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SALUDA DE LA PARROQUIA

LA LUCHA SIGUE.

La historia del barrio de Capiscol ha sido una historia de lucha y supervivencia. El barrio pequeño que no quiere perder su identidad frente al grande, barrio periférico que quiere tener los mismos servicios que los del centro, barrio trabajador que se considera igual frente a los de los “señoritos”.

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Esta lucha ha sido posible gracias a los vecinos y vecinas de Capiscol que han sido capaces de juntarse, incluso renunciando a ciertas preferencias, para crear conciencia de barrio y reivindicar sus derechos.

Gracias a ellos las generaciones presentes podemos disfrutar de un barrio pequeño y familiar, en donde casi nos conocemos, con sus propias tradiciones y maneras.

Pero la lucha sigue. Una lucha que está marcada en este momento por conseguir un centro de salud que responda a las necesidades socio-sanitarias de nuestro barrio. Pero también por adecentar el patio de la iglesia y conseguir sea un centro neurálgico en donde puedan convivir y encontrarse los vecinos: los niños, los ancianos, las familias y los jóvenes. Por buscar una solución al Silo y a los campos deportivos cercanos. Hay que luchar por un barrio vivo, en el que haya un comercio de proximidad y cercano.

Como antes, ahora hay que juntarse todos los vecinos, como cuando pingamos el Mayo. Los de una cuerda, los de otra, los de más allá y los de más acá, pero todos juntos, poco a poco, en coordinación para levantar nuestro barrio y que sea un lugar bueno para vivir.

Ahora toca divertirse, bailar, celebrar, disfrutar, con motivo de la fiesta de la Ascensión del Señor, pero luego, vecinos y vecinas de capiscol, la lucha sigue.

Felices Fiestas.

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