LA INOCENCIA Y EL ASOMBRO EN SERES EXITOSOS

En mi opinión una de las etapas más bonitas de la vida es la niñez, es ahí cuando todo puede ser posible, la creatividad está en su máximo esplendor, el juego, la imaginación y la libertad de ser y de expresarse tal cual nace del corazón, la maravilla de todo esto es que nunca dejamos de ser niños, ese pequeñito vive dentro de nosotros y es importante escucharlo y reconocerlo.

Vivimos un día a día muy acelerado en permanente contacto con la tecnología, el tiempo pisándonos los talones, con miles de cosas por ver y hacer, donde existen muchas personas que con el paso del tiempo han perdido la capacidad de sorprenderse o de maravillarse por las cosas simples de la vida, lo cual es una tristeza, ya que para mí, encontrar el instante mágico que me regresa a la inocencia cambia mi panorama completamente y hace que me sienta más plena. Te has preguntado ¿cuándo fue la última vez que te diste la oportunidad de sorprenderte? Resulta interesante cuestionarnos y darnos cuenta qué tan frecuente le permites salir y expresarse a tu niño interior, darle el valor al asombro como fuente de conocimiento, sobre todo en nuestro mundo sobrecargado de estímulos banales en el que corremos el riesgo de una sobresaturación que bloqueé los sentidos para captar el misterio.

Porque, como afirmaba Albert Einstein, “el misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos”. Y más aún: “La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado el regalo”.

Cuánta sabiduría aporta la actitud de aprender de los niños para superar la rutina, para mirar la vida con gratitud, para llenarla de encanto y así superar la desmoralización racionalista-tecnológica creando una sociedad adulta llena de amor y valores.

Salir al encuentro de nuestro niño interior, nos pone en contacto con nuestra alma y en consecuencia con toda la potencialidad de nuestro Ser, creatividad, imaginación, asombro, experimentación, ausencia de juicio, vivir en el presente…¡magia pura!

Así que mi querido lector, te invito a que veas la vida con ojos de niño, como dice mi mentor y maestro Eder Campos: ”tranqui, no te tomes las cosas tan en serio”, dúdalo todo, cuestiónalo todo y permite que la magia te sorprenda.