Dentro de este Parque Nacional también podemos encontrar la población de Galipán, asentamiento ubicado aproximadamente a 1.500 msnm, donde hace 200 años pobladores de las Islas Canarias llegaron para quedarse, dedicándose a la siembra de verduras y flores que bajaban día a día a vender a la capital. Hoy en día el pueblo de Galipán es uno de los destinos turísticos más visitados de la zona por su agradable clima y las amplias opciones gastronómicas que ofrece, que van desde la comida típica de montaña venezolana hasta los restaurantes de comida mediterránea más elaborada. Pero las posibilidades no llegan hasta allí. Y es que esta montaña da para satisfacer todos los gustos. Al este de Galipán se puede ver un gran pico que se eleva por encima de todos los demás, el cual lleva el nombre de “Picacho de Galipán”. Lugar mágico donde las nubes se forman debido a los vientos que soplan desde el océano y son rasgadas por la gran roca que sobresale de su imponente inmensidad.
podrá observar el pueblo de Galipán en su totalidad, con sus bellas casas de techos rojos, el Hotel Humboldt en la cima del Cerro El Ávila y la costa del Litoral Central abajo junto al hermoso Mar Caribe. Todo esto mientras sientes las bajas temperaturas y la neblina pasa rozando tu cuerpo a toda velocidad de vez en cuando.
Para llegar hasta su cumbre, los aventureros deben subir primero en vehículo 4x4 hasta un lugar que se llama Boca de Tigre, desde allí tendrán que ir caminando, un sólo camino de tierra, de entrada y salida, que los llevará al punto más alto de este pico aproximadamente a unos 1.828 msnm. La caminata tiene un nivel intermedio de dificultad. Al principio tiene una subida bastante pronunciada con una vegetación boscosa que te hará sentir en otro lugar de la tierra, con pequeños riachuelos que corren a veces dependiendo de la estación. Luego a medida que vas subiendo va cambiando la vegetación, se van dejando atrás los grandes árboles y se abre el túnel que te transporta hasta la cresta de la montaña. Justo cuando sales de ese túnel se
El trayecto dura aproximadamente unos 40 minutos, dependiendo del ritmo que se lleve. Al final del camino se encuentra una gran roca sobresaliente desde donde se pueden tomar las mejores fotos panorámicas del paisaje, y si caminas un poco más se consiguen varias antenas de comunicación y una cruz gigante de hierro que en épocas decembrinas se prende para darle luz y alegría al lugar. Para terminar de aderezar la cuestión y despertar más curiosidad sobre este mágico paraje, se dice que hace cientos de años por estas zonas rondaba un hombre solitario, quien llevaba por nombre Alonso Andrea de Ledesma, a quien luego se le daría el nombre de “El Hidalgo caraqueño”. La leyenda dice que este hombre se atrevió a enfrentar él solo a 500 piratas que venían a saquear la ciudad de Caracas, hiriendo a varios de muerte, siendo finalmente abatido por los corsarios. Dicho acto heroico trascendió las fronteras y se dice que pudo haber sido parte de la inspiración que dio pie a Cervantes para escribir su gran obra literaria “Don Quijote de La Mancha” l
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