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de que lleguen todos, para así dedicar esa última hora a ustedes mismos. No es agradable recibir a los invitados sin estar arreglados. De lo posible, estrenen algo lindo y eviten estar vestidos de entre casa. Es ideal hacer la recepción en un lugar alejado de la mesa donde se servirá la cena. Un aperitivo es ideal para este momento. Una mesa carro con un balde con hielo y copas disponibles con distintos aperitivos anuncian una linda noche. Todos de pie en el balcón o en el jardín y algo de música. No hay nada más lindo para el anfitrión que poder decir “la cena de Navidad está servida, pasemos al comedor”. El verano obliga a reuniones al aire libre, con bebidas refrescantes y comidas livianas, poco elaboradas, por lo que casi siempre se recurre a ensaladas y carnes frías, aunque no faltará quien quiera lucirse preparando alguno de los platos de la cocina tradicional europea a pesar de que no sean los más recomendables por su gran cantidad de calorías. No hay necesidad de comer una semana seguida los platos de Noche Buena. Los excesos en las cantidades son el gran desastre de estas fiestas. Frente a ello, la prudencia: poco, rico y fresco es la mejor combinación. Terminada la cena es preferible no permanecer horas sentados a la mesa. Una linda opción es generar un espacio don-
de el brindis ya esté armado, por ejemplo el living, cerca del árbol. Que las copas estén listas y que todos colaboren con el servicio. Decir unas palabras, escuchar a los que saben y esperar de pie el gran momento de la hora cero es fantástico. Todo contribuirá a que el brindis sea una ceremonia y la Navidad, una renovadora celebración m
Es ideal hacer la recepción en un lugar alejado de la mesa donde se servirá la cena.
El verano obliga a reuniones al aire libre, con bebidas refrescantes y comidas livianas.
.64 | Doquier Un estilo de vida
La tradición del panettone Hacia mediados del siglo XV y principios del X VI, durante el gobierno de Ludovico Sforza, gobernador de Milán, el panett o n e o p a n du l c e y a h ab í a adquirido gran difusión en toda Lombardía para transformarse en el dulce típico de las fiestas
navideñas. A aquellos tiempos se remonta la tradición de compartirlo para estas fechas. Hoy, como las recetas son variadas, siempre s erá re comendable elegir el que más nos gusta y encargarlo con tiempo en una buena panadería.