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Un legado de amor y de servicio
Integridad al servicio del amor de Dios
El reverendo y directivo de la Fundación M.A.S. falleció a los 80 años, pero su legado de amor por los demás, servicio por los más necesitados y misericordia por quienes más la precisaban, vivirá por siempre en los corazones de las personas que impactó con su carisma, vida íntegra y testimonio sin igual.
Junto a su esposa, Gloria Lucía, dedicó años de su vida al apoyo de los más necesitados. El pastor Francisco Vega, quien siempre fue conocido por su entrega incondicional al servicio de Dios y a los demás, falleció en la mañana del 5 de enero, dejando un legado imborrable en la iglesia y en la sociedad. El 7 de enero, el templo de la iglesia Casa Sobre la Roca Bogotá se llenó de cientos de personas que acudieron para rendir homenaje a su vida y obra. La iglesia se convirtió en un lugar de recogimiento, oración y amor, donde amigos, miembros de la congregación y pastores de Casa Roca Global se reunieron para recordarla vida de un hombre que impactó a tantos con su fe y dedicación. La asistencia masiva de estos líderes fue un claro reflejo de la cercanía y el aprecio que el pastor Francisco había cultivado a lo largo de los años con cada uno de ellos. Su influencia trascendió las fronteras de Bogotá y se hizo sentir en toda la nación.
El pastor Francisco, conocido cariñosamente por todos como “Pastor Pachito”, nació en Tunja, Boyacá, pero fue un cucuteño de corazón porque nunca pudo con el frío. Fue ingeniero forestal de la Universidad Nacional de Colombia, y geomorfólogo de la universidad Louis Pasteur de Estrasburgo, Francia. Mientras adelantaban sus estudios profesionales en París, junto a su esposa, realizaron una gran labor por los más necesitados y trabajaron en el auxilio de inmigrantes que llegaban de Chile. Fue hijo de Antonio Vega Rangel, ingeniero civil y jefe de carreteras en la zona andina (equivalente a lo que sería hoy el Ministerio de Transporte), y de María Teresa Pérez Hernández. De familia numerosa, fue uno de seis hermanos.
También tenía lazos cercanos con otras figuras importantes de la región. Fue familiar de José Vicente Rangel por el lado de los Rangel y de Carlos Andrés Pérez. Además, su madre, María Teresa Pérez Hernández, era prima hermana de la familia García Herreros, lo que hizo que el Padre Rafael García Herreros fuera también parte de su círculo cercano. Los García Herreros crecieron junto a los Pérez Hernández, consolidando una relación de gran amistad y cercanía entre ambas familias.
Durante su labor profesional siempre se caracterizó por su trabajo en excelencia. Se negó a validar una obra en los Llanos Orientales como interventor de la misma porque no estuvo de acuerdo con los riesgos que conllevaba. Posteriormente, por no seguir las recomendaciones del ingeniero Francisco Vega, esa obra se derrumbó dejando millones en pérdidas.
Un legado que vivirá por siempre
Casa Sobre la Roca Iglesia Cristiana Integral, bajo la dirección del Pastor Darío Silva-Silva y su esposa Esther Lucía, le rindió un homenaje lleno de gratitud y admiración al pastor Francisco Vega.
Su vida de servicio, amor y entrega no solo ha sido un faro de luz para los creyentes y la iglesia, sino también para miles de personas a lo largo de Colombia. Especialmente, su incansable labor junto a su esposa, Gloria Lucía, al frente de la Fundación Misericordia, Amor y Servicio, ha dejado una huella imborrable.
La ceremonia fue dirigida por el pastor Darío Silva-Silva, quien fue un gran amigo y compañero de servicio de Francisco Vega. Durante su intervención, el pastor destacó las virtudes y el carácter de Francisco, refiriéndose a él como un “amigo fiel” que siempre estuvo dispuesto a apoyar a los demás con su sabiduría, su fe y su generosidad.
En la ceremonia estuvieron presentes la esposa del pastor Francisco, Gloria Lucía, sus hijos, Juan Pablo y Catalina, y sus nietos, Hanna y Jacobo, quienes compartieron con los presentes su dolor, pero también su gratitud por la vida y el legado de su abuelo.
Las exequias de José de Francisco Vega concluyeron con una emotiva oración colectiva dirigida por Esther Lucía de Silva-Silva, fundadora y presidente la de fundación M. A. S.
Al recordar el legado del pastor Francisco, nos unimos en gratitud y esperanza, sabiendo que su vida ha sido una verdadera semilla de amor sembrada en tierra fértil. Su ejemplo nos inspira a seguir adelante, a seguir sirviendo y a seguir transformando vidas con el mismo amor con que él lo hizo.
Honramos su memoria, su entrega y la inmensa huella que dejó en los corazones de todos aquellos que tuvieron la dicha de conocerlo. Que su vida y obra sigan siendo un testimonio del poder transformador del amor de Cristo.
La Revista Hechos&Crónicas lamenta el fallecimiento de este siervo de Dios. Su vida integral, su legado y servicio vivirá por siempre como un testimonio ejemplar dedicado a llevar el amor de Dios a quienes más lo necesitaban.