nas” (de Chéjov), que la desolación de esas tres hermanas tenía mu-
que todo lo que hace el sistema hoy día es obligarnos o educar-
cho que ver con la sensación descrita por Beckett. (En “Soy tumba”)
nos hacia el éxito, hacia la excelencia, hacia tener más o ser el
hay tres personajes masculinos, –aunque en realidad es una voz que
mejor. Beckett dice: fracasa de nuevo, fracasa mejor. O sea, se
narra- y a las tres hermanas las fundí en una sola, pues me pareció
da una vuelta enorme para darle un sentido a lo humano que
que la vida de ellas tenía mucho que ver con la vida de ellos, de per-
es el fracaso, para recordarnos que fracasar es humano, y que
sonas que estaban en un lugar donde no querían estar, al margen
tenemos derecho a fracasar, para volver a levantarnos.
de una sociedad que desconocían, a la cual nunca había podido encontrarle un sentido a la vida; que también les parecía muy lejano y ajeno; personas que vivían en el margen de la sociedad, tratando de incorporarse, pero siendo auto-rechazados. Y es bonito, porque Beckett, al igual que Chéjov, llegan al tema de la muerte, y en el tema de la muerte uno dice:“¿Por qué estos personajes no se suicidan?”. Y la verdad es que siempre, tanto para Beckett como para Chéjov, es mejor ser que no ser, es mejor vivir que no vivir. Porque el esfuerzo que uno hace en vivir es inconsciente, no es voluntario, es la vida que fluye en uno la que te hace seguir viviendo. Entonces, me pareció que de alguna manera se juntaban, se unían en esos conceptos estos personajes. Y el río Mapocho (como escenario) me parece un lugar súper crucial en nuestra historia reciente, que pertenece a nuestra memoria reciente, en donde ocurrieron hechos atroces.
“
-Todos tienen la imagen exitosa de la actriz Claudia di Girólamo, de papeles memorables en la televisión, que hace unos años salió elegida la mejor actriz en el programa “Chile elige”. Por lo mismo llama la atención que te atraiga el tema del fracaso ¿Cuál es tu aproximación o cable a tierra para abordarlo? -Es que, el éxito como lo ve nuestro sistema o la forma en que hoy día nos están educando y formando no es algo con lo que yo comulgue, yo no me eduqué en esa política. Yo me eduqué en otra política que tiene que ver con las esperanzas y los sueños y las utopías de los seres humanos, y los seres humanos actuando en comunidad, en el sentido que no es personalista mi educación, sino comunitaria, en donde uno participaba y compartía ideas en la medida en que pertenecía a un grupo político o reli-
Como sociedad, somos testigos a diario de dramas personales y pasionales que terminan en las aguas del río Mapocho: niños, hombres y mujeres que viven en el sinsentido, y buscan un lugar de paz”.
-Si hiciéramos una extrapolación a esta sociedad del siglo XXI
gioso, da lo mismo, pero comprometido con lo que ocurría so-
¿a quiénes identificarías como personajes que viven en la peri-
cial e históricamente en ese minuto. Entonces, yo vengo de una
feria de la sociedad, quienes serían esos “auto-rechazados”?
generación que no tiene que ver con esta educación del éxito.
-Yo creo que todas las personas que creímos y creemos todavía
-¿Y no sientes que esa generación, que tuvo una actitud
en ciertas utopías quedamos huérfanos un poco de esos conteni-
crítica y de protesta en la época de la dictadura militar, pos-
dos, huérfanos de esa lucha, huérfanos de cabezas, de líderes que
teriormente se adormeció y aburguesó durante los gobier-
nos guíen, y yo creo que, de alguna manera, el existencialismo de
nos de la Concertación? Quizás hubo mucha agregaduría
Beckett vive en cada uno de nosotros. Es muy fácil identificarse
cultural, incorporación al oficialismo, compromisos…
con esos textos, creo yo, como hombres y mujeres de este país. Y
-Pienso que ha sido legítimo por parte de algunos compañeros,
no sólo por las cuestión política y social, sino que además porque
después de la lucha por el No y por la vuelta a la democracia,
nos recuerda nuestro lugar en el mundo, como seres humanos,
tratar de entrar, de participar y de luchar desde puntos concre-
y ahí el abanico se abre hacia un lugar casi como metafísico, del
tos como el Ministerio de Cultura o de Educación, para lograr el
sentido de ser hombre, de pisar esta tierra, el sentido de luchar, de caer y volver a pararse, que son temas de Beckett y Chéjov. Y por otro lado, en donde coinciden, con palabras textuales, es en el fracaso; estas vidas fracasadas de estas tres mujeres,
sueño que tenía la Concertación. Otros desde las universidades y entidades menos vistosas que el Ministerio de Cultura, han tratado de que el discurso cultural de la Concertación se lleve a cabo. Yo creo que no es aburguesamiento, sino consecuencia.
cuya casa es destruida, partida por la mitad por un incendio.
-Sin embargo, también hubo actores destacados como el dra-
Por lo tanto, el fracaso está en su ADN, está en su sangre. Y
maturgo Juan Radrigán que mantuvieron una postura crítica;
paradójicamente, e inteligentemente, y brillantemente, hoy día
hace poco, declaró que la Concertación, en cuanto a cultura,
Beckett hace una revolución en contra del sistema, en el sentido
“no hizo absolutamente nada que valga la pena mencionar”… | MARZO 2011 | REVISTA NOS |