Salud ecientes investigaciones parecen concluir que la mejor manera de ser madre no es la que durante muchos años ha prevalecido en los modernas clínicas de Occidente, sino la que llevaban a cabo nuestras ancestras, es decir, en posición vertical y aprovechando la fuerza de la gravedad
H
oy en día, en países como el nuestro, y principalmente en zonas urbanas, la mayoría de la gente piensa que lo ideal para dar a luz es acudir a un hospital, esperar a que la dilatación llegue a cierto punto para que anestesien a la madre, y llevarla a la sala de expulsión en donde la acostarán para que el médico pueda hacer su trabajo con comodidad. Y ese es el punto, precisamente, que el médico esté cómodo a la hora de recibir a la criatura. Pero ni la madre ni la propia criatura son tomadas en cuenta en este proceso. Sin embargo, cada vez hay mayor evidencia que la posición horizontal no es la más adecuada para el parto. De hecho, en la antigüedad, y todavía en muchas comunidades rurales o indígenas, la posición de la madre es vertical, de manera que la fuerza de la gravedad ayude a la salida del bebé, con un menor esfuerzo de la madre y con una reducción de lo que se conoce como “sufrimiento fetal”. Los defensores de esta posición aseguran que la presión que ejerce la cabeza del bebé sobre el cuello del útero facilita la dilatación ya que se favorece un efecto hormonal que estimula la producción de oxitocina Además, en esta posición las articulaciones de la cadera tienen mayor
araucaria
P. 42
movilidad y oponen menos resistencia al parto; cosa que no ocurre con la mujer en posición horizontal y que, todavía hasta no hace mucho tiempo, llegaba a requerir el empleo de fórceps para apresurar la salida del bebé. Y ya sabemos todos los daños que podían provocar estos aparatos. Si, por otra parte, la madre flexiona sus rodillas al momento del empuje final, la expulsión se hace todavía más sencilla.
El parto en posición vertical parece estar asociado con varios beneficios, entre ellos, la reducción en la duración del período expulsivo del trabajo de parto. Mientras se espera confirmación sobre estos beneficios se debe permitir que las mujeres elijan la posición que deseen para tener el parto. Organización Mundial de la Salud
PROS Y CONTRAS
Y es que, de esta manera, la propia madre tiene control sobre el paso de la criatura a través del cuello del útero; en la posición tradicional, lo único que puede hacer es pujar y dejar todo en manos del médico partero. Por eso es que cada vez existen más especialistas que se inclinan por esta técnica e, incluso, la Organización Mundial de la Salud ha alertado acerca de las desventajas que se tienen en un parto en posición horizontal.
Ventajas
En todo caso, lo mejor será consultar con el médico y, si opta por esta modalidad para ser mamá, buscar alguna de las clínicas u hospitales que ofrecen este servicio. Algunos cuentan, incluso, con la llamada Silla Vertical que, a decir de sus creadores, pone la tecnología al servicio de una de las maneras más antiguas en la que los seres humanos llegamos al mundo a lo largo de la historia.
El médico tiene menor control sobre el proceso de parto, lo que podría ser una desventaja en caso de presentarse alguna complicación.
La fuerza de gravedad favorece la expulsión; se producen menos desgarres y el alumbramiento es más rápido.
Desventajas