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EL ARTE DE VIVIR CON ESTOICISMO

Ser coherentes con el orden natural y nuestra naturaleza humana es un lema del estoicismo, que ha sido una de las filosofías más estudiadas por todos aquellos que han buscado la receta de la felicidad. Un especialista propone algunas maneras de aplicarla en situaciones de nuestra vida cotidiana.

Texto y fotos: EFE

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Los diccionarios definen el estoicismo como “fortaleza o dominio sobre la propia sensibilidad” y a quien lo cultiva como alguien “fuerte, ecuánime ante la desgracia” o que “sufre dolor o problemas sin quejarse o sin mostrar lo que siente”.

A nivel coloquial suele entenderse que una persona es estoica ficiente fuerza de voluntad como para controlar sus emociones o sentimientos o que es indiferente al placer, la alegría, así como la ñeras, especialista en estoicismo y una de las personas del mundo flexionado sobre la prevalencia de esta doctrina filosófica en las miento y la actitud estoicos van mucho más allá, y en algunos casos difieren, de lo que reflejan

Nacho Bañeras (Barcelona, España, 1980) es licenciado en Derecho y Filosofía, doctor en

‘Cura sui- Cura mundi’ de autoconocimiento, pensamiento crítico y acompañamiento terapéutico (www.curasui.es).

“Para los estoicos, como para gran parte de la filosofía antigua, las personas debemos desplegar el potencial que lleva implícito el hecho de que seamos humanos. Y el ser humano se caracteriza de una forma particular por su dimensión racional”, explica a EFE.

“En la medida que la persona escucha y despliega está dimensión está siendo coherente con su naturaleza, todo lo contrario a la opción de no escucharla, que le lleva a la vía de vivir de manera contraria o de espaldas a su propia naturaleza”, señala.

Coherencia Con El Orden Natural

“El principal lema del estoicismo es ser coherente con la naturaleza”, según Bañeras, quien explica que “ser coherente tiene que ver con no entrar en contradicción con nuestra propia naturaleza humana y actuar en consecuencia con ésta”.

dad a través de la sensibilidad. Para hacerlo posible despliega todo un conjunto de ejercicios o prácticas ascéticas (sobrias, austeras)”.

Explica que actualmente, “nuestro foco de atención está mayoritariamente dirigido hacia fuera, pensamos constantemente y nos cuesta parar de hacerlo y esto nos produce un creciente desasosiego”.

Desde el ámbito de la filosofía estoica, Bañeras “propone mirar hacia dentro, desde la calma, la reflexión y la meditación, para encontrar algunas de las respuestas a nuestras vidas”.

S Crates Y Otros Referentes Estoicos

“Esta filosofía ha estado siempre presente en la historia del pensamiento occidental, a través de autores clásicos y propiamente estoicos como Séneca o el emperador Marco Aurelio y pensadores fuertemente influenciados por el estoicismo como Michel de Montaigne, Montesquieu o Quevedo” señala.

rector de la Escuela

Añade que “también debemos entender el vivir en coherencia como el vivir en correspondencia”. En este contexto, “la correspondencia se refiere a la relación que mantienen la naturaleza y y el ser humano”, según aclara.

Añade que “como en cualquier relación, las dos partes son importantes. Si la naturaleza nos predispone a un horizonte, el de desplegar una vida virtuosa, los seres humanos debemos corresponderla, escogiendo la vía virtuosa. Esta es nuestra responsabilidad”.

“Existe en el cosmos un orden, que marca unas coordenadas y principios que deben ser escuchados, aprendidos y seguidos. En la medida que el ser humano los siga podrá ser coherente con este orden y manifestar su propia plenitud, es decir, desplegarse a través de la llamada y la naturaleza que mora en su interior”, puntualiza.

Por otra parte Bañeras aclara que “el estoicismo no consiste en un dominio de la sensibilidad. En lugar de eso, busca vivir en sereni-

Sócrates ( 470 a. C. — 399 a. C), un filósofo griego antiguo considerado como uno de los más influyentes de la Historia, es “un referente y modelo de la vida estoica por muchos motivos”, aunque propiamente no forme parte de la escuela estoica, según Bañeras.

“Por ejemplo, fue capaz de desplegar una vida virtuosa pese a ir a la contra de lo políticamente correcto, y por otra parte vivió cercano a su propia máxima de ‘sólo sé que no sé nada’, ocupándose de lo que realmente estaba a su disposición”, recalca.

Por otra parte, “tal como muestra el cuadro `La mort de Socrate´ (La muerte de Sócrates), un óleo de Jacques-Louis David, el gran filósofo clásico afrontó su muerte con templanza, serenidad y abrigado por sus amistades, terminando de esta manera una vida filosófica”, destaca.

Otra pintura que simboliza el estoicismo es ‘El caminante sobre un mar de nube’, un cuadro de Caspar David Friedrich, que muestra una persona observando

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