Question en PDF - Marzo 2019

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marzo de 2019

Alerta

ante la nueva hoja de ruta de la agresión de EEUU

Tras el fracaso de la Operación Cúcuta, EEUU hace tiempo en la ONU, sin encontrar cómplices para su invasión.}

Negociación, invasión, invisibilización, y

nueva fecha clave, 10 de enero


Alerta ante la nueva hoja de ruta de la agresión de EEUU Aram Aharonian| Las autoridades venezolanas dudan de las matrices emitidas desde Washington y promocionadas por los grandes medios de comunicación, que suavizan la agresión y los planes de injerencia de EEUU en el país, nueva “hoja de ruta” que califican de “adormecedores” para que bajen la guardia. Mientras, Caracas puso sus condiciones para un eventual diálogo con la oposición, que pueda superar la crisis. Elliott Abrams, el representante especial para Venezuela de Trump negó –en entrevista con Patricia Janiot, de CNN en español- la posibilidad de una intervención militar para derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro, aseguró que tampoco harán uso de la fuerza para introducir la ayuda humanitaria ni en caso de que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, sea arrestado al regresar a su país. La aseveración del funcionario es interesante: se desmintió a sí mismo, al presidente Donald Trump, al vice Mike Pence, al secretario de Estado Mike Pompeo y al llamado “gabinete de crisis”. “Nosotros hemos dicho que no vamos a usar fuerza militar (…) la acción militar no es una buena idea, es decir, ese no es el camino que EEUU está siguiendo”. Lo cierto es que venían amenazando con esa posibilidad hasta el fracaso de la Operación Cúcuta, el fin de semana anterior, cuando el mundo les dijo no. Para la inteligencia venezolana la última opción para evitar que se realice el diálogo entre el gobierno y la oposición es una operación de “bandera falsa” para asesinar a Juan Guaidó y que toda la prensa trasnacional, cartelizada y concertadamente, culpe a Maduro. Condiciones para un diálogo En vista del aparente giro estadounidense, el gobierno de Venezuela planteó cinco puntos concretos para negociar con la oposición la apertura de un proceso político de diálogo: respeto a la soberanía, derecho a

la paz, levantamiento de las sanciones, un mecanismo que permita dirimir las diferencias políticas y la no injerencia de otras naciones o gobiernos en los asuntos internos del país. Así el gobierno muestra que estaría dispuesto a negociar en una posible mesa de diálogo elecciones presidenciales, como lo planteó el Grupo de Contacto Internacional, convocado por la Unión Europea y Uruguay. Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación, quien participó en el proceso de diálogo con la oposición que se realizó entre 2017 y 2018 en República Dominicana, destacó que el boicot a la elección venezolana se hizo para tener el argumento de la agresión que actualmente están intentando perpetrar contra Venezuela. Lo que buscaba la oposición, a juicio del ministro, era alimentar un expediente de falsos positivos para desconocer los resultados electorales y facilitar un intento de golpe de Estado apoyado desde el exterior. Rodríguez denunció, asimismo, que las cuentas del Estado son objeto de constantes bloqueos y que uno de ellos es impuesto por Mark Zuckerberg, que les prohíbe publicar anuncios en las redes sociales que el estadounidense dirige: Facebook, Twitter e Instagram. El gobierno bolivariano también denunció la presencia de grupos paramilitares próximos a la frontera, en la región colombiana de Santander, donde incursionan cerca de 400 elementos irregulares armados financiados por Colombia con fondos de la Agencia de la ONU para los Refugiados, e instó al organismo internacional a investigar esta anomalía. El canciller ruso, Serguei Lavrov, externó el sábado último su condena al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, por las amenazas contra el gobierno legítimo, una injerencia flagrante en los asuntos internos de un Estado soberano y una vergonzosa violación del derecho internacional contra Venezuela. La conversación se realizó por la iniciativa de Washington y señaló que Rusia está dispuesto a celebrar consultas bilaterales sobre Venezuela siempre que se acaten los

principios de la Carta de la ONU, ya que sólo los venezolanos tienen el derecho a determinar su futuro. En Venezuela, la oposición política ha guardado silencio (más allá de los dirigentes que viajaron a Washington para anotarse en un eventual gabinete del autoproclamado presidente), expectante de los pasos que pudiera dar Washington con Guidó como punta de lanza, conscientes de su poca credibilidad del conjunto de la oposición), su desunión, y de la resignación de una ciudadanía opositora que otra vez se vio traicionada por su líderes que desde hace 20 años intentan sacar al gobierno bolivariano por las malas, a sabiendas que en una contienda electoral difícilmente se puedan imponer. El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, confirmó que recientemente desertaron más de 100 miembros, entre los que figuran guardias, suboficiales y algunos oficiales, y aseguró que éstos recibieron ofertas hasta de 20 mil dólares para abandonar las filas. En este contexto, la Gaceta Oficial de Venezuela publicó un decreto presidencial que degrada y expulsa a 116 miembros y profesionales militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que recientemente desertaron. Padrino replicó así al director de Migración de Colombia, Christian Krüger, quien indicó que 567 militares venezolanos habían desertado para luego cruzar hacia territorio colombiano. La FANB están integradas por 235 mil elementos. Sin embargo, Guaidó reiteró en Twitter: Habrá amnistía y garantías para todos aquellos (militares) que se pongan del lado de la Constitución. Quienes vayan en contra del pueblo tendrán que asumir las consecuencias de sus acciones ante la justicia. Las debilidades y errores de Nicolás Maduro y la difícil situación interna en materia de alimentos y remedios contribuyeron a fortalecer, en sus opositores, la perspectiva de una rápida caída de ese gobierno. Sin embargo el arraigo del proceso iniciado por Chávez demostró que ello no sería una cuestión de “soplar y hacer botellas”,señala Juan Guahán..


Es cierto, el país sigue en crisis, el gobierno no acierta con soluciones, pero los venezolanos están festejando el carnaval, sin salir del estado de alerta. Demasiados intereses Al momento que se le preguntó a Abrams cómo imaginaba el fin del régimen de Maduro, Abrams dijo a Patricia Janiot que “Va a llegar el momento cuando la gente alrededor suyo le va a decir: es hora de que usted se vaya; el cambio es esencial ahora. Creo que vamos a llegar a ese punto”. También habló de la injerencia de efectivos cubanos en Venezuela, y dijo que sin ellos Maduro ya hubiese caído. Cuando debió responder sobre si veía a Maduro en el poder en un año, dijo: “No lo veo, imposible escoger un día”.Elliott Abrams Abrams, funcionario condenado judicialmente por mentirle al Congreso durante la intervención clandestina de Washington en las guerras de Centroamérica en los 80 y denunciado en esos años por encubrir abusos masivos a los derechos humanos en esa región, resaltó que desde su gobierno ejercerán solo “presiones diplomáticas, financieras y políticas” para conseguir la “caída del régimen”. Tras ratificar nuevas sanciones y revocaciones de visas en apoyo de su objetivo de derrocar al gobierno de Maduro. Argumentó que los que “abusan derechos humanos, roban al pueblo venezolano o socavan la democracia de Venezuela no son bienvenidos en Estados Unidos” y admitió que Washington continúa instando a otros países a aplicar “presión económica”, como apropiarse de los dineros venezolanos. Al parecer ya no están todas las opciones sobre la mesa, comentó Janiot. En respuesta a preguntas sobre el fracaso de la operación de entrega de “asistencia” el sábado pasado, afirmó que “no estoy preocupado por la pérdida de ímpetu que algunos alegan”. Argumentó que Guaidó se ha vuelto “una figura internacional” en la última semana, y se entrevistó con varios presidentes y el vicepresidente Mike Pence. Ante afirmaciones del gobierno ruso de que Washington busca provocar mayor inestabilidad en Venezuela para justificar una intervención militar, Abrams comentó: “No estamos intentando hacer eso” y aseguró que la política de Washington es

de “presión económica, financiera, política y diplomática sobre el régimen de facto en Venezuela en apoyo de Juan Guaidó… y el pueblo venezolano”. Por su parte, el canciller ruso Serguei Lavrov dijo que su país no excluye que EEUU pueda llevar a la práctica sus amenazas de intervenir militarmente en Venezuela, a pesar de que la inmensa mayoría de países rechaza esa opción por violar todas las normas del derecho internacional y apoya la búsqueda de una solución negociada. “Si ello llega a suceder, habrá caído la máscara de las intenciones reales de la política de Washington en América Latina: no le interesa para nada, como quiere hacer creer, la democracia en la región, pretende sólo someter a quien se atreva a no cumplir sus órdenes”, añadió, tras indicar .que la política injerencista de Washington, abiertamente insultante para los países latinoamericanos, “difícilmente pueda contribuir a aumentar el prestigio de EEUU en la región”.Resultado de imagen para koch y soros El reiterado interés estadounidense en meterse en Venezuela tiene varios nombres y apellidos concretos que se mueven públicamente, o entre bambalinas, por sus propias conveniencias individuales o de sus empresas. Entre los grandes decisores políticos, junto al presidente Donald Trump, se mueven personajes como Mike Pompeo, Secretario de Estado; Mike Pence, Vicepresidente y el senador Marcos Rubio, quienes integran un poderoso trío que promueve la intervención directa, incluida la guerra en la región. Ellos están muy vinculados a los hermanos Koch cabeza de un grupo económico del sector energético. Una de sus empresas, FertiNitro, fue expropiada en Venezuela y tiene un multimillonario reclamo contra el país. El informe, “Gold and Grief in Venezuela’s Violent South” (Oro y dolor en el violento sur de Venezuela) es de una ONG estadounidense (International Crisis Group) del magnate George Soros, por demás interesado en el oro venezolano. Agregue, además, a la Fundación Ford y la embajada británica Ayuda despolitizada, pide la UE El Grupo de Contacto Internacional (GCI) sobre Venezuela, empujado por la Unión Europea, consideró necesario que

se haga llegar una ayuda humanitaria “despolitizada” liderada por la ONU u otros organismos internacionales, mientras el gobierno de Nicolás Maduro rechazó las sanciones de Washington contra cinco militares y un director de la policía nacional venezolana por obstaculizar el ingreso de la “ayuda humanitaria” estadounidense. Durante su primera reunión del 7 de febrero, el GCI –con excepción de Bolivia y los estados miembros de la Comunidad del Caribe– firmaron una resolución que busca en la nación petrolera elecciones presidenciales “libres, transparentes y creíbles, de acuerdo con la Constitución venezolana”, así como abogar por una solución pacífica a la crisis política “excluyendo el uso de la fuerza”. Caracas señaló que “rechaza la pretendida imposición de medidas coercitivas unilaterales, de carácter ilegal, anunciadas por el gobierno de Estados Unidos en contra de oficiales militares venezolanos, como parte de la fracasada estrategia de Washington para propiciar un golpe de Estado”. La estrategia del estrangulamiento La estrategia de EEUU, mientras, es la de estrangular a Venezuela, económica y financieramente y para eso exige el apoyo de sus cómplices, cuando las advertencia de Rusia y China, que hicieron aparecer los fantasmas de la Crisis de los Misiles de 1962, parecen haber morigerado las apetencias de Washington, al igual que la falta de respaldo total por parte de los países latinoamericanos y caribeños. Por las sanciones, las refinerías de EEUU suspendieron la compra de 500,000 barriles diarios de petróleo de Venezuela, cuota que fue absorbida por China y principalmente por India, la que fue advertida por Washington de no comprar crudo de Venezuela (sigue haciéndolo y quizá por eso recibió un ataque misilístico desde Paquistán). Mientras, Rusia y China estudian intervenir en la estatal petrolera PDVSA para reorganizarla y recuperar la producción petrolera. Este acto de terrorismo de grupos controlados por la CIA contra tropas de la India y provocar un enfrentamiento con Paquistán, desencadenó la decisión de la India de distanciarse de EEUU y de acercarse a Rusia-China, una alianza posible que Washington tratará de impedir.


Y mientras tanto la economía... ¿dónde estamos y a dónde vamos?

Guaidó con buena Cia Y a todo esto, Juan Guaidó pasó -para la prensa hegemónica trasnacional- de ser el “presidente interino” a mero presidente de la Asamblea Nacional. Difícilmente puede seguir adelante en la escalada sin llamar de forma directa a una intervención extranjera, que mayoritariamente rechazan América Latina y la Unión Europea, y pareciera que EEUU tampoco estaría dispuesto a llevarla a cabo y menos cuando el frente interno de Trump parece desmoronarse. ¿Volverá a Venezuela o despachará desde Washington o Bogotá? Lo cierto es que más allá de una gira turístico-política por varios presidentes del Grupo Lima, no existe un próximo paso nítido en su hoja de ruta. En la reunión del Grupo de Lima en Bogotá, los medios estadounidenses filtraron que Pence le expresó que su opción seguía siendo la solución pacífica. Juan Guaidó viaja con su esposa, Fabiana Rosales, pero la mujer que lo maneja es Kimberly Breier, subsecretaria de Estado de EEUU para Asuntos del Hemisferio Occidental a partir de 2018, quien lo acompaña siempre (incluso lo hizo en Paraguay –donde fue recibido con honores de presidente-, Brasil, y Argentina, donde no). Breier hizo una maestría en la Universidad George Washington, famosa entre otros méritos por formar cuadros de la CIA, donde Guaidó realizó estudios de posgrado. No lo dicen los medios de izquierda sino la propia Casa Blanca: Breier, la guionista de Guaidó, habla español y fue reclutada por el tristemente famoso expresidente George W. Bush y se desempeñó durante más de una década como analista de la CIA y fue asesora de la Casa Blanca para asuntos relacionados con Brasil y el Cono Sur.​ Durante el Gobierno de Barack Obama, dirigió la Iniciativa Futuros México-Estados Unidos en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, en Washington.

Luis Salas Rodríguez Una vez que las amenazas de una invasión han quedado en stand by (que no desaparecido) es urgente volver los ojos hacia el tema económico, donde mientras tanto siguen ocurriendo cosas. Precios a la baja y DICOM estable: ¿se estabiliza la economía? Tal y como se reportó en las redes de 15 y Último y nuestros seguidores confirmaron, en las últimas dos semanas se observó una bajada significativa en los precios de un número importante de alimentos, tanto en Caracas como en otras zonas del país. Esto dio pie a que algunos especularan con la posibilidad de una estabilización de la economía, en espacial tomando en cuenta las medidas cambiarias tomadas por el BCV y el gobierno, coronadas con la corrida del 28 de enero, al día de esta publicación hace exactamente un mes. A nuestro modo de ver, y lo dijimos en su momento, este diagnóstico apresurado no era correcto, pues la economía no se estaba ni está estabilizando sino más bien en estado de shock, precisamente en parte por las medidas cambiarias pero sobre todo las monetarias. Igualmente, afirmamos que, más temprano que tarde, el paralelo volvería a subir. Y que lo que habría que esperar es cuál sería la respuesta oficial, habida cuenta de que la política de shock cambiaria sumada a la monetaria no solo resultarían inútiles para lograr sus objetivos manifiestos (estabilizar el tipo de cambio, los precios, proteger el poder adquisitivo de los salarios), sino que, en el “mejor” los casos, de alcanzar los dos primeros sería a condición de sacrificar el tercero. En cuanto a lo primero, la situación sigue siendo la misma: la economía no se está estabilizando sino que se encuentra en estado de shock, pero un shock que va en vías de convertirse en un estado catatónico. En cuanto a lo del paralelo, como se puede apreciar en la siguiente gráfica, desde el 19/02/19 –un día después de publicado nuestro articulo- inició una tendencia alcista que lo llevó el pasado jueves 21/02/19 no solo a superar el ancla impuesta por el BCV de 3.300 VES por US$, sino a ampliar la brecha actualmente por encima de los 400 VES, lo que es la tercera más alta de este 2019 y muy superior a con la cual cerró el mercado cambiario en 2018 A este respecto, es muy posible que lo que está apalancando el precio del paralelo

sean las siguientes cosas. Yendo de lo más fácil a lo más complejo, por su puesto, está la manipulación política en el contexto de golpe de estado en marcha. El problema con esta manipulación, es que si bien el marcador final es arbitrario en el sentido que no resulta de operaciones reales (no es un precio de mercado en sentido estricto), tampoco se puede despegar mucho de los precios de mercado con los cuales se transan dólares realmente, pues o paraliza dichos mercados y/o se deslegitima como marcador. En este sentido, la subida de eso que los analistas de derecha llaman eufemísticamente “dólar corporativo” y que no es sino el de las mesas de dinero clandestinas donde operan grandes peces, seguramente está empujando al marcador paralelo. Pero también debe estar influyendo la escasez de divisas en medio de un mercado que se paralizó por el shock del 28 de enero, así como la necesidad de los tenedores u oferentes de divisas de maximizarlas lo mejor posible (venderla lo más alto) dada la pérdida de poder adquisitivo de los dólares con respecto a meses anteriores (hoy día se necesitan entre 7 u 8 dólares para comprar lo mismo que antes se compraba con uno). Esto ya lo vimos a comienzos del año pasado, cuando el estancamiento del DICOM dio paso a otros marcadores muy por encima, entre ellos Air TM. Por otra parte, en lo que a los precios de los productos refiere, ya también esta semana aquellos que las dos anteriores venían cayendo –fundamentalmente en rubros como verduras, frutas, hortalizas, queso, huevos, carne de res y pollo- no lo han seguido haciendo o al menos no de manera tan generalizada y marcada, siendo, por lo demás, que otros precios se dispararon vertiginosamente en el mismo lapso, de manera especial los concentrados en agroindustria elaborada (caso productos Polar) así como los de higiene del hogar y personal y las medicinas. ¿Por qué la caída de los precios? Todo indica que, tal y como afirmamos, la principal causa de la caída observada en los precios, ha sido el subconsumo, es decir, una caída pronunciada de las ventas dada la contracción profunda del poder adquisitivo observada en enero-febrero, contracción causada a su vez por el rezago salarial ante los precios así como por la pérdida de valor de los bolívares en circulación, circulación a su vez restringida dada la política


de lobotomía monetaria aplicada por el BCV con el fin de sostener el ancla cambiaria. Lo que esto significa es que a los productos de primera necesidad o consumo masivo llegó con inusitada fuerza la contracción salarial. Es decir, en la recomposición de las canastas de consumo que la mayoría de las personas nos hemos visto obligados a hacer (dejar de comprar cosas “secundarias” para concentrarnos en otras más indispensables), cosas como la carne, el pollo, el queso, los huevos, etc., mal que bien se mantenían dada su importancia. Pero entre finales de enero y principios de febrero, una vez pasada la ilusión monetaria decembrina representada por los bonos, aguinaldos y las remesas, sumado a la fuerte corrida especulativa y cambiaria de diciembre-enero, dio como resultado que las familias contrajeran fuertemente su consumo, lo que significa menos ventas. También creemos que el cambio momentáneo en el diferencial fronterizo tras el shock del 28 de enero influyó a que productos como carne de res y leche e incluso muchas hortalizas que suelen ser llevadas de contrabando hacia Colombia se quedaran puertas adentro, aumentando la disponibilidad. Pudiera argumentarse que el repunte observado en los precios esta semana se debe a su vez al repunte en el tipo de cambio paralelo. Con toda seguridad influye. Pero el asunto es que la caída de los precios fue un fenómeno observado en las dos semanas comprendidas entre el 11/02/19 y el 24/02/19, siendo que el repunte del paralelo comenzó el 19/02/19, es decir, en medio de dicha caída. Desde luego, es verdad que el impacto de la subida del paralelo en los precios suele no observarse de inmediato, sino una o dos semanas después cuando toca la reposición de inventarios. Pero eso aplica para el caso de la inflación de costo, no la de expectativas, que es más inmediata y casi automática. ¿A qué se debe entonces que los precios hayan repuntado? Pues todo indica como principal razón la mejora relativa del poder adquisitivo al momento de hacerse efecti-

vos los bonos Angostura y de la Juventud vía Carnet de la Patria, lo que debe haber reanimado las ventas y por tanto la puja distributiva salario-precios. También hay que considerar que al revertirse la relación cambiaria en la frontera se presentan de nuevo incentivos para el contrabando. Igual hay que ver que pasa ahora dado el cierre de la frontera Y no menos importante: por más que caiga o se estanque el consumo, la subida vertiginosa de otros precios (medicinas, productos de higiene, alimentos procesados, etc.) en el mismo lapso que los del pollo, la carne, las legumbres, etc., se estancaba o caía, termina finalmente arrastrándolos al alza por una cuestión lógica de ajuste de los precios relativos. El trilema de la política económica: Como comentamos en un articulo previo, los objetivos de la política económica actualmente en marcha, en su conjunto, son una trinidad imposible. Es decir, las metas planteadas el 28 de enero (estabilizar el tipo de cambio, abatir la hiperinflación y proteger el poder adquisitivo), dada la política cambiari y monetaria escogida (aplicar un shock cambiario junto a una lobotomía monetaria) no pueden alcanzarse y en todo caso no las tres a la vez Me explico: y es que aunque es bastante poco probable que se alcance la estabilidad cambiaria (que ya vemos cómo va el paralelo otra vez) y aunque menos probable aún es que por esa vía se logre abatir definitivamente la hiperinflación, en el caso de que se logre es sencillamente imposible que se haga protegiendo ni qué decir recuperando el poder adquisitivo de los venezolanos. De por sí, es exactamente lo contrario: debido al carácter ortodoxo monetarista de la política, la única y remota posibilidad de alcanzar las dos primeras metas es yendo contra el poder adquisitivo, es decir precarizándolo, al aplicarle a los salarios e ingresos familiares una especie de ley de hierro ricardiana que los mantenga por debajo del nivel mínimo de subsistencia, y por tanto, no permita que la gente pueda

seguir pagando los precios y por esa vía alimentando la hiperinflación. Es fue la vía escogida por Caldera en 1996-97 y es la que actualmente usa Macri. Y más allá de otras consideraciones obvias, hay que dejar claro que es suicida desde el punto de vista político. En este sentido, se hace necesario insistir: tales políticas no solo resultarán siendo inútiles para alcanzar sus objetivos manifiestos sino que peligrosamente amplificarán los efectos del bloqueo actualmente aplicado contra el país (que todo indica se recrudecerá). El tema aquí es es que tienen un peligroso efecto contractivo, pues en vez de detener la caída de la actividad económica y reimpulsar un crecimiento la harán retroceder todavía más, si cabe pensarlo, con todo lo que eso implica desde el punto de vista social y político. Por último, pero no menos importante, la escasez de bolívares en circulación está acelerando dos distorsiones: de un lado que se presenten nuevos diferenciales entre los precios en efectivo y por pago electrónico, lo que dará lugar en cualquier momento nuevamente a la reventa de efectivo. Y del otro. que se acelere la desbolivarización de la economía, lo que crea las condiciones para una mayor anarquía monetaria o una definitiva dolarización. En la medida en que no hay dolares suficientes como para que se de una dolarización definitiva, lo más probable es que el escenario sea el de la anarquía monetaria (escenario Zimbabue), tomando en cuenta además la flexibilización que se ha hecho del uso de criptomonedas, que se agrega a la dolarización de facto de importantes sectores de la economía, sumado al uso del peso y el real en las fronteras con Colombia y Brasil respectivamente. En cualquier caso, lo más probable que luego de esa anarquía se produzca la dolarización, al menos que definitivamente quedemos en un limbo catatónico tipo Zimbabue. Desde luego nada de esto es inevitable, no estamos hablando sobre algo que inevitablemente pasará, solo decimos lo que es más probable que ocurra de seguir las cosas y las políticas tal cual están y van.


“El golpe fracasó” Eleazar Díaz Rangel- ÚN|

Así, en forma conclusiva, informaron el presidente Nicolás Maduro y otros altos dignatarios del gobierno que había sido derrotado el intento de golpe de estado que se venía fraguando desde hace tiempo. Ese anuncio estaba referido al golpe que buscaba la oposición extrema en la convicción de que el cerco económico y mediático y los exagerados y permanentes alzas de precios serían suficientes para crear un insoportable grado de descontento que llevarían al pueblo y sectores medios, con apoyo de desprendimientos militares, a una explosión social, la desestabilización del gobierno, y eventualmente su derrocamiento. Ese golpe fracasó. Después, hace muy poco, hubo nuevos planes a partir de las esfuerzos por introducir a la fuerza “ayuda humanitaria” y contando con un presidentico autoproclamado que ni siquiera les ha servido para un golpe “legislativo”, como los que hubo en Paraguay, Honduras y Brasil, planes estos con mayor participación de factores externos, particularmente de Washington y Bogotá, instigadores de los hechos ocurridos hace una semana en las fronteras con Colombia y con Brasil. En este caso, los servicios de inteligencia procedieron oportunamente lo que hizo que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con la sola deserción de cuatro efectivos de los 160 mil de la GNB, y la PNB, procedieron oportuna y certeramente y conjuraron estos nuevos intentos.. Ese golpe también fracasó. Pero resta una opción, la intervención militar de los Estados Unidos. Reiteradamente han dicho, tanto Donald Trump como su allegados de más confianza, que esa opción no ha sido descartada. La tienen ahí en espera, e incluso han agregado a Cuba y Nicaragua. Los paraliza que la mayoría de los jefes de estado de América Latina está en desacuerdo con el uso de la fuerza. Apenas el colombiano Iván Duque la ha apoyado, seguramente contando con las bases militares de EEUU, y sus propias fuerzas. A eso se añade que hay opiniones de oficiales estadounidenses que tienen reservas, seguros de que no será operación como las que realizaron en Grenada, Panamá o República Dominicana; aquí habrá mayor resistencia, de pueblo organizado y la fuerza armada. Y para tomar en cuenta, aunque sea difícil que lo hagan en la Casablanca, una agresión militar a Venezuela encontrará la resistencia de los pueblos y sus organizaciones sociales en la región y otros países, como nunca se había visto. Además, se han producido cambios en las posiciones de varios países. Por ejemplo, la Unión Europea ha expresado su desacuerdo con el uso de la fuerza militar, y para sorpresa de muchos el Grupo de Lima no pudo aprobar en Bogotá ua resolución en armonía con sus tradicionales posturas y también se pronunció contra el empleo de la fuerza. Hay que subrayar la consecuente posición de Rusia,que ha llegado a advertir a Washington contra una invasión a Venezuela, consciente como debe star que si cae Venezuela, América Latins regresará a su condición de patio trasero de EEUU. En tal sentido, debe destacarse la actividad de nuestra diplomacia con la Cancillería en la ONU y en otras instituciones. Y aquí debemos tener presente dos advertencias, la de Diosdado Cabello cuando alertó hace poco en una de esas multitudinarias y emotivas concentraciones, que todavía está vigente el peligro de una invasión militar de Estados Unidos, y que el pueblo debe permanecer unido y alerta ante esas amenazas. Y una del presidente Maduro, más amplia y más concreta, cuando llamó a “profundizar la organización para la defensa de la patria”. Exhortación, a la luz de los recientes atentados terroristas, debe extenderse a una mayor vigilancia y protección de bienes y servicios públicos.

Secuelas y cables sueltos Maryclen Stelling|

Superada la coyuntura del 23F, se potencian otros frentes de batalla, mientras que el diálogo, la negociación, la concertación o el gran acuerdo político nacional de todos los factores de poder, parecen alejarse. Cancelada o postergada la amenaza intervencionista disfrazada de crisis humanitaria, surgen dudas y secuelas que encienden el panorama político nacional e internacional. A nivel internacional, es imposible obviar la crisis ético-política que aqueja al Gobierno de Trump que podría obligarlo, con miras a sortearla, a profundizar medidas contra Venezuela. La supuesta ayuda humanitaria al país, alborotó el avispero de la región y dio pie a denuncias de verdaderas crisis en otros países, como la misma Colombia o Haití…naciones que aparentemente, por razones geopolíticas, no son prioridad humanitaria. El Grupo de Lima, con la participación del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, recula y emite declaración en la que rechazan el uso de la fuerza como fórmula para superar la crisis política en Venezuela. Se dice que Pence formuló reproches a Guaidó en la cumbre de Bogotá. Por las redes se responsabiliza al Grupo “de cualquier cosa que pueda sucederle a Guaidó”. Riposta el Grupo, y denuncia que “hay serias y creíbles amenazas a la vida de Guaidó y su familia”. ¿Colgado de la brocha? Retrasa Guaidó su vuelta a la patria e inicia una conveniente gira internacional, suerte de compás de espera. En el plano interno, no se han generado deserciones masivas de militares, la FANB no desconoce la Constitución, ni se produce un Golpe de Estado. El Gobierno realiza un interesante manejo político-simbólico del 23F que incide positivamente en el apoyo a Maduro e incremento del fervor patriótico en las bases. Contrario a lo esperado, se fortalece la comunidad políticosimbólica chavista. ¿La oposición pierde su momentum? En las redes conviven el peloteo de la culpa, el derrotismo y la intención de impulsar un clima patriótico-vencedor. Guaidó ha quedado en una suerte de limbo político. ¿Cómo saldrá de allí? Y ¿cómo se dará su retorno “triunfal” a Venezuela? Se oyen amenazas desde EEUU si es detenido. Tal panorama incide indudablemente en la construcción de la confianza, necesaria para un acercamiento y reconocimiento de las partes, iniciar el diálogo, proceder a descartar la salida violenta y dar la bienvenida a la política.


Nuestra ayuda humanitaria Luis Britto García

Víctimas del crimen de agresión Beltrán Haddad|

Estamos viviendo momentos inesperados ante una realidad torneada en el marco de la crisis convertida en un torbellino de situaciones políticas y económicas, pero que ahora se profundiza con las violaciones al derecho internacional. Nunca este país había sido objeto de tanta saña. Lo admirable es su capacidad de resistir las amenazas de Trump y la agresión a su integridad territorial desde el gobierno colombiano que cedió su espacio fronterizo para la invasión mercenaria bajo la autoría mediata del Gobierno de Estados Unidos. ¿De qué sirve el Derecho Internacional? ¿Será posible un principio de justicia contra el crimen de agresión que comete el Gobierno de Colombia? Es importante recordar que la Carta de la ONU señala que los Estados en sus relaciones internacionales se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra otro Estado. Como también es bueno saber que, según el Estatuto de Roma, el crimen de agresión se ubica entre los más graves para la comunidad internacional. Esa Carta de la ONU significó el nacimiento de un nuevo derecho internacional, en tanto el Estatuto de Roma dio vida al Derecho Penal Internacional con una Corte permanente para castigar, entre otros, el crimen de agresión. Sin embargo, para nada han servido estos dos instrumentos. La Carta de la ONU como el Estatuto de Roma sufrió cada uno su traspié al momento de nacer. El principio de no recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza nunca ha sido respetado por las potencias imperiales, hoy en afán neocolonizadoras, por lo que el equilibrio internacional y el principio de igualdad soberana de los países se hacen cada día más precarios, en tanto la paz se hace difícil conseguirl ¿Saben una cosa?, el crimen de agresión no tiene castigo y los pueblos son agredidos inmisericordemente mientras el Derecho Penal Internacional se desmorona en dificultades para su aplicación. Fíjense que el artículo 5 del Estatuto comenzó con un resbalón normativo al decir que la Corte ejercerá su competencia sobre el delito de agresión una vez que se apruebe la norma que lo defina. Es algo así como una aporía, un camino sin salida desde 1928 en que se prohibió la agresión o quizá, en nuestra realidad, una propuesta especulativa del Derecho Penal Internacional, contraria al sentir de los pueblos al permitir la impunidad en amenazas y agresiones. Hoy Venezuela es víctima del crimen de agresión.

Venezuela ayuda humanitariamente independizando lo que hoy son seis países, suministrando a precio vil los hidrocarburos que permiten ganar la Guerra Mundial y hacen funcionar al mundo. Desde mediados del siglo XX Venezuela se hace cargo de unos seis millones de refugiados de un país vecino, proporcionándoles gratuitamente educación, salud, seguridad social, oportunidades de trabajo y viviendas de interés social. Apoya al mismo país vecino permitiendo que por su frontera con él se vaya en contrabando de extracción 40% de lo que Venezuela produce o importa, incluido el torrente de gasolina que mantiene la economía de aquél como primer refinador y exportador de cocaína del mundo. Desde 1998 Venezuela ayuda a las transnacionales de treinta países suscribiendo con ellos los Infames Tratados contra la Doble Tributación, por los cuales dejan de pagarnos anualmente unos 17.800 millones de dólares que nos deben en impuestos. Venezuela auxilia desde 1970 al sector privado que intenta destruirla entregándole 695.026 millones de dólares a tasa preferencial, de los cuales 53%, unos 371.571 millones, fueron fugados del país. Ayuda Venezuela humanitariamente a empresas de maletín suministrándoles 60.000 millones de dólares a tasa preferencial para importaciones fantasmas o sobrefacturadas. Venezuela auxilia a todos los países vecinos con energía subsidiada, con la Misión Milagro, con la Escuela Latinoamericana de Medicina. Ayuda Venezuela al Bank of London depositándole 1.200 millones de dólares en lingotes de oro que los honrados banqueros se niegan a devolver. Auxilia a Estados Unidos comprándole anticuadas y devaluadas refinerías de CITGO que los honestos estadounidenses se apropian sin pagar. Socorre Venezuela a los bondadosos acreedores de su Deuda Pública, pagándoles intereses -inflados artificialmente por calificadoras de riesgo como Moody´s o Standards & Poors- que entre 2013 y 2017 suman más de 17.000 millones de dólares a cambio de nada. Caritativamente apoya nuestro país a los promotores del bloqueo financiero dejando de percibir en razón de él 22.500 millones de dólares cada año. Ante la generosidad de Venezuela, paño de lágrimas del mundo, repugna que un rufián pretenda invadirla con paramilitares con el pretexto de entregar la limosna de dos camiones de alimentos. Venezuela hace el bien sin mirar muchas veces a quien.


EEUU hace tiempo en la ONU, sin encontrar cómplices para su invasión Mirko C. Trudeau Si bien ni la propuesta de EEUU, que ahora pedía un proceso político pacífico en Venezuela que condujera a unas elecciones presidenciales “libres, justas y creíbles”, ni la de Rusia, que insistía en principios como la soberanía nacional y la no intervención, lograron el respaldo necesario en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Washington logró apoyo como para manipular la “legitimidad” de su plan. Para salir adelante en el Consejo de Seguridad, un proyecto de resolución necesita el apoyo de al menos nueve de los quince miembros, un número que la propuesta estadounidense tenía, pero que no logró ser aprobada por el veto de Rusia y de China. El poder de veto es ejercido exclusivamente por los cinco miembros permanentes del Consejo (China, Francia, Rusia, Reino Unidos y EEUU.). Si bien el tema a tratar era la Venezuela, el protagonista fue el pulso diplomático entre EEUU y Rusia. Samuel Moncada, embajador venezolano en la ONU aprovechó la oportunidad para denunciar que hace una semana los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos “perpetraron el robo más grande” en la historia de su país, una acción de “crueldad calculada”: “Más de 30.000 millones de dólares se robaron al pueblo venezolano y quieren hacer invisible ese despojo de proporciones históricas”, sostuvo el diplomático. Insistió en que la primera acción que deben hacer esos países “es devolver lo que se robaron”. “Ellos cometen una acción de rapiña y pillaje que no puede ser ocultada con un manto de humanitarismo (...) No necesitamos de esos salvadores, guiados por la codicia, que terminan destruyendo todas las naciones a las que se acercan”, indicó. Moncada señaló que el asedio financiero contra su país demuestra que las guerras modernas “ya no se hacen con bombas, también se hacen con bancos” y reclamó al Consejo de Seguridad velar por el cumplimiento del derecho internacional frente “al uso de las instituciones económicas como armas de destrucción masiva”. Asimismo, reiteró la solicitud de Venezuela de aprobar una resolución en la que todos los países del organismo se comprometan a rechazar el uso de la fuerza contra su país, una propuesta que la Casa Blanca ha rechazado. Pese a las presiones de Washington, la ONU reconoce sólo al gobierno constitucional de Nicolás Maduro. El autoproclamado “presidente interino” tras su excursión a Cúcuta y Bogotá, se reunió en Brasilia con el mandatario brasileño Jair Bolsonaro y luego con el paraguayo Mario Abdó, su compañero de fracasada aventura .en tierras colombianas. Grupo de Lima no puede decidir nada El exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, señaló que el llamado Grupo de Lima “es una reunión voluntaria de países que no tiene un estatuto” y por eso “no puede decidir sobre el uso de la fuerza” en Venezuela, tras cuestionar la

presencia en la frontera colombo-venezolana del presidente chileno Sebastián Piñera, para apoyar el ingreso de supuesta ayuda humanitaria a Venezuela. “La ayuda humanitaria, según la Cruz Roja y la ONU, debe ser neutral y no se puede mezclar con temas políticos. La mayor parte de las actividades que tuvieron lugar con el intento del ingreso de la ayuda era una mezcla con cuestiones políticas. Era obvio que no iba a entrar la ayuda. Los militares venezolanos no iban a permitir eso en su país. Fue una operación política muy peligrosa, porque podría haber desembocado en el pretexto para una intervención militar”, dijo Insulza. Por qué EEUU duda en aplicar la fuerza Hoy en día existen varios factores que impiden la implementación de un “escenario de fuerza” en Venezuela y pueden conducir a que EEUU se vea obligado a inclinarse por la resolución pacífica de la crisis venezolana, opina el columnista ruso Iván Danilov, y destaca entre ellos.” la espectacular estabilidad de sus Fuerzas Armadas” Donald Trump es el presidente de EEUU más dependiente del espacio mediático. Todas sus acciones, incluidas las que tienen serias consecuencias geopolíticas, se hacen para obtener una beneficiosa imagen de televisión, que pueda ser presentada a su electorado, máxime cuando estará jugando su reelección el año próximo. Pero su imagen y credibilidad vienen en picada. Esta semana, su ex abogado personal , Michael Cohen denunció ante el Congreso que el presidente es un racista, un estafador y un tramposo que realizó actividades ilegales, y podría poner en jaque el futuro democrático de EEUU, mientras Trump fracasaba en Vietnam en su diálogo con el líder norcoreano Kim Jong-un,. Pese al hostigamiento de EEUU al gobierno nicaragüense, representantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional

(FSLN) y de la oposición (encabezada por el empresariado) fijaron una hoja de ruta para lograr una salida a la crisis que se desencadenó en abril de 2018, con un intento de estallido y desalojo del gobierno de Daniel Ortega, y la posterior represión. El boque militar venezolano pasó con dignidad dos serias pruebas de resistencia:, ninguno de los altos cargos se puso del lado de la oposición, después de que EEUU y muchos países de la UE reconocieran a Juan Guaidó como el “presidente encargado”, y ninguno de los camiones cargados con la supuesta “ayuda humanitaria” llegara siquiera a la frontera venezolana. Para el analista ruso, todo eso limita seriamente la utilidad de un escenario de fuerza para el apoyo mediático de Trump, dado que una imagen con múltiples ataúdes de soldados estadounidenses no ayuda a subir la popularidad de un presidente. “El principal premio” que se puede obtener en Venezuela es “su petróleo”. Otro factor que limita la posibilidad de una intervención militar es el fracaso de la diplomacia estadounidense en el ámbito latinoamericano. Además de México, Uruguay y la Comunidad del Caribe, tampoco Brasil, Perú, Chile, incluso Colombia y Canadá no apoyan la posible intervención militar. Washington no consigue crear una coalición de satélites regionales parecida a la que fue creada en Irak.Una invasión militar de EEUU creará serios problemas en un región históricamente muy sensible al intervencionismo. Ya el Wall Street Journal informó que la razón por la cual Washington reconoció a Guaidó fue la promesa de la oposición venezolana acerca de su fácil victoria, de un levantamiento popular y de la deserción de altos mandos castrenses. Nada de eso ocurrió y quedó demostrado que Washington no tenía un plan B.Y la agencia Bloomberg señaló que la posible intervención militar en Venezuela sería un desastre.


El diezmado Grupo de Lima también quiere apropiarse de los fondos venezolanos

Aram Aharonian La batalla de Cúcuta del último fin de semana de febrero no significó el fin de la guerra contrarrevolucionaria que desde hace 20 años adelanta EEUU para derrocar al gobierno bolivariano de Venezuela, sino que ahora al terrorismo callejero y mediático, el gobierno estadounidense exigió que los países del llamado Grupo de Lima se sumen al pirateo de los fondos venezolanos en el exterior. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pidió que los países latinoamericanos congelen los activos petroleros de Venezuela y reiteró su exigencia a los militares venezolanos que “tomen la bandera de la democracia” y que apoyen al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, durante la reunión del llamado Grupo de Lima que se escenificó en la sede de la cancillería colombiana, en Bogotá.Estados Unidos: “Todas las opciones están sobre la mesa” en Venezuela El presidente colombiano Iván Duque habló de la necesidad de “fortalecer el cerco diplomático”, tomar acciones y decisiones sancionatorias y que “se le dé mayor legitimidad y poderío a la Asamblea Nacional (en desacato) y al presidente encargado”. “Que los activos que tiene Venezuela en nuestros países, que son gubernamentales, sean ya declarados bajo el control absoluto de la Asamblea Nacional y del presidente Guaidó para que establezcan los mecanismos de administración”, añadió Duque Sobre el congelamiento de los fondos, los delegados de varios países prefirieron no opinar, pero temen que de adoptar tal medida, creen jurisprudencia o antecedentes para que los fondos buitres congelen los fondos de sus respectivas naciones para cobrar vencimientos deuda y bonos externos. Pence sostuvo que “no puede haber espectadores en Venezuela. Tras la brutalidad que el mundo vio el sábado, los instamos a reconsiderar el apoyo al tirano. Únanse al pueblo venezolano y retiren el respaldo al régimen de Maduro”, en clara referencia a la frustración por un levantamiento popular anunciado por la oposición que los venezolanos no acataron. “Colombia es nuestro socio más importante, cualquier amenaza a su seguridad enfrentará a EEUU”, dijo Pence, lo que no fue del agrado del vicepresidente brasileño, el general Hamilton Mourao, que sigue las viejas ideas de los militares brasileños de la dictadura de que su país debe ser el satélite estratégico estadounidense en la región, el socio privilegiado. El secretario de Estado Mike Pompeo ya había advertido el

domingo que los días del mandatario socialista “están contados”, sumándose al grosero tuit del senador estadounidense Marcos Rubio con fotos del asesinato del presidente libio Muamar Gadafi, como si se tratara de una amenaza mafiosa. .El show de Bogotá Reunión del Grupo de Lima en BogotáEl diezmado Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú), condenó al gobierno constitucional de Nicolás Maduro por impedir el ingreso desde Colombia de una “ayuda humanitaria” estadounidense que el país no solicitó. Ya México no está en el Grupo, y tampoco Guyana ni Santa Lucía, países que como toda la Comunidad del Caribe desconocieron a Guaidó. Curiosamente, lo acusó de los actos de “represión violenta que ocasionaron múltiples heridos y muertos en la frontera”, en territorio colombiano. El Grupo, encabezado por el vicepresidente estadounidense Mike Pence (el único que habló parado desde el estrado, dirigiendo el espectáculo) decidió solicitar a la Corte Penal Internacional que tome en consideración “la grave situación humanitaria en Venezuela, la violencia criminal del régimen de Nicolás Maduro en contra de la población civil, y la denegación del acceso a la asistencia internacional, que constituyen un crimen de lesa humanidad”. “Ser permisivos con la usurpación del poder que lleva adelante este grupo que lidera Maduro sería una amenaza para la democracia de toda América”, dijo Guaidó al participar de la reunión, donde países como Perú y Chile pidieron una salida pacífica a la crisis, tras el apoyo del presidente chileno Sebastián Piñera en los acontecimientos de Cúcuta La actuación personal, sobreactuada y sesgada de los presidentes de Chile y Colombia generaron cuestionamientos políticos a lo interno de sus países, por embarcar a sus naciones en una aventura, sin consulta, asumiendo actitudes autoritarias.Piñera irá a Cúcuta con Duque en apoyo ayuda humanitaria a Venezuela Iván Duque también aprovechó para pedirle al Banco Interamericano de Desarrollo –en manos del neoliberal colombiano Luis Alberto Moreno- que contribuya a articular el plan de recuperación de Venezuela “una vez termine la dictadura”. Duque dijo que la situación que vive Venezuela no se puede ver como un dilema entre guerra y paz. Para él, “el verdadero dilema es la continuación de la tiranía o el triunfo contundente de la democracia”


El Grupo de Lima fue creado por EEUU, debido a que no logró recoger la votación necesaria para su estrategia intervencionista en la Organización de Estados Americanos (OEA). Lo torpeza política y el servilismo de los que lideran este grupo, ha logrado la insólita hazaña de apartar a la OEA y ahora casi a disolver al mismo Grupo, al tratar de embarcar a los integrantes en una componenda por demás riesgosa. Un acoso permanente Según los analistas, la cadena de errores del nuevo plan desestabilizador “final” de Washington y del “outsider” Guaidó comienza con la autoproclamación (lo que nunca ha sido viable si no se tiene el poder); sigue con el invento de la necesidad de “ayuda humanitaria” y culmina, por ahora, con la intentona de forzar el paso de la misma por la frontera colombo-venezolana, al fracasar las posibilidades de envíos marítimos desde Puerto Rico, Curazao y Aruba y la indecisión de los militares brasileños sobre el tema. Lo que se vive hoy es el corolario de una larga cadena de actos fallidos, de falta de estrategia de una oposición totalmente fragmentada y sin ideas (propias al menos) y, sobre todo de convencerse de sus propias mentiras, entre ellas que el pueblo apoya a Guaidó. Si algo quedó en claro es que el chavismo sigue vivo: cientos de campesinos, estudiantes, trabajadores de la zona fronteriza salieron a defender, junto a los militares, su territorio, su Patria, su historia. Obviamente, todo eso fue invisibilizado por las prensa trasnacional y en general por los trolls de las redes sociales. Otro error de Duque, Piñera, Abdo, Bolsonaro y otros cómplices de EEUU, es que desconocen la realidad venezolana, más allá de los que les cuenten los representantes viajeros de la oposición venezolana o los funcionarios y/o congresistas estadounidenses, y entonces sí pueden creer que con una gran campaña de terror mediático y por redes digitales, unas guarimbas y un camión quemado en el puente Simón Bolívar, junto a una palmadita y un par de tuits de Donald Trump, alcanza para derrocar a Maduro. Hay algo que cuesta que esta gente entienda: pese a los enormes errores de gestión del gobierno de Maduro, la incapacidad para la solución de los problemas, los numerosos casos de corrupción, una hiperinflación llena de ceros, un bloqueo y sanciones económicas de EEUU que dejan sin alimentos y medicinas a la gente, un sector importante de la población –quizá mayoritariosigue siendo convencidamente chavista. Creerse las propias mentiras La autoproclamación, la ayuda humanitaria, creer en que las presiones harían quebrar la unidad militar, el concierto Aid Venezuela y el intento fallido de forzar el paso de la frontera sólo pueden planearse con un desconocimiento real de la región y de Venezuela y los venezolanos.

“No se trata solo de crear, a través de los medios hegemónicos trasnacionales, cartelizados, imaginarios colectivos sobre lo que sucede en Venezuela, imponer una realidad-virtual; sino en este caso, de creerse sus propias mentiras. Intoxicarse (también) con ellas”, señala Álvaro Verzi, codirector del Observatorio sobre Comunicación y Democracia. Guaidó podrá ser recibido con honores de mandatario de Estado en Bogotá; reunirse con el vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence; hacer presencia en las reuniones del Grupo de Lima, pero ni los alcaldes, los gobernadores de oposición en su país, ni las cámaras de empresarios, le han dado su respaldo, ni sus embajadores pueden dar siquiera una visa, señala el académico colombiano Víctor de Currea Lugo. Hay una crisis grave, económica y social, en Venezuela, pero parece totalmente descabellado lanzar una operación “humanitaria” –que no debiera ser una estrategia de guerra- desde el norte colombiano, sumido en una grave situación de pobreza real y muchas veces extrema, una zona dependiente del abastecimiento (o contrabando) de alimentos y gasolina desde Venezuela. Hasta el Comité Internacional de la Cruz Roja rechazó que se llamase “humanitario” el espectáculo montado en la frontera con Venezuela, manejado con todas las herramientas de mercadeo. Nadie pidió esa ayuda a EEUU ni nadie sabe qué contienen realmente las cajas que llevan el sello USAID. Monseñor Mariano Montenegro, Nuncio Apostólico en Colombia, afirmó que la “ayuda” propuesta por EEUU tiene una evidente connotación política y por ende la Cruz Roja, el sistema de Naciones Unidas y la católica Caritas no pueden participar en una operación de tal naturaleza. Los 500 guarimberos de la oposición venezolana lograron corromper la protesta en la frontera y produjeron su cierre, lo que afecta principalmente a los habitantes de la zona de Norte de Santander, dependiente de su abastecimiento diario desde Venezuela. Estos sembradores de terror quemaron el camión de la supuesta “ayuda” en territorio colombiano, mientras denunciaban una feroz represión de la “dictadura de Maduro”. Y, como corolario, el anuncio de que el pueblo se iba a sublevar en las calles el 23 de febrero, fue esperado y esperado, cámaras y micrófonos en manos, por decenas de periodistas en Caracas y otras ciudades. En Venezuela, el pueblo no se sumó a las protestas programadas: los chavistas salieron sólo a defender la vasta zona fronteriza del sur de más de 3.000 kilómetros. Los opositores, cansados de tanta promesa incumplida, demostrando la falta de liderazgo de Guaidó, prefirieron mirar todo por televisión. Así como Maduro no puede atrincherarse en que todo es culpa de EEUU, Guaidó no puede atrincherarse en que Maduro no se dejó tumbar. Ni el ingreso de lo humanitario, ni la guerra de intervención, ni un levantamiento popular, han sucedido. Eso no quiere decir que no puedan pasar, pero demuestra que Trump y compañía minusvaloran a Maduro, dice el académico colombiano Currea Lugo.


Tras el fracaso, EEUU, el Grupo de Lima y la oposición venezolana van por la solución militar

Álvaro Verzi Rangel| Fracasada la entrada del caballo de Troya de la “ayuda humanitaria”, el plan injerencista de EEUU y la oposición venezolana se intentará mantener ahora bajo el paraguas de la Organización de Estados Americanos (en realidad del llamado Grupo de Lima), que formaría una fuerza conjunta que entraría en Venezuela, similar a lo realizado en Haití en 2004. Bajo la égida del vicepresidente estadounidense Mike Pence seguramente este Grupo alineado con Washington acordará otras sanciones en contra de Venezuela para cerrar ulteriormente el cerco financiero, a partir del “falso positivo” de cualquier tipo de violencia o de reacción negativa por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). La reacción negativa es la de no obedecer sus órdenes. Pero tienen un grave problema: la unidad mostrada por los militares venezolanos ha generado un “efecto rebote” en sus pares brasileños y, sobretodo, los colombianos. La denuncia de Maduro, de la confesión del mandatario colombiano Iván Duque a su mandante estadounidense Donald Trump en conversación telefónica de que los militares colombianos no estarían dispuestos a verse involucradas en un conflicto (al menos abierto) con Venezuela, constituye un obstáculo de mucho peso en la ruta de los halcones de Washington. Su “hoja de ruta” no está funcionando, quizá porque a pesar de fabricar una realidad virtual, sigue existiendo una realidad-real, que obligó al Consejero de Seguridad Nacional John Bolton cancelara el viaje a Corea del Sur para tratar las “conversaciones nucleares” con Corea del Norte, tema básico para las aspiraciones reeleccionistas de Trump para noviembre de 2020. Mientras, el representante especial para Venezuela, Elliot Abrams insiste en una operación como la que realizaron con la “contra” nicaragüense en épocas de Ronald Reagan, que se extendería en el tiempo y que no coincide con las aspiraciones reeleccionistas del presidente tuitero. Barack Obama preveía una “solución final” del conflicto colombiano como prerrequisito para el ataque a Venezuela. Pero el conflicto colombiano está lejos de solucionarse y una solución como la planteada por Abrams solamente lo recrudecería. El poder fáctico estadounidense, conformado por los ultraconservadores junto a las grandes trasnacionales de la energía, la farmacéutica y el armamentismo (entre otras), sabe que al no existir las mencionadas precondiciones en Colombia, una aventura de ese tipo conlleva altos riesgos de terminar desestabilizando a su “aliado carnal” antes que a Venezuela. El otro problema es el grado de organización del chavismo, macerado durante estos últimos 20 años. Lo que no se cuenta de la historia en los diferentes puntos de la frontera es la resistencia partisana de las organizaciones populares, donde se involucraron hombres y mujeres desde jóvenes adolescentes hasta jóvenes de más de sesenta. Gran parte de la épica de la resistencia este 23

de febrero se la llevan juntos la FANB y las organizaciones populares. El método de las invasiones e intervenciones ilegales Hay que tener en cuenta que el principal objetivo de EEUU es evitar inmiscuir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que podrían frenar cualquier plan para una invasión, sabiendo de las presiones de Rusia y China para impedir una opción militar en Venezuela. Es difícil que la OEA tome esta decisión (no hay mayoría, máxime cuando su secretario general Luis Almagro participó del acto en Cúcuta, lo que molestó a varios gobiernos), y es por eso que los presidentes de Chile y Paraguay, Sebastián Piñera y Mario Abdo viajaron a la frontera colombo-venezolana para respaldar el accionar de su par colombiano Iván Duque y el Grupo de Lima, que se reúne este lunes en Bogotá. Almagro pasó a ser un problema por su permanente ansia de protagonismo: en nombre de la democracia impone una práctica o gestión dictatorial en la OEA, sin consultar a todos los países ni aplicar los estatutos y reglamentos de la organización panamericana. Ya la Comunidad del Caribe (Caricom) lo acusó -indirectamente- de autócrata y racista La idea de crear varios puntos de acopio de la ayuda humanitaria era la de distraer al gobierno de Venezuela y desgastarlo en cuanto a la movilización de fuerzas y recursos. La inteligencia venezolana evaluaba que el show de la entrega de ayuda por el (nunca inaugurado) puente “La Tiendita” sería un posible señuelo para entrar con fuerzas paramilitares por otras zonas poco controladas de una frontera de más de 2.200 kilómetros de extensión. Los dirigentes opositores María Corina Machado y Roderick Navarro coordinaron las acciones de acopio de ayuda humanitaria en Panamá y Brasil, donde los gobiernos de esos países se encuentran divididos entre apoyar o no una intervención militar. En Panamá, los estadounidenses prepararon la logística para albergar la supuesta ayuda humanitaria en el Centro Logístico Regional de Asistencia Humanitaria de Naciones Unidas, que el gobierno quiere poner a disposición de la OEA. La mayor preocupación venezolana sobre lo que iba a escenificarse en Cúcuta era que el espectáculo artístico (con 500 mil espectadores según los organizadores y apenas 30 mil según periodistas europeos), con artistas internacionales, presidentes y prensa, pudiera derivar en actos violentos, como forma de ejercer presión sobre los militares venezolanos. Entre las informaciones con que contaba la inteligencia venezolana era la posibilidad que ante actos de violencia entrara en acción un destacamento de francotiradores extranjeros con perfecta visibilidad desde zonas elevadas cercanas a “La Tiendita” y dispararan contra los voluntarios (generando los llamados falsospositivos al que son tan afectos los gobernantes colombianos). El mismo modus operandi sangriento utilizado durante el golpe de estado a Hugo Chávez en abril de 2002.


El poder paralelo Pequeñas estrategias forman parte del entramado mayor para construir un poder paralelo en Venezuela. Ésta en una guerra de Quinta Generación, en un contexto de guerra mediática y fake news, para implantar (muchas veces, lamentablemente, con éxito) un imaginario colectivo de que en Venezuela hay guerra civil, que la gente se muere de hambre en las calles, que el gobierno asesina opositores a diestra y siniestra. Configurados casi al dedillo, creados a partir de estrategias repetidas en otros escenarios, los discursos asociados a la oposición venezolana –desde EEUU, Colombia y otros países- siguen el mismo patrón de retórica mesiánica copiado por Juan Guaidó de su mentor Donald Trump. No muestran nada nuevo, ni pretenden romper esquemas. Entender sus lógicas, desarticular sus estrategias de manipulación y falsedades, donde el elemento común es la falacia y la mentira de permanente manipulación por medios y redes digitales, significan un camino fundamental para quebrar el poder comunicaciones al que también aspira la oposición en Venezuela. Es habitual encontrar en varios medios frases sobre cómo Nicolás Maduro impide el acceso de la ayuda humanitaria, “porque niega que la nación esté enfrentando una crisis”. Esa es una de las ideas más repetidas, pese a que en múltiples ocasiones el chavismo ha reconocido la existencia de serios problemas económicosociales en el país, provocados en un gran por ciento por las fuertes restricciones financieras impuestas por Estados Unidos. Mientras tanto, el uso siniestro de valores universalmente reconocidos y apoyados, como la libertad, la democracia o el humanitarismo, implica un intento por legitimar la violación de la legalidad, el desapego a la Constitución y el olvido de las más elementales normas de convivencia política. El exvicecanciller ecuatoriano Kintto Lucas cuestionó las intenciones de líderes de la derecha internacional y los grandes medios de comunicación, sobre todo de EEUU, al utilizar a la población como un escudo humano, estimulando enfrentamientos La excusa de la ayuda humanitaria “no significa nada”: no serviría siquiera para unos pocos días. “Si quieren ayudar a Venezuela desbloqueen sus cuentas, no compliquen más la posibilidad de sus compras y ventas en el exterior, no le hagan un boicot petrolero”, añadió. “Es ingenuo pensar que Estados Unidos quiere restablecer la democracia en Venezuela”, señaló el excanciller brasileño Celso Amorim, quien alertó que la interferencia ilegítima y la amenaza del uso de la fuerza por Washington, con la colaboración del gobierno de Jair Bolsonaro, puede llegar mañana a Brasil. Los cambios políticos deberán llegar por el diálogo y no por gestos unilaterales, con fuerte inspiración de intereses exógenos, motivados por intereses geoestratégicos. No se puede olvidar que Venezuela tiene la mayor reserva probada de petróleo del mundo, alertó. “Brasil no puede aceptar un proyecto de ´cambio de régimen´ patrocinado por la mayor superpotencia, basado en una concepción ultrapasada de seguridad hemisférica, en una reedición de la Doctrina Monroe, objeto de referencias laudatorias del primer secretario de Estgado del gobierno de Trump, Rex Tillerson. Eso no significa obviar las críticas al gobierno de Maduro”, añadió. Armas para Guaidó y Colombia ¿Quién inspeccionó qué hay dentro de las cajas de la llamada “ayuda humanitaria que llegaron de EEUU? ¿Alimentos, raciones deshidratas, medicinas? ¿Armas? Estas especulaciones toman dimensión ante la reiterada oposición de la Cruz Roja Internacional a inmiscuirse en la operación. Las empresas -que según la vocera de la cancillería rusa, María

Zarajova- están involucradas en el traslado de armas y municiones para la oposición venezolana son la estatal fabricante de aviones Antonov de Ucrania y Air Bridge Cargo ABC, precisaron fuentes de inteligencia. Las armas y municiones provenientes de Polonia, llegarían a principios de marzo a Colombia. Bridge Cargo es una filial de Volga-Dnepr, el grupo de transporte de carga aérea que moviliza equipos como locomotoras, helicópteros y hasta otros aviones. Es de capital ruso y su sede está en Moscú aunque tiene operaciones y oficinas de ventas en EEUU, Gran Bretaña y la Unión Europea. Volga-Dnepr ha sido un proveedor de servicios de la ONU y del comando de transporte del Pentágono (Ustranscom), con el que ejecutó unas 13 mil misiones con equipos militares entre el año 2000 y 2014. Según fuentes de inteligencia, en agosto de 2015 Volga le pagó al general Michael Flynn más de 11 mil dólares por una conferencia el ex militar era miembro del equipo de campaña de Trump y previamente, hasta 2014, había sido director de la DIA, la agencia de inteligencia militar. En enero de 2017, Trump lo designó consejero de seguridad nacional, aunque sólo estuvo 24 días en el cargo, tras comprobarse que había recibido pagos de entidades rusas como parte de la supuesta interferencia de Rusia en la campaña para evitar el triunfo de Hillary Clinton En la trama está de por medio el conflicto de Rusia y Ucrania que ha dificultado el mantenimiento de los aviones Antonov (herencia soviética) y por otra parte el rol de Air Bridge que al usar aviones Boeing 747-8 ha permitido la supervivencia del gigante de la aviación de EEUU. Colofón Pese a todo el despliegue del terror mediático internacional, quedó en claro que hay un solo gobierno en Venezuela, el constitucional de Nicolás Maduro, y un pueblo organizado y decidido a defender la Revolución Bolivariana, pese a la grave crisis económico-social y más allá de los errores y falencias de sus actuales gobernantes. Ningún cargamento con la supuesta ayuda humanitaria estadounidese pudo ingresar este sábado a Venezuela desde la fronteras con Colombia, Brasil, Curazao o Puerto Rico. Juan Guaidó, el autoproclamado presidente interino, pudo sacarse una foto (sin bajarse de la tarima) con otros mandatarios como Sebastián Piñera, Iván Duque, Mario Abdo y los altos funcionarios estadounidenses en Cúcuta, con quienes compartió la frustración de una operación made in USA. ¿Volverá a Venezuela o ahora se autoproclamará presidente en el exilio? Había declarado el 23 de febrero como un “día-D” venezolano, cuando la “ ayuda humanitaria” estadounidense entraría en el país y el cambio en el poder estaría cerca. Lla realidad: nada de eso ocurrió. ¿Defensa de la democracia? Nadie puede creer en ese cuento. Los europeos quitaron su apoyo a la operación cuando se convencieron que no llevaba a ninguna salida electoral, como ellos reclamaban. Y de allí la anulación de las operaciones desde las islas del Caribe y el repliegue brasileño. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, expresó que los días de Maduro “están contados”. “Las predicciones son difíciles. Elegir los días exactos es difícil”, señaló Pompeo en CNN. “Confío en que el pueblo venezolano garantizará que los días de Maduro están contados”, señaló, tratando de morigerar el fracaso. No es de descartar que la oposición radical vuelva a intentar el terror callejero, como en 2002, 2014 y 2017 (con su secuela de cientos de muertos), creando el imaginario colectivo de la necesidad de intervención de fuerzas extranjeras. El gobierno colombiano parece seguir decidido a continuar prestando su territorio para una operación injerencista, a cambio de millones de dólares para el Plan Colombia.


Miedo al socialismo Pasqualina Curcio.

Fue el verdadero mensaje del reciente discurso de Trump a propósito de sus intenciones y desespero por entrar en territorio venezolano. No es nuevo ese miedo. En 1991, Margaret Thatcher dijo: “La URSS es un país que supone una seria amenaza para el mundo occidental. No me estoy refiriendo a la amenaza militar. Estoy hablando de la amenaza económica. Gracias a la economía planificada la URSS logró alcanzar altos indicadores económicos. Si añadimos a esto los enormes recursos naturales de los que dispone, son más que reales las posibilidades que tiene de expulsarnos del mercado mundial”. Continuó confesando: “por eso siempre hemos adoptado medidas encaminadas a debilitar la economía de la URSS y a crear allí dificultades económicas. Por desgracia y pese a todos nuestros esfuerzos, durante un largo período, la situación política en la URSS siguió siendo estable.” El actual inquilino de la Casa Blanca y vocero de los grandes capitales repitió sin descanso que el socialismo es sinónimo de miseria. Es tanto el temor que lo invade que prometió a los norteamericanos que “jamás habrá socialismo en EEUU”. Temen a un modelo que a pesar de que apenas transita hacia la igualdad, logró disminuir desde el 2003 la pobreza extrema y estructural en 67% (en 2003 era 13,2%, hoy es 4,3%), la tasa de mortalidad infantil en 64%, la desnutrición de menores de 5 años en 24%, permitió erradicar el analfabetismo en Venezuela, entre otros. Les aterra un modelo que habiendo sido sometido a todas las pruebas de sabotaje y a pesar de habernos generado pérdidas alrededor de US$ 130 mil millones en los últimos 5 años, con bloqueos financieros, embargos comerciales y ataque a la moneda, Venezuela sigue siendo, según la CEPAL, el país menos desigual de la región, distribuye alimentos a 6 millones de hogares, construye más de 2,5 millones de viviendas, no ha cerrado una sola escuela ni hospital, el 100% de los viejitos reciben su pensión. No es el socialismo la causa de lo que ocurre en Venezuela, por el contrario ha sido justamente este modelo que coloca en el centro al ser humano y no a los capitales el que ha permitido resistir ante los enormes esfuerzos encaminados a derrocar la revolución bolivariana. Profundicémoslo, es el momento. Por cierto, el miedo es libre.

Juan Guaidó no es Diego Maradona Pedro Brieger-CNN

El día que Diego Armando Maradona debutó en el fútbol profesional lo primero que hizo fue pasar la pelota entre las piernas abiertas de un rival, en una jugada maravillosa y difícil de concretar para cualquier futbolista. Con sus jóvenes 15 años, Maradona dijo “aquí estoy yo” y salió a “comerse la cancha”, como se dice coloquialmente. Es decir, a ser el principal protagonista del partido que se estaba jugando. El día en que se declaró “presidente encargado”, Juan Guaidó parecía un joven dispuesto a “comerse la cancha”. Era una figura novedosa en la política venezolana que parecía traer aire fresco. Justo después de su autoproclamación ya tenía el respaldo de Estados Unidos, la primera potencia mundial, como reconoció públicamente el presidente Donald Trump en su discurso del 18 de febrero en la Universidad Internacional de la Florida (FIU). En la semana del discurso de Trump, la oposición, con Guaidó a la cabeza, dijo que organizaba a “cientos de miles de voluntarios para defender el convoy de ayuda” que pensaba introducir en Venezuela. Numerosos medios de comunicación fueron a la frontera colombovenezolana, algunos periodistas se montaron a los camiones para formar parte de la entrada triunfal y se apresuraron a denominar al 23 de febrero como el “día D”, rememorando el famoso desembarco en Normandía en junio de 1944 que anticipó la caída del nazismo. La oposición delineó un escenario para que aparecieran las multitudes anunciadas conducidas por Guaidó. Algunos lo imaginaron frente a los soldados y estos reconociéndolo en masa como su presidente legítimo, abriendo la frontera de par en par como se abrieron las aguas del Mar Rojo para que Moisés lo atravesara, tal y como cuenta el Éxodo en la Biblia. Pero nada de eso sucedió. Ni hubo cientos de miles de personas ni Guaidó se puso al frente del convoy de la llamada ayuda humanitaria para interpelar a los militares venezolanos y decirles “soy el presidente de la nación. Obedezcan y abran la frontera”. El viernes del recital de música en Cúcuta a Guaidó se lo veía exultante junto a los presidentes de Colombia, Chile y Paraguay y al secretario general de la OEA, que incluso se dio el gusto de subir al escenario. Pero al día siguiente —después de que no lograran entrar a territorio venezolano— los cinco aparecieron compungidos. Y una imagen vale más que mil palabras. El 26 de febrero, un editorial del diario El Nacional de Caracas afirmaba “todavía ese nuevo liderazgo no nos conduce a la tierra prometida”, en franco reconocimiento de que a Guaidó le faltaba recorrer un camino para convertirse en aquello que decían que ya era. La principal fortaleza de Guaidó —por ahora— es el apoyo de EE.UU., acompañado por una serie de países alineados con la Casa Blanca, que lo catapulta al escenario internacional. Pero ese apoyo tan explícito es también su debilidad, porque mientras en Washington dicen que “todas las opciones están sobre la mesa” —en clara alusión a una intervención militar— Guaidó se muestra ambivalente y en un segundo plano, como quien no está en la mesa principal donde se toman las verdaderas decisiones. Retomando la anécdota del comienzo. Maradona salió a la cancha y se convirtió en el número uno. Pero emular a Maradona no es fácil. Muchos lo intentaron y se quedaron en el camino.


La crisis de Venezuelc envuelve a toda Nuestra América

Juan Guahán| CLAE Venezuela no es ni el país más grande, ni el más poblado de Nuestra América. Sin embargo, los acontecimientos que allí se desarrollan están conmoviendo y conmoverán a toda la región. El imperialismo estadounidense está transcurriendo los últimos tiempos de lo que fuera su majestuoso poder. La Revolución Cubana, vanguardia de las luchas de la región, hoy está más preocupada por darle comida, trabajo y vivienda a sus habitantes que por ampliar los alcances y contenidos de sus consignas revolucionarias. En estos tiempos, fue el chavismo venezolano el que se transformó, en esta región del mundo, en el mayor enemigo de aquel decadente poder imperial. A su rebeldía que –desde la lógica del poder- debe fracasar y ser castigada para que no deje rastros, se le agrega el hecho que Venezuela cuenta con las mayores reservas mundiales de petróleo. Padecer castigos por rebelarse contra el poder colonial forma parte de las tradiciones de los pueblos de la región. Haití, que hoy se sigue desangrando en el camino de sostener su dignidad, está pagando la “culpa” de haber sido el primer pueblo latinoamericano en independizarse del colonialismo europeo. Por si esto fuera poco, derrotó al ejército napoleónico y terminó con la esclavitud a la que sus pobladores fueron sometidos por los colonos blancos después de haber sido cazados en territorio africano. Venezuela le agrega a esa tradición histórica de sancionar a los contestatarios el hecho de guardar, en sus entrañas, una riqueza que despierta la codicia norteamericana. Esto es particularmente significativo en momentos que los EEUU verifican que no están en condiciones de sostener indefinidamente su actual producción petrolera, por los costos y límites que tiene el fracking como técnica de extracción. polémico método del fracking, que consiste en extraer petróleo y gas fracturando –mediante explosiones profundas- a las rocas y extrayendo hidrocarburos de los poros de las mismas, está prohibido en varios países. Esa técnica le permitió a los EEUU volver a ser el mayor productor mundial y llegar al autoabastecimiento en materia de hidrocarburos, pero sus costos de producción y las dudas sobre su continuidad, en el largo plazo, ponen en alerta a los estrategas del Norte. Castigar las rebeldías que protagonizó el chavismo y quedarse con las reservas petroleras de Venezuela es el objetivo real de lo que está pasando en ese país y puede llegar a ser el motivo de una tragedia que nos envuelva a todos. El señalado interés norteamericano en meterse en Venezuela tiene varios nombres y apellidos concretos que se mueven públicamente, o entre bambalinas, detrás de ese objetivo y por sus

propias conveniencias individuales o de sus empresas. Esos personajes y las instituciones que los acogen están enmarcados en posiciones ideológicas reaccionarias y persiguen ventajas propias, lejos de los intereses humanitarios que dicen guiarlos. En los días previos al pasado 23 de febrero, fecha que -con la llegada de la “Ayuda Humanitaria”- consideraban clave para el desbande de las fuerzas del gobierno, lobistas de diversas empresas e intereses se movían con poco disimulo por diversas oficinas privadas y despachos oficiales norteamericanos. Debatían sobre los nombres del futuro gabinete que se haría cargo del gobierno de Venezuela. Allí confluían importantes funcionarios con representantes de fundaciones y empresas. Entre los grandes decisores políticos se encuentran, además del Presidente Donald Trump, personajes como Mike Pompeo, Secretario de Estado; Mike Pence, Vicepresidente y Marcos Rubio, senador republicano. Estos últimos integran un poderoso trío que promueve la intervención directa, incluida la guerra en la región. Resultado de imagen para hermanos kochEstán muy vinculados a los hermanos Koch cabeza de un grupo económico del sector energético. Una empresa de los mismos, FertiNitro, fue expropiada en Venezuela y tiene un multimillonario reclamo contra ese país. Otra entidad particularmente interesada en producir un golpe que termine con el actual gobierno es la caraqueña Asociación Civil “CEDICE – Libertad”, defensora de la propiedad privada y la economía de libre mercado, cuyo director intervino directamente en el golpe contra Hugo Chávez en 2002 y es parte de la internacional capitalista Atlas. Se trata de un grupo vinculado a un pensamiento ultra liberal que abarca 450 fundaciones, varias de ellas instaladas en nuestro país. Es financiada por el Estado norteamericano y multimillonarios, como los citados Koch. Otras entidades que forman parte de esa red lo constituyen instituciones de George Soros, la Fundación Ford y la embajada británica. Fracaso del desembarco de la “ayuda humanitaria” Quienes, durante la semana previa al pasado 23 de febrero, hayan puesto un poco de atención a las radios y programas televisivos de los medios de prensa del poder, habrán podido comprobar de qué modo se aseguraba que el final del gobierno de Venezuela estaba próximo. La llegada de la llamada “Ayuda Humanitaria” desde las fronteras de Colombia y Brasil, más los despliegues militares, la cercana presencia de la de la Marina de Guerra estadounidense, le había permitido a Juan Guaidó, autoproclamado Presidente, asegurarle a los funcionarios norteamericanos que esos hechos desatarían una desbandada de las tropas de Venezuela que obligarían renunciar al actual Presidente de ese país. Pero esa Guerra de Quinta Generación donde se sustituye la


La “verdad” en el exterior

Eleazar Díaz Rangel.-

Telesur tiene un programa matutino (7.30), “Enclave Mediática”, donde ofrece diariamente las primeras páginas de importantes periódicos del exterior, latinoamericanos y España. No me sorprendió ver la muestra de las del domingo, todas ellas sobre los hechos ocurridos en las fronteras con Colombia, lógico porque fue el principal hecho noticioso de la región, e igualmente se puede observar la coincidencia de sus titulares, todos señalando al presidente Maduro como responsable de quemar camiones con alimentos en territorio venezolano. Como si se pusieran de acuerdo para difundir dos grandes mentiras, sobre esa supuesta responsabilidad de Maduro, y sobre el escenario de ese criminal hecho: el territorio venezolano. Esas versiones debieron repetirlas las agencias de noticias, aunque las fotos y otros testimonios gráficos demuestran que ocurrieron en el lado colombiano. Lo más grave es que los millones de lectores en esos países no tienen porqué creer otra versión de lo sucedido que estas encontradas en “su diario”. Es otra prueba del cerco mediático que hay contra Venezuela, fracasados sus planes violentos, prefirieron ocultar la verdad.

verdad por una realidad virtual, hasta ahora no logró su propósito. Se imaginaban que una concentrada acción militar, debidamente amplificada por su sistema virtual pondría fin a ese prolongado conflicto. Pero las cosas no sucedieron de esa manera. Pence, el vicepresidente de los EEUU, en una reciente reunión realizada en Colombia de los países del Grupo Lima que apoyan la injerencia extranjera, reprochó a Guaidó por el fracaso de los efectos que debía producir la “Ayuda Humanitaria”. Ella debía crear las condiciones para la intervención directa norteamericana y el fin del actual gobierno venezolano. Le recordó que no hubo dispersión de las fuerzas armadas bolivarianas, ni fin del apoyo popular, ni nada de lo prometido por los golpistas. Tales hechos ahora obligan a los EEUU a buscar su objetivo por otros caminos frente a un gobierno que salió fortalecido. La situación mundial ante el intento de intervención armada La evolución de la situación internacional tampoco resultó beneficiosa para la estrategia norteamericana. Los primeros movimientos de la misma, con una seguidilla de reconocimientos al autoproclamado Presidente, parecían crear las condiciones para una victoria estadounidense. Las debilidades y errores de Nicolás Maduro y la difícil situación interna en materia de alimentos y remedios contribuyeron a fortalecer, en sus opositores, la perspectiva de una rápida caída de ese gobierno. Sin embargo el arraigo del proceso iniciado por Chávez demostró que ello no sería una cuestión de “soplar y hacer botellas”. Las amenazas de intervención directa fueron tomando cuerpo y la situación fue cambiando. Los mismos que apoyaban la caída de Maduro aclararon que no avalarían una intervención militar, ni prestarían su territorio para hacerlo. El vicepresidente brasileño advirtió que “Brasil no considera ninguna hipótesis que le permita a los EEUU utilizar territorio de ese país para una eventual intervención militar”. Desde la Unión Europea (UE) dijeron: “Excluimos de manera categórica cualquier apoyo de la UE o cualquier aceptación de una escalada militar en Venezuela”. En las Naciones Unidas el autoproclamado Presidente solo fue reconocido por unos 40 países de los 194 que la integran. En su Consejo de Seguridad, los intentos por avasallar la soberanía venezolana fueron vetados por China y Rusia. El propio Grupo Lima, que integran los países que avalan la salida de Maduro, avisó que ella debe producirse pero “sin uso de la fuerza”. Por último, el Canciller ruso, Sergei Lavrov recibió –el viernes- a la Vicepresidenta de Venezuela –Delcy Rodríguez- y advirtió sobre los peligros de una intervención militar de los EEUU, al tiempo que manifestó su apoyo a Venezuela. *Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) Síguenos y comparte

Humor y amor ¿Armas? Humberto Márquez Decía García Márquez que los venezolanos somos un pueblo de mamadores de gallo y lo certifico. En estos días aciagos de amenazas serias y que conste, que no estoy haciendo un chiste cruel, porque la masa no está para bollos. Pero comentaba a los amigos que este país es la verga. El autoproclamado lanzando un ultimátum para el 23F que si, si o si, y en la Plaza Bolívar retumbando los tambores de la paz, que no de la guerra, y los bares llenos como diciendo ¡si nos van a joder, nos beberemos la últimas cervezas!. Siempre he dicho que este país es tan vergatario que hace chistes hasta de la muerte próxima, y nos queremos tanto, que por ahí fumea también el Humor y Amor de Aquiles Nazoa, un poeta alucinado, patinador y maromero que se mandó aquel Credo en Historias de muñecas de trapo que también me robé de una biblioteca para mis hijos; y entre Aquiles y el Gabo yo sigo patria o muerte, que decía en su discurso el Rómulo Gallegos, “con mis amigos de Venezuela, amigos generosos, cojonudos y mamadores de gallo hasta la muerte”. Yo cierro filas con mis amigotes, que ya no veo tanto como antes y como quisiera, porque cada vez que los veo, me echo a perder, aunque ya no haya mucho con qué. Y le deba un realero al Cuchitril. Jajaja. Y por ahí llego al llegadero y con el perdón de los libios y de los irakíes, aquí si van a encontrar armas imposibles de captar, y de una efectividad única a la hora de emparejar esta verga, porque no digamos ganar, para no exacerbar egolatrías inoportunas. Por qué ni nos estamos burlando, ni quere- mos desatar ataques despiadados. Noooo, nada que ver, el peo es que somos así, caribeños divinos envueltos en esta deliciosa jodedera. No voy ni a contar los chistes, ni siquiera el que Nicolás estuvo a puntico de decir con el que te conté, que la presidencia incluía todo todito jajaja. Es que hasta la carajita que dijo que la preñaran los catires hasta chiste fue. Malazo, pero chiste al fin. Ok me rindo entrego el Humor y Amor como mis armas. Jajaja


Las ayudas de China, Rusia, Cuba, Unicef, OPS y la ONU

China, Cuba y la Organización Panaméricana de Salud (OPS) enviaron 933 toneladas de ayuda humanitaria a Venezuela solicitado por el gobierno. Los contenedores llegaron el 14 de febrero al puerto de La Guaira, Venezuela. Los países solidarios coordinaron con los organismos de la ONU y con el estado venezolano en tiempo y forma la llegada y posterior distribución en el país. Rusia envió 300 toneladas de ayuda humanitaria que entraron el 20 de febrero por el aeropuerto Maiquetia. El 21 de febrero, Rusia envió otra partida de 7,5 toneladas de medicamentos para la población venezolana. En conversación con la delegación del Grupo Internacional de Contacto (GIC) de dialogo en Caracas el 21 de febrero, la vicepresidenta Delcy Rodriguez entregó una lista con medicamentos y dispositivos médicos solicitando su entrega y facilidades de financiación. Serán entregados a través de la ONU. Las llegadas de las ayudas humanitarias fueron anunciadas públicamente por el gobierno venezolano, aunque reportadas solo por un reducido número de medios de prensa – quiere decir: fueron silenciadas. No obstante, los organizadores de los hechos violentos en las fronteras colombo-venezolanas tuvieron pleno conocimiento de los mismos. Dado la cantidad en toneladas y su calidad en cuanto a las ayudas humanitarias ya presentes en el país el 22 de febrero, era obvio que podían cubrir las necesidades de la población vulnerable para un tiempo. En este fin de semana no existía, bajo ningún concepto, una situación en Venezuela que requería una irrupción forzosa al territorio, desconociendo sus fronteras. Los pedidos de material humanitario en tan enormes dimensiones muestran la preocupación de los gobernantes y sus esfuerzos de mitigar la crisis en lo inmediato, siendo respondido a su vez por enormes esfuerzos de otros pueblos solidarios. Los hechos deben ser reconocidos, las fuerzas democráticas deberían tomar nota de los mismos y no caer en la trampa de las manipulaciones mediáticas. El ministro de Salud de Venezuela, Carlos Alvarado (c), en el recibimiento de un envío de medicinas de Cuba, China y la OPS, en el puerto de La Guaira, el 13 de febrero de 2019. Foto: @AlvaradoC_MPPS / Twitter.La cooperación con organismos humanitarios por parte de las autoridades de Venezuela no es nueva, es de más larga data. Ya en noviembre de 2018 las Naciones Unidas, en cooperación con el Fondo de Emergencias (Common Emergency Response Fund, CERF) habían destinado unos 9,2 millones de dólares en programas humanitarios en Venezuela. El objetivo era mejorar la salud y la atención nutricional de las mujeres embarazadas, las madres lactantes después de embara-

zos de alto riesgo y los niños menores de cinco años. En enero de 2019, el CERF había suministrado medicamentos a las autoridades venezolanas para unos tres mil pacientes, además de tres millones de pastillas para la terapia antirretroviral. En el curso de la cooperación, se logró también una tasa de vacunación de más del 95% contra el sarampión y la difteria. Venezuela mantiene una estrecha cooperación con la Organización Mundial de la Salud desde hace varios años. Lo mismo sucede con la cooperación con UNICEF. El 7 de octubre 2018, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) firmó un plan de acción por el orden de 32 millones de dólares con el Gobierno de Venezuela. Con ello se busca la reducción de la mortalidad materno-infantil y la mejora de las condiciones para la protección y el desarrollo de niños, niñas y adolescentes. El 27 de noviembre Venezuela firmaba un acuerdo con UNICEF de un suministro de mas de 130 toneladas de insumos (alimentos y medicamentos) a Venezuela, a través de un programa desarrollado en conjunto con el gobierno venezolano, en aras de optimizar los programas sociales que ya se desarrollan en el país. Los esfuerzos han beneficiado a unas 350.000 personas, entre ellas mujeres y niños, quienes han recibido asistencia médica y nutricional. Asimismo, en cooperación con el Ministerio de Sanidad se enviaron al país unas 30 toneladas de medicinas y productos sanitarios con la intención de frenar la propagación de enfermedades y mejorar la salud en las comunidades de menos recursos. Según Unicef, esos productos se usarán para tratar a unas 25.000 embarazadas, a unos 10.000 recién nacidos y a unos 2.300 niños portadores del VIH. El mismo viernes pasado, cuando la ayuda humanitaria de EEUU. iba a “entrar por mar, tierra y aire” a Venezuela, el canciller venezolano Jorge Arreaza informó de una nueva conversación con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, acordando la cooperación en el ámbito de la ayuda humanitaria. Confirmaron el apoyo técnico por parte de la ONU para facilitar la compra de alimentos, medicamentos y equipos hospitalarios. El gobierno de Venezuela pretende financiar las ayudas. Por el bloqueo económico las posibilidades de compra e importación de medicamentos e insumos médicos son extremadamente restringidas. * Psicóloga y socióloga, periodista colaboradora en medios de prensa europeos y latinoamericanos en temas de derechos humanos, democracia y medio ambiente. Colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).


Jean-Luc Mélenchon, diputado francés, de “La France Insoumise”

La paz en Europa comienza en Venezuela

¿Atacará Estados Unidos a Venezuela? En estas horas que pasan se está jugando, sin duda por décadas, el destino de la paz en América del Sur. Ya he defendido, con mis amigos diputados insumisos, en una tribuna del periódico “Le Monde” la idea de la salida democrática que propusieron México y Uruguay: en vano. Sólo el presidente Nicolás Maduro había manifestado su intención de participar positivamente. EEUU y sus lacayos pasaron de una contraoferta a otra en un obvio ánimo de provocar el fracaso. Por su parte, el presidente francés fijó un ultimátum para las elecciones legislativas. Cuando Nicolás Maduro dijo que estaba listo, Macron y sus colegas europeos repentinamente pidieron que fuera una elección presidencial. Es decir, no para buscar una salida de una crisis democrática sino para una rendición incondicional del legítimo presidente en ejercicio. A lo largo de todo este período, entonces, las provocaciones irresponsables se han sucedida con una intensidad y mala fe que ha permitido a muchas personas entender que el discurso de los Estados Unidos no trata ni de la situación alimenticia de los venezolanos ni de los derechos humanos en su país. Se entiende que se trata del petróleo venezolano y de mantener la dominación del Imperio en lo que considera su patio trasero de América del Sur. Para muchos de nosotros es evidente que paraEEUUlos derechos humanos son sólo un pretexto, que éste sigue siendo el país de la tortura oficial en Guantánamo, el de la segregación racial y del apoyo a los peores gobiernos de la extrema derecha del mundo, en Europa, Medio Oriente y en otros lugares. Pero muchas personas de buena fe están a la espera para entender lo que está sucediendo. Estos tienen dificultades para darse cuenta del poder agresivo que EEUU ha tenido desde su fundación y sus 222 años de guerra a lo largo de 229 años de existencia. Muchos han olvidado o bien no han conocido los años oscuros de asesinatos y torturas en toda América Latina, bajo el liderazgo de la escuela de guerra de EEUU, donde enseñaban bestias sádicas como el general francés Aussaresse. Ocurrió en los años 70, después del asesinato del presidente Salvador Allende en Chile. En lo que se refiere a Venezuela, muchas personas ignoran que Hugo Chávez fue atacado por sediciosos y salvado in extremis del pelotón de fusilamiento. Sin la irrupción en las calles de millones de personas y especialmente de pobres, Chávez habría sido fusilado por los golpistas. También ignoran que, si Francia ha mantenido en la cárcel durante 25 años a los generales sediciosos partidarios de la Argelia francesa, los culpables del golpe de Estado contra Chávez fueron dejados en libertad. Pero sea cual sea nuestra opinión sobre los EE.UU e incluso sobre Venezuela, todos en tanto ciudadanos, estamos puestos al pie del muro ante lo que creemos que es justo y bueno para todos en este momento en el orden mundial. Porque el orden del mundo es un todo. Al convocar a la opinión pública mundial en su cruzada contra Venezuela, los Estados Unidos

nos han obligado a todos a dar una opinión también. Después de tantos episodios nefastos como, por ejemplo, el de las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, las alertas están despiertas ante cada zafarrancho de combate estadounidense. Si en un primer momento muchos adoptaron la posición de guardia, desde entonces vemos que el entusiasmo atlantista se debilita. Hasta el punto de que ahora los ingenuos o irresponsables al mando de los Estados se están despertando, particularmente en Europa. Después de haber reconocido al líder de los facciosos golpistas de Venezuela como “presidente encargado”, entienden que han abierto la puerta a la intervención militar estadounidense para imponer a su títere. Los líderes europeos finalmente comprenden que América del Sur no es un continente infantil que se deja corregir por sus padres europeos o norteamericanos. Los dirigentes europeos comprenden por fin que la intervención armada contra Venezuela es una pieza en el Kriegsspiel de EEUU en un continente donde, tanto los europeos como los chinos y los rusos tienen ahora intereses opuestos. Se enteran de que Venezuela es sólo una introducción, antes de que se usen los mismos argumentos contra Cuba y Nicaragua. Nos gusten o no los gobiernos de estos países, o de algunos de ellos, la cuestión es saber si le reconocemos o no a EEUU un derecho de injerencia autoritaria que se sustituya al derecho internacional. Mi objetivo es que las almas honestas que se preocupan por los hechos no se dejen llevar por la propaganda simplista venida de EEUU y transmitidas en nuestro país por la prensa bajo influencia. El tema de Venezuela es tratado apasionadamente en Francia por los enemigos de la izquierda latinoamericana. En ellos se mezcla el “atlantismo” comprometido (para ellos, Estados Unidos es la solución y no el problema) y la satisfacción de apostar por un renacimiento de la Guerra Fría. En esta visión, nosotros, “los insumisos”, estamos asignados a la posición de amigos enceguecidos de un régimen dictatorial. Muchos de nosotros vivimos esta situación con total disgusto. No digo una vez más cuánto nos repugna el “doble rasero” por parte de los sermoneadores pretenciosos. Cuán lamentables nos han parecido los reportajes de France 2 en cada víspera de elección o en alguna de mis escasas apariciones por ese canal. Sin embargo, no debemos caer en su trampa. Debemos seguir argumentando. Porque los amigos incondicionales de Estados Unidos realmente no tienen argumentos. Recordemos el show lamentable en el estudio del canal France 2 de esa extraña opositora franco-venezolana residenciada en España que utilizó como argumento la falta de papel higiénico en Caracas para reclamar la eliminación del poder chavista. He aquí entonces que esos grandes demócratas están apoyando un proyecto de intervención armada desde un país, Colombia, donde más de 50 demócratas, incluidos varios periodistas, han sido asesinados desde el fin de la elección presidencial sin que les hayan dedicado ni siquie-


ra una palabra de compasión. Pero poco importan sus anteojeras. Son, sobre todo, a tal punto amigos de EEUUque olvidan el interés y la posición de su propio país, Francia. Porque aparecer, ante los ojos de toda América Latina, como los perritos falderos de Estados Unidos no es bueno en ningún entorno social de este continente. Hay que entender que el nacionalismo en América del Sur es una idea fundadora desde las guerras de independencia contra España. Incluso aquellos que odian más ferozmente a los comunistas en América del Sur continúan invitando a Cuba a todas las reuniones internacionales por la única razón de que este país no obedece a EEUU y que su presencia funciona como una advertencia para ellos. En la actitud de los dirigentes franceses, existe un antiguo fondo de colonialismo que les hace perder de vista la realidad política y económica del mundo contemporáneo. Estos franceses de la televisión y de la política son incapaces de pensar en relaciones igualitarias con los países que otrora nuestros países dominaban. No logran pensar estas relaciones fuera del marco grosero de la vieja repartición del mundo. En su visión, África es de Francia y América de Sur es de EEUU. Todo está relacionado. EEUU ayuda al Gobierno francés a destruir a Libia (por su bien, por supuesto) y, a cambio, los dirigentes franceses aplauden a todos los que aman a los Estados Unidos en su continente. Solo cito aquí a Libia para no evocar ejemplos más recientes, igualmente lamentables, y en los cuales nosotros continuamos navegando de una aventura militar a otra. De hecho, los exaltados de Europa y de otros lugares esperaban que el gobierno de Maduro se derrumbara. No ha sido así. Y desde hace poco, es todo lo contrario. En cuanto se habló de intervención armada de los Estados Unidos y el tam-tam europeo comenzó a oírse por allá, un número creciente de personas, incluidos los opositores de Maduro, abandonaron a los golpistas, considerados de pronto como los adelantados de una invasión. El nacionalismo de los pueblos latinoamericanos es mal conocido o despreciado en Francia. Pocos se dan cuenta de que Europa, para muchos, es también España, su antiguo colonizador, es Francia y su expedición en México. La historia también existe en la conciencia colectiva de los pueblos de América del Sur. La intervención de EEUU Y de los europeos es tan intolerable para ellos como lo sería en Francia una intervención militar de Alemania para ayudar a los chalecos amarillos e instalar a Eric Drouet como presidente “encargado”. Hago intencionalmente esta comparación caricatural para intentar despertar las conciencias respecto de la realidad del sentir de los pueblos del nuevo mundo que tanta gente en Europa desconoce. Porque siguen considerándolos como niños turbulentos y a sus países como protectorados en libertad vigilada. Sé que esto me valdrá nuevos insultos, espetos groseros y todas esas otras ignominias que ya he soportado en torno a este tema, como en torno a tantos otros de nuestra política exterior. Pero creo que es un deber abrir constantemente caminos alternativos al reinado de la violencia globalizada. Acepto evaluaciones comparativas sobre los últimos 25 años. Desde la primera Guerra del Golfo hasta Afganistán y Siria, ¿cuándo me equivoqué frente al partido de los medios y de los atlantistas que querían la guerra como solución?; ¿dónde sus guerras resolvieron uno solo de sus problemas?; ¿dónde la situación no es hoy peor que antes? Quiero admitir un error que cometí en el pasado. Porque creo que este ejemplo ayudará a reflexionar también sobre el presente. Acepté la idea de un corredor de exclusión aérea en Libia cuando Gaddafi amenazó con provocar, según sus propias palabras, un baño de sangre en una ciudad insurgente. Fui imprudente porque el Consejo de Seguridad de la ONU fue unánime al respecto. Craso error. La OTAN se infiltró de inmediato por la brecha y el corredor de exclusión aérea se convirtió en un corredor de bombardeos excesivos. En ese momento fui criticado duramente por muchos amigos queridos en América del Sur que me reprocharon mi ingenuidad y a quienes reproché de no entender nada sobre las revoluciones populares del Magreb. La historia les ha dado más razón que a mí en este caso. Pero esto demuestra que es esencial comprender seriamente las motivaciones de los protagonistas y tener una conciencia clara de lo que más nos importa para posicionarnos. Francia no es una fuerza supletoria del ejército estadounidense, ni una de las fortalezas de “Occidente” ligada a otras. Francia no es una nación “occidental”. Es una nación universalista, en mi opinión. Además, nuestro país está presente en el continente sudamericano, no ceso de repetirlo. Está presente en Guyana con su frontera terrestre más larga: 800 kilómetros deslindando con Brasil. Está presente en el Caribe, donde La Martinica y Guadalupe ofrecen una colaboración no considerada en el Hexágono. Tenemos algo mejor que hacer allí que ser los soldaditos del Imperio. Nuestro primer deber en el mundo es estar del lado del derecho

de los pueblos a la autodeterminación. Por lo tanto, Francia debería estar dedicada por naturaleza al anticolonialismo y a la causa por que en todo lugar las soluciones se decidan y estén regidas por la soberanía popular. Puede parecer abstracto. Pero el independentismo francés —que es mi línea política y la del programa “El futuro en común”— es, por el contrario, la contribución concreta que nuestro país puede ofrecer frente al recurso permanente a las armas. Las armas no son el problema, a mi juicio. Al decir esto, dejo de lado en este momento la cuestión moral de los crímenes que ellas inducen en todas las circunstancias y sin excepción. Es que lo más a menudo las armas no arreglan nada, sino que todo lo agravan. En el caso de Venezuela, ¿qué puede lograr la intervención norteamericana? Esto, suponiendo que resulte victoriosa, algo que el ejemplo de Vietnam o de Afganistán no mostró. La intervención no puede “resolver” sino la suerte de la propiedad de la primera reserva de petróleo del mundo y del 18% del combustible que EEUU consumen ya. Este no es un motivo suficiente ni aceptable para asesinar a los cientos de miles de personas que se opondrán a la invasión. Después de lo cual agrego lo que cuenta para mi motivación sobre el tema, pero que no lo esgrimo como una condición de consentimiento para oponerse a la intervención militar. Venezuela es un país amigo y un pueblo con un admirable compromiso político con los derechos de los pobres y oprimidos. Venezuela nunca ha regateado su apoyo, su dinero, ni sus conocimientos, allí donde los desastres naturales han golpeado a los pueblos en el continente y en el Caribe. Los franceses se beneficiaron de esta ayuda en cada una de las calamidades sufridas en el Caribe. No tenemos ninguna disputa con este país. Se pueden entender las dificultades del gobierno de un país cuyos ingresos petroleros se han derrumbado en dos tercios. Especialmente cuando distribuyó ampliamente este ingreso en el bienestar social más diverso, a diferencia de las monarquías petroleras y otros estados petroleros comparables. Si el pueblo de Venezuela llegara a creer que se equivocó en la elección de su política y de sus líderes, lo dirá cuando llegue el momento, pues las elecciones en Venezuela son libres. Sus resultados son impugnados sólo por un puñado de perdedores, gentes que boicotean las elecciones en vano. Y los Estados Unidos, por supuesto. Pero ningún organismo internacional los ha cuestionado. Este no es el caso, por ejemplo, en Kazajstán, que proporciona a Francia todo el uranio que compra, pero cuyo partido y presidente han estado en el poder desde 1989 y han sido acusados de innumerables delitos, de torturas y de falsificación de elecciones. Sin embargo, hace unos meses, Francia firmó un acuerdo de cooperación reforzada con este país y el portavoz de la La République en Marche (partido oficialista del gobierno Macron) felicitó a este país por su progreso democrático. Por supuesto, yo voté en contra. Por supuesto, los “macronistas” que se muestran indignados por Venezuela, votaron por una amistad reforzada con el régimen de Kazajstán. Mi convicción personal se forjó a través de la experiencia adquirida en este tema durante varias décadas de participación en cuestiones internacionales. Se debe hacer todo lo necesario para evitar que EEUU ataque a Venezuela. No hay ninguna base legítima para esa intervención militar. Y lo que allí se juega nos involucra directamente. Se trata de saber si admitimos que los Estados Unidos sean los amos del mundo. Pues este amo será también el nuestro. En Europa, el “seguidismo” nos ha llevado a un punto en que el posicionamiento de baterías de misiles de la OTAN en Polonia nos ha puesto frente a la amenaza de una instalación similar por parte de los rusos, apuntada hacia los centros de comando de la OTAN en Bélgica. y en Alemania. Una situación peor que la de la guerra fría. Poner fin a la escalada en Europa comienza en la frontera con Venezuela.


¿Futurología?: Opositores y lobbies pelean en Washington el gabinete de Guaidó

Mirko C. Trudeau Adustos analistas y creadores de imaginarios colectivos discuten en Washington la conformación de un gabinete que acompañe al presidente virtual Juan Guaidó en caso de triunfar una intervención militar, que desaloje del poder al gobierno constitucional de Nicolás Maduro. Cada grupo de apoyo (y financiamiento) a la oposición venezolana, cada poderoso lobby (energético, armamentista, alimenticio, farmacéutico) tiene sus candidatos, sobre todo los yes-men que puedan satisfacer los planes de las trasnacionales, empeñadas en apoderarse de inmediato de las riquezas del país. Hasta ahora no han encontrado hombre (o mujer) ideal. Por los corrillos del Departamento de Estado y del Congreso deambulan, carpetas en mano, varios autocandidatos, partiendo de la base de que Juan Guaidó es “interino”. Entre ellos, dos mujeres: María Corina Machado –quien insiste en una intervención desde que se reunió con George W. Bush (y se sacó una foto con él)-, y la polémica y atractiva esposa del líder de Voluntad Popular Leopoldo López, Lilián Tintori, hoy en un segundo plano. La economía En la parte económica, la elección no es fácil. Ricardo Hausmann es un economista venezolano radicado en Estados Unidos. Es el actual director del Centro para el Desarrollo Internacional y profesor de Economía del desarrollo en la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard. Fue ministro de Planificación de Venezuela y jefe de la Oficina Presidencial de Coordinación y Planificación (19921993) durante el Gobierno de Carlos Andrés Pérez (destituido por corrupción). Miembro de la junta directiva de la Compañía Anónima de Teléfonos de Venezuela (CANTV, 2001-2007), del Instituto de Microfinanzas de Acción Internacional (20092011), y del consejo asesor de Abengoa, una empresa española de energías renovables y de la ingeniería. Luego, se desempeñó

como economista en jefe del Banco Interamericano de Desarrollo. Hace tándem con su esposa, la economista Ana Julia Jatar (autora de Chavismo: la peste del siglo XXI), quien fue directora de la Unidad Contra la Discriminación Política en la ONG opositora Súmate, Superintendente y la Promoción de la Libre Competencia, y en estos momentos es Fellow del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, y miembro del Consejo Editor de la revista Analítica Premium. Francisco Rodríguez, es economista de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Universidad de Maryland y de Harvard, jefe de la Oficina de Asesoría Económica y Financiera de la primera Asamblea Nacional del chavismo (proyecto del BID y el FMI). Fue analista de Bank of America, el “gurú” que asesoró al Banco Central y al Ministerio de Finanzas de 2013 a 2016, uno de los pocos con acceso a la información macroeconómica y financiera de primerísima fuente en el que se basaron los inversionistas y colocadores de bonos estadounidenses para obtener información sobre las finanzas de Venezuela, dejó su trabajo como el principal economista del banco y pasó a dirigir la empresa Torino Capital. Moisés Naím, ministro de Fomento con Carlos Andrés Pérez, es miembro del Carnegie Endowment for International Peace, un think tank en Washington con el cual ha estado vinculado desde 1993. Durante 14 años estuvo al frente de la revista Foreign Policy y desde 2011 dirige Efecto Naím, un programa semanal de que retransmite la cadena de televisión colombiana NTN24. Fue director del Banco Central de Venezuela y director ejecutivo del Banco Mundial. Para un gabinete uno puede imaginarse algunos nombres, como Leopoldo López (sindicado de autoría intelectual en la muerte de varios ciudadanos durante el terror callejero de 2014), Freddy Guevara, el general Antonio Rivero, y varias mujeres: Delsa Solórzano, Patricia Poleo, Nitu Pérez Osuna o Lilian Tintori. Junto a ellos está el excandidato presidencial Manuel Rosales, Julio Borges, el

prófugo exalcalde metropolitano Antonio Ledesma, Humberto Calderón Berti y Carlos Vecchio (en lucha por la Cancillería) Y para el ministerio de relaciones exteriores dos nombres con vasta experiencia en cabildeos y búsqueda de financiamiento y guión en el exterior, Julio Borges y Antonio Ledesma. Pero junto a estos “dinosaurios” de la política, aparecen nuevos nombres como los del venezolano-español Yon Goicoechea, destacado dirigente estudiantil en 2007 que cursó posgrado en la Universidad de Columbia y ganó el premio Milton Friedman otorgado por la retrógrada Fundación CATO, y Delson Guárate, exalcalde del municipio Mario Briceño Iragorry, del Estado de Aragua, en el centro norte de Venezuela, ambos detenidos en vísperas de la manifestación opositora 1 de septiembre de 2016. Súmele a aquellos que se suben al carro del (presunto) ganador, como ex ministros chavistas (Víctor Álvarez entre otros). Muchos nombres más están a consideración de quienes realmente deciden: Donald Trump, Mike Pompeo, Mike Pence, Marcos Rubio, Elliot Abrams, la Red Atlas y los lobistas, como el ex secretario de Estado y CEO de la trasnacional Exxon-Mobil, Tim Tulleron. Quien es Guaidó . Guaidó es un miembro del partido (extrema derecha-END) Voluntad Popular, el protagonista de los enfrentamientos llamados guarimbas que mató a cerca de 200 venezolanos entre 2014 y 2017 (de las cuales se oculta que el 70% eran chavistas). Y ‘el sector de oposición más proestadounidense, se niega cualquier negociación que no implique una purga completa de los chavistas y el desmantelamiento de los programas reformistas de las últimas dos décadas. Guaidó en 2016 fue elegido diputado de Voluntad Popular en el Parlamento Nacional que representa el pequeño estado de La Guaira, con un 26% de los votos (Venezuela es una república federal que consiste en 23 estados). Luego se convirtió en el presidente del propio Parlamento en circunstancias aún desconocidas (de hecho, la presidencia


habría tenido derecho legalmente a un tal Juan Andrés Mejía). Guaidó era un líder estudiantil de la ‘Universidad Católica Andrés Bello, de los jesuitas. Fue uno de cinco estudiantes venezolanos enviados a Belgrado en 2005 por la NED –Fundación Nacional para la Democracia, el apéndice de la CIA que promueve los tipos de cambio del gobierno- para ser preparados por el LONA (Centro de Acción y estrategias aplicadas para no violento), que sumió el papel como entrenador para las “protestas no violentas.” Este Centro fue responsable de varias “revoluciones de color”, como la de los neonazis en Ucrania. Guaidó En 2007 se trasladó a Washington, donde se inscribió en la Universidad George Washington con la tutoría economista venezolano Luis Enrique Berrizbeitia, graduado en la. Universidad de Pennsylvania, ex director ejecutivo del FMI, exvicepresidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y uno de los principales economistas neoliberales en América Latina Guaidó era parte del grupo fundador, junto al hispano-venezolano Yon Goicoechea, de la Generación 2007: organización de los alumnos formados por la lona y financiados por Washington, cuyo objetivo era derrotar a Hugo Chávez. De acuerdo con mensajes develados por Wikileaks, “el objetivo de la Generación 2007 era obligar al gobierno de Venezuela a responder con represión”, todo ello para crear un evento sensacional de significancia internacional. En noviembre de 2010 Guaidó y otros dirigentes de Voluntad Popular participaron en un seminario secreto de cinco días en un hotel de la Ciudad de México, organizado por Otpor, la organización de Serbia dedicada a “cambio de régimen”, financiado por Washington, donde se planeó para desestabilizar el gobierno de Venezuela, que también incluyó el asesinato de Hugo Chávez y luego de Nicolás Maduro. Las guarimbas (terror callejero) de 2014 eran parte de esta campaña, y varios videos se pueden ver a los líderes estudiantiles con camisetas con la inscripción Voluntad Popular. Entre ellos estaba Guaidó. Varios militantes de esa agrupación radical fueron detenidos, y acusados de terroris-

mo y posesión de armas de guerra: Freddy Guevara, Leste Toledo, Carlos Staples, David Smolansky, Yon Goicoechea y Leopoldo López. Muchos de ellos salieron del país evadiendo su libertad condicional, mientras que Leopoldo López sigue aún bajo arresto domiciliario. Smolansky huyó a Brasil disfrazado de cura y llegó a EEUU, donde se reunió con Elliot Abrams, arquitecto de los grupos criminales y paramilitares de los años 80 en Nicaragua. Para ser extraños a los estudiantes “democráticos”, estos chicos parecen llegar fácilmente a las personalidades más reservados de la política estadounidense. En diciembre de 2018 fue Guaidó en secreto en Washington para planificar las protestas contra Maduro, a continuación, implementado el golpe en enero el año 2019, recibiendo apoyo de los congresistas Marco Rubio, Rick Scott y Mario Díaz-Balart, para reunirse con el secretario de Estado Mike Pompeo. El 5 de enero, antes de regresar a Venezuela, Guaidó fue nombrado sorpresivamente (el turno le correspondía a otro partido) presidente de La Asamblea Nacional, y 18 días más tarde se autoproclamó “presidente pro tempore” (un título que constitucionalmente no existe). Washington se movió rápidamente a reconocerlo como empezó las presiones de aliados y cómplices para que hicieran su parte. Parte de estas denuncias las hicieron públicas dos periodistas estadounidenses: Max Blumenthal y Dan Cohen es un es El humor en tiempos de crisis, vacio de poder y el gabinete de Guaidò La internacional capitalista La internacional capitalista existe, la moviliza el movimiento libertario de extrema derecha (en inglés los llaman libertarians) y, obviamente, está muy bien financiada: funciona a través de un inmenso conglomerado de fundaciones, institutos, ONGs, centros y sociedades unidos entre sí por hilos poco detectables, entre los que se destaca la Atlas Economic Research Foundation, o la Red Atlas. Su meta: rotar al socialismo en todos los niveles, desde las batallas cam-

pales en los campus universitarios hasta la movilización de un país para abrazar la destitución de un gobierno constitucional. La red, que ayudó a alterar el poder político en diversos países, es una extensión tácita de la política exterior de EEUU – los think tanks asociados a Atlas son financiados por el Departamento de Estado y la National Endowment for Democracy (Fundación Nacional para la Democracia – NED), brazo crucial del soft power estadounidense y directamente patrocinada por los hermanos Koch, poderosos billonarios ultraconservadores. La NED y el Departamento de Estado, que cuentan con entidades públicas que funcionan como centros de operación y despliegue de líneas y fondos como la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF), Freedom House y la Agencia del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid), son los principales entes actores que reparten directrices y recursos, a cambio de resultados concretos en la guerra asimétrica en la que participan. Atlas cuenta con 450 fundaciones, ONGs y grupos de reflexión y presión, con un presupuesto operativo de cinco millones de dólares (2016), aportados por sus fundaciones “benéficas, sin fines de lucro” asociadas. La red tiene 13 entidades afiliadas en Brasil, 12 en Argentina, once en Chile, ocho en Perú, cinco en México y Costa Rica, cuatro en Uruguay, Venezuela, Bolivia y Guatemala, dos en República Dominicana, Ecuador y El Salvador, y una en Colombia, Panamá, Bahamas, Jamaica y Honduras. La extrema derecha “moderna” es el movimiento libertario de extrema derecha que hoy navega con pabellón republicano, con apoyo de grupos religiosos protestantes y de jesuitas en guerra con el papa Francisco, y que basa su accionar en una deliberada estrategia de desinformar a las mayorías para imponer sus políticas plutocráticas y que tiene en la Red Atlas a su principal propulsor en América Latina. El impulsor de este movimiento es el multimillonario Charles Koch, quien adoptó la tesis de James McGill Buchanan – economista de la Universidad de Chicago y Premio Nobel- para desarmar el Estado progresista, con una estrategia operativa en defensa de la santidad de los derechos de la propiedad privada y para doblegar al modelo de gobierno: para que prospere el capitalismo, sostenía: hay que ponerle cadenas a la democracia, señalaba. Entre las quince organizaciones más importantes financiadas por Koch están Americans for Prosperity, el Cato Institute, la Heritage Foundation, el American Legislative Exchange Council, el Mercatus Center, Americans for Tax Reform, Concerned Veterans of America, el Leadership Institute, Generation Opportunity, el Insti-


¿Celebrar la guerra? Maryclen Stelling

tute for Justice, el Independent Institute, el Club for Growth, el Donors Trust, Freedom Partners, Judicial Watch. A ellas súmele las más de 60 organizaciones de la State Policy Network (Red de Políticas de los Estados Unidos). El Center for International Private Enterprise (CIPE) es una fundación afiliada con la NED, creada por el gobierno de EEUU para llevar adelante las metas de la política exterior de Washington, que financia a organizaciones políticas en el mundo en desarrollo. Fue instalada por la Fundación Cámara de Comercio de EEUU, la organización de cabildeo más grande del país. El 96% de sus fondos provienen del Departamento de Estado y de la USAID. Atlas ha jugado un papel en Venezuela. Los registros obtenidos a través de la Ley de Libertad de Información, así como los cables del Departamento de Estado revelados por Chelsea Manning, revelan el sofisticado esfuerzo de los políticos estadounidenses para usar los think tanks de Atlas en una larga campaña para desestabilizar el gobierno venezolano. Ya en 1998, Cedice Libertad, el buque insignia de Atlas en Caracas, recibió apoyo financiero regular del Centro para la Empresa Privada Internacional para ayudar a abogar por “un cambio en el gobierno”.Resultado de imagen para cedice Cedice Libertad, en Caracas, provee apoyo a dirigentes de la oposición conservadora, incluyendo a María Corina Machado. El director de Cedice firmó el Decreto Carmona, que instauraba la breve dictadura tras el golpe cívico-militar contra Hugo Chávez en 2002. Es un think tank de Atlas que ha recibido, también, financiamiento del gobierno de EEUU, a través de la NED. Un cable de 2006 estableció una estrategia del embajador estadounidense William Brownfield para financiar organizaciones sin fines de lucro políticamente activas en Venezuela para el fortalecimiento de las instituciones democráticas; la penetración de la base política de Hugo Chávez; la división del chavismo y, sobre todo, la protección de los negocios vitales a nivel internacional. Hay otras ONGs y fundaciones que trabajan en el entramado de Atlas, como Provea (financiado además por Open Society Foundation del multimillonario George Soros, la Fundación Ford y la embajada británica), la Asociación Civil Poder Ciudadano (enrutada en el socavamiento de las

fuerzas militares y los aparatos de inteligencia y seguridad venezolanos), y el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, que trabaja en temas de derechos humanos y ciudadanización del conflicto interno, cofinanciado por la NED. A ello se suma Espacio Público, que coordinó directamente la distribución del fondos y proyectos del Departamento de Estado al “periodismo independiente” (portales antichavistas en realidad) entre 2008 y 2010, que pone énfasis en la defensa de la libre expresión, y Foro Penal Venezolano, financiado por Freedom House, para la defensa jurídica de los acusados por sabotaje, terrorismo durante las vandálicas campañas de “resistencia civil” de la oposición venezolana en 2014 y 2017. El Instituto de Asuntos Económicos (IEA).ayudó a popularizar las ideas de economistas afiliados a las ideas de Hayek, conectando a periodistas con académicos de libre mercado y difundiendo críticas de forma regular a través de columnas de opinión, entrevistas de radio y conferencias. Grandes empresas, desde Barclays a British Petroleum, le proporcionaron el grueso de los fondos. Gigantes corporativos, como ExxonMobil y MasterCard, se sumaron a los donantes de Atlas, que se “prestigió” con figuras destacadas entre los libertarios ultraderechistas, como las fundaciones asociadas con el inversor John Templeton y los millonarios hermanos Charles y David Koch. Así comenzaron a florecer numerosas fundaciones y ONGs conservadoras. La red Atlas se iluminó cuando llegó Donald Trump a la presidencia. La administración de Trump está repleta de ex alumnos de grupos relacionados con Atlas y amigos de la red. Sebastian Gorka, el asesor islamofóbico de contraterrorismo de Trump, dirigió un grupo de reflexión respaldado por Atlas en Hungría. El vicepresidente Mike Pence asistió a un evento de Atlas. La secretaria de Educación Betsy DeVos lideró el Acton Institute, un grupo de reflexión de Michigan que desarrollaba argumentos religiosos a favor de las políticas de los libertarios de ultraderecha, que ahora mantiene una filial en Brasil, el Centro Interdisciplinario de Ética y Economía Personalista. Pero la figura principal del entramado es hoy Judy Shelton, economista y miembro principal de la Red Atlas, quien se hizo cargo de la NED, tras ser consejera de la campaña de Trump.

Nos hemos habituado a vivir en polarización y confrontación; a la guerra económica, política, psicológica y transmedia. Suerte de frágil convivencia pactada y mantenida por un largo tiempo. Imperan en nuestra sociedad 3 rasgos propios de todo proceso de polarización en situaciones de guerra: la sobrevaloración de los rasgos diferenciales propios; la desvalorización, estigmatización y denigración del “otro” y, además, la proyección de lo negativo y la culpa en ese “otro”. Desde inicios de año, tanto las condiciones internas como las variables geopolíticas han cambiado drásticamente y nos preparamos -bajo una amenaza de invasión- para otro tipo de confrontación, un posible conflicto armado. Curiosamentete , el disparador podría ser una supuesta ayuda humanitaria, injerencia musicalizada por un concierto denominado “Venezuela Aid Live”, que tendrá lugar el 22/2en la frontera colombo- venezolana. El Gobierno venezolano,bajo el lema “Hands off Venezuela”, riposta con 3 días de concierto por la paz. Imposible obviar el contexto donde se insertan tales expresiones artísticas, una frontera militarizada y claras intenciones injerencistas ajenas a la cacareada ayuda humanitaria. Bajo el signo de la polarización irracional, sectores de oposición celebran la guerra como única salida para el país, menospreciando los dramáticos efectos tanto materiales como psicológicos que ello supone. La guerra constituye un verdadero desastre, un caos que genera una desorganización total de la sociedad con gravísimas consecuencias no sólo relativas al deterioro de la infraestructura económica, social y política del país, sino de carácter psicológico en la población civil principal víctima de estos conflictos. La guerra implicauna ampliagama de agresiones, que abarca todos los aspectos de la vida de un país y donde no habrá distinción entre combatientes y civiles, adultos y niños, mujeres y hombres, chavistas u opositores.


Psicología, neoliberalismo y guerra de cuarta generación

Nicolás Centurión| Eduardo Galeano, con su vigencia y su sapiencia, nos decía que cuando creímos tener todas las respuestas nos cambiaron las preguntas. Y eso es lo que sucede en estos de Cuarta generación y colonialismo 2.0. Las guerras convencionales, de cuerpo a cuerpo ya no son el teatro de operaciones predilecto por el Imperio. Sino que la guerra hoy también es de mente a mente. Venezuela como paradigma ¿Qué escribir sobre Venezuela? ¿Qué decir ante los ríos de tinta (necesarios) que se han escrito desde hace años y en este tiempo mucho más ante la amenaza de una invasión militar por parte de Estados Unidos? Decir hace 10 años que gran parte de lo que pasaba en Venezuela era por una injerencia estadounidense era casi de conspiranoicos. Sobre todo para los desconfiados de siempre que piensan que el Imperialismo es algo que cayó en desuso pero aún creen en la mano invisible del mercado y lResultado de imagen para guerra de cuarta generaciona libre competencia. A pesar de lo que sucedió en el 2002 con el Golpe de Estado a Chávez, la opinión pública sigue pensando que Estados Unidos nada tiene que ver con lo que pasa en el país caribeño. Pero ya ese argumento se cae por su propio peso. La realidad nos pasó por arriba. Antes de continuar me gustaría dejar en claro mi postura. Maduro es el presidente legítimamente electo por el pueblo venezolano. No hubo ni existió fraude en las elecciones. Guaidó es el verdadero usurpador, títere del imperialismo estadounidense. Y aquí no hay medias tintas.

A lo nuestro: Lo que aún sigue sorprendiendo es la capacidad que tienen los poderes concentrados para hacernos ver lo que ellos quieren que veamos, para hacernos sentir lo que ellos quieren que sintamos, para hacernos pensar lo que ellos quieren que pensemos. Chávez pasó a ser un dictador maléfico. Maduro un burro. Antes de empezar a gobernar ya era un incapaz, un incompetente. ¿Pruebas? ¿Hechos? Ninguno. Bombardeo mediático y nada más. Guaidó era un desconocido. Incluso siendo el presidente de la AN. Hoy día Leopoldo López y Henrique Capriles ya son personajes secundarios de esta trama. En caso de fracasar Guaidó, ¿a qué desconocido tendremos en primera plana durante meses? Tenemos colonizada nuestra subjetividad. No solo económica, política, jurídica, cultural y epistemológicamente somos dominados. Nuestras formas de sentir también, nuestra indignación está direccionada hacia donde nos dicen los medios que debemos apuntar y lo sentimos como propio y genuino. Hay artículos como el de Ricardo Hausman en Project Syndicate que dicen explícitamente la necesidad de una invasión en Venezuela. Las pruebas están. Se dice a texto expreso, pero seguir hablando de imperialismo e intervención militar parece algo muy loco y setentoso. Claro, las intervenciones ahora son solo en Medio Oriente. El mismo Estados Unidos para América Latina es benévolo y tiene todas las intenciones de que el pueblo venezolano crezca y se desarrolle (en contra de su propio bloqueo económico-financiero). Más allá de la ironía, esta es una forma de colonialismo del “garrote y la zanahoria” que data desde la Doctrina Monroe de 1823. Por un lado la amenaza; por el otro “la

salvación” y allí se da la falsa dicotomía en elegir entre una y otra. Claramente cualquiera elegiría “la salvación”. Pero lo que pretende esta Doctrina es el encierro y no la opción por una u otra. Es el control total, es la metáfora del poder a pleno. La ilusión de poder elegir cuando las opciones son sumisión aceptada o sumisión impuesta. Sun Tzu plantea en su libro Arte de la Guerra: “la verdadera guerra es la que se realiza sobre las mentes de los hombres, y mediante el terror, el enemigo mide si tiene la necesidad o no de gastar en hombres, armas y dinero”. La ilusión de la neutralidad Ante todo esto ¿Qué tiene para decir la academia y específicamente la Psicología? Desde ciertos atrios y pupitres se pretende manejar un grado de neutralidad que no existe como tal. La neutralidad ante determinados hechos no hace más que colocarte del lado del opresor. El neoliberalismo pretende que la ciencia sea ahistórica, neutra, aséptica y sin intereses. Este combo no hace más que beneficiar al sistema dominante y teñir a la ciencia de una falsa inocuidad. Esto lo grafica meridianamente Ignacio Martin-Baró: “Sin embargo, la Psicología ha estado por lo general muy poco clara de la íntima relación entre desalienación personal y desalienación social, entre control individual y poder colectivo, entre liberación de cada persona y la liberación de todo un pueblo. Más aún, con frecuencia la Psicología ha contribuido a obscurecer la relación entre enajenación personal y opresión social, como si la patología de las personas fuera algo ajeno a la historia y a la sociedad o como si el sentido de los trastornos comportamentales se agotara en el plano individual (Martín-Baró, 1984).


Roy Chaderton: Si Colombia se mete en Venezuela, Venezuela se mete en Colombia

Vladimir Mendez.

Si Colombia se mete en Venezuela, Venezuela se mete en Colombia y llegaríamos al Pacífico, a liberarlos a todos otra vez ¿La oportunidad de reeditar la Gran Colombia? Interesante entrevista: -¿Es posible la invasión? --No sé si Estados Unidos está en capacidad o en ánimo de absorber otro Vietnam. -¿Qué evaluación hace de la actual política internacional de Venezuela? -Está en su momento más vigoroso y más combativo. -¿Cómo evalúa a la oposición? -Lastimosa e incomprensible. Lastimosa por el grado de miseria que significa la voluntad de entregar el país y miserable por la condición misma de ese estado de sumisión. Además con el detalle adicional de que la línea de la oposición está dirigida por los más radicales y porque ha logrado callar, amordazar o chantajear a los presuntamente más moderados, eso es incomprensible. No se comprende cómo un pequeño partido de extrema derecha, fascista con antecedentes abiertamente “criptonazis” pueda arrastrar a partidos de larga tradición en el país que tienen actitudes más moderadas. -Apenas se han manifestado Eduardo Fernández y Claudio Fermín. ?Eso hay que reconocerlo y aplaudirlo para evidenciar la condición deleznable de la oposición de extrema derecha. -¿Qué opinión le merecen los adecos que hasta el momento no se han manifestado? -Llama la atención que no se haya pronunciado Ramos Allup, que es una especie de iluminado y heredero de la vieja guardia de Acción Democrática. Pero también es extraño que sea opacado o silenciado por los muchachitos de extrema derecha, inculto y mal hablado, y no porque diga groserías, sino porque no sabe hablar como es el caso del señor Guaidó. Hace días conversaba con una amiga acerca de un grupo musical que cantaba

una canción gringa llamada El pájaro bañista en los 70 que sonaba asíbababum, babá; bababum, babá y esa es la manera como habla este jovencito Guaidó, lo que refleja que no está acostumbrado a leer, además, él pertenece a una generación que ha podido hacer lecturas de periódicos con lo cual hasta buena ortografía podría lograr leyendo El Nacional de hace algunos años, pero no, se ve que lee El Nacional. Insisto en que son poco cultos. -Llama la atención que surja en medio de esta crítica situación un líder de dudosa categoría. -Es que el enemigo lo quiere débil, frágil, inconsistente. Lo quiere incompleto y lo quiere temporal. Lo quiere radical, no racional porque en la racionalidad habría un poquito de sobriedad. -¿Cómo vería usted una candidatura de Leopoldo López? -De la misma manera como yo veía a los jóvenes fascistas que esperaban bajo una temperatura de 40 grados en la esquina de la avenida principal de Caurimare con El Cafetal enarbolando o blandiendo banderolas de una organización llamada Tradición, Familia y Propiedad. Son un grupo de fanáticos y jóvenes fascistas. -¿Cómo puede terminar este conflicto en relación con Colombia? -En algún momento Colombia va a sufrir una implosión. Hay mucha especulación con el papel de intervención de Colombia en Venezuela haciéndole el juego a Estados Unidos. Yo que formo parte de la brigada Pedro Carreño, digo que si se meten en Venezuela, nos metemos en Colombia y llegamos al Pacífico. Hay algo interesante en la historia de Venezuela de lo que nunca se habla, ni siquiera los más agudos analistas lo hacen: la Guerra de Independencia de Venezuela se dio del lado Pacífico. Nosotros liberamos países del Pacífico: Colombia, Ecuador, Perú. Entonces volveríamos al Pacífico. -¿Si nosotros salimos airosos de esta coyuntura, debemos asumir ese papel de unir a la Gran Colombia?

-Chávez hizo mucho por recuperar los espacios bolivarianos perdidos, en el sentido de ejercer una política más allá de la propia base de operaciones, pero eso se nos ha caído un poco por la arremetida de la derecha en el continente. Hemos perdido espacios y debemos recuperarlos, creo que hay algunas posibilidades este año, dependiendo de cómo se manejen las cosas. Hemos perdido espacios inexplicablemente. No me explico cómo Lula está condenado a 14 años de cárcel y que haya perdido el esfuerzo y los logros progresistas, sin calentar las calles. Los brasileños se dejaron arrebatar, que no es el caso de Venezuela, aquí estamos dando la batalla. Le estamos haciendo la tarea difícil al imperio y a sus vasallos. -¿Puede abundar sobre su opinión de la implosión en Colombia? -Sí, porque yo me pregunto ¿hasta cuándo el pueblo colombiano aguanta lo que le hace la oligarquía? Ya es demasiado tiempo y los resultados de las elecciones de Petro han sido muy promisorios al alcanzar ocho millones de votos en un país donde los sistemas electorales están completamente amañados y controlados por la oligarquía y, sin embargo, por encima de eso, se logró un resultado promisor, repito. -¿Qué opina del proceso de Paz en Colombia? -El proceso de paz es una estafa evidenciada por el pueblo colombiano, porque en el referendo que hicieron, la alternativa de la paz perdió y, sin embargo, por una maniobra constitucional típica colombiana, donde el leguleyismo impera, terminó siendo institucionalizada. Entonces ahí ocurrieron muchas irregularidades, cosas curiosas. Ese premio Nobel de la Paz es una estafa a la comunidad internacional y una estafa a los bobos del jurado que en Oslo, en Noruega, lo decidieron. -¿Cómo ve la situación del país? -Promisora. De esta vamos a salir endurecidos, curtidos e iluminados. Esta pesadilla va a pasar porque hemos ido sorteando uno tras otro todos los obstáculos.


-Lastimosa e incomprensible. Lastimosa por el grado de miseria que significa la voluntad de entregar el país y miserable por la condición misma de ese estado de sumisión. Además con el detalle adicional de que la línea de la oposición está dirigida por los más radicales y porque ha logrado callar, amordazar o chantajear a los presuntamente más moderados, eso es incomprensible. No se comprende cómo un pequeño partido de extrema derecha, fascista con antecedentes abiertamente “criptonazis” pueda arrastrar a partidos de larga tradición en el país que tienen actitudes más moderadas.

-¿En qué cree que va a terminar todo esto? -En la paz, Dios mediante. -¿Qué mensaje le enviaría a nuestro pueblo sencillo que está pasando por muchas dificultades? -El pueblo sencillo ha aprendido mucho. Hace tres o cuatro años cuando empezamos a denunciar la guerra económica, nadie nos creía. Ahora para el pueblo sencillo la Patria es primero, que es el caso contrario al de la oposición, que más bien invita de manera gozosa a la planta insolente del extranjero. Mi mensaje para el pueblo es que siga en las calles. Me gustaría que se reforzara la milicia. El concepto de guerra del pueblo es un concepto original producto de unos genios militares, que quizá tiene su génesis primero en Vietnam, después Cuba, que potencialmente está preparada para la guerra del pueblo y nosotros también. No es fácil invadir un territorio donde aparte de aparatos y de armamento de alta tecnología se encuentren un millón o dos millones de fusiles. Eso no es fácil para un ejército invasor, entonces Venezuela podría ser una trampa mortal para el imperio. -¿Cuál cree que será el paso a seguir por EEUU en sus agresiones contra Venezuela? -Eventualmente podría dejar que esto se vaya desvaneciendo y apagando, pero si yo supiera la fórmula no se la diría. Estados Unidos es un país que está empantanado en arena como es el caso de las guerras en Siria y Libia. De Siria se están retirando. El número de muertos que ellos han ocasionado en Afganistán es mayor al número de muertos ocurridos el 11 de septiembre. Es un imperio que tiene gente poco inteligente al frente. Es un país que no produce estadistas, con alguna que otra excepción. Estados Unidos no es un país de pensadores. Eso es un tema para el análisis. Es un país de maravillosos artistas, creadores, científicos, tecnólogos. Estados Unidos está gobernado por la banda de los cuatro: que son, poniendo aparte a Trump, Pence, Bolton, Marcos Rubio y Pompeo. Fíjense que la política exterior de Estados Unidos está dirigida por policías, no es el caso de Trump, pero sí de Pompeo y Bolton que son personajes que vienen de los alrededores de la CIA. Son policías y tienen mentalidad y cultura de policías. Pence viene

del Congreso, pero en todo caso existe una banda de los cuatro -¿Qué planes tienes para el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual? -Educar y aprender. Nos estamos rodeando de un grupo de venezolanos luminosos, pensadores, historiadores y políticos. Gente de alto nivel que no se parece en nada a los repetidores de consignas. Entonces a partir de la Pedro Gual estamos haciendo algo, absorbiendo esos personajes. -¿El chavismo tiene futuro? -Sí, y en la oposición los bobos mandan. -¿Qué opina de la política comunicacional del Estado? -Hay graves fallas y mal manejo de la propaganda. Es muy grave que no se exhiban las miserias del enemigo, así como inventan miserias que no tenemos. Nosotros podríamos hacer una gira por Washington, a una cuadra de la Casa Blanca, en pleno frío invernal están los pordioseros y mendigos, arrastrando carritos de mercado con cuanta porquería pueden incorporar. Cuando Rajoy perdió las elecciones parlamentarias, no hicimos sino dedicarle un día apenas cuando ellos tienen una campaña sostenida contra el país. No hicimos nada. Los desahucios son una cosa horrorosa, por ejemplo. Eso es horrible. Esos son temas que no han sido presentados. Veo casi todos los días una programación cultural buenísima de la Deutsche Welle, pero no da información equilibrada sobre el país. Veo a los colonialistas europeos como ladrones y asesinos, así como como vinieron a América Latina a robar. El contraataque nuestro ha sido muy malo, ha habido muchas oportunidades perdidas. Hemos fallado en la propaganda. -¿Es posible la invasión? -No sé si Estados Unidos está en capacidad o en ánimo de absorber otro Vietnam. -¿Qué evaluación hace de la actual política internacional de Venezuela? -Está en su momento más vigoroso y más combativo. -¿Cómo evalúa a la oposición?

-¿Cuál de todas las experiencias como diplomático le ha marcado? -Las batallas en la OEA, las negociaciones de paz en Colombia. Un día revisando mi currículo me di cuenta de que toda mi historia diplomática ha estado vinculada a diálogos de paz de diferente naturaleza y a Colombia. Juntos o separados. Desde el principio estaba metido con el tema de Colombia porque, por esas cosas curiosas, cuando yo tenía 15 años ingresé a Copei y me metí en un círculo de estudios de Jorge Eliécer Gaitán. Son buenos recuerdos. -¿Cuál es el valor humano que más aprecia? -Yo diría elementos, que son amor y solidaridad. Habría que agregar el humor. A mí me asombra la alegría del chavismo y la tristeza de la oposición en sus marchas. Nosotros somos una fiesta y cuando ves Con el Mazo Dando, que es una el programa más visto de la televisión venezolana, te das cuenta que tiene mucho humor. Diosdado es el típico oriental y lo veo bien orientado. Será candidato presidencial algún día y competirá con Héctor Rodríguez. Diosdado tiene carisma y condiciones de mando. -¿Usted es sarcástico? -Sí. Una vez una dama quiso ofenderme diciéndome que yo no era irónico sino sarcástico. Es que muchas veces he sido agredido y he tenido que recurrir a mi condición de guerrero. Pero también hay lo otro, que es la filigrana del diplomático. En una respuesta que di a Carlos Fuentes, cuando él agredía permanentemente a Chávez, yo le respondí jugando con los títulos de sus novelas, sin nombrarlo. Yo le dije “cambió de piel”, abandonó “la región más transparente”, tiene el “aura” del converso y terminó convertido en un “gringo viejo”, que son títulos de sus novelas más emblemáticas. El cayó en la provocación y yo no tengo la altura de él, él debió dejarme pasar inadvertido porque eso fue en una reunión en la Universidad Nacional de México. Me sacó en la página editorial de El Excelsior y me llamó algo así como el “bufón del bufón” de manera que me calificó para jugar en grandes ligas, aunque fuera en un solo juego. Ese fue un momento importante de mi carrera de político, más que diplomática. A propósito de esa anécdota, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de México me felicitó porque Carlos Fuentes, con su genio y con su altura, pero también con su arrogancia, ofendió a mucha gente.


El protagonismo de Trump impide

cualquier solución en su “patio trasero”

Aram Aharonian| Fin de semana de tensión y nerviosismo en la frontera colombo-venezolana, donde detrás del caballo de Troya de la ayuda humanitaria que el país no solicitó, se esconde una posible invasión de tropas estadounidenses con el fin de salvaguardar los intereses actuales y futuros de EEUU y las empresas trasnacionales que representa. El gobierno estadounidense afirmó que el hemisferio occidental es “nuestra región”, y con ello justificó su política de cambio de gobierno y régimen de Venezuela, mientras el vicepresidente Mike Pence, anunció que viajará a Colombia el lunes 25 de febrero para declarar que es hora de cambiar el régimen de Venezuela y participar en la cumbre del Grupo de Lima que se celebrará en Bogotá. El secretario de Estado, Mike Pompeo, admitió que detrás de la preocupación estadounidense por la “enorme crisis humanitaria”, “también tenemos intereses de seguridad. Esta es nuestra región. No queremos que esto sea un Estado títere cubano en Venezuela”, declaró a la cadena NBC. Agregó que “hay muchos intereses estadounidenses” en Venezuela y que el presidente Trump está determinado a proteger al pueblo estadounidense y proveer asistencia humanitaria a esta crisis real”. Indicó que este fin de semana “intentaremos entregar” cientos de toneladas de asistencia que “el pueblo estadunidense, nuestros contribuyentes, generosamente han pagado” (aunque no mencionó si se le preguntó a ese pueblo si deseaba hacerlo). El Departamento de Estado anunció que Elliott Abrams, representante especial para Venezuela –quien fue condenado penalmente por mentir al Congreso durante el escándalo Irán-contras en los años 80 y encubrió la masacre de El Mozote, entre otras violaciones de derechos humanos en Centroamérica y quien ayudó a impulsar el fallido golpe de Estado en Venezuela en 2002– viajará a la base aérea militar de Homestead, en Florida, y de ahí a Cúcuta, Colombia, “para apoyar (el sábado 23) la entrega de asistencia humanitaria a la gente más vulnerable en Venezuela” En el transcurso de las semanas recientes, Trump y su equipo, junto con legisladores clave como Marco Rubio -que han promovido esta operación para derrocar al presidente constitucional Nicolás Maduro, han dejado en la ambigüedad si están o no preparando el uso de fuerza militar en la confrontación con el gobierno venezolano. Cuando se les ha preguntado al respecto, han repetido que “todas las opciones están sobre la mesa”. Sin sonrojarse, el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó explicó que la pérdida de vidas en el conflicto “para nosotros no es costo sino inversion en futuro” Inmensa marcha-concentración del pueblo chavista del Estado Bolívar sobre el Puente Angostura. Mientras, el gobierno venezolano anunció que estará “cerrada

hasta nuevo aviso”, la frontera entre Venezuela y Brasil y ante bloqueo de EEUU, a consignó una lista de la asistencia técnica humanitaria a través de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), la cual contiene los requerimientos de medicinas y alimentos para un año, tras aceptar la asistencia técnica humanitaria de la Unión Europea, a través de la ONU. El mandatario venezolano indicó que esta decisión se tomó tras la reunión que tuvo la vicepresidenta con la delegación del Grupo de Contacto Internacional (GCI), encabezado por la Unión Europea y Uruguay, que visita el país desde el 20 de febrero. En tanto, unas 300 toneladas de medicinas y equipamiento enviados por Rusia llegaron a Venezuela. La ayuda ofrecida por EEUU representa un 6% (270 toneladas métricas) de atención en comparación con lo que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) venezolanos distribuyen en un solo día a la población (4.479 toneladas métricas). En 2018, según Maduro, los Clap entregaron casi 120 millones de combos, un millón 800 mil toneladas métricas. Maduro, calificó esta supuesta “ayuda humanitaria” como un show mediático, al tiempo que agregó que con estas cifras se demuestra que Venezuela supera “ampliamente las migajas que ofrece la derecha venezolana, imperio norteamericano y la oligarquía colombiana”. La tesis estadounidense La idea de los intervencionistas guiados por el gobierno tuitero de Donald Trump es que, ante el anuncio de algunas toneladas de alimentos y medicinas del lado colombiano, en Venezuela haya una marea humana que corra a recibir ese material y agradezca a los gobiernos de EEUU, Colombia y al secretario general de la OEA, Luis Almagro, el expulsado por su propio partido. Ese movimiento humano, estiman los estrategas, chocará con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y presumen que si hay choques y muertos venezolanos se gestaría la excusa perfecta de la “intervención militar humanitaria” para las tropas estadounidenses y sus aliados. El guión es un “remake” del empleado en Yugoslavia, Libia y Siria, entre otros países que a la postre resultaron destruidos casi en su totalidad. Pero parte de premisas falsas, de realidades virtuales lanzadas por su batallón de medios y la manipulación de fakenews por las redes sociales que, lamentablemente, ellos mismo creyeron. La realidad-real parece ser muy diferente: Miles de personas se concentraron en el Puente Angostura, en la frontera con Brasil, uno de los lugares anunciados por la oposición para el ingreso de la supuesta ayuda humanitaria. Una real demostración de fuerza frente a las amenazar de invasión militar estadounidense (con apoyo colombiano y brasileño) con excusa de la “ayuda humanitaria”.


Este contexto de confrontación se quiere llevar a otros puntos de Sudamérica. María Farías, quien tiene doble nacionalidad, venezolana y costarricense, y designada por Guaidó como “embajadora” en Costa Rica, tomó con un grupo de simpatizantes la legación del gobierno venezolano en San José. Mutis por el foro por parte del gobierno tico. El canciller venezolano, Jorge Arreaza, comentó en Twitter: “Cual ladrones un grupo de desconocidos ingresó a la sede de la embajada de Venezuela en Costa Rica. El gobierno de ese país, que reconoce a Guaidó, dijo que la toma “es inaceptable, pues lesiona elementales normas diplomáticas de respeto y confianza de las relaciones, y sobre todo, del derecho internacional”. El padre de María Farías es un militar relacionado con el caso de la Finca Daktari, de 2004, en el que se detuvo a un grupo de paramilitares colombianos acusados de querer generar en Venezuela un falsoImagen relacionada positivo asesinando a venezolanos para culpar al entonces presidente Hugo Chávez, recuerda la prensa venezolana. Pero también asaltaron la sede del consulado venezolano en Quito y agredieron a personal diplomático. Lenín Moreno hizo mutis por el foro. Es un peligroso juego que ante la agresión imperial, el gobierno deje a Guaidó corretear como si se tratara de un muchacho alocado. Es un usurpador al servicio de EEUU para arrebatar los bienes de la Nación y ocuparla militarmente. El Gobierno apuesta a que el tiempo convencerá a esa opinión internacional que lo adversa que se deje de vainas. No es sólo pasividad, asombra la ambigüedad del gobierno venezolano, dice el analista Juan Manuel Rodríguez. ¿Cuál es la clave del discurso de Trump? Los militares. La persuasión. La ayuda humanitaria. Lo mejor es que desobedezcan a Maduro, antes que sea demasiado tarde. Dice que ya no hay vuelta atrás. Y el general Vladimir Padrino López responde que “vamos a resistir”, “vamos a vencer”. No es comedia. Y sin embargo, todo puede transformarse en tragedia, añade. El protagonismo de Trump limita a la oposición El protagonismo de la administración de Donald Trump, decisivo para forzar la asfixia económica de Venezuela a través de las sanciones a la petrolera estatal PDVSA, corre el riesgo de opacar la iniciativa de la oposición, que lleva años preparando el terreno para una transición democrática. Considerar el impulso de Estados Unidos como la única manera de lograr la salida del poder de Maduro ha siso, quizá, el gran error político. “Somos nosotros los únicos protagonistas de la historia que estamos escribiendo hoy”, proclamó hace días el diputado Miguel Pizarro, presidente de la comisión especial encargada del seguimiento de la ayuda humanitaria y miembro de Primero Justicia, que ha aglutinado al electorado menos radical de la

oposición venezolana. La sobreactuación de Estados Unidos en la crisis venezolana es, además, el principal pretexto del oficialismo para agitar el fantasma de una intervención exterior. Más medido ha sido, en cambio, el apoyo de la Unión Europea, que hasta decidió participar en un grupo de contacto y abrió la puerta a la posibilidad de facilitar una negociación, aunque sin éxito al menos por el momento.Craig Faller Al continuar la presión estadounidense contra Venezuela, el jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller, advirtió que los militares venezolanos serán responsables de lo que pueda ocurrir este sábado, cuando se intente ingresar al país petrolero la “ayuda humanitaria” solicitada por el titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, quien se autoproclamó “presidente encargado”. La oposición de Venezuela está cada vez más enfocada en tratar de convencer a militantes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela de que se unan a un gobierno de transición, en momentos en que el presidente Nicolás Maduro se aferra al poder pese a una inédita presión para que renuncie, señalan Brian Ellsworth y Sarah Marsh, de la agencia británico-estadounidense Reuters. En un esfuerzo por conseguir el respaldo militar, el Parlamento opositor tramita un proyecto de amnistía para funcionarios y militares que desobedezcan al mandatario. Pero las deserciones militares han sido mínimas y los altos mandos han reiterado su lealtad a Maduro, quebrando las esperanzas de un cambio rápido. Reuters señala que líderes opositores hablan cada vez más sobre incluir a figuras del PSUV en un posible gobierno de transición. “Esa transición supone un gran acuerdo nacional entre las fuerzas políticas del país”, dijo Edgar Zambrano. “No creo que Washington comprendiera las complejidades del objetivo Venezuela”, dijo un exfuncionario estadounidense. “Hay que entender que el chavismo no es sólo Maduro”, dijo el segundo vicepresidente del Congreso, Stalin González, en comentarios que provocaron una reacción violenta en redes sociales. Críticos o traidores En un acto condado por diestra y siniestra, exministros chavistas como Ana Elisa Osorio, Gustavo Márquez, Rodrigo Cabezas, Héctor Navarro y Jorge Giordani, y dirigentes de Marea Socialista como Oly Millán, Gonzalo Gómez , el sociólogo Edgardo Lander, se entrevistaron (dicen que sin reconocerlo) con Juan Guaidó. Otros. que han marcado distancia del gobierno de Nicolás Maduro, siguen siendo críticos, pero no entreguistas. Destacadas figuras del chavismo han reaccionado enérgicamente contra la pretensión opositora de asumir el poder mediante una intervención extranjera, como Javier Biardeau, Maripili Hernández, quienes se han encontrado con un pequeño grupo de líderes y figuras


de opinión de la oposición, que también disienten de la estrategia de ruptura del diálogo y derrocamiento mediante el apoyo extranjero. En ese están el exalcalde acciondemocratista Claudio Fermín, Enrique Ochoa Antich, Manuel Isidro Molina y otros varios dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS). Este partido emitió incluso una declaración institucional en la que deploró la injerencia extranjera con el clásico toque masista de acusar a los dos bandos. “La dirección de esta crisis está en manos de los EEUU, del presidente Trump, los cubanos, los rusos, los chinos y los colombianos que son quienes están decidiendo acerca del desarrollo del conflicto de Venezuela”, sostienen. En dos semanas, hasta la prensa hegemónica trasnacional, cartelizada (incluyendo a CNN en español e inglés), ha cambiado su vocabulario respecto a Guaidó, y pasaron de citarlo como “presidente” a llamarlo por lo que es, titular de la Asamblea Nacional. Mensaje a la UE: de elecciones ni hablar La presión de la Unión Europea por una inmediatas “elecciones libres” tampoco hizo mella en la oposición radical. Maduro desafió a Guaidó a convocar elecciones, ya que se asume presidente interino. Lo hizo en el marco de suposiciones, ciertamente, pero lo dijo fuerte y claro. Guaidó ni se dio por enterado, pero –héte aquíesos “periodistas” que los lo siguen a todos lados, no le preguntó sobre este tema que para los europeos es crucial: elecciones. ¿Quiere o no quiere elecciones Guaidó? ¿Quiere o no quiere elecciones la oposición? Es evidente que el plan de tomar el Gobierno por asalto no tiene marcha atrás, señala el portal Supuesto Negado. “Cada vez está más claro que un pequeño grupo de derecha, encarnado en el partido Voluntad Popular, radicalizado y envalentonado por el apoyo del perro rabioso Trump, quiere el poder solo por las malas. Y no piensa arriesgarse a ir a una elección sin acabar primero con todo vestigio de chavismo activo, e incluso de antichavismo no alineado con la nueva minoría dirigente”, añade. Lo real es que el 2 de febrero quedó demostrado que las movilizaciones opositoras han decaído bruscamente con respeto a las del 23 de enero, pero se han radicalizado las consignas en favor de una intervención estadounidense y la guerra civil. Sucede lo contrario con el apoyo al Gobierno, amalgamado y unificado por la amenaza de exterminio que pende sobre el chavismo y la izquierda en general. De todas maneras, ni el crecimiento del apoyo al Gobierno ha sido importante, más que de tal cosa se puede hablar de recuperación parcial, ni el decrecimiento sustantivo de la causa golpista da para hacerla insignificante o despreciable desde el punto de vista de una política de masas o como fuerza de apoyo a la violencia, analiza SN.

Invisibilizar el referéndum cubano Hoy la guerra vuelve a estar en las puertas de Cuba. ¿Desde cuándo en Cuba no se respira un ambiente bélico? En la propia Venezuela, con toda la violencia que impacta a primera vista, ¿cuándo se ha vivido una guerra desde los tiempos de la independencia? La suerte de las dos repúblicas está echada en un mismo tiro de dados.Dos hombres caminan frente a un anuncio que promueve la participación en el referendo constituyente, el 13 de febrero en La Habana. ¡Qué casualidad!: el domingo se juega Cuba su nueva Constitución. El día antes vence el ultimátum dado a Venezuela insolentemente. Cuba-Venezuela-petróleo-economía-solidaridadsocialismo, todo en juego por un apriete de tuercas del imperio. Demasiada suspicacia pensar que el día de gracia de Venezuela dependa de la fecha en que Cuba intentará de manera inédita darse una Constitución. Concierto por la guerra Diez mil jóvenes colombianos no podrán asistir al concierto que darán en Cúcuta sus paisanos Vives y Juanes: campesinos, estudiantes, trabajadores, desempleados, fueron asesinados (según los llamados “falsos positivos” que registra la ONU) por las fuerzas del orden y paramilitares sin que los cantantes que un magnate británico contrató para envolver en un canto humanitario la “opción militar” de EEUU contra Venezuela. El concierto será, anuncian, en Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander, con más del 50% de su población sumida en la pobreza (más del 15% sumida en la pobreza extrema) y la violencia y, paradójicamente, dependiente de la economía de Venezuela. Es la zona de la masacre bananera en 1928 con tres mil campesinos asesinado por las trasnacionales y la elite colombiana.Venezuela Live Aid Desde que asumió Iván Duque, en agosto, la suma de líderes sociales asesinados por fuerzas de seguridad y paramilitares superan los cuatro centenares, mientras cinco mil niños wayú, que sí necesitan de ayuda humanitaria, murieron por desnutrición en la Guajira colombiana ante la invisibilización de los hechos por parte de la prensa hegemónica y, obviamente, de las cantantes contratados para este show belicista. Asalia Venegas, docente universitaria, recuerda que el show no es original. Ya lo montaron en el mismo lugar, cuando el gobierno de Colombia violó la soberanía de Ecuador y bombardeó su territorio. Ante la protesta de Venezuela, se armó un “concierto por la paz” en la frontera, por donde entran al país y reciben acogida los desplazados del narcotráfico, el paramilitarismo, las guerrillas y las fuerzas regulares de la nación que hoy presenta todo su concurso para agredir a Venezuela y América Latina.


Si se apaga

Aram Aharonian

Entre los objetivos principales de la arremetida del gobierno estadounidense para terminar con el virus de la Revolución Bolivariana, adueñarse de los recursos naturales, convertir a Venezuela en una colonia, es acabar con Telesur, una de las escasas fuentes de información de la realidad, opuesta a la imposición del pensamiento único imperial. Telesur fue el proyecto más importante en materia de comunicación, en lo que va del siglo en América Latina y el Caribe, apadrinado por la Revolución Bolivariana y por el presidente Hugo Chávez. Desde antes de salir al aire, congresistas, diplomáticos y gobierno de EEUU trataron por varios medios de abortar el proyecto, a veces con colaboración de funcionarios locales. Telesur surgió como un proyecto estratégico orientado a contrarrestar el mensaje hegemónico del Norte mediante la creación de un canal multiestatal latinoamericano. La idea era cristalizar aquel sueño acariciado durante años por periodistas y trabajadores de la cultura de la región de ofrecer la imagen y la voz de América Latina a todo el mundo y, a la vez, ver el mundo desde una perspectiva propia. Por primera vez se gestaba un espacio público multiestatal en televisión para difundir una realidad latinoamericana que era, en buena medida, invisibilizada, ocultada, ninguneada o minimizada por los grandes medios de comunicación de los países desarrollados e incluso por los medios comerciales de la región. • Como señal alternativa (al mensaje hegemónico), nuevos actores se fueron sumando a la pantalla y aquellos que durante muchos años no habían tenido voz ni imagen comenzaron a informar y ser informados. El proyecto de Telesur no trataba de hacer una CNN latinoamericana o de izquierda sino de revolucionar la televisión, con rigor periodístico, veracidad, calidad y entretenimiento, información y formación de ciudadanía. Los documentos preparatorios de la televisora multiestatal investigaban sobre la identidad (diversa, plural) de los latinoamericanos, e identificaban algunas peculiaridades: la informalidad del latinoamericano, el uso coloquial del lenguaje y su sentido transversal del humor. No todo eso se reflejó en la pantalla, por el afán de copiar formatos, en lo que insistían algunos “asesores” europeos y ca-

Earle Herrera:

Oposición enguaidonada

ribeños, con experiencia académica o política quizá, pero sin ninguna construcción comunicacional y menos aún audiovisual. Durante casi 14 años en toda Latinoamérica nos acostumbramos a buscar la información de Telesur, la contracara de la manipulación hegemónica. No es hora de críticas. Es hora de evaluar la realidad. Lo difícil que es darse cuenta que, más allá de Telesur, no se logró crear una verdadera red de información latinoamericano-caribeña, que fuera voz de nuestros pueblos (y no solo de gobernantes y dirigentes). *** A fines de 2001 hablaba con Hugo Chávez sobre la necesidad de garantizar la soberanía comunicacional de Venezuela. Su comunicación al exterior dependía de una sola salida satelital, la del canal oficial Venezolana de Televisión. Lo primero que hizo la oposición en el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 fue bombardear la emisora. El golpe quiso pasar inadvertido: los medios hegemónicos pasaban telenovelas y música, invisibilizando a un pueblo que se levantaba reclamando el retorno de su presidente constitucional. En 2005, logramos concretar la Televisora del Sur (Telesur), tras años de proyectos, búsqueda de apoyos en toda Latinoamérica, Europa y Estados Unidos también. Nuestro norte es el sur, era el lema (luego desechado). Vernos con nuestros propios ojos, recuperar la memoria para conocer de dónde venimos y saber hacia dónde vamos. Hace una década que no estoy en Telesur. Hoy, de mi computadora el vozarrón inconfundible, de La Negra Mercedes Sosa me pregunta: “donde iremos a parar/ si se apaga Valderrama”. Se refería al mítico boliche Balderrama, considerado el altar del folclore argentino, por haber inspirado a artistas salteños y de todo el país, sobre el cual Manuel J. Castilla y Gustavo “Cuchi” Leguizamón, escribieron la zamba que La Negra hizo conocer en el mundo. ¿Dónde nos vamos a informar si destruyen Telesur?, me preguntaba el Ronco Arévalo, mate en mano, en Punta Fría, en el este uruguayo. Un largo silencio acompañó en la rueda de mate a la interrogante del añejo militante. Trato de escribir. Ahora es Fito Paéz, quien me despierta de mis añoranzas y desazones: “Quién dijo que todo está perdido?/Yo vengo a ofrecer mi corazón/ Tanta sangre que se llevó el río./Yo vengo a ofrecer mi corazón”.

La prolífica abuela alumbró otro opaco nieto donde ya los hijos sobraban y se los estaba dando al imperio en adopción. “Se llamará Juan”, sentenció premonitoria, no como el evangelista pero tampoco como el Juan Bimba ese, pues el nuestro antes de empezar a gatear ya había recolectado 110 millones de dólares para no tener que andar con ese ese pan de bollo en el bolsillo. Esta vez la abuela imperial expelió un nieto mestizo, en lugar de los catiritos que no hicieron el trabajo desde 2002: Shapiro, Duddy o Brownfield. Con este parto humanitariamente ayudado, la alcoba de la derecha se llenó de agua. Si Miraflores divide a los partidos, los dólares fracturan a la oposición. Pregúntenle a Florido y al papá de López. Esa derecha cree que ambos Dorados –la silla y los verdes- están a la vuelta de la esquina. Si después resultan un espejismo es otra cosa, pero por ahora los ven allí, con su áureo magnetismo. La partida candidatural estaba completa con Ramos, Machado, Ledezma, Rosales, López y Capriles. Pero de pronto el maquiavélico imperio metió a Guaidó en el juego y “los mariachis callaron”. Al principio, los veteranos no se preocuparon porque el nuevo de la partida era solo un interino o algo así. Tarde se dieron cuenta de que el imperio no le debe respeto a la Constitución de Venezuela y por eso, sus interinatos suelen ser indefinidos, como el de Gómez. Para colmo, el interino le cogió gusto al interinato y parece decirle a López y a los otros “si te he visto, tengo amnesia”. El golpe prolongado complicó las cosas. La caída de Maduro la cantaron como “cuestión de horas” Ledezma, Machado y otros. De un viejo conspirador -¿Manuel Quijada?- es la frase “un golpe es de golpe o no es un golpe”. Porque si te dan las 12 y la una y la dos y la tres como a Rocío Durcal y Joaquín Sabina, despiertas en una indeseada realidad, en tu 13 de abril. El influyente Wall Street Journal desplegó que “Maduro no da señales de irse”. Y esta falta de señales de un adiós vendido como inminente, más los dólares y euros de “ayuda humanitaria” a los golpistas mediáticos, sumado a los humos subidos del interino, pusieron morado el caldo del imperio y la sopa opositora. ¡Esto se enguaidonó!, rezongó una pure asifrinada de Santa Fe.


Cúcuta, una ciudad caliente, desempleada y hambrienta

Camilo Rengifo Marín El alcalde cucuteño César Rojas aseguró que cierre de frontera está agravando la crisis social existente en la ciudad y pidió al gobierno del ultraconservador Iván Duque repartir parte de la “ayuda humanitaria” que estaba destinada para Venezuela “para apalear la grave crisis de pobreza que viven nuestros barrios más humildes”. A un periodista del diario conservador El Tiempo le señaló que “Nosotros como colombianos también necesitamos otro tipo de ayudas, como fomentar el empleo y derrotar la informalidad (contrabando), tras señalar que hay una problemática interna en Venezuela generada por los sectores económicos opuestos al gobierno, donde los ojos del mundo están puestos allí; pero también el gobierno central debe mirar la problemática interna de los colombianos. Ya el fin de semana anterior, el excandidato presidencial centroizquierdista Gustavo Petro, había señalado que detrás de toda esta labor de llevar alimentos y medicinas a los venezolanos más pobres, lo que hay es un propósito de invadir a ese país para apoderarse de los recursos naturales, y puso en duda que hubieran sido los hombres de Maduro los que incendiaron los vehículos en los que era transportada la suhpuesta ayuda humanitaria. Petro preguntó por qué los vehículos incendiados estaban en espacio colombiano cuidados por la gente del autroproclamado presidente Juan Guaidó y acusó al presidente Iván Duque de provocar una situación de facto de guerra con Venezuela. “Si la invasión se desencadena ya nuestros países no volverán a ser lo que han sido y nuestra vida cotidiana cambiará irreversiblemente”, dijo tras afirmar que el tránsito de los camiones contaba con apoyo de “jefes de las bandas contrabandistas de gasolina y droga”. Rojas señaló que el cierre de la frontera tiene un efecto negativo, porque los gremios, la comunidad y los comerciantes empiezan a verse afectados. “Eran 30.000 o 35.000 venezolanos que venían a comprar a Cúcuta. Con esa medida se registra una disminución en las ventas y en los ingresos”. Cúcuta es una típica ciudad de frontera, con familias divididas entre dos países, acostumbradas a pasar libremente a uno y otro lado del puente internacional Simón Bolívar, abastecerse donde sea posible y más barato. Muchos de los pobladores tienen doble nacionalidad e incluso muchos colombo-venezolanos durante años se vieron beneficiados por los planes de salud y alimentación popular de los venezolanos.

Pero también es parte de una extensa franja fronteriza de más de 2.200 kilómetros, donde trabajadores zafreros, contrabandistas, paramilitares y grupos irregulares cruzan y dominan las trochas, a través de ríos y bosques “Nosotros también tenemos muchas dificultades de pobreza extrema. No hay alternativas, ni proyectos que el Gobierno apoye y apalanque para mitigar la problemática de la informalidad (contrabando) y la pobreza. Nuestras casas de cambio que generan muchos ingresos gracias a los venezolanos, se encuentran prácticamente cerradas en un 95%”, agregó el alcalde. “Mire lo que pasó en 2018, cuando a través la Cruz Roja Italiana se repartieron donativos, se formaron unos desórdenes en la ciudad de Cúcuta, porque los cucuteños reclamaban esta asistencia. Si se va a repartir eso, se tiene que repartir en toda la comunidad, no solamente a la venezolana, sino también a los cucuteños que estamos padeciendo la falta de oportunidades en la ciudad”, afirmó el burgomaestre.. Para Rojas, “Cúcuta sin los venezolanos, no es Cúcuta”. A partir de noviembre se dio el repunte en la economía de Cúcuta, porque ingresaban muchísimos venezolanos, que venían con un poder de compra para adquirir productos en los almacenes, electrodomésticos y elementos para la época de fin de año. Hoy no hay “turistas” y las medidas tomadas por la Migración colombiana ahuyenta a la gente. “Esta medida no ayuda a nadie, porque estimularía el paso por las trochas, donde hay presencia de grupos irregulares, que suelen cobrar por cruzar por allí. Las personas de bien no se van a someter por esos pasos irregulares”, dijo Rojas, quien solicitó la apertura de la frontera para que unos 1.600 opositores venezolanos “ varados” tras el concierto Aid Venezuela y el frustrado intento de ingresar camiones con supuesta “ayuda humanitaria” del fin de semana anterior. “Ellos (un grupo de encapuchados autodenominado La Resistencia, algunos de los cuales fueron acusados de violación de mujeres colombianas) ya se han convertido en un problema de salud y de seguridad para la municipalidad. La oposición venezolana es muy irresponsable al traerlos para el concierto y luego dejarlos tirados y abandonados aquí”, añadió. “Yo creo que del lado colombiano de la frontera no puede haber encapuchados. Ellos dicen ser una resistencia, pero son una minoría de jóvenes que no van a conseguir absolutamente nada. Y las autoridades militares colombianas no pueden ser consecuentes con ellos y tienen que emprender acciones y reprimir estas agre-


siones contra la guardia venezolana (…) Esto solo busca alterar la armonía en el entorno de la ciudad de Cúcuta. Como Alcalde le pido a Guaidó y su combo que recojan a sus encapuchados y los regresen a donde los consiguieron”, añadió Rojas recordó que la Policía colombiana tiene la orden impartida desde el Ministerio de Defensa 8” El Ejército ha sido muy respetuoso, está en retaguardia y no en los puentes, para evitar incidentes que podría desatar un conflicto,”), de estar en esos puentes sin armas, pero si un encapuchado agrede a un policía colombiano, eso puede desencadenar en una provocación que no es conveniente para nadie, y menos para Cúcuta. “ No acepto que de los más de 1.600 venezolanos varados aquí en Cúcuta, 30 o 40 de ellos se quedaron debajo de los puentes para seguir lanzando piedras contra la Guardia venezolana. Los barrios se ven afectados y la gente no se siente segura, porque no sabe qué reacción pueda tomar la Guardia contra este reducto de personas”, enfatizó.. “Yo nunca he estado de acuerdo (con el operativos de ´ayuda humanitaria´) porque debemos atender primero la casa. Aquí estuvo el presidente Duque y nunca lo acompañé, porque no comparto estas acciones (…) Deja males para la ciudad de Cúcuta y no nos deja nada bueno. Aquí hay que sopesar las dificultades que nos dejen a la cucuteños, porque a quienes viven en el centro de país, esto no les afecta en nada, dijo. Añadio que “Ellos (Nicolás Maduro y la oposición) deben solucionar sus problemas entre ellos, pero que Duque nos involucre a nosotros los colombianos es un gran error. Como mandatario me veo afectado por la falta de seguridad y la falta de políticas claras hacia las dificultades de Cúcuta y sus fronteras. La realidad de Cúcuta Con una tasa de desempleo que no baja del 14% desde 2009 y con casi un 70% de empleo informal (el promedio nacional es de 48%), según cifras oficiales, la economía del departamento empezó a depender única y exclusivamente de la situación de Venezuela. Uno de cada cinco niños padece de desnutrición severa, lo que puede llevar a un retraso del crecimiento y aumenta el riesgo de contraer enfermedades infecciosas. Con la crisis económica venezolana, inducida por el sistemático sabotaje, bloqueo y boicot empresarial (además de la la falta de soluciones por parte del gobierno de Maduro), miles de venezolanos cruzaron la frontera. La cadena Caracol atribuyó el crecimiento del desempleo a la migración venezolana y no al problema estructural que esa ciudad vive a causa del contrabando desde Venezuela, la precariedad vial, y los ensayos neoliberales de Gaviria, Pastrana, Uribe, Santos y Duque desde hace décadas. El temor mayor de la población cucuteña es la posibilidad de una guerra entre vecinos. Cúcuta es “una ciudad donde imponer el caos al país vecino es la razón de ser de la economía, es el mo-

delo que vende la élite oligárquica colombiana, es allí donde han aterrizado líderes del Grupo de Lima para activar sus baterías mediáticas de cerco y desprestigio contra Venezuela”, dice el analista venezolano Eder Peña. Ostenta una de las cifras de exclusión más graves de Colombia con el rol de base operativa de una guerra continuada y multiforme contra un proceso que busca inclusión como el venezolano, en una concurrencia impuesta por la oligarquía más cruel de América Latina, que lucró con seis décadas de guerra interna y el financiamiento estadounidense de una supuesta guerra al narcotráfico, que sólo favoreció a los traficantes y garantizó el abastcimiento de coc a EEUU.. Tanto Álvaro Uribe como Juan Manuel Santos, han tenido la oportunidad de integrar a Cúcuta al resto del país y han preferido convertirla en un campo de experimentación de guerra y crudo neoliberalismo. Se ha convertido en la frontera de los intentos de desestabilización de su cecino del norte, sede habitual de la deformación cambiaria para destruir el bolívar (data de la presidencia del conservador Andrés Pastrana, en 2000) y lavar el dinero del narcotráfico, el contrabando de extracción y de efectivo, así como el tráfico de gasolina y alimentos son lo usual y cotidiano. Algunos analistas sugieren que el contrabando y el fraude cambiario movilizan más de 10 veces los dólares que el intercambio legal: domina circuitos de producción, distribución, consumo, rutas de extracción marítima, terrestre e incluso aérea creando una asimetría que se comporta como un vórtice que devora todo producto manufacturado o importado por Venezuela y lo pone fuera de sus fronteras mediante redes multiformes, señala Peña. Norte de Santander es uno de los departamentos con alta tasa de asesinatos de líderes sociales, donde se registraron unas tres decenas de muertes violentas de activistas comunitarios en el último año. Una prensa guerrerista Tras el fracaso de la Operación Cúcuta, los servicios de inteligencia estadounidense y colombiano se reactivaron en sus ataques al gobierno constitucional venezolano. La revista Semana reveló “un informe” que reflejaba la preocupación de las agencias de inteligencia colombianas sobre la entrada de espías y agentes encubiertos enviados por el “régimen” de Maduro, bajo la fachada de ser parte del grupo de desertores. Este caso de la mujer policía es la primera confirmación de esa situación. “Bajo la cubierta de ser desertores, que buscaron refugio, puedan desarrollar actividades de recolección de información estratégica de Colombia para los servicios y Fuerzas Armadas venezolanas”, señala revista y portal.. Migración Colombia determinó el jueves 1 de marzo la expulsión a su país de una policía venezolana, a quien identificó como Pau Pau, que había llegado como desertora, junto a otros 566 exmilitares y policías (información oficial colombiana). “En un trabajo coordinado con el Ejército Nacional, se evidenció una serie de inconsistencias en las declaraciones por parte de la extranjera, quien manifestaba estar huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro”. Esto hizo sospechar que su verdadero interés podría ser otro, incluso, inteligencia sobre sus compañeros que han huido de Venezuela. El Espectador sigue con la desinformación de la inteligencia colombiana, tan propensa a mostrar “falsos positivos” y señala que habitantes de Ureña, San Antonio y otras ciudades fronterizas venezolanas “despertaron con un hecho preocupante: las paredes de los hogares de líderes comunitarios que están en contra del régimen venezolano fueron señaladas con un círculo al que lo atraviesa una línea en pintura roja”. En otro “informe” advierte que una opción militar terminaría provocando un efecto no esperado en la zona centro y sur de Venezuela, área estratégica por su importancia minera y su cercanía con países como Colombia, Brasil y Guyana, debido a la presencia de distintos “grupos ilegales” (entre ellos apunta al Ejército de Liberación Nacional colombiano) dispuestos a defender Maduro y su gobierno. El informe, “Gold and Grief in Venezuela’s Violent South” (Oro y dolor en el violento sur de Venezuela).es de una ONG estadounidense (International Crisis Group) del magnate George Soros, por demás interesado en el oro venezolano. El Tiempo señala, asimismo, que para permitir el cruce por las trochas sobre el fronterizo Río Táchira, los extranjeros deben pactar la ruta con un coyote o trochero, en las poblaciones venezolanas de San Antonio y Ureña, y pagar una suma de entre 15.000 y 35.000 pesos colombianos, casi un salario mínimo en Venezuela.


Del shock al intervencionismo: una historia de resultados fallidos

Angerlin Rangel, 15yUltimo Existen distintas posturas sobre las cuales se pueden hacer análisis de la situación que vive actualmente el pueblo venezolano. Por un lado están los que gritan a favor de la libertad, democracia y tolerancia, pero apuestan a la desarticulación del polo oficialista, la aniquilación del gobierno bolivariano y finalmente de todo lo que huela a chavismo. Con un discurso de aparente tinte democrático, se han llevado cabo estrategias de promoción al descontento y bombardeo psicológico, a través de la manipulación de los principales medios de comunicación y la proyección en redes sociales de matrices de informativas centradas en el caos, acompañado con la difusión de mensajes generalmente fatalistas. Entre otras cosas y al mismo tiempo, hemos visto estrategias como la manipulación del dólar, el aumento desproporcionado de los precios, la deslegitimación política con campañas anticomunistas y fracturas ético-políticas (denuncias de corrupción, acusaciones de totalitarismos, violación de derechos humanos). Un nivel más crudo de estas estrategias implementadas tienen que ver con el calentamiento de calle, e incluso, el fomento y financiamiento de las llamadas guarimbas como plataforma para homogenizar las demandas y el descontento social, en fin, un conjunto de medidas destinadas a exponer un clima de latente ingobernabilidad y con imperiosa necesidad de intervención internacional. Lado en el que se deja ver la precariedad opositora, su falta de cohesión, conexión con la derecha extranjera y desinterés en el pueblo. ¿Y la responsabilidad del gobierno qué? Por otra parte, se encuentran los que abrazan el concepto de guerra económica inducida por el imperio y en cuyo discurso proyectan como una causa aparente la manipulación del mercado petrolero mundial y cambiario. En este lado, la mencionada guerra a todas luces perdida, va de la mano con los mismos responsables de la gestión administrativa del estado, políticas públicas muertas, corrupción galopante y control cambiario vacilante. Para abonar a esta catástrofe gubernamental tenemos, la desregulación de los precios y limitación de la oferta de bienes y servicios, cuyas consecuencias sociales son aún insondeables. Dos visiones de país, dos formas de interpretar la realidad, pero todos con una cuota grande de responsabilidad aunque cada uno está viendo la paja en el ojo ajeno. Y así, en este debate de quién es el culpable, hemos estado los últimos años, dando vueltas so-

bre la culpa sin precisar el problema ni mucho menos hacer algo por solucionarlo, más allá que culpar al otro. El reduccionismo del problema que sobrepasó la historia venezolana al campo exclusivamente político. Un panorama tristísimo de una realidad burlesca con interepretaciones de acuerdo a intereses individuales, con estrategias poco serias que demuestran un desgaste continuo en el que el “todo o nada” terminan por disputarse una “guerra de minitecas”, o competencia entre cantantes en la frontera. En una divina y paradójica comedia, gobierno y oposición anulan a todas luces cualquier posibilidad de que emerja una tercera vía, coalición o alternativa con el nombre que sea, o de solución y alternativa de diálogo, respeto por el disenso y generación de confianza para las nuevas inversiones y reconstrucción del país. La amenaza de intervención subyacente no deja de asustar, aunque el concierto en la frontera llegó y de nuevo la atención en el show desvía las miradas y se contienen los esfuerzos hasta la hora del carnaval donde el centro será el asueto. El miedo es expresado igualmente respondiendo a los intereses por aprehender el poder. Por un lado, representa el punto de honor en defensa de la nación, la soberanía y del derecho internacional a la no injerencia y por el otro, como la salida tímida y sutil a la crisis. Pero ya que estoy en este mundo de las interpretaciones, me permito hablar en unas pocas líneas más sobre la tan anunciada ayuda humanitaria. Shock e intervención: ¿Te destruyo para salvarte? En principio es bueno decir que aunque la intervención no ha llegado de la forma convencional, no significa que ya no existe. Las distintas parcelas en la que está la Nación, junto con la crisis más grave de nuestra historia reciente, son evidencias claras de que el shock ya se ha materializado, y en este sentido, el avance de la conspiración hacia la desestructuración y su reducción al mínimo, donde poco importa de qué lado te ubicas para interpretar los hechos. Si eres rojo o verde, del centro, derecha o izquierda. Pero no es menos cierto que la situación de crisis en el país es real y sin precedentes y es lo que al mismo tiempo ha propiciado el desdibujamiento de la realidad de parte de un pueblo ensimismado y aislado en su sobrevivencia. Tanto que resulta interesante recordar que la doctrina del shock postula un esquema bajo el cual se estruja y extorsiona la economía, como primer paso para imponer el libre mercado y la voluntad de los más fuertes a cambio de todo cuanto poseemos. Se trata de una estrategia de estrangulamiento acompañada por el bloqueo comercial que se


munidad internacional, financiando y co-creando la guerra en la que dejó sumido al Medio Oriente. Llama poderosamente la atención que justo seis semanas antes de que comenzará la invasión en Irak, el ex Secretario de Estados Unidos Colin Poweell (20012005) hizo un trabajo de persuasión ante la opinión pública internacional para asegurar que esta era necesaria dado que Hussein poseía armas de destrucción masiva, fomentaba el terrorismo y tenía ambiciones nucleares. Argumentos que se disolvieron en el caos y con el tiempo. El caso Libia En marzo de 2011 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1973, con los argumentos de proteger a la población y las zonas civiles ante las amenazas de ataque del régimen de Gadafi. Aprobadas las medidas, se iniciaron los bombardeos por las fuerzas de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). La Intervención Humanitaria en Libia terminó con el derrocamiento de Muamar Al Gadafi. Como resultado tenemos a la Libia de hoy, hundida en una situación catastrófica, de caos económico y anarquía general.

ha convertido en pieza clave de presión en la política de Washington a fin de “promover el cambio político en los países” donde se implementa. Como lo anterior, la política ampliamente ofensiva hacia Venezuela ha combinado presiones y restricciones cada vez mayores y cuya hostilidad permea un discurso donde bloqueo comercial, crisis humanitaria y ayuda interncional comienzan a ser los temas de discusión relevantes. Un panorama complejo que obliga a revisar cuestiones conexas. No es un secreto que América Latina siempre ha sido un área de influencia para los EEUU y a partir de la Doctrina Monroe hasta hoy, la imposición de su presencia en la región ha sido una práctica habitual en aumento desde la Guerra Fría cuando implementó numerosas intervenciones militares con el fin de desaparecer cualquier destello comunista en el continente. A inicios del siglo XXI el aire de izquierda cubrió la región de un aire de cambio, justo cuando se dio por hecho que EEUU estaba obligado a tener una relación distinta con la América Latina robusta de entonces, que mostró su potencial económico y social a través de los distintos mecanismos como los BRICS, Alba, Petrocaribe, Unasur, entre otros; la política norteamericana se replanteó los asuntos latinoamericanos e irrumpió nuevamente como promotor de la instalación de los gobiernos de derecha en la región y sin disimulo el presidente Trump ha manifestado sus intereses en la región. Aunque su credibilidad en el esenario mundial es frágil y poco o nada se le cree, asusta la escandalosa inacción de la comunidad internacional ante casos como el de Ruanda en los noventa, o la Haití post terremoto. Ejemplos que cuestionan el rol de las ayudas humanitarias por mostrar resultados como la recolonización y el cataclismo, con estrategias que no han sido dirigidas a salvaguardar los derechos humanos, ni han estado signadas por la buena voluntad o reconocimiento recíproco. Es así como la “asistencia diseñada para salvar vidas, aliviar el sufrimiento y mantener y proteger la dignidad humana” representa “una estrategia geopolítica promovida por los EEUU para invadir territorios e imponer sus reglas a partir de sus intereses”. La historia tiene múltiples ejemplos a los que se le suma la arbitrariedad de los organismos internacionales. Algunos de esos ejemplos que en el mundo son dolorosamente elocuentes: El caso Irak En el 2003 tras la creación de la Organización para la Reconstrucción y Ayuda Humanitaria de Irak u Oficina para la Reconstrucción y Asistencia Humanitaria (ORHA) de sus siglas en inglés, se dirigió el plan mediante el cual se puso fin a Saddam Hussein. Sobre la base de un Estado en caos y con Bagdad en medio de saqueos, destrozos y todo tipo de desorden y violencia en masa, se justificó la intervención estadounidense, de la mano de Donald Rumsfeld, quien en su momento expresó que su misión no era gobernar Irak, sino acabar con el régimen de Saddam y salir de Irak. La verdad es que hoy, muchas son las fuentes que indican la magnitud de la destrucción que originó EEUU mintiendo a la co-

El caso Siria En el marco de un conflicto interno condicionado por las desigualdades sociales y el levantamiento en contra de Bashar AlAssad, sucedió el conflicto civil que sirvió como caldo de cultivo para el desarrollo de la denominada “Primavera Árabe”. Los desencuentros con perfil religioso fueron la excusa perfecta para generar terror y como consecuencia, la necesidad de intervención que desde el 2012 nos dejó una Siria en ruinas ocasionando una de las catástrofes humanitarias más tristes en la historia de la humanidad. Manual de convergencia Las intervenciones quirúrgicas se han implementado sobre la base de caos civil que inicial generalmente con acciones callejeras, tomas de instituciones y pronunciamiento militares con el objetivo de obligar la renuncia del La estrategia apuesta por la acción de calle y luego migra hacia la resistencia armada, se abona el terreno para una guerra civil, aislamiento internacional y cerco económico. En todos estos casos los medios comunicacionales juegan un rol protagónico; son ellos los que hacen virales las noticias en torno a una realidad u otra. EEUU apoya la desobediencia y en nombre de la democracia apuesta a la agudización de la crisis propone una intervención o ayuda humanitaria. Los resultados de las “ayudas humanitarias” han sido históricamente calamitosos, no sólo para los pueblos intervenidos con este tipo de “tratamientos”, sino para la estabilidad internacional, pues los daños son incalculables y hoy se manifiestan en las inmensas olas migratorias. Se inaugura un escenario de caos que obliga el desplazamiento humano en condiciones infrahumanas, que generan más pobreza. En síntesis La crisis humanitaria es una categoría que utiliza el Derecho Internacional Humanitario para referirse a desastres naturales y/o a conflictos bélicos de alta densidad y la Organización de las Naciones Unidas determina que para existir una emergencia de esta naturaleza, los niveles de violencia, hambre y enfermedades deben afectar a millones de personas sin que el Estado encargado pueda implementar medidas para mejorar dicha situación. No es mi pretensión ignorar la cruda realidad venezolana, cuya inflación es considerada entre las más altas del mundo, ni mucho menos tapar la inoperancia gubernamental en torno al caso, o solidarizarme con el discurso vacío y monótono anti yanqui. Mi deseo es reflexionar sobre el complejo escenario que se avizora ante una posible intervención y revisar cómo se han gestado éstas a lo largo de la historia, de la mano de los EEUU y bajo la sutileza de “ayuda humanitaria”. Mientras tanto en el mundo, también preocupan las turbulencias económicas de Haití, Somalia y Sudán del Sur, actuales cruzadas humanitarias donde la violencia generalizada hace su estrago, crece la pobreza extrema, incrementa la crisis alimentaria, las epidemias y las enfermedades. La Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) identifica entre los países considerados como críticos a Yemen, Libia, Irak, Siria, República Democrática del Congo y Ucrania. En este contexto, el desplazamiento y la migración forzada son parte de las inminentes consecuencias de las que después, nadie quiere hacerse realmente cargo. Enza García / Supuesto negado


AN olvida las elecciones y nombrar su cacareado CNE

¿Por qué Guaidó guarda silencio cuando le hablan de elecciones? Supuesto negado

Enza García / Supuesto negado Después de que el Diputado Juan Pablo Guanipa anunciara con bombos y platillos el pasado 4 de febrero que al día siguiente el parlamento elegiría al Comité de Postulaciones Electorales para renovar al CNE, los eventos de las últimas semanas indican que dicha actividad no estará en agenda – por lo menos – a corto plazo. Podríamos especular que Guanipa “jugó posición adelantada” por desconocimiento del “Estatuto que rige la Transición a la Democracia”, documento presentado por la Asamblea Nacional al día siguiente de sus declaraciones y que busca “restablecer la vigencia de la Constitución Nacional” después de la presunta usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro. En el cuarto capítulo del Estatuto se desarrolla el procedimiento para la “reinstitucionalización” de los poderes públicos, incluyendo los mecanismos para la selección o ratificación de los actuales integrantes del Consejo Nacional Electoral, Tribunal Supremo de Justicia, Contraloría General de la República, Fiscalía General y Defensoría del Pueblo. De aquí destacamos el artículo 23 que indica que “el Comité de Postulaciones Electorales ejercerá sus competencias con la mayor celeridad posible (…), una vez cesada la usurpación y conformado el Gobierno provisional de unidad nacional, permitan la consolidación de la democracia”. En otras palabras, no se designará a un Comité de Postulaciones ni se llamará a elecciones mientras Nicolás Maduro siga en la Presidencia. Es más, en el caso de que Maduro dejara la silla de Miraflores, se instalaría un “Gobierno de Unidad Nacional” que podría durar un año, por lo que un llamado a elecciones por parte de la oposición se pierde en el horizonte. De acuerdo con la CRBV, dentro del Comité de Postulaciones Electorales al Poder Ciudadano le corresponde postular a uno de los miembros con sus respectivos dos suplentes, asunto que en la situación actual va en contra de los intereses del parlamento. Por esta razón, los redactores del Estatuto consideran que los representantes del Poder Ciudadano con Elvis Amoroso en la Contraloría General de la República, la Defensoría del Pueblo a cargo de Alfredo Ruiz y Tarek William Saab en la Fiscalía deben ser removidos de sus cargos para poder iniciar el proceso de postulación de los nuevos rectores del CNE.

Sin embargo, para poder lograr este cometido, según el artículo 279 de la CRBV, se debe contar con la aprobación del Tribunal Supremo de Justicia. Recordemos que este último, sentenció que la Asamblea Nacional está en desacato y que las decisiones emanadas de ese organismo carecen de legalidad. El Parlamento podría apelar a su TSJ paralelo que funciona en el exterior, pero primero debe designar al resto de sus magistrados, ya que que sólo cuenta con 13 de los 32 que, de acuerdo con nuestro ordenamiento legal, deben formar parte del Poder Judicial. Así que para designar al Comité de Postulaciones Electorales necesitan resolver este asunto primero. Como Juan Pablo Guanipa comprometió ante la opinión pública a la Asamblea Nacional a designar un Comité de Postulaciones y debido la inquietud generada en la base opositora sobre la convocatoria a unas elecciones, el segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional – Stalin González – dio el pasado 11 de febrero una rueda de prensa para hablar sobre el tema. En la misma presentó un documento con 12 puntos para la convocatoria a “elecciones libres”, no obstante en ninguno de ellos se hace referencia a la tan esperada designación del Comité de Postulaciones. Ante la insistencia de los periodistas manifestó que “el voto libre no se consigue sólo con cambiar al CNE sino que hay que cambiar todo el ‘ecosistema’ que está alrededor de una elección” y reconoció que no tienen un cronograma electoral. Todo parece indicar que a la Asamblea Nacional “se le enredó el papagayo” y, por los momentos, decidió sacar la designación del Comité de Postulaciones de la agenda. Más allá de los evidentes entuertos legales que deben enfrentar para lograr dicho proceso tienen el añadido de un gran costo político si fracasan. Así lo manifiesta el analista político opositor Ismael Pérez Vigil en el portal Finanzas Digital: “Puede ser idílico hablar de nombrar desde ahora un CNE; sin duda es una propuesta ‘agresiva’, que trasluce ‘determinación’, ‘radicalismo’, que seguro es lo que muchos venezolanos quieren escuchar –y por eso algunos lo proponen–, pero aparte de ser una idea romántica, ‘radical’, es utópica, irreal e imprudente y la impaciencia nos conduciría a enormes frustraciones que terminarían de minar la credibilidad que queda en el venezolano en los procesos electorales, que ya está bastante deteriorada”

Nicolás Maduro desafió a Guaidó a convocar elecciones, ya que se asume presidente interino. Lo hizo en el marco de suposiciones, ciertamente, pero lo dijo fuerte y claro, y lo reseñaron muchísimos medios internacionales. Por su parte, Guaidó ni se dio por enterado, se hizo el loco, y, fíjense bien, los periodistas, que no lo abandonan bajo ninguna circunstancia, no lo interpelan al respecto, no le preguntan nada. ¿Quiere o no quiere elecciones Guaidó? ¿Quiere o no quiere elecciones la oposición? Es evidente que el plan de tomar el Gobierno por asalto no tiene marcha atrás. Cada vez está más claro que un pequeño grupo de derecha, encarnado en el partido Voluntad Popular, radicalizado y envalentonado por el apoyo del perro rabioso Trump, quiere el poder solo por las malas. Y no piensa arriesgarse a ir a una elección sin acabar primero con todo vestigio de chavismo activo, e incluso de antichavismo no alineado con la nueva minoría dirigente. Y es bueno hacer énfasis en esto último. Esa minoría extremista de derecha está poniendo primero de rodillas a la oposición mientras se encarga de cuadrar todo para poner de rodillas al chavismo. No parece un trabajo fácil con el chavismo, pero con la oposición no hay duda, aunque algunos lo hacen a regañadientes, la mayor parte del bloque está acudiendo arrastrada a donde sea que haya que humillarse, con tal de poder comer de las migajas que Leopoldo López y su pandilla prometen dejar en el piso para ellos.

Ahora bien ¿por qué es un riesgo para esta minoría radical ir a unas hipotéticas elecciones, aun con un escenario electoral favorable para ellos? Muy fácil, porque aún si ganaran tendrían que dejar al chavismo políticamente vivo, tendrían que reconocerlo como actor político, no podrían barrer con toda la institucionalidad, con sus diputados, con sus alcaldes y gobernadores, con las leyes ni con la Constitución. El chavismo derrotado en una elección no es un chavismo aniquilado, seguiría siendo resistencia y una alternativa de poder real. Por eso la camarilla fascista se hace de oídos sordos a esa palabra maldita con que los asusta Nicolás Maduro: elecciones.


¿Vienen sacudones en América Latina? a 30 años de El Caracazo? Aldemaro Barrios R.,

mLo primero es caracterizar el acontecimiento de El Caracazo, como un hecho latinoamericano dentro de un contexto de violencia política que durante la década de los años 80 se sucedieron en América Latina y como múltiples estallidos sociales ocurrían en esta región derivados de las políticas económicas impositivas del Fondo Monetario Internacional y que tempranamente fuera advertido por el Comandante Fidel Castro en 1985 cuando preciso en la clausura del Encuentro sobre la deuda externa de América Latina y el Caribe efectuado en la Habana en agosto de 1985, cito: “El cobro de esta deuda y el sistema injusto de relaciones económicas es la más flagrante y más brutal violación de los derechos humanos que puedan concebirse. Aquí se habló de que esa deuda está pagada, quién sabe cuántas veces, con lo que nos roban. Solo el año pasado (1984) nos robaron 20 000 millones por esa vía del intercambio desigual, 10 000 millones por fuga de capitales, 37 300 millones de intereses, y de 4 000 a 5 000 por la sobrevaloración del dólar. Son 70 000 millones en un solo año, 70 000 millones saqueados (...)” Y las consecuencias: pobreza crítica, hambre, desempleo, desigualdades sociales. mSegún los análisis de Fidel “O la deuda se resuelve y la crisis económica se supera, o en América Latina se va a producir un estallido social. Y si me pregunta de qué tipo, yo diría que se van a producir estallidos sociales revolucionarios bastante generalizados”, esto lo dijo en una entrevistas al diario español El País en la edición del domingo 14 de julio de 1985, cuatro años después Caracas y otras ciudades de Venezuela ardían en una rebelión popular, derivada de las decisiones ejecutivas de Carlos Andrés Pérez atendiendo a los comandos del FMI y de la Reserva Federal de los EEUU. mEn primer lugar El Caracazo, como hecho brutal en el uso desproporcional de la fuerza y sus consecuencias resulta una excepción, ya como acto violatorio de los derechos humanos y como hito en la historia contemporánea de la América Latina, por la dimensión cuantitativa de asesinatos y por su expansión territorial, una masacre

genocida, porque fueron manifestaciones masivas de expresión política de repudio a un estado. Pocas veces se señala esta característica categorial, puesto que forma parte de nuestro aprendizaje histórico como conocimiento social que ha sido internalizado por el pueblo venezolano en tanto que desde 1999 se ha hecho una expresión comunicativa con una narrativa de conmemoración, lo que antes de 1999 era criminalizado cuando no silenciado por los medios. mEn segundo lugar debemos señalar que ha sido uno de los eventos en el que los mecanismos de justicia del Estado Venezolano se pusieron a prueba, en tanto que el Presidente Chávez en 1999, recién electo, asumió la responsabilidad del Estado al “admitir los hechos contenidos en la demanda y sus consecuencias jurídicas en denuncias interpuestas por los familiares de algunas de las víctimas directas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”. Lo que derivó en reparaciones que se hicieron efectivas en una sentencia trascendental pronunciada en agosto de 2002, según el Informe Contra el Silencio y el Olvido de la Comisión por la Justicia y la Verdad. Durante diez años,de 1989 a 1999 autoridad alguna se pronunció o hubo voluntad política para investigar los hechos, solo se iniciaron procesos que no pasaban a la etapa sumarial para poder hacer justicia. mEn tercer lugar, esta memoria de El Caracazo que ha sido historiada, analizada y reconocida por muchos autores, nacionales e internacionales, constituye un suceso o acontecimiento que aún le quedan aristas por resolver, por citar solo algunos, las acciones de justicia sobre los autores materiales e intelectuales del hechos, una deuda que debe ser saldada en tanto que los crímenes de lesa humanidad no prescriben, luego destaco lo señalado por la investigadora venezolana Livia Vargas al señalar que el Estado venezolano, desde que el Chavismo es gobierno, ha construido a través de sus medios un reconocimiento al hecho y ha promovido una narrativa “de reivindicación del 27-F como parte de la historia reciente venezolana, una historia signada por su carácter transformador y emancipador. El Caracazo marcará el inicio

de un nuevo periodo en la historia contemporánea de Venezuela, a saber, el del “proceso bolivariano”. mEsto nos lleva a preguntarnos que vista las circunstancias actuales, de crisis económica de ahogo o asfixia financiera, bloqueo por causas ya conocidas,¿ porqué no se ha producido un estallido social en Venezuela?, ¿Y porqué si ocurren en Francia, España, Haiti, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú etc ? En Venezuela no obstante la presión ejercida por los centros de poder en Estados Unidos y Europa, aquí lo que se ha producido son manifestaciones masivas contra la injerencia, el bloqueo y las agresiones del sistema mundo capitalista. mEse pueblo que bajo de los cerros el 27 y 28 de febrero de 1989 es el mismo de hoy, solo que esta organizado, provisto de conocimiento, armado de conciencia y aunque sufra y este molesto, aunque sea crítico donde y cuando hay que ser crítico, que a pesar de la afectación endogena de la corrupción en la gestión de gobierno, el Estado ha cumplido con el principio de derecho y de justicia social que establece la Constitución. mEl pueblo venezolano crítico mantiene un espíritu constructivo, que sabe lo que ocurre e identifica a los autores materiales e intelectuales de un crimen con categoría violatoria de los derechos humanos como es el boicot y las sanciones contra Venezuela, y que el Estado debe demandar ante las Cortes Internacionales de Derechos Humanos como actos violatorios al derecho a la vida, a la alimentación y a la paz. 2.- Los nuevos conceptos sobre derechos humanos: mDebemos ratificar la necesidad de formularnos nuevos conceptos en la narrativa de la historia insurgente, porque el Caracazo nos hace pensar en el pasado como claves históricas que nos señalan la presente realidad y la prospectiva de nuestro destino como República liberada, hoy asediada por el Imperio a la cabeza de los desquiciados de Washington, en una guerra injusta y violatoria de todo lo racional, pero esencialmente de nuestros derechos humanos.- Reitero República liberada y


cuidado sino se repiten los eventos luego del Congreso de Angostura de 1819, o los de la década de los 80 del siglo XX y los pueblos de América, empezando por Colombia, inician procesos de transformaciones sociales revolucionarias de liberación definitiva en América, . mEl Caracazo o Sacudón que fue una respuesta popular a las imposiciones del FMI y que el Estado arremetió con uso desproporcionado de la fuerzas con los resultados ya conocidos; Franz Hinkerlammert teoriza el tema al señalar: “un capitalismo neoliberal no se puede sostener a lo largo sino como un sistema de mercado total sostenido por ideologías de Seguridad Nacional”. Por lo tanto el uso de la fuerza el estado se aplicó para poder sobredominar la fuerza popular en el reclamo de sus derechos, la fórmula es que con el uso desproporcional de la fuerza el resultado es asesinatos masivos, masacres y o genocidios cuando no guerras civiles o caos social. mTambién del Sacudon reconocemos hoy una nueva visión y valoración sobre los derechos humanos, Juan Calzadilla Arreaza lo preciso en un discurso ante un congreso sobre sobre la democracia en Venezuela en el año 2015: “Tal vez habría que hacer una nueva declaración de los derechos humanos de los pueblos y del siglo XXI. Tal vez sea necesario afirmar derechos más altos que los mismos llamados derechos humanos, como el Derecho de la Vida, el Derecho de la Tierra, el Derecho del territorio y la soberanía, el Derecho a la diferencia, el Derecho a la singularidad, a la supervivencia, y otros muchos. Entonces hallarían su plano de inmanencia, su legitimidad actual y eficiente, unos derechos de los seres vivos y de los seres humanos”. De allí que el derecho al conocimiento histórico como derecho humano se ranquea con los otros derechos que fundamentan una nueva doctrina capaz de superar el modelo neoliberal de los llamados derechos humanos porque permite fortalecer la conciencia del ser y su rol social histórico transformador que es lo que nos permite comprender la dimensión del Sacudón en el contexto de los derechos humanos. mVenezuela aprendió severamente con el Sacudón de 1989, pero ahora que hay una nueva oleada de empréstitos por parte del Fondo Monetario Internacional en algunos países de Nuestra América con sus tradicionales imposiciones y recortes a los derechos sociales de los pueblos como responsabilidad de los estados, nos preguntamos: ¿Vienen sacudones en América Latina? La respuesta es, muy probablemente seremos testigos de ello en los próximos meses.

La diplomacia del empujón José Manuel Rodriguez

Tu sueño, tu peor pesadilla Carola Chávez

Vi tus fotos en Facebook, contentísima, allí en la principal de Las Mercedes, donde rumbeábamos cuando éramos chamas ¿te acuerdas?. Te vi con tu gorra tricolor nuevecita, con tu corte de pelo precioso, con tus zarcillos y tus collares, con tu ropa linda. Tú siempre tan coqueta, tan bien arreglada, con tu buen gusto. No vi a tus niños, supongo que se quedaron en casa de la Yaya. Supongo que así era mejor: los chamos tranquilos, seguros y bien cuidados. Porque todo lo hacemos por los chamos ¿no?. Por eso saliste ese sábado, “a luchar por su futuro”. Y te paraste ahí a escuchar a tu nuevo líder, atentamente, y cuando él les preguntó -para que lo supiera el mundo- si les daba miedo una guerra civil, tú, por el futuro de tus hijos, gritaste decidida que ¡Nooooo! que no te daba miedo, como no te da miedo una invasión de los marines; lo que sea necesario para salir de los chavistas esos, aunque entre esos chavistas estén tus primos, tu papá. Una guerra civil ¡qué emocionante!. Supongo que te imaginas que esa guerra, a la que no temes, sucedería lejos del este de Caracas, digamos, en el 23 de enero, nunca en el este de Este, porque ahí tienen calles cerradas con garitas de vigilancia y sus vigilantes subpagados van a evitar que la violencia que supone una guerra llegue a tu plácida calle. Supongo que crees que el colegio de tus chamos seguiría atendiendo a los niños felizmente, que lejos del terror y la muerte, tus niños seguirían sus clases de inglés. Que tu vida seguiría intacta y hasta mejor, tú sabes, en libertad. Que tu negocio florecería porque no hay nada mejor para la economía familiar que una guerra ¡Lástima que tu negocio no sea funerario!. Nada más hermoso que una matazón entre vecinos, familiares y amigos, o te mato o me matas y aquellas heridas profundas que no se curan más nunca. Lo importante es salir del chavismo. Te conozco, conozco tus aspiraciones, el valor que le das a esas cosas que llamas “calidad de vida”, tu carrera, tu casa preciosa, tu seguridad, tu futuro y el de tus hijos. Conozco también la locura que te atrapa cada vez que tus líderes te inventan una guarimba. Y porque te quiero, porque quiero a tus niños, debo decirte, aunque sea en vano, que esa guerra civil que quiere Guaidog, esa que dices no temerle, sería el fin de todos tus sueños, del futuro de tus niños, tu casa perdida, tu vida abandonada en la huída. Porque te quiero, quiero que entiendas que en la guerra civil que deseas tampoco hay fines de semana, para los niños, en la tranquilidad de Puerto Azul.

No hablo de aquello que tienen que aprender los que son enviados a representar a los Estados por el mundo. Hablo de la forma como los Estados manejan sus relaciones con los demás. Lo del oficio, está bien, tiene que ser “algo doblado en dos” como lo dice su raíz griega. Es el fingimiento que escuchamos con frecuencia: Representantes ilustrísimos, nos une el vínculo inmarcesible de las supremas virtudes democráticas… Tales florituras me tienen sin cuidado centrémonos en las relaciones entre los Estados. Ahí también hay dos formas de expresarse, la de los Estados fuertes, imponiendo conductas gracias a su poder económico y militar, es decir, la diplomacia del nariceo. “Haces lo que digo o te jodo”. La otra, la de aquellos Estados que luchan para preservar la soberanía sin ninguna dualidad ante la diplomacia del arreo. Es lo que hizo Cuba en sus momento más difíciles. No desconozco que esa preservación de la soberanía obliga, entre varias cosas, a lograr acuerdos con aquellos Estados de “la comunidad internacional” que defienden el no intervencionismo y la multilpolaridad, y también con aquellos que sin ser aliados tienen razones coyunturales para ponerse del lado de una estrategia de paz internacional. Sobre eso no hay discusión. El asunto es qué hacer con los Estados sigüices del imperio, los que siguiendo instrucciones de ellos se enfilaron al desconocimiento de nuestra constitución, leyes y autoridades nacionales. Nuestra respuesta debería ser advertirles sobre las consecuencias diplomáticas y económicas que eso acarrea y proceder, sin ninguna dilación, de no haber rectificación. Sin los “ya va”, “hay ser cuidadoso”, “pudiera ser inconveniente”. La derecha internacional no duda, es agresiva e insolente por antonomasia, y mientras más insignificantes sean, peor actúan. No sólo reconocen a un aventurero estupidizado y aceptan a sus “representantes”, expulsan a nuestros embajadores oficiales y asaltan nuestras embajadas. Costa Rica y Ecuador lo hicieron. La monárquica España, con sus empresas aquí repletas de dinero, se atrevió a darnos ultimatos. Una antigua sentencia china dice: Si actúas resueltamente, incluso los dioses huirán…


Te odian Carola Chávez.

Las agresiones del vecino Eleazar Díaz Rangel

Sobradas razones existen para exigir al gobierno colombiano que se ocupen de sus problemas internos, en lugar de entrometerse con los asuntos de Venezuela, como su presidente Duque lo hace por mandato de Washigton. Atendiendo sus intereses le ha mostrado a Trump su voluntad y decisión de contribuir mediante el pretexto de la “ayuda humanitaria”, y con el manejo de los falsos positivos en los cuales son maestros, a generar una provocación militar. Por supuesto, no parece que tuvieran previsto encontrar a nuestros servicios de inteligencia, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la PNB y las milicias y a un pueblo consciente y organizado preparados para repeler esos intentos. Como ocurrió ayer por la mañana en el puente Simón Bolívar. Veamos a vuelo de pájaro la situación del país vecino. Sigue siendo escenario de crimines contra lideres sociales, como en ningún otro país. En lo que va de gobierno Duque han sido asesinados 35. Todo ocurre dentro de la mayor impunidad, sin que se investigue, persiga, detenga, enjuicie y sancione a los culpables, bandas organizadas que actúan con absoluta impunidad. Los acuerdos de paz firmado en La Habana con las Farc siguen siendo violados; pese a las denuncias frecuentes hechas, continúan los atentados contra exguerrilleros y algunos de sus familiares, represión extendida hasta lideres de comunidades sociales y de organizaciones campesinas. Esta situación es de tal magnitud, se repite incesantemente mientras el gobierno no escucha los reclamos y las denuncias, con un cuadro que tiene el 40% de pobreza y 10% de pobreza extrema, y que se organiza un paro nacional de protesta el próximo 25 de abril. A esa situación social y de falta de seguridad, se añade un cuadro económico lleno de dificultades. Como es sabido, la producción de café ha sido uno de los factores fundamentales de la economía, pero desde hace meses los cafetaleros se quejan por las enormes pérdidas, calculadas en un año en 400 millones de dólares por el incremento de los costos de producción mientras los precios siguen estabilizados. Esta crisis ha hecho que muchos productores abandonen el campo y busquen otras posibilidades de ingresos. Y no está demás recordar que la educación es casi toda pagada, especialmente la universitaria, lo que ha movilizado a la población universitaria nacional. A esos problemas y a otros que los colombianos conocen y sufren directamente, el gobierno de Duque ni los mira ni los examina ni los soluciona, prefiere escuchar la voz del amo paras convertirse en un factor que pretende desestabilizar el gobierno constitucional venezolano que preside Nicolás Maduro, y eventualmente provocar su derrocamiento. En tal sentido no debe descuidarse la advertencia del Canciller Arreaza sobre la complicidad del gobierno en las acciones injerencistas de la administración de Estados Unidos, así como las mas recientes declaraciones desde Moscú, según las cuales EEUU están preparando el envío de fuerzas especiales y armas de guerra a un país vecino de Venezuela, seguramente Colombia, para ser utilizadas con motivo de sus esfuerzos por introducir “ayuda humanitaria”, un pretexto para provocaciones violentas en las zonas fronterizas, tal como sucedió ayer con complicidades venezolanas.

-Te odian: cuando te metieron el cuento de que chavismo te iba a quitar a tus hijos y se los llevaría a Cuba, cuando te llenaron de terror al imaginarte sin tus niños… no hay nada más desgarrador que ese miedo y ellos te lo metieron en el alma, porque te odian. Nadie que te quiera puede hacerte tanto daño. Te llevaron, aterrado, a marchar contra el Coco quita niños. Marchaste hacia una emboscada que tenían preparada: “necesitamos muertos” -decían y tú asentías sin saber que eras uno de sus blancos. Plantaron francotiradores y anunciaron muertos antes de que cayeran, falló la puntería, cayó el señor que marchaba a tu lado, y otro más allá y otro y otro… los mataron para redondear su golpe, y los muertos fueron tuyos, porque te odian. Muertos inútiles, olvidados en el estrepitoso fracaso. Te inventaron un paro y tu paraste en nombre de la libertad, mientras ellos no pararon de cobrarte tu obligaciones, alquileres, deudas, matrículas escolares, todo. Quebraron a tanta gente, tu gente, porque los odian. Los encerraron en sus calles, una y otra y otra vez, obligándolos a tragar humo y violencia durante meses. Cada vez con más violencia, cada vez con más miedo. El terror y el odio se instalaron en las juntas de condominio, se inició en tu vecindario la cacería de El Sapo Rojo, y sapo rojo era cualquiera que se quejara del humo, del encierro, de los desconocidos con caras de malandros que les cobraban peajes para dejarlos entrar y salir de sus casas. Te hicieron eso porque te odian. Y porque te odian llamaron a tus hijos a la calle, mientras resguardan a los suyos en la Miami de tus amores. Tus hijos, su carne de cañón, equipados con armas precarias, suicidas, convertidos en tropas de asalto, y ojalá se mueran, porque tenemos fotógrafos y redes sociales para capitalizar paseando su cadáver, paseando tu dolor inconsolable como una bandera… y otra vez olvidarlos, porque su muerte no sirvió a sus objetivos. Recorrieron el mundo suplicando sanciones, castigos para el país, para todos los que aquí vivimos. El este del Este es también Venezuela y no lo sabes, y no consigues Losartán y repites el mantra tonto que dice que las sanciones no afectan a la gente, sino a Maduro. Y como, a pesar de las dificultades, seguimos viviendo, buscaron el bloqueo petrolero, la asfixia absoluta. Y quieren más: quieren que venga el ejército gringo, ya sabes, el que deja un reguero de muertos por donde pasa y te dicen que vendrá el soldado Ryan, el Capitán América, y que no te pasaría nada si esa invasión ocurriera, que vas a poder seguir yendo a tu consultorio, llevando a tus niños al cole, mientras las balas y bombas gringas matan solo a los chavistas feos. Gestionan la destrucción del país y tú los aplaudes y, solo si sus deseos se cumplen entenderás lo que te digo: te odian.


La empresa privada es Dios Roberto Hernández Montoya.-

La exitación por una nación violenta José Manuel Rodriguez Por estos días volví a ver la película norteamericana “Muerte Misteriosa” (Wind River), una trama de gran violencia generada por trabajadores petroleros blancos que violan y matan a una joven indígena en una reserva de Wyoming. Al finalizar, un texto nos cuenta que entre las setecientas mil personas que desaparecen anualmente en ese país nunca se han incluidos a los nativos de esas reservas. Me vino la imagen de esa joven López, presentadora de Globovisión, que muy exitada comentaba lo bueno que sería que los invasores yanquis preñaran a nuestras mujeres de “catiritos”. Resultó paradójico que esa muchacha se pareciera físicamente a la que protagoniza a la indígena violada y asesinada por veteranos de las guerras gringas en el medio oriente. Lo deplorable de nuestra infeliz nativa es que cargue el cerebro en el entrepiernas. Treinta años después del Sacudón, el neoliberalismo viene por la revancha

Nunca el resentimiento construirá Oí a Héctor Navarro declarar en nombre de la “Plataforma por la Defensa de la Constitución”. La voz habla más de las emociones que la escritura, hago excepción de los poetas. Hablaba en nombre de una agrupación de personas que, hasta no hace mucho, reconocía como militantes de la revolución decepcionados, como yo, por el rumbo que ha tomado el gobierno. Ese sentir: la revolución socialista y el rechazo al reformismo tutelar, los debería llevar a construir, de inmediato, una propuesta coherente para salvar la revolución. Ah, pero no es por ahí que van. Llaman a la ANC y a Maduro usurpadores guardando absoluto silencio frente al fascista designado por la derecha nacional como “presidente encargado”, callan frente a los reconocimientos que de eso hacen los gobiernos de la derecha internacional, nada dicen del bloqueo económico y las amenazas de invasión militar. Resultó un grito ensordecedor para restaurar la derecha en el poder.

Cuando éramos felices y no lo sabíamos la empresa capitalista fue el paradigma de todo todo todo. Ella medía la humanidad. Y la mide. Pero ya no con la unanimidad de antes antes antes. Ahora, hay quienes nos rehusamos cada vez más a ese totalitarismo empresarial beato y perverso -después de suficientes experiencias descubrí que la beatitud no solo no es opuesta a la perversidad sino que es su amor, su cómplice y todo, como demuestra Tartufo. Gustavo Dudamel en los Oscars dijo lo que dijo y no repito porque quiero recordarlo libre. Ahora es rehén del engranaje capitalista y debe repetir un discurso pautado como sus partituras. Para la empresa Gustavo no es una persona sino un producto. Como Guaidó. Espero que ese engranaje no descalabre su arte como descalabró su ética. Tus nuevos amos no aprecian tu arte, Gustavo. Ni siquiera lo entienden. Y desconfían de ti porque no naciste en la industria sino en una patria libre que te quería. En un contexto de odio no se puede hacer bella música y si se hace no se escucha y mucho menos se ama. Solo se consume junto con las cotufas. Es más, esa gente prefiere las palomitas. La actriz mexicana de la película Roma, Yelitza Aparicio, ha sido descalificada por cachifa. Oí decir sifrinadas parecidas sobre Jennifer López. La gentuza racista es así. Pero a veces en esa industria se cuela gente como Yelitza y Cuarón. La industria quiere quitar sabor a todo. Lo pinta aquella entrañable canción “La quimera del Norte”, que Aníbal Nazoa conceptuó como nuestra primera canción de protesta: «A Nueva York no voy, no voy, allá no hay vida, no hay berro ni hay amor». Berro era un cóctel que se aliñaba con berro. Uno de los delitos del capitalismo es precisamente acabar con vida, berro y amor. Todo lo contrario de esto: …la patria no es sino la infancia, algunos rostros, algunos recuerdos de la adolescencia, un árbol o un barrio, una insignificante calle… (Ernesto Sábato). El fascismo ordinario de Hitler y Mussolini quemaba libros. El fascismo 3.0 es más perverso porque destruye la capacidad de apreciar los libros y sumerge en la mentecatez guarimbera más devastada. Oye nomás la indigencia intelectual y moral que expresa esa perduta gente. De la humanidad depende que sea humana la humanidad.

Como una película mala Carola Chávez.-

Hace apena unos meses, cuando una caravana de más de ocho mil personas se dirigía Honduras hacia a los Estados Unidos dispuestos a cruzar la frontera juntos, por la fuerza que da ser multitud, Donald Trump ordenó a sus militarizar la frontera y recibirlos como se recibe a un enemigo invasor. Era una cuestión de soberanía, dijo. Hoy, mientras escribo, los Estados Unidos, arropado por la campaña propagandística más grotesca que hayamos visto, nos plantan la amenaza de una invasión “humanitaria” en la frontera con Colombia, inventándose un concierto de solidaridad (con los poderosos), donde un grupo de artistas se pelean por resucitar del olvido, por tomarse la foto, por hacer lo que sea para que la disquera los siga queriendo, o los vuelva a querer… Un concierto que pretende reunir a un gentío que debe ser arreado, en medio de euforia conciertera, condimentada con las tradicionales hierbas y polvos, a cruzar la frontera venezolana, así, a lo bravo, porque me da la gana, porque Trump dijo que esta frontera sí se puede cruzar a juro, porque sí. Otra vez un montón de muchachos empujados a una locura escrita en Washington mientras su perro Guaidog predice muertos y los llama “inversión a futuro”. Marcos Rubio tuitea amenazas contra la familia del jefe de seguridad del presidente Maduro, si no obedece las órdenes de Washington, y ni un solo “demócrata” que rechace tal aberración, ni un solo defensor de derechos humanos que diga pío. No hay un solo opinador de esos que manosean las palabras democracia y libertad que diga “¿carajo, qué es esto?” cuando Bolton, Pompeo, Pence o Trump llaman a los militares venezolanos a desconocer al presidente que elegimos los venezolanos, o cuando el jefe del Comando Sur, junto al ministro de defensa colombiano amenazan con la destrucción de Venezuela, si nuestros militares no traicionan nuestra Constitución. Una cosa tan grotesca que si fuera una película sería una muy mala, por exagerada e inverosímil. Pero es la vida real. Dijo Maduro que en Venezuela luchamos hoy por la supervivencia de todos los pueblos del mundo y tiene razón: borrada la legalidad, secuestrada la verdad, si lograran lo que pretenden contra nosotros, ¿quién va a impedir que vayan contra cualquier otro país que quieran, incluidos los que hoy se unen a este ataque?


Envenenados Jesús A. Rondón

Política, propaganda, intervención Leopoldo Puchi Los conflictos atraen la atención de multitudes y es común que el pulso se acelere cuando los escenarios de un día decisivo se sienten próximos. Todavía más si se dibuja una guerra, con toda la fascinación y los grandes temores que provoca. Hollywood ha moldeado al público con la simpleza de los buenos y los malos, escenas de coraje y destrucción, las batallas decisivas y los días “D”. Se pensaba que el 23 de febrero sería uno de ellos. La tensión aumentaba porque se presentía que una operación política, la de la ayuda humanitaria, propia de las pautas de los manuales de propaganda, se podía convertir en la formulación enunciada por Klark von Clausewitz: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”. Intervención En realidad, no es extraño que se esté pensando en combates armados o en una guerra de verdad. Desde agosto de 2017 el mandatario estadounidense ha venido insistiendo en que no está descartada la opción militar. El Washington Examiner ha informado del despliegue de fuerzas militares estadounidenses hacia Colombia. En el mismo sentido, la Casa Blanca ha mostrado su determinación de cambiar el gobierno venezolano por cualquier medio. Y en días recientes, John Bolton, afirmó que sí podría haber una acción de los militares estadounidenses en la frontera venezolana, en el caso en que unidades militares bloquearan la entrega. Golpe palaciego Sin embargo, no es la intervención de fuerzas militares extranjeras en Venezuela la primera opción considerada por el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos. Antes de una intervención, se trabaja en función de que los propios militares venezolanos, sin bajas de soldados extranjeros que pudieran invadir el territorio venezolano, sean quienes procedan a cambiar al Presidente y al Gobierno, bien sea por medio de un golpe palaciego, una rebelión o una sublevación. El evento político organizado en Cúcuta tenía ese propósito de presionar a los oficiales de la fuerza armada. Luego de lo ocurrido, posiblemente se encuentren otras modalidades para tal fin. El diktat Había quienes estimaban que la presión sobre los militares daría resultados de inmediato. Una suerte de deserción en estampida. Pero no ha sido así. Quizás porque detrás de la pesada capa de ligerezas y consumismo, yace todavía una vena de dignidad. De ser así, el conflicto pudiera ser abordado como un asunto interno, resuelto entre venezolanos, y no como resultado de una presión política y militar extranjera ante la que rendirían sus armas los soldados venezolanos al aceptar un mandato, un diktat. Aunque luzca paradójico, sólo así, con reciedumbre disuasiva, se abriría el camino para la política, para los acuerdos.

Se escucha en nuestros campos que “El que esta picao de culebra hasta el bejuco lo asusta”. Una sabia forma de graficar la aprehensión que experimentan las personas cuando presumen la existencia de una situación que es similar a una anterior y que le causó daño o perjuicio. Extrapolando esta conseja al campo político nacional, podemos afirmar que los venezolanos y las venezolanas hemos sido víctimas de varias serpientes. Hablaré ahora de la que nos ha mordido y en su veneno contenía el fascismo. Hoy la dirigencia opositora sigue transitando fuera del carril del sistema democrático venezolano, con el agravante de estar subordinados a los intereses de un Gobierno extranjero, de cual incluso demandan acción militar. Siguen tratando de capitalizar el descontento hacia Nicolás Maduro para llevar a parte del pueblo a un callejón sin salida, y algunos se proponen volar la pared que impide el avance. No podemos desestimar que parte de esa dirigencia promuevan acciones de violencia para acelerar el proceso y que en un eventual logro de sus objetivos convoquen algo más terrible: una cruzada (en el sentido católico y original posible) contra el chavismo. Contarán con que en un sector de la población ya está el veneno del fascismo. No se puede olvidar en Venezuela, que la oposición al gobierno bolivariano ya ha recurrido varias veces a la violencia como mecanismo de la resolución expreso del conflicto político. La primera muestra de tal determinación fue el golpe de Estado de 2002, donde además de asaltar el Estado de derecho, parte de la dirigencia persiguió a dirigentes chavistas y asediaron la embajada de la Republica de Cuba. Luego asistimos a la famosa “Salida” y para el 2017, en medio de las guarimbas se exacerbó el fascismo llegando a incendiar personas por presumir que eran chavistas. La validación de la violencia como herramienta en la política ha tenido asidero en la llamada clase media, quienes asumen que construyen una identidad y uno de sus rasgos son la superioridad moral y racional frente a la clase trabajadora, los cuales dada su falta de formación son incapaces de conducir sus vidas y menos tener una dirigencia que lleve las riendas de un país, de una sociedad. Así pues, la clase media es ese faro en la sociedad que todos deben seguir. En los hechos a los que hacemos referencia, la dirigencia opositora ha capitalizado el discurso de la clase media y la ha movilizado, pero como no son mayoría, los radicaliza y le convoca paulatinamente a tomar acciones de calle, pero siguen solos. Entonces sus acciones son más hostiles, pues si el resto de la sociedad no quiere escuchar hay que obligarlos y aquí llegamos a la “guarimba”, es decir a la violencia contra todo el que piense distinto. Así es como las personas que se asumen como la lumbrera moral y racional del país entendieron o justificaron que la violencia era la única forma de promover los cambios que ellos creen que deben darse. Esta explicación me llevó hace tiempo a concluir que mediante este proceso barbarizó a la clase media, que hoy sigue ignorando todos los mecanismos que brinda nuestra democracia. Aunque en parte de nuestro pueblo circula el veneno del fascismo, también debemos recordar que, en nuestro periodo democrático, la sociedad venezolana en general ha respetado las reglas del juego, solo en el 89 explotó y fue una acción limitada, aunque no la represión. En el 92 con el intento de golpe de Estado de Chávez, el pueblo se mantuvo dentro del juego democrático. Ahora bien, para neutralizar el avance de todo veneno debemos aplicar un antídoto, y esa es una de las tareas de la dirigencia del chavismo y de parte de la oposición que no asume la violencia como fórmula.


La máscara humanitaria de la guerra

Jorge Elbaum| El fracaso del promocionado del 23F, con el que Estados Unidos pretendió obtener la implosión venezolana junto a al desmembramiento de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, concluyó este sábado en un fiasco coronado por la ruptura de las relaciones diplomáticas con Colombia. La pretendida ayuda humanitaria y las escaramuzas fronterizas motorizadas desde Washington son parte constitutiva de la desesperada búsqueda por recuperar el control total en América Latina, controlar sus recursos naturales y evitar el crecimiento de la multilateralidad económica y política —de la región— con China y Rusia. El Departamento de Estado, el gobierno de Colombia y la oposición liderada por Juan Guaidó no lograron este último sábado justificar la salida militar a la crítica situación Venezolana. La ayuda humanitaria que el Comando Sur y los paramilitares colombianos pretendieron ingresar a través de la frontera que divide ambos países es cuestionada tanto por la Cruz Roja Internacional, por carecer del protocolo estipulado para ese tipo de cooperación, como por las Naciones Unidas. Estados Unidos ha decidido asfixiar la economía de Caracas a través del cerco financiero, la prohibición de importar medicinas y una proscripción a terceros países para que provean alimentos. El boicot económico-financiero ha producido un profundo descalabro en la economía venezolana cuyas pérdidas han sido evaluadas por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) en 350.000 millones de dólares, sólo entre 2013 y 2017. La ayuda humanitaria que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo

Internacional USAID) pretendió ingresar en forma violenta a través de la frontera con Colombia, supone el 0.001 % de los quebrantos generados por el bloqueo. Si la primera etapa de la ofensiva de Washington consistió en inducir al deterioro de la situación social del país caribeño, la fase actual busca legitimar, a través de potenciales escaramuzas fronterizas en Cúcuta (o una masacre sin responsables ciertos), la invasión, el bombardeo o el incentivo para el desarrollo de una guerra civil. El último lunes 18 de febrero, el presidente Donald Trump se dirigió a exiliados venezolanos y cubanos desde la Universidad de Miami con un discurso que puso en evidencia al triple motivación de su ofensiva contra Nicolas Maduro. (a) La utilización del fabricado conflicto con Venezuela para recuperar porciones de liderazgo perdidos, sobre todo vinculados a la construcción del muro con México, entremezclados con los avances de las investigaciones sobre sus contubernios durante la campaña electoral de 2014-2016. (b) El recurrente intento por disciplinar a América Latina para socavar cualquier intento de proyectos soberanos, y (c) la advertencia, por elevación, a China y a Rusia acerca de quién controla el hemisferio occidental. El discurso de Trump en la capital anticastrista incluyó un saludo de Juan Guaidó, enviado a través de videoconferencia. El autoproclamado primer mandatario de Venezuela, que fue reconocido únicamente por el 30 % de los países asociados a las Naciones Unidas, agradeció el encomiado apoyo de Washington, donde se formó años atrás gracias a una beca financiada por USAID. Guaidó fue cooptado por el National Endowment for Democracy (NED), una de las entidades de fachada de USAID,

a través de la cual realizó un posgrado en la Universidad George Washington, bajo la dirección del economista venezolano Luis Enrique Berrizbeitia, ex director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sus enseñanzas no fueron en vano. A principios de febrero de 2019 Juan Guaidó presentó un plan para el futuro de Venezuela titulado Plan País, que contiene las máximas de ese organismo multilateral: la liberalización financiera y económica, la flexibilización laboral y la privatización de todas las empresas venezolanas, incluso sectores de PDVSA, la empresa de energía que cuenta con las reservas de petróleo y gas (en conjunto) más importantes del mundo. La Fundación para la Educación Económica (FEE), una de las instituciones que recoge el legado de Milton Friedman, se expidió de inmediato frente a la propuesta: “Sería un honor [para FEE] poder reconstruir a Venezuela”. Una ayudita de Satán USAID cuenta como entidad proveedora de información estratégica al Albert Einstein Institute (AEI) un centro que dirigió hasta su fallecimiento, en enero de 2018, Gene Sharp. Este cientista político nacido en North Baltimore en 1928 escribió el famoso libro De la dictadura a la democracia, donde detalla los mecanismos más eficaces para derrocar gobiernos a través de golpes de Estados suaves, mediante tácticas de infiltración, comunicación, confusión, generación de caos y siembra de desconfianza pública. Sus recomendaciones fueron utilizadas explícitamente por las delegaciones diplomáticas de Estados Unidos en el Magreb, durante la llamada primavera árabe, en los Balcanes para dividir la ex Yugosla-


La medicina de la pólvora

via, y en Crimea, con el objeto de atizar los viejos resquemores entre ucranianos y rusos. La historia de USAID incluye parte de la subvención, implementada a fines del siglo pasado, durante el gobierno de Alberto Fujimori en Perú, del programa de esterilización forzada. Según investigaciones del Ministerio de Salud de ese país se llevaron a cabo 331.600 esterilizaciones de mujeres y 25.590 de varones, sin que las víctimas brindaran autorización para el procedimiento. Por su parte, en Ecuador la USAID se ajustó con precisión a los decálogos sugeridos por Sharp, motivo por el cual Rafael Correa les exigió que abandonen el país el 28 de junio de 2012. Resultado de imagen para usaidLa fundamentación de la expulsión se sustentó en que había promovido, en forma oculta, detrás de la ayuda humanitaria, la organización de grupos opositores. Algo similar sucedió en Bolivia poco tiempo después. El 1 de mayo de 2013, Evo Morales echó a esa misma avanzada del Pentágono bajo la acusación de conspirar contra el gobierno. En 2016 varios cables filtrados a través de Wikileaks validaron las denuncias del presidente boliviano y pusieron en evidencia que los funcionarios de Washington ligados a USAID ocultaron información, al gobierno de Morales, sobre la planificación de un magnicidio en su contra. [1] Las tareas de USAID en Venezuela, previas a la actual ayuda humanitaria, gestionada por el Comando Sur, se remontan a 2002 cuando fracasó el golpe de Estado contra Hugo Chávez. El 9 de noviembre de 2006 el entonces embajador de Washington en Caracas, el texano William Brownfield, envió una comunicación confidencial a su cancillería en la que describía las

tareas desarrollas en el terreno por USAID a través de diferentes fundaciones, instituciones y ONGs. El detalle, que fue filtrado por Wikileaks el 5 de abril de 2013, puntualizaba algunas de las metas desarrolladas por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional: “(a) Penetrar en la base política de Chávez; (b) dividir al chavismo; (c) proteger los negocios vitales de Washington; y (c) Aislar a Chávez internacionalmente”. La ejecución del ese plan de mediano plazo incluyó la donación de 22 becas por un monto de U$S 726.000 para formar líderes de oposición al chavismo. Con uno de esos beneficios fue premiado Juan Guaidó. En ese marco, además, la USAID costeó alrededor de 3000 seminarios, foros y talleres de debate de los que participaron un total de 238.000 activistas. El investigador Tim Gill de la Universidad de Carolina del Norte, que realizó un relevamiento sobre las tareas desarrolladas por USAID en Venezuela, entrevistó a varios de sus funcionarios. Uno de ellos puntualizó que gran parte de la población objeto de reclutamiento provenía de “miles de jóvenes tanto en institutos como universidades que estaban horrorizados de que ese tipo con pinta de indio estuviera en el poder”.[2] En 2010 la asamblea legislativa bolivariana aprobó una ley que prohibió la cooptación político-académica con financiación extranjera, hecho que significó el fin de la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI), otra de las fachadas de USAID. Además de las becas, la OTI sufragó 54 proyectos de desarrollo comunitario por un valor de 1,2 millones de dólares, contexto que le permitió a William Brownfield activar descontentos contra el gobierno bolivariano entre poblaciones necesitadas.

El presidente de USAID, Mark Green, expresó el último martes en una conferencia de prensa en la ciudad de Cúcuta que se sentía orgulloso de Juan Guaidó. Junto al titular de USAID se apostaron, sonrientes, otros integrantes de la comitiva humanitaria, pero vestidos de ropa de fajina. Los voceros de estos últimos informaron a la prensa que el portaaviones USS Abraham Lincoln (CVN-72) se encuentra dispuesto para operaciones a pocos días de navegación de la región del Caribe. El Lincoln posee propulsión y armamento nuclear y soporta al Escuadrón Aéreo Embarcado (CVW) 7, conformado con los Lockheed F-35C Lightning II, los aviones más recientes del arsenal estadounidense. Se conjetura que el significativo despliegue bélico sólo podrá ser utilizado si Trump logra imponer la visión (o realidad) de una tragedia monumental a los ojos de los representantes demócratas del Congreso. Cualquier escaramuza en el límite fronterizo serviría para alcanzar ese cometido. El plan de operaciones de USAID y el Comando Sur apuesta a la congregación caótica en el límite fronterizo de uno y otro lado de la línea fronteriza, la trasmisión en vivo del intento de ingreso de la ayuda humanitaria por parte de las cadenas noticiosas asociadas a la lógica injerencista (CNN, BBC, RCN, Caracol), la utilización de francotiradores para instigar una tragedia, la posterior condena internacional y la correspondiente autorización del Congreso de los Estados Unidos para desplegar fuerzas militares en territorio venezolano o en su frontera. Los demócratas hasta el último viernes se mostraban críticos con la posibilidad de un conflicto arando. Algunos de sus representantes, incluso, cuestionaron con severidad los antecedentes injerencistas de quien hoy digita las actividades en el terreno, Elliot Abrams. La congresista estadounidense Ilhan Omar examina a Elliott Abrams, enviado especial de Trump para Venezuela, acerca de sus actividades en Centroamérica en los años ’70 y ’80. El último martes 19 se presentó el libro del ex director interino del FBI Andrew McCabe, titulado La amenaza (The Threat), en el que se detallan las oscuras operaciones de Donald Trump con corporaciones para llevar a cabo fraudes políticos, económicos y electorales. Un día después, en el programa televisivo The Last Word presentado por Lawrence O’Donnell, McCabe adelantó algunas anécdotas de su libro: “En una sesión informativa privada con funcionarios de inteligencia en julio de 2017, Trump preguntó por qué Estados Unidos no estaba en guerra con Venezuela… tienen todo ese petróleo y están justo en la puerta de atrás”.[3] El secretario de Estado, Mike Pompeo completó la idea el último jueves en una entrevista a la NBC: “Esta es nuestra región.” Pocas veces sus gobernantes fueron tan explícitos. Notas [1]. https://mundo.sputniknews.com/ america-latina/201602191056935511-wikileaks-eeuu-golpe-bolivia/ [2]. https://www.lavanguardia.com/internacional/20190218/46529141195/usaid-elamigo-americano.html


Treinta años después del Sacudón, el neoliberalismo viene por la revancha

Reinaldo Iturriza López Uno. Cuando le tocó hablar al policía Izaguirre, aquella tarde del 28 de febrero de 1989, la sangre ya había corrido a borbotones por las calles de Caracas y en muchas otras ciudades de Venezuela. El asfalto ardía y las balas saltaban como si le huyeran al calor. La jornada previa había iniciado una rebelión popular cuya onda expansiva aún nos estremece. El incendió que provocó, lejos de extinguirse, no ha hecho sino propagarse desde entonces, y hace tiempo que cruzó fronteras y fue a juntarse con otros fuegos. Más temprano, el presidente Carlos Andrés Pérez había decretado el toque de queda y la suspensión de las garantías constitucionales. Durante la madrugada había girado instrucciones para que la Guardia Nacional y el Ejército acabaran con aquella rebelión a sangre y fuego. Elementos de la policía política y de Inteligencia Militar también actuaban a sus anchas. Al ministro de Relaciones Interiores, Alejandro Izaguirre, le correspondía ofrecer un balance de la situación de orden público. El escenario: el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores. En transmisión en vivo, con una actitud un tanto titubeante, y con la mirada clavada en las hojas que sostenía entre sus manos, inició su discurso: “Venezolanos, en nombre del Gobierno Nacional me complace informarle a la ciudadanía…”, apretó las hojas, las elevó un poco, ajustó la vista, “… que desde el momento que se dictó la suspensión de las garantías constitucionales…”, hizo una breve pausa, “… y se implantó el toque de queda…”, carraspeó, “… la situación general del país se encuentra prácticamente normalizada. Solo en la ciudad de Caracas…”, hizo una pausa más larga, tomó aire, las manos le temblaron, “… subsisten…”. Y ya no leyó más. Se alejó del micrófono, giró la cabeza a la derecha y confesó: “No puedo”. Volvió a ocupar su lugar frente al micrófono, pero solo para decir: “Perdón”, y se retiró abruptamente. Apenas doce días antes, Carlos Andrés Pérez había informado a la nación su decisión de abrazar la causa del neolibera-

lismo. Es decir, el FMI otorgaría al país un préstamo de 4 mil 500 millones de dólares que eventualmente permitirían estabilizar la economía, a condición de aplicar medidas de “ajuste estructural”: privatizaciones masivas, liberación de las tasas de interés, eliminación del control cambiario, liberación de precios (excepción hecha de algunos pocos productos), incremento de las tarifas de los servicios públicos, aumento del precio de la gasolina, aumento de las tarifas del transporte público, eliminación de aranceles de importación, entre otras medidas. La decisión tomó por sorpresa a las clases populares, que reaccionaron enfurecidas, y fue esa furia popular la que tomó las calles el lunes 27 de febrero. Aquella noche hubo fiesta en muchos barrios de Caracas. Pero al día siguiente comenzó la masacre. Cuando Izaguirre perdió la voz, decenas, tal vez centenares, ya habían perdido la vida. Dos Malfred Gerig (1) ha hecho la relación de un debate entre “expertos” en economía que, a su juicio, pronto tendría hondas repercusiones para la sociedad venezolana. El 5 de septiembre de 2014 apareció publicado un artículo en el que Ricardo Hausmann y Miguel Ángel Santos planteaban el escenario de un impago del servicio de la deuda venezolana, dadas las dificultades del Gobierno nacional para disponer de fondos suficientes. El artículo, plantea Gerig, “logró su cometido en la medida que sentó la posibilidad de un default en la prensa financiera internacional” en un momento en que algo así resultaba “absolutamente impensable”. Además, definió una ruta en los mercados internacionales: acudir al FMI y adoptar un plan de ajuste. Una semana más tarde, y “como si estuviésemos ante cualquier escena de policía bueno, policía malo”, Francisco Rodríguez argumentaba que el Gobierno no necesitaba entrar en default, y enumeraba una serie de medidas que le permitirían cancelar sus deudas: “cobrar un precio realista por sus divisas”, hacer lo mismo con otros bienes o servicios, como la gasolina o la electricidad, etc. Más allá del detalle, la importancia de este debate, según Gerig, es que definía “la baraja de opciones que podían

decidirse en política económica, pero sobre todo sentaba las bases para una trasmisión directa de recursos desde Venezuela a los tenedores de bonos bajo condiciones cada vez más perniciosas para el país”. El planteamiento de Gerig es que el Gobierno nacional cayó en la “trampa” implícita en este debate y, al decidir seguir cancelando el servicio de la deuda, entró en un “callejón sin salida”: en 2016, con Miguel Pérez Abad a cargo de la Vicepresidencia de Economía Productiva, se decidió “privilegiar el pago de la deuda externa en detrimento del consumo interno”, reduciendo drásticamente las importaciones, con el resultado predecible de mayores privaciones para la población, beneficiando a los propietarios de bonos y, lo que es peor, sin que esta decisión se tradujera en la apertura de los mercados financieros. Un par de años después, al Gobierno no le quedó otra alternativa que adoptar la estrategia del impago selectivo en el manejo de su deuda externa. Tres ¿Se trató realmente de un ardid, tal y como lo plantea Gerig, frente al cual el Gobierno nacional actuó con poca claridad estratégica? ¿La decisión, adoptada a comienzos de 2016, de reducir las importaciones y por tanto el consumo interno, agravó aún más una situación que ya era grave en buena medida como consecuencia no de la disminución, sino de la “caída en picada” (3) de los precios del petróleo a partir de 2014? Más allá, ¿cómo hablar de la situación de la economía venezolana sin referirnos, como bien apunta Steve Ellner, a la permanente hostilidad del Gobierno estadounidense hacia Venezuela, que no comienza, ni mucho menos, con Nicolás Maduro, sino que data de los primeros tiempos de la revolución bolivariana? Esto último no implica, en modo alguno, eximir de responsabilidad al liderazgo político chavista. Pero si se puede afirmar, como correctamente lo hace Gerig, que el “problema central” de la economía nacional no es la “restricción de sus ingresos ocasionada por la disminución de los precios del petróleo”, sino “sus relaciones metabólicas con el mercado mundial y sus concomitantes internas” (4), no es posible afirmar, como parecen sugerir muchos análisis “progresistas”, que las


más recientes agresiones estadounidenses se explican por la incapacidad del Gobierno venezolano para superar su relación de dependencia, por su decisión de reproducir lógicas extractivistas o simplemente por su incompetencia en materia económica. Las agresiones contra Venezuela obedecen a la vocación imperial de Estados Unidos. En fin, ¿cómo soslayar los devastadores efectos de las sanciones estadounidenses contra Venezuela, sobre todo a partir de agosto de 2017, y en particular su relación directa con el colapso de la producción petrolera venezolana (5), circunstancia, por cierto, que se emplea frecuentemente como ejemplo de incompetencia gubernamental? Puestas estas preguntas sobre la mesa, entre otras que pueden formularse, y hechas las precisiones conceptuales de rigor, corresponde advertir sobre la existencia de otra posible trampa, que involucra prácticamente a los mismos actores. El 9 de julio de 2018, en un artículo publicado en The New York Times (6), Ricardo Hausmann, Miguel Ángel Santos y Douglas Barrios se referían a la situación venezolana como una de “las catástrofes económicas más grandes de los últimos sesenta años”. Frases similares se repiten una y otra vez: “Veinte años de chavismo han dejado a Venezuela en una condición de invalidez tal que rescatarla va a requerir ayuda internacional en la acepción más clásica del término”; “La tragedia que hoy flagela a Venezuela es uno de los desastres humanos contemporáneos más grandes”. ¿Qué hacer? Los autores plantean: “El hecho de que la tragedia venezolana sea producto de la implantación gradual de un modelo de dominación social a través de la represión y el hambre, le impone a la comunidad internacional la obligación de intervenir para evitar una catástrofe humanitaria mayor”. En materia económica: “Para comenzar a recuperarse, Venezuela va a requerir de un programa de reformas que restablezcan los derechos de propiedad, la seguridad personal y jurídica y los mecanismos de mercado”. Luego lo social: “También se necesitarán programas de asistencia destinados a cubrir el enorme déficit de atención social heredado de la revolución bolivariana”. La ruta está trazada de manera transparente, y pasa en pri-

mer lugar por la solución política, luego lo central, que es lo económico, y por último lo social: “intervención humanitaria”, neoliberalismo y asistencia. El mismo día en que Juan Guaidó se autoproclamaba “Presidente Encargado”, The New York Times (7) publicaba un artículo de Miguel Ángel Santos y José Ignacio Hernández en el que argumentan que, dado que la Asamblea Nacional es el único poder legítimo en Venezuela, y al haber sido reconocida como tal “por parte de la mayoría de los países representados en la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el parlamento europeo, además de un grupo de tenedores de bonos reunidos en el Comité de Acreedores de Venezuela”, esta circunstancia “le abre la posibilidad de ejecutar actos de gobierno en el exterior”. Identifican como antecedentes al Consejo Nacional de Transición de Libia, reconocido por el Reino Unido como “única autoridad de gobierno” en 2011, y la Coalición Nacional por las Fuerzas Revolucionarias y Opositoras de Siria, que en 2012 fue igualmente reconocida por el Reino Unido como único representante de ese país. Anticipándose en cinco días a las acciones del Departamento del Tesoro contra bienes e intereses de PDVSA en territorio estadounidense (8), señalaban: “las acciones de la asamblea podrían ir más allá: podrían abarcar desde la toma de refinerías y otros activos propiedad del Estado venezolano, pasando por la apropiación de los activos líquidos y proventos de ventas de petróleo que circulen por dichos países, hasta la representación legal en procesos contra el Estado venezolano”. La estrecha imbricación de estos personajes con los decisores del Gobierno estadounidense es más que evidente. El 27 de enero de 2019, Jeffrey Sachs escribe en CNN (9) que, contrario a la posición de Hausmann y compañía (a quienes no refiere explícitamente), está en desacuerdo con la política estadounidense de “cambio de régimen” (regime change) y con su costumbre de hacer bullying a Latinoamérica. Manifiesta su preocupación por lo que considera un inminente “conflicto catastrófico” en Venezuela y sugiere que la decisión de Estados Unidos de reconocer a Guaidó como “Presidente interno” complica aún más la situación. No encuentra

viable realizar elecciones en el corto plazo y cree que “las dos partes deben compartir el poder temporalmente, hasta nuevas elecciones, quizás en 2021”. Agrega: “Parece inconcebible, pero la historia muestra que se puede hacer”. Pone como ejemplo Polonia en 1989. Durante la transición, los “comunistas” tenían el control de la Presidencia, mientras que la oposición (con mayoría en el Parlamento luego de las elecciones de junio de 1989) nombró al primer ministro, que a su vez tenía la potestad de formar gabinete. Mientras, los “comunistas” retuvieron los ministerios de Defensa y del Interior, pero no tenían relación alguna con el manejo de la economía. Sachs cree que la fórmula es aplicable a Venezuela: Maduro continúa como Presidente, los militares mantienen los ministerios de Defensa y del Interior, la oposición toma el control del resto de los ministerios y del Banco Central de Venezuela, Guaidó o algún otro asume el rol equivalente a primer ministro, liderando al gabinete civil y definiendo las políticas económicas. Por último, el 3 de febrero de 2019, Francisco Rodríguez y Jeffrey Sachs escriben en The New York Times (10): “El historial de Estados Unidos como agente que contribuye al cambio de régimen es muy deficiente”. Refiriéndose a las sanciones contra Venezuela, y acercándose a posiciones que pudieran parecer “progresistas”, afirman: “Es probable que el resultado sea una catástrofe económica y humanitaria de una dimensión nunca antes vista en nuestro hemisferio”. Plantean la necesidad de “una estrategia alternativa, una que parta de una transición del poder negociada”, en primer lugar porque “el pueblo de Venezuela no debe ser la víctima de una lucha por el poder entre Maduro y la oposición, ni tampoco entre los actores externos que respaldan a ambas partes”, declaración que vuelve a coquetear con cierto “progresismo”. Insisten en el ejemplo histórico de Polonia y finalmente proponen: “ambas partes deberían aceptar que un gobierno interino de expertos ayude a poner fin al colapso económico y la hiperinflación de Venezuela. Este gobierno interino debe tener un mandato limitado hasta lograr una estabilización y recuperación económicas, a fin de llevar al país a nuevas elecciones dentro de uno o dos años. Los líderes del gobierno actual, tal vez incluido Maduro, tendrían un papel limitado y predeterminado en el gobierno interino —por ejemplo, mantener el control de la defensa nacional—, pero sus poderes estarían circunscritos y no incluirían la economía y la reforma del sistema electoral”. Cuatro ¿En qué términos estaría planteado este nuevo ardid? A primera vista, el debate versa fundamentalmente sobre la manera más adecuada de resolver políticamente el “problema” venezolano: ¿es por la vía de la “intervención humanitaria”, lo que no excluye la celebración de elecciones “libres y justas” en el corto plazo, o lo conveniente para todas las partes, incluidos Estados Unidos, Rusia y China, es una transición pacífica y negociada, con la coexistencia temporal de chavismo y antichavismo en el Gobierno? Sin embargo, lo central es la economía. El ardid consistiría en ocultar deliberadamente el hecho de que todos los participantes en el debate son partidarios de políticas de “libre mercado”, que se traduce


invariablemente en privatización, desregulación/flexibilización y recortes del “gasto público”. Puede incluso que alguno de estos “expertos” sea lo suficientemente competente como para “estabilizar” la economía nacional, con una pequeña gran ayuda de los organismos multilaterales, pero sobre todo sin la presión que supone la agresión económica permanente del imperialismo estadounidense y, más importante aún, con la ventaja que significa la tregua que concederían los poderes fácticos globales. La verdad, en tales circunstancias es realmente difícil ser incompetente. Pero el precio a pagar sería nada menos que nuestra existencia como nación libre, independiente y soberana: tendríamos una economía “estable”, pero completamente recolonizada, y en consecuencia una sociedad marcadamente desigual, justamente como la que vio nacer al chavismo en la década de los 90. De todos, es quizá Ricardo Hausmann el más conocido por el pueblo venezolano, quien lo recuerda como ministro de Planificación durante el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, cargo que ocupó entre febrero de 1992 y junio de 1993, en sustitución de Miguel Rodríguez. Actualmente dirige el Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, institución con la que están relacionados de una u otra forma Santos, Barrios y Hernández. Por su parte, Francisco Rodríguez, quien también pasó por Harvard, está actualmente al frente de la firma Torino Capital. Jeffrey Sachs merece comentario aparte. En “La doctrina del shock”, Naomi Klein lo llama “el nuevo doctor Shock” (el “original” es Milton Friedman). Sachs se hizo mundialmente famoso tras su paso por Bolivia, en 1985, historia que cuenta con detalle Klein en su libro (11). El 6 de agosto de aquel año, Víctor Paz Estenssoro asumió la Presidencia del país suramericano. Cuatro días después, designó a Gonzalo Sánchez de Lozada (el tristemente célebre “Goni”) “para encabezar un equipo económico bipartidista de emergencia (y de alto secreto) encargado de reestructurar radicalmente la economía. El punto de partida de dicho grupo fue la terapia de shock de Sachs”. El proyecto resultante “consistía en una revisión tan radical y generalizada de una economía nacional como nunca antes se había intentado en una democracia”, e incluía: “eliminación de los subsidios de alimentos, la anulación de casi todos los controles de precios y una subida del 300 % en el precio del petróleo” (o de la gasolina). También contemplaba “congelación durante un año de los sueldos de los funcionarios públicos”, “duros recortes en el gasto del Estado”, “abrir por completo las fronteras bolivianas a las importaciones sin límites de ninguna clase”, “reducción de plantilla de las empresas estatales como paso previo a su privatización”. El plan fue ejecutado, y efectivamente el Gobierno boliviano logró controlar la hiperinflación, pero el costo social fue extraordinario (aumento del desempleo, pérdida de valor del salario real, aumento de la pobreza, del hambre, de la desigualdad). Para los partidarios del “libre mercado” en todo el mundo, Sachs “había conseguido lo que tantos habían juzgado imposible: había contribuido a organizar una transformación radical de signo neoliberal dentro de los confines de una democracia y sin que mediara una guerra”. The New York Ti-

mes lo describió como un “evangelista del capitalismo democrático”. Apunta Klein: “la terapia de shock pudo por fin sacudirse el hedor de las dictaduras y los campos de muerte que se había adherido a ella” desde que Milton Friedman, líder espiritual de la cruzada neoliberal, asesoró a la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. “Bolivia había introducido una terapia de shock de corte pinochetista sin necesidad de un Pinochet y bajo un gobierno de centro-izquierda, nada menos”. Ahora bien, contrario al relato dominante, “Bolivia demostró que la terapia de shock podía ser impuesta en un país que acababa de celebrar unas elecciones, pero no evidenció que pudiese ser aceptada democráticamente o sin represión; en realidad, volvió a ser una prueba evidente de todo lo contrario”. La parte de la historia que no se cuenta es que el plan neoliberal fue ejecutado en un contexto de estado de sitio, decretado por Paz Estenssoro para intentar frenar la furia popular en las calles. Al año siguiente, cuando el Gobierno procedió con el despido masivo de trabajadores, decretó nuevamente el estado de sitio para contener las protestas. Realmente, “Bolivia proporcionó un modelo para una nueva clase más digerible de autoritarismo: un golpe de Estado civil llevado adelante, no por soldados de uniforme miliar, sino por políticos y economistas trajeados y parapetados tras el escudo oficial de un régimen democrático”. Es muy probable que poca gente recuerde a dónde fue a parar Jeffrey Sachs cuatro años después: sí, a Venezuela. Sachs fue asesor de Carlos Andrés Pérez, y por supuesto no es casual la asombrosa similitud entre el paquete de medidas neoliberales aplicado en Bolivia y el impuesto en Venezuela. Hugo Chávez se refiere a aquellas circunstancias en los siguientes términos: “Y el 16 de febrero, ante la sorpresa de sus propios seguidores, [Pérez] declaró que le iba a aplicar inmediatamente al país, sin anestesia, una ‘terapia de choque’ neoliberal exigida por el FMI. Apoyándose en su ministro de Fomento, Moisés Naím, y su ministro de Planificación, Miguel Rodríguez Fandeo, y aconsejado por Jeffrey Sachs, uno de los grandes fanáticos entonces del ultralibe-

ralismo, Carlos Andrés, ese día, anunció las ominosas medidas del ‘paquetazo neoliberal’: liberalización del comercio, supresión del control de cambios, privatizaciones masivas de empresas públicas, recortes drásticos en los programas de ayuda social, fuertes aumentos de los precios de los productos y servicios de primera necesidad” (12). El pueblo venezolano aun lloraba la muerte de miles de los suyos a manos de la brutal represión de Estado, y se alistaba para protagonizar nuevas rebeliones, cuando Jeffrey Sachs arribó a Polonia, convertido en el “Indiana Jones de la economía”, como le llamó Los Angeles Times. De nuevo, Naomi Klein cuenta la historia con suficiente detalle (13): Sachs viaja a Varsovia de la mano de George Soros, y allí se reúnen tanto con los “comunistas” como con el movimiento Solidaridad. Luego de la aplastante victoria de éste último en las elecciones parlamentarias de junio de 1989, “Sachs empezó su estrecha colaboración con el movimiento”. Les expresó a sus líderes que, tal y como lo había logrado en Bolivia, podía conseguir que el FMI aportara una ayuda significativa (unos 3 mil millones de dólares), pero que eso pasaba por adoptar lo que la prensa polaca llamaba entonces el Plan Sachs. Apunta Klein: “La trayectoria en él marcada era aún más radical que la impuesta en Bolivia: además de la eliminación de los controles de precios de la noche a la mañana y del recorte drástico de subsidios y subvenciones, el Plan Sachs propugnaba la venta de las minas, los astilleros y las fábricas estatales al sector privado. Aquello entraba directamente en contradicción con el programa económico defendido por Solidaridad (basado en la propiedad de los trabajadores)”. Sachs y David Lipton, entonces funcionario del FMI, redactaron el plan en una noche, luego de lo cual sostuvieron numerosas reuniones con el liderazgo de Solidaridad, para convencerlos de la necesidad de aplicarlo. “A muchos de los líderes de Solidaridad no les agradaron en absoluto las ideas de Sachs: el movimiento se había formado a raíz de una revuelta contra los drásticos aumentos de precios impuestos en su mo-


de su desempeño, que por demás debe ser público, resulta políticamente peligroso e irresponsable, y es algo que compromete seriamente nuestra soberanía. Si fuera el caso, por ejemplo, que la corrupción compromete la eficiencia de determinada empresa, lo que hay que combatir con fiereza es la corrupción, no sacrificar la empresa y, con ella, a la clase trabajadora. El mismo caso de Polonia también nos recuerda la importancia decisiva de la movilización popular. Claro que es posible derrotar al neoliberalismo en todas sus expresiones (las amenazas y agresiones del Estado imperial estadounidense son expresión del neoliberalismo disciplinario) (14), pero eso exige de nosotros movilización y unidad programática. Pararnos firmes frente al neoliberalismo que, treinta años después, viene por la revancha, y no como el policía Izaguirre, tambaleante frente al pueblo venezolano. Notas

mento por los comunistas y ahora Sachs les estaba diciendo que hicieran lo mismo pero a una escala mucho más generalizada”. Cuando, el 12 de septiembre de 1989, Tadeusz Mazowiecki, primer ministro polaco, tomó la palabra ante el Parlamento, muy pocos conocían cuál había sido la decisión adoptada finalmente por el comité central de Solidaridad respecto del rumbo que debía tomar la economía. “Mazowiecki estaba a punto de anunciar el veredicto, pero, en medio de su trascendental discurso, antes de que hubiese podido abordar la cuestión más candente a la que se enfrentaba el país, algo empezó a andar mal. El primer ministro comenzó a tambalearse, se aferró al atril y, según un testigo, «se puso pálido, respirando con dificultad, y se le oyó murmurar: ‘No me siento muy bien’»”. Tal cual había acontecido con Alejandro Izaguirre, el ministro de Relaciones Interiores de Carlos Andrés Pérez, ciento noventa y seis días antes. Una hora después, y luego de recibir atención médica, Mazowiecki pudo hacer su discurso: “Y, por fin, el veredicto: la economía de Polonia sería tratada de su propia fatiga aguda con una terapia de shock de una clase especialmente radical que incluiría «la privatización de las industrias estatales, la creación de mercados bursátiles y de capitales, una moneda convertible y una reconversión desde la industria pesada hacia la producción de bienes de consumo», además de «recortes presupuestarios», todo ello practicado a la mayor brevedad posible y de forma simultánea”. CincoCuando Jeffrey Sachs, junto a Francisco Rodríguez, pone el ejemplo de Polonia como fórmula “para llegar a un acuerdo en Venezuela”, muy convenientemente omite lo que, sin embargo, relata Naomi Klein con detalle: “Puede que, en Polonia, la terapia de shock fuese impuesta después de las elecciones, pero, en realidad, supuso una burla del proceso democrático, ya que contradijo directamente los deseos de la aplastante mayoría de los votantes que habían apoyado a Solidaridad”. Como con-

secuencia directa de las medidas incluidas en el Plan Sachs, aumentaron el desempleo y la pobreza. Solo la intensa movilización popular evitó que los efectos fueran aún peores: “El hecho de que los trabajadores polacos lograsen frenar la privatización íntegra de su país significa que, por duras y penosas que fueran las reformas, aún pudieron haber sido mucho peores. La oleada de huelgas salvó sin duda centenares de miles de empleos que se habrían perdido si todas esas empresas supuestamente ineficientes hubiesen cerrado o hubiesen sido sometidas a expedientes de regulación de empleo y a reducciones drásticas de plantilla para su posterior venta a manos privadas”. Más importante aún: “Curiosamente, fue a partir de entonces cuando la economía de Polonia comenzó a crecer con rapidez, lo que demostró, según el destacado economista polaco (y antiguo miembro de Solidaridad) Tadeusz Kowalik, que quienes tanto afán parecían poner en demostrar la ineficiencia y la obsolescencia de las empresas estatales estaban «evidentemente equivocados»”. Distinto de lo que plantean Sachs y Rodríguez, y también Hausmann y compañía, el neoliberalismo está muy lejos de ser la solución para Venezuela. Todo lo contrario: esta suerte de fanatismo del mercado produciría un enorme perjuicio a la sociedad venezolana, mucho más del que ya ha producido en años recientes, aunque ahora mismo nos pueda resultar inconcebible. Pero tal vez no haya reflexión más oportuna, cuando se cumplen treinta años del Sacudón, que la siguiente: en general el pueblo chavista, pero sobre todo quienes tienen responsabilidades de Gobierno, y específicamente en el manejo de la economía, están en la obligación de evitar la trampa neoliberal. Porque es absolutamente cierto que el neoliberalismo ha venido ganando terreno progresivamente en tanto que sentido común. El caso Polonia nos enseña que la fortaleza de la economía nacional depende directamente, entre otras cosas, de la fortaleza de sus empresas públicas. Avanzar en la privatización de las mismas sin siquiera hacer un balance

(1) Malfred Gerig. Discursos sobre una falsa elección: deuda, importaciones y metabolismo en la crisis económica venezolana. ALAI, 22 de marzo de 2017. https://www.alainet.org/es/articulo/184296 (2) Malfred Gerig. El callejón sin salida de la deuda externa venezolana. ALAI, 5 de noviembre de 2018. https://www.alainet.org/es/articulo/196319 (3) Steve Ellner. How Much of Venezuela’s Crisis is Really Maduro’s Fault? Consortium News, 15 de febrero de 2019. https://consortiumnews. com/2019/02/15/how-much-of-venezuelas-crisis-isreally-maduros-fault/ (4) Malfred Gerig. Discursos sobre una falsa elección: deuda, importaciones y metabolismo en la crisis económica venezolana. ALAI, 22 de marzo de 2017. https://www.alainet.org/es/articulo/184296 (5) Alexander Campbell. What’s the Deal with Sanctions in Venezuela, and Why’s It So Hard for Media to Understand? CEPR, 4 de febrero de 2019. http://cepr.net/blogs/the-americas-blog/what-sthe-deal-with-sanctions-in-venezuela-and-why-s-itso-hard-for-media-to-understand (6) Ricardo Hausmann, Miguel Ángel Santos y Douglas Barrios. Cómo salvar a Venezuela. The New York Times, 9 de julio de 2018. https://www.nytimes. com/es/2018/07/09/opinion-salvar-venezuela-crisiseconomica/ (7) Miguel Ángel Santos y José Ignacio Hernández. Por qué la Asamblea Nacional debe representar a Venezuela en el exterior. The New York Times, 23 de enero de 2019. https://www.nytimes.com/ es/2019/01/23/juan-guaido-nicolas-maduro/ (8) Reinaldo Iturriza López. Venezuela y el “capitalismo del desastre”. Telesur, 31 de enero de 2018. https://www.telesurtv.net/bloggers/Venezuela-y-elcapitalismo-del-desastre-20190131-0001.html (9) Jeffrey Sachs. Here’s how Venezuela can achieve a peaceful resolution to the crisis. CNN, 27 de enero de 2019. https://edition.cnn.com/2019/01/26/ opinions/heres-how-venezuela-can-achieve-a-peaceful-resolution-to-the-crisis-sachs/index.html (10) Francisco Rodríguez y Jeffrey Sachs. Un llamado urgente para llegar a un acuerdo en Venezuela. The New York Times. 3 de febrero de 2019. https:// www.nytimes.com/es/2019/02/03/venezuela-juanguaido-maduro/ (11) Naomi Klein. La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Paidós Ibérica. 2007. Todas las citas sobre Bolivia corresponden al capítulo 7 del libro, intitulado “El nuevo doctor Shock. La guerra económica sustituye a la dictadura”. Págs. 193-209. (12) Ignacio Ramonet. Hugo Chávez. Mi primera vida. Vadell Hermanos Editores. Caracas, Venezuela. 2013. Pág. 492. (13) Naomi Klein. La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Paidós Ibérica. 2007. Todas las citas sobre Polonia corresponden al capítulo 9 del libro, intitulado “Portazo a la historia: crisis en Polonia, masacre en China”. Págs. 231-260. (14) Reinaldo Iturriza López. Venezuela: formar filas contra el neoliberalismo disciplinario. Telesur, 13 de febrero de 2019. https://www.telesurtv.net/ bloggers/Venezuela-formar-filas-contra-el-neoliberalismo-disciplinario-20190213-0001.html * Reinaldo Iturriza López fue Ministro del Poder Popular para la Cultura y Ministro del Poder Popular para las Comunas y Protección Social de la República Bolivariana de Venezuela


Las incesantes fábricas del odio, del miedo

Boaventura de Sousa Santos* Cuando el respetado Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, renunció al cargo en 2018, la opinión pública mundial fue manipulada para no prestar atención al hecho y mucho menos evaluar su verdadero significado. Su nombramiento para el cargo en 2014 fue un hito en las relaciones internacionales. Era el primer asiático, árabe y musulmán que ocupaba el cargo y lo desempeñó de manera brillante hasta el momento en que decidió dar un portazo por no querer ceder a las presiones que desfiguraban su cargo, desviándolo de su misión de defender a las víctimas de violaciones de derechos humanos para volverlo cómplice de tales violaciones perpetradas por Estados con peso en el sistema mundial. En su discurso y entrevistas de despedida se mostraba indignado con el modo en que los derechos humanos se venían transformando en parias de las relaciones internacionales, obstaculizados por las estrategias autoritarias y unilaterales de dominio geoestratégico. Reconocía que el ejercicio de su cargo le obligaba a oponerse a la mayoría de los países que habían aprobado su nombramiento bajo pena de traicionar su misión. También llamaba la atención sobre el hecho de que el perfil de la ONU reflejaba fielmente el tipo dominante de relaciones internacionales y que, por ello, tanto podía ser una organización brillante como una organización patética, dando a entender que este último perfil era el que empezaba a regir. Era un grito de alerta sobre los peligros que el mundo corría con el avance de populismos nacionalistas de derecha y de extrema derecha que hace mucho venía señalando. Al denunciar la creciente vulnerabilidad de una buena parte de la población mundial sujeta a graves violaciones de derechos humanos, él mismo se volvió vulnerable y tuvo que abandonar el cargo. El grito de alerta cayó en el silencio de la diplomacia, de los alineamientos y de las conveniencias típicas del internacionalismo patético que había denunciado. Todo esto ocurrió en el año en que se celebraban los setenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el que muchos, incluido yo mismo, defendían la necesidad de una nueva declaración, más sólida y más verdaderamente universal. Esta necesidad se mantiene, pero en este momento lo más importante es identificar las fuerzas y los procesos que están bloqueando la declaración actual y la convierten en un documento tan desechable como las poblaciones vulnerables sometidas a las violaciones de los derechos humanos que la declaración pretendía defender. Cabe recordar que esta declaración pretendía mostrar la superioridad moral del capitalismo frente al comunismo.

El capitalismo prometía, al igual que el comunismo, el creciente bienestar de poblaciones cada vez mayores, pero lo hacía con respeto a los principios de la Revolución francesa: igualdad, libertad y fraternidad. Era el único sistema compatible con la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, la ola conservadora y reaccionaria que asola al mundo es totalmente opuesta a la filosofía que presidió la elaboración de la Declaración Universal y constituye una seria amenaza para la democracia. Se basa en la exigencia de una doble disciplina autoritaria y radical que no se puede imponer por procesos democráticos dignos del nombre. Se trata de la disciplina económica y de la disciplina ideológica. La disciplina económica consiste en la imposición de un capitalismo autorregulado, movido exclusivamente por su lógica de incesante acumulación y concentración de la riqueza, libre de restricciones políticas o éticas; en síntesis, el capitalismo que suele designarse como capitalismo salvaje. La disciplina ideológica consiste en la inculcación de una percepción o mentalidad colectiva dominada por la existencia de peligros inminentes e imprevisibles que alcanzan a todos por igual y particularmente a los colectivos más cercanos, ya sean la familia, la comunidad o la nación. Tales peligros crean un miedo inquebrantable del extraño y del futuro, una inseguridad total ante un desconocido avasallador. En tales condiciones, no resta más seguridad que la de regresar al pasado glorioso, el refugio en la abundancia de lo que supuestamente fuimos y tuvimos. Ambas disciplinas son tan autoritarias que configuran dos guerras no declaradas contra la gran mayoría de la población mundial, las clases populares miserabilizadas y las clases medias empobrecidas. Esta doble guerra exige un vastísimo complejo ideológico-mental propagado por todo el mundo, incluyendo nuestros barrios, nuestras casas y nuestra intimidad. Son tres las fábricas principales de este complejo: la fábrica del odio, la fábrica del miedo y la fábrica de la mentira. En la fábrica del odio se produce la necesidad de crear enemigos y de producir las armas que los eliminen eficazmente. Los enemigos no son aquellos poderes que el pensamiento crítico izquierdista satanizó: el capitalismo, el colonialismo y el heteropatriarcado. Los verdaderos enemigos son aquellos que hasta ahora se disfrazaron de amigos, todos aquellos que inventaron la idea de opresión y movilizaron a los ingenuos (por desgracia, una buena parte de la población mundial) para la lucha contra esa opresión. Se disfrazaron de demócratas, de defensores de los derechos humanos, del Estado de derecho, de acceso al derecho, de diversidad cultural, de igualdad racial y sexual. Por eso son tan peligrosos. El odio implica el rechazo a discutir con los enemigos.


Divagaciones sibilinas José Manuel Rodriguez

A los enemigos se los elimina. La gran fábrica de odio está más cerca de lo que crees: así se propagaEn la fábrica del miedo se produce la inseguridad y los artefactos ideológico-mentales que producen seguridad, la cual, para ser infalible, necesita de vigilancia permanente y de constante renovación de las tecnologías de la seguridad. El objetivo de la fábrica del miedo es erradicar la esperanza. Busca convertir el actual estado de cosas en el único posible y legítimo, contra el cual solo por locura o utopía disparatada se puede luchar. No se trata de validar todo lo que existe. Se trata de limpiar, de lo que existe, todo lo que impidió la perpetuación del pasado glorioso. Por su parte, en la fábrica de la mentira se producen los hechos y las ideas alternativas a todo lo que pasó por verdad o búsqueda de verdad, como las ideas de igualdad, de libertad negativa (libertad de coerciones) y positiva (libertad para realizar objetivos propios, no impuestos ni teledirigidos), de Estado social de derecho, de violencia como negación de la democracia, de diálogo y reconocimiento del otro como alternativa a la guerra, de los bienes comunes como el agua, la educación, la salud, el medio ambiente saludable. Esta fábrica es la más estratégica de todas, porque es aquella en la cual los artefactos ideológico-mentales tienen que empaquetarse y disfrazarse de no ideológicos. Su mayor eficacia reside en no decir la verdad respecto a sí misma. La proliferación de estas tres fábricas es el motor de la ola reaccionaria que vivimos. La proliferación tiene que ser la mayor posible para que nosotros mismos nos volvamos emprendedores del odio, del miedo y de la mentira; para que deje de haber diferencia entre producción, distribución y consumo en la propagación de esta vasta disciplina ideológica. Los medios de comunicación hegemónicos, la “comentariología”, las redes sociales y sus algoritmos, y las iglesias seguidoras de la teología de la prosperidad, son poderosas líneas de montaje. Pero esto no significa que las piezas que circulan en las líneas de montaje se produzcan de manera anárquica en todo el mundo. Hay centros de innovación y renovación tecnológica para la producción masiva de artefactos ideológico-mentales cada vez más sofisticados. Esos centros son los silicon valleys del odio, del miedo y la mentira. Las tecnologías se desarrollaron originalmente para servir a dos grandes clientes: los militares y sus guerras, y el consumo de masas; pero hoy los clientes son mucho más diversificados e incluyen la manipulación sicológica, la opinión pública, el marketing político, el disciplinamiento moral y religioso. La sofisticación tecnológica está orientada a colapsar la distancia con la proximidad (tuits y soundbites), la institucionalidad con lo subliminal (mediante la producción en masa de máxima personalización), la verdad con la mentira o la media verdad (hipersimplificaciones, banalización del horror, transmisión selectiva de conflictos sociales). En un momento en que se dice que estamos en vísperas de una nueva revolución tecnológica dominada por la inteligencia artificial, la automatización y la robótica, queda la idea de que las incesantes fábricas del odio, del miedo y la mentira están queriendo orientar la revolución tecnológica en el sentido de la mayor concentración posible del poder económico, social, político y cultural y, por tanto, en el sentido de crear una sociedad de tal manera injusta que la justicia se transforme en una monstruosidad repugnante. Es como si antes de la llegada masiva de la inteligencia artificial, la inteligencia natural se fuese artificializando y automatizando para coincidir y confundirse con ella. ---

Algunos que leyeron mi artículo anterior me han preguntado sobre cómo es eso del Gobierno que, agotado políticamente, quiera continuar gobernando. Lo primero que debo decirles es que no deseo parecer uno de esos analista que asumen entender perfectamente las señales políticas que flotan, como volátiles feromonas. Lo que hago es escribir, me gusta hacerlo, sobre las impresiones que me generan los hechos humanos. Es decir, son mis juicios subjetivos de la realidad observada. Y como sibilino no es ser embrollador hago esfuerzos para enhebrar ese cúmulo de impresiones recibidas. En este caso sigo el rastro de “socialismo” que va dejando el grupo dominante del gobierno y observo una combinación de Estado paternalista y libre mercado. Y veo que tratan de mostrárselo a sus opositores para buscar ententes de gobernabilidad. Ojo, hablo del grupo de mayor poder, supongo que hay otros dispuestos a radicalizarse para cualquier lado. Este grupo dominante, que se sabe agotado, apuesta a alcanzar una negociación política con la derecha internacional. Sabe que la de aquí ahora no cuenta, sus ambiciones desesperadas dieron paso a las marionetas, y eso no tiene fácil recuperación. Basta con ver el escandaloso silencio de sus partidos tradicionales. Ahora están como caimán en boca de caño. Pues bien, el grupo gobernante parece dispuesto a la cohabitación aferrándose a la propuesta de Mexico, Uruguay y una cierta parte de Europa. Es su oportunidad de mostrar que lo que buscan es acercarse más a aquel Estado Benefactor europeo, que al control hegemónico del Estado chino o de Cuba. Y en eso Rusia ayuda, como Iran, Turquía o Sudáfrica, que andan en lo mismo. Por cierto, el socialismo sin poder colectivo no es socialismo. La tarea ahora de ese poder internacional alternativo es tratar de torcerle el brazo al Capitán América que amenaza y hace desplantes en representación de las corporaciones mundiales. Habra que ver si la urgencia que tienen esas corporaciones de ponerle la mano a nuestro territorio es frenada por los que se preguntan pragmáticamente ¿intercambio global o America first?

Agotamiento

Les pregunte a algunos de los amigos que tengo en la ANC sobre que ocurre allí cuando no hay cámaras ni periodistas. Palabras más o palabras menos, coincidieron en que la pérdida de su esencialidad ha traído un progresivo abatimiento que terminará con ella. Y se estaban refiriendo a la transformación del Estado en función de la meta socialista. Pienso que esto no son vainas que pasan, tal reordenación no estaba planteada entre quienes la convocaron, era sólo un sucedáneo. El tutelaje le pasó por encima a aquel artículo que dice: Los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la ANC… Y tan es así, que ahora ese poder constituido habla, sin recato, de nuevas elecciones para la AN. ¿Y la Constituyente? (para no preguntar por el Referéndum). El gobierno, montado en sus vehículos, recorre un camino que no va a ningún lado, agotando al pueblo que lo sigue a pie. No se trata de avanzar al socialismo sino de continuar gobernando. Como si la esencia fueran ellos. Tratan de convencer a la derecha que su socialismo ligero puede cohabitar con el liberalismo. Flexibilizan sus controles y dejan arder los fuegos de la oposición. Y el español Pedro Sanchez les dice que nadie es más ligero que él. Llaman paciencia obviar el daño que produce la continua paralización por guarimbas, saboteos, trancazos, marchas y contramarchas. Se nos ha vuelto mierda la ética revolucionaria con robos, fraudes y mentiras. No hay respaldo a la producción en las comunas y la burguesía, financiada por el Estado, hace lo que le da la gana con lo que produce. Y cantamos victoria a cada rato disimulando el agotamiento, la angustia y el desconcierto. El gobierno, como si fuera un mago de feria, saca de su sombrero planes que sólo buscan, sin lograrlo, seguir el paso que impone el poder económico. Planes que terminan siempre en un reparto asistencialista de la ahora exigua renta petrolera. La inversión social derivó en la acepción más deleznable de chamba. El razonamiento argumentado en los gabinetes ministeriales es: “hay que darle asistencia a la gente, está muy jodida…” Un argumento que, me decía uno de estos constituyentistas, realmente revela el agotamiento político.

U


Una guerra de Quinta Generación ¿en vías del fracaso? Álvaro Verzi Rangel En Venezuela estamos en medio de una Guerra de Quinta Generación (G5G), donde se verifica el asesinato de la verdad y el intento de su sustitución por una realidadvirtual que sirve para adocenar, doblegar pueblos, asesinar ideas, y donde las viejas armas y herramientas ya no son útiles. “La verdad es la primera víctima de la guerra”, dijo Esquilo, hace unos 2500 años. La realidad virtual manipulada mundialmente por los medios hegemónicos y las redes digitales, quiere mostrar a una Venezuela en guerra civil, pero donde las dos marchas del domingo 10 (chavismo y oposición) confirman la existencia de una sólida democracia. No se registró ni un solo incidente. Y eso también fue invisibilizado por el terror mediático. El término de Guerra de Cuarta Generación es usado por los estrategas estadounidenses para definir la última fase de la guerra en la era de la tecnología informática y d las comunicaciones globalizadas. Ya no se necesitan ejércitos para imponer proyectos políticos, económicos, sociales: los soldados de esta guerra ya no son militares sino expertos comunicacionales en insurgencia y contrainsurgencia que sustituyen las operaciones militares por las sicológicas. En la G5G (también denominada guerra sin límites), introducida desde el 2009 como concepto estratégico operacional en las intervenciones EEUU-Otan, no interesa ganar o perder, sino demoler la fuerza intelectual del enemigo, obligándolo a buscar un compromiso, valiéndose de cualquier medio, incluso sin uso de las armas. Se trata de una manipulación directa del ser humano a través de su parte neurológica (ondas biaurales y componentes de cristales de magnetita del cerebro y los métodos sobre sus posibles manipulaciones). (1) Los medios masivos y las redes sociales son parte integral del esquema de esta guerra, para generar desestabilización en la población a través de operaciones de carácter psicológico prolongado; se busca afectar la psiquis colectiva, afectar la racionalidad y la emocionalidad, además de contribuir al desgaste político y a la capacidad de resistencia.

Y se cuenta con mecanismos científicos de control total a través de no solo la manipulación de medio masivos de comunicación e información concentrados, sino también de sistemas financieros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, miles de fundaciones y organizaciones no gubernamentales, Ya no son los estados-nación solos los que van a la guerra, sino que éstos responden a los intereses de las grandes trasnacionales, del cartel financiero, el lobby petrolero, el emporio mediático y comunicacional en manos de cinco megaempresas que controlan el biga data y la inteligencia artificial, las empresas del complejo militar-industrial de EEUU y Europa. Es el 1% del mundo que quiere controlar, definitivamente, al 99% restante, El concepto de dominación de espectro completo significa aplicación simultánea y permanente de mecanismos variados que tiendan a confundir y a la vez a producir resultados combinados en un bombardeo permanente, simultáneo, continuado, en todos los frentes, que no deja tiempo para la reacción (o para tomar aliento), donde los medios de comunicación trasnacionales, cartelizados, y la manipulación de las llamadas redes sociales juegan un papel predominante. WSJ: el plan Trump-Guaidó fracasó “Muchos seguidores de la oposición de Venezuela y sus patrocinadores estadounidenses pensaron que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se derrumbaría rápidamente después de que Washington apoyara un plan diseñado para socavar su apoyo militar y estimular su salida”, reseñó el influyente periódico estadounidense The Wall Street Journal. Los periodistas David Luhnow y Juan Forero, aseveraron en el WSJ que hay duras críticas hacia quienes “vendieron” el plan con la promesa de que sería una operación de 24 horas y que tres semanas después de la autoproclamación de Juan Guaidó, reina la normalidad en Venezula. “Las personas que lo diseñaron en Caracas y lo vendieron aquí (en Washington), lo vendieron con la promesa de que si Guai-

dó hiciera un movimiento y (los países de América del Sur) y Estados Unidos entraran por detrás, los militares darían la vuelta y Maduro se iría”, dijo un exalto funcionario estadounidense, citado por el WSJ. El diario sostiene que cuanto más tiempo permanezca Maduro en el poder, mayor será la probabilidad de un largo estancamiento. “(Esa situación) aumentará los riesgos dResultado de imagen para wall street journal plan trumpe una confrontación violenta y una crisis regional a medida que las nuevas sanciones económicas de los Estados Unidos profundicen el colapso económico del país”. Más adelante, el diario sostiene que hay grandes riesgos para la oposición venezolana en su afán de ingresar la “ayuda humanitaria” a Venezuela, pues recordaron que las agencias internacionales, incluida la Cruz Roja, han señalado que no pueden ayudar a distribuirla porque se consideraría que toman partido en la situación política de Venezuela. Mientras, el diario de Londres, Financial Times, publica este 18 de febrero un trabajo en el que señala que “Juan Guaidó quiere establecer vínculos diplomáticos con los aliados más poderosos de Nicolás Maduro”, China y Rusia. ¿Distracción, manotón de ahogado? Trump sigue provocando El presidente estadounidense Donald Trump, desde la Universidad Internacional de Miami, reiteró sus amenazas a los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB): “Hoy tengo un mensaje para todos los funcionarios que están ayudando a mantener a (el presidente de la República Nicolás) Maduro en el cargo. Los ojos del mundo están sobre ustedes. Pueden elegir entre aceptar la generosa oferta de amnistía del presidente Guaidó y vivir su vida en paz con sus familias y sus compatriotas o pueden elegir el segundo camino: seguir apoyando a Maduro. Si eligen este camino no encontrarán un refugio, no habrá una salida fácil. Lo perderán todo”, amenazó Trump. Trump manifestó su desconocimiento e irrespeto a las relacionales internacionales


que mantiene Venezuela con otros países del continente: “La exitosa transición pacífica a la democracia en Venezuela ayudará a promover la democracia en Nicaragua y Cuba (…) Hemos creado el camino para el primer hemisferio completamente democrático en la historia de la humanidad”, sostuvo. Y para seguir con la provocación, rindió homenaje al terrorista Oscar Pérez, responsable del ataque a las sedes del Tribunal Supremo de Justicia y del Ministerio para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, en Caracas, en junio de 2017. También reconoció el trabajo realizado por David Smolansky, prófugo alcalde del municipio El Hatillo, estado Miranda. Son los “héroes” necesarios para justificar su “epopeya”. .El exvicepresidente venezolano José Vicente Rangel recuerda que todas las actuaciones de Trump y su equipo, en situaciones que se le han planteado (manejo de sus relaciones con naciones de la Unión Europea; con Rusia y China; con Turquía, con Naciones del Medio Oriente, con Afganistán; con países africanos), están marcadas por la torpeza. El atropello es su característica. La pretensión de imponer dictados que solo favorecen al gobierno norteamericano, multiplican las reacciones adversas y lo aíslan., sostiene. Rangel indica que el mayor error en que ha incurrido el presidente Trump y su inefable equipo de asesores y colaboradores, es el tratamiento del caso venezolano. Ahora, la política de Trump ejecutada por sus inefables asesores, “pica y se extiende”. Todos sus actos son una chapucería: el desconocimiento de un presidente electo (Maduro) y el reconocimiento de uno espurio (Guaidó); los intentos frustrados por dividir a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; la tramoya de la ayuda humanitaria; los anuncios sistemáticos de un golpe militar o de una invasión del territorio venezolano, hechos por el propio Trump y coreados por sus asesores. Deliberadamente, o no, Trump y su equipo de inefables han llevado una situación regional, local, a un plano universal con todas las consecuencias funestas que pueden derivar de semejante torpeza. ¿Europa se despega de Trump? La Unión Europea (UE) advirtió a principios de semana del peligro de una escalada militar en Venezuela, dos días antes de la llegada de una misión del grupo de contacto que impulsa para lograr una salida a la crisis a través de elecciones presidenciales. “Excluimos de manera categórica cualquier apoyo de la UE o cualquier aceptación de una escalada militar en Venezuela”, advirtió la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en Bruselas. El ministro español Josep Borrell fue más claro, asegurando no compartir la visión del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence. “Nuestra posición sigue siendo la de buscar una solución que evite el uso de la fuerza (…) No estamos por una intervención militar”, dijo.Resultado de imagen para portaaviones de eeuu hacia venezuela EEUU ha desplegado un Grupo de Ataque con Portaaviones (CSG) en el Océano Atlántico y frente a las costas de Florida, entre ellos cuentan un crucero misilístico, cuatro destructores, un portaaviones nuclear de la clase Nimitz y el cazabombar-

dero más avanzado del arsenal estadounidense. Que evitar la escalada militar”, ha reiterado el ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, quien afirmó sentirse “preocupado” por las informaciones de un despliegue militar de Estados Unidos en la frontera entre Colombia y Venezuela. La misión viajará a Venezuela antes de la fecha marcada por el opositor Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino y reconocido por unos 40 países (de un total de 193), para que la ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos entre al país, el próximo 23 de febrero. “La ayuda humanitaria debe llegar y distribuirse con conformidad con los principios que la rigen: neutralidad, independencia, imparcialidad y humanidad”, advirtió Borrell, expresando su temor por un eventual deterioro de la situación. La UE prioriza trabajar con oenegés sobre el terreno y todos sabemos que eso es un gran negocio, como el que montaron en Haití para garantizar que la ayuda jamás llegara a los haitianos. El costo económico y la moratoria de la deuda El economista Simón Andrés Zúñiga sostiene que el bloqueo y pirateo de fondos obligan a una moratoria de la deuda externa, y presentó una serie de medidas adicionales que debiera tomar el gobierno, apuntando al apoyo de la producción nacional y a reordenar la institucionalidad del Estado. (2) El bloqueo y el secuestro de los activos, generó, genera y generará una contracción mayor de los ingresos de divisas, por tanto hay que jerarquizar y priorizar los escasos recursos y concentrar esfuerzos en la producción, adquisición, distribución y almacenamiento de alimentos y medicinas, señala. La moratoria no sólo es una señal política defensiva, es una herramienta para liberar y destinar los recursos en moneda extranjera que se utilizan para el pago de la deuda externa y atender las necesidades del pueblo ante la actual coyuntura, dice Zúñiga, quien recuerda que la política del “buen pagador” de la deuda externa utilizado hasta ahora por parte del Gobierno ya

no se justifica. “El bloqueo y el pirateo de activos nacionales nos obliga a: colocar primero al pueblo frente al pago de la deuda externa”, señala en una serie de notas de amplia repercusión. Por su parte, la economista Pasqualina Curcio señaló que el impacto de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por EEUU asciende a 34.000 millones de dólares de pérdidas. Incluye la cancelación unilateral de cuentas bancarias, el encarecimiento de los créditos internacionales por la manipulación del riesgo financiero del país, trabas en los organismos multilaterales, bloqueo de activos financieros, caso Citgo, incremento del costo de operaciones por fletes y triangulación para la adquisición de bienes. Añade que a ello se deben sumar 95.000 millones de dólares de pérdidas por la caída de la producción desde 2016 hasta 2018, consecuencia del ataque a la moneda. La manipulación en más de 3.500.000.000% (tres mil 500 millones por ciento) del bolívar explica el 40% de la disminución del PIB. Estos 129.000 millones de dólares de pérdidas que han generado las acciones criminales de EEUU equivalen a la producción de todo un año, o a 30 años de abastecimiento de alimentos y medicamentos, o a 10 años de atención hospitalaria y ambulatoria, o a 6 años de importación de insumos para la producción y bienes de consumo final, o a la deuda externa que debemos pagar en 20 años. Notas: 1.- Conceptos ampliamente expuestos y analizados en “El asesinato de Verdad”, de Aram Aharonian, Ediciones Ciccus, y otras publicaciones del autor 2.- Ver http://estrategia.la/2019/02/19/venezuela-moratoria-de-la-deuda-y-plan-de-apoyosolidario-primero-el-pueblo-no-al-pago-de-ladeuda-externa/

*Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.e


El enfrentamiento con Venezuela sólo agudiza la grave crisis colombiana

Camilo Rengifo Marín| Desconcierto, ambivalencia, incapacidad, crisis económico-social, desborde de la corrupción y asesinatos de decenas de dirigentes sociales marcaron el primer semestre de gobierno del ultraderechista Iván Duque en Colombia, en los que la ciudadanía teme que para sobrevivir apele a dos guerras simultánea: una interna y otra contra su vecino del norte, Venezuela. Su permanente y monótono bombardeo verborrágico contra el gobierno venezolano, el movimiento de tropas hacia la frontera y el financiamiento a las actividades (políticas y subversivas) de los opositores radicales del país vecino, culminaron con una fracasada operación pergeñada por Washington y encomendada a su gobierno, de introducir “ayuda humanitaria” a Venezuela, poniendo en vilo la paz en la región La unidad mostrada por los militares venezolanos ha generado un “efecto rebote” en sus colombianos. La confesión de Duque a su mandante estadounidense Donald Trump en conversación telefónica (revelada por Nicolás Maduro) de que los militares colombianos no estarían dispuestos a verse involucradas en un conflicto (al menos abierto) con Venezuela, constituye un obstáculo de mucho peso en la ruta de los halcones de Washington… y, sobre todo, en el futuro colombiano. Y llegó el rompimiento de las relaciones diplomáticas anunciadas por el presidente venezolano Nicolás Maduro. En Venezuela viven unos cinco millones de colombianos y vastos sectores de la población fronteriza se abastecen de productos (alimentos, gasolina entre otros) desde el país vecino, en una frontera que hasta el viernes último, era muy activa y de tránsito libre por los puentes, las vías fluviales y los llamados “caminos verdes”. Por las lluvias, uno de los principales ríos del departamento del Chocó se desbordó y afectó al menos seis municipios este sábado, dejando más de siete mil víctimas sin asistencia. Juan Carlos Palacios, director de la pastoral social de la Diósesis de Istmina, señaló a Semana que el gobierno no estgá haciendo absolutamente nada plara atender la emergencia: “El Chocó es Colombia, ¿Hidrohituango es Colombia, Venezuela es Colombia? Mientras, el estancamiento en la puesta en marcha de los acuerdos de paz con la guerrilla y el asesinato sistemático de dirigentes sociales, junto a la reaparición del paramilitarismo, hace temer un rebote armado en el país en un 2019 crucial para la política, ya que el cambio de gobierno y las elecciones locales son factores deci-

sivos en la dinámica de violencia en un país donde día a día son asesinados numerosos líderes sociales. Y los escándalos de corrupción no se detienen, incluyendo el asesinato de testigos de las operaciones fraudulentas de los sucesivos gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, donde aparecen involucrados –como actores o encubridores- no solo grandes empresas y empresarios, políticos, altos funcionarios y magistrados, sino hasta el Fiscal General. Y en los últimos 48 meses reaparecieron en Bogotá, la capital, los ataques con explosivos (se han presentado 27). En 2015, se trató de ataques con artefactos de baja capacidad y posteriormente y se produjeron detonaciones contra la fuerza pública, bancos, entidades de salud y lugares comerciales, entre ellos el atentado contra la sede del partido Opción Ciudadana en Teusaquillo, el sucedido en el centro comercial Andino donde murieron tres mujeres. Y hace pocas semanas, el atentado con carro bomba en la Escuela de Policía General Santander, que dejó un saldo de más de dos decenas muertos y 65 heridos: el gobierno aprovechó para finiquitar las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) Ayuda humanitaria y Muro de Berlín El presidente colombiano fue fuertemente criticado en redes sociales (la prensa hegemónica se abstuvo de hacerlo) por cuenta de una comparación fuera de lugar. El viernes 22, cuando terminó el show del Aid Live en Cúcuta, a Duque, que estaba en la tarima junto a Guaidó, posando para las cámaras, un periodista le preguntó sobre qué iba a pasar si no se permitía el ingreso a los camiones. Y Duque contestó: “Yo creo que eso sería un crimen de lesa humanidad evitar que llegue la ayuda humanitaria. Digamos las cosas como son: hoy en día eso es casi equivalente a lo que fue la caída del muro de Berlín, en ese momento era para dividir, aquí es para evitar que llegue ayuda humanitaria, por eso hoy tengo la ilusión de que el pueblo venezolano va a convencer a las fuerzas militares de ese país para que ubique en el lado correcto de la historia”, Las difíciles relaciones Entre Colombia y Venezuela se han suscitado una serie de eventos que culminaron, por ahora, con la ruptura de relaciones,


Argentina: Frutas y verduras envenenadas y la guerra del “vale todo” Juan Guahán|

anunciada por el presidente Maduro, medida que desde el vamos impedirá el abastecimiento de gasolina y alimentos al norte colombiano. No es la primera vez que suenan tambores de guerra entre los dos vecinos del norte sudamericano. Colombianos y venezolanos comparten, además de una historia común, una frontera marítima y otra terrestre de más de 2.200 kilómetros, y varios incidentes en los últimos 32 años, además de una permanente guerra de micrófonos durante la gestión del presidente colombiano Álvaro Uribe. . El 19 de agosto de 1987 la colombiana Corbeta Caldas se adentró en aguas venezolanas del Golfo de Venezuela, lo que estuvo a punto de crear una crisis de grandes dimensiones. Con el fracasado golpe de Estado a Hugo Chávez en 2002, el dictador por 47 horas Pedro Carmona huyó a Bogotá (se supone que en vehículo diplomático colombiano), desde donde junto a otros opositores inició una campaña contra el gobierno de Chávez. Rodrigo Granda, en una imagen de 2004. (Foto: AFP)En el año 2004 agentes secretos colombianos, capturaron y secuestraron en pleno centro de Caracas al “canciller” de las FARC Rodrigo Granda, hecho que Chávez calificó como una violación a la soberanía venezolana. Venezuela fue factor importante en el acuerdo de paz del gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, que no fue respetado por Bogotá. Desde 2017 no hay embajador de Colombia en Caracas (Juan Manuel Santos lo retiró y Duque no nombró a nadie)y desde mediados de 2018 también Venezuela se quedó sin representante diplomático en Bogotá. Este año los países vivieron otra crisis diplomática por cuenta de la decisión de Maduro de expulsar al cónsul colombiano Juan Carlos Pérez, ante la expulsión de Carlos Pino, asesor externo de la embajada venezolana. La realidad es que las relaciones estaban reducidas a las consulares, mientras Duque armaba el parapeto para que EEUU introdujera la “ayuda humanitaria” a Venezuela por su extensa frontera, y brindaba todo tipo de apoyo a los dirigentes opositores venezolanos, mientras grupos de paramilitares (de ambos países) eran entrenados en territorio colombiano para entrar al país vecino, según las denuncias de Caracas. Al menos, Duque logró uno de sus objetivos: desviar la atención de su pésimo gobierno hacia un conflicto internacional con Venezuela. Un conflicto que sus propios militares no se animan asumir, pese a que significaría seguir recibiendo ingentes recursos de EEUU, dentro del llamado Plan Colombia. Los crecientes índices de pobreza dejan en claro que millones de colombianos necesitan, realmente, de la ayuda humanitaria.

A medida que se aproxima la elección presidencial, Argentina entra en una guerra donde todo vale, y donde el presidente Mauricio Macri hace todo lo posible para retener el cargo, mientras la opinión pública quedó sorprendida por informes oficiales que confirman que la ciudadanía está consumiendo frutas y verduras envenenadas. Un estudio conjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad de La Plata coincidieron, en líneas generales, con un Informe del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) sobre la presencia de plaguicidas, pesticidas, insecticidas –producto de fumigaciones- en diversas frutas, hortalizas y verduras de consumo masivo. Sobre estas cuestiones reinaba un llamativo silencio hasta que el año pasado un recurso de amparo motivó que Senasa rompiera el silencio oficial y afloraran algunas informaciones que son preocupantes. Los principales controles se establecieron sobre el Mercado Central que abastece el consumo de estos alimentos a la mayor parte de los 16 millones de pobladores del área de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Así es como nos fuimos enterando, por los controles realizados entre 2011 y 2013, que en el 63% de los mismos se verificó la existencia de restos de unos 80 agroquímicos, cuatro de los cuales estaban expresamente prohibidos. En una síntesis más reciente (2013/2016), según información oficial, tal envenenamiento no solo se sigue verificando, sino que se incrementa. Se comprobó el hallazgo, en los alimentos, de mayores cantidades de sustancias peligrosas para el consumo humano. Acerca de los controles y mediciones realizadas existe una polémica entre Senasa y los medios agroecológicos acerca de cuáles son los “Límites Máximos de Residuos” que se admiten. El debate está concentrado en varios temas: El tope aceptable de tales residuos y el hecho que Senasa no considera los efectos de esa acumulación en el organismo, ni discrimina entre las diferentes características de las personas que los consumen. Más allá de este debate, en la mayor parte de los casos, los valores verificados están por encima de los límites establecidos. Lo anterior nos deja ante una certeza y otra duda. La certeza que estamos consumiendo alimentos con residuos venenosos en proporciones indebidas y la duda sobre alimentos que se consideran sanos y no lo son. Como poco y nada se ha avanzado -en estas cuestiones- es bueno traerlas a la actualidad, explicando algunas razones que por las cuales estos temas tienen escaso peso en los grandes medios y el debate político cotidiano. En el estudio de la Universidad Nacional de La Plata y el Conicet se verificó que en seis de cada 10 frutas, que se venden en verdulerías de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, hay una indebida presencia de plaguicidas. Las zanahorias, naranjas y lechugas aparecían como los alimentos más fumigados. En consecuencia nos enfrentamos con problemas de contaminación, por fumigación, que afecta a toda la sociedad. Ciertamente que un lavado intenso de estos alimentos reduce los riesgos para la salud por contaminación.


Trump quiere a Colombia como ariete contra Venezuela, Nicaragua y Cuba Camilo Rengifo Marín Muchos analistas coinciden en que el tema de Venezuela acaparó toda la agenda del presidente colombiano Iván Duque en su visita a Donald Trump, pero el narcotráfico seguirá siendo de gran importancia en la relación bilateral, mientras el mandatario debe decidir si asume la suerte de ariete contra Nicaragua, Cuba y Venezuela que le encomendó Washington. Más allá de las burlas y críticas al vestido que la esposa de Duque lució en la visita a Trump, antes de regresar a Bogotá el mandatario colombiano ya cumplió el primer mandato de Trump: Durante una sesión sesión del Consejo Permanente de la OEA, este viernes, Duque pidió a sus miembros que afiancen el “cerco diplomático” contra Nicolás Maduro y se “invite” a las Fuerzas Armadas a jurar lealtad al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó. Seguramente Duque, débil en lo interno, con baja credibilidad, y con la amenaza de que el Partido de U (del expresidente Juan Manuel Santos) se desligue del frente oficialista en el Congreso, regrese con una serie de compromisos adquiridos. Entre ello, una postura aún más dura frente a la lucha contra el narcotráfico (más fumigaciones y más extradiciones), un item que desde sectores oficiales y de la prensa hegemónica fue invisibilizado, obviando la obsesión de Trump por el tema de los opioides y el aumento en los últimos dos años del consumo de cocaína. Desde el de César Gaviria en adelante, los gobiernos colombianos intentaron desnarcotizar la relación con EEUU, pero los hechos fácticos llevan tarde o temprano a narcotizarla. Desde la amenaza de Trump -en septiembre de 2017- de que eventualmente volvería a descertificar a Colombia, los datos oficiales estadounidenses indican el aumento sostenido de las áreas cul-

tivadas y una mayor cantidad de cocaína proveniente de Colombia entrando en los EEUU. Un informe de 2018 del Departamento del Tesoro que indica que se lavan entre 5.000 y 10.000 millones de dólares al año, que vuelven a las mafias en Colombia Para Trump, el tema de las drogas sigue siendo central para su estrategia hacia Colombia y la región y con la situación de Venezuela, el valor estratégico de Colombia hoy se ha incrementado notablemente para EEUU, que ha creado un nuevo enemigo, “el eje de la tiranía” (Cuba, Nicaragua, Venezuela). Y el único país latinoamericano que tiene problemas con los tres países, es Colombia. Para Washington, Colombia tiene hoy un valor importante porque puede ayudar a presionar y aislar a Venezuela, a aumentar la crítica contra Cuba y tener una actitud más agresiva respecto a Nicaragua, en un año n el que se espera un nuevo fallo sobre el problema límitrofe que mantienen ambos países. La pregunta es si Colombia sabrá hacer respetar sus intereses nacionales o se someterá directamente a los mandados de Washington. Trump quiere comprometer a Duque en una política de aislamiento a estos tres países, por lo que, seguramente, en los próximos meses varios jerarcas diplomáticos y militares visitarán Colombia, un país al que no le conviene mantener relaciones tensas con tres de sus vecinos. Duque como presidente electo viajó a EEUU y visitó al Comando Sur en Miami: ningún presidente latinoamericano lo había hecho jamás. Para los analistas, Washington va a extraer varias concesiones de la visita de Duque en momentos que necesita desplazar la presencia de China en la región: más dureza frente al tema del narcotráfico, aplicación de una política de fumigación más masiva, el compromiso con nuevas cuotas

de erradicación de cultivos, una mayor extradición de colombianos a EEUU. Duque insistió en Washington en que la asistencia antinarcóticos no descienda, que demócratas y republicanos apoyen esa asistencia, imprescindible para apoyar su gobierno, en medio de una grave crisis económica, social y de corrupción. Cada vez que un presidente colombiano viaja a Washington, habla con representantes de los dos partidos, porque saben que la asistencia a Colombia en el Congreso pasa por el voto compartido de republicanos y demócratas.

Para Trump la implementación de la paz en Colombia es poco relevante, sobre todo de cara a las elecciones de 2020. Los votos en el estado de Florida, por ejemplo, la dureza frente a Venezuela y frente a la guerrilla son temas que Trump estimulará para mostrar que es duro y fuerte, en busca de los votos de colombianos y venezolanos radicados en el sur estadounidense. La paz no le redituará votos. Con Barack Obama no solo hubo interés, sino un apoyo decisivo al proceso de paz con las FARC, con un representante especial en la Habana respaldándolo. También le dio tiempo a Colombia para que, como resultado del proceso de paz, se redujeran los cultivos ilícitos, que hubiera mayor presencia del Estado, mayores reformas del Estado en el campo que permitieran el florecimiento de una economía legal. Pero nada de eso está en la agenda de Trump hacia Colombia. Desconfía de la paz, no le interesan las negociaciones con el ELN, está obnubilado por la lucha contra el terrorismo, está mucho más preocupado por el avance de los cultivos ilícitos, señala el académico argentino-colombiano Juan Gabriel Tokatlian.


Héroes de Las Tienditas Earle Herrera

Vinieron de lejos a celebrar la caída de la dictadura. No sería otra Boyacá ni Pantano de Vargas, pero tenía lo suyo. Rubio llegó del norte (Miami) y los próceres Piñera y Abdo del profundo sur. Como Alejandro Magno, quien llevaba en su ejército poetas que cantaran sus hazañas y dilataran su leyenda, trajeron a Sanz, Nacho, el maltrecho Puma, Montaner, Vives, Juanes y otros trovadores de alto cartel. La batalla sería en el puente Las Tienditas, suerte de Normandía de los invasores del Día D decretado por el “presidente interino”, ese que impuso Trump, democráticamente, claro. En el campo de combate estaría Duque, con aires de mariscal guarimbero. Un corresponsal de escaramuzas de Caracol se botó con este original título: “Se respira una tensa calma”. El objetivo del entrompe era pasar varias gandolas con cajas USAID al otro lado. Detrás vendrían los marines y el “US Army”, única garantía de que el interino dejara de ser interino. Pero la guarimba se les fue de las manos y las acciones de falsa bandera ni los falsos positivos dieron resultado. A los foráneos cantores –de alto cartel, repito- se les fue el gallo, aunque cobraron. Al final del día, el parte de guerra registraba una periodista chilena y una agente de la PNB lesionadas por tres desertores; dos gandolas quemadas humanitariamente del lado colombiano; un diputado coñaceado por sus mismos gaurimberos –fuego amigo, llaman eso-, quienes reclamaban el pago completo de su “trabajo”. A estos les regateaban que el trato era quemar todas las gandolas y solo incendiaron dos. Ningún vehículo USAID alcanzó el objetivo ni por Colombia ni por Brasil, pese al anuncio del chamuscado interino, quien fue desmentido por el canal aliado –de ellosCNN. Curazao reculó y el gobernador de Borinquen mintió que del viejo San Juan salió un barco hacia “extraña nación” que, como Felipe Pirela, nunca volvió a su “Puerto Rico del alma”. Los derrotados superhéroes Duque, Piñera y Abdo juraban, cual Julio César, haber cruzado el Rubicón de Las Tienditas y hasta corearon en un latín vallenato: “alea iacta est”.Hoy son el hazmerreír de sus pueblos que les cobrarán el costo de semejante ridículo, ese lugar del que, según el general Perón, no se regresa. El analista señala que el tema de una posible intervención militar en Venezuela, donde hay mucha más guerra sicológica que aprestos intervencionistas no está en la agenda efectiva de acción de Trump, al menos por el momento. “Y no creo que Colombia se preste. No creo que los militares quieran, no creo que su sociedad civil quiera y no creo que los partidos políticos quieran embarcarse en esa aventura si llegara a suceder”, añade. Colombia no puede caer en la tentación de subordinar su política exterior a la de Washington. Tiene que saber que en unos temas va a coincidir y en otras no. Y la fortaleza de un país muchas veces reside en eso, recuerda Tokatlian. Esa actitud de mayor dureza contra el narcotráfico, que en 35 años ha demostrado ser un fracaso continuado, está en el interés de Colombia. ¿Está en su interés convertirse en una suerte de quinta columna permanente contra Venezuela, ser el vocero de una política dura hacia Cuba, tener una política cada vez más crítica hacia Nicaragua? Colombia tiene que una situación interna por demás frágil. El proceso de paz y el posconflicto no avanzan o lo hacen a cuentagotas. La economía está en retroceso en un país done decenas de activistas sociales, la mayoría campesinos, han sido asesinados en los pocos meses del gobierno de Duque, en una guerra interna no declarada donde paramilitares y fuerzas de seguridad siguen accionando con total impunidad. La corrupción alcanzó hasta al Fiscal General. La historia reciente de Colombia muestra que todos los gobiernos colombianos intentaron vanamente desnarcotizar la relación con EEUU. Quizá alguien le pueda recordar que al inexperiente presidente que su deber es defender los intereses de su país y no sólo tratar de complacer al gobierno de EEUU, en busca de otro puñado de dólares.

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Un papelillo en la historia Roberto Malaver

“El sábado 23, mientras en la casa la señora del servicio nos servía el almuerzo, veíamos cómo nuestra pirata oposición iba cuesta abajo en su rodada rumbo a un nuevo fracaso. Mi padre, siempre crítico y veraz, decía: “la ayuda humanitaria hay que dársela al presidente interino, para que aprenda a tener dignidad”. Y el mayordomo y la señora de servicio se reían” Así comienza Cinthya Machado Zuloaga su palabreo del nuevo fracaso internacional de la oposición. “Nuestra dirigencia opositora, que fracasaba nacionalmente, ahora fracasa internacionalmente. Fracasó en la OEA, allí donde el pobre Almagro no sabe qué hacer para salir de Maduro y celebrar con Trump. Fracasó en el Consejo de Seguridad de la ONU dos veces, y después fracasó en Cúcuta, con eso de la ayuda humanitaria. Es decir, que ya no se conforman con hacer guarimbas y fracasar. Cometer un atentado y fracasar. Intentar un golpe de estado y fracasar. Ahora es el quinteto de la invasión: Trump, PomPeo, Bolton, Pence y Abrams los que están al frente, a lo mejor eso a nuestros opositores no les preocupa quién los dirija, con tal de salir de Maduro”. Sigue analizando Cinthya y se detiene un momento. El mesonero llega y le dice: “aquí vengo con su ayuda humanitaria, mi reina, aunque le confieso una cosa, para mi, con solo verla a usted, me conformo, porque eso sí es una ayuda humanitaria, esa belleza que usted reparte gratuitamente en este lugar”, coloca las dos tazas de café sobre la mesa y se marcha adorando a Cinthya. Y Cinthya sigue diciendo: “ahora que estamos en carnaval, es bueno decir que nuestra oposición está jugando un papelillo en la historia de la política venezolana. Mienten descaradamente, y lo que es peor, los medios de comunicación, que deben decir la verdad y solo la verdad, uno tiene que desmontarle las mentiras que dicen, eso no se había visto. Que uno tenga que corregir siempre a los medios porque se niegan a decir la verdad. Con lo de la quema de los gandolas de ayuda humanitaria fue evidente que la ética rodó en esas salas de redacción”. Toma un poco de café y sonríe. “Si la oposición sigue apoyando líderes como Ismael García y Julio Borges, habrá que sentarse a revisar dónde está el piloto, porque dejarse conducir por esa gente solo te lleva directo por el camino del fracaso, fracasos de los que ya han tenido bastante”. Dice y se ríe. --


Argentina,¡pobrepaís!

Juan Guahán| Hoy Argentina es un país a la deriva: en materia internacional está mal parada en los conflictos actuales; en lo interno, en una lógica absurda confrontan corrupción y bolsillo, acompañan confusión y justicia oportunista. Mata a la riqueza un modelo económico basado en destruir el país, y se le suma una “paz social” cara y que no es solución a un eventual estallido social. Nuestra América se caracteriza por ser un continente rico con gente pobre. ¿De qué nos ha servido contar con gigantescos yacimientos de hidrocarburos, de oro y plata; de las infinitas riquezas generadas por el humus de nuestras tierras y las posibilidades pesqueras de nuestros ríos y mares?. Todo eso más que constituirse en la base de nuestra felicidad fue y es el sustento de los dolores actuales y los graves riesgos de guerra que nos acechan, como la avidez estadounidense por el petróleo venezolano lo está demostrando, en estos tristes días. En nuestra querida Argentina pasa algo parecido. No somos un país pobre, somos un ¡pobre país!, incapaz de transformar en conocimientos tantas riquezas. A los males que, desde hace algunas décadas, viene padeciendo se le agrega -en los últimos años- una pésima política que no ha hecho más que agravar dichos males y destruir algunas cosas buenas. Los modos actuales, recientes, permitieron sumar prácticas y políticas que no conducen al bienestar del pueblo, sino a un malestar que crece día a día. Los temas citados al comienzo de estas reflexiones dan cuenta de varios de esos temas que aquí ampliaremos. Una política internacional sin destino La política internacional argentina está signada por dos tendencias principales, con sus naturales claroscuros. Una, como

serviles peones de la estrategia británica primero y estadounidense después. Ésta tuvo sus puntos más altos en la “Generación del 80” que moldeó a las instituciones y en las dictaduras militares que siguieron las directivas de los poderes imperiales. La dictadura cívico-militar (1976/1983) con su participación en el genocida “Plan Cóndor”, de eliminación de los opositores políticos, es la muestra más reciente y extrema de esta estrategia de sumisión a los intereses extranjeros. La otra, es la neutralidad que caracterizó a la posición argentina en las dos grandes guerras mundiales, durante buena parte del gobierno del radical Hipólito Yrigoyen y luego bajo la influencia del general Juan Domingo Perón. En ambos casos se trató –en términos generales- de un no alineamiento con las potencias en pugna y la búsqueda de cierta autonomía respecto de la dependencia a la que nos condenaba el hecho de estar dentro del “área de influencia” del poder británico-norteamericano. El gobierno de Mauricio Macri recibió la herencia de una relación más próxima a esta última tendencia, con fuertes inversiones chinas y algunos acuerdos con Rusia. Identificado personalmente con las concepciones ideológicas, políticas y económicas estadounidenses, Macri trató de mantener algún grado de autonomía, por la necesidad e importancia de las inversiones señaladas. Esa posición tuvo alguna vigencia durante el primer año de su gobierno, cuando el multilateralismo y experiencias multipolares parecían predominar en la política mundial. El advenimiento de gobiernos guiados por un nacionalismo reaccionario y xenofóbico, como el de Donald Trump, dio por tierra con esas posibilidades y fue ahondado con el triunfo de Jair Bolsonario en Brasil. Hoy el gobierno de Macri transita sin destino una incómoda estrategia, entre la sumisión total a los dictados del FMI (don-

de hay predominio estadounidense) y a los intereses inmediatos del gobierno de Donald Trump, junto a la necesidad de mantener las inversiones y préstamos chinos. En este marco, en un horizonte previsible se observan las perspectivas de sucesivas y crecientes concesiones a ambos poderes en pugna, con el riesgo que Argentina quede involucrada en trágicas aventuras militares, al servicio del interés imperial, como la que está transcurriendo en Venezuela. Absurda confrontación corrupción-“bolsillo”, y una justicia oportunista Desde los centros de poder fueron instalando la idea que las tradicionales metodologías de corrupción, para allegar fondos a la política, eran la causa de nuestros males. Es sabido que tal mecanismo forma parte del poder. Si bien es cierto que ellas alimentaron también una vastedad de fortunas personales de una amplitud y volumen muy significativos, también lo es que el despliegue de esas “campañas contra la corrupción” también tiene otro sentido. La concentración capitalista y en empresas trasnacionales asentadas en los países centrales es una regla del sistema. Ella está reflejada en sus concepciones y demostrada por los números de la práctica. Citar el caso de dos grandes empresas: brasileña una, argentina la otra, iluminan esta apreciación. Se trata de Odebrecht y Techint. Odebrecht es la empresa de construcción más importante de Latinoamérica, que opera desde 1944 y tiene alrededor de 168 mil empleados, desparramados en 27 países. Ha sido acusada de haber pagado coimas (entre 2003 a 2016) en 10 países (ocho americanos y dos africanos), por 349 millones de dólares. Sus directivos están presos. Absolutamente debilitada, esta empresa trata de sobrevivir y muchos de sus multimillonarios contratos han pasado a otras empresas.Techint es la principal em-


nales. Allí está la respuesta a lo planteado por Dujovne.Créditos ANSES: beneficiarios de planes sociales ya pueden pedir turno Unas 7,5 millones de personas reciben esos planes sociales y ellos han contribuido a amortiguar los nefastos efectos de las políticas actuales. Ese es el precio pagado por el “sistema” para que el macrismo tenga lo que llaman “gobernabilidad” y al mismo tiempo apunta a reducir los riesgos de lo que se conoce como “estallidos sociales”. De todos modos cabe aclarar que estas políticas asistencialistas, del modo que están planteadas, cumplen ese rol: el asistencialista, lo cual no deja de ser importante pero no significan soluciones a más largo o mediano plazo.

presa metalúrgica argentina, fabricante de caños sin costura con destino a la industria petrolera mundial. Tiene sedes en 24 países y sus proyectos se desarrollan en 45. Sus directivos están procesados en los “Cuadernos de la Corrupción” y el valor de sus acciones se ha deteriorado notablemente, corriendo riesgos más de uno de sus proyectos, con obvias ventajas para las grandes empresas con las que compite. La cuestión parece clara. El nefasto tema de la corrupción ha permitido acorralar a fuerzas populares (PT en Brasil, kirchnerismo en la Argentina) y dar ventajas a otras grandes empresas trasnacionales. Todo ello se hace con el aval de una Justicia que del mismo modo que ayer hacía la vista gorda, hoy aparece como implacable. Cosas del poder… Con esta campaña el gobierno pensaba asegurarse el triunfo electoral, pero los problemas del “bolsillo”, que sus políticas provocan para la mayor parte de los argentinos, parece cuestionar esa estrategia. Da la impresión que ahora ni siquiera van a poder mostrar la recuperación de esos bienes mal habidos, el peronismo ya no teme “quedar pegado” con la no aprobación del decreto presidencial de urgencia (DNU) sobre “extinción de dominio”. Los “cuadernos” están tan “sucios y manoseados” que ya apenas se entiende lo que ellos tenían escrito. Además el pueblo sabe que el gobierno denunciante tampoco es “trigo limpio” y que la Justicia que actúa está ganada por el oportunismo y a su servicio. Argentina es un país en llamas, con poco futuro y muchas posibilidades de encaminarse hacia un nuevo default con una dramática situación interna socio- económica. El gobierno va a encontrarse –si llega- con unas elecciones a las que irá con la economía donde sopla “viento en contra”. Todos los datos lo indican. La desindustrialización, de la mano de la apertura y el retroceso económico, está dejando prácticamente sin industrias al país. Las que siguen funcionando lo hacen con poco más del 50% de su capacidad instalada. En un año se perdieron 68.000 empleos y cerraron más de 4000 empresasEl brutal endeudamiento externo hará que, a partir del 2020, estemos totalmente desfinanciados y en manos de negociaciones que –esta vez- no será solamente con entidades bancarias privadas sino con los Estados que controlan al FMI. La producción del campo, principal

fuente de recursos del país, está al servicio de semillas y paquetes tecnológicos que destruyen la naturaleza, afectan la salud y están detrás de las recurrentes inundaciones que sufren buena parte de los argentinos. Otra producción importante, la de los hidrocarburos de Vaca Muerta es una hipoteca a pagar en plazos no muy lejanos. Todo lo dicho está avalado en datos que ningún Informe oficial puede ocultar. El precio de la actual “paz social” es caro, sin ser solución Hace algunos meses, Nicolás Dujovne, un importante funcionario macrista dijo provocativamente: “Nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el Gobierno”. La verdad es que llama la atención que tamaño ajuste no haya provocado episodios que dieran por tierra con el actual gobierno. Tal situación encuentra una explicación en la amplificación de los planes sociales que fuera un acuerdo entre distintos protagonistas (oficialismo radical, oposición peronista, Iglesia) en los días previos a la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Su evolución luego de los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001 fue la de un crecimiento incontenible, bajo gobiernos de diferente signo político y el apoyo de distintos organismos financieros internacio-

Peronismo avanza y se calienta la interna del oficialismo En el peronismo parece predominar la idea de unidad. Aunque tal vez no sean todos, pero si es cierto que ese avance incluye a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y se va desplegando por las provincias argentinas e incorpora a la mayoría de los gobernadores peronistas y principales dirigentes de esa fuerza. La evolución lógica de esta tendencia coloca a Cristina o la figura que surja de esa unidad ante la posibilidad cierta de un triunfo ante Macri, en primera vuelta. En caso de presentarse tres espacios, es casi segura la victoria de Cristina en primera vuelta, aunque queden dudas de su triunfo sobre Macri en la segunda. De todas maneras persiste otra duda: la posibilidad de una profundización y aceleramiento de la caída de Macri. Un suceso de este tipo puede acercar a un escenario donde –habiendo tres espacios- la segunda vuelta se dé entre fuerzas acaudilladas por el cristinismo y lo que hoy representa esa alternativa o peronismo federal. Esta posibilidad, para este improbable caso, también podría cuestionar la perspectiva de un triunfo cristinista en la segunda vuelta. En cuanto a Macri, mientras firmaba acuerdos y convenios en India, Viet Nam y Emiratos Árabes, las noticias que le llegaban desde estas tierras eran más que malas. Le avisaban que los índice económicos siguen peor que ayer, pero presumiblemente mejores que los de mañana. El dólar que se escapa de la jaula y la necesidad de volver a subir las tasas de interés para amansarlo, es el aviso de una corrida que podría hacer tambalear a su gobierno. La rebelión de los radicales (parte de la alianza Cambiemos), ratificada en la derrota del candidato macrista en la interna de la provincia de La Pampa, fue un indeseado presente y un pésimo augurio. Esto llegó al punto que dirigentes (Ernesto Sanza, Federico Storani entre otros) adviertan sobre la necesidad que el radicalismo tenga un mayor reconocimiento en las postulaciones para las gobernaciones y que la candidatura presidencial surja de las elecciones interna (PASO). El colmo de la rebeldía lo protagonizó Martín Lousteau, exembajador en EEUU, quien podría ser el candidato alternativo a Macri y que, siendo invitado de éste, hizo declaraciones en la India a periodistas de los diarios hegemónicos Clarín y La Nación planteando la “conveniencia” y “necesidad” de más de una fórmula de Cambiemos en las próximas interna de la alianza.


Hipotecando futuro: solo el 35% de los niños recibe protección social

Eduardo Camín Según un nuevo informe realizado por UNICEF y la OIT este pone de manifiesto la apremiante necesidad de extender la protección social a todos los niños, para ayudarlos a escapar de la pobreza y de sus efectos devastadores, sin embargo: la gran mayoría de los niños no cuenta con protección social.. En varios países, los programas de protección social dirigidos a los niños cuentan con una cobertura limitada, niveles de prestaciones inadecuados, fragmentación y una pobre institucionalización. Algunos países sujetos a un proceso de consolidación fiscal están reduciendo los subsidios, en lugar de extender las prestaciones, como fue acordado por los países en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La evidencia muestra claramente que el dinero desempeña un papel vital en la ruptura del círculo vicioso de la pobreza y vulnerabilidad. No obstante, solo 35 por ciento de los niños goza de protección social; con cifras que oscilan desde 87 por ciento en Europa y Asia Central, 66 por ciento en las Américas, 28 por ciento en Asia y hasta 16 por ciento en África “La pobreza infantil puede ser reducida de la noche a la mañana con una protección social adecuada”, afirmó Isabel Ortiz, directora del Departamento de Protección Social de la OIT. El informe hace un llamado a favor de la rápida expansión de las prestaciones para la familia y los hijos, con el objetivo de alcanzar la protección social universal de los niños y lograr los ODS. Este tipo de prestaciones son un elemen-

to vital de las políticas dirigidas a mejorar el acceso a la nutrición, la salud y la educación, así como a reducir el trabajo infantil, la pobreza y la vulnerabilidad de los niños. “La pobreza afecta a los niños de manera particularmente grave, ya que sus consecuencias pueden hacerse sentir a lo largo de toda la vida. La malnutrición y la pérdida de años de educación, que con frecuencia derivan de la pobreza, son una tragedia para el individuo, su comunidad y la sociedad”, declaró Alexandra Yuster, Directora Asociada y Jefa de Inclusión Social y Políticas de UNICEF. Insistimos en que lo más respetable es la verdad sobre la realidad, para poder dar una visión cabal y justa del mundo en que vivimos. Nada se paga tan caro como la sustitución de la realidad, por lo que nos parece o nos conviene. Esa tendencia que existe en muchas naciones con sus estadísticas y que reiteran algunos comunicadores sociales, deslizando su visión, en la introducción de datos basados en las deformaciones o en el pensamiento desiderativo, amplificado a través de las redes sociales, manipulando por ende la realidad. Pero tarde o temprano esta se venga resistiéndose a nuestras manipulaciones y apareciendo la cruda verdad, tal cual es. Pero también entendemos que cualquier neutralidad, marcada por la (seudo) objetividad, apoliticismo o profesionalismo indefinido sobre los hechos sociales en el mundo de hoy, no es otra cosa que beneficiar y favorecer los intereses de la economía gobernante, las injusticias sociales, y

perpetuar la explotación del actual orden económico en el plano mundial y nacional. Muchos de estos informes internacionales que hemos analizado contienen en su seno realidades y verdades escabrosas, violentas, y humillaciones, reñidas con toda la ética de nuestra condición humana. Pero el mundo capitalista en el cual vivimos, carece de toda perspectiva histórica, sumido además en una crisis general y profunda originada por las leyes objetivas y contradicciones irreconciliables derivadas del propio sistema. La crisis general del capitalismo significa su decadencia, su descomposición y abarca el conjunto de la humanidad, perturbando a fondo su economía, su régimen social, político, ideológico y cultural. Aceptamos con cierta normalidad que la riqueza del hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, dueño de Amazon, alcanzó el año pasado 112.000 millones de dólares. Al tiempo. que se nos indica que “el presupuesto de salud de Etiopía equivale al 1% de su fortuna”, debemos al menos interpelarnos, porque si esto no es, una descomposición y decadencia de un sistema económico – además de una injusticia flagrante-, entonces posiblemente no hemos entendido nada, en todos estos años sobre las injusticias que nos gobiernan. De manera general, la riqueza de los 26 multimillonarios del mundo aumentó 900.000 millones de dólares el año pasado, a un ritmo de 2.500 millones de dólares por día, mientras los ingresos de la mitad más pobre de la población del planeta cayeron 11 por ciento., Al mismo tiempo, uno de cada cinco ni-


Piden revocatoria de mandato de Lenín Moreno ños vive en las formas más extremas de pobreza (menos de 1,9 dólares al día), mientras que a una vaca europea se le destina 2,5 a 3 euros diarios y casi la mitad de los niños del mundo vive en situación de pobreza “moderada” (menos de 3,10 dólares al día). En casi todas las regiones, la pobreza afecta a los niños de manera desproporcionada: ellos tienen el doble de probabilidades que los adultos de vivir en pobreza extrema. Abatir la pobreza en el capitalismo es una falacia. Pero independientemente de las razones políticas, sociales jurídicas o económicas, lo cierto es que los gobiernos están obligados a enfrentar la pobreza. Nos consta, que muchos han hecho denodados esfuerzos e incluso en algunos momentos históricos han obtenido momentáneos éxitos. Pero, desgraciadamente para los gobiernos y los pobres los empleos generados por cualquier acción gubernamental no son sostenibles en el tiempo y no pueden mantenerse de manera coyuntural. La fragilidad de los gobiernos dependientes de sus materias primas está a la deriva de los mercados financieros, y del comercio mundial, por lo tanto, son rehenes (cuasi pasivos) de las grandes potencias y sus guerras comerciales. La voluntad política actual sigue siendo secuestrada por el principio de acatamiento de las leyes naturales del mercado. Y en esta lógica lo primero es sanear la economía, como lo recomiendan los organismos crediticios internacionales. Por lo tanto, preservar el futuro de los niños con los ojos puestos en el presente, bajo la presión enceguecedora de la urgencia económica, son los riesgos de esta realidad. No obstante, todo quehacer político que ignore esta tragedia no tiene futuro y, por supuesto, tampoco justificación. Seguiremos hipotecando futuro en nombre del liberalismo económico y el sacrosanto mercado, en el mundo de las promesas rotas, de informes que se suceden y realidades que no cambian.

Eloy Osvaldo Proaño| En Ecuador, varios movimientos sociales de migrantes retornados, han presentado oficialmente el trámite de revocatoria del mandato en contra del presidente Lenín Moreno por un acuerdo de financiamiento con l Fondo Monetario Internacional (FMI) y ante una reciente investigación que reveló vínculos del entorno presidencial con empresas offshore. Mientras en el interior del Consejo Nacional Electoral (CNE), el activista Galo Valarezo presentaba los documentos para sustentar su petición de revocar el mandato al presidente Lenín Moreno, cientos se tomaron el organismo electoral, acusando al presidente de incumplir su plan de Gobierno, una de las causales previstas en la Constitución.Resultado de imagen para ecuador revocatorio contra moreno Para el excanciller y ministro de Finanzas Ricardo Patiño, la llegada del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros multilaterales, con créditos por 10.279 millones, revelan una severa crisis. Esta convocatoria obligó a reaccionar a Moreno, quien en una cadena nacional de televisión, rechazó las acusaciones y acusó a su exjefe, el expresidente Rafael Correa, de propiciar incidentes desestabilizadores en contra del estado. De acuerdo a la ley, para proceder con la revocatoria del mandato presidencial, se requiere un número de firmas superior al 15 % del padrón electoral, es decir más de un millón 900 mil. firmas. Por su parte, la Defensoría del Pueblo instó al Gobierno a transparentar la información respecto a las condiciones del acuerdo de Servicio Ampliado (SAF) con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros seis multilaterales, anunciado por Lenín Moreno el pasado 20 de febrero. La Defensoría señaló que el artículo 419 de la Constitución determina que todo tratado internacional, incluidos los acuerdos bilaterales, que comprometan la política económica del Estado a condiciones de instituciones financieras internacionales” requiere de la aprobación de la Asamblea, previo dictamen de la Corte Constitucional. Desde que se anunció el acuerdo, “no ha trascendido ni se ha hecho público para la sociedad en su conjunto el texto del acuerdo, tampoco sobre el proceso de suscripción ni las condiciones que los organismos internacionales de crédito acordaron con el Gobierno para concretar los créditos anunciados”., indica el documento firmado por Gina Benavides, defensora del Pueblo. En el mismo se exhorta al Gobierno a hacer público para toda la ciudadanía el acuerdo alcanzado con el FMI y todos los documentos vinculados (anexos e informes), “en especial aquellos relacionados con las condiciones negociadas con el Gobierno para la transferencia de montos acordados”. El acuerdo fue aprobado por el equipo técnico del FMI, pero todavía está pendiente que lo apruebe sul Directorio Ejecutivo, para que los desembolsos se hagan efectivos. Resultado de imagen para offshore moreno nodalEl secretario del Gabinete Económico y Productivo, Andrés Briones, informó que entre marzo y abril próximos se espera la llegada de los primeros 1 800 millones de dólares del acuerdo, que serán dedicados a proyectos de inversión productiva. Ecuador ha concretado, desde 1961, 18 acuerdos del tipo stand-by con el FMI, e último en 2003. Si el acuerdo anunciado este mes se concreta, sería la primera vez que Ecuador accede a uno del tipo Servicio Ampliado (SAF). Estos acuerdos están atados a la implementación de un programa económico por parte del país que solicita los recursos, con metas que se deben cumplir para que los desembolsos se concreten. Con los acuerdos con el FMI, los países latinoamericanos son obligados a liberar mercados internos y externos, suprimir controles de precios de productos básicos, liberar tasas de interés y tipos de cambio, elevar precios de los servicios públicos, incrementar precios de los combustibles, suprimir subsidios, disminuir y hasta eliminar impuestos que estorben a las empresas, achicar el gasto público y equilibrar las cuentas fiscales, privatizar empresas estatales, balancear los distintos índices de la economía, flexibilizar las relaciones laborales.


Ecuador: Retorna el FMI

Juan J. Paz y Miño Cepeda El presidente demócrata Franklin D. Roosevelt (1933-1945), condujo dos tipos de políticas que consolidaron la hegemonía mundial de los EEUU: la una, interna, se conoció como New Deal, caracterizada por un conjunto de medidas destinadas a superar la grave crisis económica (1929/1933) iniciada con el derrumbe de la Bolsa de Valores de New York. Durante los primeros “cien días” del New Deal, la depresión empezó a ser abatida, gracias al enfoque social de las medidas adoptadas, que cuestionaron la visión ortodoxa de la economía liberal clásica. El New Deal, en efecto, se ocupó de los trabajadores, elevó impuestos, introdujo el de las rentas, creó la seguridad social, pensiones para ancianos y desocupados, fomentó el empleo público y la participación del Estado en la economía. Roosevelt también afirmó la democracia norteamericana y sus éxitos le valieron tres reelecciones. La otra política, externa, completó la superación del tradicional aislacionismo norteamericano, pues Roosevelt intervino durante la Segunda Guerra Mundial (1939/1945) junto a los aliados para derrotar a las potencias del Eje encabezadas por Alemania e impulsó una nueva configuración del mundo basada en la cooperación global de las naciones. Todavía en vida, el presidente Roosevelt también tuvo decidido empeño en crear una organización económica internacional, para lo cual fueron invitados diversos países del mundo a la “Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas”, que se realizó en Bretton Woods (New Hampshire, Estados Unidos), a partir

del 1º. de julio de 1944. La Sesión Plenaria de clausura se realizó el 22 de julio de 1944, quedando redactados dos instrumentos: Acuerdo sobre creación del Fondo Monetario Internacional (FMI), y Acuerdo sobre el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) Los fines estableidos por el Acuerdo constitutivo del FMI fueron: - Promover la cooperación monetaria internacional; - Facilitar la expansión y el desarrollo equilibrado del comercio internacional, a fin de contribuir al fomento y mantenimiento de altos niveles de empleo e ingresos reales y al desarrollo de las fuentes productivas de todos los países participantes; - Promover la estabilidad del cambio; - Ayudar a establecer un sistema de pagos multiláteros y a eliminar restricciones del cambio sobre el exterior que obstaculicen el desarrollo del comercio mundial; - Confianza entre los países participantes, poniendo a su disposición los recursos del Fondo bajo garantías adecuadas, a fin de corregir desajustes en su balanza de pagos; - Acortar la duración y disminuir el grado del desequilibrio entre las balanzas de pago internacionales. Desde su creación, el FMI tuvo una relación insignificante con América Latina; pero la región conoció bien a esta institución a partir de la década de 1980. El sobreendeudamiento de los diversos países con bancos privados y a tasas bajas de interés (en promedio el 5%), estalló en 1982 cuando México declaró su imposibilidad para pagar la deuda externa, cuyos intereses fluc-

tuaban ahora entre el 15% y el 20%. A México siguieron los otros países. Entonces la banca transnacional acudió al FMI, que pasó a ser su intermediario con los gobiernos, para asegurar el pago de los créditos y la provisión de nuevos préstamos siempre que se cumpliera con estrictos programas de ajuste especificados en las famosas “Cartas de intención”. En esencia, tales Cartas introdujeron el neoliberalismo en América Latina, en una era de “aperturismo” iniciada por el presidente norteamericano (republicano) Ronald Reagan (1981-1989), quien abandonó toda herencia del New Deal. La globalización neoliberal también triunfó por el derrumbe del bloque socialista. Con el FMI, los países latinoamericanos fueron obligados a liberar mercados internos y externos, suprimir controles de precios de productos básicos, liberar tasas de interés y tipos de cambio, elevar precios de los servicios públicos, incrementar precios de los combustibles, suprimir subsidios, disminuir y hasta eliminar impuestos que estorben a las empresas, achicar el gasto público y equilibrar las cuentas fiscales, privatizar empresas estatales, balancear los distintos índices de la economía, flexibilizar las relaciones laborales. El recetario fondomonetarista finalmente quedó expresado en el Consenso de Washington (WC, 1989), con un decálogo de medidas para solucionar las economías de los países latinoamericanos. La aplicación de ese recetario en América Latina fue la causante del deterioro de las condiciones de vida y de trabajo de la población, la concentración de la riqueza, la pérdida de derechos laborales, la ruina de las pensiones jubilares, el derrumbe de los servicios públicos, el auge de la corrupción privada y pública, la crisis institucional, el deterioro de la democracia y la crisis política persistente. Durante las décadas finales del siglo XX y los inicios del XXI predominaron los programas neoliberales, fondomonetaristas, del WC. Fue un ciclo beneficioso para las transnacionales y para las burguesías de la región, pero grave para las sociedades latinoamericanas. Existen suficientes estudios que así lo demuestran. Ese ciclo neoliberal fue cortado por el de los gobiernos progresistas, democráticos y de nueva izquierda, que adoptaron otros modelos de desarrollo y de políticas económicas y sociales. Entre 1983-2003 Ecuador firmó 16 Cartas de intención con el FMI. De modo que la democracia representativa ganada con el inicio de los gobiernos constitucionales en 1979 después de una década de dictaduras militares, fue frustrada por la debacle social y política ocasionada por el modelo empresarial inspirado en el neoliberalismo y fiel a las recetas del FMI. Con el gobierno de Rafael Correa (20072017) Ecuador apartó al FMI de la injerencia económica. En contraste, el gobierno de Lenín Moreno, subordinado a los intereses de las elites empresariales del país, revive el interés por el FMI y sus ministros económicos anuncian la posibilidad de concluir un arreglo con esta institución. Como se ve, no ha importado la historia económica pasada. Ni siquiera la nefasta experiencia actual del FMI en Argentina. Simplemente hay que cumplir con las consignas empresariales. Así es que Ecuador se prepara para el retorno del FMI.


Miedo y asco en Europa: un viaje salvaje a la política de la venalidad y la violencia

Daniel Raventós Julie Wark Umberto Eco, en su ensayo de 1995 “UrFascismo”, describe catorce características de tal fenómeno, pero su idea fuerza es que sólo hace falta un rasgo para que “el fascismo coagule a su alrededor”. Para ser breves, el ur-fascista hace culto a la tradición, rechaza el modernismo racional, ama la acción sin sentido hecha en aras de la propia acción, llama a la discrepancia “traición”, crea alarmismo en torno a la diferencia, complace a una clase media frustrada, es hipersensible a los complots y a los enemigos, es ambivalente respecto a las élites, entona el dogma de la “guerra permanente”, desprecia a los débiles, nutre el culto al heroico “gran líder” (pero “envía a otros a la muerte”), alardea de machismo, se dedica a un “populismo selectivo” en el que atiende a la voz de la gente y, como lo requiere todo lo anterior, parlotea en el entumecedor y simplificador lenguaje de la neolengua. “El Ur-Fascismo’’, advierte Eco, “puede volver bajo el más inocente de los disfraces”. Un año antes, Hunter S. Thompson había escrito su anti-encomio de Nixon: “ni siquiera tienes que saber quién era Nixon para ser una víctima de su espíritu desagradable y nazi. Ha envenenado nuestra agua para siempre”. Por ese entonces, acomodado en tal cloaca, un ruin de cuarenta y nueve años estaba declarando una pérdida de 916 millones de dólares en su declaración de impuestos. Veinticuatro años más tarde, una versión de pleno derecho de no una, sino de todas las características de Eco, está ocupando la Casa Blanca. Hunter S. Thompson no fue “irreverente”, como lo acusó la policía del lenguaje. Fue profético. Y Eco no sólo retrató clarividentemente al presidente Trump. Comprendió la longevidad y el poder del fascismo. Muchos de los embustes de los Benitos de hoy en día encajan en tal retrato robot. Ya sean abiertamente fascistas o no, en Europa, los partidos neo-nazis, xenófobos, nativistas, racistas, anti-inmigración, supremacistas blancos, identitarios, islamófobos, misóginos, homo y transfóbicos, ultra-populis-

tas... están en aumento. El fascismo no es nuevo en Europa. Il Duce utilizó el término por primera vez en 1915 y, aunque latente, siempre ha tenido sus partidarios. Lo que es nuevo es que, en los últimos años, los partidos que promocionan los mismos viejos mitos, creencias y doctrinas, claro que debidamente puestos al día, están ganando un amplio apoyo en las elecciones de Europa, a tal punto que los analistas están haciendo comparaciones con los años veinte y treinta. Las elecciones están permitiendo que los ultraderechistas se conviertan en “conservadores” respetables y, cuánto más poder vayan adquiriendo, más mercenarios, ya sea en los medios de comunicación, la academia o las escuelas de negocios, seguirán puliendo esa imagen. La mayoría de los Estados europeos tienen uno o más partidos de extrema derecha. En la pulcra Suiza, el Partido Popular Suizo (SVP), la fuerza política más grande del país después de las elecciones de 2015, está ahora, muy democráticamente, haciendo uso de referendos para difundir su mensaje. Uno, en 2016, preguntó a los ciudadanos si los extranjeros debían ser expulsados por delitos leves, pero el auténtico objetivo era cambiar la Constitución por un sistema de justicia de dos niveles que permitiera la expulsión automática. Un grupo de oposición de base llamado Operación Libero se aprovechó de esto e impugnó al SVP por razones de Estado de derecho, y otros opositores publicaron anuncios mostrando a la Suiza de 2016 junto a la Alemania Nazi de 1933. Ese fue el quid de la cuestión: el espectro del uso arbitrario del Artículo 48 (sobre seguridad y orden público) de la Constitución de Weimar por parte de Hindenburg, y el subsiguiente colapso de la República. Esta vez, el Estado de derecho prevaleció. La farfulla de los políticos de extrema derecha tiende a oscurecer lo que realmente están orquestando, algo que, en otras partes, no se ha comprendido. En noviembre de 2018, Donald J. Trump había firmado 86 decretos ejecutivos así como ordenado ataques con misiles contra instalaciones

del gobierno sirio sin la autorización del Congreso o de la ONU. Su Departamento de justicia alegó que estaba actuando dentro de sus amplios poderes constitucionales. La “amplitud” de los poderes entregados a un presidente demente sigue intacta porque un Congreso impotente ha renunciado a sus responsabilidades constitucionales, incluyendo el impeachment. ¿Quién necesita, así, una Ley habilitante? Los partidos de extrema derecha están ganando terreno en Europa y, detrás de todas las bravatas, hay una intención general ferozmente antidemocrática. El Partido Popular Danés (DPP) obtuvo el 21% de los votos en 2015 y no pasó mucho tiempo antes de que el líder socialdemócrata Mette Frederiksen reconociera públicamente haberse acercado al DPP en políticas antiinmigración y anti-Schengen. El partido de los Demócratas Suecos (17,6% de los votos en el pasado septiembre) mantiene el equilibrio de poder en el Parlamento y, después de un cambio de marca considerable, está presionando en favor de la deportación por vía rápida, así como por medidas severas contra los ‘’inmigrantes criminales’’, objetivos que requerirán una reforma legal. El partido Verdaderos Finlandeses, después de una escisión que salvó a la coalición de derechas en 2017, se está juntando con otros grupos de la derecha dura cuyos contactos en el extranjero incluyen al supremacista blanco Jared Taylor y Marcus Follin, el sueco “de oro”. Por muy chiflados que parezcan estos grupos, están recibiendo mucha atención y blanqueo por parte de los medios de comunicación y están siendo absorbidos en el mainstream, donde el debate parece más centrado en si deberían tener voz en él que en qué son realmente estos grupos. En las elecciones alemanas de 2017, Alternativa por Alemania (AfD) obtuvo el 13,5% de los votos. De manera extraoficial, pero estrechamente vinculada a AfD, la Generación Identitaria paneuropea, la “nueva derecha” que se está haciendo un hueco en la industria editorial, en la sociedad civil y en los negocios (pero también en el ámbito militar), es extremismo con “una


cara amigable”. En Grecia, maltrecha por las imposiciones austericidas de la UE, el abiertamente fascista Amanecer Dorado es el tercer partido político más grande en el Parlamento; en Francia, el Frente Nacional participó en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2017 con Marine le Pen como candidata; y, en Italia, el xenófobo Matteo Salvini (animador de los crímenes contra la humanidad… inmigrante) es viceprimer ministro y ministro del Interior. En los estadios de fútbol, el odio contra el otro (equipo) se representa con accesorios como esvásticas, cruces celtas, el águila de Wehrmacht y el saludo nazi. “Judío” es un escarnio común. Calendarios de 2019 de Benito Mussolini están a la venta en los quioscos de Roma. El Partido de la Libertad de Austria está en el gobierno mientras que el ultra-religioso y ultra-nacionalista partido Ley y Justicia (PiS) está en el poder en Polonia y, como escribe la periodista Ewa Jasiewicz, usa “los tribunales, la policía, la fiscalía y las amenazas de multas (…) para intimidar a los periodistas”. En Hungría, Fidesz, la ultra-derechista Unión Cívica Húngara, ahora en el gobierno con el Partido Popular Demócrata-Cristiano, está usando jueces enchufados para manipular la constitución. El último brote de este malestar ha sucedido en el Reino de España. En las elecciones andaluzas de finales de 2018, Vox, un partido manifiestamente franquista, obtuvo un 11% de los votos. ‘’Spain is different’’, pero no como sugería el lema, cebo de turistas, del régimen de Franco. A diferencia de lo que sucedió en Alemania, Italia y Portugal, el fascismo, personificado por el Generalísimo Francisco Franco, nunca fue realmente derrotado. Mussolini fue colgado cabeza abajo en Milán, Hitler optó por el suicidio antes de que las tropas soviéticas lo alcanzaran, y Salazar, incapacitado después de un derrame cerebral y apartado del poder fue, en sus momentos lúcidos, engañado para que creyera que todavía estaba al mando. Pero Franco murió en su cama. Estando en el poder. Tanto es así que nombró como sucesor al Rey Juan Carlos, padre del actual Felipe VI, que tan beligerante contra el derecho de autodeterminación se muestra. Y en la subsiguiente “transición democrática”, la Ley de Amnistía (1977), garantizó la impunidad de sus secuaces, que habían practicado el asesinato, la tortura y el robo de niños, mientras decenas de miles de sus víctimas yacen en fosas comunes. Ni la policía, ni la Guardia Civil, ni el ejército, ni el sistema legal fueron revisados. Todavía son baluartes de los devotos de Franco. En 2018, el gobierno (ahora encabezado por el socialdemócrata PSOE) decidió continuar con el Ducado de Franco, que fue creado por el Rey Juan Carlos en homenaje al dictador. No sería posible un “Ducado de Hitler” en Alemania, en cambio el Ducado de Franco fue creado por el padre del actual rey y sigue impune. Un dictador fue derrotado, el otro no. Desde la muerte de Franco, sus intransigentes se han resguardado en ciertos sectores del Partido Popular (PP) a la espera de extender sus alas de nuevo. Y ahora, un antiguo militante del partido está liderando Vox. (Este partido es la “acusación popular” en el juicio contra dirigentes de la rebelión catalana que actualmente se desarrolla en Madrid, con la políticamente infame para-

doja que simpatizantes de muchos colores políticos -menos de la extrema derechaconstatan: demócratas en el banquillo, franquistas en la acusación). Después nos encontramos al supuestamente “centroderechista” Ciudadanos. Como anota el escritor español Suso de Toro, “Antes decíamos que no había partidos de extrema derecha en España porque la ultraderecha estaba dentro del PP. Ahora tenemos tres...”. Y tenemos nuestro propio Artículo 48, excepto que se llama Artículo 155. Los éxitos electorales de Vox y de otros partidos están normalizando ideas retrógradas, antisociales y destructoras de planeta con propuestas de soluciones mágicas absurdas y apelaciones a la solemnidad nacional. Nuevos ideólogos aparecen, especialmente entre medios de comunicación y creadores de opinión académicos, así como think tanks y firmas consultoras. Líderes de la nueva derecha como Geert Wilders y Marine Le Pen están escribiendo páginas de opinión para el New York Times y el Wall Street Journal. Y a todo esto, partidos de centro-derecha, y algunos otros de centro-izquierda, pensando en las elecciones (o no queriendo sacudir el U-boot), están haciendo tratos con tales partidos de extrema derecha. La política de extrema derecha no es dominio exclusivo de los partidos de extrema derecha. Cada elección afecta al estado de la democracia global. Ahora, Brasil, la cuarta democracia más grande del mundo, parece dispuesta a mostrarnos cómo la democracia puede convertirse en antidemocrática, suicida, ecocida y, en lo que a los pueblos tribales se refiere, genocida. Los programas de la nueva derecha que hundirán a otras democracias incluyen políticas anti-inmigración, negación de derechos en base a la etnicidad, ojos vendados ante la violencia de género (a no ser que sea producida por inmigrantes), los “valores tradicionales”, el odio al feminismo, la LGTBfobia, un nacionalismo estatal agresivo, la supresión de las libertades (excepto la “de mercado”) y especialmente la libertad de expresión, así como todo lo que estos objetivos implican. Todas ellas exigirán suprimir la independencia judicial y entrometerse en las constituciones. Un posible punto débil de la nueva derecha es que a las élites adineradas les inquieten las personas a las que la nueva derecha dirige su mensaje. Hasta que Hitler no obtuvo el apoyo de la gran burguesía alemana de los Krupp, Flick, Vögler, Tengelmann, Quandt, etc., en 1933, su victoria no estuvo asegurada. Y no fue hasta la víspera de su marcha sobre Roma en octubre

de 1922 que Mussolini (quien, a propósito, hizo su aparición en política en 1917 con un sueldo de 100 liras semanales del MI5) extrajo unos cincuenta millones de liras de las Confederaciones Nacionalistas de Industria, Agricultura y Banca. Luego tomó el poder. Franco tenía el apoyo de los españoles ricos. Algunas grandes fortunas siguen siendo cautelosas respecto a la extrema derecha de Europa, pero cada vez más ricos simpatizantes la ven como su mejor protección. Una vez más, tenemos que mirar hacia atrás, en el periodo que va de la década de los 20 a los 40, cuando empresas, bancos y destacados hombres de negocio americanos (incluyendo el abuelo de George W. Bush, el senador Prescott Bush, director y accionista de empresas que se beneficiaron de su implicación en la Alemania nazi) estaban apoyando los regímenes fascistas de Europa. No es necesario ser un verdadero creyente. La guerra y la seguridad de Estado son rentables. La marcha hacia delante de los fascistas de hoy abarca un amplio ámbito social, desde agitadores hasta financieros silenciosos como Robert Mercer, Peter Thiel y Daniel Loeb. No hablan. Actúan. Las variopintas formas de la nueva derecha están fijando la agenda política y apartando la atención lejos de cuestiones reales y básicas que afectan a la población de sus países, así como otras, mientras desmantelan instituciones que, antiguamente, protegían los derechos de los ciudadanos. Por supuesto, hay resistencia: los gilets jaunes, las feministas, el municipalismo radical, las grandes manifestaciones y las iniciativas ciudadanas. Pero no debemos distraernos con toda la parafernalia desorientadora del Blut und Boden, debemos centrarnos en cambio en temas como la desigualdad, el poder de los muy ricos (que quemarían todo el planeta antes que compartirlo), la catástrofe climática, los derechos humanos universales y la protección de todas las instituciones democráticas. Las leyes habilitantes de nuestros días están orientadas a afianzar aún más a los ya habilitados, que ejercen esta licencia autootorgada para apalear, mutilar y matar a cualquier ser vivo que se interponga en su camino. *Raventós es editor de Sin Permiso, presidente de la Red Renta Básica y profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona. Wark, autora del “Manifiesto de derechos humanos”, de “Against Charity” y miembro del Consejo Editorial de Sin Permiso. En enero de 2018 se publicó su último libro, (Counterpunch, 2018), en colaboración con Daniel Raventós.


Las elecciones en Bolivia no son solo “electorales”

Eduardo Paz Rada El proceso político boliviano ha ingresado de lleno a las campañas electorales que pondrán en tensión las fuerzas sociales y regionales a través de las organizaciones partidarias y sus proyectos económicos, tomando en cuenta que no solamente estarán presentes los pedidos de apoyo con el voto de los ciudadanos sino las tensiones y contradicciones más profundas existentes en una sociedad aún fuertemente marcada por la discriminación racial, la exclusión social y los prejuicios coloniales que transversalizan las relaciones sociales y ahora las candidaturas. En octubre de 2019 se enfrentarán tanto electoral como económica, social, territorial y culturalmente, dos visiones de país, de pueblo y de realidad internacional: por una parte la que corresponde a los principios de lucha por la liberación nacional y social, el antiimperialismo, la igualdad y la democracia participativa y la emancipación latinoamericana expresada en el Movimiento Al Socialismo (MAS), la Central Obrera Boliviana (COB) y los Movimientos Populares y, por otra parte la que defiende el neoliberalismo, la dominación e invasión imperialista y reivindica los valores aristocráticos y oligarcas con sus representantes Comunidad Ciudadana (CC) y Bolivia Dijo No (BDN). Las elecciones de 2005, 2009 y 2014, en las que ganó el sindicalista indígena Evo Morales con más del 50% de votos, tuvieron ya estas características puesto que los candidatos opositores, como los neoliberales y miembros de las oligarquías locales Jorge Quiroga, Manfred Reyes Villa y Samuel Doria Medina lo enfrentaron para ser derrotados de manera contundente. Los procesos electorales anteriores --de1978 a 2002-- fueron contiendas en las que los principales candidatos representaban al proyecto neoliberal y a las clases tradicionales dominantes apoyadas por las transnacionales y el gobierno norteamericano. Las tendencias que se han manifestado actualmente en las elecciones primarias internas de enero pasado, en las manifestaciones y proclamaciones públicas y en los sondeos de opinión muestran que más de un tercio de la población respalda a Evo Morales del MAS, otro tercio se distribuye entre Oscar Ortiz de BDN, Carlos Mesa de CC y Félix Patzi de Movimiento Tercer Sistema (MTS), quedando muy relegados los otros cinco partidos y sus candidatos, y otro tercio se manifiesta como indecisa.

Mientras Morales tiene un profundo arraigo y apoyo en los sectores populares, sindicales, campesinos y en las regiones rurales y marginadas de todo el país, Ortiz tiene respaldo en el oriente y sur bolivianos donde tiene el control de municipios y gobernaciones con el Movimiento Demócrata, Mesa, ex Vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada y representante de la “aristocracia” venida a menos, recibe adhesión en los sectores urbanos acomodados y medios, en tanto Patzi en el occidente del país, especialmente La Paz y Oruro. Cuatro aspectos van a ir marcando las campañas políticas y electorales: 1.- El uso de las redes de internet caracterizadas por las mentiras y los rumores, así como por la fuerte influencia que tienen las grandes corporaciones internacionales imperialistas que manejan la información y distorsionan las percepciones, las cuales están acompañadas por las poderosas empresas privadas de comunicación --radio, televisión, agencias de noticias y periódicos-contrarias a Evo Morales. 2.- La difusión de rumores y falsas noticias sobre el gobierno, los dirigentes populares y los candidatos de izquierda y antiimperialistas del MAS, impulsada por una red informática preparada desde los centros metropolitanos y medios de comunicación, como CNN, orientados a deslegitimar y generar un estado de ánimo de incertidumbre y duda buscando influir sobre los sectores ciudadanos indecisos. 3.- Las correlaciones políticas internacionales vinculadas a la injerencia e intervención imperialista en América Latina como ocurre con el asedio a la Revolución Bolivariana en Venezuela respaldada por los gobiernos de Duque de Colombia, Bolsonaro de Brasil, Piñera de Chile y Macri de Argentina (y por Mesa y Ortíz en Bolivia) y repudiada por Morales de Bolivia, Díaz de Cuba, Ortega de Nicaragua, López Obrador de México y Vásquez de Uruguay. 4.- Las elecciones que se realizarán en los próximos meses en Argentina y Uruguay, la inestabilidad institucional en los gobiernos de Perú y Ecuador, las movilizaciones sociales y populares en Colombia, Brasil, Argentina contra sus gobiernos neoliberales y las acciones del gobierno de Donald Trump de desarrollar una política de injerencia directa en los asuntos internos de los países de la región ante el avance mundial de China y Rusia.




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