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Amante de la animación
La leyenda de Miyazaki se forjó desde muy temprana edad, adquiriendo un amor por las artes y la animación desde joven a pesar de que su futuro e influencia de sus padres y su negocio familiar parecieran indicar lo contrario. Miyazaki comenzaría la incursión en la animación trabajando como artista de Tweening en el reconocido estudio Toei Animation, donde desarrollaría sus habilidades de dibujo y animación junto a colegas que terminarían siendo amigos de toda la vida, entre ellos, Isao Takahata. Con el tiempo su experiencia como animador, dibujante, mangaka, director conceptual y productor, Miyazaki buscaría el emprendimiento junto a Takahata, proyecto que desembocaría en un estudio de fama mundial, con el cual, Miyazaki lograría llegar al corazón de miles alrededor del mundo: Estudio Ghibli.
Estilo inusual
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Aunque muchos consideren a Estudio Ghibli y a Miyazaki como una sola entidad, el estudio, si bien liderado por el legendario animador, está compuesto por muchos talentos diversos, siendo Miyazaki la batuta de esta orquesta de sueños. Su estilo característico lo distingue de entre sus colegas, pues la forma de escribir y desarrollar sus historias es poco convencional. Miyazaki escribe sus historias sobre la marcha, esperando que la historia misma guíe el trabajo de los artistas, teniendo siempre la mágica incertidumbre de no saber a dónde los llevará dicha historia. Mediante este método, Hayao Miyazaki ha logrado concebir clásicos de la animación como El Viaje de Chihiro, El Castillo en el Cielo o Mi vecino Totoro, historias que poseen el toque narrativo del estudio, del artista, y que en lo gráfico, estipulan que Miyazaki es todo un estilo propio.
Legado creativo
Considerado como uno de los más grandes genios creativos de la industria animada japonesa y como un storyteller de la talla de Walt Disney y Steven Spielberg, Miyazaki hoy representa la viva existencia de la magia creativa en el mundo de las artes animadas, donde todavía es posible concebir historias llenas de aprendizaje, emociones, pasión, fantasía, y un amor por el arte de la animación que hoy sustenta la industria misma japonesa.
Entre su legado encontramos al estudio que hizo posible que su genio se desbordara sin restricciones, Ghibli, así como todas las producciones que hoy son sinónimo de la animación japonesa, joyas de imaginación y narrativa diversa reconocidas en todo el planeta. Miyazaki siempre ha abogado por la preservación de las artes tradicionales en todo momento, anteponiendo el estilo de animación característico del estudio y de su persona ante tecnologías que, si bien no detesta, prefiere no implementar para concebir su arte. Poseedor de un Oscar honorífico en 2014, la figura de Hayao Miyazaki es todo aquello que los creativos de diferentes generaciones aspiran a ser, un soñador dispuesto a contar historias de la manera más bella, intrigante, imaginativa y gráficamente artística para el mundo, por lo que sin duda ha pasado a la historia como uno de los grandes genios creativos de nuestros tiempos.