Revista exceso Edición nº 178 septiembre 2004

Dedicación. La unión de muchos esfuerzos.

Porque existe el compromiso con los que serán el porvenir de nuestro país.

Se trata de tu esperanza.

Se trata de tu vida.

Se trata de Mercantil.

MERCANTIL

Educar a un niño es darle alas para volar hacia un futuro más digno.

En la Fundación Telcel contribuimos a que cada vez más niños se incorporen a las aulas a través de programas de acción social, brindándoles la posibilidad de ser mejores ciudadanos.

La Fundación Telcel ha contribuido con la implementación de programas para atender a los niños en forma integral: alimentación, educación, recreación, asistencia médica, moral y social.

Esta es sólo una muestra de los grandes aportes que, incondicionalmente, la Fundación Telcel le entrega a Venezuela.

.,FUNDACIÓN TELCEL

TELCEL

DOME Nación entre corcheas La verdad es más una corriente que parte de lo que se nos dice y que uno capta, aunque sea invisible, que la cosa que se nos dijo.

Marcel Proust Edición N.1178 Septiembre 2004

Depósito Legal pp. 198902DF343 ISSN: 1315-5849 Miembro del Bloque de Prensa Venezolano y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) DIRECTOR

líen Ami Filunan bel exceso@cantv net JEFE DE REDACCIÓN

Armando Coll redaccion_exceso@cantv.net ASISTENTE DE EDICIÓN

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Faitha Nahmens, Andrea Daza Tapia.

Eurídice Ledezma, Carlos Flores DIRECTORA DE ARTE

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El Nacional. Reporteros Sin Fronteras, Revista Zeta GERENTE DE COMERCIALIZACION

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Betsy Rivas Inés Alvarez suscripcion_excesoOcantv.net E DITOR RESPONSABLE Luis

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PREPRENSA, FOTOLITO ELECTRÓNICO

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Editorial Arte

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Avenida Urdaneta, de ¡barras a Pelota, edificio Karam, piso 5, oficina 503 Telfs. 564.1702, 564.4272. Fax 564.6760. e-mail Exceso@cantv.net Exceso On Line: www.exce,().net EXCESO NO HACE PUBLICIDAD REDACCIONAL Todos los derechos reservados.

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2

EXCESO

SEPTIEMBRE 2004

Desafinado, el país cotidiano —social, político, económico— sobrevive a ritmo de apocalipsis. A Venezuela le puede faltar todo —de hecho en el plano literario, científico, deportivo y tantos numerosos etcétera, su pobreza es inocultable—, estamos de acuerdo; mas en medio del mayor desconcierto, del ruido desconsiderado con el que se ha agitado en los últimos años por estos lares la historia—esa enfermedad crónica del género humano— lo que no le ha faltado ni fallado nunca es el ritmo. El sentido de la música lo comparten, en efecto, la totalidad de sus habitantes. Congénita y terapéutica, la música ha sido, para los venezolanos, una panacea. El sedante último cuando la amarga realidad lo requiere. La música, toda la música, todas las músicas.

En medio del choque de facciones que la conmueve, se puede decir que el pentagrama define, envuelve y divide a esta tierra. Los que se arrogan el derecho de mandar, se llenan la boca con la —¿melodiosa?— prédica de Alí Primera. Los otros —¿más contemporáneos o globalizados?— se untan las entrañas malheridas con un bálsamo de Mahler, baladas románticas y fúrico rock. Hipótesis de trabajo y observación de campo. El folklore subsiste en formas degradadas, en los antros de la etnografía musical o en las voces coloradas de Lilia Vera, Cristóbal Jiménez o el Carrao de Palmarito. Sólo la caribeña melopea bailable promueve el contoneo, aunque desigual, entre los bandos que se disputan la propiedad del gentilicio. Anima las casas de Carmen de Uria los fines de semana y las bodas de los ricos del Country Club los sábados por la noche.

Eduardo Marturet, Franco de Vita y Caramelos de Cianuro aparecen, en esta edición de Exceso, vivitos y coleando. Ni la alharaca chavista encadenada ni los embrutecedores jingles de las marchas de la oposición —dignas de una coreografía de Joaquín Riviera— han podido destronarlos en el corazón de los melómanos. Entre tanto zaperoco, Simon Rattle, director de la Filarmónica de Berlín, que con tanto furor se ha expresado sobre la obra de Abreu, sus muchachos y la vigencia de los intérpretes venezolanos, ha de motivar a los que piensan que todo está perdido. Hay vida no sólo "barrio adentro", también en el resto de Venezuela y fuera de ella —léase la denostada Miami. ¿No promete salir del closet de los recuerdos en los próximos días el cantautor Franco de Vita abriendo un respiradero, por espacio de unas horas en el teatro Teresa Carreño, a la generación que añora la década en que, como confiesa sin rubor un graffitti, "éramos felices y no lo sabíamos?".

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Vita pública

Franco de Vita, el exitoso cantautor venezolano, radicado en España, y uno de los más cotizados del continente, deja saber algo más a sus admiradores, en vísperas de la gira por su decaído país natal 32 Dame ese caramelo

Entre reflectores, sudores, humos y resacas, los esplendores, flaquezas y amoríos del cuarteto Caramelos de cianuro, alimentan una crónica que los persigue, trago a trago, hasta la suite del hotel, durante una tournée de conciertos en la provincia profunda

deentre Vita =,== Rosas y claveles OO.. do poutln COno • onn Sol nema.. ro cowanr• ...os opreso/vele 0.1n. —mudad m, On Oen,» de. coma. clhAma. Da ac... apeo., o. • w41.... Clud. comorl votoownonee mas viudo.. con uno .......r......elnrollindean.nuor. r.11nuAo yo. prog•AnOMa Kno.l.an...1,nwer.nytocon..lo on uno dolos osmio boonnowoonnerwaa 1.3•Acte Yor• Ou• asá owno.m.oCarom *otee un reto do nameo

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42 Empresarios de corazón

Y con corazón, porque no todo puede ser lucro para la cartera empresarial, cuando hay una sociedad ávida de beneficios. Así es como el desarrollo social, las artes y las letras han entrado a formar parte de la nómina de varias firmas, entre las más rentables y acreditadas del país.

50 Ciudadanos de a pie

Que el automóvil no es como lo pintan, aseguran cinco metropolitanos de postín que prefieren ejercitar las piernas en el rudimentario gesto de andar a pie, en moto o en bicicleta.

Sus autos, de lujo tal vez, descansan en el estacionamiento 58 A Miami vais

Las doradas arenas de la capital de Florida atraen con fuerza irresistible la diáspora venezolana del arte, el espectáculo y la farándula; una forma de llevar su música a otra parte, sin tener que renunciar del todo a la lengua natal, la arepa y el diablito 66 Piedras en el zapato

Una guía de mendigos: cómo viven y mueren, de qué se alimentan, cómo se visten y cuáles son los patrones de sobrevivencia de estos seres excluídos del derecho a la ciudadanía, en la Caracas bolivariana

4

EXCESO

SEPTIEMBRE 2004

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a

Inventario

NOTAS

6

Dimes y diretes

Derecho a pataleo 8 Fernando Arrabal

Cualquier parecido con la realidad 10 Punto E

Eduardo Marturet, treinta años batuta en ristre 12 Materia prima De rápida ingestión

18 Excesoscopio

Novedades a la vista 20 Consumanía Para todos

Tener la visión

Invertir

Para también es un

los ocios

30 En la mira

De vino también se vive

A rte

C ~ mndo Pablo Picasso pintó sus primeras obras,

4-0 La mujer de al lado

pocos supieron reconocer el valo que tendrían con el tiempo.

Silvia Solana, un encanto Por eso, es recomendable contar con la asesoría

56 En la mira

Gustavo Dudamel

ir quienes tienen la preparación para ver a futuro y saben cómo maximizar su capital.

sube

al podio

64

En Econoinvest lo asesoramos tanto en el mercado nacional como en el internacional, ofreciéndole las mejores posibilidades de inversión

En La mira

Guillermo Carrasco insiste

en productos como: Bonos, Vebonos, Investmargin,

E)IVERTIMENTOS

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72

La cadera del diablo Un poquito más de Katyuska

Silva

74 Carla Tofano

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Arte dentro del vestier

Invirtiendo se crece

76 Guía de Caracas

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Con los pies bajo la mesa

78 Deseo en el Valle

La piel de Vivian Jiménez 80 Los cerebros de Sergio

Sergio Ruiz y su trazo a torcer

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SEPTIEMBRE 2004 EXCESO 5

-

11011IRETES

1-

J

UNA TRIBUNA ABIERTA

Señor Armando Coll, Jefe de Redacción

Querido editor,

Quisiera añadir un comentario importante

en relación con

N de R

Mannil, realizado por Carlos Flores, el cual apareció en la

No veo razón, en este caso, para dudar de mi testimonio y, por lo tanto, de mi integridad profesional. Como lo

edición de mayo de 2004 de la revista Exceso.

referí en el reportaje titulado Todas las vidas de Harry

el artículo sobre el supuesto criminal de guerra Nazi, Harry

Mannil, el citado documento probatorio de la relación le-

En este artículo, Mannil intenta probar su inocencia alegan-

gal entre Harry Mannil y el abogado Martin Mendelsohn

do que él fue representado en los Estados Unidos por Martin

no sólo me fue mostrado, sino que tuve la oportunidad

Mendelsohn, un abogado que ha estado trabajando con The

de leerlo con mucho detenimiento. He hecho todas las

Simon Wiesenthal Center, por muchos años, y quien fue la

diligencias a mi alcance para obtener una copia del do-

persona a cargo del esfuerzo inicial realizado por el gobierno

cumento, sin resultados hasta el momento.

norteamericano para tomar acción legal contra los criminales de guerra nazi residentes en los Estados Unidos.

Carlos Flores

de Mannil, y yo demandé ver alguna prueba de que Mannil

Estimado doctor Zuroff: La redacción avala la investigación realizada por el periodista Carlos Flores para el

fue, de hecho, representado por Mendelsohn. Hasta la fe-

reportaje Todas las vidas de Harry Mannil, y no encuen-

cha, yo no he visto o recibido prueba alguna.

tra ningún elemento que cuestine su credibilidad. Si us-

Fui interrogado por Flores para responder a este alegato

ted, por su cuenta, da con el documento requerido, muAdemás, puedo añadir que el señor Mendelsohn ha indi-

cho le agradeceríamos nos lo hiciera saber.

cado al liderazgo de The Simon Wiesenthal Center que él no representó a Harry Mannil.

Armando Coll Jefe de Redacción

Sinceramente suyo, Dr. Efraim Zuroff Director The Simon Wiesenthal Center Israel

6 EXCESO

%I PTIE NARRE 1004

En su tercera edición el S1G, único evento rigurosamente organizado en Venezuela donde la gastronomía genera el pleno uso de todos los sentidos, viene este año cargado de sensaciones y posibilidades para consentir el paladar del exigente público venezolano.

60 talleres de degustación se llevarán a cabo bajo el mando de expertos en vino, quesos, charcutería, café, té, cacao y chocolate, entre muchos otros manjares Quince talleres de cocina a cargo de los más reputados y consagrados cocineros de Venezuela y el mundo

Una amplia exposición de alimentos, bebidas y exquisiteses gastronómicas

...del 21 al 24 de octubre de 2004

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III Salón Internacional de Gastronomía Centro Internacional de Exposiciones de Caracas Zona Rental de la Universidad Metropolitana s.i..astronomia@cantv.net

Heliogábalo, sus lacayos y sus loquillos se partían de risa con sus fraudes Fernando Arrabal

U

n jefe de estado —¡y de esta-

blo!— guasón invitó a cenar a un amigo tuerto. Y, al mismo tiempo, a otros once comensales también tuertos. Contemplando el engorro y disgusto de los doce incautos el tramposo, Heliogábolo —tal era su nombre—, se tronchó de risa. Tanto que repitió el fraude con calvos, gotosos, sordos e incluso cojos. "¡Cojonudo!"

En vista del éxito de sus mentiras, chungas y chufas el jovencísimo emperador transformó cada día en un renovado 28 de diciembre, fiesta y cruz de inocentes. Heliogábalo, sus lacayos y sus loquillos se partían de risa. Al que feliz recibía la noticia de que le había tocado el gordo, el emperador podía darle, en vez de las diez piezas de oro del premio, diez tortas perrunas o diez moscas del vinagre. O, en una ocasión, ¡diez perros muertos!

A los peruanos también les gastó una broma con perros muertos y — ¡un retruécano!— el Sendero Luminoso. Una mañana apareció otra senda iluminada (como decían los familiares de la Inquisición) en las calles de Lima. La formaron los chuchos de la capital ahorcados en las farolas. ¡Para farolear!

Algunas veces las inocentadas de Heliogábalo sorprendían a las víctimas. En los platos de guisantes podía introducir pepitas de oro, en los de arroz, perlas, o en los de lentejas, piedras preciosas. No hay que olvidar que el emperador creía que el precio de un manjar "excita el apetito". Lo cual hoy se traduce en otra bufonada cultural. El precio de una obra de arte se convierte en su ¡plusvalía cultural!

Otro farsante macabro fue su colega Calígula: ¿"Por qué se ríe a 8

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carcajadas, majestad"?. "Estoy pensando, senador, que me bastaría —respondió el emperador sin cesar de reír— con mover un dedo para que el verdugo te cortara la cabeza o los brazos". ¡Qué corte de mangas!

Para Flaubert el mayor fraude "consiste en hablar de amores desvanecidos... de la tumba de su padre... poner cara de escritor delante del Océano... o delirar de emoción viendo a un niño". Todo esto, dice, es propio de farsantes o "de saltimbanquis al cubo que brincan desde el trampolín de su propio corazón en busca de algo". Para Balzac, el modelo de tramposo es el hombre político dispuesto a indignarse contra esto o aquello "y al que todo le importa un bledo", ¡y los pobres pobres, un pepino de pino!

"La fuerzas de la ONU acaban de liberar a los animales de las `casas de fieras' ". Un guasón mentiroso de la universidad nos coló esta bola. (Años después las "casas de fieras" ascendieron a "zoos", sin que la promoción haya cambiado el trato ni la trata de las panteras en sus perreras). Rousseau, inocente, cayó también en el lazo de un compañero farsante: "En toda Polonia únicamente viven ¡capuchinos y cochinos!".

A comienzos de siglo surgió de la jerigonza de la Escuela Normal Superior de París la palabra "canular", con su uso y su abuso. Un grupo de matemáticos de la escuela (Dieudonné, Cartan, Weill, Delasarte y Chevalley) tramó una célebre mistificación. Inventaron a un autor policéfalo para codificar el lenguaje matemático de la teoría de conjuntos. Se bautizaron "Nicolas Bourbaki". Algo así como si los vanguar-

distas pánicos o hispánicos se hubieran dado por nombre, por puro pitorreo, "grupo senador McCarthy" o "círculo comandante Castro". Nicolas Bourbaki fue comandante de la Guardia Imperial durante la Guerra Franco-Alemana de 1870. Era feo, católico, sentimental, tradicionalista y colonialista. Por si fuera poco, trató de suicidarse tras la derrota de Lisaine. Para aquel grupo de jóvenes progresistas, pacifistas, internacionalistas, anticolonialistas, guapos, ateos y flemáticos era el personaje ideal para el "canular". ¡Por antípodo y antipático!

A comienzos del siglo XX Marinetti escandalizó a los italianos, incluídos su papá y el Papa. Exigió una revolución alimentaria futurista para que Italia "dejara de ser antigua y de comer spaghettis".

Gracias a ello, el italiano ya no sería "cúbico, masivo, aplomado, opaco y ciego". Quería, además, que los platos se condimentaran con cachos de alambrada, agua de colonia, cigarros encendidos etc.

Para que la cocina al fin llegara a ser futurista. Y compatible con las grandes velocidades ¡como la del hidroavión!

Años después, Simone y JeanPaul (los Sartre) sintieron vergüenza ajena mientras desayunaban en el café Flore de París. Víctimas de un patoso gracioso, la cucharita del café de ella se le disolvió dentro de la taza. Mientras que el terrón de azúcar flotaba. ¡La caraba!

Hace unos años los traductores

al francés de la novela á Kunde ra La broma le gastaron a mi amigo la siniestra de "mejorar" su texto. El "adaptador" francés, nunca mejor llamado, la interpretó a su antojo. Donde el novelista escri-

bió, por ejemplo, "el cielo está azul" el traductor "embelleció" la frase con una metáfora: "El cielo pervinca/octubre se alza sobre pavés fastuoso"; "Lucie perdonó" se convirtió en "Lucie regaló limosnas de perdón"; "Helena saltaba de dicha" en "Helena danzaba el aquelarre del diablo" o "Nuestra historia tan nuestra" en "La trama objetival que tejimos concertados". ¡Traduttore-traditore!

Los mandamás de la televisión apañan las farsas para que sean pesadas y peladas. Por ejemplo, pueden aprovechar las vacaciones en Venezuela de una familia francesa para arrancar de cuajo su mansión campestre, la piscina y los cimientos. Luego filman, a escondidas, la angustia de la familia a su

vuelta buscando en el césped virgen su caserón desaparecido. ¡Más vale no caer en gracia!

Una de las primeras inocentadas —¿por partida doble?— cuenta que "cuando Herodes vio que los Reyes Magos se habían 'burlado' de él, se irritó mucho y mandó matar a todos los niños de menos de dos años de Belén y su comarca". Esta historia sirvió de borrador al Burlador burlado.

La leyenda cuenta que un corro de sacristanes introdujo en el coro de la catedral a una burra cazurra. Delante de ella cantó una canción que se haría famosa. ¡La "prosa del asno"!

Heliogábalo invitaba a banquetes —¡de bancarrota!— itinerantes: entremeses en su palacio, platos en di-

ferentes mansiones y postres en sus quintas de retiro. O bien, a almuerzos azul marino, desde el zapato hasta la codorniz asada, desde el mantel hasta el vino. Para urdir un fraude, mandó recoger todas las telarañas de Roma: tres toneladas. ¡"Qué grande soy"! ¡Si por lo menos el tramposo o el injusto fueran un diablo que nos embaucara con sus encantos! El fraude es mentira vergonzante de poderosos. A los inocentes y a los pobres, sorprendidos de buena fe, les recitan la "prosa del asno". La trampa del que manda es un atraco con ventaja del que tiene contra el que no tiene. ¿Para qué añadir aún más fraudes y trampas al gran Teatro del Mundo? Bienaventurados los justos porque de ellos es...

La alegría de miles de niños se ve de lejos Cante a través de su Fondo Social se lleno de orgullo cuando fue seleccionado junto a 58 propuestas de instituciones y empresas a nivel nacional para participar en el Forum Barcelona 2004.

Gracias a este programa de inversión social 200 mil niños y jóvenes han sido beneficiados a través de 197 organizaciones, recuperando así su derecho a vivir con un desarrollo humano íntegro. Sin duda un proyecto digno de haber estado en tan significativo evento mundial.

Eduardo Illartui

Treinta aí arriba on total dominio de la situación y ante la dificultad propia de una partitura fantástica como es la de las Variaciones concertantes de Ginastera, atenuó sus consabidos movimientos espectaculares, condujo al conjunto de maravillas y dejó plena libertad para cada uno de los solistas que debieron encarar las sucesivas variaciones", así pasó la prueba en mayo pasado, el venezolano Eduardo Marturet, sometido a la implacable oreja del crítico argentino Pablo Kohan. Salió bien librado, a juzgar por lo que le tocó en la misma crónica al pianista de esa oportunidad en el Teatro Colón, en la que el caraqueño subiera al podio ante la Filarmónica de Buenos Aires. Al frente de las blancas y las negras estaría, en la ejecución del Concierto para piano y orquesta No. 2 de Chopin, el también polaco Janusz Olejniczak, nada menos que el responsable de doblar a Adrian Brody en la reciente cinta de Polanski, El pianista.

Marturet, sobradamente conocido en su patio por el llamatiY9 pg§canAje que desarrolla sobre el podio, celebra por estas días no menos de 30 años de vida artística, en los que le ha tocado mover la batuta ante importantísimas orquestas del mundo, por descontado la holandesa Concertgebouw.

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EXCESO

SI-PTIEMBRE 2004

Todavía se le recuerda como el más joven de los directores venezolanos de entonces, al frente de la Sinfónica Simón Bolívar y de la desaparecida Filarmónica de Caracas, con la que se presentaba en el Teatro del San José de Tarbes, a cuadras escasas de su casa solariega del Paraíso, hoy en día, todo un oasis nostálgico.

Pianista y compositor, por añadidura, abultada ya es su discografía, la más reciente, dedicada a la prolífica partitura sinfónica latinoamericana. Duradera ha sido su vinculación con la Sinfónica de Berlín, con la que ha grabado a los grandes autores de Occidente junto a un puñado de destacadísimos solistas venezolanos como Gabriela Montero y César Rangel.

Contento de su reciente gira argentina, piensa en la nueva ocasión que le espera ante el difícil público sureño. "En perfecta sintonía con la partitura, el director también controló sus coreografías y su hiperactividad", no la dejaría pasar el quisquilloso Kohan. Para Marturet, la excelente orquesta rioplatense y los vinos magníficos de Mendoza, bien valen presentarse de nuevo a la prueba.

—A C

Somos el fiel reflejo

del venezolano.

M1 ate r jai Fr

-Gringos piden 03

Cacao

Las últimas compras de Iri-

Ya es sobradamente sabido el éxito cosechado por el chef venezolano, el inigualable Edgar Leal, en la plácida comarca de Coral Gables, entrañada en el cada vez más ansiado Miami nuestro —como se titulara el ya añejo documental de Carlos Oteyza— desde los fogones del concurrídismo Cacao, el mesón por él comandado junto a su esposa Mariana Montero. Considerado entre los mejores diez restaurantes nuevos de Miami, ahora el establecimiento de

na de Rodríguez, primera dama de facto del Consejo Nacional Electoral, despiertan el recelo de los envidiosos. En su residencia, aunque alquilada, no faltará

Leal merece nota destacada en la revista Time edición del pasado 16 de

donde sentarse, pues ya tie-

agosto —al menos una buena noticia,

ocho piezas compradas en

en medio de aquel día aciago. Tim Padget, el conocido corresponsal para América Latina, titula:

ne sillas nuevas, de seis a Casa Curuba de Los Palos

Your Abuela's

Grandes, cada una valorada

Meals, But With a Twist y califica a Ca-

aproximadamente en 500 mil

cao como "uno de los restaurantes más

bolívares, pagadas en efecti-

populares de Miami". Pondera además la sazón del mandil nativo del Tigre, Es-

vo, poco menos que una ex-

tado Anzoátegui, capaz de "deconstruir" las recetas tradicionales de la mesa amplia que se extiende al sur del Río Grande, y convertirlas al credo de la alta cocina "con una presentación tan divertida como el Carnaval". Así saborean los gringos el salero —y el azúcar— de sus vecinos hispanos.

travagancia en una ciudad tan insegura como Caracas y en la que se acostumbra el uso de chequera.

Materia Prima

Lápiz , pensil,

01 !Ti ) pen

La escritora Matilde Daviú renunció a la secretaría de Asuntos Internacionales del Pen Club, debido, entre otros motivos, a las divisiones generadas en el seno de la organización por una mayoría de "género" que, según ella, "podrían mandar al traste las mejores intenciones de participación, colaboración y unidad, tan necesarias en estos tiempos". Resiente que no se le haya dado la debida consideración a sus propuestas como, por ejemplo, el registro de los "periodistas-escritores". A su juicio en el "re-fundado" club, que reúne un represantativo grupo de las plumas más destacadas del país, también habría arbitrariedades generadas, no sólo por la intransigencia mayoritaria — ¿de poetas, novelistas, hombres o mujeres?—, sino por la imposición del "prestigio, posición o autoridad" sobre "la verdad y los demás".

Celebridades del mundo de los negocios y la farándula se dan cita noche tras noche en el nuevo bistro de Laurent Tourondel, antiguo chef del restaurante Cello —muy famoso por sus especialidades en cocina de mar —que ahora dirige sus pasos a tierra firme con la apertura de BLT (Bistro Laurent Tourondel), un nuevo American steack house,-en afrancesada versión, cuyo eclectisismo se percibe al pisar la entrada, con grandes adornos florales y mesas de ébano pulido. Al final de cada experiencia de disfrute gastronómico —en el que las carnes se roban el protagonismo— la cuenta llega, acompañada de chocolate chips cookies que, según un crítico del New York Daily News, "a pesar de no tener chispitas de cacao, sí traen un centro de chocolate que se derrite sobre lengua como una implosión trufada". Gente como David Copperfield, quien vive enfrente, Jorge Redmond y el editor de El Universal Andrés Mata son caras frecuentes en el exquisito y —muy a la moda— local.

La

carne de

New York

Europa metrosexual

La tendencia de consumo masculino que fuera portada de Exceso en marzo de 2004 ha superado su propia banalidad para convertirse en un punto de vista con aplicación a la geopolítica. Así lo demuestra "The Metrosexual Power", un artículo publicado en Foreign Policy que explica la orientación política de la Unión Europea en los últimos tiempos. "Meet the real New Europe: the world's first metrosexual superpowef , declara Parag Khanna luego de explicar cómo Europa, con gran estilo, ha dejado atrás al duro y macho del Norte en la pasarela de la diplomacia global.

Disfrútala con su limón, disfrútala con responsabilidad

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Antiguía turística

para

futuros

mendigos

Los indigentes, víctimas de terribles crímenes, seleccionaron estos sitios para pernoctar basados en sus virtudes geográficas. Y es que en Caracas difícil es hasta encontrar una esquina céntrica y segura, en una urbe más periférica que centrada.

1 Final Avenida Panteón, cerca

de la Torre de la Prensa

La disponibilidad de este sitio está en duda, ya que se ha visto, noche a noche, una proliferación de aspirantes a inquilinos que esperan, quizás, les sea entregada una copia del diario Últimas Noticias al despertar por la mañana, un perfecto acompañante para el jugo de naranja piche que encontraron la noche anterior.

7 Avenida Libertador cruce con Las Palmas Otra residencia de caché. En esta esquina se puede tener, a escasos metros, una cena espléndida. Basta hurgar en la basura de la panadería Flor de Los Caobos para encontrar el mejor banquete.

2 Avenida La Salle, bajo

el Puente Libertador

Este es un vencindario exclusivo donde todos comparten la mejor ubicación bajo el cobijo del puente. Llueva, truene o relampaguee, los problemas climáticos no afectan el desenvolvimiento en este reputado spot.

3 Avenida Libertador parte baja, La Campiña

Nada mejor que sentir la ciudad en todo su esplendor, vibrante, llena de ruidos vitales, para saber que se está en un lugar codiciado por la mayoría de los indigentes. Mejor apurarse y llegar antes del anochecer porque las esquinas limpias están tomadas casi en su mayoría. Por cierto, la compañía travesti está incluida en el paquete.

4 Avenida Las Palmas Hablando de lugares para privilegiados, éste es uno de ellos. Al frente está el colegio La Consolación y a un lado una agencia de viajes.

Qué mejor, para un indigente digno y respetable, que abrir los ojos por la mañana con el tránsito de jóvenes escolares como primera imagen.

5 Avenida Las Acacias con Avenida Libertador En realidad no es la esquina cinco estrellas, ni siquiera de las mejores de este conteo pero al menos sirve para pasar la noche.

14

EXCESO SEPTIEMBRE

2004

6 Primera Transversal de Mariperez Hablando de estrellas, esta esquina tiene todas lág Merecidas. ¿Por qué? bueno, la respuesta espera al otro lado de la calle: Licorería Celicor. Nada más para aumentar el valor de una residencia callejera que tener en la cercanía un local donde expendan los tentempiés tan necesarios en la vida al aire libre.

8 Residencia Santa Fe, Avenida Bogotá, Los Caobos

Para el nuevo residente de esta esquina quizá le sorprenda la competencia que está a un lado, el Motel La Palmera. Pero en una noche tranquila y estrellada agradecerá estar libre, en medio del aire puro y el cielo abierto y enigmático.

9 Avenida Principal

de Las Mercedes, frente al CADA, Primera transversal de Maripérez frente a Hidrocapital y Plaza Caracas Estos tres espacios no cuentan del todo, ya que sus inquilinos, a pesar de ser heridos brutalmente, permanecen con vida y posiblemente mantengan su lugar de residencia.

10 Avenida Venezuela de El Rosal Es bastante posible que no se encuentre disponible ya que su residente fue atacado.

Aunque sobrevivió y el malhechor capturado.

11 Plaza Venezuela, cercanías que bordean la obra de Cruz Diez Una buena combinación de espacio y confort. Recomendado para los amantes del arte.

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El arte del Entretenimiento

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L JAI Joel García, María Victoria Balmori y Suso Balmori

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Ramiro Sosa, Angela Sarmiento y René De Sola

Nona•esimo cuarto aniversario de Alfonzo Rivas

Julio Volante Zuloaga, Winston Morrison,

Rafael Alfonzo y Guillermo Zuloaga

Joseph F. Feo y Cesar Lopez

Telcel: Lanzamiento de mane o de flotas Enrique García, Haydeé Cisneros de Salas, Manuel Caraballo y Santos Landolfo

Richard Paz, Ricardo Ramos

de

significati

Teodoro Pérez

Cines Unidos: Lanzamiento de Tarjeta Club Inteligente Ben Amí Fihman, María Elena Lavaud y Norberto Mazza

Jhonnie Walker: Homenaje a Eduardo Marturet Eduardo Marturet, Mercedes Guzmán y Abraham Pulido

Tina Kliumi de Marturet y Tania Sarabia

Nivea: Relanzamiento de la línea Visa e Oscar Paz, Alexander Reindler, José Arturo León y Rodolfo Díaz

Carlos Bellosta, presidente de Venequip SEPTIEMBRE 2004

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en 80 por ciento el riesgo de cirrosis.

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Para su lanzamiento, el cubo ofrece una promoción de cuatro botellas por tres, lo que representa un descuento del 25 por ciento. Something Special es una marca comercializada por Pernod Ricard Venezuela, filial del Grupo Pernod Ricard, propietarios, además, de la Casa Chivas Brothers.

VRLLE RRRIBR RTHLETIC CLUB

Máximo Rondón A_

ATLÉTICA INVERSIÓN

El exclusivo Valle Arriba Athletic Club dio a conocer los resultados de su gestión de ventas correspondiente al primer semestre de 2004. Representantes del centro atribuyeron la venta de casi 250 nuevas acciones a la oferta de un plan de financiamiento directo a través de Fonbienes y BanPro, así como al incremento de la fuerza de venta interna. Los representantes del VAAC aprovecharon para resaltar el valor de la compra de acciones del club como una inversión que genera dividendos.

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INSPIRACIÓN ORIENTAL

La casa parisina Roger& Gallet presentó Eau de Gingembre, una línea de exóticas fragancias de inspiración oriental que ex plotan la exuberancia y el misterio del jengibre. Fragancia —concebida para hombres y mujeres—, gel para el baño y jabón perfumado van incluidos en un estuche de color púrpura decorado con una cenefa vegetal bordada en oro.

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Cavalier es el nombre —nunca mejor elegido— para este integrante de la serie Classic de Victorinox Swiss Army.

Inspirado en el mundo equino, las muñecas de los caballeros serán vestidas con un reloj que incluye una hebilla en forma de herradura, correa de cuero, disponible en azul o marrón tostado con pespunte blanco y una robusta caja de acero inoxidable con manecillas y marcadores luminosos.

DE LA BOCA AL MÁS ALLÁ

La idea fue de los expertos de Anew que no descansan hasta conseguir la fórmula perfecta.

En este caso fueron más allá, tras el lanzamiento del labial Beyond Color, triple beneficio con Retinol de Avon Cosmetics.

Luego de dos semanas de uso, las líneas de expresión harán su despedida y los labios muy coquetos, verán su volumen en aumento.

PEDRO LEÓN CRIN EN MANO

Desde el mes de agosto en la Galería Punto de Arte, Pedro León Zapata, el también reconocido pintor, exhibe sus últimos trabajos de caballete en una exposición que lleva por título Detrás de un hombre a caballo; una §gINQIón piezas inspiradas en La loca Luz Caraballo del poeta Andrés Eloy Blanco. Cooperativa Miel y Canela, Galería Punto de Arte. Quinta transversal de Los Palos Grandes, entre las avenidas Alfredo Jhan y Andrés Bello.

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Que el perfume sea el mejor imán no reviste ninguna novedad. La marca Escada tiene todas las intenciones de mantener la fidelidad a kg que han sido expresión de sus valores —simplicidad, elegancia y color— en Magnetism, su nueva fragancia.

El propósito es revivir la chispa original de las damas: la seducción como misión.

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mog y la paz,

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oso, existe un lugar especial

sflde Ilajarse, esparcirse y renovarse para comenzar de nuevo...

Este es el nuevo concepto del Valle Arriba Athletic Club, una alternatilia de recreación y bienestar integral ra Ud. y.sufánái

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CARPA CHINA

Desde el 8 hasta el 12 de septiembre, el Poliedro de Caracas se convertirá en escenario del Circo Imperial Chino.

Cincuenta artistas entre malabaristas, contorsionistas, equilibristas y trapecistas instalarán su carpa para sorprender con su magia a los aficionados criollos, tanto chicos como grandes.

Entradas a la venta en las tiendas Imaginarium y Video Color Yamín de Altamira.

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SOUNDTRACK URBANO

Píxel regresa a las discotiendas con su segundo álbum: Invítame. Son doce temas que piden permiso de entrada para invadir cada casa.

Pop, punk y blues en una combinación que, según sus integrantes, puede convertirse en la banda sonora de cualquier caraqueño.

ABSOLUT LIMITADA

La legendaria vodka cumple 25 años y llega a manos de sus consumidores y coleccionistas con un diseño neocubista de vibrantes colores, obra del artista brasileño Romero Britto.

Es un producto de colección: la más premium de las vodkas en traje de luces.

Una celebración artística de EN BUENOS ZAPATOS su trayectoria.

Calzados Bardó acaba de presentar su nueva colección 2004-2005.

Trae elegancia en cortes, colores y texturas. La comodidad y la estética son, sobre todo, los elementos destacados de la muestra.

Con sensibilidad hacia las nuevas tendencias del mercado, esta línea de zapatos busca satisfacer los gustos y necesidades de la mujer contemporánea.

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3CINOCI

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entre Entre los perfumados vapores de la tintorería

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Rosas y claveles

paterna, incubaría una vocación que lejos estaba de imaginar el púber de pantalón corto lo sumaría a la hornada de cantantes nativos que salvó la patria —musical se entiende— en tiempos de escasez de divisas. De aquella epopeya memorable, él, sin duda, es el sobreviviente más saludable, con una reputación que trasciende en mucho el terruño que sus progetinores italianos adoptaran y lo convierte en uno de los músicos latinoamericanos más vendidos del mundo. Luego de mucho bregar, se puede decir que su carrera descansa sobre un lecho de rosas

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D

todas las que ha compuesto, esta canción no fue la más fácil. "Yo la trabajé durante muchos años, hasta obtener este resultado", es lo que se le escucha decir a través de la línea telefónica que en la noche de un jueves cualquiera, enlaza, sólo momentáneamente, desde el viejo mundo con el nuevo, a quien naciera el 23 de enero de 1954 en la clínica Luis Razetti de la parroquia La Candelaria y cuyo nombre original —y para nada caraqueño—, Franco Atilio De Vita De Vito, hace largo rato pasó por una guillotina que le recortó segundo nombre y apellido ídem hasta dar con tres vocablos hoy harto conocidos: Franco De Vita, casi tan común, entre los venezolanos, como destapar una botella de cerveza bien fría en un caluroso domingo. "Si la canción es una frivolidad, seguro te hundes", continúa, y en él, más allá de escucharse, se siente el denuedo de la seguridad infinita que niega, gracias al arduo trabajo realizado, la concepción de un tema que pise, exactamente, dentro del sucio charco de la frivolidad... mucho menos cuando en la canción, titulada Rosa o clavel, el amor, entre personas del mismo sexo, es el único protagonista. Y si un desconocido le pregunta a Franco De Vita —siempre por teléfono— sobre este tópico sexual, él posiblemente responderá, dado su alto grado de tolerancia por todos los seres vivientes, que en realidad da igual, es decir, si es hombre o mujer. "Se está diciendo algo que es totalmente humano...", pero la conversa, amplia, amplísima y amigable se inició con temas menos coloe

Carlos Flores rados y, por un breve momento, el resto de esta cosecha de rosas y claveles quedará en pause y será necesario, antes de que la última estrofa sea interpretada, oprimir el botón de rewind, y recorrer las primeras notas, mucho antes que siquiera el primer coro fuese cantado o el pentagrama rellenado.

Tres años de edad cumplidos tenía Franco Atilio al pisar el nada fastuoso pueblo de Pellare, en la provincia de Salerno, al Sur de Italia, uno de los muchísimos lugares —quizás tantos hay como granos de arroz en la dieta de un chino— que jamás serán colocados como atracción obligatoria en los paquetes turísticos de las agencias de viajes. Pocas familias, poca gente... poco de todo. Los niños, al terminar su instrucción primaria, debían trasladarse al poblado más cercano para cursar la secundaria, dado que en Pellare no existía un liceo. Y el pequeño caraqueño, el hijo pródigo de La Candelaria, pasaba como un italiano más. Un chico soñador, tranquilo... ni tan tranquilo. Travesuras algunas, cómo no, y posibles crímenes también.

"Una vez íbamos a asaltar el kiosco donde vendían cigarrillos", confiesa ahora, quizás tratando de expiar sus culpas.

"Pero a la final nuestro gran golpe fue frustrado". Entonces no hubo falta que purgar, ni en ese momento ni durante los años xdiez, en totalx que pasó en Italia. "Pero sí era inquieto y tenía ilusiones, como cualquier chamo".

Y es a los trece años cuando regresa a una ciudad que ni remotamente se asemejaba con el Pellare en donde había crecido.= SEPTIEMBRE 2004

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"Venía de ese pueblo tan tranquilo y me encuentro con una ciudad como Caracas, en 1968. Al principio me quería regresar. No aguantaba la presión. La Caracas de la época era grandiosa, no había tanto tráfico, pero me costó acostumbrarme". Los padres de Franco, aún residenciados en La Candelaria, poseían una tintorería en la que el futuro compositor tenía que trabajar de cuando en cuando. Pero fue el aire de creatividad que con el tiempo respiró en las calles de su parroquia, el que le proporcionaría el influjo útil para conectarse con Caracas y con su gente, haciéndolo sentir, por fin, en casa. "En el vecindario había mucha gente con talento, quien no tocaba guitarra o cuatro tocaba la tambora. Y luego, cuando empecé a cogerle el swing, me sentí súper afortunado de estar ahí. Formé un primer no lo cubría grupo, tocábamos gaitas. De repente si hubiera vivido en otro lado la cosa hubiera resultado distinta, aunque yo venía de Italia con ese gusanillo por dentro. Pero tenía el Ateneo a pata de mingo... había muchas cosas interesantes por esa zona". Grupos iban y venían... ensayos y más ensayos pero ninguna presentación. Ningún concierto, mucho menos un disco. "Yo vivía en Puente Anauco y en la época de las Mermeladas, que eran conciertos que se realizaban en el teatro Caracas, yo asistía a ver grupos de rock. Recuerdo que entraba con pantalones cortos... fue una experiencia maravillosa y el teatro apenas quedaba a una cuadra de mi casa".

Tal vez el recuerdo más vívido de esa época queda grabado en uno de los grupos que Franco De Vita integró en su juventud. Se llamaba Fresa e interpretaba heavy rock... ¿Heavy rock?... Un momento. ¿Franco De Vita cantaba rock pesado?

Pues, sí. Rockero y mucho. Rebelde y bastante. "Nos metíamos a tocar en Catia, en el 23 de enero, y por supuesto siempre nos allanaban los conciertos y teníamos que salir corriendo con los peroles en la cabeza". Extraño —y estridente— pasado para quien, años más tarde, escribiría: Me muero si no te vuelvo a ver/Y tenerte en mis brazos y poderte decir/Te amo!!!

"El ambiente musical era muy variado. Había muchísimo talento y una cantidad de grupos. Pero luego todo se estancó y esos músicos se fueron del país, muchos de ellos a Boston y el movimiento murió, se calló durante unos años, hasta que esa gente regresó". Pero como no sólo de rock vive el hombre, llegó el terrible momento de afrontar la realidad, NI de Quitar rock pesado no le estaba reportando ningunos dividendos, al menos no monetarios. "Y mientras tanto uno crecía y se daba cuenta de que no había muchas oportunidades. Las disqueras no querían saber nada de ese género y en un momento tuve que formar otro grupo que se llamó Corpus. Tocábamos en bailes, 26

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interpretábamos merengue, pasodoble. Ya era una cuestión de trabajo. Al principio lo llevamos muy mal porque teníamos que hacer música a la que no estábamos acostumbrados. Pero fue muy enriquecedor. Por ejemplo, yo no quería nada con la salsa y, coño, es súper interesante. Cómo esa gente podía cantar eso, imagínate, y yo italiano y rockero... pues tenía que cantar y tocar. Gracias a dios que tenía un guitarrista fenómeno, Alex García.".

Era necesario moverse, conseguir más fiestas, buscar trabajos, todos los que pudiesen aparecer. "Nos compramos un camión para guardar nuestros equipos, funcionábamos como una cooperativa. Todo el mundo invertía". Parecía que el negocio de tocar música latina en quince años y matrimonios estaba marchando so-

¿Franco De Vita cantaba rock pesado? Pues, sí.

'Nos metíamos a tocar en Caua, en el 23 de ene conciertos y teníamos que salir corriendo con bre ruedas. Es decir, aunque sea se estaba convirtiendo en eso, un negocio. "Hasta que un día nos abrieron el camión y nos robaron todo. Honestamente fue lo peor que nos ocurrió". Y entonces, otra vez a empezar de cero.

Franco aplicó para estudiar arquitectura en la Universidad Central de Venezuela pero no quedó seleccionado. Así que se fue por una carrera un tanto diferente. "Técnico Superior en Turismo. Pero no me gradué, al final lo dejé cuando me di cuenta de que lo en realidad era aquella carrera... hacer folieticos para hoteles o trabajar de recepcionista. No, yo sabía que eso no era para mí".

Lo de él era hacer música, estar en un grupo, tocar sobre una tarima, frente al público. Pero no sería con el grupo Corpus, que se desintegraría y Franco, junto con dos de sus antiguos integrantes, más la adición de un par de guitarristas, forman Icaro. Un proyecto que, a diferencia de los anteriores, se encumbró hasta conseguir el contrato para grabar un disco.

"Pero no pasó nada", recuenta con aires de desventura. "Vendimos cuatro discos". Y fue aquí, cuando era integrante del grupo Icaro, que el cosmos parece alinearse favorablemente y toda la fama, éxito y gloria, le esperaba a la vuelta de la esquina... aunque poco faltaría para que dejase pasar la gran oportunidad de su vida.

M

ientras Icaro preparaba material para su segundo disco, y en esperas de que no fuese tan desastroso como el primero, Franco es contactado por Alejandro Blanco Uribe, que recién había fundado Fonotalento, una

compañía filial de Sonográfica, dedicada, más por el aumento del dólar y la imposibilidad de contratar grandes actos internacionales y distribuir sus discos, que por otras razones, a hurgar entre el talento joven nacional en busca de posibles futuras estrellas que llenaran una vacante comercial en las compañías discográficas. Pruebas, ensayos, audiciones. Y a Blanco Uribe le pareció que de repente ese tipo italiano podría tener algunas canciones escritas para que fuesen interpretadas por una muchacha que estaban a punto de lanzar: Biella Da Costa. Es decir, Blanco Uribe no tenía planeado ofrecerle otra cosa a Franco que no fuera un cheque por sus composiciones. Nada más. "Yo creo que tenía Un buen perdedor y No hay cielo. Fui y me senté al piano. Ahí estaba un tal Ilan Chester acompañando a Alejandro, y los dos se pararon detrás de mí. Me puse a cantar y en una de esas escucho que Ilan dice: 'No, chico, a éste hay que reclutarlo'. Cuando me levanté del piano, Alejandro me llamó a su oficina y me ofreció un contrato. Yo le expliqué que tenía un grupo llamado Icaro pero él me dijo que no le interesaba el grupo. Le dije que lo sentía y le dejé el contrato sobre su escritorio. Y seguí con mi vida".

Aunque no por mucho tiempo. Bastó tener un fuerte alter-

"Se suponía que yo iba a tocar en una fiesta privada en Cali. Eso fue lo que me dijo Sonográfica... ahora lo cuento en chiste pero la cosa fue horrible. Bueno, total que fuimos. Yo ignorante totalmente porque suponía que se habían hecho los arreglos pertinentes. Entonces resulta que la fiesta privada no es en Cali sino en una hacienda donde había todo lo que te puedas imaginar... era algo impresionante, carros, motos. Y yo era la atracción de la fiesta. Nada, empezamos y después de tocar No hay cielo, me llega un emisario del dueño de la fiesta a decirme que su patroncito quería que repitiéramos la canción. La repetimos. Después regresó con lo mismo, que su patroncito quería escuchar No hay cielo otra vez. Al final la canté seis veces. Había gente armada, estábamos en medio de todos los problemas.

Fue algo muy fuerte, hay que tener valor para algo así. Y tanto yo, como el resto de los músicos, estábamos acojonados por lo que pudiera pasarnos. Y el tipo no quería que nos fuéramos. Le puse excusas de todo tipo pero él nada... quería que compartiera la noche con él. Me puso a una miss al lado para que me convenciera pero con la cagazón que tenía la vi más fea que la madre que la parió. Entonces, al amanecer, llegó un autobús a recoger a los mesoneros. Cuando vi que estaban saliendo les dije a los músicos que subieran uno por uno, pero que estuvieran moscas. Y así logramos irnos de ahí. Te aseguro que eso me sirRockero y mucho. Rebelde y bastante vió de experiencia para futuras contrataciones. Por cierto que al ro, y por supuesto sienipi t ricas allanaban los tipo, el patroncito, lo mataron unos meses después de esa fieslos peroles en la cabeza" ta". Al menos el difunto escuchó su canción favorita... ¡seis veces! cado con uno de los integrantes de IcaFue la época en que en Venezuela ro para que Franco regresara a las ofisurgía un grupo de jóvenes cantantes cinas de Blanco Uribe con una sola predispuestos a darse a conocer, escalangunta merodeando dentro de su cabedo a toda prisa los peldaños —siempre za: "¿El contrato todavía anda por infinitos— del mundo del entreteniahí?". Y no necesitó de más nada que miento. Y todos salieron como en banla respuesta afirmativa de Uribe para firmarlo y, tan rápido como un chasdadas, algunos más fabricados que quido de dedos, preparar su primer disotros, pero al mismo tiempo y apoyaco, en los estudios de Telearte, con una dos por las compañías Sonográfica y banda dirigida por Álvaro Falcón y cuRodven. Entonces se habló, además de yo sencillo, No hay cielo, sirvió para Franco De Vita, de gente como Yordamusicalizar los rebuscados amores de no, Ilan Chester, Daiquirí, Sergio Pélos protagonistas de una telenovela merez, Elisa Rego, Luz Marina, Adrenalixicana transmitida todas las tardes en na Caribe, Colina, Melissa, Kiara, KaRCTV y llamada Natalie. Comenzaron rina, Ricardo Montaner... un fenómelas llamadas de diversos países, contrano inédito. La juventud venezolana taciones, viajes. No hubo tiempo que compraba discos de artistas nativos. perder. El éxito fue instantáneo y desde Siempre estará la duda de la calidad conciertos hasta fiestas privadas, Fran- Chester el otro recluta musical de muchos de ellos pero en ese co De Vita era llamado a ser protagonista. Claro, no era de exmomento fueron exitosos productos fácilmente mercadeables. trañar que con tantos compromisos contractuales la gente de Seductoras latas de refresco; full de gas, edulcorante y cafeína, Sonográfica no investigase demasiado a los empresarios que pero con fecha de vencimiento. Consumo puro y adictivo. deseaban organizar conciertos de Franco y, quizás por eso, por "Bueno, para qué estar hablando tonterías", interrumpe no estar muy pendiente de quién pagaba los jugosos cheques, Franco desde Alicante, España, país en el que reside desde hace Franco De Vita, acompañado por su banda, fue a parar en mevarios años. "Sí, éramos amigos y si podíamos, nos echábamos dio de un verdadero desastre... nada más y nada menos que un una mano. Pero todo el mundo estaba en lo suyo. Muchas veces concierto privado para un capo del narcotráfico colombiano. traté de unirnos, hacer cosas juntos pero no fue fácil. ¿Te acuerSEPTIEMBRE 2004

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Franco De Vita decide dejar la distridas de la canción Al norte del sur? Buebución por parte de Sony. Pero no reno, yo invité a todo el mundo, todos los sultó nada fácil. Aún le quedaba por que pertenecíamos a esa generación, a imprimir una placa sonora para la participar en esa canción... ¿sabes quién compañía antes de quedar libre de se presentó? Simón Díaz. Hasta nuestro contrato. Optó por hablar directagran tenor, Alfredo Sadel, quería partimente con Tomás Muñóz. "No me cipar pero se enfermó. Yo traté de hacer quería dejar ir", comenta indignado. dúos con los demás pero no lo logré". "'Pero ¿qué te ha picado a ti, coño?', Y cada uno de estos artistas siguió su le pregunté. Ellos insistieron, me pupropio rumbo —la mayoría de ellos en sieron una cantidad de dinero buenípicada y directo al cesto de basura— sima y terminé haciendo el disco Namientras Franco De Vita editaba una da es igual". Y no fue igual, ni para serie de discos de los cuales se extrajeFranco ni para Sony Music. Con aperon sencillos que, hasta el presente, sinas tres meses de presentado el nuevo guen sonando en las estaciones de raálbum Tomás Muñóz sale de la comdio, todos bajo el mismo estilo musical, muy mediterráneo, del cual nunca se ha a pañía y Sony queda en manos de un grupo de ejecutivos que no veían en alejado. "Quizás tenga que ver con mi estilo, pero yo pienso que mi equipo ha tenido mucho que ver De Vita nada especial. "Sony se limitaba a poner el disco en las con que me haya mantenido. He tenido una representación en la tiendas". El resto de la promoción corría por cuenta del equiparte legal y organizativa, mientras yo me encargaba de compopo del cantautor. "Yo creo que si las compañías disqueras me ner. Y también tuve la suerte de ser firmado por Sony... bueno", hubieran apoyado como debieron, Franco De Vita al menos corrige inmediatamente, "suerte tan sólo al principio". hubiera vivido más tranquilo".

La escena, apenas posible en sueños para cualquier otro arLa escogencia de su nueva casa disquera tuvo que ver, netatista, se convirtió, en terrible realidad avanzada una mañana en mente, con que Universal Music estaba dirigida por dos de sus la pequeña isla de Manhattan. Y a punto estaría de entrar a la amigos cercanos. Pero luego de tres meses de gloria y apoyo oficina del todopoderoso Tomás Muñoz, cabeza ejecutora de irrestricto, sus amigos también toman otros rumbos fuera de Sony Latinoamérica. Hombre respetado y casi mitificado que, Universal y, nuevamente, el augurio no podía ser peor. "Esto lo esperaba Franco, lo llevaría hasta la mismísima estratosfera. Y cuento porque seguramente la mayoría de los artistas no se atrefue gracias a Helcio Do Carmo, por La preferencia sexual de cada uno no la elige uno. Cómo juzgar aquellos días encargado de la jefatura de Sony Venezuela, y consciente de que la compañía, a nivel nacional, no estaba en capacidad de soportar el contrato de De Vita, que tramitaría la contratación directa con las oficinas principales en New York. "Cuando entré a la oficina de Tomás Muñóz", recuerda Franco con ningún alborozo, "el señor me ve y me dice: `¿Franco De Vita?, ah, sí, sí... es que Helcio Do Carmo piensa que todo el mundo puede ser un Julio Iglesias'. Esa fue su bienvenida. Yo aguanté al tipo, me lo calé. Después fuimos a almorzar. Al entrar a un restaurante, se detiene un muchacho que conducía una grúa y, con toda la devoción que te puedas imaginar, me llama por mi nombre Y me pide un autógrafo. Ton Muffigz se quedó con la boca abierta, le dije: 'Fíjate que sí hay posibilidad de que salga otro Julio Iglesias".

Luego de muchos problemas, de falta de apoyo y recurrentes discusiones,

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Italia y Panamá: Caribe mix

co De Vita se las arregló para ganar premios Billboard, MTV, Lo Nuestro, nominaciones al Grammy, obtener cuarenta discos de oro y veinte de platino; además de componer sencillos que llevaron a sus intérpretes, Ricky Martin, Chayanne, Oscar D' León y Luis Fonsi, entre muchos otros, a vender más de treinta millones de álbumes. Cada treinta segundos se escucha, en alguna estación de radio del planeta Tierra, una canción de Franco de Vita, y cada cinco minutos se vende un disco con temas compuestos por él. Nada mal para el ex—rockero de La Candelaria que bien pudo llegar a ser recepcionista de un hotel en Margarita.

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u nuevo disco, Stop, se adentra en la turbiedad de aguas

que van desde la homosexualidad hasta la violencia doméstica. Y en líneas generales es un llamado a retomar la conciencia en un mundo violento y salvaje. Pero quien haya leído esta crónica sabrá, desde hace algunas páginas, que algo se ha pasado por alto en cada uno de los párrafos escritos. Y es que nada se ha dicho sobre los romances, sobre el amor, ése al cual le canta Franco De Vita con tanta honestidad... ni nombres de parejas, ni nacionalidades... ni sexo.

"Ahora no tengo pareja, chico, si tiene que venir vendrá. Mien1 tras tanto cojo el teléfono y hago citas. El amor es tan complejo... lo mejor de todo es que he probado el amor. Yo sé lo que ven a hablar de sus historias con las compañías discográficas. Ya es estar enamorado". Y también lo saben los protagonistas de estábamos trabajando en un disco y tuvimos que seguir echánsu tema Rosa o clavel: "La canción lo que pide es respeto. Si dole bola. Sacamos un primer sencillo pero ya en el segundo no las personas fueran como yo quisiera que fueran... Y eso no es nos apoyaron. Recuerdo que dimos un concierto en Miami y una elección sociológica, ni nada. No tiene explicación. La precuál es mi sorpresa, la primera fila estaba copada de ejecutivos ferencia sexual de cada uno no la elige uno. Cómo juzgar a personas que ni si quiera saben por a personas que ni si quiera saben por qué son así, ni uno mismo qué son así, ni uno mismo sabe sabe por qué es as. Siempre habrá gente que te señalará por qué es así. Siempre habrá geno te culpará porque eres esto o lo otro te que te señalará y te culpará porque eres esto o lo otro. La gente de Sony". Y así, el hijo pródigo retornaría a su casa, pero esta pensará de mí lo que tenga que pensar, y además me da igual". vez bajo condiciones muy diferentes. "Ahora en Sony están haY en ese jardín donde los pétalos de los claveles son muy rojos ciendo un esfuerzo que nunca antes habían hecho. Eso me llena y las espinas de las rosas demasiado afiladas, debe haber una de una felicidad tremenda pero también me lleva a preguntarme, flor a la que Franco De Vita le dedique mayor cuidado y tiem¿por qué no ocurrió antes?, y lo digo sobre todo por las canciopo en espera de verla desarrollarse hermosa y sana. "Eso no se nes, saber que se perdieron tantas canciones...". dice", comenta en medio de risas cómplices. "Eso se averigua...

Y en medio de estas disputas con las casas disqueras Fransi quieres averiguamos". LA

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l comensal caraqueño no estará habituado a que, nada más sentarse a la mesa, el mozo se interese antes que nada por el vino que elegiría para el condumio, sin dar oportunidad a otro brebaje que no sea el favorito de Baco. No obstante, en el local que recién inaugura el empresario Domingo Delfino, no habrá de sorprenderse si, antes de entrar, repara en el rótulo que canta muy claro: Viva Vino.

"Aquí el protagonista es el vino", sentencia el propietario, conocido por su dedicación a la importación de caldos y el auspicio de un mercado que la demande y la requiera, además, con verdadero criterio.

La gran novedad en materia de malls caraqueños, erigida en el antiguo terreno de Las Mercedes que diera asiento, por 3U

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décadas, a la legendaria fuente de soda que le cedió su nombre, Tolón, alberga en el quinto piso a Viva Vino, un establecimiento de sobrio decorado trendy, con la bodega entrañada entre cristales que la hacen irresistible a los viandantes, una barra para la copa ocasional, y una terraza bendecida por una generosa panorámica de la capital y su montaña, pensada para el solaz de todos los sentidos, en los que han de predominar, por supuesto, las cualidades organoléptiQas del caldo degustado.

"La persona viene al local y puede elegir platillos que están definidos por el chef para que puedan combinar con determinados vinos", explica Delfino. "Así, si el cliente desea degustar un blanco afrutado o un blanco estructurado, un

tinto ligero o estructurado, se le sirve una ronda de platillos que combinen con los caldos escogidos".

El bar cuenta siempre con no menos de cincuenta botellas abiertas, de modo que puedan degustarse varios vinos en una sola sentada a la mesa. Los vinos descorchados son preservados con inyecciones de CO2, que garantizan su frescura durante varios días. Incluso, si el cliente lo desea, puede degustar varias etiquetas de una misma denominación de origen y así afinar su apreciación sensorial del infinito mundo de la vitivinicultura.

Por supuesto, en Viva Vino, no sólo se complacen en halagar paladares entrenados sino que se interesan sobre todo por un público potencial que brota numeroso en todos los rincones del planeta: "El aficionado, desde el que ya tiene ciertos conocimien-

tos hasta el total neófito, requiere de herramientas amigables para apreciar el vino", concede Delfino. "Aquí llega una muchacha y si quiere probar un oporto, yo le hago probar cuatro. En ese orden de ideas se me ocurrió un concepto que puede ser aplicado a todos los mercados latinoamericanos de consumidores nuevos, no de consumidores de productores tradicionales".

La elegante taberna es atendida por dieciocho jóvenes profesionales de ramas diversas que Delfino y sus socios reclutaran entre una muestra de no menos de setecientos curricula, y que han sido entrenados durante ocho meses para mostrar hoy en día la capacidad de describir en detalle las cualidades de un varietal o un coupage. "En el aviso de prensa que publicamos sólo informamos que se buscaba personal para una actividad relacionada con el vino. Al menos así podían saber del mal que se iban a morir", bromea el propietario mientras agita una copa y la acerca a su nariz.

El nuevo wine bar o, mejor, vinatería —como se dice en español— se suma a un fenómeno paradójico: en tiempos de crisis política, económica y social, la gente se interesa más por refinamientos como el vino, tal vez con la ilusión de que así apertrecha mejor su amenazada calidad de vida. En Caracas, inesperadamente, ha surgido una moda o tendencia, aún incipiente, en la que figura una breve constelación de este tipo de establecimientos "temáticos", en la que Viva Vino se esmera en ofrecer valor añadido, con una escuela para la educación tanto del personal especializado como del público, en la que habrá constantemente catas y seminarios.

A través de estas placenteras actividades didácticas y divulgativas, Delfino dará a conocer, sobre todo, la poderosa producción del Nuevo Mundo, un sin fin de etiquetas de gran calidad completamente desconocidas para el aficionado venezolano. Piensa él, que de esta forma estimula a los operadores del mercado a traer los grandes vinos de los nuevos productores que deslumbran al mundo. Luego de inaugurar con una degustación dedicada a los caldos argentinos, los importadores inmediatamente se sintieron motivados a traer las maravillas de los viñedos de Mendoza: "El evento incitó a que Trapiche trajera líneas de mayor categoría. Etchart ya ha ampliado su gama. En los próximos seis meses van a venir siete, ocho bodegas nuevas argentinas".

En poco tiempo, y por encima de las contingencias nacionales, el público ha colmado el local, lleno de curiosidad y deseos de disfrutar la vida y el vino: "El vino es visto como un producto de refinamiento. Y el local tiene que estar acorde con eso", remata Delfino antes de volver a la faena de pasearse entre las mesas y apostillar el contenido de cada copa servida.

—Armando Coll SEPTIEMBRE 2004

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A lguien ha dicho: "Estamos llegando a

Puerto la Cruz", pero en realidad es muy difícil tener una mínima percepción visual de la geografía de este lugar porque las ventanillas del autobús —de los que se conocen como expresos— apenas contienen el fuerte aguacero que desde hace unos veinte minutos se ha desatado sobre esta parte del territorio venezolano. "Pero, papi, ¿dónde es que estamos?", y ésa es la tercera o cuarta vez que la voz infantil —una niña de siete u ocho años— repite la pregunta en los últimos cuarenta segundos. Su padre le contesta, no tan amablemente como la primera vez, "ya te dije que estamos llegando a Puerto la Cruz".

Pero la niña sigue preguntando, luego canta: "¡Uh-Ah, Chávez...!" y hasta ahí llega, sin saber si se va o se queda. Después prefiere seguir preguntando: "Papá, tú trabajas en PDVSA, ¿verdad?". Pero el cuestionario termina, abrupto, cuando su padre la manda a callar y los demás pasajeros de la unidad —todos aquéllos que tenían la pésima suerte de estar cerca de la chillona voz— celebran y se acomodan en sus asientos. Por fin es hora de reposar. La lluvia sigue golpeando sobre las ventanillas y por dentro los vidrios están empañados. Sólo dios —o en todo caso, el padre de la niña— sabe el lugar exacto por donde avanza el enorme autobús durante la moribunda tarde de este peculiar viernes; pero poco importa esta locación actual cuando el aire acondicionado enfría tanto que poco a poco más de un pasajero cede ante el cansancio propio de las varias horas que lleva este recorrido.

Súbito silencio dentro de la unidad. Ronquidos espaciados. Una centella se convierte en un glorioso flash fotográfico activado desde las alturas. Y en este extraño momento una sola cosa está clara: la misión, que se advierte extremadamente intensa y peligrosa, ha comenzado con la dosis necesaria de confusión. De acá en adelante todo será cuesta abajo.

Y en este mismo instante —seis y cuatenta minutos de la empapada tarde— pero en El Tigre, estado Anzoátegui, los cuatro integrantes de la banda Caramelos de Cianuro deben estar cenando o quizás disfrutando de alguna bebida al32

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cohólica o tal vez durmiendo; momentos de tranquilidad necesarios antes del concierto que ofrecerán en el Club Italo de esa lejana localidad. Para el venezolano promedio Caramelos de Cianuro puede ser reconocida, apenas, como la agrupación que interpreta el himno de la selee ción Vinotinto de fútbol. Pero, para otro sector más avezado en la movida musical venezolana, este cuarteto rockero es, al menos, el de mayor importancia, el más exitoso —comercialmente— para el mercado juvenil de los últimos años. Pese a que su historia no acaba de iniciarse sino que se remonta a finales del año 1991, cuando el vocalista, Asier Casalis, un guitarrista conocido como El Enano, Pablo en la batería y Luis en el bajo, dieron su primer concierto —muy influenciados por la fusión del rap y el poder del rock—para, poco tiempo después, en 1992, dar un enorme salto al formar parte del contingente de grupos participantes en el Festival de Nuevas Bandas.

Ahí comenzaría todo, cuando apenas

eran unos menores de edad inexperimentados, que jamás en sus vidas habían participado en un evento de semejante envergadura. "A esa edad ni siquiera habíamos entrado a una discoteca", re cuenta Asier Casalis. "No sabíamos nada de nada". Su primer disco salió a las calles en 1993; posteriormente le seguiría otro, y ambos, a pesar de contar con un par de sencillos que hasta el día de hoy son fuertemente solicitados en cada concierto por sus seguidores, no les consiguieron el tipo de éxito que sí obtendrían con sus dos discos subsiguientes — con nueva casa disquera, un sonido suavizado, compactado, y otro bateriga i Miss Mujerzuela y, el más re-Alfons—, ciente, Frisbee. Caramelos de Cianuro, otrora banda de rap-metal o post-punk, parte del extenso catálogo de agrupaciones que se movían en el underground na-

cional sin pena ni gloria, pasó a convertirse en una banda comercial, popular entre quinceañeras de todo el país, y sus integrantes fueron bautizados como nueVOS magnetos del encanto femenino... y ellos, sin más, estaban listos para sacarle provecho. "Con Miss Mujerzuela dijeron que nos vendimos. Pero la verdad es que, aunque mucha gente piense lo contrario, hace tiempo que dejamos de ha-=

Los cuatro integrantes de la superbanda del momento —a escala nacional, se entiende-- se muestran como muy dedicados epígonos de una antigua tradición cuyo mayor estandarte tal vez sean The Sex Pistols. Con disciplina extrema se entregan a los tópicos de su oficio, siempre importunados por los estrógenos de las groupies, los transportes a paraísos artificiales, la dura lidia frente a los micrófonos y una audiencia frenética hasta altas horas de la madrugada

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cer música para los demás", sentencia Asier. "Somos una banda de ideas. No somos unos virtuosos. Yo canto más mal que el carajo, aquí todo el mundo toca mal. Pero en cuanto a las canciones tenemos ideas fuertes y originales. Y lo importante es tener personalidad".

E

I autobús se detiene en el pequeño y oscuro terminal de El Tigre. Pésimo lugar para entablar nuevas amistades.

Un taxista que no para de hablar de los recurrentes viajes que realiza a Caracas

No es mucho lo que se dice en el camino hasta el Club Ralo, de repente algún comentario sobre la factibilidad de encontrar a una

chica linda y dispuesta a venerar, con toda la impudicia requerida, la gloriosa carrera de los Caramelos de Cianuro

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se ofrece para llevar al equipo de Exceso hasta el hotel Eurobuilding, centro de concentración de los Caramelos de Cianuro. "Pero vamos a tardar", dice él.

"Con esta lluvia todo está inundado". Y tiene razón, con esta lluvia —que sigue cayendo igual que en Puerto la Cruz— todo El Tigre ha quedado inundado por agua y lodo. "Y también está la cola frente al Italo", finaliza el taxista apuntando hacia el Club Italo, a la izquierda de la vía, atestado de carros y gente que camina en dirección a su entrada.

Otros, al cruzar la acera, prefieren estacionarse en la isla y tomar cervezas mientras bailan al ritmo de la música que sale expulsada desde el interior del club. ¿Para qué pagar la entrada si desde ahí pueden escuchar todas las canciones, igual que los que están adentro?

En la recepción del hotel Eurobuilding informan que el grupo se está preparando. Lo mejor, para retomar algunas de las energías gastadas durante el viaje de ocho horas en el autobús, es esperar en el bar, al que se llega pasando el lobby y atravesando una gruesa puerta de vidrio.

Las fuertes luces del lobby son pronto reemplazadas por los cálidos tonos del bar. Un tecladista es acompañado por otros tres músicos. Salsa y merengue, clá-

sicos de la música tropical se escuchan quizás demasiado fuerte para el reducido tamaño del local. Esta noche las sillas de la barra están ocupadas por hombres obesos que apuntan cerca de los cuarenta años de edad y están acompañados por mujeres más jóvenes que ellos, que usan exceso de maquillaje y se ríen, sorben tragos y miran sobre el hombro a los extraños personajes recién llegadós. No es normal, al parecer, ver tatuajes, anillos de calaveras y ropa negra por acá. Y al cabo de unos minutos todos se levantan a bailar la música qiie estuvo de moda cuando ellos seguramente pesaban unos treinta kilos menos y ellas se copiaban en el examen de física.

Son las diez y quince minutos de esta tórrida noche en El Tigre. Varios tragos, después llega la hora de marcharse. Hora de trabajar. Comienza la odisea. Los cuatro integrantes de Caramelos de Cianuro están acomodados en la parte trasera de una camioneta gris y, de copiloto, se encuentra Francisco, su corpulento jefe de seguridad. Periodista y fotógrafo también están colados por ahí. No es mucho lo que Un brindis en el backstage de El Tigre

se dice en el camino hasta el Club Italo, de repente algún comentario sobre la factibilidad de encontrar a una chica linda y dispuesta a venerar, con toda la impudicia requerida, la gloriosa carrera de los Caramelos de Cianuro.

Ya estacionada dentro del club, la van ve abrir sus puertas y salen los integrantes del grupo, directo a un camerino improvisado dentro de la parte trasera de un camión 350. Sobre una pequeña mesa descansan botellas de vino tinto, vodka, brandy, ginebra y whisky, entre otras. A su lado, una cava roja repleta de hielo e innumerables latas de cerveza, bebidas energéticas y refrescos es constantemente abierta. Y al frente, sobre otra mesita, puede encontrarse algo de comida para picar: jamón, quesos, galletas. El ambiente es calmado. Pero afuera, del otro lado de la tarima, el público, compuesto en su mayoría por adolescentes que visten franelitas de colores ceñidas al torso y jeans muy pegados — a quienes poco importa la lluvia—, baila y suda las canciones que un grupo de salsa ha interpretado. Y es ese mismo

público, son esas mismas muchachas, las que derriban una barrera de seguridad justo cuando los Caramelos saltan a la tarima. Un redoble de batería marca el génesis de este pequeño desastre. Se escuchan gritos, están pisando a algunas muchachas que quedaron trancadas contra el borde de la tarima. Empieza el show y se despierta el más rudimentario sentimiento de locura y enajenación, activando los cuerpos de estas chicas como si de pronto, todas ellas, estuviesen enchufadas a un gigantesco toma-corriente que las llevará a moverse frenéticamente durante los próximos cuarenta y cinco minutos.

Asier hace un alto entre las canciones para tratar de establecer un poco de calma, un suspiro entre sus seguidoras. "O se acaba el concierto", amenaza a través del micrófono. Los niveles de furor bajan un poco. ¿Acabar el concierto? ¡Eso no estaba en los papeles! Y es que esta noche mojada del viernes es, para las muchachas de El Tigre, el momento que han estado esperando... Un instante memorable donde toda su juventud palpita y vibra.=

Otra noche de trabajo en Maturín

Sienten que están viviendo los que, en el futuro, recordarán como momentos felices, inolvidables. Por eso es necesario sacarle todo el provecho posible. Por eso no lo piensan dos veces al aceptar la invitación de algunos técnicos de la banda para ir a conocer a sus artistas —luego de finalizado el concierto— en las habitaciones del hotel. Y es también por eso que, estando en el hotel, rápidamente se olvidan de los técnicos y saltan sobre estos cuatro seres humanos que interpretan sus canciones favoritas, como si con tocarlos, con besarlos y cumplir sus fantasías sexuales les quitasen algo de su carisma, algo de su música que ellas pudiesen llevar consigo y mostrarlo, orgullosas, a sus amigas.

P

or la mañana, el recuento de una de las tantas historias ocurridas luego del concierto sirve de preámbulo idóneo para escapar del hotel en El Tigre asumir la agotadora vía hasta Mat rín. "Sí, yo estaba con esa cha trataba de ponerle la mano para me lo agarrara pero nada. Bite entonces seguí besándola per otra que andaba con ella se puso lá y si me lo agarró", alce el do nado individuo que disfrutó de d diversión esta madrugada. Gajes oficio, piensan los demás sin m trarse muy extrañados.

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I una mañana gris, lánguida. Y la avenida Intercomunal de El Tigre luce recubierta por un lodazal interminable.

"Vamos a comer arepas fashion", dice alguien dentro de la van y esto lleva a una parada repentina en el Safari Café, antes de seguir al próximo destino. Dentro del local —decorado con una baba disecada en la entrada y una rana de plástico sobre las luces de emergencia— abunda toda la amabilidad que alguien pueda imaginar. El equipo ordena algo así como una decena de arepas que, en poco tiempo, desaparecen de esta dimensión. Arepas, jugos, cafés, refrescos.

Cuando, al estar todos satisfechos, se pide la cuenta, se notifica que ésta corre por la casa. Irónico, ¿no? Cuando un artista, en este caso los Caramelos de Cianuro, está en capacidad de pagar por

muchas cosas, resulta que se las regalan.

"Ya saben que tienen que venir la próxima vez", dice un hombre que estrecha las manos de los visitantes, sonriendo con simpatía y despidiendo a los clientes cerca de la puerta.

Nuevamente dentro de la camioneta, con el frío aire acondicionado adormeciendo a los saciados viajeros y vadeando el paisaje que, a cada kilómetro recorrido, es menos llamativo. Sin embargo, es en medio de estos viajes por las salvajes carreteras cuando la percepción de que Venezuela es un país, un todo, se pierde. Y otra hipótesis nace: en algún momento Venezuela fue un tren que corría hacia adelante, derribando cuanto osara retarle.

Parecería que no existía un límite, una estación final porque este tren lo tenía todo

para llegar hasta el infinito... y más allá.

Pero, sin que muchos se dieran cuenta, los vagones traseros se desprendieron. Entonces hoy están las grandes ciudades y, separadas por incalculables diferencias, queda el resto de una absurda nación, los vagones que se descarriaron hasta quedar rezagados y a la deriva. "Párate aquí, para comprar merey", ordena el jefe de seguridad, Francisco, justo cuando la mente del periodista, abrumada por tantos contrastes en tan poco tiempo, comenzaba a divagar. Dentro de la van suena el nuevo álbum del inglés Morrissey, a través de la conexión del I-Pod de Luis, el bajista.

Otra historia sexual sazona el camino. Y en esta oportunidad la protagonista es la sobrina del propietario, acá en Venezuela, de una cadena de hoteles, una chica — suerte de Paris Hilton devaluada— oriunda de Suiza que conoció a la banda en uno de los conciertos realizados en el interior de la República. Primero mantuvo una fuerte relación —más carnal que sentimental— con uno de los integrantes. Luego se la encontraron en la ciudad de Miami... después de regreso en Venezuela... pero ahora el arrejunte fue con otro de los integrantes. Y así, sucesivamente, de pareja en pareja, pero siempre con alguno de los integrantes. Todo en familia, pues.

IE

arribo a Maturín no alegra a nadie. Vueltas y más vueltas. Alguien dice: "estamos perdidos". Son más de las seis de la tarde, aún llueve y luego de preguntar varias veces la dirección del centro comercial donde se realizará el concierto se da con el sitio, pero la llegada

Como si con tocarlos, con besarlos y cumplir sus fantasías sexuales les quitasen algo de su carisma, algo de su música que ellas pudiesen llevar consigo y mostrarlo, orgullosas, a sus amigas.

no es inmediata. Antes se lleva a cabo una parada necesaria en la que alguien visita la tienda de un viejo amigo que, con un poco de suerte, llevará algo bueno para fumar esta noche, antes del concierto.

Una cena de sushi en el hotel, un juego de pool, varias cervezas y muchos au-

tógrafos firmados, se convierten en la realidad del vocalista Asier Casalis, horas antes del concierto que se realizará en el estacionamiento del Centro Comercial Monagas Plaza, justo al lado del hotel donde todos están hospedados.

Una llamada cerca de la medianoche se convierte en una invitación para ir a una habitación donde un porro está encendido. Fumadas lentas y espaciadas anteceden una extraña conversación sobre el surf en las playas de Ecuador; gigantescas olas, masas de agua sobre las que el surfista puede deslizarse con toda la furia requerida. Encima de la cama descansa una revista de chicas en bikini que pronto es tomada para ser inspeccionada por el último visitante que ha entrado a la habitación que pronto está inundada por el humo.

P asada la una de la madrugada es= SI PTIFMBRE 2004

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Antes se lleva a cabo una parada necesaria en la que alguien visita la tienda de un viejo amigo que, con un poco de suerte, llevará algo bueno para fumar esta noche, antes del concierto.

hora de subir a la tarima. Miles de jóvenes abarrotan el enorme estacionamiento del centro comercial y el delirio vivido en El Tigre es repetido nuevamente aquí, en Maturín. Poco antes de subir, y alejados de todo escrutinio público, dos sujetos aprovechan para aligerarse los conductos nasales con un polvo blanco que súbitamente ha llegado a sus manos. Detrás de la tarima una hermosa rubia está abrazada a un tipo fornido.

Ambos se besan suave en los labios mientras Caramelos de Cianuro interpreta su primer tema. Pero el destino la llevará por c • cs que uno de los interesta de banda le ha puesto el ojo. Y que d la mire desde la tarima que ella deje a SU acompañante con

dirija a la tarima y tome asiento a un lado de los amplificadores. Su pareja la mira desde abajo como sabiendo que ha sido derrotado por esos tipos que aparecen en la tele cantando la canción de la Vinotinto. ¡Qué humillación!

Finalizado el concierto la rubia es llevada al camerino donde, en medio de luces tenues, se sienta junto a su músico Arito sobre algunos de colores. En pocos minutos ella se convier en el centro de atracción. Se ha aprendi - 4 o los nombres no sólo de los integrantes Caramelos de Cianuro sino, incluso, el periodista, a quien le pide un cigarrii n tal grado de confianza que hace suponer' ambos se conocen desde la infancia. s demás integrantes se marchan del lu una hora spots de su interpretación dirigen hotel, a pesar de que hay iones a visitar varias discotecas de iudad.

Uno de ellos se quedó con la rubia dentro del camerino. Trata de ablandarla to-

da clase de comentarios, a pesar de que cada vez que hace un intento por probar sus labios ella hace un elegante movimiento y lo deja, apenas, besando el aire.

La despedida se realiza en el lobby del hotel justo cuando el sol comienza a pestañear. Los Caramelos de Cianuro regresan a Caracas en un vuelo al mediodía, mientras que el equipo de Exceso tendrá que conformarse con un amargo regreso en autobús de Maturín a Caracas.

Dos chicas veinteañeras aparecen de la nada. Visten ropas realmente... bueno, visten como profesionales de las artes amatorias. Preguntan por uno de los integrantes de la banda, dicen que acaban de hablar con él y él les pidió que fuesen a su habitación. Las dos desaparecen por uno de los pasillos que conducen a las habitaciones. Parece que alguien tendrá unas horas bastante entretenidas en este despertar del día domingo. "Si mañana se termina todo/será después de nuestro último polvo", se escucha en El último polvo, una de las cancionesá m...g famosas del grupo que, a esta terrible hora, está a punto de convertirse en realidad. Y lo único que uno puede limitarse a decir es... amén.

Larga vida al Rock n' Roll.

—C.F. desde El Tigre y Maturín

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•

K

Soy desordenada con mi cuarto. Lo que pasa es que no puedo tenerlo todo ordenado", es lo que dice Silvia Solana al final de una tarde cuando, entre malabarismos, intenta preparar dos tazas de un té ruso que un amigo le regaló. "Mi mamá dice que tengo que tener orden mental", pero de pronto ella misma hace una pausa en sus comentarios cuando el té se derrama por toda la cocina, mojando unas cortinitas que, al parecer, son muy apreciadas por su madre y corre a desmontarlas y lavarlas con agua del grifo. Silvia no para de moverse de un lado a otro y sus pasos suenan fuerte dentro de toda la casa, ubicada en Lomas de La Trinidad. "Ya va, déjame limpiar esto. Okey, ahora voy a probar mi té ruso... quién sabe, de repente está drogado. Um, es fuerte, pero está bueno". Por un instante se detiene, toma asiento, enciende un cigarrillo, sorbe un poco de té y detalla: "Por ahí dicen, la gente y los papeles, que me llamo Silvia Solana y

dentro de las pandillas y todos los senderos inimaginables que llevan a una existencia criminal. Pero a Silvia eso del hip hop, al parecer, le encanta. "Sí, me encanta, me encanta, me puedo morir. De hecho, voy a hacer flamenco hip hop. Por dios, te lo juro. ¿Un artista de hip hop que me guste? No recuerdo el nombre de este tipo, Dog algo...". Seguramente se refiere a Snoop Dog, que alterna su faceta musical con la dirección de películas pomo y es presentador de la muy exitosa serie de videos de realidad Girls gone wild, sobre chicas norteamericanas que, al emborracharse... bueno, go wild.

Y con todo ese cúmulo de influencias era lógico esperar lo inevitable: el nacimiento de Cattleya Gitana, la compañía particular de Silvia Solana que tiene como slogan "un intento de libertad". Libertad, explica Silvia, contra los que han querido frenarla. "Cónchale, en los principios de mi carrera, cuando tomé la decisión de dedicarme a esto, mi mamá se molestó. Si quieres sé artista pero fuera de mi casa", aunque todavía sigue metida en su casa.

Los gustos

ilvia Solana

que nací en Caracas el 11 de febrero de 1980, lo que me hace tener, hoy por hoy, 24 años. La verdad es que me traumaticé cuando los iba a cumplir: 'Ay, me estoy poniendo vieja', pensé, te lo juro, te lo juro por dios. Aunque soy una persona afortunada que consiguió hacer algo que le gusta en esta vida; y eso es bailar". ¡Exacto!, al fin justo en el meollo de la ocupación de Silvia: bailarina, bailaora más bien, pero también, internacionalista egresada de la UCV, y coreógrafa, y actriz. ¡Alto!, una cosa a la vez. "Ya va, espérate, que está llegando alguien". Sí, sus padres. Entonces hay un cambio de locación y, de la cocina inundada de té, Silvia se traslada a un estar en el primer piso, donde retoma su resumen biográfico. "He bailado ballet, viví en Estados Unidos y estudié gimnasia olímpica y rítmica... ¿Flexible? Sí, claro que soy flexible, jajaja".

Luego de dar con cuanto grupo de danza se encuentra por ahí descubrió el flamenco de manos de Tatiana Reyna y desde ese entonces tampoco ha parado. "El flamenco me llamaba la atención pero de una manera tibia. Me puse a estudiar y aquí estoy, tengo nueve años dedicada, cada vez más. Es una cultura que te envuelve, te atrapa y te vuelve loco, es peligroso. El flamenco es crear, crear, hacer, hacer, interpretar, interpretar.

Todo el tiempo surge algo nuevo". Y mientras lo dice, los ojos de Silvia saltan como ardillas rebeldes, de un lado a otro, y es cuando enciende otro cigarrillo y no para de hablar. "Aparte del flamenco, he estado estudiando fuera. En New York estudié hip hop, que es una cultura difícil. No es fácil de bailar, ticnes que asumir una posición corporal y hay muchas vertientes". Sí, por ejemplo existe, en medio de esa diversidad, el hip hop de la Costa Este, con énfasis en el crack y otras drogas extremadamente peligrosas, además de armas y asesinatos; y el que se interpreta en la Costa Oeste, influenciado por la vida 4U

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El espectáculo de su compañía, Cattleya Gitana, lleva el sugerente título de Ni tan flamenco. "El nombre está bastante explícito, ¿no crees? No es flamenco puro sino fusionado con cosas que existen ahora, por ejemplo canciones de David Bisbal y próximamente hip hop". Faltaría un tema de Britney Spears para que la mezcla de estilo rayara en la más absoluta democracia. "¡Britney Spears no hace flamenco!", espeta.

Pero el baile no sólo ha llevado a Silvia a presentarse en diversos locales de la noche caraqueña. También fue a parar a los estudios de Sábado Gigante, frente al mismísimo Don Francisco, cuya fama de juguetón con las chicas lindas no le causaba la menor tranquilidad. "Yo tenía mucho pánico de ir a ese programa, pero, por favor, no vayas a poner esto en la entrevista escrita, porque me dije: `¿Será que este hombre, Don Francisco...?

Quién sabe, como ese programa es medio extraño...'. Y negocié con la gente del programa, porque querían que yo saliera con un brassiere y minifalda. Entre negociar y negociar decidí ir, y fue impecable. Todo muy serio".

Silvia es una muchacha de amplios sueños y gustos, y para comprobarlo basta simplemente con preguntarle al respecto: "Yo quiero sacar la compañía para el exterior. Quiero viajar.

Quiero ir a la India y quiero estudiar sus bailes. Me gusta el vodka. Me gusta la música electrónica, me gusta la naturaleza, el montañismo, trotar, me gusta acampar, me gusta estar llena

de Sal, acampar en la playa... al/Mes no he conseguido m uchos seguidores para esas cosas. A la gente no le gustan esas incomodidades. Quiero subir el pico Humboldt, la paso bien con todo tipo de gente. Me gusta ver gente...". Y hablar; le faltó eso: parece que lo que más le gusta es hablar.

—C. F.

Algunas de las más prósperas, bien nacidas y mejor reputadas empresas venezolanas apuestan al compromiso —no exento de glamour— de empeñar parte de sus dividendos en obras de responsabilidad social, en las artes y en las letras. Abonar el capital humano de un país que harto lo necesita y llegar hasta donde un Estado poderoso pero inepto no llega es una política que, a ojos de la opinión pública, les otorga puntos en imagen y prestigio. Y está de moda

Cristina Raffalli

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n 1999, Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas y dos años más tarde Premio Nobel de la Paz, proponía en el marco del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, la adhesión del empresariado transnacional al Pacto Mundial. Dicho convenio, que no tardaría en ser visto con aprehensiva suspicacia y ansiosa censura por los grupos antiglobalización, proponía nueve principios a ser observados por sus infrascritos, dentro de los ámbitos de los derechos humanos, las relaciones de trabajo y la conservación y provecho responsable del medio ambiente.

Mientras a las puertas de las grandes sedes de los organismos multilaterales se agolpaban afanosas las catervas militantes del ambientalismo virginal, o las legiones oscurantistas que cultivan aún la nostalgia por el muro de Berlín u otras arqueologías de la historia social, al interior de los hemiciclos y foros, decenas de corporaciones suscribían el documento en el cual se les instaba a agregar, a sus informes de gestión, la adquisición de provechos menos tangibles y no por ello menos reales. El bienestar social, apoyado en la columna del desarrollo sustentable, comenzaría a formar parte explícita y formal de las metas productivas del sector privado. Las empresas pioneras en la adhesión al Pacto Mundial, secundadas por varias centenas de corporaciones, serían pronto objeto de señalamiento por parte de aquéllos que intentan sobrevivir al ritmo que el mundo impone a sus propios y muy particulares intereses. Los sediciosos de antesala tuvieron que resignarse frente a la aceptación de la que gozó la propuesta de Kofi Annan, y marcharse a sus domicilios con la pizca de consuelo que pudieron hallar en el apretón de manos, efímero y amnésico, de algún gobernante aún menos benévolo en su propia tierra y con sus propios hermanos, que cualquiera de las transnacionales que los espontáneos rebeldes condenan

u ad a r frente a las cámaras y los micrófonos de las más mundiales y mundializadoras corporaciones.

Que las grandes empresas quisieran contribuir activamente en el desarrollo de las comunidades en las cuales están inmersas lució, desde un principio, como una invitación a invertir en imagen y reputación, lo cual es una motivación cada vez menos condenada por el juicio social, aunque aún existan voces que insisten en preferir que no se asuma la responsabilidad social, antes que aceptar que tenga sus razones. En el negocio energético, particularmente vigilado por ONG del mundo entero (pues su impacto es igualmente sentido de manera global) las legislaciones ambientales han dado varias vueltas a la tuerca de las operadoras, obligándolas a mantener un cierto nivel de respeto por la tierra a cuyas viscosas profundidades conviene acceder de la manera menos traumática, no necesariamente por devoción a la diosa Gea, sino en aras de la rentabilidad.

Accidentes y daños ambientales son dos de los más aterradores orcos con los cuales se bate la operación petrolera en el planeta, pues sus costos en imagen vulneran la capacidad de obtener derechos de explotación y demás éxitos. El resto de la concien-

cia, acaso mortificada por ponzoñas menos letales, bien se alivia en la ejecución de proyectos educativos, entre las gradas de un campo deportivo o en el sosiego del arte.

Lo que hoy quizás podría identificarse como una cultura de responsabilidad social en la empresa privada en Venezuela (aún no masificada en el universo empresarial, pero sí muy arraigada en ejemplos emblemáticos) parte de motivaciones diversas: el ya mencionado posicionamiento en imagen; el mercadeo de los productos; el reforzamiento de una reputación pública que facilita la operación y genera poder de negociación; el sentido de pertenencia entre los miembros del colectivo empresarial, lo cual contribuye a forjar una cultura organizacional que afianza tanto los vínculos laborales como la conciencia de formar parte de la restauración del tejido social (del cual depende el largo aliento de los negocios) son motivaciones que se suman, no obstante su naturaleza, a aquellas razones que la razón no conoce.

Hasta hace muy pocos años, el pletórico Estado nacional y su riqueza no invitaban a asumir grandes compromisos en el sector privado, dado que ni remotamente se albergaba la sospecha del dramático empobrecimiento que le esperaba al país.= SEPTIEMBRE 2004

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Hacia los años setenta, cuando aún en Venezuela nadie hablaba de sustentabilidad, y el concepto apenas se asomaba en el paisaje del fenómeno llamado Casas Muertas (el fin de una operación y la inmediata conversión de la legada infraestructura en escenario fantasmagórico) el conglomerado de Empresas Polar crearía, en 1977, una unidad especialmente concebida dentro del cuerpo corporativo para ejecutar programas propios y financiar a otras instituciones en lo que hoy se llama responsabilidad social. A casi tres décadas de su creación, Fundación Polar afirma en su más reciente informe anual de actividades, que "este nuevo siglo ha abierto las puertas al conocimiento como el capital generador de la prosperidad. El ser humano, atendido material y espiritualmente, será la inversión más sólida para alcanzar el estado de bienestar en un futuro".

G

ra esta fundación la razón principal, lo importante, es hacer.

Hacer de manera transparente, participativa, respetuosa y conciente del fin último, porque es el primero".

Pantin no estaría tampoco de acuerdo con que la responsabilidad social fuese arrastrada por la competencia entre empresas, y que el éxito de una empresa se midiera por sus resultados sociales. "Una empresa no será sustentable si no cumple, tanto con sus compromisos laborales, como con sus compromisos fiscales, sociales, comunitarios y ambientales", concluye.

Iván Gómez, director de Relaciones Corporativas de Cigarrera Bigott, no duda en afirmar que, independientemente de las sensibilidades y compromisos que la empresa privada asume ante un colectivo, la responsabilidad social se ha converti-

raciela Pantin, Gerente General de Fundación Polar, no identifica en su organización ninguna de las motivaciones que parecen alentar a la mayoría de las empresas en la conquista de resultados en materia humanitaria: "La responsabilidad social empresarial se ha convertido en un tema muy publicitado por las llamadas ciencias empresariales. Se ha puesto de moda, y siento que esto es muy peligroso ya que como toda moda puede ser superficial y pasajera. Y justamente, la antítesis de cómo Empresas Polar, desde hace más de 64 años, ha llevado adelante su compromiso con y por su país. El compromiso que toda empresa debe tener y ejercer sobre su entorno, debe ser una acción desinteresada y no la oportunidad de promover un producto, una imagen o un servicio a fin de acceder al consumidor. Esto es legítimo como actividad comercial, pero no debe entenderse como expresión de compromiso social. Desde Empresas Polar estamos muy claros en distinguir la participación empresarial, del compromiso social con el país. Uno nos vinPantin, más amor que interés cula al negocio productivo y el otro a Desde Empresas Polar la conciencia generosa y desprendida do en un estándar. En el cumplimiento de quien comparte sus ganancias y sus estamos muy claros en de su misión de "preservar y difundir beneficios económicos de una manera la cultura popular venezolana", Fundistinguir la participación institucionalizada, profesional y a lardación Bigott es otra referencia obligaempresarial, del compromiso go plazo. Si esto se ve bien o mal, se ve toria en lo que respecta a las iniciativas social con el país. Uno nos mucho o poco, no es el problema". pioneras y sostenidas en el tiempo. vincula al negocio productivo Desde que comenzaron a ponerse en Una línea cuyo desvanecimiento promueven algunas empresas, sigue semarcha las acciones relacionadas con y el otro a la conciencia parando, para Graciela Pantin, probleeducación, se han podido contabilizar generosa y desprendida mas comerciales y asuntos de comprocerca de 200 mil matrículas propias. de quien comparte sus miso: "Algunos grupos recomiendan La sede de la fundación que se asienta ganancias y sus beneficios que si se actúa en favor de los más neen el casco colonial de Petare (y que cesitados, las acciones deben estar ceneconómicos de una beneficia principalmente a esta comutradas en áreas cercanas a la razón de nidad), es un lugar donde niños y manera institucionalizada, ser del negocio, de manera que al ayuadultos de la tercera edad descubren profesional y a largo plazo dar también se ayuden, hila §C £xen lo tradicional venezolano, a través pandiendo sus clientes o mejorando su imagen, a fin de garande la música, la danza, la artesanía y otras artes, la posibilidad tizar una continuidad, pues al salir beneficiadas ambas partes, de adquirir un oficio que al mismo tiempo los convierte en culse hace sostenible el proceso. Pero hay que estar muy claros: tores del patrimonio y testimonio vivo de la identidad. Un nueso no es una acción guiada por el sentido y la fuerza del comtrido aporte editorial y discográfico refuerza la memoria que promiso social. Eso es una manera diferente de mercadear. Paya luce rescatada, y en ello es posible hacer también la lectura = 44

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Pero su tierna sonrisa es de la mamá que le dio Aldeas Infantiles SOS. Necesitamos tu aporte para el mantenimiento de las Aldeas Infantiles SOS y darle a los niños y niñas la protección y el amor que sólo una familia puede ofrecer.

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Juntos Sembramos, un mejor país

des verdaderas de la sociedad. El balance social es un proceso que, si bien no lo inventamos en Venezuela, pues nos fue transferido de la corporación en Inglaterra, aquí somos pioneros en su aplicación. Se trata de un modelo que permite identificar cuáles son los grupos que impactan o podrían llegar a hacerlo en el desarrollo del negocio, o que pueden ser impactados por él, sean afines o sean adversos. Con ellos se inicia un proceso de diálogo en el cual la corporación escucha sus expectativas, a fin de afirmar su responsabilidad ante ellos".

En el año 2001, el sociólogo e investigador Carlos Enrique Guzmán Cárdenas dirigió un estudio patrocinado por varias organizaciones privadas y públicas, nacionales e internacionales, cuyo objetivo principal era el de "establecer, en términos exploratorios, la actitud, disposición y motivación del sector privado empresarial hacia la promoción, apoyo y desarrollo de actividades culturales". De esta investigación resultó que las tres áreas de mayor interés valoradas por el sector privado para la participación y solidaridad empresarial en Venezuela fueron: educación (67 por ciento), cultura (44 por ciento) y salud (33 por ciento). No sorprende, pues, que la gran mayoría de los fondos para programas se destinen al primero de los asuntos identificado como prioridad, como lo hace Cantv desde 1997 cuando, una vez privatizada, inició un apoyo sistemático a organizaciones civiles Anteriormente, sin fines de lucro, dedicadas a la atención, la responsabilidad social protección, reinserción escolar y capacitacorporativa trazaba Gómez, un pulmón para la cultura ción laboral de niños y jóvenes en riesgo de una capacidad de adaptación a los essocial y cuyos derechos han sido vulnerasus líneas de acción dos. Elba Monterola, Gerente Corporativo cenarios cambiantes del país: dos nuevas según las inquietudes colecciones, de impecable factura no reñide Relaciones Institucionales, destaca la nacidas en el seno de da con la accesibilidad del costo, atienden magnitud de los alcances del Fondo Social a las necesidades de divulgación cuya insaCantv, forjado mediante los aportes provela compañía. Pero surge tisfacción bien podría ser alimento de la nientes de la venta de tarjetas telefónicas la interrogante de si crisis. A Bigott se debe el archivo audiovichip, del tráfico de telefonía pública en los se está respondiendo sual sobre cultura popular más grande del centros de comunicaciones y de la facturapaís, con aproximadamente 300 prograa las necesidades ción de las tarjetas Única cuando son utilimas "Encuentro con..." producidos para la verdaderas de la sociedad zadas en teléfonos públicos. Con estos sustelevisión y unos 400 micros radiales que tanciosos recursos, que ascienden a los son, en ocasiones, el registro de expresiones ya desaparecidas.

12,5 millones de dólares se apoya a 197 instituciones que atienActualmente, y según comenta Iván Gómez, la corporación deden a 220 mil niños y jóvenes, entre los cuales figuran los llabe elegir entre costear la transmisión de estas producciones en mados niños de la calle y no escolarizados, los jóvenes sin capacanales comerciales, o destinar los recursos a la matriculación de citación para ejercer oficios, los jóvenes fármaco-dependientes, un mayor número de estudiantes, demanda a la cual ha preferilos niños con desnutrición severa y los que son víctimas del maldo atender. Sus "grupos de proyección" —Vasallos del Sol, Po- trato familiar o la violencia. Proyectos como las Super@ulas, marrosa y Pasacalle—, representan a Venezuela con regularidad que llevan las bondades de Internet a los sitios más remotos del en encuentros internacionales. país, inciden directamente en la educación de las comunidades Una innovación importante en la puesta en práctica de los más vulnerables. Las Super@ulas son uno de los proyectos que principios de responsabilidad social es el procedimiento que la corporación puede identificar como directamente vinculados Cigarrera Bigott denomina balance social: "Es un instrumento al negocio, ya que mediante estas unidades móviles se familiaque permite acuchar e interactuar", explica Gómez, "con lo riza a las comunidades con el uso de la tecnología y las telecoque se identifica como grupos de interés. Anteriormente, la resmunicaciones, en la formación de los futuros consumidores. ponsabilidad social corporativa trazaba sus líneas de acción seAdicionalmente, Cantv cuenta con un Programa de Pequeñas gún las inquietudes nacidas en el seno de la compañía. Pero Donaciones y Patrocinios, mediante el cual apoya campañas y surge la interrogante de si se está respondiendo a las necesidaservicios de salud para la población de escasos recursos, y a ins4 6

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tituciones de educación formal, no formal y especial. A través del fondo de pequeñas donaciones se ha contribuido a financiar, por ejemplo, el Salón Jóvenes con FIA, el Festival Internacional de Teatro y numerosos museos, orquestas y fundaciones de carácter público, entre otras modalidades de apoyo a terceros, donaciones, becas y programas ejecutados de manera directa y en alianza con otras organizaciones públicas y privadas. El portafolio de inversión social de Cantv ascendió, en 2003, a la suma de 4.449 millones de bolívares. Elba Monterola explica que las prioridades de Cantv están expresadas en estos programas, y

educación, salud y nutrición. Ha destinado, desde sus inicios hasta el presente año, 8 mil millones de bolívares a 100 mil niños y adolescentes en situación de riesgo (beneficiarios directos, para un total de 400 mil indirectos) atendidos por unas 400 organizaciones de desarrollo social (ODS) no gubernamentales. Según cifras que maneja su presidenta, Miryam Pacheco, el robusto voluntariado corporativo (60 por ciento de la nómina) aporta 8 millones de bolívares al mes al Dividendo Voluntarios para la Comunidad, lo que, sumado a la contribución directa de la Fundación, alcanza la cifra de 500 millones de bolívares mensuales de los que se nutre esta organización humanitaria. Adicionalmente, la corporación registra un 15 por ciento de empleados que apoyan con su tiempo y su trabajo las obras sociales. Miryam Pacheco identifica en estas iniciativas un factor de cohesión entre la comunidad laboral, y un valor que fortalece a la corporación frente a toda la sociedad. La aproximación al prójimo, como puede observarse, no siempre está ligada de manera directa a las expectativas de retorno en imagen o prestigio. Ejemplo de esto son los programas que financia Pfizer de Venezuela. Para su presidente, el psicólogo clínico Phillipe Crettex, "las necesidades de atender a la responsabilidad social como un complemento de la actividad empresarial, son más grandes cuanto más lejos esté el negocio de lo que es una necesidad social. Si la actividad principal de una corporación va directamente al corazón de lo que es la responsabilidad social, como es para Pfizer la salud, pensamos en responsabilidad social como algo que está totalmente incorporado a nuestra actividad cotidiana, vinculada de manera natural a un propósito noble, que es el de procurar vidas más saludables y más largas. Pfizer dedica cerca de un 20 por ciento de sus ingresos a la

Monterola, el corazón de las telecomunicaciones

que el mecanismo de acceso a patrocinios o financiamientos circula en doble sentido: puede identificarse una iniciativa afín a la corporación, y acudir en su apoyo, o pueden recibirse propuestas que su gerencia estudia y canaliza. "Evaluamos la viabilidad de los proyectos, y también el tiempo de vida y la pericia de las instituciones que solicitan apoyo. Se ha dado el caso de que brindemos, en una primera fase, asesoría a las organizaciones en la constitución de sus estructuras o de sus proyectos, para apuntar así a un mejor pronóstico en la ejecución de sus ideas".

De los viejos tiempos en los que Cantv era una empresa pública, Elba Monterola recuerda la activa participación en la cultura que caracterizó a la antigua gestión.

La atención a la infancia sigue siendo una prioridad que se multiplica más allá de sus necesidades de educación. La Fundación Telcel, creada en 1997 se concentra en los aspectos de

Crettex, mientras haya salud

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investigación en medicamentos y tratamientos que van a cambiar la vida de la gente". Adicionalmente a lo indisoluble del negocio, este laboratorio es el patrocinante principal de Senosalud, organización no gubernamental que en Venezuela se dedica a la divulgación de información destinada a prevenir y diagnosticar a tiempo el cáncer de mamas, enfermedad que según la estadística de la Sociedad Anticancerosa, es la segunda causa de muerte en mujeres mayores de 45 años. Cada año mueren en el país 1.107 pacientes, mientras que siete nuevos casos son detectados a diario. Rosy Alvarez, Gerente de Comunicaciones de Pfizer, agrega: "Si esta estadística mejora con el tiempo, mediante las campañas informativas que lleva a cabo Senosalud, Pfizer estará satisfecha aunque este resultado no pueda traducirse en términos financieros ni se aproveche expresamente como materia publicitaria". El Museíto Sobre Ruedas, otro programa financiado por el laboratorio y ejecutado por el Museo de los Niños, acerca las comunidades populares a una forma alternativa del aprendizaje.

Otro gigante del mundo empresarial, Procter & Gamble, patrocina a organizaciones civiles y sostiene de manera permanente programas como el Aporte Voluntario por Nómina al Dividendo Voluntario para la Comunidad (800 empleados que de manera directa contribuyen al bienestar de 56.000 personas); el mantenimiento y reforestación del cortafuegos Galindo Caurimare; el patrocinio de El Nacional en el Aula; Voluntarios en Acción (que beneficia a 3.600 personas); Una escuela en cada rincón y la Misión Futuro. Es particularmente notable en esta empresa los altos niveles de participación espontánea de los empleados en cada iniciativa.

P ero no todos los negocios se vinculan a causas tan dramáticamente imperiosas como las que hasta ahora

La banca

ElBancodeV zulahdestino,arvésdeuncovi de tres años, más de mil millones de bolívares para la organización S.O.S. Aldeas Infantiles de Venezuela, dedicada a crear familias para niños desamparados, que de esta forma quedan bajo los cuidados de una "madre social" especialmente entrenada para ofrecerles, en lo posible, lo que la progenitora, por causas diversas, no pudo. Se trata de un programa similar al desarrollado por Fundana, institución que ha contado con el apoyo continuado del gremio bancario (Ver Exceso 174, mayo 2004) y que ha creado una serie de villas para acoger niños en situación de riesgo en un ambiente que integre los valores del hogar, en un ejercicio de amor al prójimo nada sencillo, dado que una familia no se inventa así no más. La Asociación Bancaria respalda diversos programas de desarrollo social, y bancos como Banesco, Mercantil, Bod, Fondo Común, entre otros han hecho de la ayuda a la comunidad, en diversas áreas que van desde lo asistencial hasta lo cultural, las artes y las letras, una política permanente con resultados tangibles, dejando atrás la práctica tradicional de las donaciones ocasionales. De esta manera la banca no sólo apuesta al futuro, como reza el lugar común, sino que también muestra la paciencia suficiente para un retorno a largo plazo y no precisamente en dinero contante y sonante sino en la forma del bienestar perdurable para los entornos en los que opera y aspira a seguir operando durante muchos años, como es el caso —al menos sería deseable— de Venezuela.

se han expuesto. Así se observa en Diageo, empresa que comercializa numerosas marcas de bebidas alcohólicas, y alinea sus programas con los productos que representa. Su director de asuntos externos, Rafael Pedraza, está convencido de que la sustentabilidad de los programas depende, en gran medida, de cuán íntima sea la relación de éstos con el negocio, para que sea posible llevarlos adelante, independientemente de las contingencias. El norte de sus programas sociales consiste, como lo plantea la corporación, en crear destrezas para la vida relacionadas con la cultura del buen servicio, importante para el bienestar, tanto del negocio como del país. Según esta compañía: "La hospitalidad es necesaria como ambiente ideal de nuestros productos, y la hospitalidad sólo es posible si se tiene un servicio de calidad, que es el contexto deseable en el cual se establece el vínculo entre el producto y la buena experiencia de consumirlo". Insertos en la industria de la restauración, que está ligada al turismo y por consiguiente a la productividad a nivel macro, los 4ó

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también se apiada

—AC

Diageo forman, con la cooperación académica de la Universidad Simón Bolívar, profesionales inspirados por el deseo de servir no sólo de la misma manera en que sería grato ser servido, sino en el manejo ético y responsable del producto. Se aspira a la formación del orgullo por lo que se hace, por lo cual se procuró el vínculo con una institución de tan alto prestigio como la mencionada casa de estudios superiores. Los cursos de bar tender patrocinados por Diageo tienen una duración de cuatro meses, al cabo de los cuales el egresado ha adquirido un oficio que lo coloca como profesional en el mercado de trabajo. Las cifras arrojan hasta el presente un 50 por ciento de nuevos empleados dentro del universo total de estudiantes. La invitación a participar se hace mediante el apoyo de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que ejecutan programas en las zonas populares y que, por consiguiente, son capaces de identificar a los candidatos ideales de su comunidad. Hasta el presente, la Coordinación programas de

mesa bar

que a título personal asumían una responsade Extensión Universitaria de la cual depende bilidad con el país". A través de los años, no la Escuela de Hotelería y Turismo de la USB se llegó a hacer de esta conducta una tradiha emitido 120 títulos. Al pensum regular, IMAGE° ción, acaso porque la riqueza fácil, sumada a Diageo agrega talleres que imparte en sus insMI la insuficiente valoración de estas iniciativas talaciones. El programa Mesa-Bar, por otra en el seno de las familias de los viejos meceparte, está orientado a mejorar el desempeño nas así lo determinaron: "En EEUU, hasta la actualidad, la de los que ya son profesionales del servicio. Tips, otro de los curmayor parte de las contribuciones no viene de empresas, sino sos impartidos, se enfoca en el servicio responsable de bebidas de individuos", ilustra Rojas. "Las donaciones más millonarias alcohólicas, y entrena al personal en el manejo de situaciones de de la historia, como el aporte que dio Ted Turner a las Naciointoxicación. Es un curso que proviene de la casa matriz, y es imnes Unidas (de mil millones de dólares), o el de la viuda de partido directamente por el personal de Diageo. Surgió en resMc. Donald's a la lucha antidrogas (de dos mil millones de dópuesta a la necesidad —en aras de la buena y larga vida de los lares), son ejemplos de esta conciencia. productos en el mercado— de educar en Lo reciente de este boom ¿Dónde está la filantropía de aquellos el correcto consumo. del interés por lo social que en el país ganan 200 millones de boFranklin Rojas, Director Ejecutivo lívares al mes?. ¿Dónde está la gente dispara Venezuela de Conservation Interquizás se deba a que hasta puesta, sin el respaldo de una corporanational, una organización de liderazgo hace poco, el Estado ción, a poner sus ingresos, su tiempo, su mundial que financia proyectos en materespondía en ciertos visión, sus ilusiones, al servicio del ria de conservación ambiental y desarroaspectos, y no se hacía tan otro? ¿Dónde está la culta élite social llo sustentable, en cierta manera se hace eco de las razones más altruistas de la necesaria una respuesta del que una vez conocimos en Venezuela?". causa: "Probablemente el capital social Estas ausencias dan cuenta, al parecer, sector privado. Venezuela es el concepto más revolucionario de los de la descapitalización social a la que se fue, por ejemplo, uno últimos tiempos. Así como para el desarefiere. "Ahora bien, por otra parte, si de los primeros países del rrollo fue decisivo una vez el capital ecoen el mundo el petróleo registra un leve mundo que tuvo un nómico, de la misma manera la variable aumento de precio, de uno, dos o tres determinante hoy en día es el capital sodólares por barril, esa gran cifra mil miministerio del ambiente cial. Hace cincuenta años existía en Vellonaria que donó Ted Turner a la ONU nezuela un grupo de señores y que nos impresiona tanto, puede llegar a ser menos de la con nombre y apellido mitad de lo que le entra a Venezuela de manera no planificada en un sólo día. ¿Por qué aún quedan, entonces, organizaciones de la sociedad civil que luchan por sobrevivir sin que el estado les cree mecanismos que aseguren su subsistencia?.

Lo reciente de este boom del interés por lo social quizás se deba a que hasta hace poco, el Estado respondía en ciertos aspectos, y no se hacía tan necesaria una respuesta del sector privado. Venezuela fue, por ejemplo, uno de los primeros países del mundo que tuvo un ministerio del ambiente. Venezuela tuvo excelentes museos públicos, colecciones de arte de grandísimo valor... Tal vez la respuesta del sector privado logre restaurar buena parte del deterioro del tejido social, pero la responsabilidad social debe ir más allá de la que asume el empresariado, y para que eso ocurra, se necesita una participación mayor y la apertura hacia esquemas de cooperación que no parecen ameritar el interés suficiente, toda vez que la política pública vigente tampoco da indicios de particular interés en la descentralización ni en la puesta en marcha de mecanismos de empoderamiento del sector privado".

Una política que lejos de abonar el capital social se empeña en ser la usurera de sus miserias. Mientras sus personeros estrechan la mano de los fanáticos que se agitan a las puertas de las convenciones en Ginebra, París o New York, en las cumbres borrascosas de casa acomoda o, más bien, sofoca las turRafael Pedroza: sustentabilidad, palabra clave baciones con balas y gases lacrimógenos.11-1 SEPTIEMBRE 2004 EXCESO

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ue un trauma, uno literal. Sobre todo emocional. La per-

turbación psíquica la ocasionó el trancazo que le dio el taxista. Más allá del seguro de responsabilidad civil no había compensaciones al daño. "Y frente a mí, el pobre hombre, desconsolado, contemplando su fuente de trabajo chocada, sin decirme una palabra", relataría después el doliente, "sin haber respondido a ningún insulto, tranquilo, expiando sus penas antes de que llegara el fiscal que sentenciaría: 'Capó inservible, faro y micas, parafango delantero izquierdo doblado, parachoques y bases delanteras, parrilla inservible, marco del radiador torcido". Sus días al volante terminaron. Vagaba por las calles. Deprimido.

Hubiera servido de consuelo para el bisoño protagonista del párrafo anterior haber conversado con seis personas para convencerse de que lo que veía como catástrofe podía ser un prodigio, una oportunidad para reencontrarse con su ciudad, imperceptible detrás de las ventanas ahumadas y del aire acondicionado de su viejo carrito. Nunca más conduciría porque, poco después de salir del taller, volvería a ser víctima del hampa, y de simple amateur se convertiría en azotacalles profesional.

Sostiene la voz popular —a buen resguardo en el anonima-

to— que un buen puesto para estacionar lo encuentra el ciudadano conductor justo el día que decide andar a pie. Por eso es que Herman Sifontes está curado en pleno uso de sus facultades. Un banquero, presidente ejecutivo de Econoinvest, que no duda un segundo, a la hora de elegir patear la acera antes que poner las manos en el volante.

"Le tengo fobia al carro. Creo que le ha traído graves problemas a la sociedad contemporánea. Sólo un quince por ciento de la población tiene uno, a nivel mundial", empieza a ordenar las ideas para su argumentación. "Las ciudades han sido diseñadas para el carro, sobre todo en la sociedad occidental", justifica el abatimiento del intérprete al perder su automóvil.

El Distrito Capital es el tercer estado más pequeño del país.

Para Herman la dependencia del vehículo en una ciudad como Caracas, con nueve kilómetros de ancho y dieciocho de largo, representa un grave problema. Tan poco espacio para que circulen cerca de 600 mil carros, sin duda genera caos.

La discusión sería interminable. Lo cierto es que Herman Sifontes no usa el carro porque prefiere el carrito por puesto, el taxi, la acera. La verdadera razón: "Me conectan con los problemas cotidianos. Es una forma de sentir la ciudad". Apren01.

En el pasado se referían a él como "la máquina del terror", un juguete para los ricos de principios del siglo XX. Al momento de fundar su compañía, en 1903, Henry Ford no se imaginaba la eclosión que causaría. La era del automóvil ha sido tan próspera como esclavizante, tanto así que cien años

der la posición correcta de la mano, cerrar el puño, señalar con el índice, hacer el movimiento vertical para llamar por un puesto y llegar más rápido al lugar deseado son técnicas que se aprenden en la calle. Aunque Herman se refiere a la cercanía con el otro, con el ciudadano, el hombre común y corriente.

Su punto de vista no es el que se impone. Para el mes de mayo, la Cámara Automotriz de Venezuela reportó un incremento del 5,95 por ciento con respecto a las unidades vendidas en el mes de abril. La tendencia se mantiene al sacar las cuentas de las ventas de vehículos en los cinco primeros meses de este año: "Reflejan un incremento del 90,23 por ciento con respecto a las unidades vendidas en el mismo período del año 2003".

Es decir: la gente sigue comprando.

Lo que Sifontes quisiera que tales compradores entendieran es que la dinámica que se da en los espacios públicos demanda ser conocida: "Alguien que no viva ni oiga ese ritmo de manera exhaustiva no puede tener una correcta interpretación sobre el hecho político ni el hecho económico". A todas luces, éste es un banquero de a pie.

"En la medida en que uno transita alrededor de la ciudad tiene una perspectiva de país distinta. De cara a lo que se pre-

más tarde algunos se aventuran a decretar el adiós a las cuatro rued Vayan los ejemplos de quienes, pudiendo tener carro —incluso con chofer— han optado, aunque sea por las circunstancias, a dejarlos bajo el amparo de las sombras para sentir la calle a pie o en dos ruedas tal vez

Andrea Daza Tapia

senta como alternativa de ciudad se están abriendo ejes peatonales importantes", señala la ventana desde su oficina en el edificio Mene Grande, ubicada en plena Francisco de Miranda. "Sobre todo en esta zona de Chacao hay aceras que se están ampliando. Una concepción distinta de ciudad que se empieza a perfilar". ederico Vegas entra en el proceso persuasivo para explicarle al intérprete que "los que andamos en carro es porque somos todos locos, somos ineficientes y no nos sabemos organizar". Relaciones hay entre el genio y la locura, ya lo dice el arquitecto Vegas, que es, sobre todo, escritor.

La urbe como negación de las cuatro ruedas es la premisa del experto: "La ciudad es para congregarse. El carro tendría sentido para ir de una ciudad a otra, pero no para andar dentro de ella. De hecho, los venezolanos cuando viajan van a jugar a eso, a no usar el carro". La víctima del tránsito y del hampa que abriera este texto le daría la razón: las veces que ha estado en Europa lo que ha hecho es caminar. Sería coincidencia que Mario Vargas Llosa haya tocado el tema en su artículo dominical del 13 de junio en El Nacional: "En Europa el medio ambiente fue el amigo del hombre", escribe y an-=

tes de la frase se adelanta: "el paisaje caminable, la geografía hecha a la medida de los pies".

El arquitecto y el banquero coinciden en el tema de la proximidad: "La ciudad como el modelo americano, por decirlo de alguna manera, se apartó del modelo latino, que es el de la congregación", explica Vegas, como si la felicidad fuera directamente proporcional a la distancia: "Mientras más lejos me encuentre del otro, más feliz seré. Ese es el modelo anglosajón, la idea de la suburbia. Trabajar en la ciudad pero vivir en algo que pareciera ser el campo, pero que tampoco lo es". Vegas lamenta la aparición de este modelo: "Disgregado y zonificado... ¡Tendría que ser al revés!".

El peatón a la fuerza duda, en especial por las implicaciones físicas que significa dejar de lado el automóvil: "Caminar está bien, pero quedaría para el arrastre", salda las proyecciones. En el camino detalla un semáforo. Hay una manada de motos esperando en rojo. Entre el común denominador de los motorizados y repartidores destaca un señor mayor, muy bien vestido, con bufanda al cuello. Es Antonio Pasquali, filósofo y teórico de la comunicación que remonta su encuentro con la scooter a la década de los cincuenta: "Cuando era joven, estudiante y pobre, tuve mi primera Vespa. Con ella fui corrector de pruebas, cobrador de médicos y periodista deportivo".

A sus 75 años, la costumbre quedó más que asentada, si bien no siempre fue así: "Tenía una noviecita andina, atrevidísima, que le gustaba montarse en pantalones y recorrer la calle principal del Country Club, que en esa época era como una estampa de Bellermann, flanqueada de chaguaramos y sin tránsito. Durante los siguientes cuarenta años de vida activa y encorbatada no tuve más scooters". Luego de jubilado volvió a las andanzas. ¿Qué ventajas encontrará en las scooters? La intuición responde lo evidente: No quedar atascado en las colas. Pero un hombre como él observa mayor profundidad de la aparente.

"Veo dos de importancia realmente grande. Primero, al montarme, me quito cincuenta años, vuelvo en flashback a la juventud, algo así como salir con una amante de veinte años o por lo menos echarse un frasco entero de ginseng y, en segundo lugar, siento que practico una forma positiva de la convivencia en un país que lleva cuatro siglos dividido en dos estamentos".

La primera razón es bastante poderosa para entender la elección; sin embargo, la médula se encuentra en la segunda. El mismo explica: "El Sínodo Interprovincial de Caracas de 1687 estableció que Venezuela estaba habitada por pocos pater familias y una gran 'multitud promiscual', y así se quedaron las cosas. Cada vez que alguien inventa, digamos, el Metrobús —y uno cavila ingenuamente que ahora todo el país viajará en él—, de inmediato sale otro a inventar las destartaladas busetas para la 'multitud promiscual' y no mezclarse con ella".

Lo que quiere decir es que una cosa significa andar por Las Mercedes montado en una Harley Davidson y otra, muy distin ta, esperar en un semáforo montado en una scooter. "Las motonetas son en Venezuela —otra forma de la estupidez nacional— casi sinónimo de mensajero de faena humilde, cuando en Europa hasta los ministros van al trabajo en Vespa. Siento así el 52 EXCESO

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placer de usar un medio considerado 'plebeyo' para mostrar que toda distinción de 'patricio' y 'plebeyo' es ridícula y perjudicial al buen convivir ciudadano".

Cuando sus amigos se bajan del carro y dejan esperando al chofer mientras él llega en su scooter, por lo general recibe felicitaciones y consejos de prudencia: "Ponderan la conveniencia de hacer lo mismo, lo toman por una excentricidad o deben pensar que detrás de mi elección hay un statement. Nunca he sentido menosprecio de parte de nadie".

Una advertencia de Pasquali: "Salvo raras excepciones, no conviene salir de noche en moto, básicamente por la dificultad de sortear huecos, cráteres, vorágines y alcantarillas destapadas de la vialidad caraqueña".

La zozobra política también ha hecho lo suyo. El paro cívico de diciembre de 2002 no dejó opción: quienes se negaron a succionar gasolina para poner a andar sus vehículos tuvieron que disminuir el número de ruedas y salir en bicicleta.

Baruta y Chacao, Colinas de Bello Monte, Chuao, El Cafetal y La California Norte. Esas fueron las zonas por las que circuló el artista plástico Julio Pacheco Rivas. En general se mueve en carro, aunque le gusta mucho la bicicleta. "En una oportunidad me llegué a la avenida Andrés Bello. Una de las ganancias del paro fue que se aprendió a convivir con las bicicletas.

Antes era muy extraño ver una y ahora sucede lo contrario".

La reserva de Pacheco Rivas está en la indumentaria: "Lo que criticaría es que en Venezuela tenemos una afición por el disfraz. Si te vas montar en la bicicleta tienes que disfrazarte de ciclista con los shorcitos, zapaticos, los guantecitos... y si

Sifontes, ciudadano de a pie

gado al turismo; hoy tiene a su cargo la representación "del mejor casino de las Vegas, un casino que costó 2 mil 500 millones de dólares". Su tarjeta lo identifica: MGM Mirage International, ejecutivo de mercadeo para Venezuela del famoso Bellagio y The Mirage en Las Vegas.

Tiene una hacienda en Guardatinajas, una casa en Margarita, un cinturón amarillo en karate con Marcelo Planchart —entrena lunes, miércoles y viernes al mediodía— y tres carros en el garaje que casi no usa —entre ellos un BMW. A veces, para llegar a la cienda, elige el carro, a menos que cambie de opinión y escoja la avioneta. ¿Chofer? Claro que tuvo, pero lo dejo hace rato: "Era un tipo extraordinario, pero la libertad de estar solo es divina". Con este prontuario, Montenegro llega a su oficina montando bicicleta, con chemise y zapatos de goma. Alvaro es un empresario, eso

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Entre el común denominador de los motorizados y repartidores destaca un señor mayor, muy bien vestido, con todo y bufanda al cuello.

5 Antonio Pasquali, filósofo y teórico de la comunicación que remonta su encuentro con la scooter a la década de los cincuenta

Pasqueíli, de vuel

vas al Avila, hay que ir vestido de Avila y así con el resto. Yo andaba de civil, quizás eso llamara la atención". Aunque a todo esto habría que sumar su gran parecido con Charly García —en su etapa buena—, más su prominente estatura y el hecho de que conducía una pequeña bicicleta —color fucsia— que pertenecía a su hija mayor.

Lo más raro que le pasó durante su período de ciclista fue recibir servicio de valet parking: "Fui al hotel Embassy en Chacao. Me paré a dejar la bicicleta y llegó un tipo, se la llevó y me dio un ticket". Al salir entregó la papeleta y le devolvieron la bici. ¿Caracas tan civilizada?

Alvaro Montenegro es un caso excepcional: otro ciclista que también empezó durante el paro, con la diferencia de que guardó la costumbre. Fue representante de la cadena Best Western de Venezuela durante cinco años. Por doce, hizo lo propio con Donald Trump, siempre muy li-

nadie lo pone en duda, pero también es un deportista. "Tenemos un circuito.

Vamos a la cota mil, hacemos dos vueltas, dejamos las bicicletas y subimos a Sabas Nieves para luego regresar".

Con cadena y candado resguarda su vehículo sin motor. "Salgo para el trabajo y disfruto mucho, en lugar de estar trancado en una cola". Lamenta las lluvias que le impiden el trayecto y, por supuesto, todo el sucio que acumula al rodar por las calles, que lo obliga a bañarse tres veces al día.

"Tengo un pañuelito que me hace parecer un encapuchado. atiscooter Por dentro tiene un filtro de monóxido de carbono. No entra nada de smog. Los policías me ven raro, pero es chévere. Conoces la ciudad desde otro punto de vista, te vacilas mejor las cosas".

Uno de los recorridos que le gusta hacer es por el centro de la ciudad, un sábado a las siete de la mañana: "La gente está recogiendo las cosas, pocos se han despertado. Cero peligro. Me meto por Roca Tarpeya y recorro toda esa zona. Nunca me han robado". La hora es buena, porque hacer e s te tour de noche sería, cuando menos, t u r I ,,mo de aventura.

Pacheco Rivas, fiel a la rueda

ariana Sardi tiene 28 años y es la dama que llena el catálogo para terminar de convencer al neopeatón de que andar sin no es tan malo. Ella no niega le gustaría tener sus cuatro rues con carrocería incluida, pero como deportista está feliz y tiene doble medio de transporte: moto, -,,bicicleta y hasta un tercero, si se 'tornan en cuenta sus piernas.

Se encarga de mover el talento, masculino y femenino, en la agencia de modelaje Mariela Centeno. Es SEPTIEMBRE 2004 EXCESO

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Comparativamente, aquí, andar en carro es económico.

Para Vegas, un total absurdo: "Disgregas la ciudad, la vuelves hostil.

Andar en carro debería ser carísimo y el transporte público se transformaría en lo cotidiano, quizás hasta en algo más elegante". la hija de Mariela y socia de la empresa, junto a Tibisay Rivas.

Patrocinada por Bikepro compite en bicicleta montañera.

Empezó a los 18 años cuando vivía en El Cafetal y se iba hasta El Marqués en una bicicleta sin amortiguadores: "Era mi carro". Subía mucho al Avila y con el pasar de los años se compró la montañera.

Va a cumplir un año con la moto. "Es una cincuentica, una Yamaha. Creo que voy más rápido en bici que montada en ella".

Lo de cincuentica es por la máxima velocidad que puede alcanzar su caballo de hierro. "La uso durante el día para hacer diligencias. De noche nada". Cuando cae el sol, el novio y su camioneta se encargan de los traslados. ¿Será posible ver a una ejecutiva en moto? Responde un sí categórico. Todo depende de la moto. El asunto sería dónde poner los tacones. Puede resultar incómodo, aunque para Sardi no lo fue cuando tuvo su accidente: "Iba bajando por Los Naranjos con una amiga y el caucho de enfrente se espichó.

Rodamos y yo andaba en sandalias altas. Menos mal que no nos pasó nada grave". La limitación sería el vestuario: "Te ensucias mucho. Pero por comodidad creo que todos preferirían la moto".

Razones de sobra tiene Antonio Pasquali: "Son mucho más cómodas, livianas, no rompen las piernas en caso de caída, se puede cargar con ellas un mercado de diez a quince kilos y actualmente son pequeñas joyas del diseño industrial". Las scooters tienen sus puntos ganados.

Herman Sifontes, de todos el más entusiasta, explica que, desde el punto de vista de costos, el carro tiene todas las de perder. "Esa concepción que teníamos en los setenta y que todavía persiste en mucha gente de que el carro es un negocio está equivocada. Es todo lo contrario".

Al comprar un carro hay que depreciar su costo en cinco años. Si se suman las tarifas de estacionamiento, más el seguro —que no tenía el desgraciado chocado del inicio— y Sardi le echa pierna la manutención: gasolina, aceite... la conclusión es que la inversión es mucho más alta de lo que se pensaba.

Federico Vegas tiene varias propuestas: "Primero, hay que acabar con el modelo de la ciudad zonificada para crear una policéntrica". Vegas también apunta a un elemento que casi 54

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Montenegro no pela el pedal

pasa inadvertido: "Además, tenemos un problema gravísimo. En Venezuela llenar un tanque cuesta 2 mil 500 bolívares mientras que en Europa cuesta 200 mil". Comparativamente, aquí, andar en carro es económico. Para Vegas, un total absurdo: "Disgregas la ciudad, la vuelves hostil. Andar en carro debería ser carísimo y el transporte público se transformaría en lo cotidiano, quizás hasta en algo más elegante".

No necesitó de tanta terapia. Las palabras de Federico Vegas le quedaron retumbando en la cabeza: "No es una utopía. Es la ciudad clásica". El protagonista del choque, el eje de esta tragedia citadina, el doliente, el que dio inicio a todo este tema, seguirá pensando en la ciudad soñada para tratar de llevar una vida más lógica. Intentará hallar alguna esperanza que le dé ánimo a la hora de enfrentar el caótico sistema de transporte público y la falta de aceras de una ciudad que hace rato dejó de ser la sucursal del cielo. Se esforzará en ser un ciudadano de a pie.

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Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas teatro

Ahora es para todos

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8 y 9 Octubre 2004 EXCESO

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e-mail: info@pmg.com.ve

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acido en tierra de reconocida raigambre musical, el joven barquisimetano Gustavo Dudamel apenas cuenta con 23 años, pero ya ha tenido la responsabilidad de asistir a Sir Simon Rattle en la dirección de la orquesta más importante del mundo: la Filarmónica de Berlín.

El pasado mes de mayo se alzó con el primer lugar en el Concurso Gustav Mahler de Directores Jóvenes, realizado en la ciudad alemana de Bamberg. Mientras que ya en el 2002, había logrado colarse en el cuadro de finalistas de la competencia Lorin Maazel, celebrada en New York. "La diferencia entre los dos concursos fue la madurez que dejó el tiempo, en todo sentido, como persona y como músico". Sin embargo, los nervios todavía lo hacen presa antes de subir al podium, y enfrentar a orquesta y público.

Se emocionó, pero tardó en asimilar su triunfo, puesto que viajó a Bamberg con la intención de disfrutar la experiencia y no de competir. Veinte minutos ininterrumpidos de aplausos de un auditorio alemán representaron el momento perfecto para la autocrítica: "La ovación del público es la puntuación que ellos te dan. Recibo los aplausos con todo el amor del mundo, pero el artista no debe dejarse llevar. Después debe haber una parte de meditación y reflexión".

Pese a su juventud, ha recibido muestras de confianza hacia su talento, en especial, cuando está frente a músicos profesionales.. "En un principio había expectativa y decían: 'vamos a ver qué va a hacer este muchacho'. Pero de no haber recibido apoyo, no hubiese estado tan preparado desde muy joven y no hubiese seguido, por ejemplo, en concursos en los que yo era el menor de los participantes".

De niño soñaba ser médico o bombero, pero una travesura cambió su destino: "Papá descubrió que yo iba a ser músico cuando tenía cuatro años, porque me perdí en una fiesta en la que él estaba tocando. Cuando el grupo empezó la presentación, de repente, escucharon que alguien tocaba la güira, pero no veían quién era... era yo. Todos se emocionaron y me comenzaron a pasar las maracas y el cencerro".

Desde ese momento comenzó estudios de música en un conservatorio larense, y una baja calificación en su primer examen, además de provocar el enfado del padre músico, le hizo "tomar más en serio" el arte.

La güira

Al culminar el bachillerato quiso estudiar Derecho; no obstante, José Antonio Abreu, director del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles, le pidió que fuese el conductor de la Orquesta Infantil. En ese instante su vida tomó un ritmo vertiginoso y su apretada agenda, ocupada hasta el 2008, le ha hecho postergar los planes de iniciar una carrera alterna, como Letras o Filosofía.

A los 14 años percibía un sueldo; viajaba solo a las giras y debía pasar largo tiempo lejos de sus afectos. "A un director no lo escogen por ser una estrella, sino porque, además de manejar la música, puede cohesionar al grupo. Yo era un muchacho de 16 años que tenía que dirigir orquestas de adultos y también debía tratar con niños y adolescentes. Eso es fuerte, aún me sucede lo mismo".

Un día en la vida de Gustavo Dudamel transcurre entre reuniones, ensayos y clases. "Estudio todos los días, normalmente hasta las tres de la mañana". El límite de la noche no existe, pues la disciplina del artista prevalece: "Teniendo un maestro como José Antonio, que es tan medido, con unos horarios tan extensos, uno aprende a ser disciplinado".

No obstante su vida no es del todo espartana y deja lugar y tiempo para una dosificada bohemia. Dudamel no se limita al género clásico y disfruta tanto de un bolero desgarrador, de la salsa, el jazz o el merengue. Sin contar su pasión por las obras de Shakespeare, García Márquez y Neruda.

A su juicio, el arte le exige arrancar los pies de la tierra: "Cuando te conectas con la música, con el compositor, debe haber una elevación. Cuando diriges a Beethoven debes elevarte al punto de poder expresarle al público ese sentimiento. Ahora, convertirse en una persona arrogante, que no se deja tocar por el resto de la gente, no es bueno". Por eso, prefiere que los músicos de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar —que está bajo su dirección— le llamen Gustavo, a secas, y no maestro.

De momento, su mayor compromiso es apoyar el proyecto artístico y social de las orquestas juveniles e infantiles, y servir como motivación para los noveles músicos que deseen seguir sus pasos. Entretanto, los adustos profesores de la Orquesta Sinfónica de Londres le esperan a mediados de septiembre próximo, para que, batuta en mano, exhiba ante los europeos la mezcla de jovialidad, intuición y disciplina que tan tempranamente lo han hecho rodar por el mundo.

—Adriana Rivera

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uando los artistas venezolanos por Re o por Fa se van con su música a otra parte, esa parte es Miami. Que esté a pata de mingo, a menos de tres horas en avión, es uno de sus principales ganchos, dicen, por si acaso hay vuelta atrás por culpa de la nostalgia —y eso nunca se descarta—, y, por supuesto, el que esté tan cerca de los Estados Unidos, coinciden como siempre en la risa. Otra razón es precisamente el que se la considere como la capital de Latinoamérica o de Hispanoamérica, según, y de Hispanoamérica la otra. Así como hay Carúpano Arriba y Carúpano Abajo, Capacho Viejo y Capacho Nuevo, y Humocaro Alto y Humocaro Bajo, en alguna parte de Estados Unidos, en sus entrañas, en sus instersticios, está ubicada Hispanoamérica la otra, o Colonias de Hispanoamérica o Hispanic American Mix, un país remasterizado y especular, portátil y estrepitoso, terco y expansionista, tan enorme que sólo México y Argentina lo superan en número de habitantes. Miami es enclave de consenso de ese territorio inmanente e inevitable, que le late en la cueva a la qui-

extinta raza de los tabaratos—, se ha ganado la reputación por encima de cualquier otra casa matriz de la industria del entretenimiento y de la discografía internacional. Eso termina de inclinar la balanza a favor de esta ciudad superficial, puro pavimento y piel. Considerada como destino inequívoco de nativos entrados en canas y otrora como llegadero de políticos periclitados que se escabulleron de la cana —desde Fernando Collor de Melo hasta Jaime Lusinchi—, lo más atrayente para los que aspiran ser impulsados al triunfo y por sus catapultas es que Miami, ahora más que nunca, es una centrípeta del showbusiness.

Por sus calles hollywoodenses deambulan los cazatalentos del negocio del espectáculo y los capitanes de las grandes marcas del marketing, y se dejan ver coquetos y mínimamente vestidos los artistas que descienden de limusinas blindadas, confundidos en el vaho seductor de su fama. Imantados por la posibilidad de hacer el crossover como se le dice al proceso de saltar la talanquera de la barrera cultural e idiomática —aunque acaso

D'León, los pioneros, los punta de lanza, los que entonces sin cuentas pendientes con el país, no más tocar suelo en la Meca sentían en carne propia la presión que ejercían las fuerzas recónditas de la política local, infiltrada radicalmente entre los pentagramas y los micrófonos, que los conminaba sin demasiadas sutilezas a que se pronunciaran sobre Cuba. Era el peaje.

Ahora los artistas que recién aterrizan no tienen que andarse por las ramas: marchan y hasta echan espumarajos por la boca en vez de coplas y estribillos en concentraciones parcializadas, pero no tienen que decidir entre querer a Cuba o a Estados Unidos. A estas alturas es tan obvio que todos deberían tener cabida en los saraos de la Calle 8, como que Fidel Castro es una boutade, igual que su ahijado venezolano. La generación que llega, va y vota, pero se desentiende de las roscas, producto de maniqueísmos en desuso.

Llega cuando se ha perdido la inocencia en pos de la sofisticación. En realidad, se vació el concepto tropicaliche puro. La ciudad exuda más glamour que hace apenas un lustro: las andanzas y mudanzas

El clima cálido —pero no enrarecido— y la oferta cada vez más firme de poder crear sin interrupciones, ubica a los venezolanos con la proa hacia Miami, la ciudad de los pechos rojos. Piel por donde quiera que se la mire, fashion a donde sea que voltees, el mundo de los cenitales hace nido sobre la arenas de este puerto de salvación.

Gran pantalla internacional, los nativos con vocación por la música, el canto, el baile, la actuación y todo lo que tenga que ver con luces que en el terruño se apagan

de mera del Norte, y a cuya supremacía apuesta por tele, desde su laberinto general, o desde su otoñal patriarcado, o desde su indocumentada felicidad, Gabriel García Márquez. Por añadidura, acotan los miembros de la nutrida representación nacional que sobresale en y tras la escena, Miami, además de epicentro financiero y turístico en alza, y lugar común del shopping —qué triste un domingo sin Mayami Beach, hacía pucheros la

han alzado vuelo en busca del escenario perdido.

Han conseguido aplausos. Miami, se abre el telón

Faitha Nahmens desde Miami más duro de roer que el inglés sea el spanglish, en Miami se vacunean carpetas, o sea, se aspiran alfombras—, los artistas venezolanos, con sus instrumentos musicales a cuestas y demás aperos con los cuales fabricar imágenes y sueños, llegan en cambote —no en bote, aún no— a esta especie de puerta de entrada a los cielos acaso algo más relajados que en su momento lo hicieran los míticos paisanos for export José Luis Rodríguez y Oscar

empiezan a dejar un sedimento, un tumbao que tienta con más cosmopolitismo a los que apuestan al mientras tanto; a los que deciden probar suerte en el país que siempre tuvieron a la mano —bastaba prender la tele— y ahora esperan que se las estreche. Servando y Florentino Primera, por ejemplo, están persuadidos de que Miami es un vínculo perfecto, un trampolín, una vitrina. Lo demás, reverenciar a Celia Cruz, es feliz añadidura. No hay jaSEPTIEMBRE 2004

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leo venezolano independentista o prodemócrata que no amenicen con el ula-ula de sus caderas. Y por propio albedrío, no pierden oportunidad para pedir al hijo de Sabaneta que porfa deje de musicalizar su cháchara continua con las canciones de su padre. Nada más y nada menos que Alí Primera. En Miami está todo, dicen, y es el puerto más cercano a donde anclar cuando llevas prisa y no quieres esperar a que te llegue el éxito por rebote, por lo que sin más se vienen —por un caminito yo te fui a buscar— en afán de conquista.

Miami es la fase dos, con la arepa garantizada, la de Harina Pan. "Sí, así lo dice el manual, que hay que intentarlo en Miami", conviene Alberto Slezynger, cabeza del felizmente resucitado grupo Daikirí desde su atalaya mayamero, un pizpireto estudio de grabación ubicado en Lincoln Road, flanqueado por los edificios de MTV y Sony. "No es nada fácil, pero si luchas, puedes lograrlo, ya sabes, éste es el país de las oportunidades". Y Miami el link. Convergen en South Beach las oficinas principales de las firmas de publicidad más conocidas con señeras agencias de modelaje, los estudios de los canales de televisión que mira América y alrededores con las casas disqueras que graban lo que oye medio planeta, representaciones de las firmas más emblemáticas de la alta costura con las mansiones del jet set.

"Juraría que todos los que nos hemos venido lo hemos hecho soñando con lo mismo, respirar nuevos aires, somos artistas y lo necesitamos para crear, y claro, fantaseando con el éxito, que si llega tantísimo mejor, pero la idea ha sido, al menos en principio, rebasar el techo que se nos había impuesto en el terruño desde que la economía se contrajo, las oportunidades de trabajo se redujeron al máximo y las disqueras cerraron". Ex profesor de Economía de la Central especializado en el tópico del subdesarrollo asegura que vio toda la película revolucionaria aquella madrugada cuando amaneció de golpe, y como no le gustó la trama, y mucho menos el desenlace, decidió hacer las maletas. En Miami ha grabado desde comerciales —ahora mismo compone un jingle para las tiendas de ropa Marshall— has6o

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ta discos con los Stefan, con precisión el de Gloria, Mi tierra. Lo mejor, sin embargo, ha sido su segundo debut como cantante, la vuelta al ruedo, el público, el vacilón. "Te garantizo", arriesga, "que ninguno de nosotros de ha desarraigado; cargamos con nuestra alegría y nuestra nostalgia, que, por cierto, es un mercado, un filón. Cuando nos presentamos en La Covacha, el local a reventar, con todo y que no hicimos mayor promoción que el boca a boca, la gente lloraba, fue conmovedor.

Creo que el público también está mirando por el retrovisor. Por eso en Aventura, acaba de repletar el aforo, Karina, que al parecer no ha perdido ni pizca su público local, y en Caracas está de nuevo sonando, como se lo merece, Yordano. Eso explicaría que muchos más artistas estén re-

aquí, Quintero hasta hace poco fue el productor de La India, hasta que dejó de ser su amor. Pero, no problem, su primo Chuíto Quintero, otro músico venezolano, ya se ha hecho cargo, de lo uno y de lo otro, de la voz y del corazón de la cantante. A eso le llaman abrirse espacio.

Que es lo que buscan los recién llegados, espacio, como Caramelos de Cianuro, recién firmados y aún aturdidos. Y que es el que se han hecho con creces Ilan Chester, superinstalado, y Franco de Vita, capítulo aparte, afincado en España donde vive y compone, pero de vuelta cada tres por dos a Miami, donde graba y lo llaman "institución". Y es lo que consiguen hacerse Los Hidalgo. Con la matriz de su disco aún caliente y la tinta de su contrato discográfico aún húmeda, el

EN MIAMI ESTÁ TODO, DICEN, Y ES EL PUERTO MÁS CERCANO A DONDE ANCLAR CUANDO LLEVAS PRISA Y NO QUIERES ESPERAR A QUE TE LLEGUE EL ÉXITO POR REBOTE, POR LO QUE SIN MÁS SE VIENEN —POR UN CAMINITO YO TE FUI A BUSCAR— EN AFÁN DE CONQUISTA pasando el catálogo de los ochenta que fue un momento estelar en Venezuela, musicalmente hablando, para entender qué ocurrió después, aunque lo sabemos al dedillo". Luego de despedirse del Avila y conformarse con la oferta, al arribo, de cachapas y arepas experimentales que "de alguna manera han mitigado las carencias", jamás imaginó —la vida te da sorpresas— que Daikirí tendría un revival tan sonoro que lo eyectaría hasta Turquía para ofrecer tres conciertos en el primer festival de música latina de Estambul.

"Fue alucinante", acota Carlos Pucci, ex bajista de Franco de Vita y ahora bajista de Daikirí, codo a codo con Slezynger en los nuevos proyectos discográficos de fusiones con dejo de reaggeton y big hand, y el oído puesto en cualquier sonido nuevo. Pucci tutorea aquí la carrera como cantante del venezolano Víctor Drija —"tiene MA.119-4"—, cl hijo de Mita Vivas, la sempiterna coreógrafa de Radio Caracas Televisión, como monitoreó en Marín a Luisito Quintero que a los 12 años, como percusionista de Siete Cueros, era el celebérrimo Chamito Candela. Instalado

dúo pone a cantar a todos en Macarena, en la calle Washington de South Beach, a todos menos a Mickey Rourke a quien lo distraen las embestidas bucales de una chica de ya inaudible acento bogotano que lo acompaña. De la docena de canciones que conforman Rumba y Café, el sexto trabajo discográfico de los venezolanos —tres como Urbanda y tres como Los Hidalgo— cuatro son originales y las otras ocho, covers, sobre cuyo reconocido molde han tatuado un ángulo inesperado. "Manipulamos del repertorio popular hispanoamericano canciones que han sido un gran éxito en voces de intérpretes legendarios como Rafael, Camilo Sesto, Franco de Vita, José José; parecía una herejía tocarlas pero nos han dado la oportunidad de explorar en nuestra musicalidad. Por motivos generacionales nos identificamos más con el rock y, claro, sin que haya nada peyorativo en ello, preferiríamos asistir a una presentación de The Cure que a una de José José, pero nos amamantaron con sus canciones, así que no nos es posible oírlas con indiferencia, sobre todo por lo que tienen de

español y de gitano, gentilicios que de algún modo nos pertenecen, que nos contagian lo aventurero, lo enamorados, lo sinverguenzas, lo místico, y por eso es un vehículo perfecto para llevar los sentimientos que queremos expresar, la gente se emociona cuando las oye". Rourke puede dar fe de ello. Si la herencia es una razón, se entiende que Julio y Jannio Hidalgo compongan y canten, y que Sacha, la menor de los seis de la saga, también tenga esos afanes, como si se tratara de un sino: "No podría ser otra cosa que artista, creo que como artista vivo, sueño, compongo, me río, cocino y hago el amor", celebra la chica disco en mano.

Son hijos de Enrique Hidalgo, el autor de la música que aceitó con arrebato, ternura, cotidianidad y humor la escena vene-

orlando urdaneta, por teue en tres y dos

el país no era —o es— propicia: allá está Serenata Guayanesa, especie de enseña nacional, costeando los discos que graban de su propio bolsillo o Juan Vicente Torrealba, icono de la música vernácula, pasándola negra. abes que Orlando Urdaneta se queda?" No es una pregunta, es un eco. Parece que tenía problemas para salir de Venezuela pero igual vino para estar en el homenaje que le rendían en Tropigala. En realidad parece que llegó por los caminos verdes, tomó un avión dizque para Maracaibo que se desvió en Falcón y tomó rumbo a Miami, y ahora no puede regresar". O: "Tenía amenazas en Venezuela, el motorizado de su oficina fue asesinado,

Sacha Hidalgo compone con risa

zolana de los ochenta; también él se ha venido, atraído por la canícula de Miami. Su casa, suerte de museo vernáculo —literatura venezolana, todo el repertorio de instrumentos musicales, tallas alegóricas— opera como consulado paralelo al que van los paisanos ahítos de los guisos criollos y de la fiesta permanente; en su casa está Venezuela. Más de 60 composiciones suyas ha comprado una disquera y, a la inversa que los hijos, el ex baladista experimenta con pop. Pluma o cincel o tijera en mano, jura que la mudanza le ha servido para proseguir, o sea, seguir vivo. Porque la atmósfera en

Carlos Segura, la mejor cuña, un Emmy

a él lo llamaban para amenazarlo, no la estaba pasando muy bien que se diga". O: "Transmite el programa para Televén desde acá pero creo que también tiene proyectos, tiene que subsistir". El hijo de Albertico Limonta y el Robert de Akela, el protagonista de medio pietaje del cine nacional, el hombre de medios, y en política, de extremos, se las arregla para sortear el violento trasplante. "Pero seguro que le irá bien", pontifica generoso Alberto Sardiñas, caraqueño y enseñoreado en estos lares, "aunque aquí la experiencia te sirve para ascender más rápido, pero no se reconoce como contraseña para entrar; aquí vale más preguntar qué hay por hacer que contar lo que estabas haciendo".

Con un programa radial propio que anima y vende, Sardiñas jura que ése es el truco para sobrevivir en Miami, hasta poder comérsela. Sin hacer aspavientos ni alusiones a su trayectoria —todo lo contrario— su experiencia reciente, sin embargo, lo ha marcado, "aunque, gracias a dios, no ha tenido repercusiones, digo en carne propia, nunca se sabe". Fue productor de El vacilón de la mañana, el programa que tuvo la osadía y la titánica voluntad de editar los discursos de Fidel Castro y Hugo Chávez —laaargos— para luego convertirlos en pildoritas proactivas. Desde ese programa se llamó a Miraflores y el mantatario atendió a un supuesto Fidel —aló ¿presidente?— que le hacía comentarios coherentemente picados y etiquetados, igual el mandamás de la isla fue sorprendido en vivo por un colega de mentirijillas que le hablaba supuestamente desde Venezuela de lindos morrocoyes y oscuras tramoyas. "¡Mariconzón!", chilló al aire el barbudo. Humor de atropellos, Luis Chataing, en vuelo rasante por Miami, habría querido hacer un programa así, sin duda. ¿Acaso podrá hacerlo cuando se venga? ¿Dónde? ¿Radiológica produciría espacios de ese corte? Radiológica es la novísima emisora que concibe el caraqueño Guillermo Zambrano, socio, bombillo, padre del sueño. Ubicada en Downtown, es hervidero y silencio aún, aunque Valdemaro Martínez, el ex de Tatiana Capote, no calla su engolada reciedumbre. Zambrano, ex gerente de 92.9 y fanático de discos in-= SEPTIEMBRE 2004 EXCESO

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cunables sólo cruza los dedos deseando que su ocurrencia cuaje. Una emisora en Venezuela, la que más abigarrada de cuñas esté, puede facturar al año lo que una de Estados Unidos, la más desasistida, una de frontera, con señal al azar, duplica. Carlos Segura, ex vocalista de Zapato 3, también vinculado a 92.9 y desde hace seis años en Univisión, Sardiñas, a Miami Miami, ya, en cambio, da cuenta de sus frutos: un Emmy. El guapo ex rockero, politólogo y ex yerno de Teodoro Petkoff está a cargo de las promociones de Galavisión, canal del holding. Las que produ-

Más temprano que tarde regreso". Confía que se vino en busca de expansión y sacudiéndose la mala leche de Urbe que según él se diseminó de manera destructiva. "Muchos se ahogaron ahí, y no en un vaso de agua precisamente". para comerse Quien sabe cuántas botellas suele tomarse Madonna para mantenerse en forma mientras canta y brinca y manosea y provoca, es Cristóbal Valecillos, de pasaporte venezolano sellado en medio mundo. El chico es produc-

viaje de México hasta Argentina —el treap MTV— en el que fueron filmando a la audiencia por dentro y a ellos mismos como actores del reality show. La ocurrencia, "el sueño de todo sociólogo", la sacaron al aire no sólo en el continente sino en España y gracias a que casi diez mil correos electrónicos respondieron de inmediato al llamado que hicieron anunciando que preparaban mochilas, pudieron de veras desistir de los hoteles, en cada ciudad fueron invitados a quedarse en los hogares de la teleaudiencia. "Vivimos en mansiones y en favelas, por cierto que allí la pasamos mejor, en todas, la señal de cable era robada".

MTV también acoge a Eglantina

"SOMOS HÉROES, UNA ESTIRPE DEL CARAJO, HAY QUE VER CÓMO RESOLVEMOS, RECURRIMOS AL TRANCAPALANCA PARA NO DETENERNOS... CARACAS NO HA PERDIDO SU MUNDANIDAD. MÁS TEMPRANO QUE TARDE REGRESO". tor de escena de los grandes: si no está en

nales— resultaron ganadoras y tiene la estatuilla en su escritorio. "Feliz, me sentí feliz. Pero donde lloré como una miss fue en Caracas, en el festival de rock que se hizo hace poco, nos volvimos a reunir los de Zapato y la calidez de la gente fue demasiado intensa". Tanto que con su hermano Alvaro, también anclado en Miami, grabaron un disco, Loft, y repensaron al grupo que cambiará de nombre: Sola-

Miami está en Puerto Rico, si no en Europa o quién sabe; o sea, está aquí, pero su trabajo es velar por los detalles que hacen la diferencia cualitativa en los tours de los consagrados que lo contratan, codo a codo con ellos, también deja estela. Pero no es él, el único venezolano aparentemente confundido en el amasijo de cables que empeñan las grandes producciones. Oscar Terán, de escasos 24, es productor ejecutivo en MTV y ha de responder por cada dólar invertido en las promociones del canal, de Nickelodeon y VH1, también de la cadena. Supervisa desde contrataciones hasta edición y como todo barquisimetano que se precie, tiene una notable colección de artesanía de Tintorero.

"Me vine a los 19, estaba decidido a hacer cine y televisión, ya estudiando en Miami organicé un concurso de videos en la universidad, extrañamente no tenían ninguno, la gente de MTV me rastreo y aquí estoy". Es compañero de trabajo de Richard Gibson, también productor y bien posicionado. De abuelo escocés —

aMistad con

ra Eterno enamorado de Venezuela: "Somos héroes, una estirpe del carajo, hay que ver cómo resolvemos, recurrimos al trancapalanca para no detenernos...

Caracas no ha perdido su mundanidad.

tue embajador en Venezuela— e hijo de médico —su padre dirige la fundación San Juan de Dios— Richard optó por los cenitales, que a veces los enfoca sobre él mismo. El y tres más del canal hicieron un

nera. La telenovela que protagoniza Gabriela Spanic, y en cuyo elenco hay varios prisioneros más —verbigracia, Cesar Román, hijo de César Bolívar y Pilar Rome-

Luis Chataing, la quimera del Norte

jo y concibió como promos del noticiero

—eran testimoniales, los periodistas daban cuenta de los gajes del oficio mientras una ventanita registraba sus señas perso-

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Gabriela Spanic pica y se extiende

Zingg. El hueveo es el críptico nombre del programa en el que ella anima y se anima, se explaya, se estira, se exhibe, hace gala de su buen gusto al vestir y de sus preferencias en las tendencias musicales, se ríe, goza, se pone seria, y ataja a la imaginaria audiencia con sus lances y su voz de espeso chocolate. Empaque de linaje que tiene, va de portada en portada y de chisme en chisme por Lincoln Road, Ocean Drive y alrededores, sin negar su presencia energética o su publicitada

Paulina Rubio. Tiene un lindo cuerpo y mucho rating. Como Prisio-

MIL

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T H E MTV STO

los verdes de MTV

ro, Marta Mijares, William Colmenares, July Giliberti y Carla Rodríguez, buena malvada, lo demostró ya en otra boa, haciendo sufrir a Lupita Ferrer—, tiene ubicado en los roles técnicos a un rimero más de venezolanos, descontando a los productores, José Scheuren y Alicia Avila, al musicalizador, Juan Rodríguez, al director de fotografía, Ignacio González y al director, Leonardo Aranguibel. Transmitida por Telemundo en el horario estelar, ocho de la noche, ha sido colocada en 25 países con éxito en todos y cada uno de ellos. Sin duda la basta experiencia en terrenos ofídicos, ha hecho que los del gentilicio tercien por los derroteros. La mitad de la nómina de actores de Telemundo es criolla y también la de Univisión. Félix Loreto, Flor Núñez, Franklin Vírguez, José Bardina, Alba Roversi son algunos de los rostros conocidos que pueden verse llorando, cacheteándose o besándose entre cuña y cuña. Aranguibel, quien dirigió el primer concierto de Franco de Vita en el Poliedro y en el Teresa Carreño — "montamos un entarimado piramidal, en cada piso escenas videoclipseras, Franco en el tope y una pantalla enorme atrás que reproducía su actuación, como es corriente ahora—, quien produjo A toque, y quien fuera vicepresidente de HBO en Caracas llegó como todos, y entró como pocos, pasando raudos los embudos.

"Muchos puestos importantes están siendo ocupados por venezolanos", se enorgullece y le hace ascos a un chiste que circula en corrillos: un pescador saca cangrejos del mar y los guarda en dos recipientes separados según si son cubanos o venezolanos; a aquéllos los tapa, porque

si no, se salen, a los otros no, no hace falta, supuestamente, andan reconociéndose, o echando vainas, o se pelean o no saben cómo hacer para arrancar. "No, todo lo contrario". Y, para muestra, un botón: "No dejes de mencionar a Raúl González, el venezolano más exitoso de la tele".

Raúl González conduce Despierta América, el programa más visto en el continente, o acaso, baste decir, el de más rating en Estados Unidos. Era Raúl un chico redondo que hacía pareja con Merci —ahora esposa de Ilan Chester— en un programa que la memoria rastrea sin piedad como tonto. No lo sería. No lo sería su protagonista. De repartidor de pizzas llegó adonde está, puro sudor propio.

Sigue siendo grueso, pero la crítica asegura que es buen animador, buen entrevistador, buen cantante, buen improvisador.

Tanto lo reverencian que fue invitado a un agasajo en la Casa Blanca. En Univisión, donde trabaja, le hicieron un homenaje, e invitaron, para su sorpresa, al ex jefe de la pizzería, todo gratitud. Puras palabras floridas para el chico. También tiene su público por estos lares Benjamin Rauseo, el Conde del Guácharo, que cuenta con seguidores cautivos que adoran sus chistes pasados de maraca. Quien no tanto, o al menos en esta etapa de rockera con panties que se descubren bajo los pantalones descolgados, de pulseras negras enyesándole el antebrazo, con el pelo negro noche, es Alicia Machado. La ex miss Universo quiso cambiar su imagen y fue tan rotundo que nadie se lo cree. Lo peor es que su nuevo disco causó igual impresión, hizo mucho ruido — la promoción de la disquera financió hasta una gira a Puerto Rico— pero no se contaron, al final, muchas nueces. Pero como diría Don Francisco, que la entrevistó, pronto estaremos de vuelta. Un resbalón lo tiene cualquiera. Pero en ballet no, y los venezolanos en el área marcan el paso, ésa es la regla, y también la excepción. Fue un suceso la despedida de la escena de Ileana López y su esposo Franklin Gamero, bailarines principales del City Miami Ballet, donde están desde su fundación y donde quedan contratados para ejercer de maestros y asistir al director. En su deliciosa casa de Collins Ave-

nue —tallas de santos, fotos de ellos en distintos escenarios, Hillary Clinton estrechándole la mano a ella en la Casa Blanca— los jóvenes, apenas llegan a los 40 se esponjan cuando relatan su trayectoria: pinitos en Valencia, ingreso al ballet del Teresa Carreño, triunfo en el teatro de Bolshoi donde quedan finalistas en el concurso internacional de baile al que asisten más de 200 figuras de la disciplina en todo el mundo, contrato ipso facto en Berlín, luego en Dusseldorf y, por aquello del calor, el riesgo de integrar un ballet nuevo en aquella ciudad asoleada llamada Miami sin demasiada tradición en el asunto. Fueron descubiertos, contratados y mimados por casi veinte años.

Cerrarán con broche de oro y si les es posible, sueñan tener descendencia.

A Yonny Manaure le queda en cambio mucha danza por delante, mucho viaje —en diez años se ha sacado nueve pasaportes, ha bailado en todos los continentes— y mucho éxito. Primer bailarín del los ballets Trocadero de Montecarlo, este carabobeño nacido en la barriada 13 de septiembre —lo despista el que sea la fecha de fundación de Acción Democrática— creía que sólo había una fecha fatídica del mes en su trayectoria: el 11. Con la compañía, puros hombres que en clave de humor y sátira recrean los montajes clásicos con perfección y guiños cargados de manierismos —él ha sido Julieta, la Queen del Lago de los Cisnes, Giselle— se presentó en las Torres Gemelas el 9, y acaso pudo salvarse de bailar el 11.

Quien estudiara con Nina Nikanorova y Vicente Nebrada se ufana de dos conquistas: el haber estudiado ballet contra viento y marea —los prejuicios siguen siendo un obstáculo en el país donde todo está cuestionado y patas arriba— y luego el haber ingresado a la compañía que le ha permitido proyectarse tal y como se siente: un bailarín que sabe andar en puntillas. "Mandé un video y enseguida me contrataron, me dieron la residencia, las facilidades, todo. Lo único que uno lamenta es la soledad. Salí de mi país para poder hacer lo que he hecho pero no lo he dejado del todo, aunque adoro haber visto tanto y tanto, lo sigo buscando en el arroz blanco". L SEPTIEMBRE 2004

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ara él la música es un acto solitario. Cuando pone un disco lo disfruta, poco a poco, y un tema a la vez. "¿Tú escuchas mucha música?", interroga buscando entrar en confianza con el entrevistador, acaso tratando de que el profundo abismo generacional no haga ruido sino armonía en el encuentro. No hubo necesidad. Carrasco es un artista nato, con muchas experiencias a cuestas y una incesante perserverancia en lo que a su carrera se refiere, pero sobre todas las cosas es un tipo sin pretensiones y de agradable conversación.

Cuenta con poco más de medio siglo de vida. Se recuerda ridículo vestido con paltó y maletín en los tiempos de colegio, cuando La Salle era terreno exclusivo para los varones. Allí tuvo una primera aproximación con la música estudiando teoría y solfeo, presionando las cuerdas de un violín.

El excelente oído de la madre hizo mella. Carrasco la recuerda como una excelente cantante. El padre también entonaba finamente. Si bien ninguno de los dos se dedicó profesionalmente al canto, fueron inspiración para el futuro de Guillermo: "Había cuatros, guitarras, un arpa. En mi casa siempre hubo aprecio a la música". Lo que se hereda ni se hurta ni se oculta.

El primer gobierno de Caldera le dio la excusa para el oficio: "Estudié un poquito de todo. Cuando me gradué, la universidad estuvo cerrada por dos años. Había que hacer otra cosa. Nosotros hacíamos música, nos dejábamos el pelo largo y andábamos por ahí. Eramos hippies". El plural alude a su primo, con quien formaba grupos que terminaban siendo dúos: "Era difícil encontrar a un baterista o a un bajista con instrumento propio".

Con sus vecinos de El Paraíso empezó carrera, en aquel entonces cuando sólo tocaba guitarra y no pensaba en cantar.

Esa primera experiencia fue el grupo Syma. "Era muy dificil que nos dieran la posibilidad de grabar un LP". Sin embargo lograron dos sencillos e hicieron una cantidad de giras alrededor del país. Hubo intenciones de incorporar otros elementos, incluso lo lograron. Pero la historia vería un repentino fin en Valencia. Venían de hacer una gran presentación como teloneros de un grupo extranjero. Traían el equipo remolcado. Se detuvieron en La Encrucijada y les robaron los amplificadores: "Hasta ahí llegó la cosa". La diferencia de criterios y la ausencia de equipos los llevó a la separación. "Yo seguía intentado que compusiéramos. Teníamos gente muy talentosa, pero había que sentarse a trabajar. Ellos estaban obnubilados con las fans y el tema de la fama. Entonces me retiré".

El próximo destino, aunque no dejaría de estar involucrado con la música, fueron las tablas. Guillermo Carrasco fue integrante del legendario y cándido Godspell. "Un amigo que estaba en el grupo me contó que buscaban a un músico. Fui y me aprendí las canciones. La idea empezó en Arte Venezuela, que era el nombre del teatro. Me presenté y me aceptaron". A excepción de Enrique Lazo, todos eran cantantes. Guillermo Dávila hacía las veces de Jesús, Lazo de Judas, y Carrasco ni si-

quiera lo recuerda. "Es una cosa muy curiosa. Mi personaje se llamaba Robin. Al ser una especie de franquicia se tomaban los nombres de las personas que lo habían hecho de primeros. La versión al español fue toda una tragedia, hasta vino gente de allá a supervisar el montaje".

Diferencias en las que prefiere no ahondar lo separaron del equipo de Godspell. La amistad con Levy Rossell pasó a otro grado, infinitamente más frío. A pesar de ello recuerda la experiencia teatrera como una etapa muy divertida.

En paralelo, Carrasco formaba otro grupo, uno experimental, comeflor, pues: "Se llamaba Ahimsa, eso es del idioma pali, una lengua en la que hablaba Gandhi. Quería decir no violencia, ni física, ni de palabras. Fue una cosa totalmente pacífica".

Luego se involucró con el cine. "Hice la música de ocho películas. Nunca me pagaron un centavo, a excepción de un señor argentino muy serio. De resto eran todos amigos y nunca había plata para hacer nada".

Este último grupo se fue modificando hasta convertirse en una banda más grande. Compusieron canciones para grabar un LP. "En esa época había uno de esos prejuicios que siempre han existido en la industria discográfica. Supuestamente los grupos no vendían y se prefería grabar a un cantante que a toda una banda. Grabamos un primer disco que se terminó llamando Guillermo Carrasco. No fue una decisión mía, aunque ahora que lo pienso a lo mejor ellos lamentan que hubiera sido así".

El resto es una larga historia de intentos, de fallas, de problemas con los sellos disqueros. Y es que si algo recuerda Carrasco son sus malas experiencias en la industria. Incluso llegó a figurar durante seis años en la presidencia de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, Sacven. Se ganó la reelección y además, "un montón de enemigos", recuerda.

Pasado el tiempo, Guillermo Carrasco es por supuesto guitarrista, pero también bajista y sobre todo, voz. Habilidades a las que se añade la producción y la composición. Un artista completo que ha esperado largo tiempo para sentirse realizado luego de grabar un disco de carácter independiente hecho con sus propios recursos. El sello es del propio Carrasco: EMG, Editora de Música Global, distribuido por las tiendas Esperanto.

Una a la vez es el título del disco, nombre que describe la forma en que Guillermo se acerca a la música esperando que así lo hagan los demás. A pesar de no sentirse un cantante de multitudes, cuenta con viejos seguidores que llegan hasta las generaciones más recientes. Guillermo Carrasco no es una voz del pasado.

Hoy se le puede escuchar en la emisora del Ateneo de Caracas todos los sábados a las cinco de la tarde, cuando asoma a los radioescuchas hacia la buena música desde La Baranda.

Aunque ha pasado tiempos amargos hoy disfruta de las consecuencias de su empeño.

— A. D. T SEPTIEMBRE 2004

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e aburrí de la vida que llevan ustedes. Me cansé de que el amor me duela. Además, yo soy feliz así. Hay mucha gente detrás de mí para que yo vuelva, mi familia, mis amigos, pero yo no quiero. Mi vida es ésta. La calle, la piedra, a mí me encantan los químicos". Eduardo —32 años—, oficio: reciclaje de papel, dueño de un porte altivo y desafiante, tiene la mirada café y la piel de bronce. A simple vista, sólo el costal, limpio y a medio llenar, permite adivinar su condición de habitante de la calle, pasajero de la noche. Vive cautivo en una mente vertiginosa y una adicción que lo lleva cada tarde —desde hace más de 15 años— al barrio Pinto Salinas, en busca de la piedra, no precisamente filosofal, sino ese derivado de la cocaína, conocido en argot como echao pa'atrás y, universalmente, como crack. Eduardo se juega la vida a cada paso. Y es que, irónicamente, entre todas las formas de morir que hay en la calle, dos se hallan relacionadas con la piedra, ya sea fumada o caída del cielo. Si no, que lo digan los trece mendigos que este año han sentido el peso mortal de un peñasco.

La razón del aburrimiento, de la auto exclusión es vaga, pero lo suficientemente poderosa como para mantener su elección. Porque sí, Eduardo está en la calle porque quiere, por decisión propia y cualquier otra opción, simplemente, lo llena de una sorda rebelión. Su mirada tiene algo de mesías, de maestro, de loco. Sin embargo, resulta difícil trazar la fina frontera entre la realidad y la fantasía de un discurso existencial que, por instantes, fluye coherente y hasta atinado, mientras los autobuses de San Ruperto suben por la avenida La Salle. La bolsa de basura espera intacta, llena de posibilidades. El instinto inicial de abrirla, mientras conversa, ha cedido paso a la necesidad de comunicarse, de intercambiar ideas en un téte á téte que, de alguna manera, lo toma por sorpresa: "Yo estuve en Amsterdam y en Dinamarca. Conozco la mentalidad europea.

Trabajaba en turismo, en alimentos y bebidas. Compartí con ingleses, con canadienses. Fui mesonero, yo sé de trincheo, sé de flambeo. Pero vamos a ver cómo estás preparada tú, académicamente —porque tú haces tu trabajo y yo hago el mío— con una pregunta en inglés de sexto grado: What do you think about the life I live? Do you understand what I m talking about? . Recibe una respuesta que no escucha y sigue: "Yo ha-

blo alemán, también italiano, entonces me obstiné de toda esa vida y me dediqué de lleno a ésta".

Lo que significa dormir todas las noches en un sitio diferente, desarrollar una destreza que le permite saber qué hay en una bolsa, sin abrirla, y ubicar horarios y puntos específicos de la ciudad donde puede alimentarse con lo que para él son verdaderos manjares. Como el día aquel, hace más de mes y medio, en que se encontró un verdadero botín: 600 mil bolívares: "Los vimos entre tres, Fere 158 tus una squpidcz, E1 wilgr §aQ(1 el pañuelo y se le cayó la paca ¿Ok?" Con una amplia sonrisa que, definitivamente, evidencia escasas visitas al odontólogo y los efectos de la piedra, cuenta: ¿"Qué voy a hacer, pues? Me fui para Las Mercedes, pues yo te puedo decir que estoy mejor =

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ro da n En la urbe quinto republicana, castigada por la desidia de una revolución de quincalla, sobreviven en el asfalto y con él mueren.

El decálogo de la intemperie es la ley de estos mendigos —indigentes, prefiere el eufemismo—y su inescrutable verdugo, para el cual son una piedra en el zapato.

La crónica de página roja brinda un cuarto de hora rociado de sangre y de intriga; los pormenores de un puñado de vidas de perro

Eurídice Ledezma

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alimentado que tú, yo como mejor que tú, como más sano que tú y como directamente de la basura. Pero tienes que ver de qué basura comes. Entonces, yo comparo el estar metido en el Margarita Beach de capitán de barmen, donde comía lo que quisiera. Pero aquí en esta vida también puedo comer lo que yo quiero. ¿Ok? Me voy para Punta Grill donde el cocinero es ocasional y, entonces, cuando él saca la basura...como lo que yo quiero, como yo quiero. Y cuando quiero comerme un pulpo a la gallega me voy para Rías Gallegas en La Candelaria, igualmente".

noche. Lo difícil es determinar qué viene primero si la piedra o la calle: "Acuérdate que es un poco como tú dices, consumes un poco para relacionarte y pa' mantenerte tren, pero consumiendo cocaína no te da sueño ni te da hambre si te mojas, tú no le paras bola, puedes tomarte una caja de ron, te puedes fumar cuatro y estás bien". Hay una invulnerabilidad, una ilusión de ser invencible que dura lo que dura la nota. Luego hay que buscar más, por supuesto, de eso se trata.

Aunque para algunos, éste es un camino del cual se puede volver, como quien tan fresco retorna del Hades; para él éste es

Su día comienza muy temprano con "el despierte": Unas caladas de echao pa - tras o "pan con queso" —el mismo tóxico, pero aderezado de marihuana. Las bolsas de Mc Donalds y de los supermercados vendrán después: "Yo lo que consumo es piedra o piedra con marihuana, que es más escoñetante todavía. La piedra para mí es eso, el despierte. Es el café con leche, es como si tú fueras al baño a cepillarte. ¿Quieres saber cuál es la nota? La nota es que te despierta, te sube. A alvinos, tú 195 ves mandibuleando. No, no, no hay paranoia".

La vida en la calle requiere de ciertos auxilios, algo más que la incipiente —aunque no desdeñable— labor de los albergues de alcaldías y religiosos, algo que les permita pasar la

un camino de una sola vía: hacia abajo y sin retorno. Dos morochas que están a punto de cumplir 16 años este mes y un hogar contra el que conspirara la diferencia de horarios de trabajo han quedado demasiado atrás, aunque no tanto como para no humedecer la mirada y forzar el cambio del tema: "El amor lo dejo a un lado. No, no. Nada que ver. Prendo un incienso, me arrebato y me voy pal templo de los hare krisnas,

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a la California Norte, ése es mi amor. Y creo que amor eg estar en una nota bien. Eso es amor, amor es felicidad. La vaina es que soy yo el que me olvidé de...Por lo menos ahorita, ¿tienes cien bolívares que me regales?" Así de fácil, sin solución de continuidad, desciende de lo inasible y lo sublime a lo

más pragmático y utilitario. En realidad, el tiempo en la calle no se cuenta en años sino en instintos nuevos desarrollados, conductas automáticas que podrían medirse en grados. Operar por instinto, entonces, obliga a aceptar la crudeza de que en cada interacción con el otro hay un intercambio tangible.

Más simple, todo tiene un precio.

Sin embargo, como en una montaña rusa que obliga a la brevedad de un encuentro que se supone único y difícilmente repetible, el ascenso comienza de nuevo y lleva de vuelta a lo divino, aunque sea con alas prestadas. La póliza de seguros que supone un dios de rostro indefinible sale a relucir: "Me ha acompañado bastante, bastante. Yo no tengo una sola marca en mi cuerpo. Ni una sola marca". Dios lo ha cuidado, efectivamente; cuando se quita el sweater y se queda en una camiseta con hojas de marihuana estampadas con tecnología hippie, muestra una musculatura definida, una piel limpia y sin heridas. No hay heridas de guerra, al menos no en el cuerpo.

Evidencia, de hecho, que subía al Avila por La Julia todos los días, tal como asegura. Y continúa: "De repente, tú me dices, latero ven acá, ¿estás loco? ¿Tú fumas piedra o equis droga? Sí,

mente de noche. Prostitutas, transformistas, gays, adictos, jíbaros (detallistas de la droga), taxistas, vendedores de perros calientes, aguantadores, niños desamparados, wayús y ciudadanos comunes y corrientes se mezclan con lateros, huelepegas, crackeros, indigentes, ladrones, policías y homicidas. Y a veces las identidades y los roles son sorprendentemente intercambiables y hasta desechables.

Una mezcla explosiva que empuja al despacho de Interior y Justicia, al ministro Lucas Rincón, a presionar, a exigir, a demandar celeridad en la resolución de los casos que conmueven la opinión pública. La muerte de los más vulnerables, de los más marginados, de aquellos que el ciudadano quisiera tornar invisibles, al punto de arrebatarles su condición de miembros del género humano desemboca en una fiera búsqueda del "asesino de la piedra", que ya lleva más de diez víctimas fatales, en una secuencia criminal que no necesariamente tendría un solo autor.

Javier, conocido como El Pelón, es detenido como el enemigo lógico y natural de quienes rompen las bolsas de basura y dificultan su labor de trabajador del aseo en la empresa Fos-

El universo de extraños seres que coexisten en las calles y avenidas de una ciudad cada vez más abandonada a su suerte es de lo más heterogéneo, especialmente de noche. Prostitutas, transformistas, gays de closet, adictos, jíbaros (detallistas de la droga), taxistas, vendedores de perros calientes, aguantadores, niños desamparados, wayús y ciudadanos comunes y corrientes se mezclan con lateros, huelepegas, crackeros, indigentes, ladrones, policías y homicidas. yo fumo piedra, sí me drogo. ¿Cuánto tiempo tienes tú consumiendo? Dos meses y medio. ¡N000!, yo tengo todos los años del mundo. Mi papá es músico, baterista, se arrebata. Mi tía Roxana también es percusionista de la Simón Bolívar y se arrebata. Yo fumo con mi abuela, con mi abuelo...es como la heroína. Yo me pinché en Alemania y a los siete años —que pa' eso la piedrita no es un coño—, la heroína es tan arrecha que se queda en tu cuerpo y a los siete años te explota y me explotó otra nota en La Guaira. Así, me explotó otra nota, así. Alucinante. Tal cual Snoopy".

IL a piedra es, sin duda, uno de sus temas de conversación

favoritos de los habitantes de la calle; en torno a ella gira su vida: "Eso para mí es... o sea que lo busco en la noche para siempre tenerlo en la mañana y hay veces que hasta tres días estoy en eso. Cuando la tengo me agarra la policía. Bueno, todas las he pasado, pero ellos son gente igual que uno, que de repente consumen hasta más. Yo fui un día y empecé a lavarle las motos a los policías, ellos me daban las piedras y rompí el miedo, el temor a ver un policía y timbrarme. Ahora no, ahora lo hago con normalidad, me dejo ver". El universo de extraños seres que coexisten en las calles y avenidas de una ciudad cada vez más abandonada a su suerte es de lo más heterogéneo, especial-

puca. El insistente rumor es que se le ha incriminado por homicidio calificado como un chivo expiatorio. Tras más de un mes detenido es liberado con boleta de excarcelación número C 3528 emitida por la juez Clotilde Condado de la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones. No hay suficientes pruebas de convicción para mantenerlo preso, para señalarlo sin lugar a dudas razonables como el asesino en serie que ha regado la sangre de los más pobres en las aceras de la zona seis de la Policía Metropolitana: Plaza Venezuela, Los Caobos, La Campiña y Las Palmas. No era su ruta, el proceso de reconocimiento estuvo viciado. Su abogado, Carlos Durán Falcón asegura que las experticias hechas al carro de su defendido y las pruebas de esfuerzo y examen psiquiátrico arrojaron resultados que prueban que es inocente. En el CICPC no están tan seguros. Por la subdelegación Simón Rodríguez el comisario Pedro Magallanes niega, lacónicamente, que Ortega Rojas esté libre de sospechas e incluso libre y reincorporado a su trabajo en una nueva ruta. Siguen las inconsistencias pero también las investigaciones. Para Durán Falcón lo que viene es sencillo: "La guerra es entre ellos. Esa es una cuerda de personas dementes, todos adictos y alcohólicos. Allí no hay uno sano. Eso es entre ellos mismos y tú verás que la PTJ va a llegar a esa misma conclusión".

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Ortega fue liberado, pues se demostró que no tenía la fuerza para levantar las piedras asesinas y en su carro no se encontró el polvillo residual de esta inusual arma homicida. Sin embargo, Durán Falcón está convencido de que los indigentes del área, en su mayoría subalimentados, tienen la capacidad de levantar ese peso bajo el efecto de la piedra. Superpoderes que algunos desearían.

Como si se tratase de un juego perverso de la morbosidad colectiva, suerte de reedición del circo romano, las hipótesis abundan, desde el hombre sin rostro que teóricamente habría sido violado por un indigente y ahora cobra anónima venganza o el grupo de facinerosos de ultraderecha que mata con la convicción de la profilaxis social o racial, hasta el móvil político que desde la vicepresidencia de la República buscaría incriminar a Enrique Mendoza, mediante la compra de conciencia de tres jóvenes clase media que posteriormente serían reivindicados como héroes de la revolución. Los más simplistas, se encogen de hombros y aseguran que se trata, sencillamente, de una guerra entre los mismos indigentes y recogelatas por drogas o territorio. Snuff movies y fsectas también entran en el menú de opciones, mientras el caso sigue sin resolverse y los eslabones más débiles de la cadena siguen padeciendo un insomnio forzoso.

Estas, desde luego, no son las calles de New York o San Diego, donde un par de supuestos cineastas decidieron pagarle a los mendigos por dejarse filmar mientras eran objeto de las más degradantes acciones por parte de adolescentes de clase media. No es, indudablemente, lo mismo matar a un mendigo con una piedra a comprarlo por una doughnut y una cerveza para que se saque una muela con un alicate o se deje grabar atado a un árbol mientras un adolescente lo orina. Son grados muy distintos de perversión, de miseria. Aquéllos siguen vivos y pueden ser vistos en dos videos que Ray Laeticia y Ty Beeson venden a 19,95 dólares a través del sitio web www.bumfights.com . Estos, los de acá, están muertos y algunos de ellos sin nombre ni doliente alguno.

L a calle no es la libertad extrema o la anarquía que algunos imaginan. La calle tiene sus reglas, sus rutinas. Sólo que algunas de ellas dependen estrictamente del más pleno ejercicio del libre albedrío y la más básica supervivencia: lunes, miércoles y viernes hay que visitar ciertos puntos; el botín hay que esconderlo en la bolsa o hay 9ue descansar y comer los fines semana para poder fumar corrido de lunes a viernes. Otras las pone el mercado, la ley de la oferta y la demanda, o el ambiente, como la ley del más fuerte. Una de las reglas importantes es saber que no hay amigos: "En la calle no puedes confiar en na-

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die, ni siquiera en ti mismo" dice Yorhan, de 18 años de edad y con más de trece en la vía. Otra es identificar rápidamente quiénes son los potenciales enemigos. Saber usar un cuchillo y tener velocidad en la reacción y la carrera son destrezas vitales.

Claro, a veces la piedra altera los reflejos y ralentiza las respuestas. Eduardo describe lo indispensable: "El saber relacionarte con la gente, con los otros. Y hay otros que son...acuérdate que está el que consume y el que la vende. Y el que la vende es tan rata como el que está en la calle. Ha estado en prisión y se ha tocado, ¿me entiendes? Y el tipo se ha condicionado. Y ésa es una persona que tiene el infierno ganado...yo me siento muy mal conmigo mismo porque no le sirvo a dios. O sea porque no quiero hacer un embuste de mi vida, porque yo soy feliz así y sé que dios me acompaña. En muchas oportunidades estoy a altas horas de la noche y se han parado tipos y me han apuntado. No sé.

Y han estado así, a punto de matarme y se han ido.. Todo el mundo me dice: ¡tú tienes un ángel!"

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Yorhan carga todo el dolor posible, todo el desamparo en su mirada. Su cuerpo está marcado, lacerado por cortadas de botellas, marcas de tiros y puñaladas. Hace ya tiempo que no visita un baño y su ropa cuelga enorme y sucia. Cojea al andar, su pierna está rota. No sonríe.. Duerme todas las madrugadas cerca de los perrocalenteros de Plaza Venezuela. Ellos lo alimentan, él barre. Es apenas un niño abandonado a su suerte, un niño que nunca creció. Atisba desde la esquina que ocupa en la oscuridad y parece escuchar, sin comprender demasiado, lo que cuenta Eduardo! "Mira, vives angustiado. La soledad es muy mala. A mí me gusta estar solo, particularmente porque siempre fui rebelde, ¿no? Mis padres me sometieron mucho.

Soy de Caracas pero nací en Londres. Mi mamá era maquilladora de televisión y mi papá, bueno, músico. Entonces, bueno,

entre la maldad e ir descubriendo respuestas que ni tú me las dices, ni me las dice la calle, ni me las dice esta bolsa sino los años, años de estar durmiendo, no con compañeros, porque hay que estar bien loco pa' tirarle una piedra a un tipo de una manera tan descabellada".

Al extraño grupo se ha sumado Orlando José, de 23 años, que desde hace rato observaba con curiosidad e interés. Tiene barba y viste una franela roja que reza: "Sindicalismo Bolivariano con Chavez". Aclara: "Es que no tengo ropa, esta franela la saqué de la basura. Lo peor es que uno pasa trabajo, pasa hambre. Yo por lo menos como de la basura. Yo no le pido a la gente porque si uno le pide a la gente no te da, a veces quieren tratarlo a uno como si fuera un perro ¿ves? Entonces prefiero comer de la basura y aquí estoy, sobreviviendo".

Todos han cambiado su rutina desde que se han enterado de que los ronda una mano asesina que inexplicablemente se ha ensañado contra ellos, los últimos, una gente que a nadie

nientos pero aquí abajo yo la vendo en cinco mil. O sea, pero como es tan mía, como es tan pura. Yo amo los químicos, a mí me encantan los químicos, ¿Ok? Entonces es un precio que tengo que pagar, el vivir en la calle, el descubrir, coño, pero que no me rompas la bolsa dice el tipo de Fospuca. Sí, Ok, pero también la manera. ¿Tú crees que a esa gente que está matando no le están pagando? ¿O es que lo hacen de gratis? La PTJ también, la gente dice muchas cosas..."

Su mirada café se enciende cuando sueña, cuando brevemente abre una pequeñísima ventana que lo lleva de vuelta hacia su corazón —ejercicio harto peligroso cuando se habita a cielo abierto. Y de pronto lo asalta la nostalgia:"No sé, volver a ser niño. Porque entendería las cosas. Porque si fuera niño y supiera todo lo que sé ahorita fuera distinto. Sé que es algo imposible pero a la final es como un sueño y para dios todo es posible. Pero más nada me llama la atención. Me despegué mucho de la vida." Su mirada se ha apagado de nuevo,

Todos han cambiado su rutina desde que se han enterado de que los ronda una mano asesina que inexplicablemente se ha ensañado contra ellos, los últimos, una gente que a nadie le importa.

Pero no les queda más remedio que tragar seco y esconder el miedo le importa. Pero no les queda más remedio que tragar seco y esconder el miedo. Yorhan, tímida y sordamente, retorna: "Lo que está pasando es que nos están matando, alguien nos está haciendo mal" Eduardo sí lo ha pensado, sí ha leído el periódico, sí tiene una teoría: "Mi teoría es que es el gobierno. Porque anteriormente, ¿quiénes eran los más perseguidos? ¿Quiénes son los que nos echaban más varilla? La Policía Metropolitana. Ahora no se meten con nosotros. De golpe, no sé, ¿Ok? Pero tienes que vivirlo ahorita, ya yo lo sabía y como soy consumidor, porque a mí me gusta es la piedra de Pinto Salinas que es a qui-

se ha cerrado la ventana. La mirada de Yorhan es oscura, infranqueable; incluso cuando hace el doloroso esfuerzo de soñar: "Lo primero que me gustaría es sacar a mi mamá de donde está. Comprarle su casa, tener una casa, que tuviera todo.

Eso es lo que me gustaría. Que mis hermanitos vivieran bien, que no pasaran hambre".

Orlando es más práctico, después de haber perdido a toda su familia en la tragedia de Vargas simplemente pide lo posible: "Lo que dios me ponga, así sea un trabajo barriendo, lo agarro. Necesito trabajar, necesito salirme de esta vida, porque ya me tiene cansado. En esta vida yo he llevado mucha maldad..."

Maldad que sigue libre en la calle y z acecha todas las noches ante la mirada indignada pero no demasiado comprometida de los ciudadanos que llevan una vida ordenada. Entre una piedra y otra no parece haber demasiado futuro. Eduardo, finalmente, se ha decidido a explorar la bolsa de basura que estaba por abrir: "Fue chévere conversar contigo. Se ve que eres educada". Orlando pide las direcciones de los albergues. Yorhan se aleja mientras devora algo que sacó de la basura. El asesino o asesinos esperan tal vez a que la opinión pública los olvide, tal como ha hecho con sus víctimas. L

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Katyuska servida bandeja

"En una oportunidad conocí a Julio Iglesias aquí en Venezuela y me convertí en una de sus asistentes.

Yo me encargaba de sus cosas personales; sus cremas, mantener la habitación decorada como a él le gusta, colocar sus trajes en orden. Viajé con él en su avión privado por todo Londres, España y Estados Unidos, y hasta me quedé en su casa de Punta Cana... Mientras yo viajaba con Julio Iglesias, mi esposo estaba aquí".

"El sexo es importante en un 99 por ciento, pero no debe convertirse en rutina.

Es como si te gustara la ensalada de cangrejo. Si te la dan todos los días, servida igual, te cansas y llega el momento en que dices: ¡no quiero más cangrejo!".

"El ser infiel es algo tan... yo hablo mucho con mi esposo.

Por ejemplo si un ex novio me invita a cenar yo le digo: 'gordo yo voy a cenar con fulano de tal'. Nos tenemos mucha confianza y sería absurdo serle infiel".

"Soy más apasionada que romántica. Me gusta seducir con movimientos, miradas... tocarme la tirita de la blusa, acariciarme un poquito..."

"En mi vestier tengo cinco gavetas llenas de ropa interior.

Tengo prendas de semicuero, de cuero, de piel de tigre, de cebra, con plumitas, con circulitos que tienen la parte de los senos descubierta. Y la cosa es que yo no uso ropa interior en mi día a día, me incomoda. Y todo es 10 reserva t'ANA Mis noches creativas".

Nombre y apellido: Katyuska Rivas. Ocupación: modelo, actriz y propietaria de Figs Café en Altamira. Previamente vista en: A Calzón Quitao de RCTV y numerosas vayas publicitarias. Actividad presente: Interpreta a Lucrecia en Qué buena se puso Lola (RCTV).

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Que bromo tan seri

con Emilio lovero y Laureano MĂĄrque lunes o viernes desde las 12 del mediodĂ­

r Con el arte puesto amgi~~1

iempre me ha parecido que vestir con sentido, estilo y buen tino, es un ejercicio artístico que no requiere demasiadas justificaciones para ser estimado en su justa dimensión. Cuando vas por la calle con la mirada atenta a cuanto estímulo existe en la ciudad, intentando ingeniarte una puesta en escena radical y divergente cada día, descubres que tienes la capacidad de aprovechar las reglas esclavizantes y autoritaristas del mundo del consumo, para transformar tu mente en una maquinaria ágil, revitalizante y de asociación inmediata. El asunto funciona más o menos así: vas caminando por Sabana Grande, asqueada por el mal olor de las calles del deteriorado ex boulevard principal de la ciudad, y mientras piensas en las tres o cuatro faenas que aún tienes que resolver para concluir el día con un estimulante cúmulo de vistos buenos en tu agenda, no le quitas la mirada a los tarantines de los buhoneros,

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ni a las vitrinas de las tiendas que se apilan a tu paso. Fuera de todo pronóstico, la tienda de doña que te sorprende desde la izquierda, te ofrece la insospechada oportunidad de adquirir alguna pieza de mal gusto, que amarrada a otro contexto, te hará lucir como una diosa informada, arriesgada y ultra moderna...

Tu mente no para de trabajar, vive al servicio de tu ropa y tu apariencia. Amas mimetizarte con las tendencias en alza, tienes un presupuesto mucho menos que espléndido y como no cuentas con los servicios de un estilista personal, necesitas un entrenamiento mental que te ayude a entender que puedes combinar el collar largo de perlas de tu abuela, la gargantilla de terciopelo que nunca lograste desechar, la gorra unicolor de tu hermano menor, una faldita romántica con encajes que guardas para ocasiones especiales y la franelilla de surf vintage que buscaste como loca por toda la ciudad para dar con el look de la temporada. Todo esto te lo puedes poner al mismo tiempo, inspirada en cierta atinada y muy en yoga conciencia ecléctica que te acercará sin mayores esfuerzos al espíritu propuesto por la crisis universal, las sentencias preapocalípticas y el editorial de moda de una de las más recientes portadas de la revista Teen Vogue, protagonizada por la joven y guapa actriz de la serie The 0.C., mischa Bartgn, Cierta constante decodificación del entorno que te inspira, te tortura, te fascina o te agobia (da lo mismo), te hará suscep-

tibie a los códigos de tu tiempo y a la expresión iconoclasta y exagerada del individuo que te ocupa sin ganas de pasar inadvertido. No importa qué edad tengas, si necesitas que la gente sospeche de ti cosas maravillosas, no debes abandonarte al anodino esquema de vestir aburridos conjuntos de taller en predecibles combinaciones cromáticas.Vestir con creatividad es pensar con desenvoltura y libertad.

Mis detractores dirán que este cotidiano ejercicio de conciencia estética es estresante y tendrán razón. Mientras te ejercitas para sobrevivir con gracia en el mundo de las formas y los objetos, serás botín de irreductibles demonios, por creer en el embrujo redentor de la sensualidad y el deseo. No importa, a alguien hay que venderle el alma, y yo prefiero venderle el alma al diablo, a cambio de aprender a vestirme y desvestirme con arte, apasionamiento y creatividad.

Ser y estar son conjugaciones que riman con ver y mostrar. En todas partes hay un objeto digno de tu deseo y en todo deseo hay un crimen oculto. La creatividad es un ejercicio irremediable e inevitable de la conciencia lúdica y el pensamiento lúcido; por eso, en un siglo sentenciado por las apariencias, el arte hay que llevarlo puesto: en la lengua (el verbo), y en la piel (el cuerpo). De otro modo, el aburguesamiento conformista y acomodaticio de la mentalidad clase media, te convertirá en un espécimen amaestrado por la senilidad precoz.

Tofano@hotmail.com

41' Rinde culto a la santísima trinidad de la trattoria. Calle Monterrey, entre Av. Río de Janeiro y Calle Madrid, Las Mercedes. Telf. 993.6325 D Asia Latina. Fusiona el sabor asiático con la textura latina. La moda por encima del gusto. Av. Ppal. La Castellana, Edif. Multinvest, Local 1 P.B. Telf. 263.1412 ~ Avila Tel. Dio a conocer la auténtica cocina del Sol Naciente en Caracas. Edif. Coinasa, Av. San Felipe, La Castellana. Telf. 263.0806 Baci. Hasta hace poco Bice 1926, la carta se mantiene sin mayores sorpresas. Centro San Ignacio, Nivel Terraza, La Castellana. Telfs. 267.7383 12 Bar SI. La carta panasiática hace gala de seductoras fórmulas. Calle Madrid, entre Veracruz y Caroní, Las Mercedes.

Telf. 993.9124 U Basque. Una cima de la mesa vasca en Caracas. ImprescinAntica Factoría.

Vivanda: El vicio de la trattorio

dible reservar. Alcabala a Peligro, Candelaria. Telf. 576.5955 Café Andreas. El cordero de Eduardo Moreno está causando revuelo. Segunda transversal, Campo Alegre. Telf. 267.5351.

D Café Atlantique. Cantineaux hace entrar a los ingredientes criollos en la horma francesa. Av. Andrés Bello, Edif.

Atlantic, Los Palos Grandes.

Telfs. 287.0630 Café de Museo. Tras mutaciones sin fin, ancla en una fórmula de acierto: cocina vasca con precios al alcance de bolsillos ingrávidos. Responde por el sabor quien estuviera antes frente al fogón del Club Vasco MACCSI. Telf.577.4892 CICala. Una propuesta con acento italiano, donde lo mejor es la decoración del local. Calle Madrid, Entre Mucuchíes y Monterrey, Las Mercedes. Telf.

993.0185 El Casa Cortés. Juan Cortés hace gala de su hospitalidad

proverbial. Sexta avenida, entre 3' y 4a transversal, Altamira.

Telf. 264.4480 O Cega. Una sala de degustación que funciona sólo para el almuerzo. Impera reservar.

Quinta Herminia, entre la Plaza Morelos y la Av. Este, Los Caobos. Telf. 571.3354 111Chez Wong & Grill. El mejor restaurante de comida china de Caracas. Av. Principal de La Castellana, frente a la plaza, Edif. lasa, PB. Telf. 266.5015 Ceviche Bar. De la invención de Víctor Moreno, doce variedades de ceviche y tapas latinoamericanas. Sexta avenida entre 3' y 5' transversal, Qta. Buono, Altamira.

Telf. 263.0505 266.7638 O Costa Vasca. De los más viejos de la capital, sigue apostando al lenguado al champagne. Calle Los Chaguaramos, La Castellana. Telf. 266.4276 Damasco. Arabe, es un secreto a voces de la capital. Av. Guaicaipuro, Centro Metropolitano, local 39, Chacao. Telf. 266.6695 DEI Hato Grill. Hervidos, queso de mano y lomito encebollado atraen a un público diverso.

Avenida La Salle, Los Caobos.

Telf. 793.0263 ~ El Mesón de Andrés. Con precios atractivos, ofrece lo mejor de Asturias, Galicia y las Vascongadas. Av. Francisco de Miranda, Edificio Hollywood, Chacao. Telf. 263.0092 El El Palmar. Ha logrado mantenerse en el gusto capitalino, al que le presentó el pato pequinés.

Ny. I conardo da Vinci, Colinas

de Bello Monte. Telf. 751.4442 El Tarantín de Valentina.

Los domingos sirven desayunos criollos. Tercera transversal entre 2' Avenida y Avenida Andrés Bello, Los Palos Grandes.

Telf. 285.8839 ID Fenicia. Arabe, su plato mixto es el más pedido. Tercera avenida entre 2' y 3' transversal, C. C. La Giralda, local 6, Los Palos Grandes. Telf. 285.9940 Garden Grill. Comida mediterránea con fuertes inclinaciones italianas. Tercera transversal con la avenida, Res. Paramacay, locales 1 y 2. Los Palos Grandes.

Telf. 284.3655 ~ Granja Natalia. Una vista de película desde Galipán contribuye a la satisfacción del paladar. Es imprescindible llamar para acordar el ascenso. Telf.

0414-210.6222 Hermann. Cocina ecléctica a precios aún sensatos. Animadísimas veladas. Av. Francisco de Miranda, Centro Lido, Nivel Parque, Campo Alegre. Telf.

953.4560 O il Caminetto. Para los nostálgicos de los tiempos de Da Franca, éste es prácticamente el paraíso. Final Av. Principal de Las Mercedes, frente a Paseo Las \ Iercedes. Telf. 993.9047 II Grillo. La pizza es el plato estelar. Zona de eufóricos herederos, también está al alcance del común de los mortales. Segunda avenida con 4' transversal. C. C. Lag Cúpulas. Los Palos Grandes.

Telf. 286.9715 La Montanara. Italiano,

Ei Establecimiento consolidado cuyo conjunto de virtudes universales ha mantenido un alto promedio a lo largo de los años hasta convertirlo en una institución O Establecimiento cuyas virtudes específicas más sobresalientes lo han elevado a través del tiempo a un lugar de particular consideración ElEstablecimiento reciente, o más o menos reciente, cuyas virtudes universales o específicas, individualmente o en conjunto, sedujeron desde el primer momento 76

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La conocida Ana Belén Myerston sigue atrayendo al young set caraqueño.

Calle Madrid con Monterrey, Las Mercedes. Telf. 991.2577 New Spizzico. Para los paladares deseosos de contundentes sazones itálicas y mediterráneas. Av. Principal de La Castellana. Telf. 267.8484 Nobu Sushi. Punto de la comida asiática en Caracas.

Abierto de lunes a lunes. Segunda avenida entre 4a y 5' transversal, C. C. Las Cúpulas, Local 9, Los Palos Grandes.

Telf. 285.6443 Oro Café. Desayunos criollos, almuerzos y meriendas con los secretos de Scannone. Edif.

Coinasa, Nivel Mezanina, Av. San Felipe, La Castellana. Telf.

264.5937 El Pakea. En Galipán, este vasco se ha ganado a le tout Caracas. Indispensable reservar y acordar el asunto del ascenso.

Telf. 415.5353/0416.714.4854 Pazzo. Fabrizzio Romani demuestra su saber en sus sabores. Av. Los Chaguaramos, La Castellana. Telf. 264.3232 y 263.3247 El Saigón. Platos clásicos de bistrot preparados con orientales ingredientes. Centro San Ignacio, Nivel Chaguaramos, La Castellana. Telf. 266.5610 O Salón Cantón. Un seguro bastión de la cocina cantonesa.

Torre Tamanaco, Piso E-2, San Román. Telf. 993.2191/2566 y Av. Los Chaguaramos, La Castellana. Telf. 267.7595 Samui. Aquí manda nada menos que el cónsul honorario de Tailandia en Venezuela. Av. Andrés Bello con la transversal, Los Palos Grandes. Telf.

285.4600 Sotto Voce. Es indispensable reservar para degustar las reinvenciones italianas del chef Reison Frioni. Sólo Apto para ~ Mokambo.

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Quienes han visitado este nuevo restaurante, más que exaltar los sabores de su cocina, quedan sorprendidos por la monumentalidad del local, cuyo toque retro evoca alguna instalación neoyorkina asimilada al trópico caraqueño, con la ciudad y el cerro al fondo. Si la perspectiva espacial corta la respiración, el repertorio culinario consignado en la carta...

Terrazas del Cubo Negro. Chuao. Telf. 959.4606

abre los domingos en la noche para despedir el weekend en torno a pizze de primera. Calle Caroní con calle Madrid, Las Mercedes. Telf. 991.2812 O La nueva casa de los chinos.

Este restaurante ha sabido mantener una carta cantonesa sabrosa y auténtica. Pilita a Bucare, Edif. Jucadi, Local A, Santa Teresa. Telf. 481.0741 La viña del señor. Protagoniza el vino en compañía de tapas que no tienen pérdida. Centro Comercial San Ignacio. Nivel Terraza. Local T-45. Av. Blandín con Santa Teresa de Jesús. Urbanización La Castellana. Telefax.

262.1747 O Le coq d'or. El bistrot más querido de los caraqueños en otro lugar. Av. Río de Janeiro con calle Trinidad, Torre Centro Río de Janeiro, P.B. Las Mercedes. Telf. 993.4320 Le Galipanier. Cocina de los Alpes en las cumbres del Avila, de cara al Caribe. Dotado de todos

los requerimientos para una oferta centrada en el fondue: de carne, de queso y de cacao. Soberbia vista de mar y montaña. Se impone reservar y acordar el acceso, a partir del teleférico o del Hotel Avila. Telfs. 0416.6215760 y 0414.2499631.

O Le petit bistrot de Jacques.

El menú de clásicos franceses son la baza de Jacques Bouvet. Av. San Felipe, La Castellana. Telf. 263.8695 El Limoncello. Sobre el sempiterno Juan Sebastián Bar, este es un restaurante de clásico repertorio italiano. Av. Venezuela, El Rosal. Telf. 951.5575 El Malabar. Una minuta de trazas francesas es ideal para culminar la velada, que también puede extenderse en el lounge.

Av. Orinoco de Las Mercedes.

Telf. 991.3131 Mastranto. Las recetas clásicas criollas son su enseña. Calle New York, entre calle Madrid y Av. Río de Janeiro. Telf. 991.1618

treinta y seis paladares. Segunda avenida con 4' transversal, C. C. Las Cúpulas, Los Palos Grandes.

Telf. 285.8510 Shangri La. La cocina panasiática es ejecutada por profesionales de ojos rasgados. Centro Comercial Sambil, Nivel Feria, Av. Libertador, Chacao.

Telf. 263.8183/2406 CITequilibrio. Botanas, tacos, antojitos y demás especialidades mexicanas. Av. Francisco de Miranda, Edif. Banco del Orinoco, Mezzanina, Local 2, La Floresta. Telf. 285.4210 O Terraza Steak House.

Elegante comedor de carnes con aspecto de pecera. Av. Trinidad con calle Madrid, Qta. Los Urbanos, Las Mercedes.

Telf. 993.9539/0857 O Tupé. La comida criolla reinterpretada y refinada sorprende a los comensales. Sexta transversal entre 3' y 4' avenida, Los Palos Grandes. Telfs.

286.8080, 283.3767 O Urrutia. Las especialidades de Euskalerría no defraudan desde hace décadas. Av. Francisco Solano, Esquina Los Manguitos, Sabana Grande.

Telf. 763.0448 ~ Vivanda. Vizio versión trattoria con precios que no asustan. Piso 5. C. C. Tolón. Telf.

300.8970/8978 OVizio. Este restaurante italiano logra platos como los tagliolini de azafrán con camarones, vieiras y vongoles. Av. Luis Roche, Casa Rómulo Gallegos, Altamira. Telf. 285.5675 Vlassis Le Med. Su especialidad es la cocina mediterránea.

Tercera transversal entre Andrés Bello y 2' avenida, Los Palos Grandes. Telf. 286.8875 White. Cocina mediterránea, sencilla pero impecable. Centro Comercial San Ignacio, Nivel Chaguaramos, La Castellana.

Telf. 714.9902 SEPTIEMBRE 2004 EXCESO

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os noches atrás, cuando N terminaba de rociar mi cuerpo de colonia, escuchaba a Yelow Yackets y me ponía un vestido E ligero, llegaron Isabel y Raisa con la novia del hermano de la primera. Venían a convidarme para que les acompañara a El Hatillo, pues la cuñada de Isabel se debía reunir con un amigo que iría a trabajar a Mérida, durante varios meses, como director de arte en una nueva película, y quería que ella se ocupara del cuidado de la casa y los animales.

No sé por qué accedí, si lo que quería era pasarme unas horas disfrutando de la música y de mi té nocturno; pero ante la insistencia de Isabel me cuesta dar una negativa.

Aunque la dirección era complicada, Isabel se encargó de sacarle partido a la situación. No sé si el efecto de las cervezas que compramos por el camino nos distrajo de la dirección correcta, pero la historia comenzó desde las horas en que anduvimos perdidas entre curvas y arbustos.

Abrasadas por los sofocones de las cervezas encontramos la casa. Allí nos esperaba él, y digo que nos esperaba, pues cuando vio llegar a estas tres mujeres, no se sorprendió. Más bien, con la calma y el silencio que lo caracterizaban, nos recibió como si supiera lo que sucedería después.

Se fue a la cocina con la cuñada de Isabel para concluir algunos detalles. Nosotras tres marcamos con nuestro aliento etílico cada rincón de la sala, que había quedado a nuestra disposición. Dos perros y un gato eran la única compañía de nuestro amigo, por lo que ante cualquier plan de acercamiento, el primer paso era ganarse a los animales.

Raisa fue al carro a buscar las cervezas que quedaron, al tiempo que la cuñada de Isabel y él regresaron de la cocina con todos los acuerdos listos.

Isabel deeilb probar los CD que estaban organizados al lado del equipo de sonido, y bailar. Raisa repartió las cervezas, pero quedó sobrando una, la que le hubiese correspondido a él: no quería en ese 7ó

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momento. Se escuchó Aixa, de Khaled, mú-

sica árabe ante la que Isabel no pudo contenerse. Pidió una ropa que le ayudara a perfeccionar su show, e inmediatamente tuvo un pareo que le cubría parte de las ca-

eseo en

El Valle

deras y muslos, pero que dejaba al descubierto detalles suficientes para excitar al más tímido de los hombres, por no hablar del grupo de mujeres seducidas de las que ya me sentía parte.

Con su blusa recogida y su cabellera suelta, Isabel llenó de contorsiones el espacio. Detrás le siguió Raisa, quien sólo se quitó los zapatos. Yo me encargué de que la música no parara, y de que mi saliva no cayera de un golpe contra el piso donde se deslizaban esos dos cuerpos benditos.

Poco le faltó a Isabel para terminar desnuda. Raisa quedó sin aliento y sin franela. Yo preferí cambiar de CD. Escogí música salsa para inducir al único hombre que teníamos a hacer algo más que resbalar sus ojos verdes sobre la piel de las dos mujeres. La cuñada de Isabel prácticamente no existía.

El baile continuó por un rato, pasando de un CD a otro; pero no lográbamos algo que lo hiciera mover. Agotado este recurso, a Raisa se le ocurrió la desquiciada idea de tomar un masajeador de madera que descansaba sobre una de las mesas, y comenzar a probar en nosotros el cosquilleo que se experimentaba en los pies. Ahí estaba el secreto.

El masajeador fue pasando de mano en mano. A cada cluien se le ocurría un lugar de la piel donde aprovechar de las bondades de este artefacto. Nosotras ignorábamos por qué, a pesar de haber manipulado tanto esos cuerpos, de haber probado distintas estrategias, no lográ-

bamos someterlo a un deseo desenfrenado que lo pusiera a nuestros pies.

Para Isabel resultaba imposible aceptar que su presencia no lograra doblegar a un hombre de pasión y lujuria, por lo que la última vez que el masajeador cayó en sus manos, pidió que nos levantáramos, se acercó detrás de cada uno y pasó las ruedas por nuestras nalgas.

La sensación pudo haberme hecho enloquecer, pero la reacción —la única, la primera— de él, saboteó mis planes. En la medida en que Isabel rodaba por aquellas nalgas su ímpetu hecho madera, el cuerpo de varón fue cambiando de actitud, su mirada fue negada al cerrar los ojos, su boca fue entreabriéndose temblorosamente, sus manos comenzaron a recorrer su propio cuerpo como si se tratase de otro.

Isabel no dejaba de acariciarlo. Yo, que estaba de frente, me di cuenta cómo debajo de su short se fue formando un gran bulto. Raisa se integró a lo que estaba sucediendo. El miedo me impidió dar paso alguno. Vi cómo los perros y el gato se fueron tranquilos a la terraza.

El se recostó boca abajo sobre la alfombra del suelo, de forma tal que no se detuviera lo que mis amigas le hacían. Ya era un hombre hechizado por ese par de mujeres, como pocas he visto.

La cuñada de Isabel prefirió irse al cuarto de baño, cuando vio que aquélla soltó el masajeador y metió sus manos dentro del short del amigo. Isabel, con su cara de vencedora, me pidió que le buscara algún tipo de aceite.

Embadurnados sus dedos, fueron complaciéndolo con caricias superficiales, hasta que él, sin aguantar más les pidió por señas, que penetraran su cuerpo.

Isabel, quien siempre se las arregla para llevar el mando, explotó la firmeza de su carácter, y aprovechándose de la flaqueza que lo llevaba a él a sucumbir, le propuso un trato.

finalmente él fue satisfecho por la ha-

bilidad

y las mañas de mis amigas; pero antes tuvo que cumplir con el religioso deber de complacer, durante algunas horas, el deseo de ser penetradas, que ellas habían impuesto como condición.

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