Revista La Piola 32

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Julio8

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ALTA MONTAÑA Volcanes de México. DESTINOS La Serranía del Peligro. COMUNIDAD la Prohibición del Acceso. ESCALADA Istria y la Escalada Eslovena. FEDERACIÓN El Nuevo Relacionamiento. MEMORIAS Historia de Mujeres.



CONTENIDO 4.

EDITORIAL

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NOTICIAS

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COMUNIDAD. Instagram de Monta-

8.

ALTA MONTAÑA. Tepetl Maxikatl.

Revista de Montaña, Escalada y Trekking

ñistas y Escaladores Colombianos. Volcanes de México.

Edición 32 - Año 8 - Julio 2018 ISSN 2422-3395 DIRECTOR GENERAL: Luis J. Pardo Orozco

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ESCALADA. Descubrir Istria y la esca-

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Melissa Fernández Saad

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FEDERACIÓN. Parques y Federación.

COMMUNITY MANAGER: Diego “Koshi” Restrepo

lada eslovena.

El Nuevo relacionamiento.

14. 22.

EXPEDICIÓN. Los Cerros de Mavecure. El abrazo de la Serpiente. DESTINOS. La Serranía del Peligro, Arcabuco.

26.

COMUNIDAD. Nuestro Gigante Hostil: La prohibición del acceso.

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MEMORIAS. Historia de Mujeres en el Montañismo Colombiano.

REVISTA LA PIOLA -

8 años

COLABORADORES EN ESTA EDICIÓN: David Vargas Arce, Margarita Robles, Kieran Brown, Iván Macías, Lina Novoa, Carolina Tobón, Claudia Hernández. FOTOGRAFÍAS: David Vargas Arce, Mauricio

Valencia, Margarita Robles, Kilian Schrenk, Kieran Brown, Iván Macías, Mauricio Franco, Lina Novoa, Archivo Edenes de Colombia, Claudia Hernández. FOTO PORTADA: Cerros de Mavecure. Apertura de El Abrazo de la Serpiente. IMPRESO POR: Dos Creativos Ltda.

Los artículos de la REVISTA LA PIOLA son responsabilidad exclusiva de los autores y no necesariamente reflejan las opiniones y juicios de la Revista.

CONTACTO: lapiolarevista@gmail.com @Todos los derechos reservados.

Todos los derechos reservados. Ninguna porción de esta Revista puede ser reproducida o modificada en ningún medio sin consentimiento escrito del Director.

PUBLICACIONES LA PIOLA S.A.S.

Bogotá, Suesca. Colombia – Suramérica

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EDITORIAL

PONGÁMONOS EN LOS PIES DEL

“PARIENTE”

A finales de Junio un equipo de montañistas colombianos ascendió el Monte Huascarán de 6768 m, la montaña más alta del Perú. Después de haber alcanzado la cumbre, el descenso se complicó obligando a dos montañistas a soportar una noche a la intemperie sin refugio ni abrigo sobre el glaciar a casi 6500 m y con temperaturas cercanas a los 20 grados bajo cero. Después de sobrevivir a las condiciones extremas de la Montaña, Jorge Mancera y Nelson Calcetero lograron retornar con vida a Colombia, pero con la grave situación de haber sufrido congelaciones en sus pies y manos con un alto riesgo de ser amputadas sus extremidades.

Los escaladores y montañistas amigos de Jorge Mancera han creado una campaña de recolección de fondos para ayudar a cubrir los gastos médicos y el tratamiento especializado que se necesita para salvar los pies del “Pariente”. Infortunadamente en Colombia no hay experiencias previas en el tratamiento de congelaciones en alta montaña, y debido a la gravedad de las lesiones, es necesario trasladarlo a un centro especializado en España o Chile. La comunidad de escaladores y montañistas de Colombia se une para dar apoyo a Jorge Mancera y solicita los aportes de todos los que puedan ser solidarios con esta noble causa. Ayúdenos dejando sus donaciones en la campaña de crowfunding a través de Vaki.co/lospiesdelpariente. #Pongámonosenlopiesdelpariente

EDITORIAL 32 Luis Pardo Director General Revista La Piola


NOTICIAS Expediciones colombianas

La temporada de Montaña de mitad de año está en curso y ya ha dejado algunas cumbres. En Mayo el equipo Huella de Montaña estuvo en el Monte Denali, donde tuvieron que regresar a casi 6000m por el mal clima. Por su parte, deportistas del Club América Extremo lograron la cumbre del Monte Huascarán aunque no fue felicidad completa ya que dos de ellos regresaron a Colombia con graves congelaciones en sus extremidades. Nelson Cortés, ya finalizando junio alcanza la cima del Denali y Alexander Chaves la cima del Ranrapalca por la cara norte. Henry García del Colectivo Vivak realizó un intento al Monte Illampu en Bolivia pero una fuerte tormenta destrozó su carpa y tuvieron que regresar sin alcanzar la cumbre. Antes del cierre de esta edición, se encuentran en rumbo el fuerte equipo que intentará el Cerro Puscanturpa en la cordillera de Huayhuash del Perú.

Nuevo Parque de Escalada

Canoas Cerrado La Alcaldía de Soacha ha decidido cerrar temporalmente el Parque Canoas debido a la proliferación de grafitis sobre las rocas y sobre los pictogramas. Por lo pronto informan que el cierre será por algunos meses mientras se realizan labores de recolección de información para el proyecto de convertir el Parque Canoas en un museo o sitio arqueológico.

Por lo pronto han abierto tan solo dos vías pero este lugar promete ser un buen escenario para la escalada nacional. Se trata de la Pared de Urumita en el Cerro Pintado de la Serranía del Perijá; una zona rocosa en lo alto de los páramos de la Guajira, en límites con Venezuela.

Libro 7 Cumbres El equipo colombiano 7 Cumbres de Epopeya, que alcanzó la cima de las Montañas más altas de cada continente, realizó recientemente el lanzamiento de su libro “Las 7 Cumbres sin límites” donde narra las historias de cada una de las expediciones que llevaron a los colombianos por el mundo en busca de las más altas montañas. Este libro se convierte en una pieza obligada de la biblioteca de montaña colombiana. NOTICIAS

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COMUNIDAD

INSTAGRAM

de montañistas y escaladores colombianos Las redes sociales se han convertido últimamente en la principal herramienta de difusión de las actividades que realizan los montañistas y escaladores; basta con visitar las cuentas de los más reconocidos deportistas del montañismo y la escalada mundial para enterarse de las últimas expediciones o los objetivos conseguidos en cada temporada de montaña.

Por su parte, los deportistas colombianos están aprendiendo y aplicando la misma técnica de difusión de sus actividades y de esta manera visibilizarse más junto con los patrocinadores que les acompañan. Tal es el caso de algunos que actualmente están con mayor actividad en las redes sociales y especialmente su Instagram.

CAROLINA TOBÓN Es una de las representantes más activas de la escalada y montañismo femenino en Colombia. Además de excelente escaladora, es frecuente colaboradora en Revista La Piola. En sus últimas publicaciones de Instagram nos comparte sus experiencias de escalada en Alemania donde además está realizando sus estudios de Doctorado. Recientemente ha recibido auspicio de parte de GangasInc y Dafrud.

JUAN CAMILO RAMÍREZ Más conocido como “Champ”, es uno de los mejores en escalada tradicional del país y recientemente ha dedicado sus esfuerzos a liberar las más duras fisuras de Suesca. Además de escalar, también es un apasionado por la fotografía y su cuenta de Instagram lo demuestra con agradables imágenes de varios escaladores colombianos en plena acción. Champ es patrocinado por Tatoo Colombia quienes le proporcionan el equipo de escalada para sus importantes proyectos fisureros.


MIGUEL ÁNGEL GARCÍA Migue! El polifacético deportista que no solamente se dedica a la escalada sino también a carreras de aventura, MTB y Trail running. Es Embajador de Tatoo Colombia y trabaja con viajes y excursiones por diferentes regiones de la geografía colombiana, lo que le proporciona buen material fotográfico para mantener su Instagram activo.

FELIPE NIETO Felipe está a la vanguardia de la escalada deportiva colombiana. Con su temprana edad ya ha logrado escalar vías en roca de máximo nivel, pero además de excelente escalador es un gran fotógrafo y su cuenta de Instagram se compone de llamativas imágenes de amigos escaladores en diferentes parques de escalada en Colombia.

SERGIO GARCÍA El colombiano que vive y trabaja en las montañas de los Alpes. Es uno de los pocos guías de montaña UIAGM Colombianos y visitar su cuenta de Instagram es deleitarse con los múltiples paisajes de Montaña a donde su profesión lo lleva. Escaladas en agujas graníticas, travesías en esquís o cumbres nevadas son las imágenes habituales que él comparte.

CLAUDIA LÓPEZ Claudia es la única mujer colombiana que se mantiene activa en el himalayismo. Vive en Estados Unidos y su profesión como fotógrafa la ha llevado a muchos rincones del mundo para capturar con su cámara momentos y personas, especialmente en retratos que llevan su sello personal. Su cuenta de Instagram posee varias de las imágenes que la caracterizan y por las que ha ganado galardones y reconocimiento. COMUNIDAD

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ALTA MONTAÑA

Mauricio descendiendo del Glaciar Jamapa.

Mauricio descendiendo de los Pechos del Iztaccíhuatl.

TEPETL VOLCANES

MEXIKATL DE MÉXICO México es un país con gran tradición cultural de la que sus montañas no se escapan, haciendolas más interesantes por ese toque de misticismo. La mayoría de los nombres de las montañas y de los pueblos cercanos a ellas tienen nombre en lengua Náhuatl que significa “lenguaje con sonido claro”. Recibí la invitación de mi amigo Mauricio Valencia para subir algunas montañas en el país donde ahora está viviendo, así que cuadramos los tiempos para encontrarnos y emprendí el viaje. Para romper el hielo con las montañas mexicanas decidimos ir al Iztaccíhuatl o Montaña Blanca, muy conocida por la historia que encierra su nombre. La diosa Iztaccíhuatl enamorada de un guerrero que tuvo que abandonarla para ir a luchar por su pueblo, fallece tras recibir noticias falsas sobre la muerte de su amado; al regresar el Guerrero Popocatépetl o Goyo, y al saber que su mujer yacía sin vida, se queda arrodillado junto a ella cuidándola y también muere. El Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl Zoquiapan es una de las áreas protegidas más antiguas de México. Cuenta con una superficie de 398.2 km², el volcán Iztaccíhuatl está ubicado al norte del Popocatépetl, los cuales se conectan por el llamado Paso de Cortés.

Se accede en carro hasta La Joyita (3957 msnm). Comúnmente las personas se quedan en el refugio de los 100, pero nosotros decidimos atacar la cumbre desde este punto saliendo a las 2:00 am, lo que hizo el ascenso más entretenido. Tipo 6:00 am y después de superar todos los portillos estábamos pasando por el refugio (4712 msnm) y a las 8:00 am estábamos en la rodilla (5040 msnm), a las 9:30 am en el vientre y finalmente a las 10:30 am alcanzaríamos la cumbre máxima “Los Pechos” a 5238 msnm, a las 2:00 pm estaríamos en la Joyita de nuevo. Fue una jornada larga pero bastante gratificante: el clima, las condiciones de la montaña y los paisajes inigualables. La segunda montaña visitada fue el Xinantécatlel o más conocido Nevado de Toluca, el cuarto pico más alto de México. Desde la entrada del Parque Nacional de los Venados (¡no vi ni uno!) se toma un vehículo 4X4 que sube aproximadamente 20 km hasta el segundo puesto de control del Parque Nacional, desde donde comenzamos el rápido ascenso a las 11:30 am y a la 1:00 pm estábamos en la cumbre (4680 msnm) sin ninguna dificultad. Desde allí se tiene una vista espectacular de las lagunas del Sol y Luna, que eran veneradas por los indígenas desde tiempos remotos. A las 2:30 pm alcanzamos el punto donde nos dejó el 4X4 y como


Cordada en la cumbre del Nevado de Toluca con maravillosa vista a las Lagunas del Sol y la Luna.

Cordada en la cumbre del Nevado Iztaccíhuatl, 5238 m.

nos sentimos bien de fuerzas y para ahorrar el costo del transporte, decidimos bajar corriendo hasta donde dejamos el carro. La cereza del pastel fue el Citlaltépetl o Montaña de la Estrella, más conocido como Pico Orizaba, que es el Volcán más alto de México y de Norteamérica con 5636 msnm. La ruta escogida fue la normal del Glaciar Jamapa ya que es el glaciar más grande de este país y es el único que queda en esta montaña. El acceso se realiza desde el gratuito Refugio Piedra Grande, que se encuentra muy bien conservado y está a una altitud de 4274 msnm. Salimos a las 2:00 am por la ruta de la canaleta que en esa época tenía bastante hielo y nieve, lo que le puso un poco de picante a la escalada; después de sortear esta canaleta, buscamos la salida por un paso bastante expuesto que da acceso a un corto ascenso por una morrena bastante empinada hasta llegar al borde de glaciar. A partir de allí tomamos una pendiente que no supera los 60° de inclinación pero que pide gasolina para llegar a la cima; después de un poco más de dos horas en el glaciar llegamos a la cumbre desprovista de nieve, donde golpeó un viento bastante fuerte que nos impidió disfrutar a plenitud de la grandiosa vista, pasadas las 10 de la mañana estábamos de regreso en el refugio. Las montañas de México ofrecen distintas posibilidades hablando de dificultad en el ascenso, están abiertas para todas los que estén interesados, se puede hacer uso de los refugios y algunos no tienen costo, los ingresos a los parques son muy económicos y las personas que nos proporcionaron información son muy amables;

Cordada en la cumbre del Pico Orizaba, 5636 m.

David Vargas es amigo cercano a La Piola y desde el Iztaccíhuatl nos envió su saludo.

un agradecimiento a los amigos de Orizaba Mountain Guides “OMG” y Roberto Flores Rodríguez. Sin lugar a duda una experiencia que en algún momento uno debe vivir!

David Vargas Arce ALTA MONTAÑA

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ESCALADA

DESCUBRIR ISTRIA y la escalada eslovena La temperatura marcaba 10 grados centígrados. El panorama estaba blanco, la noche anterior una tormenta había cubierto las entradas de las casas con una buena porción de nieve y el viento había resonado en las ventanas como un huracán. La fría bienvenida eslovena taladraba los huesos, aun así, en esas condiciones, el objetivo estaba claro: Escalar en Mišja Peč. Mišja Peč se encuentra ubicada en Istria, región que comprende tres países: Eslovenia, Croacia e Italia. Esta pared eslovena, vista desde la distancia, se asemeja a una extensa herradura que en sus partes más altas puede medir hasta 45 metros. La primera imagen de este lugar es poderosa pues el paisaje, sumado a la superficie de la roca llena de tufas, grietas y huecos puede ser intimidante. Algunas vías son largas, de resistencia y otras son cortas con bloques marcados en medio de los recorridos. Esta escuela data de finales los años 80´s. Ha sido el espacio de entrenamiento para muchos de los escaladores profesionales. Adam Ondra, por ejemplo, encadenó su primer 9a, llamado Martin Krpan, en esta pared. Este asenso se convirtió en el 9a más precoz de la historia en este deporte. También atletas eslovenos como Janja Garnbret, Mina Markovic, Maja Vidmar y Domen Škofic, quienes se han destacado en las competencias del circuito internacional, se han formado en Mišja Peč. Texto: Margarita Robles, Fotos: Margarita Robles y Kilian Schrenk

Klemen Vodlan fue el anfitrión de este viaje, para él Mišja Peč es su hogar. Es un escalador con más de 30 años de experiencia que conoce a la perfección cada rincón y cada vía de este parque. Aunque en la actualidad no compite ni entrena de manera profesional, sigue vinculado al fortalecimiento de este deporte en su país: es entrenador, es aperturista y colabora en varios portales web como http://www.climbistria.com y http://www.rocktrotters.com. Klemen ha sido testigo de varias generaciones que han transitado por Mišja Peč. Él explica que la escalada en Eslovenia ha tenido un gran auge en los últimos años: las personas están motivadas por ver a otros eslovenos ocupar los primeros lugares en las copas mundo, saben que nuestro país es una potencia en la escalada deportiva , dice. Adicional, menciona que las redes sociales son una herramienta poderosa para dar a conocer el deporte

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y conectar a las personas y sus emociones. También recuerda que Eslovenia tiene historia en la práctica del montañismo y la escalada alpina desde los años 60´s, estos antecedentes ayudaron a desarrollar las técnicas y el concomimiento de la escalada hoy en día . Vodlan señala además, que válida del circuito de la IFSC en la ciudad de Kranj ya es una tradición: este espacio ha permitido acercar e involucrar a las personas con la cultura del entrenamiento y las competiciones .

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Uno de los lugares favoritos de Klemen Vodlan es la parte croata de Istria. En esta zona, que limita con Eslovenia, se destacan parques como Pandora, Buzetski Kanjon, Kompanj y SunsetRock. Uno de los sectores más impresionantes es Pengari, en Buzetski Kanjon, donde hay un desplome de unos 40 metros de alto que en su extensión alberga una de escaladas más estéticas y desafiantes de la zona. Empieza con la ruta Mara: 7c y sigue Skitalica 7c+, Mirna 8a+, Mirna projekt (proyecto) y Bleach 8a+, entre otras. Descubrir Istria fue un verdadero regalo pues alberga cientos de escuelas de escalada en un radio de pocos kilómetros. Además de ser un área hermosa por sus paisajes e interesante por la variedad de paredes, la calidez de la gente y la gastronomía es incomparable. En definitiva, se recomienda hacer una visita por este territorio, seguro se encontrarán con una de las mejores regiones de la escalada deportiva europea.

ESCALADA

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FEDERACIÓN

PARQUES NACIONALES y

El Nuevo Relacionamiento Institucional A partir del cierre del PNN El Cocuy por el conflicto socio-ambiental de la región, los montañistas nos vimos obligados a reflexionar acerca de la importancia de estar asociados y organizados como gremio para tener una entidad, institución o figura legal que nos represente frente a los tomadores de decisiones en la política pública de acceso a las montañas.

Desde hace un par de años, un reducido grupo de montañistas quisieron tomar el liderazgo para la reactivación de la Federación Colombiana de Deportes de Montaña y Escalada -- FECDME — y realizaron las gestiones pertinentes para solicitar a Coldeportes el apoyo necesario para dicha titánica labor. Finalmente el 5 de diciembre de 2017 se emitió la resolución de conformación del Comité Provisional de la FECDME, delegan-

Apertura del Proceso para formular un reglamentación diferenciada para los montañistas y escaladores. Luis Pardo, Nicolás Díaz, Julia Miranda y Hanz Tellez durante el primer acercamiento a Parques Nacionales.

Equipo de montañistas voluntarios que apoyaron al PNN Nevados en temporada turística de semana santa. Reunión de montañistas FECDME/GMEC para establecer líneas estratégicas de acción para el montañismo colombiano.


do a Catalina Noreña, Hanz Tellez y Luis Pardo como representantes temporales. A partir de ese momento se inició un gran despliegue nacional para motivar la conformación de Clubes de Escalada y Montaña en todo el país con los que se podría convocar las Asambleas de Ligas Departamentales y luego de Federación Nacional. Pero adicionalmente, en un grupo más amplio conformado también por Nicolás Diaz, Santiago Santacruz, Ana Bustamante, Sebastián Paez y Ricardo Rubiano, se inició un comité de Gestión con el que enfilamos esfuerzos para alcanzar un alto nivel de relacionamiento con Parques Nacionales Naturales de Colombia y así traer a discusión la situación desfavorable en la que se encuentra el montañismo colombiano por causa de las restricciones de acceso a los nevados del país. En reuniones con la misma Directora General de Parques, el Comité de Gestión logró abrir espacios de trabajo conjunto con la autoridad ambiental para elaborar una reglamentación diferenciada y exclusiva para las actividades deportivas de Escalada y Montañismo en los Parques Nacionales. Durante casi tres meses de reuniones y sesiones de trabajo semanales, los montañistas y técnicos de Parques logramos redactar un documento que reglamentaría el montañismo en los nevados del país. Al momento de cierre de esta edición de La Piola, dicho documento se encuentra en evaluación jurídica para posteriormente oficializarse mediante una resolución emitida por Parques Nacionales. Sin lugar a dudas este es uno de los mayores avances que se han tenido últimamente en beneficio del montañismo nacional, ya que abre una puerta que se creía cerrada al confirmar que las actividades deportivas de Montañismo y Escalada son reconocidas como actividades permitidas y compatibles con los Parques Nacionales. Con esta resolución tendríamos un marco jurídico bastante específico en el que podemos sustentar la legalidad del montañismo y la escalada para lograr poco a poco reducir las restricciones de acceso que se tienen en las montañas nevadas del país.

MEDICINA DE MONTAÑA

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EXPEDICIÓN

LOS CERROS

DE M AVICUR E El Abrazo de la Serpiente

A

rañas del tamaño de un guante de baseball se escabullen a través del muro de barro del oscuro refugio. Sus movimientos casi se pueden escuchar. La luna llena se eleva sobre el horizonte inclinado de la Orinoquía colombiana, con su luz desbordándose como una gran inundación. Cerro Pajarito, un domo de granito casi del tamaño de El Capitán, se yergue sobre el refugio como vacío oscuro en el cielo nocturno. El refugio es uno entre cientos de pequeños hogares que conforman la comunidad indígena de El Remanso, localizada en el departamento del Guainía, en el Oriente colombiano, y que es hogar de la comunidad Puinave. Puedo escuchar a mis compañeros Paul McSorley y Dave allfrey trozando leña en el cuarto contiguo mientras yo, cubierto en sudor, intento dormir. Son casi las 2 a.m. La alarma sonará exactamente a las 2 a.m. Ni siquiera los gallos habrán despertado.

Extraigo de la roca la broca girando y dejo colgar el taladro mientras tomo una cinta exprés de mi arnés (previamente montada con bolt 3/8” x 2”) y coloco la chapa en el agujero fresco. Me aseguro de estar en una posición sólida antes de tomar el martillo que cuelga de mi arnés. Los gallos despertaron hace ya 5 horas. Ting, ting, ting, ¡ting! Uno, dos, tres cuatro, hondo hasta el fondo. Dejo caer el martillo y paso la cuerda por el mosquetón. Res-


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emos estado en Colombia por 7 días, y en las selvas del Guanía por unas 48 horas. Se siente como si fueran semanas. El equipo está conformado por los experimentados aventureros y guerreros Dave Allfrey y Paul McSorley. Dos dedicados escaladores de tiempo completo que complementan sus vidas con cortos pasos por la guianza y trabajos con cuerdas. Y estoy yo, que aún no estoy completamente seguro de qué es lo que hago acá. Paul y yo volamos desde Canadá dejando atrás una temporada invernal pasada por agua en Squamish. Dave ha hecho un viaje un poco más corto desde su hogar en el desierto de Nevada. McSorley y yo no hemos escalado nunca con Allfred, y ni siquiera lo conocía; pero todos estábamos animados con una Aventura que nos ‘desconectara’, y eso es lo que a la final importa.

Cerros de Mavicure al atardecer sobre las selvas del Guanía con el sol reflejándose sobre el río Inírida. La pared de la izquierda es el Cerro Pajarito, al fondo el Cerro Mavecure y en primer plano el Cerro Mono.

piro. Redistribuyo mi peso. Pie izquierdo, pie derecho. Clipeo el martillo, agarro la llave y giro el tornillo hasta que escucho un ‘click’. Noto gotas de sangre hirviendo en la roca caliente. En mi afán me he descuidado. Cristales de origen incierto han cortado la piel de mis nudillos, dejando expuesta carne rosa y una creciente bolita de sangre de un rojo profundo. Me apresuro a talquear mi mano esperando que eso detenga el molesto sangrado antes de comprometerme a la siguiente secuencia: apenas cristales bajo las puntas de mis dedos cansados, buscando fricción entre el caucho caliente y la roca que arde, con la esperanza de encontrar un sitio para pararme más arriba –algún oasis glorioso de media pulgada es todo lo que necesito en este mundo, en este momento. No es mucho pedir, apenas suficiente material cristalino adherido con el concreto mineral para soportar mi peso por los eternos segundos que me tome perforar un agujero de 2”x3/8”.

Después de llegar a la capital colombiana, Bogotá, nos fuimos para Suesca, una pequeña población una hora al norte de la enorme ciudad, con la esperanza de estirar las piernas un poco y encontrar nuestro ritmo antes de sumergirnos en la selva. La arenisca compacta y resbaladiza; una mezcla de fisuras fuertes y extraplomadas, con piscas de escalada en placa que te dejan perplejo, y unos grados de vieja guardia que nos imponen un examen de admisión abrupto. Fue aquí, en 1938, que un joven colombiano de nombre Erwin Krauss y sus compañeros Enrique Drees y Heriberto Hublitz inEXPEDICIÓN

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EXPEDICIÓN

trodujeron la escalada técnica a Colombia, estableciendo las primeras tres rutas en Suesca como preparación al ascenso al Nevado del Huila – el volcán más alto del país. Mientras que la atención general se dirigía a los restantes ascensos de gran altura en Los Andes, también se iba filtrando conocimientos de montañismo en las comunidades locales. Nuestro amigo Alex Torres, un guía local

y uno de los primeros escaladores nacidos en Suesca, se rió cuando nos vio regresar de la Roca con nuestras historias. Era una risa que ya reconocía. Yo también había reído de la misma forma en mi casa en Squamish; la he escuchado en California, Utah, Las Rocollosas, en todos los lugares en los que he escalado. La baja y lenta risa del ‘sandbagger’ (N.T.: aquel personaje que tiende a calificar

un ruta con un grado muy por debajo del convencional: “Ese pegue es un 5.9 con buen beta – animando a su mejor amigo a escalar un 5.11 R que acaba de equipar”) La misma risa la volví a escuchar una vez más en un bus cuando salíamos de Suesca al Norte. Alex tenía muchas ganas de mostrarnos otro sitio que se está desarrollando cer-


Allfrey y Mac Sorley antes del amanecer ya se preparan para iniciar un largo día de escalada. El agobiante calor y la alta humedad relativa de la selva hacen que sea mejor escalar a primeras horas de la mañana.

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ca de Bogotá llamado Machetá. El bus ascendía a través de empinados campos de cultivos andinos pasando a ciegas camiones lentos a velocidades descomunales, mientras tanto un Alex muy emocionado nos describía lo que íbamos a encontrar. Escuché con cuidado “largos de 40 metros, empinados y expuestos, en una arenisca hermosa… dijo, después una pausa, y entonces se rió, “pero a veces es solo arena”.

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as sinapsis se activan mientras salgo de mi letargo. La presión en mis dedos me tiene parado sobre los talones en una regleta de media pulgada de ancho con mi espalda contra la pared, mirando hacia afuera. Abro los ojos. Enfrente mío se encuentra la cima menor, el Cerro Diablo, con su cara de 200 m de alto que conforma un muro saliente desde el valle, la roca a mi espalda el otro. Un delgado camino puede entreverse debajo del dosel selvático bajo mis pies, serpenteando hasta quedar fuera de vista detrás de la ancha cara del Pajarito. El camino conecta El Remanso con el cultivo de yuca en la base de nuestra ruta sobre la cara noroccidental. Un puntito de color captura mi atención, una camiseta roja contra los tonos verdes y negros del cultivo de yuca, la anchura de la selva expandiéndose hasta el horizonte oblicuo. Esa tierra ha sido el hogar de los Puinave por milenios.

El olor del carbón aún impregna el aire pesado de la noche selvática mientras me arrastraba hacia el Diablo ocho horas antes. McSorley y Allfrey tomaron la izquierda en la Y y se encaminaron hacia el Pajarito para empezar a escalar. Yo giré a la derecha para recuperar una cámara fotográfica. Caminando solo me quedé sorprendido por la humedad en el rayo de mi linterna, tan densa que casi parecía lluvia –y entonces, llovió. Sólo un leve rocío al principio, pero suficiente para hacer que el liquen negro que crece en los domos brillaran con una intensidad mortal. Paré a considerar los riesgos de las rampas de grado 5 antes de comprometerme, mis pasos acelerándose con necesidad. Con la cabeza baja y el corazón bombeando escalé decidido hasta la cima con tanto ímpetu que al pobre puercoespín que estaba arriba no tuvo otra opción que retirarse como globo pinchado, dejando un rastro nauseabundo en el aire. La velocidad del escape exhibida por la criatura me sorprendió por un momento, pero el ruido de la lluvia me despabiló para concentrarme en mi tarea y rápidamente empecé a descender. Un vistazo al Pajarito me indicó que los chicos habían alcanzado la base. La roca jabonosa estaba demasiado resbalosa para desescalarla, así que tuve que surfear entre parches de manigua hasta alcanzar la seguridad del terreno llano y un trotecito alrededor del Diablo para encontrarme con mis amigos. McSorley y Allfrey habían tenido su propio encuentro animal en el camino, el tono de Paul era mortuorio, “Y estaba caminando adelante sin linterna y de repente Allfrey gritó. Cuando me giré vi una serpiente enroscada, de color rojo encendido con una banda blanca alrededor de su cuello. Justo por donde caminé, ¡mierda! Allfrey tenia los ojos salidos. “Si viejo, estuvo feo. ¡Esa cosa parecía la muerte!” Mientras nuestra excitación pasaba, los sonidos de la selva crecían, unos pocos pájaros cantaban alarmados con los primeros EXPEDICIÓN

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EXPEDICIÓN

David Allfrey asegura a Paul MacSorley durante uno de los largos ya abiertos en la primera expedición de 2017.

David Allfrey escala el run out del inicio del largo 6.

indicios del alba. Esperamos a que la roca se secara. Fue hace casi un año que McSorley y yo nos retiramos desde muy alto en el Cerro Pajarito en una tormenta y ventisca en la noche tras la caída de centellas y haber pasado el día colgados en una pequeña pizarra, que por el calor era un verdadero sauna. A este punto llegamos tras abandonar nuestra línea directa para ahorrar chapas, y nos tiramos a la izquierda buscando terreno más fácil. Desde este refugio avanzamos dos largos más, 120 m de terreno 5.9 desprotegido y agreste (N.T. ‘ crunchy’) a punta de fricción, con nuestro equipo de vivac en la espalda. Nos quedamos sin chapas a unos 180 m de la cresta cimera. En una era de acceso ilimitado a la información, este sitio ambiguamente localizado nos inspira. Remanso tiene una población de casi 200 personas, no hay tiendas, no hay restaurantes, no hay teléfono, no hay electricidad. Con tan solo un pequeño vuelo diario a Inírida (la “ciudad” más cercana a 75 km navegando

desde Pajarito) teníamos que reducir nuestro equipo en lo posible para cumplir con las restricciones del vuelo. Haber supuesto que encontraríamos protección natural fue nuestra perdición. McSorley y yo solo pusimos un cam del juego doble hasta #4 que llevábamos, y en lugar pusimos 44 de 49 chapas en 540 m de escalada. Nuestra retirada fue seguida por una torrencial lluvia de dos días. En nuestro último día logramos hacer un ascenso al cerro Mono, la montaña del medio (la primera en muchas generaciones) gracias a la sugerencia de un habitante de Remanso, Wilson, con quien hicimos amistad. Los ancestros de Wilson escalaron el Mono durante una ceremonia sagrada que incluía medicinas de la selva, era apenas lo correcto que él se nos uniera. Escalamos 210 m en terreno 5.8 en tres largos, usando pequeños arbustos para las estaciones. Fue la primera vez que vi sudar a un Puinave. Cuando Paul se lanzó desde la cima en su parapente Wilson gritó emocionado a pesar de que no encontró lo que buscaba. Paul sobrevoló el triángulo formado por los tres domos, alto sobre los rápidos donde el río Inírida se encuentra con el lecho rocoso de granito, justo sobre el perímetro, el Remanso junto a el Pajarito y las bancas del río. _________________________

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l cielo resplandecía y yo estaba ansioso por moverme. Organicé mi equipo y escalé unos 6 m sobre la húmeda rampa e instalé una chapa antes de puntear hasta el siguiente anclaje. Más


arriba hice unos pasos altos sobre unas presas grandes y con un paso de mantel pasé el crux para alcanzar un cuenco poco profundo. Un gran arco de cuerda se extendía hasta la última chapa. Allfrey punteó el segundo largo y serpenteó la línea por caminos de agua, maravillado con la roca, una mezcla de granito de Squamish y la textura de las clásicas de Joshua Tree. Luego Paul tomó la punta, y el ciclo se repitió. Después de 5 largos extraordinarios que recordábamos, riéndonos en silencio de los horribles run-outs (producto del racionamiento de chapas del año anterior), llegamos a la estación desde donde McSorley y yo nos habíamos retirado hace un año. Aquí fijamos nuestras cuerdas y descendimos por el día, apurándonos para salir del muro antes de que el sol saliera.

Paul MacSorley asciende por la cuerda fija en plena hora de sol inclemente.

Mientras caminábamos por el delgado camino desde Remanso, en la mañana del nuestro segundo día, pensaba en aquel día, que parece tan lejano, pero que bien pudo haber sido ayer. Pensaba en la incredulidad con que escuché las historias de Wilson sobre sus ancestros. Sin embargo, no estaban ninguno de las primeras escaladas temerarias sin cuerdas. Los verdaderos primeros ascensos de estos domos fueron hechos por la Princesa de Inírida, una mujer Puinave llamada Densikoira (“la mujer perfumada”), quien escaló todos los tres domos sin cuerda, descalza, y en un solo esfuerzo. La historia inicia con un visitante lujurioso que secretamente le da a Densikoira una poción EXPEDICIÓN

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EXPEDICIÓN

de amor maliciosa derivada de una planta de la selva: la Pusana (que también es la base para perfumes de muy alta gama). Los poderes de la Pusana varían dependiendo de la preparación. Puede que brinde poderes para un fin benéfico, o puede causar daño. Densikoira, completó el impresionante encadenamiento de los domos, mientras padecía los efectos de este brebaje particularmente maligno, buscando finalmente refugiarse en la cima de El Pajarito. Ella permaneció allá, demasiado asustada para regresar a la aldea y nunca volvió a ser vista. Los aldeanos dicen que mientras ella estuvo en la cima del Pajarito sus lágrimas se iban juntando y formaron las largas manchas blancas que nos recuerdan la cara norte del Half Dome y la leyenda de Tis-sa-ack.

David Allfrey en diversos momentos durante la apertura de los largos superiores.

En la base del muro Allfrey pegó un alarido. Una colonia de hormigas rojas ha estado recogiendo la sal de nuestros arneses sudorientos durante la noche. Rescatamos nuestro equipo y rápidamente ascendimos por nuestras cuerdas hasta el punto más alto. Allfrey tomó el primer punteo de nuestro viaje- una cuerda entera, erecta, directísima. El cosmos se alineaba. Una escalada en placa 5.11 lo recibía sobre el empinado saliente y él parecía haber encontrado el ritmo para montar las chapas fluidamente, dejando detrás de él rastros intermitentes de polvo blanco de taladrar. McSorley y yo escalamos grandes largos detrás de Dave, cubriendo unos 120 m de escalada relativamente más fácil, y antes que


supiéramos, ya estábamos sobre la repisa a la que queríamos llegar. Una isla verde colgada 600 m sobre la manigua -espesa e indómita-, primero cerrada, pero en la medida en que nos adentramos en su espesura descubrimos una caverna a la que sólo llegan los buitres y ahora nosotros, aunque no había ninguno para recibirnos. Nuestro plan era un vivac en este repisa, o al menos esperar a que el sol se fuera y bajara la temperatura en la noche, pero nos sentíamos muy bien y el viento mantenía el calor a raya. Así que Allfrey tomó el equipo y se fue por el largo más empinado que habíamos enfrentado, y procedimos a avanzar con estilo todo el largo de la cuerda con una escalada de placa técnica por una canaleta increíble. “¡El mejor largo de mi vida!” Gritó Allfrey mientras lo alcanzábamos, y con gran emoción describía cada uno de los agarres más severos; movimientos de compresión en ejes precarios, adherencia en romos sobre el borde de la canaleta, como el chico en tobogán que siempre quiere ir hacia arriba en lugar de deslizarse para abajo. Molesté a Alffrey por su octava chapa en su largo de 60 m, lo máximo que habíamos puesto hasta entonces eran 7. “¿Qué tal que esa hubiese sido la chapa que nos hubiera faltado para terminar la ruta?” Empezaba a sentirse como uno de esos días mágicos con buenos amigos en un sitio increíble, entre más escalábamos, mejor nos sentíamos. ¡Parecía que la ruta iba a salir en libre y a vista para rematar!. Siguiendo nuestro olfato, nada más que explorando esta extensa y aparente roca limpia, se sentía como la forma apropiada de disfrutar estos domos. ____________________________________________________

¿

Y encima del Pajarito? Encontramos una botella de gaseosa vacía en la rama de un arbusto. Probablemente no de la Princesa. Hemos estados trabajando incansablemente bajo el sol directo por unas cinco horas. Los dos últimos largos han sido extenuantes e incluso el viento, que aún sopla alrededor nuestro, no ha podido mantener el calor a raya. McSorley punteó el largo 5.10 hasta que se quedó sin cuerda. Allfrey punteó el último largo: mitad manigua, mitad roca, las espinas de plantas tercas dejan largas marcas blancas sobre mi piel quemada mientras los sigo. La última estación sumó 85 chapas. Sin incluir las 40+ que habíamos puesto el año pasado. Con una humedad cercana al 90% y temperaturas que superaron los 48C, el ambiente empezaba a sentirse hostil. Acobardados a la sombra del dosel de la selva hicimos un ofrecimiento a la Princesa en forma de cerveza barata y cigarrillos aún más baratos, los mejores que teníamos. Mientras nos parábamos para irnos, entendiendo que nuestras penas no finalizarían hasta que regresáramos a las aguas refrescantes del pequeño nacimiento cerca de el Remanso, mi cabeza daba vueltas. Debieron ser las hormigas rojas que molesté. La colonia no se puso contenta cuando pasé sobre su nido mientras abría trocha desde la cima de nuestra ruta hasta la cima verdadera. Tomó una

hora entera de trabajo con machete encontrar un camino a través de las enredaderas. El regreso nos tomó 5 minutos. Con cada movimiento repetitivo del rapel, nuestros espíritus se engrandecían. Regresamos a la cueva y nos recostamos a la sombra, complaciéndonos con agua, hasta los gallinazos regresaron a sus nidos. Las aves masivas nos miraban hasta reconocer lo tontos que éramos y regresaban pronto a sus termales para sobrevolar por encima nuestro, calculando nuestra desgracia. Descender, montar la estación, halar, repetir. Para tristeza de los gallinazos, tocamos el suelo de la selva trajinados y semi-delirantes pero con la moral en alto y vivos. Mi cuerpo estaba golpeado, mi piel blanda por el sudor constante, las correas mordiendo bajo mis hombros por el peso de los petates, llevando el tiempo con los pasos robóticos tras un largo día. El camino, un hilo sinuoso de arena dorada ondeaba a través del exuberante verde de la selva mientras los aullidos de monos invisibles hacían eco en el frondoso dosel.

Texto y fotos: Kieran Brown.

Traducción:

Santiago Santacruz Carlos González

EXPEDICIÓN

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Mauricio Franco escalando la ruta “SuperMan” 5.11, abierta por Fernando Gonzalezrubio. Foto: Iván Macías.

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DESTINOS

La

Serranía

del Peligro,

Arcabuco Mojados hasta los calzones fuimos acercándonos cada vez más entre la selva andina para poder llegar a las rocas; es parte del paseo pasar por debajo de dos cascadas antes de los pie de ruta. Se siente uno como en la casa del oso de anteojos. La primera vez que viajé por tierra a Bucaramanga, luego de pasar Tunja, vi aquel paisaje que se pone escabroso, sublime y en los letreros diciendo: Serranía del Peligro. Casi es obligación detener el volante y observar la magia del paisaje. Un escalador de roca viendo esas paredes, se siente como Boxter, mi perrito, chorreando la baba cuando ve a alguien con un salchichón. Esta vez, cuando Mauricio Franco nos invitó a escalar a Arcabuco, y llegamos a los pie de ruta, caí en cuenta que estaba en ese preciso lugar, en el que alguna vez soñé (despierto) con estar: La Serranía del Peligro.

Realmente ha sido apoteósico el trabajo que Wilson Martínez y sus amigos han hecho para abrir este parque. Las exploraciones que hicieron para poder darse el lujo de escalar en este lugar son, sin duda, dignas de una gran empresa expedicionaria; pero sobre todo de una ruda aventura. Wilson cuenta que las primeras veces que vinieron, no había camino; esto es una selva andina, por lo tanto tenían que hacer 3 rapeles para llegar a la base de la pared, explorar la zona, analizar, luego subir jumareando, volver a la casa y al fin de semana siguiente volver a continuar con el trabajo de apertura. Así como el trabajo incesante del principal anfitrión: el pájaro carpintero, que constantemente se escucha martillar. Así es que hoy en día el Parque cuanta al menos 20 rutas. Algunas de escalada tradicional como “Enterprice”, de 3 largos: el primero un interesante 5.8 para calentar y luego un tierrero para llegar a un techo de 5.12. O algunas deportivas explosivas como MORFO 5.12, o algunas mixtas


Wilson Martínez escalando la ruta “Low Batery”. Foto: Iván Macías. Iván Macías volando en la ruta “Morpho” 5.12. Foto: Mauricio Franco

Juan Gabriel Soler y Wilson Martínez en la ruta “Morpho”. Foto: Mauricio Franco

DESTINOS

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DESTINOS

Mauricio Franco escalando la ruta “SuperMan” 5.11 Paisaje de roca, cascadas y bosques en la Serranía del Peligro.

Wilson y Mauricio en la ruta “Morpho” 5.12

como SUPER MAN 5.11. Todas las vías son de escalada madura, en roca arenisca cuarzosa. Se recomienda llevar ropa para caminar bajo el agua, pues uno llega mojado a la base de las rutas (hay mucha humedad), ropa para escalar, y ropa para el viaje de regreso. Por supuesto, siempre llamar a alguno de los aperturistas del parque, para que les enseñe el protocolo, los caminos, las rutas de escalada y les presente los lugareños de la Vereda Peña Negra. Lo mejor es que máximo entren hasta 3 cordadas en un solo día, pues así da el resultado del estudio de capacidad de carga. Y salir de la roca máximo a las cinco de la tarde, pues el regreso es indispensable siempre hacerlo con luz, debido a que los caminos son angostos y enmotados con varios perdederos. Llevar un rack completo con todos los fierros tradicionales y deportivos, linterna con pilas nuevas. No dejar basura ni rastro de la visita y cuidar este lugar como un templo natural.

Iván Macías, Fotos: Iván Macías y Mauricio Franco. Datos de contacto: Don Jaime Rueda y su esposa: Miriam: 3125645871 Wilson Martínez: 3123072437


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COMUNIDAD

Ejemplos de trabajo comunitario que se ha desarrollado en Machetá y Choachí. Mantenimiento y señalización de caminos. Grupo de escaladores que participaron en el taller de creación del Protocolo de Acceso y Apertura para la escalada en Colombia.

NUESTRO GIGANTE HOSTIL: la prohibición del acceso. Teniendo en cuenta las condiciones para el ingreso que tienen algunas zonas de escalada, es fácil entender que toda actividad en la naturaleza, masificada, puede ser perjudicial para el equilibrio de la misma y sus comunidades locales. Esto lo vivimos en varios casos en Colombia, en donde los escaladores, debemos ser parte activa de la solución a las problemáticas que se presentan. Concretamente, en Cundinamarca, sigue sucediendo: apertura en arte rupestre, comportamientos desacertados, mal manejo de basuras, indiferencia a las recomendaciones de los dueños, uso incorrecto del ingreso, desinformación, desarticulación de la comunidad, entre otros. Para contrarrestar estos factores y evitar que sigan sucediendo, continuaremos aportando para esclarecer ciertos conflictos de intereses, en pro del acceso a la escalada.

Es clave que se sepa cómo lo estamos haciendo, por lo que presentamos los adelantos de la Fundación Edenes de Colombia de una manera resumida, para todos los que han creído en esta misión y para quienes aún no nos conocen. El adelanto más significativo es el I Protocolo de Acceso, Apertura y Uso (AAU) para las zonas de escalada en el país, creado el pasado noviembre de 2017, en una reunión facilitada con 40 escaladores y aperturistas de todo el país. Este documento


»

será la base para los protocolos específicos de cada sitio y a partir de este, se sentarán las bases para promover buenas prácticas y poder educar y alinear a la comunidad en comportamientos adecuados en la montaña. Hemos tenido conversaciones con los escaladores locales y otros interesados, para apoyar los procesos de acceso y adecuación en otras zonas como El Peñol (visita y asesoría para adelanto del proyecto liderado por la asociación de escaladores locales), Ubaque (seguimiento del proceso), Suesca (apoyo en señalización y seguimiento del proceso), Cocuy (gestión para consecución de recursos en proceso por parte del GMEC) y El Salón de la Justicia-Machetá, en donde apoyamos para la protección de unos pasos en los senderos. En cuanto al manejo, puntualmente, nos encontramos trabajando activos en cuatro zonas de escalada en roca: Zipaquirá, Machetá, Florián y Choachí.

En Zipaquirá: Iniciamos conversaciones con los dueños para su manejo, antes de su restricción para escalar. Durante el estudio por parte de la institución encargada, hemos mantenido contacto con los responsables y estamos presentando propuestas para facilitar nuestros intereses.

» En Machetá (antiguo) des-

de el año pasado iniciamos conversaciones con los dueños y hemos colaborado con señalización, adelantos de adecuación del sendero y comunicación pública en redes, de los requerimientos para el uso adecuado de la zona.

» En Florián: Estamos seña-

lizando parte de los senderos y el liderazgo en esta zona es ejemplar, por lo que se ha facilitado para activar propuestas de educación con la comunidad local.

» En Choachí: Hemos avanzado acuerdos con el dueño del predio, logrando señalizar los principales senderos y continuamos trabajando la propuesta específica para el manejo de la zona.

Para facilitar el trabajo de administradores y propietarios necesitamos el incesante apoyo de la comunidad, haciendo de interlocutores naturales, podremos evitar cierres, respetando las normas básicas y razonables aumentando la credibilidad y confianza de quienes toman decisiones y permiten el acceso. Nuestro mayor fuerte como fundación, es la gente. Los escaladores, los dueños de los predios, los prestadores de servicios, las marcas relacionadas, los deportistas y personas locales son nuestra columna vertebral. Sin su acompañamiento y soporte prácticamente es imposible gestionar recursos y administrarlos para asegurar un acceso libre, seguro, sustentable y ordenado a estas zonas, conforme a la protección del medio ambiente.

COMUNIDAD

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MEMORIAS

Claudia Hernández durante el descenso en rapel del Salto del Ángel.

HISTORIA DE MUJERES EN EL MONTAÑISMO COLOMBIANO El inicio del andinismo femenino en Colombia fue el tema de la segunda entrega para la historia de mujeres en las montañas colombianas, investigación que cada vez nos apasiona más debido a que encontramos que la presencia femenina ha sido mucho más alta y sobresaliente de lo que esperabamos. Vale la pena preguntarse ¿por qué han permanecido estas escaladoras ocultas tras las sombras de las grandes hazañas masculinas? Es cierto que la actividad escaladora y montañera en Colombia suma cada vez más representantes femeninas y muchos pensarían que ha sido en los últimos años, pero no es así. El ejemplo de María Isabel Arango, Patricia Gaviria y María Victoria Gutiérrez nos ha mostrado que desde la década del setenta y comienzos de los

ochenta ya se sumaban cada vez más mujeres interesadas en la práctica de la escalada en roca y la montaña. Y no sólo como acompañantes, si no como fuertes integrantes de las cordadas, como escaladoras integrales y apasionadas. Es el caso de Claudia Hernández, quizá muchos de nuestra generación jamás habíamos escuchado hablar de ella, pero gracias a la motivación que me ha generado esta búsqueda y conversando con amigos cercanos he llegado a su historia, una historia no sólo de aventuras de escalada y montañismo sino de superación personal a través de la motivación que genera este maravilloso deporte, esta forma de vida. Claudia empezó a escalar en 1987, con Juan Gaviria y Arturo Saad acompañando a su hermano Juan Carlos Hernandez. Desde el


comienzo se enamoró de las sensaciones que producía escalar: “estar más cerca de los pájaros, ver el paisaje de una manera diferente”. En esta época la escalada clásica en Suesca era la antesala para ir al Cocuy, los escaladores se preparaban para la aventura de grandes vías o cimas pues la escalada deportiva aún no comenzaba en nuestro país. Con su hermano y Arturo, Claudia conoció la alta montaña en el Nevado del Tolima en 1988 y posteriormente en el mismo año en el Cocuy realizaron la vuelta a la Sierra y escalaron algunos de los clásicos; el Pan de Azúcar, el Púlpito del Diablo, el Cóncavo y el Concavito, entre otros. El gusto y la pasión por la escalada llevaron a Claudia a viajar fuera del país, siendo así una de las primeras representantes de Colombia en el exterior. Después de un viaje a Venezuela, a la Guairita, junto a Henry González, viajó a Brasil y participó en 1989 en el primer suramericano de escalada deportiva en muro artificial ocupando el tercer lugar y en el primer campeonato brasileño de escalada logrando el primer lugar en velocidad. Luego de esto, escaló en Rio de Janeiro, Sao Paulo y Curitiba, en total un viaje de tres meses que significó para ella una enorme motivación. A su regreso, junto con Arturo Saad y su hermano Juan Carlos, decidieron hacer la pared del Ritacuba Negro y se propusieron abrir una ruta en el Pico Güicán. El último proyecto no fue posible pero terminaron abriendo una vía de roca por el medio del circo entre los Ritacubas Blanco y Negro, que se llama “Ud. y la Eternidad”. Esta apertura duró seis días, cuatro de los cuales pasaron sin comida ni gasolina para derretir nieve, es decir, sin agua. Para Claudia, y seguramente para toda la cordada, una experiencia “épica de supervivencia y moral”. En 1992 Claudia se fue a vivir a Francia, donde por supuesto continuó activa en la roca y en la montaña en lugares como Fontainebleau, el Verdon, Buoux y cada año durante diez años a. Claudia después de participar en el Primer Suramericano de escalada deportiva de Brasil. b. Claudia escalando en las Rocas de Suesca c. En 2016 ascendió al Monte Fuji, en Japón. Pagina siguiente: La Cordillera Blanca en los Andes peruanos también ha sido destino de montaña para Claudia.

MEMORIAS

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MEMORIAS

en Chamonix (Mont Blanc, Mont Blanc du Tacul) y en diferentes montañas y rutas de los Alpes (entre ellas el Cervino o Matterhorn). Entre 1995 y 2015 Claudia ha permanecido activa escalando en España, en México y en Perú. En Patagonia realizó el trekking del Fitz Roy y en las torres del Paine, la W; también ha realizado diferentes trekking en Nepal, Tibet, Cambodia y Tailandia. En 1998 fue una de las primeras mujeres (la primera colombiana) en hacer el trekking en Auyantepuy (Venezuela) de once días con el descenso en rapel en el Salto del Angel. En el 2016 viajó al Monte Fuji en Japón. En medio de todas estas emocionantes aventuras Claudia también tuvo que enfrentarse a un gran reto relacionado con su salud. En 2015 tuvo un cáncer en el pecho que superó después de tratamientos de radioterapia, intervenciones quirúrgicas, tratamientos naturales, regímenes alimenticios, entre muchas otras cosas. Claudia recuerda cómo los médicos le quisieron hacer creer que después de haberle extirpado los gangleos de un brazo y de haber pasado el proceso de recuperación no podría volver a hacer fuerza, lo que para una escaladora y de-

portista significaría el fin de su carrera deportiva. ¡Absolutamente falso!, “La vida no se acaba por una enfermedad, así como la escalada no se acaba con una caída. Te hace más fuerte, te muestra lo que puedes hacer mejor”. Claudia ha sido una escaladora apasionada, una guerrera de la vida quien a través de la escalada ha entendido lo que es la libertad, lo que significa sobrepasar los límites propios, superar lo que sea necesario para realizar sus sueños, incluso una enfermedad, “ir a ese segundo aire al que siempre puedes llegar”. Más que un deporte, la escalada ha sido para ella una lección de vida que le ha servido y le servirá por siempre a superar cualquier tipo de reto al que se pueda enfrentar. Un ejemplo más que nos invita con su historia a luchar por nuestros sueños a pesar de las dificultades, a explorar y potenciar dentro de nosotros mismos todas nuestras capacidades y a enfrentar uno a uno los obstáculos que se presentan en el camino. Infinitas gracias a Claudia por compartir su historia.

- Carolina Tobón Ramírez -


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