Diario Iglesia en San Bernardo- Octubre 2022

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SAN BERNARDO EN

Diócesis de San Bernardo salió a las calles para celebrar el Día de la Oración por Chile

Luego de 2 años de pandemia y medidas sanitarias, se pudo realizar la tradicional procesión en honor a la Santísima Virgen del Carmen, Reina y Madre de Chile

Numerosos fieles, familias, y grupos parroquiales, se reunieron el pasado 25 de septiembre, en el frontis de la Iglesia Catedral para conmemorar el Día de la Oración por Chile, tradicional fiesta de la Iglesia para pedir a la Madre de Dios por nuestra nación y habitantes.

La procesión junto a la imagen de la Virgen del Carmen, escoltada por efectivos del Ejército, Monseñor Juan Ignacio González, sacerdotes, religiosas y seminaristas, recorrió las principales calles de la comuna de San Bernardo.

Las cofradías de bailes religiosos de las diferentes zonas de la diócesis, presidieron la romería de la Reina de Chile con su música y danza, captando la atención de numerosos transeúntes que se fueron uniendo a la peregrinación, dando testimonio público de su fe y devoción.

03 VIDA DIOCESANA

Bendición Nuevas Dependencias Vicaría para la Familia Monseñor Juan Ignacio González bendijo las nuevas instalaciones de la Vicaría para la Familia de la Diócesis de San Bernardo, que ahora se ubican en el edificio de la Curia diocesana.

04 FORMACIÓN

“No le he dado a Dios otra cosa que Amor”

Destacó el Papa Pío XI en la Canonización de Santa Teresa de Lisieux, en San Pedro Roma el 17 de mayo de 1925 y cuya fiesta se celebra todos los 1 de octubre

05 DESDE ROMA

El Papa: “Pidamos la gracia de ver a Jesús como nuestro Amigo más grande y fiel”

El Santo Padre retomó el tema del discernimiento cuyo elemento principal es la oración

IGLESIA
Octubre 2022 Año 1 - Número 3 WWW.OBISPADODESANBERNARDO.CL FACEBOOK: Diócesis de San Bernardo INSTAGRAM: diocesis_sb
Créditos: Fotógrafo: Esper Muci

Octubre, mes del Santo Rosario, el arma para vencer

“Aunque

ha sido muy célebre esta devo ción del Rosario des de el tiempo de Santo Domingo, se hizo más célebre con ocasión de la famosa batalla naval de Lepanto, que se ganó por inter cesión de nuestra Señora, y par ticularmente por la devoción de su santo Rosario”

Para nadie es un misterio que el mundo pasa por momentos muy difíciles. El triunfo de los cristianos de Europa, en la ba talla naval de Lepanto, en 1571, salvó a Europa de la invasión musulmana y la existencia mis ma de la fe cristiana. No es muy distinto, en un sentido amplio, lo que sucede hoy en día. La fe cristiana está verdaderamente amenazada. Desde hace mu chos años los Papas lo vienen

señalando y el avance del tiem po no hace sino comprobarlo. En ciertos casos son ataques físicos, con la muerte – el mar tirio – de hermanos nuestros, como ocurre en los países don de hay persecución. Está am pliamente documentado este proceso. Como ha enseñado el Papa Francisco: “En un mundo en el que diversas formas de tiranía moderna tratan de su primir la libertad religiosa, o de reducirla a una subcultura sin derecho a voz y voto en la plaza pública, o de utilizar la religión como pretexto para el odio y la brutalidad, es necesario que los fieles de las diversas tradiciones religiosas unan sus voces para clamar por la paz, la tolerancia, el respeto a la dignidad y a los derechos de los demás”.

También entre nosotros exis ten proyectos para erradicar la fe cristiana de nuestra nación. Lo advertimos con claridad los

Obispos de Chile frente a las ideologías que sustentaban el proyecto de constitución, re cientemente rechazada por la mayoría del país. Es particular mente grave que se haya ido imponiendo – incluso en am bientes cristianos – la ideología de género, que es esencialmen te anticristiana. Es igualmente grave que se intentara llegar al aborto libre y la eutanasia, y para el futuro, resulta un pe ligro real el insistente empeño de imponer una sola forma de educación, especialmente en la afectividad y sexualidad de nuestros jóvenes, sin dar el lu gar que corresponde la libertad de los padres para escoger la educación de los hijos.

Habrá que continuar defen diendo lo que es esencial de nuestra cultura cristiana; la dig nidad de la persona humana, la vida y la familia. Pero entre las armas que deben escoger se para su adecuada defensa destaca la oración y en particular el rezo del Santo Ro sario, ya individual mente o en familia.

“Se con siguió esta victoria de Le panto en el pri mer domingo de octubre de 1571, día que

estaba consagrado, como todos los primeros domingos de cada mes, al culto de nuestra Señora del Rosario; y en éste, especial mente encomendaba a Dios el buen suceso de las armas ca tólicas, por mandato del Sumo Pontífice San Pío V, el cual, en reconocimiento de tan señala da merced como recibió toda la cristiandad de la Madre de Dios, consagró este día a su culto, con título de “Santa María de la Victoria”; y Gregorio XIII, que le sucedió, mandó que se ce lebrase cada año, en el primer domingo de octubre, en todas las iglesias del orbe cristiano donde hubiese capilla o altar de nuestra Señora del Rosario, una fiesta a nuestra Señora con título del Rosario, por haberse alcanzado esta victoria por su devoción. Confirmó esta fiesta Clemente VIII, y también Cle mente X; a instancia de la reina nuestra señora doña Mariana de Austria. Y se fijó defi nitivamente para el día 7 de octubre, día de la gran diosa victoria de Nuestra Señora con su arma in vencible de

todos los

tiempos: Su Santísimo Rosario.”

01 EDITORIAL Edición 3 - Año 1 Distribución Gratuita. 7.000 ejemplares Comunas: San Bernardo, El Bosque, La Pintana, Pirque, Buin, Paine y Calera de Tango. Director: Mons. Juan Ignacio González Consejo de Redacción: Mons. Juan Ignacio González y Pbro. Eric González Publicidad: Luis Orellana E-mail:lorellana@obispadodesanbernardo.cl Colaboración: Periodista: Carolina Echeverria Diseño: Tatiana Osorno Dirección: Freire 516, San Bernardo Casilla: 320 Teléfonos: 228586971 / 228591137 Página Web: www.obispadodesanbernardo.cl Aporte: Cuenta 188-01964-02, Banco de Chile Publica: Imprenta A Impresores. Para contratar avisos desplegados en el diario contactar a Luis Orellana
...“es necesario que los fieles de las diversas tradiciones religiosas unan sus voces para clamar por la paz, la tolerancia, el respeto a la dignidad y a los derechos de los demás”.

Centro para Adultos Mayores

Monseñor Juan Ignacio González presidió la ceremonia de bendición de la primera parte del proyecto del Centro para Adultos Mayores en la Parroquia Jesús Buen Pastor en La Pintana.

Acompañaron este significativo momento, familias benefactoras; y gran número de abuelitos del sector parroquial.

Reunión del Consejo de Pastoral Social - Caritas

El sábado 24 de septiembre se realizó la primera reunión presencial de los agentes pastorales de la Diócesis de San Bernardo, luego de 2 años de reuniones virtuales, producto de la pandemia sanitaria del Covid.

La jornada que se llevó a cabo en el Colegio Cardenal Caro en Buin, contó con la presencia de Monseñor Juan Ignacio González y de 38 agentes pastorales de 24 parroquias de la Diócesis.

En la ocasión, Marcos Gajardo, Director de la Pastoral Diocesana, reflexionó sobre ¿Qué es Caritas? a la luz de lo que el Papa Benedicto nos indicaba en la encíclica Deus Caritas Est, y la relevancia de un caminar eclesial en el tema caritativo.

Recepción de Ministerios en la Diócesis

En solemne ceremonia 7 seminaristas del Seminario Mayor San Pedro Apóstol recibieron el Ministerio del Acolitado, Lectorado y admisión candidato.

La Eucaristía celebrada en la Iglesia Catedral fue presidida por Monseñor Juan Ignacio González. Lo acompañó el Rector del Seminario, el padre Robin Sáez, y formadores, además de los familiares y amigos de los seminaristas.

Misa renovación compromiso con los más pobres

Al conmemorar el día de la Caridad en la Diócesis de San Bernardo, Monseñor Juan Ignacio González presidio la Eucaristía en la Iglesia Catedral, que contó con la asistencia de los voluntarios de Caritas, quienes renovaron su trabajo con los más necesitados.

Jornada de Prevención de abusos

Profesores de Educación Baica y Media del Colegio San Bernardo Abad en San Bernardo, participaron de una jornada formativa en prevención de abusos a menores y promoción de ambientes sanos y seguros, impartida por la comisión diocesana encargada de esta materia.

En el encuentro el Padre Eric González, miembro de la Comisión de Prevención de Abusos en la Diócesis abordó las Buenas Practicas y Buen trato para la prevención y protección de los menores al interior de la Iglesia, el hogar y las escuelas.

02 VIDA DIOCESANA

Destacó Monseñor Juan Ignacio González al celebrar el pasado 15 de septiembre, la tradicional Misa de Acción de Gracias y Te Deum 2022 en la Diócesis de San Bernardo al celebrar un nuevo aniversario de la Patria de Chile.

La ceremonia celebrada en la Iglesia Catedral, contó con la presencia de autoridades, civiles y militares de la comuna.

En su homilía Monseñor Juan Ignacio González señaló “…Los males que sufrimos, las continuas violencias que padecemos, la incapacidad de diálogo sincero que comprobamos en tantos ámbitos, en la familia, en la vida social y política, en los afanes incontenidos de placer y bienes, son, simplemente, la continua ausencia de Dios en nuestras relaciones. Todos los acontecimientos vividos nos gritan que hemos de volver a Dios y poner sus mandamientos en el centro de nuestras vidas”.

Bendición Nuevas Dependencias Vicaría para la Familia

Durante el mes de septiembre, Monseñor Juan Ignacio González bendijo las nuevas instalaciones de la Vicaría para la Familia de la Diócesis de San Bernardo, que ahora se ubican en el edificio de la Curia diocesana.

La ceremonia contó con la presencia del Padre Juan Francisco Larraín y colaboradores de dicha institución.

La Vicaría para la Familia se dedica a acompañar y formar a los matrimonios y familias de la diócesis, especialmente los que pasan por alguna situación complicada. Está conformada por un equipo interdisciplinario: sicólogos, mediadores y orientadores familiares, entre otros.

Si deseas comunicarte con la Vicaría, puedes hacerlo escribiendo al mail vicariadelafamiliasanbernardo@gmail.comVisita a la Curia

Una visita de cortesía recibió Mons Juan Ignacio González, el 23 de septiembre, el Rev. Padre Riyyan Chares Mendoza, Secretario de la Nunciatura Apostólica en Chile y el Rev. Padre Ericson Tio, oficial del Dicasterio para la Evangelización compartieron un momento de conversación, recorrieron la curia diocesana, la Capilla de Adoración, la Catedral y la cripta donde descansan los restos de Monseñor Orozimbo Fuenzalida, fundador de nuestra diócesis

Asimismo, el pasado 30 de septiembre se recibió la visita de Fuad Musa, Presidente comunidad Musulmana en Chile, Seyyed Ebrahimi, clérigo Islámico en la Universidad de Irán, Patricio Benavides Pastor Evangélico y capellán Hospital El Pino y Simón Leiva, encargado de la Oficina Municipal de Asuntos Religiosos

03 VIDA DIOCESANA
“Hemos de volver a Dios y poner sus mandamientos en el centro de nuestras vidas”

San Lucas, Evangelista

El médico gentil

De San Lucas, autor del Ter cer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles, habla San Pablo en la Carta a los Colo senses definiéndolo como “Lucas, el médico querido” (Col 4, 14). Según el historia dor Eusebio, había nacido en Antioquía de Siria, y era un gentil. Pablo, siempre en la Carta a los Colosenses, habla de sus compañeros y nombra primero a “los de la circun cisión”, es decir, a los judíos, sin incluir entre ellos a Lucas (Col 4, 10-11). Además, en su Evangelio, Lucas demuestra una sensibilidad particular en lo que se refiere a la evange lización de los gentiles. Es él quien narra la parábola del Buen Samaritano, es él quien cita las palabras de aprecio de Jesús por la fe de la viuda de Sarepta, de Naamán el Sirio y del Samaritano leproso, el único que vuelve para dar las gracias tras haber sido curado.

El evangelista de la Misericordia

Es posible percibir la carac terística más original del Evan gelio de Lucas gracias a los seis milagros y a las dieciocho pará bolas que no se encuentran en los demás Evangelios. Vemos una atención particular hacia los pobres, las víctimas de injus ticias, los pecadores arrepenti dos y acogidos dentro de la mi sericordia y el perdón de Dios: es él quien narra de Lázaro y el rico Epulón, es él quien habla del Hijo pródigo y el Padre mi sericordioso que lo recibe con los brazos abiertos, es él quien refiere de la pecadora perdo nada que lava los pies de Jesús con sus lágrimas y los seca con sus cabellos, es él quien cita las palabras de María en el “Mag nificat” cuando dice que Dios “derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humil des. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada”. (Lc 1, 52-53).

Al lado de María

La relación particular con Ma ría, es otra de las características principales del Evangelio de Lu cas. Gracias a él, presuntamen te por el testimonio directo que le hizo María, conocemos las palabras de la Anunciación, de la visita a Isabel y del “Magni ficat”, gracias a él conocemos detalles de la Presentación en el Templo y el retrato preciso de la angustia de María y José, que no consiguen encontrar a

su hijo de doce años. Se debe probablemente a esta sensibi lidad narrativa, descriptiva y también iconográfica, la idea de que Lucas era pintor. Las noticias sobre su muerte son inciertas, algunas fuentes ha blan de su martirio, otras di cen que vivió hasta una edad avanzada. La tradición más an tigua narra que murió en Beo cia, a los 84 años después de haberse establecido en Grecia para escribir su Evangelio.

“No le ha dado a Dios otra cosa que Amor”

cuya gloria, de acuerdo con las mismas promesas de Jesucristo, es absolutamente digna de ser consagrada en la Jerusalén celestial como en la Iglesia militante”.

Destacó el Papa Pío XI en la Canonización de Santa Teresa de Lisieux, en San Pedro Roma el 17 de mayo de 1925 y cuya fiesta se celebra todos los 1 de octubre. Publicamos un extracto de la homilía.

“Sea bendito Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación” que, en medio de las innumerables preocupaciones de nuestro ministerio apostólico, nos ha concedido la alegría de inscribir como nuestra primera santa a aquella virgen que, en un primer momento, después del inicio nuestro pontificado, elevamos al honor de los beatos. Se trata de aquella que fue como un niño en el espíritu: de aquella infancia que no es posible separarla de la grandeza de su alma, pero

“Teresa, la nueva santa, habiendo vivamente absorbido esta doctrina evangélica, la traduce a la práctica de la vida cotidiana; de hecho, con la palabra y con el ejemplo enseñó a las novicias de su monasterio esta vía de la infancia espiritual, y a todos que, por medio de sus escritos, escritos que, se han difundido por todo el mundo y que después de leer se siguen leyendo una y otra vez por el máximo beneficio y alegría que dan al alma. De hecho, esta joven que floreció en el claustro del Carmelo, y que agrego a su nombre el del Niño Jesús, volvió sobre si misma su imagen; entonces hay que decir que cualquier persona que venera a Teresa, venera y alaba el divino ejemplo que ella copio en sí”.

“La Doncella de Lisieux tenía siempre presente en la memoria la invitación y las promesas de su Esposo divino: “Quien sea pequeño (Prov. 9:4), venga a

mí. Sera llevado a mi pecho y os acariciare sobre mis rodillas como lo hace una madre, así os consolare” (Is. 64: 12-13), por lo que Teresa es consciente de su debilidad, se encomendó a la divina providencia a fin de que, apoyándose únicamente en su ayuda, podría lograr la perfecta santidad de la vida, incluso cuando experimentaba dificultades, y de una absoluta abdicación, pero gozosa, de su propia voluntad”.

…“ La benevolencia divina la ha enriquecido con el don de una casi singular. Después de haber recibido en gran medida la verdadera doctrina de la fe de la enseñanza del catecismo, la ascesis del libro dorado de la Imitación de Cristo y de los volúmenes místicos de su padre San Juan de la Cruz, también alimentan su mente y su corazón con asiduidad la lectura de las Sagradas Escrituras, el Espíritu de la verdad le comunico y manifestó lo que suele esconder a los “sabios y orgullosos” y revela a “los más pequeños”; de hecho, ella –según el testimonio de nuestro predecesor- estaba dotada

de tanta ciencia de las cosas celestiales que puede señalar a otros el camino cierto de la salvación. Y a partir de esto que ofrece una rica participación de la luz y de la divina gracia encendió en Teresa un incendio tan grande de caridad que, portándola continuamente fuera del cuerpo, al final la consumió, tanto que, poco antes de salir de esta vida, ella podía decir con franqueza “No le he dado a Dios otra cosa que amor”. Resulta claro que por esta ardiente caridad, en la joven de Lisieux existía el propósito y el empeño “Trabajar por amor de Jesús, solo para complacerlo, para consolar su santísimo corazón y para promover la salvación eterna de las almas, que Cristo amó para siempre” que ella había comenzado a hacer, y obtiene al momento de entrar en la patria celestial y se comprende ahora, fácilmente, con aquella mística lluvia de rosas, que por concesión divina, ella había prometido aún en vida y que ya ha derramado sobre la tierra y sigue derramando”.

04 FORMACIÓN
El próximo 18 de octubre, la Iglesia Católica celebra su Fiesta.

El Papa:

“La oración verdadera es familiaridad y confidencia con Dios”

Cuandoencuentro al Se ñor en la oración, me pongo alegre. Cada uno de nosotros se vuelve alegre, una cosa hermosa. La tristeza, o el miedo, son sin embargo sig nos de lejanía con Dios.

En la catequesis de la audien cia general de este miércoles, el Santo Padre retomó el tema del discernimiento cuyo elemento principal es la oración, la misma que permite dirigirnos a Dios como a un amigo, con la espon taneidad y afecto que vence al miedo de no ser amados por Él.

Publicamos a continuación el mensaje del Santo Padre.

Retomamos las catequesis so bre el tema del discernimiento, —porque es muy importante el tema del discernimiento para saber qué sucede dentro de nosotros; sentimientos e ideas, debemos discernir de dónde vienen, dónde me llevan, a qué decisión— y hoy nos detene mos en el primero de sus ele mentos constitutivos, es decir, la oración. Para discernir es ne cesario estar en un ambiente, en un estado de oración.

La oración es una ayuda in dispensable para el discerni miento espiritual, sobre todo cuando involucra a los afectos, consintiendo dirigirnos a Dios con sencillez y familiaridad, como se habla a un amigo. Es saber ir más allá de los pensa mientos, entrar en intimidad con el Señor, con una esponta neidad afectuosa. El secreto de la vida de los santos es la fami liaridad y confidencia con Dios, que crece en ellos y hace cada vez más fácil reconocer lo que a Él le agrada. La oración verda dera es familiaridad y confiden cia con Dios. No es recitar ora ciones como un loro, bla, bla, bla, no. La verdadera oración es esta espontaneidad y afecto con el Señor. Esta familiaridad vence el miedo o la duda de que su voluntad no sea por nuestro bien, una tentación que a veces atraviesa nuestros pensamien tos y vuelve el corazón inquieto e inseguro o amargo, también.

El discernimiento no preten de una certeza absoluta —no es

químicamente un método puro, no, pretende una certeza abso luta—, porque se refiere a la vida, y la vida no siempre es ló gica, presenta muchos aspectos que no se dejan encerrar en una sola categoría de pensamiento. Querríamos saber con precisión qué hay que hacer, pero, inclu so cuando sucede, no siempre actuamos en consecuencia.

Cuántas veces hemos vivido no sotros también la experiencia descrita por el apóstol Pablo, que dice así: «no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero» (Rm 7,19).

No somos solo razón, no somos máquinas, no basta con recibir instrucciones para cumplirlas: al igual que las ayudas, los obs táculos para decidirse por el Señor son sobre todo afectivos, del corazón.

Es significativo que el primer milagro realizado por Jesús en el Evangelio de Marcos sea un exorcismo (cf. 1,21-28). En la sinagoga de Cafarnaúm libera a un hombre del demonio, libe rándolo de la falsa imagen de Dios que Satanás sugiere des de los orígenes: la de un Dios que no quiere nuestra felicidad. El endemoniado de ese pasaje del Evangelio sabe que Jesús es Dios, pero esto no le lleva a creer en Él. De hecho, dice: «¿Has venido a destruirnos?» (v. 24).

Muchos, también cristianos, piensan lo mismo: que Jesús puede ser el Hijo de Dios, pero dudan que quiera nuestra feli cidad; es más, algunos temen que tomarse en serio su pro puesta, lo que Jesús nos propo ne, signifique arruinarse la vida, mortificar nuestros deseos, nuestras aspiraciones más fuer tes. Estos pensamientos a veces se asoman dentro de nosotros: que Dios nos está pidiendo de masiado, tenemos miedo de que Dios nos pida demasiado, que realmente no nos ama. En cambio, en nuestro primer en cuentro vimos que el signo del encuentro con el Señor es la alegría. Cuando encuentro al Señor en la oración, me pongo alegre. Cada uno de nosotros se vuelve alegre, una cosa hermo

sa. La tristeza, o el miedo, son sin embargo signos de lejanía con Dios: «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamien tos», dice Jesús al joven rico (Mt 19,17). Lamentablemente para ese joven, algunos obstáculos no le han consentido cumplir el deseo que tenía en el cora zón, de seguir más de cerca al “maestro bueno”. Era un joven interesado, emprendedor, ha bía tomado la iniciativa de ver a Jesús, pero estaba también muy dividido en los afectos, para él las riquezas eran dema siado importantes. Jesús no le obliga a decidirse, pero el texto señala que el joven se aleja de Jesús «triste» (v. 22). Quien se aleja del Señor nunca está con tento, incluso teniendo a su dis posición una gran abundancia de bienes y posibilidades. Jesús nunca obliga a seguirle, nunca. Jesús te hace saber su voluntad, con tanto corazón te hace saber las cosas, pero te deja libre. Y esto es lo más bonito de la ora ción con Jesús: la libertad que Él nos deja. En cambio, cuando nos alejamos del Señor perma necemos con algo triste, algo malo en el corazón.

Discernir qué sucede dentro de nosotros no es fácil, porque las apariencias engañan, pero la familiaridad con Dios puede disolver suavemente dudas y temores, haciendo nuestra vida cada vez más receptiva a su «amable luz», según la bonita expresión de san John Hen ry Newman. Los santos brillan de luz refleja y muestran en los ges tos sencillos de su jorna da la presen cia amorosa de Dios, que hace po sible lo imposible. Se dice que dos esposos que han vivido juntos mucho tiem po queriéndose terminan pare ciéndose. Algo similar se puede decir de la oración afectiva: de forma gradual pero eficaz nos hace cada vez más capaces de reconocer lo que cuenta por connaturalidad, como algo que brota de lo más profundo de nuestro ser. Estar en oración no significa decir palabras, pa labras, no; estar en oración sig

nifica abrir el corazón a Jesús, acercarse a Jesús, dejar que Je sús entre en mi corazón y nos haga sentir su presencia. Y ahí podemos discernir cuándo es Jesús y cuándo somos nosotros con nuestros pensamientos, muchas veces lejos de eso que quiere Jesús.

La oración es una ayuda indispensable para el discernimiento espiritual, sobre todo cuando involucra a los afectos, consintiendo dirigirnos a Dios con sencillez y familiaridad, como se habla a un amigo.

Pidamos esta gracia: vivir una relación de amistad con el Se ñor, como un amigo habla al amigo (cf. S. Ignacio de Loyola, Ejercicios espirituales, 53). Yo conocí a un anciano hermano religioso que era el portero de un colegio y él cada vez que po día se acercaba a la capilla, mi raba el altar, decía: “Hola”, por que tenía cercanía con Jesús. Él no necesita decir bla, bla, bla, no: “hola, estoy cerca de ti y tú estás cerca de mí”. Esta es la re lación que debemos tener en la oración: cercanía, cercanía afec tiva, como hermanos, cercanía con Jesús. Una sonrisa, un ges to sencillo y no recitar palabras que no llegan al corazón. Como decía, hablar con Jesús como un amigo habla a otro amigo. Es una gracia que debemos pedir los unos por los otros: ver a Je sús como nuestro amigo, nues tro amigo más grande, nuestro amigo fiel, que no chantajea, sobre todo que no nos abando na nunca, tampoco cuando nos alejamos de Él. Él permanece en la puerta del corazón. “No, yo de ti no quie ro saber nada”, decimos no sotros. Y Él se queda callado, se queda ahí cerca, cerca del corazón porque Él siem pre es fiel. Vamos ade lante con esta oración, diga mos la oración del “hola”, la oración para saludar al Señor con el corazón, la oración del afecto, la oración de la cercanía, con pocas pala bras, pero con gestos y con bue nas obras. Gracias.

AUDIENCIA GENERAL Plaza de San Pedro Miércoles, 28 de septiembre de 2022

05 DESDE ROMA

Elpróximo 23 de octubre se celebra la Jornada Mundial de las Misiones 2022, el Papa Francisco ha destacado que la “La Iglesia es misionera por naturaleza, evangelizar es su identidad. Antes de subir al Cielo, Jesús dejó a sus discípulos un mandato que es una llamada esencial para todos los cristianos: «El Espíritu Santo vendrá sobre ustedes y recibirán su fuerza, para que sean mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra».

“Todo bautizado está llamado a la misión en la Iglesia y bajo el mandato de Iglesia. La misión por tanto se realiza de manera conjunta, no individualmente, en comunión con la comunidad eclesial y no por propia iniciativa. Y si hay alguno que en una situación muy particular lleva adelante la misión evangelizadora solo, él la realiza y deberá realizarla siempre en comunión con la Iglesia que lo ha enviado”.

“Los misioneros de Cristo no son enviados a comunicarse a sí mismos, a mostrar sus cualidades o capacidades persuasivas o sus dotes de gestión, sino que tienen el altísimo honor de ofrecer a Cristo en palabras y acciones, anunciando a todos la Buena Noticia de su salvación con alegría y franqueza, como los primeros apóstoles”.

Algo parecido sucede también en nuestro tiempo. A causa de las persecuciones religiosas y situaciones de guerra y violencia, muchos cristianos se han visto obligados a huir de su tierra hacia otros países. Estamos agradecidos con estos hermanos y hermanas que no

“Todo bautizado está llamado a la misión en la Iglesia”

se cierran en el sufrimiento, sino que dan testimonio de Cristo y del amor de Dios en los países que los acogen”

“La Iglesia de Cristo era, es y será siempre “en salida” hacia nuevos horizontes geográficos, sociales y existenciales, hacia lugares y situaciones humanas “límites”, para dar testimonio de Cristo y de su amor a todos los hombres y las mujeres de cada pueblo, cultura y condición social. En este sentido, la misión también será siempre missio ad gentes, como nos ha enseñado el Concilio Vaticano II, porque la Iglesia siempre debe ir más lejos, más allá de sus propios confines, para anunciar el amor de Cristo a todos”.

Así como «nadie puede decir: “¡Jesús es el Señor!”, si no está movido por el Espíritu Santo» (1 Co 12,3), tampoco ningún cristiano puede dar testimonio pleno y genuino de Cristo el Señor sin la inspiración y el auxilio del Espíritu. Por eso todo discípulo misionero de Cristo está llamado a reconocer la importancia fundamental de la acción del Espíritu, a vivir con Él en lo cotidiano y recibir constantemente su fuerza

e inspiración. Es más, especialmente cuando nos sintamos cansados, desanimados, perdidos, acordémonos de acudir al Espíritu Santo en la oración, que —quiero decirlo una vez más— tiene un papel fundamental en la vida misionera, para dejarnos reconfortar y fortalecer por Él, fuente divina e inextinguible de nuevas energías y de la alegría de compartir la vida de Cristo con los demás. «Recibir el gozo del Espíritu Santo es una gracia. Y es la única fuerza que podemos tener para predicar el Evangelio, para confesar la fe en el Señor» (Mensaje a las Obras Misionales Pontificias, 21 mayo 2020). El Espíritu es el verdadero protagonista de la misión, es Él quien da la palabra justa, en el momento preciso y en el modo apropiado.

“ofrecer a Cristo en palabras y acciones, anunciando a todos la Buena Noticia de su salvación con alegría y franqueza, como los primeros apóstoles”.

Misiones puerta

a puerta

Realizaron un grupo de agentes pastorales de la comunidad de Montserrat junto a las Hermanas Salesas Misioneras, que recorrieron las calles de la Villa Chena, territorio que corresponde a la parroquia San Ignacio de Loyola en San Bernardo.

Los vecinos acogieron con alegría esta visita, y gradecieron esta misión territorial.

06 ACTUALIDAD
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