El Triángulo de Bermúdez y otros cuentos

Page 117

a los imbéciles que dejan esperando a los demás, a las estúpidas secretarias que comen chicle y se pintan las uñas en la recepción de los hoteles. Luego de esa descarga, todavía con la ropa húmeda opto por olvidarse del asunto y entregarse a lo que estaba allí, esperándolo, su novela: Crimen y Castigo. Ese pequeño e insignificante escollo no le iba a amargar la vida. Total, yo no quería ser Office Boy –se dijo y abrió el libro que estaba en la mesita de noche-. Mañana hablo con Clemencia.

117


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.