona pobreza, la desigualdad, la geografía, la intervención que: “entonces el Continente se llamará Colombia, de los Estados Unidos de América en la política en vez de no saber cómo llamarse; en vez de ser la local y los golpes de Estado. Además, figuran el patria de peruanos, chilenos, argentinos, mejicanos; neoliberalismo y los acuerdos económicos que cada república, independiente en sí misma, concurrirá con todas las demás al gobierno internacional de se han podido llevar a cabo con relativo éxito. Quizás el ingrediente clave que faltó por todas, y el poder exterior que no ha logrado crear la fuerza individual de cada una de las naciones consti- mucho tiempo y que todavía no ha tomado en la tuidas, lo impondrá eficazmente la fuerza colectiva” mezcla su total consistencia es la democracia. Gracias (Hostos, 1939: 284). PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 35 •


ÁGORA

Destrozos Me confieso escéptico. No creo que sea posible una Unión Latinoamericana como fue soñada por Bolívar y Hostos. Pero, sí creo que es más viable la creación de tres uniones: Unión Centroamericana, Unión Antillana y Unión Suramericana. ¿Por qué fragmentar la Unión Latinoamericana y contradecirla? Primero, por razones de terreno (América Latina cubre un área demasiado extensa). Segundo, porque los países Centroamericanos hoy día comparten más ideas y principios entre sí que lo que harían con los países del Cono Sur. Igual, ocurre con las esparcidas islas caribeñas donde aún mantienen sus garras los Estados Unidos de América, Holanda, Inglaterra y Francia. Ya la época colonial y de la independencia pasó, por lo que cada país ha evolucionado de forma distinta, a veces encerrado en sí mismo y su feroz nacionalismo. Es por esto, que se ha perdido la esencia del proyecto utópico de Bolívar, que deambula sin capitán. Mientras cada uno esté jalando hacia su lado, no habrá un avance significativo. Mientras no estén dispuestos los países a ceder algo de su soberanía, no habrá integración económica. Mientras no se solucione el problema de la desigualdad y la pobreza en América Latina, no se podrá destruir el sueño bolivariano para convertirlo en realidad. Es pues en estos días la idea de la Unión Latinoamericana una quimera americana, un monstruo que expulsa fuego por su boca mientras retuerce su cola de anaconda y cabeza de jaguar. Es decir, sólo posible en nuestra imaginación.

36 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

PERIPLO • PABLO LÓPEZ

a su aparición en la mayoría de los países de América Latina en la década de 1980 se dejó atrás un periodo de constantes regímenes autoritarios, totalitarios e inclusos sultanísticos (República Dominicana, Cuba y Nicaragua). Por eso, ¿será cierto que con una democracia sólida se logre una integración completa y estable en América Latina? Sólo cabe esperar. Por ahora, compartir estos elementos no ha sido suficiente.

_____ Bibliografía: AÍNSA, Fernando. La reconstrucción de la utopía. Buenos Aires: Ediciones Sol, 1999. BOLÍVAR, Simón. Carta de Jamaica. Última actualización el 10 de diciembre de 2000. Recuperado el 20 de septiembre de 2010 de: http://www.patriagrande.net/venezuela/ simon.bolivar/index.html. COMUNIDAD ANDINA. Manifiesto de Cartagena de Indias. Colombia, 1989. DE HOSTOS, Eugenio María. Obras Completas de Hostos Vol. IV: Cartas. Habana: Cultural, 1939. -----. Obras Completas de Hostos Vol. XIV: Hombres e ideas. Habana: Cultural, 1939. -----. Obras Completas de Hostos Vol. X: La cuna de América. Habana: Cultural, 1939. OEA. Carta de la Organización de los Estados Americanos. Bogotá, 1993. VOLPI, Jorge. El insomnio de Bolívar: cuatro consideraciones intempestivas sobre América Latina en el siglo XXI. Barcelona: Debate, 2009.


PLUMAS LIBRES

Utopía Fue destello de Apolo que no encuentra hechicera y la fe más rotunda del que espera el teléfono. Fue el reflejo en el charco que cambió tu mirada y el dolor de Pandora portadora de males. Es el tipo de anoche que te dio su correo y te dijo que hoy cambiaría de cabello. Pero siempre tú fuiste una Dafne sin sueños que arrojó a la tortura el insaciable deseo. Fuiste Venus de Milo con crueldad infinita y dejaste a ese tonto congelado en el frío. O la musa Castalia que dejó sedientos a los malos poetas que buscaron sus besos. Y él aprende a ser Sísifo entre calles y noches, entre locas vehemencias conjugadas en ceros.

PERIPLO • COR AL PORR AS

-Dante’s puppet

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 37 •


Gavia

PERIPLO • SANDRA SÁNCHEZ

PERIPLO LETR AS QUE NAVEGAN

38 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

blog.revistaperiplo.com


Gavia

MANTRA DE RODRIGO FRESÁN, O LA INGENUIDAD LECTORA COMO UTOPÍA POSMODERNA

Por Víctor Dacosta

O

bviamente, la novela total ya era de por sí, en origen y en esencia, un concepto ideal, pues pretendía abarcar una visión panorámica y general de cuanto rodea, preocupa y afecta al ser humano por toda la eternidad,

quimera desde que el mundo es mundo y el hombre es un animal posmoderno: una película sin fin, un libro que no termine, un estribillo que no canse, un sampler que no te deje parar los pies y una droga sintética que no te deje reposar la mandíbula. ¿Existe mayor utopía?

pese a que siempre se sospechó que todo se acababa. Pero para nuestra generación, que ha tenido oportunidad de comprobarlo ahora que por fin ha terminado Lost y se ha muerto de una vez Francisco Ayala (cuyo centenario duró un lustro o, al menos, así pareció), ha quedado claro que igual no todo tiene un principio, pero sí parece tener un desenlace más o menos cerrado. Sin embargo, no estoy tan seguro de que Mantra de Rodrigo Fresán finalice. Al menos cada vez que intento leer algo nuevo de su autor y me desconcierta, consigo volver a ella (como se vuelve a Blonde on Blonde para no asesinar a Dylan o a Abbey Road para no desenterrar y volver a matar a Lennon) sin tener la sensación de pesadilla acrónica que te sucede en las cenas de antiguos alumnos o al volver a tirarte a tu ex. Entremos en materia: para Mario Vargas Llosa, Cien años de soledad es esa “totalidad que absorbe retrospectivamente los estadios anteriores de la realidad ficticia, y, añadiéndoles nuevos materiales, edifica una nueva realidad con un principio y un fin en el espacio y en el tiempo” (Vargas Llosa, 2007: 25). Y, abusando del bueno de Mario como un vulgar Fujimori, aprovecho para afirmar que Mantra, de Rodrigo Fresán, en cambio, sería esa totalidad que absorbe eternamente estadios anteriores y futuros de la realidad y la ficción instaurando una nueva realidad sin principio ni fin precisables en el tiempo. Esa es la

Resumiendo: Mantra es una novela sobre México, sobre cómo se hace una novela, sobre cómo no se hace una novela, sobre el paso del tiempo y sobre cómo se hace y no se hace una novela sobre todos estos asuntos. No obstante, para el presente artículo, nos centraremos exclusivamente en su primera parte, que se construye sobre los recuerdos caóticos de un hombre argentino que tardamos en identificar y que giran en torno al epicentro obsesivo en que Martín Mantra, un niño mexicano, aparece por primera vez en su colegio y en su vida: “Martín Mantra me tendió su mano. Y en su mano había un revólver” (Fresán, 2001: 37). Pronto averiguamos que este hombre, como le indica su médico, el Doctor Marcos Matus, “no puede dejar de hacer memoria. Hacer memoria, literalmente, como si la fuera construyendo a partir de casi nada” (Rodrigo Fresán, 2001: 107108), a causa de un extraño tumor cerebral que le convierte en un sentenciado a muerte que deja un testamento sin últimas voluntades, una carta de despedida que no se dirige más que a sí mismo y que acaba sin decir adiós. Y esa es la novela que leemos. En el libro, la necesidad de un héroe es piedra fundamental, lo que nos remite al tema menos explícito de la necesidad de una infancia y, consecuentemente, al de la necesidad de un agarradero, llámese ideal, felicidad o cultura. Por PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 39 •


Gavia

eso, ante la inexorable desaparición de Argentina (a la que sentencia como “mi hoy inexistente país de origen”) como agarradero nacional, el protagonista adopta la patria idealizada de México como esqueje que salve del más absoluto desarraigo. Porque aunque los héroes necesitan nuestra admiración para poder existir (y quizá por eso ya no hay héroes) no olvidemos que también necesitamos héroes para seguir creyendo. En la primera parte esta búsqueda desesperada de mitos se representa en la figura de Gervasio

conduce un líder espiritual o literario. Ya, ya sé que no les suena. Hoy día volver a creer en algo, sea lo que sea, es, más que utópico, impensable: según dicen, somos los hijos de los hijos de la ira y en los tablones de Facebook no se pintan puños cerrados. Pero, supongamos por un momento que surgiera un líder capaz de embaucarnos para una causa cualquiera. Intenten imaginar un líder que saliera tan guapete (y a la vez tan macho) en las fotos como el Che Guevara, o que escribiera tan bien como Bolaño

PERIPLO • JORGE DALLOS

Vicario Cabrera, un pobre soldado mexicano que pagó con su vida el precio del valor y el despiste. Pero, también, es un héroe, por supuesto, el enfant terrible Martín Mantra, siempre acompañado por un guardaespaldas ex luchador enmascarado, y con una familia numerosa, grandilocuente y fantástica formada por galanes, intelectuales y patriarcas apátridas.

o tan entretenido como Fernández Porta. Si hacen el esfuerzo notarán que, por digna que sea la causa (si es que aún quedan causas dignas) o pingües los beneficios (si es que Hacienda aún está en la inopia), nadie se puede involucrar en una hazaña eterna con la confianza de que podrá aguantar a su compañero sin, antes o después, verse forzado a abrirle la cabeza. Y es

Sin embargo, esta revista ya trató suficientemente de héroes y antihéroes. Limitémonos por tanto al desfasado sentimiento (valga la redundancia) de identificación, de comunión, de estar dispuestos a sacrificarnos por una causa a la que nos

que el futuro aja todas las esperanzas, destruye todas las ilusiones, engorda todos los amores. Es evidente. Y culminar un éxito no es sino otra forma de fracasar. Todos lo sabemos ya a estas alturas. Así que no hay nada por lo que valga la pena no ya luchar, ni siquiera

40 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


Gavia

cerrar la sesión de Windows. No somos tontos. Ya no. tengan el mismo mecanismo y aspecto formal que los de Al menos no tanto como antes. O como los de antes. una puerta) para unirse a Por tanto, apenas podríamos fingir dejarnos la aventura. Con el correr seducir por personajes muy específicos: quizás aquellos de los años, el lector deja de que Rafael Sánchez Ferlosio denominó “personajes identificarse con los héroes de la ficción para identificarse de manifestación” y que, en la definición de Gonzalo con la realidad del escritor. Hidalgo Bayal en su estudio sobre las claves de su El cómo se cuenta una obra, serían “aquellos que son lo que son y como son historia acaba imponiéndose invariablemente a lo largo de tiempo, que viven en por encima de la historia misma”. (Fresán. 2001: 31). un presente continuo, para los que el presente tiene No hace valor en sí mismo” falta insistir en (Hidalgo Bayal. ello: somos tan 2007: 131). Es decir, posmodernos a quienes podemos y hemos acompañar siempre evolucionado (abandonándoles y tanto como volviendo a emprender lectores que el camino a su lado, ya no leemos no son rencorosos) novelas sobre porque jamás se les escritores que ocurrirá traicionarnos escriben novelas arrastrándonos al sino, si acaso, futuro, obligarnos a libros agenéricos madurar o aceptar sobre escritores nuestro destino. Que incapaces de ni siquiera nos harán escribir una culminar una misión novela que trata porque la misión es, de un escritor más que eterna, tan que tampoco circular y ridícula logra escribir, como los míticos PERIPLO • MAGDALENA PARDO posiblemente recuerdos patéticos de infancia. Dicho de otro modo, aquellos que también un libro agenérico. Sin embargo, lo que Mantra sepan detener el reloj en un “tiempo consuntivo”, nos ofrece, y he aquí su peculiaridad, es, también desde “distenso”, en el que “cada instante está en sí un modelo puramente posmoderno y metaliterario, mismo –no en función de otros-” (Sánchez Ferlosio, volver a unir nuestra suerte a la de un personaje, 2005: 32) y que, en resumen, nos devuelvan a una curiosamente un personaje de manifestación, sin ingenuidad lectora ya hace tiempo “superada”: destino posible (“Esto es lo que yo pienso, amigo mío, “Cuando empezamos a leer, compañero de viaje: la trama puede ser el héroe y el nuestra relación con los libros héroe puede ser el estilo”, [Fresán, 2001: 92]) y, sobre pasa por la identificación con todo, a una manera de pensar y sentir basada en la el personaje. Así, los lectores intensidad de los momentos, que nos permita revivir primitivos necesitan entrar ahí (no es casual que los libros (no recordar: revivir) las oportunidades perdidas, PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 41 •


Gavia

____ Bibliografía: FRESÁN, Rodrigo. Mantra. Barcelona: Mondadori. 2001. HIDALGO BAYAL, Gonzalo. El desierto de Takla Makán (lecturas de Ferlosio). Mérida: Editora Regional de Extremadura, 2007. VARGAS LLOSA, Mario. “Cien años de soledad. Realidad total, novela total”. Cien años de soledad, México, D.F.: Editorial Diana, 2007: SÁNCHEZ FERLOSIO, Rafael. “Carácter y destino”. Claves de la Razón Práctica, Núm. 153, junio, 2005:

PERIPLO • JULIO RÍOS

retroceder en el tiempo y empuñar al fin el revólver que una vez nos tendió Martín Mantra. En definitiva, conseguir un presente continuo, consuntivo, ideal, ajeno, cultural pero también freak, musical, televisivo, excesivo y, sobre todo, eterno, en el que el narrador no puede asegurar que seremos más felices “pero sí más sabios, porque ya nos necesitaremos recordar. El olvido será olvidado, y ya no sabremos lo que es la memoria ni sus deformaciones que todo lo complican” (Fresán, 2001: 67). No es mucho, ya lo sé. Porque la hazaña no tiene un fin, carece de sentido o mérito (consiste sencillamente en leerse un puto libro) y la utopía que se nos ofrece no es construir un mundo mejor o recuperar un paraíso perdido, sino, simplemente hacernos saber que, si queremos, podremos salvar los recuerdos de un momento necia y patéticamente feliz y, sobre todo, recuperar ese candor que hace parecer viable, incluso en estos tiempos y con todas las reservas que se quiera, “la posibilidad de ser uno con el héroe, de combatir y vencer a su lado” (Fresán, 2001: 67). A estas alturas, esto es lo que yo llamaría, al menos, un buen trato.

42 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


MANO A MANO

ENTREVISTA A FR ANCISCO FERNÁNDEZ BUEY: La utopía ha perdido su inocencia

Por Ricard Olivé Roca Catedrático de ética y filosofía política en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Francisco Fernández Buey coordina también una cátedra UNESCO sobre estudios interculturales. Filósofo comunista, le expulsaron de la Universidad de Barcelona por su resistencia antifranquista. Estudia, además, los movimientos sociales y universitarios, la historia de las utopías y la posibilidad de configuración de una tercera cultura que combine ciencia y ética. Defiende una globalización alternativa: más justa, más igualitaria, más armónica y más humana. Escritor prolijo, hoy le preguntamos sobre sus libros Utopías e ilusiones naturales y Guía para una globalización alternativa.

PERIPLO – La palabra utopía tiene diversos significados según el sentido que se le da. ¿Qué significa para usted “utopía”? Francisco Fernández Buey – “Para mí ‘utopía’ es la expresión literaria de las ilusiones naturales de los seres humanos, la expresión de sus ideales, la forma moderna de manifestar la aspiración a un mundo mejor: más libre, más armónico, más igualitario. Este fue ya el sentido, positivo, que la utopía tuvo en el momento de su nacimiento, en el mundo europeo moderno, con Thomas More, en el siglo XVI. La utopía nació discutiendo con la teoría política moderna que tenía aspiraciones científicas; y previsiblemente, mientras la teoría política siga queriendo ser ciencia, la utopía persistirá, estará ahí para recordar a la política su vínculo con la ética”. P. – ¿Cómo se ha pervertido el significado de la palabra? F. F. B. – “Como todas las grandes palabras del lenguaje ético-político, también la palabra ‘utopía’ se ha ido pervirtiendo por el uso y por el abuso a lo largo del tiempo. A partir de un determinado momento histórico, sobre todo después de las revoluciones europeas de 1848, ‘utopía’ pasó a tener un significado

negativo, peyorativo: utópico se convirtió en equivalente de ‘iluso’ o soñador de imposibles. Pero el lenguaje corriente todavía distingue entre ‘tener ilusiones’ y ‘hacerse ilusiones’, entre tener ilusiones y ser un iluso. Por algo será”. P. – ¿Cómo la capacidad de poner nombre a las cosas es esencial para conocer y cambiar el mundo? F. F. B. – “La batalla por el significado preciso de las palabras es, en mi opinión, parte de la batalla que hay que dar, desde abajo, para cambiar el mundo. Cuando te cambian el significado de tus palabras y los que mandan te imponen otra PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 43 •


MANO A MANO

PERIPLO • CELESTE PALACIOS

significación para las mismas, uno queda nepantla, con lo que, a partir de ahí, se construya en su como decían los amerindios invadidos por los nombre: si se ha formulado de forma general o europeos: indefinido, sin ilusiones ni ideales propios”. abstracta, porque sólo puede avanzar las líneas más generales de lo que vendrá; y si entra en detalles P. – En su libro Utopías e ilusiones naturales concretos sobre el futuro, porque va más allá de la dice que el destino de las ideas utópicas no capacidad predictiva del conocimiento humano. acaba siendo el que estaba pensado para Así que el utopista tiene que saber que su ellas, esto es, la realidad político-social, sino utopía es como la línea del horizonte, que parece más bien una especie de templo en el ámbito desplazarse con nuestro desplazamiento. Este saber

cultural. ¿Por qué la palabra utopía despierta tantas simpatías en un contexto estético y moral y, en cambio, suscita desconfianza o reserva en un contexto político (o de ética de la colectividad)? F. F. B. – “Las utopías son un tipo particular de ilusiones o ideales humanos que se han inspirado casi siempre en un ‘mundo nuevo’ recién descubierto, en descubrimientos antropológicos o inventos tecnocientíficos de cuyas consecuencias todavía se sabe muy poco, aunque se prevé que tales consecuencias serán buenas y sanas. La utopía siempre chocará 44 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

no obliga, en mi opinión, a abandonar las utopías; sólo obliga a mantener siempre una cierta distancia crítica respecto de las ilusiones o ideales utópicos que tenemos. Cuando no hay distancia la utopía se convierte irremediablemente en ‘templo’, o sea, en dogma. Y ya se sabe, por la historia moderna, las desgracias que esto comporta. De ahí la desconfianza o la reserva en el plano político: el infierno está empedrado de buenas intenciones. Pero, por otra parte, difícilmente podríamos sobrevivir sin buenas intenciones, razón por la cual, en el plano moral, suelen ser amigos de los utopías hasta los que dicen que hay que conocer


los caminos que conducen al infierno para evitarlos”. P. – ¿Es posible plantearse un mundo mejor para todos cuando el mundo social está dividido en clases y el político-moral en una red de senderos inabarcables? F. F. B. – “Posible es, puesto que partiendo precisamente de la división del mundo en clases sociales se han formulado, desde el siglo XVI, y sobre todo en el siglo XIX, las principales utopías sociales que propugnan un mundo mejor. Sin la conciencia de la desigualdad es difícil aspirar a un mundo mejor. Creo que para el buen planteamiento de lo que puede ser un mundo mejor es más difícil atender a las diferencias culturales, pre-políticas, entre los humanos que a las diferencias de clase”.

MANO A MANO

los grandes temas de las utopías ya en el siglo XIX, aunque desde mediados del siglo XX mucho más por la preocupación existente por la crisis ecológica”.

P. – ¿Cree que las distopías de Aldous Huxley, Un mundo feliz, y de George Orwell, 1984, nacen para posicionarse en “contra” la noción de utopía? ¿Hablan del final de la utopía o bien de la posibilidad de continuación de la utopía? F. F. B. – “A primera vista, las distopías de Orwell y de Huxley son antiutopías y han sido escritas como tal, es decir, han sido escritas para denunciar lo que podríamos llamar ‘el mal lugar’ al que conduce tal o cual utopía anterior. En el caso de Huxley es muy patente la crítica directa y radical a las consecuencias P. – ¿Cuáles son los negativas de una sociedad principales temas que “La batalla por el dominada por el complejo han preocupado a los tecno-científico y, en significado preciso de las utopistas a lo largo de el caso de Orwell, las los siglos? palabras es, en mi opinión, consecuencias negativas F. F. B. – “El tema que más de una sociedad que sería parte de la batalla que hay que una combinación entre lo ha aparecido a lo largo de las utopías es, sin ninguna peor del estalinismo y lo dar, desde abajo, para cambiar duda, el de la igualdad peor de lo que llamaríamos social. Desde Thomas More el neoliberalismo. Ahora el mundo”. en adelante la preocupación bien, un análisis preciso principal de los utópicos de dos de las grandes ha sido la desigualdad reinante de las sociedades distopías del siglo XX, y no sólo de esas, pondría de en las que vivían y la finalidad de la mayoría de las manifiesto que no significan la afirmación del fin de utopías ha sido conseguir una ciudad y una sociedad la utopía o del espíritu utópico, sino que significan, bien ordenada, bien gobernada y, sobre todo, fundamentalmente, la crítica de las consecuencias igualitaria. En segundo lugar, estaría también la negativas de un determinado tipo de utopía”. igualdad de géneros, es decir, superar las diferencias tremendas existentes entre los géneros a lo largo de P. – “Las utopías no decaen por decreto del la historia. Y luego, en tercer lugar, y sobretodo en filósofo”. ¿Por qué, sobretodo desde 1990, se los últimos tiempos, pero no es un tema sólo de los viene diciendo que la utopía ha muerto? últimos tiempos, la armonía del ser humano con la F. F. B. – “A partir de 1990 cae un mundo, el mundo naturaleza. Esto viene, fundamentalmente, de la que empezó a construirse con la Revolución de comprensión de la naturaleza como adversario, como Octubre de 1917. Primero cae el muro de Berlín, luego enemigo del ser humano a lo largo de la historia. desaparece la Unión Soviética. Eso generalmente es Encontrar una forma de armonización, de estar a considerado como el reconocimiento de la derrota bien, de vivir en paz con la naturaleza ha sido otro de o el fracaso de la ‘utopía socialista’ entre comillas y PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 45 •


MANO A MANO

entonces el filósofo o los filósofos en general decretan generacionales, por formación, por conocimiento, etc. que se han acabado para siempre las utopías y que Yo diría que casi siempre ha sido así, es decir, no en la llamada utopía socialista del siglo XX es la última balde, desde hace mucho tiempo, las universidades de la historia. Se trata, efectivamente, del fin de una suelen ser, sobretodo entre los jóvenes universitarios, utopía, pero no está escrito en ninguna parte que eso la avanzadilla de la crítica social independientemente sea el fin del espíritu utópico en la medida en que uno de que la composición de los estudiantes universitarios lo identifica con las ilusiones naturales de una parte sea más o menos burguesa, de clase media o cuasi de la humanidad que aspira a un mundo mejor. Y la proletaria. Precisamente, por lo que representa contraprueba de lo que estoy diciendo es que después la formación en la enseñanza superior, hay más de unos años, que van entre 1990 y el 2000, en que posibilidades de afirmación del espíritu crítico. prácticamente todo el mundo está escribiendo en el Me parece que lo más interesante de este mismo sentido sobre el fin de las utopías, reaparece, nuevo espíritu utópico ha sido el enlace entre lo que a partir del movimiento podríamos llamar el nuevo alterglobalizador, un “Las utopías son un tipo indigenismo emergente en cierto espíritu utópico algunos lugares de América particular de ilusiones o ideales que recupera la idea Latina y el pensamiento de la utopía. En ese humanos que se han inspirado crítico emergente en tales sentido no hay filósofo o cuales universidades casi siempre en un ‘mundo europeas o norteamericanas. que pueda decretar el fin de las utopías. Me ¿Qué tienen que ver nuevo’”. parece una exageración Chomsky, por una parte, inútil, es como decretar Ignacio Ramonet por otra, el fin de las religiones. con los representantes del La complicación del asunto, además, cuando neoindigenismo en Bolivia, en Perú, en Colombia se dice que la utopía ha muerto en 1990, es que en o en Venezuela? Hay un punto de consciencia la construcción del socialismo en la Unión Soviética, muy importante que es, para los estudiantes por lo menos desde Stalin en adelante, se ha hecho y profesores universitarios, la autocrítica del oponiéndola constantemente a la idea de la utopía. etnocentrismo dominante durante tanto tiempo y, Justamente lo que hacía la Unión Soviética era para los neoindigenistas, la afirmación del orgullo acusar de utópico a todo aquel que no compartía la y la dignidad de que casi por primera vez en la idea de construcción del socialismo característica del historia pueden salir de su ‘nepantlismo’, es decir, estalinismo, lo cual complica bastante más las cosas, de la idea de estar indefinidos, sin saber qué son. porque incluso podríamos decir que la construcción En cualquier caso, es de toda evidencia que de ese socialismo, el ‘socialismo’ llamado ‘real’ en la para hacer conectar las dos cosas, el centro vital de Unión Soviética, ha sido constantemente antiutópico”. eso ha estado y sigue estando en las universidades. Lo que no quita para que luego uno pueda afirmar P. – ¿Cuál es el papel de la juventud y al mismo tiempo que, en líneas generales, los de la universidad, en tanto que sede del estudiantes universitarios europeos son hoy en día pensamiento, “en” o “ante” el actual proceso de globalización neoliberal? F. F. B. – “En la juventud universitaria siempre ha habido, en general, más espíritu crítico que en el conjunto de la sociedad. Esto por diferencias 46 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

bastante conservadores. Las dos cosas son verdad”. P. – ¿Qué persigue el movimiento de globalización, cuya ideología es la del mercado único universal?


F. F. B. – “Cuando se habla de neoliberalismo, de mercado único universal, incluso, a veces, de gobierno universal o de Estado universal, sí me parece que estamos en un caso de utopía negativa en la acepción peyorativa de la palabra. Ahí sí que hay una cierta imposibilidad de realización ya desde la afirmación misma, es decir, una cosa es que pueda haber un mercado único que, de hecho, prácticamente lo hay (con muchas variantes que habría que introducir, porque no todo está dentro de la lógica del mercado universal),

MANO A MANO

homogeneización cultural, que comporta ese proceso y esa reacción, que cada vez es mayor por motivos distintos en distintos lugares. Eso en ciertos casos lleva a la autoafirmación de tales o cuales EstadosNaciones, nuevos Estados o naciones históricamente consolidadas que pretenden o quieren ser estados emergentes, es decir, lleva a hacer una situación mucho más complicada que la que se puede derivar directamente de una visión neoliberal. Y ahí es donde hay que marcar la parte de la crítica del movimiento

PERIPLO • CELESTE PALACIOS

pero pasar de la mundialización o globalización económica entre neoliberales a la afirmación de que el viejo Estado-Nación desaparece, de que los estados nacionales ya no cuentan, que eso será sustituido por un Estado universal, a mí, personalmente, me parece que es una utopía en el sentido negativo o peyorativo. Primero, porque no se ve que la cosas vayan por ahí, es decir, porque al mismo tiempo que, efectivamente, hay un proceso de universalización del capital y del capitalismo, es verdad que también hay una relación constante entre lo que se podría llamar

alterglobalizador que, en cierto modo, lo mejor que tiene es haber puesto de manifiesto a dónde llevarían las contradicciones de una globalización neoliberal si ésta llegara a sus últimas consecuencias. Si así fuera es verdad que necesitaríamos cuatro o cinco planetas para poder vivir como dicen que habría que vivir los teóricos del neoliberalismo. Empezaban a decirlo algunos científicos naturales y sociales a finales de los setenta y a principios de los ochenta, pero ya casi lo dice todo el mundo: es una contradicción de toda evidencia. Segundo, dos de las cosas que habitualmente PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 47 •


MANO A MANO

¿Qué propone este movimiento para conseguir una sociedad más justa, más igualitaria y más humana? F. F. B. – “Hay unas cuantas cosas en el ámbito global que se han repetido mucho, pero que vale la pena volver a repetir. La condonación de la deuda externa a los países no pobres, sino más bien empobrecidos por lo que han sido historias coloniales,

PERIPLO • JORGE DALLOS

se dice que tiene el proceso de globalización no se cumplen, es decir, no se reducen las desigualdades en el ámbito mundial, sino, por todos los datos que se tienen, más bien aumentan las grandes diferencias. Por otra parte, tampoco se cumple otra esperanza que parecía muy implicada en esto, que es la de la extensión universal de la democracia, salvo que llamáramos democracia a cualquier cosa, es decir, que la noción de democracia la degeneráramos hasta tal punto que

consideremos que algunos transplantes de estos que se han estado haciendo en los últimos años en nombre de la democracia sean, efectivamente democráticos, dejando a parte hasta qué punto podemos llamar democracia lo que llevamos de ‘democracia’ en nuestras sociedades. Si democracia significa ‘gobierno al pueblo’ a veces da risa. En ese sentido es en el que la utopía globalizadora de la derecha, con sus implicaciones político-sociales y eufórico-optimistas, es una utopía en el sentido peyorativo de la palabra”.

imperiales, etc. Lo del 0% del Producto Interior Bruto de los países ricos para apoyar a los países pobres en desarrollo, que es una cosa que viene de lejos, pero que ha hecho suyo el movimiento alterglobalizador. La renta básica e incondicional, que viene de otro lado, pero que también ha ido cuajando en el ámbito del movimiento. Establecer algún tipo de tasa, llamada Tobin o como la queramos llamar, sobre las transacciones, particularmente financieras y especulativas, con la intención, también ahí, de recaudar para la redistribución en el ámbito global. Lo P. – En su libro Guía para una globalización de la sostenibilidad en el sentido pleno de la palabra, alternativa habla de cómo el movimiento no lo que habitualmente se suele llamar ya ‘desarrollo alterglobalizador o movimiento de sostenible’, que es una de esas palabras que se han movimientos ha traído de vuelta la reflexión pervertido por el uso y el abuso, sino tomarse eso en sobre el sentido socio-político de la utopía. serio, sin ir más allá de llevar a la práctica los acuerdos 48 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


MANO A MANO

del Protocolo de Kioto. Y por supuesto, redistribución porque después de todo lo que hemos vivido a lo de la riqueza en términos completamente diferentes de largo de la historia, desde el asesinato legal del propio los que se ha estado haciendo en los últimos tiempos. Thomas More hasta ahora, apunta a que justamente la Quizá los más parecido a un cambio ha sido lo solemnidad en el planteamiento de las utopías conduce que ha ocurrido en Estados Unidos con la elección de al fanatismo, el fanatismo conduce a la conversión de Obama, que tal vez también sea un ligero movimiento, la utopía en Templo, la conversión de la utopía en pero, por lo menos, en el momento en que ocurrió, Templo conduce a desgracias importantes y, a veces, había la consciencia de a crímenes y asesinatos en que se estaba acabando “Las distopías de Orwell y nombre de ya no se sabe con esa bestialidad que lo que fue el ideal inicial. de Huxley son antiutopías y han representaba George Dicho esto, hay una W. Bush y compañía. sido escritas como tal, es decir, parte del posmodernismo que Pero no puede se pasa unas cuantas calles han sido escritas para denunciar lo ser que en el fondo en la crítica de la seriedad, todavía esté flotando que podríamos llamar ‘el mal lugar’ la solemnidad, la verdad, la la idea de que, como el al que conduce tal o cual utopía objetividad, la ecuanimidad. otro mundo posible era Eso es algo sobre anterior”. el socialista, la gente lo cual, en este momento, tenga en la cabeza me parece que hay que que, para volver a intentar una cosa como la que ya poner el acento y tener cuidado. ¿Hasta dónde la fracasó, no vale la pena. Tal vez no queda todavía ironía y desde dónde la parodia y el cachondeo lo suficientemente lejos, pero está claro que una idea relativizador de todo lo divino y lo humano? como socialismo en el siglo XXI, que en cierto modo Mi punto de vista es que la utopía ha perdido podría resumir el conjunto de reivindicaciones del la inocencia, que está bien que la haya perdido, pero movimiento alterglobalizador, no es algo que hoy en que tampoco puede haber renovación del espíritu día esté cuajando. Más bien lo que está cuajando es un utópico sin el mantenimiento de las ilusiones de las cierto distanciamiento respecto de la clase política”. gentes. Si uno adopta un punto de vista sarcástico respecto no sólo del pasado y del presente, sino P. – En el terreno de las utopías parece que también de lo que puede ser el futuro, es evidente que ya no impera el discurso declamatorio ni ese nadie va a dar un paso para lograr algo que ya está espíritu trágico. ¿Hay miedo a la solemnidad satirizando antes de que empiece a existir. Una cosa o es que se está empezando a tomar la tarea es tomar consciencia de que nunca se logrará llegar del cómico seriamente y, en cambio, se con propiedad al ‘buen lugar’ que quiere decir la interpreta la seriedad postiza del político utopía, pero otra cosa es decir que si uno da los pasos como una bufonada de quien se dedica a para llegar allí ya se está equivocando de camino. tomar el pelo? Hay que buscar un punto en el cual la defensa F. F. B. – “Personalmente, me parece muy bueno que del ideal para mejorar la sociedad a la que aspiras no se replantee el espíritu erasmista de las utopías. La dañe a aquellos mismos a los cuales quieres ayudar”. utopía de Thomas More nació bien y una de las cosas buenas que tiene, aunque también tiene algunas cosas criticables, es el espíritu irónico, es decir, la distancia que el que la ha escrito ha puesto entre su narrador utópico-eufórico y él. La distancia irónica está bien PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 49 •


plumas libres

AUSENCIA Hacerse parte del aire es como techar el cielo de un soplido. Es necesariamente imposible. Imposiblemente necesario. Peo hay quienes se van sin decir adiós. ¿Qué son los juegos de palabras sino sillas aéreas que te sacan de los laberintos? De los laberintos que te enredan y te pierden, que te arropan y te estrujan. La invisibilidad es un don. Un don de los que ya no están para darse cuenta que lo llevan consigo.

-Ferdydurke

50 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


plumas libres

ROSE AU VENT Si tu n’es pas toi la distance m’éteint la rose mon amour est morte ardante, saignante à toujours Atlas cours emporte- le loin de Kronos (il nous mange il a faim) il n’en aura jamais assez.

- Nuria Yáñez

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 51 •


CINE EN RAMA

Hiroshima, la guerra eterna Por FERNANDO MASSA

1.

PERIPLO •Julieta Piaggio

S

i hubo un episodio en la historia de la humanidad que pulverizó la esperanza de una realidad afín a la utopía fue cuando arrojaron la bomba sobre Hiroshima. Y si hubo una película que supo plasmar con maestría esta tragedia colectiva a través del relato de la experiencia individual fue Hiroshima, mon amour. Ella recuerda. El hierro retorcido. El hierro roto, vulnerable como la carne. Carne humana, suspendida como si aún estuviera viva, con su agonía todavía latente. Espaldas chamuscadas, rostros deformados, la destrucción en la mirada. “Sobrevivientes adaptados a un destino tan injusto”, dice. Por qué negar la obvia necesidad de recordar; 200.000 muertos y 80.000 heridos en nueve segundos. “Una ciudad entera será elevada del suelo para volver a caer en la tierra hecha cenizas”, sentencia. “Tú no has visto nada en Hiroshima” —repite él—. “Tú no has visto nada”. Ella, una mujer francesa que llegó a Hiroshima para filmar una película que aboga por la paz en el mundo. Él, un arquitecto japonés que vive con su familia en la ciudad. Enamorados furtivamente, reflexionan entre las sábanas de un cuarto de hotel sobre ese día, 14 años atrás, en que cayó la bomba atómica. Un amor prohibido, fugaz y doloroso entre ella, la memoria colectiva, y él, la experiencia viva de Hiroshima. 52 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

Hiroshima, mon amour (1959), es la ópera prima del francés Alain Resnais, y está basada en un guión de la escritora Marguerite Duras. Juntos dieron vida a esta obra maestra del cine que significó la carta de presentación de un movimiento cinematográfico nacido del mismo riñón que la Nouvelle Vague —la revista Cahiers du Cinema—, que se llamó la Rive Gauche. Un cine que buscaba lo real, más allá del realismo.

2. Para ella está claro: Hiroshima es el fin de una guerra. Es la devastación del 6 de agosto de 1945. Es la temperatura del Sol en la tierra. Pero no es sólo eso. En la historia de la humanidad, el desastre de Hiroshima produjo un punto de inflexión sin vuelta atrás. Fue el día en que, como bien lo reflejan las crudas imágenes documentales del principio de la película, el infierno se instaló en la Tierra. Donde la futurología apocalíptica se materializó en forma de hongo incandescente. El día en que Dios fue derrotado a manos de la ciencia. El día en que la ilusión de un mundo mejor se esfumó en tan sólo nueve segundos. El día en que el hombre supo que su mayor enemigo era el hombre. Que el fin del mundo estaba en sus manos. Que el hombre ya era preso de un miedo antes desconocido. Que la utopía había muerto. Y que lo único que quedaba en el horizonte


CINE EN RAMA

de la modernidad Bradbur y era subsistir. resume la tragedia La bomba nuclear en una terminaba de imagen tan bella desmoronar el como distópica. orden establecido Es la imagen con anterior a la la que cierra el Segunda Guerra cuento, y con la M u n d i a l , que, tal vez, busque y un nuevo persuadir a la escenario global humanidad para comenzaba a que Hiroshima no dibujarse. Ahora ocurra nunca más: la utopía del sueño americano PERIPLO •Julieta Piaggio se enfrentaba cara a cara con la utopía “Luego el fuego pasó a la punta de la Revolución Bolchevique. Y el mundo quedaba de la aguja que relampagueaba aún; ella dividido en dos, rogando por su supervivencia, observó el fuego que le corría por los a merced de dos súper potencias nucleares que dedos, los brazos, el cuerpo, y le deshacía amenazaban con destruirlo todo. Dos sueños utópicos el hilado del ser, tan esmeradamente que diferentes, encarnados en una misma distopía. ella podía apreciar toda su demoníaca “Mujeres en riesgo dando a luz niños belleza. Nunca supo qué le hacía el fuego deformes, monstruos, pero todo continúa. Hombres a las otras mujeres, o al mobiliario, o al en riesgo de ser estériles, pero todo continúa”, reza olmo del patio. Pues ahora, ¡sí, ahora!, la letanía de la protagonista, ya consciente del le arrancaba el bordado blanco de la nacimiento de una guerra eterna —como la define carne, el hilado rosa de las mejillas, y Duras—, y del devenir de un tiempo que llevará al final le encontraba el corazón, una la marca indeleble del fin de la utopía colectiva. rosa blanda y roja cosida con fuego, y le quemaba los frescos, bordados y delicados pétalos, uno a uno…” (Rossner, 1988: 99). 3. En el cuento Bordado, escrito en 1951, el estadounidense Ray Bradbury presenta a tres ancianas que se encuentran en el porche de una casa de campo, sentadas en sus mecedoras bordando, a la espera de que ocurra “un experimento”. No saben bien de qué se trata, pero una de ellas asegura que será mil veces mayor que antes. Y es evidente que temen lo peor. Seis años después de Hiroshima y Nagasaki, Bradbury retoma la idea del experimento nuclear y lo arrastra al punto de partida que llevó a la tragedia: a su tierra, Estados Unidos. Y así, se encarga de decirle al mundo que no sólo ha muerto la utopía en Oriente, también ha terminado en la gran América.

_____ Bibliografía: DURAS, Marguerite. Hiroshima, mon amour. Barcelona: Seix Barral, 2005. ROSSNER, Richard. The Whole Story: Short Stories for Pleasure. Londres: Longman, 1988.

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 53 •


cine en rama

Ecos en el tiempo: La invención de Morel y El año pasado en Marienbad Por Joaquín Bilbao “No hay que preocuparse. No vamos a discutir una eternidad...”. - Aldolfo Bioy Casares, La invención de Morel.

P

ocas certezas son tan dolorosas como la 1.. muerte, comprobable en el cuerpo inerte del En 1940 el escritor argentino Adolfo Bioy ser humano y su degradante descomposición, Casares expuso este concepto en su novela La invención recordándonos que estamos hechos de materia frágil de Morel, cuya trama Jorge Luis Borges no dudó en que se desgasta con cada día que pasa. Incontables calificar de perfecta. En ella un fugitivo escapa a una artificios filosóficos y religiosos han especulado sobre el isla en la que encuentra una mansión y un grupo de tema: Platón afirmaba la existencia y separación entre habitantes con extraños comportamientos. Nadan en alma y cuerpo, siendo la primera indestructible; Kant una pileta de agua sucia con peces muertos. Celebran vinculaba el actuar moralmente de un agente con la una fiesta a la intemperie mientras una tormenta idea de que ese progreso azota la vegetación sólo sería obtenible en una del lugar. “Héroes vida sin fin; religiones de del snobismo” la India enseñan que los llega a llamarlos muertos reencarnan en el protagonista, nuevos cuerpos, humanos que se enamora o animales, bajo la ley perdidamente del karma; y doctrinas de la bella PERIPLO •Julieta Piaggio cristianas e islámicas Faustine, a quien tradicionales asumen que Dios intervendrá en el orden contempla fascinado desde una distancia natural para resucitar a los muertos. Estas reflexionen prudente para no ser advertido. revelan, con sus contrastes, uno de los mayores deseos Pero, cuando el fugitivo desea hacer contacto, de nuestra raza: la búsqueda de la inmortalidad. su presencia es completamente ignorada. Hacia el En su esencia, la inmortalidad se basa en final se revela la razón: en realidad, los snobs y los la idea de que el momento de la muerte definitiva edificios que los rodean no son más que seres y objetos no llegará nunca. Implica que nuestro tiempo de duración es indefinido. Por eso, más que oponerse a la muerte misma, la inmortalidad desafía nuestra concepción del tiempo. Para conseguir la inmortalidad, tenemos que dominar al tiempo. 54 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

proyectados por el instrumento inventado por Morel, quien convocó a sus invitados para “capturar” su semana vivida en la isla, que se repetirá eternamente. Bioy Casares consigue la inmortalidad a través de una paradoja: una utopía en una isla de la


PERIPLO •Julieta Piaggio

cine en rama

tierra, un lugar que ya no existe, pero que se repite eternamente. Y en esa repetición, los seres humanos reviven sólo ese momento particular de su existencia, omitiendo eventos no deseados y conservando sólo las sensaciones vividas en ese lapso de tiempo. Los aparatos distorsionan las categorías temporales de pasado, presente y futuro e inmortalizan al ser humano en una utopía cíclica y perpetua. El fugitivo, al enamorarse de la Faustine inmortalizada en la isla, consigue capturarse por los aparatos y se “inserta” en la proyección cíclica, actuando como si interactuara con las imágenes, esforzándose por vivir el momento de la captura con la mayor plenitud. Su premio es vivir eternamente en la utopía de la isla; su costo es la muerte, que acepta con plena satisfacción. 2. Veintiún años después de La invención de Morel, se estrenó El año pasado en Marienbad (L’Année dernière à Marienbad), dirigida por Alain Resnais y escrita por Alain Robbe-Grillet, inspirada en la obra de Bioy Casares. La película se aleja acertadamente de una narrativa convencional para relatar la semana del

fugitivo ya “insertado” en la proyección cíclica. La perfección con que están filmadas las secuencias (en tono con el snobismo de la novela), la estilizada composición visual de los planos, y la simétrica geometría arquitectónica y decorativa de la mansión y sus jardines parecen representar la particular utopía imaginada por el escritor argentino. Sin embargo, a medida que los minutos y la perplejidad aumentan, reconocemos nuestro error: Marienbad es una distopía. A diferencia de lo que ocurría con los aparatos de la isla, en Marienbad las proyecciones perciben los cambios en el entorno y, confundidas, dudan sobre cómo actuar. Desconcertada, las imagen de la Faustine de Marienbad sufre al interactuar con el protagonista, que persiste en que ella recuerde su tiempo juntos. El ciclo se repite indefinidamente, registrando una y otra vez el desconcierto de Faustine y la turbación del protagonista. La ingenuidad de un eterno paraíso utópico se transforma en la irresolución de un eterno infierno distópico. El año pasado en Marienbad disuelve elegantemente la rigidez temporal de la que se había servido la satisfactoria inmortalidad conseguida por el fugitivo de La invención de Morel. El intento de dominar el tiempo, para eternizar la vivencia de esa semana en la isla o Marienbad, fracasa terriblemente. El costo es una impresión indefinida en la memoria de las imágenes, condenadas a revivir una frustración eterna, en una de las más atroces distopías jamás imaginadas.

PERIPLO •Julieta Piaggio PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 55 •


PERIPLO •BÁRBARA SÁNCHEZ

56 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 57 •


LEGADOS

EL SUEÑO INCORRUPTIBLE POR DANIEL RUÍZ LUJAN

“Siempre, detrás de un extremista, se esconde un oportunista”. -Vladimir Lenin

E

n 1780 la vida en Arrás transcurría tranquilamente sin acontecimientos notables. En esta pequeña provincia de Artois nació un niño al que le encantaba tejer encajes con su madre y criar palomas. El niño quedó huérfano, creció y logró graduarse con honores del Louis Le Grand, uno de los mejores colegios del país que hoy día aún se alza sobre la rue San Jacques del Barrio Latino en París. Aquel año, una nueva generación de abogados se abría camino por la capital, armados tan sólo con su talento y las ganas de comerse a un mundo que muy pronto terminaría devolviéndoles la necesidad. Pero, antes de que la sangre de Francia comenzara a manar a borbotones por cadalsos distribuidos en los principales bastiones de la nueva utopía republicana, Maximilien Robespierre parecía destinado a vivir y morir en su pequeña provincia. Rechazó un puesto en el Parlamento de París y regresó a Arrás en donde se dedicó a defender pequeños pero numerosos casos de injusticias inflingidas bajo el abuso de la posición social. Este mosaico de temas lo obsesionarían por el resto de su vida, y poco a poco revelarían una exacerbada pasión, que culminó con una ridícula fiesta un 20 pradial1: la apoteosis de una extraordinaria carrera que en menos de cinco años creó al héroe, al monstruo y al mito de la revolución con mayor alcance histórico que habría de engullir y vomitar a toda una generación de proyectistas sociales. 1

8 de junio en el Calendario Republicano Francés que intentó adaptar el calendario al sistema decimal y eliminar las referencias religiosas. Se empleó entre 1792 y 1806 y sus meses hacen referencia a fenómenos naturales y de la agricultura. 58 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

TANTEANDO EL TERRENO Las responsabilidades comenzaron en 1789. Los primeros meses de revolución habían convertido a Francia en una nación parlamentaria y a sus hombres en instrumentos políticos de regeneración. Durante esta primavera Robespierre partió hacia Versalles después de haber sido elegido como el quinto diputado en representación del Tercer Estado por Artois. Sin experiencia política fue ganándose pocos pero fieles simpatizantes y tras la caída de la Bastilla, la convicción que le daba prestigio consistía en la creencia de que la Revolución debía llevarse hasta su último término, lo cuál era para él la total destrucción de la contrarrevolución en todas sus formas. Acostumbrado a defender a la gente más perjudicada que terminaba en la ruina por alguna lettre de cachet2, su postura ante todos aquellos que parecían oprimir al pueblo se volvió enérgica e inflexible. Su revolución habría de pelearse en éstos términos: “enemigos del pueblo”, “defensores del pueblo”, “bien público” y “virtud”. Además, a diferencia de todos los abogados que integraban la Asamblea, Robespierre consideraba a la política como un acto moral, una ciencia cuya práctica sólo era apropiada para los puros y para aquellos que estuviesen libres de reproches. Lo que no imaginó fue que la Constituyente no estaba preparada para esto pues la política era vista como actos y principios que se adecuaban a la personalidad y a las circunstancias; nadie tenía deseos de cambiar la naturaleza humana. Fue así como la Asamblea se convirtió en una escuela de 2

Órdenes regias que durante el antiguo régimen permitían encarcelar a cualquiera de acuerdo al capricho del Rey.


LEGADOS

adversidad para Robespierre en donde su radicalismo y sus líderes quedaron diseminados. Robespierre y extremismo moral lo hicieron parecer un demagogo permaneció en París y aprovechó esta desorganización revoltoso. Rechazaron todas sus proposiciones y la de la izquierda para legitimar su liderazgo y hacerse desconfianza que despertaba terminó aislándolo. con el control de la sociedad. Su constante presencia El espacio en donde verdaderamente y la adherencia a los jacobinos lo convirtieron en una triunfó era otro y se autoridad necesaria encontraba dentro e irresistible en de un monasterio medio de la crisis d o m i n i c a n o política por la aba ndonado, que atravesaban cuyos habitantes la monarquía y el eran llamados “los Parlamento. De aquí jacobinos”. El claustro en adelante se le aún conservaba la empezó a escuchar iconografía de los y sus discursos monjes y los estantes comenzaron a de los libreros estaban publicarse. La llenos de bustos de poderosa voz los dominicos más de Robespierre, importantes. Entre antes temida libros viejos, frescos en la Asamblea de santos y altares Constituyente cubiertos de polvo, se convirtió en la atmósfera lúgubre la voz de los PERIPLO • JENNY CASTELLANOS y descuidada se acentuó con lámparas jacobinos y después insuficientes que provocaron incesantes quejas por la en la de la Francia Revolucionaria. falta de luz. Y así desde las sombras, se empezó a trabajar por una revolución que trataba de esclarecerlo todo. EL APOYO DEL PUEBLO Robespierre logró su ascendiente fuera de ASCENDIENDO los órganos de poder oficiales. A mediados de julio El Club de los Jacobinos fue para Robespierre de 1792, París estuvo en manos de la plebe, y detrás su primer gran arma política. Los Amis de la Constitution de los jacobinos comenzaron a empujar con fuerza —como se hacían llamar— se reunían aquí para los sans cullotes4. La paradoja comenzó a operar: hablar de asuntos políticos desde una visión burguesa dirigir desde la comodidad de un hogar burgués del mundo y, al igual que la mayoría de la ciudadanía, una revolución potenciada por el estrato social más sus miembros estaban a favor de la implantación de una bajo. La repugnancia a las grandes fortunas, la monarquía constitucional. Con el tiempo la postura probidad y las costumbres modestas eran valores de fue perfilándose hacia la izquierda aunque es justo Robespierre con los que los sans cullotes rápidamente decir que hasta antes de la fuga del Rey a Varennes, quía llevó dicho petitorio al Campo de Marte en donde una muchedumbre se eran moderados en política y sumamente respetables. reunió para solidarizarse y firmar la petición. El Alcalde de París ordenó dispersar la concentración haciendo uso de las armas. Más de 50 personas murieron y A raíz de este incidente que derivó en la masacre del varios centenares resultaron heridos. Literalmente los “sin calzones”, en oposición a las calzas cortas y Campo de Marte3, el club se dividió en facciones 4 ajustadas que usaban la nobleza y la creciente burguesía. La expresión se refiere 3

En 1791, una parte de la Asamblea que exigía el final de la monar-

a la mezcolanza de gente que integraba el Tercer Estado: artesanos, comerciantes, agricultores, sastres, carpinteros, etc. PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 59 •


LEGADOS

se identificaron y adhirieron a su causa. Fue natural que de aquí en adelante las muestras de cariño y apoyo que recibiría del pueblo le confirmaran que su camino era el correcto. Con la multitud de su lado, Robespierre había llegado al punto en el que podía decir cualquier cosa sin ser censurado. Cuando Francia declaró la guerra a Austria, Robespierre se mostró en contra de la dimensión utópica del partido belicista que abogaba por un mundo

rapidez con la que la guillotina sesga una cabeza, Robespierre cambió de partido y la utopía de dueño. EL TERROR Tras la caída de la monarquía, una oleada de pánico y violencia se dispersó por París. La toma de la bastilla, el Asalto a las Tullerías y las posteriores Masacres de Septiembre fueron defendidas por Robespierre como parte de un todo que justificó

PERIPLO • LUZ LAGRANGE

libre de reyes, sacerdotes y aristócratas. Pero, más que ninguna otra, la Revolución Francesa fue una revolución que se hizo con contradicciones, insurrecciones y revueltas. No hay una fecha exacta que determine cuándo tuvo lugar la transición entre el abogado burgués de Arrás y el terrorista radical que toda Francia conocería. Y es que después del Asalto a las Tullerías5, los sentimientos amplios y generosos del primer año de Revolución fueron

como actos de autodefensa legitimados por la ineficacia y las traiciones del gobierno. Se había convertido en el partidario de todas las insurrecciones necesarias o dirigidas en contra del despotismo y la intriga y esto lo llevó a que pensara que la parte políticamente activa de París era una población representativa que expresaba la voluntad de toda Francia. Al defender la justicia popular en virtud de la incapacidad del gobierno de castigar a traidores,

desapareciendo al tiempo en el que surgía un mundo cada vez más duro y hostil. Pareció que casi con la

convirtió a la violencia en necesidad y comenzó a perfilar una línea más rigurosa contra la contrarrevolución. En 1793, se instauró el Comité de Salud Pública, un gabinete de guerra con poderes extraordinarios, cuyo objetivo era supervisar y

5

Enfrentamiento armado entre la Guardia Suiza que defendía al Rey y la multitud enfurecida que acusaba al Rey de traición. Tras este combate cayó la monarquía y Luis XVI junto con su familia pasaron a ser presos de la Comuna de París. 60 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


LEGADOS

agilizar la labor de los órganos ejecutivos de la nueva Convención Nacional. Robespierre presidió este comité y lo convirtió en el gobierno virtual de Francia desde donde dirigió el terror. Sus miembros estaban de acuerdo en una sola cosa: salvar a la República a cualquier costo. Y cuando quedaron convencidos de que el país estaba atrapado entre los dos enemigos (guerra interna y externa), acordaron que era “menester gobernar con hierro a los que no se puede gobernar con la justicia” ( Jordan, 1986: 202). El 5 de septiembre, el terror se convirtió en la orden del día que Robespierre proclamó: “Al pueblo se le gobierna con la razón, a los enemigos del pueblo con el Terror” ( Jordan, 1986: 224). El terror fue una serie de actos legales de venganza cuya necesidad parecía demostrada. La virtud para Robespierre significaba amor al país, a la igualdad y a la justicia; se trataba de una virtud totalmente política, pero pública: “Quien no tiene virtudes públicas no puede tenerlas en privado” decía Robespierre. Y si el terror no era más que una justicia pronta, severa e inflexible, abogar por esa justicia necesaria se convertía en amor hacia el país. Con esta lógica, la justicia inflexible se volvía en consecuencia una emanación de la virtud, el concepto rector de la República por la que luchaba. En menos de un año más de 16,000 cabezas rodaron por la Plaza de la Revolución6.

sobre esto los creyó representativos de las masas. Los atributos de esta deidad a la que empezó a darle forma eran los mismos que los de su Revolución (libertad, virtud y justicia) y naturalmente se presentó como la encarnación de la nueva religión, cuyo festejó proclamó el 20 pradial: el culto al Ser Supremo. Según él, este nuevo deísmo revolucionario “habría de proporcionar un golpe mortal al fanatismo y desmoronar todas las estupideces frente a la razón”. Vestido con una túnica azul que asemejaba a las deidades griegas de la mitología, aquel 20 pradial Robespierre ocupó el primer lugar en la procesión de la Fiesta del Ser Supremo. Los abucheos del pueblo confirmaron lo que pocos reconocieron en un principio: no existía una verdadera base social que apoyara el gobierno de emergencia que Robespierre encabezaba. Y sin esa base social, el gobierno de emergencia sólo podía apoyarse en el terror. Tras dos intentos fallidos de asesinarlo, el Gran Terror se convirtió en la política oficial de gobierno. En sólo 17 días se cobraron 1,376 víctimas. La coalición termidoriana comenzó a movilizarse.

o al menos esto se creía. Si bien Robespierre jamás apoyó esta descristianización, la única religión que para él existía era la Revolución y sus puntos de vista

Convención a nuevos traidores de la revolución. Al día siguiente la Convención entró en sesión a las 11:00 de la mañana y rápidamente se desató una avalancha de insultos y denuncias contra Robespierre y cuatro de sus amigos. Se decretó su arresto y a

TERMIDOR El pánico social generalizado que desató esta cúspide de violencia, acercó a Robespierre a su propia muerte. La Revolución había entrado en una fase tan frenética que su rumbo empezó a depender más de las complejas circunstancias que de la voluntad de LA APOTEÓSIS sus dirigentes. Nadie quería la institución de una A fines del otoño de 1793, el rumbo de los nueva religión cuando apenas se estaban librando de acontecimientos y la crisis permanente impidieron que otra y ciertamente nadie buscaba una justificación la ciudadanía examinara de cerca sus circunstancias y moral y filosófica alrededor de la guillotina. Era contradicciones. Entre el terror y los estómagos vacíos tiempo de poner fin a los experimentos sociales. de un país cansado de luchar por ideales deformados, El 8 de Termidor del Año II (26 de Julio de la descristianización de Francia se consideró como 1794), Robespierre pronunció un extraño discurso opción para reanimar la llama revolucionaria: si que lo aisló por completo. Se presentó como víctima, aún quedaban restos nocivos del Antiguo Régimen, reafirmó su posición de seguir manteniendo el Terror seguro que la religión era el más grande de éstos, y proporcionó indicios de que denunciaría ante la

6

El número de muertos varía según las fuentes. Las más conservadoras estiman un número entre 11,000 y 14,000 pero hay quienes registran hasta las 40,000 muertes.

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 61 •


LEGADOS

PERIPLO • EUGENIA HERMIDA

las 9:00 de la noche se les declaró fuera de la ley, lo que equivalía a que fuesen arrestados y ejecutados sin necesidad de juicio. A las 2:00 de la mañana las fuerzas de la Convención irrumpieron violentamente en el Hotel D’Ville. Los cinco hombres que aquí se refugiaban fueron presas del pánico y casi mueren al intentar huir. Robespierre se disparó en la mandíbula inferior, pero quedó vivo y fue llevado en camilla a la Convención. Lo dejaron sobre una mesa en la sala de espera del Comité de Salud Pública con la cabeza apoyada sobre una caja de pan del ejército. El 10 Termidor se formó la procesión para el cadalso y la guillotina que había sido trasladada a las fueras de París se instaló nuevamente en la Plaza de la Revolución. Apenas consciente, Robespierre fue atado a la plancha ante una multitud numerosa y animada. El verdugo le arrancó el vendaje que le sostenía la mandíbula. Al medio día murió gritando de dolor. Así terminó el viaje de este abogado provinciano que se dedicó a cambiar el mundo. Maximilien Robespierre es quizás el máximo utopista de proyecto social que haya logrado zanjar el hiato entre la teoría y la práctica. Para él la regeneración de Francia no era un mundo purificado

62 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

sino uno recreado en donde sus ciudadanos sólo se dedicarían al bien común. Si la Revolución implicaba cambiar la naturaleza humana, cualquier medio utilitarista se justificaba pues era Francia quien habría de poner el ejemplo al resto del mundo. Desafortunadamente para Robespierre, nadie aceptó el Terror como una filosofía enseñada con el ejemplo. Hoy día se le recuerda como El Incorruptible por el hecho de haber convencido a sus contemporáneos de encarnar las virtudes más puras y la devoción más absoluta. No había nada malévolo en el huérfano de Arrás ni en el jacobino extremista en el que luego se convirtió: carecía de pretensiones y de manera genuina creía en el bien que sus experimentos sociales traerían a Francia. Ya lo había dicho el famoso marqués de Mirabeu en 1791: “Este hombre es peligroso, cree todo lo que dice”. Y mientras soñaba con una Francia incorruptible no logró entender que la creación de una nueva sociedad resultaba más difícil que la eliminación de la vieja. Como siempre. Bibliografía: JORDAN, David P. Robespierre, el primer revolucionario. Argentina: Javier Vergara Editor, 1986. LOOMIS, Stanley. París bajo el Terror. Barcelona: Editorial Juventud, 1967.


PLUMAS LIBRES

Autóctono Sigo la enredadera que teje mi pie la uña rajada taja la cama y de sus flores brota un botón. ¿Qué sueños son estos? Liquen y sal, mis trenzas son algas de liquen y sal. Sigo los saltos del pez colchón. Va y viene, del ombligo al talón. No sigue la estela, se pierde. ¿Qué clase de pez es este? Liquen y sal. Bebo lágrimas de liquen y sal. Sigo los rastros de ensueño, el cuerpo se enreda en mar y plumas. Sirenas empujan y escupo un botón. ¿Qué sueños son estos? Liquen y sal. Beso un cuerpo de liquen y sal.

PERIPLO • ELENA HONTANGAS

¿Qué sueños son estos? ¿Qué clase de pez prefiere estas olas? Sueños de mi caracol donde habita hace tiempo un pez, que emerge con eclécticas escamas y besos de pluma sólo para mí. -Julieta Desmarás PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 63 •


64 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • VIRGINÍA ARIGÓN PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 65 •


GAVIA

La mir ada posmoderna de Utopía Por Lilliana Alemán Román

U

topía, de Tomás Moro ha sido idealizado y romantizado desde su publicación en 1518. Las expresiones en los medios de comunicación masiva avalan este sistema y es legítimo pensar si quienes encomian la planificación de Utopo, leyeron el libro. Vemos en películas, como Ever After, a su protagonista citar a Tomás Moro y hablar de esta obra como si fuera el modelo perfecto de gobierno; como si fuera una fórmula matemática cuya suma y resta de variables igualaran a los modelos económicos, sociales y de planificación infalibles. La supuesta perfección de este modelo de gobernabilidad convirtió el concepto “utopía” en sinónimo de imposible de alcanzar. Sin embargo, cuatro siglos después e inmersos en culturas que gozan de relativa libertad, el modelo utópico es cuestionable y poco convincente. La calidad de vida de los utopianos depende de las guías dictatoriales estipuladas por Utopo. Basta con una lectura concienzuda de este clásico para que el lector se pregunte si prefiere vivir en un mundo sin vagos u optar por el derecho al ocio. Pues en Utopía la vagancia se castiga con exilio. Si miramos a sociedades que de cierto modo han aplicado, algunas guías utópicas a su cotidianidad, podemos observar cómo éstas son axioma de que el caos y la descentralización de los valores sociales están más cercanos de la perfección, que el control estricto de variables. Un ejemplo de esto es China y su control de natalidad. A largo plazo, la preferencia por engendrar varones demostró que ahora no hay mujeres para procrear. Pero Rafael Hitlodeo, que es el personaje que narra lo que vio en su estadía en Utopía, ofrece una solución para el desbalance demográfico: 66 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

“[…] para mantener el equilibrio de la misma (ciudad) e impedir que baje la población o suba desmesuradamente, se cuida de que ninguna familia tenga menos de diez y más de dieciséis adultos. […] Este equilibrio se mantiene, traspasando a las familias menos numerosas el excedente de las demasiado prolíficas” (Moro, 1516, pág. 131). Simple. ¿No? Por el bien común, el ser humano se transmuta en otro bien que puede ser exportado a conveniencia del Estado o la república. En fin, en Utopía, el bien de la comunidad va por encima de los caprichos individuales. De esta manera, todo fluye con eficacia, a costa de la comodidad que ofrece el individualismo. Pero, ya que conocemos este lugar “en ningún sitio” y que se ha convertido en mito, representación, sinónimo y metáfora de lo inalcanzable, es tiempo de hablar de quien osa en decir que la sociedad norteamericana alcanzó lo imposible. “Models no longer constitute an imaginary domain with reference to the real; they are, themselves, an apprehension of the real and thus leave no room for any fictional extrapolation”(Baudrillard, 1991, p. 310). Con esta expresión, Jean Baudrillard abunda en el empequeñecimiento de la brecha entre lo real y la ciencia ficción en la cultura norteamericana y que por consecuencia, hace el conocimiento de ésta un misterio. En el proceso creativo de productos culturales lo real parece simular la ficción y la ficción busca reflejar lo real a cabalidad. Para capturar a lo real se requiere como último recurso abandonar todo intelecto y estética en un esfuerzo por copiar el entorno. Lo real se ha transmutado en una utopía; inalcanzable. “America, by contrast, draws the logical,


fuera de nuestro alcance, la genuina existencia del ser se transmutó a la mimetización y reciclaje de discursos refritos de ficción. El humano lo ha explorado todo fuera de sí, mientras que lo real y lo cotidiano es un misterio. La autenticidad ontológica del ser está en conflicto con el performace massmediático. El objeto de la mirada ahora batalla con una neblina que lucha Tal pareciera que Baudrillard retoma el por decodificar la actuación del mirón y el mirado, y dicho de que “la realidad es más extraña que la interactuación de ambos, en busca de material real. la ficción” y que la ficción se ha transformado y La ciencia ficción es inimaginable porque mudado al entorno real. El antidepresivo Soma y hemos descubiertos más allá de los horizontes la reducción en las relaciones interpersonales en que la carne puede palpar. Si Stephen Hawkings Un mundo feliz de Aldous Huxley no están lejos de creó diagramas que representan, no sólo nuestro nuestra realidad. La ciencia ficción de la década de universo, pero todos lo universos para demostrar 1930 es una cuasi-realidad en el mundo postmoderno. la insignificancia humana, cuán frágil es nuestra Hemos logrado Utopía, porque la realidad está existencia y que el espacio tiene finitud, ¿Cuántos referentes nos sobran para soñar?: es como haber descubierto que la Tierra es redonda. El cielo sí es el límite, el universo es The Truman Show. No poder viajar a 186.000 millas por hora es una bendición que nos hace sentir como peces en un mar sin fin, pero que es en realidad un modelo escheriano diseñado por la naturaleza para simular nuestra libertad. Las limitaciones son un tesoro que hacen más vastos nuestros espacios. Si sabemos que el cielo tiene límites de qué vale soñar. La Utopía ya no es el objeto de nuestro deseo, sino que ya es nuestro y no hay más que desear.

PERIPLO • LUZ LAGR ANGE

pragmatic consequences from everything that can possibly be thought. In this sense, it is naive and primitive; it knows nothing of the irony of concepts, nor the irony of seduction. It does not ironize upon the future or destiny: it gets on with turning things into material realities”(Baudrillard, Human Press, 2006).

GAVIA

_____ Bibliografía: BAUDRILLARD, Jean. Human Press. 27 de diciembre de 2006. Recuperado el 2 de septiembre de 2010: www.humanpress.net: http://www.ubishops.ca/baudrillardstudies/vol3_2/jb_utopia.htm. -----. “Simulacra and Science Fiction”. Science-Fiction Studies, 1991: 309-313. MORO, Tomás. Utopía. Madrid: Alianza Editorial, 2008. PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 67 •


LENGUAS VIVAS

Robert Frost, North of Boston, 1914 Tr aducción de Andrés Catalán

Robert Frost (1874-1963) es uno de los poetas más leídos en Estados Unidos. Todo niño estadounidense aprende de memoria en la escuela su poema The Road Not Taken, y es citado con frecuencia en los discursos políticos. Bisagra entre las formas del siglo XIX y el emergente modernismo, sus poemas participan de la transparencia del lenguaje coloquial y de la oscuridad de su finísima ironía, siempre presente. El poema traducido a continuación, Mending Wall, pertenece al segundo libro de Frost, North of Boston, publicado en 1914.

MENDING WALL

REPARACIÓN DEL MURO

SOMETHING there is that doesn’t love a wall, That sends the frozen-ground-swell under it, And spills the upper boulders in the sun; And makes gaps even two can pass abreast. The work of hunters is another thing: I have come after them and made repair Where they have left not one stone on a stone, But they would have the rabbit out of hiding, To please the yelping dogs. The gaps I mean, No one has seen them made or heard them made, But at spring mending-time we find them there. I let my neighbour know beyond the hill; And on a day we meet to walk the line And set the wall between us once again. We keep the wall between us as we go. To each the boulders that have fallen to each. And some are loaves and some so nearly balls We have to use a spell to make them balance: “Stay where you are until our backs are turned!” We wear our fingers rough with handling them. Oh, just another kind of out-door game, One on a side. It comes to little more: There where it is we do not need the wall: He is all pine and I am apple orchard. My apple trees will never get across

ALGO debe existir que no gusta de muros, que debajo introduce la hinchazón helada de la tierra, y desparrama al sol los pedruscos más altos, y abre huecos por donde dos podrían pasar juntos. El trabajo de los cazadores es cosa aparte: los he seguido y hecho reparaciones allí donde no habían dejado piedra sobre piedra, pero han de sacar de su escondite al conejo para complacer a los perros excitados. Los agujeros que digo nadie los ha visto hacer u oído hacer, pero en tiempo de reparaciones, en primavera, allí los encontramos. Se lo hago saber a mi vecino tras la colina, y un día nos encontramos para recorrer el linde y levantar el muro una vez más entre nosotros. Mantenemos al avanzar el muro entre nosotros. Para cada uno los guijarros que han caído en cada lado. Y algunos son como panes y otros tan esféricos que es necesario un conjuro para que se sostengan: “¡Mantente donde estás hasta que volvamos la espalda!”

68 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


And eat the cones under his pines, I tell him. He only says, “Good fences make good neighbours.” Spring is the mischief in me, and I wonder If I could put a notion in his head: “Why do they make good neighbours? Isn’t it Where there are cows? But here there are no cows. Before I built a wall I’d ask to know What I was walling in or walling out, And to whom I was like to give offence. Something there is that doesn’t love a wall, That wants it down.” I could say, “Elves,” to him, But it’s not elves exactly, and I’d rather He said it for himself. I see him there Bringing a stone grasped firmly by the top In each hand, like an old-stone savage armed. He moves in darkness as it seems to me, Not of woods only and the shade of trees. He will not go behind his father’s saying, And he likes having thought of it so well He says again, “Good fences make good neighbours.”

LENGUAS VIVAS

Nos llenamos de asperezas los dedos manejándolos. Ah, tan solo otro juego más al aire libre, cada uno en su lado. Da para poco más: ahí está pero no lo necesitamos: él es todo pinos y yo un huerto de manzanos. Mis manzanos nunca cruzarán a su lado a comerse las piñas debajo de sus pinos, le digo. Él solo contesta: “Buenas vallas hacen buenos vecinos”. La primavera me incita a la malicia, y me pregunto si podría meterle una idea en la cabeza: “¿Por qué hacen buenos vecinos? ¿No es así donde hay vacas? Pero aquí no hay vacas. Antes de construir un muro preguntaría qué es lo que estoy dejando dentro o fuera, y a quién me arriesgo a ofender. Algo debe existir que no gusta de muros, que los quiere deshechos.” Podría decirle “elfos”, pero no son elfos exactamente, y preferiría que se lo dijera él mismo. Le veo ahí, trayendo una piedra firmemente agarrada en cada mano, como un armado salvaje paleolítico. Se mueve en la oscuridad o eso me parece, no solamente la del bosque o de la sombra de los árboles. No irá más allá del dicho de su padre, y le gusta tanto haber pensado tan bien en él que repite, “Buenas vallas hacen buenos vecinos”.

PERIPLO • ALEJANDRA FERNÁNDEZ MINGORANCE PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 69 •


70 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • BÁRBARA SÁNCHEZ PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 71 •


ACTUALIZARTE

El encanto de Lesbos POr Ángel Saiz

E

poso de negatividad se desarrolla en sus obras posteriores, donde el aislamiento, la opresión y la soledad tienen un papel muy importante. En Ofelias (2000) trata de buscar las heroínas necesarias para sustentar su sociedad sobre unos pilares míticos y la encuentra en el personaje shakesperiano de Ofelia, atormentada por un universo masculino

naturales o urbanos, exteriores e interiores, en un intento de dominar cada pequeño emplazamiento. Para la construcción de su universo plenamente feminista ha desterrado cualquier referencia al género masculino e, incluso, las relaciones sexuales de sus habitantes han de ser necesariamente lésbicas. Se observa perfectamente en la serie Chicas, deseos y ficción de 1998, donde sienta las bases de su obra posterior. Los tres conceptos reflejados en su título sirven de manifiesto a su utopía, con la presencia exclusiva de chicas, de sus deseos de renovación y de que todo su universo está aislado de una realidad muy diferente, no es más que una mera ficción. Este

feroz y ahogada por los designios de su padre, de su hermano y del propio Hamlet. Su trágico final la convierte en una mártir de la causa feminista, y así es representada por Carmela García. Sus Ofelias calman su opresiva soledad en un pequeño reducto de aislamiento frente al mar, primero meditando frente a su inmensidad, y, por último, sumergida, reviviendo la metáfora hamletiana del ahogamiento social al que se había visto sometida. Pero con esta iconografía también revive la interpretación romántica, erótica y femenina de la sirena, capaz de enloquecer al hombre con su canto, s i e n d o el canto, ademá s, una de las constantes del personaje de

Esta imagen es propiedad de Carmela García. Sin título (de la serie Paraíso), 2003. Colección MUSAC, León.

n el conjunto de la obra desarrollada por la fotógrafa canaria Carmela García desde 1998 se observa la intención de erigir, a través del arte, una sociedad idílica e independiente en la que las mujeres sean sus únicas protagonistas. Se adueñan de todos los espacios disponibles, ya sean públicos o privados,

72 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


Esta imagen es propiedad de Carmela García. Sin título (de la serie Paraíso), 2003. Colección MUSAC, León.

ACTUALIZARTE

Ofelia en la obra de Shakespeare. Consigue la máxima expresión de su utopía en la serie Paraíso (2002). Como el propio título indica, es el lugar anhelado, la perfección en la que pasar el resto de sus días. Utiliza una poética de ambientación bucólica y entiende el paisaje como el entorno idílico en el que se desarrolle su sociedad. De esta manera se elimina cualquier connotación masculina que pueda existir en un contexto urbano, suprime el pasado y está dispuesta a comenzar de cero. Su ubicación en un entorno natural las hace más libres y pueden, de esta manera, desarrollar su propio espacio de relaciones. La sensación de evasión y de paz interior que reflejan envuelve al espectador en una atmósfera armónica. Es capaz de suspender el tiempo y hacernos partícipes de la vida de este nuevo paraíso. Sin embargo, vuelve a sentirse la nostalgia característica en la obra de Carmela García. El aislamiento al que están sometidas se ve magnificado por la exposición ante la inmensidad de la naturaleza, que, presentada desde una sublimidad romántica minimiza la presencia femenina. Se ve con claridad en la fotografía en la que una mujer medita frente a un acantilado en el que rompen las olas con violencia, inspirada en la estética de Friedrich y del Romanticismo alemán. En Mujeres, amor y mentiras (2003) desarrolla el concepto del sisterhood o hermanamiento entre

como única salida ante posibles adversidades. Este mismo tema evoluciona en Sisterland (2007), la materialización del sisterhood en un espacio geográfico concreto y contemporáneo, r e f le x io n a n d o sobre la identidad femenina. A partir de este momento su temática sufre una evolución y comienza a fijarse en las grandes mujeres de la historia, que sirvan como ejemplo para su nuevo universo feminista. En Casting (2007) extrajo de Internet una serie de fotografías en las que diversas actrices de Hollywood representan el papel de personajes históricos femeninos como Mata Hari o Tamara de Lempicka. Para Escenarios (2007) sigue el rastro de las grandes creadoras en el París de entreguerras y captura los lugares en los que dejaron su huella. Todas ellas se caracterizaron por romper las mordazas que sometían a la mujer en una sociedad llena de prejuicios y liberarla a través de la creación artística. Si con anterioridad era la propia artista la que creaba su propio Paraíso, en esta ocasión se adueña de los pequeños reductos idílicos de aquellas pioneras que lucharon por crear un nuevo lugar en el mundo para la mujer moderna. En toda su producción García no oculta que su utopía no es más que un simple deseo, ahogado por la realidad circundante. Crea una ficción que bajo su aparente realidad evoca su potencial capacidad de transformación social y revitalización

mujeres. Para esta serie recolectó un buen número de fotografías antiguas en las que las mujeres vuelven a ser las únicas protagonistas. La nota común en todas ellas es el afecto y la complicidad que se demuestran, creando situaciones entrañables y de apoyo mutuo,

de la identidad femenina. Sin embargo, como en toda utopía, hay una fuerte carga de negatividad, de sumisión ante unas circunstancias adversas y de una cierta nostalgia ante la imposibilidad de llevar a la práctica su construcción ideal. PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 73 •


ET CETERA

LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD: TODO O NADA

POR FELIPE BLAQUIER

L

a Revolución Francesa consagró como su utopía que todos los Hombres llegaran a ser libres, iguales y hermanos. De distintas maneras, las sociedades occidentales han intentado llevar a cabo ese

de vida lo más semejantes posible, trabajen los unos con y para los otros, etc. Esto es, a grandes rasgos, lo que cada una de estas organizaciones elige. Ahora, hay que ver qué es lo que dejan de lado.

ambicioso ideal. Sin embargo, tras más de dos siglos, es evidente que la meta no ha sido alcanzada. ¿Qué han hecho los hombres en pos del sueño revolucionario? Dejando de lado numerosas experiencias, Occidente implementó dos formas principales de organización a partir del siglo XX: el liberalismo y el socialismo. La idea es explorar de qué modo estos dos sistemas buscaron la libertad, la igualdad y la fraternidad. En su escala de valores, el liberalismo le da un fuerte predominio a la libertad. Le interesa por encima de todas las cosas que los individuos puedan hacer sus propias elecciones, decidir a qué quieren dedicar sus vidas, expresar sus opiniones, determinar quién los gobierna, trasladarse sin tener que dar explicaciones, etc. En cambio, el socialismo considera que el valor supremo es la igualdad. Para este sistema, lo más importante es que todos los hombres sean iguales, posean el mismo acceso

Para llegar a su cuota de libertad, el liberalismo sacrifica la igualdad. Le da a sus miembros márgenes de acción razonablemente amplios a sabiendas que eso menoscaba la posibilidad de que sean iguales. Así, ciertos individuos alcanzan un nivel de poder político y económico que los separa abismalmente del resto de la sociedad, y la paridad colectiva se vuelve imposible. Por otro lado, al buscar la igualdad, el socialismo elimina la libertad. Con el fin de equiparar a los hombres entre sí, anula muchas de sus acciones: no permite que haya distintos partidos políticos, medios de comunicación plurales, iniciativas privadas de negocios, proyectos personales en el extranjero, etc. De este modo, el libre albedrío queda suprimido. Pasando a los hechos, está claro que, con la victoria de Estados Unidos sobre la Unión Soviética en la Guerra Fría, el liberalismo se impuso en su disputa con el socialismo. No obstante, es dudoso que la forma de vida

a la salud y la educación, tengan condiciones liberal se acerque a la utopía de la Revolución 74 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


Francesa en mayor medida que la socialista. Como hemos visto, estos sistemas consagran a uno de los ideales en detrimento de otro. El liberalismo pone en un pedestal a la libertad, y tira por la borda a la igualdad. Por el contrario, el socialismo santifica a la igualdad pero se olvida de la libertad. Ahora bien: ¿quién está en condiciones de decidir cuál de estos dos valores es más importante? ¿Qué es más necesario para el Hombre, la libertad o la igualdad? ¿Es preferible una humanidad libre y desigual,

ET CETERA

¿no se sostiene mediante la sujeción de los demás miembros de la sociedad en la misma medida que lo hace a través de la desigualdad? ¿Quién es libre ante la influencia de las corporaciones que se meten hasta en los detalles más íntimos de la vida personal? ¿Dónde está el ciudadano que pueda acceder a información independiente de los intereses de las empresas y el Gobierno? ¿Pueden ser libres los individuos mientras existan sectores de un poder tan avasallante? En fin: ¿es concebible la libertad sin igualdad? Asimismo: ¿no se ve que el socialismo

o igualitaria ataca a la igualdad y cautiva? en el mismo grado ¿Acaso no son que el liberalismo los dos valores impide la libertad? esenciales ¿Qué posibilidades de en la misma equidad puede haber medida? en un sistema donde no E s t a existe el recambio en dicotomía el poder y los líderes se sería, de por sí, quedan todo el tiempo preocupante. que pueden? ¿De qué Y sin embargo, simetría se habla en la situación sociedades en las que real parece un pequeño grupo toma PERIPLO • VÍCTOR BOTAS ser aún más todas las decisiones desesperada. En efecto, una reflexión ulterior mientras a la inmensa mayoría no le queda nos puede convencer de que estar obligados a otra opción que acatar órdenes? ¿Pueden ser elegir entre una libertad dispar y una igualdad iguales los hombres en medio de semejante cautiva es un lujo del que no podemos gozar. nivel de sujeción? En suma: ¿es factible la ¿Acaso no es evidente que, de forma igualdad allí donde no hay libertad? solapada, el liberalismo atenta contra la Así, descubrimos una afinidad esencial libertad de múltiples maneras? El poder entre ambos ideales. Para que realmente haya político y económico de los países liberales: libertad, debe haber igualdad, y para que sea PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 75 •


ET CETERA

posible la igualdad, es necesaria la libertad. Si –como hace el liberalismo- no se garantiza la igualdad de los Hombres, la libertad es inalcanzable. Por el contrario, si –como en el socialismo- no se respeta la libertad, la igualdad es irrealizable. Los dos valores analizados están tan íntimamente relacionados que se definen el uno al otro. He aquí el nudo de la cuestión: al haber desigualdad en el liberalismo, eso implica que unos hombres son más libres que otros y por ende la verdadera libertad fracasa; y si existe sujeción en el socialismo, eso conlleva que unos pocos son más iguales que el resto y

De este modo, comprendemos la visión de los revolucionarios franceses, que consagraron en forma unificada a la libertad, la igualdad y la fraternidad. Escindidos, estos ideales carecen de valor: tendremos todo, o nos quedaremos en la nada. Hasta ahora, sólo se han llevado a cabo experiencias unilaterales y, por ende, fallidas. Si algún día se materializa un sistema en el que seamos libres e iguales, sólo entonces los Hombres seremos realmente hermanos. Probablemente, esto nunca deje de ser más que una utopía, pero: ¿se puede vivir sin sueños?

entonces no hay igualdad total.

PERIPLO • VÍCTOR BOTAS 76 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


PERIPLO • EUGENIA HERMIDA PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 77 •


NOSTOS

PERIPLO • VÍCTOR Bermñudez

La repulsa de Platón: Breve recensión de la crítica a la República

E

s difícil que seamos rebatidos si afirmamos que edificar utopías es reflexionar sobre política. Por otra parte, es sencillo acordar que lo que denominamos Cultura Occidental reconoce su origen en la Antigua Grecia, entre otras razones, por el surgimiento de instituciones políticas inéditas en la historia de la humanidad y sobre todo por el intensísimo debate erigido en torno de ellas, de cuyos vestigios se nutren aún hoy nuestras sociedades. Si dejamos entonces firmes ambos términos, no puede resultar vana la requisa de monumentos literarios en busca de estos ejercicios de teleología política. Los más haraganes acudiremos sin vacilaciones a Platón, atalaya de la cultura griega, e inmediatamente nos encontraremos con su República y las bases para una constitución política de los atenienses ( politeía), fácilmente identificable como precursora de todo utopismo posterior. Sin embargo, aunque si bien es del todo justo dar un lugar preponderante a este diálogo platónico entre toda la producción cultural relacionada a la 78 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

Por Pablo Doratti

reflexión utópica, esto no es por su carácter inaugural. Eutopía (del griego eû –buen- y tópos –lugar-), término que conviene al ámbito de la cultura griega, como territorio de felicidad inmaculada aparece tempranamente en la mitología situada en alguno de los confines del mundo conocido y bajo diversas denominaciones: Jardín de las Hespérides, Islas de los Bienaventurados, Trapobona, Etiopía, Hiperbórea, entre otros. Y ya examinando a los autores clásicos, en Homero encontramos un ejemplo cuando Odiseo en su dilatado periplo visita a los feacios, dichosos habitantes de la isla de Esqueria cuya característica más notoria es la de ser una tierra de paz social y concordia cívica (homónoia). El acento en este tipo de valores colectivos presentes en el texto homérico documenta una preocupación que emerge casi al mismo tiempo que la polis misma, el temor a la confrontación (stasis) y la dificultad de lograr la cohesión social. Pronto se nos aparecerá un rasgo condicionante del discurso utópico, cierta inspiración contestataria


subyacente a su tono de complacencia. En efecto, veremos que por más decorada y amable que se presente, siempre será una cautelosa voz en disidencia contra algo de lo establecido. Su designio es la crítica reticente. Aunque siempre hay lugar para las excepciones y, en este caso, de las más insignes. En Trabajos y días su pesimismo habitual exime a Hesíodo de aquellas florituras y su invención eutópica se presenta de una manera bastante particular: si la utopía tradicional se entenderá como la contemplación de un horizonte hacia el cual acercarse, Hesíodo efectúa la operación inversa: fija un punto ideal en el tiempo, desde el cual nos alejamos raudamente. A este tiempo de bonanza lo denominó Edad de Oro1; en él los hombres vivían como dioses, sin fatigas ni miserias, sin ser alcanzados por la vejez, disfrutando de la prodigalidad de los dioses que preñaban sus campos de abundantes frutos. Luego el mito da cuenta de una degradación hasta alcanzar la Edad de Hierro, que se encuentran padeciendo los hombres de aquel tiempo, plena de injusticia e inquietudes. Por último, Hesíodo nos augura un futuro no menos sombrío, en el que los hombres nacerán ancianos y desaparecerá la justicia y el pudor. Lo que perdurará de esta visión infausta de la humanidad que compone el poeta beocio es sin duda la identificación de estos elementos considerados corruptores de la sociedad perfecta: adikía (injusticia) e hybris (desmesura). Y es éste un antecedente que vincula indisolublemente a Hesíodo con la obra de Platón. El programa platónico para el establecimiento de la ciudad ideal está precedido de una profunda especulación sobre la justicia. Sócrates realiza un enorme esfuerzo por conducir a sus interlocutores a una definición certera de lo justo y con la tesis provisoria de que lo justo es que cada individuo haga lo que le corresponde se establece un criterio modelador para el diseño del Estado ideal. La excelencia de este Estado radicará entonces en tres elementos: sabiduría, valentía y moderación. A su vez, estos atributos se corresponden

NOSTOS

aproximadamente con las tres clases en las que, se espera, se dividirá la sociedad: la de los gobernantes filósofos, los únicos dotados para el ejercicio del poder, los guardianes que protegerán a la comunidad de agresiones externas y, finalmente, la clase de los gobernados, labradores y artesanos de profesión. Una vez que han sido trazados los principales lineamientos de esta nueva sociedad, Platón se concentra en identificar eventuales amenazas a su armonía. De esta forma, el plan para conservar la polis ideal deriva en un extenso programa de proscripciones y preceptivas. Este modelo restrictivo de la ciudad ideal es el aporte más notable de Platón al pensamiento utópico y será el replicado en las más conocidas de las utopías posteriores, como las de San Agustín y Tomás Moro. Las críticas no se hicieron esperar. Apenas una generación más tarde, Aristóteles impugna el comunismo platónico por impracticable. Su Política se centrará en el valor subjetivo de la felicidad (eudaimonía) como eje rector para una constitución política ideal. Pero la censura más radical del proyecto aristocrático de Platón no habría de llegar sino hasta mediados del siglo XX, en plena madurez del liberalismo capitalista, cuando Karl Popper publica su celebérrima obra La sociedad abierta y sus enemigos. Para el filósofo austríaco, lo que sucede con el advenimiento de las polis griegas es una verdadera revolución cultural que excede los ámbitos político y social. Se produce el ascenso categórico desde lo que denomina “sociedad cerrada” a la “sociedad abierta” o abstracta. Por sociedad cerrada entiende a la organización tribal de la sociedad, regida por vínculos de sangre como factor aglutinante. Popper la compara a un organismo vivo, cuyas características sustanciales son la indivisibilidad y la inconmutabilidad de sus partes. Allí la gestión individual ocasiona necesariamente efectos colectivos. Por el contrario, la sociedad abierta promueve formas de organización política que estimulan la acción individual y la interacción con el mundo circundante. Una dinámica 1 Si bien el mito de las edades no es exactamente invencentrípeta es desplazada por una centrífuga, para ción hesiódica y reconoce paralelos en la cultura india y persa, hay consenso en reconocer algunos aportes al poeta beocio, la cual la libertad se vuelve un valor irrevocable. como la interpolación de la edad de los Héroes y la ligazón entre la corrupción de la estirpe humana e hybris.

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 79 •


NOSTOS

PERIPLO • VÍCTOR Bermñudez

Para Popper, el proyecto platónico expresa una reacción contra estas fuerzas innovadoras. Según esta posición, la República no es más que un claro manifiesto conservador en contra de la joven democracia ateniense. Pero la crítica popperiana no se detiene allí. Postula un defecto insalvable en el diálogo platónico que denomina “utopianismo” o “ingeniería utópica”. Esta extravagante construcción del pensamiento pretende que es posible el experimento de implantar una sociedad de diseño en otra existente. Esta empresa ingente impone la necesidad de implementar cambios radicales, suprimir instituciones consideradas nocivas, reemplazarlas por otras virtuosas, todo lo cual implica algún grado de violencia. Pero, sin duda, la más inquietante conclusión de Popper sobre la imperfección de la ingeniería utópica es la referencia a la caducidad de la utopía. El pensamiento utópico, nos dice, es claramente teleológico, pues se inclina hacia un fin más o menos indiscernible en el futuro. Sin embargo, a medida que las generaciones se van sucediendo ese fin es necesariamente reformulado, porque los intereses y aspiraciones humanas nunca podrían permanecer inmutables. La insistencia en

80 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V

una utopía inveterada implica una cierta coacción de las voluntades, la suspensión de la racionalidad, un espacio allanado al dogmatismo (religioso). Un poco más acá en el tiempo, el escritor uruguayo Eduardo Galeano vería en esta evanescencia de la utopía un rasgo positivo. La imagen es la de un peregrino hacia la utopía; cuando ha dado diez pasos hacia ella, la utopía se aleja otros tantos pasos de él. Entonces, “¿para qué sirve la utopía?”, se pregunta perplejo. “Para caminar”, se contesta luego. Para caminar…

____ Bibliografía: ARISTÓTELES. Política. Madrid: Gredos, 1982. GERNET, Louis. Antropología de la Grecia Antigua. Madrid: Taurus, 1981. PLATÓN. República. Madrid: Gredos, 1982. POPPER, Karl. The Open Society and Its Enemies. Londres: Routledge, 1945.


PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 81 •

PERIPLO •MAGDALENA PARDO

PERIPLO • SANDRA SÁNCHEZ


PERIPLO • Jesica Ruth

tr as bambalinas

Alejandra Fernández Mingorance. Madrid. Ilustradora de sueños. Espíritu autodidacta y coleccionista de imágenes. Andalucía le mostró los colores, las texturas y los aromas a cuento y desde entonces desarrolla su faceta más creativa ilustrando palabras. alejandrafernandez@revistaperiplo.com

Bárbara Sánchez. Salamanca. Joven aprendiz y viajera interestelar. Practicante de la música. Le gusta crear y navegar pero siempre le roba algo de tiempo un par de chistes malos.

barbarasanchez@revistaperiplo.com

Celeste Palacios. celestepalacios@revistaperiplo.com

82 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


Coral Porras. Salamanca. Cuando creo algo lo hago por necesidad, porque hay personajes que quieren cobrar vida y contar algo. Todo lo aparentemente bello e inocente tiene algo oscuro y yo siento el deber de plasmarlo. Me rodeo de seres híbridos, mixtos y dicotómicos y no encuentro mejor manera de representar nuestro entorno.

coralporras@revistaperiplo.com

Elena Hontangas. Valencia. El arte y la abstracción fluyen en todo su ser proporcionando calma, viveza y un sinfín de sentimientos agradables con cada uno de sus trabajos. Elena posee el don de conciliar abstracción y concreción en un solo producto visual.

elenahontangas@revistaperiplo.com

Eugenia Hermida. Buenos Aires. Con una mirada en blanco y negro en busca del color, EugeH capta momentos y los transforma a su antojo. Amante de los clásicos de rock y de los libros que parten la cabeza viene a poner un granito de sal de plata con lo que mejor sabe hacer: fotos.

eugeniahermida@revistaperiplo.com

Fernando Pittaro. Periodista argentino. Nació en Córdoba, sobrevive en Buenos Aires. Buscador incansable de historias callejeras. Nómada declarado. Escribe mucho, escribe de todo, escribe siempre. Sus escritos son un aporte más a la confusión general.

fernandopittaro@revistaperiplo.com

Helena Pérez García. Ilustradora y diseñadora gráfica, a caballo entre Sevilla y Valencia. Encuentra la inspiración en la literatura, el cine y lo cotidiano.

helenaperez@revistaperiplo.com

Isabel Guzmán. Dibujar es una inquietud, y a ella le gusta experimentar, pintar, sacar fotos para no olvidar, crear mundos, diseñar y ñoñar... ah, y escuchar mucha música de colores y chicas gritonas.

isabelguzman@revistaperiplo.com

Isabel Talleda. Barcelona. Pasión a flor de piel, Isabel fotografía por curiosidad, por risas y por ganas de inventarse un mundo propio con la peculiaridad del observador paciente. Además de su alegría invencible destaca por su empatía y cercanía humana.

isabeltalleda@revistaperiplo.com

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 83 •


Jenny Castellanos. Salamanca. Vivaz en sus creaciones, combina a la perfección desde el diseño gráfico hasta la pintura al óleo. El poder de la imaginación al mando para darnos a conocer un universo de colores y formas donde realidad y sueño se funden para dar lugar a sus ilustraciones. jennycastellanos@revistaperiplo.com Jorge Dallos. Bogotá. Publicista de profesión, con una gran pasión por la creación visual. A través de medios como la ilustración, el diseño gráfico y la fotografía busca hacer un registro y una interpretación de lo que encuentra en la cultura pop, la moda y la música.

jorgedallos@revistaperiplo.com

Julio Ríos. Salamanca. Ilustrador emotivo o publicista inusitado Julio filtra la realidad con un talante humorístico en donde se puede entrever una creativa filosofía de vida y una sorpresiva abstracción visual que no conoce límites.

juliorios@revistaperiplo.com

Laura Mariscal. Madrid. Espirales, plumas, gotas. Laura mezcla elementos con las formas más diversas en un ejercicio creativo que denota una profunda imaginación y una abstracción elegante.

lauramariscal@revistaperiplo.com

Luz Lagrange. Buenos AIres. En Luz destacan la vitalidad y la frescura de quien ha creado un universo propio. Además encuentra tiempo para dedicarse a la música, disfrutar de la cultura pop, sticoms, dulces, uniformes de azafatas, los juguetes de la infancia.

luzlagrange@revistaperiplo.com

Mar Ample i García. Valencia. Maga de los colores y las formas, Combina una femenina sensibilidad con una mirada vital de la realidad y deja relucir un estilo que roza lo mágico y el terreno de la irrealidad con gracia.

marample@revistaperiplo.com

Marta Llorens. Barcelona. Con los pies en el suelo y trazos sutiles en blanco y negro Marta se adentra en Periplo para mostrar una faceta a la vez caótica y magnética de su trabajo.

martallorens@revistaperiplo.com

84 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


Pablo Díaz. Mexicali. Sus premisas son la paciencia, la calma y la felicidad y eso es lo que le gusta transmitir a través de lo que dibuja. No sobra nunca el entusiasmo como herramienta para enfrentar los vaivenes de la vida cotidiana.

pablodiaz@revistaperiplo.com

Pablo López. Santander. Artista multidiscplinar decantado por la fotografía. Considera que el arte es otro lenguaje más que permite la expresión de nuestra inteligencia emocional, aquella que engloba desde los sueños mas triviales hasta los más cercanos al subconsciente.

pablolopez@revistaperiplo.com

Pollyanna Escárcega. Mexicali, México. Desde la ciudad que atrapó el sol y siempre sonriente y carismática, Pollyanna dedica a Periplo su cálculo de exactitud suiza para la administración, sin por ello dejar de lado una que otra aportación visual.

pollyannaescarcega@revistaperiplo.com

Sandra Sánchez. Sevilla. Sandra es la voz tibia, a veces tímida a veces contundente que muestra a través de su pluma y lienzo su nítida mirada de la realidad. En su faceta fotográfica trasluce una sensibilidad hacia lo dinámico, lo móvil, lo vivo que deja la sensación de respirar aire fresco en un desierto caluroso.

sandrasanchez@revistaperiplo.com

Saray González Valiente. Santander. La fortaleza hecha ilustración Saray deja ver una profunda reflexión a través del dibujo., que no respeta cánones ni fronteras.

saraygonzalez@revistaperiplo.com

Víctor Botas. Oviedo. Ilustrador discreto, Víctor es un maestro de la simplificación y de la abstracción de letras que, una vez filtradas, se convierten en las imágenes más inverosímiles y eficaces de la palabra.

victorbotasc@revistaperiplo.com

Virginia Arigon Duarte. Entre Montevideo y DF. Licenciada en artes visuales, diseñadora, ilustradora y vegetariana. De sangre cmyk y rulos rgb. Headquarters: alguna playa, cualquier playa.

virginiaarigon@revistaperiplo.com

PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V • 85 •


Ilustr ación

A B C E H I J J J L L M M M P P S S V V

Administr ación

lejandr a Fernández

pollyanna escárcega

árbar a Sánchez

eleste Palacios

lena Hontangas

corrección gener al Carlos Martínez river a

elena Pérez García

Redacción

SABEL TALLEDA

Pablo Dor atti JOAQUÍN BILBAO LUIS BAEZA Daniel Ruíz

enny Castellanos orge Dallos ulio Ríos

aur a Mariscal

uz lagr ange

agdalena Pardo

Consejo editorial Ángel Saiz Fernando pittaro Víctor Bermúdez

AR AMPLE aría R amos a b l o Díaz

ablo López

andr a Sánchez

ar ay González

íctor Botas

irginia Arigón

P

dirección gener al Víctor Bermúdez Fernando pittaro

Periplo, revista bimestr al ISSN 1989-8924 Paseo san antonio 7-11, 4ºB Salamanca, España tel.: 923 26 57 99 info@revistaperiplo.com 86 • PERIPLO • OCTUBRE 2010 • Vol. V


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.