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Sexo&Relaciones
fuente de mucha frustración porque se registran muy pocos casos exitosos de relaciones extramatrimoniales que culminan como relaciones oficiales. La experta señala que él o la amante desconoce o niega la dominación a la que se están sometiendo porque las reglas las impone la persona casada y no da margen de maniobra. Simplemente se va adaptando sin percibir cómo se va modificando su carácter y autonomía. Estamos ante una persona con una inseguridad notable (baja autoestima) que pone su energía en aquella relación, a pesar de que es consciente de que no cuenta con la valoración ni el reconocimiento que desearía.
RECONOCIENDO LOS MOTIVOS
Quizás uno de los retos centrales de la postura del amante, cuando la situación deviene en algo más lastimoso que gozoso, es analizar más allá del amor que experimenta por su pareja, si quiere permanecer en el triángulo como elección consciente o por necesidad. Si estamos manteniendo una larga y profunda relación con una persona casada, debemos estar alerta de hasta qué punto nos estamos engañando a nosotros mismos. La experta aclara que para nuestro bienestar psicológico y emocional, es imprescindible que: le crea totalmente cuando le dice que no romperá su matrimonio y que no le crea cuando le dice que lo romperá para quedarse, si hasta ahora no ha hecho ningún movimiento por cambiar su estado, por muy cariños@ y atent@ que sea. Si sus actos no están en sintonía con lo que dice, no se puede creer nada. Los motivos para implicarse en un triángulo amoroso son diversos pero destacan el autoengaño y la justificación de la persona casada como víctima. La figura de la persona amante en la infidelidad: la otra cara del narcisismo, suele decir ser, especialmente al inicio de la relación, poco consciente de en dónde se está metiendo. De acuerdo a la especialista no es sano llevar este tipo de relación porque trae como consecuencias: No poder tener una relación pública, compartir espacios con la persona que amas o presentarla a tu familia; tener que ajustar tus horarios y vida a él o ella, porque debes estar siempre disponible cuando lo requiera. Te aíslas de tu familia y amigos por lo complicado de la relación. Pierdes el tiempo en dicha relación rentada que reduce tus posibilidades junto a alguien que realmente te quiera.
¿QUIÉN ES MÁS INFIEL?
En promedio, las estadísticas de infidelidad aseguran que el 60% de los hombres son infieles frente al 40% de las mujeres. Sin embargo, y de acuerdo al primer estudio sobre conductas y preferencias sexuales de usuarios de Internet en España, las mujeres son más infieles que los hombres (50% frente al 44%), y también más apasionadas: un 65% exterioriza más las emociones en el momento del clímax, frente a un 27% de ellos. Un estudio del Journal of Couple and Relationship Therapy asegura que entre un 45% y un 55% de las mujeres casadas son infieles. Entre los factores que se han encontrado frecuentemente asociados a que determinadas personas decidan ser infieles se destacan:
* LA FALTA DE AMOR. Situaciones
donde el fuerte sentimiento que se tenía se ha perdido. “Le quiero, pero no le amo”, esto puede favorecer la idea de que al buscar a otra persona están siendo “fieles a sí mismos y a lo que sienten”, a pesar de engañar al otro.
* EL ABURRIMIENTO Y LA
RUTINA. La falta de estimulación que algunos pueden experimentar en la relación, puede favorecer a que busquen fuera lo que consideran que no tienen. Es más frecuente en quienes requieren estimulación constante y que no encuentran o no promueven la motivación que necesitan en sus relaciones.
* LA VANIDAD. La frecuente seducción a otros puede ser una motivación fundamental en personas con fuertes rasgos narcisistas, quienes miden su autoestima de acuerdo a las conquistas que tienen. Sentirse atractivos y con poder de atraer a otros “les da valor”, puede que sin intención de separarse de la pareja.
* CREENCIAS. Algunas creencias pueden favorecer estas conductas como “solo esta vez”, “no tiene por qué enterarse”, “no voy a perder esta oportunidad”, “todo el mundo lo hace”, “no puedo ser fiel”, “los hombres somos así”, “es solo sexo”, que de alguna manera les hacen “justificar” el hecho de ser infieles.
* VALORES. La persona puede tener un sistema de valores que no sancione la infidelidad como un hecho negativo.