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GARCÍA
Redescubriendo Lo Cotidiano
Luciano García es mucho más que un pastelero o uno de los conductores de Cocineros y Cocineras Argentinas. Sus 20 años de experiencia en gastronomía lo convierten en alguien con un horizonte muy claro: ser fiel a sí mismo. Es por eso que, en diálogo con Quórum, resalta sus orígenes y no reniega de ninguna de sus experiencias anteriores porque lo llevaron a la construcción del concepto y la concreción de un proyecto de dos años y medio: García, su propio restaurante.
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A principios de febrero abrió sus puertas el restaurante García. Ubicado en uno de los ingresos a Nordelta, en la planta baja de un moderno edificio de oficinas, su estética es una mezcla justa de sustentabilidad, diseño, elegancia y, sobre todo, luminosidad.
¿Por qué García? Primero, porque es un reflejo exacto de su alma mater: simple pero sofisticado, innovador pero con raíces; osado pero tradicional; nuevo pero con mucha historia. Y, segundo, porque resulta ser el apellido que más se repite en el exclusivo barrio de la localidad de Tigre. Nada es casual cuando se trata de Luciano García.
El reconocido pastelero está al frente de este emprendimiento que lleva su sello, incluso hasta en los hermosos individuales con una inscripción en relieve con los que visten las mesas de madera que pueden recibir, por ahora, hasta 150 comensales.
La idea es ir de menos a más, tanto en el horario de funcionamiento como en los espacios que podrán ser utilizados como anexo al cuerpo principal. Si bien el comienzo ha sido muy exitoso y “Lucho” -como le dicen todos- ha recibido a prestigiosos visitantes, políticos, famosos y celebridades como la reina Máxima de Holanda, Michael Bublé, Luisana Lopilato, Horacio Rodríguez Larreta y Eduardo Constantini, entre otros, prefieren pisar firme y cuidar la atención y la excelencia que un restaurante gourmet debe ofrecer.
“Uno de nuestros objetivos es traer a esta zona comida de primer nivel, con productos frescos y regionales. Aprovechar el contacto que forjé con un montón de pequeños productores y que el producto final refleje no sólo la frescura de los alimentos utilizados sino también el cuidado con el que fueron seleccionados”, afirmó Lucho, quien está visiblemente en todos los detalles.
La vajilla elegida fue realizada especialmente por Santiago Lena, un artista de Córdoba que creó hermosas piezas con arena, piedras y arcilla. Con esa meticulosidad fue pensado cada espacio que integra esta apuesta.
Todo es transparente, no hay parte del proceso gastronómico que no pueda ser observado. Nada queda librado a la imaginación. Desde la cava hasta cómo se amasa el pan de masa madre o los exquisitos croissants, que tuvimos la suerte de degustar. El vidrio es lo único que separa a los comensales de sus cocineros y eso en sí mismo es una experiencia.
La Carta
Si bien predominan las pastas caseras -que se elaboran en el día-, hay opciones variadas y para todos los gustos. Los platos elegidos cumplen al pie de la letra con el concepto planteado: redescubrir lo cotidiano. Todo es familiar pero con un aire nuevo, sofisticado pero no extravagante.
Se puede probar la lengua a la vinagreta, la porchetta casera, las croquetas de morcilla, la berenjena asada con tomates al pesto y queso azul de Couly o el paté con pan brioche. Y esto es recién el comienzo porque Luciano va a ir por más, sumando platos que no sólo lo acerquen a sus raíces como entrerriano sino también a las casas de todos los argentinos, a ese sabor a comida casera que uno no puede olvidar.
Por supuesto que uno de sus puntos fuertes son sus helados caseros y la pastelería. Tal es así que está diferenciada del resto del salón y es una gran recepción para aquellos que buscan desayunar o merendar.

Pueden elegir entre una línea de 16 petit gâteau que, integran entre otros, el cheesecake crocante de dulce de leche y chocolate con maní, el lingote de curp de limón y merengue, la tarta toffee con miel y frutos secos, el lingote doble chocolate al 70% y el eclair Rocher de avellanas.
Asimismo, es posible probar riquísimos macarons y sus propias versiones de los clásicos carrot cake, financier de pistacho, madeleines de limón y frambuesa, budín galés, baklava y nidos de masa philo con frutos secos.
Pero esta ambiciosa propuesta aún no está completa. Se puede probar café de especialidad, tragos federales en la barra de la mano de Matías Visconti y vinos seleccionados de
Concepto
Antes de despedirse para prepararse para un nuevo servicio, Luciano reconoce que han sido días muy intensos y que su dedicación es total con el restaurante. Incluso ha tenido que relegar algunas actividades, dado que su cabeza, su cuerpo y su corazón están puestos en García. Pero aclara: “El compromiso va más allá de la etapa en la que está el proyecto”.
Asimismo, refuerza un concepto que fue mencionando a lo largo de toda la charla y es que su búsqueda durante todos estos años de desarrollo en la gastronomía pasa por ser creativo pero con platos que hagan honor a lo que realmente comen los argentinos. Su restaurante no busca copiar o reversionar una cocina foránea, todo lo contrario.
“Educar por medio de la cocina es de toda la vida y de lo más difícil de lograr”, asegura mientras sigue dando indicaciones y atiende el teléfono para continuar sumando reservas. Es claro que la noche estará repleta de clientes. Pero no todos son nuevos, porque ahí está el verdadero éxito: varios ya probaron García y lo vuelven a elegir. Sin duda es el comienzo de una propuesta muy prometedora, una propuesta con alma.