La familia Solórzano, lleva la pasión del automovilismo en las venas, son 4 generaciones y 5 pilotos los que las que han dedicado su vida a esta afición, Raúl Solórzano, como precursor del automovilismo en el país, corriendo válidas tan importantes como la Vuelta a Colombia, el Circuito de San Diego, entre otras tantas, su hijo Juan Raúl Solórzano, sus nietos, Juan David Solórzano y Juan Felipe Solórzano y su bisnieta Manuela Solórzano, quienes siguen cosechando victorias día tras día en este deporte. Don Raúl Solórzano Duque, comenzó con el negocio de automóviles en el año 1948 junto a Juan David Botero, hermano del famoso pintor y escultor colombiano; este lo invitó a trabajar con la empresa Bogotana de la familia Urrea, con quienes iniciaron un negocio automotriz rentable y pionero en Colombia. Don Raúl tuvo 4 hijos: Patricia de Campuzano, Luis Fernando Solórzano (QEPD), Mónica Fortoul y Juan Raúl Solórzano. De esta manera, la Revista Mundo Empresarial & Social habló con estos dos inversionistas que llegan a la capital tolimense con el ánimo de generar progreso a liderar uno de los cambios más representativos a nivel turístico para la región.
departamento Tolimense.Estamos muy contentos de estar aquí, gracias a Dios pudimos adquirir el complejo turístico ‘Tierra Caliente’ y debido a esto, hemos venido haciendo conexiones con personalidades de la política, del comercio, las mismas autoridades y hemos logrado relacionarnos bastante bien. Nuestra idea es traer inversión externa, más específicamente, esta semana nos reunimos con el Sr. Alcalde de Ibagué y el dueño de la Ladrillera Santa Fe, en sociedad con Jorge Mattos, de la Hyundai porque queremos desarrollar un proyecto de vivienda en un predio de la ciudad, de modo que me parece muy importante, no solo para nosotros, sino para el departamento en sí”.
2. ¿Cómo nace la decisión de comprarle el complejo turístico a Corbanca? JRSM:
“Nosotros tuvimos información de la venta de un predio importante en este departamento por que la superintendencia, le aclaró a Corbanca que el objeto social de ellos no era tener un centro vacacional, sino liquidez para prestársela a sus afiliados; entonces, en vista de esa situación, ellos tomaron cartas en el asunto: hicieron una publicación en el periódico ofreciendo en venta el inmueble y nosotros cumplimos todos los requisitos necesarios; fue una venta en sobre cerrado, pasamos una oferta, ellos hicieron un proceso de investigación comercial y determinaron que sí éramos aptos para la inversión. Gracias a Dios, nuestra trayectoria fue más que suficiente para calificar”.
1. ¿Qué opinión le merece el desarrollo económico de Ibagué? Juan Raúl Solórzano Mejía:
“Hace un año y medio que estoy vinculado a este departamento, pero ahora he visto su desarrollo el cual no detecté antes porque no venía mucho; sin embargo, ahora Ibagué se volvió un destino frecuente para mí y mi familia. Nosotros tenemos muchos nexos con nuestros ancestros, con Antioquia, Medellín especialmente, pero terminamos posando nuestros ojos sobre el
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