Revista Exceso edición nº 160 febrero 2003

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na subasta de estelares caldos de todo el mundo tendría lugar en la víspera de CL unas Navidades que pasaron en blanE co. El primer Salón Internacional de Gastronomía que, con éxito incontroverti• ble, organizara la Editorial Exceso en los esE pacios del Hotel Tamanaco, sería el último aleteo del buen vivir antes de la larga parvedad que prometía el Paro Cívico Nacional. Los amantes de la buena mesa y los grandes vinos y destilados intuirían la ordalía por venir, y, al grito de "hoy comamos y bebamos, que mañana ayunaremos", acudieron masivamente al hotel caraqueño para recorrer y —degustar— la variadísima oferta de manjares y bebidas repartidos entre más de veinte stands de las El embajador Charles Shapiro, el alcalde Capriles Radonsky y Héctor Soucy

Domingo Delfino, Gloria Valderrama y Willy del Nogal entre las bellas anfitrionas

más prestigiosas casas relacionadas con la elaboración e importación de productos gastronómicos, vinos y bebidas. Miles de gourmands y curiosos desfilaron por el Tamanaco para disfrutar de tan tentadora oferta y entre catas, degustaciones y conferencias, tendrían ocasión de ser parte de las actividades principales del acontecimiento gastronómico. Una subasta de grandes vinos, que puso en puja etiquetas de cosechas irrepetihles —aparte de valiosísimos lotes fuera de catálogo—, haría sonar el martillo para colocar no menos del noventa y ocho por ciento de tan exquisita mercancía. La etiqueta más

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La gente de Di Masi

Paul Launois y Ana Belén Myerston


Armando Scannone, Alfredo Scannone y Vladimir Viloria

11111157.' Morris Narrar y el equipo de St. Honoré

Los representantes de Villiger

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antigua entre las subastadas, un Madeira Malvazia Barbeito de 1900, al igual que el irresistible Chateau Gilette de 1959, entre otros magníficos caldos, como un Chateau Latour 1929, llegarían hasta quintuplicar sus precios de base. La subasta contó con el asesoramiento de Daniel Oliveros, propietario de la Royal Wine Merchants Ltd. de New York y el experimentado martillo de Odalys Sánchez. Otra subasta se serviría de la gastronómica ocasión: bodegones de las más renombradas firmas venezolanas fueron sometidos a puja también por la señora Sánchez. Memorable sería también el almuerzo a

la manera de don Armando Scannone. El más fiel amante de la cocina patria por primera vez supervisó la confección de sus recetas fuera de su casa y el fogón privilegiado sería el del restaurante Le Gourmet. Expertos gastronómicos del patio y allende fronteras estarían presentes, así como enólogos del nuevo mundo y del viejo. De España viajaría hasta Caracas la muy sabia hacedora de caldos, doña María Isabel Mijares. Todas las actividades programadas estuvieron de bote en bote y agotaron las reservaciones varios días antes de la inauguración: las catas de vinos y destilados, así co-

mo las degustaciones de caviar y champagne, chocolate y puros, los foros y talleres que versaron sobre la elaboración de productos gastronómicos, su origen e historia, la cocina tradicional venezolana, la cocina como motivo del arte, y las vanguardias culinarias del mundo, materia en la que los más jóvenes mandiles del país se adentran sin tapujos y con gran inventiva. El Salón Internacional de Gastronomía superó en su primera edición todas y cada una de las expectativas de sus organizadores, que ya preparan el correspondiente a este año, a realizarse, providencia mediante, en noviembre.

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Confinados en los libros Los poco atléticos, aquellos que proscriben toda tendencia deportiva, probablemente optaron por el más absoluto de los encierros leyendo una y otra vez tomos de su vieja biblioteca. Abrumados por el aluvión noticioso y en ausencia de la programación predilecta, es posible que se encuentren fatigados por el reiterado repaso de los sospechosos habituales al momento de escoger latincamerwa lectura. telenovela • Para ellos y también para el resto, un libro que, según Cabrujas, pone orden y sistema al género latinoamericano odiado, amado y por unos meses extrañado: la telenovela. Alfadil Ediciones presenta una obra póstuma del reconocido intelectual José Ignacio Cabrujas, Y Latinoamérica inventó la telenovela producto

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En doble tracción En estos tiempos, las mascotas se alegran porque finalmente sus dueños se ocupan de pasearlas a diario. Sin duda, lo que ha sobrado es el tiempo libre. Las bicicletas se convirtieron

Un final con uvas Un buen libro más un vino es suma de satisfacciones, y si el libro es muy bueno lo propio es acompañarlo con el mejor de los vinos. Dos sugerencias para mejores tiempos:

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áe tspana un cava,

del curso-taller que fuera dictado por el fallecido dramaturgo en el Instituto de Creatividad y Comunicación.

de finas y delicadas burbujas. Segura Viudas Heredad

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en artículos de primera necesidad y cada quién acudió a la tienda más cercana o a la casa del vecino deportista para ajustar tuercas, inflar cauchos y buscar los repuestos que pensó nunca más necesitar.

Cava se siente fresco en nariz y no puede ser mejor en el paladar. Para variar, puede optarse por un tinto joven, de color claro y notorio aroma a fruta madura, un Beaujolais-Villages Calvet de Bourgogne. En todo caso, a lo mejor llega a haber causas para celebrar.


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de una revolución de la inteligencia y Chávez es el líder de una revolución de la ignorancia. Ese es el contraste tan grande", pondera un destacado miembro del grupo de veteranos petroleros que más se han expuesto durante el conflicto, José Toro Hardy, probablemente sin ánimo de rescatar aquella extravagante doctrina de Luis Alberto Machado que tanto diera que hablar a principios de los años ochenta, aunque sí parece asomar la olvidada tesis de la civilización y la barbarie que Rómulos Gallegos pusiera al servicio de esa novela extraordinaria, Doña Bárbara. ¿Tendrá Juan Fernández la suerte de Santos Luzardo?

Sin duda, Juan Fernández pregona y encarna, al menos en apariencia, valores que contrastan no sólo con el salvaje populismo del actual mandatario, sino con los modos de la vieja política, aquélla cuyas taras nutrieron la avasallante elocuencia con que un militar golpista se hizo de la mayoría de los votos en la última campaña presidencial de la llamada cuarta república, y la primera de la aún incomprensible quinta república. En un salón del hotel Marriot, el incansable presidente de la asociación civil Gente del Petróleo accede a un aparte para insistir en la idea: "El gran valor que tenemos muchos, la gran mayoría de

los empleados de Petróleos de Venezuela, es que nos gusta el esfuerzo. Estoy convencido de que en Venezuela son una minoría los que responden a ese estereotipo de que el venezolano es facilista y desprecia el esfuerzo; lo que pasa es que esa minoría probablemente es la que ha tenido el poder y ha dado el mal ejemplo. Pero la mayoría de los venezolanos lo que quiere es obtener las cosas con su esfuerzo, con su trabajo". En la liturgia diaria del Eurobuilding porfía con los principios que, a su juicio, pusieron en la calle a los hasta no hace mucho mudos tecnócratas de la estatal petrolera: "La meritocracia se llevará a todos los ámbitos... Por Venezuela lo damos todo". Y justifica el sacrificio que muchos observadores entienden como una acción kamikaze de los empleados petroleros en paro, mientras los capciosos afectos al gobierno escuchan el tintineo de una caja registradora detrás de la acción emprendida por los rebeldes. "Alguien está detrás de estas acciones", declaraba el presidente de Pdvsa, Alí Rodríguez Araque, con ofuscación hasta ahora no conocida en él, en entrevista concedida a El Universal el pasado 5 de enero, "y ese alguien tiene mucho, pero mucho poder económico, y ese alguien también quiere el poder de esta empresa y ese alguien los utiliza como títeres". El líder de los supuestos títeres no se da por aludido y machaca que se trata de una lucha de principios: "Lo que se logra sin esfuerzo rápidamente se olvida. Lo que cuesta trabajo se aprecia más", sentencia Juan sin alzar la voz, aunque sí levanta la mirada hacia la cámara de TV, que escruta en silencio durante unos segundos. La exaltación del esfuerzo va de la mano con un desprendimiento que la cultura rentista fundada precisamente en la riqueza de la que ellos, los trabajadores petroleros, se sienten artífices, no logra asimilar sin resistencia. De ahí que toda suerte de sospechas se tramen a la confusión reinante durante el paro: en el seno de la Coordinadora Democrática no falta el que diga que fueron ellos, los petroleros, los que en un momento en que el paro tendía = FEBRERO 2003

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a disiparse pocos días después de su inicio se empeñaron en continuarlo a ultranza, al costo que fuese, mientras otros apuntan que dejaron sus sistemas informáticos programados para que durara sólo una semana, tras la cual contaban con regresar a sus puestos, liberados de Hugo Chávez y el presidente de la petrolera, el ex

en las marchas de la oposición", ilustra el periodista Luis Yánez, asesor de publicidad de la nómina mayor, uno más de las últimas hornadas de despedidos. %S

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o he tenido tiempo de pensar en mi futuro. De momento, me siento muy comprometido y creo firmemente en que va-

esos que no saludan con besito ni le dan trato de "mi amor" a las empleadas auxiliares; un solitario, adicto al trabajo, que vive junto a las dos hijas que ha mantenido a su lado, pese a amenazas y acosos. Mucho ha insistido el hombre, en sus públicas apariciones, en su origen humilde, para salirle al paso a la tesis que sos-

En las trincheras de la guerra mediática

guerrillero Rodríguez Araque. Pero pasado el mes y pico, lo que salta a la vista es una masa laboral de unos treinta mil empleados entrampada en un punto de no retorno: todos los días despiden a cientos de ellos y los que sobrevivan a la razzia no podrán regresar a una empresa que ya no será aquella en la que se formaron y ascendieron, y en la que no podrán sacarse jamás el sambenito de haber participado en el paro frente a un personal de reemplazo, muy militante y afecto al gobierno, por lo demás escasamente preparado para las exigencias corporativas de Petróleos de Venezuela, la que existía hasta hace poco, al menos. El sacrificio ya deja de ser retórico. A algunos despedidos se les agotan los ahorros: "He visto a algunos de mis compañeros vendiendo botellas de agua mineral 14

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mos a lograr cambiar las cosas porque están basadas en valores muy sanos. Y estamos actuando de una manera muy pensada. Hay cosas que nosotros podemos dar y que este país puede dar", se permite confesar el pese a la circunstancial sobreexposición que le exige su liderazgo siempre parco Juan Fernández. Pero, ¿y qué tiene este Juan Fernández para mantener a más de 30 mil empleados firmes en el paro, sin pensar demasiado en el futuro? ¿Cómo llega al sitial que ahora el vasto movimiento opositor le confiere? ¿Cómo sigue en sus trece mientras otros, tenidos por muy duros, empiezan a flaquear en ese saco de gatos que es la Coordinadora Democrática? Murmuraciones de secretaria lo describen como un hombre excesivamente reservado y, por decir lo menos, altivo, de

tiene que la gerencia de Petróleos de Venezuela proviene de familias muy acomodadas o, para usar la jerigonza decimonónica del Presidente, "oligárquicas". Sus padres vinieron de Galicia, entre los miles de europeos que, sin nada en la faltriquera más que la proverbial laboriosidad que se les reconoce, llegaron a las costas por entonces —aquellos años cincuenta— auspiciosas de Venezuela. Su padre llegaría a ser un empleado subalterno, un vigilante para más señas, de la industria en la que su hijo alcanzó a ocupar una alta posición ejecutiva. Así que, por lo que a él toca, lejos de ser un coto cerrado de las mejores familias del valle, Pdvsa es un paradigma de la movilidad social que tanto ha distinguido a Venezuela entre las repúblicas latinoamericanas. Por lo demás, para un rico heredero o un señorito que


no se molesta en consultar el saldo de su cuenta corriente, no suena nada atractivo ingresar a una corporación estatal que somete a su personal a rígidas evaluaciones semestrales de las que depende principalmente el ascenso dentro una organización signada por ese engorroso principio de la meritocracia. "Petróleos de Venezuela es

Ya tiene sus cuarenta compañeros

Richter también es del petróleo

un ejemplo de movilidad social", precisa Juan. "En mi caso y el de muchos de mis compañeros, el deseo de superación es algo que nos viene de familia. Tú vas ascendiendo, vas subiendo, y eso lo vas multiplicando en tu familia y el entorno que puedes impactar". Carlos Dorado, presidente de la casa de cambios Italcambio, aseguraba en un set de Televen que serían compañeros de estudios, él y Juan, en la escuela de economía de la Universidad Católica Andrés Bello y que, al salir de clases, tomaban juntos un autobús que los llevaba desde Montalbán hasta la avenida Fuerzas Armadas, muy cerca de donde vivía la familia Fernández, en el proletario sector de Guaicaipuro. Juan, por su parte, resiente que por su color de piel y cabello y su estatura, que en mucho sobrepasa el average criollo, se le quiera presentar como hijo de los privilegios: "Aquí ha habido

alza la voz, se preguntará más de uno? "Juan Fernández es el ejemplo típico de la meritocracia, es un líder natural. Lo que pasa es que el tipo de liderazgo que estamos acostumbrados a ver en Pdvsa es un liderazgo callado, es un liderazgo disciplinado, tecnócrata, porque en Pdvsa la política nunca fue bien recibida", apostilla Toro Hardy. "Yo fui uno de los que al principio dijo, pero ¿y qué es lo que tiene Juan Fernández?", admite Yánez, con una media sonrisa. "Pero ahí lo ves. Los verdaderos liderazgos nacen naturalmente y una vez que eso sucede nadie puede ponerlos en duda". "En principio todo viene de los sucesos de marzo y abril", expone el ingeniero Alejandro Richter, con 21 años de experiencia en la petrolera y que hoy limita su quehacer a la precaria tesorería de Unapetrol, el sindicato muy sui generis

Sus padres vinieron de Galicia, entre los miles de europeos que, sin nada en la faltriquera más que la proverbial laboriosidad que se les reconoce, llegaron a las costas por entonces —aquellos años cincuenta— auspiciosas de Venezuela. Su padre llegaría a ser un empleado subalterno, un vigilante para más señas, de la industria en la que su hijo alcanzó a ocupar una alta posición ejecutiva personas como Alí Rodríguez y otros voceros del gobierno que han dicho que nosotros, los empleados petroleros, despreciamos al pueblo, y eso, en boca de personas que no saben de donde uno proviene, es totalmente injusto". Dorado —también hijo de gallegos— se ha esmerado en demostrar que de una un modestísima pensión en El Cementerio, como aquella en la que viviera su infancia y adolescencia, se podía salir —con céltico denuedo— a ocupar, con la vuelta de los años y el patrocinio de la bondadosa Venezuela, un importantísimo puesto en el mundo financiero. ¡Qué tiempos! ¿Tendrá que ver la terquedad que la tipología popular asigna al gallego que corre por las venas de Fernández con la resistencia anti chavista que encarna, aún más que los que suelen acompañarlo en el praesidium del Eurobuilding? ¿Cómo se hizo del liderazgo este catire que no

formado por el personal ejecutivo de Pétroleos de Venezuela. "Juan ya había salido en varias entrevistas en radio y televisión, quizás por el hecho de que él siempre mantuvo una forma bastante pausada y controlada para dar sus puntos de vista y de explicar las cosas que otros como Gonzalo Feijoo no tenían, con una posición más alta que la de él dentro de la industria". Richter aclara que acaba de conocer al actual presidente de Gente del Petróleo. Pese a la camaradería visible entre los trabajadores petroleros en la circunstancia del paro, la mayoría nunca se había cruzado. Nelson Rivera, el conocido asesor de imagen, ahora hace lo propio también para los petroleros y se atreve a dar con el turning point en la vida reciente de Fernández: "No conozco la manera en que él se convierte en vocero de Gente del= FEBRERO 2003

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tamos haciendo los venezolanos ahora pudiera cambiar realmente el país, con nuevos actores!". "Es un hombre que tiene una posición política", asegura un allegado que prefiera la reserva. "No sé si será una reacción y, por supuesto, de momento se cuida de hacerla muy explícita, pero él es totalmente anti cuarta república. Es un tipo con muchas ideas, que tiene sentido del mensaje, y están equivocados todos esos que dicen que él no sabe comunicarse; lo sabe hacer muy bien". Que lo refrenden las palabras del propio Fernández: "A nosotros siempre se nos acusó de ser una casta de espaldas al país y ahora que tomamos una acción de cara al país entonces los sectores reaccionarios nos acusan de haber traicionado nuestra cultura corporativa".

Petróleo. Pero creo conocer un poco a Pdvsa, y el fenómeno que él encarna tiene que ver con demostraciones de valentía en el albor de esta rebeldía. El punto fue que Fernández y otros ejecutivos fueron los que dieron el primer paso y afrontaron la crisis públicamente. Cualquiera que haya tenido un contacto orgánico con Pdvsa sabe que es un mundo donde hay una cultura corporativa muy férrea, tremendamente conservadora, que tiene como vocación por encima de todo el cuidado y el silencio, la no exposición, la no aparición, el seguimiento a la autoridad, los manuales. Juan Fernández fue uno de los primeros que se atrevió a expresar públicamente lo que pensaba, y asumir ese riesgo". Según Toro Hardy, cuando se nacionaliza la industria petrolera en 1976, el mundo político llega a un acuerdo con el

''A nosotros se nos educó con una visión de que la política no era buena. Pero resulta que lo político es lo más puro del ser humano; todos queremos tener relaciones. Nadie quiere estar apartado. ¡Qué bueno seria que lo que estamos haciendo los venezolanos ahora pudiera cambiar realmente el país, con nuevos actores! A nosotros siempre se nos acusó de ser una casta de espaldas al país y ahora que tomamos una acción de cara al país entonces los sectores reaccionarios nos acusan de haber traicionado 44

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nuestra cultura corporativa" Medina, otro que da la pelea

corporativo: la política no pasaría las puertas de Pdvsa. Pero con el advenimiento de Chávez ese acuerdo se pervierte y los petroleros de siempre debieron dejar de hacerle ascos a la política, tal como desaber Fernández: "A nosotros se nos

De modo que Fernández, el de Gente del Petróleo, tal vez sea una piedra en el zapato para esos olvidados de la vieja política que ahora procuran colarse esgrimiendo una dudosa tercería.

educó con una visión de que la política no era buena. Pero resulta que lo político es lo más puro del ser humano; todos queremos tener relaciones. Nadie quiere estar apartado. ¡Qué bueno sería que lo que es-

s domingo 19 de enero. En el salón La Esmeralda de Campo Alegre se celebra una nueva asamblea de los trabajadores petroleros, pero, esta vez, dado que es un domingo muy soleado, han llevado a las

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familias y, mientras Horacio Medina, presidente de Unapetrol, arenga, afuera los niños se entretienen con esos gigantescos inflables que no faltan en las piñatas, mientras un centenar de adultos desfilan ante las mesas donde firman los poderes para ser defendidos por los abogados laborales. A estas alturas, en que algunos petroleros se han echado a la calle a vender agua a los manifestantes que a diario llenan el asfalto de Caracas, cualquiera pregunta ¿y a dónde va esto? "Hacia un país libre", contestan sin titubeo los petroleros despedidos. De momento ese es el futuro para ellos: una pared blanca con un inmenso graffitti que reza "Venezuela libre y en democracia", y a la que van a dar inútiles cabezazos los escépticos que nunca faltan ni en las mayores emergencias. Las cosas han llegado muy lejos, no cabe duda. La estrategia conciliatoria urdida por Rodríguez Araque en abril fracasó. Y en buena parte, porque, al parecer, lo que hizo con las manos lo deshizo con las extremidades inferiores. La penetración militante de la corporación continuó, así como la presencia inaceptable del militar Pérez Issa al frente de una suerte de internal affairs en que ha convertido la División de Prevención y Control de Pérdidas, a la que han sido incor-

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cionalización, y hoy en día son parte nuestra. Para nosotros no ha sido fácil parar un sistema que queremos porque nosotros lo hicimos". Pero ¿podrá la capacidad de planificación y la formación estratégica contra esa inefable facultad que Gallegos atribuía a doña Bárbara y Chávez parece encarnar: no la de acertar en sus cálculos, sino la de sacar provecho del resultado de sus maquinaciones cualesquiera que sean? Para la industria petrolera, haya acuerdo o no entre las partes, o triunfe una de las dos sobre la otra, el daño no es poco, y llevará tiempo recuperarla. Los más optimistas insisten en que se trata de una confrontación política en la que está en grave peligro la democracia y que, si esta batalla no se gana, se ganará otra que tendrá lugar pronto, este mismo año. ¿Podrá la tozuda racionalidad del catire Juan Fernández imponerse como un liderazgo válido en la cultura política venezolana, esa en la que Hugo Chávez caló tan fácilmente? Toro Hardy ejercita el optimismo: "En todas las organizaciones hay líderes naturales. Juan es una figura carismática. Pero lo más interesante de él es que da esa imagen de hombre serio, disciplinado, organizado, que defiende principios". Rivera vaticina: "Tengo la idea de que lo altisonante va entrar en una fase de mengua y de desesperación y se va convertir en algo muy violento y va a patalear". Con un desenlace que puede calcularse en 20 puntos de decrecimiento y casi 30 por ciento de desempleo, ¿podrá Juan Fernández, convertido ahora en líder de una vanguardia política, volver a su antiguo puesto de gerente de Planificación Financiera? De momento, la respuesta sigue siendo una pared contra la que da tumbos cualquier noción de futuro. a

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Una plaza de méritos

porados no menos de 140 oficiales, y el uso indebido de los activos de la empresa con fines proselitistas. Rodríguez, ante el reclamo de los gerentes que le dieron un voto de confianza en la crisis de abril, perdió un buen día los estribos ante las mismísimas puertas de la sede principal de Pdvsa —probablemente porque él también ha de sentirse traicionado por los gerentes que, tras ser despedidos públicamente, fueron reenganchados por la industria tras la breve ausencia de Hugo Chávez—, les espetó: "Si le van a pegar a alguien, péguenme a mí". Juan Fernández lamenta el episodio: "Tal desplante lo hizo frente a gente extraña a la empresa, gente que estaba en la calle viendo todo eso. Ahí me di cuenta de que la relación de Alí Rodríguez con la gente que trabajaba con él no tenía una base de confianza". Eran los días en que se hablaba de la directiva paralela que, según algunos, respondía no a Rodríguez Araque, sino directamente a instancias superiores. También se hablaba del plan de contingencia paralelo ante la inminencia del paro al que, tal como lo señala Fernández, se iba a adherir individualmente, según el dictado de su conciencia, cada trabajador. Y en esta hora en que el paro se antoja insostenible, los ejecutivos petroleros mantienen

su tesis: "Ningún jefe puede alinear la voluntad de tanta gente", declaró a El Universal del lunes 13 de enero, Edgar Paredes, ex presidente de Pequiven. "Creo que todos los que nos sumamos al paro queremos otro país", está seguro Fernández. "Antes delegábamos en otros esa responsabilidad, por el facilismo, por no meternos, y evitar que pasara lo que está pasando. El factor del cambio somos nosotros".

¿Se imaginó Chávez que, al tratar de echar mano de Pdvsa como lo hizo con la mayoría de las instituciones de la república, se iba a topar con estos partisanos armados de una alta capacidad de planificación y cálculo? "Los valores del trabajador de Pdvsa están en su corazón", no tiene pudor en emocionarse José Manuel Boccardo, que fuera gerente de negocios en la División de Refinación, Suministro y Comercio y ahora funge de mano derecha de Fernández. "Son valores de pertenencia y de propiedad —en el buen sentido de la palabra— que tienes como empleado de una empresa que la has creado tú. En cada carnet hay como un decálogo de valores, y eso no viene de ahorita, sino de las transnacionales que fueron tropicalizadas, como decimos nosotros, por los empleados de Pdvsa, luego de la na-

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erca de la Place d'Italie, en el número 1 de la Rue Stephen Pichon, se encuentra la casa de un antiguo hospicio. Para que no haya lugar a equívocos, un cartel pegado a la puerta aclara a los desprevenidos que los sordos y ancianos, sus antiguos habitan s, e h. n mudado a otra calle,

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cediendo su espacio al personal de Le Monde Diplomatique. Los nuevos residentes del pequeño edificio, aunque también se antojen unos auténticos nostálgicos, son en su mayoría adultos jóvenes de orejas paradas aunque no muy efectivas a la hora de escuchar. Hasta que compraron su nueva sede, los redactores del "dipló", que es como llaman los franceses al vástago mensual del diario Le Monde, vivían incómodamente arrimados en la casa materna. Provisionalmente, el despacho del director, en la planta alta, sirve como sala de reuniones. En este lugar pocas cosas se han puesto en su sitio, los cuadros están sin colgar y apenas resalta la pequeña reproducción de la pintura de un desnudo femenino, flanqueado por un busto del camarada Vladimir Ilich Lenin. Sobre el caos de cajas de libros, apilados luego de la reciente mudanza, se sostienen en precario equilibrio los objetos preciosos de un iconoclasta: Ignacio Ramonet, el campeón antiglobalización que allí lleva la batuta. Y, con afrancesado orgullo, confiesa que su música no ha cambiado desde que Claude Julien, el célebre autor de El imperialismo americano, era el director: "Acá se trata de hacer un periodismo serio, de

pelea, muy cuidadoso de su estilo. Cada artículo se lee 15 veces, por 15 personas diferentes, antes de ser publicado", acentúa haciendo puntos en el aire, "y, mientras yo sea el director, Le Monde Diplomatique no será como esos intelectuales y esos medios que abandonaron sus compromisos progresistas para abrazar las causas de la derecha. Este es y será siempre un periódico no liberal, que acompaña las causas del Tercer Mundo y de los desheredados de la tierra". Cuando cualquiera se topa por primera vez con Ramonet, con ese aspecto impecable y bien peinado, con sus jeans y camisa primorosamente planchados cual industrial agrario de Acarigua, se tiene la impresión de estar frente a un "pavo viejo", un seductor. Nuria Coromina, compatriota y ex discípula, recuerda que su antiguo profesor administraba bien su atractivo: "Sin duda, sus clases siempre fueron muy prownadoras, Te ponían a pensar, algo que uno aprecia en un docente. Pero él siempre marcaba una distancia entre él y el resto. Se ponía en una posición frente a sus alumnos en la que uno sentía ser parte de un culto donde él era una especie de semidios". En cambio, para Jacques Julliard, director académico de la Escuela

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de Altos Estudios en Ciencias Sociales y editor delegado de Le Nouvel Observateur —semanario que para los editores del "dipló" es, como casi toda la prensa de centro izquierda francesa, incluido el propio Le Monde, un caso perdido que "se vendió al libre mercado"—, Ramonet, más que una divinidad, es, en efecto, "el jefe de una secta", y si al escucharlo hablar se siente el oyente frente a un cowboy, un adolescente canoso que no alberga dudas de ningún tipo y con respuestas rápidas para cualquier pregunta, no es porque el personaje en cuestión haya tenido tiempo para reflexionar sobre todo, sino "porque tiene la misma respuesta para todo" y la parafrasea según las circunstancias. ¡Quién hubiera pensado que el director de Le Monde Diplomatique, presidente honorario de la antiglobalizadora Attac, promotor del Foro Social de Porto Alegre, y amuleto intelectual de la revolución de Hugo Chávez en Venezuela, Ignacio Ramonet, era un nostálgico! Pues lo es, y se queja de que "los tiempos han cambiado". En primer lugar, echa de menos a los que considera sus maestros, según él: "Roland Barthes y Michel Foucault". Pero aparentemente su nostalgia abarca varias generaciones de intelectuales, desde Rousseau hasta Sartre, para quienes, más que "la engañosa búsqueda de la verdad", lo importante era dar el todo por sus convicciones. Como en misa de muertos, un reciente artículo del "dipló"

África y Asia desde hace poco independientes, supuso un verdadero trauma para muchos intelectuales franceses". En Paris: Capital of the World, Patrice Higonnet argumenta que, efectivamente, la Ciudad Luz perdió su hegemonía cultural frente a New York durante el siglo pasado —otra razón para cultivar un antiamericanismo que acá es tan autóctono como el paté. No es para menos que algunos vean con tristeza que la bella ciudad que adoró a la razón como diosa y empolló revoluciones y pasiones haya quedado desbancada. Pero, ¿acaso no fue un francés quien dijo que la nostalgia ya no es lo que solía ser? En verdad, cuando se camina por París puede experimentarse una sensación extraña, algo en su omnipresente esplendor que hace hincapié en un pasado glorioso. Todavía mucha gente viene a París, especialmente la llamada "gente culta", para respirar el aura de la capital de la creación artística y la libertad sexual. Es también una ciudad olfativa. El aura de la ciudad se mezcla con aromas de pan fresco y albañal, perfume y transpiración. Esta es una de las pocas ciudades donde los "intelectuales" respiran a gusto y son tenidos en alta estima. Esto es un vicio con raíces históricas. De hecho, según los rumores, la incómoda disposición de las líneas del metro de París se debe a que los ingenieros evitaron que su ruta corriera por debajo del Palacio Mazarin, lo que habría perturbado las deliberaciones de la Academia

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Roger Santodomingo desde París

Conspicuo espécimen de la sofisticada raza en vías de extinción que quedara huérfana de habitat ideológico una vez caído el muro de Berlín, y que acompaña moralmente la Revolución Cubana, entre otras, desde el confortable capitalismo occidental, este irremediable nostálgico de la Guerra Fría sigue convencido de que la América hispana es la tierra baldía en la que, bien abonada, puede crecer la frutal fantasía revolucionaria que su mente concibe. Al director de Le Monde Diplomatique , un muy globalizado —y rentable— órgano adscrito a la causa antiglobalización, de momento, Hugo Chávez y su indigesto proceso se le presentan como un apetitoso manjar enumeró los nombres resonantes que fueron la gloria de Francia: Voltaire, Zola, Gide, Hugo, Saint-Exupéry, Georges Bernanos, Frallois Mauriac, André Malraux, y "por supuesto, en primera línea", Jean-Paul Sartre. Así que los nuevos tiempos son bazofia", desde la globalización y la Internet hasta la raza de "nuevos reaccionarios" que constituyen la nueva generación de intelectuales franceses. O, como lo escribe Maurice Maschino en las páginas del periódico de marras: "Para muchos, el mayo del 68 pudo tener aires de revolución, pero el descubrimiento del gulag y del 'socialismo real', así como la evolución de los países de "

Francesa. Así que el que el "dipló" los llame "nuevos reaccionarios" y se erija en el último guardián del pensamiento será motivo de escándalo, cuando no de risa. En esta línea, uno de esos neorreaccionarios sería el escritor, narrador y ensayista francés, Pascal Bruckner en cuyo más reciente libro, Las miserias de la prosperidad, arremete contra la lucidez libre de dudas de Ramonet: "El argumento de Ignacio Ramonet recuerda esa serie americana de los años cincuenta que tuvo gran éxito durante la Guerra Fría: Los invasores, criaturas del espacio que preparan la invasión a la tierra to-= FEBRERO 2003

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mando el cuerpo de la gente ordinaria". Afortunadamente, ironiza Bruckner, allí está Ramonet para salvar a la humanidad, pues sólo él y los que se vacunan mensualmente con Le Monde Diplomatique son inmunes al lavado cerebral de la cultura de masas. Paradójicamente, Ramonet aparecería contagiado a plenitud del mito de Superman. Quizás sea el suyo un caso único de alienación absoluta. O es tan francés como el que más y si, para enfrentar a los romanos estuvo Astérix, frente a los americanos hace falta un Ramonet. Sin embargo, Ramonet no se conforma con ser el protector intelectual de Francia. Sus libros son referencia en España y América Latina, donde sus ideas han ganado

El Clark Kent de La planeta dtplomatique

cos. En Tánger creció e hizo del francés su lengua y prácticamente su gentilicio: "Pues mentiría si digo que no me siento español", dice encogido de hombros. "Pero yo crecí en Tánger hasta los 18 años, y la mayor parte de mi vida la he hecho acá en Francia y un amigo dice que uno es de la lengua que habla, por tanto, yo me siento comprometido con el francés y, especialmente, con la República Francesa", exclama. Hijo de sastre, Ignacio Ramonet sabe lo que es andar mal vestido en el mundo. Y definitivamente sabe apreciar una buena pinta. De hecho, si hay virtudes que lo engalanan, estas son su capacidad de trabajo y su habilidad para sobrevivir. Su

"El argumento de Ramonet recuerda esa serie americana de los cincuenta que tuvo gran éxito durante la Guerra Fría: Los invasores, criaturas del espacio que preparan la invasión a la tierra tomando el cuerpo de la gente ordinaria". Afortunadamente, dice Bruckner, allí está Ramonet para salvar a la humanidad

adeptos, especialmente en las escuelas de comunicación social, pero también críticos feroces, como el profesor de periodismo Guillermo López García, de la Universidad Autónoma de Valencia, quien, luego de haber leído la obra de Ramonet no consigue encontrar al superhéroe que se opone al "pensamiento único" sino a un propagandista atrincherado en un "discurso único e invariable a lo largo de los años, denunciando siempre los mismos abusos por parte de los mismos culpables, e ilustrándonos con exactamente los mismos ejemplos". Opinión que comparte Thomas Friedman, el connotado articulista de The New York Times y polo opuesto de Ramonet en su visión de la globalización. En las páginas de la revista Foreign Affairs, ambos protagonizaron un debate del cual Friedman salió tremendamente frustrado: "Es sorprendente su incapacidad para evaluar la evidencia y darle la vuelta a todo argumento que se le opone", comenta. "Ramonet es un retórico, no un académico". Por su parte, Ramonet asegura que el tótem neoyorkino no presenta una solución al mundo mejor que Mickey Mouse. A lo que el autor norteamericano respondería dejando constancia de la preocupación que le produce "el déficit formativo de Ramonet, que se refleja claramente en la ausencia, por un lado, de prueba alguna de aquello que supuestamente denuncia y, por otro, de la suficiente densidad discursiva requerida para que lo que expone, tanto en Le Monde Diplomatique como en sus estudios, supere el status de panfleto y tenga el aspecto de un análisis social mínimamente serio, unclue qn concreto",

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ste superhéroe de la antiglobalización es español sólo de nacimiento. El pequeño Ignacio, con dos años de edad, dejó su Galicia natal y se fue con sus padres de España después de la II Guerra Mundial... pero hasta Tánger, MarrueEXCESO

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madre era obrera en una fábrica de cepillos y tuvo cuatro hijos, dos de los cuales murieron pequeños: "Un signo de la pobreza en que vivíamos", agrega, pedagógico, "los cuatro habitábamos en una pieza donde teníamos la cocina. No teníamos baño privado, usábamos uno público. Vivíamos de manera extremadamente modesta, en circunstancias extremadamente difíciles. Sé lo que es la pobreza y pasar necesidad, no tener qué comer". Pero la aguja del padre punteó lo suficiente como para sacar a la familia Ramonet del pobre Alcazabar de Tánger, mudarla a un barrio de clase media e, incluso, alcanzó para pagarle los estudios básicos al varoncito de la casa. El haría el resto. El joven avispado, que había aprendido a moverse en la sociedad semiglobalizada de la tercermundista pero sin duda muy internacional Tánger de la época, obtuvo una beca de las Naciones Unidas para estudiar ingeniería, estudios en los que persistiría un par de años. Aunque el curriculum de Ramonet se adorna con sonoros títulos académicos, incluyendo un doctorado en semiología en el que tuvo la oportunidad de estudiar con Roland Barthes, en realidad nunca estudió a tiempo completo, ni asistió regularmente a las aulas universitarias. Estudiaba a distancia y pagaba sus estudios dando clases de francés y español. A los 18 años se fue de Tánger a Rabat y a los 22 a París, ya con un título en Lenguas Modernas. En París aterrizaría en la Escuela de Altos Estudios, lo que le abriría las puertas a una promisoria vida académica como profesor de sociología y comunicación que sería, desde entonces, paralela a su carrera periodística. Esta comienza a los 25 años, escribiendo para Libération, el diario que fundara Sartre y donde trabajó su futuro jefe, Claude Julien. Hizo sus pinitos en el periodismo cultural, haciendo crónicas de cine y reseñas literarias. Cuando habla de esa época, inevitablemente, la nostalgia, que se le da tan bien a pesar de ser cono-


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cido como hombre de temperamento pragmático, asoma de nueJulien no era un simple reportero advenedizo sino un revoluciovo su siempre llorosa nariz: "Recuerdo haber visto todas las penario. Antes de la pluma, Julien había empuñado el fusil en la relículas del mundo y no puedo olvidar la entrevista que le hice a sistencia francesa contra los alemanes. Al igual que Ramonet, Jorge Luis Borges..." y, de inmediato, la nariz se repliega y enJulien tenía un pasado humilde. Su padre, que le diera otros 15 hermanos, era un tra la soberbia: "Claro, todo ese cine, r... u+» • VIVENDI, UNE LECON DE CHOSES obrero de ferrocarril; al igual que Ramoesos libros, me sirvieron para darme taldie net, Julien logró estudiar en circunstanuna formación que me era muy difícil LE MONDE Faqizéte cias difíciles y por último una beca que le completar por vías formales". En dtplowitique permitió cursar estudios superiores en 1973, Ramonet ingresa a las filas de COUP D'ÉTAT AU VENEZUELA Estados Unidos. Le Monde Diplomatique, cuando el Hugo Chávez La peste sauvé par le peuple El imperialismo americano se conperiódico acababa de ser puesto bajo rlyig inl_5271-:.7.1 vierte en un clásico de la izquierda en el mando de Claude Julien. p45: r plena Guerra Fría y justo cuando la san•••• ••• gre más democrática de Estados Unidos ,. e Monde Diplomatique fue fundahierve por culpa de la guerra de Vietdo en mayo de 1954. Hubert Beunam. Luego de un enjundioso estudio ve-Méry había creado el diario Le a n 4 771de la política norteamericana a partir de rÉL,,, diez años antes, poco desMonde "2"' *-17:17:•Zia 1=. eums ~1~ la guerra cubano-española de 1898, llepués de que los aliados recuperaran Pa• •• • —^ = ga a la conclusión de que "el derecho a rís de la odiosa ocupación alemana, cola búsqueda de la felicidad", postulado mo un periódico para las élites, para la CURO YRI1141 elKOMAINGIS nuatmeint eveur ownweam.rr por la constitución estadounidense, en formación de cuadros. Beuve-Méry penINERME DM CoUPS fin, el sueño americano, es negado a los só que el nuevo mensual sería útil a los —7714! pueblos sometidos al poder del impediplomáticos y expertos en asuntos interat Ir -==z75.1.-17-^-11 rio: "Incluso en las avanzadillas de su nacionales y se motiva en la nueva filosoimperio, por medio de sus representanfía de las Naciones Unidas. En su prime15: tes oficiales como por medio de su litera etapa, el periódico carecía de autonoratura o su cine, Estados Unidos habla mía y equipo propio. Un húngaro, Frande felicidad, de igualdad y de libertad a unos pueblos que viven 9Dis Honti, fue su primer director. En reaen la miseria ante la mirada indiferente de las castas privilegialidad, él era e: jefe de las páginas internacionales del diario cudas y a veces bajo la ley de hierro de las dictaduras". yos redactores rumiaban en el "dipló" los temas que masticaban como noticias para Le Monde. Julien se había ganado así su lugar en la aristocracia de la El Le Monde Diplomatique que ganó fama como caballo de prensa. En primera instancia, ganaría las elecciones internas de batalla de la izquierda y campeón del antiimperialismo fue heLe Monde, pero no sería nombrado en el cargo de director. Su chura de su próximo jefe y, en la práctica, primer director: radical postura en favor de la revolución cubana estuvo siempre Claude Julien. Julien fue nombrado en enero de 1973. El tamde trasfondo en sus problemas con la plana del diario. Al final, bién jefe del servicio extranjero de Le Monde se había presen- se le ofreció hacerse cargo de Le Monde Diplomatique, al que se tado como candidato para la dirección del diario, y nadie du- le prometió autonomía y una redacción propia. Aceptaría su daba de sus credenciales. "Se trataba de una persona sensible premio de consolación y lo convertiría en la tribuna de sus ideas. a los problemas del Tercer Mundo, especialmente de América "Julien hizo aquí periodismo de combate", explica su heredeLatina y Cuba en particular", comenta quien sería su sucesor. ro. "Estaba claro que hay causas que merecen que el periodismo Fue el primer periodista francés en reportar sobre la Cuba rese comprometa con ellas. Y nuestra política consistió en mantevolucionaria y el primero en entrevistar a Fidel Castro, cinco mener esa línea que ya él había trazado. De hecho", reafirma Rases después de la crisis de los misiles. Castro no se mostraba inmonet, "en los últimos años de su administración el escribía los cómodo de estar en la primera línea de batalla entre el Este y el editoriales, pero nosotros dirigíamos el periódico". Oeste, pero le aseguró que la idea de colocar los misiles en CuTodos coinciden en que Julien favoreció la sucesión. El misba —y la de retirarlos luego, a instancias de los americanos y mo escogería al nuevo director. Hoy, retirado del periodismo contra su voluntad soberana— fue de los soviéticos: "Lo único y de París, Julien sólo escribe ocasionalmente. La nostalgia que le pedimos a los rusos fue que le dejaran bien claro a Estatambién le hace coincidir con Ramonet: "Los tiempos han dos Unidos que cualquier ataque sobre nosotros era un ataque cambiado", dice con cansancio desde el otro lado de la línea sobre la Unión Soviética", dijo el comandante a Julien en palatelefónica. "Esta no es mi época, ni Le Monde Diplomatique bras —¿nacionalistas?— que le dieron la vuelta al mundo. es ya mi periódico; hay que dejar hacer a los muchachos". Desde un principio, la atracción entre Castro y Julien fue Para más comentarios, Julien remite a su amigo Daniel Jeunmutua. Para el francés, el comandante cubano no era un dictaqua, un hombre de Le Monde y miembro de la Asociación de dor militar latinoamericano más sino un intelectual; para Fidel, Amigos de Le Monde Diplomatique. De izquierda y reportero = .1.0...■• • • •• • •■■••••••• ,1•11••• ./.■•••■••••••

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brazo un ejemplar del `dipló'. Pero esto no es veterano, para Jeunqua está claro que es difícil enconsuficiente para explicar su enorme éxito, trar alguien que hable objetivamente del "dipló". "Es el cual creo es enteramente atribuible a la un periódico que ha cosechado enemigos y ha sido astucia de Ramonet, quien supo ver un objeto de muchas batallas internas, incluso, mercado huérfano". Nadie duda que ha saaunque Ramonet fue puesto por Julien, luego Il , bido explotarlo. lo olvidó", dice, no sin amargura. Luego de En algo tiene razón Julien, cuando pasó ser corresponsal en Nigeria, Jeanqua fue la batuta a manos de Ramonet, la transminombrado gerente editorial en 1982, por lo ¿Coleinbittniza dión sión de mando coincidió con un cambio de política venezolano? que tenía acceso privilegiado a las cifras de dela época y paradigmas históricos. La época de producción. El se sorprendió al ver cómo, en Julien fue la Guerra Fría, la de Ramonet es sólo diez años, la circulación saltó de 30 a ••• la globalización. El optimismo de Occimás de 100 mil ejemplares en 1993. "A pardente y de personajes como Fukuyama, tir de ese momento, el periódico sólo ha auquienes a principios de los noventa mentado su tiraje y hoy ronda los 350 mil anunciaban el fin de la historia y el en Francia, pero tiene casi un millón de triunfo del capitalismo y la democracia lectores en unas veinte lenguas distintas". liberal sobre los rojos, está siendo ataEn la casa de la rue Stephen Pichon esTOre1 jado y resistido. Ya no habrá socialistán conscientes del éxito editorial. El negocio mo real, pero sí millones de desamfunciona como un sistema de franquicias muy parados políticos. El movimiento globalizadas. Organizaciones "progresistas", antiglobalización, aluvional y anárquico, identificó en principalmente del Tercer Mundo, compran los Le Monde Diplomatique su más sonoro vocero intelectual. derechos de traducción y realizan la edición en Para Jeanqua, sin embargo, este es un precario vocero: "Le sus propios países con pequeños cambios para hacer la publicación más interesante a los lectores locales. Es aquí donde la veMonde Diplomatique y Ramonet atacan lo políticamente correcto, la ideología liberal que es monolítica en los medios tradiracidad de las cifras de circulación varía de país a país. "En Francia, la posibilidad de abombar el tiraje es casi nula y si Le cionales e incluso en los de izquierda como Le Monde", explica. Monde Diplomatique dice que vende 220 mil ejemplares esa de"Pero el `dipló' se vuelve previsible. Si surge un problema deterbe ser la cifra porque acá la circulación es certificada", afirma un minado, es perfectamente posible saber de antemano lo que va a empresario de medios de París. Ahora bien, en Venezuela, según decir sobre él. El `dipló' denuncia a la prensa liberal cayendo en la página web del medio, la organización progresista tiene por sus mismos defectos. Ataca la visión políticamente correcta de nombre una voz extranjera, Question, y su sede es el Hotel Ca- un sector con argumentos políticamente correctos de otro". racas Hilton. Question asegura vender 10 mil ejemplares en la patria de la revolución bolivariana. Pero una fuente muy bien in- 11 A ispongo de un millón de dólares y deseo saber si ustedes formada de cómo se bate el cobre en el mercado local, asegura lo aceptarían", escribía Gunter Holzmann al director de que son 3 mil y "no se venden más de mil". De hecho, del núLe Monde Diplomatique en 1996. La carta extrañó a los mero 1 se distribuyeron 4 mil ejemplares, pero ya en el número redactores del periódico: "Parecía una trampa", recuer5 apenas se venderían 2 mil 600. Del séptimo número apenas se da Ramonet, "porque estaba escrita en un papel ordinario con entregarían para distribución 2 mil. una vieja máquina escribir. La carta se quedó dormida varias La única aventura empresarial en la que el grupo de Ramosemanas. Además, desconfiábamos de ella porque venía de Bonet ha invertido dinero contante y sonante es en la edición inlivia y con un nombre alemán". glesa. En este caso, no se trata de una franquicia, sino de que Sin embargo, Ramonet y Bernard Cassen hicieron indagaLe Monde Diplomatique paga a The Guardian por reproducir ciones. Holzmann no era un ex SS jugándoles una broma, sino la traducción y encartarla una vez al mes en el periódico londiun judío alemán, de hecho, un activista antinazi. Había creado nense. También el grupo ha empezado a expandirse y ha adquiun centro cultural en Santa Cruz y amasado una fortuna a parrido un par de publicaciones marginales, quizás con el propótir de los derechos de uso de sus tierras, que estaban dedicadas sito de empezar a concentrar el mercado de la extrema izquiera la explotación de madera pero eran un paso imprescindible da, cada vez más importante globalmente. para alcanzar yacimientos de gas y petróleo. Ahora, el que el tiraje internacional sea un poco más o un poLas maravillas del capital: Ramonet y Cassen vieron la co menos no le resta mérito a un triunfo que, para jeunclua, tamoportunidad de comprar su independencia. Si Holzmann lo biln se ha traducido en una creciente influencia política. Mien- aceptaba, ellos podrían utilizar el dinero para comprar su partras Le Monde tiende a perder lectores a lo largo de los años, Le ticipación a Le Monde. Así se creo la Asociación Gunter HolzMonde Diplomatique ha ido en ascenso. "Es cierto que parte del mann, que actualmente concentra 24 por ciento de las acciones éxito es snobismo", elucubra. "Hay mucho profesor y estudiande Le Monde Diplomatique. Otro 25 por ciento está en manos te por allí para quien es un motivo de prestigio el llevar bajo el de los Amigos de Le Monde Diplomatique, una asociación de 11:11.1. 1.11,111.111.111.

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liza sobrado. "La mantenemos por debajo del 5 por ciento de nuestros ingresos porque pensamos que depender de la publicidad nos puede exponer a represalias y limitar nuestra libertad. Pensamos que es interesante como complemento a nuestros proyectos como, por ejemplo, la compra de este edificio". El día en que Le Monde decidió poner parte de su capital en la bolsa, tronó en la redacción del "dipló". Una nota en primera página expresó públicamente su desacuerdo. Para Ramonet, esto estaba poniendo en riesgo la independencia y el prestigio de un diario que era mejor conocido por ser propiedad de sus periodistas. Aún más, según Cassen, hubo lectores de Le Monde Diplomatique que se sintieron ofendidos puesto que, en cierta forma, el "dipló", dado que la mayor parte de sus acciones pertenecen a Le Monde, estaría entrando en el mundo del libre mercado de capitales, por ellos mismos demonizado. Colombani respondió a los escrúpulos de Ramonet deslizando la idea de que era mejor sobrevivir dignamente gracias a la

mano invisible del mercado que depender de la buena voluntad de los amigos. La estocada fue "Es cierto que parte del éxito es snobismo", elucubra. "Hay interpretada en la sede del diamucho profesor y estudiante por allí para quien es un motivo rio como una bofetada a la de prestigio llevar un ejemplar del ‘dipló'. Pero esto no es arrogante redacción del "dí-

suficiente para explicar su enorme éxito, enteramente atribuible a la astucia de Ramonet quien supo ver un mercado huérfano" Ramonet, aparecido en acción

lectores creada precisamente para garantizar la independencia financiera del "dipló", y el restante 51 por ciento permanece en manos de la matriz Le Monde. La única petición de Holzmann, quien falleció hace un año, fue que la publicación le ayudara a editar su autob ografía:

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Más allá de los mares. Memorias de un superviviente le1 siglo XX es el curioso anecdotario de un médico alemán que huye del nazismo, se adentra en la selva amazónica, aprende de la naturaleza y las culturas indígenas y desarrolla una peculiar sensibilidad por las grandes injusticias mientras lee Le Monde. Humboldt no ha sido destronado, pero, según Ramonet el libro "se vendió muy bien". El jefe del "dipló" llegó con el cheque de independencia hasta la oficina de Colombani, el director de Le Monde, quien tuvo que aceptar, pues, de hecho, la filiación de Le Monde Diplomatique era una de las promesas de la campaña en que fue electo director. "Entregamos ese dinero y compramos 18 por ciento de acciones", explica Ramonet. "Luego, esta participación ha aumentado a 24 por ciento porque ha habido otras donaciones de amigos". A la pregunta de si el "dipló" es un negocio rentable, Ramonet, Cassen y Jeunqua asienten sin parpadear. Las ventas, con un precio de tapa que lo convierte en un producto de lujo, no han dejado de aumentar. El negocio de las franquicias lo ha hecho además un respetable negocio global que hasta vende publicidad. Por otra parte, la redacción tiene una plantilla de no más de diez periodistas con costos operativos bajos y muchos colaboradores que sólo esperan recibir las gracias, si acaso. "No queremos que aumente demasiado la publicidad", des-

plo' ". "Ramonet ha aceptado que el gobierno de Cuba le imprima gratis su último libro y ha viajado a Venezuela pagado por agencias del gobierno venezolano. ¿Acaso los gobiernos de Cuba y Venezuela, amigos de Le Monde Diplomatique, no contribuyen también con sus proyectos?", se pregunta un colaborador de Colombani. El affaire de los libros editados por Castro es usado además por Robert Menard, secretario general de Reporteros sin Fronteras, en otro sentido. Ramonet habría hablado de los abusos de los medios de comunicación y la falta de libertad de expresión en Estados Unidos desde suelo cubano, ignorando que allí había hombres de carne y hueso encarcelados por sus ideas. Esto, para el defensor de la libertad de prensa en el mundo, le restaría toda autoridad a Ramonet para opinar sobre Cuba y América Latina. Ramonet se abstiene de comentar sobre esta cizaña, pero Cassen, a su vez, riposta que Reporteros sin Fronteras es completamente acrítico frente a los abusos de los medios, especialmente en el caso venezolano. Por otra parte, Cassen se enerva ante la insinuación de que Le Monde Diplomatique reciba dinero de gobiernos amigos. "No hay ni un centavo que no sea vigilado por contadores de Le Monde", dice el segundo a bordo del "dipló" y, hasta hace poco, presidente de Attac. "Este es un buen negocio y no necesitamos dinero de ellos. No somos tan estúpidos para recibir dinero de nadie. Si en eso hubiese un uno por ciento de verdad, inmediatamente habría gente en Le Monde que lo usaría contra nosotros". Otra teoría es que entre Le Monde y el "dipló", salvo por algunas diferencias de intensidad y forma, no existen mayores diferencias de propósito. Esta es la opinión de Guillaume Menchi, miembro de la organización francesa Survie, para quien= FEBRERO 2003

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Le Monde Diplomatique practica un antiimperialismo selectivo y actúa como una especie de legión extranjera ideológica. En realidad, apunta Menchi, Le Monde fue creado por el recién instaurado gobierno francés después de la Liberación y su primer director fue designado por el ministro de Información, Pierre-Henri Teitzgen. "Los periodistas, directivos y propietarios fueron elegidos por ser buenos patriotas burgueses", escribe. "De Gaulle decía que necesitaba Le Monde para el exterior". Según su análisis, las críticas al libre mercado de Le Monde Diplomatique coinciden sospechosamente con los intereses neocoloniales de Francia en Africa. Por otra parte, Menchi señala que Le Monde Diplomatique debe ser uno de los mayores beneficiarios del fondo del Estado para impulsar las actividades de la prensa francesa en el extranjero. "Este periódico supuestamente contestatario es uno de los periódicos franceses mejor subvencionados, incluso el periódico francés más subvencionado por número". El afilado articulista no se sorprende de que el Foro Social de Porto Alegre, en buena parte organizado por Le Monde Diplomatique, haya sido patrocinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores galo. "Cabe preguntarse si ese foro no era una suerte de caballo de Troya de la diplomacia francesa en el corazón del coto de caza de los americanos". Quizás es sólo coincidencia. Mientras Venezuela era desplazada de su primacía como exportadora de petróleo para el mercado estadounidense, el incondicional Hiram Gaviria, quien fuera el primer embajador de Hugo Chávez en Francia, afirmaba que en los primeros dos años de su gestión en París el intercambio comercial entre las dos naciones se había triplicado. Jean Marc Laforet, director de la oficina de América del Sur del Ministerio de Relaciones Exteriores, aportaba un retrato optimista, basado en datos objetivos; la inversión francesa en sectores distintos al petróleo se multiplicaba. Laforet subrayaba especialmente el interés en desarrollar la industria de aluminio francesa, que podría servirse de los yacimientos de bauxita venezolanos. "No tenemos por qué inmiscuirnos en su revolución", decía sin encontrar motivos de preocupación sobre el estado de salud de la democracia venezolana.

on los artículos de Maurice Lemoine, su enviado a Venezuela, y los editoriales de Ramonet, el "dipló" se ha convertido en el principal promotor de la revolución bolivariana en Europa. No por accidente se ha comparado su rol con el que cumplió, bajo Julien, en el proceso de dignificación de la Revolución Cubana ante la intelligentsia europea. Ultimamente, los intelectuales de este lado del Atlántico parecían curados en salud frente a los hombres fuertes latinoamericanos, los líderes populistas que despertaban suspiros en los corazones "sensibles a los problemas del Tercer Mundo". Sin embargo, el recién nacido movimiento antiglobalización nació sin cabeza, sin un líder fuerte que sirviera de referencia. Hugo Chávez necesitaba un discurso y Ramonet un héroe. El target estaba garantizado, así que había que servirle el mensaje. Los últimos dos años, Venezuela ha ganado las prefe-

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rencias a la hora de escoger el editorial de Le Monde Diplomatique. Individualmente, como país, no ha tenido rival en sus páginas. Al leer los artículos en conjunto, se observa que se ha construido una narrativa según la cual las agudas contradicciones de una sociedad agriamente dividida y ahora doblemente frustrada en sus intentos de consolidar su proceso democrático son reducidos al intento de una clase blanca y rica por conservar sus privilegios a toda costa, frente a las intenciones de Hugo Chávez de construir un "proyecto socialista democráticamente". La versión del auge de Chávez, su caída el 11 de abril y su regreso al poder se ha contado creando un paralelismo sorprendente con el mito del nacimiento, crucifixión y resurrección de Cristo. Amén. Dado que las protestas que han inundado al país son producto de la manipulación de los medios, Ramonet impulsó la creación en Venezuela de un capítulo de su Global Media Watch con el fin de certificar la conducta de los fablistanes. Su conclusión es, como dice Cassen, que "los medios de Venezuela son peor que basura" y las imágenes de violencia, especialmente aquellas de fuerzas y simpatizantes del oficialismo contra la oposición y "los medio de prensa liberales" son manipulaciones técnicas de video. Paralelo a este esfuerzo editorial, los Amigos de Le Monde Diplomatique —cuyo propósito, además de recaudar fondos para su causa, es extender el mensaje en contra del "pensamiento único" que pregona la inexistencia de alternativas al neoliberalismo— han organizado una serie de foros. En uno de los foros celebrados en diciembre en París, organizado por el "dipló" y auspiciado por la embajada de Venezuela, Juan Rafael Pulido, Chipilo, un venezolano que ha desarrollado su carrera académica en Francia, pidió intervenir. Ante la negativa del panel, Chipilo se volteó hacia la audiencia para dar su versión de lo que vive Venezuela. Desde atrás alguien gritó: "¡Ese es un infiltrado de la CIA!", y, según cuenta el propio Pulido sintió un puñetazo en el estómago. Por detrás, otro hombre le atinó en el cuello. En un intento por recuperar el orden, se le dio la palabra al "intruso" —palabra de Cassen—, pero este sólo pudo protestar la forma en la que se había organizado el foro, hecho que le parecía doblemente injusto cuando él mismo había organizado otro evento al que había invitado a los representantes del "dipló". Antes de irse Pulido repartió copias de un artículo suyo, publicado en un boletín de 400 ejemplares que circula entre los venezolanos radicados en Francia. En Le Monde Diplomatique: ¿ideología o laboratorio de ideas?, intenta rebatir el artículo de Maurice Lemoine Venezuela, laboratorio de mentiras. Pulido introdujo una demanda contra los organizadores del evento por agresiones físicas. Poco después, le llegó una notificación de la policía francesa. Pulido había sido acusado de manipular a las autoridades inventando un hecho delictivo. Además estaba siendo demandado por Le Monde Diplomatique por la suma de 45 mil euros, mas 3 mil de gastos, por difamación y falta de deontología periodística en su artículo. Cuando se le pregunta a Cassen si el "dipló" no cae en el mismo pecado que ellos critican en la prensa venezolana al no dar la otra versión de los hechos y al no ofrecer alternativas distintas a la crisis a las que ofrece el gobierno, este


Esta es la opinión de Guillaume Menchi, para quien Le Monde Diplomatique practica un antiimperialismo

a selectivo y actúa como una especie de legión extranjera

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ideológica. Según su análisis, las críticas al libre mercado

de Le Monde Diplomatique

coinciden sospechosamente

con los intereses neocoloniales de Francia en Africa

dir el grupo de Amigos hacia costas caribeñas. Ramonet había entablado una relación de amistad con vi Oser penser por vous-mime 9, Mariana Otero, la hija del escritor y editor venezo• •••17:7-ut PIESNIBEI Para% lano Miguel Otero Silva, que se convertiría en la '"^"*""*"' 17' r.r. llave que le abriera alguna puerta de dorado pica"*. porte. Además, por intermedio de ella, llegó a con■ ■ tar con la colaboración de intelectuales como Anto■ '"'"'"‘"." t"" 1'7:1= nio Pasquali e incluso Arturo Uslar Pietri. . ■••• El día en que Fujimori rescataba a los rehenes se•• cuestrados por Sendero Luminoso en la embajada 7, japonesa en Lima, coincidió con un agasajo que Ignacio Quintana organizaba para Ramonet en Car■ retZa racas. El hecho pasó a ser el tema de conversación Pulido, crítica de la razón diplomática en el ágape al que asistieron empresarios, intelectuales, banqueros y notables como el entonces perespondió: "Nosotros no intentamos riodista José Vicente Rangel —en la que sería su dar una alternativa, sino hacer perioprimera aparición pública después del asesinato de dismo señalando los hechos. En nuessu yerno, el abogado Totessaut— y Luis Miquilena, luego mitros reportajes incluso hemos entrevistado a escuálidos". nistro y mentor del presidente. Ramonet ha intentado convencer a medio mundo de que los Quintana, con oficinas en la torre del tristemente célebre Banórganos de información de Venezuela son, con la excepción del co Latino, ex carlosandresista, confidente de Pedro Tinoco, luecanal del Estado, un atajo de conspiradores golpistas incapaces go embajador de la Venezuela bolivariana ante el Vaticano y dude ver al demócrata que es Chávez; y que, por el contrario, parecen cortados por la misma tijera de El Mercurio de Chile que rante un tiempo vehemente defensor del chavismo —aunque sigue siendo un millonario criollo—, se convertiría también en aren los setenta se convirtió en el nido en el que se fraguaría Piticulista del "dipló". Su libro, Bolívar, ora pro nobis, sería prenochet. Cualquier semejanza con el discurso oficial es pura coincidencia. Cassen asegura que "El Universal, El Nacional, sentado por el propio Ramonet en Roma como una obra maesTal Cual y los medios de televisión han firmado un pacto matra. ¿Sería este caso igual al del judío alemán que cambió para siempre el destino de Le Monde Diplomatique, sería esta presenfioso. Ellos lo admiten", dice haciendo gala de sus fuentes. "Yo cené con uno de los directores de uno de estos grandes diarios, tación una reiterada condición de Ignacio Quintana para maneque no voy a mencionar. Bueno, él participó directamente en el ner aceitada su amistad? Consultado sobre estos asuntos, quizás golpe de abril y me lo dijo así, sin ningún problema, que le pisutilezas propias de la mentalidad mercantilista de la prensa libedieron que fuera presidente, pero no aceptó. Le dije: 'Pues tiene ral, Ramonet, un hacedor de palabras, un ejecutivo del verbo, un razón de no aceptar'". No es de extrañar que algunos de los más convencido del poder de la tinta, un hombre que jamás duda, connotados columnistas venezolanos le hayan dedicado sus mepermanecerá por primera vez silencioso. IA jores dardos a Ramonet. Simón Boccanegra se burla de la inconsistencia de este "revolucionario de lejos" que se alborota "ante la presencia de un hombre con revolver en el cinto", mientras Ibsen Martínez hila fino antes de asomar la idea del palangre global y sugerir el carácter mercenario del "dipló". Ante esto cabe preguntarse quiénes son los Amigos de Le Monde Diplomatique en Venezuela. Las relaciones de Ramonet con el país son anteriores a Chávez. Se sabe que el "dipló" intentó expan- El foro de San Chipilo 11

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ntrada la mañana, los pelotones inician la jornada con la acostumbrada ronda de ejercicios militares para no desprenderse de las rutinas de entrenamiento de cuando todavía estaban en los cuarteles. Cada sección agrupa alrededor de setenta y cinco soldados, incluyendo al comandante de la tropa y al resto de los superiores. Los radios de comunicación ponen en contacto a los pelotones distribuidos en el sitio de la misión. De pronto, las cantilenas de un indiscutible latino se infiltraron por los receptores. Chucho, el médico del escuadrón, interpretaba una canción de Guaco. Olvidó que portaba el radio personal y su voz fue solaz para los soldados que, como él, amanecían otro día en Afganistán. Esta es la historia de un venezolano que abandonó su país sin saber que terminaría en zona de combate. Al alistarse nunca pensó que existía la posibilidad de visitar Kabul, de pronto pasar por Kandahar o amanecer una mañana en Mazar-i-Sharif. "Uno nunca piensa eso. Nadie tenía en mente a Bin Laden, ni a los talibanes. Mi objetivo era y sigue siendo la medicina". Nació en Estados Unidos por pura coincidencia. Sus padres estaban en la ciudad y tenían todo calculado para que Chucho separara pestañas en territorio venezolano. Lo que no sabían era que el pequeño se adelantaría un mes y que Rochester, la ciudad que le otorgó la nacionalidad estadounidense, en Minnesota, lo vería regresar años después bajo inesperadas circunstancias. La vida lo agarró fuera de base en Estados Unidos, pero el primogénito y consentido pronto regresó a Caracas para crecer como cualquier niño venezolano. "Fuego de metralletas, tatatatatá. ¡Cuidado! A las trincheras". Los hermanos juegan a la guerra. Con los pómulos marcados con rimel se enguerrillan y forman escándalo en la sala. Los Cascos Azules 26

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es

Los últimos años, tan duros para el país todo, han sido especialmente difíciles para un desconocido venezolano de nombre Jesús Roa, que perdiera, durante tal período, a ambos progenitores. Enamorado de la medicina y regalado por el azar con doble nacionalidad —es criollo y norteamericano—, con apenas 20 años hacía el servicio militar en Estados Unidos cuando unos fanáticos estrellaron sus aviones contra el World Trade Center. Tal suceso lo llevaría a ver de primera mano la guerra de Afganistán. Hoy, de regreso en el país, vuelve a su pasión por las artes de Esculapio Andrea Daza Tapia salen de la habitación principal y las partes firman la paz madrugando cada domingo. Ana Karina recuerda las veces que tuvo que dejar las muñecas de lado para complacer a su hermano con la división de la casa en facciones rivales. Concepción Roca, la madre —a la que todos llamaban Conchita— y Valentín Roa, el padre de ojos azules siempre recordado con cariño, se esmeraron para que Chucho creciera sano y feliz, con el futuro como propósito y el buen humor a flor de piel.

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esús Valentín jugó beisbol toda su vida. A los doce años se enfrentó a la selección del Zulia —Chucho era de Miran-4 da— y para él aquello era lo más grande del mundo. Integró la categoría pre junior de Criollitos de Venezuela y for-

mó parte de la Federación Venezolana de Beisbol Menor. "El deporte me enseñó a enfrentar fracasos y triunfos, porque las dos cosas hay que saberlas llevar". Desde que tiene uso de razón está en competencias, en combate, trabajando bajo presión en la búsqueda de soluciones a los problemas repentinos. A los dieciocho años hace maletas y abandona Caracas. Destino: Rochester. "Mi mamá murió en Estados Unidos. Con ella estábamos mi hermana y yo". Así empieza la gran batalla que conduciría a Chucho a formar en las filas de la milicia estadounidense, lo llevaría al frente de una guerra contra el terrorismo para finalmente decidirlo a dedicar todos sus esfuerzos a la ciencia y arte de prevenir y curar los males del cuerpo humano. Conchita era una mujer muy activa, directora del preescolar Tulipán, siempre con algo por hacer. Fue un impacto llegar un día y encontrarla durmiendo a las tres de la tarde. Se sentía mal y para sus dos hijos eso fue increíble. Enfermó de cáncer, un sarcoma que consumió su tejido muscular. De prisa abandonó Venezuela para empezar tratamiento en la prestigiosa Clínica Mayo. "Cuando mi mamá se enferma, Ana Kari y yo pasamos mucho tiempo en la clínica y es allí cuando me decido por medicina. Estuve muy metido en ese medio". En dos años, mientras la madre buscaba salidas a su inesperada enfermedad, Chucho y Ana Karina trataron de llevar su vida con la mayor normalidad posible. Estudiaron en la John Marshall High School y Chucho dedicó su tiempo al deporte y al cuidado de su madre. En octubre de 1998 la Universidad de Minnesota lo escoge como jugador de karate kyokunshinkay, y en esta nueva disciplina integraría la Selección Nacional de Venezuela que asistiría al Campeonato Suramericano que se celebró en Cochabamba, Bolivia, en 2000, donde obtendría el cuarto lugar. Nunca se separó del deporte y nunca dejó de lado a Venezuela. Conchita no veía mejoría en su salud y en 1999 muere, acaso por azar, compartiendo piso con el soberano hachemí, Hussein de Jordania. Durante ese tiempo, Valentín viajaba con frecuencia a Rochester. FEBRERO 2003

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Después del ataque a Washington y al World 'Trade Center los tambores de guerra repiqueteaban en todos los confines del orbe. Chucho sentía la sonora percusión desde la bóveda celeste mientras atravesaba el Atlántico. El planeta espera el comienzo de una tercera guerra mundial mientras el soldado Roa aterriza en una base cerca de Kuwait. Estaba en Babia. "Sabíamos que la primera misión era la que era, pero no sabíamos para donde íbamos después"

Prívate Roa

Sin embargo, debió permanecer en Caracas ejerciendo su profesión, ingeniero químico. "Prácticamente mi papá nos fue a buscar. Llegó y unos días después regresamos a Caracas". Chucho y Ana Kari vivieron casi dos años en la clínica. En Venezuela hubo un año de transición sin saber qué hacer, con la incertidumbre como única convicción. Desanimado y en total ausencia de estímulos, Chucho empieza a estudiar administración. Ana Karina recién cumplía quince años y estudiaba noveno grado de bachillerato. En septiembre Jesús decide volver a Estados Unidos. "Un año después de la muerte de mi mamá ingresé al ejército". En más de una oportunidad comentaría sus deseos de marcharse. Buscó en Internet, ubicó a la persona correcta y le diría que contaba con la nacionalidad estadounidense. En otra madrugada, quien sabe si era domingo, Jesús despertó a su hermana para despedirse. "Yo 28

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me quedé en el sitio. Era verdad. Tanto que lo oí hablar y de pronto un día dice que se va al siguiente". "Siempre me ha gustado la milicia", señala Chucho. De pequeño se admiraría por las historias que le contara su abuelo, el general de Brigada Valentín Roa Sánchez, en buena hora retirado. Dejó a su familia, de nuevo hizo maletas y se

ofreció como voluntario. "Las opciones se me pusieron enfrente. Formar parte del ejército estadounidense daba beneficlo$ que me hacían falta en ese momento y que aún necesito. Yo sabía que iba a ser una experiencia diferente, bonita". Chucho se prepara, el mote familiar quedaría atrás y se convertiría en prívate Roa. Pero no fue así, sus planes tuvieron


que esperar. "Estando listo para ingresar en el ejército pasa lo de mi papá; se enfermó, por primera vez". Leucemia. Valentín estaba en Caracas trabajando como profesor y jefe del Departamento de Procesos Biológicos y Bioquímicos de la Universidad Simón Bolívar. Al salir del primer transplante, con el padre en recuperación y valijas en mano, Chucho se despide. "Recién salió del primer tratamiento, yo me tuve que ir porque ya no me daban más tiempo". En el ejército conocían el caso del soldado Roa y le permitieron retardar la entrada por unos cinco, seis meses a lo sumo. "Cuando mi papá mejoró me dijeron: `Mira, ya tu papá salió y ahora tienes que venir'". Chucho empieza los años de servicio. Hace sus ejercicios, el entrenamiento militar indispensable y entonces las torres gemelas se desvanecen. Para el momento en que ingresa, su unidad tenía once años sin ningún conflicto. Entró al ejército como paramédico y se desempeñó en el nivel más alto que permiten las leyes del país para los técnicos de medicina de emergencia. Hoy día cuenta en su haber con experiencia en el Cleveland Clinic Hospital atendiendo llama-

das del 911 y transporte de pacientes vía Micu —esto es, Mobile Intensive Care Unit— y con un título de técnico en medicina de emergencia, también válido en el mundo civil. Su principal meta es ir a la escuela para formalmente estudiar la carrera. El muchacho persevera. El soldado Roa formó filas en una unidad de reacción inmediata, la élite del ejército. Son entrenados para poder estar en cualquier parte del mundo en dieciocho o veinticuatro horas. El 11 de septiembre se encontraba en la base militar y supo que algo había ocurrido porque, durante el matutino ejercicio físico, las alarmas de emergencia se activaron. Algo estaba mal, pero el aviso no tuvo capacidad para advertir las dimensiones de aquella catástrofe que consiguió, al fin, que el gigante del Norte fijara sus ojos en el terrorismo, a través de una mira telescópica. Sin saber la causa, en el cuartel se sentía una inminente tensión y al final del día ya todos estaban enterados. En poco más de un mes el entrenamiento se convirtió realidad.

Chucho es cauto al hablar sobre sus días en Afganistán. "Hay muchas cosas que no puedo decir. Luego de asumir misiones tienes un período mínimo de siete años durante los cuales no debes hablar de la misma". El soldado Roa no se debe meter en problemas —"nunca el honor se perdió mientras duró el secreto", diría Lope de Vega— y, si son secretos federales norteamericanos, la reserva es la única política. "Teníamos una orden y debíamos cumplirla. Como muchas personas de la milicia deben saber, la misión se cumple a toda costa. Pase lo que pase. La única razón por la que una encomienda queda inconclusa es por decisión o muerte del pelotón". La tropa llegó, ejecutaron la empresa y tan pronto como les fue posible abandonaron territorio afgano. El enigma se mantiene. "Tranquila, si te lo comento ni te darías cuenta". Tampoco es que atar esos cabos necesite de un manual de instrucciones, como los nudos marineros. Después del ataque a Washington y al World Trade Center los tambores de guerra repiqueteaban en todos los confines del orbe. Chucho sentía la sonora percusión desde la bóveda celeste mientras atravesaba el Atlántico. El planeta en vilo espera el comienzo de una tercera guerra mundial mientras el soldado Roa aterriza en una base militar cerca de Kuwait. Estaba en Babia. "Sabíamos que la primera misión era la que era, pero no sabíamos para donde íbamos después". Estados Unidos estaba en conmoción nacional, el presidente George W. Bush =

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califica los ataques como "actos de guerra" y la promesa es castigar a los responsables y a los gobiernos que colaboren con el régimen talibán. En el mundo se desempolvaban las imágenes más comunes de la guerra, la hollywoodense de los comandos exterminadores. La guerra contemporánea es muy distinta: "Es la parte psicológica del soldado, porque somos soldados pero también somos humanos. Muchas personas ven en las noticias a militares estadounidenses y creen que son máquinas, que lo único que hacen es ir a matar gente". Pero Chucho wasn't born to kill. "Yo tenía en mente a Venezuela, porque allí me crié. Vienen los recuerdos, viene la familia, las rumbas de bachillerato, ¿volveré a rumbear en Venezuela?, ¿volveré con mi familia?". Cada escuadrón necesita un médico y todos los astros señalaron a Roa. "Gracias a dios no tuve oportunidad de abrir mi aid-bag". Su hoja de vida lo califica de galeno en situaciones de alto riesgo, pero el bulto de primeros auxilios se mantuvo intacto. "Para eso estaba entrenado, pero mejor que no ocurriera. Lo hicimos lo mejor que pudimos y regresamos". El escuadrón recibió una warning order y los movilizaron hasta territorio enemigo. "Allí cumplimos una misión y nos vinimos". Su lance en Afganistán duró diez días. "En lo personal, gracias a dios que sólo fue eso. Estuvimos en varias partes". Con sagacidad, el soldado Roa nunca revela la geografía exacta. "Cumplimos lo que tuvimos que cumplir. Fue corto, porque otras unidades tuvieron que quedarse y quién sabe hasta cuándo. La nuestra fue una misión in & out". Estando en Afganistán no hubo comunicación con la familia, una llamada antes de salir y otra al volver. La salud de Valentín estaba en observación. A kilómetros de distancia no se despegaban del televisor buscando su rostro en las imágenes que trasmitía CNN. Llegó di3U

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ciembre y, todavía activo en el ejército, el soldado Roa pudo regresar con su familia para sentarse a ver como el pashtun monárqui-

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EL TERROR

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co, Hamid Karzai recibía el poder de manos de Burbahanuddin Rabbani, presidente oficial de Afganistán antes de que los talibanes tomaran el poder. Aquella guerra había terminado. Chucho debía volver a Estados Unidos para continuar su participación en la milicia, pero al poco tiempo su papá recae. Valentín escribe una carta donde pide consideración a su caso. Necesitaba la presencia de su hijo. Al sur del hemisferio seguían librándose batallas personales. "Yo debía cumplir cuatro años de servicio y nada más cumplí dieciocho meses porque pasó lo que pasó con mi papá". El soldado Roa abandona el traje verde oliva para recibir una hardship discharge por razones ajenas a su voluntad. "Me dieron la baja para ayudarlo a él, y por eso salí". La enfermedad de su padre insistía. El Hospital de Clínicas Caracas no era suficiente para responder a las exigencias de la enfermedad. Valentín se traslada a Texas para buscar cura en el MD Anderson, en Houston. "Yo ya estaba en Estados Unidos, tuve que hablar con mis superiores. Les planteé mi situación: `Mi papá está enfermo, mi mamá murió hace dos años y quiero estar con él para apoyarlo". Chucho solicitaba estar junto a su papá para protegerlo físicamente, pero sobre todo emocionalmente. "Ellos conocían la situación y me dieron la baja honorable, que es el grado más alto de baja que cualquier soldado puede obtener". El cáncer de médula pudo más que el buen talante del padre y aventajó la pujanza de la ciencia.

Valentín Roa murió a sus cuarenta y tres años, después de agotarlo todo por sobrevivir. La Pitia del templo de Apolo habría mencionado seguramente a Atropos, la inflexible moira que cor-


ta el hilo de la vida, pero Chucho no se molesta con el destino. "Las cosas pasan porque tienen que pasar y alguna razón habrá. Es inútil ir contra corriente, sería como frenar un avión. Claro, uno no puede abandonar y resignarse a lo que venga: uno funda su destino, crea su futuro". En el ejército es posible pasar veinte o treinta años, jubilarse y nunca ver combate, jamás franquear zona de guerra. En unos cortos dieciocho meses Jesús

mente de Chucho volver y valerse del . acervoqudifílmntsecra otras partes. "Pero a la vez está mi deseo de superación personal, la parte profesional". Estando activo no puede estudiar al mismo ritmo que lo haría si no lo estuviera. Jesús mide en una balanza sus anhelos y, en momentos cuando los venezolanos que pueden parecen haber pasado del "en sus marcas" al "listos" y estar esperando el grito de "fuera", prepara su ingreso en

jacket. Pocas cosas lo angustian y la situación del país no le parece un obstáculo insuperable. "Nadie sabe que puede pasar o en qué terminará todo. Algo nos tiene que llevar a la solución y el compromiso necesariamente tiene que venir del pueblo y del gobierno". Ana Karina tampoco se lamenta. "Nadie desea perder de este modo a sus padres, pero esto me ha dejado un aprendizaje que supera cualquier cosa

"Hay combates momentáneos y una guerra está hecha de pequeñas batallas. A diario en Venezuela nos enfrentamos. La posibilidad de un gran choque está latente". Chucho ha ido muchas veces a marchar, pero no está dispuesto a recibir un tiro ni una pedrada: "No me parecería justo ni conmigo ni con mi familia"

Desarmado para la lucha

Valentín Roa Roca lo hizo. "Yo he tenido mis problemas como los tiene todo el mundo. A lo mejor desde un punto de vista externo, se puede decir que lo que he vivido ha sido fuerte... bueno, pero siguen siendo problemas como los de cualquiera. La madurez está en afrontarlos y salir de ellos". ¿Fácil? Chucho no lo ve sencillo. "No puedo olvidar Afganistán, no puedo olvidar el ejército, olvidar lo de mi papá, lo de mi mamá, no se puede olvidar una novia, simplemente no se puede. Hay que entenderlo y aceptarlo. Esa es la diferencia". La calidad de vida a la que se puede aspirar estando en el ejército estadounidense es muy alta. "Uno tiene todo lo que necesita y un poco más". Pasa por la

la Universidad Central de Venezuela. "En estos momentos es conveniente que yo me dedique al estudio". Quiere quedarse aquí. "Lo que más se extraña de Venezuela es la gente. Eso hace falta, más cuando tienes tanto tiempo fuera". Si de continuar carrera militar se tratara, Venezuela no sería una opción. Nunca en la vida se alistaría aquí. "Ya no puedo, y una razón de peso es que al hacerlo pierdo la nacionalidad estadounidense". Su parte militar ya la vivió y si tuviera que hacerlo de nuevo, lo haría en Estados Unidos. Frente a la situación del país no hay oráculo capaz de vaticinar el futuro. Todos los caminos parecen conducir al conflicto. "Hay combates momentáneos y una guerra está hecha de pequeñas batallas. A diario en Venezuela nos enfrentamos. La posibilidad de un gran choque está latente y eso todo el mundo lo sabe, entonces explota una guerra civil, una confrontación entre un lado y el otro". Chucho ha ido muchas veces a marchar, pero no está dispuesto a recibir un tiro ni una pedrada: "No me parecería justo ni conmigo ni con mi familia". Los hermanos Roa Roca esperan el desenlace mientras se preparan para reconstruir un país. Ana Karina está dispuesta a seguir luchando: "No dejar que por uno solo Venezuela se venga abajo". Luego de haber estado en Afganistán, Chucho ve la vida de otra manera. El chico es de acero, un auténtico full metal

cotidiana. Haremos lo posible por lograr los objetivos que nos hemos propuesto. Lamentamos que no estén, pero eso es humano".

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l soldado Roa se acerca a la frontera; es probable que esté en las proximidades de Jalalabad. Se siente observado, la bandera de Estados Unidos en su brazo lo convierte en providencia. "Para esa gente nosotros éramos todo, les dábamos comida, asistencia médica". No hubo contacto social pero recuerda experiencias que se perpetúan en la memoria. De su bolsillo saca un chocolate. Las miradas de los niños se duplican. Los afganos tratan de salir de su país y Pakistán atiende a más de dos millones de refugiados. Aún hoy es presumible que el rostro de Chucho también se haya perpetuado amablemente en la memoria de alguien. Su buena estrella lo llevó con veintiún años de edad a una guerra y lo trajo de vuelta sin lesión ni menoscabo. De ninguna forma borraría su estadía en Afganistán. "Uno vive lo que tiene que vivir y todo lo que he vivido no lo cambiaría por nada, porque algo se aprende siempre". Chucho vuelve a Houston para entregar el apartamento donde pasó los últimos días junto a su papá. Recogerá sus indispensables y regresará. A diferencia de muchos coterráneos, pone la zozobra aparte y cree que se puede llegar a algún lado en paz. La guerra, la de verdad, ya la conoce. 1-g FEBRERO 2003

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Mientras vitrinas, aparadores y santamarías se inmolaban con una siesta prolongada —el paro cívico nacional convocado por la Coordinadora Democrática parecía, a principios de diciembre de 2002, la carta definitiva para ganar la partida—, en el Oeste de Caracas reinaba el usual estrépito del caos urbano. Vitalmente embochinchado, cacique de la anarquía, ese territorio independiente llamado Catia hizo caso omiso y se torna por estos días en mítico Dorado para la oposición: Llegar hasta Miraflores desde sus dominios representaría la gran conquista. Francisco Fajardo, hace casi quinientos años, también lo intentó. No pudo

Marsolaire Quintana cc álame calle!". Escuchó su propia voz, atrapada en un sofoco de imágenes confundidas entre la oscuridad del recuerdo. La noche era colmillo afilado en boca de lobo y con fiereza depredadora lo cercaba. "¡Jálame calle!", gritó desesperado cuando la bestia se abalanzó sobre él. Luego sonó el despertador a las cuatro de la madrugada. Su mujer —trabaja como recepcionista en una fábrica ubicada en La Urbina— le ofrece un pocillo de café recién colado. Mientras saborea el olor se da cuenta de que las torres aparecidas en sus alucinaciones fueron derrumbadas hace unos años, que no tiene sentido temer, que las pesadillas se acabarán algún día. Pero no. "El retén se lleva por dentro, y en cualquier momento puede salirte un muerto de ese panteón", piensa en voz alta Osbel, un caletero del Mercado Periférico de Catia, recostado sobre un camión de plátanos y a la espera de su paga diaria, a eso de las siete de la mañana. "Entré cuando tenía dieciocho y salí a los veintidós. Pagué seis meses por daños a la propiedad privada; el resto del tiempo estuve espe-


El pasado de la

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"Cuando la gente de afuera piensa en Catia, ve un retén lleno de marginales e inadaptados pagando su condena", comenta Ligia. "Cadena perpetua", interviene un entrometido. "Si, mijo, ¿tú no sabes que hay personas que creen que es un castigo vivir aquí? Tú, por ejemplo, ¿cuántas veces no has jurado que te irías si pudieras?". Ligia tapa la boca contraria con ese típico movimiento que indica dinero

rando la sentencia. Lo único que hice fue quebrarle un vidrio al carro de un tipo", cuenta. Pero el "tipo" en cuestión era comisario de la Policía Metropolitana. "Mala suerteeee...", canta su compañero, muy atento al diálogo, imitando a Héctor Lavoe. Osbel, que apenas llega a los treinta, sonríe con cierto cinismo y contrapuntea: "¿Y para qué leer un periódico de ayer?". "No jó. Nadie sale vivo del Retén de Catia. Los que salimos somos unos muertos", insiste el otro, mientras mira desafiante hacia acá. Osbel da por terminado su fugaz testimonio con otra de sus frases lapidarias, sin saber que ésta podría encajar a la perfección como grito de la victoria canalla y realista del día a día en Catia: "El muerto al hoyo y el vivo al bollo". "Cuando la gente de afuera piensa en Catia, ve un retén lleno de marginales e inadaptados pagando su condena", comenta Ligia, ascensorista de uno de los bloques de Lomas de Urdaneta. "Cadena perpetua", interviene un entrometido. "Sí, mijo, ¿tú no sabes que hay personas que creen que es un castigo vivir aquí? Tú, por ejemplo, ¿cuántas veces no has jurado que te irías si pudieras?". Ligia tapa la boca contraria con ese típico movimiento que indica dinero hecho con los dedos, y tras esto coloca un cartel en la puerta de su trabajo: "No funciona hasta nuevo aviso". "¡Trece pisos! ¡Y con estas bolsas!", exclama un ama de casa. "Tú lo que estás es haciendo paro. ¡Escuálida!", bromea un vecino, estudiante del octavo semestre de ingeniería de sistemas. "Ni escuálida ni chavista l que ninguno de ellos me da de comer", contraataca Ligia y busca la atención de este lado: "¿Cómo vas a creer que aquí la gente iba a cerrar los negocios? Catia nunca se ha parado".

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s cierto, nadie recuerda que este sector se haya detenido alEXCESO

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guna vez desde el comienzo de su historia. De los tres asentamientos urbanos no regulados que existen en Caracas —el más grande se concentra aquí, con 713,92 hectáreas; es decir, casi la suma de Petare y Antímano, que no llegará a 900— ninguno como éste para ejemplificar los mecanismos de supervivencia de una ciudad amenazada constantemente por el desorden. "Caracas es ingobernable", diría un no muy eximido gobernador contemporáneo. Tal vez hacía alusión directa a esta región, pues, desde que en 1558 fuera fundada como villa por Francisco Fajardo, se ha encabritado como un potrillo caprichoso y ha sido prueba de fuego para cualquier autoridad cada vez que algo insinúa quebrantar sus particulares principios. Tal vez, por los reflujos de la historia, se haya obviado que, once años antes de la fundación oficial de Santiago de León, Fajardo —conquistador mestizo, hijo de la poderosa cacica Isabel, dueña y señora de Margarita— aprovecharía la influencia de su madre para establecerse entre El Panecillo y Macarapana, un vasto territorio dominado por los caciques Guaicamacuto y Catia. Pero los abusos cometidos por los hombres del margariteño molestaron a las autoridades indígenas y provocaron su derrota y expulsión. El enclave del cacique Catia, uno de los altos dignatarios de la tribu Caracas, era tremendamente estratégico al ser la única abertura natural del valle hacia el mar: siguiendo los abruptos márgenes de la quebrada Tacagua, puede llegarse hasta el espacio conocido hoy como Catia La Mar, custodiado en ese entonces por Guaicamacuto. El llamado "camino de los españoles" era una ruta de difícil acceso al valle tanto para la gente como para las bestias de carga; por eso más tarde, una vez vencida la tribu y muertos sus cabecillas a manos de Diego de Losada, el proceso de construcción


del acceso a la ciudad desde el litoral fue necesario aunque complicado. En la relación que hiciera en 1578 el primer gobernador que residió en Caracas, don Juan de Pimentel, se plantea que las seis leguas de distancia de "Santiago de León a Nuestra Señora de Caraballeda son de camino muy torcido, porque la sierra que está en medio no da lugar a otra cosa". Y, en efecto, los españoles sufrirían el agobio de la sinuosa vía hasta que en 1587 Caraballeda fue despoblada, como medida de protesta contra un arbitrario gobernador, por sus habitantes, que se retiraron hacia La Guaira, asumida como puerto natural. Desde allí, en 1590, Andrés Machado abre el "camino de Catia", y se iniciaría un tránsito que no ha dejado de fluir desde esas lejanas fechas. En otras palabras, Catia es la natural puerta de entrada a Caracas, que nunca se ha cerrado en más de cuatro siglos. CCM

i hermano dice que en Catia se inventó el cuti", afirma muy serio Manuel, estudiante de un preescolar ubicado en la avenida Sucre, refiriéndose al juego infantil que combina la palabra cuti con las sílabas de otra que se desee mantener en secreto. "¿De dónde sacas tú eso?", pregunta una de las orientadoras de la biblioteca pública. "Por Cútira. ¿Cutí-tú cuti no cuti sa cuti-bes?", ríe el niño y todos los que lo secundan. A partir de 1753 las actas del Cabildo de Caracas señalan actividad comercial en ejidos "ubicados hacia los lados que llaman de Catia, Cútira y Agua Salud". Es decir que, mucho antes de que se abriera el camino hacia La Guaira, en Catia se desarrollaba una sostenida actividad comercial. De hecho, hasta finales del siglo XIX fue el segundo surtidor de leña de Caracas y, una vez comenzadas las actividades ferrocarrileras, se convirtió en la principal fuente de carbón. Pero no hay que adelantarse tanto, pues aún el pasado explica de alguna manera la idiosincrasia de ese "pueblo sin ley", lugar común convertido en mito. Siempre ha sido y será la zona más intrincada de la ciudad. Si El Avila, y toda la cordillera que separa el valle de la costa se asemeja a una falda, en Catia están sus pliegues arremangados con coqueto pero desordenado gesto. Así que sobre cada plisado es-

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tá un asentamiento urbano no planificado y la improvisación histórica hizo aún más difícil el control de la gente que la ha poblado desde hace centurias. Pese a esto, tres factores indicaban que la zona exclusiva de la ciudad se desarrollase aquí y no en el Este: El viento que venía del mar y equilibraba el clima de la ciudad, la cantidad maravillosa de agua y, por supuesto, el acceso al litoral. Arquitectos como William Niño Araque opinan que Caracas es una ciudad marítima. Ante esto hubo quien aseveró que, de ser así, Catia es el muelle. Tal vez por esto, por su vocación de malecón, de bodega que todo conserva provisionalmente —llega, incluso, a palparse un insólito gusto por la transitoriedad, semejante al ir y venir del mar—, de castillo de arena, por lo que la ciudad "bien" no prosperó. Hacia el Este, a partir del casco central, la ciudad se extendía entre haciendas y parroquias foráneas; hacia el Oeste, ganado caprino, vaqueras y gente con espíritu cimarrón. Eso también determinaría la menguada población residente del sector, hasta que en 1930 se destapó un incontrolable crecimiento que no ha cesado hasta el presente. Ante esto ¿cómo no iba a ser un reto para cualquier gerente público ganar adeptos en el sector más densamente poblado de la capital? ¿Cómo no iba a hacérsele agua la boca a Alfredo Peña ante la posibilidad de aplicar aquí el ahora fracasado Plan Bratton de seguridad? Pero, claro, no sólo de votos vive el hombre. "No resulta extraño que la gente quisiera ver a Catia convertida en municipio, sobre todo por su tamaño", expresa un dirigente comunal en una de las muchas reuniones de carácter político que se han realizado en el Ambulatorio Nueva Caracas y otros centros comunales desde hace décadas. Las estadísticas oficiales hablan de casi 800 mil habitantes; las otras, manejadas por los baquianos de la política local, dudan que los funcionarios de la Ocei hayan llegado a todos los vericuetos que aún no están registrados oficialmente como barrios por el Estado. De hecho, muchos jóvenes encuestadores del último censo fueron asaltados en otros sectores: ¿qué los haría pensar que en lo recóndito de la parroquia Sucre no sucedería? Los datos, entonces, sobrepasan el millón, de los cuales un atractivo porcentaje se traduce en votos. Ese "viejo anhelo" de crear otra alcaldía en Caracas no es tan antiguo, o por lo menos no hay indicios históricos de que así sea, antes de 1970, fecha en la que comienzan los primeros tanteos. Es cierto, la tribu liderada por Catia trató de mantener su autonomía después de su derrota, pero las encomiendas coloniales, la esclavitud indígena e inéditas enfermedades sin remedio diezmaron a la población. No obstante, trescientos años más tarde, el sistema de apropiación privada de tierras era usualmente registrado en el Cabildo y demostraba que el inmenso territorio estaba en manos de media docena de terratenientes que, incluyendo al municipio, no se habían propuesto presionar por autonomía alguna. Una vez que Juan Vicente Gómez ordena en 1912 reacondicionar la carretera hacia La Guaira —construida en 1845 bajo la presidencia de Carlos Soublette—, y luego inaugurar una nueva en 1920, con entrada por Plan de Manzano, la zona creció = FEBRERO 2003

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demográficamente. Ante estas circunstancias, algunos de los llamados "pioneros" de Catia —Ruperto Lugo, Jaime Olivet, Ventura Maury, entre otros— insistieron en el progreso configurado en una prolongación del macadán desde la entrada a La Guaira hasta la esquina de Natividad, crear una plaza central y traer la luz eléctrica. Legajos y periódicos de principios del siglo XX señalan que estos líderes comunales habían surgido a partir de litigios contra la sucesión Flores Pacheco, dueña de los terrenos que hoy se conocen como Los Flores, Alta Vista, Ruperto Lugo, Cútira, Los Frailes de Catia, El Manicomio, Lídice y Agua Salud. La gran cantidad de terrenos ociosos y la incontrolable migración de provincianos a la capital consolidaron el establecimiento de caseríos y barrios que más tarde fueron difíciles de erradicar. Aún hoy aquella familia insiste, pero la realidad sobrepasa cualquier expectativa. A raíz del asesinato de Juancho Gómez, gobernador de la ciudad, en 1923 el Benemérito —o Bagre, según se prefiera— colocó en la plaza construida por iniciativa de los vecinos un busto de su hermano. Tras la muerte del dictador, el 14 de febrero de 1936 —el mismo año en que se lo designa como parroquia Sucre y se demarcan sus límites actuales— una poblada cortó literalmente aquella odiosa cabeza de bronce. La singular independencia de los catienses mantuvo acéfalo su principal sitio de concentración, y sólo en 1955 llega la estatua ecuestre del Mariscal Antonio José de Sucre. Según uno de

El viejo mercado

los cronistas de Catia, José Vera, el carácter indócil de esta gente les hizo construir su propia plaza Bolívar, ubicada frente a los actuales talleres del metro de Caracas en Propatria. Incluso, cuenta, "tuvimos que pelear con Antonio Ledezma, pues cuando era alcalde de Caracas quiso llevársela de allí. No se lo permitimos, por supuesto".

cc ue la gente del Este no me venga a estar proponiendo partiditos de fútbol si se acercan por aquí", espeta un charcutero del Mercado Periférico de Catia, ante la posibilidad de que haya una concentración opositora en la calle Perú. Le molesta

"En toda la historia de este mercado nunca habíamos visto

tanta gente del Este viniendo a comprar. Yo tengo en el mercado más de treinta años. ¿Cómo no voy a

reconocer a la gente del otro lado, cuando lo que hacen es venirse vestidos como lo que ellos consideran

que es un pobre y se encuentran que aquí todo el mundo viene con su pinta? ¡Claro que se iban

a destacar con sus disfraces!"

que en el anecdótico partido celebrado en la autopista de Prados del Este los muchachos del barrio Santa Cruz hayan tenido que quitarse la camisa para identificarse. "En toda la historia de este mercado nunca habíamos visto tanta gente del Este viniendo para acá a comprar", declara con su acento canario, y no sin aprensión a este cuento de las entrevistas. Pero, ¿cómo sabrá distinguir entre unos y otros? "Oye, mi amor", ofrece, a la par, un pedazo de fresquísimo queso palmizulia, "yo tengo

en el mercado más de treinta años, ¿Cómo no voy a reconocer a la gente del otro lado, cuando lo primero que hacen es venir,e vestidos como lo que ellos consideran que es un pobre y se .ilcuentran que aquí todo el mundo viene con su pinta? ¡Claro ue se iban a destacar con sus disfraces!". Casi todos los concesionarios de ese corazón de Catia llama-


Las compras del día

ría Boccardo, principal proveedora de pieles, charol y cuero de do Mercado Periférico son inmigrantes europeos; especialmente la ciudad. Aquellas 646 casas fueron la primera prueba de fuego canarios, como Paulino Hernández y se esposa, expendedores de del famoso Banco Obrero, convertido hoy en Inavi. Sin embarvarias clases de cambur y plátano. Pocos allí, como el señor Jogo, mucho dista la calidad de aquellas construcciones de las que sé Vera —dueño del puesto de batidos Rey de la voladora, heremás tarde se realizarían en tiempos más "democráticos", como dero indirecto del legendario "Médico Asesino", mas sin gradalas terrazas de Nueva Tacagua, desastre de ingeniería y dolor de ción alcohólica—, son venezolanos; en cambio, al lado, en el cabeza para el alcalde de turno. Luego de Propatria, diseñada Mercado Libre, la mayoría es criolla, pero han debido salirse a por Carlos Alberto Guinand, vendrían las urbanizaciones Casalla calle por la escandalosa competencia de los buhoneros, amos ta, Urdaneta, Lomas de Propatria, Colinas de Urdaneta y Simón y señores de las principales vías del casco central. Bolívar, basadas en casas y superbloques bajo los conceptos de Los europeos comenzaron a llegar a Catia a partir de 1930. Villanueva y Cellis. "Aquellas soluciones habitacionales, como Primero fueron los españoles, portugueses e italianos, gente que Las Fundaciones —creadas por Eugenio Mendoza, cuyos talleaprovechó las facilidades del primer proyecto urbanístico hecho res se ubicaban en el actual Parque del Oeste— estaban diseñapor constructora privada en el Oeste de la ciudad: Nueva Caradas para trabajadores como viviendas 'de paso'", sostiene Angel cas, cuyo trazado octogonal, calles bautizadas con nombres de países latinoamericanos y una avenida principal España, vía Machado, habitante de la urbanización Urdaneta. Otras como Casalta, con club, canchas y piscinas había sido pensada para la que inspiró a Gómez para mandar a construir las avenidas clase media; en cambio a los superbloques de la urbanización 2 Atlántico, 19 de abril o Morán, San Martín y 19 de diciembre en el Paraíso, y que él mismo llamó, con ayuda de algun jalameca- de diciembre —llamada más tarde 23 de enero y convertida en parroquia no hace tanto— irían los barrios no muy salubres de te de la época, Gran circunvalación del oeste— con plazas a caSan Juan. La idea que rondaba la cabeza en ese entonces, la de da extremo, de las cuales la Pérez Bonalde ha sido muy querida la movilidad social, mudaría a la realidad del estancamiento. por sus habitantes, incluidos el pintor Jacobo Borges y José IgCID nacio Cabrujas, nacidos en esa época de cambios. udo que haya un lugar en donde haya más tolerancia que El segundo proyecto lo propició una organización sindical: aquí", señala uno de los sacerdotes de las muchas iglesias que Propatria, inaugurada por López Contreras en abril de 1936 en existen en la parroquia. A una de ellas, la de San Nicolás de Ba 1U terrenos de un "duro" de la época, el dueño de la famosa tene—

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ri, asisten los europeos orientales que se concentran en Altavista desde los cincuenta del siglo pasado. Polacos, húngaros, rumanos y rusos se instalarían en ese barrio que desafía el tiempo; en el callejón San Pedro, los ojos zarcos y los rasgos agitanados cruzan la calle un domingo cualquiera. "¡Adiós, muñeca linda!", le grita un actor desaparecido a una muchacha perdida en el blanco y negro de la pantalla chica. En La hija de Juana Crespo, la telenovela escrita por Salvador Garmendia, las calles por las que transita la inolvidable Hilda Vera pudieran ser muy bien las de la calle Italia de Altavista o las del barrio Guaicaipuro de Los Magallanes. Da lo mismo, muchos de los grandes artistas han tenido que pasar por Catia como Dante por el Purgatorio, aunque en esta comarca no sea tan divina la comedia cotidiana. Francisco Narváez, por ejemplo, instaló su taller en el número 24 del Barrio Obrero, a su regreso de París en 1931. Allí se reunían buena parte de los artistas e intelectuales del momento: Alfredo Boulton, Vicente Gerbasi, Fernando Paz Castillo, Guillermo Meneses. Aquí aplicaría aquella sentencia de que son cosas del destino, pues justo al lado se encuentra el Museo Jacobo Borges, dirigido por Adriana Meneses, hija del autor de La mano junto al muro. "Era aquel un momento histórico signado por el puente tendido entre pasado y futuro, entre raíces locales y nuevas tendencias internacionales, entre una nueva representación que se descompone en planos y conceptos y una generación que, engastada en la materia que tiene en su entorno, la toma como propia", se señala en Océano, una de las pocas enciclopedias en donde se registra alguna alusión a la historia de Catia. "Somos multiculturales y plurales", expresa Angel Machado que, como folklorista, señala el intenso movimiento cultural y religioso. Y es cierto, pues convergen, se mezclan y se aguantan con condescendencia decenas de costumbres provenientes de los puntos geográficos nacionales e internacionales. La fiesta de los

Nazareth Koftayan es un pan

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Ibrahim Dahabi, dulce árabe

portugueses, la que celebra con fados y comilonas a la Virgen de Fátima; los velorios de Cruz de Mayo con sus décimas de protesta; el cultivo del son, en boca del fundador del Sonero Clásico del Caribe, José Rosario Soto, en el barrio Isaías Medina; las fiestas con joropo tuyero en algunas zonas de El Amparo; las paraduras del niño traídas por los andinos en la zona de Mario Briceño Iragorry; la celebración del día de Reyes con las roscas de pan hechas por los canarios; la congregación de los libaneses los domingos en Flor de Trípoli, único sitio en Caracas en donde se hace knefe, una delicia cubierta de miel y azahar que se deshace en la boca; las abluciones espirituales de los musulmanes los días viernes, cuando se trasladan hacia las mezquitas personajes tan interesantes como los dueños de la primera dulcería árabe de Catia, la Dahabí; el dialecto africano que se habla en una de las escaleras del barrio Gramovén, propio de los naturales de Palenque, un pueblo de la costa atlántica colombiana; el persignarse "a lo contrario" de cristianos ortodoxos, como Nazareth Koftayan, dueño del secreto de cómo hacer el pan armenio; las transacciones de los judíos peleteros de la calle Argentina; la celebración del año nuevo de los chinos, dueños de todos los restaurantes para obreros y, antiguamente, de todas las lavanderías... un interminable rosario de ejemplos que, junto con las historias de lenocinios —como el legendario El pez que fuma— y cines —el Teatro Catia tuvo el primer cine sonoro— dan al catiense


Era Catia la zona industrial de la ciudad, las tenerías, alfarerías y talleres sumaban a mediados del siglo pasado mil 121 establecimientos y era el segundo empleador de la ciudad "En Catia se crearon las mejores escuelas técnicas; aquí se formó la mano de obra especializada que, después, fue a parar a Pdvsa, a Pequiven, a las siderúrgicas"

a Pdvsa, a Pequiven, a las siderúrgicas", se confiesa un especialista en orimulsión egresado de una de ellas. Empero, el otro lado de la moneda destinaba a los olvidados por las políticas estatales a la buhonería, fenómeno económico que se incrementó con la creación del Boulevard de Catia y, paradójicamente, del Metro de Caracas, hace veinte años. "La buhonería es el problema más grande de Catia, pues trae como consecuencia la inseguridad y la destrucción de todas las zonas comunes", explica José Vera. "Además", continúa, "la mayoría de esas personas no vive en Catia". La mirada de Jorge Noffra se pierde en los miles de objetos recuperados que vende en Aquí estoy agachaíto, una leyenda del comercio creativo, mientras los chivitos, gallinas y conejos, del otro lado de la calle, esperan al destino. Algo parece fugarse en el tiempo, como si se tratase de un cuento de Arriola; pero no hay que llamarse a engaños, Catia no es el idealizado paisaje cabrujiano, tal vez nunca lo ha sido. "¿Por qué el nombre de mi negocio?", se pregunta Noffra con una lágrima nostálgica. "Por la vida que uno pasa, por haber estado así, agachado, pasando trabajo; pero aquí estoy".

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Jorge Noffra de pie

legítimo una idiosincrasia rica en coloridas narraciones que se convertirían en las películas de Román Chalbaud, las obras de teatro de Cabrujas, algunos sainetes de Aquiles Nazoa o las narraciones de Oswaldo Trejo.

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adie sabe cuánto trabajo puede pasar en la vida, hasta que lo pasa", dice don Jorge Noffra a sus ochenta y tantos años. A la entrada de su negocio, uno de los más transitados de la calle Colombia, algunos chatarreros lo esperan para venderle nuevos hallazgos del despojo. Noffra, luego de una accidentada vida llena de pérdidas materiales, llegó a Catia como buhonero en la misma época en que los baldíos terrenos en donde se levantó el Mercado Libre asemejaban a la ya desaparecida laguna. Era Catia la zona industrial de la ciudad, las tenerías, alfarerías y talleres menores sumaban a mediados del siglo pasado mil 121 establecimientos y era el segundo empleador de la ciudad. Boccardo, Telares de Catia, Textil Venezolana, Manufacturas Lahou, Gramoven, H. L. Boulton, Maquinarias Mendoza y otras tantas obligaron al gobierno a abrir centros de formación. "En Catia se crearon las mejores escuelas técnicas; aquí se formó la mano de obra especializada que, después, fue a parar

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ay una Catia desconocida para quienes habitan en otras regiones capitalinas, algo que subyace y es difícil de asimilar por su complejidad y misterio. Para el catiense, Catia se despierta, va a dejar su estela a la ciudad entera y, tarde en la noche, regresa a dormir a su cama de insatisfacción. No gusta Catia a su gente, pero eso es un asunto íntimo, nadie se tiene que enterar. Por eso cuando sus ciudadanos hablan de su territorio exaltan una suerte de patriotismo chico, de orgullo inquebrantable. Para la gente de Catia, el Este es lo otro, sea por negación o por indiferencia; el Este comienza después de Miraflores, el Este es el pueblo de al lado, distinto y molesto, el punto y raya de un mapa colmado por injusticias de clase, pero con el cual hay que cargar. Y siente, también, la mirada de ese otro, llena de prejuicios y de inútiles "buenas intenciones" para transformar a los buenos salvajes —ese estereotipo de gente maleducada e inculta, que se rebusca en el basurero de Ojo de Agua; esa imagen de "monos" de un chavismo sudado y etílico; ese preconcepto del tierrúo vengador que saqueará a la clase media— en ciudadanos que marchan y, por supuesto, votan. Pero el contrato rousseaniano hace rato que fue roto, y, según cuenta la leyenda urbana, se transformó en polvo y yace bajo los escombros del viejo retén de Catia. Quizás, más que buenas intenciones sacadas del Siglo de las Luces, haga falta estudiar las reglas que permiten la convivencia de tal diversidad y darles todo el peso de la ley. FEBRERO 2003

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Quizás la mejor demostración de que Venezuela está cambiando sea el carácter prácticamente imperceptible que para las mayorías nacionales revistió el último Miss Mundo, celebrado, luego de los trágicos eventos de Nigeria, en Londres. Y es que los ojos de todos en la Tierra de Gracia estaban en otra parte: en los barcos que ostentan

justicia poética o venganza de la belleza

criolla— nombres como Pilín León, Bárbara Palacios, Susana Duijm y Maritza Sayalero, misses de la cuarta república elevadas a símbolos de resistencia


JJ..weaLLILI

Imi \

se ha puesto feo Faitha Nahmens desde Londres Fotografías de Andrés Landino

L a mujer que más admiro yo...?", batirá las pestañas, pelará los ojos y se quedará mirando para San Felipe —pues de allá es— la representante de Venezuela en el concurso de belleza. Y es que seguro su nariz —original y sin retoques de ansiosos bisturís— olfatea que puede estar a punto de pisar un campo minado. "¿Que quién es...?". Envuelta en un diseño garboso suscrito por Durant y Diego, frente a un jurado que al final —paradójicamente— no se andaría con muchas contemplaciones, y a la vista de dos mil millones de televidentes —excluir a sus paisanos, la desazón patria no dejaba espacio para fruslerías—, Goizeder Azúa Barrios vacilaría varios segundos, siglos, antes de dar, por fin, su respuesta. A ver, a ver. Quedaba claro que estaba "muy emocionada". Con bombos y platillos había sido llamada a integrar la selecta decena de las semifinalistas, el top ten de las más bonitas del mundo. Y es que desde 1999, para irritación del cebado gentilicio nacional, el peldaño que las venezolanas, sobradas, en todos los concursos de belleza habidos y por haber tomaban por descontado, se había vuelto esquivo laurel en las últimas ediciones del Miss Mundo. Tras sortear con buen pie las rampas sitiadas por decorativos espejos de agua —el tacón no se le enredaría en el dobladillo del vestido—, y sonreírle a Chayanne, llegaba fresca a la recta final. El corazón se le quería salir por la boca; la respuesta, no. La interrogante que le otorgaría más o menos puntos tomaba por sorpresa sus prometedores 17. "Es lo que yo digo, incluso lo he conversado en más de una oportunidad con Osmel Sousa, pendiente hasta la obsesión de cada detalle: no puedes esperar que una muchachita teorice sobre la niñez abandonada, las drogas o la pobreza", se parcializa sin ambages, a la mañana siguiente del 7 de diciembre, una conspicua huésped del Landmark, el muy chic hotel de Londres, Carmen Josefina León de Pérez, o sea, Pilín León, ahora mítica ex Miss Mundo venezolana. "No te creas, decidir a qué mujer tú pondrías como modelo para la humanidad más que una pregunta es una conchita de mango, sobre todo en estas circunstancias". O pedirle peritas al olmo. Por ejemplo, si Goi-

zeder optaba por la madre Teresa de Calcuta, sin duda portadora de un aura absolutamente consensual, pero muy católica, podía perder la oportunidad de hacer gala de la "buena voluntad occidental", hecha jirones en Nigeria, país del que la joven, otras 90 chicas y el templete todo del Miss Mundo habían, apenas horas antes, literalmente huido traumatizados, cual extraterrestres. Desde su arribo a Abuja, la capital de la nación africana, percibirían que no eran considerados precisamente como una grata presencia, al diablo que fueran bellas. Allí no querían a nadie —y resultó público y notorio— que tuviera que ver en lo más mínimo con un evento de esta naturaleza, los rostros, las bocas, las espaldas, los muslos, las barriguitas peladas. Pese a que el show excluía expresamente el desfile en bikini o leotardos —se proyectaría un video a mitad del certamen de las niñas jugando con agua en traje de baño—, los fundamentalistas, en sus trece, estaban persuadidos de que por antonomasia el certamen desafiaba al Islam. Dijeron: "Incita a la promiscuidad y el sexo", y, para remate, que era una puerta de entrada para el Sida. A hacer mutis, pues, los desheredados de Mahoma; cristianos abstenerse. Tampoco en Kaduna, al norte de Abuja, serían bien recibidos; por el contrario, puros gruñidos harían eco atroz ante la gran comparsa de luces y seda. Luego de un polémico artículo de prensa publicado en un diario local, esta ciudad lanza la primera piedra que da inicio a las acciones menos hospitalarias que imaginarse pueda: saqueos, incendios, palazos, cuchilladas y asesinatos. El saldo es un exabrupto: 23 iglesias católicas destrozadas, 11 mil personas sin vivienda y 215 muertos. Acaso entonces temería animarse a seleccionar de entre la lista de nombres femeninos que desfilaba por su cabeza, coquetamente peinada, a Amina Lawal, la nigeriana cuya tristísima mirada desde hace meses viaja suplicante por Internet, esa dramática fotografía de la mujer con un bebé en brazos, que fuera acusada de adulterio y condenada a morir apedreada en la plaza pública, el cuerpo enterrado hasta el cuello. A lo mejor, no era el fashion show del Miss Mundo la tribuna más apro-=

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Todas las bellezas de un feo mundo

piada para hacer proselitismo feminista, humanitarismo elemental, porque quién sabe si hasta enardecía más aún, vía satélite, a los jueces más afectos a las leyes islámicas. Podía resultar contraproducente. Y tampoco, entonces, convendría celebrar con una respuesta que denotara adhesión —y menos a estas alturas del campeonato— al gesto de sus compañeras de certamen, o mejor dicho, las que por poquito no lo son, aquellas que desde sus países —Francia, Bélgica, Dinamarca, Noruega, Costa de Marfil, Kenia, Togo— promovieron un boicot al Miss Mundo y se negaron a viajar a Nigeria —a Londres llegarían en la raya— en protesta a la sentencia contra Amina, "bárbara e inaceptable". La verdad, pensaría Goizeder, es que ella aplaudió más a Miss Suecia y a la propia Miss Nigeria que portaron el estandarte del no boicot: vini, vidi, vinci. Dar la pelea dentro del certamen, en el país anfitrión, tendría que tener más impacto que hacerlo desde afuera. Ella, vale decir, jamás lo puso en duda: iría a Nigeria o a donde fuera, claro que sí. Porque no creía en lo absoluto —y eso lo reflexionó mientras empacaba sus vestidos— que pudiera resultar ofensivo lo que hacía: desfilar, quizás ser descubierta por un cazador de talentos de una famosa agencia de modelaje, convertirse en estrella de cine o tele, conocer gente diferente... Bueno, ¿y si terciaba hacia territorios patrios? ¿Qué tal alguna protagonista del pasado heroico? ¿O sería mejor una mujer cie la actualidad en rol protagónico? ¿Habría alguna dentro del chavismo? ¿La oposición las tenía todas consigo? ¡Ajá! En las narices tenía un buen ejemplar: Pilín León, miembro del jurado calificador... Y por eso mismo una selección a descartar sin más preámbulos: luciría como un gesto de zalamería muy 42

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poco elegante. Por añadidura, otorgaría, en aquella aséptica palestra, un inesperado matiz político —¿fuera de contexto?— a raíz de la entonces novísima circunstancia ventilada al mundo y en el Miss Mundo por la prensa de todos los países. La tripulación del carguero petrolero venezolano bautizado con el nombre de Pilín León, a la misma hora en que se celebrara la gala privada del Miss Mundo —150 libras esterlinas el boleto—, casualmente, se sumaba al paro laboral venezolano: desde el más novato marinero hasta el capitán. En consecuencia, considerar a Pilín, y nombrarla, retumbaría en el Kristal Palace, repleto hasta los topes, como un sonoro cacerolazo. Pilín León, sin embargo, lo hubiera disfrutado por partida doble. "Es un orgullo para mí lo que hace ese barco que bauticé, eso me honra", se comprometería mientras evocaba contentaza los pormenores de aquella jornada del bote del barco, pocos años atrás, en España. Al llegar a Puerto Cabello, ella misma izaría en la proa la bandera venezolana, se regocijaría viendo cómo lanzaba chorros de agua cual ballena al compás de marchas épicas y toques de sirena, y, cosa rara en ella, se enjugaría alguna lágrima indiscreta. Tic-tac, tic-tac. Había que decidir y la verdad es que podría ser, cómo no, cualquier otra de las tantas reinas de belleza venezolanas, que las hay en abundancia, lucubraría Goizeder, pero tendría, está visto, que irse a tientas. Con los ojos cerrados, Carmen Susana Duijm Zubillaga, hermosa por siempre, y cuya belleza coronada en 1955 los franceses tildaron de savage; el que hubiera confesado que no tenía empacho en mezclar los spaghetti con caraotas negras aliñaba mejor todavía la leyenda. En cambio, ni por asomo debería mentar a Astrid Carolina Herrera,


quien, al hablar de sus preferencias cían calor, pues mejor sería darse "ES LO QUE YO DIGO, INCLUSO deportivas —los muy vernáculos touna apuradita. LO HE CONVERSADO EN MÁS DE UNA ros coleados— provocó ayes de Ah, pero ni loca se decidiría, aunOPORTUNIDAD CON OSMEL: NO PUEDES asombro y pitas de repudio entre los que tenía su nombre en la punta de súbditos de Isabel II. Ganó, cómo la lengua —los bochornosos sucesos ESPERAR QUE UNA MUCHACHITA están todavía muy frescos y le vieno, pero por encima de los "muera" TEORICE SOBRE LA NIÑEZ nen a la mente sin quererlo— por más apasionados. La prensa local ABANDONADA, LAS DROGAS O LA Isioma Daniel, cronista de moda del emprendería una campaña contra la POBREZA", SE PARCIALIZA SIN AMBAGES, diario This Day. Daniel no podía teniña bonita de El Valle y le encasner el menor chance como ungida, A LA MAÑANA SIGUIENTE DEL 7 quetaría el remoquete de the killeren la creencia de Goizeder. La periomiss, y Londres toda, la ciudad donDE DICIEMBRE, CARMEN JOSEFINA LEÓN dista es la autora del artículo en el de nacieran Amnistía Internacional DE PÉREZ, O SEA, PILEN LEÓN, AHORA que deja colar que a qué viene tanto y Green Peace —y glorias sangrienMÍTICA EX MISS MUNDO VENEZOLANA. alboroto, por dios; que si Mahoma tas como Jack el destripador—, esti"NO TE CREAS, DECIDIR A QUÉ MUJER estuviera vivo ahora mismo hubiera mulada por el roce con Astrid, canapretendido a una candidata al Miss lizaría sus ecológicas inquietudes TÚ PONDRÍAS COMO MODELO PARA LA Mundo. Fue la guinda, el detonante creando más organizaciones no guHUMANIDAD MÁS QUE UNA PREGUNTA que dio puerta franca al estropicio, bernamentales y aprobando nuevas ES UNA CONCHITA DE MANGO, SOBRE el acabose. Condenada a muerte leyes en defensa de los animales. TODO EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS" por la sharia, entiéndase la voluntad Una reacción al caso Herrera: nunde dios, tuvo Daniel que picar los ca más los patrocinantes del Miss cabos, no se sabe a dónde, por suMundo donaron a las sucesivas gapuesto; el editor del periódico ternadoras abrigos de pieles; en 1984 minó tras las rejas; y del edificio de se regalaría el último visón. O sea, This Day sólo quedaron las cenizas. Goizeder borraría esta provocación. Julia Morley diría que la crónica ¿Quién, pues? Porque viéndolo pudo ser indelicada, no así su conbien, tampoco Jacqueline Aguilera, curso, un negocio producido con fiotra miss Mundo, podía ser buena nes filantrópicos, que permite a un candidata —por controversial, y ya estaba bueno de controversias—, centenar de jóvenes de diferentes luego de que deslizara, tras observar países pasar por la experiencia de la estrecha relación entre Julia Morconvivir en sana paz, y que le huley, la viuda del creador en 1951 del biera permitido a Nigeria mostrarse Miss Mundo y ahora dueña y señoturísticamente. "Nuestro lema es el ra del copyright, y Pilín León, linda de la promoción de la belleza y cabeza de una empresa relacionada también el de los mejores valores con la producción de eventos, en humanos —beauty with a purpose, Caracas, que ésta estaría negocianreza el santo y seña—, así lo ha redo para sí la franquicia en Venezueconocido el gobierno de Nigeria, lo la del Miss Mundo. "La franquicia tengo por escrito", suspiraría, lila tiene Venevisión, creo que a lo brándose de polvo y paja. En efecmejor es ella quien la está buscanto, frente a las cámaras de televido...", respingaría Pilín, confirmansión, el presidente de Nigeria; Oludo asimismo que sí, que es muy segun Abasanjo, en alocución de amiga de Julia desde los años del urgencia, limpió de culpas al certaMiss Mundo, que siempre es su inmen y señaló como único causante vitada y acaso de alguna manera de la virulencia desatada a la prensa una suerte de asesora ad honorem irresponsable, dios nos libre. pero por mero amor al arte y que se Yendo ya contra reloj pero sin Con Pian convertida en emblema llaman por teléfono para consultaránimo de herir susceptibilidades se compras, decisiones más o menos importantes, o desearse —valga el eufemismo—, Goizeder no consideraría ni por un seFeliz Navidad y feliz cumpleaños cuando corresponde. Pero gundo el nombre de la linda pituca que lucía la banda de Miss que se entienda que una cosa es amistad y otra, influencias. En Perú. No era periodista, y mejor así, su causa hubiera sido perfin, como quiera que el tiempo corre y los cenitales ya produdida hasta en La Haya. Al parecer, según corrió tras los bastiFEBRERO 2003

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sa. Inofensivo o degradante, prescindible o decadente, vitrina para la moda y la fama o una bobería de solemnidad, para bien o para mal, se ha mantenido en el candelero, eso sí. Y a veces gracias a sus detractores. Morley creerá también que es mejor que ladren los perros. Si no, hubiera entrado en crisis en 1968 cuando un grupo de feministas recalcitrantes produce, a modo de remedo, una performance genuinamente sixties: en una plaza londinense, y para jolgorio de la prensa, coronarían a una oveja como reina de belleza. O hubiera tirado la toalla en 1970 cuando las mismas damas, inspiradas en "Los tres chiflados", llevan a cabo su nueva ocurrencia: irrumpen e interrumpen el show que tiene lugar en el Royal Albert Hall y bañan de harina al animador, léase Bob Hope. O hubiera comenzado a creer en malos presagios al saber que en Venezuela un puñado de mujeres con sentido crítico intentaba el correlato y saboteaba en vivo y directo el Miss Julia Morley no se asusta de nada

dores de lentejuelas, habría respirado con alivio cuando el Miss Mundo optó por regresar a casa, lo que podría ser comprensible después de tantos hechos que lamentar, pero lo que dicen es que no le horrorizó tanto el olor humeante de la guerra sino el tufo caliente de los habitantes; no sería pues candidata a las delicias del mestizaje. En fin, para ella ni el beneficio de la duda. Sería una boutade. Y como quiera que ya agotó el tiempo, Goizeder se deja de pamplinas y arriesgará de unas vez por todas: "Creo que hay que admirar a las mujeres que desde cualquier nacionalidad, religión o creencia política estén haciendo el bien en sus casas o en sus puestos de trabajo". Abgani Darego, una pantera larguísima, de mirada de cristal, Miss Mundo saliente y Miss Nigeria —por su triunfo, el de la primera mujer negra de Africa fue que se pensó en su país natal como sede del certamen—, la felicitaría. Si=

Z— ireworks! That's wonderful, very nice, lovely!". No, no eran fuegos artificiales, ni se celebraba nada, ni la fecha podría asociarse jamás de los jamases con ningún jubilee. Se equivocaba Julia Morley la madrugada del 4 de febrero cuando, asomada peligrosamente a la ventana de la habitación del hotel Caracas Hilton, tenía el honor de ver con sus ojos de lapizlázuli la antesala del caos. Cuchicheaba con Ninibeth Leal, otra venezolana de colección: acababa de hacerse del cetro del Miss Mundo; con Astrid Carolina Herrera, quien se hacía presente para felicitar a la compatriota; y claro, también compartía croissant y risas Pilón León, siempre relacionada desde su impoluto perfil con el jaleo. Aunque ahora mismo, once años después, Julia Morley jure que nada como Nigeria, que la referencia es una lamentable excepción en la trayectoria del certamen, tras la evocación de esta escena del lugar común vernáculo —la imagen bordada en canutillo del cuarteto femenino, impregnada a lo más con acetona, haciendo contraste con la escena del otro extremo, la de los odios explosivos con exudaciones de gases mortíferos— tendrá que admitir que para el Miss Mundo, desde su creación en 1951, las cosas no siempre han sido color de ro44

EXCESO

FEBRERO 2003

La bella de Nigeria, Abgani Darego

Venezuela de 1972, aquel en el que ganara María Antonieta Cámpoli. Hábil, tenaz, de guáramo, lo que ha hecho Julia Morley es darle algunas pinceladas a la imagen al concurso —y es que de eso se trata— para mantenerse en sintonía con los cambios, o los nuevos tiempos; lo llama charity show y cuando habla de las puertas que pueden ampliar los horizontes de tantas y tantas chicas del planeta neutraliza la creencia de que es un negocio con aura de cuento de hadas y le otorga un toque profesional y ejecutivo. "Aquí llega surreal con su corona", canta Bono, el vocalista de U2 en Miss Sarajevo, tema que dedica a un desfile de belleza que ocurre en plena guerra. Sí, quiéranlo o no, la realidad menos edulcorada siempre logra colarse por la trastienda y entonces mejor prepararse, aunque sea en apariencia. Y a ello no escapa ningún certamen: en materia de espejos


—los que distorsionan son también válidos— el Miss Universo no se queda atrás. Salvo el área de influencia —aquel en Europa y Africa y este en los países cercanos a Estados Unidos, Venezuela of course—, el certamen norteamericano se emparenta con el Miss Mundo en que también, a su manera, es una galería de la actualidad, así sea para banalizarla. Miss Israel, en el Miss Universo 2001, por ejemplo, desfilaría con un diseño de Galit Levi, que al principio no sabían si aplaudir o no: un vestido de seda con un chaleco antibalas bordado con inscrustaciones de diamante y perlas; lo lució Ilanit Levy, reina de belleza y miembro de las Fuerzas Armadas israelíes acantonadas en Haifa. Por si fuera poco, la usuaria se atrevió a explicar que aquello tenía un sentido: demostrar que la vida sigue cada día, con o sin violencia. Por cierto, vale decir que Astrid Carolina Herrera podría haberse ufanado de ser pionera a la hora de desfilar trajes con mensaje: el de ella fue críptico, cifrado, casi profético, uno que ni Baudrillard, estudioso de la imagen, hu-

biera captado. Acudiría a la cita en Londres trece años antes con un jumpsuit fucsia y cargando graciosamente en las manos una colorida máscara de los diablos de Yare. Un vaticinio —algo cogido por los cuernos— del evento del que sería espectadora durante aquella madrugada herida del Hilton, cuyos cabecillas terminarían pasando una temporada en la cárcel de Yare antes de salir a seguir con sus endiabladas labores. Y valga esto de muestra para no mencionar los casos individuales, personales, chicas que entran en crisis y engordan o se casan o confiesan que sí, que han posado desnudas alguna vez, o que han sufrido accidentes. Sin embargo, nada parece empañar los certámenes, a juzgar al menos por el índice de audiencia que logran conquistar. Andrea Noceti, la candidata por Colombia al Miss Universo 2001, se le escapó de las manos a los organizadores del evento y casi produjo un revuelo diplomático; todo gracias a un chiste de David Letterman que a ella no le pareció gracioso. "Si los certámenes de belleza incluyen

" ¿ QuÉ SI EL HUMOR ES IMPORANTE PARA MI?", REPETIRÍA GOIZEDER AZÚA BARRIOS Y REPONDERÍA RÁPIDO: "CLARO, PARA TODOS LOS VENEZOLANOS LO ES". SEGUNDOS ANTES, SIN EMBARGO, NO HABÍA PODIDO EVITAR ENFADARSE CON EL PERIODISTA DE THE MIRROR QUE QUERÍA TOMARSE UNA FOTO "CON LA VENEZOLANA", ELLA SENTADA, ÉL CON LA CABEZA EN SUS PIERNAS. "NO, NO", DIRÍA ELLA Y LO DEJARÍA CON LOS CRESPOS HECHOS. "RESPÓNDAME AHORA A MÍ", LA REQUERIRÍA UN PERIODISTA DE LA TELEVISIÓN DE ESPAÑA. " ¿POR QUÉ SON TAN GUAPAS LAS VENEZOLANAS?". "AY, QUIZÁS PORQUE TENEMOS ALGO DE SANGRE ESPAÑOLA". BINGO. RESPUESTA RÁPIDA, SALERO, NADA FUERA DEL GUIÓN

pruebas de talento, la colombiana tendría las de ganar: ella podría engullirse 50 bolsas de cocaína". Ja. Noceti estuvo a punto de demandarlo y la representación consular colombiana en New York dejó saber su desagrado. Al final, Letterman se retractó y Andrea, muy seria, lo disculpó diciendo que era un hombre agradable que no había considerado que el problema de las drogas, asociado a tantos crímenes y tantas muertes, "no da para chanzas". Los organizadores del certamen esperarían discretos el desenlace y Letterman terminaría con la banda de Miss Colombia terciada. ¿Se vería gracioso? "¿Qué si el humor es imporante para mí?", repetiría Goizeder Azúa Barrios y repondería rápido, ahora sí: "Claro, para todos los venezolanos lo es". Segundos antes, sin embargo, no había podido evitar enfadarse con el periodista del tabloide sensacionalista The Mirror que quería tomarse una foto "con la venezolana", ella sentada, él con la cabeza en sus piernas. "No, no, no", diría ella y lo dejaría con los crespos hechos. "¿Qué se habrá creído que soy yo?". "Mi turno, respóndame ahora a mí", la requeriría antes de la noche definitiva un periodista de la televisión estatal de España. "¿Por qué son tan guapas las venezolanas?". "Ay, quizás porque tenemos algo de sangre española". Bingo. Respuesta rápida, salero, nada fuera del guión. Sí, que no quepa la menor duda, los certámenes son lo que son, y lo que parecen ser, y que nadie confunda pasarelas para ninfas con pesadeces o paraninfos. L FEBRERO 2003 EX CESO

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p Plutón sigue haciendo de las suyas, provocando grandes luchas de poder que van a conducir a una ruptura próxima. Acercándose a Júpiter, ya deja sentir sus efectos en los bolsillos colectivos, habrá hiperinflación, la angustia se dividirá entre lo político y lo económico. Saturno por su parte va a ayudar a deprimir más la situación, indicando que los recursos serán escasos. El tema de los medios de comunicación sigue presente. Masas sufrientes migran hacia otros lugares huyendo de un destino injusto, pero no encuentran apoyo en ninguna parte; caminos cerrados, rumbos inciertos. El país lanza un S.O.S. que pocos escuchan.

ARIES (21 marzo

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20 abril)

Su regente se va de viaje y usted se moviliza. Contactos interesantes con el extranjero que hay que tomar con cautela, pensando antes de actuar. Pudiera presentarse una oportunidad única si usted alza su mirada hacia lo macro y deja de vivir restringido al día a día. Epoca que marca rumbos, apertura de caminos, nuevas responsabilidades y un gran despertar de la conciencia.

o cg

(21 abril

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21 mayo)

Los Caballeros del Rey Arturo no se andaban por las ramas cuando aparecía el dragón: llegó la hora de cortarle la cabeza a ese bicho y hacerse con el premio mayor. Se rompen alianzas importantes, lo que fue dejará de ser. Las finanzas no fluyen y el gasto aumenta, preocupación económica, búsqueda urgente de nuevos ingresos; a mediados de mes un sufrimiento oculto aflora de nuevo, algo del pasado que se renueva para crear angustias, pero no habrá marcha atrás.

LIBRA (24 septiembre - 23 octubre) Preocupación por los hijos o por aquellos que son vistos como más débiles. Economía comprometida, no actúe sin pensar en las consecuencias. Epoca de mucha incertidumbre respecto a su destino personal, búsqueda de respuestas en el colectivo que resultan utópicas. El verdadero héroe siempre madura en el proceso; hay que vivir mucho para conseguir respuestas. La retirada a destiempo no ayuda. (24 octubre

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22 noviembre)

Demasiada energía que tiene que ser canalizada antes de que haga explosión. Fuerza y vigor físico que lo hacen correr riesgos y vivir aventuras, pero atención: hay que cuidarse; nada de sentirse superior y dejar de lado las previsiones. Preocupación por el hogar, por la familia que anda como una cabra, dando traspiés sin saber hacia donde va. Cambios, arreglos, acomodos constantes.

SAGITARIO (22 noviembre GEMINIS (22 mayo

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21 junio)

Epoca de cuidado; tránsito difícil que lo coloca en medio del candelero. Cuídese de Plutón, el dios de las grandes crisis, porque lo anda buscando. A partir del 23 las cosas se tranquilizan, pero vienen épocas de restricciones aún más fuertes de las que ya ha vivido, así que a prepararse con antelación para evitar sorpresas. Perceval consiguió el Grial después de mucha lucha; usted puede con esto si se tranquiliza y aplica su pensamiento a un solo objetivo. (22 junio

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22 junio)

Un mes para pensar en las finanzas, los contratos, el dinero compartido. Hay aspectos que indican incremento en los recursos, pero también gasto excesivo. Hechos sorprendentes ocurrirán que lo harán comprender algunos misterios; cosas ocultas salen a la luz, alguna eventualidad causará ciertas molestias. El rey herido recupera su salud y fuerza, se levanta curado y aleja el sufrimiento.

LEO (23 julio

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23 agosto)

Sigue Júpiter retrógrado indicando excesos de todo tipo y apoyos que no llegan. Fuerte énfasis en los asuntos de pareja, en las relaciones con los demás y en las posibles alianzas. Mes donde la diplomacia se impone, cualquier acción debe ser medida y calculada. Sobrepeso, demasiada autoindulgencia, generosidad inmadura. El jardín del rey necesita cuidados meticulosos para lucir espléndido. -

23 septiembre)

Usted se conecta con el karma del país, piensa que la salida a la crisis provendrá de una verdadera vocación de servicio y una entrega al bienestar común, y no se equivoca. Comprende verdades intangibles y eso hace que los demás vuelvan su mirada hacia usted. Asuntos de trabajo le preocupan, cambios inesperados y sufrimientos en esta área le hacen más sensible a los problemas de los demás.

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EXCESO FEBRERO 2003

21 diciembre)

(22 diciembre

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20 enero)

Amor a los demás, identificación espiritual con el sufrimiento de las masas. Venus lo visita y lo hace pactar con el opuesto, querer al que antes despreciaba. Suavidad y buenas maneras, armonía en las alianzas que le ayudan a conseguir acuerdos económicos y ganancias imprevistas. Buen período en medio de la crisis: usted aprende de nuevas experiencias y conocerá a alguien que será clave en su vida.

ACUARIO (21 enero

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18 febrero)

Cumpleaños con una gran ilusión, pensando en altos valores y aferrado a la espiritualidad y a las salidas pacíficas. Este mes es también muy importante para el país, así que los planetas marcan su vida personal, que estará muy ligada a los sucesos colectivos que ocurrirán. No planifique nada, no se aferre a sus deseos porque todo dependerá de la situación en general. Vivirá grandes acontecimientos y su vida cambiará definitivamente trayendo oportunidades en las que no había pensado. (19 febrero

VIRGO (24 agosto

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Fuertes ajustes para acomodarse a lo nuevo, maduración brusca, alguna crisis que superar con mucha fortaleza y serenidad. Pasan muchas cosas a la vez y usted tratará de no dispersarse, pero hay una tristeza por algún pariente que le hará recapacitar y cambiar sus puntos de vista. El tema de su vida cambia para enfrentar de nuevo un reto del que quiso desprenderse pero al que todavía le falta trabajo.

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20 marzo)

Se acerca Urano a su signo y ya sus efectos lo están sacudiendo. Rebeldía sin causa, oposición a cualquier autoridad que le pretendan imponer. Participación en eventos históricos de gran trascendencia con gran emoción y sentido de la trascendencia. Renacer mágico y espiritual; usted retoma su verdadera esencia olvidada y suprimida y vuelca sus cualidades visionarias sobre los más necesitados de consejo. La gente se volverá a usted en busca de verdades y consuelo. Mes muy espiritual, ayuda divina, manto de estrellas que le protege.




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