Revista C Nº56

Año 2. Nro. 56. C . actualidad a diario, se entrega gratuitamente con el diario Crítica de la Argentina del 22 de marzo 2009. Prohibida su venta por separado.

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actualidad a diario

León Gieco “Ayudar no me cuesta nada y me relaja”.

Un cambio menos Cómo desacelera su economía la clase media.

Amy Winehouse “No escucho a nadie excepto a mi niña interior”.

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“ser León Gieco cansa un poco” Es tal vez uno de los músicos más queridos en su ambiente y reconocido por su tarea solidaria. Él dice que ayudar le alivia la vida, le quita el lastre de concentrar las miradas sobre un escenario. Está por estrenar su primera película, Mundo Alas, filmada con los artistas discapacitados que muchas veces comparten con él escenario.

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Por María Fernanda Mainelli

no sé por qué vino ni cómo se fue, tampoco sé si va a volver y siempre estoy esperando que el pánico vuelva.

–Además de ese período de siete meses, ¿habías tenido algún ura que infinidad de veces se sentó a pensar por qué episodio anterior?

–Con el tiempo, haciendo un inventario, recordé un recital lo hace y nunca encontró una respuesta. Repasa su historia personal y no encuentra allí ni un mandato en San Genaro, en donde estaban mi papá, mi mamá y mi familiar ni una herencia ligada al compromiso social. hermana en la platea y sentí algo muy fuerte porque me vieran Afirma que no hace ningún esfuerzo cada vez que tocar. Es que, en realidad, mi mamá y mi papá me prepararon ayuda a alguien, que no busca reconocimiento, que no lucra y para ser un artista. Sin tener ellos ninguna preparación en la que ya no necesita que lo quieran tanto. A días de estrenar música, desde que yo era chiquito mi mamá atendió a un Mundo Alas, su primera película –que codirigió junto a artista, me conseguía las botitas, las bombachas, la charretera Sebastián Schindel y Fernando Molnar–, y que es una realidad para bailar folclore y se ponía feliz cuando le decían lo bien ficcionada, cuyos protagonistas son artistas con capacidades que bailaba su hijo. Mamá me miraba todo el tiempo y me diferentes que logran cumplir sus sueños, León Gieco intenta decía: "Vos sos un artista". Entonces, el primer suceso fue ese meterse en los laberintos de su pasado para entender al hombre día que estaba mi familia en la platea. No sabía lo que era, en el que se convirtió. Después de la pregunta de manual para pensé que la batería me había aturdido, tuve un lapsus, miré empezar la charla acerca de por qué esos chicos y chicas lo eli- al tecladista para que me dijera la letra y en qué canción estagieron a él, León esbozará, como se podría intuir, razones polí- ba y volví a enganchar. Pasaron varias semanas, voy al prograticas: "Todos adhieren ideológicamente a mis canciones, sino, le ma de Juan Alberto Badía donde intuí que me iba a perder en hubiesen pedido subir al escenario a otro tipo de cantante como las letras así que le pedí a mi manager que me anotara “La Valeria Lynch o Diego Torres. Son pibes que tienen contacto colina de la vida”, “El fantasma de Canterville” y “Sólo le pido con lo solidario, tocan para otros, se movilizan para ayudar y me a Dios” y me sentí muy seguro. Esos fueron los primeros indivieron a mí como un puente para subir al escenario en diferen- cios, hasta que un día, antes de viajar a los Estados Unidos tes momentos de la vida y distintos lugares, casi como una para grabar "Los Orozco", me volvió a pasar el ataque con taquicardia, al día siguiente viajé y cuando llegué me interné jugarreta del destino."

–Pero León, mucha gente que piensa igual jamás se junta en una clínica. Me diagnosticaron el panic attack. Fue en el 96 para llevar a cabo un proyecto. Debe haber otras razones de por y nunca más volvió, pero cada tanto, si viene un avance, me calmo con un cuarto de Rivotril. qué todos estos artistas te eligieron a vos.

–¿Esto te pasó alguna vez tocando con los músi–La verdad es que no lo sé. Pero puedo contarcos de Mundo Alas? te qué me pasó a mí. Yo me di cuenta de que –Vos sabés que eso es lo loco: jamás. Es eso de cuando actué con todos los artistas de Mundo que no siento la presión de la mirada del públiAlas, por primera vez en la Casa de Gobierno, era co. mucho más fácil para mí tocar con ellos que con –Parece que funciona como un antídoto para el mi banda, que está super ensayada. Con Pancho, pánico. que no tiene piernas ni brazos y toca la armónica; Sufrí de pánico –Lo podés analizar desde ese punto de vista o con Ale Davio, que compone y canta; con Maxi por siete meses, desde cualquier otro. Pero lo cierto es que con Lemos y Carina Spina, ambos cantantes; con en el 96. Como no ellos hago un espectáculo que no me lleva ningún Demián Frontera que baila en su silla de ruedas o sé por qué vino, ni compromiso ni el más mínimo tiempo. Cuando con los pintores sin manos que nos acompañan, cómo se fue, me llamaron para invitarme al último festival de Antonella Semaán y Carlos Sosa, y el resto, no tampoco sé si va a Cosquín les dije que no podía porque no tenía ensayamos nunca. Cada vez que vamos a tocar volver”. tiempo de preparar algo especial. Pero los organijuntos los llamo y les digo qué vamos a hacer y zadores me insistieron tanto y ahí dije "chau, punto; y si bailan tango los chicos de Amar, que son pibes con síndrome down, hacemos un tango. Todo se Mundo Alas". Los llamé a todos y los convoqué para que nos ensambla naturalmente, sin hacer esfuerzo y yo soy uno más. juntásemos a las dos de la tarde para probar sonido y tocar a la Hace mucho tiempo que no me sentía uno más, siempre tuve el noche. Nos cagamos de la risa y todo el público se emocionó y compromiso de ser León Gieco con su banda. Todo el mundo lloraron, algo que sucede siempre y que seguro también pasará siempre me mira a mí y esta es la primera vez que siento que el con la película.

–¿Por qué creés que se emocionaron? público ya no me mira y eso me relaja.

–Creo que la gente llora porque le da impotencia pensar en –¿Estás cansado de que todos te miren?

–Un poco sí, porque no soy tan atractivo como para que me cuánto esfuerzo tonto hizo quejándose por pelotudeces, se premiren y además no entiendo qué tiene de atractivo mirar a guntan cómo este chico puede ser tan feliz en una silla de rueuna persona que canta. Por eso siempre pongo una pantalla das o por qué este otro pibe que pintaba para ser un gran atrás para pasar videos ¡Vamos, no soy Elvis Presley! porque deportista ahora baila hermosamente en su silla y le encontró la si al menos bailase como él o como Sandro cuando era joven, vuelta para que lo aplaudan 60 mil personas. Y además, Panchito, sin brazos y sin piernas, grabó tres discos propios y vaya y pase. grabó y actuó tocando la armónica con La Bersuit, La Renga, –¿Pensaste qué te pasa con la mirada de los otros?

Los Piojos, Iorio y conmigo.

–Me da un poco de pánico.

–¿Y por qué te enganchaste en esta historia?

–Bueno, vos sufriste pánico en un época.

–No lo sé y no es que no lo haya pensado. Funciono así. Cada –Durante un período de siete meses en el año 96. Pero como 6

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Escenario. Gieco y los artistas con capacidades diferentes que aparecen en su película, Mundo Alas.

vez que doy un concierto me llevo discos y remeras para vender detecté que tenían un refugio y atrás de todo había unas latas y lo que recaudo se lo doy al Padre Farinello. Invité a un montón acumuladas con unas brasitas y ahí se me ocurrió que se ponde actores, que son re–cholulos y les encanta cantar y nunca drían muy contentos si yo todos los martes y los viernes les tienen cómo y les propuse grabar dos discos para juntar guita llevaba un pedazo de carne. Le encanuté al carnicero un cacho para los actores grandes que viven en la Casa del Teatro; ¡y no de carne con hueso, que no le iba a hacer nada, ni se iba a dar sabés lo que vendo! Fabrico por un peso el libro que escribió cuenta; fui y les pregunté si tenían ganas de comer carne, no Mónica Carranza con la historia de su vida, que adentro tiene sabés cómo se pusieron. Me dijeron que Dios me bendiga y yo dos datos importantes, su mail y el teléfono; y la gente cuando sentí que de alguna forma ellos me estaban protegiendo. Sentí termina de leerlo se conmociona tanto que la llaman para como que hice una gran cosa que no significó nada. Lo hice donarle comida y ropa a su comedor. Ayudar no me cuesta muchísimo tiempo y era muy placentero, me daba seguridad, me dejaba contento por el resto del día, me ponía en un estado nada, nada, y me relaja. creativo como cuando compongo una canción, es una sensa–¿Funciona como una liberación, saldás culpas por algo?

–No lo sé, y hago esto desde chiquitito. Me da placer ver que ción en el estómago que te llena de adrenalina. Bueno, ahora alguien se ponga contento con el solo hecho de darle algo que sacá tus propias conclusiones.

–Parece un pensamiento lineal, del tipo " doy algo bueno portengo, que me sobra o que puedo hacer. ¡Qué se yo! Te cuento un caso y sacá tus propias conclusiones, porque no le encuen- que seguro recibiré algo bueno a cambio".

–Y... puede ser, la condición humana es rara. Hay gente que tro la vuelta; en mi familia nadie era así. Yo era un pibe de me dice que yo ayudo para que me quieran. Otros familia muy pobre, a los siete años conseguí un pelotudos piensan que yo concentro la solidarilaburo de repartidor de carne desde las siete de dad del país, como un periodista de un diario la mañana hasta las 10. Como no me alcanzaba, porteño que le dijo en una nota a Patricia Sosa, desde las 10 hasta las 12 también trabajaba para cuando fue a tocar gratis a El Chaco, que tenía una señora imposibilitada que no quería salir de que hablar conmigo porque la ayuda es mi tema. la casa y yo le hacía todos los mandados. Después ¡Y qué querés que opine!, ese comentario me comía, iba al colegio hasta las seis de la tarde y volvía a casa para hacer la tarea; terminaba Me da placer que parece de muy mal gusto, porque yo no lo hago muerto. Eso lo hice durante cuatro años. Pero el alguien se ponga por eso, lo hago porque lo siento y porque no me cuesta nada. punto es que, cuando cruzaba las vías del tren contento con el –Estás casado hace 35 años con la misma para llevar la carne al otro barrio, me llamaban solo hecho de mujer, tenés dos hijas y dos nietas. ¿Cómo sos la atención dos linyeras que se tiraban por ahí darle algo que como padre, esposo, abuelo? todos los martes y los viernes. Eran dos tipos que tengo, o que –(Se ríe a carcajadas). Eso deberías preguntárhabían renunciado a la vida. Ahora los crotos no puedo hacer”. selo a ellas, estoy casi seguro de que hablarían existen, están los cagados de hambre. Un día 8

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bien de mí, el amor que nos tenemos es inmenso y siempre fui nunca más nos separamos. No nos casamos porque siempre un padre cariñoso, me preocupé. Siempre hay problemas, que sostuvimos que los papeles no eran necesarios y desde ese momento sabemos convivir con el entorno, ya que mi vida no siempre vienen de uno, sino de situaciones externas. artística más intensa empezó con ella, que sabe que a la noche –¿A qué te referís?

–Cuando tuvimos a Liza, mi hija mayor, nos exiliamos y ella salgo a tocar, sabe que estoy siempre ocupado, que mis horarios era chiquita y tenía a sus dos padres en exclusividad y la pasó son raros, que ahora no uso celular y no sabe dónde estoy. Pero genial. Pero a la segunda le tocó crecer con el advenimiento de se acomodó perfectamente a ese tipo de cosas porque su persola democracia, cuando mi popularidad creció y a ella no le gus- nalidad es bastante claustrofóbica y los problemas entre nosotaba caminar conmigo por la calle porque la gente me pedía tros empiezan cuando estamos juntos dos semanas seguidas. autógrafos o quería sacar fotos. No había un problema entre Ahí empiezan los líos: guardá esa ropa, por qué dejaste la valija ella y yo, era el entorno que la agobiaba. Y sigue siendo así. tirada... entonces más vale que me vaya con la valija por ahí.

Desde hace tiempo salgo a andar en bicicleta con un barbijo, es Tengo mi estudio, adonde puedo venir y vivo en hoteles, que me que me las tengo que ingeniar para que no me reconozcan. El encantan.

–Después de tanto tiempo viajando ¿te sigue gustando dormir fin de semana pasado me fui a una feria de Palermo impresionante, en la que vendían jamones y chorizos y con el barbijo en hoteles?

–No sólo me gusta, cuando entro a un hotel, me emociono. nadie se me acercó.

Me acostumbré y no se por qué me gustan tanto, pero me fas–¿Y como marido, cómo sos? cinan. Y me emociona uno cualunque, no tiene –El 11 de marzo, en el aniversario de la asunque ser de gran categoría porque cuando entro ya ción de Cámpora, cumplimos 35 años. Ese día está, estoy protegido, nada malo me puede pasar. nos reencontramos después de un tiempo porque Me hace acordar a los aeropuertos, que también ella era la esposa de mi íntimo amigo, Horacio me fascinan, son lugares neutros, nadie va a venir Fumero, un bajista increíble que vive en Barcelona a matarte o a robarte. En los hoteles y en los aeroy que es mi amigo del alma. puertos es como estar en mundos protegidos y –¿Te quedaste con la mujer de tu mejor amigo? esa sensación sólo la tengo en el escenario, una –Pará que te explico: nosotros éramos tan amiAnda a saber si jaula segura donde soy una especie de mono que gos que siempre estábamos en contacto con las mi película no hace piruetas y todos disfrutan pero no suben al mismas chicas, por ahí él tenía una novia que gana premios escenario. dejaba de andar con él y empezaba a andar conimportantes, si a –El antropólogo francés Marc Augé llamó a migo o al revés. Y así pasó, nos casamos con la mí siempre me los aeropuertos, los hoteles y las autopistas los misma mujer, bah, él se casó, duró tres o cuatro fue bien sin "no lugares", espacios donde se conquista el meses con Alicia y después de un año nos reenbuscarlo”. anonimato. contramos gritando por el triunfo de Cámpora y 9

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–Me cierra perfecto, amo los no lugares, amo los hoteles, la ruta y los aeropuertos, porque en los no lugares nadie me conoce y la paso bomba.

–¿Qué influencia tuvo tu mujer en tu música?

–Mucha, porque ella es una piba (bah, una piba de 60 años, pero sigue siendo una piba), muy lectora, sabe mucho, es culta y memoriosa y es mi agenda, no de teléfonos sino mi agenda de palabras y situaciones. Cuando tengo que enfrentar reportajes me instruye en cómo encarar los temas. Con la pelea entre el Gobierno y el campo, me dijo que en cualquier cosa que dijera iba a estar equivocado, por eso opté por no opinar. Además, es una gran compositora. Cuando hago el primer demo de cada disco, lo escucho con todas mis mujeres, incluso mis nietas; ellas son mis peores jueces y por ahí salta una y me dice: "Esto es muy Valeria Lynch, dejate de hinchar las pelotas". Viste cómo somos los seres humanos, demasiado exigentes; y somos todos cóndores, ninguno quiere ser gorrión, todos con la altivez al palo. Y se ve que a los hombres les cuesta ingresar en esta familia, durante mucho tiempo el único hombre que entró fue un perro, pero cada tanto alguno entra. Y bueno, estamos como queremos (risas).

–Filmaste tu primera película. ¿Cómo te sentiste en el rol de director y qué aprendiste?

–Aprendí que el cine es muy mentiroso, que podés mentir a lo loco y eso me encantó, porque en una canción no podés mentir. Además, filmando esta película me vinieron dos historias más que ya tengo cerradas, sólo me falta escribir un guión con un escritor fantasma y las voy a filmar. Una de las películas se va a llamar Canalla, es sobre la realidad social y la otra, Grandes premios.

–¿El cineasta va a ir desplazando al músico?

–No creo, de hecho ya estoy preparando un nuevo disco que tratará temas de la condición humana, porque últimamente me han sucedido algunos hechos desagradables con personas allegadas que me hicieron reflexionar. Y por otro lado, quiero seguir filmando, para empatar a Fito Páez (risas). No, fuera de joda, vale la pena insistir un poquito más con el cine porque andá a saber si esta película no gana grandes premios, si a mí siempre me fue bien sin buscarlo. Mirá si en los diarios le ponen "excelente", me encantaría.

–¿Te importa la opinión de la crítica?

–Por supuesto, todos vivimos de eso. Lo mismo pasa cuando tenés un kiosco y la gente no entra, ahí hay que cambiar algo.

No me voy a hacer el hippie de decir que no me importa, quiero que tenga éxito como todo lo que hago, si yo quería tener éxito desde chiquito. Cuando canté por primera vez en el colegio tuve éxito; vino mi mamá me dio un beso y me dijo: "La gente dice que cantás muy bien", y ya está, eso es el éxito.

–¿Tus padres cuándo murieron?

–Mi mamá murió el año pasado; siempre fue una fanática que tenía empapeladas las paredes con mis fotos. Mi papá falleció en el 92. Él no vio la mejor parte de mi carrera, que empezó cuando dejé de tomar vino y algunas pastillas, porque yo pintaba para ser como mi viejo y su muerte, por alcoholismo, me hizo cambiar. Dejé de tomar, estuve mucho tiempo probando diferentes spa, pero recién cuando murió mi viejo pude salir adelante. Él me regaló con su muerte una nueva vida y fue la parte más grossa de mi carrera, desde Mensajes del alma hasta ahora. Su muerte al menos sirvió para algo, para que yo empezara otra vida. 2

Todos los artistas

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undo Alas comienza como un reclutamiento de artistas para hacer una gira por el interior del país que se convertirá en un viaje iniciático para cumplir sueños compartidos. En el medio de la ruta, los recitales y las cenas hasta cualquier hora, surgen los miedos, las charlas sobre música y canciones que hablan de amores perdidos. Mientras todos persiguen un fin —actuar en el Luna Park—, habrá episodios desopilantes, declaraciones que calan profundo, relaciones amorosas e historias de vidas singulares que el espectador irá conociendo de a poco. La primera película filmada por León Gieco junto a Fernando Molnar y Sebastián Schindel —cuyo estreno está previsto para este jueves— es el resultado de las relaciones que el músico fue tejiendo durante 15 años con los protagonistas: artistas con capacidades diferentes.

El detonante de esta historia fue Panchito Chévez, un armonicista rosarino que nació sin brazos ni piernas y que ya lleva editados tres discos y actuó y grabó con grupos como la Bersuit y Los Piojos. Resulta que ex presidente Néstor Kirchner recibió al músico en la Casa Rosada y hasta le dio su celular para que lo llamase cuando quisiera y parece que Panchito se lo tomó en serio. Un día el secretario privado de Kirchner lo llama a León para decirle que controlara a Pancho, que estaba volviendo loco al presidente porque quería tocar en la Casa de Gobierno. Fue ahí que Gieco organizó el primer recital de Mundo Alas y en el que participaron los protagonistas del film: Maxi Lemos, un cantante de San Luis que nació con secuelas de parálisis cerebral, tiene un disco editado y se presenta en escenarios puntanos; Antonella Semaán, una pintora de 18 años que dibuja con su pie y que realizó un retrato de Carlos Tévez utilizado en una campaña de Nike; Carlos Soda, otro artista plástico con tetraplegia espástica, que pinta con su boca; Demián Frontera, el bailarín y deportista que sufrió a los 14 años un accidente que lo dejó en una silla de ruedas que hoy es la base que le permite bailar danza clásica y tango, no sólo en la Argentina sino en el mundo; Alejandro Davio, el joven músico que nació con hidrocefalia congénita y a quien Gieco conoció en el hospital Garrahan y se convirtió en una de las voces más bellas de Mundo Alas; Carina Spina, una cantante ciega con una voz privilegiada y que está por editar su primer disco y un libro de cuentos infantiles; la Compañía de Tango Danza Amar, integrada por Karina Amado, Nidia Scalzo, Lucrecia Pereyra Mazzara, Javier Trunso y Eduardo Spasaro, chicos con síndrome de down que ya han compartido escenario con Copes, Lavié y Mederos y también Rosita Boquete, la agente de prensa de Pancho Chévez y Beto Zacarías, su asistente personal.

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el canalla sentimental

el archipielago infinito

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o estaba originalmente deprimido.

Me propuse tomar antidepresivos para evitar sentirme deprimido.

Llegué a tomar ocho al día para espantar al fantasma de la melancolía suicida.

Me hicieron sentir tan no deprimido que terminé atropellado en Madrid.

Acabé en el hospital con el brazo fracturado y la cara ensangrentada. Eso me deprimió. Las pastillas me traicionaron: por tomarlas terminé más deprimido de lo que estaba. En realidad ni siquiera estaba deprimido antes de tomarlas, era sólo la curiosidad malsana de sentir sus efectos.

No estaba originalmente impotente. Las pastillas acabaron con la poca lujuria que todavía latía en mi bajo vientre. Eso me hundió en otra severa depresión. Lo intenté con un hombre y con una mujer y no pude en ningún caso. Se suponía que las pastillas me harían sentir bien y ahora me sentía asqueado de mi cuerpo por no poder ejercer mi virilidad. Ya no podría tener el hijo gay que hubiera querido. Las pastillas me habían traicionado, yo mismo me había traicionado, y de paso había traicionado a mi hijo gay no nato, aunque gay innato.

No estaba originalmente perdiendo pelo. Las pastillas provocaron la gradual y sostenida caída de mi frondosa cabellera. Todos

los días al salir de la ducha o al peinarme veía los mechones que quedaban expuestos, delatando mi creciente calvicie. Por no querer sentirme deprimido terminé perdiendo pelo y viendo en el monitor de la televisión el epicentro de mi cabeza despoblada de pelo e ideas.

Eso me deprimió, las pastillas me traicionaron una vez más.

No estaba originalmente lleno de piedras en la vesícula y el conducto biliar. Comía, bebía, montaba en bicicleta y corría en la faja. Un año después de empezar con las pastillas, un año exacto, me puse amarillo, terminé anestesiado en el hospital, me sacaron no sé cuántas piedras y ahora me encontraba amarrado a una cama recibiendo suero y morfina y escuchando a tres señoras rezar por mí y soportando los cuentos de las enfermeras insomnes y las visitas de los amigos pérfidos. Todo me deprimió en grado sumo, nada de eso habría pasado de haberme ahorrado las pastillas que me receté con arrogancia.

No estaba originalmente citado en la corte para litigar en el caso The State of Florida versus Mr. Jaime Baylys. No estaba originalmente impedido de conducir mi Jaguar por las calles de Miami. Ahora debo presentarme ante el juez, llevado por un chofer que cobra cien dólares la

hora. Por culpa de las pastillas, me quedé dormido manejando la Lexus en tres ocasiones y choqué aparatosamente, por suerte estropeando tan sólo la camioneta y provocándome lesiones menores.

Antes o después o entremedio de tales accidentes, acumulé un número impreciso pero abultado de multas por conducir a excesiva velocidad, lo que me privó del derecho de conducir y me obliga ahora a ir a la corte para defender lo indefendible: mi honor. Si no fuera por las pastillas, que me hacían manejar a toda prisa y durmiéndome, no estaría querellado por The State of Florida ni prohibido de conducir mi Jaguar, que de tanto polvo acumulado más parece Hiena.

No estaba originalmente constipado. No sé cuál de las pastillas, incluyendo las que tomo para comba-

tir la impotencia (que tampoco son eficaces, lo que duplica o multiplica el sentimiento de impotencia), me ha provocado este estreñimiento que no parece tener remedio, ni siquiera cuando pruebo los yogures que la propaganda de televisión asegura que te harán defecar sí o sí en menos de tres días, una aseveración que se propala de modo tan enfático que, para no dejar lugar a dudas, se ofrece al consumidor que, en caso de no excretar en el plazo mencionado, podrá reclamar la devolución de su dinero. Después de tragar tres yogures (que el médico me había prohibido debido a mi dolencia hepática derivada del abuso de pastillas), sé que la garantía no se cumple en todos los casos y que en justicia deberían devolverme mi dinero, es decir tres dólares. Pero la sola idea de presentarme en el supermercado a decir que el

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Por jaime bayly yogur no me hizo defecar me deprime infinitamente y me produce una cierta repugnancia de ser quien soy. Una vez más, las pastillas me instalan en una forma de depresión, la del estreñido estafado, que no conocía.

No estaba originalmente desmemoriado. Ahora no me acuerdo de los títulos de las novelas o las películas ni de las cosas más elementales. Eso me preocupa porque sin memoria me quedaré sin trabajo y no tendré ninguna historia más que contar. Atribuyo mi memoria quebradiza a las pastillas, porque cuando era chico tenía una memoria endiablada, insoportable, me aprendía todo de paporreta y lo recitaba perfectamente y mi padre me odiaba y me mandaba a callar, y ahora ya no recuerdo nada de lo que memorizaba entonces, los gabinetes militares, los ríos, las guerras, los equipos de fútbol argentinos, los volcanes, las fechas heroicas, los presidentes y sus mandatos, ahora sólo recuerdo a mi padre mandándome a callar porque no soportaba a su hijo el memorioso amariconado que ahora no recuerda el nombre de la película que vio ayer.

No estaba originalmente enamorado. Ahora estoy enamorado de él y de ella y de la que no conozco todavía y de la que conocí aquella tarde y espero volver a ver y de la que soy su amigo pero a la que

quisiera sentir mía. No debería haberme idiotizado de tal manera como para enamorarme tantas veces al mismo tiempo. El amor sólo puede ser una turbación insana, una imbecilidad feliz, la peligrosa incapacidad de conciliar el deseo y la lucidez. Quién hubiera dicho que las pastillas antidepresivas terminarían siendo tan románticas. Pero es el caso o es mi caso. Yo no estaba enamorado de nadie ni creía en el amor y ahora estas pasiones huracanadas me arrastran de una isla a otra y a otra, en el archipiélago infinito que son las posibilidades de amar. ¿Cómo es posible que unas pastillas sean tan perversas como para dejarte enamoradizo y a la vez impotente? He intentado dejarlas para suspender este enamoramiento pueril que opera en mí, pero el resultado es aun peor, pues no puedo dejar de llorar como una adolescente despechada y termino tragando las pastillas de nuevo. Si el amor es una forma de escapar a la depresión, podría considerarse que en ese punto las pastillas no han resultado traicioneras. Pero mi sospecha es que el amor es sólo un camino que se va angostando y termina en el despeñadero inevitable de la decepción. Si uno acaba siempre decepcionándose a sí mismo, es sólo lógico y predecible que los demás también acaben

decepcionándonos.

No estaba secuestrado por los médicos y las farmacéuticas cuando por frívolo quise explorar los senderos que me alejasen de una depresión ficticia.

No tenía que gastar cientos de dólares en consultas, recetas y pastillas para seguir viviendo, como ahora, que ya no puedo vivir sin acudir regularmente a un doctor en Miami, a otro en Buenos Aires, a otro en Madrid, y a todas las farmacias que estén abiertas de madrugada para comprar subrepticiamente las decenas de cajas de pastillas con las que viajo de una ciudad a otra, persiguiendo el dinero que me es tan esquivo. Las pastillas antidepresivas no sólo te deprimen aun si no lo estabas antes de tomarlas, sino que además recortan tu libertad, socavan tus finanzas y sólo producen felicidad a los dueños de los laboratorios, que se hacen ricos a tus expensas.

No me habían detenido nunca en una aduana como sospechoso de traficar éxtasis. Pero en este último viaje, por llevar tantas pastillas en mi maletín de mano y por caminar muy despacio y con la mirada extraviada, la policía aduanera me llevó a un cuarto maloliente y desparramó el contenido de mi valija y examinó cuidadosamente las pastillas, sólo para cerciorarse de que no fuesen éxtasis, y

luego me dejó en libertad, aunque con la mitad de mis pastillas abiertas y reducidas a un polvo irrecuperable que yo quería lamer o aspirar en presencia de los gendarmes abusivos, que, no lo dudo, lamieron o aspiraron tan pronto como me fui de su vil escondrijo. No puedo ya viajar sin todas esas pastillas y es seguro que seguirán deteniéndome en las aduanas y tratándome como si fuera un vulgar traficante de drogas, lo que soy a mucha honra, sólo que de las drogas que me han sido prescritas y por eso llevo conmigo las recetas de mis doctores, quienes deben estar eufóricos sacándome dinero mensualmente con el cuento de que necesito curarme de una depresión que nunca tuve y me inventé y ahora ya existe porque si dejo de tomar las pastillas rompo a llorar sin saber por qué.

Lo que me lleva a la conclusión de que a veces las cosas que terminan pasándote son aquellas que con más empeño tratas de impedir. Dicho de otra manera: cada uno elige su modo de enloquecer, enfermar y morir, y el mío al parecer se halla en las farmacias y no es barato. Pero esto no lo sabía cuando me propuse no sentirme nunca deprimido. Lo que me lleva a esta otra conclusión: está probado que soy un idiota y eso no se cura con pastilla alguna. 

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Centro cívico

moda real

Del Congreso a la Plaza, la Avenida de Mayo alterna agite político, turistas y moda variada.

FotoS: leandro SánCHeZ produCCiÓn: MarÍa Fernanda Mainelli

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roMina, 34 añoS. Saco Wanama ($159, en liquidación), enterito Vitamina, comprado hace algunos años, zapatos Mishka ($242, también en oferta), bolso Zara (unos $300) y gafas Infinit (arriba de $350).

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Soledad, 22 años.

Pantalón Rip Curl (unos $200), remera Roxy (más de $70), camperita comprada en "una boutique cualquiera", cartera de Onda Shop ($60, aproximadamente) y no recuerda dónde compró los zapatos.

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Maite, 34 años; es de Madrid.

El enterito lo compró en la tienda española Sfera; las sandalias y la cartera, en Plaza Serrano, Palermo.

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Zara y Jannet, 18 años; son de Canadá.

Zara: la remera la cosió ella y un amigo argentino la pintó, la pollera de satén es de una tienda de segunda mano de Canadá y los zapatos los compró en Perú.

Jannet: no recuerda dónde compró su remera y sus bermudas; las ojotas son Havaianas (unos $39).

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Miriam, 38 años. james y nando, ambos de 37 Vestido y botas James: el pantalón y la camisa los comprados en Italia, compró envive. un outlet Hamburgo. La donde No recuerda zapatillas son Adidas de $400). los precios ni no marcas.

Beto; le(arriba preguntamos Nando: la remera la compró en un su edad. concierto de en Alemania y el El hip trajehop lo tiene desde jean lo consiguió Milán el cinto y hace unenaño y lo ymandó las zapatillas son de Hamburgo. a hacer a medida con No recuerda losunprecios. sastre (no recuerda dónde).

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Natalia, 24 a帽os.

Pantal贸n Levi's ($360), camisa de C贸mo quieres que te quiera (es de su hermana), cartera ($135) de un dise帽ador independiente y zapatillas Reebok ($240).

En la cabeza se puso un lazo anudado.

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vidrieras

“Me fue muy bien en las crisis” Cuando todos se achican, Laurencio Adot se agranda: este año presentó su colección glam en la BAF y ahora muestra sus vestidos de noche en la semana de la alta costura.

E

n un año en el que la industria de la moda local entró en pánico y las marcas y diseñadores recortaron gastos de publicidad, sacaron colecciones más austeras y hasta se abstuvieron de participar en eventos importantes, el diseñador Laurencio Adot se subió a la pasarela del BafWeek, en donde impactó con una colección retro futurista. Además, el lunes 23 hará lo mismo pero presentando otra línea, la que incluye a sus vestidos de alta costura en el marco de Baam, Buenos Aires Alta Moda. La doble apuesta viene respaldada por los 21 años que lleva Adot en la moda: "Sobreviví y me ha ido muy bien en las crisis, por eso, junto a mi socio brasileño, decidimos animarnos, anclados en un romanticismo, porque en definitiva la moda es fantasía y más la alta costura, que es pura fantasía en un país fundido".

–¿Qué significan estos dos shows de moda tan distintos?

–BafWeek sirve para mostrarme afuera y Alta Moda para seguir vendiéndole a mis clientas. Decidí estar en Baf porque, entre otras cosas, me pareció insolente de parte de la industria (casi inexistente) que no incluya a diseñadores y sólo muestre un Buenos Aires decadente con marcas

extranjeras y de shopping.

Volví a esa pasarela cuando detecté que era el lugar para acercarme a la clienta que consumirá alta costura dentro de diez años. Me mezclé entre el público y escuché a chicas que hoy tienen entre 15 y 18 años, que saben y aman la moda, quieren la cartera Chanel de la abuela y no el bolsito de la India y pretenden calidad. En Baf se mezclan Ante Garmaz y Gustavo Cerati, el Palermo Soho, lo alternativo, con lo que muchos llaman "grasa", pero que en realidad tienen el valor de lo antiguo que quiero rescatar. Hoy lo antiguo es la síntesis de lo moderno.

–¿Por qué es recurrente estos años en la moda el rescate de otras décadas?

–Más que una mirada a otras décadas existe un rescate del glamour y la calidad frente a tanta porquería. Ahora todo es falso y muchas acceden a la marca sin tener estilo. Mis mujeres vuelven al pasado porque no encuentran nada que les guste. Quiero que las mujeres se jueguen por un buen vestido de noche y no por veinte prendas de mala calidad.

–¿Qué presentó en Baf y qué se verá en Alta Moda?

–En Baf presenté mi segunda marca, Adot, donde apuesto al Laurencio más moderno y dark.

Mostré la colección Star Wars, donde mujeres del futuro que, no contentas con estar todas iguales, atacan un vintage donde puedan encontrar mis vestidos. La idea fue mostrar un futuro cercano para esas chicas jóvenes que buscan prendas de calidad en los locales de usados o en los roperos de las abuelas porque no pueden acceder a las grandes marcas. Las argentinas, al no tener marcas históricas, crearon un estilo propio inventando looks con lo poco que había. Después, descubrieron a los diseñadores y nos idolatraron, porque los creadores de mi generación empezamos a ofrecerles algo distinto. Mi idea fue buscar en el pasado aquello que nos hizo felices, por eso hay un regreso a los años 20 y los 30 con el art decó.

Abundan cierres, flecos, pedrería en cristal, metal y una vuelta al brillo fino pero opaco; y en géneros de seda, satén, organza, tules; todo muy elastizado. En todos los modelos, la base es un catsuit de encaje, un género femenino por excelencia, pero además colocamos hombreras para lograr un efecto robótico. También relancé mi colección de cuero y agregué pieles. Por otro lado, en Baam, muestro mi costado más comercial, los vestidos de fiesta. En el desfile se verán chicas Bond, mujeres capaces de mostrar su costado más femenino pero con clase.

Pensé en mujeres vestidas de película pero que existen en la vida real, aunque no parezca. La colección será un cachetazo a esta idea generalizada en la sociedad

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La semana de los vestiditos La alta costura debió ingeniárselas en estos últimos años para seguir vendiendo. Su principal pasarela es Buenos Aires Alta Moda (Baam), que este año logró armar una grilla más que nutrida y ecléctica donde presentan sus colecciones los diseñadores argentinos que visten la noche y proponen estilos más arreglados para el día.

Serán siete días a puro vestido largo, brillo, telas impactantes y austeridad elegante; desde el lunes 23 hasta el 30, en el hotel Sheraton de Buenos Aires (Alem 1151) desfilarán las modelos con creaciones de María Pryor, Teresa Calandra, Laurencio Adot, Mabby Autino, Susana Ortiz (la diseñadora preferida de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner), Verónica De La Canal, Sathya, Solo Ivanka, Dorina Vidoni, Rafael Garófalo, Sylvie Burstin, Evangelina Bomparola y Claudio Cosano, entre otros.

El organizador del evento -que ya va por su 30° edición-, Héctor Vidal Rivas, está convencido de que será una excelente edición, porque "participan diseñadores que están en condiciones de vender".

Se sabe que para la siguiente edición de Buenos Aires Alta Moda dará un vuelco importante, pero por ahora el organizador prefirió no adelantar detalles, aunque ya circula la versión de una nueva locación y espacio más grande para mostrar la versión más nocturna de la moda local.

que dictamina que hay vestidos de noche muy glamorosos que no te los podés poner porque te tildan de desubicada. Yo me propuse cortar con ese pensamiento retrógrado que parte de la inseguridad y del miedo a no a ser aceptado.

–Parece un acto de resistencia de su parte.

–Sucede que ando por los 40 años y tengo necesidad de devolver algo al país por todos los años que me siguieron eligiendo a pesar de las crisis. La resistencia pasa por demostrar que las mujeres glamorosas existen si quieren y no se tienen que autocensurar por el qué dirán. En este país te preguntan cuánto gastaste por un vestido, no si sos feliz llevándolo. Apuesto a shows de moda donde se pueda ver sofisticación y feminei-

das de calidad y ofrecer contención. Mi familia se cayó tres veces, yo podría haber vivido sin trabajar toda mi vida y decidí empezar haciendo ropa de lycra en la época de Via Vai. En esa época tenía un gran placard con ropa internacional por la que deliraban mi novia y mis amigas, que me decían que tenía que diseñar; empecé a traer ropa de afuera y después a fabricar sumando a gente que conocía y así armé un equipo en un departamento donde hacían cola las madres e hijas de la alta sociedad.

Me especialicé, hice cursos en París, Dinamarca, Nueva York y logré sacar de adentro eso que te da la facultad cuando te juzga en un examen. Entendí que la historia va más allá de un vestido y el que se queda en el ego

dad, y no intento ser moderno ni ser de autor, esos exámenes ya los di.

–¿Cómo se fue haciendo este lugar en la moda?

–En mi época no había facultades de diseño y los de mi generación nos hicimos en carne viva, soy de los que aprendieron acompañando a las mujeres de la familia a las modistas o a las casas de alta costura.

Vengo de una familia textilera, con más de 100 años en la Argentina. Mis abuelos se dedicaron al calzado, les fue genial pero Perón los echó por oligarcas, después fundaron una industria textil y se volvieron a fundir con Alfonsín. Y aparecí yo.

Puse una boutique que convertí en una empresa, que después pasó a ser una marca que siempre tuvo como objetivo hacer pren-

termina siendo un modisto al que la clienta le da indicaciones. El diseñador saca a la clienta apenas la ve y dibuja en un papel tres modelos para ella y ahí esa persona hace un clic.

–Diseñadores de su generación se convirtieron en celebridades. ¿Transitó ese camino?

–No me siento así, sino más bien un personaje social. Me reconocen por lo que hago, y eso es lo que soy. Tengo colegas que se convirtieron en personajes mediáticos para seguir vigentes, pero eso no me va a pasar porque trato de usar al medio y que no me use a mí. Te piden que te operes la cara, que digas que sos gay, que te pelees con otros y yo puedo jugar pero entrando y saliendo cuando quiero. Soy un profesional y un empresario y esto no me da vergüenza porque no dejo de ser más creativo por ser comercial; es más, mi idea es vender Adot a un socio financiero para llegar a los shopping, al interior y a otros países, pero no es el momento porque nadie invierte en el país. Lo que yo hago es exclusivo, para pocos no tan pocos y en una industria que se hace todo a mano y con sacrificio. Las señoras que cosen son hiper profesionales pero crecen, sus hijos no quieren seguir y empieza a escasear la mano de obra especializada. Por eso sostengo con esfuerzo un equipo de superhéroes todo terreno, pero no me quejo, porque sé que en definitiva voy a morir haciendo esto. 2

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El nuevo Una entrevista con el preso más famoso de Colombia. A David Murcia Guzmán lo comparan con el jefe narco por su perfil polémico y popular, pero lo acusan de lavado de dinero. Se convirtió en millonario haciendo extraños negocios con los pobres: vendía tarjetas prepagas para comprar productos y devolvía el dinero, con intereses.

foto gentileza Revista Semana

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En la cárcel.

Murcia Guzmán recibe vestido como un modelo.

Pablo Escobar S Por Guido Bilbao, desde Bogotá

olo al encender la televisión, la vida tranquila de Bogotá se desvanece y el verde de las montañas y la profundidad de los escotes le abren espacio a una sensación que parecía olvidada: Colombia es un país en guerra. Las noticias de los falsos positivos –muertos civiles que el ejército presentó como bajas de la guerilla– y los récord mundiales de minas personales se mezclan con los partidos de fútbol y las telenovelas en un combo que pondría en shock a cualquiera. Y la confusión aumenta cuando entre los bloques de la programación, a cada rato, se emite una propaganda del presidente Álvaro Uribe que más parece una publicidad del canal esotérico Infinito. Mirando a cámara, desde un pequeño atril, Uribe recita: "Te ganarás el pan con el sudor de tu frente… y no con las pirámides", nombrando sin nombrar al hombre que trajo a este periodista hasta aquí.

La figura de David Murcia Guzmán divide en dos a la sociedad colombiana y todo el mundo tiene algo que decir sobre este empresario, exitoso e insurgente, que, a ciencia cierta, no se sabe si es un genio, un delincuente o un loco.

Lo más probables es que sea todo eso a la vez.

Murcia tiene 27 años, nació en una zona pobre del sur de Colombia, estudió bachiller y tuvo oficios de los más variados: fue vendedor ambulante, camarógrafo, tuvo un programa en una radio de la iglesia. Hablando comenzó su negocio y hablando se ganó la confianza de los campesinos del Putumayo, en la frontera con Ecuador. Trabajadores de la coca y de la papa que comenzaron a darle su dinero para que les trajera cosas de Bogotá. Murcia dice que ese es el germen de la idea que lo iluminó y lo remontó a los cielos de la opulencia. Hace cinco años dormía en pensiones de mala muerte. Hoy la justicia lo investiga por manejar un capital que se estima en mil millones de dólares. Está preso en la cárcel de la Picota, en el sur de Bogotá, desde hace cuatro meses. Insiste en su inocencia. ¿Cómo lo hizo?

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La fórmula de los negocios que Murcia inició en 2004, cuando fundó DMG, es un secreto enredado que ni siquiera las justicias de Colombia y Panamá, que lo investigan, pueden descifrar. DMG ofrecía tarjetas prepagas que los inversores le compraban a Murcia y podían gastar en negocios adheridos. Seis meses después, DMG les devolvía en efectivo el dinero de su inversión, pagando intereses 20 veces más altos que los que pagan los bancos.

Aunque las autoridades aseguran que no se pueden obtener esos dividendos sin lavar dinero, Murcia lo niega y dice haber descubierto una nueva forma de hacer negocios. Que se trata de fidelizar clientes, de sembrar el boca en boca y de pensar el pago de dividendos como inversiones publici-

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tarias. Y de devolver el dinero que los bancos se quedan.

En un país donde el 46% de la población no tiene acceso a la banca y maneja su vida en efectivo, DMG se convirtió en la opción de los pobres. En cuatro años, Murcia montó una red que operaba en cuatro países, con cerca de cuatro millones de inversores que, según sus palabras, formaban "la familia DMG". La revista Forbes, incluso, llegó a admitirlo en su listado de millonarios. Hasta que el gobierno lo puso en la mira, lo acusó de administrar una burbuja piramidal, le abrieron causas por lavado y captación ilegal de fondos e intervinieron sus empresas. En contraposición al fenómeno Madoff, no existe inversor de DMG que no haya cobrado su dinero mientras sus empresas estuvieron activas.

Cuando Murcia fue capturado en Panamá en noviembre pasado, sus inversores salieron a la calle a defenderlo.

"Yo admiro a Davidcito por berraco", dice un taxista, mientras maneja a toda velocidad por la autopista que lleva a la cárcel La Picota, donde Murcia está detenido, dejando atrás el estadio El Camping, en el que juega la selección de fútbol.

Sus abogados dicen que Murcia ha decidido hablar.

"David y Chávez son los únicos que se animan a decirle a Uribe lo que hay que decirle. Y por eso se desmadró esto: porque retó a Uribe por radio y lo trató de mal padre", se lamenta el hombre, insistiendo en una teoría que aquí se riega como las plantas: que esto se convirtió en un problema personal entre Murcia y Uribe.

En pie de guerra Fue a mediados de noviembre de 2008, el viernes 14. Uribe había decidido atacar la crisis del negocio de las empresas piramidales y en voz baja se hablaba de una inminente intervención de DMG, que a pesar del colapso del sector y la crisis internacional, no mostraba problemas financieros.

Murcia respondió con un video en You Tube donde negaba las acusaciones, decía que la estructura de su negocio no era piramidal y agitaba entre sus seguidores su discurso contra los bancos "que sólo aparecen para rematarles la casa, mientras DMG siempre les ha cumplido a los colombianos". La puesta en escena era cinematográfica, como la de un grupo insurgente de los 70 pero, signo de estos tiempos, esta vez la imagen era a color y mostraba a un empresario vestido de traje y corbata, con dos banderas a sus espaldas, la de Colombia y la de DMG. "Ya nadie podrá detener lo que hemos comenzado –decía con la arrogancia de los predicadores–. Crean en ustedes mismos, en Dios, en DMG y en David Murcia Guzmán".

En medio del conflicto, Murcia marchó a Panamá. Había montado su empresa en 2005 y tenía un plan para lanzar desde allí la marca a nivel mundial. Vivía como muchos sueñan. Hacía fiestas en yates de lujo, manejaba Ferraris, Maseratis, Lamborghinis y dormía en la suite presidencial del Sheraton. De día trabajaba en un penthouse de 750 metros en un piso 47 y con vista abierta al Pacífico y a los barcos cargados de contenedores que hacen fila para atravesar las esclusas del canal y abrirse camino hacia el Atlántico. Se movía en Panamá con la certeza de la impunidad. Desde allí habló en la radio, en la entrevista que refería el taxista, revelando que los hijos del presidente tenían negocios con Body Channel, su canal de cable. "Usted es un mal padre, no sabe lo que hacen sus hijos –dijo Murcia y fue más lejos–. Si usted comete arbitrariedades yo también, y podría ponerle a la gente en contra

de su gobierno". Las tensiones se descontrolaron. Murcia no parecía saber con quién se metía.

¿O sí?

Uribe reunió a su gabinete ese 14 de noviembre, luego de la intervención radial de Murcia. Declararon el estado de emergencia que les permitió emitir decretos, leyes que aumentaban las penas por captación ilegal de fondos –era un delito excarcelable–, declarándole la guerra abierta a DMG. La revista Semana puso a Murcia en tapa por amenazar al Estado agitando a sus inversores. Lo comparaban con Escobar: "Desde Escobar, cuando figuraba como un filántropo y se ganaba el fervor de las barriadas populares, no aparecía en Colombia un personaje tan enigmático y tan polémico. Ambos tienen algo en común: se convirtieron en blanco del Estado".

Murcia detesta que lo comparen con los narcos porque insiste en la legalidad de su visión. Sin embargo, como Escobar, logró construirse un aura de Robin Hood del siglo XXI. Los más 24

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Pelea. Murcia Guzmán se peleó con el presidente Uribe, que hace avisos de televisión hablando mal de sus negocios.

audaces incluso se emocionan hasta la obsesión con el nacimiento de un nuevo tipo de héroe capaz de "socializar" las ganancias del mundo financiero o del narco. No les importa demasiado de dónde sale la plata, sino a quiénes les ha llegado.

Lo cierto es que ese mismo fin de semana, luego de sus virulentas declaraciones, las empresas de Murcia fueron intervenidas y los 60 locales que tenía a lo largo de Colombia fueron ocupados por la policía. Uribe habló en cadena nacional diciendo que el sistema de DMG era "un atentado contra el orden económico y social", y a las pocas horas se puso en contacto con Torrijos, presidente de Panamá.

Dos días después, Murcia fue detenido y de inmediato fue devuelto a Colombia sin que mediara proceso judicial de extradición alguno. Una semana después de hablar en la radio y enfrentarse a Uribe, se encontró preso en La Picota, con su conglomerado de empresas intervenidas, su dinero y el de sus inversores disperso en diferentes países y, lo que es peor, en diferentes manos.

Luego de su detención, Murcia ha sabido dosificar sus cartas, subiendo el tono cada vez, aunque siempre dejando una puerta abierta a los enemigos para negociar. Así, se supo de un video donde se lo ve a Uribe diciéndole a campesinos que inviertan en DMG. Se hicieron públicas una serie de cartas de felicitaciones que Uribe le envío a Murcia por un premio en el FashionWeek de Miami, luego de su exitosa incursión en el mundo de la moda. Murcia lanzó dos marcas de ropa de lujo para sus inversores, inspiradas en su nombre y en el de su mujer: la línea de hombres se llamaba David Moore, y la femenina Joan Lion en referencia a Joanna Leon, la esposa detenida en Uruguay y con extradición pendiente.

La buena onda epistolar se mantuvo en el tiempo y Murcia devolvió las felicitaciones a Uribe por el "éxito de la Operación Jaque" que liberó a Ingrid Betancourt. Como si fuera poco, se supo que las empresas de DMG colaboraron con el gobierno en el transporte –desde las zonas más alejadas hacia Bogotá– de las firmas para el referéndum por la reelección del presidente.

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Las esquirlas La detención de Murcia explotó en Colombia con virulencia callejera. En los departamentos de Nariño y Putumayo, donde Murcia había comenzado y donde tenía mayor cantidad de inversores, la gente salió a la calle a protestar y hubo enfrentamientos con la policía, autos quemados y represión. Los gobernadores tuvieron que declarar estado de emergencia mientras la muchedumbre enardecida veía cómo su dinero se esfumaba en las cajas que la policía sacaba de los locales. Muchos de ellos marcharon hacia Bogotá a pedir explicaciones gritando: "Si quiere reelección, devuelva la inversión".

El cierre de DMG en esas zonas fue un golpe de knockout que venía a sumarse a la guerra. La vida de muchas comunidades estaba ligada profundamente a las oportunidades de DMG. Interrumpida la cadena feliz, la sequía de efectivo volvió la zona un polvorín. La gente había pedido créditos para darle el dinero a David y prenderse en la bicicleta financiera. Hipotecaron casas, vendieron los autos, venían los pagos de Navidad. "Aquí no hay dinero ni para una medida de ron y cuando pasa eso es porque la gente no tiene ni para comer", dijo el representante de Putumayo, Orlando Guerra, utilizando una lógica extraña.

No son pocos los que aseguran que el affaire DMG le costó a Uribe la reelección. La votación que definió la suerte del referéndum que promovían los hombres del presidente se votó en el Congreso en diciembre, en medio del escándalo DMG. Uribe perdió por dos votos: los de los representantes de Putumayo y de Nariño, el corazón operativo y latente de DMG que, luego de la caída de la firma, le quitaron su apoyo al presidente. En los meses críticos del conflicto, por primera vez en sus dos presidencias, la imagen de aceptación de Uribe cayó varios puntos.

"Yo no sé si Murcia lavaba dinero. Esto lo hicieron para quedarse con la plata de la gente. Dijeron que la iban a devolver pero ya pasaron cuatro meses y todavía no devuelve nada", analiza la mucama del hotel donde se aloja este cronista. Dice que hay apoyo para Murcia porque "el hombre le quiso quedar bien a la gente y pagarle todo, pero Uribe no lo dejó". Se despide y empuja el carrito, risueña, luego de hacer su denuncia internacional.

En la última audiencia realizada en febrero, Murcia se declaró en rebeldía acusando al juez a los gritos de "estar pagado por Uribe".

Empieza así: las campañas presidenciales lo que hacen es visitar a todos los empresarios para que cada uno haga donaciones. Eso no se saca a la luz pública. Por lo general, tienen un tope para el manejo de la campaña, pero hay mucho dinero que no se reporta. Total... lo hacen todos. Y después de que se gana, nadie se pone a investigar nada. Es muy descarado. Y todo presidente, todo político, sale millonario del poder. ¿Cómo? Si estaban buscando dinero para hacer su campaña. Así se maneja el poder. Lo manejan los empresarios que son los que ponen a los políticos.

Se reparten las instituciones y entre ellos mismos no se pisan los talones. Los bancos estafan a la gente. Cobran intereses altísimos y después te rematan la casa. ¿Por qué pueden hacer eso?

Porque ellos mismos manejan el poder, tienen su gente en el Congreso, el manejo de la Superintendencia de Bancos. Si se pudiera hacer justicia, los bancos deberían devolver todo el dinero que le cobraron de más a las personas. Supuestamente todo está legal porque tiene el sello de no sé qué, pero es mentira. Todo siempre ha sido un juego.

–¿Jugó ese juego?

–Claro. En Panamá, por ejemplo, aprobé seis millones para el partido del gobierno Torrijos. Se canalizaron a través de las campañas pero también me daban protección. Mis custodios eran seis policías del servicio presidencial.

El gobierno de Panamá salió a negar todo esto en bloque, acusando a los medios de orquestar una campaña y pidiendo a Murcia que aporte alguna prueba. Una encuesta de la consultora más respetada de Panamá midió que el 43% de los pana-

La Picota Escondidos detrás de un escudo negro y blindado, cuatro policías avanzan a paso militar cortando camino a través del patio central de La Picota, la cárcel de máxima seguridad de Bogotá.

Entre ellos, esposado y con chaleco antibalas, apura su paso David Murcia Guzmán, el joven que levantó un imperio de la nada y que fue detenido en Panamá hace ya cinco meses. Este hombre, que ríe y mira el sol de la mañana mientras ingresa a la subdirección del presidio donde se hará la entrevista, es una especie de turista de los negocios de las altas esferas que ha decidido no caer solo. Por una vez, un hombre que conoce los pliegues del poder y se atreve a narrarlo sin filtro.

"Primero que nada quiero mandarle un saludo muy fuerte a la familia DMG", se presenta Murcia, vestido de negro y con el pelo corto.

–¿Como le explicaría a un ciudadano común el funcionamiento del poder en Latinoamérica?

–El poder funciona de la misma manera en todos los países.

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meños creen que Murcia dice la verdad, el 20% en Bogotá frunce el ceño con lo de los autos. Uribe no sabe qué pensar y pocos más del treinta no le hizo una publicidad diciendo que tenía vida de creen. La mayoría parece confiar más en un sibarita en el extranjero. hombre preso que en el presidente.

–Yo vivía en un penthouse de 750 metros cua–Si tenía protección, ¿por qué lo detuvieron y drados y utilizaba un yate, tenía los carros. Tenía lo deportaron tan rápido las autoridades panael avión privado que es un jet para trayectos cormeñas? tos, de dos, tres horas. Eso le da cierto nivel al –La cosa cambia cuando Uribe llama directaempresario. Los que quieren hacer negocios con Si se pudiera mente a Torrijos. Le dice que yo soy el delincuenhacer justicia, los uno también miran cómo uno llega. Si llega en te más grande que hay en toda la historia, que bancos deberían avión privado los negocios pueden ser de un estoy en territorio panameño y que soy muy devolver el dinero tamaño. Si llega en un avión comercial, en turisberraco. Y es más, que ni siquiera los panameños que le cobraron de ta, van a ser de otro. Y uno utiliza eso también se atrevieran a irme a capturar solos. Es la única para medir a los demás. Esa estructura que tenía más a las explicación que encuentro para que hayan entraen Panamá costaba cinco millones. Yo hacía personas”. do tantos agentes de Colombia a Panamá. negocios por diez millones, de 20, de 30, sola–¿Lo capturaron colombianos o panameños? mente por la estructura. Eso se pagaba solo. Al –Eran diez carros con soldados colombianos, con armas de día siguiente que compré los Lamborghini, gané dos millones guerra. Ellos tenían la orden de que si me resistía tenían que de dólares en una negociación. Los autos me costaron un matarme. Y para sorpresa de ellos, yo ni siquiera estaba millón: al final me salieron gratis. La idea era armar una colecarmado. Yo me subí al carro blindado que usaba para transción de automóviles de lujo que yo quería llevar para que los portarme, cuando vi que conducía mi escolta. Y ni bien entré vieran todas las clases sociales. Había calculado que con una al auto me encañonaron. Había dos colombianos y un panamega exposición, para que la gente pudiera ir, sacarse fotos, meño. "Frescos, tranquilos", les dije. Si no, hubiera muerto encender los carros, invirtiendo dos millones de dólares, en ahí mismo. Pero, ¿cómo piensas que me encontraron tan tres semanas podés recuperar cinco. Y publicidad para la rápido? Es lo mismo que hizo en Ecuador con Reyes. Y en marca. Era un buen negocio.

Panamá la tenía más fácil porque Torrijos es un superamigo.

–¿Qué opina de los que ven en usted a un Robin Hood muy En Ecuador se jodió porque Correa no lo aceptó. Así sea el moderno que socializa las ganancias del narcotráfico? delincuente más grande, tiene que pedir permiso. Hay nor–La idea es fantástica. Un empresario de clase baja, joven, que mas de derechos humanos que se deben respetar. A mí no me reparte la plata entre los pobres, es fantástico, pero para una tenían ninguna orden de captura. Yo apenas estoy en una película. Si yo fuera presidente de Colombia y más de un narco investigación. me dijera "yo me entrego, no quiero delinquir, aquí están todos mis recursos para repartirlos a la gente menos favorecida", yo a ese tipo lo perdonaría. Pero en mi caso no se puede dar. Porque a los narcos no les interesa que su dinero se devalúe. Ahora que me acusan, me puse a investigar. Ellos hacen doble factura para justificar el dinero. Yo no hacía nada de eso. Entonces no hay figura de lavado. Y la invención de algo intangible, como una marca, jamás le hubiese llamado la atención a nadie que quisiera lavar activos. Mi genialidad fue la confianza.

–¿Se considera un genio?

–No, genio no, pero se me ocurrió una genialidad. El haber utilizado cosas que ya existían y combinarlas de una manera nueva. Estaba el sofá y estaba la cama. Hubo un hombre que inventó el sofá-cama. ¿Cuántos vendió? Lo mismo. Como los bancos no confiaban en mí, se me ocurrió hacer un apalancamiento financiero a través de las tarjetas prepagas. La gente no lo gasta de una vez, o lo deja un tiempo y después te lo pide y eso –Durante algunos años tuvo una relación armoniosa con el da margen. Tengo cientos de miles de personas que confían en gobierno de Uribe y de repente todo se partió, ¿qué pasó? mí. Durante los seis años que estuvo funcionando DMG pasaron –La relación entre Uribe y DMG se parte por una fuerza cuatro millones de personas. Y todo fue gracias a la confianza. mayor que hubo atrás y se llama grupo Aval, que domina la Mi misión es que nadie pierda un centavo. Si me dejan trabajar, banca en Colombia. Por encima de DMG, Aval había aportado nadie pierde nada. para el ascenso de Uribe al poder. Y yo estaba aportando para la Su celda en realidad es un pequeño departamento donde a segunda reelección. Pero antes no había aportado. ¿Qué pesa Murcia no le falta nada, ni siquiera Internet. Todas las semanas más? ¿El que está en el Congreso con más del 50% de los dipurecibe visitas y cada tanto da una serie de entrevistas. Desde allí tados y lo puede joder? ¿O yo, por más querido que fuera para sigue jugando su ajedrez con el poder tratando de defender su su familia? Y entonces el sector financiero pudo atacarme corpodestino. En Colombia lo acusan de captación ilegal de fondos y rativamente. en Panamá de lavado de dinero. En cuatro meses las investiga–Muchos no pudieron dejar de ver en su vida lujosa en ciones no han avanzado gran cosa. Su vida será llevada a la Panamá los estereotipos del narco. Incluso, la gente que lo apoya televisión en una novela de la cadena Caracol.  27

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tras cartón

Los libreros contra Jorge Asís (segunda parte)

T

odavía me acuerdo que de jovencito, cuando era un gran repositor y no escribía, un buen día me echaron de Carrefour y me quedé sin laburo. Mi padre me dijo que invirtiera el poco dinero en una camioneta para transportar cosas como heladeras, cajones de frutas, etc. Me compré una camioneta Dodge, de caja ancha, modelo 1965, con lona para lluvia. Le puse un cartel de "Flete". Saqué una silla a la vereda, abrí el diario y esperé a que alguien me tocara el timbre. De pronto, zas, sonó el teléfono. Era una voz suave pero muy clara. Tenía los pensamientos ordenados y me dijo lo que pretendía, pertenecía a una empresa de publicidad que tenía un portal en internet: www. jorgeasisdigital.com –Hola Cucu, vos sos mi lector y difusor favorito.

Tengo un trabajito para vos. ¡Te doy tres mil pesos por retirar mis libros de circulación! ¿Qué pensaba hacer este señor con todos esos libros?

"Son libros de mi autoría, muchacho. Cucu, yo soy Jorge Asís".

El trabajo era sencillo, fui al centro, a las oficinas de la empresa donde me dieron un poder que me permitía retirar los libros de las librerías. Me dieron un sobre tamaño doble carta donde había un papel impreso. Me dieron una lista de librerías y me fui.

–Muchacho, ponele este cartelito a la camioneta.

El papel decía: "Vehículo responsable de los saldos de Jorge Asís". Firmado: www.jorgeasisdigital.com.

En la primera librería que entré no me quisieron dar ni la hora.

–¿Saldos de Jorge Asis? ¡Ese traidor! No tengo nada, tomátelas...

Y otro: –¿Venís a retirar libros del Turco Asís? ¡Y a vos quién te manda!

Le mostré el papel de la empresa con la autorización.

El librero se lo pasó a otro que me miró de arriba–abajo y me dijo: –Mandamos todos los libros a Mar del Plata.

Dejame un teléfono que te llamo en una semana...

Y se dio vuelta a seguir trabajando. Cuando salí escuché que le decía a otro: –Ese atorrante se complotó para retirar sus libros de la librería. ¡Qué chanta, se cree que todavía es un best seller!

Por fin, en una pequeña librería que figuraba en la lista que me habían dado como La librería del alemán, me dieron diez ejemplares de Flores Robadas en los jardines de Quilmes. Ahí me encontré con la voz que me contrataba, me garpaba puntualmente y bien para recuperar esos libros pedorros. Los libros siempre me parecieron mentirosos. Y los tipos que ponen su cara en la solapa, de terror. Por suerte esta edición era de bolsillo, barata, de tapa blanda y sin foto. El tipo decía no sé bien qué gansada en la contratapa. Ni

siquiera lo abrí, lo tiré en el fondo de la camioneta y recorrí tres cuadras hasta la próxima librería.

Ya, a esta altura, me iba interiorizando del mundo de los libros. En todas las librerías figuraban en las mesas los mismos títulos; aburridos, en su mayoría. Los libreros son todos iguales, tratan mal a la gente y venden los libros como si fueran objetos casi sin valor. Para impedir que cada perejil que tenía un local por Corrientes me forreara, decidí meterme en la cabeza que era el representante del señor Asís en el mercado, sonaba mucho mejor que decir que

era un repositor de supermercado sin laburo y devenido fletero recogelibros.

El señor Asís entró en mi vida y me hizo cambiar de actitud.

–Rajá, los libros de Asís no valen nada y no te los puedo dar– me dijo el librero de muy mal modo. Me miró firme y pensó que me iba a ir con la cola entre las patas.

–¡Escuchame, malandra!

Soy el representate de Jorge Asís en el mundo, mejor que me hagas la devolución de todos sus títulos ya.

El librero apechugó, cambió el tono, me miró firme y me dijo.

–Los libros de Asís nadie los quiere ni tampoco los

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Washington Cucurto

diego paRUELO

recomendamos ni los exhibimos...

–No me interesa. Bajemos ya al depósito que vamos a sacar un control de stock.

Todo lo que tengas, me hacés la boleta de devolución. Y no te hagás más el boludo que el señor Asís tiene amigos en la municipalidad. Mañana te manda un inspector y te inhabilita para toda la vida, gil de goma.

El hijo de puta tenía mas de ocho títulos apilados en las mesas del sótano.

–¿Y a estas mesas las exhibís también?, le pregunté intrigado por tantas pilas de libros acomodadas arriba de

unas mesas iguales a las que tenía arriba.

–¡No, esto es el depósito!

–Ah, pero vos sos un pillo, tenés un fangote de libros y no los querés vender. Vos andás en una rara, mejor que me cantés la posta porque como representante del Señor Asís... El señor Asís tiene amigos en la justicia. Y yo le salgo de testigo, como representante editorial.

La situación era extraña, no entendía bien lo que sucedía. ¿Por qué el librero no exhibía los libros de este tipo intrascendente? ¿Qué valor desconocido tenían?

Sospeché que había un extraño negocio.

El librero me explicó todo.

–O sea que lo estás censurando, le estás aplicando un juicio moral. Y justo vos, sabandija, que le vendés a la gente porquerías, best sellers y escritores yanquis traducidos por Piri Lugones.

Le bajé una línea dura al librero, que arrugó como en una pileta, me di cuenta y le pegué un pesto bárbaro. De libros no sé nada, pero como a todo negrito, si le dan un poquito de poder me sale el inca de adentro. ¡Qué va a hacer, viejo, son 500 años de colonialismo cultural!

–Lo mío –titubeo el maricón–, es odio a Asís y lo que representa. Odio sus libros, su manera de ser, su machismo explícito, su chantería a prueba de balas, su manera de decir boludeces en los medios. Es un impresentable, representa todo lo malo del ser argentino; es una rata cultural que durante la dictadura transó con los militares para poder editar y después se arregló con el Turco para seguir ganando guita. ¡Fue hasta embajador y best seller!

–Pero vos sos un pelotudo atómico, lo increpé por las tonterías que me estaba hablando. Vos sos un burgués prejuicioso, un medio pelo de la peor calaña. ¿Cómo te vas a calentar porque el tipo vende libros y le saca guita a todos mintiendo? ¿Sos juez, vos? ¿O no será que también tenés tus cuentitos pedorros debajo del escritorio?

–Jamás podría ofrecer un

libro de Asís a un lector...

Me dieron ganas de sopapearlo, pero ya era tarde y debía cargar los libros en la camioneta. Le pegué un manotazo en la nuca y le dije.

–Mejor que me cargués ya, y ya mismo, todas las pilas de libros en la camioneta porque te meto en cana para toda la vida, como representante político del señor Asís.

Subí a la camioneta y antes de irme le hice la última pregunta.

–¿Y la gente pide los libros del señor Asís?

–Sí, la gente, sobre todo los jóvenes, lo piden todos los días. Siempre viene alguien...

–¿Y vos le decís que está agotado?

Bajó la cabeza avergonzado y me dijo que sí.

Arranqué y le grité.

–Andá, borrego, andá a vender a Sidney Sheldon, gil de goma. Ah, y no te meto en cana porque como representante político del señor Asís tengo el deber de ser misericordioso con los mediocres y cagones como vos.

Así de mala es la gente, queridos lectores. Metí los libros del Turco en la camioneta y arranqué. Me borré, me las tomé a esperar tiempos mejores, tiempos sin crisis, tiempos de grandes soles en los que al fin pudiera salir con todos los libros del Turco y venderlos a precios siderales, encima de un mantón, a orillas del Parque Rivadavia. 

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los libros de tomás abraham*

“Estuve en Woodstock pero nadie me cree” Por Nicolás E. Peralta

¿

Hay algún disco que te cambió la vida?

–La vida no se cambia con un disco, salvo que seas un músico. En todo caso me la podría haber cambiado alguna palabra, o una cara, un culo, un silencio. La música se agrega a mi vida, y me enamora. Ahora estoy enamorado de dos bellezas musicales: Amy Winehouse y la portuguesa Mariza. En este momento estoy escuchando sus fados.

Cuando canta "Transparente", bailo. Otro maestro maravilloso es Chico Buarque. Casi me olvido de nombrarlo. En verdad, son incontables mis amores musicales, pero en la cúspide está Dylan, Bob, el poeta guerrero musical de mi generación. Es mi santo.

–¿Cuántos discos tenés en tu discoteca?

–Tengo muchos, lo suficiente.

–¿Y cuántos de esos discos los pediste prestados y nunca los devolviste?

–Rara vez presto y me prestan, pero se devuelven.

No es como los libros que tientan al afano. El CD que se recibe se devuelve. Es como una flor, algo no atesorable si te lo da otro, es un regalo aunque fuere transitorio.

–Como filósofo, pensador, y autor de libros, ¿sentís que pensar y escribir tiene un ritmo como la música?

–Mi formación filosófica tiene letra y música, letra de Michel Foucault y música de Gilles Deleuze. Cuando

guadalupe gaona

Bob Dylan. "Está en la cúspide de mis amores musicales".

Amy Winehouse.

"Estoy enamorado de dos bellezas musicales, ella y la portuguesa mariza".

Glenn Gould.

"Regalo CDs cuando tengo un enamoramiento, como con Glenn Gould, Bola de Nieve, Amalia Rodrigues..."

escribo trato de que tenga la agresividad del ritmo y de la voz de Bob Dylan. Algo cortante, burlón al tiempo que desamparado, huérfano.

Una música dickensiana que se caga en las autoridades del colegio universal al que nos mandan todo el tiempo los preceptores de este planeta.

–¿Regalás música en las fiestas? ¿Por qué un disco y no un libro de regalo?

–A veces sí regalo, en especial cuando tengo estos enamoramientos, como cuando tuve el fato con Glenn Gould, con María

Callas, con Beniamino Gigli, con Bola de Nieve, con María Elena Walsh, con Billie Holiday, con Amalia Rodrígues, con Mercedes Simone, con Sixto Palavecino. Si los regalo, es para compartir el amor.

–Como padre de adolescentes, ¿qué música escuchan tus hijas? ¿Y qué dicen de la música que escuchás vos?

–La verdad es que no sé muy bien qué escuchan. En verdad, no estamos en la misma longitud de onda. Sé que a veces van a conciertos, a escuchar grupos. Y sé que me hacen decir cosas de viejo, es decir de sabio, eso de que el rock se terminó en el 70, y esas cosas que las pobrecitas no comprenden.

–Hablemos de filosofía y música. ¿Hay filósofos ligados estrechamente a determinada música, que no pueden dejar de estar juntos?

–Totalmente. Por ejemplo, Kant con Bach, es tan genial y preciso uno como el otro.

Nietzsche, claro, con Richard Wagner. Rousseau tiene sus propias óperas, que no están tan mal. Y a Foucault le gustaban los dodecafónicos, especialmente si eran jóvenes.

–Y, por último, ¿hay algún disco en vivo, medianamente famoso, que hayas estado en el show en que se grabó?

–Sí, por supuesto.

–¿Cuál de ellos?

–Estuve en el Festival de Woodstock. Pero nadie me lo cree. *Filósofo

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buscador

Amor y clown Leticia Torres es una artista de clown que ha hecho varios espectáculos para niños y grandes. Y participa, además, del elenco de la exitosa obra Mujeres en el baño. En Bodegón aborda un asunto al que le va muy bien el disparate: el amor.

Y, claro, temas adyacentes: la soledad, el sexo, el desamor.

Música en vivo que remite a íconos que el espectador seguro reconocerá y una técnica como la del clown —que dice lo más triste y profundo con humor e inocencia— se combinan en este espectáculo.

Bodegón, sábados a las 20.30 hs en el Teatro Gargantúa, Jorge Newbery 3563. Con texto, dirección y actuación de Leticia Torres (y elenco).

Entradas $30 y $20.

Extra extra large

X

XL viene en un “formato excepcional” y es un “volumen de gran tamaño” dice en la información de prensa la editorial Taschen. Y tanto el título como la venta invitan al doble sentido, porque se trata de un nuevo volumen con las obras de Tom de Finlandia, nacido como Touko Laaksonen, un artista de culto en la comunidad gay, con sus dibujos y pinturas eróticos de hombres bien dotados, cuerpos trabajados y cara de Freddy Mercurys.

A poco más de diez años que se publicara The Art of Pleasure, también en Taschen, este libro funciona como una gran retrospectiva de sesenta años de carrera artística. Son 704 páginas que van del retrato al borde de la parodia, al sexo puro y duro y que se leen, también, como un homenaje a la generación más golpeada por el sida. Se trata de una edición trilingüe —inglés, francés, alemán—, de colección, que en Europa se consigue a 150 euros.

Una que sepamos todos Canciones de importantes autores argentinos, más composiciones propias componen el espectáculo que está presentando Luis Salinas. El guitarrista que después de remar durante años en los escenarios, alcanzó popularidad, ventas y hasta presencia en la televisión, sigue manteniendo algo de esa atmósfera intimista de los comienzos, que se alterna con sus presentaciones más festivaleras (como el reciente concierto gratuito en la Costanera Sur porteña o el festival de Salamanca en Santiago del Estero). Salinas empezó una gira nacional este verano, tocando en varios balnearios de la costa, que ofrece la oportunidad de verlo en ámbitos relativamente reducidos, que hacen que su música se disfrute más. Es lo que pasará el próximo sábado en el Auditorio de Belgrano, con entradas a 45 pesos, que no serán regaladas pero es un precio que en estos tiempos se agradece. Habrá tango y folclore con acompañamiento de Javier Lozano en piano, Alejandro Tula en percusión y el bajista Amílcar Ábalos; y para el free jazz dirá presente el cuarteto: Javier Lozano (piano), Jota Morelli (batería), Matías Méndez (bajo) y Salinas, claro.

Luis Salinas, Auditorio Belgrano, Virrey Loreto 2348 , entradas desde $45.

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POR FEDERICO KUKSO FOTOS DIEGO SANDSTEDE

E

n sus flamantes veinte años, la Web dio para todo. Curiosamente, Internet y la Web se desplazan sobre una paradoja. La red nació en los sesenta como un salvavidas ante las guerras y ahora las fomenta: más que la excepción, los conflictos bélicos virtuales son la regla. En la actualidad, hay fundamentalmente dos grandes contiendas: las Wikiwars, esto es, una guerra sin fin por el sentido en la que el campo de batalla es la enciclopedia virtual creada por Jimmy Wales, Wikipedia, y otros sitios poblados de definiciones.

Los contendientes son grupos de hackers –israelíes, iraníes, paquistaníes, palestinos– que en vez de cruzarse balas y misiles tienen como misión reescribir la historia ajena como si al hacerlo borrasen físicamente a su enemigo del mapa.Y la segunda, un choque mucho más invisible y estratégico al estilo TEG: la ciberguerra entre los apóstoles de la Cienciología –aquel cuestionado culto creado en 1952 por el escritor de ciencia ficción estadouni-

dense L. Ron Hubbard y tan defendido por Tom Cruise– y un colectivo sin cabeza de hackers y ciberactivistas llamado simplemente Anonymous.

El 21 de enero de 2008 fue su día-D. Aunque en vez de desembarcar en No r m a n d í a , d e s e m b a r c a r o n e n Youtube con lo que se conoce como Proyecto u Operación Chanology, una campaña de video-ofensivas virales contra lo que, a su parecer, significaron actos de censura en la red: el cierre compulsivo de sitios opositores a la Cienciología invocando la ley del copyright (el nombre "scientology" y todos sus simbolismos son marcas registradas) y la sospechosa desaparición de un video interno de reclutamiento –http://fon.gs/cruise– donde se ve a un Tom Cruise sacado, hablando como nunca se lo vio sobre sus creencias y sobre cuán especial es un cienciólogo.

El primer video-reacción de este grupo sin líder y sin país de origen –Message to Scientology– dura 2.03 minutos y fue reproducido más de tres millones de veces (http://fon.gs/ anonymous1). "Hola líderes de la Cienciología –dice una voz metálica, parecida a la emitida por el sintetizador de la silla mecánica del astrofísico S t e p h e n Haw k i n g – . S o m o s Anonymous. Durante años

hemos observado sus campañas de desinformación, su supresión del disenso, sus videos propagandísticos en los principales medios. Anonymous ha decidido que su organización debe ser destruida por el bien de sus seguidores, por el bien de la humanidad.

Los expulsaremos primero de la red y luego desmantelaremos su iglesia. No tienen dónde esconderse. Porque estamos en todos lados. Por cada uno de nosotros que caiga diez más tomarán su lugar. Somos anónimos. Somos una legión. No perdonamos. No olvidamos".

Fue una declaración de guerra –más simbólica que física como luego aclararían– inmediatamente seguida por otra ráfaga de cibermisiles: la difusión de documentales por P2P (como The Authorities), envíos de faxes negros y ataques informáticos a los servidores del culto para sacarlos de línea. Todo orquestado virtualmente, a través de foros (http://forums.whyweprotest. net), Facebook y sitios wiki como http:// non.violentuprising.com/, y http://partyvan.info.nyud.net en los que cualquiera puede proponer una acción que luego es refinada con miles de comentarios.

Si la primera pregunta es "¿quiénes son?", la segunda es "¿por qué lo hacen?" Ellos responden en

Escrache a Una de las batallas más activas de la web es la que libra el grupo Anonymous contra la iglesia de la Cienciología, cuyo miembro más famoso es el actor norteamericano Tom Cruise. En Buenos Aires son cinco guerreros que protestaron con caretas en la puerta de la sede local del culto.

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Whyweprotest.net: "Desde el comienzo de nuestra campaña, Anonymous ha revelado o expuesto a la luz pública cientos de actos ilegales, actividades fraudulentas y violaciones a los derechos humanos cometidos por la Iglesia de la Cienciología –arremeten–. A pesar de alegar ser una religión y funcionar como tal, se comporta extrañamente similar a lo que sería una empresa o secta. La Cienciología también ha sido implicada en numerosas fatalidades en cuanto a sus propios miembros, incluyendo el famoso caso de Lisa McPherson".

Y si alguien no entendió, repite una y otra vez el mensaje en su sitio españolizado: "Somos un colectivo de individuos unidos por ideas.

Probablemente conoces a un Anonymous, aunque no sepas con exactitud quiénes somos. Nuestro número constituye nuestra fortaleza.

Nuestra voluntad colectiva es la combinación de voluntades individuales. Nuestra mayor ventaja es el conocimiento de los principios fundamentales que compartimos como seres humanos. Este conocimiento es fruto de nuestro anonimato".

En el segundo video divulgado, Call to action (http://fon.gs/call), aclaran: "No sólo somos un grupo de superhackers. Anonymous es un colectivo unido

e a Tom Cruise

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por la idea de que alguien debe hacer lo correcto, alguien debe traer luz a la oscuridad, alguien debe abrirle los ojos a la opinión pública. Queremos que se conozcan los peligros de la Cienciología. Queremos que se sepa de la explotación infantil en sus gulags.

Queremos que se conozcan los intentos de la Cienciología de infiltrarse en el gobierno de Estados Unidos".

Y entonces, lo que hasta ahí fue (y es) un fenómeno de aquellos conocidos como "inteligencia colectiva" o "inteligencia emergente", el 2 de febrero de 2008 cobró cuerpo y salió a la calle: siguiendo un código de conducta de 22 reglas detalladas en el video de Youtube, Code of Conduct (http:// fon.gs/anonymous2) como "no violencia", "permanecer en propiedad pública", "no armas", "no vandalismo", 150 personas se juntaron de la nada y protestaron frente a la Iglesia de la Cienciología en Orlando, Florida, Estados Unidos. Ocho días después, siete mil personas hicieron lo mismo en otras cien ciudades en todo el planeta. Con el sello visual y dramático que los distingue: la máscara de Guy Fawkes, aquel recordado católico inglés que en el siglo XVI intentó sin éxito hacer volar el Parlamento con explosivos y luego inmortalizado en la película anarcofuturista V de Vendetta, basada en el cómic de Alan Moore.

La confrontación es sobre todo un choque entre dos poderes: el poder informático de Anonymous y el poder económico de la Iglesia de la Cienciología (proveniente del dinero que los feligreses deben aportar en el camino ascendente de su "crecimiento espiritual").

Obviamente, los cienciólogos respondieron. En Youtube expusieron los nombres y apellidos de algunos de los miembros de Anonymous, y también se los ridiculiza. Pero sobre todo, los cienciólogos se victimizan.

"Anonymous es un grupo de ciberterroristas que se esconden tras máscaras y anonimato informático –salieron a decir–. Anonymous está cometiendo crímenes de odio por ninguna otra razón que intolerancia religiosa.

Sus supuestos propósitos altruistas no son diferentes que los que se oyen de cualquier grupo terrorista. No somos los primeros que han sido su objetivo.

Anonymous ha proclamado pública-

Máscaras. Los Anonymous en la puerta de la sede de la Cienciología, con caretas de mente que sus guías de instrucciones son El Manifesto Comunista y Mein Kampf de Adolf Hitler".

La cruzada (o la "Segunda Guerra de Internet" ) ya engendró sus personajes. Como Angry Gay Pope: de estilo gritón, descarado y acusador, fue banneado de Youtube. Es muy polémico por sus métodos y acciones, lo que hizo que dejara de ser precisamente anónimo. O el inglés Stuart Wyatt: ex cienciólogo; sufre esclerosis múltiple, se mueve en un scooter porque no puede caminar solo. No está activo en la actualidad. Y el periodista Mark Wise Beard Man Bunker quien ganó un Emmy por su trabajo de investigación sobre esta Iglesia. Nunca fue un Anonymous pero fue él quien encarriló de alguna manera al movimiento,

que nació caótico, con hackers volteando sitios y haciendo llamadas amenazantes.

A las decenas de protestas globales ahora se le deberá agregar un nuevo capítulo: el argentino. Porque así como la Cienciología llegó al país detrás de la Asociación Argentina de Comunicación y Cultura (www.scientology-bue.com.ar) y fue reconocida recién en diciembre del año pasado como religión, también desembarcó Anonymous.

Ni mil ni cien ni diez: por ahora, que se sepa, son tan sólo cinco. Los suficientes como para organizar una protesta contra la sede local de la Iglesia liderada por David Miscavige, ahora desaparecido.

Fue el sábado 14 de marzo exactamente a las tres de la tarde en Ayacucho 1050. Ni el kiosquero ni la verdulera de enfrente los vieron venir: cuatro enmascarados (Petete, Kaleb, Hombre sonriente y Anónimo) y una chica a cara descubierta (Lizzy), que doblaron por la esquina para caminar cincuenta metros y comenzar a repartir panfletos. Era un acto de protesta distinto a todo escrache antes visto. No sólo por su número reducido –que aun así produciría bastantes ajetreos–, sino por su ribete escénico: las máscaras de Guy Fawkes, los stencils, las fotos para subir a los foros, que antecedieron a la salida casi intempestiva del presidente de esta iglesia, Gustavo Libardi, quien se abrió camino entre tanto cartel en la entrada que tentaba: "Para mejorar las relaciones familiares", "La respues-

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Gu

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Guy Fawkes, el personajes de la película V de Vendetta. ta a las drogas",, "Respeto hacia sí mismo y hacia los demás". "¡Salgan de acá! Están en propiedad privada", arremetió primero nervioso para calmarse luego al ver que una cámara se encendía y una cronista le acercaba un micrófono. "Lo único que nos interesa es ayudar a la gente. No tenemos otras motivaciones. Quizás haya imágenes prejuiciosas ante las religiones –afirmó viendo a lo lejos a dos policías que anteriormente había llamado–. Repartimos libros en la calle sobre la verdad de la droga. Y demostramos lo que hace el abuso psiquiátrico sobre las personas. No estamos en contra de la psiquiatría. Tenemos pruebas contundentes de que los psicofármacos dañan. El diagnóstico psiquiátrico habla de cosas que no existen.

Hay un gran fraude. La psiquiatría nunca pudo probar el desequilibrio químico".

Y así como llegaron, los cinco miembros de Anonymous Argentina se fueron.

No aparecieron en los diarios, ni los llamó la televisión, por este escrache a la Iglesia de la Cienciología en el aniversario del nacimiento de su fundador, L. Ron Hubbard, quien hubiera cumplido 98 años. De hecho, casi nadie sabe que existen o lo que hicieron. Sin embargo, ellos –que recién se conocen cara a cara entre sí– están contentos.

Ahora, con la protesta atrás –fotografiada, grabada, registrada– reflexionan.

Se miran y festejan en su idioma privado: "¡Epic win!", "¡Epic win!"

Entre felicitaciones, abrazos y palmadas en el hombro, los Anonymous recuerdan que no son los primeros.

"Somos más bien algo así como una segunda ola –advierte quien se hace llamar Petete mientras se da vuelta una y otra vez para cerciorarse de que

nadie lo escucha ni sigue–. A los meses de comenzado el tema Anonymous, el año pasado en Estados Unidos, descubrí que había un usuario llamado Zambanon acá en la Argentina que había intentado hacer una protesta. No sabemos cómo terminó: si fue él solo o si salió mal. Intenté ubicarlo y no tuve éxito. Hace un mes me metí en un foro de Why we protest y para mi sorpresa vi que había alguien de Argentina, Lizzy. Con ella armamos esto".

"Nos escribimos con otros Anonymous del mundo –asiente–. No saben dónde queda Argentina pero sí creen cuando les decimos que estamos acá y que lo hicimos: porque Anonymous también es como un cáncer que se desparrama", dice Hombre sonriente.

"Hicimos esto para que los vecinos sepan al lado de quiénes viven –sigue el verborrágico y adrenalínico Petete–.

La mayoría de las personas cree que es una religión cool, de las estrellas de Hollywood. Todos, aunque tengan millones de dólares, tienen necesidades afectivas. La Cienciología pega por eso: capta a la gente ofreciéndoles soluciones. Primero los reclutan con test de personalidad gratuitos.

Les hacen 200 preguntas, identifican sus puntos débiles para después decirles que están enfermos, o en problemas o con ganas de matarse. Te asustan y cuando te das cuenta ya estás adentro". "¡Y no es más que ciencia ficción berreta!", retruca Anónimo, antes de mirar la hora y comprobar que el vaso XL de Coca-Cola comienza a secarse.

"Bueno, che, me voy. ¡Nos vemos en Youtube!" 2

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Por Fernanda Sández

la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y realizada entre comerciantes minoristas de todo el país precisa que para el 54,2% las ventas cayeron con respecto a enero de 2009. En el mismo sentido apunta un sondeo de la Fundación Observatorio Pyme realizado en un panel de 430 empresas de todo el país, publicado a fines de 2008. Allí se lee: “Se confirma el freno en la actividad económica en el tercer trimestre. Menos firmas lograron incrementar su facturación, los empresarios advirtieron un marcado debilitamiento en la demanda de sus productos y, por primera vez en cinco años, cae el nivel de empleo. En términos interanuales, el nivel de empleo se contrajo un 2,5%”.

Pero lo cierto es que, puestos a mirar, es el cuadro entero el que se derrite. Desde la venta de celulares hasta el consumo en restaurantes (20% menor al año pasado, según datos de la Asociación de Hoteles, Restaurants, Confiterías y Cafés, AHRCC), pasando por el paquete de beneficios para ejecutivos, todo apunta hacia abajo. Como las comisuras de Alicia. Y las de Carlos Ibáñez, taxista. Y, según él, las de la mayoría de los que suben a su nave amarilla y negra, esa que trata de llevar muy cada tanto “de Córdoba para allá” (señala a la izquierda) porque, según dice, “el cheto gasta todavía menos”.

—¿Menos que quién?

—Que el de clase media, que es el que más me toma. O me tomaban, no sé, porque el laburo bajó bastante. Un 30%, le calculo yo. En la calle se nota que hay menos plata. Y más preocupación. Tipo que sube, tipo que te habla de la crisis. De lo mal que está todo.

C

he, negra: ¿y si nos compramos un Baileys?

Ahí, en la cola del Carrefour rebalsando de cazadores de ofertas, la propuesta sonó casi pornográfica. Pero Alicia Scotti, una profesora de música de 34 años, sucumbió a la tentación que Gabriel, su marido, sacudía en la mano derecha. Dijo que sí, que claro. Y se llevaron el licor, nomás, y se lo tomaron tranquilos y solos en el living de su casa, una vez que las nenas se fueron a dormir. Ahora, al recordar el episodio, Alicia pestañea y sonríe y se muerde el labio de abajo.

Como si no pudiera terminar de creer que, por estas horas, una de las módicas formas de felicidad todavía a su alcance sea esa: una botella en oferta.

—Yo soy terciaria y tengo un postgrado, y mi marido es egresado del ITBA. Pero, ¿sabés hacía cuánto que veníamos pensando en ese Baileys ? Tengo veinte años como docente de música, por eso me angustio. Voy al super, veo que quiero una cosa y no me la puedo comprar. ¿A vos te parece? Lo que antes te costaba cien, hoy cuesta 300. En lo básico, ya de por sí se te va el doble, así que con catorce pesos por día que coma el del INDEC. Porque yo, sinceramente, no puedo.

Alicia no es la única. Por fuera de la formidable matemágica del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), esa capaz de hablar de una inflación de apenas 0,4 en febrero y hasta de la existencia de precios diminutos que nunca llegan vivos a las góndolas, las cosas son ligeramente distintas. Por ejemplo: según un estudio de la Consultora Home Research, entre enero de 2008 y enero de 2009, tanto en Capital Federal como en Buenos Aires todos los consumos de los hogares de clase media se han reducido. “Una de las características en procesos de crisis es que en los hogares se consumen menos categorías de producto, o que se eliminan algunas categorías de su porfolio de consumos”, precisa el informe. Todavía no estamos en esta instancia, pero sí en la previa: la reducción. Se compra lo mismo, pero en menor cantidad. Menos litros, menos kilos. En envases más pequeños, en tamaños no convencionales.

Así las cosas, en un año la canasta general (compuesta a su vez por cinco sub-canastas) bajó un 6,5 %. Se compra pues 6,2% menos de alimentos, 4,5% menos de bebidas, 5,8 % menos de cosméticos y hasta se invierte 5,6 % menos en limpieza del hogar.

Las ventas de golosinas, en cambio, subieron el 1,2%.

En consonancia con estos datos, una encuesta difundida por

Sordos ruidos Recesión, depresión, desaceleración: tres términos respecto de los cuales ni siquiera los mismos economistas logran ponerse de acuerdo. Pero los más clásicos —o los más cómodos, o los que al menos lograron “vender” mejor su definición— afirman que un país entra en recesión cuando su PBI arroja resultado negativo por al menos dos trimestres consecutivos. Cuando la economía, de ser un auto, comenzaría a ir marcha atrás. La depresión sobreviene cuando esa reversa no se detiene. La desaceleración, en cambio, implica dejar de crecer a la velocidad a la que se lo venía haciendo. Esto es: cuando la economía, de ser un auto, comenzaría a avanzar a 20 en lugar de a 80 kilómetros por hora.

Precisamente por eso, mientras algunos economistas aseguran que nuestro país ya está en recesión y desde hace más de un año, otros —el gobierno, por caso— prefieren hablar de desacelera-

El término que inventaron los técnicos para definir el freno en la economía tiene su correlato en la vida real: la clase media cuenta cómo se desaceleran sus gastos y se debate entre quedarse quieta o moverse lentamente. Por las dudas.

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“ Todos nuestros amigos vigilan sus gastos. En nuestro caso, recortamos el tema de la salidas�.

Liliana y su hijo mayor, Milton.

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ción. De un crecimiento menor (estimado en un 2%), pero crecimiento al fin. Ahora bien, ¿cómo confiar en las mediciones de esta carrera cuando el cronometrador, en fin, ha resultado ser un auténtico artista del fileteado? ¿Cómo ponerse exigente con las taxonomías y las mediciones cuando, a no olvidarlo, para el INDEC hoy la inflación es de sólo el 0,4 %? Para muchos, Argentina es ya una “zona de emergencia estadística” y hasta existe un sitio en Internet (www.inflacionverdadera. com, “un aporte a la transparencia en Argentina”) en donde un grupo de economistas —usando la metodología empleada por el INDEC hasta enero de 2007, fecha de su intervención— intenta aclarar algo en medio de una orfandad de datos francamente escandalosa. En la calle, por suerte, las cosas son más claras. Cada quien tiene su propio y personal INDEC, y mide el retroceso a su modo.

Jorge Fritty es taxista desde hace veinte años y mensura la crisis en “horas-culo”: “Antes trabajaba ocho horas, cinco días por semana. Hoy trabajo doce o catorce, a veces también vengo los sábados y ni siquiera así gano como hace un año”.

Alida González es empleada No quiero doméstica y prefiere medir la regalarle más nada crisis en las sesiones de depilaa nadie.

Antes me ción que ya no puede permitircalentaba con algo se. “Aprendí a hacerlo sola y en y me lo compraba. casa. Si no, se me van 70 pesos por mes. Todo un presupuesYa no”, afirma to”, explica.

Eleonora.

Alicia Scotti, en cambio, sopesa la crisis de un modo bastante más alado: en base a su violín.

Ese que, por el momento, guarda reposo en su luthier de cabecera esperando la entrada de algún cheque salvador. “El arco está roto y el arreglo me sale 80 pesos. ¿Viste esa cosa blanca que tiene el arco? Bueno, es pelo de caballo. Y tenés que cambiarlo como mínimo una vez al año. Las cuerdas se cambian cada seis meses.

Son cuatro, y las más baratas salen 200 pesos. Cuando compré argentinas, se me rompieron ese mismo día. Toda una señal, ¿no?”, bromea. Pero de eso se trata todo, en definitiva: de aprender a leer indicios, señales, en un entorno altamente volátil.

“Este va a ser un año….raro”, ¿explicaba? hace menos de dos meses un importante empresario textil que ya decidió no abrir más locales en el interior, “al menos hasta que la cosa aclare”. José Luis Grande, de la consultora Home Research & Accuracy, traduce: “Lo que hoy se da, más que una crisis, es la percepción de algo que se avecina. Hay cautela en el aire, la impresión de que en cuestión de días o semanas “algo” puede pasar. En ese contexto, es lógico que el consumo se retraiga y se modifique. No se gasta menos porque no se tiene, sino por temor a no tener”.

Desde su kiosco de diarios en la esquina de avenida Rivadavia y Venancio Flores, Alejandro se permite disentir. Para él, la clase media no gasta porque no tiene. Ya no. Alejandro, dueño además de una rotisería en Florencio Varela, es capaz de convertir sus afirmaciones a divisas tan reveladoras como las revistas. O los pollos. “Hace un año, yo vendía treinta pollos por fin de semana. Hoy, con suerte, vendo diez. En la rotisería facturaba más o menos 800 pesos por día, y ahora estoy en 200 pesos. ¿Te das cuenta? Para que la gente haya dejado de gastar en comida

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tiene que estar realmente mal. La malaria empezó hace un año, con lo del campo, pero con los tarifazos se terminó de caer todo.

La gente gana lo mismo que antes y todo le sube. ¿Y así cómo hacés? Fijate esto”, dice, y muestra una pila enorme de Diario Popular. A su lado, un zocotroco de revistas Semanario, con relucientes culos de tapa que no logran operar el milagro que Alejandro espera: remontar las ventas. “Estoy vendiendo un 30 por ciento menos de diarios, y las revistas de actualidad se cayeron todas. ¿Sabés cuáles se venden ahora? Las más baratas, las que no pasan de los tres pesos”, dice, y se ríe, junto a su montaña de diarios para devolver.

Sangre y harina La psicóloga Mariela Mociulsky, co-directora de la consultora en investigación de mercado Trendsity, ve en señales como las que

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menciona Alejandro un giro de los sectores medios hacia el “gasto inteligente”. Esto es, se gasta pero no ya tan displicentemente como antes, y evaluando bien cuándo y en qué. “Lo que percibimos en los grupos de estudio es una gran cautela. No es que la clase media no se anime a caminar; es que ahora ha empezado a mirar muy bien a dónde pone el pie”, explica la experta. Y, dentro de sus posibilidades, cada quien ajusta como puede. Habrá pues quien renuncie al pollo crujiente de Alejandro y quien se prive del taxi, del gimnasio tres veces por semana o de la revista Caras. “Lo que también viene mermando es el gasto en restaurantes, salidas y estacionamientos”, consigna la consultora. Y los viajes se volvieron “escapadas”. “Pero, así y todo, hay cosas que no se negocian.

Alguien de clase media puede dejar de tomar el mejor vino, pero nunca va a salir a la calle con un diente menos. La conectividad es otra cosa que funciona como valor de clase. La gente no se

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resigna a renunciar al cable, a Internet y a todo aquello que siente que la mantiene conectada con el mundo”, precisa.

Ser de clase media y vivir en Caballito es, casi, una redundancia.

Pero Eleonora Guitart, una empresaria de 33 años, es así de redundante: es de clase media, tiene un marido odontólogo, dos hijos preciosos —Delfina, de seis, e Ignacio de cuatro— y una casa haciendo juego. Una vida casi tan perfecta como sus uñas —perfectamente esmaltadas, en perfecto punzó—, sólo que ahora ella misma es su propia manicura. Durante casi diez años, reconoce, estuvo ausente de esta clase de minucias. Como ejecutiva en una multinacional de televisión, apuntaba a lo que se le antojara (ropa, un viaje, un destino de vacaciones) con su dedo de punta sangrienta, y lo tenía. Pero en octubre del año pasado fue desvinculada de la empresa y, con un sueldo menos, las cosas cambiaron bastante.

Ella se reconvirtió en empresaria (maneja EG Consulting, su

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propia firma de posicionamiento en imagen), las vacaciones eternas en un complejo de Mar de las Pampas se volvieron unos días en Brasil y ella también se convirtió en otra cosa. “Hoy soy una malabarista perfecta. Porque yo hago malabares, y en todos los aspectos de mi vida: desde sacar una comida con los ingredientes que tenga hasta ver adónde me conviene ir y adónde no. No quiero regalarle nada más a nadie. Antes me calentaba con algo y me lo compraba. No lo hago más. Porque si sos responsable, tenés que establecer prioridades. Está muy remado todo”, dice. Tanto, que ella misma reconoce que hoy su criterio en materia de gastos es completamente distinto.

—¿Sabés por qué? Porque hay dos cosas que no voy a negociar, y que son la educación y la salud de mis hijos. Y un colegio bueno, privado, hoy son mil doscientos o mil trescientos pesos. O sea: un sueldo entero. Yo tengo dos hijos, así que son dos sueldos. Y si elegís poner la plata acá, te tenés que achicar por el otro lado.

Vamos a colegios privados de 1.300 pesos de cuota y nos juntamos tres madres para hacer compras al por mayor en Once. ¿Te das cuenta? Algo hay que no cierra. No cierra.

Desde las paredes de un play room de lo más monono decorado por su mamá, Delfina y Nacho sonríen con unas bocas dinamitadas por el Ratón Pérez. Salen para la escuela todos los días, a las siete y media de la mañana, y vuelven a las cinco y media de la tarde, ahítos de hockey y de inglés. Y para poder seguir garantizando su educación bilingüe, Eleonora hace de cada acto cotidiano casi una partida de TEG. “Por ejemplo: la oficina la instalé en el consultorio de mi marido para no pagar otro alquiler, y cuando lo llevo al trabajo, a la vuelta aprovecho para hacer las compras. Ahora, el auto, la verdad, lo muevo lo menos posible. Y mirá las uñas.

Pagamos colegios Yo comencé con Uñicas, allá en de 1.300 pesos la San Isidro. Viajaba en bondi, cuota y nos pero con las uñas esculpidas. Y juntamos tres ahora viajo en subte y, después madres para hacer de catorce años, me las esculpo compras al por yo. Por supuesto que al princimayor en el Once.” pio me quedaban unos tremendos ganchos pero después, practicando y practicando, me quedaron bien. Fijate”, dice. Y apunta con sus diez fusiles encarnados.

Ajusten sus cinturones

miso social para gastar, porque la crisis en el norte no es sólo económica, sino integral”. De hecho, hoy hasta queda chic rescatar del vestidor prendas con varias temporadas en su haber y presentarse con ellas en, por ejemplo, la inauguración de una muestra de arte. En Argentina, hace rato que el rechazo por el furor exhibiendis responde más al miedo a ser arrebatado por un punga que a, digamos, la solidaridad o a algún tipo de registro de la carencia ajena. “Hay un ajuste estructural violento que nuestra clase media ya hizo en 2002 y 2003. Ya entendió que nunca va a ser clase alta. El punto es que esta crisis será más profunda, más larga y más estructural. Esto no es, ni va a ser, el año 2001, y no es local, sino global. No vamos a poder desentendernos de eso, aunque aquí eso recién se está comenzando a manifestar con cierta tibieza”, explica.

Para Alicia y Gabriel, sin embargo, si de algo la crisis no tiene nada es de tibio. La casa de Flores en la que viven (una de esas antiguas a las que los martilleros catalogan como “señoriales”) necesita arreglos que en su momento costaban 30 mil pesos y ahora, vaya uno a saber cuánto. La casa la levantó la abuela de Alicia, Carlota Bogni, una música que les enseñaba a las chicas bien del barrio a tocar el arpa como las hadas. Esa abuela, casi una visionaria, le legó a su nieta la pasión por el violín y una frase: —Vos, así te cases con Onassis, nunca dejes de trabajar.

Alicia le hizo caso. Es que las crisis, dice, han marcado su historia y la de su familia. Están, incluso, impresas en las paredes de

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educación. El colegio de los chicos es el gasto intocable para Eleonora.

esta casa antigua. “Esta casa fue centro de reparación de televisores, lavadero, instituto de enseñanza de música y hasta un salón de fiestas que se llevó puesto el Alfonsinazo”, cuenta. La última crisis, la de 2001, terminó con el sueño de arreglar la parte alta. Y ahora, cada vez que llueve y la casa se inunda, dice Alicia, siente ganas de salir a la calle a putear. Posiblemente no lo haga porque en algún lugar sigue siendo una señorita educada por las monjas del Colegio de la Misericordia, las mismas que hoy se encargan de instruir a sus dos hijas, Carolina y María del Pilar. “Con el colegio de las chicas, la verdad, no tengo más que agradecimiento. Imaginate: me dan una beca y media. Si tuviera que pagar la cuota entera, no podría”, dice.

Alicia, además de dos profesiones, tres cargos y dos hijas, tiene unos ojos gatunos que por momentos se entrecierran, como si no quisieran ver lo que para ella está clarísimo. O como si recordara los buenos tiempos, cuando llegar a fin de mes no era una carrera de galgos. “Durante 2003 y 2004 ya me habían ofrecido becarlas pero dije que no porque en ese momento mi marido estaba en

Hoy en Estados Unidos, epicentro del tsunami financiero, ese ascetismo que Eleonora predica y practica hasta tiene nombre propio: la Nueva Frugalidad. Una suerte de New Deal moral de acuerdo con el cual el consumo desenfrenado comienza a verse como un gesto de soberano mal gusto. Hoy —en tiempos en los que hasta los Simpson se quedaron sin casa por no poder pagar la hipoteca— gastar dispendiosamente “queda mal” y las mismas señoras bien que hasta hace pocos meses rivalizaban por ver quién portaba el Bulgari más morrocotudo ahora juegan a la discreción.

O, cuanto menos, a esa forma tan cómica de la conciencia social que es la censura de los antojos caros. Según el economista Fernando Moiguer, titular de Fernando Moiguer Compañía de Negocios y docente de la Universidad de San Andrés: “En Estados Unidos hay una crisis del exceso muy evidente. Allí no hay per40

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“ En esta casa se repararon televisores, hubo lavadero, instituto de fiestas y hasta un salón de música que se llevó puesto el Alfonsinazo.”

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una multinacional y ganando bien. Pero, mirá lo esa en la que el Dow Jones es aplastado por que son las cosas, la beca que rechacé por dos dinosaurios salidos de vaya uno a saber dónde años ahora me está salvando la vida, porque yo y las filas de correctos desempleados americaen esa escuela tengo un cargo de 800 pesos que nos termina engordado ejércitos de triceratops a duras penas me alcanzaría para pagar la cuota desbocados— ya está aquí. Y para quedarse. de una sola de las nenas”.

En Argentina, sin embargo, la película de Hoy, la vida de Alicia y Gabriel también está, terror tiene menos de Parque Jurásico y mucho Arreglar el violín como la de Eleonora, llena de malabares y de más de policial, uno de esos en los que se grita ajustes que, a veces, irónicamente hacen engor¡Freeze! más o menos cada cinco minutos. Los sale 80 pesos. Hay dar. Alicia sufrió durante años de obesidad y sufridos traductores de por aquí reescribirán que esperar. La tuvo varios problemas de salud asociados a esa eso como “¡Quietos!” Pero no: el grito en lenbeca escolar de mis enfermedad. Hasta que se acercó a un centro gua original tiene esa mezcla de frío y parálisis hijas me salvó la especializado y logró bajar de peso. “Mientras que es, precisamente, la que se respira en estos vida”, cuenta Alicia pude pagarlo, estuvo todo bárbaro. Adelgacé días. Un curioso Síndrome 2001 sobrevuela Scotti.

16 kilos en dos años. Pero ahora que se fue al cabezas y agita corazones. doble, imposible. Y ahí sí que no hay beca que Liliana Rodal tiene 50 años, dos hijos adovalga. Entonces hago gimnasia y trato de comer bien, pero en lescentes y un recuerdo que no duda en calificar como “traueste país hasta hacer dieta es caro. El tema es que, más que por mático”. “¿Sabés lo que pasa? Yo en 2001 quedé en el medio mí, me da mucha bronca por mis hijas. Las dos hacen gimna- de los saqueos. Estaba en Caseros, justo ese día había ido a sia artística y les va bárbaro. Tienen que controlar el peso por- cobrar un trabajo y vi cómo llegaba gente en camionetas, a que en la familia de mi marido hay antecedentes de diabetes. robar supermercados, calculo que llevados por punteros políEl médico, la semana pasada, me dijo que la nena más grande ticos. Fue horrible. No me olvido más. Por eso me parece que tendría que comenzar también natación. Pero, ¿sabés cuánto tengo como una negación. Ni siquiera me permito imaginar sale? Ciento cuarenta pesos por mes, una sola vez por semana. que algo como eso pueda volver a ocurrir. Pero algunas cosas ¿Cómo hago?” ya me están dando miedo”, se sincera. Y amplía: “Hoy tengo dos trabajos. Mejor dicho: un puesto de secretaria que me El imperio del Capitán Frío demanda más tiempo, y otro trabajo como restauradora de Desde África, el director gerente del Fondo Monetario muebles que es lo que me apasiona y además, a fin de mes, Internacional, Dominique Strauss- Kahn confirma una que ya suma”, cuenta. sabíamos todos: estamos mal, vamos peor.

Liliana es artista plástica por vocación y administrativa por La crisis — mejor dicho: la versión más Spielberg del asunto, necesidad, o por esa ingrata cosa que siempre implica dedicar42

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se al arte. Por eso, desde hace unos meses, cada joso que valga. El miedo, como bien repiten en fin de semana más o menos lindo la encuentra el barrio, no es zonzo y seguramente por eso en en su patio de Haedo, lijando muebles al aire días tan raros como estos opta por sentarse a libre para que la ecuación sueldo quieto+gastos empollar lo poco que tenga en su haber. movedizos no termine en desastre.

El miedo no va al cine, no se compra ropa, no “En general, con lo que tengo me las ingenio sale a comer. Es más: el miedo ni siquiera da bastante bien. Compro en los negocios del propina. Solamente da más miedo. A quedarse Trabajo de barrio, y nada más que en efectivo. Aprovecho sin trabajo, por ejemplo. A que todo esto que secretaria y como sobre todo las ofertas. Igual, a veces ni así te ahora está detenido finalmente comience a alcanza”, reconoce, con los ojos enormes aun moverse. Pero hacia abajo. restauradora de más grandes, por la alarma.

Si lo sabrá Marcos, un motoquero de 23 años muebles, que me “Este mes, con lo de los tarifazos, tuve que que reparte pizzas por Floresta. Dice que desde apasiona y a fin de pedir plata prestada porque, te juro, no llegaque la grande de muzzarela se fue de 17 a 18 mes , suma”, dice ba. Y para peor, siento que toda la gente que pesos, “el peso que antes me dejaban de propina Liliana. me rodea está en lo mismo. Todas mis amigas desapareció. Me pagan con veinte pesos y les vigilan sus gastos y los de sus chicos. En nuestengo que dar un billete de dos. Y ese no lo tro caso, cortamos un poco el tema de las salidas porque si no, entrega nadie”, reconoce. no se puede. Por ejemplo: mi hija Renata es bailarina y cada Si lo sabrán los chicos que, todas las tardes se ubican en el tanto tiene que gastar en zapatillas de baile o ropa. Entonces cruce de avenida Bullrich y avenida Santa Fe, a limpiar los quizás se compra menos cosas para ella así puede tener des- vidrios de los autos. “El año pasado sacábamos 40 pesos por pués para las zapatillas y la ropa de danza”, explica. tarde y ahora tenés suerte si sacás la mitad —cuenta Fabián, En enero de este año y cerrando ambos puños en una actitud el más grandecito de los cinco—. La gente no larga las monedas claramente Pitman frente a la crisis, el jefe de Gabinete de y los billetes, menos”.

Ministros, Sergio Massa, había hecho de todo el asunto casi una Si lo sabrá Alicia, la violinista de Flores. Ella, que nunca cuestión de voluntad. Así, si los argentinos le ponían garra y quiso perderse la hora en que sus hijas se van a la cama, acaba empeño a la cosa, la crisis no sería tal. “Que la gente consuma y de aceptar un trabajo en la orquesta de la Universidad que el empresario siga generando”, se entusiasmó entonces.

Tecnológica Nacional. Que toca, ay, todos los miércoles a la Pero no hubo caso. Ganó el miedo. El estropeador de pro- noche. Por eso sale de la casa oscura casi en puntas de pie, no nósticos Pitman, y de cualquier otra forma de futurismo son- sea cosa que alguna de las nenas se despierte. Quizá desaceleriente. Frente al miedo —de esto la Gran Depresión del 30 ha rarse sea eso: andar tan despacio que ya nadie lo note. Ni dado ejemplos de manual— no hay descuento ni plazo venta- siquiera uno mismo. 2 43

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autos

Citroën C2

Pequeño demonio

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l C2 VTS fue que uno de los modelos más esperados por muchos fanáticos de Citroën. Es un ejemplo del gusto moderno, urbano y deportivo, y viene de varios años de exitosa experiencia en Europa, como principal carta de presentación. Esto fue lo que llevó a los directivos franceses a traerlo hacia estas costas para comen-

zar su comercialización a partir del segundo semestre de este año.

Es un auto para un público amplio, desde familias hasta gente joven. Está en el segmento de los pequeños y dentro de la tendencia de los últimos años de las automotrices de ofrecer un auto para cada necesidad y, en general, vehículos que se adapten a las exigencias

urbanas: la falta de espacio en las calles y a la vez la demanda de espacio interior y confort, la preferencia por el bajo consumo y la baja emisión de gases tóxicos y la agilidad.

Todo esto sin dejar de lado el diseño exterior que tanto importa a los consumidores, por eso de la mirada de los otros o quizás la demostración

del status. Y con detalles como que la puerta trasera se abra en dos partes, facilitando la carga en la parte posterior.

Este C2 tiene todos los chiches. Una computadora de a bordo de fácil manejo se destaca en el tablero principal. Parte de ella es el sistema GPS de última generación con pantalla color de 16/9 pulgadas y con teléfono

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–manos libres– incluido.

Se incorpora un nuevo equipo de sonido, tapizados resistentes, climatización automática o manual y entrada auxiliar de audio. Un detalle divertido es el encendido automático de las luces al darle arranque. Además, para la seguridad de sus pasajeros, cuenta con un sistema de frenado de emergencia, incluyendo de

fábrica el ABS con repartidor electrónico de frenada y con un regulador automático de velocidad con alarma de máxima prefijada.

Tiene un cierto parecido con el Ford Ka, aunque no parece haber sido buscado deliberadamente.

Con rostro bien europeo, acelera de 0 a 100 km/h en solo 8,8 segundos y

alcanza una velocidad máxima de 202 km/h. Es un vehículo de dimensiones perfectas para las calles de hoy y con detalles deportivos, como el alerón trasero o los elementos pintados en la parte inferior del paragolpes delantero y en la parte baja de la carrocería. Sin duda, al estar apoyado sobre llantas de 16" suma un elemento más

para querer arrancarlo del suelo a toda velocidad.

Con dirección eléctrica de asistencia -que brinda gran amplitud de maniobrabilidad, con un radio de giro de 9,6 mts-, el C2 cuenta con un motor de 1.6 de 16 válvulas, 125 CV, un consumo de 6,9 litros por cada 100 kilómetros y un comando con transmisión manual de cinco velocidades. 

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tiempo

Otro regreso con gloria Mickey Rourke lleva uno en su muñeca: el Polo de Piaget también volvió, después de treinta años.

Un modelo renovado y deportivo.

A

treinta años del lanzamiento de la primera línea Polo de Piaget, una de esas colecciones que marcó la estética de una época, la marca suiza conocida como "los joyeros de la alta relojería" –se jacta de ser la manufactura que más diamantes utiliza–, decidió reciclar ese modelo y aggiornarlo en uno nuevo llamado Fourty Five. Nacido en 1979, el Polo original se transformó en el gardetemps emblemático de los famosos, con su curioso aspecto resultante de los eslabones transversales, piezas de metal (oro de 18 quilates) articuladas que se continuaban antes y después de la esfera. Fue en su tiempo un must de lo glamoroso, ochentoso y llamativo, que hoy se consigue en los remates por no menos de tres mil euros. El extravagante Mickey Rourke lució uno de oro blanco en la muñeca durante la gala de los Independent Spirit Awards, cuando le dieron el premio al mejor actor por El Luchador.

Ahora, a tono con los tiempos, el Polo se ha transformado en un reloj deportivo, con una serie de modelos realizados en titanio, siempre con máquinas fabricadas en la manufactura. El titanio es una de las grandes novedades para esta marca tradicionalmente vinculada a los materiales más finos, desde el oro

1979-2009.

El viejo y el nuevo Polo.

blanco hasta el platino, tanto para sus famosos artículos de joyería como para sus relojes, parecidos a los primeros: engarzados con brillantes, trabajados con grabados manuales y con metales combinados en distintos tonos y terminaciones. En la caja, el metal es el titanio grado cinco, particularmente resistente y ligero, trabajado aquí como material precioso y decora-

titanio.

Una novedad para Piaget.

do con molduras de acero, dispuestas a intervalos regulares sobre el bisel.

Es que el espíritu deportivo es, por sí mismo, una noticia para la casa fundada en 1874: con cajas herméticas hasta 100 metros de profundidad, estos nuevos Polo llevan un brazalete de caucho y tienen el diámetro trendy: 45 milímetros, más robusto que el original, producto de un tiempo en el que se llevaban los relojes pequeños. La medida no es casual, sino que evoca la duración promedio de un partido de polo. En el dorso, un cristal de zafiro permite observar el movimiento.

Tiene funciones de cronógrafo y flyback –un dispositivo que permite resetear la aguja con un solo empuje del pulsador–, además de un segundo huso horario sobre las nueve y cincuenta

horas de reserva de marcha.

En sus detalles, la colección exhibe el ADN inequívoco de la casa, como la alternancia de acabados mates y brillantes, superficies pulidas y satinadas, sobre el titanio y el acero, los metales esenciales de la relojería contemporánea.

Las versiones automáticas llevan indicadores luminosos con números arábigos y segundero colorado como la flecha de calendario. Las que incluyen cronógrafo tienen índices aplicados sobre la esfera y agujas horarias luminosas, con los contadores en rojo carmín. La empresa prefiere no dar precios de venta, en francos suizos o dólar, por lo que habrá que esperar su llegada a la Argentina o consultar vía web oficial (www.piaget.com) el valor en el exterior. 

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amy Winehouse

“Solo escucho a mi niña interior” A

Después de tres meses de vacaciones en el Caribe, la cantante dice que está limpia de drogas y que no se quiere divorciar. Aquí, cuenta también cómo hace canciones y cómo le salió “Rehab”.

Por Richard sullivan / IFA

el trapecio, que estaba sobre el césped, en el hotel. Cada tarde a las cuatro un grupo de huéspedes dábamos vueltas en el tramy Winehouse acaba de regresar al hogar des- pecio con un instructor que nos ayudaba con la rutina. Te tenés pués de unas extensas vacaciones en la isla que concentrar mucho, pero es un gran ejercicio para todo el Santa Lucía, en el Caribe. Después de cosechar cuerpo y tonifica los músculos de la parte alta del cuerpo.

—¿Realmente dejaste las drogas? un aspecto natural y deportivo durante su des—Sí. No inhalé nada desde que estuve afuera, estoy complecanso de tres meses, la artista multipremiada volvió a ser noticia al mudarse a una nueva casa en Barnet, al tamente limpia y me siento mucho mejor. Por supuesto, la norte de Londres, muy cerca del hogar de sus padres y lejos de bebida en el hotel era “all inclusive” y tomé unos tragos algunas tardes, pero eso no tiene nada de malo cuando una chica está los paparazzis.

Pero adonde Amy vaya, la controversia seguramente la segui- de vacaciones.

—¿Cuál es la situación con tu marido en este momento? rá. La cantante de “Rehab” enfrenta cargos por incidentes el —Todavía amo mucho a Blake y quiero que se mude a mi año pasado y todavía tiene que resolver la situación con su esposo Blake Fielder-Civil. La extraña pareja no se ha encon- nueva casa; ese fue mi plan este tiempo. No le voy a dar el trado desde el regreso de las vacaciones de ella y Amy está deci- divorcio, porque él es la versión masculina de mí y somos perfectos el uno para el otro. Todo bien, tuve algo de diversión con dida a no darle el divorcio que Blake pidió en enero.

Amy habla de sus soleadas vacaciones, insiste en que está un hermoso tipo en Santa Lucía pero eso fueron vacaciones y limpia de drogas duras y cuenta las últimas novedades de su no quiero a nadie más que a Blake. No quería volver antes de que él estuviera fuera de la cárcel porque hubo demasiadas relación con Blake. cosas negativas. Me gustaría llevar a Blake a Santa Lucía de —¿Qué buscabas en Santa Lucía?

—Básicamente quería estar fuera de Londres durante el nuevo porque allí pasamos nuestra luna de miel y sé que él ama invierno y descansar bajo el sol. Quería comer buena comida y el lugar. Veremos...

—¿Qué podes contar de tu nueva casa y tu necesidad de estar físicamente en forma. Entonces, me fui a un hermoso mudarte? hotel con una bella playa y un spa. Cada día, —Quería empezar de nuevo en un nuevo lugar, podía ir al spa y hacer un sauna, un masaje o lejos del centro de Londres, donde todo es fácil un tratamiento conpiedras calientes, o hacer para los paparazzi que acampaban del lado de yoga, nadar en el mar o jugar al tenis; a pesar afuera de mi puerta y veían cada uno de mis de que no soy buena, jugaba con mi amiga movimientos. También buscaba vivir más cerca Violeta, que viajó para estar con migo unos de mi mamá. Es unlugar más saludable para días. También tuve un entrenador de tenis vivir. que se aseguraba de que no lo dejara plantado Me gusta escribir —Te tiene que molestar que todo el tiempo se y corrí bastante bajo el sol. sobre el lado publiquen historias sobre las fiestas a las que vas, —Se vieron fotos tuyas en un trapecio. lo que bebés, tu peso, tus marcas en los brazos...

—Sí, bueno, la gente no sabe que antes de divertido de as —Sólo me molesta si mi familia puede ver ser exitosa yo iba al gimnasio todo el tiempo, cosas tristes y el todo eso y preocuparse, pero en general no me entonces fue fácil para mí acomodarme en lado triste de las afecta. una rutina diaria de ejercicios. Mi favorito era cosas divertidas”.

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Sarah Vaughn y Ella Fitzgerald y aprendí a —¿Te sorprendió tu enorme éxito? cantar escuchando esas grabaciones.

—Para mí, es lindo estar simplemente ocupa—¿Dónde estudiaste canto? da, trabajando mucho y haciendo recitales. Mi —Tenía clases en la escuela, con varios familia es lo realmente importante y ellos están alumnos, pero nunca tuve lecciones particumuy orgullosos de mí. Es lindo hacer algo que lares. Disfrutaba escribiendo poesía pero la ellos pueden ver y disfrutaar. primera vez que le puse música fue cuando —Perdiste algunas presentaciones, ¿por No le voy a dar el tenía unos quince años, para un examen de qué? divorcio a Blake, música. Y pensé “guau, esto es fácil”, pero no —Nunca quise dejar de hacer un show, pero a era lo que quería hacer y terminé con una veces siento que no estoy para ir. Sé que fue a porque él es la “D”. último momento y eso es realmente irresponsaversión masculina —¿Cuál es tu recuerdo más temprano relable, pero soy un poco perfeccionista y prefiero de mí y somos el cionado con la música? cancelar y reprogramar un show antes que haceruno para el otro”.

—Tiene que ser cuando tenía tres años. lo con la mitad de mi energía, de mi corazón.

Recuerdo a mi papá cantándome en el baño. Me dijo una —¿Quedó todo eso atrás?

—Sí, estuve mal y me metí en problemas ¡pero no lo voy a línea de Rubber Soul de Los Beatles, y yo canté la línea siguiente, después de él. hacer más!

—Entonces, ¿fueron Los Beatles una influencia?

—Cantaste sobre un escenario con Mick Jagger y los Rolling —No diría eso pero aprendí a tocar la guitarra de un libro Stones. ¿Hay alguien más con quien te gustaría hacer un con canciones suyas y escribo todas mis canciones en guitadúo? rra. Toqué un poco la guitarra en el escenario en la gira de —¡Ray Charles! De hecho, estuve destruída cuando él murió mi primer disco y recientemente estuve pensando en tocar porque tenía que olvidarme de esa idea. También me hubiera la guitarra en el escenario de nuevo. Supongo que es algo gustado trabajar con Thelonious Monk. A mi hermano le gustaba el jazz cuando él tenía 18 años y yo catorce y en ese tiempo más para hacer cuando estoy ahí arriba.

—¿Cómo escribís canciones? escuché artistas como Thelonious Monk, Dinah Washington,

líos. Tiene una causa por pegarle a una fan. Se declaró inocente esta semana.

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tante para mí y es muy lindo hacer cosas que ellos disfruten.

—¿Todavía estás buscando el tiempo para escribir canciones?

—Ehh, sí y no. Tengo un montón aquí en algún lugar (dice apuntando a ese panal en el cabello que es su marca registrada).

Es cuestión de sentarme con mi cuadernos de ideas y letras. Me gusta anotar todo y releerlo más tarde.

Hay un montón de cosas que quedaron fuera del primer disco. Me gusta escribir sobre el lado divertido de las cosas tristes y el lado triste de las cosas divertidas. Me gustan las cosas agridulces y siempre va a haber algo agridulce sobre lo que escribir. Lo que me encantaría hacer es una serie de EPs, uno con canciones al estilo de los cuarenta como las de Vera Lynn. No me gustaría hacer covers de viejas canciones, sino escribir canciones nuevas en ese estilo.

—¿Qué te gustaría hacer si descansaras de la música?

—¡Me encantaría tener un salón de belleza! Mi niñera, Dios cuide su alma, nos enseñó a mí y a mi hermano a ser sus terapistas de belleza; fue muy inteligente de su parte. Yo debería tener unos cuatro años y mi hermano ocho, y él le hacía la pedicuría completa y yo las uñas y el cabello —¿Cuáles son tus planes para este año?

—Calmarme con los compromisos laborales y escribir otro disco. 2

—Supongo que empiezo con un sentimiento, pero eso suena un poco cursi, ¿no? A veces empiezo con un sentimiento pero otras veces puedo arrancar con alguna letra o una melodía en mi cabeza, y después los acordes en la guitarra son usualmente lo último que agrego. Con “Rehab”, por ejemplo, estaba caminando por la calle con Mark Ronson y empecé a cantar a los gritos el estribillo, en broma. Fue un poco tonto, la verdad.

—¿Cantaste el "no, no, no" así de bien?

—Sí, ¡canté la línea exactamente como quedó en la grabación! Mark se rió y me preguntó quién había escrito eso, porque le gustaba. Le dije que yo, y que podía escribir fácilmente una canción sobre eso. Me llevó cinco minutos y fue una de esas canciones que parece que se escribieron solas. No fue duro, fue como mi anterior compañía quería que hiciera.

—¿Creés que podés ser difícil?

—Bueno, yo no escucho a nadie excepto a mi niña interior.

Cuando tenía quince años, mis padres se dieron cuenta de que yo solo iba a hacer lo que quisiera. Y fue verdad.

—Dijiste en el pasado que podrías dejar la música para formar una familia.

—Siempre va a haber música en mi vida pero no siempre tengo que venderla. Además de amar la música, amaría tener una familia y es lo más importante para mí. Eso no significa que esté lista para hacerlo ahora. Mi familia es muy impor-

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el dato snob

Que te quiero bien verde Los vinos y cultivos obtenidos por agricultura biodinámica —que va del respeto por el medio ambiente a la astrología— son cada vez más requeridos por los consumidores de orgánicos. Tienen un sabor especial y ganan premios de calidad.

POR SILVINA PINI

L

a agricultura biodinámica no persigue, como tampoco la orgánica, mejorar el rinde de la siembra ni alcanzar un sabor superior de lo producido. Ambas buscan, en primer lugar, la armonía del ecosistema y contaminar lo menos posible el ambiente. Sin embargo, los productos biodinámicos ganan fama también por su excelente calidad —ganan premios internacionales donde se presenten— y porque se conservan frescos por más tiempo.

La biodinamia es un método de agricultura que forma parte de la corriente de pensamiento creada hacia 1920 por el austríaco Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía, a la que pertenecen las escuelas Waldorf.

Si la producción orgánica evita todo uso de químicos, la biodinamia da un paso más allá y se propone generar una mayor fertilidad de la tierra. La biodinamia no se limita entonces a no contaminar, sino que pretende acelerar la producción de materia orgánica. Una finca biodinámica es un organismo vivo en el contexto del planeta y del cosmos, que no usa químicos en la tierra ni con los animales, que sólo uti-

liza la medicina homeopática y siete “preparados” (recetas creadas por Steiner) basados en plantas y minerales para el control de enfermedades, y que emplea como abono los desechos vegetales y animales que genera la propia granja.

Además, debe ser tan autosuficiente como sea posible, no utilizar semillas ni plantas modificadas genéticamente, combinar preferentemente la agricultura y la ganadería y realizar la siembra y la cosecha tomando en consideración la órbita de la luna y las constelaciones.

También apelan a la rotación inteligente de cultivos y a la extracción mecánica de malas hierbas.

El más conocido de los preparados biodinámicos es el Preparado 500, que consiste en llenar un cuerno de vaca con estiércol y dejarlo enterrado durante el invierno.

Después se lo mezcla en proporciones homeopáticas con agua, se lo remueve primero en el sentido horario y después en sentido contrario exactamente durante una hora y luego se rocía la tierra. Los otros preparados incluyen la sílice molida y hierbas, como milenrama, manzanilla y diente de león.

Para contar con el

apoyo celestial, se desarrolla un calendario de cosecha y siembra según el año y latitud planetaria.

Es como una carta astral para plantas.

De todos los principios, la consulta a los astros es la peor vista por las instituciones dispuestas a financiar investigaciones agrícolas, pero muchos científicos admiten que los preparados de Steiner suelen ser más efectivos que los abonos industriales y patentados.

La producción biodinámica crece a ritmo vertiginoso año a año en todo el mundo y a la par aumenta la fama de la calidad excepcional de sus productos que salen destacados en revistas gourmet y en tiendas especializadas.

Según recuentos del año pasado de la certificadora de granjas biodinámicas más importante del mundo, Demeter Internacional, se contabilizaron cuatro mil productores certificados en 44 países, que suman 123 mil

hectáreas. A esto habría que sumarle unas 10 mil hectáreas más sin certificar en la India, África, Asia y Sudamérica.

Hay quienes miran la biodinamia de reojo y argumentan que con la producción orgánica estándar se pueden obtener resultados similares y que los preparados de Steiner son casi una práctica alquímica o mágica. Sin embargo, muchos productores,

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El sello El sello Demeter es otorgado por la Asociación Demeter Internacional, fundada en 1997 sin fines de lucro, hoy presente en más de cuarenta países.

Garantiza que el producto ha cumplido con los requisitos de la normativa orgánica europea (generalmente también lleva el sello orgánico) y los preceptos biodinámicos. Normalmente son necesarios tres años para obtener la certificación Demeter, pero la que acredita “En transformación a Demeter“ puede lograrse después de cultivar biodinámicamente la totalidad de una finca durante por lo menos doce meses. La empresa entera, incluyendo todos los campos y animales deben convertirse a Demeter. Para obtener el sello es necesario que las fincas posean vacas u otros rumiantes; que la fertilidad del suelo se mantenga principalmente a través del uso de compost bien maduro que se ha elaborado con los preparados biodinámicos específicos; que todas las áreas sean rociadas con los preparados biodinámicos de estiércol en cuerno y de sílice en cuerno y que se rija por la normativa Demeter de producción.

como Marcos López, que elabora los aceites de oliva orgánicos Eliá en la provincia de Mendoza, respetan la biodinamia aunque no la practiquen.

“A nosotros nos sería imposible ponerlo en práctica porque, por ejemplo, hay que cosechar sólo en determinados días de la fase lunar, pero nosotros tenemos sesenta días corridos de cosecha que no podemos posponer porque nos

en muchos países; aun no ha abierto oficina en la Argentina, pero sí en San Pablo. “Un requisito para acceder al Demeter es llevar tres años de producción orgánica certificada, algo que nosotros sí hacemos —explica la ingeniera Montenegro—, y también contactamos al productor interesado en acceder a la certificación biodinámica con un asesor Demeter, porque para acceder a ese certificado es necesario contar con el asesoramiento previo de uno de sus miembros.”

Llevar adelante una producción biodinámica es complejo y requiere un gran compromiso de sus agricultores. Por eso es frecuente que algunos hayan probado y, a pesar de los excelentes resultados, no lo hayan sosteni-

corre el envero (es cuando la aceituna se torna rojiza)”.

La ingeniera Laura Montenegro, de Argencert, que otorga certificados orgánicos reconocidos en mercados internacionales, recuerda el caso de unos cítricos embarcados hacia Londres. “Era una época de mucha humedad y sólo una partida de cítricos biodinámicos producidos en Concordia, Entre Ríos, llegó perfecta. Otras solamente orgánicas llegaron abichadas.”

Argencert es una de las certificadoras de productos orgánicos más importantes del país, aunque no certifica biodinámicos.

El certificado biodinámico internacional Demeter tiene filiales

do. Los ejemplos más exitosos de la agricultura biodinámica argentina lo dan las bodegas a lo largo de todo el país: Colomé en Salta, cuenta con un tinto biodinámico; en Mendoza la bodega Contriras, menos conocida; y en el Valle de Río Negro la premiadísima bodega Noemía que comunica en su web la fecha de cosecha según el calendario biodinámico y está en la última fase para alcanzar el certificado internacional Demeter.

Pero no solo hay vinos, también alguna etiqueta de cosmética asegura estar trabajando algunos de sus productos con materia prima obtenida por biodinamia, y en ciertos sitios especializados se consiguen alimentos cultivados de este modo. 

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platos

Un almuerzo peronista En el Museo Evita funciona un restaurante y cafetería con una carta porteña y un lindo patio.

Turistas y psicoanalistas son mayoría.

Por Silvina Pini

D

guadalupe gaona

espués de Recoleta, la zona del Botánico es una de las más paquetas de Buenos Aires. Ironías del destino o pequeño gesto provocador de Eva Perón, justamente allí funcionó un hogar de tránsito después de que la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón comprara una propiedad en el barrio en 1948.

Hoy, con Evita vuelta un icono nacional, es el segundo museo más visitado del país.

Allí, en un salón generoso y en el gran patio de piso de damero blanco y negro con muchas plantas, funciona el restaurante, bajo la batuta de Claudia Aboaf y el manager Pablo Hofmann. Aboaf, de larga experiencia en la gastronomía –abrió Spirit a pocas cuadras hace más de una década y también Clunny, en Palermo–, en este caso se concentró en armar una carta

bien porteña: platos italianos y carnes. El objetivo de Aboaf & Hofmann en tiempos de crisis es armar platos atractivos y con buenas materias primas a precios razonables, esa fue la consigna que trabajaron con el chef Ramiro Solís. Y lo lograron, sobre todo con el menú del día que –un hallazgo– también es una opción los fines de semana.

Los panes, tortas y pastas se elaboran en el lugar y se disfrutan en cuanto llega la canasta con quesito blanco saborizado.

Hay buenas ensaladas, como la de rúcula con brie, higos turcos, tomates secos, corazón de alcaucil y crocante de jamón crudo ($28), bien abundante y con una vinagreta tal vez demasiado dulzona; y otra de hojas de espinaca gajos de naranja, palta, mango, cherries al cilantro y chips de mandioca ($21). Son dos de las entradas, pero pueden funcionar

Museo Evita Público: paquetas señoras del Botánico que le dan a las tortas a la tarde; psicoanalistas; arquitectos -verdadera plaga del barrioy turistas atraídos por Evita.

Crêpes: en el patio funciona a la vista y a toda hora la crêperie, dulce y salada, para picar con café o vaso de sidra .

Daniel Santoro: las reproducciones de sus obras sobre el mundo peronista están presentes en la carta y otros detalles.

Patio: enorme, verde, tranquilo, un placer comer un mediodía de otoño allí. Es preferido por los fumadores.

De noche se ilumina con velas.

Pet friendly: aunque Evita no hablaba inglés, un cartelito anuncia en el idioma de Braden que los perros son bienvenidos en el patio.

El museo: para bajar los ravioles, puede recorrer el museo. El año pasado fue el segundo más visitado de Buenos Aires. Hay ropa, fotos y objetos de Evita.

Estado de ánimo al pagar: hace honor a la clase trabajadora. Almorzar unos papardelle caseros con brócolis gratinados, con un copa de vino y postre por $35, es casi de comedor popular.

como principal frugal.

El sector "for export" de la carta ofrece empanadas de carne cortada a cuchillo con mini ensalada ($8) y pastel de papas con copo de merengue dulce ($26).

También se puede pedir carne como la pierna de cordero con caracú, con salteado de hongos y rúcula ($43).

Muy bueno el risotto de hongos de pino, portobellos, champignones y aceite de trufa italiano ($39), con el arroz adecuado y sin marcado previo. Preparan dos pescados, uno es la pesca del día con suave crema de limón y arroz negro con tinta de calamar ($37). Buen punto del pescado, abundante, con menos salsa hubiera estado mejor aun. De las pastas se destacan los sorrentinos de masa de remolacha, rellenos de cordero con salsa de queso de cabra ($32), muy interesantes y vistosos.

Los crêpes son un capítulo aparte porque Ximena Sáenz los prepara en el momento y

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imperdibles Oliva premiado Los aceites de oliva argentino se perfilan como un producto de primerísima calidad. Esta industria experimenta un fenómeno similar al ocurrido con los vinos a mediados de los 90. La marca Eliá, premiada recientemente como la Mejor Selección de Aceites de Oliva de la Argentina en Olivinus 2007 y 2008, el único Concurso Internacional de Aceites de Oliva celebrado anualmente en el país, es un ejemplo de esto. Produce en Mendoza una completa línea de aceites de oliva extra virgen: Arauco-Farga, Arbequina, Blend, Frantoio y Picual que expresan los distintos aromas y sabores de las aceitunas. Parte del secreto es que las aceitunas se retiran del árbol en el momento del envero (cuando se ponen rojas) y se las procesa dentro de las 24 horas siguientes. Además, son kosher.

Difíciles de conseguir, uno de los pocos lugares es Mondoliva. Las botellas de 30ml cuestan $4,50; las de 250ml, $21. Su dueño Afredo Tanús es un experto y organiza catas, degustaciones y otras actividades (www.mondoliva.com).

Sopa de letras

a la vista en el patio: hay siete salados, ideales para acompañar con una copa de rosado, espumante o sidra, y cinco dulces. No son delicados pañuelitos, sino más bien grandes y para compartir.

A la tarde, la mayoría femenina se gratifica con exquisitas tortas caseras con el encanto del patio y la tranquilidad de la calle Gutiérrez, que no atrona de colectivos. Ofrecen buenos vinos por copa y sidra El gaitero ($8) y la carta de vinos es moderna e inteligente.

Aboaf y Hofmann circulan y saludan a los clientes de todos los días. Los domingos hay cola: es de los pocos lugares lindos para ir con un familión y saber de antemano cuánto se va a pagar. 2 Datos J. M. Gutiérrez 3296, esquina Lafinur, Botánico. Tel. 4800–1599. Abierto todos los días desde las nueve hasta el cierre. Menú de mediodía: entre $33 y $38, vigente los sábados y domingos con un plus de $6. A la carta: tres platos, copa de vino, agua y café, $98.

Uno no come letras y, si está rico, qué importa que en la carta esté escrito ñoquis o gnocchis, pero a veces los errores confunden o dan risa. El plural en italiano nunca lleva ese: los masculinos como risotto, serán risotti, nunca risottos y los papardelle ya es plural en femenino y nunca deben ser papardelles. Champignones en francés a veces aparecen castellanizado en champiñones, que sería correcto, o un híbrido bizarro como champigñones.

Muzzarella presenta récord de versiones: con u y con o, con dos zetas o una, con dos eles o una. Pero el colmo de esto son los platos árabes que parten de una fonética distinta y una grafía que no es la nuestra. ¿Con qué letras escribir ese sonido gutural, de garganta raspada, a la mitad de la palabra en lahmayin? Aparece escrita lemeyún, lajmayín y otras cinco variantes más pero ¡qué rica es!

el mozo Jorge Melgarejo, 32 años, quince en Il Gatto –¿Qué es lo que te gusta de tu trabajo?

–Dar servicio, la atención al cliente, hacer un poco de psicólogo.

–¿Qué le dirías a alguien que está empezando?

–Que tiene que ser amable, nunca cargoso y buen vendedor. Con amabilidad se solucionan muchas cosas.

–¿Qué es lo que nunca debe hacer un mozo?

–Pelearse con un cliente.

–¿Con algunos no te dan ganas?

–Con muchos, son más con los que te dan ganas que con los que no. Pero ahí viene lo de ser un poco psicólogos. No sabemos de dónde viene, qué le pasó hace un rato, si se peleó con la señora, con el jefe, o si está mal predispuesto. Hay que saber leer al cliente.

–¿Qué son las cosas que más molestan de los clientes?

–Los brasileños tienen una mane-

ra rara de llamarnos que no sé si será habitual en su país, pero acá molesta mucho, que es hacer ruido con las manos: aplauden, chasquean los dedos o te chistan.

Pero bueno, son gajes del oficio.

–¿Atendiste famosos?

–Muchísimos: Darío Vittori, Víctor Laplace, Romay, Maradona,

Tévez, que es habitué. Cada vez que viene al país, come en Il Gatto con amigos .

–¿Mujeres?

–A mi ídola, Patricia Sosa, ahí me salí de mi rol y le pedí autógrafos y sacarme una foto con ella.

Il Gatto, Cabildo 739, Belgrano.

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copas

Blancos maduros Los años no le vienen mal a algunos blancos, aunque todavía se crea que cuanto más jóvenes mejor.

Por Elisabeth Checa cabo de probar un Torrontés de Bodegas Etchart, cosecha 1992. Estaba entero, vivito, sin rasgos de oxidación fulera.

Tampoco el color delataba su edad: amarillo dorado.

En los aromas se habían atenuado la fruta y las flores, tenía cierto vaho mineral nada desagradable. No era un blanco muerto. Hace unos años recibí la misma botella y se podía beber entera; esta no, sólo la mitad: al rato de abrirla se le vinieron los años encima, sin estruendo. Lo que quiere demostrar la gente de Etchart (de la multinacional Pernod Ricard) es que el Torrontés puede tener una buena evolución con los años.

En reciente viaje a Salta probé dos cosechas de un Torrontés que me gusta: Pedro de Yacochuya, de Arnaldo Etchart. Comprobé que estaba mucho más interesante la 2007 que la 2008.

Para tener en cuenta, cuando se pide ese vino que tan bien le va no sólo a las empanadas picantes sino también a los platos del Sudeste asiático.

El Chenin, una variedad del Loire -donde se cultiva hace más de mil años-, también me ha deparado sorpresas cuando me dediqué a probar viejos ejemplares en Paris, hace unos meses. No sólo los

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Chenin dulces de cosecha tardía que siempre se bancan mejor el tiempo, sino que también los complejos mantenían su frescura después de diez años. En la Argentina el Chenin fue siempre caballito de batalla, vinificado "alla qué me importa" para los rantifusos vinos de mesa y todavía sigue formando parte de algunos espumantes patrios. Hace un tiempo me encontré con un Chenin de Finca La Anita cosecha 1995, en el restaurante Dora.

Memorable. No sólo soportó estoicamente el paso de los años, sino que se convirtió en otra cosa, mucho más interesante y compleja. Sin embargo los hermanos Mas le dijeron a su Chenin "no va más". Lo sacaron y plantaron Malbec. Habría que rastrear esta edición en algún rincón oculto.

Con el Semillon, otro cepaje históricamente maltratado en estas latitudes, pasa lo mismo.

Guillermo Barzi Canale, el primer bodeguero que se

animó a llamar a las cosas por su nombre fue quien lanzó su primer varietal a mediados de los 80. Diez años después, envió a los periodistas a celebrar el Semillón de Río Negro.

Aquella primera cosecha, una botella que tenía 10 años de guarda, sin rastros de oxidación, estaba buenísima. Probé, en la bodega, un Semillon de Finca La Anita 1995, excepcional. Inhallable, pertenece a la colección de la bodega, pero se puede rastrear algún Semillon Finca La Anita 2001.

No sorprende que el Chardonnay, responsable de los grandes blancos de la Borgoña, esos vinos que fermentan en barrica y tienen una crianza tam-

la botella Bodega Alta Vista Alta Vista Classic Malbec 2007 ($25) El mejor de la nueva línea Classic de esta bodega franco-argentina. La bodega siempre se destaco por sus Malbec. Este se suma al Premium Malbec y a los Single Vineyards. Muy expresivo y frutados, con algún recuerdo de vainilla mezclado a las ciruelas, ese clásico descriptor del cepaje patrio, por su paso durante seis meses por roble americano. Es sabroso, fresco, con taninos suaves pero, muy buena textura. La etiqueta es tan seductora y canchera como el vino. Es raro encontrar tanta calidad y tanto equilibrio por pocos pesos.

bién en barrica, puedan durar, como algunos Gran Cru, 30 años. En la Argentina encontré algunos Chardonnay con sus años encima muy interesantes, como el Angélica Zapata Chardonnay y algunas añadas del Chardonnay Q de Familia Zuccardi. Hace unos días, Marcelo Rebollé, sommelier del Duhau Park Hyatt, me regaló una botella de Trapiche Medalla Chardonnay, del año 1996. Al borde del no ser.

Pero al rato de estar en la copa, sus aromas se abrieron con matices almendrados, miel y manzana. En la boca, menos interesante, flojón, pero en todo caso no estaba oxidado. En la Argentina a muchos Chardonnay se les exagera la madera, por eso, como el roble les añade la sensación de dulzura, son tan poco interesantes de jóvenes. Tan parecidos. Cuando se tope con algunos de estos Chardonnay maderizados, guárdelo y pruébelo en algunos años, si no es ansioso. Podrá comprobar cambios interesantes. 

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mi viaje

Un buen secreto Ilhabela es un destino muy popular de Brasil que aun guarda tesoros como la playa Bonete, a la que se puede llegar caminando o por mar.

Por Rosario Gabino

B

rasil posee los más bellos paraísos naturales "a pasitos" de las grandes ciudades. A apenas dos horas de la mayor megalópolis sudamericana, San Pablo, hay un ejemplo claro: Ilhabela. Haciendo honor a su nombre, este archipiélago –formado por la enorme isla de San Sebastián, de Buzios y Vitórica, además de otros islotes menores– ofrece una combinación de vegetación exuberante, cascadas de agua cristalina, playas de arena blanca y servicios exclusivos para los visitantes más exigentes.

En el siglo XIX Ilhabela se convirtió en la isla de la princesa Doña Teresa, hermana del emperador Pedro I. Hoy se puede visitar el que fuera su palacio y los ranchos en los que vivían los esclavos. Se sitúa en la zona urbana de la isla, sobre la costa que mira al continente. Allí hay todas las comodidades: posadas, restaurantes de alta cocina, bares románticos junto al mar, para escuchar bossa. Para los presupuestos más austeros están los típicos lanchonetes, donde comer contundentes salgadinhos o un energético açaí na tigela. Además, la infraestructura provee al visitante de todo lo

necesario para practicar los deportes que el buen clima propicia: windsurf, vela, rappel, escalada, pesca, cabalgatas, buceo y surf.

La isla está repleta de lugares maravillosos donde bucear. Son muchos los barcos que naufragaron en estas costas, como un buque de vapor del Real Correo inglés o el lujoso transatlántico Príncipe de Asturias, que venía rumbo a Buenos Aires cargado de joyas, libras y estatuas de bronce y fue devorado por las aguas junto con sus 611 pasajeros.

Entre los lugares interesantes para visitar, está el centro histórico, conocido como Vila, que es donde se concentran los vestigios del pasado colonial portugués. Merece especial mención la iglesia

de Nossa Senhora da Ajuda e Bom Sucesso.

Pero la parte urbanizada es una minúscula porción de la isla. El 85% restante es pura mata atlántica –selva autóctona–, el ecosistema de la región que fue declarado Reserva de la Biósfera por la Unesco con el objetivo de preservar los últimos espacios vírgenes de este tipo de paisaje en el mundo.

La combinación de selva y mar no podría ser mejor. Las costas de esta isla albergan más de cuarenta playas. Las hay urbanas, ubicadas cerca del centro comercial, con música y acceso para automóviles, además de las comodidades como sombrillas, reposeras y servicio de bar. Entre ellas, Saco da Capela, Pinto y Corral son las más recomendables. Pero los que prefieran la tranquilidad y los paisajes naturales vírgenes,

BASICOS PASAJES. Avión a San Pablo desde u$s 230 por Pluna. Luego bus de línea Litorânea hasta San Sebastián (unos 50 reales) y balsa a Ilhabela (gratis).

ALOJAMIENTO. En Bonete hay sólo una posada sofisticada, Canto Bravo. Hay un camping y muchos moradores alquilan cuartos en su casas. Para más detalles preguntar en el quiosco de Cintia.

COMIDA. Recomendamos lo de Roseli: prato feito -pescado, arroz y porotos-, 15 reales.www

tienen que ir a las solitarias playas desiertas de Jabaquara o Castelhanos, auténticos paraísos.

Una de las playas más solitarias y hermosas es Praia do Bonete, un diminuta aldea rodeada de montañas verdes y con un legado cultural de historias de piratas legendarios. Hay dos maneras de llegar a Bonete. Una es en barco, saliendo de la Punta de Sepituba, en el extremo sur de Ilhabela. La otra –y más recomendable, aunque exige cierto estado físico– es una caminata por una maravillosa y agotadora trilha –sendero– de entre cuatro y cinco horas, en la que el caminantes se topa con tres increíbles cascadas, vistas del mar desde las alturas y una vegetación exuberante.

Se recomienda llevar calzado adecuado, dado

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que el trayecto –de unos quince kilómetros– está lleno de subidas y bajadas pedregosas y generalmente resbaladizas debido a las frecuentes lluvias. La travesía por la selva va sumergiendo al caminante en una especie de sopor, entre flores multicolores, cantos de tucanes y sonidos de cascadas que se mezclan con los del mar, ilusionando al caminante con la falsa sensación de estar cerca de Bonete.

Cuando las piernas ya no dan más, una última subida termina en un sendero desde el cual se tiene una vista panorámica de Bonete. Un trecho más y finalmente se llega a esta pequeñísima y silenciosa aldea aislada de la vida moderna, donde no hay asfalto, red eléctrica ni vehículos, salvo unas pocas bicicletas.

En esta villa de pescadores viven unas cien familias que aún conservan las tradiciones y el lenguaje peculiar de los antiguos moradores de la región, los caiçaras, pueblo formado por la mezcla de indígenas con colonizadores europeos y esclavos africanos. La principal actividad es la pesca, aunque también sus habitantes subsisten gracias al cultivo de mandioca y al pequeño turismo que visita el lugar en busca de naturaleza, tranquilidad, buenas olas para surfear o por interés antropológico.

En la playa unos pescadores construyen una canoa, el principal medio de subsistencia y transporte del lugar. Ahora las autoridades han prohibido esta práctica, pues las canoas se construyen con árboles centenarios, pero esto no los detiene. No

tener una canoa es casi como no existir para cualquier familia boneteira.

Varios niños curiosos se acercan a mirar al recién llegado. Llama la atención que muchos son rubios y de ojos claros. ¿Tendrán ancestros piratas? Según cuenta la leyenda, la mayoría de los pobladores son descendientes de corsarios ingleses y portugueses que llegaron hace 200 años a esta costa, estratégicamente ubicada.

La utilizaron como refugio y lugar de desembarco de esclavos africanos. Un estudioso del lugar llamado Galeno –con varios tatuajes y bigote a lo Dalí– asegura que los famosos piratas Thomas Cavendish, Francis

recién capturado con arroz y feijão. Roseli va vestida como todas las muejres de Bonete: pollera, calzas, medias y ojotas. Esa indumentaria tiene un motivo: al atardecer, una horda de mosquitos, conocidos como "borrachudos", aparecen de la nada y arrasan. "Todas las mujeres aquí andamos así para evitar la mosquitaiada", ríe Roseli ante la desubicada semidesnudez de los turistas.

Casi todos los habitantes de la isla guardan algún parentesco entre sí. "Sí, es difícil conseguir pareja aquí, somos tan pocos…", dice Tatiana: "El padre de mi hija es de Sao Paulo, ciudad

Drake y Anthony Knivet pasaron por aquí en algunos de sus viajes y que muchos de los lugareños tocan de oído la rabeca, especie rústica de violín, herencia cultural de los piratas esclavistas.

Los amantes del surf disfrutarán de esta playa salvaje de más de 400 metros y de olas grandes y perfectas. Para comer hay tres o cuatro lugares.

Galeno nos recomienda ir a lo de Roseli, una lugareña que sirve comida casera a buen precio. El menú de hoy incluye un pescado

donde viví varios años, pero llegó un momento en el que no soporté la ciudad y tuve que volver a Bonete. Es lindo. Acá el invierno es duro, a veces el mar está tan picado que quedamos aislados. Pero no me importa."

Los aventureros van caminando, hacen noche allí y vuelven en canoa con alguno de los pescadores, que por unos treinta reales por pasajero hacen el viaje hasta la punta de Sepituba.

El trayecto por mar dura alrededor de una hora y es sencillamente alucinante. 

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Según el libro Guiness de los récords, el objeto más caro del mundo es una estampilla. Más allá de las rarezas y los precios millonarios en subastas, la filatelia sigue siendo una pasión de muchos, a pesar de ya casi no se manden cartas.

Todo por un papelito 60-65-ESTAMPILLAS-2203.indd 61

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más bellas, porque su esplendor no proviene del acierto, es decir, del talento de un gran artista, sino del error, del descuido de un empleado de correos que, sin saberlo, construye un capricho, una rareza, una gema invaluable.

POR PABLO TARANTO FOTOS DIEGO SANDSTEDE

A

ños más tarde, Georg Wilhelm Baeckman ¿Amarillo? habrá querido matarse, pero en 1886 era un En 1855, Suecia imprimió sus primeros cinco sellos postales, adolescente feliz, juntaba estampillas y visicon valores de entre 3 y 24 chelines y el dibujo del escudo taba a su abuela en Copenague. Una tarde, real. El de tres chelines se imprimía en verde, y el de ocho, subió al desván, encontró una caja llena de en amarillo. Se sospecha que, por pereza o negligencia, uno cartas viejas, hirvió agua en una palangana y, con vapor y de los cien estereotipos (clichés, en la jerga filatélica) de la con el permiso de la abuela, fue despegando los sellos de los plancha de impresión de 10 x 10 de los sellos de ocho chelisobres, y entre ese montón de papelitos engomados enconnes, roto o dañado, fue furtiva y circunstancialmente reemtró uno que le llamó la atención y por el cual un martillero plazado por uno de tres, y se imprimieron no se sabe cuándel barrio, antes de abrir mucho los ojos, morderse los tos sellos de Treskilling amarillos, de los cuales sobrevivió labios y preguntarle: Gul? (¿amarillo?, porque el papelito sólo uno. Nadie se dio cuenta del error o a nadie le importó: era amarillo y no verde como debería haber sido), le pagó después de todo, por qué razón —pensó (o no pensó) ese siete coronas, o sea dos mangos. Por ese papelito de moronignoto empleado postal sueco— a alguien se le ocurriría, de danga, el célebre Treskilling Yellow, que no mide ni dos por aquí a ciento cincuenta años, pagar una fortuna por esta dos y pesa exactamente 0,02675 gramos, se pagaron en macana que acabo de mandarme.

1996 unos 2,3 millones de dólares. El libro Guiness de los Único en su tipo, el Treskilling récord, que no nos deja mentir, sostieYellow fue pasando de mano en mano ne que se trata del objeto más valioso a cambio de sumas siempre crecientes. del mundo, en atención a sus reduciSu más célebre poseedor fue el duque das dimensiones, puesto que, calcula, Philip Ferrary de La Renotière, un el kilo de Treskilling Yellow cotiza en excéntrico aristócrata de origen prualrededor de 85 mil millones. Un cálsiano que había vivido toda su vida en culo absurdo, ya que no existe en el París y que llegó a reunir la más commundo o nadie jamás ha encontrado pleta colección de estampillas del una estampilla igual a la que encontró mundo. Poderoso e impulsivo, a el joven Baeckman, y que si hubiera Ferrary no le temblaba el bolsillo y tantas de ellas como para reunir un pagaba lo que le pidieran, y así se tragó kilo, no tendrían valor alguno. En fin, sus buenos sapos: a las mejores falsifi¿por qué vale millones ese trocito de caciones de la época las llamaban papel? Porque es único, y porque tener“ferrarities”. De todos modos, en 1894 lo significa ni más ni menos que tener se llevó el premio mayor, compró el algo que no tiene nadie más. ¿Y qué tiene que ver esto con la fila- El record. La Treskilling Yellow, se vendió sello sueco por cuatro mil gulden (unos tres mil dólares de entonces) y lo tuvo telia? Poco y nada, dicen los filatelistas a u$s 2,3 millones y se aseguró en 15. consigo hasta la derrota alemana en la de alma, entregados a una pasión que Primera Guerra. Ferrary se había refuestá hecha más bien de profusas indagiado en Suiza, dejando sus numerosos álbumes en la embagaciones intelectuales y afanosas pesquisas históricas, y jada austríaca en París; al finalizar el conflicto, los franceses donde las sumas estrambóticas que se pagan por esas perlas los confiscaron como reparación de guerra y el Treskilling, únicas e inaccesibles son apenas anécdotas, relatos que se entre otras joyas de la filatelia, volvió al mercado. repiten con asombro pero también con desconcierto, como Subastado en 1922, el Treskilling fue adquirido por un si no se estuviera hablando de sellos postales sino de otra barón sueco, que al año lo vendió a otro y este a otro más. cosa. Por debajo de esa formidable danza de millones que En 1937, cuando lo compró el rey Carol II de Rumania, ya engarzan las reliquias legendarias de la filatelia, como el costaba 30 mil. Frívolo, corrupto y acosado por los fascistas Treskilling, lo que hay es gente que lo hace por placer, con rumanos, Carol debió partir al exilio en 1940, pero, previsor, mayor o menor obsesividad y, sobre todo, con una proverantes había llenado un tren de Grecos, Tizianos, Rembrandts bial inclinación hacia el conocimiento, pues un catálogo de y lingotes de oro, se metió el Treskilling en el bolsillo de la estampillas no es otra cosa que la meticulosa reconstrucción chaqueta y cruzó la frontera. En los 50, el sello pasó a manos de todo lo que pasó en un determinado rincón del mundo (o de un magnate belga que en los 70 cayó en bancarrota y lo en todos) en más de un siglo y medio de historia —desde entregó a un banco suizo. A partir de ahí, las cifras se mul1840, cuando vio la luz el Penny Black, el primer sello postiplican y se diluyen los nombres: se sabe quién vende el tal—.

Treskilling, la casa de subastas Feldman, de Zurich, y por Y, sin embargo, es precisamente esa exploración infatigacuánto, tres veces en el último cuarto de siglo, pero rara vez ble la que da valor a las singularidades, a las anomalías, a lo quién lo compra: en general, testaferros que ofertan en que, buscado por todas partes, está en muy pocas o en un nombre de supuestos inversionistas suecos, interesados en solo lugar. La filatelia, a diferencia del arte, tiene esa partirepatriar la joya. Además de los 2,3 millones de dólares que cularidad: las estampillas más deseadas no suelen ser las 62

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se pagaron por ella, se dice que está asegurada en quince.

Diez años antes, durante una exposición, Carl XVI Gustaf, rey de Suecia, la vio atrapada entre dos placas de plexiglass: “Se lo ve bastante usado, ¿no?”, comentó. Y sí, el papelito, marchito y borroneado por el matasellos, no dice gran cosa, pero es único.

Locuras Damus Petimus Que Vicissim. Eso dice la estampilla de un centavo impresa en negro sobre papel magenta en la Guyana Británica en 1856, la otra pieza única que motivó la codicia de los coleccionistas y que podría traducirse así: “Damos y esperamos recibir en consecuencia”, lo cual rara vez le sucede a los jovencitos que buscan sellos en el ático de la abuela sabiendo poco y nada de filatelia. Las crónicas no explican qué hacía Vernon Vaughan, escocés, de 12 años, en la aldea guyanesa de Demerara, donde encontró la bendita estampilla entre las cartas de su tío, en 1873, pero sí dicen que un truhán se la compró por moneditas.

La estampilla no tiene dientes, le han rebanado las esquinas, por lo cual tiene forma octogonal, y existe, claro, por error o, más bien, por impericia. Los sellos que debía mandar Londres a la colonia jamás llegaron, de allí que el jefe de correos de Georgetown le encomendara a los editores del periódico local imprimir una breve tirada de emergencia. Al jefe no le gustaron, se imprimieron muy pocas y apenas circularon. Pasados los años, la filatelia sólo pudo recuperar una, que fue a parar, cómo no, a manos del duque Ferrary y, tras su muerte, a las de Arthur Hind, un pope de la industria textil norteamericana que en la subasta ofertó más y mejor que el rey Jorge V, de Inglaterra, otro conspicuo coleccionista (cuya efigie estaba en centenares de estampillas desde Australia hasta Canadá).

Una de las leyendas más extendidas de la filatelia cuenta que en los años 20, cuando corrió el rumor de que existía otro ejemplar del “1 c magenta” de la Guyana, Hind movió cielo y tierra hasta encontrar a su dueño, le compró el sello a un precio astronómico y allí mismo lo destruyó, para que su pieza volviera a ser, otra vez, única. Más tarde, su viuda se lo vendió a un ingeniero de Florida y este a un grupo inversor de Pennsylvania, que lo exhibió por todo el planeta hasta 1980, cuando entró en escena el multimillonario John Eleuthère du Pont, un piantado que pagó 935 mil dólares por la estampilla y aun más. Ornitólogo, aficionado a la lucha libre y prominente miembro de la familia Du Pont (la de los laboratorios), pagó con su salud: temeroso de que le robaran su preciado tesoro, Du Pont veía conspiraciones por todos lados, se volvió paranoico y al cabo asesinó a su amigo Dave Schultz, luchador olímpico. La policía tardó dos días en sacarlo de su mansión, donde se había atrincherado. Du Pont cumple una condena de treinta años. Se supone que el “1 c magenta” descansa a temperatura controlada y dentro de un film con ph neutro en la bóveda de un banco, pero quién sabe.

En el parnaso de los sellos hay otros ejemplares, no únicos pero sí escasísimos. Los “Post Office” de la isla de Mauricio, con la efigie de la reina Victoria y valores de uno (naranja) y dos peniques (azul), se cuentan entre esas rarezas. Se imprimieron en septiembre de 1847 y la mayor parte se franqueó en invitaciones a un baile de gala que ofrecía el

En la sangre. Silvia Kevorkian es de familia de filatelistas.

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gobernador británico de la isla. Quedaron muy pocas, valen muy mucho. De hecho, el ítem postal por el que más dinero se ha pagado, suerte de quintaesencia de la historia de la filatelia, es un sobre que viajó de Mauricio a Bordeaux, Francia, que conserva las dos estampillas, “one penny” y “two pence”, una al lado de la otra, y que en 1993 fue vendido en cuatro millones de dólares.

Otro sello valioso por error aunque no tan antiguo es el “Inverted Jenny”, impreso en los Estados Unidos en 1918 para conmemorar el vuelo inaugural del servicio aéreo postal entre Washington y Nueva York. La imagen de un avioncito (un Curtis Jenny N-4) vuela boca abajo en las cien estampillas de una plancha impresa por equivocación.

Las que sobrevivieron valen fortunas.

Las que no valen nada son las “Nueve reinas” de la película, que pasan por ser rarezas impresas en Weimar, donde las estampillas tenían muchos ceros por la hiperinflación, que fue un invento alemán, pero ninguna reina figura que las repúblicas, que eso era Weimar, tienden a desdeñar.

lar, sin la perforación. Esos sellos circularon desde abril hasta más o menos octubre del 64, y en el medio empezaron a aparecer los dentados. Hoy en día, por un Rivadavia de 15 centavos sin dentar nuevo (o sea, sin matasellos) se puede pagar hasta nueve mil dólares. Y existe una carta con un cinco centavos rosa y un 15 azul, ambos sin dentar, que se vendió en 85 mil dólares”.

Pero existe una joya anterior al país. Es lo que los especialistas llaman, con rara familiaridad porque nunca lo han visto, el “tête-bêche”. No es una estampilla sino dos, juntas e invertidas una respecto de la otra, no perforadas, impresas en la misma plancha y pegadas por la cabeza.

Si alguien las hubiera cortado, si las hubieran separado (o lo hiciera hoy mismo), serían apenas dos estampillas muy raras y muy valiosas, pero ya no el preciado “tête-bêche”.

La historia es así. El período clásico de los sellos argentinos va de 1856 a 1870, pero antes de Pavón cuatro estados provinciales emitieron sus propias estampillas. “El primero es el de Corrientes, de 1856, que copió la efigie de Ceres de las estampillas de Sin dientes Francia, hecho sobre papel Alejandro Argüello saca barrilete, una impresión muy catálogos de los estantes, rudimentaria, bastante feíta, abre, cierra, muestra detapero, bueno, es nuestro prilles, papeles, dentados, filimer sello”, concede Argüello. granas, enumera valores Luego imprimieron Córdoba faciales, centavos, pesos, (la única plancha de 10 centapeniques, onzas y números vos que queda y que estaba en más grandes, lo que se ha el extranjero fue repatriada pagado por cada cosa. No recientemente por un colecusa la pinza ni la lupa, porcionista argentino y exhibida que no hay estampillas en el último festival de Jesús delante, sólo perfectas María), Entre Ríos y la propia reproducciones. Argüello y sus colegas, Buenos Aires, que en 1858 emitió la unos veinticinco comerciantes de filaserie de los “barquitos”, muy escasos y telia que trabajan en oficinas y galerías apreciados en todo el mundo. Bien, por del centro porteño, jamás han tenido dos de esos barquitos unidos por la esas rarezas ante sus ojos ni van a cabeza (se diría por el mástil) se pagó tenerlas. “En filatelia, el valor no pasa en junio del año pasado en Siegel, una sólo por la rareza o la variedad, sino por casa de subastas neoyorquina, la friolela cantidad. Supongamos un sello del ra de 575 mil dólares. que queden cinco en todo el mundo, y ¿Cuál es la rareza? Son varias. Para hay diez mil personas que lo quieren empezar, en abril de 1858 comenzaron a tener… El valor lo da el mercado. Y por imprimirse barquitos con cuatro matriahí, el poseedor de ese sello no lo vende ces diferentes (diferían en el grabado Raras y famosas. 1 C Magenta (Guayana), nunca. Lo atesora. Nosotros no lo del valor, entre dos y cinco pesos), “Los barquitos” (Argentina) y aviones vemos ni de lejos”, explica Argüello. ensambladas en planchas de 48 estereoinvertidos en Estados Unidos. ¿Hubo rarezas en la Argentina, sellos tipos (seis filas por ocho columnas), que atrajeran la atención de los grandes coleccionistas del pero en octubre bajaron las tasas de franqueo y se necesitó mundo? Desde luego. Hay uno (o más bien dos) que aun los imprimir sellos postales de un peso. Agarraron los estereotidesvela, pero los más famosos a nivel local han sido “los pos que decían “CINCO Ps”, les limaron la “C” inicial y el Rivadavia” de 1864. Las planchas se grabaron en Londres, “CO” final y les quedó “IN Ps”, que más o menos pasaba por pero se imprimieron acá. “Había llegado todo: la tinta, las “un peso”, y volvieron a imprimir, en marrón. Pero como se planchas, pero la máquina para perforar fue lo último que se confundía con el nuevo sello de cuatro reales, en enero de armó y los sellos se necesitaban con urgencia —explica 1859 decidieron imprimir el barquito de “IN Ps” en azul. Y de Argüello—. Entonces, los primeros se vendieron sin troquetanto sacar y poner de las matrices, un día, o por lo menos 64

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Pasión. Alejandro Argüello, en su negocio de la city porteña.

durante dos impresiones de ese día, el primer estereotipo de la quinta fila (o sea, la posición 33 de 48) quedó boca abajo.

El “tête-bêche” de Buenos Aires es una parte de esa plancha, la que imprimieron los estereotipos 33 y 41 (o sea, el primero de la sexta fila).

Rarezas suficientes para que valga lo que vale. El catálogo de Siegel lo presentó como único, con su debido pedigrí (la lista de sus antiguos poseedores, que previene contra las falsificaciones). En realidad, hubo (o hay) otro. Lo tuvo Ferrary, claro, y después un tal Alfred Lichtenstein, cuya herencia administró, quizás no muy prolijamente, su hija Louise. Se creía que lo tenía ella, pero no. “Desde 1940 no se lo vio más y para la filatelia se considera perdido. No sabemos si está en la basura, si se incineró, si fue a parar no sé cómo al álbum de un chico o está en una caja de seguridad. Así que el que subastó Siegel es único”, dice Argüello. ¿Quién lo compró? Hay quien supone que fue Brian Moorhouse, un inversor londinense especializado en sellos sudamericanos.

Coleccionistas ¿Quiénes son los mayores coleccionistas del país? En principio, la pregunta parece trivial, pero el silencio de los espe-

cialistas es inexpugnable. Los comerciantes compran y venden sellos más bien económicos, y en las transacciones importantes son apenas intermediarios, ofician de asesores de esos coleccionistas, cuyas identidades y paraderos guardan bajo siete llaves.

Se sabe que hay algún juez y algún ex gobernador que coleccionan, pero en general se trata de gente de muy bajo perfil, que dedica secretamente los frutos de su éxito profesional en otras áreas a la pasión filatélica. De los dos máximos coleccionistas argentinos (el que tiene la carta con los Rivadavia y la plancha cordobesa, y el que tiene todo lo demás menos eso y el “tête-bêche” de Siegel), uno es un próspero industrial, y el otro, un próspero hombre de la Medicina. Nada que ver.

Silvia Kevorkian nació entre estampillas. Heredó de su padre, un libanés de origen armenio que trajo su colección a Buenos Aires, la pasión por los sellos, y sostiene que la filatelia no pasa por las rarezas y los millones, sino por el estímulo a la curiosidad, a la investigación y por el placer de hacerlo. “Yo les digo a los coleccionistas: ‘Si usted se angustia porque no puede llenar un hueco, porque esa estampilla está fuera de su alcance monetario, largue todo, esto no es para usted’. Esto es un hobby, debe ser placentero, no puede producir estrés. Y la verdad es que se le hace un flaco favor a la difusión de la filatelia entre los chicos poniendo el acento sólo en esas piezas imposibles. Fuera de los sellos clásicos, la filatelia moderna es una fuente inagotable de conocimiento”.

Ocurre que, a pesar del chat y del e-mail, la filatelia no ha perdido vigencia. Es cierto que casi no se mandan cartas y que hoy es posible mandarlas sin estampillas. “Acá se automatizaron todas las sucursales con máquinas franqueadoras y los empleados se malacostumbraron; además, donde había tres ventanilleros ahora hay uno, que está hasta las manos, y encima tiene que hacer un arqueo diario de las estampillas que vende, si vende, si alguien se las pide”, explica Alberto Oneto, jefe de Producción Gráfica de Filatelia del Correo Oficial y responsable del diseño de las estampillas argentinas, que han recibido varios premios en los últimos años: “En 2004, hicimos una con un agujero, nunca se había hecho, la premiaron y eso nos animó a seguir innovando, así que cada tanto hacemos algo nuevo: hicimos una en 3D, para ver con anteojitos, una con aroma, y ahora vamos a sacar una con fosforescencias, que se ve a oscuras.”

Entonces, esto “no es saliva vieja”, dice Argüello, y hay filatelia para rato. Se supone que debe haber unos diez mil coleccionistas de estampillas en el país y sólo trescientos de ellos muy especializados. “Después, gente que acumula estampillas sin mayor criterio o que las tiene olvidadas en un cajón, deben ser muchísimos, no sé, una de cada treinta personas.” Y está claro que no es un hobby exclusivo para millonarios, sino para cualquiera que tenga ganas de entretenerse. Lo explica Argüello: “Hay gente que colecciona, por ejemplo, una sola estampilla del correo ordinario, muy económica, valuada en centavos, pero lo que busca es el matasellos, legible, de, por ejemplo, todas las localidades de la provincia de Buenos Aires. ¿Ves? Ese tipo tiene para entretenerse toda la vida con dos pesos con cincuenta”. 

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mi

vida

y

yo

por carolina balducci

la boda II Diego asiente, pero lo noto dudoso. Obvio, fue un comentario recontrapelotudo. Pero es que si una está en una boda con un chabón que recién conoce no va a decir: "Che, las bodas son una reverenda farsa", queda mal.

Claro que lo de decir que son lindas puede ser leído como un grito desesperado: ¡me quiero casar! No me resigno a quedar como estúpida, vuelvo a hablar: -Bueno, lindas, lo que se dice lindas, no… La verdad, yo creo que las bodas son una reverenda farsa.

Diego toma más agua, aunque me parece que la copa ya está vacía. Se aclara la garganta, se afloja la corbata.

Se pone nervioso. Yo quiero salir corriendo y lanzarme en un clavado artístico al Río de la Plata. Morir de nuevo. Otro maldito fracaso, otro hombre que me rechaza antes de conocerme… Ni siquiera me gustaba tanto.

-A mí me gustan las bodas- dice Diego.

-¿Ah sí?- me miro las uñas distraída, como si recién se mencionara el tema.

-Sí, me parecen lo más lindo de un matrimonio. Después el matrimonio es un horror. El matrimonio es la más antigua escuela de teatro, eso es lo que yo creo. Fingir y fingir: es todo lo que hay que hacer para que dure. ¡Dios santo!, había despertado al monstruo. Claro: no debe ser un lindo tema para tratar con un recién divorciado, detalle que he sabido desconocer en esta charla por pelotuda. Nos quedamos callados. En otra mesa alguien proclama a gritos su admiración por la torta. Miro alrededor y me doy cuenta de que quedamos pocos. No sé qué decir. Me siento extraña, ajena al tema, creo que no voy a decir nada, ni aunque esto fuera un consultorio sentimental y yo tuviese que diagnosticarlo. No, esto era una cita que él ha malogrado con su mención del divorcio. Le hago señas a un mesero, se acerca pero sólo trae copas vacías.

-Se acabó todo- dice el mesero. A qué cuernos se refiere con "todo". Qué noche de mierda. Siento que mi vestido plagiado me aprieta mucho en la panza y me cuesta respirar.

-Perdoname, che, no quise decir eso- dice Diego. Yo lo interrumpo con una especie de aullido totalmente fuera de lugar: ¡no, no, por favor! Pero él sigue: -Carolina, vos me gustás mucho y quiero que nos sigamos viendo. Pero recién me divorcié y fue muy jodido. Y cuando pienso en mí, torpe como soy, comenzando una nueva relación, me da terror, porque me imagino… -respira como para tomar impulso- Me imagino un larguísimo buffet de baja calidad que termina en un precipicio en el que caigo, sin siquiera haber tomado el postre.

Diego miraba la gran mesa blanca con esculturas de comida derruidas. Le tomo la mano, sonrío, él respira aliviado. El DJ se despide con "Algo contigo" y Diego se acerca a mi boca.

Seguramente estaba frente a un tipo bastante imperfecto, pensé, pero justo tenía mis dos virtudes favoritas: hacerme reír y darme besos deliciosos.  ilustracion fidel sclavo

E

ra la hora de los lentos. Los invitados más viejos se habían ido a su casa, los novios a un hotel y a la mañana siguiente se irían a Mendoza a una de esas posadas pretenciosas donde la gente se baña en vino. Diego y yo, tras un par de tandas de baile, nos sentamos en una mesa donde había platos con restos de comida, una panera con migas y copas vacías. La noche había estado fabulosa. Y no es que quiera desestimar la escena de Vicky y Nati: los llantos e insultos que fueron finalmente apagados con el grito de la madre de Vicky pidiéndole al DJ ¡Música, maestro!, pero nada de eso me interesaba.

Desde que llegó Diego mi atención se vio sesgada y la dediqué única y exclusivamente a él. Puse todo mi esfuerzo en descubrirle imperfecciones: es lo que una aprende tras haberse ilusionado otras veces con tanto pelotudo. Pero se ve que no aprendí bien porque Diego me parece perfecto.

En un momento, mientras bailábamos, mis ojos se obsesionaron con escudriñarle el cutis. Me dije: si este hombre tuvo acné y le quedaron esas manchas que son como lentejas sepultadas en la piel, quizá reconsidere lo de enamorarme. Pero tenía la piel de un recién nacido. Después aspiré disimuladamente su cuello para ver si tenía algún olor que mi olfato no tolerara: amoníaco, remolacha, pescado fresco. Pero olía a jazmines. Y luego, mientras me abrazaba fuerte y tarareaba "Say you Say me", muy cerca de mi oído, traté de descubrir la importancia de su entrepierna y me pareció sumamente trascendental: imprescindible al momento de considerar su compañía durante el resto de mis días.

Ahora, en la mesa, empezábamos a hablar en serio. No es que antes no lo hubiésemos hecho, quiero decir, hablamos de la comida -"mmm, todo exquisito"-, y del champagne -"oh, excelente"- y hasta se atrevió a hacer un chiste sobre la ensalada, una instalación de lechuga francesa y bastones de queso: "Señorita -le dijo a la mina del buffet-, ¿esto se come o hay que ponérselo?" Tal vez me reí un poco exageradamente, pero mi alegría, más que una reacción a su chiste, se debía a que el tipo, para colmo, tenía buen humor.

Estaba contenta y se me notaba, cuando se está en esta primerísima fase es imposible disimular. Todos se daban cuenta: la gente se acercaba a nuestra mesa y cuando nos veían solos rebotaban.

Algunos hasta nos guiñaban un ojo, debían pensar que en ese rincón oscuro había un futuro cocinándose, un futuro que nadie osaría truncar. Así que allí estábamos, tomados de la mano por la inercia del baile, sin atrevernos a soltarlas por temor a parecer desintere...

Diego me soltó la mano y agarró una copa de agua. Yo decidí que quería morir allí mismo, de un golpe fulminante, indoloro. ¿Exagero? No, en esta fase es perfectamente saludable sobreinterpretar el gesto del otro, y el hecho de que fuera él y no yo la que soltara la mano me deja en una posición de desventaja. Por eso decido empezar a hablar, decir cualquier cosa: -Qué lindas que son las bodas- digo.

C. Actualidad a diario, es una publicación propiedad de Papel 2.0 S.A. Maipú 271. Ciudad de Buenos Aires. Director: Jorge Lanata.

Registro de la propiedad intelectual: 722.212. Impresión: Kollorpress S.A. Uruguay 126 - Avellaneda. Distribución: Distribuidora Sanabria S.A.

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