El Museo Guggenheim de Bilbao, al norte de España, fue elegido como el más lindo del mundo en el 2016. Las obras y el innovador edificio español, diseñados por Frank Gehry, representan un gran atractivo para cientos de turistas que llegan hasta allí durante todo el año. Además, el paisaje arquitectónico conjugado con las montañas, la gastronomía e historia cultural son excusas para visitar esa zona del País Vasco. fotos Efe/Reportajes
ilbao es la capital de Vizcaya, provincia asentada en la histórica comunidad autónoma del País Vasco, que está ubicada al norte de España. Conocida como la villa de Bilbao, desde su fundación en el siglo XIII (1300), siempre representó una zona atractiva para visitante de todo el mundo. Durante varias décadas, Bilbao fue un polo industrial en España. Actualmente, esta comunidad vasca ha pasado de ser una ciudad industrial a un ejemplo de desarrollo urbanístico, donde sus principales emblemas están representados por el Museo Guggenheim y la arquitectura de diferentes estilos mezclados con paisajes montañosos, mar y gastronomía mediterránea.
Símbolo de transformación a la nueva era El Museo Guggenheim Bilbao fue diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry. Un edificio vanguardista de 24000 m², de los cuales 11000 m² están dedicados a diferentes exposiciones. El museo es visitado anualmente por aproximadamente un millón de turistas, de los cuales, dos de cada tres son extranjeros.
exposiciones temporales. Igualmente, el turista puede pasar por Zero Espazioa, la sala de orientación al visitante del Museo Guggenheim Bilbao. Se trata de un espacio dinámico e interactivo, que ofrece las claves necesarias para sacar el máximo provecho a la visita.
El agua como guía En el pasado, la Ría era utilizada por los barcos para llegar hasta esta urbe. Hoy, sigue siendo clave en la ciudad, por lo que los sitios turísticos recomiendan seguirla como referencia para recorrer Bilbao. Siguiéndola, el visitante puede recorrer la historia de la villa, conociendo el puente colgante Bizkaia, gema de la arquitectura industrial y Patrimonio de la Humanidad, o la pasarela Arrupe, icono de la era moderna de la ciudad, o el puente San Antón, de más de 700 años. El Casco viejo, más conocido como las Siete calles, es otro punto obligatorio para el turista, lleno de vida y muy querido por los lugareños. Allí, se pueden hacer compras en sus calles peatonales, recorrer sus bares y restaurantes, apreciar su arquitectura en iglesias, edificios y monumentos. En la plaza Nueva se realizan numerosas actividades, como un mercado dominical, y diferentes ferias.
El museo se destaca por su arquitectura futurista y diseño innovador, así como por sus formas curvilíneas y la belleza de sus volúmenes. Este año, el espacio cumplió su 20. º aniversario y lo celebró con numerosas muestras y actividades. En la web del museo (www.guggenheim-bilbao.eus) están todas las recomendaciones prácticas para los visitantes, así como la información sobre las muestras permanentes y las LEVEL I VERANO 2018 I 169
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