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Un covidcito con Vaporub #Editorial

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“31 años de ofrecerte periodismo plural y crítico” #364

FEBRERO DE 2022

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DIRECTORIO DirecciónEMartín G. González Ramos Edición y diseño Jacobo Tafoya (edición e interiores) Erasmo Bernadac (portada)

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Por parte del gobierno federal y el de muchos gobiernos estatales, la pandemia del COVID-19 ha sido, por decir lo menos, ineficiente y, en no pocos casos, altamente irresponsable. El número de muertes oficiales alcanzó las 302,721 y el número de contagios 4 millones 595 mil 589 personas, en tanto que el conteo de los casos activos, también en números oficiales, es de 353 mil 885, todo esto al corte del 22 de enero de 2022. En números reales el INEGI calcula que, con base en las actas de defunción, el número de muertes se acerca al medio millón de mexicanos. Esto nos coloca a nivel mundial entre los países con una más ineficiente gestión de la pandemia, la cual se ha desatado en una “cuarta ola”, que está superando, con mucho, el número de contagios que las anteriores, pero ahora con la nueva variante Ómicron y la Delta, que había dominado en la “tercera ola”. Ante esto el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, ha vuelto a cometer graves errores. El primero de ellos es desestimar la aplicación de pruebas para la detección oportuna del virus y evitar su propagación exponencial, pues sin la aplicación de pruebas una persona infectada de COVID-19 puede estar socializando durante varios días, sin saber que tiene el padecimiento. Y no se quiere recomendar como indispensable el uso de pruebas porque el gobierno federal no quiere gastar en ellas, ni proporcionar el servicio, de ahí que la mayoría de las pruebas que se realizan sea en laboratorios particulares, con costos para el ciudadano. El segundo error ha sido afirmar públicamente que la variante Ómicron es algo así como una gripa y se debe atender como tal, lo que científicamente es una aberración y ha hecho que la pandemia se dispare, provocando que el registro oficial de casos activos esté cada vez más distante de los números reales, que son muchísimo más altos. La cereza del pastel ha sido la aparición en televisión del propio presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, quien se ha vuelto a contagiar, en buena medida por su negativa inexplicable al uso del cubrebocas. Ya infectado estuvo en rueda de prensa y en reunión con algunos ministros, pero aparece en televisión afirmando que, efectivamente, el COVID-19 es como una gripa moderada, chiquita, un covidcito, que se estaba atendiendo con Paracetamol, miel de abeja y ungüentos de VapoRub. Hizo inclusive una exhibición coreográfica de tomarse la temperatura con un termómetro de “pistola” de rayos infrarrojos y metió su dedo en un oxímetro. ¿Cuál es el mensaje con semejante actitud? ¡No hay ningún problema! ¡No tengan miedo, pueden enfermarse y no pasa nada! ¿Y el 30 por ciento de la población que no está vacuna? ¿Y nuestro segundo lugar mundial en diabetes e hipertensión? ¿Y la gente mayor? Una irresponsabilidad enorme, que se reflejó en las fiestas de este fin de año, donde muy pocos se cuidaron y ahí están las consecuencias, pero los eventos no esenciales y las actividades de diversión no pueden parar, para eso hay Paracetamol, miel de abeja y VapoRub.

Editorial Un covidcito con Vaporub

por: Rodrigo Tejeda

La realidad del presupuesto 2022 PEMEX CFE y

por encima del bienestar

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF)

para 2022, aprobado sin cambiarle una coma por los legisladores morenistas, asciende a 7 billones de pesos, pero el gobierno sólo tiene menos de 2 billones de pesos como lo que se denomina Presupuesto Total Disponible, de los cuales destinará a PEMEX y CFE 64.5% de ese total y apenas un 26.9% a todos los programas denominados del bienestar, de los cuales tan solo un 17.2% se traducen realmente en asistencia social, descuidando al sector educativo, al sistema de salud pública y a la atención social, entre otros renglones básicos.

La propaganda de que el de la 4T es un gobierno orientado al bienestar social, al momento de analizar la asignación presupuestal para este año resulta un mito; un discurso que en la práctica no se sostiene y, por el contrario, orienta el gasto público a la monstruosa y deficitaria paraestatal petrolera que es PEMEX y a la CFE, otra empresa manejada con políticas financieras y tecnológicas obsoletas, las que se pretende reforzar con una reforma eléctrica que parece condenada al fracaso. En medio de una pandemia y una economía severamente golpeada, además este presupuesto de egresos está fincado en que el país crecerá económicamente este año un 4.1%, cuando los especialistas empresariales estiman que un pronóstico optimista es apenas de un 3.0%, en tanto que la inflación cerró un poco arriba del 7% en 2022, en lo que se refiere a productos básicos, pero en materias primas e insumos los incrementos han sido mucho mayores en varios sectores de la economía. En el Plan Nacional de Desarrollo (PND), en 2019 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fijó 30 Programas y Proyectos Prioritarios (PPP), de los cuales 11 de ellos eran sus programas estrella, orientados a los más pobres del país y los denominó como “del bienestar”, los demás estaban orientados a varios sectores, pero ya desde 2021 PEMEX y CFE se convirtieron en la prioridad, bajo el absurdo planteamiento ideológico de “rescatar la soberanía nacional”. Después de destinar 1 billón 17 mil 549 millones de pesos a gas, petróleo y electricidad y 451 mil 299 millones a los demás programas del bienestar, sólo queda una cantidad bastante baja para invertir en proyectos de infraestructura básica del país. Pero además en la distribución de recursos de los 11 programas sociales destinados a la población más pobre, este año de 2022 se presenta una fuerte desproporción, al asignar el 56.7% del total al programa denominado de Pensión Universal para los Adultos Mayores, el cual tendrá un presupuesto de 238 mil 14 millones de pesos y el total de los 11 programas es de 451 mil 299 millones de pesos, con lo cual se están asignando recursos apenas simbólicos a la infancia, a las mujeres y al resto de la población en

condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Para asignar más recursos al programa de adultos mayores, que es política y electoralmente el más rentable, programas como el de Jóvenes Construyendo el Futuro pasó de un presupuesto de 50 mil 245 millones en 2019 a sólo 21 mil 196 millones para 2022. Fueron eliminados los proyectos Internet para Todos, Tandas del Bienestar, Crédito Ganadero a la Palabra y el del Lago de Texcoco, éste último sin tener ninguna referencia sectorial o presupuestal de origen. La modernización del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tenía en 2019 una asignación presupuestal de 3 mil 438 millones de pesos, pero en este año pasó a tan solo 680 millones de pesos, cuando sigue siendo el aeropuerto internacional más importante del país y podría llegar a colapsar, en opinión de los expertos. En el sector agrario, territorial y urbano, el programa Mejoramiento Urbano pasó de 9 mil 9 millones de pesos en 2019 a tan solo 4 mil 180 millones, menos de la mitad, en tanto que el programa Reconstruyendo Esperanza bajó de 9 mil 69 millones de pesos a tan solo 1 mil 943 mdp.

TODO A LOS PROYECTOS INSIGNIA

Mientras que se ha negado cualquier tipo de apoyo o estímulo a las micro y pequeñas empresas del país, principales generadoras de empleo, los proyectos insignia del sexenio siguen recibiendo recursos, sin que muestren su viabilidad y beneficio social. Para el Tren Maya se asignaron recursos por 62 mil 942 millones de pesos; la refinería de Dos Bocas recibirá 45 mil millones de pesos y para concluir la remodelación del Aeropuerto Felipe Ángeles se destinaron 11 mil 31 millones de pesos más.

Para dar una idea más cercana de las desproporciones en la asignación de recursos federales, para el Sector Agricultura y Desarrollo Rural, que incluye cinco programas y proyectos prioritarios a nivel nacional, se están destinando tan solo 26 mil 695 millones de pesos, mientras que el programa Sembrando Vida, incluido en el Sector Bienestar, tiene una asignación para 2022 de 29 mil 446 millones de pesos. Es otro de los programas política y electoralmente muy rentables. En el sector salud, se asignaron 77 mil 572 millones de pesos al programa de atención médica y medicamentos gratuitos, lo que es un incremento muy importante y puede verse como un acierto, pero gran parte de este presupuesto se está destinando al llamado INSABI, a través del Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI), una estructura que ha mostrado hasta hoy una fuerte desorganización y una gran ineficiencia. Considerando todo el rezago y las necesidades de nueva infraestructura de salud en el país, resulta incongruente asignar 77 mil 572 millones a este sector y 238 mil 14 millones a un programa como es la llamada pensión universal a los adultos mayores, cuando son los adultos mayores la población que más servicios de salud requiere. Sólo la pandemia ha hecho reaccionar al actual gobierno en la inversión al sector salud, pues en 2019 apenas se le asignaron 7 mil 67 millones de pesos a este sector, pese a las muy deplorables condiciones en que se encontraba, las cuales fueron a peor cuando se decidió eliminar el sistema de adquisición de medicamentos para el sector público, el cual no se ha podido restablecer hasta la fecha en su totalidad, delegándole la función al ejército, que se ha vuelto el remedio de todos los males.

Es, afirma Carlos Urzúa, “el presupuesto de un hombre” :

el presidente, quien personalmente quita o aumenta el gasto a los renglones que son de su preferencia.

¿DE DÓNDE SALDRÁ EL DINERO?

Además de enfrentarse al problema crónico que señala el exsecretario de hacienda, Carlos Urzúa, de que el gobierno federal primero decide el gasto y luego se pone a ver de dónde obtiene los recursos para cumplirlo, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2022 muestra fuertes inconsistencias e incongruencias. La más importante es que del presupuesto total disponible sólo una parte menor se está destinando realmente al bienestar social, pero además se está descuidando por completo la inversión en infraestructura básica del país. Es un presupuesto que está manejado, en muchos de sus renglones, con criterios político-electorales, pero, lo que es todavía más delicado, en sus renglones principales de gasto hay una fuerte influencia ideológica, que nada tiene que ver con los intereses económicos reales del país. La mayoría de los recursos presupuestales disponibles, después de descontar el gasto ineludible y ya comprometido, se está invirtiendo en la muy riesgosa política petrolera y de energías sucias para el país, cuando la tendencia de los mercados en el mundo es apostar por las energías limpias y abandonar gradualmente el petróleo y sus derivados. Por razones ideológicas, López Obrador está empeñado en lo que llama como la “autosuficiencia energética”, pero bajo un esquema que estuvo vigente hace cinco décadas. La obsesión llega a tal grado que se tiene proyectado dejar de exportar petróleo crudo en 2023, destinando toda la producción a su refinación, para dejar de importar gasolinas, activando todo el sistema de refinadoras del país y la nueva planta de Dos Bocas. En la opinión de los expertos, Pemex estaría dejando de ingresar anualmente 25 mil millones de dólares y, hasta ahora, no existe ninguna otra fuente real de ingresos que puede sustituir lo que ingresa por la venta de crudo, además de que México quedaría fuera del mercado internacional y perdería sus clientes, que serían sustituidos por otras empresas. Lo más destacado del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022, en la opinión de expertos como el mencionado Carlos Urzúa, exsecretario de Hacienda, es que está planteado como si no existiera la pandemia y sin pensar en una reactivación y crecimiento de la economía real del país. Es, afirma Urzúa, “el presupuesto de un hombre”: el presidente, quien personalmente quita o aumenta el gasto a los renglones que son de su preferencia. Si se compara el Presupuesto de Ingresos de la Federación para 2022, es de 6 billones 172 mil 635 millones, mientras que el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022 es de 7 billones 88 mil 250 millones de pesos; la diferencia es de 915 mil 615 millones de pesos. ¿De dónde saldrán todos estos recursos? Provendrán necesariamente del financiamiento, esto es de la adquisición de deuda. El presupuesto de este año es el más grande desde el 2015, lo que puede incrementar la deuda en un 21% con respecto a 2021, lo cual no es necesariamente negativo si este endeudamiento se destina a una inversión productiva y al impulso de la economía, pero éste no es el caso. Además, el cálculo de las variables macroeconómicas con base en las cuales se elaboró el Presupuesto de Ingresos para 2022, en la opinión de los expertos y de instituciones como el Banco de México, la OCDE y el FMI, se ubica en el extremo optimista, lo que es muy riesgoso, debido a que las variables de la economía pueden ser menos favorables. Como ya se indicó, el cálculo del crecimiento de la economía del país se fijó en 4.1%; la inflación en un máximo de 3.4% (casi la mitad del cierre de 2021) y el tipo de cambio promedio del dólar en 20.3 pesos. Si estas variables son más conservadoras, junto con el precio del petróleo mexicano, habría que recurrir a un endeudamiento mayor, en un gobierno que prometió que no aumentaría ni un solo peso a la deuda pública. Al final, lo más penoso es que este abultado presupuesto no disminuirá el número de pobres en el país, lo que ha aumentado a raíz de la pandemia.

por: Eugenia Rodríguez

La ayuda a adultos mayores no debe ser universal

Elisa y Eduardo son una pareja de adultos mayores; él tiene 81 años, ella 80. Viven en la colonia San Isidro, un sector de clase alta de la ciudad de Torreón. Él percibe una pensión mensual de 50 mil pesos, como producto de su jubilación, además de un seguro de gastos médicos mayores. Además de la casa donde viven tienen otros bienes y ahorros de consideración, pero están inscritos en el programa denominado Bienestar de las Personas Adultas Mayores y van a recibir, en este 2022, la suma de 3,850 pesos bimestrales cada uno, lo que hace un total de 7,700 pesos bimestrales. Es más que evidente que Elisa y Eduardo no tienen ninguna necesidad de carácter económico; por el contrario, tienen su vida económica resuelta, pero se han inscrito a dicho programa bajo el argumento un tanto cínico de “mejor que nos los den a nosotros y no que se los roben”. Santiago, de 66 años, es empresario del ramo transportista, ya todos sus hijos son autosuficientes hace años, tiene su casa en la colonia residencial Campestre La Rosita. Aunque son años difíciles le sigue yendo bien en su negocio; tiene además varias propiedades y no tiene más dependientes que su esposa, de 64 años, su vida está también resuelta económicamente, pero ya está dentro del programa de asistencia para los adultos mayores. Ambas familias son acérrimos críticos de las políticas económicas del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero se repite ese argumento cínico: “de que se lo robe un funcionario a que me lo den a mí, mejor que me lo den a mí”. En contraste, Soledad, una anciana viuda de 80 años, quien vive en la colonia popular La Moderna, de

Torreón, espera con ansiedad cada fecha de entrega de los 3,850 pesos, porque con ella se ayuda para la compra de su despensa básica, pues aunque tiene cuatro hijos, sólo uno de ellos le proporciona ayuda y otro le permite vivir en un cuartucho en la parte trasera de su casa. Soledad quedó completamente desprotegida con la muerte de su esposo, lo que ocurrió hace ya ocho años. Para ella esta ayuda resulta indispensable y más que justificada. Al hacer universal la ayuda para adultos mayores y bajar a 65 años la edad para obtenerla, además considerando los incrementos que se han venido dando, este programa se ha convertido, con mucho, en el más importante de todos los programas denominados del bienestar, y es equivalente a lo que se gastará en los otros 11 programas estrella de AMLO. De acuerdo al Presupuesto de Egresos del Gobierno Federal para 2022, se han destinado 238,014.7 millones de pesos a los adultos mayores, cuando en 2019 este programa tenía un presupuesto de 100,000 millones de pesos. En lo que va del sexenio tiene un incremento de 138%. Los expertos independientes en temas de asistencia social y de economía estiman que para 2022 al menos un tercio de los adultos mayores que recibirán este subsidio gubernamental no lo necesitan, pero es muy redituable en términos políticos y electorales. Hacer el programa universal implicará un sobregasto de por lo menos 75 mil millones de pesos tan solo en 2022, dinero que se restará a sectores nacionales tan prioritarios como el sistema educativo y el de salud.

MENOS A LAS MUJERES Y A LOS JÓVENES

Para este año de 2022 se han realizado importantes modificaciones en la asignación de recursos a los programas asistenciales, denominados del bienestar,

Los expertos independientes en temas de asistencia social y de economía estiman que para 2022 al menos un tercio de los adultos mayores que recibirán este subsidio gubernamental no lo necesitan

a varios de los cuales se les ha retirado presupuesto, privilegiando a los adultos mayores y disminuyendo apoyos a jóvenes y mujeres en condiciones de precariedad económica. Por citar algunos ejemplos: el programa de niños y niñas hijos de madres trabajadoras tenía en 2019 un presupuesto de sólo 2 mil 314.6 millones de pesos. Para 2022 el presupuesto ha ascendido apenas a 2 mil 785.3 millones de pesos. Este programa es en realidad el programa de asistencia a guarderías y estancias infantiles y, considerando las tendencias del mercado de trabajo en México y las condiciones de las madres trabajadoras, debería tener un presupuesto mucho mayor. El programa denominado “Tandas para el Bienestar”, que estaba destinado básicamente a mujeres emprendedoras de sectores populares de la población, tenía inicialmente un presupuesto de 3 mil 438.8 millones de pesos en 2019. En este año de 2022 ha sido suprimido. El programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, que ha tenido muchos problemas en su implementación y prácticas de corrupción, tenía un presupuesto de 50 mil 245.9 millones de pesos anuales. Para 2022 se ha reducido este presupuesto a 21 mil 196.6 millones de pesos. En general los programas asistenciales destinados a los jóvenes tuvieron muy bajos incrementos para este 2022.

LAS RAZONES POLÍTICAS

En enero de 2021, de cara a las elecciones de diputados federales, el diario capitalino El Financiero realizó un estudio de preferencias electorales muy amplio entre la población de todas las edades, sectores sociales y niveles de educación, en el cual se reflejaron de manera nítida cuáles eran las tendencias entre el partido oficial Morena y sus opositores. En el grupo de población de más de 50 años, Morena tenía una ventaja muy grande de dos a uno con respecto a la oposición, pero en el grupo de población de 18 a 29 años se daba un empate en las preferencias, con 27% para Morena y 28% para la oposición. En el grupo con escolaridad baja -nivel de primaria y primeros años de secundaria-, Morena tenía una preferencia de 45% frente a sólo 21% de la oposición, pero a medida que el nivel educativo va ascendiendo la preferencia por Morena disminuye también gradualmente hasta alcanzar una diferencia de tan solo 5% a favor de Morena. Analizando las preferencias por regiones del país, en la región sur se da el mayor porcentaje de preferencia para Morena, con un 54% frente a tan solo un 14% de la oposición. En la región centro-occidente la preferencia por Morena era de 45% contra 22% de la oposición, pero estas tendencias sufrían un cambio muy notorio en el centro y norte del país, donde se presentaba lo que se podía considerar como un empate entre Morena y la oposición, al superar esta última al partido oficial con 2 a 3%. Si se hace una revisión del gasto gubernamental federal en los llamados programas del bienestar y de los programas prioritarios, se puede observar que la mayor cantidad está destinada a las regiones sur y centro del país, a los adultos mayores y a sectores con niveles de educación bajos, donde se concentra precisamente la mayor parte del voto general hacia el partido Morena y sus aliados. Dar dinero, inclusive a quien no lo necesita, es muy rentable electoralmente y hacia allá se ha orientado el gobierno de AMLO.

por: Sofía Ramírez A. fuente: expansión.mx

5 claves para entender el presupuesto 2022

El pasado 8 de septiembre, el gobierno federal entregó a la Cámara de Diputados el Paquete Económico 2022, que no es otra cosa que la información que estima los ingresos –según lo que se estipula en la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación– y los egresos –en el proyecto de Presupuesto de Egresos– durante el próximo año. Este Paquete Económico tiene sin duda algunos aciertos importantes, como destinar 26.5 mil millones de pesos a la campaña de vacunación contra el COVID-19 o que los productos de gestión menstrual estén gravados con una tasa de 0% de IVA, en vez de 16%, para hacerlos menos onerosos y que más niñas y mujeres puedan acceder a ellos. Pero de fondo, el Paquete tiene, al menos, cinco grandes problemas . El primero es la falta de planeación respecto a las presiones fiscales: de dónde van a salir los ingresos necesarios para pagar todos los gastos ya comprometidos, como las pensiones y los programas para adultos mayores, o la deuda. Según relata Carlos Urzúa, en México primero se revisan los compromisos de gasto y luego se buscan formas de generar los ingresos. El segundo problema son las cuentas alegres que plantea el Paquete. Dado que la promesa del presidente ha sido no incrementar la deuda ni los impuestos, la Secretaría de Hacienda ha tenido que justificar de dónde va a salir el dinero extra que se necesita para recaudar

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