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“A la lucha contra el delito hay que ponerle el cuerpo”

Encontró en Lanús su lugar en el mundo. Después de haber sido legislador porteño y de formar parte de diferentes construcciones políticas, aceptó sumarse a la gestión de Néstor Grindetti como responsable de la seguridad del municipio. Durante una charla con Quórum, Diego Kravetz destacó que lo más importante para combatir el delito es tener una firme decisión política y confesó que después de casi ocho años en la gestión su sueño es ser Intendente de Lanús.

REDACCIÓN: Quórum con un proceso muy fuerte de cierre de industria. Era un fenómeno nuevo y había muchos trabajadores que no estaban acostumbrados, que nunca pasaron por el hecho de no encontrar otro laburo cuando perdieron el que tenían. Fue como algo de ingenio para encontrarle la vuelta jurídica y también del planteo político. Nosotros como argentinos en general siempre nos proyectamos con trabajo. Esta cosa del desocupado crónico no existía en la cabeza del argentino. Empezamos a trabajarlo siempre buscando herramientas desde el derecho. Nosotros no venimos de la izquierda, así que encontramos una vuelta legal. De hecho hubo reformas de leyes que ayudaron a estabilizar a las empresas que se habían recuperado, pagar a muchos acreedores. Funcionó bastante bien. arte de la Legislatura es el diálogo, encontrar los consensos. Lleva tiempo, lleva trabajo y vos no ves que le modificaste la vida a nadie concretamente. A mí me gusta irme todos los días a mi casa sintiendo que hice algo por alguien, por un vecino, por una empresa, por un sindicato, ayudar a alguien. Eso en la Legislatura obviamente no pasa. en general pero no esa modalidad de que te toman un pedazo de territorio, te instalan un maxikiosco y se ponen a vender, eso no existe más. Pero para llegar a eso hicimos más de 1.000 procedimientos, una cantidad enorme de allanamientos, entramos a todos los barrios a cualquier hora. Voy solo a cualquier barrio a cualquier hora para que sepan que estoy. Pero es una decisión política, no hay otra forma. Tenés que tener la decisión de que el territorio lo controla el Estado, no lo controla nadie más. Y eso por supuesto que te lo hacen sentir. Por eso decía que lo hacés o no lo haces. Si lo vas a hacer, tenés que ir con patada voladora porque no hay un punto medio.

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FOTOGRAFÍA: Avanti!

¿Qué es la justicia para vos?

La justicia para mí, saliendo de los libros de derecho y el ejercicio cotidiano que uno puede tener como abogado, es el lugar donde todos los ciudadanos esperamos un resguardo y una contención para nuestros derechos. Eso es un poco lo que uno tiene como sueño o como anhelo de justicia. Y hoy, es ese claroscuro que de repente tiene cosas geniales y de repente tiene sinsabores muy difíciles. Es el cotidiano de la justicia nuestra.

¿Por qué decidiste estudiar abogacía?

Mi papá falleció hace muchos años y era biólogo, mi mamá también. No vengo de una familia de abogados pero siempre me interesó la justicia. Como medio idealista, ese anhelo de buscar hacer el bien y de ayudar al que menos tiene. Y terminé estudiando Derecho, increíblemente.

¿Y cómo fueron esos años de estudiante?

Al principio fue un poco difícil. Al no tener una familia de abogados no manejaba el lenguaje propio del mundo del derecho ni tampoco me movía en ese ambiente. Entonces fui sintiendo la diferencia. Por ejemplo, los chicos que venían trabajando de meritorio o los papás hablaban todo el día en la casa con una jerga con la que hay familiarizarse tenían un plus de ventaja. A mí sobre todo el primer año y el primer cuatrimestre en particular me costó bastante. Después le encontré la vuelta y me fue bastante bien en la UBA.

¿En qué consistía?

La Ley de Quiebras lo que lo que especificaba era que una vez quebrada la empresa en cuatro meses había que liquidar todos los bienes. Nosotros lo que decíamos era que no se apure a liquidar, a ver si la empresa puede continuar con los trabajadores adentro, con intervención judicial o como una cooperativa. Ver si la empresa como fuente productiva puede seguir. Y después, a partir de eso, volver a replantear cómo se le paga a los acreedores. Pero no cerrarla, porque cuando se venden los bienes los únicos que terminan cobrando son el acreedor hipotecario y el acreedor prendario. Entonces todos los demás, los otros comercios y los trabajadores que no cobran, quedan en la lona. Al principio tuvimos cierto rechazo de la justicia, después tuvimos una cierta acogida legislativa que empezó a darnos una mano y luego hubo reforma de la Ley de Quiebras que lo planteó también. Fue una discusión bastante interesante, muy relacionada con la coyuntura previo al 2001, que para todos nosotros fue una catástrofe.

¿Qué es lo que más valorás de tu paso por la Legislatura porteña?

¿Por qué aceptaste acompañar al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, a pesar de no haber compartido el mismo partido político?

Había formado un instituto de políticas de seguridad que se llamaba Instituto de Políticas de Pacificación a fines del 2011 y venía estudiando mucho la relación entre la marginalidad, el narcotráfico y los contornos de pobreza. Estudié el caso de Brasil y las favelas y el caso de Medellín y la droga. Me interesaba probar un poquito lo que uno venía estudiando en nuestro conurbano. Charlando me dijo que me sumara y aportara lo mío. Me interesó y así fue que me sumé. No es fácil, a la lucha contra el delito hay que ponerle el cuerpo.

¿Cómo ves lo que está pasando en Rosario, Santa Fe?

Lo veo con bastante bronca. Honestamente para mí la seguridad y el narcotráfico en particular son discusiones exclusivamente de control territorial. Lo que pasa en Santa Fe es que el Estado perdió el control del territorio. Para controlar el territorio no es necesario un servicio de inteligencia tremendo y una justicia demoledora, es una decisión política. Si vos no tenés eso, te pasa lo que le pasa a Santa Fe, que tiene funcionarios cooptados, territorio tomado. Obviamente que es solucionable pero lo primero que hace falta es decisión política. De esa manera se puede abordar tranquilamente el tema y solucionarlo.

¿Y por qué considerás que hoy no lo están pudiendo resolver?

Dicen que la seguridad es una papa caliente que nadie quiere agarrar. ¿Por qué decidiste involucrarte en este tema?

Siempre me gustó el tema y me gustó aprender. Me gusta caminar, me gusta conocer y trato de estar. Nunca le pedí a nadie que esté abajo mío que haga algo distinto a lo que yo me animo a hacer. Por eso, voy a los operativos, conozco cada uno de los pasillos de Lanús, fui a las 37 villas que hay en el municipio. Esto no es un tema de una sola persona, es necesario que cada uno que maneje el área de seguridad tenga muchas ganas de involucrarse. A veces muchas cosas no salen como uno quisiera, pero tiene que aprender, corregir y tener la cabeza abierta. También encontré un

¿Qué te llevó a crear el Movimiento de Empresas Recuperadas?

Fue una coyuntura política muy particular. Fue un momento en el cual, sobre todo a partir del ´98, la Argentina venía

Desde el punto de vista personal fue un gran aprendizaje y creo que pude hacer mi aporte a la Legislatura con algunas leyes que fueron interesantes, relacionadas con educación sexual, con empresas recuperadas, con seguridad. Después, si me preguntás si volvería a ser legislador, me cuesta pensarme ocupando nuevamente un cargo así. El Ejecutivo tiene otra dinámica para trabajar. Cuando uno está haciendo en forma cotidiana es distinto a un hacer, que es mucho más conversado, mucho más hablado. El

Creo que tienen, en el mejor de los casos, cierto temor. En el peor de los casos, cierta complicidad. En seguridad no hay excusa, no hay un punto medio. Para decirlo sin eufemismos, hay cosas que hay que hacerlas de patada voladora o no hay que hacerlas. No tiene mucho misterio. Con un plan, obviamente, pero de patada voladora. A nosotros nos pasó eso en Lanús. Al comienzo de la gestión nos costó mucho el control del territorio. Los dos primeros años fueron tremendos, pasó de todo. Pero hoy en Lanús no existe más el búnker. Sí existe obviamente la droga gran equipo de trabajo y logré entablar diálogo con las otras fuerzas políticas, con la justicia. Eso es importante para ir a la pelea. Igualmente siempre empezás el día perdiendo tres a cero, pero trabajás para tratar de remontar el partido.

¿Te gustaría ser intendente de Lanús?

Me gustaría. Todo este proceso me enamoró del lugar. Inicialmente me pareció como un desafío la seguridad y terminé muy involucrado personalmente con el distrito. Conozco a mucha gente. Me gustó mucho ir a los barrios, voy a las villas, me aparezco de noche. Eso te genera un vínculo más rápido y mucho más afectuoso con los vecinos. Pasé a ser parte de la vida cotidiana de muchos vecinos.

¿Usan estadísticas para realizar análisis?

No creemos en otra cosa que no sea la profesionalización del trabajo. No hacemos nada, ni patrullamos, ni compramos, ni proyectamos nada que no tenga que ver con estadísticas. Nosotros cuando empezamos teníamos una sola estadística, que era la oficial del Ministerio Público Fiscal. Cuando empezás a interactuar con la policía empiezan a aparecer otras cosas. Si vos te querés involucrar un poco más, tratás de ver cómo hacés para conectarte con lo que se escucha en el 911 y nunca terminan siendo denuncias. Hoy nuestro mapa del delito incluye los datos de la Fiscalía, lo que entra en comisaría, lo que escuchamos 911, lo que escuchamos el 132 -que es un número local que desarrollamos nosotros-, y cuestiones que nos ingresan por redes o por denuncias anónimas que después verificamos.

¿Qué nos pasa ahora? Hay muchos vecinos que están tan hinchados en general con toda la coyuntura y la situación y no terminan llamando por teléfono al 911 o al 132. Para esos casos tenemos un sistema de relacionamiento con el vecino que son las reuniones periódicas. Por eso hay que tratar de conectar con la realidad lo máximo posible. Lo peor que puedes hacer para verificar es no tener conexión con la realidad.

¿Cómo podría mejorar la seguridad en la Provincia?

Nosotros pretendemos que en la gestión que viene -cuando Grindetti sea gobernador si Dios quiere- avancemos en la descentralización de la policía de prevención, con un control muy fuerte de la Provincia. Y además que la investigación sí se la quede un cuerpo de la provincia de Buenos Aires. A mí me serviría mucho para planificar algunas cuestiones, manejar directamente el mando. Hay municipios que ni saben lo que pasa con su policía. Por ejemplo, nosotros le pusimos un GPS a todos los móviles del comando Patrulla de la Policía bonaerense. Entonces sabemos dónde patrullan todo el tiempo pero eso lo hacemos nosotros, no todos los municipios.

¿La justicia necesita más herramientas para combatir la inseguridad?

Sí. A partir de la llegada de un sector de la política por ahí un poco más garantista a la justicia penal, lo que pasa sobre todo en la provincia de Buenos Aires donde tenés un sistema acusatorio, es que hay un montón de fiscales que como no creen que el delincuente es un delincuente sino un producto de una sociedad que lo ha marginado terminan no acusando y eso pone fin a las causas penales.

Hay una desviación en algún sector de la justicia en el lugar que ocupa. Creo que si sos extremadamente garantista lo mejor es que no seas fiscal, sino que seas defensor. Después sí hay otro tipo de problemas o inconvenientes que tienen que ver con cómo están equipados quienes llevan adelante las investigaciones. Todavía la resolución de las investigaciones penales tienen poco de tecnología, poco de mecanismo forense, mucho del dato que te trae la policía. Falta sustancia investigativa. Veo fiscales que la verdad que se rompen el lomo y jueces que son muy buenos. Así como te digo una cosa, te digo la otra. La justicia de la Provincia tiene algunos funcionarios que son de verdad de una jerarquía impresionante, que laburan con muy pocos recursos a un nivel impresionante y aparte se vuelven muy intuitivos.

Presentaste varios proyectos en el Congreso…

Todos los días uno va viendo en la práctica cosas que por ahí los fiscales y los jueces quieren resolver y no tienen un artículo del Código Penal que les permita trabajar más tranquilos. Uno que vemos mucho y que presentamos proyecto un proyecto sobre el uso de réplicas de arma de fuego. Este recurso se usa mucho más que el arma de fuego. Si yo quiero hacer prevención y en un cacheo preventivo encuentro una réplica no te puedo detener. Te tengo que saludar y dejar ir. No conozco a nadie que salga con réplicas de arma de fuego a pasear, obviamente algo van a hacer. Necesitamos que haya una solución legislativa para este tema, que sea visto como una instancia de peligro. Después otro tema que nos genera un problema es el robo de autos. Si vos no agarrás al ladrón cuando está cometiendo el delito y lo detenés cuando va manejando, se toma como que esa persona está encubriendo un robo. Esa es la carátula que va a tener la causa. ¿Cuánto tiempo están presos los encubridores? Dos horas. Es una cosa de locos. Entonces el encubrimiento de robo de autos no puede ser un delito excarcelable. Otra cosa que vemos en la práctica es el tema de los adultos mayores. Durante la pandemia se incrementó mucho la cantidad de robos en los domicilios, dado que la gente no podía salir. Los delincuentes urbanos entonces empezaron a entrar en las casas y los lugares donde viven adultos mayores son ideales, dado que es más fácil robarles ya sea por una cuestión de limitación física o porque están bajo los efectos de algún remedio para poder dormir. De repente empezamos a ver que todos los días les entraban a robar pero no sólo eso, sino que les daban tremendas palizas. Planteamos entonces que es necesario una pena más grande en caso de que se le robe a un adulto mayor. El chorro puede elegir si le roba a un boxeador o a un viejito que tiene bastón y si es así, que se banque una pena mayor.

¿Han logrado que avance alguna de estas iniciativas?

No, la agenda legislativa tiene otras prioridades que a nosotros nos exceden. El problema que tienen las cámaras legislativas es ese. Empiezan a tener una agenda muy propia y se van alejando de la gente. Tengo mucho tiempo en política y me pasa que a veces prendo la tele y escucho de qué estamos discutiendo los políticos. Ninguna de esas charlas tiene que ver con los problemas que tiene un vecino normal del conurbano bonaerense.

¿Y cómo ves a Juntos por el Cambio?

Me parece que tiene una posibilidad cierta de ser gobierno. Falta dirimir quiénes son los candidatos y hacer las propuestas concretas que tengamos para cada caso y punto. No tenemos que estar más en discusiones internas, tenemos que salir de eso. Vayamos con nuestras propuestas, veamos cuál es la mejor y mientras tanto cumplamos nuestros roles de la mejor manera.

¿Cuál es la mejor formación de Juntos?

Patricia y Grindetti, esa dupla me gusta.

DERECHO LABORAL

FLORENCIA ROLANDI:

Si de derecho laboral se trata, defender a las empresas es estar del lado más difícil del mostrador. Lograr un equilibrio entre las partes no suele ser lo que prevalece en las sentencias, pero para Florencia Rolandi debería ser moneda corriente. Durante la entrevista con Quórum, muestra lo apasionada que es por su trabajo y el don que posee al ser creativa a la hora de buscar soluciones dentro de la ley.

ENTREVISTA: Florencia Abramzon FOTOGRAFÍA: Avanti!

¿Qué es la justicia para nosotros los abogados?

Los abogados en general, al final de los escritos, ponen proveer de conformidad “será justicia”- Lo hacen como una expresión de deseo. En lugar de eso, pongo “proveer de conformidad que es de ley”, que se acerca más a lo que nosotros como seres humanos podemos concretar. Porque hay tantas perspectivas en la vida, como personas interactuando. Entonces, el concepto de Justicia es muy complejo. Creo que es aspiracional. Lo que para alguien es justo, para otro tal vez no. Lo que viene a marcar la ley es, precisamente, dar un poco de objetividad a eso, a través de la interpretación de un tercero que está en un lugar especial, los jueces.

¿Cómo ves a los jueces del derecho laboral en Argentina?

Es muy difícil generalizar. Lo que muchas veces percibo en las audiencias, es que no conocen o no han vivido la dinámica dentro de una empresa. Eso los aleja de a una solución equilibrada. Si solamente mirás los hechos desde el lugar del empleado, vas a ver algo. Pero si eso lo intentás conjugar con la otra parte, que es la empresa, y buscás un equilibrio de fuerzas, vas a ver otra historia. Estoy totalmente de acuerdo que la ley tiene que ser tuitiva para el trabajador porque está en una desventaja y hay desigualdad de fuerzas. Insisto en que hay que saber cómo es la dinámica dentro de una empresa para poder entender qué margen de acción puede tener verdaderamente para determinadas situaciones y poder llegar así a tener una solución más equilibrada teniendo en cuenta ambas perspectivas.

¿Cómo puede ir modificándose esta realidad?

Es complejo. Sumaría mucho que los jueces tengan como requisito haber trabajado en una empresa o tengan alguna capacitación centrada en haber pasado tiempo presencial en una empresa para interiorizarse de muchas cuestiones que ignoran. A qué se expone una empresa cuando contrata y muchos otros asuntos. De esta manera, podrían darse cuenta que lo que parece simple, en verdad no lo es.

¿Facilitar el asunto de las sanciones podría contribuir de alguna manera?

El tema de las sanciones tampoco es sencillo. Hay determinadas sanciones que deben aplicarse por la falta en sí y además por el ejemplo. Si bien no todas las faltas son graves, hay que ir marcando una línea porque a ese empleado lo están mirando muchos de sus colegas. Sucede que muchas veces a la empresa le exigen demasiado a la hora de formalizar una sanción El juez te dice “no pusiste el punto y la coma… no está bien fundada”… sin entender que no fue redactada por un abogado sino por un jefe de recursos humanos o bien que la hizo un supervisor. No se puede tener un millón de abogados para hacer una simple sanción y poder establecer ciertos límites sanos para cualquier ámbito de trabajo.

¿A la hora de despedir un trabajador surgen muchos conflictos?

Sí. Cuando las empresas deben justificar y defender legalmente una causa de un despido, se encuentran con que deben afrontar una importante suma de dinero durante lo que pueda durar el proceso, se van topando con complejidades de diferente índole, lo que termina haciendo que la empresa decida despedirlo sin causa y ahorrarse todo el asunto del juicio. Eso marca que hay algo que no está del todo bien, lo que no quiere decir que muchas veces puede haber abusos por parte de una empresa. Encontrar un equilibrio sería el objetivo.

¿Este panorama genera el gran negocio del juicio laboral?

Absolutamente. Eso es responsabilidad de los que ejercemos del otro lado del tribunal, del mostrador para afuera. Sé que lo que estoy diciendo a muchos abogados no les va a gustar, sobre todo a los que representan al trabajador, pero la realidad es que esto no debería tratarse como un negocio. Considerar que el Derecho Laboral es un negocio para un estudio o varios estudios jurídicos es desintegrar la ley. La ley no se creó para lucrar abusivamente utilizando una estructura tuitiva que busca proteger a alguien que puede estar en una desventaja para transformarla en una máquina en contra de una empresa. Hay que hacer un revisionismo y entender que es importante el trabajador, sin dejar de ver el lado de la empresa. Si se ahoga a la empresa, complicándole la dinámica termina pasando lo que nos sucede. Como asesora de empresas, me consulta gente joven con un nuevo emprendimiento y termina siendo un importante punto de análisis el tema de los empleados. Les da miedo contratar porque después se pueden encontrar con los juicios laborales… eso es algo que hay que modificar.

¿Cómo se podría modificar?

Hay muchas cosas por hacer. Primero, hay que romper con este River-Boca que hay en el Derecho Laboral. Pro-operario o pro-empresa. O bien “la ley es la que tenemos” o “tenemos la flexibilización para que el trabajador no pueda reclamar nada”. Es enorme el abanico que tenemos en el medio y hay un montón de cosas que se pueden hacer. Entendiendo que son dos elementos necesarios para el desarrollo de fuentes de trabajo, para el crecimiento económico, para el bienestar general, para la concientización de lo digno que es el trabajo, que es algo que también se ha ido perdiendo, porque entiendo que la gente se desalienta cuando no consigue un empleo.

¿Qué otros conflictos habituales encuentra el empresariado?

Hay sanciones que hoy ya no deberían estar. A modo de ejemplo, los certificados del artículo 80. El certificado nació porque antes para jubilarte tenías que tener un papel que informara los aportes, ya que no había nada informatizado. Hoy en Mi AFIP sabés perfectamente si tu empleador te está haciendo los aportes. ¿Tiene sentido sancionar a una empresa si no te da el papel firmado cuando lo podés verificar de forma online? Si la empresa lo pone a disposición y el trabajador no lo va a buscar, le ponen multa a la empresa de tres sueldos, que es un montón de plata. Agrandamos la liquidación. Por ejemplo, con el asunto de la pandemia, empecé a incorporar automáticamente enviar certificados por WhatsApp y mail, intentando evitar multas. Los llevo a las audiencias del SECLO y los pongo a disposición. Y a veces te los observan injustificadamente con la única finalidad de obtener la multa. Nos estamos olvidando para qué era el certificado.

¿Qué buscaba la ley cuando dijo “te obligo a entregar el certificado”? Quería garantizar que el trabajador, cuando se fuera a jubilar, pudiese contar con algo documentado de sus aportes. Ahora ya lo tenés. Entonces, estas cosas que parecen menores y técnicas , en realidad hacen que una indemnización de 100 pase a ser de 150. Y cuando tenés muchos empleados termina siendo un numerazo. Recuerdo una audiencia en la que se discutía la multa del artículo 80, los certificados se había puesto a disposición. El Tribunal respondió que los tendría que haber mandado por carta documento. Salía más barato pagar la multa que la cantidad de formularios de carta documento. Están fuera de la realidad.

Considerar que el derecho laboral es un negocio es desintegrar la ley.

Venís de familia de abogados. Tu abuelo, tu padre… ¿Crees que “heredaste” la profesión o la sentís realmente propia?

Fue algo que me planteé en su momento porque me gustaban otras cosas también. Cuando terminás el colegio sos muy chica. Sentía esa presión de pensar que lo que iba a elegir era determinante. La abogacía me gustaba, pero también cuestionaba si no era por mandato familiar. Empecé en La Prilidiano Pueyrredón Bellas Artes. Al poco tiempo me encontré trabajando en un Estudio de Abogados y enseguida me di cuenta que eso era lo mío. Ese trabajo me fogueó mucho a lo largo de toda la carrera. Cuando me recibí había muchos compañeros que durante la carrera habían estado trabajando de otra cosa porque les pagaban mejor o porque venían del interior y estaban más jugados con la plata. Eso hizo que muchos de ellos me llamaran a mí para consultarme cosas, asesorarse sobre diferentes cuestiones, y en su momento, dada esta circunstancia, llegué a pensar en constituir un estudio de asesores. Enseguida me di cuenta de que para eso hacía falta hacer un camino más largo y estaba yendo demasiado rápido. marco común para todas, cada empresa tiene una dinámica particular de desarrollo y el desafío es poder entenderla plenamente para adaptarse y presentarle las mejores soluciones posibles.

¿Te ofrecieron alguna vez cambiar de barco?

Miles de veces. En audiencias, en acuerdos. Sucede. Es parte de la realidad. El perfil del abogado tiene que ver con el perfil de la empresa.

¿Cómo está conformado hoy el Estudio Rolandi?

Sergio Rolandi, mi padre y un apasionado del derecho. La doctora Ángela Villalba especialista en marcas y patentes y Alberto Guerci, quien también se encargaba del área laboral. Ricardo Rolandi, mi hermano, con el cual trabajo codo a codo.

Aprendiste a pensar “afuera de la caja”. ¿Qué significa eso?

¿Se te ocurrió alguna vez ocupar un cargo público?

Pensé en ser parte del Poder Judicial. Siempre me gustó mucho estudiar, leer, indagar. Después de algunos años me puse a estudiar economía. Pensé en la política como instrumento para mejorar las leyes. Hice el CBC de Económicas y me reencontré con la matemática, que es algo increíble… abrirte a una lógica súper interesante y que a la vez, para mí, es la madre de todo el razonamiento…

¿Por qué crees que las empresas te eligen a vos?

Me eligen porque me pongo la camiseta, principalmente. Defiendo el centavo de la empresa como si fuera mío. Tal vez más. Por la honestidad, porque la realidad es que es un ambiente complejo en cuanto a honestidad. No cambiar de barco en medio de la tempestad. También por la responsabilidad. Cuando creo que algo está mal hecho, te lo voy a decir por más que te enojes. Voy a hacer todo lo posible para que un asunto mejore si es posible. Generar códigos de conducta dentro de las empresas es fundamental. En cada empresa hay personas que tienen vidas, problemas, embarazos, pérdidas, fallecimientos, enfermedad, nacimientos, vacaciones. Dentro de este

El primer ingrediente en este sentido me lo dio la facultad. La UBA, hace honor a la palabra Universidad. Abre un tablero gigante con de personajes que interactúan desde historias distintas, razonamientos diferentes, preconceptos o educaciones diversas y eso te hace escuchar la vida con otro ruido… En ese sentido, aprendí que cada consulta puede ser la oportunidad de crear algo distinto. Estar abierta a ideas distintas sin miedo de reconocer que el otro puede tener una idea mejor o superadora. La diferencia entre ser un profesional que copia y pega o si cada expediente es una nueva aventura. Esta es una manera de ver la profesión. A los abogados en general les cuesta pensar por fuera de la caja. Cuando una les da una solución, te miran asombrados diciendo… ¿pero eso se puede? Uno tiene establecido lo que no se puede, pero por el contrario, lo que se puede representa un gran abanico de opciones. Es como no animarte a combinar los colores primarios, se pueden combinar sin problemas el amarillo y el verde, ¿qué problema hay? De esta manera salen cosas fantásticas y es gratificante. A veces los clientes me dicen “la verdad nunca vi que resuelvan de esta manera”… y sinceramente no era nada del otro mundo, sólo aplicar un poco de creatividad para buscar la solución. Eso para mi es pensar fuera de la caja.

¿Qué le recomendarías a los estudiantes de Derecho?

Que no pierdan su esencia. Van a tener muchas oportunidades, sentir que dan un gran salto, pero hay que ver si ese salto te identifica y es compatible con dormir tranquilo a la noche. Lo demás se aprende. Lo que diferencia al genial del mediocre es la actitud y los valores. Yo me quemé las pestañas estudiando, con título de honor, si con eso no se hace algo bueno, no alcanza. Si se le pregunta a un estudiante de derecho que está en primer o segundo año sobre la justicia te vas a encontrar con debates, charlas acaloradas. Veinte años después ya no les importa. Esto vale para todas las profesiones. una empresa abarca más cosas que la mera producción de un producto, bien o servicio. Esto no implica que no se constituyan sociedades para eludir responsabilidades. Pero no hay que dar por hecho que en todas las ocasiones se pretende un perjuicio hacia el trabajador.

¿Qué nos podés decir acerca de la doble indemnización?

Se ha especulado mucho con eso. Sobre todo durante la pandemia. Muchos trabajadores querían considerarse despedidos, aprovechando el contexto. No puede ser que la empresa deba pagar el doble por una decisión que no tomó, me refiero a los casos de los trabajadores que se consideraron despedidos, como sucedió y como sucede también hoy en día. No siempre existe una lesión a su derecho como para que se pongan en esa posición. Esas cosas hacen mucho daño al sistema.

¿Cómo ves a las mujeres abogadas hoy en día en tribunales?

¿Crees que el sentido común es el eje del derecho?

Sin duda. En los exámenes de la facultad, en medio del nerviosismo extremo, cuando no podés acordarte de algo estrictamente técnico pero entendés a dónde apunta el enunciado, si apelás a la lógica no vas a estar muy lejos de dar en el blanco. No hay una parte del derecho que vaya en contra del sentido común.

¿Qué baches encontrás hoy en el derecho laboral?

Principalmente el no conocer la dinámica de la empresa. Cómo cambió la empresa y sus estándares hoy en día. Está perdido de realidad. Las leyes vienen atrás de la realidad. La ley de contrato de trabajo es un ejemplo. Pero cuando hablás de modificarla, encontrás la rivalidad River-Boca de la que ya hablamos. Hoy en día las empresas requieren de tercerización. Es imposible, por ejemplo, que seas el mejor fabricante de sillones, y que tengas personas expertas para cubrir cada sector que hoy debe abarcar una empresa, desde publicidad hasta entregas. Subcontratar partes que no son las principales del negocio de la empresa, hoy en día se torna muy necesario. La ley de Contrato de Trabajo entiende que en ese accionar quiere ocultar al real beneficiario y va en su contra. En este sentido hay cosas que se pueden pulir y mejorar. La dinámica de hoy cambió;

Tengo muchas colegas y muy buenas. Como en todos lados, se va acomodando, se va abriendo más el panorama y cada vez más mujeres ocupan más lugares. Sería muy ingrata si hiciera un análisis comparativo entre mujeres y varones; creo que es algo que ya cambió. Sin hablar tanto sobre de qué sexo es cada uno, ahora hay que luchar para que sean los talentos y los más calificados los que ocupen los lugares.

DERECHO ADMINISTRATIVO

JORGE MARTÍN IRIGOYEN:

“Coco”, como le dicen todos sus conocidos, tiene una larga trayectoria en el derecho civil, comercial y administrativo. Defiende los intereses de cámaras vinculadas al mercado inmobiliario para las que libra una batalla contra Remax y otras franquicias. Cr í tico del funcionamiento del Consejo de la Magistratura, Jorge Martín Irigoyen sostiene que la política ha contaminado ciertas instituciones y que eso desnaturaliza su rol.

REDACCIÓN: Quórum FOTOGRAFÍA: Avanti!

¿Qué es la justicia para vos?

En realidad los abogados lo que defendemos son intereses. Primero hay que saber dentro de lo que es el sistema judicial o de lo que es la justicia -como comúnmente decimos en la calle- qué lugar ocupa cada uno. Lo que hacemos es defender intereses. Por supuesto, lo hacemos noblemente y siempre con este concepto de buena fe que tiene que tener el ejercicio profesional. En realidad, justicia es dar a cada uno lo que le corresponde. Obviamente, a veces es muy difícil impartirla para el órgano judicial porque cada uno defiende distintos intereses. Hay muchos poderes difusos, y sobre todo, cuando se dicta una sentencia siempre hay una parte disconforme porque es muy complejo conformar a todos. Lamentablemente, si vos le preguntas a la mayoría de los ciudadanos, por lo general hay una mirada negativa hacia el servicio de justicia de la República Argentina. Pienso que eso es algo que ocurre en casi todas las partes del mundo, yo no tengo una mirada tan crítica del Poder Judicial. Lo que pasa es que lo que siempre sale en la tapa de los diarios es la parte negativa. Si vos, por ejemplo, trabajás en terapia intensiva de un hospital, vas a pensar que el 99% de los habitantes de esa ciudad se está muriendo. Entonces, persecución. Todo está pasado por la mirada del lugar en que está cada uno. pero hasta ese entonces vivía con mi padre. Luego, me casé con 29 años y me fui a vivir con mi esposa con quien tenemos tres hijos. Empezamos en un dos ambientes, cliente por cliente. La primera demanda fue un desalojo y una ejecución de alquileres, confeccionadas con máquina de escribir. Pasamos por todas las etapas pero después lo bueno fue que empezaron a integrarse al equipo abogados de otras ramas del derecho. Vino uno de la Armada, que es socio del estudio y aparte hermano de la vida, que somos amigos desde los siete años y fuimos juntos al colegio San Agustín. Se fue armando un lindo grupo. Cuando salió la Ley de Mediación en el año 95/96, entré en el departamento de una compañía de seguros como abogado externo. Llegó el año 2000 y tenía más de 4000 audiencias de mediación en el lomo. Fue muy linda esa época. ley de ejercicio profesional y en un código de ética que rige la actividad. Además, muchas marcas internacionales utilizan la figura del “agente inmobiliario”. El “contrato de agencia” en el Código Civil y Comercial habla de dos personas independientes entre ellas, como si fueran emprendedores, en donde no hay una subordinación de uno a otro. Es como si un abogado nombrara a un agente lamentablemente, la tapa de los diarios siempre es por cosas feas. Otro ejemplo, la película Argentina 1985, es de un juicio que muy pocos países se animaron a sostener. También ha habido condenas a funcionarios públicos que efectivamente tuvieron poder real, de empresarios que tuvieron poder real, de ex presidentes. Algunos no llegan tal vez a cumplir una prisión efectiva por una cuestión de edad. De hecho, hace poco también ha habido un fallo. Una parte de la grieta te va a decir que estuvo perfecto o que se esperaba más; y otra parte va a decir que hay una

¿Por qué elegiste el derecho civil, comercial, administrativo?

A los 14 años tuve la posibilidad de elegir entre vivir en Argentina o en Estados Unidos. Mi mamá -quien falleció en el 2020- era de nacionalidad cubana. Estudió sólo hasta segundo grado y se casó con mi papá que trabajaba en Cancillería. En la Revolución Cubana de Fidel Castro lograron escapar de Cuba para luego formar una familia, pues tengo una hermana uruguaya y otra norteamericana. A raíz de la separación de mis padres, mi mamá se fue a vivir a Miami. Me quedé por dos motivos en Argentina: el primero, por mis amigos de la secundaria. Ellos son parte de lo que soy. Y segundo, porque quería ser abogado. La Facultad de Derecho de la UBA -por la que me sacó el sombrero, una de las cosas positivas de este país es sin duda la universidad pública- estaba cerca de mi casa. ¿Y por qué elegí esta rama? Empecé a trabajar en el Poder Judicial, en el Fuero Civil, durante cinco años. Pero en un momento me di cuenta de que quería ejercer la abogacía, defender los derechos y los intereses de la gente. Y bueno, así fue como me volqué al derecho civil.

¿Cómo te diste cuenta de eso?

¿Cuán importante crees que es la negociación del ejercicio del derecho?

Todos los días cuando abrís la puerta de tu casa, sabes dónde estás y si sos feliz o no. Cada vez que llegaba al Poder Judicial -y si bien al principio me pareció un lugar extraordinario y que yo recomendaría a todos los abogados intentar pasar por el Poder Judicial- llegó el momento en que dije esto no es para mí. Con un amigo pusimos un estudio jurídico. Me acuerdo que era en el barrio de Las Cañitas. Empezó siendo un dos ambientes, quedaba cerca de un club muy importante y decíamos que los clientes iban a desplazar hacia el microcentro. Veinticinco años transcurrieron, y ya, hace rato, estamos en el microcentro porteño, somos un equipo de 15, 18 personas. La pasamos muy bien, nos divertimos.

Iba a preguntar justamente cómo fundaste el estudio, cómo fue esa experiencia…

Era otra época. Pienso que ahora todo es más cuesta arriba y más después de una pandemia como la que atravesamos. Me animé sin ninguna red de contención

Para mí un 99%, porque con el cliente lo que tenés que generar es tranquilidad y empatía. Vos con el cliente no negocias pero tenés que saber escuchar. Muchos abogados se olvidan de preguntar a la gente qué es lo que quiere. Vos como abogado le podés decir esto sí o esto no, y eso es manejo del cliente en el buen sentido de la palabra. Después podés estar negociando judicialmente permanentemente con el colega de la otra parte. Para un colega, no hay nada mejor que otro colega. La negociación en los conflictos tiene que intentarse siempre, aún en el litigio. A veces, cuando defendés intereses, tenés que salir al principio con los tapones de punta pero siempre sin cortar el diálogo con la contraparte.

Actualmente sos abogado del Colegio Profesional Inmobiliario…

Soy asesor de distintas instituciones, entre otras, el Colegio Profesional Inmobiliario y de la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal y Actividades Inmobiliarias.

Y tuviste mucha injerencia en el Caso Remax…

Sí, como defiendo intereses, todos quienes se presentaron para querer conducir el Colegio Profesional Inmobiliario están en contra de las franquicias profesionales. El contrato de franquicia de naturaleza mercantil, propia del derecho comercial. El Colegio Profesional Inmobiliario está integrado por corredores y corredoras, regulados por una jurídico. Entonces lo que habría ahí es una delegación de esa matrícula profesionala una persona que no lo es. Obviamente, si lo hace un profesional inmobiliario de un barrio o un profesional abogado probablemente le vaya muy mal y probablemente termine en un reclamo laboral. Hay marcas multinacionales que en su país de orígen estas figuras son válidas porque los corredores inmobiliarios son auxiliares de comercio -por ejemplo, Estados Unidos, por ejemplo Brasil- pero en la Argentina hace 20 o 15 años, corretaje inmobiliario es una actividad profesional por una ley nacional. Tienen que estudiar dos años y medio y matricularse en un colegio de la jurisdicción en donde van a ejercer. Hay dos desafíos que tenemos los profesionales. Uno es el tema de las franquicias y otro es el tema de las aplicaciones. A mí me convocan en el Colegio Profesional Inmobiliario para tratar de combatir esta problemática de los agentes inmobiliarios no matriculados. Porque lo más importante para un profesional son los clientes y si hay alguien que tiene una forma de captar los clientes que va contra los códigos de ética y las leyes de ejercicio profesionales, compite de una manera desigual.

¿Estás de acuerdo con que sean agentes de comercio o con la legislación argentina?

Ha habido grandes problemas en muchas operaciones inmobiliarias en donde no han actuado profesionales, ya sea por quienes ejercieron ilegalmente la actividad o agentes inmobiliarios sin matrícula habilitante. Incluso tenes algunos casos de un corredor inmobiliario con ejércitos de 150 agentes inmobiliarios sin matrículas habilitantes. ¿Cómo los controla? Yo estoy de acuerdo con que sea un profesional porque la gente pone muchísimo en una operación inmobiliaria. Y la relación personal entre profesional y cliente es trascendente. No tengo dudas que para que en la Argentina calce de alguna forma el modelo que quieren imponer las multinacionales se debería cambiar la ley para volver al viejo sistema donde los corredores inmobiliarios eran auxiliares de comercio. Y eso sería un marcado retroceso y le quitaría seguridad jurídica a las operaciones inmobiliarias.

¿En qué situación está actualmente este conflicto?

La Inspección General de Justicia (IGJ) emitió la resolución particular 350, del año 2020 a partir de una denuncia realizada por el Colegio Profesional Inmobiliario, en la que dictaminó que dicha sociedad es de objeto lícito pero con actividad ilícita. Además comprobó que Remax International no cumplió con las normas argentinas, ya que no fijó un domicilio ni tiene un representante en nuestro país. Remax Argentina SRL recurrió ante la Cámara Nacional en lo Comercial -que actúa como supervisor de las resoluciones de la IGJ- y la Sala E no se expidió sobre el fondo sino que salió por un tema formal respecto de la facultad o no para dictar esa resolución. Estoy de acuerdo con la resolución de la IGJ y entiendo que la Sala E (que se encuentra con un pedido de juicio político por parte del Inspector General de Justicia por este fallo) no analizó ni tomó en cuenta la gravedad del problema .

Participaste de las elecciones para integrar el Consejo de la Magistratura de CABA con la agrupación Gente de Derecho.

Sí, he sido electo consejero suplente. Como titular ejerce actualmente ese cargo el doctor Jorge Rizzo, fuimos electos por la minoría. Lo que me llamó la atención de las elecciones del año pasado fue la baja participación. Entiendo que apenas superó el 10% del padrón. Lo que demuestra varias cosas. Primero que, con todo el tema del trabajo a distancia, van menos abogados al centro. Todo lo que es la digitalización trajo menos participación en las elecciones y cuando eso pasa el gran problema que tenés es el tema de los aparatos políticos. Lamentablemente lo que pocos dicen es que los colegios profesionales están siendo muchas veces cooptados por los partidos políticos y por operadores políticos. Eso también está pasando y más en la abogacía, porque los abogados tenemos el privilegio que nos dio la Constitución Nacional en el año 94 de ser parte del Consejo de la Magistratura de Nación y en este caso del que estamos hablando, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los consejos fueron pensados para darle mayor independencia al Poder Judicial del resto de los poderes del estado, pero lo cierto que no se ha logrado dicho objetivo. Muchos partidos políticos empezaron a jugar un rol muy significativo en las elecciones de los colegios de abogados. Y también se han ido metiendo las elecciones de los estamentos para los académicos. Lamentablemente el espíritu que tuvo, que fue el de tratar de ser un lugar neutro, terminó siendo contaminado por la rosca política. Estoy totalmente a favor de la política, es muy necesaria la representación a través de nuestros gobernantes pero el problema es cuando se contaminan de esta forma instituciones que son importantes. ¿Cuántos juicios políticos hubo desde que se creó el Consejo de la Magistratura de la Nación? El costo económico que tiene para la sociedad argentina es enorme. Prácticamente poco ha cambiado respecto de antes, que directamente se debatía en el Congreso el tema de los pliegos de los jueces. Hoy hay muchos “influencers” políticos recorriendo pasillos en el Poder Judicial. de abogados y no de operadores político-judiciales, que son los que terminan cocinando todo y son lo que terminan apareciendo en distintos titulares de los diarios.

Hablando del día a día, ¿Cuán importantes son tus socios para vos?

¿Y por qué te identificas con Gente de Derecho?

Entiendo que es la única agrupación defiende la actividad profesional del abogado y está formada por abogados que ejercemos la profesión, que presentamos escritos en Tribunales. Hay profesionales de todos los espacios políticos y lo que nos une es la vocación por la abogacía. Todos ejercemos la actividad y pudimos romper con los preconceptos en cuanto a las formas o en cuanto a la ideología política de cada uno de los integrantes. Ojalá que otros colegas traten de estar en agrupaciones esencialmente

Somos un equipo. Todos para uno y uno para todos. Hoy por hoy, para mí un estudio mediano tiene que ser versátil, donde todos son importantes y ninguno es imprescindible. Lo primero es formar un grupo humano que realmente conviva con sus individualidades. Antes de ser un buen profesional, es ser una buena persona. Además estamos en un momento de mucha inmediatez. Es todo por WhatsApp. Ya casi se está muriendo el correo electrónico, salvo para enviar mucha documentación. Entonces las estructuras se tienen que adaptar a esos cambios y escuchar mucho al cliente. Porque si no sabes qué es lo que realmente quieren, probablemente no encuentres una solución jurídica a su problema.

¿Algún otro momento de gloria ejerciendo la profesión?

Dios me mató el ego hace muchísimo años, la Gloria pasa por otro lado. En la actividad profesional, son más los partidos que ganás que los que perdés. Si sos parte actora sabés que tenés más posibilidades de ganar. Lo único que pido, sobre todo en algunos fueros, es imparcialidad. A veces si tocás un interés muy importante para la política, se te hace muy cuesta arriba. Sobre todo en el Foro Contencioso Administrativo, tanto de Nación como en CABA, que están muy disciplinados con el poder político del gobierno que ejerce el poder. Gloria no, porque cuando trabajas en equipo la mochila se aliviana tanto cuando ganas como cuando perdés. Me pongo contento por los clientes. En realidad la gloria cuando se hace justicia es de los clientes, no para el abogado.

¿Cómo ves a la Corte Suprema hoy en día?

Es uno de los órganos más politizados y no debe ser fácil estar en los zapatos de cada uno de los miembros de la Corte. No tengo una mirada tan crítica de la Corte Suprema, me parece que tiene luces y sombras. Este es un país muy politizado y hay muchísimos preconceptos. Einstein decía “es mucho más fácil romper un átomo o una molécula que romper un preconcepto”. Entonces, en un país tan agrietado, el rol del máximo órgano que tiene que impartir justicia se vuelve extremadamente sensible y son pocos. Habría que ampliarla al menos a siete y que haya vocalías por temas, para que los fallos no sean a destiempo.

ANDRÉS PAREDES:

Esencia. Eso es lo que uno percibe ni bien ve el trabajo del artista Andrés Paredes. Misionero de nacimiento, lleva el espíritu de su provincia de tierra colorada a cada una de sus obras. Versátil e innovador pero con un concepto claro y fiel a su identidad, desembarcó en Madrid con su “Revolución de las Mariposas” y una de ella se posó en la fachada del Palacio Linares. En diálogo con Quórum agradece a quienes confiaron en él, nos explica qué busca transmitir con su arte y cuáles son sus próximos proyectos.

REDACCIÓN: Quórum FOTOGRAFÍA: Andrés Paredes

IMAGEN:

Leyre (Unsplash)

¿Cómo fue tu infancia?

Soy de Apóstoles, Misiones. Mi papá es médico y, como mis tres hermanos y mis sobrinas, nacimos en la casa. Estaba dividida y una parte era una clínica y consultorio médico, lleno de olores, de instrumentos, de máquinas. Lleno de un mundo fascinante que llevaba a la ciencia, y por otro lado, un universo selvático de un jardín sin límites, del que sólo nos separaba una hilera de enredaderas con el otro terreno. No teníamos vecinos y la calle era de tierra colorada, típica de Misiones. Teníamos un mono y un gallinero con muchas gallinas, gansos y patos. Ese es un recuerdo de mi infancia, de una libertad absoluta entre ese patio soñado y ese mundo de la ciencia, del consultorio médico que era el lugar prohibido, donde jugábamos con mi hermana. Un factor fundamental en mi infancia es la siesta misionera, que es un espacio tiempo que para nosotros es casi un lugar físico. Un espacio donde los niños hacen lo que quieren y los grandes duermen. Ese es el recuerdo más hermoso que tengo de mi infancia.

¿Cómo llegó a tu vida el arte?

La primera vez que me di cuenta de que existía el arte fue en las charlas con mi padre, hablando de los expresionistas y de los grandes museos de Europa, que cuando los conocí descubrí en ellos un mundo fascinante. De parte de mi mamá, mi abuelo era músico y toda la familia toca algún instrumento. Fue por el lado de la música donde entré, porque estudié muchos años en el conservatorio de piano. Creo que de allí viene una condición que está presente en mi obra, y muchos de mis trabajos, que es la armonía y el ritmo de la música. Luego, con el tiempo, fui estudiando diferentes técnicas: diseño, grabado, fotografía, pintura, y después pude entrar a conocer el mundo contemporáneo.

¿Cuán difícil es para alguien del interior del país abrirse camino como artista plástico?

En este momento nosotros tenemos la suerte de que el arte está abierto muchísimo a las provincias. Cuando empecé hace 20 años era bastante difícil para un artista de las provincias poder entrar en un mundo tan pero tan pequeño como eran las galerías de Buenos Aires. Tuve la suerte de que en el 2004 participé de un concurso de arte y en el jurado estuvo Jorge Gumier Maier, quien fue una persona clave en el arte argentino ya que descubrió a muchos artistas y los apoyó y dirigió la galería del Centro Cultural Rojas, que marcó una época; y Ana Martínez de Quijano. Con ellos de padrinos fue mucho más fácil ingresar en el mundo del arte, me abrieron este universo y ahí empecé a descubrir quiénes eran los actores de este mundo. Porque venir de Misiones -no me gusta hablar del interior- es como venir con mucha ingenuidad, sin saber quién era un crítico, quién era un coleccionista, qué significaba ser un galerista. Fue un bautismo de fuego en esa época.

¿Cuál fue la primera vez que sentiste que podías vivir de lo que amas hacer?

Si bien ya había vendido otras obras, en el 2006 realicé una muestra en Palatina, que es una galería muy tradicional de Buenos Aires, y era la primera vez que ellos incorporaban artistas nuevos a su staff, artistas contemporáneos.

Con la curaduría de Rosa Manquillan, llegó un grupo de cuatro artistas. Presenté nueve obras y en la noche de la inauguración se vendieron 11. Había como una puesta muy fuerte por el trabajo, y también, para mí significó realmente poder dedicarme ciento por ciento a la producción artística y pensar que podía seguir mi vida produciendo obras y trabajando en el sistema del arte, vendiendo a los coleccionistas, trabajando con galerías, yendo a ferias, y tratando de crear siempre algo diferente. Esa fue la primera vez que tomé conciencia que esto era algo serio y muy profesional.

¿Hay una línea conceptual que atraviesa tu obra?

Toda mi obra es una relectura contemporánea de un espacio geográfico marcado por los ríos, por las fronteras y por el borde. Me gusta pensar mi trabajo como una relectura del paisaje de Misiones y sus alrededores, atravesados por diferentes líneas. Por ejemplo, esculturas de barro hechas con barro del Río Paraná, obras que llevan mariposas provenientes de un mariposario de Santa Ana (Misiones), calados de papel que realizó con una técnica que aprendí de una profesora suiza en la Facultad de Oberá, que es la Capital Nacional del Inmigrante. Entonces, ahí se mezcla lo social con un contexto histórico, toda la obra está alineada en ese marco teórico, que es la antigua región donde fueron las misiones jesuíticas, Misiones, Corrientes, parte del Paraguay, Brasil, la tierra colorada. De hecho abordo mucho el tema de la tierra también y de todos los animales, la fauna que vive en esta región. Yo sólo tomo insectos que se transforman, que mueren de una manera diferente a la que nacen. Allí hay un factor importante de mi obra que es la transformación. Creo que la naturaleza nos enseña con estos insectos que realmente uno puede cambiar y me gusta asentar ahí la metáfora que todo ser humano aspira, que es la de poder redefinirse, de poder ser lo que uno quiere ser. O, la de poder cuestionar, por lo menos, qué es lo que uno está haciendo y si se está cómodo en ese lugar. La respuesta es que en la naturaleza existe la transformación, existe la transmutación y existen indicios de que ese cambio es posible.

¿Qué materiales solés utilizar?

Elijo materiales muy diversos, tengo diferentes líneas de trabajo. Ya he trabajado con fundición de bronce y haciendo esculturas de bronce pulido y también con obras efímeras, con barro, con cuarzo, amatistas, con mariposas disecadas, pero mi línea principal de la obra es el papel y la escultura en madera MDF. Además, hago esculturas en resina epoxi y actualmente estoy haciendo una serie de acuarelas y tintas sobre papel que están ampliando mucho la cuestión del imaginario de mi obra. En la última edición del Salón Nacional obtuve un premio en escultura utilizando materiales que tienen que ver con lo performático, no se compran en una librería. Por ejemplo, las grandes arpilleras plásticas donde se cosecha la yerba mate que cargan el sudor y la tierra del trabajador, las llené con yerba mate y formé unas esculturas muy rizomáticas, con las que tuve la suerte de obtener un premio. Pinto con materiales no tradicionales, como la tierra proveniente de unos hormigueros hecha pigmento, y hasta llegué a trabajar con plasma y glóbulos rojos hablando del linaje, de mi lugar de origen. mundo, ir a ferias. Y siento que es un equipo que está con mucha energía y fuerza, Gabriel Cott y Agustina Rinaldi, quien es la curadora de mi próxima muestra, el 26 de mayo, en la galería. Estamos preparando algo en conjunto que es muy interesante. inversión de tiempo y sobre todo muchísimo dinero. Ese es mi sueño, mostrarlas en lugares de legitimación como bienales o museos.

¿Cómo es tu vínculo con los coleccionistas y cuál fue la primera persona que confió en vos?

Mi vínculo con los coleccionistas es estupendo, tengo una relación muy cercana. Al coleccionista le gusta saber qué está haciendo el artista, cómo piensa. Tengo muchos coleccionistas que compraron mi obra al principio que, incluso hoy, me siguen llamando para ver si necesito algo. Tuve la suerte de que mi primer comprador en arteBA de 2005 fue el abogado Juan Cambiasso, quien en ese momento era presidente de la feria. Él, junto con Marga Muñoz-Vargas de Macaya fueron los primeros compradores de las dos obras que presentaba y fue un impulso muy pero muy grande en ese momento. Ellos marcaron una confianza y una apuesta a futuro por mi obra. También el coleccionista Esteban Tedesco y Luis Incera son personas que me ayudaron mucho, confiando y apostando a la obra. La verdad que en este momento estoy en grandes colecciones argentinas y es un placer poder estar conviviendo con otros colegas artistas, con algunos muy históricos. A veces, visito las colecciones y me encuentro con lugares que son bellísimos. En Estados Unidos pertenezco a la colección de Lester Mark, que es un gran coleccionista.

¿Qué significa para vos haber sido invitado para llevar tu obra a Madrid?

Fue algo muy impactante porque se trataba de dos etapas, pero sobre todo era la posibilidad de intervenir la fachada de un edificio muy histórico: el Palacio de Linares, y la oportunidad de cambiar el paisaje y la postal típica de Madrid, que es Plaza Cibeles, el centro neurálgico de la ciudad, donde se celebran las victorias pero también donde se hacen las manifestaciones y las protestas. Poder estar en ese edificio y modificar esa fachada es algo que creo realmente pasa una vez en la vida. Estar en las postales de millones de personas que pasan diariamente por allí, me da mucho orgullo. Me tomé muy en serio este trabajo y realicé esta mariposa de diez por cinco metros con mucho cuidado, usando materiales reciclados para que la obra sea sostenible, y sobre todo representando a un continente, un país y a una ciudad. Elegí para esa parte de la muestra una mariposa nativa de la ciudad de Buenos Aires y de la Argentina, que es la vulgarmente conocida como Cuatro ojos, que se llama Junonia Genoveva Hilaris. Usé la versión hembra de esa especie y verla en ese edificio en Madrid es un orgullo.

Contanos un poco de la muestra que llevaste a cabo.

Buenos Aires y forman una nube de migrantes que están en el centro de la sala y en una de las paredes hay pinturas de esos huevos que depositan sobre las hospederas.

¿Por qué crees que tu carrera creció tanto en los últimos años?

Con el tiempo uno va sosteniendo la carrera y va trabajando mucho para que eso suceda. Participar en exposiciones, muestras con diferentes soportes, premios. Estoy agradecido de que siempre tuve un buen acompañamiento de los coleccionistas y de la crítica, de los escritos que produce la obra, y las capas de significación que se le agregan. Creo que es una obra que la gente que entiende de arte la aprecia y la gente que no entiende, o no le interesa, también la aprecia y eso es un factor importante. Sostenerse es un trabajo arduo para el artista contemporáneo y realizar diferentes cambios en la propia obra.

¿Cuál es tu sueño o tu próximo objetivo?

¿Con qué galería estás trabajando y por qué la elegiste?

Actualmente estoy trabajando con la galería Cott Gallery de Palermo y fue una relación que empezó hace poco. La elegí porque es una galería nueva y tiene mucho impulso y muchas ganas de salir a mostrar el arte argentino por el

La otra parte de la muestra se llama “La revolución de las mariposas” y está en la Sala Torres García. Son 60 mariposas en vuelo y diez pinturas que representan los ciclos de la vida, la transformación, pero también representan a una mariposa que deposita su huevo en una planta hospedera. Cada mariposa, o cada especie, sólo deposita su huevo en una planta que se llama “hospedera”, donde van a comer sus orugas. Y en esto pensamos con la curadora Helena Ferronato: la relación que hay entre el migrante que vino de España a Argentina para mejor porvenir de su descendencia, de sus hijos, y en otro momento, los argentinos migrantes que están en España, miles, también buscando un mejor porvenir. Y, por qué no, tal vez ese ciclo se repita cuando esos hijos o nietos vuelvan a nuevamente a nuestro país. El ciclo se representa con las mariposas volando que representan a siete especies diferentes de la ciudad de

Creo que el sueño de cualquier artista es tener libertad en la creación y tener un espacio de exposición. En eso estoy trabajando ahora, en una muestra que la vamos a realizar en Buenos Aires, en mayo, en la galería Cott, donde realmente estoy pudiendo crear sin ningún tipo de límite, donde estoy pudiendo plasmar sueños y concretarlos. Eso es lo más lindo, poder llegar a concretar un sueño o una imagen en algo físico y poder compartirlo con la gente. Actualmente, estoy pensando en unas vídeos performances que van a ser realizadas en Misiones, en la selva, y se van a proyectar tanto en Buenos Aires como en la feria de Miami, y esas performances también involucran el factor del tiempo que a mí me interesa mucho. Mi sueño también es poder seguir haciendo obras instalativas y de gran formato, como las que realicé en el CCK o en el Centro Cultural Recoleta. Son obras inmersivas, donde la gente puede participar y meterse, realizar este tipo de obras, que son efímeras y sólo la experiencia del espectador es lo que queda, lleva una

¿Cuánto costaría tener hoy una obra de Andrés Paredes?

Actualmente, tengo obras de diferentes precios y tipos. Hay series de grabados que van desde los 500 dólares, hasta trabajos que llevan tres o cuatro años de realización que rondan entre los 8 mil y 10 mil dólares, siempre hay una galería o un marchand de por medio que se encarga de poner valor a la obra. Hay algunas que son accesibles y hay otras que llevan muchísimo tiempo de trabajo y eso se ve reflejado en el precio de la obra.

¿Qué es la justicia para vos?

La justicia es una virtud interna, un regalo que tenemos como individuos, como sociedad, como colectivo. Me gusta pensarlo visualmente como una cuestión armónica, donde cada uno está relacionado con el otro formando una gran trama perfecta, donde desde lejos se puede ver el equilibrio oculto. El equilibrio en el que sabemos que hay diferencias pero no se perciben, se equiparan con las del otro y se sostiene mediante una trama. Me gusta pensarlo así.

DERECHO INTERNACIONAL

NATALIA FRIDMAN:

Radicada hace más de 20 años en Estados Unidos, desde 2012 tiene su propia firma de abogados en Miami. Su especialidad son los trámites de inmigración, por lo que conoce las claves para poder acceder a una visa americana sin margen de error. Durante su entrevista con Quórum, Natalia Fridman reconoce que a veces la nostalgia pesa pero asegura que no está en los planes volver y que uno de los principales problemas de Argentina es la dificultad para trabajar en equipo.

REDACCIÓN:

Quórum FOTOGRAFÍA:

Natalia Fridman los recursos, esa visa de estudiante es muy simple. En cambio, si un matrimonio en sus 45 años con tres chicos quiere que venga la mujer a estudiar inglés, es una visa demasiado complicada para que la apruebe la embajada. Si un inversor viene a poner un restaurante e invierte 350.000 dólares, tiene origen de fondo claro y transfirió el dinero por cuenta bancaria, esa visa va a ser simple. Si el inversor tiene una trazabilidad compleja y un negocio que es difícil de arrancar, esa visa va a ser complicada.

Te recibiste como abogada y al poco tiempo partiste a Estados Unidos, ¿cómo fue tu emigración hacia allá?

En realidad, fuimos debido al trabajo de mi marido. Pero como todo, el camino profesional fue un proceso. Luego de perfeccionar mi inglés hice un Master en Derecho en la Universidad de Miami y unos años después decidí dar el BAR Exam, que es lo que le permite a los abogados extranjeros poder ejercer en Estados Unidos. Ya había entrado a trabajar como paralegal con un abogado de inmigración estadounidense y allí encontré un camino. Desde el 2012 tengo mi propia firma.

¿Quiénes son tus potenciales clientes?

Mis principales clientes son inversores y gente con habilidades extraordinarias en su campo, son dos áreas en las que nos especializamos. Pero también tenemos varios casos de reunificación familiar (matrimonios, pedido de hijos americanos a padres), sponsoreo de green card de compañías a empleados y green card de interés nacional, entre otros. Dentro de las visas de talentos, trabajamos mucho con grupos de entretenimiento, músicos, conductores de TV, deportistas, coaches, creativos de publicidad, fintech, investigadores y emprendedores. La cuestión siempre es conocer bien la historia de cada uno y su realidad, para después decidir cuál es el mejor camino.

¿Cuál fue la injusticia más grande que hayas visto en una resolución?

Inmigración es un campo tremendamente arbitrario. Hay mucho lugar para la subjetividad de cada oficial que analiza un caso. Por suerte, y gracias a haber trabajado mucho en estos 20 años, una ya va percibiendo las tendencias y por donde están los resquicios para minimizar el riesgo. Una vez presenté un caso de green card de un talento incuestionable, sinceramente el mejor en su campo en Argentina y el oficial lo rechazó. Lo presenté exactamente igual al mes con una mínima modificación y fue aprobado en siete días.

¿Qué

es la Lotería de Visas?

Es en realidad la Visa de Diversidad. Se trata de un programa de Estados Unidos para recibir una Residencia Permanente. La administra el Departamento de Estado, que anualmente pone a disposición 55.000 visas con el objetivo de diversificar la población. Los únicos requisitos son el país de nacimiento y verificar que aplique tener el secundario completo o dos años de experiencia en una profesión calificada dentro de los últimos cinco años. Suelen priorizar a países con bajo número de inmigrantes en los últimos años. No todos los países pueden aplicar.

¿Por qué considerás que el lugar más elegido por tus clientes para residir es Florida?

se encierren 15 argentinos notables de diferentes campos, muy respetados por todos, y salgan con una hoja de ruta general que los próximos tres o cuatro gobiernos deben cumplir sí o sí. Educación y justicia son dos pilares en donde tenemos mucho por hacer.

¿Cuáles son tus principales actividades en Miami? ¿Qué servicios brindan?

Brindamos todo tipo de visas, tanto de inmigrantes (la famosa green card), como de no inmigrantes. En el caso de los argentinos, las visas que más estamos haciendo últimamente son las visas de inversor E2, Intercambio comercial (trade) E1 y habilidades extraordinarias O-1. También estamos trabajando en muchos casos de green card por EB2 NIW (cuando una persona tiene un título universitario y su trabajo es en un campo de interés nacional para Estados Unidos y esa persona está en mejor posición que otros para venir a realizarlo). La tendencia de las autoridades de inmigración afortunadamente es favorable cuando el archivo está prolijamente presentado y el cliente califica para la visa que está aplicando: sea de inversión o talento, por ejemplo.

¿Qué ventajas puede tener un argentino al irse a vivir a Estados Unidos?

Son muchísimas. El argentino suele tener una capacidad de reinventarse admirable. Estamos acostumbrados a tener que salir adelante en condiciones muchas veces precarias. Me refiero a infraestructura, recursos, planificación... Esas condiciones acá no existen. Suele estar todo dado para que el que hace las cosas bien salga adelante. Y creo que cuando contamos con las herramientas y la motivación, los argentinos podemos marcar diferencias.

¿Qué visa es la más sencilla de obtener?

Es una pregunta compleja. A veces la más simple se puede complicar y la más complicada, si las condiciones están bien presentadas, puede ser sencilla. Si un estudiante de abogacía quiere venir a hacer un Master en derecho y tiene

Naturalmente en Florida hay una enorme comunidad de Argentinos. Si a eso le sumamos un gran clima y el tremendo crecimiento de Miami en cualquier métrica que quieras utilizar, es un combo perfecto. Miami en particular está recibiendo mucha inmigración interna también. Profesionales que huyen de ciudades más frías y superpobladas, aprovechando el crecimiento del teletrabajo, incluso en campos en donde Miami no tenía tanto peso, como las finanzas o el mundo tech y emprendedurismo.

¿Cómo ves a la Argentina a la distancia en cuanto al Poder Judicial y la política actual?

Complicada…Un paso adelante, dos atrás. Lamento mucho cómo nos cuesta ponernos de acuerdo en lo realmente importante y trabajar con un norte común por, no sé, ¿20 años?, independientemente de los gobiernos de turno. Nos quedamos mucho en discusiones estériles que sólo dividen y quitan energía y tiempo. Antes te hablaba de la capacidad del argentino y muchas veces se nota cuando sale al exterior y tiene que volver a empezar. Pero trabajar en equipo entre nosotros siento que nos cuesta. A veces me gustaría que

¿Alguna vez te planteaste volver?

La verdad es que sí…Tanto mi marido como yo tenemos nuestras familias en Argentina y los primeros años fueron difíciles. Aún hoy seguimos extrañando muchas cosas del día a día pero afortunadamente tenemos la oportunidad de viajar y lo hacemos una o dos veces por año.

¿Qué recomendación le harías a alguien que piensa en radicarse allá?

Que haga las cosas ordenadamente, que no se apresure, que una vez que esté instalado tenga paciencia, que mire mucho a su alrededor, porque la flexibilidad es clave. Las oportunidades acá muchas veces aparecen en el lugar menos esperado.

¿Cómo se vivió en Miami el triunfo de Argentina en la Copa del Mundo?

Con una enorme alegría. Hubo muchísimos festejos en Miami Beach y otras zonas con concentración de argentinos. Y la verdad es que como una está en contacto con muchos otros inmigrantes hispanos, fue muy lindo ver como nos iban sumando ese apoyo. Mi familia es muy futbolera -de hecho mi marido y mi hijo estaban en Qatar- así que lo viví con muchísima intensidad y con una enorme satisfacción por el país y por Messi en particular.

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