Revista Exceso edición nº 96 abril 1997

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EXCESO Edición N°96 Abril 1997

Depósito Legal pp. 89-00-13 ISSN: 1315-5849 Miembro del Bloque de Prensa Venezolano y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) DIRECTOR

Ben Aruí Fihman JEFE DE REDACCION

Armando Coll ASISTENTE DE EDICION

Clara Linares REDACCION

Faitha Nahmens Jacqueline Goldberg, Carolina Gutiérrez Miryana Márquez DIRECTORA DE ARTE

Francis León DISEÑO ORAFICO

Marina Ferreiros FOTOORAFIA

Harold Escalona PORTADA

Foto: Margarita Scannone Producción: Aníbal Murillo Traje de Herré Lege'', cortesía de Cabus Boutique, Las Mercedes ILUSTRACION ELECTRONICA

José Alejandro Colón SERVICIOS ESPECIALES

EFE, Svgma, Gamma The Robbins Office, Vanitv Fair, Spy The Sundav Times Magazine, El Nacional Bloque Dearmas ILUSTRACIONES

Jesús Torrealba, José Ignacio Herrera Miguel Angel Villalobos VENTAS PUBLICITARIAS

Promotora 35940 C.A. David Guerra Promotora 13-29 C.A. Livia Rojas ASESORIA COMERCIAL

María Sol Pérez Schael ASESORIA JURIDICA

Carlos Parada Quintero SUSCRIPCIONES

Betsy Rivas PREIMPRENTA

Preámbulo C.A. MONTAJE FINAL

Fotolito Gelear IMPRESION

Editorial Primavera DISTRIBUCION

Distribuidora Continental S.A. (Venezuela) Distribuidoras Unidas (Colombia) World News International (Estados Unidos) EDITORIAL EXCESO

Esq. Gradillas, edificio Las Gradillas A, piso 3 Telfs. 81.7724, 81.7727, 862.7273 Fax (02) 861.3375 Telecontacto 693.1822, 693.1933 PClave 17974 e-mail 73000-2616 @compuserve.com Exceso On Line: http://www.trcom.com/exceso EXCESO NO HACE PUBLICIDAD REDACCIONAL Todo• los derechos mervados.

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Las vacas gordas del nazismo Dios hizo bien las cosas desde el principio. Todas excepto la criatura humana, que no ha dejado de atormentarlo desde entonces. Así, en los planes del Supremo cabía el de una humanidad feliz que viviera a sus anchas en el Paraíso. Pero hubo la serpiente y todo lo malo (y menos malo) que siguió después. En adelante los hombres se dividieron entre aquellos que, rutinarios y sin convicciones, se conforman con poco más que el pan ganado con el sudor de la frente, y los otros, la minoría rebelde y ambiciosa que, prefiriendo cualquier catástrofe al molde narcótico de la rutina, optó por andar dando empellones de trascendencia y minando de causas y de cataclismos el curso del tiempo, hasta convertir la existencia colectiva en una reincidente tragedia.

Un amuleto que proteja contra los quehaceres de redentores, guerreros, iluminados y revolucionarios está todavía por inventar. No lo tuvieron a mano los contemporáneos del pintor frustrado y conspirador de cervecería austríaco cuyo nombre, Adolf Hitler, rubrica una obra de destrucción incomparable. Su impronta en la historia universal se cuenta en 60 millones de cadáveres, entre civiles y militares que pagaron con la vida el precio de su visión enloquecida del mundo. Dentro de ésta, el capítulo del exterminio de gitanos y judíos tiene, en particular, el mérito dudoso de la originalidad.

Menos por el hecho mismo, asentado en la tradición, que por la acabada e inédita expresión que resuena en los tenebrosos nombres de Auschwitz, Treblinka o Dachau, iconos malditos de una debacle sin beneficiarios (como se había creído hasta que estallaran en fecha reciente una serie de escándalos, entre los que destaca el de los fondos durmientes de la banca suiza).

En efecto, bajo la enseña modosa y conformista de la neutralidad, Suiza ha escondido durante medio siglo una vergonzante relación con el nazismo y una innoble pero rentable actitud hacia sus víctimas. Tal como se ha revelado con estruendo de un par de años a esta parte, el secreto bancario—figura acuñada por una ley para proteger los depósitos de los judíos perseguidos en Europa antes que estallara la Segunda Guerra Mundial— sirvió para camuflar la alianza de la banca helvética con los jerarcas del Tercer Reich (que vertieron en sus cofres "seis millardos de dólares en barras y monedas de oro, así como 800 millones en joyas, valores y obras de arte", según escribe Jacqueline Goldberg en esta edición de Exceso) y, medrando a sus costillas, escamotear a los sobrevivientes del Holocausto el derecho a heredar de quienes habían ingenuamente confiado a las instituciones financieras de la patria de Guillermo Tell escasos ahorros o significativas fortunas. El implacable proceso en curso liderado por

Edgar Bronfman, en calidad de presidente del Congreso Mundial Judío, no alcanzará a reparar ni a hacer justicia. Es demasiado tarde. En cambio, una miserable alforja de vergüenza, cuando se exhiba minuciosa y exactamente cuantificada, habrá de mal pagar la soñolienta pero infame deuda.

Una Perdiz, por favor...

Para los conocedores

...Por su calidad y suavidad, The Famous Grouse, el Whisky de mayor venta en Escocia.

El consumo en exceso es nocivo para la salud.

Inventarío NOTAS

ILFUTICIUILOS

6 Punto E Velada maña

High-8 A la rica marihuana...

11_0 A todo trapo Breviario de pasarela

IL Descosidos

Hacer la América Alumbrada por la movida madrileña, Sara Sanders, de tan cálido talante, no es lo que parece. Hija de un afroamericano y una inglesa, de abuela cherokee, la magia del cine le otorga la nacionalidad venezolana sin desvanecerle las zetas 30 Cabeza fría Disipados con el tiempo los calores ideológicos que lo sofocaran en los años mozos, Teodoro Petkoff se refresca apurando un cáliz demorado largamente: el agrio cocktail del poder circunstancial y el compromiso histórico. A un año del ascenso, un vistazo a su pasado

Flashs a quemarropa

Escritora que se mira al espejo

Cyberia Noticiero virtual

Marta Canelón de Henríquez aborda en una segunda incursión editorial el riesgoso género de la autobiografía para reflejar algo más que otra cara bonita

Sexto sentido

44 El oro del Shoah Más de 50 años de hibernación llevan no pocas cuentas cifradas que entrañan el peculio de cientos de víctimas de los campos de exterminio nazis. Entre los herederos no faltan quienes quieren olvidar el horror, mientras otros se empeñan en conmover la fría neutralidad suiza

El radar de los placeres de la carne y el espíritu

20 De costa a costa Lentejuelas bajo la lupa 22 Runrún /tato

sotto vote

56 Golosario La brújula del paladar

56 La sartén por el mango Cathay: el mundo en un plato

57 Mapa del quehacer Restaurantes, cafés, locales nocturnos 65 Tierra de juego Los dardos de la redacción COIVIE IFt'T I 111/I E PITOS

711 Horóscopo Sideral HUMOR

SO Los cerebros de Sergio Sergio Ruiz y su trazo a torcer

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50 El ojo del amo La crisis no sólo estimula la capacidad de supervivencia de los más necesitados. El ramo de la gastronomía y el entretenimiento nocturno es una veta que los muchachos de la alta burguesía han decidido explotar sin los remilgos clasistas de antaño.

Cual portugueses, no tienen empacho en pasar la velada tras la máquina registradora C01-0 PC/

70 Bolívar en el boulevard Póstumo verá la luz un escrito inédito de Francisco Herrera Luque en el que ensaya el recurso del diálogo para recrear un Bolívar cálido y familiar, dispuesto a dar un paseo por Sabana Grande como cualquier mortal, entre la íntima escolta del autor y del novelista Miguel Otero Silva, y sus respectivas esposas

La llama del deséo Perder y adquirir ideas, cambiarlas y mezclarlas es la marca de este rápido fin de siglo. Por eso, resurge de las cenizas la costumbre de invocar fuerzas ocultas mediante el uso de velas. Incorporarse a la moda e influir en el mundo mediante una llama encendida —representación de vida y alma— sobre un cilindro de cera es, de acuerdo con los iniciados, desarrollar el espíritu y conseguir una positiva transformación psicológica.

Para lograr el resultado requerido es menester alcanzar una conciencia clara y absoluta concentración en los objetivos perseguidos. Al igual, hay que considerar la manera correcta de encender la vela; determinar ante las fuerzas ocultas la identidad del realizador del deseo y escoger con sumo cuidado el día, la hora, el planeta, el signo astrológico, el Arcángel y su sello, aparte del color de la vela acorde con la necesidad.

No se debe olvidar que cuando la petición se realiza a nombre de otra persona resulta indispensable contar con su autorización, y sólo se puede recurrir a estos actos en caso de necesidad extrema.

En las experiencias, la vela, como soporte, representa el conocimiento, la puerta hacia la luz. Un factor fundamental es la oración a pronunciar; es decir, el pensamiento que, interpretado por la voz —firme, concentrada y sublime—, ha de formular el deseo. En este sentido, el fuego como energía potenciadora debe conjugarse con la manifestación sonora para que el problema pueda transformarse de negativo en positivo.

Respecto al uso de los colores y su adecuación a los objetivos, se recordará que el blanco refleja pureza; el rojo, salud y amor sexual; el verde, fertilidad y suerte; el amarillo, atracción y confianza; el rosa, amor y moralidad; el negro, maldad; el púrpura, ambición y poder; el gris, cancelación, y el amarillo verdoso, enfermedad y celos.

De deseos y colores aún no se ha dicho todo, pero podría valer la pena el intento —incluso en el marco del catolicismo. La precaución entonces sólo quedaría en cuidar el límite para que, de adecuar el mundo a nuestro antojo, no acabemos inmolándolo en las llamas de los deseos incumplidos.

—CG

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del trópico. Complaciendo caprichos en sus exclusivas tiendas.

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ideologías y servir de fachada a oscuras causas que nada tienen que ver con la compasión hacia los enfermos. Más de uno ha visto en las potencialidades curativas de la cannabis un señuelo para sumar incautos y, al respecto, una tal proposición 215 favorable a la

legalización permanece bajo la mira de no pocos recelosos padres de familia angustiados ante la posibilidad de que sus niños menores puedan apelar a la ley en caso de ser reprendidos por fumar yerba en las narices de sus progenitores. "No soy fan de la Food and Drug Administration", deja saber uno de estos ciudadanos, "pero, en todos los años en que la FDA ha estado actuando, no ha encontrado demasiadas razones para legalizar la yerba. Si la yerba es sólo una medicina, ¿por qué entonces se le va a dar un tratamiento distinto de las demás? (...) La Sociedad Americana de Cáncer considera que el fumar yerba puede ser una mayor causa de cáncer que el tabaco. No se trata de medicina, entonces. El ingrediente activo de la marihuna se encuentra en una droga de prescripción médica llamada Marinol. Los niños podrían fumar yerba,

también. La proposición 215 no pone límite de edad.

Lo que tenga validez para universitarios la tendrá para estudiantes de primaria".

Las razones que movían a Samper en los albores de la década pasada están lejos de la discusión que ocupa a los estadounidenses. Sus argumentos, que en algo coinciden con los de un grupo de intelectuales cuyo pivote es García Márquez, iban en otra dirección: para los colombianos, la guerra contra las drogas no sólo amenaza la paz de sus hogares; es la gran excusa del Tío Sam para mantenerles la bota en el cogote en la era posguerra fría. Con la droga legalizada perdería una posibilidad de injerencia tan servida en bandeja.

Es obvio que, más allá de que sus vinculaciones con los capos se comprueben o no, el Presidente liberal estaba anatematizado desde hacía mucho: "...en poco tiempo", escribía el joven Samper sin imaginar el desenlace presente, "el único vestigio de esta discusión serán los cigarrillos Marlboro de marihuana que estaremos importando, por millones, dentro de pocos años; por qué no, si hemos estado importando toda clase de sustancias nocivas, el agente naranja, las drogas que producen alteraciones genéticas, los pesticidas que dañan el equilibrio ecológico, por qué no pensar, dentro de unos años, en importar otra más, la marihuana. Al fin de cuentas, todo parece indicar que si la marihuana viene de allá no es tan nociva como si va de acá".

Recientemente, la televisión nos dejaba ver a un Ernesto Samper lamentando las iniciativas legalizantes en Estados Unidos. Todo parece indicar que los del Norte le están haciendo tragar las palabras dichas hace tanto tiempo. 1A

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Roberto Colmenares Asistimos a una de las uniones más provechosas del espectáculo: el affair fash ion-

Hollywood. Cada vez

más se apoya la una en el otro, y es casi imposible concebir una presentación exitosa si no está el actor top.

En los anuncios de los grandes de la moda, en vez de modelos, figuran Bruce Willis, Sharon Stone, Sylvester Stallone o Madonna, émulos de la tradición que sentaran Liz Taylor, Sofía Loren y Brooke Shields. Práctica indigna para quienes consideran a los hollywoodenses títeres de los diseñadores que casi los obligan a usar ciertas prendas, es vista con beneplácito por los asesores de imagen de las firmas, que reciben importantes sumas cuando logran que tal actor pose junto al líder del desfile.

Por su parte, los managers de los artistas se conforman cuando sus pupilos lucen regias galas, aunque éstas sean prestadas...

La novedosa estética que se ha ido colando subrepticiamente en los gustos varoniles echa por

tierra todo rastro de vellos que atente contra el aspecto lampiño y adónico que antes sólo correspondía a modelos, actores pornográficos y algunos deportistas. Sin temor al oprobio de

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asistir a una sesión depilatoria que brinde a brazos, torsos y piernas la tersura de una escultura helénica, profesionales de toda índole comparten las salas de espera de los establecimientos especializados con exquisitas damas que en nada reprueban la nueva costumbre masculina. Lo que empezó por eliminar periódicamente el entrecejo para dar mayor limpieza al rostro se ha tornado un furor que, lejos de etiquetas sexuales, otorga más cuerpo al narcisismo y la egolatría de fines de centuria.

corrosivas opiniones que recibiera el etéreo trabajo de su coterráneo Galliano en Givenchy. Con su primera colección para la firma francesa cumplió la promesa de devolverle a ésta el otrora aire triunfal, al cual sólo le falta consolidarse en altos volúmenes de venta.

Gracias al afán y empeño ingleses, otro en fant terrible de

la moda británica arriba a una casa parisina. Con sólo 27 años, Alexander McQueen, cuyas creaciones femeninas le han reportado inusitada celebridad, ha logrado convertirse en jefe creativo de Givenchy. El joven ha pregonado que no le intimida para nada la gente de la alta costura gala, haciendo referencia a las La marca que deja el trufe de baño masculino tras un dice de sol se ha transformado en

el principal motivo para afianzar la dimensión sugerida en las últimas temporadas: más alto en la cintura y más bajo en las piernas. "Para nuestro cliente, la marca del bañador es sexy. Por ello proponemos uno de mayor tamaño para que el área no bronceada sea más notable". La explicación de Rocco Barrocco también se aplica para Mediterránea,

Levy, Tullio di Lorenzo y Versace, quien, contrario a su ánimo extremista, prefiere el término medio en los modelos playeros. Cuando no basta el sol para lograr la marca de ma-

D E 5 rras, surgen los autobronceadores —Fahrenheit y Basala de Shiseido, los de mayor fama— que crean también el ansiado duotono dérmico.

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Karl Lagerfeld sigue dando razones a Robert Altman, quien lo caricaturizó en Prét-á-porter como un dise-

ñador histérico y timador de ideas. El alemán que marca la pauta en Chanel birló a la musa inspiradora de Galliano, Amanda Harlech, y la ha convertido en su colaboradora directa, buscando, quizá, refrescar sus colecciones que últimamente se muestran como un innovador collage de propuestas ajenas. Es posible que a Karl se le escape la creatividad al pensar en el vencimiento de su contrato con Chloé...

Las topa consagradas no aceptan desfilar delante ni detrás de Amber Valletta, la nueva

reina de las pasarelas y las portadas de revistas que ha logrado desplazar a Claudia Schiffer, Nadja Auermann y Linda Evangelista. Sin embargo, los expertos le auguran un efímero reinado: es la típica chica Ford, de belleza fría y clásica, con un carácter áspero que se debilita ante la embestida de Shalom, Laeticia Casta, Carolyn Murphy y Valeria Mazza.

Cuando en más de 20 desfiles una determinada pieza, largo o color es constante, se puede decir que estamos

ante una nueva tendencia. Y eso es lo que ha pasado con el corte asimétrico que casi dominó la escena de las presentaciones femeninas primavera/verano 1997. En otras oportunidades se ha insinuado el uso de prendas que brindan un look de fingida desestructura; pero en esta oportunidad se trata de una corriente que desnuda hasta el cansancio un hombro —Max Mara, Cavalli, Sportmax, Blumarine, Gucci, Krizia—, juega a estampados de aparente desequilibrio —Biagiotti, Callagahn, Fendi— o remata los vestidos en bordes cortos y largos a la vez —Bikkembergs, Valentino, Versus. L

"Lo racional y lo irracional, lo positivo y lo negativo, lo masculino y lo femenino, la cara y el sello de la moneda, complementariamente opuestos". Así reza la nueva campaña de Moschino fotografiada por Ruven Afanador, donde se muestran los extremos como ofrecimiento de la temporada. De esta manera los creativos de Moschino mantienen la línea sentada por quien ya no está entre los vivos, a fin de que la marca siga siendo un grito ante lo aburrido y convencional de las propuestas que no fabulan ni simulan.

Donna Karan está más cerca del vulgo. Jeans con las iniciales DKNY atiborran los principales mercados del mundo, donde, además de los originales, es posible encontrar dos o tres falsificaciones distintas. La diseñadora, al parecer aupada por su esposo, otorgó una licencia a Designer Holdings Inc., los mismos que compraron Calvin Klein Jeanswear, para que fabriquen y comercialicen los pantalones con su nombre. A Karan parece no preocuparle que sus iniciales estén hasta en los tarantines del Tercer Mundo. Total, un jean lo hace cualquiera.

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b e Froilán Fernández

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Un candor oriental ilumina

sus 16 años. Ella canta, baila, ha-

bla infinidad de lenguajes, concede entrevistas comentando sus últimas canciones y, lo más peculiar, no existe. Kyoko Date es la creación de HoriPro, una agencia japonesa de talentos artísticos. Fue elaborada uniendo 40 mil polígonos, posee un rostro que tomó el trabajo de diez artistas gráficos, y las imágenes generadas por computadora se confunden fácilmente con las de una modelo real. Están en preparación varios video-clips de la flamante estrella, junto a algunas cuñas publicitarias, debido a su enorme éxito en la cartelera musical nipona. La Lolita digital será exportada con facilidad, pues puede cantar a la perfección —o doblar, más bien— en cualquier idioma y ser adaptada a las particularidades de cada mercado. La página oficial de Kyoko está en http:// www.dhw.co.jp/horipro/talent/ DK96/index-e.html 0 Un artista del mundo real, David Bowie, fue el primero en estrenar un single (Telling Lies) en los predios de la WWW, pero reconoce, en unas declaraciones a la revista The Web, los peligros de colocar los archivos de música digital en Internet, pues pueden ser copiados con calidad de disco compacto. Bowie visita con frecuencia las numerosas páginas que se han elaborado acerca de su figura —www.davidbowie.com es la

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oficial— y opina que la retroalimentación que recibe de sus fans es más valiosa que el trabajo de los críticos.

Mientras sostenía una conversación en vivo en la red, con ocasión del lanzamiento de su single, dos internautas aparecieron en el foro —literalmente, telling lies— asegurando ser David Bowie. El artista lo tomó con humor y solicitó al final un voto de la audiencia sobre quién era el verdadero. Quedó tercero 0 Las obras del famoso muralista Diego Rivera pueden ser vistas en

línea en www.diegorivera.com , el primer museo virtual dedicado por completo al artista. El museo fue creado por Rafael Rivera —ninguna relación con el pintor— y consta de

dos salas: la consagrada a los murales y otra dedicada a las pinturas de caballete. Se incluye una completa biografía, películas de Rivera trabajando y fragmentos de la publicación Mexican Folkways relacionados con el más famoso artista mexicano de este siglo n Dos tipos de rostros ayudan a vender un filme: las caras lindas y las horren-

das. Los maestros del horror Boris Karloff, Bela Lugosi y Lon Chaney aparecen ) entre muchos otrosí vn 1A versión electrónica de la revista Famous Monsters of Filmland —www. ktb.net/-fmof/—, donde el aficionado a esta particular filmografía

podrá encontrar viejos afiches, fotos, comentarios sobre las películas y la posibilidad de interactuar con

respecto a estos temas

n Desde Só-

crates hasta nuestros días, la

base de datos denominada File Room recoge los casos más notables de censura de la historia, incluyendo los grupos y foros de Internet prohibidos o censurados en algunos países. Marge Simpson, la responsable de este sitio contra la intolerancia —http://fileroom.aaup.uic.edu/ fileroom.html—, tiene la suerte de no haber vivido en Ginebra a mediados del siglo XVI. Hubiese sido quemada por los calvinistas O Es bien conocido el fervor religioso de los usuarios de Macintosh, que

provocó los ácidos comentarios del escritor Umberto Eco en su columna La Bustina di Minerva del semanario L'Espresso. "Estoy firmemente convencido de que el Macintosh es católico y que el DOS es protestante. De hecho, el Mac es contrarreformista y ha sido influenciado por el ratio studiorum de los Jesuitas; es alegre, conciliatorio, y dice a los fieles cómo deben proceder, paso por paso, para alcanzar —si no el Reino de los Cielos— el momento en que su documento es impreso", dice Eco. Unos estudiantes finlandeses construyeron un sitio con la mayor recopilación de herramientas para los seguidores del producto estandarte de Apple y le llaman, sin sorpresas para nadie, El culto del Macintosh: www.gulf.net/-stone/mac/.

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Estética funcional Las manos se deslizan por la humedad del barro al tempo del torno giratorio y dan a luz vajillas enteras o juegos de té y de café para el uso cotidiano. Es ésta una artesanía utilitaria que se debate entre lo rústico y lo artístico, expresado en piezas revestidas con barnices transparentes u opacos y capas ferrosas no vitrifica bles que impermeabilizan la arcilla,

Cuatro elementos

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o en un gres transmutado en soles, lunas o eclipses. Otra variedad son los botellones con hojas y flores en pequeños relieves. Cualquier encargo sólo tiene que llamar a Alicia de Galarraga. También, si lo desea, puede internarse en el aprendizaje de este arte. El límite para crear será su imaginación.

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Soles y lunas en múltiples colores encarnan en el vidrio fundido y en las bases de hierro forjado de magnífica elaboración. Del mar

Rodríguez logra reunir los tres elementos a través del cuarto, el fuego. Volúmenes y curvas quedan atrapados en lo que podríamos llamar la nueva artesanía venezola-

IMV1P los peces y de la tierra surgen castillos, en divertidos juegos cromáticos que palpitan con vida propia. Así, el artista barquisimetano Arturo

na, más fina y cuidada. Egtag piezas se pueden conseguir en la tienda El Tinajero, Centro Lido, nivel Tamanaco, local T-16.

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resulta irresistible cuando se trata de las piezas exclusivas Vimont de la nueva colección, caracterizada por una figuración naturalista.

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internacional de softwares de red—, trae al mercado venezolano su producto IntranetWare for Small Business, un nuevo ambiente de red creado para los pequeños negocios que ofrece un menor costo, mayor rendimiento y fácil administración.

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La margarina Blue Band, reconocida por el contenido de seis vitaminas, ofrece la línea telefónica 800-Blue-B (800-2583-2) a disposición del consumidor, quien podrá saciar toda la curiosidad que tan recurrido alimento le suscite, amén de explayarse en comentarios acerca de la marca o de la nutrición familiar.

anB" Citibank y American Airlines presentaron en Venezuela la nueva tarjeta de crédito Citibank AAdvantage Master Card o Visa que acumula millas —por cualquier consumo en un establecimiento— para canjearlas por premios de viajes, alquiler de carros o estadía en hoteles.

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Reggae bis Debido al éxito en Venezuela de una primera recopilación, el sello EMI decidió lanzar al mercado en fecha reciente el disco Reggae & Sun, volumen II, que incluye una extensa selección de las bandas y canciones más populares de este pegajoso género

De colección Bajo el cielo del jazz nace un disco, ahora con el arte del saxofonista Rodolfo Reyes. Working Days es el nombre de la producción, surgida de un proyecto —ejemplo de trabajo en equipo— que reúne a excelentes instrumentistas como Andrés Carrasquero, Gerry Weil, Víctor Mestas, Andrés Briceño y Gerardo Chacón, entre otros. El talento

temas de autoría propia y versiona el famoso Only You, para complementarlo con otras canciones de Pérez Botija y García Alonso.

Con esta producción Iglesias intenta repetir el éxito de su anterior trabajo, que llegó a ocupar por seis meses la primera posición en las listas europeas y latinoamericanas.

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de Reyes fluye con tal naturalidad que, sin importar la tendencia de la música, la ejecución se manifiesta placentera, haciendo de este compacto —donde se conjuga una gran variedad de composiciones originales de Reyes y versiones de memorables temas de Nelson (Stolen moments) y Coltrane (Namia)— una pieza excepcional para la recopilación de los amantes del género.

Oro azteca

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Paulina Rubio se hace notar una vez más en las carteleras con Planeta Paulina, una producción que se ubica dentro del género pop

al gran éxito que tuvieron en Brasil sus anteriores canciones. Este compacto fue lanzado primero en Latinoamérica y posteriormente

que ha consolidado a la cantante mexicana. El disco será grabado también en portugués, debido

estará a disposición en el mercado internacional que ha conocido el influjo de la artista.

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0 AA

)4( NEW Carrstelkájan in 18 k gold and steel.

La elección de Cindy Crawford Cindy Crawford, probablemente la modelo más famosa de hoy, sabe cómo adecuar su imagen y elegancia a los estilos de los más prestigiosos diseñadores mundiales de la moda. Cualidad que ella encuentra también en su Omega, para las galas de noche y su vida diaria. " Trust your judgement, trust Omega"- Cindy Crawford

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OMEGA The sign of excellence

mánticas referidas a la historia de amor entre el hombre de acero y la sempiterna periodista, en medio de una atmósfera muy de vanguardia sintetizada por sirenas, arreglos electrónicos y elementos de jazz, rock y

funk • No todas las firmas de los famosos valen lo mismo. Una empresa neoyorquina vende la imagen autografiada —20 x 25 centímetros— de estrellas de la música y el cine, con garantía de autenticidad y pagaderas contra reembolso o con tarjeta de crédito. En el listado destacan como primeros en precios Paul McCartney (350 dólares), Julia Roberts (195), Harrison Ford y Jodie Foster (150), Mel Gibson (125), Demi Moore y Arnold Schwarzenegger (125) y Tom Cruise (110). Luego siguen Cindy Crawford y Tom Hancks (75), Sandra Bullock (65), Quentin Tarantino (60) y John Travolta (55), entre muchos otros * Shirley Mac Laine cree en la reencarnación

—lo ha dicho en múltiples relatos biográficos— y asegura estar viviendo hoy su existencia 144, luego de otras en las que ha sido monje budista, nómada mongol inmolado en el desierto, niño inca y soldado romano. Sin embargo, asegura que una de sus mejoSe ríe de los gatos res vidas transcurrió en la Atlántida. La actriz lleva más de 15 años sumergida en el esoterismo, ayudada por algún amigo médium que le concede exóticas revelaciones de ultratumba. IA

Carlos Fraga Tras probar variados destinos profesionales, aborda la Astrología con mentalidad de docente, comunicador social y actor. Coronado con un cabello demasiado blanco para 39 años de vida, atrae a personas que se disponen a esperar por sus servicios —un par de miles de nombres componen la lista que mueve a diez pacientes cada semana— y a consentir su orientación. Regente de la existencia actual, lo que comenzara como un hobby en la adolescencia se combina con terapias de renacimento para otorgarle un aura de psicólogo futurista. Además, se ufana de dominar el arte de escuchar, por lo que resulta un conjurador de soledades. Por pares, comparte sus preferencias.

El libro: El cuarteto de Alejandría de Laurence Durrel y Brida de Pablo Cohelo.

El disco: Bilingual de Pet Shop Boys y Esclava de tu piel de Azúcar Moreno.

El lugar de vacaciones: sin duda, París.

El sitio de encuentro: Little Rock Café y para comer, I1 Botticello.

La suscripción: ninguna.

—Patricia Rondón

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Porque sus necesidades de comunicación crecen, en Telcel hemos cumplido exitosamente el compromiso de ampliar contínuamente nuestra cobertura.

Y seguimos trabajando. Para cubrir nuevas metas y alcanzar cada vez más lugares. Para brindarle un mejor servicio.

Siempre.

Más allá de lo esperado...

Su a voz... sin límites

1

estión de piel

Sander$

La risa, signo inequívoco de humanidad, ha sido el blasón de su talento que, no obstante, la impele a manifestarse en una variedad de disciplinas ligadas al espectáculo, entre ellas, el cine, cuyo capítulo venezolano la acaba de sumar. Rara avis en su tierra, entre el escogido puñado que conforma el star system madrileño reluce como un producto de la movida; un nuevo ítem de exportación desde el Estado del bienestar hacia estas costas donde, de no abrir la boca, resulta tan autóctona como las frutas del trópico que la apasionan Sebastián de la Nuez

U

na noche cualquiera de hace un año o dos, en la pantalla del Canal Internacional de Televisión Española el cineasta venezolano Oscar Lucién estaba viendo el programa A las diez en casa. Es uno de esos espacios de participación que tocan algún tema de sobremesa como la violencia en la televisión o cómo escupir hacia arriba sin que lo salpique a uno.

Esa noche, abordando el tema del mestizaje y las migracioz nes, estaba, entre otras personas, una mujer de 29 años con aspecto caribeño y acento irrefutablemente castizo. Ante la para1 doja, Lucién le puso el objetivo de su cámara encima, más que 1o el ojo: la pensó y la rumió para coprotagonizar la película que por entonces, todavía, era una madeja de locaciones y diálogos _

sobre papel: La piel de América, en estos días ya en proceso de postproducción.

Un poco buscando el enganche con la Madre Patria, un poco porque necesitaba a alguien así y ella cuadraba a la perfección, bregó, buscó, localizó y convenció finalmente —aprovechando una estadía en España a propósito de un festival— a aquella aparición televisual que se llama en realidad Sara Sanders, de domicilio el Madrid de la movida. Sara es, en efecto, actriz. Es, por añadidura, un compuesto de razas encontradas: afroamericano de ascendencia cherokee con mujer inglesa de cuna lujosa.

Por eso estaba en aquel programa. Por eso y porque, además, su imagen vende. Remite a largas veladas de cuentachistes en uno

de los programas más exitosos de la televisión española durante los últimos años: No te rías que es peor. Allí hizo fama su impasibilidad a la hora de echar cuentos. Que llegó a sabérselos todos y uno más: aquel que contó en Esto es espectáculo, uno de los programas con los que, de estación en estación —la programación en España varía con el clima—, TVE obsequia a su teleaudiencia global. Presentada por el primo más listo de Antonio, Manuel Banderas, y una Bárbara Rey desmesurada, Sara apareció y contó el de la diferencia entre teóricamente y prácticamente. El Jaimito de la casa viene a preguntarle tal diferencia a su papá, y éste le dice: "Es muy fácil, ya verás". Y llama a su mujer. "A ver, Pantufla, si a ti un señor viene y te ofrece un millón de pesetas por acostarte con él, ¿lo harías?". "Hombre, si es un millón de pesetas... pues, sí. Pero el dinero para la casa, ¿eh?". A continuación el padre llama a la hermana de Jaimito. "A ver, Eulalia, si viene un tío y te ofrece un millón de pesetas por acostarte con él, ¿te lo pensarías?". "Pues, mira, papá, por un millón... bueno, pero eso sí, el dinero para la casa".

"Ahí lo tienes, Jaimito", concluye el padre: "Teóricamente tenemos dos millones de pesetas en casa, pero prácticamente lo que tenemos es un par de putas".

Más de cien programas hizo Sara contando chistes en No te rías que es peor. Ha actuado, además, en comedias seriadas, y en espectáculos en vivo. Es pintora, como su hermano que vive en Andorra; tiene siete películas españolas en su currículum y ahora agregará una venezolana; canta, modela y narra, pero no es novia del padrino de ningún equipo.

Su mejor amiga, eso sí, es la mujer del bailarín Joaquín Cortés, un verdadero ídolo, una constante del revisterío del corazón. La amiga anda de cabeza por estos días, pues la prensa le achaca un nuevo idilio a Joaquín: Naomi Campbell —como diría el lugar común, la modelo de ébano.

vive sola en un ático, por el que paga más de cien mil pesetas más de 400 mil bolívares— y se toma la vida con humor, sin muchas pretensiones.

Por cierto, el humor en España ha alcanzado cotas exageradamente iconoclastas en los últimos años, sobre todo después que gente como la de Martes y Trece o Cruz y Raya —parejas de bufones verdaderamente geniales— ha irrumpido en la televisión desbaratando atávicos cartabones de la moral y las buenas costumbres; echando al degredo, de paso y mediante un florido arsenal de recursos histriónicos y de los otros, a los medios de comunicación y a los políticos, no necesariamente en ese or-

—

8

u estadía en Caracas ha significado una primera incursión en Latinoamérica.

Aunque cualquiera la confundiría con una genuina representante de algún pueblo de la costa barloventeña, sus tics y sus apetencias son los de una española de los noventa, un poco conformista pero sobre todo avispada. Besa en ambos cachetes al saludar y 1

1

alucina con los jugos de frutas tropicales, en especial el de mango. Suele comprar por setecientos pesetas, en el automercado de El 8 Corte Inglés, algún preciado ejemplar en tem- g porada, cuando lo encuentra. Por más señas 26

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Armada de versátil talento

Indhlra Serrano, una hija de película

den. Ha sido un boom signado por la creatividad de unos individuos que crecieron leyendo La codorniz y viendo a Tip y Coll, ancestros inmediatos.

Pero hay otros. Hay quienes sólo cuentan chistes —verdaderos maestros de la palabra rápida y eficaz— y los que hacen comedias en capítulos y cobran millonadas por ello, en pesetas y en puntos de audienHa actuado en cia. El menor de la dinastía que en Venezuela se conoció comedias seriadas —en los años sesenta— como y espectáculos Gaby, Fofó y Miliki es un en vivo. Es pintora, buen ejemplo de ello. Otro: los guiones de Pepe y Pepa, tiene siete películas españolas que relatan los enredos de una familia clase media con dos en su currículum hijas adolescentes en plena y ahora agregará erupción vital y sexual. El fenónemo no es exclusivo de una venezolana Televisión Española. Antena 3 y TeleCinco también han contribuido. Algunos de los artistas así popularizados han saltado al cine. Es imposible soslayar a Gila, aunque éste ya venía de la era franquista acumulando éxitos. En fin: es muy difícil agotar la lista de posibilidades y elementos que la vena de los humores española ha producido en los últimos años. Baste consignar que la revista semanal de El País, al compendiar los 25 personajes más importantes en la escena informativa durante 1996, colocó a Los Guiñoles entre ellos: muñecos de látex que todos los días a las seis de la tarde, caricaturizando a los personajes noticiosos,

aparecen en uno de los programas de mayor audiencia: Lo más plus, dirigido por quien se ganó la última edición del premio Planeta de novela, Fernando Schwartz, junto al también periodista Máximo Pradera. Esto es en la televisión por cable, a esa hora en señal abierta.

Tal, el ambiente en que se ha consagrado Sara Sanders, tan despegada, al menos en apariencia, de los fastos propios de la farándula. Lo de ella es el bonche puro y simple. Con respecto a su carrera profesional, muestra una actitud algo desaprensiva: parece llamarle la atención el humor, es cierto, pero no mucho más que eso. Eso sí, ama a Millán (el de Martes y Trece) y adora a Pedro Reyes, otro artista del humor de las nuevas generaciones con sesgo poético: es el que inventa historias que la conmueven, además de hacerla reír, como la del niño que le insistió a su padre que le comprara todos los globos. "El niño logra que el padre le compre todos los globos y empieza a subir, a subir y a subir; se va meando en las palomas; y luego llega adonde San Pedro y le saluda... y de repente se le pinchan los globos y empieza a caer, a caer, a caer, y le dice adiós a San Pedro, a las palomitas, a las nubecitas... Y caigo, caigo y caigo... y por eso llegué tarde a clase, señorita".

Con él haría otro programa, como la serie de 20 capítulos que realizaron -juntos hace un año. Lo que nunca volvería a hacer es contar chistes. Ya la tenía harta la gente, contándole de cien maneras diferentes chistes que ya conocía: en el taxi, en la peluquería, en todas partes.

En cuanto a la gran pantalla, no parece molestarle la actuación. Pero lo que desea en realidad, por lo visto, es cantar. Hasta hace poco estuvo enamorada de un guitarrista y compositor llamado RiMadrid y Londres, flema y salero cardo Marín. "Te acordarás ABRIL 1997 EXCESO

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de mí. Va a dar mucho que hablar", dice todavía, quizás infatuada.

Este novio, las circunstancias, los desvelos en la noche: todo la hace pensar que terminará grabando discos, más allá del humor, más acá de la actuación. e ha pasado, a tan tierna edad, de todo en esta vida, en especial a propósito de su sangre mezclada. Como cuando se perdió en un gigantesco almacén de El Corte Inglés, siendo niña, y solicitó ayuda. Todos los empleados se dispusieron a buscar a su mamá, pero los solícitos dependientes no acertaban a ubicarla porque no se imaginaban que aquella niña tan mulata tuviera por madre a una señora rubia de ojos verdes.

Sus padres se conocieron en la escuela de arte Saint Marteen, en Atlanta. Por amor, y por llevarle la contraria a las convenciones, se casaron y comenzaron a tener problemas —casi al unísono— en la tierra de La cabaña del Tío Tom. Eran artistas —él, pintor; ella, escultora—, pero tuvieron que marcharse con su arte a otra parte. A Inglaterra, exactamente. Allí, sin embargo, tampoco les fue bien. Así que decidieron buscar un sitio un poco más cálido. El padre había conocido Portugal durante la guerra de Corea, de modo que hacia allá marcharon. Por el trayecto, recorrido en coche, toparon con un pueblo que queda justo entre Zaragoza y Madrid, llamado Medinaceli, nombre adoptado de una familia de la aristocracia castellana con siglos y siglos de sangre corriendo entre la península y América. En ese lugar —donde hoy los bosques se visten de espino— hay un arco romano único en el mundo. Por su historia árabe, por sus 180 habitantes que no pretendían fastidiarle la vida al prójimo, la pareja decidió quedarse. Reconstruyeron una gran casa con los dólares frescos que traían en las alforjas y montaron una galería de arte donde vendían al pasante ya un cuadro de él, ya una escultura de ella. Y cinturones, medallones

In

o acuarelas hechos por ambos.

Según cuenta Sara, sus padres acabaron divorciándose en los ochenta por que él era, y sigue siendo, un mujeriego 28

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empedernido. A los 74 años, al parecer, conserva tres novias a quienes atiende por turno. Pero como entre las buenas gentes de Medinaceli no era concebible el divorcio, no pasó mucho tiempo desde que el padre abandonara el hogar hasta que el resto de la familia emigrara a Madrid. De allí, Sara viajó a Londres a completar el bachillerato. En idioma inglés se dio cuenta de que la asignatura que mejor llevaba era arte dramático. Su interés por el resto fue escaso, pues en verdad, a sus 15 años bien desarrollados, lo que quería era casarse, concebir una docena de hijos y punto. Todavía hay ramalazos de ese croquis vital, a pesar de que el destino se ha encargado de apartarla del sendero que la emparenta con Susanita: "Me encanta limpiar, cocinar y cuidar".

Odió Inglaterra, con sus niñitas de alcurnia que usaban trenzas y suéteres de casimir en aquel colegio tan pijo —"sifrino, dicen ustedes aquí"— y donde se encontró por primera vez de frente con una realidad: ella es de un color diferente. Así se lo hicieron notar sus compañeras de internado.

A

1 regresar a España hizo un secretariado bilingüe, y estudios sobre decoración. Por aquellos días, dos amigas la convencieron de hacer modelaje.

No se le dio del todo, no le gustaba, y lo combinó con

1 1

Gabriel Blanco le hizo más de una escena

E

Rodando

una chamba como secretaria en un bufete de abogados peruanos. Un poco más tarde, a los 18, se fue a Estados Unidos, sólo por probar suerte, a trabajar de modelo. Le ocurrió un hecho un tanto doloroso —un asalto— en Atlanta y regresó a Madrid.

De nuevo en casa comenzó a dar tumbos de un lado a otro, pero su vena musical se le iba despertando: formó un grupo que se llamaba Entrega Inmediata. Hoy en día, más que actriz a lo Victoria Abril, lo que quiere es ser cantante.

Un día, Jaime Chavarri le ofreció un papel en una película: Yo soy el que tú buscas.

Para entender la importancia A sus 15 años de ese hito en la historia perbien desarrollados sonal de Sara es necesario relo que quería era cordar que el hombre es el mismo autor de Las bicicletas casarse, concebir son para el verano, un clásico una docena del cine español de los años de hijos y punto. ochenta. A Chavarri lo conoció en un lugar llamado El Todavía hay Café, adonde acudía, puntual, ramalazos de ese cada miércoles. No era conscroquis vital ciente de ello, pero la movida intelectual madrileña pasaba en buena parte por allí, y fue donde llamó la atención del director, quizás mientras contaba uno de sus chistes. Más tarde fue con un amigo a ver un concierto de Aute, el cantautor que ha tenido una carrera paralela a la de Serrat, aunque a menor escala. La llevó su amigo Antonio Gasset-Dubois, director y presentador de Días de cine, otro programa de Televisión Española. Le presentó a Martínez Lázaro —director, escritor, noctámbulo, intelectual de vieja data— y a Cristina Huete. Cristina es la mujer de Fernando Trueba, el mismo que se ganó un Oscar a la mejor película extran-

jera por Belle Epoque hace tres años.

Fue el empujón necesario, porque enseguida le hicieron una prueba para La mujer infiel, un episodio dirigido por José Luis García Sánchez, de una serie de películas dedicada a la mujer, producida por Fernando Trueba.

Desde entonces entró en el selecto círculo de los grandes de la farándula, lo que garantizó su persecución por los paparazzi de la revista Interviú, hasta que la pescaron en topless mientras tomaba el sol junto a su madre, en una playa. Le dijeron que, o bien publicaban esas fotos, o bien se tomaba otras al día siguiente por las cuales le pagarían una buena pasta.

Hizo lo segundo, ayudada con un pareo o gran pañuelo playero que aparentemente cae. Opina que la sesión quedó bien. Algo para recordar y comparar cuando tenga más de 40. En ese ajetreo farandulero conoció a Catherine Fullop y a Ivonne Reyes, dos venezolanas preñadas del relampagueo de flashes. Sobre todo Ivonne, que se ha consolidado. "Esa sí que está forrada", comenta Sara.

Y fue en ese trajín cuando estuvo de jurado en un certamen de peluquería al que se presentó una incipiente Rosy De Palma, muy oronda. Para quien no conozca la De Palma: es una chica extraordinariamente fea, actriz de connotaciones posmo y cantante. Se ha convertido en una chica Almodóvar tras sus buenas actuaciones en Mujeres al borde de un ataque de nervios, AtaRosy de Palma, ¡qué morro! me, Kika y La flor de mi secreto. Se caracteriza por andar siempre pegada a su nariz, notoriamente partida. Parece un cuadro de Picasso venido a menos.

Sara pensó, al verla, porque además aún no había pasado por sus pómulos y sus ojos la acción benefactora del bisturí: "Esta sí tiene morro".

Desde entonces hacia acá mucha agua ha corrido por el Guadalquivir. Ambas han recorrido destinos diferentes, pero Sara nunca olvidará la tarde en que entendió aquello de "érase una vez un hombre a una nariz pegado". Ahora, esta mujer que vio alelada cada tarde, al igual que tres cuartos de España, los amores de Jeanette Rodríguez y Carlos Mata en Cristal, quizás sea contratada por RCTV para una telenovela.

Y es que la integración iberoamericana tiene muchos rostros, qué se le va a hacer.

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"dorada, por tanta playa"—, se aprestaría acto seguido y sin más dilaciones —he aquí a un hombre de acción— a recibir a la familia que llegaba en pleno a la clínica La Floresta para saludarlo.

Un chistoso, viendo el gentío y recordando quizá a la numerosa prole de Lorenzo Fernández, soltaría socarrón que aquella fecunda estampa tenía más bien cierto tufillo copeyano; aunque, claro, "los copeyanos tienen tantos hijos pero con una sola mujer".

A la hora de visitas, entran juntas las hijas de la primera esposa, Aurora Martínez: la dulce y femenina Raina, socióloga, e Irene Pecosa, enérgica como el padre y profesional egresada summa cum laude —de raza le viene al galgo— en Biología; los vástagos de Beatriz Rivera, Teodoro, de la vapuleada tripulación de Viasa, y Beatriz —ahora de 34 y 36, pero chiquillos de apenas cuatro y seis cuando, como registran los periódicos de 1967, fueron desconsiderada e ilógicamente interrogados por la policía en uno de los tantos allanamientos inútiles perpetrados en pos del Houdini que se les había escapado del cuartel San Carlos—; Teodora, la odontóloga de origen búlgaro, radicada en Venezuela desde hace seis años, casada con un criollo y seguramente la que más retrata los rasgos del progenitor; y Daniel, uno de los dos retoños de Mariuska Rivas; la menor, la preciosa Alejandra, está por ahora radicada en Brasil donde,

a la parentela, el calenturiento paréntesis de extravío guerrillero en las montañas falconianas junto a Douglas Bravo, mientras Martínez aguardaba por el héroe. O quizá repasar en la memoria la siguiente boda, con Rivera —en 1959— y, vía flash back, reconstruir aquel 24 de diciembre cuando, luego de dos meses de ausencia, ya comprometido en la lucha urbana —ergo, clandestino—, un camarada hizo posible el encuentro entre ella y él en una casa ubicada en las inmediaciones de Oripoto. Teodoro, de talante apasionado, qué duda cabe, habría preferido esta vez, sin embargo, antes de entregarse a las dulzuras del amor, compartir con su compañera los recovecos sintácticos de un discurso en cocción —profesor Pedro Duno dixit— por lo que el encuentro terminaría abrupta y peligrosamente: una salida intempestiva de la concha cambiaba todas las serias. O tal vez rememoraría los tiempos eufóricos —si acaso éstos no lo son— de su primera campaña electoral como candidato a la Presidencia al lado de Mariuska Rivas, animada entonces a tomar la carrera de Arte y por quien —cual Pablo Neruda en casa de Matilde Urrutia— entra en trance romántico y accede a la tentación de la proximidad bajo el techo del que lo había protegido años antes, el marido de ella, Fernando Báez Duarte. O a lo mejor pudo atravesar el cortinaje de su cabello anárquico y abundoso el

Del sí podemos de Teodorakis al Teodoro del poder

con sus espigados 19, le auguran una exitosa carrera de modelo. Para anexarse al cuadro entran zumbando los nietos, que son nueve. Y, salvo por un par de excepciones, sus ex mujeres.

"Se lleva estupendamente bien con todas, y todas se conocen y tratan entre sí", se asombra una observadora cercana del convaleciente. "Será inteligencia, exceso de civilización o seducción, o todo eso a la vez, pero lo cierto es que este Robert Redford de izquierda provoca afectos incondicionales y no sólo entre las mujeres, que parecen quedar gravitando en una especie de órbita de miel, sino, incluso, de parte de los hijos que sus ex hayan tenido antes o después, tal y como si fueran suyos".

De reposo, el guerrero podría acaso recordar, al ver reunida

recuerdo del rostro reilón de Lilian Rojas, resteada de abolengo quien en una oportunidad lo definió convencida ante sus amigas de target como un hombre fácil de querer, "porque te sabe oír, se da sin reservas y se hace eco de tus sueños, te anima y te apoya como mujer; no es nada machista". O evocaría —¿sería factible?— el pasado reciente vivido junto a

Mariuska Rivas, por quien —cual Pablo Neruda en casa de Matilde Urrutia— entra en trance romántico bajo el techo del que lo había protegido años antes

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Dalita Navarro, escultora de cepa guajira, templada y buenamoza, recientemente encargada de la agregaduría cultural de Venezuela en Bogotá y quien, en toque técnico por Caracas, se evadiría por el celular con un piropo: "De él sólo te digo que este país se lo ha perdido: es un hombre maravilloso". Desde los albores de los noventa y hasta hace poco constituían una pareja de presencia sólida; hasta se dejaban ver juntos en fiestas de copete, cosa que —salvo cuando hay música para bailar, una debilidad del hombre— no es precisamente la actividad que más lo entusiasma.

Pero no. No es posible. Hay consenso entre sus allegados —Moisés Moleiro, el primero— en que Teodoro Petkoff no es, para nada, un militante de la nostalgia; por el contrario, "es un visionario. En eso también se diferencia de la mayoría de los izquierdistas que viven anclados en el pasado, idealizando viejas proezas y amargados por lo que querían hacer y no hicieron.

Teodoro es un hombre actualizado, absolutamente vigente, incluso repotenciado". Así, pues, que más bien este capricornio "tan familiar", consecuente sobrino de la tía Francisca y admi-

"No quiero que me tomen ninguna foto, Luisita", forcejea con la encargada de comunicaciones de Cordiplan, figura eterna de su team, el funcionario que detenta el record de acaparar mayor centimetraje en los periódicos. "Estoy medio desnudo", se le escucha bramar dentro de la raquítica bata de gasa, en medio del cordial bululú familiar que ahora estropeaban los chicos de la prensa. Ay, la prensa. Poder que él ha reconocido con cre-

rid 1

El Robert Redford de la política

"Porque te sabe oír, se da sin reservas y se hace eco de tus sueños, te anima y te apoya como mujer; no es nada machista"

rador del tío Luben que murió en la guerra civil española; este padrazo que asombraba por la puntualidad ante la puerta del colegio a la hora de recoger diariamente a Daniel y Alejandra —los hijos que más manoseó, aunque siempre tiene la carnada en mente, como diría uno de ellos—; este partidario de la pareja —"es un galán y no le gusta la soledad; el problema está en que cuesta seguirle el ritmo poco convencional que le imprime a las relaciones por lo que él representa", justifica sus vaivenes una admiradora—, lo más seguro es que, cero saudades distractoras, estuviera pensando en el rompecabezas político actual y/o en los ojos almendrados de su amor a la fecha, Neujim, la hija del poeta Luis Pastori, única en la casa que, al parecer, encuentra admirable la cierta rudeza de carácter del —en el fondo—, sensible huraño.

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Aurora Martínez la primera y la más lejana

ces, los representantes de los medios se saldrían empero con la suya y entrarían por fin a la habitación a hacer lo propio: clic.

"Lucía más informal que de costumbre, vamos, pero se supone que el tipo duerme, se desviste y hace pupú". Al día siguiente, el titular de El Universal trocaría en guiño: "La economía no cojea". e le doblarían las piernas al caer, tres metros abajo, desde el secreto agujero abierto bajo la cama, y así las mantendría, de cuclillas, a lo largo de los 80 metros de largo del caluroso túnel, aun pese a los ventiladores dispuestos para garantizar el aire. Qué carrizo importaba el pelotazo en la rodilla, propinado por otro preso durante una partida de beisbol en horas de recreo. Por el contrario, el accidente había resultado una bendición: la licencia para permanecer en el cuartel caraqueño San Carlos, donde —en la oreja le zumbaba el runrún— sus copartidarios Pompeyo Márquez y Guillermo García Ponce, en la celda contigua, planeaban la próxima fuga. Que no hubiera médicos en la prisión de la Isla del Burro, en Tacarigua, lo dejaba en paz para sus andanzas.

Hasta comienzos de los sesenta, Teodoro Ernesto Petkoff Malec había sido dirigente universitario —"sin dejar de estudiar, eso sí: se graduó con honores en Economía, a diferencia de los otros políticos que se quedaron rezagados", le hace justicia el escritor Caupolicán Ovalles—; luego había liderado las protes-

S

tas contra Rómulo Betancourt, quien entonces rebajaba los sueldos por decreto y de paso, en represalia por los zaperocos, proscribía al Partido Comunista; después había desaparecido; y más tarde, tras ser elegido diputado por la Asamblea Legislativa del estado Miranda, despojado de su inmunidad y detenido el 19

de marzo de 1963. Entretanto, del otro lado del espejo, su hermano Luben sube a la montaña —"él sí fue un guerrillero de armas tomar, a diferencia de Teodoro, que nunca comulgó con esa estrategia y así lo confirma su trayectoria", diría un periodista que los conoce desde los tiempos rojos y lo tilda de "hermano incómodo"— y también, como aquél, cae preso en Trujillo. Unas rejas selladas con candado serán para ambos, sin embargo, apenas un

al portón y la del Panteón. Pero Teodoro diría que sí podemos.

Otros lo habían intentado con exactos resultados negativos: fueron avistados en el techo antes que llegara el helicóptero; el asunto terminó a planazos. Y en la siguiente tentativa se habían equivocado en la ruta y habían llegado hasta la cocina del cuartel. El plan de fuga del martes de Carnaval que dejó, sin duda, boquiabierto a medio mundo el 11 de febrero de 1967, para no

hariuska arte y parte

Dalita Navarro cercana en Bogotá

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Neujim Pastori verso a verso

guijarro en el zapato: el apellido Petkoff es sinónimo de llave. Desde caminos paralelos, al final ambos coincidirán siempre en la calle. Teodoro desde su sempiterno rol de político, vocación y oficio que ejerce a ciento por ciento desde que tiene conciencia de sí —diría más de una vez que de niño lo crispaba el que a los negritos de las barriadas adyacentes no los recibieran sus vecinos de Chacao como sí lo hacían tranquilazos en su casa—, y el gemelo sobreviviente, como acomodado empresario del cemento: lo importa de Cuba y aquí lo vende al Estado para hacer la represa del Guri, por ejemplo. Teodoro usará el yate y la avioneta de Luben, obtenidos con el capitalismo revolucionario, y éste admirará el brillo intelectual del ocupante del modesto apartamento paterno en la avenida Libertador. Libres, entonces, la diferencia entre uno y otro ya será en la forma de sortear los cerrojos. Luben los burlará escapando las más de las veces por su cuenta y riesgo, cuando no haciéndose pasar por su idéntico Mirko, fallecido a manos de la policía perezjimenista, quien a veces lo sustituía en la celda mientras el otro salía a "descansar" u organizar alguna operación, y Teodoro, "líder indiscutible de la causa", se zafaría más bien con la ayuda táctica de los seguidores que sin pensarlo dos veces invierten "importantes sumas" para facilitarle la escabullida, consigna Duno, el último de los comunistas. Del San Carlos sí que no pudo escurrirse el barbado que estaba casado con la ex monja: "EA dónde vas, Luben Petkoff, con esas piernas tan peludas?", le habría dicho un guardia que reconoce tras la indumentaria femenina al extremista.

En realidad, nadie había podido sortear las garitas y los reflectores como cenitales siempre encendidos de la fortificación cercada por tres alcabalas: la de Dos Pilitas, la que está frente

ANL ,

dejar margen a equívocos, comenzó con la obtención de los mapas originales de aquella construcción del siglo dieciocho, trazos amarillentos en los que los camaradas descubren una galería subterránea luego clausurada porque en la época colonial temían —es la explicación con que se topan— que aquel desaguadero se convirtiera en punto de encuentro de fascinerosos.

Dos siglos después, la tarea es excavar desde las entrañas del San Carlos hasta la meta marcada con equis: el garaje de Simón Neheme, donde aparcaba el automóvil en que escaparía el trío de temerarios entretanto la ciudad festejaba disfrazada. Mientras el ducto de tierra se va cavando y empotrando en madera palmo a palmo —así no se desmoronaría—, la paciente tarea del sirio, retaco y simpaticazo amén de cómplice, es la de atender el abasto con cara de que aquí no pasa nada en tanto bajo sus pies iban perforando los topos zurdos. Y la verdad es que nadie sospechó nada y nadie escuchó los ruidos de las aspas del aparato que socavó el orgullo de los guardias a quienes este cuadro de la revolución siempre distrajo con cigarrillos y refrescos. Las crónicas de entonces aseguran que "sólo dos perros ladraron una noche y fueron callados con veneno". También registran que el túnel, más que un pasaje de urgencia a usarse una sola vez, parecía la laberíntica estancia que antecede a una mina de piedras preciosas.

A las ocho de la mañana del día siguiente, Miércoles de Ceniza, cuando los guardias llegaron con las bandejas del desayuno, ya la fuga era fiambre. Las camas estaban frías y podía leerse en el calabozo del evadido —y rasurado— Petkoff un sabio consejo: "Mefiez vous de l'eau qui dort". El políglota, como le decían —entiende ruso y búlgaro y habla fluidamente castella- 12:1 ABRIL 1997 EXCESO

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no, inglés, ruso, portugués, italiano y francés—, habría sentenciado: "No te confíes del agua mansa". Mas, era tarde. Cuando quisieron apresarlo al borde de la década siguiente, pilotando su Volkswagen a las volandas, Fitipaldi que se cree, ya la pacificación era un hecho y el de la alcabala interiorana, aunque veía a Teodoro igualito al buscado de la foto, tuvo que resignarse, como cuenta Luis Manuel Esculpi, quien fungía de copiloto. "¿Y qué aventura no ha corrido Teodoro?", se fascina el compañero de partido. "¡Hasta maneja aviones! Si no tiene licencia es por daltónico".

Y medio vampiro, barrotes mediante. Ingirió sangre humana el 18 de agosto de 1963 y como siempre, para zafarse de la cana, la penúltima. Un médico, compañero de lucha y celda, es el autor intelectual de la ocurrencia. Petkoff debería quejarse a grito herido por los supuestamente insufribles dolores de úlcera gás-

inmediato traslado al Hospital Militar. Antes del amanecer, sin nadie imaginar que el enfermo tuviera fuerzas para intentar nada y sobre todo porque nunca la puerta de su cuarto se abrió para que él saliera o nadie entrara, ya el prisionero se había descolgado de la ventana, desde la altura de siete pisos, con una cuerda de nylon.

Estrictamente según el anecdotario mítico, años más tarde, el esposo de una paciente internada entonces en el mismo hospital, pero varios pisos más abajo, encontraría a Petkoff en una reunión y se presentaría entusiasmado como aquel que lo despidió desde la ventana cuando éste practicaba rapel. También se dice que el portero del centro de salud, ya con muchas más estrellas en los hombros que para el momento del lance, lo saludó sonriente: "¿Me recuerda? Yo soy aquel que lo dejó escapar y no dijo nada".

Cuando la economía cojeaba

Al buen orador lo llamaban Pecón

De poste en poste, el catire del afiche

trica. Acto seguido, beber poco a poco una suculenta dosis del rojo humor que traería alguien de confianza —como Democracia López, por ejemplo, ex esposa de José Ignacio Cabrujas y quien los ayudó en una de ésas con máquinas de afeitar y tintes para el camuflaje— y posteriormente provocarse un vómito que, a ojos vistas, daría la inequívoca impresión de que al reo se le había reventado el estómago. Gabriel García Márquez, entrañable del encargado de la planificación económica finisecular, recogería el episodio aparentemente con

una variación literaria: l Un sábado de visitas, una amiga suya le llevó a escondidas varias cápsulas llenas de sangre de vaca fresca". El resultado es el mismo, en todo caso: orden de reposo e 34

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19111

1111111111r ,

Una piedra que se le devolvió

B

ocazas y a la vez discreto —"no es chismoso como la mayoría de los políticos venezolanos", jura una amiga suya que redondea que "es de fiar"—, el director de El ojo del huracán, el columnista y cuentista Teodoro Petkoff —por cierto, único miembro de la Asociación Venezolana de Escritores especialista tanto en letras como en puños—, ya desde antes de nacer el 3 de enero de 1932 —y esto, en tiempos de astrólogos y profetas, podría suscribirlo un amateur— tendría su existencia signada por el vilo. Aquella curiara amilanada por la realidad profunda y humeante del gran lago zuliano en la que navegaba azorada Ida Malec, con el vientre judío a punto de estallar, parecía que jamás terminaría el trayecto que separa El Batey de Maracaibo. Y aunque el primogénito del matrimonio en el exilio —de aquella cultísima dama polaco-rusa que tenía diez idiomas en su lengua y primera mujer que revalidaría el título de médico en Venezuela, y del búlgaro Petko, ingeniero químico que posteriormente alza una imprenta en Caracas— tuviera la precaución de aguardar bajo la resolana lo necesario para recibir la nalgada de rigor en tierra firme, el estigma de la

MI»

urgencia imprimido a 40 grados lo marcaría, sin duda, haciendo de su vida un eterno apretar de talones. Así, ebullición mediante, saltaría del primer grado al tercero de la escuela primaria; se enrolaría imberbe —ya presidente de la Experimental Venezuela— en el Partido Comunista sorteando, prematuro, el escalón de la Juventud Comunista; precoz, abjuraría del comunismo 20 años antes que Gorbachov con aquel gol escrito sobre la invasión soviética a Checoslovaquia que le ganaría un responso desde el Kremlin en el que lo tildarían —a comienzos de los setenta, antes que a nadie— de "traidor"; e imán para las situaciones al borde, con carácter de dique ingresaría al Gobierno de la mano tembleque de un dios de oratoria impecable y susceptible a virajes, justo en tiempos de escepticismo mesiánico.

Cuando Petkoff —casi tan tozudo como el anciano que te-

ro— entraba al gabinete de Rafael Caldera —como Chirac al de Mitterrand, aunque las piezas estuvieran jugando a la inversa— para, por fin, mandar.

"Bueno, él siempre fue un mandamás y quedara o no escogido para el cargo burocrático al que se postulaba dentro del partido, en realidad poco le importaba; siempre ejercía el liderato por su condición, más que de fundador, de tanque, de cuarto bate, para decirlo en los términos beisbolísticos que el maIda Malec de Petkoff pionera

Checoslovaquia: más revelación que revolución

neja al dedillo", rememora un masista de la tendencia patriota, es decir, teodorista. "Recuerdo que en una discusión de ésas trancadas, durísimas, él no daba su brazo a torcer con respecto al contenido de un afiche. Estaba solo de un lado oponiéndose a todos nosotros, del otro. Así y todo se imprimió como él quiso.

Después le dimos la razón", se encoge de hombros el ex cofrade. "Constancia de su garra es el Movimiento Al Socialismo, cuando hace 26 años fracturó al Partido Comunista. Lo rígido se parte más fácil, es verdad, pero costó mucho el trámite de montar tienda aparte. Había que tener guáramo y Teodoro es un tipo valiente. No sólo como hombre sino como político", admira este activista que coincide con Freddy Muñoz, ex cónyuge partidista de Petkoff, en el hecho de considerar que el hijo anaranjado tomó el rumbo torcido: "Una mierda". "Cuando entraron los bucaneros, esta partida de negociantes del relevo, yo preferí salir del MAS, aunque llegué a la Secretaría General", respinga Muñoz; "pero fíjate que aunque Teodoro me tenía ciertos el

Ingirió sangre humana y como siempre para zafarse de la cana, la penúltima

nía enfrente— alzaba el brazo para jurar que cumpliría con su nueva encomienda debió, sin embargo, además de pensar en lo que se le venía encima, sentir que le entraba un fresquito: se deslastraba de al menos uno de los sambenitos históricos que se le han imputado. No. No el de su supuesta participación en los suceso de El Encanto, archinegado por historiadores, adversarios y simpatizantes pero irreductiblemente ahí. Se sacudía en el acto de las comparaciones que los rivales solían hacer a sus espaldas entre él y el Mocho Hernández, un activista incansable, brioso, caballuno, que exacerbó la confrontación contra Cipriano Castro hasta su muerte y tiró la primera piedra contra Juan Vicente Gómez, pero cuyos ardores jamás sumaron lo suficiente como para arrimarlo al mingo del poder.

Luego de una buena dosis de forcejeos y coqueteos, de rechazar el Ministerio de Hacienda y la Gobernación de Caracas, de suscribir una serie de artículos en los que reprobaba la flacidez de la economía populista y de no verle el rastro a Andrés Caldera, y aun pese a Matos Azócar —adversario intestino que jalaría la brasa hacia la sardina de Luis Alfaro Uce-

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celos y llegó a adversarme en mis mejores momentos fue capaz de proponerme como presidente del Congreso para frenar a Cristóbal Fernández Daló, aunque ya yo era senador independiente. Es un hombre honesto por encima de todo, incluso de su impulsividad". Por eso, diría Manuel Caballero, se ha cuadrado ahora públicamente con Víctor Hugo D'Paola. "Porque encarna la depuración". Desde el Gobierno y para el candidato de las elecciones internas de un partido de oposición, el MAS, Petkoff escribiría contra Leopoldo Pucci y prometería, cual gurú, hacer acto de presencia el 12 de abril en el brindis de D'Paola, pese a su apretada agenda. La Agenda Venezuela.

1 no se ha cambiado de chaqueta ¡por favor!; eso lo podrá decir Pedro Duno, que quizá no ha notado que Kadafi entabló relaciones con el Vaticano. Simplemente, como tiene que ser, ha entendido que lo único que salvaba esto era negociar con el Fondo Monetario porque, como el mismo Teodoro ha dicho, estamos más cerca de Estados Unidos que de dios", acuñaría un historiador que se dice su hermano. "Yo sí creo que está asumiendo un discurso que no es el suyo, aunque entiendo que fuera la única carta que quedaba bajo la manga: retomar las palabras fracasadas de los Lesa Boy's, porque el

E

Cristóbal Palacios compinche desde los tiempos del monte

"Podrá meter la pata pero nunca las manos"

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gente ya está desesperada del hambre y lo peor es que no se entiende por qué, si prácticamente vivimos otro boom petrolero".

"Lo peor sería, para mí, más bien, que Teodoro, que es un impaciente, se harte y tire la toalla. No quiero imaginar qué va a pasar aquí", se eriza Coya.

Sobre el hombre de la chaqueta cambiada o no —cuando la usa; en realidad, el irreverente de los pies colocados sobre el escritorio y la ausencia de corbata se aburre con los formalismos— hubo el 23 de julio del año pasado un foro en el Celarg pomposamente llamado El fenómeno Teodoro. No estuvo Jaime Ballestas para dar fe de las facultades del susodicho como velerista —de Puerto de Palos se vino conduciendo uno hasta La Guaira— o como buzo y conjeturar que "eso da cuenta de su talante: hay que tener bríos para zambullirse en medios que no son los propios". Tampoco una ex para comentar que es él un lector impulsivo de novelas, ensayos, prensa y que "no resiste la tentación de un libro cerrado".

Nadie filtró la información de su avidez por todo lo que pasa en el mundo o en el cine y de su embelesamiento frente al piano que estudió por un año —cincuentón ya— para su solaz. Ni mucho menos se mencionó su paradójica tendencia al mutismo: de pronto se desenchufa, y más cuando le aburre una conver-

Pedro Duno un viejo rival

Oswaldo Barreto mano derecha de la izquierda

neoliberalismo es el fantasma que actualmente recorre el mundo", acota el sociólogo Antonio Coya; "pero lo interesante sería saber qué viene después del parche, cuál es la oferta posterior no puramente economicista, que sin duda va a secarse". "Quizá sea lo mejor que esto se venga abajo", entiende el economista Agustín Berríos, "para reconstruirlo completico; la

sación. Tampoco tocó nadie el tema de su fracaso en las elecciones de la Alcaldía frente a Aristóbulo Istúriz, quien supuestamente gana porque en vez de defender la democracia le dio la razón a los golpistas del 4 de febrero; no hubo voces para evocar cuando se deprimió y cuando, cuestionándose a sí mismo, vida y milagros, estuvo a punto de dejar de ser abstemio, hasta que decidió rasurarse y volver a la palestra. O cuando en aquel pueblito de Anzoátegui lo recibieron con bombos y platillos para nada, porque después sacó una votación pírrica; de regreso los fustigó bravísimo y entonces, vaya, rebasó el cinco por ciento histórico. Tampoco fue Petit Da Costa para deslizar que Petkoff habría intercedido en favor de su amigo de andanzas Cristóbal Palacios, empleado del otro Castro, el Orlando. O El-

ba Escobar para consignar su admiración desde los tiempos en que el MAS captó a los protagonistas más famosos de la telenovela cultural. Teodoro el bombero, el del discurso contumaz y gráfico —"hay que extirpar este tumor", "tenemos que sacar esta muela"—, fue el que se formalizó como conclusión del foro.

"Porque nadie duda de que Teodoro es un fenómeno político, de imagen. Sin duda, en la coyuntura actual es la figura más relevante de la izquierda, la opción más fresca de la política toda, la presencia más prominente en este gabinete pintado de gris, al cual le ha inyectado debate, pasión. Todo lo que hace y dice, guste o no, es noticia. Por algo lo llaman superministro", se enorgullece su mano derecha —inseparable como la sombra— Oswaldo Barreto, convencimiento con asidero en la oficina de prensa de Cordiplan, suerte de hervidero donde los subalternos del telegénico bravucón clasifican con estoicismo la pila de casetes con su rostro balcánico y volcánico, y los recortes de periódicos que lo aluden a lo largo de 26 ítems distintos: cuando opinó a rajatabla de las huelgas, cuando hizo arder Troya hablando sobre el poder de los medios, cuando medió en la tripartita y se armó la de San Quintín. "Lo entrevistan de todas partes del mundo. La periodistas de aquí, los de las agencias

anunciantes cuando el contenido, simplemente adverso, no les interesara patrocinar.

Para Fernando Rodríguez, filósofo y director de la Cinemateca Nacional, tanto jaleo debería corolar de manera feliz y eso sería que la izquierda, por definición el ala política de los que se preocupan por el porvenir de la mayoría, debería retomar el discurso de la derecha pero sin sus torpezas y ponerlo en práctica. Lucubrando en el ágora de Altamira donde sí se dijo que Petkoff poseía cualidades raramente juntas y consideradas incompatibles entre sí: soñador místico y hombre de acción, la figura fuerte del gobierno quedó elevada —o reducida— a la categoría de esperanza, al cabo de casi cinco décadas de batallar.

"Creo que es la primera vez que ejerce un primer ministro en el país, y lo hace muy bien", arriesga Caupolicán Ovalles; "pienso que Teodoro dejará el gobierno en el 2003". Durante tres horas de deliberaciones mayoritariamente a favor debieron zumbarle los oídos al socialista que en el restaurante neoyorquino de La Grenouille habría dicho, entre algunos altos ejecutivos de empresas petrolerasno les interesara patrocinar, que comenzaba a gustarle el champagne —en fin, a quién no. Al político que nie-

Caupolicán Ovalles tiene cuentos de Petkoff

Elba Escobar le dedicó un suspiro

internacionales o la comisión tal de parlamentarios belgas. A los ministros anteriores nadie les prestaba atención y debíamos convocar a ruedas de prensa para que sus declaraciones tuvieran repercusión; ahora no, a Petkoff más bien lo persiguen", dicen en las alturas del piso 26. "Hasta ahora sólo había tres ministros en la memoria republicana de los venezolanos: Santos Michelena, Gumersindo Torres, el funcionario honesto de Gómez, y Alberto Adriani. Teodoro se suma a la escueta galería con sobradas razones", añade Barreto. "No hay comparación.

Ni con Miguel Rodríguez. Teodoro no ha tenido golpes", asesta entonces en el Celarg. Todavía el desempeño del ministro no había tenido los conocidos roces con la prensa a raíz de la opinión deslizada acerca de las presiones que podrían ejercer los

ga estarse construyendo una plataforma para 1998, "aunque así lo deslice mi amigo Pompeyo". Al venezolano que contestaría a José Vicente Rangel que "el poder es complejo" a la pregunta de si sentía el mareo de las alturas. Al honradísimo caballero —en este punto, consenso de todas las voces de la platea: "Podrá meter la pata pero nunca las manos", asegura Rangel— cuyo karma es salvar la patria.

"Bueno, ojalá no salga crucificado". Jaime Ballestas, es decir, Otrova Gomas, agrega de lo más serio: "Lo que más admiro de él es que nunca deja de creer. Yo, en cambio, soy un escéptico". Especulaciones mediante, crucificado o coronado, apenas faltaría dilucidar qué dama de buena fe se encargaría de la Fundación del Niño.L ABRIL 1997 EXCESO

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Marta Canelón de Henríquez Agazapada en el bosque de la inocencia estaría la sierpe que asaltó el titubeante pie de la doncella para inocularle un designio de excepción y no fácil de transitar. De los delirios que preceden al sueño definitivo despertaría de nuevo al mundo, pero cimentada finalmente en un privilegio que siempre supo reservado para ella: autora de sí misma, pero sin desocupar el nicho de musa resguardado por la fortuna y no poco prestigiadas inteligencias

Una mujer de palabra

entro de su jaula la cacatúa se ha hecho notar por su inusual belleza.

Blanca y aburrida cabecea entre los barrotes enarbolando su penacho, un gajo amarillo pálido en el que se concentra todo su atractivo; o casi todo, puesto que también puede jactarse de un interesante perfil en el que destacan unos ojos siempre alerta y un pico de tersa ferocidad.

Yatagán emplumado, el ave pende de una esquina donde oscila su destino ornamental. Su única misión es servir de coartada al visitante, quien entrará en confianza con la dueña de casa al comentar: oh, qué extraño pajarraco. Entonces

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se pondrá en marcha la ingente maquinaria histriónica de la señora: ¿verdad que es linda? Es mi Casandra... ¿Casandra? ¿No suena ese nombre a fatídicos vaticinios cumplidos? ¿No se le asocia todo lo que de terrible tienen la profecía y los malos sueños? Cotorra descolorida, la cacatúa cuelga del rincón como un ahorcado para despertar la admiración del recién llegado pero también para husmear en el aire complicados mensajes que sólo un espíritu entrenado en la calistenia new age puede discernir.

Acabo de llegar a la casa de Marta Canelón de Henríquez, adonde ella me ha convocado para hablar acerca de su reciente novela, Un espejo en la oscuridad.

Memorias de una joven deprimida, impresa en Bogotá bajo el sello —sólo anotado en el colofón— de Consuelo Mendoza Ediciones. Con exquisitos modales ella ha servido el café que una doméstica ha traído en fina vajilla. Compartimos mis pastillas de edulcorante artificial.

Hacemos comentarios acerca de los respectivos aspectos y signos zodiacales, sin

omisión de los ascendentes, hasta que la charla de introducción comienza a declinar. Ya se ha hecho, desde luego, el debido tributo a la presencia hierática de la criatura que exhibe la única pluma como un suave cuerno brotado de la frente. Y doña Marta ha expresado su entusiasta propiedad sobre el bicho. No queda, pues, sino abrir la libreta para iniciar las anotaciones. Es el momento que el animalillo escoge para lanzar un graznido telúrico que rasga la límpida atmósfera de Los Chorros, donde tiene lugar la escena.

—¡Casandra! —se voltea rauda la escritora en una admonición teñida de inquietud—. Chica, ¿qué le pasa?, ella nunca es así.

Mi lápiz ondea en el dorado ambiente del corredor donde se ha servido el café.

La casa está dispuesta en forma de galerías que circundan un patio central donde florece una lujosa vegetación matizada por columpios y otros juguetes de niño chiquito (la hija menor tiene tres años).

Coloco la taza en el borde de la mesa y doy por instalada la sesión de entrevista.

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1.A PORTADA OSTENTA I TNA FOTOGRAFIA DE I .A AUTORA

Ado

ntes de este libro, a cuya presentación hace unas semanas acudió una selecta muestra de lo más granado del patio, incluyendo su elaboración política más conspicua en la persona de Oswaldo Alvarez Paz, Marta Canelón de Henríquez había publicado una compilación de sus crónicas contenidas en la desaparecida revista Qué pasa.

La colección de estampas, editada con el título de El sol de la calle, se abre paso en el competido mundo literario con una ventaja que los escritores locales no terminan de perdonarle: la portada ostenta, rubia y enigmática, una fotografía de la propia autora (que bien mirada puede ofrecer una pista invalorable acerca de su personalidad). Bajo la conducción férrea de la modelo, me imagino, el fotógrafo (anónimo) captó una Marta ascética y reconcentrada que no se ha vuelto a ver, quizá porque entonces no era exactamente ella la que se plantó frente al lente sino una reproducción mimética. ¿Acaso de Sharon Stone? Puede ser, pero no lo creo.

En 1991, cuando el libro vio la luz, la imagen de la Stone no circulaba con la solvencia actual. Hojeo la publicación en busca de alguna señal que permita una aproximación a esa versión de Marta

A

Pero hete aquí que la diminuta bestia vuelve a desgañitarse en la cárcel por donde circula, libre, la brisa templada que desciende del Avila. Marta ve en el exceso vocal de su mascota una señal de algo. La algazara ornitológica hace honor al nombre del ave, porque es obvio que la dueña está nerviosa. Ella ha dejado constancia de ese estado en su propio texto confesional: "En ese tiempo era una joven calmada y no una mujer ner viosa y cínica como ahora" (página 33).

Finalmente, la gallina de salón es conminada a abandonar su sitial de viento fresco e iluminación de oro para conri-

EL FOTÓGRAFO CA PTÓ 1NA MARTA AS( l• I 1(

\

Y RECONCENTRADA QUE NO SE HA VUELA () A VER, QUIZÁ PORQUE LN I ONCES NO ERA ELLA SIN() UNA REPRODUCCIÓN MIMÉTICA nuar con sus gárgaras en una apartada habitación solitaria. Lamento el desalojo sólo por el hecho de que me resultaba interesante contemplar la metamorfosis obrada en el penacho de Casandra. Con

podía estar divulgando un designio veraz: allí nada es lo que parece.

la excitación, el apéndice había mostrado su verdadera naturaleza: no era uno sino tres los ganchos que coronaban la testa del pajarruco. Decidí tomar nota mental del simulacro, al fin y al cabo Casandra

AMI

Un cisne en Caracas

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199,,

Refrendada por Plinio Apuleyo

anunciada en la cubierta. En la primera trarse en traje de baño, uno con rayas de paliar el escozor y el desconsuelo de las pestaña encuentro la respuesta: allí está el tigresa, a la mirada pública (Omar Lares vías respiratorias. En esa fotografía Marcomentario de Yolanda Pantin, poeta que ha difundido las fotos en más de una oca- ta es casi la misma: idéntica nariz, no hacía de jefe de redacción en Qué pasa y sión como capitel de su columna en El otra barbilla, los labios que despertaran de alguna manera factótum de la Marta Universal) y salir del trance airosa, más el interés de Warhol. Lo curioso es que ya escritora. El empaque sobrio de la mujer rubia, con los muslos más firmes y los se- a los 20 ella tiene los mismos ojos: los de del retrato recuerda intensamente el aire nos más frutales asomados cada vez con quien ha mirado la pesadilla de frente. recatado y frugal de la Pantin que va mayor desparpajo de la licra alcahueta. er devorada, literalmente tragada siempre sin joyas y cuyo peinado es, sin El montón de imágenes ofrece también desde los pies, por una serpiente, es variaciones, el que veo en la fotografía: una de ella a los 20 años. Es otra cosa. sin titubeos una experiencia pavoAllí aparece con una melenita corta, muy una cola de caballo recogida en la nuca. rosa. Y Marta pasó por ella. Sus La impresión de que Canelón es un ca- probablemente obra de cualquier pelumaleón queda confirmada tras un vistazo quera (de las que pelaban gente, no del amigos y hasta sus simples conocidos sarápido de su álbum personal. Posando tipo estilista), el cabello muy oscuro y ben que esta historia la acompaña como junto al retrato que le hiciera el cotizado una expresión como de estar llenándose al fugitivo su atado de trapos. La ha conAndy Warhol, en 1980, Marta es una el pecho con una bocanada de aire algo tado en muchas ocasiones desde la tertulia con café y bizcochos señora próspera de cabello hasta el cocktail con marcorto y castaño oscuro que tinis y aceitunas rellenas en le sirve de casco a un herlas cuencas de los ojos. Dimoso rostro no desprovisto gamos que en su repertorio, de esa sensualidad honesta que es amplio y variado, ésque ella ha bordado como ta es su pieza más suculenta su blasón. En otra imagen (adjetivo, por cierto, robaaparece junto al prologuista do de su peculiar paleta de su novela, Plinio Apuleverbal). "Quienes conoceyo Mendoza, en medio del mos a Marta", refrenda descampado, como una desPlinio Apuleyo Mendoza preocupada pelirroja que da desde el prólogo a la novepábulo sin saberlo a las fantasías de los viejos imagila, "la hemos oído relatar, nativos. Colgada del cuello con horror todavía intacto, de su marido, Luis Eduardo aquella historia de la mapaHenríquez, mirando los dos nare que estuvo a punto de a la cámara, son la encarnamatarla. Ahora la reconsción de la Venezuela positruye en el papel, sin duda tiva que encara el porvenir porque si hay algo que mecon fe y la conciencia tranrece contarse, con todo un quila, puesto que se avanza escalofriante juego de senen medio de la tiniebla con saciones, es una incursión la frente en alto y un hogar en los parajes donde la vida ejemplar. En esa imagen ella y la muerte son vecinas y se parece el cruce de Debbie miran cara a cara". Como Reynolds —por lo ama de puede observarse, cada uno casa radical— con Farrah va esmaltando el lance con Fawcett —por lo desmeleuna nueva capa de dramanada. Y están también las tismo. fotografías que le hiciera Como si le faltara esMemo Vogeler, donde Mar- La Intimidad antes que la fama panto a una anécdota que ta exhibe la leona que la rearranca con un inocente pacorre por dentro con garras de fieltro. Allí frío; quién sabe, quizá es el efecto de la seo emprendido por la joven Marta, está ella, cubriendo con su piel el emble- prolongada sinusitis que la aquejó desde quien era por entonces el patito feo que ma de la sofisticación máxima en la era niña o es el mohín entrecortado que le la- precedería al cisne que ha llegado a ser. de las pandemias: mujer de un solo hom- bró la adicción al Afrín, medicamento al Tenía 18 años y un aspecto que su madre bre, apetecible al punto de poder mos- que acudió con asiduidad excesiva para compendiaba en estas palabras: "Tú no 01

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JUNTO Al. RETRATO QUE LE HICIERA ANDY WARHOL eres bonita, tú eres distinguida". Con el agravante de que la distinción no es precisamente un rasgo apreciado por los adolescentes, más inclinados a aquilatar las redondeces que dan volumen a los II vianos trajes del trópico. El caso es que aún distinguida, como su madre le concedía, la Marta teenager veía escurrirse sus días sin el asedio de los pretendientes, sin el zumbido de los descapotables rondando su casa lo que es más hu millante, con un vacío gélido y nocturnal cernido sobre sus carnets de bailes, siempre desocupados (como para experimentar tempranamente el horror de la página en blanco) con la excepción so-

Y A l'ARA FINA ONCES POSI-ÁA LA CONVICCION

DE QUE LA VIDA TIENE UNA ENORME DEUDA CON ELLA Y QUE PARA RESARCIRLA NO BASTAN HORDAS DE HADAS MADRINAS AVITUALLADAS DE REGALOS litaria de un gordo que solía solicitarla hacia la quinta canción. Terca como es (y rencorosa) no dejaba de acudir a los saraos y mientras apoyaba su barbilla en la palma de la mano pensaba de reojo en la apoteosis de su revancha. Ya para entonces poseía la convicción de que la vida tiene una enorme deuda con ella y que para resarcirla no bastan hordas de hadas La pléyade madrinas avitualladas de regalos.

Más bien ayuna de admiradores em-

Ellos, y el grupo que los acompañaba, se aventuraban por el Pozo del Cura, paraje

pues, esa mañana una nueva al que se llegaba tras un ascenso en beju-

prendió, jornada llena de solitarias admoniciones.

Iba, sin embargo, escoltada por el también muy joven Adán Hermoso (los nombres pertenecen a la más estricta realidad, como también las alegorías edénicas).

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cos. "La intención era llegar hasta arriba para bañarnos en el pozo", refrenda la narradora, y puntualiza que todos iban ya vestidos con sus bañadores. "De pronto sentí como un corrientazo en el pie.

Me quedé paralizada y al mirar me descubrí dos pequeños agujeros color cobalto cerca del nacimiento de los dedos. Inmediatamente comenzaron a sangrar mis encías y se apoderó de mí una dolorosa rigidez. Perdí el conocimiento". En la página 31 de la novela comienza la recreación literaria del acontecimiento que ella titula sencillamente Mapanare, como si después de haber sido lamida por el monstruo ya pudiera tomarse la libertad de tutearlo.

"A partir de ese momento", confiesa del lado acá de la ficción, "surgió una persona diferente". De momento lo que hubo fue una jovencita en peligro de muerte, con la pierna tan hinchada que los médicos se pasearon por el terreno minado de la mutilación. Noventa horas en coma, dolores inenarrables, períodos de inconsciencia, largas jornadas febriles... Hasta que del lecho se levantó una acerada camelia dispuesta a llenar el carnet de su vida con las mieles y las mieses de una mejor fortuna.

A los dos años se casó con Luis Eduardo Henríquez, no por divorciado menos cotizado en el tinglado del himeneo. De la boda queda una fotografía, exhibida en el salón de La Resolana, morada caraqueña de la pareja (que alterna sus residencias con un apartamento en New York), donde la vemos a ella de pie, toca-

da por amplia pamela, mientras acaricia la barbilla de él, que la contempla embelesado desde su silla; ya se ve que desde el primer día él la puso en un pedestal para admirarla desde un escalón más abajo.

Con ese gesto ella cerró el mandala de la cenicienta que escapa de las fauces de una clase media sin mayor brillo para ingresar en una élite que viaja a voluntad y "sabe comer", como constata la propia Marta en sus despachos periodísticos.

Hasta entonces había sido una oveja del redil del San José de Tarbes, maliciosamente recordada por una compañera de curso como "una niña desaliñada que iba a clases con el cabello pegado, y tan vanidosa después que llegó al colmo de recortar su foto en el anuario para borrar todo rastro de su pasado poco agraciado". Cuesta creer que esta acicalada señora, una de las reinas del quehacer mundano de la Caracas de los ochenta, se haya presentado alguna vez con una traza menos que perfecta.

Caracas desde París para hablar de nada, y que cuando ella viajaba a la capital francesa él le llenaba la habitación del hotel con flores.

Y es muestra de una legión de roles la que mueve la mano de Marta al distribuir en sus crónicas pinceladas de color como ésta: "Atendido por nuestro muy versátil amigo Jacky Traverso, quien ha recuperado la zona de Los Caobos y ha logrado que hasta los travesti y las mujeres de la vida de la avenida se vistan mejor".

Es agotador seguirla: a Marta le gusta presumir de sus virtudes burguesas, de su apego a la etiqueta y al buen gusto, así como a la cama legítima; reconoce que ella no era una chica acaudalada antes de

se bruñido exterior y los tics de su personalidad tal como los ha echado a andar por el camino de una modesta celebridad, constituyen la obra más cabal de la Marta Canelón constructora de personajes literarios. En una hora de conversación con ella es posible inventariar un tropel de personalidades que se trenza en más de un acontecimiento digno de memoria. Por ejemplo, cuando Marta, tal como narra Plinio Apuleyo, se planta delante de Pedro Estrada en una velada parisina y le revela que él en su anterior encarnación era una mujer y que, muy específicamente, su nombre de pila era Reflejo de una vida complicada Cristina. Y a partir de allí se dirige a él —¡al esbirro más temible de su matrimonio, pero se apronta a deslizar cuantos hayan azotado estas costas!— un costado de su linaje que la emparenta con el apelativo de Cristina. Otra porción con los encumbrados Caicedo en Colomde personalidades se agolpa en su gargan- bia y pone en prenda de esta gran verdad ta cuando ella cuenta que Estrada se fas- su colección de cuadros de su tío, el pincinó con ella, que la llamaba a su casa en tor Joaquín Caicedo (según Perán Ermi-

E

ny, un paisajista mediano, más favorecido por el mercado que por la crítica).

En fin, es una dama en la acepción mas cabal del término... que disfruta con la provocación, como la que desplegó al escribir en una crónica, días después de los sucesos del 27 de febrero de 1989: "Durante el toque de queda, a pesar del pánico, el estómago nunca me quedó vacío. Tuve la suerte de encontrar amigos extraños que me invitaron a almorzar patés recién traídos de Francia y pescados ahumados con pan (alimento que en ese momento no era nada común); en fin, eso no importa tanto mientras la gente se nutra con nuevos idilios".

Obviamente, Marta se ha inventado un narrador ficticio para sus crónicas, una voz simulada que le sirve de mampara con la misma eficacia con que aparece escamoteada en sus "confesiones". Ella misma es, como quedara antes apuntado, una invención de su mente inquieta.

Su misma frivolidad, cristalina y musical, es tan concreta, de tal manera tangible, que no puede ser auténtica, no del todo. Es sabido que la frivolidad puede ser una treta para ocultar un gran dolor...

A los postres Marta es un enigma igual que al aperitivo, toda una hazaña puesto que no habla sino de sí misma. Alguien debe tener la llave del cofre acorazado de sus verdades, probablemente Rómulo Lander, quien la psicoanalizó por una década. O, a lo mejor, Simón Alberto Consalvi, su colega literario, cuya nota crítica aparece en la contraportada de Un espejo en la oscuridad y que, según confía la autora, es su alter ego en un proyecto de novela fraguado al alimón. También puede ocurrir que nadie, ni ella, tenga la clave de sus eclipses.

Por lo pronto, podemos atenernos a una más que meritoria frase triscada de su libro: "Si renunciara a mi diletantismo, me especializaría en el aullido".L ABRIL 1997 EXCESO

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Tras la tenebrosa alambrada de los campos de concentración se erigía El Dorado. Los nazis se esmeraron en esquilmar a las víctimas para acopiar un tesoro que iría a engordar el secular negocio helvético de la neutralidad. Transcurrido más de medio siglo, los confiscados pecunios duermen aún en el paraíso bancario mientras probables herederos —entre los que se cuentan varias familias arraigadas en Venezuela— se debaten entre el olvido y la dolorosa reanimación de la historia parental, asediados por quienes saben rendir ganancias de la tragedia

jacqueline Goldberg i!

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LE ecos a noche del 5 de mayo de 1996 Adela soñó con el viejo Nisika. Conversaban en una habitación estrecha, apenas iluminada por un par de velas que el viento otoñal amenazaba con extinguir. En ese breve encuentro, el pariente rumano parecía ansioso por advertir de algo a la soñadora. Al despertar, Adela intentó interpretar aquel extraño escollo de su inconsciente, pues Nisika era el padre de su marido y, debido a que había fallecido en Rusia en 1948, apenas lo conocía a través de las raídas fotos conservadas por la familia política al emigrar a Venezuela en 1950. Pero Adela sólo alcanzó a dar significado preciso al premonitorio desliz onírico cuando leyó, el 6 de mayo en el diario El Universal, una breve nota sobre el acuerdo firmado cuatro días atrás por el Congreso Judío Mundial y la Asociación de Banqueros Suizos para crear una comisión conjunta independiente que facilitara y canalizara las averiguaciones de familias hebreas que tuvieran información —aun vaga— sobre dineros depositados en Suiza por parientes muertos o desaparecidos en el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.

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Aquel repaso mañanero a la prensa cambió los escuálidos días de la blanquísima sexagenaria italiana, quien, pese a no haber sufrido en carne propia los embates de la guerra y los campos de concentración, sabe del sufrido tatuaje que llevan en la piel y el alma amigos, primos y su propio compañero, fallecido hace pocos años en Caracas. Adela emprendió, pues, una cruzada redentora hacia el apartamento de la hermana del esposo —única sobreviviente de la debacle familiar— con el propósito de mostrarle el recorte de periódico y pedirle que le contara una vez más la historia —tantas veces pronunciada con rabia— según la cual, al terminar la guerra, de camino al exilio, ella y la madre habían reclamado en un banco suizo los dineros de una cuenta cifrada abierta por Nisika en 1941, poco antes de abandonar Rumania. Pero desconocer los números de tal cuenta y carecer de un recibo o algo que las identificara como legítimas herederas propiciaron la rotunda negativa de la institución financiera helvética, obligándolas a darse por vencidas. Al llegar a América, el sabio olvido hizo lo suyo, transmutando la cuenta bancaria en un mito doloroso e innombrable.

La cuñada —viuda, sin hijos ni fuerzas— autorizó a Adela para emprender una pesquisa que a priori creía inútil, entregándole para ello el único documento legal que conservaba de Nisika: una hoja de pasaporte en cuya fotografía se aprecian unos aguerridos ojos claros en un rostro enérgico enmarcado por fino cabello rojizo. La mujer se internó entonces en la espesura de una contienda internacional. Como primer paso escribió al Swiss Banking Ombudsman —mediador popular, neutro e independiente, que actúa en casos de disputas entre bancos y clientes— solicitando un formulario que en tres semanas tuvo en las manos. "Debido a que no recordábamos el banco ni la ciudad suiza donde Nisika guardó el dinero", cuenta Adela, "creí conveniente solicitar los servicios de un abogado.

Acudí entonces a Josef Kemper, un joven amigo de la familia, especialista en Derecho Internacional Privado y que ya antes nos había asesorado en otra situación con un feliz resultado. El se había mudado a Tel Aviv, pero aceptó con entusiasmo ocuparse del asunto. Al parecer, era mejor que la reclamación saliera desde Israel, porque eso le daba más peso moral".

Junto al formulario remitido por Kemper a Suiza iban fotocopias de la cédula de identidad y partida de nacimiento de los herederos y coherederos —en este caso, los dos hijos de Adela—, así como de papeles de identidad del causante de la herencia, una declaratoria de defunción del cuentahabiente y otros títulos probatorios. Estos documentos fueron previamente certificados por la Embajada de Suiza en el país, al igual que un poder a nombre del abogado, traducido al inglés mediante intérprete público. En el sobre que contenía la esperanza —suerte de botella lanzada al Mar de los Sargazos— iban también 300

francos suizos que, sumados a otros desembolsos, hacen que la inversión de Adela sobrepase el medio millón de bolívares.

En una de las tantas correspondencias que la mujer recibió desde Israel, el abogado esgrimía: "El tema no es nuevo y considero que sí vale la pena hacer el esfuerzo, sobre todo, si tienen ustedes motivos para creer que el difunto depositó dinero en Suiza. No obstante ello, creo que no debemos ser demasiado optimistas, tomando en cuenta que históricamente los suizos siempre trataron de esconder esta problemática y, en pocas oportunidades que aceptaron restituir el dinero, lo han hecho minimalísticamente". Kemper se graduó de abogado en la Universidad Católica Andrés Bello, aunque nació hace 40 años en Montevideo, Uruguay, y se crió en Argentina. Tras varios años de ejercicio en el país se mudó Kemper, defensor en ultramar a Israel, donde había hecho ya un postgrado en Derecho Internacional en la Universidad de Jerusalén. Desde allá se ha hecho de un paquete de casos venezolanos relacionados con herencias o hallazgos de propiedades en Israel u otras naciones, aunque señala —gracias a las maravillas de la telefonía— que no es una de las especializaciones jurídicas más rentables. "El asunto de los dineros dormidos en Suiza es muy complejo, requiere un estudio minucioso de múltiples leyes extranjeras a las que

"Históricamente los suizos siempre trataron de esconder esta problemática y, en pocas oportunidades que aceptaron restituir el dinero, lo han hecho minimalísticamente"

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por lo general los abogados venezolanos tratan de sacarle el cuerpo. Debido a que el tema del Holocausto tiene un alto contenido emotivo y de sensibilidad histórica, quienes nos encargamos de ello lo hacemos convencidos de que es una obligación moral". Kemper es además presidente del Comité de Venezuela en la Cámara de Comercio de Israel-América Latina-Portugal.

Seis meses después del chispazo premonitorio, el cartero en-

tregó a Adela una misiva —con fecha 6 de diciembre de 1996— firmada por Hanspeter Háni, el Ombudsman de la banca suiza.

"Desafortunadamente no han sido recibidos informes positivos de ninguno de los bancos a los que se ha aplicado. Esto indica que no hay cuentas dormidas (cuentas, custodia o cajas de seguridad) en ningún banco suizo bajo ninguno de los nombres o

designaciones citadas por usted". Adela confiesa sentirse derrotada. "Creo que se trata de un sueño imposible. Muchos judíos llegaban al país diciendo que habían sido muy ricos e importantes. Quién sabe si nunca hubo una cuenta en Suiza. Tal vez esté bajo la influencia de los cuentos de hadas que me narraba mi padre cuando niña, creyendo que la fe en la justicia es lo único importante. Claro, todo el que emprende un reclamo en el fondo mantiene esperanzas. Tal vez no llegue a recibir una recompensa material sino espiritual. Después de todo, estoy siguiendo las voces de un mandato divino. Yo creo en eso". i bien la memoria no cicatriza, las comunidades judías de los cuatro puntos cardinales intentan remendarla a su manera. El Congreso Judío Mundial, presidido por Edgar Bronfman —cabeza del imperio Seagram—, aprovechó en 1995 el revisionismo propiciado por la conmemoración del quincuagésimo aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, el estreno de La lista de Schindler de Steven Spielberg y la inauguración del Museo de la Tolerancia en Los Angeles

Trágico cruce de aros

—estos últimos en 1993—, para revivir el tema de las víctimas y prometer que no descansaría hasta tanto los bancos helvéticos restituyan el oro y los dineros pertenecientes a los judíos. "Este es el último capítulo del Holocausto y debe ser escrito correctamente", señaló. Un primer paIncansable, Edgar Bronfman so importante fue conseguido el pasado 5 de febrero, cuando tres grandes bancos anunciaron la creación de un fondo de cien millones de francos suizos —unos 70 millones de dólares— en favor de las víctimas del Shoah. Los templos monetarios Crédit Suisse, Swiss Bank Corporation y

Union Bank of Switzerland aceptaron al fin quitarse las caretas y asumir que en sus bóvedas yacen lingotes de oro, dinero y joyas no sólo depositados por judíos, sino también por los nazis, quienes confiaron a la famosa e incorruptible banca suiza el valioso arsenal económico obtenido del saqueo a los países ocupados, así como aquel hurtado de las dentaduras y bolsillos de los mártires de los campos de exterminio.

En septiembre de 1995, Bronfman acudió al Swiss Bankers Association —ni una silla le ofrecieron— para solicitar formalmente la investigación de las bellas cuentas durmientes, acordándose ahí extrema confidencialidad. Pero, el 7 de febrero de 1996, los banqueros helvéticos rompieron el silencio pactado, anunciando en una rueda de prensa unilateral que poseían 32 millones de dólares en 893 cuentas dormidas.

En vista de la arremetida suiza y la irrelevancia de las cifras reconocidas, el Congreso Judío Mundial decidió responder con ferocidad y acudir al Gobierno estadounidense —entonces en plena campaña electoral— con el propósito de solicitar la revisión de los archivos secretos que en 1945 habían determinado que los alemanes transfirieron a Suiza, entre 1938 y 1945, seis millardos de dólares en barras y monedas de oro, así como 800 millones en joyas, valores y obras de arte. El senador Alfonso D'Amato, del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, inició un drástico movimiento político apoyado muy de cerca por el presidente Bill Clinton, quien estuvo de acuerdo en adoptar sanciones contra los bancos suizos apostados en ese país si éstos se negaban a cooperar y no abandonaban la tradicional posición a la que obliga el secreto bancario, mecanismo legal creado en 1934 por Suiza para proteger a los judíos europeos de la codicia de los jerarcas nazis.

La situación arribó al punto más candente cuando, en enero pasado, el Estado y la ciudad de New York proclamaron un ultimátum para que los suizos crearan un fondo de compensación a las víctimas del Holocausto. Ya días antes había circulado la información de que empleados de instituciones de Zurich intentaron quemar invalorables archivos. En las primeras horas del año, el embajador suizo en Estados Unidos, Carlos Jagmetti, fue obligado a renunciar luego que permitiera la publicación de un informe confidencial en el que se refería al problema como "una guerra que Suiza debe combatir".

Así, la instauración obligada por parte de los suizos de The Humanitarian Fund for the Victims of the Holocaust desmanteló por breves instantes la mueca irresoluta de los luchadores judíos, aunque las cuentas no terminan de cuadrar. "Este es un paso importante", dijo preocupado el senador D'Amato, "pero de ninguna manera está cerca de ser suficiente. Me pregunto por qué los suizos han cedido; si será por generosidad de sus corazones o porque se han dado cuenta de que la intransigencia podría traerles nefastas consecuencias".

A la enrevesada controversia se añaden las sombras de otros países hacia donde los nazis dejaron correr trenes cargados de toneladas de oro y malas intenciones. En Francia está vigente una polémica sobre propiedades confiscadas en París durante la guerra. España ha sido también salpicada por esta ola de inABRIL 1997 EXCESO 47

vestigaciones y el Banco de Portugal está examinando el origen de unas 270 toneladas de oro depositadas allí por los hombres de la temida esvástica. Argentina, por su parte, es ya viejo terreno de intriga: ciertos documentos afirman que a partir de 1938 comenzaron a llegar a esa nación buques alemanes repletos de oro, platino, dinero, títulos y acciones, superando los tres billones de pesos de la época y engrosando la consabida fortuna de Juan Domingo Perón, de quien se dice intercambiaba el preciado botín nazi por pasaportes, cédulas de identidad en blanco y una rotunda mudez ante hordas de criminales en busca de refugio.

1 barullo periodístico desatado en estos últimos meses —portadas de candentes publicaciones— pareciera mostrar que Auschwitz estuvo llena de millonarios. Los historiadores se apresuran a atestiguar que quienes atesoraban verdaderas fortunas durante la preguerra lograron escapar al macabro destino y los prisioneros subían a los trenes rumbo a los campos de concentración arrastrando las más básicas pertenencias religiosas. Por otra parte, quienes guardaron en bolsillos prendas de oro o deglutieron diamantes fueron castigados. Después de la guerra, una excepcional minoría adinerada consiguió recobrar parte de esas

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Search of Dormant Accounts Administered by Swiss Banks, indica en una escueta carta enviada vía fax desde Zurich, que hasta el momento han hecho contacto con 45 solicitantes de Latinoamérica, de los cuales nueve son de Venezuela, pero circunstancias legales impiden dar las señas respectivas. A la hora de hurgar en la comunidad judía caraqueña, el atávico recelo quiebra cualquier iniciativa de contribuir a la causa colectiva.

El deseo de anonimato es defendido con garra, llegando hasta el límite de la pacatería. "No me importa que en revistas estadounidenses aparezcan con nombres y apellidos los reclamantes", dice un polaco que estuvo en Auschwitz y prefiere protegerse.

"Aquí la situación es otra: tenemos mucho miedo al antisemitismo y a los secuestros. La gente puede creer que vamos a recibir una gran fortuna y ni siquiera estamos seguros de eso. No queremos alardear".

El atávico recelo quiebra cualquier iniciativa de contribuir a la causa colectiva.

El deseo de anonimato es defendido con garra llegando hasta el límite de la pacatería

fortunas gracias a que, en 1952, un tratado entre Suiza, las potencias aliadas y la República Federal Alemana permitió la entrega de 16,5 millones de francos suizos. Luego, en el marco del célebre Proceso Eichman, el Gobierno helvético promulgó un decreto federal, el 20 de diciembre de 1962 —que entró en vigencia el 1 de septiembre de 1963 por un período de diez años—, que logró la identificación y distribución de otros diez millones de francos suizos. Aún hoy, algunas víctimas de origen alemán aceptan irrisorias pensiones mensuales.

El Swiss Banking Ombudsman había recibido hasta el 30 de septiembre de 1996 —fecha tope prevista— la solicitud de tres mil formularios, de los cuales 1.055 fueron regresados con todos los recaudos. Entre esta cantidad, 159 se hallan en período de revisión, cuatro fueron desechados por imprecisos y 892 pudieron ser procesados. De esta última cifra, 40 casos resultaron negativos y sólo 11 obtuvieron una respuesta positiva, es decir, la devolución de dineros depositados hace más de medio siglo.

Los engorrosos trámites hacen que las esperanzas mengüen. En ocasiones, los suizos han tenido la ironía y desfachatez de solicitar a los descendientes documentos tan imposibles como una partida de defunción debidamente legalizada por autoridades competentes. Uno de los logros de la última crisis fue la extensión del periodo de recepción hasta a gosto de 1997. Por el momento, el organismo suizo dice recibir entre diez y 20 solicitudes diarias provenientes del mundo entero, siendo la mayoría de ellas de Estados Unidos, Israel, Alemania y Europa del Este.

Jean Luc Meier, representante de Contact Office for the 48

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Aunque sin datos ni certezas, Benarroch no avala el misterio

El presidente de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela y vicepresidente del Congreso Judío Latinoamericano —con sede en Buenos Aires—, Aquiba Benarroch, observa con asombro el comportamiento de sus correligionarios, asegurando que, aunque se trata de un proceso complicado y emocionalmente difícil, no reviste peligro alguno. "En Venezuela no manejamos datos sobre personas que se hallen en tales circunstancias de reclamo", señala, "pues cada quien remite su caso directamente a Suiza o al Congreso Judío Mundial. Quizás yo, como líder comunitario, pudiera solicitar información; pero hasta ahora no se me había ocurrido hacerlo. La verdad es que no entiendo por qué hay tanto miedo a hablar del tema. Si yo me encontrara en tal caso, no tendría problema en decirlo".

Un joven empresario judío nacido en Caracas, cuya tía materna participa de esta exigente avalancha, accede a declamar una visión crítica, no sin antes cerciorarse de que el anonimato lo arropará. "Desde hace muchos años en mi casa no se hablaba del Holocausto; pero en cuanto apareció la posibilidad de hallar un tesoro en Suiza, nuestras cenas de shabat se hicieron monotemáticas. Mi abuelo vivía en Polonia y cuentan que al principio de la guerra salió con una maleta llena de dinero hacia Suiza. Gracias a un salvoconducto conseguido por el propio banco, logró depositar el dinero y regresar. Pocos días después fue llevado a un campo de concentración sin que alcanzara a transmitir a nadie el número de cuenta ni la ciudad donde ésta se hallaba. La nuestra no es una historia especial. Por eso creo que hubiera sido más importante conocer el lugar preciso donde están las cenizas del abuelo, y no

alivio, pero también un peso que aún hoy le ensucia de lágrimas la mirada. Antes de abandonar el ghetto, un tío paterno le había solicitado ayuda para enterrar las cosas de valor, previendo la estampida. Cuando regresó, años después, la casa había sido removida en busca del tesoro oculto. Pero ésas no eran las únicas posesiones del tío. Benjamín sabía de propiedades y cuentas en Suiza que trata hoy de rescatar para los suyos. El tema le revuelve el estómago y hace que, aunque en un principio se ofreciera a dar testimonio sobre un reclamo más bien enorgullecedor, se repliegue con agresividad aduciendo que preferiría olvidar para siempre el tema e incluso la reclamación.

Pero el halo de misterio —criollo y contagioso— no sólo vela rescoldos de la comunidad judía local. La Embajada suiza dice estar imposibilitada para ofrecer declaraciones o entrevistas con el excelentísimo embajador. El Swiss Union Bank, una de las pocas instituciones helvéticas con representación en el país, evade rozar el tema, remitiendo entre asustados temblores a una lejana agencia europea. El Congreso Judío Latinoamericano se niega también —al son del tango— a ofrecer respuestas precisas sobre los intríngulis venezolanos y hasta el abogado Josef Kemper prohíbe —a la legua— que sus clientes-causahabientes deletreen apellidos frente al temerario grabador. sto es un segundo Holocausto", arguye una dama polaca —otrora dueña de una prestigiosa talabartería ubicada en el centro de Caracas—, presunta heredera de una cuenta cifrada dejada por su padre en la ciudad de Ginebra. Por ahora, las esperanzas de esta minuciosa superviviente del Shoah se concentran en un formulario que el Centro Simon Wiesenthal ha puesto a circular a través de Internet (http://www.wiesenthal.com/swiss/index.htm) . La institución californiana dio a conocer hace pocos días un listado de 1.500 cuentahabientes, algunos de los cuales, según señala la red de redes, fallecieron sin haber especificado herederos, por lo que las cuentas serán absorbidas por el Gobierno suizo.

La patrimonial escaramuza apenas suelta los primeros fuegos. Son demasiadas las preguntas que rondan las mentes ensombrecidas de hijos, nietos y bisnietos del Holocausto. Incluso quienes hoy poseen florecidas cuentas en bancos suizos —no pocos en Venezuela, judíos y no— comienzan a temer por ellas al imaginar guerras devastadoras o imprevistas orfandades.

Quizás algunos descendientes de las víctimas lleguen a demostrar el derecho que poseen sobre ancestrales cuentas cifradas.

Pero el otro dinero, el atesorado por los nazis y depositado en los incólumes paraísos de bóvedas bancarias, muchos dudan que llegue a ser repartido con justicia, puesto que pareciera imposible, a estas alturas, cuantificar derechos individuales y distribuir cifras correspondientes a collares de perlas, aros matrimoniales o candelabros hurtados a los judíos instantes antes de rociarles la muerte encima. "En todo caso", dice conmovido un caballero nacido en la Rusia blanca, "éstos son los últimos instantes vivos de la fatal historia de mi pueblo. Quienes la vivimos estamos por irnos. Luego todo será memoria y otra vez ceniza". IL1

E Polonia. Otros tiempos...

las cifras de una cuenta que quizás no existe. Este asunto tiene muchas aristas. Hay gente que merece una recompensa al drama vivido, encarnar una inocua venganza después de tanto dolor. Pero también hay aquí, como en toda cuita humana, muchos oportunistas, gente queriendo pescar en río revuelto... a ver qué consigue".

Otro de los nueve casos de oriOtra raya para Evita gen venezolano apuntados por el Gobierno suizo es el de Benjamín M., nacido en 1925 en la ciudad rumana de Cluj y residenciado en el país desde 1949. Según relata alguien que lo conoce de cerca, Benjamín fue deportado en 1944 del ghetto al campo de concentración de Birkenau, de donde escapó tras saber que toda la familia —tanto materna como paterna— había sido cubierta por el gas y las llamas del horno crematorio, en cuyas calderas fue obligado a trabajar. Al terminar la guerra, tenía 20 años y pocas fuerzas para entender la pesadilla de la que había formado parte. La liberación era un

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TABERNEROS

Irradiados por el espiritu liberal y globalizante del Norte, donde transitaran por prestigiosos campus, han sacudido el abolengo para aligerarlo de aristocráticos pudores e ingresar sin tapujos a un negocio antes desdeñado en favor de la gleba. Los vástagos de alto copete se suben las mangas para recoger la cosecha del esparcimiento nocturno y la buena mesa

Carolina Gutiérrez s la tibia y titilante noche caraqueña de algún fin de semana de 1977.

Un lujoso automóvil entra al estacionamiento del centro comercial Chacaíto —el más trendy de la capital.

Una elegante pareja exquisitamente trajeada baja del carro. Bigote, mítico valet parking, se encarga del resto. Recorren los pasillos del establecimiento de compras con la desaprensión que la ciudad nocturna licencia. Sortean con displicente glamour la silenciosa emboscada agazapada en las vidrieras de algunas de las tiendas más exclusivas de la época. Platería Ginori se exhibe impune en los aparadores de Domus; el lujoso apertrechamiento de carteras y cinturones aguarda en la Casa Gucci; los juguetes importados más exclusivos tientan el prístino consumismo en la Casa Senior; la galería de arte del señor Brenner, con algunas piezas de la figuración emergente, amén de la fuente de soda El Papagayo —hoy tan venida a menos. Los mismos corredores que más tarde vieran las puertas abiertas de Le Drugstore, reducto pop que no demoró en caer bajo el dominio adolescente que se impuso en los sótanos, donde Carnaby ofrecía las perchas de la tardía psicodelia y la más recalcitrante actualidad cinematográfica se exhibía en los Cinemas Uno, Dos y Tres a los caraqueños que asistían —¡oh, nostalgia!— en saco y corbata.

La pareja llega por fin al discreto acceso de su destino, muy cerca de las salas de cine. Apenas una puerta con un parco rótulo que delata el nombre tan tajante como su exclusividad: Le Club. Corazón que hacía palpitar las noches de la capital, alma y esencia del savoir (aire, es hoy el emblema de una época que se empeña en sobrevivir al apocalipsis económico y fundar una nueva era para el

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esparcimiento de altura. El fin de siglo lo ha sorprendido en manos del young set que no lo desampara, al omitir la inseguridad y los malos olores que ahora asedian el sótano del centro comercial y asiste, como en una suerte de homenaje, al mismo local que sus padres disfrutaron. Son precisamente esos jóvenes de tersos rostros veinteañeros, o treintañeros los que más, quienes con los pies bien afianzados en zapatos de fino cuero arriesgan patrimonios personales y herencias, asociándose y trabajando a hombro partido para levantar negocios propios, dignos, con tal de no perder lo que queda del buen paladar y elegante disfrute caraqueño. Caras nuevas que refrescan y consuelan a un público elitesco, ya acostumbrado a celebrar en el calor del hogar las veladas antaño ofrecidas en sobrios y exclusivos establecimientos.

Dos o quizás tres décadas han pasado y no en vano. Chacaíto y Caracas toda los han resentido dramáticamente. Del esplendor de aquella Gran Venezuela quedan hoy tímidos destellos. Tierra prometida para los inmigrantes, Santiago de León abrió sus brazos y se rindió ante el ímpetu que durante años le imprimieron a la vida nocturna y gastronómica los italianos, españoles, franceses, portugueses, en fin, europeos. Y es que antes, como lo recuerda Germán Salazar —conocido dandy en aquellos tiempos—, los altivos venezolanos veían en el delicado oficio de restaurateur un negocio de lochas. Lo común era que las familias con tradición, los amos del valle —según la festiva zoología de Francisco Herrera Luque— fueran siempre por lo alto buscando empresas con jugosos márgenes de ganancia y prestigio. "Quizás la bonanza económica que vivía el país hacía que el venezolano se sintiera feliz pagando para que lo aten-

dieran, eso sí, con buen servicio. Esas familias viajaban al exterior tres o cuatro veces por año y sabían de buenas cosas.

Era muy normal ver venezolanos sentados en las mesas de los mejores restaurantes europeos".

Lógico es, entonces, explicarse por qué, con generoso desdén, los nativos de esta tierra, nacidos para disfrutar, no veían razón alguna para gastar sus días frente a negocios tan sacrificados. Con la mirada lejana, Salazar recuerda, entre otros, locales como el Tony de plaza Venezuela y el Novgorod, donde hoy día se encuentra El Padrino, y que lucía una cubertería de oro para trinchar caviar del mar Caspio. "Eran sitios que le quedaban grandes a Caracas. El Tony, por ejemplo, tenía tres pisos con distintos ambientes, música y shows en vivo. Era el sitio favorito de la junta de gobierno de Pérez Jiménez y las malas lenguas dicen que cuando cayó la dictadura las deudas con Tony eran tales que a éste no le quedó más remedio que bajar la santamaría".

Uno que ha perseverado a pesar de las devastadoras mudanzas del país portátil es Mimmo Tombión. Italiano protagonista y superviviente de épocas doradas, cuenta en su haber casi diez locales, entre nocturnos y gastronómicos, destinados todos al éxito inexorable. Dos de ellos dejaron huellas indelebles en la olvidadiza memoria citadina. El Key Club, fábula para las nuevas generaciones, recibía a damas emperifolladas con traje largo y pieles cortas para protegerse de aquel clima que hoy parece imposible. Transcurrían los tempranos sesenta y el nombre de este exclusivo club de la calle El Recreo de Sabana Grande era alegórico a la llave de oro que cada socio poseía. Los Herrera Uslar, Benedetti, Behrens, Machado Zuloaga y Mendoza tenían una y 1:21 ABRIL 1997 EXCESO

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éxito en el negocio nocturno —aunque con un tono masivo y juvenil— son los Fernandes. De Portugal, hace ya 30 estaciones dos hermanos y un primo aterrizaron en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco para cambiar el concepto que imperó desde los sesenta de la discoteca pequeña, oscura, íntima, a la que sólo asistían parejas. El City Hall, amplio e iluminado local inaugurado a finales de los setenta bajo el influjo del neoyorquino Studio 54, se sumó a la hiperkinesia de la disco music para convertirse en el templo del baile y el estruendo, donde no cabía sino llegar y exhibirse sin pronóstico de tertulia y con augurios de impersonal ligue. En ese local del CCCT y bajo la misma égida de los portugueses seguirían luego, cada uno atenido al discurrir de los tiempos, Winners, Paladium y, ahora, Pal's Club Privado.

Con vagas pinceladas de high society, Caresse Lansberg de Alcántara recuerda también algunas veladas en "divertidísimas" discotecas un poco más sobrias como la Hipocampo, del señor Renato; El Los inmigrantes dan cuenta del éxito Hipopótamo, en Los Palos Granen el negocio nocturno con un tono masivo des, y Morocota y Blow Up, en Altamira. En la enumeración nosy Juvenil. Verbigracia, GUILLERMO tálgica no puede faltar Le Club, FERNANDES en el Pal's, club privado donde algún fin de año ella, su atenido al discurrir de los tiempos esposo y algunos amigos cercanos hicieran suyo el balcón del local público a su propia casa, donde alberga- que el difunto Bertil Kahlen y el Catire ría al restaurante Mimmo's de la avenida Fonseca estrenaron a finales de 1969.

Venezuela, en El Rosal. Allí actuaban con regularidad chefs internacionales invitaastó el paso de una generación, no dos. Proverbiales fueron la profusión de obstante, para que tanta añoranza platos franceses, la abundancia de Dom trocara en acción, cristalizada en Perignon de 1959 —un magnum por sólo amagos empresariales en el área de 250 bolívares—, las temporadas de lan- la gastronomía y el esparcimiento nocturgosta thermidor —por sólo 16 bolíva- no, inspirados en una mentalidad liberal, res— y las recurrentes visitas de lumi- cónsona con la globalización. Los henarias y personalidades del espectáculo y rederos de tradicionales apellidos se desla política provenientes del mundo ente- lastran de decimonónicas como godas con ella garantizaban su membresía y entrada —literalmente hablando— abriendo con ella la puerta principal del local.

Más tarde, Tombión daría acceso al

ill

ro: lienry Ford, Richard Nixon, Claudia Cardinale. Se cuenta que en una dilatada sobremesa, Tom Jones concedió alguna ronca canción.

Otros inmigrantes que dan cuenta del 52

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aprensiones y no han tenido pudor alguno en adentrarse con honra en los territorios que con pericia y exclusividad manejaban los inmigrantes. Con la frente muy en alto, el otrora derrotero para plebeyos

es hoy una excelente oportunidad para empresarios veinteañeros. Se trata de jóvenes que dominan a cabalidad el arte de viajar, las más de las veces han estudiado en Estados Unidos el high school, el college o ambos. Sin duda fueron adoctrinados por sus familias en lo que a la buena mesa se refiere. No pocos de ellos —incluso algunos de los chefs— cuentan en sus periplos universitarios con vistosas pasantías en Administración, Ingeniería, Arquitectura o Ciencias puras, sin excluir los etéreos Estudios Internacionales. Casi todos, con poquísimas excepciones, serían excelentes candidatos para una publicidad de Hugo Boss —firma que probablemente entrañen sus closets.

Pero lo más resaltante es el empeño que los mueve para que sus locales no sean víctimas de la moda, de la espuma de las breves tendencias que caracterizan el devenir colectivo venezolano. Les aterroriza formar parte de las vertiginosas estadísticas que en la Alcaldía de Baruta se manejan sobre cafés, pools, discotecas, restaurantes o heladerías que una vez inaugurados con bombos y platillos caen en la desgracia o el olvido, las más de las veces a causa de la mala calidad. El público al que aspiran es distinto y, ciertamente, mayor en edad y poder adquisitivo que el que se divierte los sábados por la noche en Las Mercedes. Es por eso que sobriedad, exclusividad, buen servicio y óptima comida son las consignas. Al parecer, esta peña de ambiciosos rapaces ha logrado horadar triunfalmente ese discreto prejuicio que vincula la impericia con la juventud.

Veintiséis años es el cociente de edad que Michel Benoudiz, David Akinin y Emiliano Reyes comparten. Hace tres se estrenaban en las lides culinarias con el Shibumi de El Hatillo. Un sushi bar con ambiente snob neoyorquino, cuyo éxito los dejó con ganas de dedicarse en serio al oficio gastronómico. Querían conocer gente nueva; un restaurante de lujo era la oportunidad perfecta, y por su juventud no tenían compromisos que los anclaran para iniciar un negocio de alto riesgo.

Fue así como nació Ara, en el Centro Lido. "La idea germinal era un sitio de comida japonesa, pero que tuviera otras op-

dar; eso también hay que maciones no tan costosas, como tizarlo", comenta Sumito Esla italiana o la francesa. Portévez, quien además encuenque, no importa cuánto gane tra una identificación genética al mes, nadie debería gastarse con esta comida, ya que pro20 mil bolívares sólo en el viene de un vientre hindú. almuerzo de todos los días", Cathay tampoco se queda apunta David Akinin. atrás en lo que a decoración Edgar Leal —chef estrella se refiere. Tiene una elaboradel local y egresado del Culinada jardinería interna, con palry Institute of America en New meras, una caída de agua de York, uno de los centros de ensiete metros y un acuario amaseñanza más prestigiosos del zónico que remeda las promundo—, encajaba a la perfundidades de un río. "En este fección con este perfil, y los AL. negocio hay que ser como un hombres del Ara no vacilaron kinin, Benoudiz y Reyes, 26 años de edad promedio cirujano cerebral: o todo quepara llamarlo e incluirlo como y un negocio de alto riesgo. ARA Y CATHAY da perfecto o es fatal y no hay nuevo socio. Enseguida estaba vuelta atrás. Hay que hacerlo en Maiquetía, listo para entredonde reinan los chefs Edgar Leal y Sumito Estévez bien y con respeto, porque si gar a los caraqueños lo mejor te equivocas a los 25 estás de la world cuisine —aquella que mezcla las técnicas de la alta cocina ta italiana de diseño de interiores Interni muerto", sentencia solemne Akinin. tradicional europea con ingredientes del viajó a Venezuela para reseñar la exclua suerte, asociada cabalísticamente siva ambientación del local. RecienteNuevo Mundo y el Asia remota. al número siete, parece no haber Philippe Starck, diseñador industrial mente, mientras Edgar Leal realizaba una abandonado a los siete socios del de fama universal y de quien los socios pasantía por los fogones del Daniel de Mostaza en la Torre Europa: Raeran devotos, fue el ángel inspirador del New York, octavo en el mundo, comentó novedoso tono decorativo que ofrece el que su restaurante en Venezuela había fael Pizani, Antonio Pardo, Guillermo restaurante. Orgulloso progenitor, Aki- salido en Interni. El señor Daniel licenció Bauder, Ramón Mendoza, Guillermo Sabal, David Lobo y Carlos Kauffmann. nin destaca: "Ara es el único comedor de una carcajada de incredulidad. lujo en el mundo al aire libre; el paisaEl futuro se avizora promisorio para el Promedio de edad: 28 años. Las ideas jismo japonés le da un ambiente distinto grupo Ara, empeñado en extenderse. congeniaron hace un año y tres meses a cualquier otro, y además somos el úni- Cathay —nombre que le diera Marco Po- cuando Pardo y Kauffmann manoseaban co en América Latina cuyo mobiliario es lo a China— es el nuevo proyecto culina- la fantasía de un restaurante y los otros totalmente de Starck". De hecho, la revis- rio al que se dedican con pasión de estre- cinco la de un bar de lujo. El local elegino, aunque madurada por do, antes sucursal de un banco, era prola experiencia reciente. Su- piedad del padre de Pardo y ofrecía la mito Estévez es el chef al posibilidad de albergar ambos. Unieron mando. "Se trata de comida capitales y se asesoraron en todas las asiática, sabores de Japón, áreas. Tres arquitectos —Alejandro LoChina, Vietnam, Laos, Tai- bo, José Moraso y Leonardo Ambardlandia y Malasia traducidos se encargaron de transformar el gélido real gusto occidental. Estos cinto bancario en un espacioso pero acoson países superpoblados gedor bar restaurante. Algunas madres donde no existe la entrada —Belén Ramírez y Angélica Andreta de ni el segundo plato, todo se Pardo— colaboraron con la decoración y pone sobre la mesa y la gen- el diseño del menú, respectivamente. te se sirve. La traducción "El concepto siempre fue el de un esconsiste en elaborar un pla- tablecimiento sobrio donde el cliente se tillo conceptualmente cerra- sintiera respetado, donde pudiera converdo típicamente occidental. sar de negocios con tranquilidad y comer La suerte del MostaL, RAFAEL PIZANI Otro punto es que los sa- bien sin gastar enormes cantidades. De cara y motor del restaurante 16 horas diarias, bores asiáticos pueden ser hecho, la mayoría de nuestros clientes demasiado especiados o pi- nos lleva 15 o 20 años", comenta Pizani, y Andrés Reboredo al mando en los fogones cantes para nuestro pala- cara y motor detrás del restaurante al que

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le entrega unas 16 horas diarias. Lidiar con los distribuidores, conseguir los productos más frescos y reclutar el personal preparado para dar un servicio excelente han sido los retos más difíciles con los que Pizani se ha enfrentado. "Es una lotería. Hasta he tenido que sacar mesoneros borrachos del local".

Algunas peripecias con final feliz también fueron necesarias para encontrar el que hoy es el chef de Mostaza, Andrés Reboredo. El primer candidato declinó la oferta una semana antes de abrir el local, y el destino les obsequió el talento de Reboredo, quien viajó a tiempo desde Miami. Cubano de origen, empezó en el oficio a los 15 años y ha sido el jefe de

Piu rfln'in -0

lbalas, FRANCISCO

ABENANTE eMPuiliú Oil ¡lel'

hasta Barquisimeto los atributne do

cocina personal de Donald Trump, de J orge Blanco, presidente de República Dominicana, y de exclusivos hoteles como el Pierre de New York, entre otros.

"Lo que proponemos aquí es un cruce entre la comida del norte de Italia y la del 54

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sur de Francia", avanza Reboredo." Creo que el caraqueño sí tiene cultura gastronómica, pero lo que más me gusta de Venezuela es que los ingredientes que uso son más naturales que en Estados Unidos. Hay pescados exquisitos y la carne es tan fresca que a veces tengo que añejarla un poco. La sémola del trigo, por ejemplo, no tiene blanqueador y eso permite una mayor calidad en el pan y en la pasta".

al negocio gastronómico. Los socios capitalistas de El Racó han encontrado junto a Lozano el perfecto side business: ellos ponen los dineros y el frondoso cocinero la sazón.

1 disfrute comedido, mesurado por el buen gusto, es el primero de los mandamientos en el decálogo de los nuevos empresarios de la noche. Ellos, quizás más que los jóvenes

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os atributos de la world cuisine no son privilegio exclusivo de la capital. Cruzando alcabalas y peajes, Francisco Abenante los llevó al interior del país, a Barquisimeto. "Cocina honesta" es el nombre que prefiere darle este novel chef, compañero generacional de Edgar Leal, a los platillos que ofrece en El Círculo, restaurante que abrió hace ya dos años junto a su esposa en la ciudad de los crepúsculos. Los larenses han tenido la fortuna de apreciar allí la categoría de chefs y restaurateurs invitados como Yuman Ley, del Chez Wong, entre otros.

Abenante, quien alguna vez fuera discípulo de Pierre Blanchard, Marc Provost y José Rafael Stage, cread hace algunos meses Lovera, se empeñó en cambiarle el por RAMON PINO, se ha esmerado gusto a los guaros a fuerza de novedades. En su modesto pero exen rastrear lo mejor del público clusivo local, único en Barquiganado a la buena música simeto, Francisco comenta: "Los márgenes de ganancia no son muy altos, porque tengo que competir con restaurateurs, conocen los estragos que el la comida tradicional que consume el alcohol puede ocasionar en la conducta barquisimetano a muy bajos precios. de los aficionados a empinar el codo, sea Es difícil cambiar la mentalidad sobre cual fuere su apellido. Por eso los tamices el costo de una comida hecha con que decantan el acceso a estos sitios cada ingredientes de primera y con técnicas día son más inexpugnables y el tejido no de alta cocina. Aquí no es como en necesariamente tiene que ver con la solCaracas, donde la gente sabe que la vencia económica. buena comida tiene un precio".

Stage, creado hace algunos meses por Sin duda arduo ha resultado para Ramón Pino, se ha esmerado en rastrear Abenante el doble protagonismo frente d lo mejor del público ganado a la buena los fogones y la caja registradora antes de música. Pino, dedicado desde siempre al los 30. Tal vez por eso, los jóvenes socios comercio internacional, tiene aquí el rede Angel Lozano en su nuevo proyecto fugio de su vocación más allá del negocio culinario de El Rosal han preferido exi- rentable. Es su primera experiencia en mirse del ajetreo y los calores inherentes este campo, pero el local, inspirado en el

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tiempos. Extraña sobre todo Blue Note de la Gran Manel buen gusto de la generazana, alberga sólo a 180 perción de su padre, "gente que sonas, interesadas en pagar y sabía disfrutar. Gastarse 300 presenciar conciertos en vivo mil bolívares en una noche de destacados artistas de denno garantiza necesariamente tro y fuera de las fronteras que se ha hecho bien; que patrias. "Stage está diseñado usted tome mucho whisky y equipado para que la acúsno significa que usted sea tica y la visión sean percatador". fectas. Y mientras el artista Este relevo que se expantrabaja no hay servicio, para de, si bien joven, tiene jusevitar los ruidos". El creador tificada preferencia por la plástico Ricardo Benaím y el sobriedad y las buenas madiseñador Iván Castillo parneras de la diversión. En el ticiparon en la impronta viAventino, esa proverbial sual del lugar, donde el esde Alberto Peroch y Patricio Petricca, amos y senores institución, paciente testigo píritu imperante invoca la de los últimos 30 años en la reverencia a la música que BARROCK Y ROCOCO 1 9 superlativa distinción sociedad caraqueña, Gianni caracteriza a las míticas cuedei iminge bat, parva i tpie pasan de las tres década Riocci heredero de la travas del jazz neoyorquino. En dición, comparte el pensael futuro, el teatro de cámara miento de Perosh. "Hemos tratado de también tendrá su espacio en Stage, que gente venga y cumpla sus fantasías, por por los momentos atrae con ofertas como que eso es lo que el público busca cuando adaptarnos a los tiempos; la comida es Paquito de Rivera y el pianista Michel sale de noche. Claro, hay veces en que más ligera, más sana, todo se hace más Petrucciani. uno es víctima de esas fantasías: alguien rápido. Pero la prisa le ha quitado teOtros que saben de la movida noc- que no conoces te besa en el cuello o te rreno al disfrute, y no es lo mismo. Ya turna con clase son los amos y señores de mete la mano en el pelo; pero tal vez ése nadie se queda a conversar. Hay personas Barrock y del restaurante Rococó, Alber- sea el precio de tener un local así". Pe- que se toman tres o cuatro tragos antes to Perosh y Patricio Petricca. Preocupa- rosh se impone realista: "La sociedad que de comer, cuando todo el mundo sabe dos por el destino de la vida nocturna de sale, se divierte y consume en Caracas no que eso adormece el paladar. Otros, aquellos que ya pasan de las tres décadas, pasa de 400 personas. Me interesan ellos, incluso, comen tomando whisky. Uno ofrecen con superlativa distinción el con- que saben lo que es bueno y lo pretenden. puede cambiar; pero, para mí, las cosas cepto de lounge bar neoyorquino, donde Estoy en la obligación de saber quiénes tienen un orden. Vino blanco con peslos privilegiados pueden congregarse sin son; sería absurdo hacer un club privado cado y el tinto para las cacerías. El resto estridencias, a saborear un buen habano, y cobrarles por ser socios y entrar. Es por son excepciones". libar en copas de cristal o demorar una eso que el énfasis lo cerveza, jugar una discreta partida de hacemos en garantizarbackgammon o, simplemente, ver y dele a ese selecto grupo jarse ver. que cuando venga va a Jóvenes, que no ingenuos, ambos so- encontrar a la gente cios se complementan en rasgos favora- que quiere encontrar. bles a la empresa: el pragmatismo y el Eso se logra con un esprotocolo de Perosh hace contrapunto al trictísimo control de romanticismo y la ironía de Petricca, dos seguridad en la puerta visiones distintas de un mismo negocio. y en el local. Cada se"Barrock es la expresión y conjugación mana rechazo a más de de mis tres grandes pasiones", confiesa cien personas. Para mí Petricca, "la Arquitectura, porque diseñé esto ha sido un posttodo el local; el arte y el cine, porque la grado en Psicología, en decoración es absolutamente barroca y Mercadeo, Ingeniería y En f AVENTINO, Gianni Riocci, heredero cinematográfica, un horror maravilloso, Hotelería, todo junto". diría yo; y la pasión por la buena mesa, Sin embargo, deja esde la tradición. Justificada preferencia del joven que se propone en Rococó. Todo es co- capar un suspiro cuanrelevo por la sobriedad y las buenas maneras mo un escenario dispuesto para que la do recuerda los viejos

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CALIDAD SIN FILTRO La viña San Pedro, uno de los principales exportadores de vinos de Chile, introduce ahora en Venezuela el Castillo de Molina Cabernet-Sauvignon Reserva 1994. Este tinto es una muestra de la tendencia a regresar a una vinificación tradicional —sin filtrar— propugnada en el mundo por el autorizado crítico estadounidense Robert Parker. De color rojo cereza y aroma intenso a frutas y vainilla, este caldo es una propuesta interesante entre los sureños por su precio y calidad. Es un regio acompañante para platos de cacería, quesos fuertes y filetes con salsas intensas.

Tamayo. Telf. 62.3811.

ACEITE Y VINAGRE Salieron al mercado los productos Altrote,

y las muy recomendadas polvorosas europeas de almendra y vainilla. Altrote.

Telfs. 286.3426 y 283.1857.

CONDUMIO DEL SUR El sous-chef venezolano Ignacio Marín regresó del Sáo Paulo Hilton, donde realizó estudios sobre la preparación del plato típico brasileño, la feijoada. En el restaurante La Rotisserie del hotel Caracas Hilton, el público puede degustar desde el 22 de marzo, cada dos sábados, este plato muy apetecido no sólo en el otrora imperio de Pedro.

La Rotisserie. Telf. 503.4107.

Reducido, tanto que sería difícil hablar de geHOGAZA TEUTONA En Europa, el pan ha ocupado siempre un sitio obligado en la comida cotidiana, y para honrar tal exigencia, desde finales del año pasado un panadero alemán viene elaborando en El Junquito este alimento al estilo de su país natal, en cuatro tipos, todos con centeno: nueve cereales y semillas, clásico alemán, krafkorn (combinación de varios cereales con malta)

y especial de cereales y que presentan en botellas farmacéuticas de diseños antiguos aceites de maní y soya aromatizados con mostaza, ajíes y demás hierbas; vinagres perfumados con frambuesa o cereza; los picantes maguey o el tradicional venezolano de leche. También, antipasti hechos a la usanza italiana

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semillas. Los elabora a mano, con ingredientes naturales importados, y en dos presentaciones: redondo y sandwich. La Confitería.

Telf. 74.1073 y Panmil (033)21.871.

neración, un grupo de jóvenes viene anunciándose en el panorama gastronómico local desde comienzos de esta década con desigual fortuna. Franz Conde, Germán Olavarría, Edgar Leal y otro puñado de estas promesas venezolanas tienen en común el calendario, la cultura

y el empeño de abrazar la cocina con seriedad profesional.

El caso de Sumito Estévez es ejemplar. Físico diplomado, este andino de origen caraqueño y ancestro hindú dejó a un lado el birrete por el gorro de cocinero cuando hace ocho años Franz Conde, que hacía sus pinitos en la cocina pública, lo reclutó para una precoz incursión en la aventura de la cocina global.

Vinieron después un restaurante propio en Mérida y los fogones de otro, ajeno y francés, en la isla de Granada.

Sumito Estévez acaba de lanzarse al ruedo con todos los hierros estrenando, en un lujoso establecimiento postmoderno diseñado por Andrés Alibrandi, una vitrina de las cocinas del Lejano Oriente. Temas del sureste asiático (sin omitir ingredientes originales), técnicas mixtas y estética occidental contemporánea hacen aquí un buen cocktail que, estamos seguros, habrá de transformarse en la carta de triunfo de este físico apóstata entregado al difícil arte de los calderos, cuya química maneja a la perfección. ¡Amén!

Alejandro Dumas Nieto

Cathay Segunda avenida con 41 transversal centro comercial Las Cúpulas nivel superior, Los Palos Grandes Telfs. 286.9715/7915

CARACAS YANTAR RESTAURANTES

Repertorio vasco de un barroco subido. Más o menos pantagruélico. Alcabala a Puente Anauco, Edif. San Thomas, Candelaria. Telfs. 571.5921/9619. l'ARA. En las alturas y al aire libre, el arte coquinario nipón y la no tan nueva world cuisine conviven en armonía. El chef Edgar Leal logra felices combinaciones.

Av. Francisco de Miranda, Centro Lido, piso 8, Campo Alegre.

Telf. 953.3270.

O AVENTINO. Durante 30 años, la familia Riocci ha cimentado el prestigio de esta casa con un servicio de gran escuela, una bodega de respetables dimensiones (aunque por desgracia sin climatizar) y una obstinada fidelidad a cierta tradición culinaria gala (algo fatigada). A pesar de los ingredientes de primera, la ausencia de un chef se hace sentir. Av. San Felipe con calle José Angel Lamas, La Castellana. Telfs. 263.4236 y 267.5422.

AKELARRE.

O Establecimiento consolidado cuyo conjunto de virtudes universa-

les ha mantenido un alto promedio a lo largo de los años hasta convertirlo en una institución

O Establecimiento cuyas virtudes específicas más sobresalientes lo han elevado a través del tiempo a un lugar de particular consideración Establecimiento reciente, o más

o menos reciente, cuyas virtudes universales o específicas, individualmente o en conjunto, sedujeron desde el primer momento

O AVILA TEI. Siempre a la cabeza pese a la enorme competencia, este pionero japonés mantiene una corte de asiduos. Calle Guaicaipuro, entre Pichincha y Casanova, El Rosal. Telf. 952.0030.

O RASQUE. La veterana Blanca Royo demuestra que, naciendo en el País Vasco y ejerciendo en un minúsculo fogón, se puede alcanzar la cima. En la noche es atendido por su hijo, Carlos Navas.

Alcabala a Peligro, Candelaria.

Telf. 576.5955.

BRAVAMAR. El ejecutivo promedio se siente aquí como pez en el agua. Los ictiófagos también. Se dice que es el restaurante que más factura en Venezuela. Av. Principal, La Castellana. Telfs.

266.5941 y 263.8942.

CAPRI. Atendida por la propia dueña, esta pequeña trattoria es una verdadera sorpresa. La honesta pasta e fagioli y un sabroso pasticho de berenjena son los puntales de la casa. Destacan el tiramisú, el semifreddo y la zuppa inglesa. Calle La Paz con 2 de Mayo, Edif. 2 de Mayo, local 4, El Hatillo. Telf. 963.4653.

CASACCIA. El público de repleta billetera prefiere los risotti de salmón, langostinos o vieiras. Ambiente colonial y música de violines sirven de marco a una convencional carta italiana. Calle Santa Rosalía, N° 1, El Hatillo.

CAYOCLAUDIO. Cayito Aponte y Claudio Nazoa reciben la inspiración de las musas para crear una minuta que evoca la Caracas de antaño. Dulces criollos de antología. Espectáculos humorísticos los fines de semana. Colegio de Médicos del DF, Santa Fe

Norte. Telfs. 975.3730/4781.

La autenticidad de los platos tradicionales del Levante inscritos en la minuta le ha merecido el título de primero entre sus pares. Abierto al público, sin carnet ni membresía. Calle Río de Oro, Prados del Este. Telf. 978.2368.

49 COSTA VASCA. Asentado sobre las recetas del veterano Izaguirre, ya jubilado, su hijo, gracias a los leales servicios del chef José Garrido, sigue apostando al salpicón de mariscos, las croquetas de jamón y el lenguado al champagne, en su tercera ubicación. Calle Los Chaguaramos, La Castellana. Telf. 266.4276.

CRABS. El cangrejo en toda su extensión. Sencillo como la decoración, pero a precio de lavandería de lujo. Av. Principal, Las Mercedes. Telfs. 993.5348 y 91.9709.

O CHEZ WONG. Yuman Ley, el amabilísimo dueño de este bistró, cambió la faz de la comida china en Caracas. Se lo reconoce una clientela fanática que no lo abandona un solo día del año. Av. Francisco Solano, Edif. Isabelita, Sabana Grande. Telf. 761.4194.

CHIFLAO'S. Una como antañona cordialidad —la que solía habitar tantos locales en la Caracas de los años sesenta, cuando se estilaban los pisos de mármol picado que aquí se conservan— flota sobre los dos niveles de este recién venido. Mas, colgado en una de las paredes, no será Einstein quien baje a explicar las inocuas ecuaciones italo-francesa de la misma. Av. Francisco de Miranda, Edif. Roraima, PB, Campo Alegre. Telfs.

952.9042/8118.

O CLUB LÍBANO-VENEZOLANO.

Italiano longevo e inalterable. Válido pesto y una polenta con hongos, sencilla, casera pero muy sabrosa. Av. Francisco Solano, Qta. Iza, N° 8, Sabana Grande. Telf. 71.0937.

DA RICCI. En una zona donde no abundan los restaurantes italianos, un ambiente agradable y la excelente atención sirven de aderezo a una tavola calda de sencilla factura. 2' avenida, entre la transversal y Av. Francisco de Miranda, Los Palos Grandes.

DAMASCO. En un austero local, la familia Akkary, de origen sirio, hace honor con sencillez a la patria lejana. Av. Guaicaipuro, Centro Metropolitano, local 39, Chacao. Telf. 266.6695.

EL CAMPANERO. Veintinueve florecientes años al pie de la res. Av. Principal, Las Mercedes. Telfs.

91.5120 y 993.2606.

EL CARRIZO. La mejor carne de Caracas se alojó por décadas en esta cabaña llena de humo, pero ya emigró. ¡Lástima! Av. Blandín, La Castellana. Telf. 263.9069.

O EL CHUPE. Perú es su primera patria, pero ha dado asilo al antojito mexicano y hace honor, con buenos ejemplos, a los chifas de Lima. Av. Mucuchíes con calle La Trinidad, Las Mercedes.

Telf. 92.6600.

EL HATILLO GRILL. Su numerosa clientela aprecia el gran espacio interior y una carta consagrada a las carnes a la parrilla. Calle La Paz, N° 26, El Hatillo. Telfs.

961.1356/1452.

EL LAR DEL JABUCO. La partida de Angel Lozano no ha significado, al menos por ahora, mayores cambios en la minuta que man-12 DA CUIDO.

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tiene como estandartes el arroz negro con alioli, las empanaditas y la salsa romesco. Av. Principal de El Bosque. Telf. 731.0332 EL PORTÓN. Muy visitado por turistas que desean llevarse alguna idea de la cocina criolla. Av. Pichincha, Qta. Rest. El Portón, El Rosal. Telfs. 952.0027/0302.

9 EL RACÓ. El inconfundible Angel Lozano emprende una nueva aventura al frente de este recién inaugurado establecimiento donde, recogiendo los hitos de una década de triurifos, se dedica a recorrer, de la Edad Media al presente, todos los meandros del acervo culinario catalán. Av. Venezuela, Centro Cremerca, PB, El Rosal. Telfs. 953.3856/2433.

451 EL TAJÍN. Nunca pasaron por este valle tan sabrosos platillos mexicanos. De ello es elocuente testimonio la asidua concurrencia.

Calle California con Perijá, Las Mercedes. Telfs. 993.7501/0442.

O EL TIZÓN. Puede vanagloriarse de haber logrado la feliz unión de México y Perú en la misma carta. Inalterable, se mantiene en la cima desde el primer día. Cierran a las 11:00 pm. Av. Principal de Bello Campo, centro comercial Bello Campo, sótano.

Telfs. 264.1638 y 267.6715.

O HATO GRILL. Hervidos, queso de mano y lomito encebollado atraen a las masas que aplauden, además, convencidas por unos precios sin competencia. Av. La Salle, Los Caobos. Telf. 782.8132.

HATSUHANA. Ambiente sereno, jardines de piedra y salones tatami al servicio de una de las mejores cocinas niponas. Av. San Juan Bosco con 5' transversal, Altamira. Telfs. 264.1819/1214.

NERDFORD GRILL. La parrillada argentina llegó a este valle en los años cincuenta y se reprodujo en numerosos clones como éste, que nacionalizaron el producto im-

entre

portado. Calle Madrid, CAroní y New York, Las Mercedes.

Telfs. 92.9664 y 993.9610.

HERMANN. Amplio como sus homólogos neoyorquinos. Cocina 58

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ecléctica. Música de noche y los domingos a partir de la 1:00 pm.

Las mejores hamburguesas de Caracas. Av. Francisco de Miranda, Centro Lido, nivel Parque, Campo Alegre. Telf. 953.4560.

IL CIELO. Marmórea, florida y luctuosa, la desangelada entrada no da fe de su cálido interior.

Originales antipasti, aceite de oliva extravirgen y jugosa ternera asada viven en feliz unión bajo la mirada cómplice de Camilo Lamaletto. Av. Río de Janeiro con calle Trinidad, Las Mercedes.

Telfs. 993.5996 y 91.8754.

JAIME VIVAS. Cocina popular venezolana. Argentino, don Jaime no previó tal posteridad para el plátano horneado o el bistec encebollado con ensalada de berros cuando se instaló hace décadas frente a la clínica Razetti. Calle Pascual Navarro, Edif. Manaure, Sabana Grande. Telf. 71.4761.

KIBBE STEAK. Con un nombre que no induce a equivocaciones, combina especialidades libanesas con buenos cortes de carne. Calle Madrid con Mucuchíes, Las Mercedes. Telf. 993.5818/2348.

KUNO HEY. Lo que le falta de refinamiento lo suple la autenticidad. Aunque todo tiene un límite. Ofrece dos cartas, cantonesa una, szechuan la otra, y mantiene servicio de tim sam mediodía, tarde y noche. Av. Prolongación Sur, Las Acacias, Sabana Grande. Telfs. 782.5610 y 793.1449.

O KURO OBI. La cocina japonesa genuina seduce al público adulto contemporáneo con precios fuera de lo común. Av. E, Edif. Montecassino, local 3, Campo Claro.

Telf. 234.8016.

LA BELLE EPOQUE. Hace 40 años estaba en el mismo lugar, ofreciendo a los nostálgicos de Francia un cálido consuelo. Y sigue siendo así, con su invalorable mural del París eterno, músi-

o

Cá de saxo en vivo y los platillos

de Domingo Meneses, entrenado por su antecesor, el chef Michel Pellenard. Calle Leonardo Da Vinci, Edif. Century, Colinas de

Chez Wong & Grill

Tras probar 01 éxito a lo largo de siete años en el concurrido local de Sabana Grande, Yuman Ley se anima a tentar parecida suerte en otro que, bajo el mismo rótulo de Chez Wong, abrirá sus puertas a mediados de este mes en el Este capitalino. Un nuevo espacio gastronómico estratégicamente ubicado en un área muy transitada por gente de negocios que podrá degustar la original y auténtica cocina china con la excelencia que ha distinguido la trayectoria de Ley. La carta conservará buena parte de los platos que han sido deleite de los asiduos al antiguo establecimiento —que, por cierto, continuará abierto— con el añadido de las especialidades mongolesas al grill — ubicado al lado de la barra bajo el escrutinio del comensal—, una combinación de vegetales picados con carnes que van desde pato hasta pescado. Entre los platos que mayor orgullo confieren al restaurateur se cuentan el cordero al estilo mongolés y el pato a la manera de Shanghai.

El banquete cierra, a discreción, con una excelente selección de postres y pastelería austro-húngara y china. Todo enmarcado por un ambiente moderno decorado con cómodas sillas y un resaltante parquet.

Av. Principal de La Castellana, frente a la plaza, Edif. lasa, PB

Bello Monte. Telf. 753.2202.

LA CASBAH. Que nadie se confun-

da con el nombre: el origen de los platos, signados por la frescura de los ingredientes, es salerosamente hispano. Alcabala a Puente Ana uco, N° 214, Candelaria.

Telf. 572.6387.

LA CITA. Los lugares comunes del fogón español conviven en este ruidoso comedor del Centro. Porciones convincentes. Esq. Alcabala, Candelaria. Telf. 572.9913.

LA CONFITURE. Predilecto de señoras que gustan de un acogedor ambiente hogareño, brinda una carta de resonancias francesas a la manera de Caracas, supervisada por el ojo cariñoso de Pilar

Leonardi. Calle Madrid, entre Mucuchíes y Monterrey, Las Mercedes. Telf. 993.9658.

LAI KINN. Un chino que supo liberarse de la más temible de las tríadas: lumpia, costillitas y arroz frito. Pero no de todos los vicios (ingredientes exóticos enlatados, entre otros). Tim sam sobresalientes y muy buen servicio. Tercera Av. con 3' transversal, Los Palos Grandes. Telf. 283.9742.

LA NUEVA CASA DE LOS CHINOS. En medio de una de las zonas menos agradables de la ciudad mantiene, no obstante, una de las cartas cantonesas más sabrosas y auténticas en estas latitudes. Pilita a Bucare, Edif. Jucadi, local A,

Santa Teresa. Telf. 481.0741.

Fotos de la vieja Milán brindan un acogedor ambiente propicio para dar buena cuenta de una honesta comida lombarda que incluye algunos platos del Piemonte, como los ravioli di Brasato. De los mismos dueños de La Trattoria. Calle Madrid con calle Monterrey, Las Mercedes. Telf. 993.4258.

O LA ROTISSERIE. En su inmensidad de refectorio medieval conviven en armonía, actualizados y de la mano del francés Fréderic Joffrin, los aromas de Provenza, viejos clásicos de siempre y, por diaria inclusión, el repertorio bourgeois tradicional. Viento en popa y servicio irreprochable.

Av. México, hotel Caracas Hilton. Telfs. 503.4107/4108.

LASSERRE. Ostras Rockefeller, pollo a la Kiev y otras piezas de museo; servicio formal y elegancia convencional en la decoración atraen a banqueros y profesionales prósperos. Tercera Av., entre 2' y 3 a transversales, Los Palos Grandes. Telfs. 283.3079/6335.

9 LA STREGA. Tras el sentido fallecimiento de Claudio Bicciato, la presencia de su esposa en los fogones continúa siendo garantía para los aficionados, que reconocen en la pareja a los precursores de la italianidad culinaria septentrional en la cuna de Bolívar. Av. Los Chaguaramos, La Castellana. Telfs. 266.7756 y 261.4363.

LA TERRAZA OLD FASHION. Ideal para disfrutar unos linguini con frutti di mare. La supervisión de Mimmo Tombión —fundador de Il Romanaccio y Old Fashionavala la calidad. Centro comercial El Mirador, Av. Panorama, Lomas del Mirador, San Román.

Telf. 993.2269.

9 LA TRATTORIA. Sin aspavientos, pero generoso y con una sazón de maternales resonancias, Alberto Scagliati evoca los efluvios del Véneto de plato en plato.

Av. Casanova, Edif. Quasimodo, local 9. Telf. 71.8428.

LE COQ D'OR. Un modesto tesoro LA PICCOLA MILANO.

de continuidad que perpetúan los nostálgicos de la Sabana Grande de antaño. Av. Los Mangos, Sabana Grande. Telf. 71.0891.

O LE GOURMET. La clara ambición de colocarse en el pináculo gastronómico de la capital es un hecho. Laurent Kehr es harto convincente cuando aborda el hojaldre de foie-gras, la ensalada de endibias con tempura de vegetales y soya o los medallones de ternera al jugo de especias. Melodías al piano por la noche, óleos de género de los siglos XIX y XX en las paredes, y la atención equilibrada y formal complementan una experiencia que vale su precio. Hotel Tamanaco.

Telf. 909.7111.

O LE PETIT BISTROT DE JACQUES. El inmodificable Jacques Bouvait se propuso procrear un local parisino plus vrai que nature, steak au poivre y confit de pato incluidos.

Y la fórmula que convenció desde el principio ha perdurado diez años, pese a repentinos altibajos.

Av. Principal, Qta. Tere, Las Mercedes. Telfs. 993.4093 y 91.0975.

LE RENDEZ-VOUS. Cita con la cocina francesa de pronóstico reservado. Calle Monterrey con París, Las Mercedes. Telf. 993.5190.

LES AMIS. Dejando atrás (y para el postre) las crépes, este acogedor bistró transita orondo de un convencional entrecóte con papas fritas a unos atrevidos langostinos sobre arroz al café, salsa de parchita y buñuelos de yuca. En los fogones, Jean-Luc Lemonnier.

Av. Orinoco, Qta. Chey Les Amis, Las Mercedes. Telf. 993.7675.

9 L'OPERETTA. Antes funcionó allí el exclusivo Member's. Naturalizado italiano, conserva el hermoso bar inglés. La gente bella lo adoptó junto al Brunello di Montalcino. Calle El Bosque con Av. Principal, La Castellana. Telf.

265.3293.

LOS SANABRIA. La fidelidad a la

buena cocina casera venezolana del centro es el mejor argumento de venta de esta familia que merece, sin lugar a dudas, un aplau-

so. San Antonio de los Altos, Urb. La Morita, frente al centro comercial. Telf. (032)71.4340.

9 Los VASCOS. Pimientos de piguillo rellenos de bacalao en salsa de calamares, mero al horno sobre papas panaderas u hojaldre con gambas son algunas de las cosas sabrosas que trajo desde las Vascongadas el chef Raúl Miranda. Hotel Cumberland, 2' avenida, Las Delicias, Sabana Grande. Telf. 761.5630.

LUTECE GRILL. Una sucursal de la Ciudad Luz que se defiende con los platos más prosaicos y sabrosos del repertorio bourgeois

—paté de campagne, blanquette, petit salé, tomates farcies— sin renegar por ello de otros más ambiciosos registros. Los jueves, noches de tango y chanson franlaise. Calle Beethoven, Edif. Paraima, Colinas de Bello Monte.

(Estacionar en la Torre Financiera). Telf. 752.7226.

MARCO POLO. Un trompe l'oeil veneciano sirve de escenario a una comida italiana de cierto postín que supervisa Amadeo Mazzucato, veterano restaurateur y cronista gastronómico a sus horas.

Música suave. Av. Francisco de Miranda, Torre La Primera, Campo Alegre. Telfs. 953.4284/0396.

MAURIZIO'S. Se mueve del carpaccio al goulash sin conflictos de identidad. Recóndito e informal.

Centro comercial Los Aleros, El Hatillo. Telf. 963.0789.

MEZZALUNA. En un ambiente concebido con mobiliario de bisutería posmo pero iluminado como los sitios de encuentro para adúlteros de hace tres décadas, las baladas en vivo de la vieja Nueva Trova cubana le ponen un toque de ternura a la cocina sin norte de este vecino de la tienda Kamasutra. Pizzas en horno leña. Tercera transversal con 1' Av., Los Palos Grandes. Telfs. 285.4123/3714.

9 MOSTAZA. La amplitud del local, un mural firmado por Mercedes Pardo y la calidez cromática en las paredes crean un espacio ideal para el solaz que se inscribe

sin manierismos en la postmodernidad. De pretensiones mediterráneas, la atractiva cocina de impronta estadounidense —bajo el mando del chef Andrés Reboredo— interpreta en un lenguaje moderno bien ejecutado los clásicos de la más cálida región de Europa. Av. Francisco de Miranda, Torre Europa, PB, Campo Alegre. Telfs. 952.3036/

4147/8494.

MUÑEIRAS. El fuerte, aparte de la

simpatía y atenciones de la casa, son los mariscos y pescados de ultramar. Cuarta avenida, entre 3' y 4' transversales, Altamira.

Telf. 261.3093.

OKER'S. Este comedor vasco respaldado por excelente materia prima puede figurar entre los buenos. Preparaciones nada ingrávidas. Un corto pero calificado repertorio de vinos navarros opera como buen aliado a la hora de digerir. Calle 2 de Mayo, Esq. con calle Bolívar, El Hatillo.

Telfs. 963.2249 y (016)21.1832.

O OPERA CAFÉ. Aunque instalado en un local sin pretensiones y haciendo caso omiso de salmón, caviar o cordero importados, el menú y las proposiciones diarias del francés Pierre Blanchard, el mejor de los chefs de Caracas, garantizan siempre una exquisita experiencia, en ocasiones sublime. Av. Principal, centro comercial Plaza Prado, local 1, Prados del Este. Telf. 978.1222.

PAPARAllI. Nuevo bar restaurante que ofrece a los comensales platos italianos, pescados y crépes, todos kosher. Calle Los Chaguaramos, Centro Gerencial Mohedano, La Castellana. Telf.

266.4316.

RITZ. Jack Traverso atiende con

igual gentileza a políticos, artistas, escritores, hombres y mujeres de negocios. Abre sólo a mediodía. Av. Las Palmas con Av. Libertador. Telf. 781.1357.

ROCOCÓ. Decorado dieciochesco rayano en el capricho, vista al Avila, atento servicio y una carta italiana bastante convencional,

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apoyada en ingredientes de calidad, dignas presentaciones y una poco profesional ejecución, suman un todo más o menos insólito. Deliberadamente kitsch. Cuarta transversal, entre 42 avenida y Av. San Felipe, Altamira Norte.

Telfs. 261.1417 y 266.7842.

SAKÉ MOUSE. Anfitriona consorte, Maite Delgado es uno de los atractivos del lugar, donde cocineros expertos en el arte del teppanyaki hacen las delicias de la chiquillería, padres incluidos.

Calle Sucre, N° 6-B, El Hatillo.

Telf. 961.1342.

SAKURA. La excesiva popularidad ha afectado el servicio y disparado los precios a alturas verdaderamente niponas. Primera Av., entre 1' y 22 transversales, Edif.

Pinali, local 3, Los Palos Grandes. Telf. (016) 21.7316.

SAMUI. Si de garantías se trata, aquí manda nada menos que el cónsul honorario de Tailandia en Venezuela. Primero en adoptar los condumios de este país asiático, se ha mantenido en la palestra. Postres dignos de mención. Av. Andrés Bello con 1 ' transversal, Los Palos Grandes.

Telfs. 285.4600/6106.

SCÓPRILO. Las paletas de pintor que hacen de respaldar de las sillas anuncian que aquí la carta, además de comida, incluye obras de arte, italiana la primera y venezolanas las otras. Centro Banaven, Av. La Estancia, Chuao. Telfs. 993.7157 y 92.4010.

SHIBUMI. Pionero en combinar el encanto folklórico de El Hatillo con el toque snob de los sushi bar de New York, suma a la delicadeza de los platos del archipiélago la abundancia, tan valorada en este lado del mundo. Calle Bella Vista con Santa Rosalía, Qta. Usme, El Hatillo. Telf. 963.4501.

O TAIKO. El único samurai de la zona. Un espacio cálido que fue concebido lleno de magia e inti60

EXCESO

ABRIL 1997

midad y así se ha mantenido.

Calle Trinidad, Edif. Canaima, Las Mercedes. Telf. 91.6705.

O TAMBO. La doble altura de este local de los hermanos Sucre lo emparenta con la pauta neoyorquina de los ochenta, sin duda su fuente de inspiración. Bifróntico en lo culinario —japonés y peruano, como su chef-- gusta a las mujeres de portada, a los altos ejecutivos, a las señoras y hasta a los políticos. Tiene duende, tiene dueño. Av. Francisco de Miranda, Torre Europa, PB, Campo Alegre. Telfs. 952.5626/ 7190.

O URRUTIA. Entre los florones del modus culinario vasco, con 30 años en la plaza. Av. Francisco Solano, Esq. Los Manguitos, Sabana Grande. Telf. 71.0448.

O VIA APPIA. La familia Fallone, siempre hospitalaria, vela por sus bocconcini de salmón, carpa-

ccio de aceitunas negras y gnocchi en tinta de calamares como si

fueran sus hijos. Av. San Felipe, Centro Coinasa, La Castellana.

Telfs. 266.9823/3198/2966.

VISTARROYO. Coplas y joropo amenizan sus noches. Complementan la comida venezolana curiosas y elegantes exhibiciones de caballos de paso y subastas de casta. Ambiente y público de buen tono. Av. Luis de Camoens, vía El Cafetal-Macaracuay.

Telfs. 986.1135/1457/1990.

VULCANO. Italiano muy concurrido que goza del favor de un público in. Av. San Juan Bosco con 3' transversal, Edif. La Placette, Altamira. Telf. 265.9546.

CAFES, PIZZERIAS, AREPERAS, COCINA MENUDA...

ALTROTE. Dos pisos que se impo-

nen por su armoniosa y limpia

decoración. En el primero, las bebidas, y en el superior, un menú diario donde nunca faltan ensaladas y comida europea. Resaltan los panes de harina integral, la torta de amapola y las polvorosas de almendras y vainilla.

Opción para los amantes de propuestas originales. Av. Andrés Bello, entre 1' y 2' transversales, Edif. Everí, Los Palos Grandes.

Telfs. 286.3426 y 283.1857.

AMADEUS. Las suculentas tortas hacen pasar por alto el incómodo self service. Calle Escalona, El Hatillo. Telf. 963.6987.

AMERICAN HOT DOGS & MILKSHAKES.

Salchichas de varios tamaños con novedosos toppings: champiño-

nes, tocinetas o aceitunas. Av. Río de Janeiro. Telf.

993.1059. Y centro comercial Las Cúpulas, 2a avenida con 4a transversal, Los Palos Grandes. Telf. 286.6748.

ANTIQUE CAFÉ. Un espacio íntimo y cosmopolita con un variado menú de tortas, cafés y sandwichs. Calle La Guairita, centro comercial Vizcaya, Santa Paula. Telf. 985.3730.

O ARÁBICA COFFEE COMPANY. Innovador ambiente de confortable quietud. Av. Andrés Bello, entre Av. Francisco de Miranda y 1' transversal, Multicentro Los Palos Grandes. Telfs. 285.3469 y 286.3636.

BAJO CERO. Caras bonitas se engolosinan con nevados copos de diversos sabores, fabricados artesanalmente. Calle New York, entre Av. Madrid y París, Las Mercedes. Telfs, 92,1999/81131, BARAKA. Las cremas son la clave: de cebolla, champiñones, ajoporro, base también de las sopas. Globos de pan con cuatro quesos, tocineta o cebolla y miel,

buen café y mejores postres. Entre calles París y New York, Las Mercedes. Telf. 92.6674.

BOCATO. Pastas y sushi batallan para obtener protagonismo en el menú. Mesas al aire libre o a resguardo de miradas indiscretas, dependiendo del ánimo. Centro Lido, nivel Parque, Campo Alegre. Telf. 959.6467.

Boo CAFFE. Sandwichs y algunos platos livianos. Para los almuerzos de lunes a viernes, un menú distinto cada día. De lunes a sábados, desde las 10:00 am y hasta la madrugada. Calle Londres con New York, Las Mercedes. Telf. 92.9354.

9 BOSTON BAKERY. Con cara de cafetín, juega a ser panadería lujosa. La especialidad: los panes de cambur, maíz, cebolla y el ya característico cinamon roll. Av. Luis Roche con 2' transversal, Altamira. Telf. 263.2457.

O CAFÉ DEL MUSEO. Ensaladas hermosa y sabiamente servidas y condimentadas, bajas en calorías y altas en precio, son el blasón de la casa. Deliciosos postres asoman con pecaminosa voluptuosidad. Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, Parque Central. Telf. 577.5710.

O CAFÉ DEL SACRO. Emparedados de ininteligibles mezclas, ensaladas frescas, deliciosas sopas y postres caseros a precios celestiales. Museo Sacro, Torre a Gradillas. Telf. (016)25.8913.

CAFÉ MANTUAN. Variados quiches, bastones y tortas al mejor estilo europeo. Abierto de jueves a domingo. Centro Galería, entre calles Bolívar y Sucre, El Hatillo.

Telf. 961.1056.

O CAFÉ MARGANA. A medio camino entre la fuente de soda y el café de herencia europea, desde hace años es el lugar predilecto para la cita discreta. Av. FrancisQ9 de Miranda, Centro Plaza, nivel 3, Los Palos Grandes. Telfs.

286.1952 y 284.6590. ej CAFÉ OLÉ. Sorbo a sorbo, el cafecito se deja colar. En el segundo nivel, el ambiente íntimo

invita a la charla y la gula despierta al conjuro de los apetitosos filigranas de la repostería.

Los fines de semana recibe a la créme caraqueña en versión juvenil. Calle California con Jalisco, Qta. Carylo, Las Mercedes. Telf. 993.9059.

CAFFE H. BOTTICELLO. Sencillo, mínimo y amable espacio donde ponderar pizzas, pastas y demás caprichos de la mesa informal italiana. Segunda transversal con Av. San Juan Bosco, Altamira. Telf. 266.1618.

O CARSO BAR. Desde mediodía y hasta la noche reúne a las mejores copas del mundo publicitario. Suculentos sandwichs cubanos. En las tardes, servicio de café y pastas secas al estilo de las mejores confiterías porteñas. Av. Francisco de Miranda, Edif. Gali án, Chacao. Telf. 951.2797.

CHIPI'S. Salchichas de distintos tamaños y origen son el corazón de los perros calientes más jugosos y bien vestidos de la zona. Buena variedad de emparedados, quiches y sopas. Av. Principal, plaza La Castellana.

COFFEE BREAK. Pequeño y acogedor, brinda sabrosos postres para acompañar el cafecito. Los más hambrientos pueden saciar el apetito en el salad bar o con los sandwichs de la casa. Todo complementado con una buena atención. Centro comercial Plaza Las Américas, nivel mezzanina, El Cafetal. Telf. 985.4779.

11D COLLINS AVENUE. Abierto desde el mediodía, este cyber-café colma apetitos ligeros y a curiosos de la tecnología. Con cuatro monitores conectados a Internet, una barra bien surtida y ambiente propicio para la tertulia, atrae a la gente joven sin ánimo de trasnochar. Calle Los Chaguaramos con Av. Mohedano, Centro Gerencial Mohedano, La Castellana. Telf. 261.7855.

9 4 D. La cadena de heladerías que abriera sus primeros puntos de venta en Margarita y Puerto la Cruz ocupa la capital con este

Altrote, la novedad

local de paredes mostaza. Mesas y opciones de sobra. 4' Av., entre 3' y 4' transversales, Altamira. Telf. 266.8013.

DANUBIO. Tradición y dulces se unen en esta casa roja cuyos pie de limón y pasteles de queso todo el mundo conoce. Av. Guaicaipuro, Qta. Nelly, Chacao.

Telf. 263.7563.

O DAS PASTELLHAUS. Lleno como el primer día. Esquina característica del chocolate con churros en el nivel inferior, y en el superior la pizza, previa espera y larga cola. Calle La Paz, N° 32, El Hatillo. Telfs. 963.5486/7655.

DIJON CAFÉ & BISTROT. En un ambiente de agradable sutileza, los platos franceses realzan mezclados en la nouvelle cuisine. Calle Madrid, entre Mucuchíes y Monterrey, Qta. Horizonte, Las Mercedes. Telfs. 993.9908/7057.

O EL GRANJERO DEL ESTE. Con atención las 24 horas, es el lugar para comer o beber sin sofisticaciones. La tostada reina si el apetito ha de saciarse de pie; en la mesa, batidos de frutas, cerveza fría o los condumios de una criollísima cocina. Av. Río de Janeiro, Las Mercedes. Telf. 91.6619.

FRITZ Y FRANZ. Tradición teutona para los caraqueños, renace con una franquicia de jugosas salchichas, repollo y ensalada de papas con mostaza. Avalado por una concurrencia deutsch über alles.

Tercera transversal con Av. San Juan Bosco, Edif. La Placette, Altamira. Telf. 265.5724.

CAFÉ GIORGIO. Reúne al público de las zonas aledañas para degustar platos italianos al mediodía, y por las tardes, sandwichs y algunos traguitos. Av. San Felipe, entre calle José Angel Lamas y 2a transversal, Centro Coinasa, La Castellana.

Telf. 266.3466.

GRAN CAFÉ. Con permiso para expendio de licores, se sirven aperitivos varios y otras modalidades etílicas. Del yantar merecen mención las pizzas. La carta contempla también café, helados y pasteles. Calle Real de Sabana Grande. Telf. 71.9502.

KEYSTONE POINT. El café se ubica en el exterior; en el interior, la comida estadounidense y la italiana son el fuerte del menú. Av. Principal, La Castellana. Telf.

262.1571.

KFE. Todo tipo de opciones para el desayuno, en especial los muffins, cafés fríos aromatizados; almuerzos variados (incluso para llevar) y una esmerada atención desbordan el pequeño y acogedor local. Multicentro Empresarial del Este, Av. Libertador, Chacao. Telf. 264.0526.

LA BRIOCHE. Variedad de brioches dulces y saladas, capuccino alla panna, café espresso, granita de café y café freddo en auténtico estilo italiano. Calle Madrid, Las Mercedes. Telfs. 92.6295/9481.

LA CABAÑA. El horno de leña se izó en la estima de los parroquianos en esta pizzería. Frecuentado por toda Caracas, en especial los domingos en la noche. Piscina del hotel Tamanaco.

Telfs. 208.7111 y 91.4555.

LA CASA BRIOCHE. Prolongación mejorada y ampliada de la primogénita de Las Mercedes. En ambas, el bodegón se desdobla en cafetería al aire libre, con las mesas ubicadas bajo un fresco toldo. Calle La Guairita, centro comercial Vizcaya, local 6, Santa Paula. Telfs. 985.5811/4522/

4681. Y calle Madrid, entre Veracruz y Caroní, Las Mercedes.

Telf. 92.6295.

LA CREPERIE. Las variadas crépes dulces y saladas hallan su lugar en este espacio dividido en dos ambientes: uno interno para los amantes del aire acondicionado, y la terraza para quienes les gusta sentirse libres. Miércoles a lunes, desde el mediodía. Calle Bellavista con calle Santa Rosalía, El Hatillo. Telf. 963.7243.

LA FATTORIA. Las exquisiteces del bodegón aledaño se suben a la mesa del pequeño e informal restaurante que el señor Luciano vigila personalmente. Calle Monterrey, entre Av. Río de Janeiro y calle Madrid, Qta. Udaberri, Las Mercedes. Telf. 993.6333.

LA GROTTA. Atendido por sus dueños en la calidez de un ambiente familiar, ofrece auténtica comida italiana en versión original. Plaza Sucre, El Hatillo.

MALIBU'S CAFÉ. Osado, combina en la carta cocina francesa, marroquí y tex-mex. También sandwichs para todos los gustos. Calle Madrid entre New York y Trinidad, Las Mercedes. Telfs.

993.9306 y 92.9672.

MAMMA MIA. Enfiladas bajo un angosto techo, las mesas de esta pizzería dan la agradable sensación de estar al aire libre. Y para aquellos que desean intimidad, puertas adentro una feliz combinación de ladrillos y madera hace más agradable el rato. Centro Ariedam, Av. Principal, Las Mercedes. Telfs. 993.6974/7230.

MANGO CAFÉ. Un público joven, que no adolescente, se deja seducir por el menú de acento italiano desde la mañana hasta bien entrada la noche, cuando el blue monster, trago de la casa, se impone como favorito. Calle Londres, entre New York y Caroní, Las Mercedes. Telf. 993.9108.

MARIMBA CAFÉ. Hasta la seis de la tarde, pasteles y preparados de la infusión venida de Arabia se adueñan de los espacios de Tabaco Bar bajo este nombre de 01 ABRIL 1997 EXCESO

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melodiosa resonancia. Calle Comercio N° 15, El Hatillo. Telfs.

963.4377 y 961.1515.

O MAllIO'S. Sabor italiano y estilo estadounidense. Pizzas, pastas, ensaladas y calzones con ingredientes de minuciosa selección. Av. Principal con calle José Félix Ribas, La Castellana. Telfs.

267.0211 y (014) 23.9090.

11 MEDITERRÁNEO. Oasis de europeo encanto. Viejas fotos de cine penden de las paredes, las mesas hablan de sokos marroquíes y las sillas de lona aluden a una nostalgia playera que no desmienten la langosta fresca de Los Roques, los ligeros antipasti, los linguini y tortelloni o la inamovible panna cotta. Y para quienes deseen algo menos elaborado, en el anexo Panini & Deli están las opciones del tradicional bocadillo italiano. Primera Av., entre l a y 2a transversales, Los Palos Grandes. Telf. 283.3680.

MONDO. Menú y decoración en la onda del american way of life sirven de marco a encuentros vespertinos o veladas sin excesos. Calle California, cruce con Mucuchíes, Edif. Los Angeles, Las Mercedes. Telf. 993.7651.

NATURAL DELI CAFFÉ. Panes redondos rellenos de salsas con camarones, champiñones y otros.

Sandwichs variados y ensaladas, capuccino y chocolate. Tercera transversal con 1a avenida, Los Palos Grandes. Telf. 285.2783.

OPUS NIGRUM. Acogedor rincón donde los platillos venezolanos son decorados con imaginación.

De jueves a sábado, en la noche, intenta volver al original café concert presentando espectáculos musicales y lectura del tarot.

Quinta transversal, entre Av. Alfredo Jahn y Andrés Bello, Calle Ciega, Los Palos Grandes. Telf.

283.4496.

PIZZA TONIC CAFÉ. Extensión del

Av. Orinoco con calle Perijá. Las Mercedes. Telf. 993.1740.

O REY DAVID. Expendio de productos importados, tienta al buen gusto con asalto al presupuesto.

Cuarta transversal, entre Av. Andrés Bello y Alfredo Jahn, Los Palos Grandes. Telf. 284.1790.

ROXXANE'S CAFFE. Llamativos colores amarillo ocre y fuerte azul permiten ubicar con rapidez este espacio donde sandwichs y pizzas hallan un puesto junto a los exquisitos jugos presentados de forma singular. Av. Principal, Las Mercedes. Telf. 92.4818.

SAFARI CAFÉ. Como estandarte, una gran variedad de sandwichs con nombres que evocan al Africa ardiente y combinaciones de la prieta infusión. Fondo de jazz a veces en vivo. Por si fuera poco, se desdobla en bodegón. Av. Luis Roche, entre l a y 2a transversales, Altamira. Telfs.

285.7172 y 286.1788.

C SATELLITE. Una hermosa vista del Avila complementa, desde el aperitivo al café, la más representativa cocina del south-west estadounidense. Opción especial de desayunos al gusto. Av. La Estancia, sótano comercial del Cubo Negro, local 11, Chuao.

Telfs. 959.4606/8305.

TERRAZA IBIZA. Café abierto, trastabilla cuando intenta desdoblarse en comedor interior posmo, pero se destaca al abordar los bocadillos de jamón serrano y coppa. En las mañanas, el desayuno incluye huevos benedictine.

Calle Perijá con California, Las Mercedes. Telfs. 993.2894/2707.

9 TONINO'S. En una coqueta terraza repleta de árboles y rusticidad, cafés y batidos acompañan a los sandwichs en pan árabe con papitas y ensalada. Aunque discretos en tamaño, reclaman un jugoso monto en billetes. Centro comercial La Ghiringuella, 4a

Bermuda Caté donde, además de

transversal, Los Palos Grandes.

Telfs. 286.0877/4542.

ZOE CAFFE. Barra subjetiva y ambiente ecológico. La oferta es básicamente vegetariana, si de suer-

las ensaladas, cafés e infusiones del local primogénito, destacan pastas y pizzas, desde las tradicionales hasta las más exóticas.

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EXCESO ABRIL 1997

te hay en existencia. Av. Río de Janeiro, entre calles Veracruz y Caroní, centro comercial Quinso, Las Mercedes. Telf. 92.8828.

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DISCOTECAS, BARES, PUBS, BAILADEROS, SALONES DE JUEGO En la onda de tolerancia, su público horno y heterosexual se entrega a la rumba superando el low pro file tradicional de los lugares de este tipo. Calle París con calle Trinidad, Las Mercedes. Telf. 993.0316.

BARROCK. Cocktail de ambientes, haciendo honor al nombre: muebles de época, chimeneas artificiales, cortinajes de seis metros de largo, tapices y lámparas de cristal. Gran barra, varios salones, un comedor y un cigar room al mejor estilo neoyorquino. Ideal para una buena conversación y unos tragos arrullados por las cadencias de la world music new age. Cuarta transversal, entre 4a Av. y San Felipe, Altamira. Telfs. 261.1417 y 266.1851.

BAR TOO. Ubicado en el mismo local que antes ocupara Bar One. Heterogéneo como el público que lo frecuenta, el discurso musical incluye desde la salsa brava hasta la changa industrial. Av. San Felipe, centro Coinasa, nivel mezzanina, La Castellana.

BOURBON STREET. Ambiente cálido para los amantes del jazz. Barra en forma de barco y música en vivo. Lobby del hotel CCT, Centro Ciudad Comercial Tamanaco, Chuao. Telf. 959.0611.

BROOKLYN. Adultos en onda casual. Consagrada combinación: baile, pool, barra y comida liviana. Av. Tamanaco, El Rosal.

Telfs. 952.1944/2511.

O CAFÉ L'ATTICO. Introdujo en Caracas el facsímil de bar-restauACERO.

rante-hamburguesería informal del Upper-East-Side neoyorquino de los sesenta, con brunch y todo. Av. Luis Roche con 2a transversal, Altamira. Telfs. 261.2819 /4739.

CARAMBA. Aquí puede apostarse, taco en mano, una buena partida; calmar el hambre con la minuta ligera y/o consentir una sana distracción etílica en amena conversación. Calle París, Las Mercedes. Telfs. 92.6242/0609.

COYOACAN'S BAR. Tragos mexicanos ambientados por música de diversas tendencias. Calle New York entre Av. París y Madrid, Las Mercedes. Telf. 92.6682.

DUGOUT SPORTS & BAR GRILL. Tras el éxito del homónimo en Margarita, abre sucursal en Caracas.

Refugio ideal para los amantes del beisbol. Comida tex-mex y americana en la barra o en las mesas. Calle Trinidad entre Av. París y Londres, Las Mercedes.

Telfs. 993.4626/1089.

O EL LEÓN. Pizzería hiperconocida, impuso el gusto por la charla al aire libre. Noches cerveceras.

Torre Merinvest, La Castellana.

Telfs. 263.6014/6843.

EL SARAO. Para celebrar en esta sala de elegancia tropical los desbordamientos del fin de semana, vestir chaqueta es requisito indispensable. Sonido de salsa, merengue y otros sones del tumbao de acá. Centro comercial Bello Campo, nivel sótano, Bello Campo. Telfs. 267.2503/1660.

ESPACIO. Mil 500 bolívares entreabren a duras penas las puertas de este night club consagrado a la juventud. Av. Principal con calle José Félix Ribas, La Castellana. Telf. 266.3570/5093.

FILMS. La música variada fluye entre dos barras —una para cerveza solamente, la otra para todas las bebidas— y las mesas abren espacio a la pista de baile.

Av. Principal de Las Mercedes, Edif. Multicentro Las Mercedes, PB. Telfs. 993.9881/9787.

FLANAGAN'S POP. Colorido e iluminado, parece un museo en ho-

nor del quinto Jackson. Banderas, barriles de cerveza y afiches rodean al barman que sirve bebidas en el aire. Jóvenes clones de Tommy Hillfiger rinden culto a los sandwichs de 40 centímetros.

Centro comercial Paseo Las Mercedes, nivel Trasnocho. Telfs.

91.2990 y 993.2341.

FLYER'S. Tres ambientes integrados: comedor, barra y gran terraza con vista panorámica integrados por videos musicales. Las pizzas, el tex-mex y la comida internacional descubren un buen

New York, entre Av. Orinoco y Principal, Las Mercedes. Telfs.

92.5736/2254.

O JUAN SEBASTIAN BAR. Elegancia ejecutiva a media luz y las mejores bandas de jazz. Av. Venezuela, El Rosal. Telfs. 951.5575/ 0595.

9 Ku. Caras y cuerpos de último modelo se mueven al ritmo de la música en medio de una decoración postmoderna. Estacionamiento propio. Av. Principal con calle New York, centro comercial Shopping Mall, Las Mercedes. Telfs. 993.7094/4406.

LA CANTINA. Por fin la salsa brava, el vallenato y la cumbia reinan en la noche caraqueña, tan amiga en los últimos tiempos de la changa, el rap y la música disco. Cerveza y aguardiente colombiano son dos aciertos de este botiquín. Calle Madrid, entre Veracruz y Caroní, Las Mercedes. Telfs. 993.2740/5548.

O LA FRASCA DE TOLEDO. Tablao

lugar. Calle San Rafael, centro comercial Plaza La Trinidad, nivel 2, Lomas de La Trinidad.

Telfs. 931.053/5042.

GITANERÍAS. De lunes a lunes, el cante fondo en vivo irrumpe cualquier día con castañuelas y flamenco. Av. Francisco de Miranda, Centro Lido, nivel Galería, Campo Alegre. Telf. 953.0354.

O GREENWICH PUB. Las dimensiones del local justifican su ambiente de intimidad. Una barra y varias mesitas completan la apariencia de libre decoración. Primera Av., Edif. Marvin, Altamira Sur. Telf. 267.1760.

HOOLIHANS. Pantallas de TV, música de fondo —los jueves en El Hatillo, bandas de jazz en vivo—; viernes y sábados, comida tex-mex. Calle El Progreso, centro La Paz, El Hatillo. Telf.

963.7945. CCCT, entre los niveles C1 y C2, Chuao. Telfs.

959.36.08/0945.

IN GOAL. Tiene en el rugby un leit motiv. En el segundo piso, la infaltable mesa de pool. Calle

flamenco atendido por españoles de pura cepa pero frecuentado por nativos de todo orden. La Campiña, detrás de Pdvsa. Telf.

74.3091.

O LE CLUB. Discoteca donde se dio cita desde los años sesenta la high society caraqueña. Club privado de estilo inglés. Sótano del centro comercial Chacaíto. Telfs.

952.0807/0861.

LITTLE ROCK CAFÉ. A la manera del Hard Rock Café, ofrece tres ambientes para bailar, jugar billar o comer: tex-mex, carne a la americana y hamburguesas. Estacionamiento y vigilancia. 6' Av. de Altamira, entre 3' y 4' transversales. Telfs. 267.8337/8705.

MLXXX. Una absoluta oda al kischt maquilla la poco atractiva cara del antiguo Soho. Se mantiene lleno de bote en bote. El portero, amo y señor del acceso, elige a los visitantes. Av. Francisco de Miranda, centro Lido, nivel Feria, Campo Alegre. Telfs.

953.6614/6731.

PAL'S CLUB. Elegante establecimiento de aires postmodernos

donde los afiliados disfrutan de cuatro ambientes: cyberbar, comedor, barra y pista de baile.

Diversión para todos los gustos.

Centro Ciudad Comercial Tamanaco, estacionamiento nivel C-1, Chuao. Telfs. 959.1690/3274.

PATATU'S DRIVE. Carrusel musical de tres generaciones. Cocina tex-mex. Centro comercial Los Chaguaramos. Telfs. 662.5085 y 293.2004.

PIZDA BEACH BAR. Singular ambiente caribeño, ensaladas y exóticas bebidas a ritmo de calipso.

Av. Libertador, Edif. Nuevo Centro, Chacao. Telf. 267.5614.

PIZZA JAll. Acertada combinación de saxo con tomate y mozzarella. Calle El Progreso, Minicentro, El Hatillo. Telf. 963.4753.

PRIMER PISO. Apreciado sitio del young set capitalino que gusta divertirse cuando cae la noche. Av. París con New York, Edif. de la galería Paco Ortiz, Las Mercedes. Telf. 993.9435.

PROFANO BAR. Un público adulto charla entre excelentes tragos y una selección de música que incluye desde Aretha Franklin hasta Emmanuel. Av. La Estancia, Cubo Negro, PB, Chuao. Telfs.

92.4010 y 993.7157.

SEASONS CLUB. Adultos con ganas de pachanga. Club privado. Av. Venezuela, Torre Crémerca, PB, El Rosal. Telfs. 951.1623/1465.

SHOUTERS. La decoración cuidadosamente descuidada define a este recinto donde rockeros, changosos y demás estereotipos tienen cabida. Primera Av. con Av. Libertador, Qta. Valentina, Altamira Sur. Telf. 261.5114.

SILVERADO. Comida tex-mex, mesas de pool, buenos videos y música en vivo por las noches garantizan un agradable rato. Plaza Las Américas, nivel Terraza, El Cafetal. Telf. 986.2377.

4./ STAGE. Los amantes del blues, los abstemios y los que rechazan la fórmula del consumo mínimo obligatorio agradecerán la iniciativa de este local consagrado al jazz donde puede consumirse

desde agua hasta cerveza y vino, además de cocktails y tragos fuertes. El mejor sonido de la ciudad. Cocina abierta hasta la madrugada. Av. Luis Roche, entre la y 2' transversales, Altamira. Telf. 285.7172.

SUNSET BOULEVARD. De jueves a sábado, dos ambientes reúnen a un público muy heterogéneo. Av. Principal, Centro Letonia, PB, La Castellana. Telf. 264.5081.

TAZ SPORTS BAR. Abierto las 24 horas, de domingo a domingo.

Comida tex-mex. Av. Principal con calle New York, centro comercial Shopping Mall, Las Mercedes. Telf. 92.5989. ' Tomes. Paredes plagadas de cartoons prometen amaneceres de comiquita. Av. Principal, entre calles Monterrey y Mucuchíes, Las Mercedes. Telfs.

993.8233/5544.

TRIBOO. Un techo de zinc hace de puerta en este local de ingeniosa decoración; la larga barra es enmarcada por altas mesas, y las melodías recorren todas las tendencias. Centro comercial Concresa, local 108, Prados del Este.

Telfs. 975.3668/2452.

TRONX DISCO 2000. De miércoles a sábado, el extinto Doors abre sus puertas a la versión criolla de los rayes europeos. Una galería de disc-jockeys —entre ellos Muu Blanco— se encarga con profesionalismo de lo suyo. Entrada libre. Calle Madrid, entre New York y Trinidad, Las Mercedes.

Telf. 91.2022.

WEEKENDS. Mesas de pool, dardos, backgammon, ajedrez, futbolito y monopolio. El menú combina charros y gringos. Av. San Juan Bosco con 2' transversal, Altamira. Telfs. 261.4863/3839.

ZANAHORM'S FAIMLY. Desde las 10:00 am, abre espacio a los menores de edad aficionados a las carambolas. Barra de chucherías y refrescos. Fines de semana familiares: tres horas por el costo de dos.

Calle La Trinidad, centro comercial Vizcaya, nivel 3, local 49-A, Santa Paula. Telf. 985.4850. L ABRIL 1997 EXCESO

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tierra de ju,eg°

Historias de la locura corriente PIEL DE HOMBRE

Nombre artístico y de soltera, casada y viuda: Carmen Montilla.

Profesión: "Soy pintora. Toco piano y escribo cuentos, pero con la pintura consigo expresarme de manera absoluta".

Sin que le quede nada por dentro: "Mis cuadros se llaman Recelo de un susurro, Viajero al infinito, Mitología de una boda y La muerte. No hay religión ni morbosidad, se trata más bien de una actitud filosófica".

La crítica constructiva: "Su obra es más violenta que intelectual".

La crítica destructiva: El periodista Emilio Santana confesaría en El Nacional: "Como pintora de caballete es muy buena pintora de brocha gorda".

Tenacidad: Estudió pintura en la Cristóbal Rojas, luego en Buenos Aires, y después expuso en Caracas, Ginebra, la Barcelona española y París.

Audacia: En 1970, la esposa del entonces ministro de Hacienda, Pedro Tinoco, lleva encantadoras minifaldas o, para asombro de los lugareños, midis con blusa y corbata. "Hasta Mary Quant se ha manifestado a favor de la maxi, porque es más elegante".

Porsia: "Soy inmune a la pava, pero por las dudas he sembrado en mi terraza cariaquito morado y blanco".

Selman Brahim tiene 53 años y desde hace 40 parece un hombre.

Manos callosas, cabello corto, rostro anguloso y fuertes botas ocultan por completo la voluptuosidad femenina que la naturaleza una vez decidió otorgarle. Al morir su padre —y ante la ausencia de cualquier otro macho defensor—, Selman debió responsabilizarse por el hogar y, siguiendo una antigua tradición albanesa, convertirse en una virgen declarada, es decir, una dama que asume sin remilgos el rol masculino en toda su magnitud. Sin embargo, no siente rencor ante esa jugarreta de la vida que la privó de ejercer sus encantos, pues, en una sociedad que se caracteriza por el desprecio a la mujer, poseer rasgos masculinos le ha permitido disfrutar de respeto y libertad.

Muy diferente fue la suerte de Pashke Sokol Ndocaj, de 63, también nacida en Albania. Ella debió dejar de rizarse las pestañas para convertirse en jefe de familia cuando el padre y los hermanos fueron asesinados por

los comunistas, y precisamente por escamotear debilidad por rudeza que Pashke fue encarcelada en su juventud y sometida a trabajos forzados.

Pese a que el régimen comunista luchó con furia para erradicar esta extraña tradición acuñada hace cinco siglos nada pudo hacer, porque el verdadero origen de la estigmática conversión sexual —la costumbre de la vendetta, que deja desprotegidas y sin hombres a las familias, por lo que las chicas deben asumir ese papel— no ha podido ser eliminado. Tras la caída de Enver Hoxha, el nuevo gobierno también ha intentado contrarrestar esas ultramachistas usanzas que se mantienen aunque con algunas sutiles diferencias: la moda se impone, el look masculino ya no pertenece en exclusiva a las vírgenes declaradas y las jovenes de las ciudades albanesas van por voluntad con aire de hombre, burlándose de las dolorosas obligaciones otrora impuestas a unas señoras que nunca llegaron a ser abuelas.

—Courrier International

Jesús Petit Da Costa Su rabo de jpaja no parecía tan petit

William Bracho En el fondo fue un mal viaje

Autorretrato: "Doy poca importancia a la belleza física porque soy inteligente".

Perfil: Dama de sociedad de enormes chapas rojas.

Colores: "Ella nos aporta los perfumes violentos de la pasión suramericana".

En negro: No haber sido Primera Da-

A zuliano muerto zuliano puesto

Andrés Veláquez La suya fue una causa perdida

la separación conyugal Que

ma, Él Min tió, la muerte de él que ella soporta.

Casualidades: Nació un 13 de agosto, igual que Luis XVI, aunque aquél en París y ella en Capacho.

—FN 66

EXCESO

ABRIL 1997

Sería fiambre revelar cuánto vale un periodista

Nunca nadie dio tanto peso a un reinado

separados ouparauuo APOCALIPSIS NO La inminencia del 2000 ha exacerbado

Guillermo Gonzái Mosquera provoca roces

Walter mattfiátt desata risas

los afanes milenaristas como nunca antes para crear una curva de crecimiento proporcional a la población. Catastróficos mitos se han entretejido a medida que avanzaba el siglo XX; hoy, sin embargo, hechos y cifras demuestran que más era la bulla que la cabulla 1

Percepción: El Tercer Mundo se está quedando sin comida.

Realidad: El alimento por persona en los países en vías de desarrollo se ha lackie Onassis, leyenda por vocación

Gisela Parra, leyes por oficio

incrementado en 25% desde 1960.

2 Percepción: El pavimento y el acero crecen sobre la tierra cosechable.

Realidad: Sólo la tierra cultivable de Estados Unidos y Argentina podría alimentar a 1.4 billones de personas.

3 Percepción: La contaminación del aire se pone cada vez peor.

Realidad: Desde 1970 el número total Patricia Velásquez, un bombón

Divine, fresa y chocolate

de partículas en el aire en Estados Unidos ha descendido en dos tercios.

4 Percepción: Nos estamos quedando sin petróleo.

Realidad: De 1980 a 1990 las reservas conocidas de petróleo crudo aumentaron en 50%.

5 Percepción: La erosión de la tierra fértil porducirá nuevas regiones Steven Spielberg cocina un nuevo argumento

Alain Ducasse, maestro de las cazuelas

de sequía.

Realidad: Desde 1950 el porcentaje de tierra cultivable infértil por la erosión ha descendido en más

a1111nacen 11111bU

de dos tercios.

tierra de jueg°

Historias de la locura corriente LA NUEVA SODOMA v„V

e Percepción: Los bosques están desapareciendo.

Realidad: A pesar de que los bosques tropicales siguen expuestos, en las regiones temperadas continúan creciendo.

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Percepción: La energía nuclear es muy peligrosa.

Realidad: Producir toda la electricidad de Estados Unidos con generadores nucleares tiene el mismo riesgo que elevar 0,006 kmph el límite de velocidad en las autopistas.

Percepción: Los océanos se están quedando sin peces.

Realidad: La comida marina podría triplicarse con el debido apoyo.

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Percepción: Si la población crece geométricamente y la comida aritméticamente, no alcanzará el alimento para todos.

Realidad: Los precios de la comida en relación con los salarios han declinado. Para1980, en Estados Unidos, el problema relacionado con la alimentación es la obesidad.

1O

Percepción: La población mundial se vuelve más pobre a medida que crece.

Realidad: Mientras más crece la población produce más insumos para sí misma y prospera. , Históricamente los estándares de vida han subido, fallecen menos niños, los adultos mueren m41 viejos y, según las estadísticas, la gente está mejor alimentada y más saludable.

—The State of Humanity 1995 Wired, 1997 68

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ABRIL 1997

Un céntrico barrio madrileño, que desde hacía varios años acogía entre antiguas edificaciones, estrechas calles, murallas pintadas de basura y vestigios de un barniz, las diversas miserias humanas —y de cualquier otra especie— que se hallasen marginadas de las legítimas formas de vida, promete, hoy por hoy, convertirse en un castizo village.

Chueca es el nombre de este sector de la ciudad, y al parecer nada chuecas son las intenciones de distintos grupos gays y lesbianas que prentenden hacer de este lado de la capital española un lugar tranquilo, libre y respetuoso, "exclusivo para homosexuales". Si los variados y majestuosos avisos luminosos, los concurridos cines o los populares y grasientos comercios de comida fueron los principales seductores de estos grupos no se sabe hasta la fecha. Lo cierto es que, como resultado o como explosor, gran número de enamorados del propio sexo ya han decidido poblar y restaurar de manera muy particular el primer barrio rosa de la madre patria.

Este ex evacuatorio de agredidos homose-

xuales en la época de la dictadura, de cenicientas disfrazadas de prostitutas y de alcohólicos en las últimas décadas es hoy en día un concurrido centro burgués, de tiendas de renombradas marcas, cafés, pubs y librerías que debaten los espacios comerciales con peluquerías expertas en depilaciones de pecho y espalda, gabinetes psicológicos, albergues y un par de agencias de viajes que exhiben a los cuatro vientos sus características banderas arco iris —identificación del movimiento gay a nivel mundial— para dar la bienvenida a todos los homosexuales que visiten estas calles aspiran-

do a poder mostrarse sin temores y sin miradas de censura alrededor.

Además de estar amparados por la tolerancia y el alivio del ambiente que viene destilando Chueca, uno de los atractivos de más peso han sido los bajos precios de la zona, porque si algún vuelco han provocado los colectivos gays es que actualmente no basta —como hasta hace unos años y en estas sociedades— con pagar un diminuto retrete oscuro por pocas horas de placer; hoy anhelan no continuar el subliminal juego de la escondida, exigiendo luz, visibilidad... normalidad.

En principio son muchas las aprobaciones con las que cuenta este submundo que busca su espacio en la superficie social; sin embargo, han florecido algunos peros dentro de la misma comunidad homosexual. Las lesbianas, por ejemplo, reclaman más lugares destinados a ellas. Según parece, los gays tienen mayores oportunidades en el menú, en cuanto a tiendas de ropa y lugares nocturnos se refiere.

Lo cierto es que profesionales, trabajadores o estudiantes, solteros o en pareja, vaticinan un futuro promisorio para Chueca. Según algunos, este barrio ha entrado en un proceso de retroalimentación indetenible; la crepitación de la militancia gay ha dejado de lado malos augurios que predecían delincuencia y miseria sexual, sirviendo también como primer empujón para la transformación de la zo-

na, Lo que se vislumbra más asertivamente es pensar que la convivencia cotidiana abre más puertas que la constante confrontación. ¿Será ésta la clave para darle una nueva cara a algunos marginales barrios de la ciudad?

—Ajoblanco

P. Hyde

Dr. Jekyll

Ernesto C e Guevara "Firmaba y ponía a funcionar el pelotón de fusilamiento. Muchos años después, me atreví a preguntarle sobre esa etapa siniestra.

En el fondo era un individualistay alguien que buscaba el riesgo y la incertidumbre' (Segundo Cazalis, El Nacional, 12-10-1967)

"Uno tiene la impresión de una presencia permanente del Che, por lo que simbolizaba, por su carácter, por su conducta, por sus principios. Era ungran número de cualidades excepcionales".

(Fidel Castro, Un encuentro con Fidel, La Habana, 1988) "Creía en la bondad básica del pueblo, y su concepto del hombre nuevo comprometido sin egoísmos con la sociedad y la causa socialista era una idea utópica de la cual Guevara jamás capituló".

(Peter Bourne, El Nacional, 8-10-1987) "Tal era el hombre que conocí, sin reservas, hecho de caminos, peripecias y reflexiones: Ernesto Guevara marxista, bohemio, casi estoico; en el fondo un solitario, un romántico, un rebelde eterno.

Un nombre, un destino, una idea que podemos seguir combatiendo. Un adversario del que se debe decir que estuvo equivocado en su manera violenta y subversiva de enfrentar la realidad latinoamericana, pero al que nunca podríamos calificar de oportunista".

(Lucila Velásquez, El Nacional, 18-10-1967) "Fue un revolucionario incansable, con un gran espíritu de desprendimiento y de entrega total a la lucha por hacer cristalizar en realidades históricas las ideas en las que creía". (José Manzo González, Semana, 18/25-10-1968) "Su personalidad tan singular es identificada de inmediato con un carácter templado en el combate y la pólvora, y quizá por eso sorprende a muchos con la notable sensibilidad y el depurado estilo que lo identifican en cada uno de sus escritos, en los cuales los más profundos mensajes van contenidos en formas casi impecable". (Rafael Calcines, El Nacional, 8-10-1987) "A Ernesto Guevara, caballero andante de la aventura heroica, le quedaba por delante todo su destino, y él no lo ignoraba (...)

Honrado con la nacionalidad cubana, jamas dejó de pensar en la dolorosa suerte de los otros pueblos del continente". (Pedro Beroes, Ultimas Noticias, 22-8-1968)

"Un hombre antipático y admirable. Menos amable y agradable que Fidel para con sus allegados y subordinados. Lo contrario del revolucionario sin escrúpulos, para quien el fin justifica los medios; pero la pasión por la integridad puede tener algo de crueldad. Insensibilidad, inflexibilidad, cara sobrehumana: sello inhumano de una misma moneda(...) Con sus hombres, era 'el jefe exigente', de `implacable y rigurosa disciplina', no retrocedía ante el abuso de poder, con un mal disimulado aspecto de júbilo. Cada vez más frío y distante, pureza endurecida con los años". (Regis Debray, Alabados sean nuestros señores, 1996) "Hombre sin patria y con bandera roja para quien la América ideal hubiera sido una como Vietnam, en donde se jugara en paro su suerte el mundo partido entre los dos campos que ya sabemos".

(Germán Arciniegas, E! Nacional, 22-10-1967) "Una tarea tan seria como es un proceso de cambio social exige que se tomen en cuenta todos los factores que integran la realidad económico social. La suerte de los pueblos no puede quedar sujeta a iniciativas individuales que cuando están además equivocadas, como en el caso de Guevara, resultan negativas para un proceso afirmativo de transformación y de cambio". (Valmore Acevedo Amaya, Semana, 18/25-10-1968) -

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ILUSTRACION JOSE IGNACIO HERRERA

Ala ca za d e

it a 11

Profundo en su clara ingenuidad, Bolívar en vivo. Conversación imaginaria con el Libertador pareciera ser el lastimero llamado de un huérfano, Venezuela, al padre que alguna vez le allanó una trocha hacia la grandeza.

Escrito en 1983, durante el mandato de aquel que reposaba mientras la hierba crecía en proporción inversa al desarrollo del país, recién ahora, a ocho años justos del fallecimiento del psiquiatra de la historia criolla, verá la luz en manos de la editorial Grijalbo. Este capítulo convida al lector al restaurante Amadeo, donde Miguel Otero Silva, Mercedes Baumeister de Otero Silva, María Margarita Terán de Herrera Luque y el propio autor se encuentran comiendo cuando se les aparece el augusto personaje. Juntos recorren luego Sabana Grande y las miserias nacionales

Francisco Herrera Luque na vez más recalé en Cartagena —dijo el Libertador— y una vez más hube de enfrentarme a las rivalidades y disensiones que, al igual que en Venezuela, devoraban a los patriotas, mientras los españoles se movían amenazantes. Yo siempre he creído que ese espíritu competitivo y envidioso que priva entre venezolanos y colombianos ha sido y será el mayor problema a vencer si deseamos hacer una gran nación. El enemigo más enconado que encontré, entonces, fue el coronel Manuel del Castillo, el mismo que, entre 1812 y 1813, se oponía a que yo con fuerzas neogranadinas pretendiese liberar a Venezuela.

—¡Eso va contra mis principios! —clamaba Del Castillo— a nosotros no nos concierne lo que pase en Venezuela.

—Pero, coronel —le ripostaba yo—, de la misma forma que la provincia de Coro sirvió como cabeza de puente a los españoles hasta acabar con la Primera República, otro tanto le pasará a la Nueva Granada con una Venezuela en poder de los españoles—. A regañadientes, y a pesar de haber liberado a Cúcuta de los monárquicos, se adentró conmigo en Venezuela en la campaña llamada Admirable. No hacía sino murmurar y decir pestes contra mí desde que cruzamos la frontera, incitando a los oficiales neogranadinos a que me desobedecieran.

Nunca se me olvidará lo que me sucediera con un joven oficial cucuteño a quien en La Grita le di una orden. El mozo, hacién-

U

dose eco de lo que venía diciendo Del Castillo, me contestó de malas maneras, negándose a acatar mis instrucciones. Se me revolvió el Bolívar con el Palacios y sin poderme contener le grité desaforado: ¡carajo, o usted me obedece o me mata porque si no soy yo el que lo va a matar a usted! El muchacho se chorreó y casi temblando me respondió: "Sí, mi general, sí, mi general, como usted mande y ordene". ¿Saben ustedes cómo se llamaba aquel joven oficial que pretendió irrespetarme? Pues nada menos que Francisco de Paula Santander, el hombre que, con José Antonio Páez, más vainas me ha echado en mi vida.

—¿Y qué pasó con Santander? —preguntó uno de nosotros.

—Luego de aquella escena, incitado por Del Castillo, abandonó la expedición y se regresó con éste y un grupo de oficiales neogranadinos a su país.

—¿Cuándo volvió a encontrarse con Santander y cómo se las ingenió para hacerse su hombre de confianza?

Rió, añorante, el Padre de la Patria.

—Eso fue cinco años más tarde. Iba yo camino de Angostura, luego de haber sido nombrado jefe único, cuando me salió al paso en compañía de mi querido y gran amigo el general Rafael Urdaneta. Los dos venían de desertarle a José Antonio Páez, que en esa época era un guerrillero sin mayor importancia pero con más vista que un lince y con más agallas que un pargo.

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Páez, sin embargo, no era nada tonto. Era un diamante sin pu—¡Salud, Libertador!, gritó Urdaneta al aproximarse. lir, que si al principio nos recibió con reticencia, ya que tiene ¡Caray, Urdaneta, qué palo de sorpresa! ¿De dónde — profunda antipatía por la gente de mi país, terminó mostránvienes? dose interesado por los ideales superiores de patria y libertad y —¡Ay, mi general! Si yo pudiera contarle en dos palabras de la necesidad de establecer un gobierno que representase a la todo lo que ha pasado. Bástele que le diga que he pasado más República a la que aspirábamos tanto los venezolanos como trabajo que monote, al igual que el coronel Francisco de Paula los neogranadinos.

Santander, a quien tengo el gusto de presentárselo.

—Me parece muy bien lo que dicen ustedes —nos contestó El Libertador posó sus ojos relucientes en el neogranadino. una noche en que comíamos una ternera alrededor del fuego—.

—Yo a usted lo conozco —le espetó con mal talante. ¿Y cómo se haría tal cosa?

—Sí, excelencia—accedió el joven oficial, rememorando con humildad y arrepentimiento lo que Una pícara sonrisa cruzó el rostro del Libertador. sucediera entre ellos durante la Campaña Admirable.

— La realidad es que el tal general Páez es un jefe —Créame —prosiguió con pondede verdad. Es muy difícil que un caudillo triunfante ración y firmeza— que nunca en mi vida había procedido con tanta inse someta a la voluntad de legisladores y tinterillos. sensatez e irrespeto. No pasó mucho No manda quien quiere, sino el que puede. tiempo sin que me diese cuenta de su — ¿Lo dice por usted mismo, Libertador? —le grandeza y que usted es el único que puede llevar a cabo la emancipación preguntó Miguel Otero Silva. americana.

—Un momento, mi amigo —repuso Un rubor de grata incomodidad cejijunto—. El caso mío es muy diferente... coloreó fugazmente su rostro cetrino.

—Bueno, mi amigo —repuso cordial—, lo que interesa es que usted haya reconocido sus errores —Pues yo creo, mi general —le respondió el doctor Zea, y esté dispuesto a juntar su esfuerzo para echar de una vez por que venía en nuestra compañía—, que bastaría con su aprobatodas a los españoles. Queda desde este momento incorporado ción y una pequeña ceremonia donde se proclamaría la Rea mi ejército. Pero, ahora, cuéntame Urdaneta. ¿Qué fue lo que pública. Además de darle consistencia jurídica a nuestra causa, les pasó y cómo vinieron a dar aquí? serviría de punto de reunión a los miles de compatriotas que —Bien sabe usted —expresó el marabino— los innumeraandan por esos montes, huyendo de los españoles, sin saber bles desastres que cayeron sobre Cartagena y la Nueva Granaqué van a hacer. Con una República constituida lograríamos el da, cuando usted, por culpa de Del Castillo, que en paz desreconocimiento de algunos países, como Estados Unidos o Incanse, decidió renunciar a la empresa y se largó para Jamaica. glaterra, al igual que Bolívar obtuvo ayuda de la República de Los españoles a sangre y fuego acabaron con toda manifesHaití. Con esa base jurídica este núcleo de insurgencia quetación de libertad. Santander y yo, al igual que unos cuantos daría convertido en el centro de una nación soberana y dejaría patriotas, logramos escapar de aquella persecución y, tramonde ser la pandilla de forajidos de que lo acusan los españoles. tando la cordillera, nos vinimos para Venezuela. Tan pronto —Mire que ustedes los reinosos son bien resabiados y lepisamos el llano, oímos hablar de un joven guerrillero, de nomguleyos —nos respondió con un dejo de burla y también de bre José Antonio Páez, que por su cuenta había organizado un asombro—. Díganme, entonces: ¿cómo sería la guarandinga? buen ejército de caballería y que se había convertido en el do¿Quién sería el jefe? lor de cabeza de los españoles. No nos pareció nada mejor que — Es importante —intervino Santander— que el Presidente salir en su búsqueda. Un día llegamos a su campamento. de esta nueva República fuese un hombre de prestigio, digamos "¿Conque reinosos, no?", nos saludó con una hostilidad que el doctor Francisco Antonio Zea. no pudo mantener llevado por su temperamento alegre y fogoPáez me miró atento. so. A pesar de ser un bachaco de pelo amarillo, la gente de los —Y a todas éstas, ¿cuál sería mi papel en esta República? contornos lo llamaba el Catire Páez y también el Tío José —Usted sería el jefe del ejército —repuse con naturalidad.

Antonio. Pero cuéntele Santander al Libertador todo lo que — Pero, ¿quién mandaría, quién tomaría las decisiones? pasó. Usted tiene buena labia y sabe decir mejor las cosas.

Vacilante me atreví a responderle: —Páez es un militar empírico —repuso Santander— que no —Bueno, como usted bien sabe, corresponde al sabia leer ni escribir. La mayor parte de sus lanceros sirvieron Presidente de la República tomar las decisiones sobre la guerra bajo las órdenes de Boyes y todos decían que hasta en lo físico y la paz. se parecían. Aquel campamento era un caos. No había orden —¿Es decir —respondió con una expresión incrédula— que ni jerarquía. Los soldados tuteaban a Páez con el mayor irresyo tendría que obedecer a este señor? peto. Aquello era, sin exageraciones, el campamento de Atila.

—Bueno —proseguí temeroso— eso es lo que define el espí-

Colofón

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—Pero este país está perdido —exritu de la República... clamó sorprendido e indignado—. ¿Có—Pero hay que ver que ustedes sí que mo es posible que se permita este estado tienen bolas —exclamó violento, pode cosas? En Angostura lancé un decreto niéndose de pie—. Llegan como unos donde condenaba a los patos a la exemismos muertos de hambre a mi camcración. pamento, que es el único ejército en pie El transformista, que caminaba dos de guerra que queda en Venezuela y en pasos más adelante, al llegar al zaguán todos los contornos, y pretenden que yo de una tienda poco iluminada se volvió renuncie, así como así, para que ustedes súbitamente empuñando un revólver. me vengan a mandar. Ustedes están más —Esto es un atraco —nos apuntó locos que una tara chiquita. amenazante—. Métanse ahí y denme acá Y sin decir más caminó unos pasos la cartera y los relojes. hacia un grupo de hombres a quienes Luego de despojarnos salió huyendo seguramente contó lo que le habíamos a todo meter, ante el estupor e indignapropuesto, pues al compás de lo que iba ción del Padre de la Patria. diciendo fueron soltando risas y carca—¿Pero ustedes no van a hacer nada? jadas señalándonos irrespetuosamente —nos increpaba regañón—. ¿Cómo es con el dedo. De ahí en adelante nuestras posible que un par de machos se dejen relaciones con la gente de Páez se hirobar con tanta impunidad? cieron tan insoportables que, el día que —No hay por qué preocuparse, Lisupimos de su desembarco, decidimos bertador —repuso Otero sonriente—, el abandonar el campamento y salir a su El omnipresente y aún ausente ladrón no hizo más que llevarse unos reencuentro. lojes baratos y dos carteras viejas con cien bolívares cada una, Una pícara sonrisa cruzó el rostro del Libertador. tal como recomienda la policía en su último instructivo para —Bueno, la realidad que el tal general Páez es un jefe de verdefenderse contra el hampa. dad. Es muy difícil que un caudillo triunfante se someta a la —Pero, volviendo al asunto, Libertador. No terminó de voluntad de legisladores y tinterillos. No manda quien quiere, contarnos qué fue lo que le pasó luego que llegó a Cartagena sino el que puede. con Mariño y por qué tuvo que marcharse a Jamaica donde, —¿Lo dice por usted mismo, Libertador? —le preguntó según usted mismo dice, cambió su personalidad y también su Otero Silva. destino.

—Un momento, mi amigo —repuso cejijunto—. El caso mío es muy diferente—. Y ya se enroscaba para lanzarse al ataque —Así —repuso retomando el hilo de su pensamiento, cuando Herrera intervino soslayando la agria discusión que mientras nuestras mujeres cotorreaban ante una vidriera con presentía: carteras de Gucci—, luego de una campaña tan larga como la —¿Y qué pasó, luego, con Santander?

Admirable para pacificar y unir a los colombianos, retorné a Distendida la acre expresión que le provocó Otero, añadió Cartagena donde Manuel del Castillo se negó a reconocerme con tono indiferente: "Se puso bajo mi mando, sirviéndome como jefe. Puse cerco a la ciudad, pero, descorazonado de con eficacia en la Secretaría. Tenía un gran talento para la adaquella insensata actitud de este enemigo acérrimo, antes de ministración y la diplomacia. Al poco tiempo se convirtió en derramar más sangre entre hermanos decidí embarcarme hacia mi mano derecha y fue ganando tantos méritos, como a ustela isla inglesa de Jamaica, a donde llegué el 16 de mayo de des les consta, que hice de él mi lugarteniente, encumbrándolo 1815. Nunca en mi vida había pasado más trabajo que en hasta las más altas posiciones, donde causó mi ruina. ¡Qué aquella época. Estaba limpio como talón de lavandera. Conlástima que Páez no lo hubiese fusilado! ¡Ambos se odiaron migo iban Amestoy, Padilla, el que luego sería mi segundo aldesde entonces! Y tonto fui en no aprovecharme de aquel raro mirante, y mis dos esclavos negros de nombres Pío y Andrés. encono que se profesaban aquellos dos hombres que destruyeLas noticias que llegaban de Venezuela eran espantosas; al ron mi gran ideal de la Gran Colombia". poco tiempo de la muerte de Boyes, desembarcó el general esEl bullicio de la Calle Real de Sabana Grande se iba asordipañol Pablo Morillo, con un ejército de 15 mil hombres que nando en la medida que avanzábamos hacia Chacaíto. Una aniquiló en un dos por tres todo foco de resistencia. Mi tío José mujer alta de modales hombrunos pasó a nuestro lado contoFélix Ribas fue capturado por los españoles y, luego de ser neándose festiva. El Libertador, perspicaz, la miró con descondegollado, llevaron su cabeza frita en aceite a Caracas y la clafianza. varon en una pica en la Plaza Mayor. Margarita terminó por —¿Y esa vaina qué es? capitular y mi bravo Arismendi, de rodillas ante Morillo, su—Es un transfor, Libertador —respondimos—. Es un hoplicó llorando por su vida. El único macho fue Bermúdez: en mosexual vestido de mujer. un cúter y mentándoles la madre a los españoles pasó entre los ABRIL 1997 EXCESO

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resistencia a los sinsabores, llegó un momento que me sentí barcos de Morillo y huyó a Cartagena. No puede negársele vadesesperado. lor, no obstante sus grandes y desastrosos defectos. El proUna noche que comíamos en la infame pensión de aquella blema era qué hacer ahora. Entre todos reuníamos unos cuanmaldita vieja de Kingston fuimos súbitamente sorprendidos tos pesos, que la dueña de la pensión donde nos alojábamos, por la presencia de dos ingleses trajeados como burgueses y de una verdadera arpía, nos los quitó de antemano en vejatoria cara avinagrada. desconfianza. Yo era amigo del duque de Manchester, go—¿Usted es Simón Bolívar? —me preguntó áspero uno de bernador de la isla. Pero no podía presentarme ante él con ellos. aquellas ropas de mendigo, los guardas no me habrían perTemiendo que fuese un funcionario colonial que venía a mitido ni siquiera acercarme ante las puertas del palacio. Para crearme más problemas, le respondí cauteloso: colmo de todos, el negro Andrés, uno de mis esclavos más queridos, un día se me desapareció. La Para nosotros, los mantuanos, la independencia ley inglesa hacía automáticamente libres a todos los esclavos fugitivos de de confesarlo —y sea el las colonias españolas. ¡Ah, negro no era más que la sustitución del rey de España bien malagradecido —dije para aquel entonces en el colmo de la ira—, ney de sus gobernantes por nosotros mismos. gro tenía que ser. El negro cuando no En la inmensa mayoría de los que planeamos la hace a la entrada la hace a la sala emancipación no asomaba, ni por casualidad, lida! De pronto me volví indignado hacia el negro Pío: que los pardos y las razas de color se nos igualasen.

—¿Y por qué no te largas tú tamNuestra desestimación por esa gente era tal bién? —le grité frente a mis compaque ni siquiera los escuchábamos cuando hablaban ñeros—. Eres libre, no tienes por qué estar a mi lado.

El negro lloró amargamente, haciéndome ver que él era muy —Sí, señor. ¿En qué puedo servirle? diferente a Andrés; que él, a pesar de ser negro, tenía muy buen Sin variar su actitud hizo una señal a su compañero. El corazón. Avergonzado por mi injusticia le pedí perdón, ratihombre vació sobre la mesa una bolsa de monedas, al mismo ficándole mi voluntad de que se acogiese a las leyes inglesas, tal tiempo que me extendía un papel indicándome con señas descomo lo había hecho el malagradecido de Andrés. pectivas que estampase mi firma.

El llanto desconsolado de aquel hombre y su deseo inque—¿Pero esto qué significa? —pregunté confuso. brantable de permanecer a mi lado, a pesar de mi pobreza, me El alguacil, con típica flema británica, me repuso sin matices reveló por primera vez la bondad infinita que puede haber en ni inflexiones: el hombre más humilde. Pío, que tocaba muy bien la guitarra, —Debéis firmar este recibo, donde por mi intermedio se os salía por las noches a ganarse pequeñas cantidades que me enentregan 200 pesos. tregaba con gran generosidad para subvencionar mis gastos.

—¿200 pesos? Pero, ¿por qué? ¿De dónde vienen esos Padilla, a quien también veía con desconfianza por ser mulato, reales? vendió en el mercado y por unos pocos pesos una cadena de —Vuestro antiguo esclavo Andrés —explicó el hombre—, oro que era su mayor orgullo. En nuestra miseria, cada quien no obstante ser libre desde el momento que pisó tierras del compartía con el otro los mendrugos o los centavos que pudieImperio Británico, decidió por libre y voluntaria decisión venran recaudarse en nobles tareas, sin que me permitiesen conderse nuevamente como esclavo y haceros llegar como donatitribuir con mi trabajo al fondo común. vo el valor de su venta. Os envía a decir que es su contribución — De ninguna manera —me decía un zambo margariteño de a la causa de la libertad. apellido Meléndez—. El Libertador no puede descender al ni— Como ustedes se imaginarán, el sacrificio de Andrés me vel de un trabajador manual porque perdería respeto y eso es dejó patitieso. Era el más bello gesto que pudiera imaginar. lo que necesitamos para hacer cosas más grandes. ¿Ustedes saben lo que significa que un hombre renuncie a su liA pesar del esfuerzo de todos, los ingresos de la comunidad bertad en nombre de la de todos? Debo confesarles que lo de no alcanzaban para cubrir los gastos de la pensión donde en un Andrés fue la puntilla a mi orgullo mantuano; ya la abnegación mismo cuarto, incluyendo a Pío, vivíamos cinco personas. La de mis compañeros, zambos y mulatos, a los que años antes yo hospedera, que al parecer sabía Qórng sikOngbgn nuestros hubiese despreciado por mis arraigados prejuicios de casta, vefondos, nos hacía la vida imposible con la intención de que nían minando mi pretendida superioridad que por haber nadiésemos lugar a un escándalo y echarnos a la calle, quedáncido dentro de cierta posición mantenía ante los seres humanos dose con el depósito. La comida que nos daba era una verdaque no fuesen de mi círculo. dera bazofia, encima de estar fría y, a veces, rancia. De diri—¿Es cierto, Libertador —preguntó Herrera— que cuando girse a nosotros era en los peores términos. A pesar de mi gran usted entró triunfante a Caracas y el doctor Iturbe le pre-

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momento

cosas que he vivido ni me acuerdo. Pero guntara: qué vas a hacer con el prono me va a negar que es una bella anécblema de las castas, dizque usted y que le respondió: no se preocupe, la demadota para simbolizar o dramatizar un gogia en los labios y la aristocracia en el sentimiento tan confuso como la conversión de un hombre en su contrario. corazón?

Casos como el de Andrés hubo repe—Es absolutamente cierto; por más tidas veces, como le sucediera a Policarque muchos historiadores muy afectos po Ortiz, el que casara con la viuda de a mi persona se empeñen en negarlo.

Martín de Herrera y Rada y con una Tienen ustedes que entender que al fin y sobrina de mi tío José Félix Ribas. En al cabo yo no podía ser más en 1813 ambos casos sus esclavos se vendieron, que lo que había tallado mi educación. luego de ser libres, para socorrer a sus ¿Cómo puede un hombre de 30 años amos en la miseria. Andrés es el símcambiar, de la noche a la mañana, bolo de la inmensa capacidad del venetodos los prejuicios que le inculcaron zolano para el sacrificio y para defender desde su nacimiento? Yo, como la las causas justas. mayoría de mis compañeros, había sido Herrera y Otero, ante el verbo ineducado dentro de un sentimiento de flado y conmovedor del Padre de la superioridad casi comparable a un Patria, sin darse cuenta comenzaron a grande de España. Para nosotros, los Interlocutor excepcional: Miguel Otero Silva aplaudir frenéticamente. mantuanos, la independencia —y sea el momento de con—¿Pero qué tomaron ustedes? —nos preguntaron igualfesarlo— no era más que la sustitución del rey de España y de mente extrañadas Mercedes y María Margarita—. ¿Se puede sus gobernantes por nosotros mismos. En la inmensa mayoría saber por qué aplauden? de los que planeamos la emancipación no asomaba, ni por casualidad, que los pardos y las razas de color se nos igualasen.

—No les hagan caso —intervino el Libertador— y sigan Nuestra desestimación por esa gente era tal que ni siquiera los escuchando que todavía no he terminado. escuchábamos cuando hablaban; les atribuíamos sólo defectos, Ya llegábamos a la estación del metro en Chacaíto cuando una barrera de vidrio nos separaba de ellos. La miseria y la el Libertador prosiguió con su historia. pobreza compartida en aquella pensión en Kingston me per—Como ustedes se imaginarán, lo primero que hice al saber mitió conocerlos y amarlos. Me di cuenta sentidamente de que lo que había hecho Andrés fue mover cielos y tierras para saber yo no tenía ningún derecho por discriminarlos, pues tenían los el paradero de mi negro. Yo no podía aceptar semejante sacrimismos sentimientos que yo. El hecho contrastante de vivir ficio y, aunque no tenía un centavo, estaba dispuesto a pagar como pordiosero en una isla británica me permitió visualizar lo que fuese con tal de devolverle su libertad. Todo fue inútil, lo que realmente pensaban de nosotros, mantuanos o pardos, por más que buscamos y registramos nadie supo darnos nolos ingleses. Caí en cuenta que yo estaba más cerca de los veneticias de mi antiguo esclavo. Ya el producto de su venta menzolanos, por humildes que fuesen, que de cualquiera de los guaba peligrosamente, cuando una de esas tardes sombrías que británicos que nos rodeaban y que no desperdiciaban oporconversábamos en el comedor de la arpía la vimos llegar con la tunidad para mostrarnos su desdén. La venta de Andrés fue el sonrisa más indescriptible y amable que pudiéramos imagiempujón que necesitaba. Se operó en mí ese cambio profundo narnos. La seguía un lacayo de librea. que señalaban algunos filósofos. En Kingston fui Pablo de —Señor de Bolívar —dijo con tono angelical—, a la puerta Tarso en el camino de Damasco. El íntimo contacto con mis de mi humilde casa está el muy noble señor de Chaussriau y, compatriotas me develó un mundo y de ahí en adelante me aunque refugiado haitiano, es uno de los hombres más ricos e convertí realmente en el Libertador. importantes de la isla.

—Entonces —comenzó a preguntarle Otero Silva— ¿es —Mi señor —interrumpió el lacayo dirigiéndose a mí— os cierta la anécdota del negro Andrés y de su venta, tal como la ruega que os dignéis a acercaron a su coche, ya que desea arcuenta Herrera Luque en una de sus obras? El mismo declaró dientemente conoceros y saludaros.

—¿no es así Pancho?— que había sido un artificio pedagógico Mi primera reacción, como ustedes supondrán, fue de al dar por cierto lo que parecía verosímil. desconfianza. Los españoles habían puesto precio a mi ca—Mire, Otero —le repuso con gravedad—, las cosas son beza, ofreciendo diez mil pesos al que me quitase del medio. ciertas mientras la gente lo crea. La historia, comenzando por Pero el señor de Chaussriau, como lo había dicho la vieja, la mía, está llena de falacias e imprecisiones. Lo que interesa es era de una importancia extraordinaria, como para ponerse la credibilidad de un hecho, aunque sea leyenda. Como usted demasiado difícil. De modo que, encomendándome a todos comprenderá, fue el contacto con los seres humanos en Kingslos santos, salí a la calle en busca del presunto francés que ton lo que produjo cambios sustanciales en mi personalidad. me solicitaba. Afuera estaba un imponente carruaje con un Lo del negro Andrés puede ser cierto o falso, ya con tantas tiro de seis caballos. El lacayo abrió la puerta. Dentro y son- 01 ABRIL 1997 EXCESO

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isla, simpatizan con vuestra causa —me dijo acto seguido—. riente estaba un hombre de unos 60 años, gordo y rubicunEn cuanto a las armas y los hombres que necesitáis, los genedo, que me dijo al verme: rará el dinero que pongo a vuestra disposición. Antes que — Hoy es uno de los días más afortunados de mi vida: conada, sin embargo, deberéis recuperar de inmediato vuestra nocer al Libertador de América. ¿Tendréis inconveniente de prestancia de jefe. Mi sastre tiene órdenes de haceros todos que diésemos un paseo por la ciudad, mientras charlamos? los trajes y uniformes que sean menester y deberéis mudaros —Con el mayor gusto, señor —le respondí, subiendo al coa una casa de mi propiedad, que pongo a vuestra disposición che y sentándome a su lado. ahora mismo.

Monsieur Chaussriau dijo al lacayo: Aceptadas las condiciones del francés, retornamos a la pen—Dile al cochero que tome el rumbo de la casa nueva. sión. Monsieur de Chaussriau, a pesar de mis ruegos, bajó a la El francés pareció adivinar mi desconfianza, pues apenas se cerró la portezuela me expresó en su — ¿Y qué le dijo Luis Herrera sobre la estatua idioma: —Quizás os extrañe esta invitade Vittorio Macho? ción mía, y para no perder tiempo —Ese es tan zamarro como José Antonio Páez. os voy a decir de una vez lo que pienso y espero de vos. Soy un románMe dio una cantidad de explicaciones tico empedernido y os admiro tanto y allí sigue la estatua. A mí me parece como a Napoleón, hoy prisionero que Luis Herrera, como es llanero, simpatiza más de los ingleses en Elba. He seguido paso a paso vuestra epopeya y no con Páez que conmigo. Y así como Carlos Andrés puedo ocultaros que sufro tremense empeñaba en imitarme en todo, Herrera Campins damente al veros mordido por la hace lo indecible por parecerse al Catire miseria y el infortunio. Posiblemente tengo la cabeza abarrotada de los poemas de Lord Byron y por los libros de Chauteaubriand. calzada, dándome un apretón de manos a modo de despedida.

Soy un romántico, como os dije al principio; pero por encima Picado por la curiosidad, me atreví a preguntarle: de ello soy un comerciante y, más que eso, un jugador...

—Perdonad, señor, si peco de imprudente luego de tanta —¿Qué queréis decirme con eso? —pregunté un tanto generosidad por vuestra parte, pero ¿qué os decidió a dar este molesto. paso de venir en mi búsqueda cuando me encuentro al borde —Que estoy dispuesto a suministraros todo el dinero nedel abismo? cesario para que llevéis a cabo vuestros propósitos de indepenChaussriau rió con alegría. dizar a Venezuela y al resto de la América española.

—Cuando un esclavo —dijo a continuación— se vende liAunque ya estaba enterado de la inmensa fortuna del franbremente para salvar a su amo, ese hombre, sin duda alguna, cés, no dejé de sorprenderme. tiene que ser un ser excepcional, y excepcional el pueblo que se —Necesitaré S00 mil pesos para comenzar—le repliqué. hace esclavo de la libertad. Yo fui quien os compró a vuestro Siempre sonriente me preguntó con ironía: esclavo.

— ¿Tan miserable me creéis? Podéis contar con esa suma.

Y, sin darme tiempo a reflexionar gritó al cochero: "¡An—¿Y cómo haré para restituiros tan elevada cantidad? drés, baja ya. Saluda al Libertador y vete con él. Eres libre de —Vos sois uno de los hombres más ricos de la América nuevo!". meridional.

Ya llegábamos a la estación del metro. El Libertador, que ya —Mi fortuna ha sido confiscada por los españoles. lo conocía, no hizo mayores comentarios y, como María Mar— Pero los derrotaréis y me devolveréis el préstamo. garita y Mercedes se sentaron juntas frente a nosotros, el — ¿Y si fracasara la empresa? ¿Cómo haré para reponeros Libertador, de pie y en el medio, siguió relatando su vida en vuestro dinero?

Jamaica.

—¿Tanto habéis sufrido —añadió burlón— hasta el punto —Me mudé a la casa de Chaussriau con Amestoy y mis dos de no creer ya en vuestro destino? ¡Vamos, señor de Bolívar, negros. Puesto en los peroles con mi nuevo uniforme y un buen que no parecen cosas vuestras! caballo pedí audiencia al duque de Manchester, quien me rePocas veces en mi vida me había sentido conmovido por cibió con amabilidad, expresándome, como ya me lo había tanta lenerosidadi Qgn 19§ asuAdos 19 expresé mi reco . adelantado el francés, la simpatía la Corona inglesa sentía nocimiento, detallándole luego las tres cosas que necesitaba por nuestra causa. A los pocos días recibí una invitación a cepara llevar a cabo mis planes: seis mil fusiles, 200 oficiales nar. Una bella dominicana, llamada Julia Croper, me deslumvenezolanos dispersos por las islas del Caribe y, por encima de bró desde el primer momento y yo no le fui indiferente, como todo, el apoyo del Gobierno inglés. ustedes verán. Estaba casada con un viejo plantador inglés que —Inglaterra y el duque de Manchester, gobernador de la detestaba a los hispanoamericanos. La bella mujer se mostraba

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que

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de mi vida siguió subiéndome y insinuante y sin mayores tapujos bajándome al hueco con inmensa me dio una cita dentro de dos nocrueldad. Ya divisábamos los muches, ya que el marido se encontraros de la ciudad cuando una goleta ría en sus plantaciones del interior. que venía en dirección opuesta nos La noche de la cita, para disimuinformó que Cartagena había caílar un poco, ya que me estaba hado en poder de los españoles, que ciendo célebre en la isla, le pedí la matanza era espantosa y que prestado su caballo a Amestoy, al Manuel del Castillo había sido fuigual que su capa. Disfrazado de mi silado. edecán salí ansioso al encuentro de —¿Y dónde ir ahora? —prela bella dama, resultando todo tan guntó desinflado Padilla. agradable como lo había imagina—A Haití —le respondí—, es la do. Gozoso regresé a mi casa un poúnica república libre que queda co antes de que saliera el sol. Nunpor estos mundos. ca pude imaginarme lo que me El metro se detuvo en Bellas deparaba el destino. El pobre AmesArtes, donde habíamos dejado uno toy, que se había echado en mi hade nuestros autos. Las calles estamaca, había sido asesinado de yo ban solitarias. El Libertador prono sé cuántas puñaladas. El negro siguió: Herrera Luque: "Españoles y canarios ..."

Pío, mi fiel esclavo hasta entonces, —Lo demás ya lo conocen ustehabía sido el asesino. Mató a Amesdes. El presidente Pétion me recibió con cariño, prestándome toy al confundirlo conmigo. Aunque nunca confesó quién lo hala ayuda necesaria. Fui a Venezuela y regresé derrotado a bía incitado a tan espantable hecho, supimos luego que había Haití, hasta que finalmente los jefes orientales me reclamaron procedido por orden de Moxó, el gobernador de Caracas imcomo General en Jefe. De allí conquisté Guayana, fusilé a Piar puesto por Pablo Morillo, el general español que había conporque era indispensable a la paz de la República, crucé los quistado a mi país a sangre y fuego.

Andes y fundé la Gran Colombia. Pero, ¿quién carajo es ése?

Como si el hado que rigió mi vida se complaciese en sacarme —exclamó al ver la estatua de Vittorio Macho. de los abismos, elevarme a la cumbre y luego tirarme de nuevo a —Ese es usted, Libertador —le repuso Otero. los infiernos, a los pocos días de aquellos desventurados sucesos —¿Yo? —exclamo furibundo—. Pero si tiene una cara de recibí la visita del noble señor de Chaussriau. Traía la expresión marico que no la brinca un venado; esto y la presencia del rey contrita y el tono opacado. de España en mi bicentenario es la mayor ofensa que se le haya —Os traigo malas noticias, Libertador. Napoleón ha escahecho a mi memoria. Me le volveré a presentar a Luis Hepado de la isla de Elba y marcha sobre París. La Santa Alianza se rrera... apresura a aplastarlo. España es ahora aliada de Inglaterra. El —No me diga, Libertador —observó Otero—, que ya usted correo que trajo la noticia vino también con instrucciones muy se ha entrevistado con el Presidente. precisas: Inglaterra no puede prestaros la ayuda prometida pa—¡Por supuesto! Eso lo he hecho siempre con todos los Prera invadir a Venezuela. Cual si fuera poco, el Gobierno inglés sidentes o por lo menos desde Guzmán Blanco, quien fue el os pide que abandonéis la isla de inmediato. Lo siento mucho, primero en honrarme. amigo mío.

La congoja que me produjo la información de Chaussriau —¿Y qué le dijo Luis Herrera sobre la estatua de Macho? reventó mis últimas defensas. ¿Qué haría en lo sucesivo? La —Ese es tan zamarro como José Antonio Páez. Me dio una idea del suicidio me rondó todo el día. Pero, cuando ya mi ancantidad de explicaciones y allí sigue la estatua. A mí me paregustia llegaba al paroxismo, se apareció de nuevo el hado que ce que Luis Herrera, como es llanero, simpatiza más con Páez gusta jugar conmigo a la pelota. Por boca de un oficial se me que conmigo. Y así como Carlos Andrés se empeñaba en imipedía que me trasladase de inmediato a Cartagena para ponertarme en todo, Herrera Campins hace lo indecible por pareme al frente de la plaza. cerse al Catire. Por eso no creo que sea casualidad lo del rey ni —¡Por fin! —exclamé lleno de felicidad—. ¡Por fin se me lo de la estatua. hace justicia! ¿Y qué pasó con mi enemigo Manuel del Casti—¿Por qué no nos cuenta Libertador —propuso Herrera— llo? —le pregunté a mi informante. la forma en que conoció a Páez y cómo se las ingenió para echarle la partida para atrás?

—Fue depuesto por ineficaz —me respondió el hombre— y públicamente degradado. Los españoles en Santa Marta cons—Si a ustedes no les importan las garrapatas ni el calor, potituyen una seria amenaza y ya se aproximan a Cartagena. demos trasladarnos al alto llano; pero prepárense a pasar un Sin pensarlo mucho tomé el falucho que tenía el mensajero mal rato, pues a mí el llanerazo me cayó de la patada desde el primer momento en que lo vi. L y con unos pocos fieles enfilamos proa hacia el sur. El vaivén ABRIL 1997 EXCESO

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ABRIL

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DIRECCION

C. I.

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yugo de los compromisos financieros. Comienza

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Editorial Exceso

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FIRMA

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itz

Virgo sideral (18 Sept.-17 octubre)

EXCESO ABRIL 1997

Los cerebros de Sergio

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EXCESO ABRIL 1997

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