Dentro de las infecciones parasitarias externas, una de las más frecuentes es la infestación por pulgas. Las pulgas completan su ciclo vital pasando por una etapa sobre el perro o el gato y luego en el ambiente donde habita el animal. Causan en las mascotas desde pulicosis alérgica hasta dermatitis alérgica en animales hipersensibles. La Dermatitis Alérgica por Picadura de Pulga (DAPP) es la alergia dermatológica más frecuente en los perros y gatos, es producida por una hipersensibilidad a la saliva de la pulga que al alimentarse entra en contacto con la piel de la mascota. En las personas, las pulgas pueden producir irritación cutánea y prurito moderado, así como ser vectores de enfermedades zoonóticas. Para un tratamiento efectivo para el control de las pulgas es fundamental realizar un manejo integral, primariamente sobre el perro para disminuir el mayor número posible en estado adulto, pero es fundamental la limpieza del ambiente para eliminar así los estadios inmaduros.
Otra de las infecciones parasitarias externas más frecuentes en animales de compañía son las infestaciones por garrapatas. Las garrapatas son parásitos chupadores de sangre distribuidos casi por todo el mundo. Normalmente, las consecuencias inmediatas de una picadura de garrapata son poco serias. En caso de una infestación intensa, puede haber anemia. A menudo aparece una reacción inflamatoria alrededor del punto de alimentación y pueden observarse complicaciones tras una eliminación incompleta de garrapatas (granuloma inflamatorio, nódulo, que dura varias semanas, absceso). La importancia médica de las garrapatas proviene en gran medida de su papel como transmisores de varias enfermedades por su amplia distribución en el entorno.
Todas las garrapatas responden exclusivamente a una combinación adecuada de temperatura, humedad, horas e intensidad de la luz. Cuando esta combinación aparece, las garrapatas están activas (en busca de hospedador) y el ciclo se desarrolla más rápidamente y con menor mortalidad. En ausencia de la combinación específica para cada especie, la mortalidad de las mismas es mayor. Las bajas temperaturas impiden el desarrollo del ciclo y la actividad de la mayoría de las especies. Para el tratamiento de las garrapatas, al igual que para las pulgas se debe de plantear un control integrado entre el animal y el ambiente.
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