3 minute read

ARKANSAS-LOUISIANA

PERD´ON Y GRACIA

El Regalo de Dios

Advertisement

Son uno de los temas principales y más abundantes de la Biblia. Abarcarlo es imposible y escribir de ellos es agotar el espacio de páginas existentes sin tan siquiera arañar el tema. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis se registran historias vívidas llenas de luchas y de victorias y tanto el perdón y la gracia son los protagonistas de base en muchas de ellas. Es el amor, el que nos mueve hacia el perdón y la gracia y ambos son el único conducto de recibir de Dios lo que no merecemos.

El primero en perdonar fue Dios y lo hizo desde el mismo comienzo. Su grandioso perdón hoy nos libra de la condenación y por su maravillosa gracia, Dios va más allá ofreciéndonos redención. Las más de las veces al pecado no lo vemos como realmente es pero está en nuestra naturaleza, lo cargamos, lo llevamos, lo hacemos nuestro practicándolo a diario y damos por sentado que podemos deshacernos de él cuando queramos. ¿Qué difícil es dar perdón y ofrecerlo? Toma tiempo el proceso de adueñarnos de él y ofrecerlo a quienes hemos ofendido. Solo a través de la oración nutriremos nuestra vida del perdón para darlo a otros y recibirlo de Dios.

Si tan solo viéramos lo que ha logrado hacer el pecado perderíamos el apetito por él. No se puede excusar el pecado, excusarlo es explicarlo y misteriosamente no tiene explicación pues dejaría de ser pecado. Su peso aplastador fue lo que hizo que el Hijo santo de Dios muriera en el Calvario; una muerte cruel que no le pertenecía solo para saldar una deuda que no era la suya y no podíamos pagar. Refiriéndose al perdón y la gracia, una prolífica autora, Elena G. de White considerada por Smithsonian como una de las 100 personas más significativas de la nación americana(1) escribió: “El perdón, la reconciliación con Dios, no nos llegan como recompensa de nuestras obras, ni se otorgan por méritos de hombres pecaminosos, sino que son una dádiva que se nos concede a causa de la justicia inmaculada de Cristo”.(2)

Ese regalo que viene de Dios(3) es lo que conocemos como su gracia. Tan unida al perdón que parecen matrimonio. Una sin la otra estaría coja. Cuando Dios nos perdona después de solicitar angustiosamente su amplio perdón con un corazón contrito y sincero, cuando nos lo da es un acto de redención y de gracia inmerecida. Lo aseguró Juan el apóstol cuando dijo: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". (1 Juan 1:9)

"El perdón, la reconciliación con Dios, no nos llegan como recompensa de nuestras obras... sino que son una dádiva que se nos concede a causa de la justicia inmaculada de Cristo".

He ahí el secreto; confesar constantemente para ser perdonados y poder perdonar. Cristo dio tanto por todos nosotros, Él no nos abandonaría a nuestra suerte pues fuimos comprados por su valerosa sangre. Costó mucho que alguien dejara su gloria en el cielo, rodeado de serafines gloriosos en presencia perfecta y divina para decidir algún día bajar a ensuciarse en nuestro lodo y redimirnos por amarnos. Eso es gracia en su grado sumo. Pablo lo dijo: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8)

Con esa certeza de su muerte vicaria no podemos menos que aceptar su amor y perdón y vivir en contacto con el Cristo vivo por siempre.

Julio Pagán Delgado es el pastor de Metairie Spanish, Lockport Spanish Co. New Orleans Metairie Spanish y New Orleans Kenner en el estado de Louisiana.

Bibliografía – (1) SmithsonianMag.com/smithsonianmag/meet-100-mostsignificant-americans-all-time-180953341/ (2) Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 98.1 (3) Efesios 2:8,9