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Horneados por Dios
Después de una fuerte crisis matrimonial que amenazaba con destruir su familia, Johanna y Miguel conocieron el respaldo de Dios, pues, como resultado de una promesa, su matrimonio fue restaurado, recibieron a su cuarto bebé y crearon una exitosa empresa de pan que hoy es ejemplo para muchos emprendedores. Esta es su historia.
Miguel Ángel Parada y Johanna Marcela Hernández se conocen desde el colegio. Ella dice que lo conoce desde sexto, pero él la conoce desde octavo grado y entre risas cuenta que le costó dos años lograr que se fijara en ella. Salieron del bachillerato juntos y muy pronto se convirtieron en padres de una hermosa hija, María Camila, que hoy tiene 20 años y acaba de tener su primer bebé.
Sin embargo, durante los primeros seis años de su hija siguieron viviendo cada uno en su casa, para darse tiempo de terminar su carrera. A los seis años, en el 2010, se casaron, un año después nació Manuel Ricardo, su segundo hijo, y dos años más tarde nació María José, la tercera.
Sin embargo, vino una fuerte crisis matrimonial que les dejó a ambos el corazón roto y una firme decisión de separarse. Ya estaban casados. Ya asistían a la iglesia, y, aun así, no estuvieron libres de esa situación difícil.
¿Por qué? Porque el matrimonio requiere trabajo, compromiso y obediencia.
Johanna tomó la decisión de separarse, pero Miguel quiso luchar por su familia. Dios tocó su corazón y le mostró que, como cabeza, debía hacer algo diferente para que las cosas cambiaran.
Iniciaron juntos un proceso fuerte de consejería y apoyo con el ministerio de Casa2 para restaurar su matrimonio. Cambiaron hábitos, dejaron el egocentrismo y se dedicaron a servirse mutuamente y a volver a verse con ojos de amor.
Asistieron al encuentro de parejas, se involucraron con el ministerio asistiendo a las reuniones de grupos pequeños, a los cursos, renovaron sus votos matrimoniales. Decidieron perdonarse de corazón y ser obedientes haciendo lo posible para que Dios hiciera lo imposible. En ese momento, cuando la crisis todavía no había terminado, quedaron en embarazo de su cuarta hija, Victoria, quien lleva este nombre porque es justamente lo que Dios les regaló para su hogar y su matrimonio, la victoria. De lo malo, Dios saca cosas maravillosas y, como lo dicen ellos mismos, es por Su gracia que la familia Parada Hernández continúa unida y firme.
Pero la historia no termina allí. En medio de su proceso de restauración y cuando aún estaban esperando a su hija María Victoria, Miguel Ángel se queda sin trabajo.
Johanna tenía un muy buen puesto en el área logística en una empresa de transporte de carga y contaba con una buena solvencia, pero con cuatro hijos y un perro podía no ser suficiente. Al ver que Miguel Ángel no conseguía trabajo, recurrieron a la agencia de empleos de la caja de compensación, donde les mostraron dos caminos: distribuir la hoja de vida a muchas empresas para buscar otro empleo o emprender.
Miguel y Johanna, aún en proceso de restauración, decidieron emprender.
Recibieron el apoyo de la agencia, con el que les ayudaron a desarrollar un plan de negocio para un emprendimiento. Los dos hermanos de Miguel estaban desempleados así que se sumaron al proyecto.
Uno de ellos, chef, sugirió enfocarse en la elaboración de pan. ¿Por qué pan? Miguel siempre responde lo mismo: “Porque Dios quería que hiciéramos pan, pues realmente no sabíamos ni hacerlo”.
Y continúa: “Mi hermano había aprendido muchas cosas, pero comenzar un emprendimiento es otro mundo.
Hicimos el plan de negocios y los asesores de la caja de compensación, luego de orientarnos empresarial, administrativa y financieramente, nos llevaron a ingresar al fondo emprender”.
Entre los tres (Miguel y sus dos hermanos), crearon la empresa. Johanna aportó una parte financiera, pues como era la única que estaba trabajando, pudo pedir un préstamo y montar el primer horno, la primera mojadora y el primer mesón. El chef les enseñó lo que sabía y en marzo de 2019 comenzaron a hacer pan en un garaje de 60 metros cuadrados.
Dios tocó su corazón y le mostró que debía hacer algo por su matrimonio.