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TEXICO

UNA VIDA CAMBIADA

Aceptando a Dios

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“La última vez que fui al casino, gané $2,000 dólares y lo iba usar para un depósito en el auto que quería. Quise duplicar esa cantidad y, en cambio, lo perdí todo. En ese momento, pensé en quitarme la vida porque sentía que no valía la pena vivir.”

Estas son las palabras de Daniel González, quien es miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de La Roca. Me enteré de Daniel por primera vez durante los servicios de oración de los miércoles en La Roca. Su madre, Carmen González, oraba fielmente para que regresara a la iglesia. Más tarde supe que Daniel había llevado una vida difícil. Aunque sus padres trataron de inculcar buenos modales y temor a Dios, la vida en las calles de Albuquerque era más atractiva. A los 19 años, Daniel era un ávido jugador en los casinos, drogadicto y alcohólico. Estaba casado y tenía dos hijas, pero su vida de vicios causó que su matrimonio terminara. Poco después de su divorcio, la hermana de Daniel murió de cáncer y eso lo llevó a caer más profundamente en el alcoholismo y la adicción a las drogas.

Una noche soñó que estaba en un ataúd y podía ver a su madre, hermanos e hijas llorando. "Clamé a Dios esa noche", dijo Daniel. "Le dije que necesitaba ayuda y que quería cambiar, pero necesitaba que enviara a alguien con una Biblia que pudiera llevarme a Él". Después de poco, tiempo su oración fue contestada. Miembros de la Iglesia La Roca, Isaac y Ruth Flores, llegaron a la puerta de Daniel un día y vinieron con una Biblia en sus manos. Comenzaron a darle estudios Bíblicos a Daniel. Aunque hubo algunos días de estudio que estaba bajo los efectos del alcohol, los Flores continuaron orando por Daniel pidiéndole a Dios que lo ayudara a superar sus adicciones. Al poco tiempo, Daniel decidió bautizarse y comenzó a asistir a la iglesia.

Dios nunca me abandonó a pesar de todas las decisiones equivocadas que tomé.

"Me sentí feliz, porque mi vida estaba mejorando y ya no estaba usando drogas o alcohol", dijo Daniel. "Sin embargo, no podía dejar de apostar. Me escapaba a los casinos y perdía todos mis ahorros y cheques de pago.” Con el tiempo, Daniel sintió que era un mal testimonio para la iglesia y dejó de asistir. La noche que perdió los $2,000, y pensó en suicidio, recordó que el Dios que lo ayudó a dejar de usar drogas y alcohol también podría ayudarlo a dejar de jugar. Esa noche se arrodilló ante Dios y recordó los coritos de fe y esperanza que cantaba en la iglesia. Su escritura favorita también le vino a la mente: "El Señor es mi pastor, no me falta nada..." (Salmo 23:1).

En noviembre del 2019, la iglesia de La Roca realizó una serie de evangelismo con el pastor Luis Prieto. El tema de la serie fue "Tiempo de Decisión", y Daniel tomó una decisión y vino noche tras noche y también trajo amigos y familiares con él. Daniel decidió aceptar una vez más a Cristo como su Salvador. Dejó el dolor y el sufrimiento provocados por su adicción en las aguas bautismales. Aunque eso fue suficiente para causar alegría en la iglesia, los miembros de La Roca estaban encantados de que los hijos de Daniel, Valerie y Matthew también fueran bautizados.

"Me di cuenta de que Dios nunca me abandonó a pesar de todas las decisiones equivocadas que tomé", dijo Daniel. “Mi consejo para la gente es qué si estás cerca de Dios, nunca te alejes. Pero si estás lejos de Dios, búscalo. Dios es bueno y siempre nos da una nueva oportunidad."

Saul Flores es el pastor de las Iglesias Adventistas de North Valley y La Roca en Nuevo Mexico.