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EL ARTE DE LA GUERRA DE SUN TZU VIGENCIA PERMANENTE
Al hablar de estrategia militar se evoca de forma inevitable el nombre de Sun Tzu, autor de El arte de la guerra, la obra filosófica y militar más influyente de la historia. Más que un manual de combate, la obra plantea la guerra como un enfrentamiento intelectual, donde la victoria se logra con astucia antes que con armas. Sus principios de vigencia universal han guiado a líderes y estrategas a lo largo de los siglos, gracias a la claridad de sus enseñanzas y la precisión de sus consejos.
Influencia De Padre Militar
Sun Tzu nació en China, en el año 544 a. C., Influenciado por su padre, decidió seguir el camino de las armas hasta alcanzar el rango de general. En aquel tiempo, en el territorio chino predominaban las luchas internas y se carecía de una autoridad central unificada.
EL CONOCIMIENTO: LA VERDADERA FUERZA
De La Victoria
Este militar demostró que la victoria no depende del tamaño de un ejército ni de la cantidad de sus recursos, sino de la estrategia;
CAPÍTULO II: EVITAR PROLONGAR CONFLICTOS
Respecto a las armas, el autor consideraba que estos eran instrumentos de mala suerte por lo que emplearlas por mucho tiempo producía calamidades: que el primer paso para alcanzarla es conocerse a uno mismo, el siguiente consiste en comprender cómo piensa y actúa el enemigo, para aprovechar ese conocimiento en beneficio propio.
•Nunca es beneficioso dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo.
•La victoria es más importante que la persistencia.
El Arte de la Guerra compuesto por 13 capítulos era un texto reservado a los hombres de poder. Con el tiempo trascendió al sector político y empresarial, donde sus representantes y ejecutivos han adoptado algunos de sus principios.
CAPÍTULO I: LA GUERRA ES DE VITAL IMPORTANCIA PARA EL ESTADO
Para Sun Tzu, la guerra era un asunto de vital importancia para el Estado, sostuvo que su arte se basa en el engaño, para lo cual dictó una serie de recomendaciones:
•Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que se encuentra lejos; si se está lejos aparente que se encuentra cerca.
•Se golpea al enemigo cuando está desordenado. Se preparará contra él, cuando se encuentra seguro; se evita al enemigo, cuando éste es más fuerte.
Máximas que, aplicadas a la vida cotidiana, enseñan que la actitud es importante para el desempeño; y que es mejor, buscar el momento indicado para realizar cualquier acción.
Los problemas no se dejan crecer, no se pierde tiempo, es mejor actuar con una reacción inmediata, un castigo a tiempo es mejor, lo importante es resolverlo de inmediato.
CAPÍTULO
III: VENCER AL ENEMIGO CON PLANIFICACIÓN Y ESTRATEGIA
Enfatiza la idea de tomar el país enemigo entero e intacto, en lugar de destruirlo:
•La peor táctica es atacar, asediar o acorralar a una ciudad; esto solo se lleva a cabo como último recurso.
•Un verdadero maestro de las artes marciales vence a otras fuerzas enemigas sin batalla.
Ante un contratiempo se requiere de una cuidadosa planificación, evitando ataques impulsivos, en caso de no contar con una solución inmediata, no hay que hacerlo evidente o demostrarás tu incapacidad para brindar soluciones.
CAPÍTULO IV: DEFENSA COMO CAMINO A LA VICTORIA
Antiguamente, los guerreros primero se volvían invencibles, y después aguardaban en silencio para descubrir la vulnerabilidad de sus adversarios.
•Si eres capaz de ver lo sutil y de darte cuenta de lo oculto ― irrumpiendo antes del orden de batalla―, la victoria será fácil.
El filósofo también invita a actuar con sencillez y pasar inadvertido. Asegura que ser calculador, así como no hablar de más, brinda una ventaja estratégica.
CAPÍTULO V: EMPLEAR LA ENERGÍA A TU FAVOR
La energía acumulada en un combate directo, puede inclinar la balanza hacia la victoria, mediante el factor sorpresa.
•Si deseas fingir desorden para confundir y distraer a tus adversarios, primero establece un orden sólido, solo así podrás crear un caos aparente.
•Si pretendes mostrar debilidad para provocar la arrogancia del enemigo, antes debes ser extremadamente fuerte; solo así podrás simular fragilidad con credibilidad.
En otras palabras, trabaja con ímpetu y eficacia, la sorpresa es un factor elemental para obtener ganancias.
CAPÍTULO VI: ATRAE AL ENEMIGO
Otra máxima de la obra dicta que los buenos guerreros logran que el enemigo acuda a ellos, sin dejarse atraer fuera de su posición segura.
•Se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo.
En la vida real se traduce en crear un ambiente cómodo en una conversación, llevar el ritmo del tema y conocer a tu personal del trabajo. En ocasiones tendrás que cambiar de postura.
CAPÍTULO VII: ENFRENTAMIENTO
DIRECTO
Luchar con otros cara a cara, es lo más arduo del mundo, por ello Sun Tzu invita a:
•Utilizar el orden para enfrentarse al desorden, emplear la calma para enfrentarse con los que se agitan, dominar el corazón.
•No se presiona a un enemigo desesperado o animal agotado, pues este seguirá luchando, es la ley de la naturaleza.
Discutir con alguien acorralado rara vez da resultados; es mejor esperar a que se relaje para razonar con él.
CAPÍTULO VIII: FLEXIBILIDAD EN EL LIDERAZGO
Aunque los generales conozcan la condición del terreno, si no saben adaptarse a él, no pueden aprovechar sus ventajas.
•Lo que retiene a los adversarios es el daño, lo que les mantiene ocupados es la acción, y lo que les motiva es el beneficio.
Por ello, siempre se actúa con conocimiento, en el momento más adecuado.
CAPÍTULO IX: CAMBIAR CON LA SITUACIÓN
Avanzados en el arte de la guerra, en este capítulo se aprende a fluir con la corriente e interpretar el cambio de situaciones.
•Si el enemigo ve una ventaja, pero no la aprovecha, significa que está cansado.
•Cuando las órdenes son razonables y claras existe una satisfacción recíproca entre el líder y el grupo.
La justicia debe prevalecer en toda situación, así se gana el reconocimiento y la gratitud, pero tampoco se debe dejar pasar ningún error.
CAPÍTULO X: ATACA SOLO SI LA VICTORIA ESTÁ
Garantizada
Si las circunstancias de la guerra no garantizan la victoria, lo prudente es no entrar en combate, incluso si el gobierno ha ordenado atacar, destaca el estratega.
•Avanzar o retirarse en contra de las órdenes no debe hacerse por intereses personales, sino para proteger la vida de la población y actuar en beneficio genuino del Gobierno.
Al seguir las órdenes indicadas, se evitan conflictos y problemas innecesarios.
CAPÍTULO XI: PERSONAS EN DIFICULTADES ACTUAN DE MANERA INSTINTIVA
Cuando las tropas se encuentran en un terreno mortal, luchan de manera instintiva. Por ello se dice: “Sitúa a las tropas en un terreno mortal y sobrevivirán”.
•Corresponde al general ser tranquilo, reservado, justo y metódico, por esto, la psicología de los soldados corresponde a resistir cuando se ven rodeados, luchar cuando no se puede evitar, y obedecer en casos extremos.
Al interactuar con personas en dificultades, analiza sus emociones y trata de ser justo.
CAPÍTULO XII: LA IRA DESTRUYE
Un gobierno no debe movilizar su ejército influenciado por la ira, y los jefes militares no deben provocar la guerra por cólera.
•La ira puede convertirse en alegría y la cólera puede convertirse en placer, pero un pueblo destruido no puede renacer y la muerte no puede convertirse en vida.
Nunca actúes enojado, no inicies una discusión, se prudente en todas tus acciones, todo problema tiene solución menos la muerte.
CAPÍTULO XIII: EL ESPIONAJE ES ESCENCIAL
Los ejércitos dependen del espionaje para llevar a cabo sus acciones, no seria ventajoso actuar sin conocer la situación del enemigo.
•La información precisa no puede obtenerse de los espíritus, divinidades, recuento de acontecimientos pasados, ni de cálculos, se obtiene de hombres que conocen la situación del enemigo.
No concluyas, investiga a los integrantes de la familia, amigos y compañeros trabajo, en consecuencia, podrás actuar mejor.
En conclusión, Sun Tzu enseña que la verdadera estrategia no se encuentra en la confrontación directa, sino en la inteligencia, preparación y prevención del conflicto.
“La suprema excelencia no es ganar cien batallas, sino vencer sin combatir”. Sun Tzu.
